Foto cedidaDe izquierda a derecha: María de Pablo, directo. afi
Triodos Bank, banco europeo referente en banca ética y sostenible, y Afi (Analistas Financieros Internacionales), compañía independiente y especializada en asesoramiento, consultoría y formación en economía, finanzas y tecnología, han firmado un convenio de colaboración para dar a conocer los servicios que ambas entidades ofrecen para los proyectos elegibles de los fondos europeos Next Generation EU.
El acuerdo, en el que Triodos Bank actúa como entidad de financiación bancaria y Afi como asesoría, permitirá que ambas entidades asesoren a organizaciones con proyectos elegibles, a nivel financiero y del impacto que van a lograr, que es de obligado cumplimiento medir en el ámbito de Next Generation EU.
Los fondos europeos tienen como misión recuperar la economía desde lo aprendido de la experiencia de esta crisis sin precedentes, para que esa recuperación sea más sostenible, digital y resiliente. Tanto esos objetivos como su declinación en el Plan de Recuperación nacional se alinean con la visión sobre la regeneración económica que propone Triodos Bank, un enfoque global y basado en la colaboración. Fruto de esa visión y para contribuir al objetivo como país surge este acuerdo con Afi, para reconstruir la sociedad y regenerar la economía para que sea justa, sostenible e inclusiva, con las personas, el planeta y la prosperidad como valores centrales sobre los que asentar las políticas públicas y juzgar las decisiones de inversión de las empresas.
Ambas entidades suscriben este acuerdo con la convicción de que el sector financiero tiene una función clave en la transformación de la economía, lo que supone que la gestión de los Fondos Next Generation sea muy relevante para acometer ese gran cambio.
Agente financiador y asesor externo
El papel de Triodos Bank será el de agente financiador, para anticipar las ayudas o completarlas, en caso de ser necesario, para participar activamente en el efecto multiplicador del Plan de Recuperación y resiliencia. Para ello, Triodos Bank tiene una experiencia acumulada de 40 años en la financiación de proyectos con impacto positivo de la economía real en los sectores medioambiental, social y cultural. Además, cuenta con un equipo de especialistas en los sectores y subsectores clave, además de analistas financieros y de una red de oficinas repartidas por todo el territorio nacional que aporta capilaridad y conocimiento local.
Por su parte, Afi actuará como asesor experto. Su equipo pone toda su experiencia y rigor técnico al servicio de las organizaciones que quieran presentar sus proyectos para acceder a los Fondos Next Generation UE. En última instancia, el papel de Afi es ayudar a las empresas a formar parte de esta colaboración público/privada hacia un modelo económico más sostenible, digital y resiliente.
El convenio tendrá vigencia durante el mismo período que los Fondos Next Generation para poder dar cobertura a aquellas empresas que así lo requieran.
En palabras deYolanda Minguito, directora de Business Banking de Triodos Bank, “en este acuerdo complementamos con nuestra experiencia y conocimiento las de Afi para ofrecer el servicio financiero necesario para los proyectos de aquellas entidades que deseen optar a los fondos europeos. De esta manera, las dos entidades contribuiremos en esta etapa histórica de transformación de nuestra economía, para que sea más sostenible, y contribuiremos a que sectores esenciales muy afectados por la crisis derivada de pandemia se recuperen y salgan fortalecidos. Confío en esta colaboración fructífera porque compartimos los valores de sostenibilidad, transparencia y calidad”.
Por su parte, César Cantalapiedra, socio director del área de Finanzas Públicas de Afi, señala que “al rubricar este acuerdo, tanto Afi como Triodos Bank ponen de manifiesto su colaboración con los agentes económicos para contribuir a la transición ecológica y digital, propiciando un crecimiento más sostenible. La alianza entre ambas firmas propicia un caldo de cultivo óptimo para que el tejido empresarial pueda acceder a los fondos necesarios para llevar a cabo sus proyectos, con un alineamiento robusto con los objetivos formulados para los próximos años tanto por la Comisión Europea como por el Gobierno de España”.
A través de este acuerdo las dos entidades van de la mano y prevén asesorar y financiar el mayor número posible de operaciones con impacto positivo en la economía real.
Foto cedidaUnai Ansejo y Carlota Corral, gestores de Indexa Capital.. indexa
Indexa Capital,gestor automatizado independiente, ha fichado a Patrizia Cotza como responsable de Experiencia de Usuario (User Experience, o UX) y Business Intelligence.
Cotza trabajó anteriormente en Allfunds en el equipo de Digital Marketing y Analytics, así como en Business Intelligence en CaixaBank y, anteriormente, como Business Analyst en Everis.
Patrizia Cotza es salmantina y ha desarrollado los últimos seis años de su carrera en cargos de inteligencia de negocio. Es graduada en Económicas y Finanzas por la Universidad Autónoma de Madrid en 2015 y, posteriormente, se especializó en Experiencia de Usuario con la Certificación Profesional en Experiencia de Cliente desarrollada por DEC en 2016 y en el pionero Instituto Tramontana.
«Me incorporo a Indexa para ayudar a construir un servicio para los casi 50.000 clientes que, como yo, buscan un lugar de confianza y transparencia donde hacer crecer sus ahorros. No hay nada más bonito que alinear el talento con el interés personal, y la pasión de construir cosas bonitas», destaca Cotza.
«La incorporación de Patrizia Cotza refuerza nuestra estrategia de poner el interés del cliente por encima de todo, de invertir en mejoras continuas, de invertir en tecnología al servicio del cliente y de tomar decisiones basadas en datos. La incorporación de un perfil como el de Patrizia es un gran refuerzo para el equipo en un año donde Indexa tiene previsto crecer en torno al 70% anual en volumen y se ha marcado un objetivo de estar al servicio de más de 75.000 clientes a finales de 2022», añade François Derbaix, cofundador y consejero delegado de Indexa Capital.
Con las últimas incorporaciones, Indexa Capital suma 25 personas en su equipo, de los cuales el 44% son desarrolladores. Indexa se sitúa como líder del mercado con 1.340 millones de euros de activos bajo gestión en crecimiento de más del 100% anual, de más de 49.000 clientes y ha logrado entrar en beneficios.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Qué países se están especializando en industrias verdes de alto crecimiento?
A medida que los retos medioambientales, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación atmosférica y la contaminación por plásticos se hacen cada vez más graves, los países de todo el mundo se comprometen a realizar una transición hacia sistemas energéticos y de producción más sostenibles. ¿Qué países, regiones y activos económicos están preparados para revalorizarse y cuáles están destinados a perder valor?
