Foto: Phillip Pessar
. Bulltick Wealth Management ficha a Carlos Younes
Patrick Maldari, senior investment specialist de Aberdeen Asset Management, será el responsable de revisar la situación económica y los mercados financieros de los mercados emergentes, así como sus perspectivas, a lo largo de la cena organizada por CFA Society Miami en colaboración con el MSF Program, de la Florida International University (FIU), mañana jueves 27 de octubre.
Maldari es parte del equipo norteamericano de la gestora –desde que esta se hiciera con Artio Global Management en 2013- y está basado en Nueva York. Trabajó 5 años en Artio GM y previamente 22 en Merrill Lynch Investment Managers donde pasó por varios puestos hasta llegar a ser MD y senior portfolio manager responsable del negocio institucional y minorista, que sobrepasaban los 27.000 millones de dólares. Tiene un BS por Montclair State University y está acreditado por CFA.
La cena tendrá lugar entre 6:30 y 8:30 de la noche, mañana jueves, en la sede de FIU en el 1101 de Brickell Avenue, North Tower, 19th floor, Miami, FL 33131. Para registrarse puede utilizar este link.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: rjacklin1975
. Un nuevo equipo de la SEC supervisará FINRA
La Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC) ha creado un equipo de inspección dedicado a supervisar a la Autoridad reguladora de la industria financiera (FINRA), según anunció hace unos días Marc Wyatt, director de la Oficina de inspecciones y exámenes de cumplimiento de la SEC, (OCIE, por sus siglas en ingles), tras su intervención en la reunión anual de la National society of compliance professionals.
El nuevo grupo, que se llama Supervisión de FINRA y la industria de valores (FISIO, por sus siglas en inglés), está liderado por Kevin Goodman, director del programa de exámenes de brokers de la agencia, y -en palabras de Wyatt- «ya está en marcha y funcionando» para el año fiscal 2017, que comenzó el 1 de octubre.
Según ThikAdvisor -que publica la noticia-, en sus comentarios, Wyatt señaló que el «significativo número» de inspectores de la SEC que han pasado este año de investigar broker dealers a fijarse en investor advisors y firmas de inversión ha llevado al mayor seguimiento de FINRA.
La agencia ha transferido recursos del programa de broker dealers al de supervisión de asesores y firmas de inversión, explicó Wyatt, y «como resultado, somos algo más dependientes de FINRA. Y al depender más de FINRA, tenemos que asegurarnos de reforzar nuestra supervisión”.
El nuevo equipo de FISIO incluye «unas 40 personas» en todo el país, señalo Wyatt -siempre según ThinkAdvisor-, y consolida la supervisión de FINRA por parte de la SEC»en un solo grupo. El equipo de FISIO supervisará a FINRA «tanto en su presencia regional como para asegurar que está cumpliendo su mandato de evaluar a sus broker dealers asociados».
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Nakashi. La temporada de resultados en Estados Unidos empieza con datos alentadores
Junto al último episodio del drama de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la temporada de presentación de los resultados del tercer trimestre pasará a ser el centro de atención en las próximas semanas. Como de costumbre, el listón está bajo, y esto hace que el mercado espera unos beneficios ligeramente mejores de lo previsto. Hasta el momento, estiman los expertos de NN Investmente Partners en su análisis semanal, el inicio de la temporada es alentador y cree que de hecho, EE.UU. podría haber vuelto a la senda del crecimiento positivo de los beneficios en el tercer trimestre. Entre todos los sectores destaca especialmente el sector bancario, que ha registrado unos excelentes resultados.
“Creemos que, por primera vez desde el segundo trimestre de 2015, el crecimiento de los beneficios en Estados Unidos podría ser positivo de nuevo. Esto es más que probable para el mercado en su conjunto, a excepción del sector de la energía. En el último trimestre, la industria energética ha seguido resintiéndose de los negativos datos comparativos interanuales del precio del petróleo, un efecto que se espera que pase a ser positivo en el cuarto trimestre”, explica NN IP.
