¿Por qué una inversión activa en renta variable?

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¿Por qué una inversión activa en renta variable?
Foto: CamilTulcan, Flickr, Creative Commons. ¿Por qué una inversión activa en renta variable?

El valor de la gestión activa ha sido ampliamente estudiado a nivel académico. De hecho, numerosos estudios sobre “la hipótesis de los mercados eficientes” y sobre el track record de los gestores activos sugieren, como mínimo, que generar valor de forma consistente en términos ajustados por riesgo es un logro destacable. Al mismo tiempo, la creencia cada vez mayor de que los gestores activos no son capaces de generar (suficiente) valor a largo plazo a través de la selección de compañías debido a las crecientes ineficiencias del mercado ha llevado a un aumento dramático de los productos de gestión pasiva. Sin embargo, los productos de gestión pasiva no son ni una alternativa sin coste ni una manera sin riesgo de replicar los índices. Además, su presencia cada vez mayor también puede afectar a la volatilidad general de los componentes de los índices en momentos de compras y ventas significativas por parte de inversores pasivos.

La composición de los índices también ha demostrado ser problemática. Por ejemplo, el índice MSCI Emerging Markets está lleno de grandes compañías estatales, como la rusa Gazprom, la brasileña Petrobras y la china CNOOC, que han estado operando más como una extensión del poder político que en beneficio de los accionistas. Por último, pero no menos importante, hemos de tener en cuenta que los índices tradicionales construidos en base a capitalizaciones sufren el defecto inherente que fuerza a los inversores pasivos a asignar mayores cantidades de capital a las compañías, sectores y mercados con mayor rentabilidad en lugar de elegir los que ofrecen más valor o menor riesgo. Por tanto, todos estos factores nos han llevado a no creer en la eficiencia de los índices de referencia y a decantarnos por la gestión activa.

De esta forma, nuestro enfoque de inversión activa en renta variable busca capturar las ineficiencias del mercado a nivel específico de las compañías y no está limitado por ningún índice de referencia. Asimismo, intentamos capturar las ineficiencias de precio mediante la compra de títulos de alta calidad que cotizan con descuento respecto a nuestro precio objetivo con la intención de mantener el nombre en cartera durante un período significativo de tiempo permitiendo de esta forma que el crecimiento de los ingresos respalde los retornos. De hecho, no nos importa pagar múltiplos que podrían parecer elevados en comparación con el mercado en general. Esto se traduce en invertir en compañías que serán capaces de mantener un crecimiento de los ingresos de manera consistente a lo largo de todo el ciclo económico, con negocios que proporcionen un alto nivel de predictibilidad. A menudo se confunde la idea de pagar más por crecimiento, por lo que se tiende a infravalorar la diferencia entre crecimiento de calidad y crecimiento menos cierto.

Un crecimiento de los ingresos sostenible y duradero en el tiempo es el motor de los retornos de los inversores a largo plazo y de una mayor rentabilidad ajustada por riesgo. Dicho de otro modo, buscamos rentabilidad que esté originada por un crecimiento de los ingresos que sea sostenible durante muchos años, y no por el encarecimiento de los múltiplos de las valoraciones, que consideramos menos predecibles y un motor no sostenible en el largo plazo. Para nosotros el motor fundamental detrás del crecimiento de los ingresos por acción es un ROE estable y elevado y, en particular, la capacidad que tenga el equipo gestor de la compañía para reinvertir ese ROE de forma adecuada. Dicho en pocas palabras, entendemos el ROE como el combustible que toda empresa necesita para el crecimiento de sus ingresos.

José Luis Ezcurra, director general en Vontobel para Iberia & Latam

¿Y qué pasaría si …?

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¿Y qué pasaría si …?
Foto: Richard Masoner / Cyclelicious . ¿Y qué pasaría si …?

Una de las consecuencias poco deseadas de la desaceleración de los precios del petróleo, es la caída de la inflación. En mayor o en menor medida, las economías se ven impactadas por este factor, algunas más que otras —es claro que entre más pesen los energéticos en la canasta con la que se calcula el IPC, más impacto tendrá—, pero todas se ven impactadas.

 Los últimos resultados de inflación muestran ese factor, que los analistas estimaban, pero una buena pregunta hacia futuro sería: y si sigue cayendo el precio del petróleo, habría riesgo de deflación? Para los menos acostumbrados a los términos técnicos económicos, la deflación es, en sencillo, lo opuesto a inflación, es decir, el fenómeno de una caída continua en los niveles de precios.  Esto parece muy bueno desde el punto de vista de los consumidores, pues mañana puedo comprar algo que va a ser más barato que hoy.