Según el informe que Lombard Odier ha realizado con la Universidad de Oxford, y que se presentó en la pasada COP26, las oportunidades de beneficiarse de la transición a la economía verde son numerosas y variadas entre los distintos países. “Mientras que los países con fuertes capacidades tecnológicas y de fabricación, como Alemania, EE.UU. y China, están actualmente muy bien situados para beneficiarse de la transición verde, muchos países tienen fortalezas y dotaciones competitivas que podrían permitirles capitalizar la creciente demanda de productos, tecnologías y energía verdes en los próximos años”, explican.
En este sentido, Brasil, por ejemplo, tiene fuertes dotaciones de energía renovable en la generación de energía hidroeléctrica y tiene fortalezas competitivas en la exportación de turbinas hidráulicas. Y Australia, por cierta otro caso, tiene un inmenso potencial en sus dotaciones naturales de energía renovable y minerales que serán fundamentales para la transición verde, y aunque actualmente está retrasada en su capacidad de exportar productos complejos verdes, podría aprovechar estas ventajas naturales para convertirse en una superpotencia de la energía verde en el futuro.
También destacan a Suiza, que tiene puntos fuertes en algunos productos ecológicos complejos, como piezas de ferrocarril y equipos de biogás, y a Singapur, con fuertes productos verdes, como los cromatógrafos y los microtomos (utilizados para controlar la contaminación atmosférica). Por último, el informe destaca que los Emiratos Árabes Unidos han experimentado un aumento de su ICG y BPC en la última década y son competitivos en una selección de productos ecológicos, como los materiales de piedra caliza y los óxidos de manganeso, que se utilizan en la gestión de aguas residuales, y las piezas y accesorios para instrumentos de topografía, que tienen importantes aplicaciones para la vigilancia del medio ambiente.
La industria: una pieza clave
El documento señala que la asignación de capital en la era del cambio climático desempeñará un papel clave en la consecución de los retos medioambientales, determinando qué industrias sobreviven, prosperan y llegan a definir el nuevo paisaje industrial. De hecho sostiene que las regiones que consigan captar la cuota de mercado y los componentes de alto valor de las cadenas de suministro correspondientes serán las mejor situadas para beneficiarse económicamente, mientras que las que sigan centrándose y especializándose en sectores en declive corren el riesgo de quedarse con activos abandonados.
“La investigación sugiere además que el desarrollo industrial suele depender de la trayectoria: los países y las regiones tienen muchas más probabilidades de desarrollar competitividad en productos y servicios que requieren capacidades similares a las que ya producen. Por lo tanto, identificar los productos que están estrechamente relacionados con las capacidades existentes de un país nos permite vislumbrar cómo podrían ser esas trayectorias futuras”, señala en sus conclusiones el documento”, afirma el documento.
La investigación arroja que el panorama competitivo mundial no es en absoluto estático. Las decisiones de inversión y política que los países tomen a corto plazo desempeñarán un papel importante en la configuración de sus capacidades para ser líderes o rezagados en la economía verde a largo plazo. En este sentido, la pandemia del COVID-19 y el gasto de recuperación asociado a ella suponen una oportunidad única para que los países inviertan en I+D verde y en infraestructuras con bajas emisiones de carbono, mejoren sus capacidades tecnológicas y apoyen a su mano de obra para que se beneficie de los nuevos empleos verdes y abandone las industrias en declive, que son intensivas en emisiones.
“Nuestro análisis muestra que no todos los países están aprovechando esta oportunidad. Mientras que países como China, Alemania, Dinamarca, Francia, España, Corea y el Reino Unido ocupan en la actualidad un lugar destacado en el GCI y destinan una parte importante de su gasto de recuperación a iniciativas ecológicas, otros países del GCI que ocupan un lugar destacado, como Estados Unidos, Italia, la República Checa y Rumanía, destinan relativamente poco a su recuperación ecológica. Aún más preocupante es la suerte de los países que han dependido en gran medida de las exportaciones de combustibles fósiles en el pasado y que han mostrado muy poco esfuerzo en la diversificación de estos productos” explican los autores del informe.
Por último, el informe destaca que la ambición política y las relaciones comerciales también determinarán la futura competitividad verde: “En general, aunque los caminos hacia la competitividad verde varían geográfica y tecnológicamente y los primeros líderes muestran claras ventajas, hay suficiente potencial para que surjan nuevas e interesantes dinámicas en un mundo post-pandémico”.
Pixabay CC0 Public Domain. La indexación, la ESG y la digitalización impulsan el crecimiento de las soluciones de inversión personalizadas
Según un nuevo estudio realizado por el proveedor de tecnologías cuánticas SigTech, el 70% de los fondos de pensiones y otros inversores institucionales creen que la demanda de soluciones de carteras personalizadas aumentará considerablemente. Las fuerzas disruptivas del mercado de ESG, la indexación y la digitalización están impulsando esta mayor demanda de personalización.
La encuesta indica que el 67% de los encuestados cree que se convertirá en una de las áreas de mayor crecimiento en la gestión de activos y es uno de los desarrollos más interesantes de la industria. “Las soluciones de carteras personalizadas son estrategias de inversión a medida que se desarrollan para satisfacer las necesidades específicas de los inversores. Una de las principales razones del crecimiento de este mercado es que el 75% de los inversores institucionales encuestados afirmó que son cada vez más sofisticados en sus requisitos individuales en materia de ESG. Además, los inversores tienen dificultades para encontrar productos estándar ofrecidos por los gestores de fondos que se ajusten plenamente a sus necesidades”, explican los autores de la encuesta.
Una conclusión llamativa de esta encuesta es que el 41% de los participantes dijo que creía que la renta fija era la clase de activos con mayor necesidad de personalización, seguida por el 27% que citó las materias primas, el 18% la renta variable y el 14% los fondos de cobertura.
Por otro lado, cuando se trata de aplicar sus políticas individuales en materia de ESG, el estudio reveló que los inversores institucionales utilizan una combinación de soluciones: el 65% dijo que utiliza productos estándar (es decir, sin ninguna personalización), el 60%soluciones de cartera personalizadas con socios externos, y el 52% las desarrolla internamente.
“Invertir no tiene por qué consistir únicamente en buscar un producto existente que ofrezca el mejor ajuste posible a las necesidades del inversor. Se trata de crear un producto que responda al 100% a las necesidades del inversor. Nuestro estudio muestra que el 69% de los inversores institucionales está de acuerdo con esta opinión”, concluye Daniel Leveau, que dirige las iniciativas estratégicas de SigTech para los inversores institucionales.
Pixabay CC0 Public Domain. Lionel Aeschlimann, CEO de Mirabaud Asset Management (izq.) y Scott Weber, presidente de Interpeace (dcha.).