Más fuerte en EE.UU. que en la zona euro
La firma hace una comparación entre las tendencias de los beneficios en Estados Unidos y la zona euro. En los últimos cinco años, las dos regiones han registrado un crecimiento de los beneficios bajo o incluso negativo. A excepción de 2015, la zona euro tuvo un comportamiento mucho peor que EE.UU. Durante el período 2010‐2015, los beneficios en la zona euro cayeron un 3% (en euros), mientras que los beneficios en Estados Unidos aumentaron un 28%. Esto también explica, en gran medida, la inferior rentabilidad relativa del mercado de renta variable de la zona euro. Durante el mismo período, la renta variable de la zona euro subió un 25% y la estadounidense un 63%. En ambos casos, las valoraciones aumentaron considerablemente, propulsadas por la liquidez.
Para la gestora holandesa, esta discrepancia en el crecimiento de los beneficios se explica por el menor crecimiento nominal en la zona euro en comparación con EE.UU., aunque esto no es más que la mitad de la historia. Otro factor que explica la diferencia guarda relación con la composición sectorial de ambos mercados de valores. Los sectores que atestiguaron un fuerte descenso de la rentabilidad son los relacionados con las materias primas. El peso combinado de estos sectores es del 10% en el caso del índice S&P500 y del 14% en el del Euro Stoxx. El sector de la tecnología, por otra parte, vio como sus beneficios crecían un 25% en EE.UU. y un 15% en la zona euro. El sector de las TI es mucho más importante en el mercado estadounidense, donde representa el 21% de la capitalización bursátil frente al 7% tan sólo en la zona euro.
“De este modo, la composición sectorial es otra explicación de la diferencia observada en el crecimiento de los beneficios, aunque tampoco en este caso cuenta toda la historia. Incluso si excluimos de la cifra global de beneficios los correspondientes a materias primas y tecnología, se mantiene la diferencia a favor de EE.UU”, añade NN IP.
Rentabilidad mayor en Estados Unidos
Por tanto, la firma compara la rentabilidad sector a sector y también la rentabilidad financiera (ROE) entre las dos regiones a finales de 2015. Las conclusiones son que en la zona euro la ROE es mayor en los sectores de telecomunicaciones, suministros públicos y energía; todos los demás sectores registran rentabilidades más altas en EE.UU. «Si nos fijamos en los márgenes de explotación entre ambas regiones, podemos sacar una conclusión más o menos similar. El margen de explotación neto medio de la zona euro entre 2010 y 2015 fue del 9% frente al 13,3% en EE.UU. A excepción de los sectores de la energía, los bienes de consumo de primera necesidad y la atención sanitaria, las empresas estadounidenses son más rentables que sus homólogas de la zona euro», dice.
Potencial de crecimiento en la zona euro
Otro punto interesante es la sensibilidad de los beneficios ante variaciones en el crecimiento de los ingresos. En este caso, el apalancamiento operativo del mercado de la zona euro es mayor que en EE.UU. Esto implicaría, dice la gestora, que si el crecimiento nominal de la economía aumenta, el crecimiento de los beneficios en la zona euro será más alto que en EE.UU. “También creemos que, dada la atonía presente en la economía y el mercado laboral, las empresas de la zona euro tienen más potencial que las estadounidenses para aumentar los márgenes de beneficio”, apunta.
A pesar de este potencial de recuperación, que es más un factor de apoyo a largo plazo, NN IP mantiene una posición de infraponderación en renta variable de la zona euro. Aparte de la rentabilidad rezagada con respecto a EE.UU. (aunque también con respecto a Japón), las principales razones de esta postura de cautela en el mercado bursátil de la zona euro son la incertidumbre política reinante en la región durante, aproximadamente, los próximos 12 meses y el posible impacto negativo sobre los beneficios empresariales de la zona euro de la importante depreciación, que ya se sitúa en el 20%, de la libra esterlina frente al euro
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: European University Institute. ¿Es el referéndum constitucional italiano el próximo Brexit?
El referéndum que se celebrará en Italia próximamente es tanto una consulta sobre la gestión de Matteo Renzi como sobre la reforma constitucional, que tiene por principal objetivo atenuar el bloqueo político: el primer ministro ha anunciado su dimisión si el electorado se decanta por el «no».
Un resultado negativo, explica en su análisis Andrew Cormack, gestor en WesternAsset, filial de Legg Mason, podría abrir un periodo de inestabilidad política, con la posibilidad de que el mercado descuente la hipotética salida de Italia de la UE.