 El problema surge cuando llega mañana, y empiezas a pensar que pasado mañana va a ser, incluso, más barato. Como esta dinámica empieza a hacerse repetida, al llegar mañana esperas que llegue pasado mañana y así sucesivamente. Así, el efecto es que quizá postergues la decisión de comprar hasta que no sea estrictamente necesario. Y si nunca es necesario, puede que suceda que nuca compres. 

 Esto es un lío mayúsculo para las economías modernas (pregúntenle a Japón), en el cual el consumo puede representar el 70% —o más— del Producto Total de la economía. La respuesta de los bancos centrales en este escenario es ‘meterle’ una inyección de dinero al sistema con la esperanza de que ese dinero inunde los bolsillos de los contribuyentes los cuales, al verse llenos de efectivo, empiecen a gastarlo. La receta, generalmente, funciona, pero en muchos casos toma tiempo para que su efecto sea importante; dependiendo de muchas variables entre las que se cuentan los hábitos de la población, su edad, educación, entre muchas otras variables —que no son solo económicas y financieras, sino que pasan por las antropológicas y sociológicas—.

 ¿Y si Estados Unidos llegara a presentar deflación, qué ocurriría? Una aclaración básica, este es un ejercicio netamente de preguntarse algo que al día de hoy no se estima y que no parece probable. Pero supongamos que así fuera…quizá la respuesta sería ver a la Reserva Federal con un nuevo programa de expansión monetaria, algo que, hasta hoy, no está en las cuentas de nadie. Y esto, de forma lógica, cambiaría la perspectiva que se tiene sobre lo que sería el mundo en 2015 y un par de años subsiguientes. Para que me entiendan con la indirecta que debo tener: volveríamos, en alguna forma, al mundo que vivimos entre 2009 y 2012. ¿Queda suficientemente claro?

Opiniones expresadas a título personal y responsabilidad exclusiva de su autor, que no necesariamente reflejan la posición de Old Mutual sobre los temas tratados

Las ventajas de conocer las desventajas

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Las ventajas de conocer las desventajas
Photo: Jeff Belmonte. The Upside Of Seeing The Downside

El ciclo alcista del mercado supera ya con creces los cinco años y medio, por lo que las cribas habituales de rentabilidades a tres y cinco años de los fondos de inversión muestran unos resultados excelentes. Al pasar de febrero a marzo de 2014, las fuertes pérdidas registradas durante la crisis financiera mundial prácticamente se eliminaron de las cifras de rentabilidades correspondientes al período de cinco años anterior (desde que el mercado tocó fondo en marzo de 2009).

Sin embargo, dichas cifras ignoran que, después de la Segunda Guerra Mundial, los períodos de expansión económica han durado unos cinco años de media, y en este momento es difícil saber cómo evolucionarán los activos de los clientes cuando comience el ciclo bajista. Sin duda nos encontramos en un terreno desconocido. El ciclo alcista del mercado actual ha superado con creces la media de 4,9 años de los ciclos alcistas registrados desde 1950. Y dado que el S&P 500 se ha movido fundamentalmente al alza desde que tocó fondo con 676,53 puntos el 9 de marzo de 2009, no es de extrañar que a los inversores les cueste tanto echar la vista más atrás. Y eso es exactamente lo que sucede ante el ruido de los mercados y la fuerte tendencia favorable a las decisiones de inversión a corto plazo.

Además, si únicamente nos fijamos en esos cinco años, estaremos juzgando a los gestores activos solo por la mitad de sus aptitudes. Resulta igual de importante comprobar su rentabilidad durante los períodos de caídas, a lo largo de un ciclo bajista del mercado, para evaluar su capacidad de añadir valor a largo plazo. Es cierto que la rentabilidad histórica no es garantía de los resultados futuros y sin duda cada distorsión del mercado es diferente. Pero si desean comprender mejor su proceso de inversión y comprobar cómo gestionan el riesgo, los asesores deberían evaluar la rentabilidad de los gestores tanto en las buenas como en las malas.

Por ello, si usted emplea supuestos con sus clientes, asegúrese de hacer el mismo hincapié en las rentabilidades a diez años (si dispone de ellas) como en las cifras a tres y cinco años. O tal vez fíjese en los resultados de los gestores de fondos durante períodos con una fuerte volatilidad durante un mismo año; por ejemplo, el año 2011, en el que el S&P 500 cayó un 20% desde finales de abril hasta octubre, pero aun así logró cerrar con un alza ligeramente superior al 2%. También puede analizar medidas del riesgo y volatilidad como la desviación estándar, la beta y el ratio de captura bajista. Sin embargo, puede que estas no gusten tanto a sus clientes. En su lugar, muéstreles cómo han variado los valores de sus cuentas en sus extractos mensuales. Fíjese en dichos valores a lo largo de varios años utilizando, por ejemplo, períodos sucesivos de 30 días, para que sus clientes puedan ver cómo afecta realmente la volatilidad del mercado a sus balances.