Tras la consolidación de la sostenibilidad en la agenda, la búsqueda de la paz es otro factor indispensable para lograr un desarrollo sostenible, estable y próspero en el crecimiento de los países. Así, Mirabaud Asset Management e Interpeace establecieron en 2011 una alianza a largo plazo mediante la creación de un fondo compartido de inversión en países emergentes que, en la semana Building bridges, celebra su décimo aniversario.
«Sin paz, no hay crecimiento económico; y sin crecimiento económico inclusivo, no hay paz duradera», destacan desde ambas entidades. Las zonas en conflicto afectan a 57 países en la actualidad, lo que significa 1.800 millones de personas que se enfrentan a la pobreza y miseria económica. Esta cifra, de todo seguir igual que hasta ahora, se estima que alcanzará los 2.300 millones de personas en 2030; un tercio de los habitantes del planeta.
«Con demasiada frecuencia, la fragilidad y los conflictos recurrentes impiden un avance sostenido del desarrollo de estos países. Peor aún, disuaden a los inversores. Es fundamental ser capaces de mejorar el vínculo entre el trabajo por la paz (Objetivo de Desarrollo Sostenible número 16) y la inversión privada», explica Scott Weber, presidente de Interpeace. Por esta razón, «nos parecía natural establecer una alianza con una organización como Interpeace, que apoya los procesos de paz endógenos, favoreciendo las condiciones necesarias para la paz y la estabilidad duradera», añade Lionel Aeschlimann, CEO de Mirabaud Asset Management.
A través de un fondo compartido, Mirabaud AM ofrece a sus clientes la posibilidad de orientar una parte de los beneficios obtenidos a Interpeace, de la misma manera que el gestor de activos renuncia a una parte de sus honorarios a favor de esta ONG.
Foto cedidaThibault Douard, gestor del fondo Tikehau Subfin. Thibault Douard, Gestor del Fondo Tikehau Subfin
Desde Tikehau Capital repasan el segmento de la deuda subordinada analizando su potencial comportamiento en momentos de incertidumbre sobre la inflación y las posibles subidas de tipos. Thibault Douard, gestor del fondo Tikehau Subfin, explica en una entrevista la visión de la gestora y por qué el reciente repunte de la volatilidad podría afectar en un menor grado al sector bancario, menos sensible al ciclo que viene.
Tras un sólido rally seguido del desplome post-pandémico, ¿podrías definirnos la actual situación de la clase de activo y vuestras expectativas para los distintos subsegmentos?
Comenzando por el segmento AT1, hemos mantenido nuestra atención en su rendimiento dado su carry con spreads medios que no han alcanzado sus niveles pre-COVID (en septiembre 300pbs, posteriormente en noviembre 340/350pbs1 vs 280pbs de febrero de 2020). La corrección vivida en los activos de riesgo durante los meses de octubre y noviembre nos permitió asentarnos en la clase de activo. Debemos tener en cuenta que algunos de estos instrumentos perdieron la mitad de su compresión durante este drawdown generalizado, mientras que sus fundamentales se mantuvieron intactos y notablemente positivos.
En cuanto a los instrumentos de antigua generación (legacy), hemos estado muy activos en el terreno durante los últimos diez años e incrementamos su peso en cartera en la parte final de 2020 teniendo en cuenta el cambio regulatorio. La razón para estar invertido en este subsegmento radica en la presión por parte del regulador de deshacer posiciones para el final del periodo autorizado (grandfathering period), para comienzos de 2022. Un claro incentivo para los emisores de actuar en el espacio (llamar bonos, ofertas de adquisición, canjes, etcétera).
Para el resto de los segmentos, comenzando por los instrumentos T2 emitidos por las principales entidades consideramos que su interés es limitado, con spreads medios de 90pbs, por debajo de sus niveles pre-COVID. Además de los diferenciales, su mayor duración y, por tanto, mayor sensibilidad a subidas de tipos, dibujan un escenario para el que no vemos atractivo.
Por último, estamos infrapoderados en la parte senior (preferred y non-preferred) por su mayor oferta, spreads ajustados y mayor sensibilidad a tipos. Existe alguna situación que podría ser interesante, pero seremos muy selectivos. En cuanto a los instrumentos emitidos por el sector asegurador nos mantenemos neutrales, aunque podemos encontrar valor en el segmento RT1, mientras que para los T2 nuestro posicionamiento y valoración es similar a la del sector bancario.
¿Cómo se ha adaptado el sector bancario europeo a la crisis pandémica? ¿Habéis centrado vuestro interés en alguna geografía en concreto?
Con la temporada de resultados finalizada, nuestra perspectiva continúa siendo una de las mejores de los últimos años. La solvencia ha continuado mejorando con la generación de buenos resultados; la calidad de los activos se mantiene en una línea positiva sin signos de estrés y la dinámica comercial ha mejorado con la estabilización de los volúmenes y márgenes tras el repunte con la reapertura económica (especialmente en el segmento retail, pero también en lo que se refiere a banca corporativa).
El actual contexto nos lleva a reducir nuestras expectativas en cuanto a solvencia, puesto que los bancos comenzarán a distribuir el exceso de capital a través de autocartera y reparto de dividendos. De todos modos, no es un punto que nos preocupe, puesto que las distribuciones se repartirán a lo largo de los años y los bancos continuarán manteniendo sus reservas de capital a niveles históricamente elevados.
Respecto a la calidad crediticia de los activos, existe cierta incertidumbre ante la materialización de impagos de cara a 2022 con el final de las moratorias y los programas de apoyo por parte de los gobiernos. En cualquier caso, este deterioro debería ser limitado. Las métricas son mucho más sanas que las de la Gran Crisis y los bancos han permanecido proactivos en lo que se refiere a la gestión de las provisiones desde el estallido de la pandemia.
En cuanto a la distribución geográfica, no tenemos ningún sesgo específico por el momento. Nuestro actual posicionamiento en Reino Unido se explica en buena parte por la sobreponderación en instrumentos legacy. Sí somos positivos en los bancos españoles, puesto que aún cotizan a niveles atractivos en los segmentos AT1 y T2 manteniendo buenos niveles de capitalización, calidad crediticia y buenas dinámicas comerciales además de un continuo proceso de consolidación que creemos positivo. En Italia, nuestras posiciones en AT1 se limitan a Unicredit e Intesa, pero seguimos de cerca algunos instrumentos T2 emitidos por bancos de segunda línea, con spreads entre 300-400pbs2.
¿Podrías desarrollar qué condiciones marcarán el mercado y cómo pretendéis posicionaros de cara a los próximos meses?
Las dudas e incertidumbre sobre la inflación y la posible subida de tipos han provocado un repunte en la volatilidad durante las últimas semanas. Sin embargo, este contexto debería afectar en un menor modo al sector bancario, mucho menos sensible a un ciclo como el venidero con subidas en los tipos. Además, mayores spreads en los instrumentos AT1 podrían suponer un estabilizador para el segmento de las subordinadas financieras.
