Por qué los gobiernos no van a prohibir los activos digitales
| Por Beatriz Zúñiga | 0 Comentarios

En 2022 las políticas públicas relativas a los activos digitales han pasado por una serie de grandes cambios en Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea. En opinión de Benjamin Dean, director de la división de activos digitales en WisdomTree, lejos de prohibirse, “se están integrando en los marcos regulatorios y legislativos en diferentes partes del mundo”.
Según su visión, “ahora que la escala de los activos digitales es muy grande para ser ignorada”, los gobiernos de estas regiones se están acercando a las posturas de países como Suiza y Singapur. “Esto nos da una base para desarrollar adecuadamente los distintos grupos de activos digitales gracias al claro marco legal y regulatorio establecido hace años”, afirma.
Para Dean la situación es comparable al “lejano oeste”: “Está madurando, haciéndose más seguro y podría mejorar más a medida que aumente la regulación. Este es el mismo proceso por el que pasan muchas tecnologías a medida que se convierten en parte de nuestro día a día. La utilización de estas redes se convertirá en algo tan habitual como utilizar el sistema de posicionamiento global (GPS) para transitar una ciudad en la que nunca se ha estado antes”.
Imposible de ignorar
En noviembre de 2021, el ecosistema de activos digitales superó los 3 billones de dólares en capitalización de mercado, una cifra récord. En su opinión, los beneficios que esta nueva tecnología brinda, como una mayor velocidad, accesibilidad y transparencia, están siendo demasiado grandes para ser ignorados. Al mismo tiempo, considera que los riesgos potenciales -particularmente los relacionados con la ciberseguridad y la actividad criminal- son ahora bien conocidos.
“El primer gran anuncio en esta línea se dio en EE.UU. En marzo, la Administración Biden anunció la Orden Ejecutiva para el Desarrollo Responsable de Activos Digitales, un documento oficial que establece claramente los beneficios y riesgos potenciales de los activos digitales y encomienda a varias agencias federales que investiguen y brinden recomendaciones sobre cómo EE.UU. puede continuar siendo un líder global en crecimiento y desarrollo de los activos digitales y las innovaciones relacionadas con ellos, así como la defensa contra ciertos riesgos clave que requieren de una evolución y alineación del enfoque del gobierno de EE.UU. con los activos digitales”, explica.
Sin querer quedarse atrás, el Tesoro del Reino Unido anunció su intención de convertir al país en el “hub global de criptoactivos”. Tal y como reconoce Dean, si bien los detalles son escasos, las primeras iniciativas incluyen la “legislación para un entorno aislado de infraestructura de mercado financiero para ayudar a las empresas a innovar, un evento ‘CryptoSprint’ de dos días dirigido por la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) en mayo de 2022, el trabajo con Royal Mint en un token no fungible (NFT), y un grupo de compromiso para trabajar más de cerca con la industria”.
Y, por último, destaca la propuesta de Mercados en Criptoactivos (MiCA en sus siglas en inglés), que se está abriendo camino a través de varios grupos de trabajo en el Parlamento Europeo. “Si bien la redacción actual de esta propuesta está en constante desarrollo, de continuar progresando, será revisada finalmente por el Parlamento, la Comisión Europea y el Consejo Europeo para que la UE pueda contar con un marco unificado para la regulación de los activos digitales”, indica.
Los gobiernos lidian con las nuevas tecnologías de maneras diferentes
En este sentido destaca que cada gobierno adoptará un enfoque ligeramente diferente en función de su propia estructura política nacional, así como de cuán desarrollada esté la industria de activos digitales en su jurisdicción y otros imperativos de políticas. “El desarrollo de un enfoque propio puede llevar su tiempo y también puede evolucionar con el tiempo. Esto no es diferente a las olas anteriores de cambio tecnológico. En el Reino Unido hubo toda una serie de medidas legislativas sobre los ferrocarriles en la década de 1840 para elevar los estándares de seguridad de los vagones y las líneas de tren[6]. Algo similar sucedió con la seguridad de los automóviles en EE.UU. debido en parte al trabajo de Ralph Nader en la década de 1960”, explica Dean.
Desde su experiencia, señala que una pregunta recurrente durante muchos años ha sido: ¿qué pasa si los gobiernos prohíben los activos digitales? “Resulta que hay muchos gobiernos, pero ninguno elige cómo se utilizará la nueva tecnología a escala mundial. Este es particularmente el caso del software de código abierto en un mundo conectado a Internet. Lejos de prohibir los activos digitales, muchos gobiernos ahora compiten por ser el hogar de las empresas que utilizan esta tecnología. Los gobiernos que logren alcanzar el equilibrio adecuado en cuanto a medidas regulatorias podrán capitalizar una nueva ola de cambio tecnológico -incluidos los empleos, los ingresos fiscales y el bienestar que este cambio conlleva”, concluye el experto de WisdomTree.