Lo que importa es dejar atrás la autocomplacencia y las expectativas poco realistas de lo que pueden ofrecer de verdad los mercados de capital. Últimamente hemos tenido una buena ración de ello, así como de interpretaciones erróneas por parte de los inversores sobre el objetivo de sus fondos. En una reciente encuesta de MFS entre los inversores de planes contributivos definidos, el 65% de los encuestados creía que los fondos que tienen un índice eran más seguros que el mercado bursátil general, y casi la mitad (el 49%) consideraba que dichos fondos generaban una rentabilidad superior a la de la bolsa. Y aunque la fuerte rentabilidad del mercado bursátil puede haber ayudado a mantener intactas dichas interpretaciones erróneas, esos inversores podrían llevarse una sorpresa desagradable cuando el mercado caiga finalmente. 

Como inversores profesionales, nuestro trabajo consiste en desmitificar, generar las expectativas adecuadas y ayudar a los inversores a ser realistas acerca del comportamiento de los mercados de capitales a lo largo del tiempo. En ocasiones, se trata de cuestionar las respuestas. ¿Son suficientes algunas cifras de rentabilidad o los asesores necesitan un mayor contexto para ofrecer a sus clientes una visión completa? Si los gestores activos desean demostrar que existe valor a lo largo de ciclos de mercado completos, mostrar las desventajas resulta claramente ventajoso.

Jim Jessee es director adjunto de Distribución Mundial y miembro del comité directivo de MFS Investment Management (MFS).

Oportunidades en las economías asiáticas

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Oportunidades en las economías asiáticas
Photo: Vinoth Chandar. Opportunities in Asia’s Economies

En los últimos tiempos, desafortunadamente, los mercados desarrollados han girado hacia una trayectoria bajista a medida que las preocupaciones acerca del crecimiento mundial regresaban de nuevo a la palestra. En cambio, creemos que Asia-Pacífico es diferente: existe una potente agenda de «reformas» que crea catalizadores específicos capaces de impulsar los mercados de esa región.

Gracias a los cambios de gobierno ocurridos en China, Tailandia e Indonesia, las drásticas medidas contra la corrupción impuestas en toda la zona y el nuevo impulso para mejorar la eficiencia, la confianza de los inversores está comenzando a mejorar al tiempo que suben los precios de las acciones. Esta mejora de la coyuntura justifica un análisis pormenorizado.

Las empresas públicas chinas vencen su torpeza y se ponen en forma

Las empresas públicas chinas han desempeñado un papel fundamental en la trayectoria de crecimiento económico del país. No obstante, en los últimos tiempos, se ha registrado una tendencia a reorientar las prioridades de estas entidades sobredimensionadas hacia los accionistas en lugar de dar prioridad a la cuota de mercado o a la creación de puestos de trabajo.

La esperanza es que estas empresas públicas y su eficiencia operativa optimizada contribuyan al crecimiento económico del país, reactiven la inversión en el sector privado y contribuyan a revitalizar la economía mediante la creación de un contexto empresarial más competitivo. Junto con las tan anunciadas medidas anticorrupción implantadas por el presidente Xi Jinping, creemos que esto puede mejorar las rentabilidades para los inversores a medio plazo.

La empresa pública PetroChina es una de las posiciones que priorizamos. El nuevo equipo directivo, que asumió el control de la empresa en 2013, se centra más en las rentabilidades del capital invertido, algo que debería gustar a los accionistas externos.

La India, a velocidad de crucero

En la Bahía de Bengala, el primer ministro Narendra Modi estrena legislatura impulsando un cambio real en los ámbitos político y económico. Las expectativas apuntan alto y ya existen indicios de que el nuevo gobierno está comenzando a abordar proyectos paralizados en la legislatura anterior, simplificando su proceso de aprobación así como los procedimientos de adquisición de tierras.

La escasez de carbón es un problema de primer orden para el sector energético en particular y para la economía, en general. Puesto que el nuevo gobierno se ha comprometido a lograr un suministro eléctrico sin interrupciones en todo el país, el aumento de la producción nacional de carbón resulta fundamental.