Actualmente estamos centrados en vencimientos cortos con mucho menor riesgo de volatilidad o de extensión. Tras las correcciones de octubre/noviembre, comenzamos a agregar de vuelta algunos nombres con mayor Beta. Algo que estaríamos dispuestos a repetir si los spreads volvieran a replegarse.
También esperamos una mayor actividad por parte de nuestras posiciones legacy toda vez que se aproxima el final del periodo regulatorio, algo que ya estamos viendo en las últimas semanas. Si todo se mantiene en línea con lo esperado, reinvertiremos los instrumentos llamados/canjeados por otros aún vivos o en el segmento AT1.
Por último, la oferta se posiciona como uno de los factores clave. ¿Cómo esperáis que se comporte el primario en los próximos meses?
Respecto a la oferta neta de AT1s, en lo sucesivo no habrá demasiado movimiento. El mercado se encuentra cerca de su tope regulatorio y, por tanto, las nuevas emisiones refinanciarán a aquellas que finalicen el próximo año. Veremos eso sí nuevas emisiones netas por parte de algunos bancos de menor tamaño que están comenzando a ser más activos. Con todos estos elementos sobre la mesa, esperamos3:
Para el segmento AT1, entre 20-25 mil millones de emisiones brutas en euros durante el año que viene vs 24 mil millones en euros a ser llamados en 2022. Por tanto, la emisión neta global estará próxima a cero, o incluso negativa, lo que en nuestra opinión supone un soporte técnico para la clase de activo.
En cuanto a la estructura Tier 2,entre 30-40 mil millones de emisiones brutas en euros puesto que los bancos tratarán de continuar optimizando su capital, vs 25-30 mil millones en euros en retiradas. La emisión neta se mantendrá en territorio positivo, pero no esperamos que exista un impacto relevante en los spreads debido al gran apetito inversor.
Las emisiones senior permanecerán en un rango alto puesto que los bancos se encuentran en pleno proceso de incremento de sus MREL (Minimum Required Elegible Liabilities o Mínimo Requerido de Pasivos Elegibles), mientras que las emisiones brutas senior non preferred se ubicarán entre los 70-80 mil millones de euros, niveles similares a los de pasados años.
Notas
1Fuente: JPM – 30 de noviembre 2021 2 Fuente: Tikehau IM / Bloomberg – 30 de noviembre de 2021 3Fuente: Tikehau Capital
Banca March ha nombrado nuevo responsable de Banca Patrimonial, área de negocio que agrupa a los patrimonios superiores a dos millones de euros, a José Cuevas, subdirector general adjunto de la entidad, que hasta ahora desempeñaba el cargo de responsable del Área de Grandes Empresas. Sustituye a José Luis Santos, que accede a una prejubilación por motivos personales, tras haber desempeñado el cargo desde finales de 2016.
José Cuevas, licenciado en ADE y con formación de posgrado en el IESE y en Harvard Business School, ha desarrollado en Banca March la mayor parte de su carrera. Ha sido responsable de liderar las Direcciones Territoriales de Grandes Empresas, desde las que se ejercen las funciones comerciales y de relación con compañías de más de 40 millones de euros de facturación, contribuyendo al crecimiento y consolidación del modelo de banca corporativa único de Banca March, basado en el asesoramiento a empresas, empresas familiares y familias empresarias, focalizando su especialización en financiación alternativa, direct lending, soluciones de tesorería a medida y coberturas de riesgos.
Luis Ordóñez, actual director de la Unidad de Mercado de Capitales y Financiación Sindicada, amplía sus funciones para asumir la dirección de las territoriales de Grandes Empresas, hasta ahora responsabilidad de José Cuevas, aportando el conocimiento técnico y la especialización de Mercado de Capitales a la función comercial.
Banca March cuenta con los fundamentales más sólidos del mercado, con ratios de solvencia, morosidad, liquidez y cobertura que protegen el patrimonio de los clientes. Banca March mantiene la tasa de mora más baja del sector en España (1,62%, frente a un 4,4 de media del sector) y ratios de solvencia (18,37%), liquidez —LCR (233,0%) y DTL (137,8%)— y cobertura de riesgos dudosos (66,0%) entre los más altos de la banca, datos a junio de 2021. Pero no sólo es importante tener en cuenta la tasa de solvencia, sino el volumen total de recursos propios que, en el caso de Banca March superan los 2.000 millones de euros.
Modelo de asesoramiento
En Banca Patrimonial, Banca March ha desarrollado un modelo de asesoramiento que acompaña al cliente con un asesoramiento global, patrimonial y fiscal, que cubre todas sus necesidades, cambiantes, a lo largo de su vida. En uno de los entornos más complejos que se recuerda, el volumen de negocio del área de grandes patrimonios (más de dos millones de euros) se situó en 11.000 millones de euros a junio de este año, con un crecimiento del 18,32% respecto al mismo mes de 2020, y con un aumento del número de clientes del 15,42%, como reflejo de la confianza de un número creciente de ahorradores e inversores.
Banca March, único banco español de propiedad 100% familiar, ha configurado un modelo de negocio único, con la mayor solvencia del sistema financiero español, basado en los mejores profesionales formados en el Programa Talento Banca March, un uso creciente de la tecnología al servicio del negocio, productos exclusivos como la Coinversión, y liderazgo en la calidad de servicio percibida por los clientes.
José Luis Acea, consejero delegado de Banca March ha afirmado: “En Banca March siempre nos hemos diferenciado por un modelo de negocio propio que potencia el desarrollo de las personas, basado en la meritocracia y la equidad salarial interna y externa, y donde los profesionales desarrollan una carrera en función de sus logros y su encaje con la cultura de la casa. El 12% de la plantilla procede del Programa Talento, que recluta jóvenes profesionales para que se conviertan en los futuros directivos de la casa. En banca March somos ajenos a los movimientos y fichajes que vive el sector de banca patrimonial, que incluye multitud de EAFIs y sociedades de valores que buscan comprador para proyectos que han reunido a profesionales salidos de otras entidades. En un sector tan competitivo, Banca March sigue apostando por un modelo de negocio propio, de acuerdo con su filosofía centenaria y singular de crecimiento conjunto y visión de largo plazo, tanto para sus clientes como para sus empleados, de acuerdo con la voluntad y visión de sus accionistas”.