La compañía Coal India es una de las grandes beneficiadas. Con una situación prácticamente monopolística en la producción nacional de carbón, un elevado nivel de tesorería en su balance, una valoración atractiva y un creciente compromiso con la rentabilidad a los accionistas (tal y como puso de manifiesto el dividendo extraordinario distribuido recientemente), nos parece una oportunidad de inversión interesante.

Corea recurre a sus reservas

El recién nombrado ministro de Finanzas, Choi Kyoung-hwan, anunció una serie de medidas fiscales destinadas a desbloquear los miles de millones de dólares en reservas de tesorería del sector privado. El gobierno tiene intención de disuadir a las empresas de acumular efectivo imponiendo penalizaciones fiscales sobre los excedentes de reservas una vez descontados salarios, inversión en inmovilizado y dividendos. Los inversores esperan que esto impulse la rentabilidad por dividendo —en mínimos históricos— de las empresas coreanas y, por ende, que los precios de las acciones suban.

No obstante mantenemos la cautela porque, aunque se están implantando cambios en el ámbito público, esto no necesariamente se ha reflejado aún en el sector privado.

Indonesia, o cómo aglutinar sus islas

La población indonesia, y la tercera democracia más numerosa del mundo, eligió presidente a Jowoki Widodo en julio del pasado año después de que Susilo Bambang Yudhoyono fracasara en su intento de implantar las reformas necesarias.

No cabe duda de que, en cuanto a reformas, queda mucho por hacer. El primero de la lista es el sector energético, en el que las subvenciones a los combustibles han llevado a una sobredependencia del petróleo y a un lastre del 20% del presupuesto público total. No es tarea fácil, puesto que, si bien el efecto dominó liberará efectivo (alrededor de 30.000 millones de dólares) para llevar a cabo otras reformas, el país se enfrenta al riesgo de malestar social, algo que repercutiría en empresas e individuos por igual.

Otras de las reformas afectan a sectores como la educación, la agricultura y la inversión en infraestructuras, donde el hincapié en puertos, carreteras, autopistas de peaje y presas (para cultivos) debería descentralizar la fabricación y disminuir la presión sobre las áreas urbanas masificadas. A este respecto, Telekomunikasi Indonesia, el proveedor de telecomunicaciones más importante del país, es una de las firmas que puede beneficiarse de este resurgimiento de la inversión.

Mike Kerley, gestor del Henderson Horizon Asian Dividend Income Fund.

El FATCA europeo: acuerdo multilateral de intercambio de informacion fiscal

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El FATCA europeo: acuerdo multilateral de intercambio de informacion fiscal
Foto: ImBatman, Flickr, Creative Commons. El FATCA europeo: acuerdo multilateral de intercambio de informacion fiscal

Un total de 54 países y territorios acuerdan el intercambio automático de información fiscal estandarizada en 2017 y acuerdan por primera vez y conjuntamente un calendario específico que servirá para conocer información de cuentas abiertas en 2015. España recibirá información, de forma periódica, automática y estandarizada, de cuentas bancarias situadas en territorios como Gibraltar. Los países impulsores de esta propuesta son Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido.

Este acuerdo es histórico por la fijación de un estándar global de intercambio de información y animan a más países a sumarse. Un total de 50 países y jurisdicciones de todo el mundo firmaron el pasado 29 de octubre de 2014 un acuerdo multilateral de autoridades competentes para el intercambio automático de información (IAI) sobre cuentas financieras. De ellos, 48 países y territorios lo harán desde 2017 y 2 más desde 2018. Otros seis países más se han comprometido (aunque no firmado) con el citado acuerdo, para 2017. La firma se produjo después de la reunión plenaria del Foro Global sobre Transparencia e Intercambio de Información Tributaria, celebrada en Berlín.

El acuerdo multilateral para el IAI es el resultado del proyecto puesto en marcha por Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido. El llamado G-5 envió en 2013 una carta al comisario europeo de Asuntos Fiscales mostrando su intención de avanzar en la extensión del IAI, siguiendo el modelo de acuerdo FATCA con Estados Unidos, en cuya elaboración intervinieron activamente. A partir de este proyecto del G-5, la OCDE aprobó el 17 de enero de 2014 un modelo de acuerdo sobre este sistema común y estandarizado de intercambio de información. Tanto este acuerdo, como el acuerdo político alcanzado en el Consejo ECOFIN de la UE del 14 de octubre de 2014 para establecer este sistema de IAI en el ámbito comunitario, supone un avance histórico y radical en materia de transparencia y control fiscal internacional en un escenario económico cada vez más global e interrelacionado. Además, el proyecto se mantiene abierto a nuevas incorporaciones que, con toda seguridad, se producirán en el futuro.

El ámbito de información a intercambiar mediante este sistema es muy amplio. En concreto, abarca todo tipo de cuentas financieras (depósitos bancarios, valores negociables, participaciones en fondos de inversión, seguros, rentas, etc.) e incluirá datos referentes a saldos, importes percibidos por rentas o transmisiones, así como la identificación de la persona o entidad titular y de quien efectivamente controle la cuenta.

En 2017 se iniciará el intercambio automático de información, con datos referidos a cuentas financieras que estén abiertas a finales de 2015 y a las cuentas que se abran con posterioridad a esa fecha. La información se intercambiará anualmente y de forma automática, es decir, sin necesidad de requerir a las autoridades fiscales extranjeras información referente a algún caso individualizado por haberse encontrado indicios de fraude. La Agencia Tributaria (AEAT) tendrá, por tanto, acceso a un sistema de intercambio de información automática y estandarizada de todo tipo de cuentas financieras. La adecuada explotación de la información que se reciba referente a contribuyentes residentes en España, en coordinación con otras iniciativas como la obligación de declarar bienes situados en el extranjero (modelo 720), supone un paso adelante decisivo en la aplicación efectiva del sistema tributario español, permitiendo ensanchar las bases imponibles declaradas y perseguir el fraude de aquellos residentes cuyas declaraciones fiscales no sean congruentes con los activos o rentas que tengan en el exterior. Asimismo, conllevará un aumento de los ingresos públicos que hará posible reducir la carga sobre los contribuyentes que cumplen con sus obligaciones tributarias.

Los 54 países y jurisdicciones que se han comprometido a intercambiar información desde 2017 son los siguientes (seis de ellos no firmaron en Berlín): Alemania, Argentina, Barbados, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Colombia, Corea, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, India, Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Mauricio, México, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía, San Marino, Seychelles, Sudáfrica, Suecia, Trinidad y Tobago, Curaçao, Groenlandia, Islas Feroe, las Dependencias de la Corona del Reino Unido de Guernesey, Isla de Man y Jersey, y los Territorios Británicos de Ultramar de Anguila, Bermuda, Gibraltar, Islas Caimán, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas y Montserrat. Los seis países y jurisdicciones de la lista anterior que no firmaron ese día, se han comprometido a intercambiar información desde 2017 son Barbados, Bulgaria, India, Seychelles, Trinidad y Tobago así como Groenlandia. Este acuerdo multilateral de 29  de octubre de 2014, llamado “La Declaración de Berlín” se puede ver en el siguiente link. 

Asimismo, en cumplimiento del mandato de la cumbre del G-20 en San Petersburgo en 2013 se ha previsto un mecanismo de asistencia técnica a aquellos países que la requieran para aplicar el nuevo estándar de intercambio de información automática. España ha participado muy activamente y liderará un proyecto piloto para la implantación por Colombia del sistema de intercambio automático de información. También el G-5 ha mantenido una reunión en la que se ha debatido sobre cómo impulsar a nivel de la UE el proyecto de la OCDE contra la erosión de bases imponibles y la transferencia artificial de beneficios empresariales (BEPS). Sobre esta problemática ya se celebró un primer intercambio de opiniones en el Consejo ECOFIN del pasado 14 de octubre de 2014. Poco antes, el 16 de septiembre, la OCDE hizo público un primer grupo de recomendaciones sobre cómo hacer frente a este problema de forma coordinada a nivel internacional.

Demos la bienvenida a todo tipo de acuerdos entre países, como este “FATCA europeo” que limiten y hagan más difícil el fraude fiscal tanto de personas físicas como de personas jurídicas, tanto  pequeñas como de las grandes multinacionales y que paguen sus impuestos en la proporción de la ley vigente de cada país y también que paguen sus impuestos proporcionalmente en cada territorio de donde obtiene los beneficios. Así no erosionaran las bases fiscales de aquellos países que más negocio y beneficio les están dando, y eviten por miedo a ser descubiertos, por una sanción económica contundente y por el desprestigio que conlleva, los muchos acuerdos privados para pagar menos impuestos que les ofrezcan países oportunistas que apenas les proporcionan negocio y beneficio por su actividad ordinaria.

Luis Hernández Guijarro. Asesor de Inversiones en Etica Patrimonios EAFI.

¿Qué no estamos viendo?

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¿Qué no estamos viendo?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Faungg´s Photo. ¿Qué no estamos viendo?