Dentro de su oferta de valor, Banca March propone, entre otros productos, carteras de gestión discrecional cuyas rentabilidades en 2021 han reflejado el buen hacer de la entidad para todos los perfiles de riesgo: GDC conservadora (+3,53%), GDC Moderada (+7,34%), GDC Decidida (+12,29%) y GDC Renta Variable (+14,61%). Destaca también la GDC Next Generation, una estrategia de renta variable que invierte en megatendencias de futuro, con una rentabilidad del 16,73%. Además, durante el presente ejercicio han tenido un excelente comportamiento los fondos temáticos, especialidad de March Asset Management, gestora del Grupo Banca March. En cabeza, Mediterranean Fund, estrechamente vinculado a la sostenibilidad ya que invierte en empresas ligadas a la economía del agua, con una rentabilidad del 22,25% en lo que va de año. Asimismo, March Vini Catena, que invierte en la cadena de valor del vino, ha generado un rendimiento del 16,27% desde principios de año, y March Family Business Fund, que se centra en empresas familiares cotizadas de todo el mundo, se anotó una revalorización del 15,10%.
Banca March es el único banco español entre las mejores empresas para trabajar en Europa, según ha anunciado en septiembre la consultora internacional Great Place To Work®. El pasado enero, Banca March obtuvo la certificación Great Place to Work por segundo año consecutivo como reconocimiento a su gestión de personas, así como a la excelencia y alto rendimiento de sus profesionales. En abril, la entidad se incorporó por primera vez al ranking de Best Workplaces (GPTW) como una de las diez mejores empresas para trabajar en España y como el único banco español dentro de esta clasificación. Asimismo, la entidad ha sido certificada tres años consecutivos como Top Employer —en 2019, 2020 y 2021— por las condiciones que se ofrecen a los empleados.
Esta década es clave si queremos conseguir los avances necesarios para abordar los retos a largo plazo a los que se enfrenta el planeta en el que vivimos y la sociedad en la que coexistimos. En 2021, los mercados financieros se movieron en gran parte por consideraciones a corto plazo, pero si queremos prosperidad económica a largo plazo, necesitamos mirar más allá de lo inmediato para abordar cuestiones vitales.
Por esta razón, nos centramos en empresas que están liderando la transición a un mundo más sostenible. Para ello se necesita una perspectiva a largo plazo, centrada en resolver cuestiones vitales en áreas como el cambio climático, la desigualdad y la biodiversidad. El imperativo de la inversión sostenible nunca ha sido mayor.
Medidas contra el cambio climático
La COP26, la conferencia internacional sobre el cambio climático que tuvo lugar en Glasgow en noviembre de 2021, fue un hito en la aceleración de las nuevas políticas para abordar la reducción de las emisiones y el declive de la biodiversidad. Aunque los resultados de la conferencia podrían haber sido mejores, el rumbo trazado es claro. Desde hace tiempo sostenemos que es necesaria una colaboración internacional en relación con los precios del carbono y durante la COP26 surgió una dinámica positiva en torno a estas medidas. Los gobiernos se comprometieron a revisar y reforzar sus metas de cara a 2030 para converger hacia el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Tenemos la esperanza de que se resuelva esta brecha entre la realidad y las metas. Esperamos ver una mayor colaboración, impulsada por la reiteración del compromiso conjunto de EE. UU. y China, y que se produzca una transición rápida, pero justa, hacia un futuro con bajas emisiones de carbono.
Como inversores, necesitamos ver concreción e irreversibilidad en las empresas dentro de sus esfuerzos por descarbonizar sus procesos. Las empresas capaces de reducir de forma tangible sus emisiones de carbono, en lugar de compensarlas, estarán mejor posicionadas para ofrecer rentabilidades sostenibles, ya que cada vez es más frecuente que los costes externalizados pasen a ser costes internalizados de las actividades empresariales.
En 2022, esperamos ver un nuevo impulso a las políticas para abordar el desajuste actual en los precios que pagamos por usar la naturaleza. Es vital que las empresas actúen para vivir dentro de los límites del planeta y mitigar su impacto medioambiental, tanto desde una perspectiva de resiliencia como financiera.
Eso también se aplica a nuestra propia empresa, por supuesto. Jupiter AM ha suscrito la Net Zero Asset Managers Initiative y se ha comprometido a alcanzar las cero emisiones netas en sus actividades y sus inversiones en 2050 o antes.
Es importante que la transición hacia un futuro con bajas emisiones de carbono sea una transición justa que aúne el cambio climático con la justicia social. En la COP26, por primera vez la transición justa fue un elemento clave del acuerdo, reconociendo así la importancia de ser ecuánimes a la hora de soportar la carga que supone abordar el cambio climático. La idea de compensar a las naciones vulnerables por las pérdidas y los daños provocados por el cambio climático también ha empezado a entrar en el diálogo y traza un rumbo para los compromisos de financiación por parte de las naciones ricas ante los países de rentas más bajas. El mundo desarrollado ha disfrutado de más de un siglo de crecimiento económico sin precedentes que ha tenido un coste medioambiental considerable. Es imperativo para el éxito de las acciones contra el cambio climático que las naciones en desarrollo eviten una crisis medioambiental similar.
Medidas contra la desigualdad
Además de invertir en empresas que lideran la transición hacia un mundo más sostenible, también buscamos las que están impulsando la transición hacia un mundo más inclusivo. El COVID ha agravado y sacado a relucir las desigualdades sociales. La convulsión económica provocada por los cierres relacionados con el COVID ha afectado desproporcionadamente a los grupos más vulnerables. En EE. UU., la tasa de desempleo se disparó al inicio de la pandemia de forma generalizada, pero sus efectos fueron considerablemente mayores para las personas que no habían terminado la educación secundaria Del mismo modo, durante la pandemia, cuando los niños no pudieron asistir a clase, el acceso a la tecnología se volvió imprescindible para continuar con la educación, lo que, de nuevo, afectó desproporcionadamente a las personas con recursos más limitados.
El COVID ha agravado la vulnerabilidad de muchas mujeres, sobre todo en lo que respecta a su independencia financiera, y ha provocado que muchas abandonen el mercado laboral. En todo el mundo, la participación de la mujer en el mercado laboral ha descendido rápidamente. Este hecho tiene amplias repercusiones sociales, ya que existe una correlación entre el desempleo femenino y los niños en situación de pobreza. Buscamos una mayor transparencia en los salarios y una mayor participación de la mujer en las plantillas como indicador de empresas de calidad.
Medidas en favor de la biodiversidad
Abordar la pérdida de biodiversidad está convirtiéndose en una cuestión de primer orden para las autoridades. La mitad del PIB del mundo depende de la biodiversidad, pero seguimos utilizando los recursos naturales a un ritmo alarmante. La COP15, la conferencia intergubernamental sobre biodiversidad comenzó en la ciudad china de Kunming en octubre de 2021 y continuará hasta abril de 2022. Nuestra esperanza es que las lecciones aprendidas con el cambio climático se puedan aplicar convenientemente a la urgente necesidad de revertir la pérdida de biodiversidad. El impacto de las empresas en la naturaleza será objeto cada vez más de una reevaluación en forma de coste, como ha ocurrido con el carbono.