O aprendimos mal las materias de macroeconomía en la universidad, o nos están contando una historia que no es cierta. Cómo explicar que mientras los precios de los bienes de exportación de las economías latinoamericanas han caído más del 50%, algunos gobiernos nos sigan diciendo que las cosas van bien, incluso, mejor de lo que hasta un optimista podría imaginarse.

La cuestión básica de la situación latinoamericana es que nos acostumbramos, en muchos casos, a vivir de un solo producto de producción y de exportación, y en casi todos los casos, de un producto básico. Recuerdo en los 90’s, cuando asistía a la universidad, que la premisa básica era la siguiente: los países que se quedan en bienes básicos son pobres, los países que generan valor agregado son ricos.

Para mi poca fortuna académica siguiente, los bienes básicos empezaron a ganar valor al tiempo que el valor agregado de los países ricos los llevaba a la bancarrota: ¿qué más valor agregado que una compañía tecnológica? Y así vivimos durante la primera década de este siglo, en el cual el precio de los bienes básicos subía y subía, y los países que producían estos bienes, descuidando todo lo demás, ganaban mucho dinero.

Esto, digamos, también facilitaba la vida de muchos gobiernos: producir bienes básicos no necesita una preparación muy grande en un gran componente de su producción, por lo cual las metas educativas eran totalmente aplazables. Y así, la historia de primeros semestres de universidad, según la cual debíamos parecernos más a la Corea del Sur del período de Park, invirtiendo en educación media y universitaria, para luego tener un alto componente de capital económico y, así, progresar. Pero el dinero relativamente fácil de extraer productos que nos da las entrañas de la tierra cambió la situación.

En algunos casos, los países ahorraron; en la mayoría, derrocharon. Y ese derroche se debe empezar a sentir en los próximos años: deudas públicas crecientes, déficits que se deben expandir, y, nuevamente, los ojos inquisidores de los bancos internacionales sobre la región. No puede ser de otra forma, porque para nuestro infortunio, y aunque nos cueste aceptarlo, en el promedio estamos al igual que a principios de los 90.

Ahora bien, toca compensar la caída del precio de los bienes básicos de alguna forma. Muchos gobiernos llaman a la inversión, al gasto público, entre otros. Eso está muy bien, pero una cosa es gasto público con los fondos de reserva llenos, otra muy diferente sin ellos. En este caso, América Latina, ¿cómo están tus fondos? Y siempre se encuentra alguna esperanza a la que aferrarse, la de moda en muchos países, es que los chinos vengan con los bolsillos llenos a invertir desaforadamente. Pero los chinos tienen claro lo que necesitan, y ellos no invierten por gastar su dinero sin pensarlo: tontos, no son. Lo digo yo, que tuve la fortuna de conocerlos y trabajar allá con ellos directamente.

En serio, o aprendimos mal o no vemos cosas que los gobiernos ven o sencillamente alguien no está diciendo la verdad completa.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad de su autor, Manuel Felipe García Ospina, y no representan necesariamente la posición de Old Mutual sobre los temas tratados.

¿Qué se puede esperar de los mercados emergentes en 2015?

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¿Qué se puede esperar de los mercados emergentes en 2015?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Josey Showaa. ¿Qué se puede esperar de los mercados emergentes en 2015?

Después de cuatro años de relativa estabilidad, la caída en los precios del petróleo debería impulsar el poder adquisitivo en los países importadores a nivel global en 2015. En lo que respecta al limitado número de países productores que se han visto afectados por el colapso en el precio del petróleo, la mayoría de ellos, con la excepción de Rusia y Nigeria, disponen de importantes reservas financieras por lo que el impacto económico general derivado de unos ingresos inferiores no será tan grande. No sólo la demanda se ha reducido, sin embargo, es probable que la oferta siga siendo abundante dado que se mantienen las disensiones internas dentro de la OPEP, lo que alimentará la volatilidad en los próximos meses. Determinar la envergadura del impacto que tendrá el colapso de los precios del petróleo en el crecimiento económico sigue siendo un tema abierto a debate, pero el FMI estima que una caída del 30% en el precio del petróleo añade cerca de un 0,8% al crecimiento en los países desarrollados.

Centrándonos en exclusiva en las economías emergentes, la transformación del modelo chino sigue su curso. Pekín ha confirmado su intención de fortalecer el consumo a expensas de la inversión y las exportaciones, incluso aunque esta transición se ha ralentizado un poco debido al excesivo endeudamiento, sobre todo, de las autoridades locales y de los promotores inmobiliarios. Después de acabar con la especulación inmobiliaria, el banco central quiere acompañar el desapalancamiento paulatino con una política monetaria flexible al mismo tiempo que se produce la liberalización del sector financiero. Se trata de un programa ambicioso no exento de riesgos. Y, en cierta medida, afectará al crecimiento (fijado para el 7% en 2015) e impactará en los proveedores de materias primas industriales del país. Aún así, la caída en los precios del petróleo presenta claras ventajas para el segundo mayor importador del mundo.

Las fluctuaciones en los precios de las materias primas y las menores exportaciones a China afectarán a países como Brasil. El panorama económico seguirá siendo difícil para los mayores productores de petróleo del mundo que en algunos momentos, además, tendrán que defender también sus divisas. Todo apunta a que India está ganando con esta situación debido a la mejora en su cuenta corriente y al programa de reformas iniciado por la administración Modi.

Columna de opinión de Philippe Uzan, director de Inversiones Long-only, de Edmond de Rothschild Asset Management

 

Es hora de que los inversores tengan una visión más equilibrada de China

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Es hora de que los inversores tengan una visión más equilibrada de China
. Es hora de que los inversores tengan una visión más equilibrada de China

Desde hace algún tiempo los inversores han estado expresando su preocupación con respecto a la debilidad de la economía China. El exceso de gasto en infraestructura, un sistema bancario despilfarrador y una burbuja inmobiliaria que podría estallar con consecuencias desconocidas, están en la mente de los inversores.

Aunque muchos inversores se han mostrado pesimistas desde hace tiempo con la situación China, desde ING Investment Management preferimos aceptar esta situación y tener una visión más equilibrada, teniendo en cuenta las reformas que el gobierno chino está llevando a cabo.

A pesar de que el gobierno chino indudablemente ha gastado dinero en infraestructuras de poco valor económico, no creemos que sea motivo suficiente para colapsar la economía. La forma en que los errores del pasado han sido reconocidos por el gobierno chino se ve respaldado por las medidas adoptadas para evitar repetirlos.

El gobierno también está llevando a cabo reformas reales del sector financiero. En particular en las áreas de garantías de depósitos y “shadow banking”, así como en los mercados de repos e interbancarios. Los bancos más importantes de China también han sido proactivos en complementar sus bases de capital con la emisión de instrumentos híbridos tanto en mercados onshore como offshore. En ING IM, esperamos que estas tendencias continúen a lo largo del 2015, ya que fortalecerán el perfil de crédito del sector financiero a lo largo del tiempo.

El impacto en el sistema económico mundial de la caída del mercado de la vivienda de Estados Unidos en los años 2007/08 aún está fresco en la memoria de muchos inversores. Sin embargo, no se puede comparar el nivel de apalancamiento de los hogares chinos con los de esos niveles; las tasas de ahorro son más altas que la de sus homólogos occidentales, creando así un colchón. Los análisis de ING IM muestran que los ingresos en 2014 de aquellas inmobiliarias chinas que analizamos, fueron un 10% mayor en comparación con el 2013. La expansión de los volúmenes compensó de sobra las caídas del 0-5% de los precios medios de venta.

Nada de lo anterior debe hacer pensar que no estemos preocupados por las crecientes desigualdades entre poblaciones urbanas y rurales, y las ineficientes empresas estatales y la capacidad del gobierno para reformarlas. De hecho, la reforma de las empresas públicas (SOEs) es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el gobierno. Aun así, hay mucho potencial desaprovechado ya que su propia naturaleza las hace ineficientes. No obstante, aunque la reforma de las empresas públicas no puede llevarse a cabo de un día para otro, si llegara a suceder rápidamente, la economía incluso podría empezar a acelerarse.

Por lo tanto, no creemos que la economía china se encuentre en un precipicio; la reciente desaceleración económica, en realidad, podría conducir a reformas muy necesarias, que en última instancia harían que la economía fuera más fuerte y favorable para los inversores.

Columna de opinión de Joep Huntjens, director de Renta Fija Asiática de de ING IM

Sin claridad

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Sin claridad
. Sin claridad

¿Alguien puede levantar la mano para decir, con total precisión, cómo se moverán los activos financieros en los próximos meses?  Pero más aún, ¿alguien puede ver atrás y decir que predijo, con total precisión, el desempeño de la mayoría de activos financieros durante el año anterior?

Una cosa es predecir la tendencia, otra diferente es la precisión con la que se estimen las cosas. Esto tiene serias implicaciones desde un punto de vista conductual, pues ‘pegarle’ a la tendencia es la primera parte, pero saber dónde parar es una muy diferente. Por ejemplo, la tendencia el año pasado indicaba a muchos que el precio del dólar debía subir,  y que quizá podría ubicarse por encima de un nivel de 2.100 dólares frente al peso colombiano. Pero de ahí, a que alguien haya dicho llega a 2.400 dólares, hay un trecho bien grande.