Al igual que el carbono, la internalización de externalidades en torno a la biodiversidad planteará oportunidades y riesgos. Aunque las empresas llevan tiempo elaborando datos sobre emisiones de carbono, la medición del impacto de las empresas en la naturaleza está dando sus primeros pasos. Ya existen marcos que entrarán en vigor durante los próximos años para uniformizar la información que se divulga, principalmente el del Grupo de Trabajo sobre Información Financiera Relacionada con la Naturaleza (TNFD). Se trata de un paso positivo, pero también un paso que debe estar seguido de concreción e irreversibilidad por parte de las empresas. Abordar estos retos reviste una enorme importancia en estos momentos, tanto para nuestra sociedad como para nuestro objetivo de revalorización del capital a largo plazo. El imperativo de la inversión sostenible nunca ha sido mayor.
Tribuna deAbbie Llewellyn-Waters, Freddie Woolfe y Jenna Zegleman, miembros del equipo que gestiona la estrategia de renta variable global sostenible de Jupiter Asset Management.
The value of active minds – pensamiento independente:Una característica clave del enfoque de inversión de Jupiter es que evitamos la adopción de una visión de la casa, prefiriendo permitir a nuestros gestores de fondos especializados formular sus propias opiniones sobre su clase de activos. En consecuencia, debe tenerse en cuenta que las opiniones expresadas -incluidas las relativas a consideraciones medioambientales, sociales y de gobernanza- son las del autor o autores, y pueden diferir de las opiniones mantenidas por otros profesionales de la inversión de Jupiter.
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M&G (Lux) Positive Impact Fund se lanzó en noviembre de 2018, con el propósito de invertir en compañías que abordan algunos de los mayores desafíos medioambientales y sociales del mundo, a la vez que ofrecer una rentabilidad financiera competitiva a nuestros clientes. Por aquel entonces, poco sabíamos que la conmoción social más importante de nuestra vida estaba en el horizonte, la COVID-19, cuyas consecuencias continúan hasta el día de hoy.
Los efectos sociales y económicos de la crisis de la pandemia han sido hondos. Las desigualdades han aumentado, las personas vulnerables han quedado aún más expuestas y ha quedado clara la importancia de un sistema sanitario eficiente e innovador, o la falta del mismo.
Gobiernos de todo el mundo, mediante la política y los discursos, han demostrado que son dolorosamente conscientes de la necesidad de resolver estos problemas sociales agravados. Al mismo tiempo, los líderes desean luchar contra el cambio climático y otros desafíos medioambientales, lo que exige un aumento de las inversiones en energías limpias, infraestructuras sostenibles y otras soluciones de sostenibilidad. A ello se suma la creciente conciencia de que las subvenciones de hoy a la innovación y la tecnología crearán la ventaja competitiva del mañana.
Ante esto, creemos que los extraordinarios acontecimientos de los dos últimos años han puesto en evidencia la importancia de la inversión de impacto. La pandemia ha puesto de relieve la magnitud de los desafíos que afronta el mundo, así como la urgencia con la que debemos abordarlos; es aquí donde creemos que cobra sentido la inversión de impacto.
Creemos que el mercado está reflejando esta necesidad de inversión de impacto. Desde el lanzamiento del fondo hace tres años, el mercado de inversiones de impacto ha sido el segmento que más rápido ha crecido dentro de las estrategias de inversión responsable y, según la Global Impact Investing Network (GIIN), supone actualmente alrededor de 715.000 millones de dólares en activos bajo gestión. Creemos que hay varios factores que alientan ese crecimiento, entre los que figuran las ya mencionadas desigualdades sociales que la COVID-19 ha puesto en evidencia y el riesgo cada vez más claro e inminente que supone un planeta que se está calentando peligrosamente: el informe Code Red for Humanity (Código Rojo para la Humanidad) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), publicado antes de la celebración de la COP26 de Glasgow, dejó clara la necesidad de actuar de inmediato para evitar un desastre climático.
En este contexto, los inversores se interesan cada vez más no solo por la rentabilidad financiera, sino por los resultados tangibles y reales de sus inversiones. Esto tiene que ver con el concepto de «doble materialidad»: tener en cuenta no solo cómo los factores medioambientales, sociales y de gobernanza corporativa (ESG) afectan a una compañía, sino también el impacto medioambiental y social que una compañía tiene en el mundo. Esta idea se ha centrado aún más a través de los esfuerzos reguladores, en particular, en Europa, el Reglamento de la UE sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros y el Reglamento sobre taxonomía, que se enfocan muy claramente en la transparencia en relación con los resultados sociales. Por lo que respecta al clima, la COP26 tuvo el efecto de centrar las mentes en los enormes desafíos que afrontamos si queremos evitar los peores efectos del calentamiento global, y hemos visto cómo gobiernos de todo el mundo han reafirmado sus promesas para alcanzar las emisiones netas de carbono a mediados de este siglo. Sin embargo, la regulación y la retórica por sí solas no nos llevarán hasta allí. Para conseguirlo hará falta una acción colectiva pública y privada, centrada en aportar soluciones reales a lo que es un imperativo existencial.
Nuestro enfoque sobre la inversión de impacto
Creemos que la inversión en compañías de calidad ofrece la oportunidad de un crecimiento compuesto a largo plazo y rentabilidades financieras. Asimismo, consideramos que apoyando a las compañías que aportan soluciones a los mayores desafíos de la sociedad, también podemos generar un impacto cada vez mayor a largo plazo. Cuando los ingresos de una compañía están intrínseca y fundamentalmente ligados a un resultado de impacto, a medida que esos ingresos crecen también lo hace el impacto que genera esa compañía. Creemos que esto ofrece un potente argumento para apoyar a esas compañías, participando en las rentabilidades compuestas a largo plazo que pueden ofrecer las compañías de calidad, y el correspondiente aumento de la profundidad y amplitud de sus impactos positivos en la sociedad.
Para resumir cómo lo hacemos, invertimos a largo plazo en compañías que pretenden generar un impacto social y/o medioambiental positivo, junto con rentabilidad financiera. Para ello, tenemos una cartera concentrada, que suele incluir unos 30 valores de cualquier lugar del mundo donde podamos encontrar oportunidades de inversión.
Los inversores deben tener en cuenta que el fondo posee un número pequeño de inversiones, la caída en el valor de una única inversión podría tener un mayor impacto que si el fondo poseyese un mayor número de inversiones. Además, el fondo puede estar expuesto a diferentes divisas. Las variaciones en los tipos de cambio podrían afectar al valor de su inversión.