El problema con este tipo de cosas es que empieza a funcionar en contra del inversor, o del analista en este caso, una serie de sesgos cognitivos o emocionales que no le permiten tomar las decisiones más adecuadas, en muchos casos. Quiero con esto decir que una vez llegado a 2.100 dólares, el analista tiene que empezar a pensar si ya el nivel es suficiente o si aún la tendencia puede continuar. Pero somos humanos, y es en ese momento donde las emociones nos ganan.

Lo más racional, en ese caso, sería salirse: finalmente, el precio está donde inicialmente habías predicho. Pero empieza la segunda parte de la cabeza (la irracional, por supuesto) a preguntarse: ¿será que sigue subiendo? Y si me salgo ahora, ¿será que puedo perder una valorización mayor?

La falta de claridad de los mercados pone a los analistas en una situación muy compleja al igual que lo hace con los inversionistas. No me malinterpreten, los analistas son muy buenos, pero en estos casos, la humildad es necesaria. Les repito, una cosa es determinar la tendencia, otra muy diferente es saber los niveles.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad de su autor, Manuel Felipe García Ospina, y no representan necesariamente la posición de Old Mutual sobre los temas tratados.

Oportunidades en China

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Oportunidades en China
Foto: Archer 10, Flickr, Creative Commons. Oportunidades en China

El mercado de renta variable chino fue el que mejores rendimientos ofreció en 2014, al apreciarse el FTSE China A50 Index un increíble 62% en términos de dólares estadounidenses, produciéndose el grueso de esta ganancia en el último trimestre del año. La mayor demanda de renta variable china ha venido inducida en parte por iniciativas recientes que han permitido la apertura del mercado bursátil chino a inversores extranjeros. Este rápido crecimiento puede suscitar en algunos inversores la idea de que han podido perderse una oportunidad de inversión. Sin embargo, aunque las acciones A de China no son tan baratas como antaño, creemos que sigue habiendo margen de apreciación en la bolsa china durante los próximos años.  

Por qué China

Con unos 1.400 millones de habitantes (o el 20% de la población mundial total), la contribución de China a la economía mundial hace tiempo que es relevante, históricamente por lo que respecta a la oferta, pero más recientemente también a la demanda, debido al mayor equilibrio que presenta su economía entre las exportaciones y el consumo interior. Esto ha permitido el acceso de nuevas industrias en China, además de impulsar el gasto en infraestructuras para respaldar la urbanización. El gobierno acaba de presentar planes para el desarrollo de diversos proyectos de infraestructura por un valor superior a 1 billón de dólares. Actualmente más de la mitad de la población vive en ciudades, lo que supone un drástico aumento respecto al 36% de población a principios del nuevo siglo. El creciente acceso a empleos mejor remunerados ha dado lugar a la creación de una clase media floreciente, lo que a su vez ha estimulado la demanda de una amplia gama de productos de consumo, incluidos los diversos servicios sanitarios y financieros.

Esta evolución es fruto de un plan a largo plazo elaborado por las autoridades chinas para reducir el grado de dependencia de su economía respecto a Occidente y aumentar su capacidad para mantener el crecimiento de forma autónoma. En términos generales, puede decirse que han logrado controlar el crecimiento de la economía china abriendo el grifo cuando se precisan estímulos y cerrándolo cuando la economía alcanza un calentamiento excesivo. El Banco Popular de China recurrió principalmente a la imposición de restricciones en los préstamos otorgados por los bancos locales para regular el crecimiento, aunque también recortó los tipos de interés en noviembre de 2014 y se prevén nuevas medidas, en caso de precisarse estímulos adicionales.

La economía de China se ha expandido a la tasa estimada del 7,2% en términos anualizados, lo que resulta inferior al objetivo del 7,5% fijado por el gobierno, aunque aún conforma un entorno relativamente boyante para las empresas chinas. Sin embargo, hasta hace relativamente poco, la mayoría de inversores extranjeros que deseaban participar en este tipo de empresas estaban limitados a invertir en ellas a través de títulos cotizados en Hong Kong (“acciones H”), una clase de acciones menos numerosa y que no ofrecen tanta exposición al crecimiento interior. La situación no era ideal pero no existía ninguna otra alternativa.

Columna de Leonardo López, director ejecutivo con responsabilidad para los inversores en España, Portugal y Andorra en Source