La selección comienza con un universo global compuesto por más de 4.000 valores, que se somete inicialmente a unos criterios de liquidez y capitalización bursátil mínimos, así como a la exclusión de cualquier compañía que se considere que incumple los Principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos, trabajo, medioambiente y corrupción, así como las compañías que se dedican a la producción de tabaco, alcohol, entretenimiento para adultos, armas controvertidas, arenas de alquitrán, energía nuclear o de carbón, o a la prestación de servicios de juego (es decir, compañías que no son capaces de generar impactos positivos netos demostrables para la sociedad). Además, excluimos las compañías que prueban sus productos en animales con fines no médicos.
Del grupo de valores restante, realizamos un «filtrado» para incluir en la lista de seguimiento a unas 200 compañías de impacto que puedan adquirirse si consideramos que el precio y el momento son adecuados. Estas compañías se analizan según el enfoque «triple i» (III) del equipo, para lo cual examina el Fundamento de inversión, la Intencionalidad y el Impacto que produce una compañía a efectos de determinar su idoneidad para el fondo. Desde que lanzamos el fondo, hemos ido creando nuestra lista de seguimiento, formando un grupo más amplio de compañías de impacto que podemos comprar cuando el momento y el precio sean adecuados, en nuestra opinión.
Nuestras áreas de inversión de impacto
En el marco de nuestro análisis, calificamos a las compañías en función de sus credenciales III, y exigimos resultados superiores a la media en cada ámbito «I» para considerarlas dentro de la lista de seguimiento, así como un acuerdo consensuado de los méritos de una compañía por parte de todo el Equipo de Impacto Positivo.
El fondo adopta el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas e invierte en compañías centradas en seis ámbitos clave, que se comparan con los ODS. Son los siguientes: acción por el clima; soluciones a favor del medio ambiente; economía circular; mejor salud, salvar vidas; mejor trabajo y educación; e inclusión social.
Desde la perspectiva de la construcción de la cartera, el fondo invierte en tres categorías de compañías de impacto positivo: «Pioneras»: sus productos o servicios tienen un efecto transformador en la sociedad o el medioambiente; «Facilitadoras»: proporcionan las herramientas para que otros generen un impacto social o medioambiental positivo; y «Líderes», que encabezan el desarrollo de impacto y sostenibilidad en sus sectores.
La inversión en estas categorías ofrece diversificación entre los sectores y la madurez de los modelos de negocio. El fondo no invertirá en compañías de impacto negativo.
Evolución de nuestro enfoque
Durante los tres años transcurridos desde el lanzamiento del fondo, hemos ido desarrollando y perfeccionando nuestro enfoque, ya que nuestro conocimiento y comprensión de lo que mejor funciona desde una perspectiva de impacto de la renta variable han evolucionado con la práctica.
Más allá de nuestro enfoque inicial «III», comenzamos a observar los impactos de nuestras compañías a través del prisma desarrollado por el Proyecto de gestión de impacto (IMP), un foro para crear un consenso global sobre cómo medir y gestionar los impactos (el proyecto evolucionó hasta convertirse en la Plataforma de gestión de impacto de mayor alcance este año). Este prisma se denomina «Cinco dimensiones del impacto», creemos que encaja perfectamente con nuestro propio marco III y ofrece un medio adicional para entender el alcance del impacto que generan las compañías en las que invertimos.
Hemos orientado aún más la cartera hacia las compañías «desatendidas» o a las que se presta poca atención, para ayudar a garantizar que los impactos que se producen son realmente adicionales e importantes, al tiempo que dirigimos la cartera hacia las compañías «C», representadas por el sistema de clasificación «ABC» de IMP+ACT: Las inversiones «A» actúan para evitar daños, las «B» benefician a las partes interesadas y las «C» contribuyen a las soluciones.
El equipo de Impacto también ha crecido desde el lanzamiento del fondo, con tres nuevos analistas que ofrecen apoyo adicional, lo que nos permite desarrollar de manera más eficiente nuestro universo de inversiones potenciales. Al mismo tiempo, hemos lanzado estrategias adyacentes, incluidas las estrategias específicas de Soluciones climáticas, Soluciones para una mejor salud y Diversidad e inclusión, todas ellas derivadas de la estrategia general de Impacto Positivo, al tiempo que impulsamos la investigación y las ideas de cada área del fondo Positive Impact.
Rentabilidad de la inversión
Durante los dos primeros años naturales completos, el fondo obtuvo una excelente rentabilidad relativa y absoluta. En 2019, esa rentabilidad relativa se vio alentada por la selección de valores, concretamente dentro de los sectores de tecnología de la información y salud. En el plano de los valores, el especialista en energía solar cotizado en EE. UU., SolarEdge, fue con diferencia el que más contribuyó a la rentabilidad, mientras que el desarrollador estadounidense de software de simulación de ingeniería Ansys, el especialista danés en inmunoterapia contra la alergia ALK-Abelló y el líder danés en energías renovables Ørsted también resultaron muy favorables. Además, la nula exposición a la energía, el sector que peor se comportó ese año, también dio al fondo un relativo impulso.
En 2020, la rentabilidad estuvo encabezada por la selección de valores dentro de las compañías de suministros públicos, así como por la selección dentro de las tecnologías de la información y la sanidad. SolarEdge volvió a liderar, mientras que Ørsted, ALK-Abelló y el especialista danés en aislamiento con lana mineral Rockwool obtuvieron una excelente rentabilidad. La nula exposición a la energía tuvo un efecto relativo más profundo en 2020, ya que el precio del petróleo se desplomó y las acciones de las compañías energéticas sufrieron mucho los estragos de la COVID-19.
A continuación, los mercados cambiaron en 2021, cuando el mayor lastre sectorial fue esa misma falta de exposición a la energía que antes había resultado favorable, dadas las fuertes subidas del precio del petróleo. Sin embargo, el principal motor de la rentabilidad inferior fue la selección de valores en suministros públicos, las finanzas y las tecnologías de la información. El mayor lastre fue la ya mencionada Ørsted, pues los inversores abandonaron las energías renovables, que habían tenido un 2020 excelente. A principios de año, Ørsted fue también derrotada en la última ronda de licitaciones de nuevos contratos de energía eólica marina por el estado de Nueva York, lo que afectó a la confianza, y más tarde anunció que tendría que llevar a cabo reparaciones urgentes en diez de sus parques eólicos, ya que sus cables submarinos habían sido erosionados por las rocas del lecho marino.
Aunque la rotación en detrimento de las energías renovables fue más general, otras contribuciones negativas fueron más específicas. Por ejemplo, el fabricante estadounidense de láseres de fibra IPG photonics se desplomó tras publicar unos resultados inferiores a los previstos, ante el descenso de la demanda de sus aplicaciones en China y algunas limitaciones en la cadena de suministro. Por su parte, el grupo internacional de diálisis Fresenius Medical Care emitió una alerta de beneficios a principios de año como consecuencia de las elevadas tasas de mortalidad relacionadas con la COVID-19 en los pacientes que reciben tratamiento de diálisis, y de los costes adicionales relacionados con la COVID-19. En septiembre, los analistas volvieron a rebajar la calificación de Fresenius, a causa de la percepción de que los ingresos y los costes de la compañía se están viendo afectados por la aceleración de las muertes causadas por la COVID-19. Este año también ha habido algunos resultados muy positivos, en particular el especialista en eficiencia estadounidense Johnson Controls, la compañía farmacéutica danesa Novo Nordisk y el fabricante estadounidense de semiconductores de alta eficiencia energética Onsemi, pero los resultados negativos pesaron más.
* El índice de referencia es un comparador que se utiliza exclusivamente para medir la rentabilidad del fondo, pero sin limitar la construcción de la cartera. El índice de referencia se ha elegido, porque es el que mejor refleja el objetivo financiero del fondo. El fondo se gestiona de forma activa. El fondo tiene plena libertad para elegir que instrumentos comprar, mantener y vender. Las posiciones del fondo pueden desviarse considerablemente de los componentes del fondo. El índice de referencia no es una referencia ESG y no es coherente con los Criterios ESG y los Criterios de Impacto.
Aunque la rentabilidad en lo que va de año ha sido difícil, hemos de reiterar que somos inversores a largo plazo. Seguimos confiando en que nuestra cartera de compañías de impacto debería beneficiarse del aumento de la demanda de soluciones sociales y medioambientales, especialmente a medida que aumente el gasto público para proporcionar planes de recuperación relacionados con la COVID-19. Creemos que es probable que esta sea una clara vía de crecimiento para muchas compañías incluidas en el fondo, en particular las del ámbito de las energías renovables y la eficiencia energética.
Seguimos confiando en la calidad de los valores de nuestra cartera y creemos que seguirán aportando efectos positivos a la sociedad, así como rentabilidades financieras. Como inversores a largo plazo, nos centramos en la capacidad de nuestras participaciones para generar valor a largo plazo para la sociedad y nuestros inversores, y seguimos siendo optimistas sobre sus perspectivas.
Tribuna de John William Olsen, gestor del fondo M&G (Lux) Positive Impact de M&G Investments.
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El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
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Para obtener información más detallada de los riesgos aplicables al fondo, consulte el Folleto.
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Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
El fondo invierte principalmente en acciones de compañías, con lo que es probable que experimente mayores fluctuaciones de precio que aquellos fondos que invierten en renta fija o liquidez.
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Foto cedidaABANCA recupera 1.400 kilos de redes de pesca abandonadas para su uso en campos deportivos.. REDES
El proyecto Redes Vivas puesto en marcha por Abanca en el marco de su estrategia de sostenibilidad ha permitido recuperar este año 1.400 kilos de redes de pesca abandonadas en espacios costeros y darles una nueva vida dentro de los campos deportivos.
Redeiras artesanas de Corme y Malpica han sido las encargadas de reciclar las redes en desuso y transformarlas en 1.500 metros cuadrados de nuevas redes que permitirán renovar 78 porterías de 39 clubes patrocinados por el banco en el marco de su proyecto Abanca Deporte Base. Hasta el momento se han entregado 40 redes a 20 clubes y el resto de las entregas se realizarán en 2022. Más de 5.000 deportistas de las cuatro provincias gallegas se beneficiarán de las nuevas redes instaladas en sus canchas y campos deportivos.
Redes Vivas es un proyecto que forma parte de la línea de acción ambiental del plan de sostenibilidad puesto en marcha por el banco este año. Abarca todo el proceso de recuperación de las artes de pesca, comenzando por la retirada de las redes de los espacios portuarios en las que se encuentran abandonadas. A continuación, se trasladan a los talleres de las redeiras, que han recibido formación específica para tratarlas y darles una nueva vida como redes de uso deportivo. Una vez recicladas, el banco también se encarga del transporte hasta las instalaciones deportivas de los clubes.
Las redes recuperadas pueden utilizarse en seis disciplinas deportivas de las 34 que apoya el banco a través del programa Abanca Deporte Base: fútbol, balonmano, fútbol sala, hockey patines, kayak polo y hockey hierba.
La iniciativa tiene un impacto positivo en tres de las líneas estratégicas del banco: sostenibilidad, ya que contribuye al cuidado del medio ambiente y fomenta la economía circular; promoción de la economía local y los sectores productivos, aportando innovación y visibilidad a un oficio tradicional y artesano realizado mayoritariamente por mujeres, y apoyo al deporte, dotando de material a los clubes gallegos.
El banco prevé dar un impulso al proyecto en 2022 para conseguir incrementar tanto el volumen de redes recuperadas como el número de deportistas beneficiados.
Compromiso con la sostenibilidad ambiental y económica
El cuidado del medio ambiente y apoyar la transición hacia un modelo económico más sostenible son dos de las líneas de acción que recoge el Plan de Acción de Banca Responsable y Sostenible 21-24 de Abanca, resultado de un proceso de análisis global de su estrategia con el fin de alinearla con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y los Acuerdos de París.
El compromiso de la entidad para contribuir a la lucha contra el cambio climático y apoyar una economía más respetuosa con el medio ambiente y los derechos de las personas queda patente también con su adhesión a las principales iniciativas sectoriales a nivel internacional. Abanca forma parte desde sus orígenes de la Red Global de Pacto Mundial, es signataria fundadora de los Principios de Banca Responsable y se ha sumado a los Principios de Inversión Responsable, a los Principios para un Océano Sostenible, al Compromiso Colectivo para la Acción Climática de Naciones Unidas y al Acuerdo Sectorial por el Clima del sector bancario español.
Además, forma parte desde su lanzamiento de Net Zero Banking Alliance de UNEP-FI y se ha marcado como objetivo alcanzar la neutralidad en carbono en su actividad propia en 2024 y las cero emisiones atribuibles a su cartera en 2050.
Entre las acciones de protección y concienciación del medio ambiente que promueve la entidad destacan, además del proyecto Redes Vivas, las actividades de voluntariado y de sensibilización medioambiental que realiza la Obra Social Abanca. Las acciones de limpieza del litoral y los fondos marinos impulsadas por Afundación este año en el marco de su Plan de Conservación Territorial-ON (Plancton), en colaboración con la Fundación Biodiversidad y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, han conseguido retirar de las costas gallegas 18,6 toneladas de residuos.