Los partidarios del «no» intentan aprovechar el sentimiento antisistema que se palpa en toda Europa. Cormack explica por qué cree que este referéndum debe verse desde otro prisma. EL gestor de WesternAsset analiza el riesgo antisistema y plantea tres factores clave que podrían influir en el voto:
Inmigración
La llegada de refugiados ha dañado la imagen política de Renzi, que ha tratado de contrarrestar las críticas negativas adoptando una postura firme frente sus homólogos europeos. Así, por ejemplo, en el mes de junio, amenazó con conceder a los migrantes un visado temporal que les permitiera viajar a cualquier lugar de Europa.
Crecimiento y austeridad
A día de hoy, la economía italiana se ha contraído respecto del inicio de la recuperación mundial, a diferencia de la zona del euro, que ha crecido un 6,5% en su conjunto.
El debate entre la Comisión Europea, que reclama el endurecimiento de la política presupuestaria, y Renzi, que busca un presupuesto expansionista para el 2017 en vista de la desaceleración económica, se irá tensando con toda certeza cada vez más a medida que se acerque el referéndum. El primer ministro italiano querrá demostrar a su electorado su voluntad de enfrentarse al resto de Europa y luchar por los intereses del país: es probable que mercados y votantes acojan con agrado cualquier indicio que apunte a la posibilidad de que la Comisión ceda ante las demandas del mandatario respecto de las cuentas públicas del próximo ejercicio, lo que contribuiría a inclinar la balanza a favor del «sí».
Banca italiana
Las acciones de los bancos italianos se han desplomado desde principios de año, con una caída del 42% frente al 20% del índice de bancos europeos. Con la creciente preocupación en torno al reto que plantean la relajación cuantitativa y la política de tipos negativos del BCE para la capacidad de generar beneficios de los bancos, con las consiguientes dificultades para sanear sus balances y respaldar el crecimiento de la economía italiana, la salud y la vulnerabilidad del sistema bancario italiano vuelve a situarse en el punto de mira de los inversores.
Las cifras del último Informe de Estabilidad Presupuestaria publicado por el Banco de Italia reflejan el lastre que arrastran los bancos del país: 360.000 millones de euros en préstamos no productivos. Además, los resultados de la prueba de resistencia realizada por la Autoridad Bancaria Europea, publicados el 29 de julio, ponen de manifiesto los desafíos a los que se enfrenta el sector, por una parte, y, por otra, que el sistema bancario italiano sigue siendo uno de los más vulnerables de Europa.
Al margen del temor que suscitan entre las autoridades las consecuencias de un rescate para la estabilidad presupuestaria, estas maniobras resultan más complicadas si cabe en Italia por el importante volumen de emisiones de bonos sénior no garantizados y subordinados que se han colocado a particulares, clientes de estos bancos.
No hay duda: el más mínimo indicio de que este grupo de inversores podría soportar pérdidas en caso de recapitalización bancaria afectaría negativamente a Renzi y empujaría a los votantes hacia el «no», por lo que las autoridades italianas estudian distintas opciones para fortalecer los balances de las entidades. Por nuestra parte, acogemos con satisfacción que, fuera del país, los responsables políticos estén abiertos a buscar una solución que evite la recapitalización interna por parte de este colectivo de acreedores. En términos de deuda corporativa, Western Asset continúa infraponderado en la mayoría de los bancos italianos.
Posicionamisnto de Western Asset
“El riesgo para nuestra posición es que el electorado italiano vote «no». Creemos que la reacción inicial del mercado sería negativa, lo que ampliaría aún más los diferenciales periféricos y lastraría el euro. Sin embargo, creemos que ofrecería una oportunidad de compra y buscaríamos estas ampliaciones para aumentar nuestra sobreponderación, puesto que pensamos que el BCE ofrece un respaldo creíble y totalmente flexible. Para proteger las carteras frente a este resultado, los inversores pueden aprovechar la escasa volatilidad del euro comprando opciones de venta sobre la moneda única. En los próximos meses, el «no» transalpino no haría sino reducir los obstáculos para la adopción de nuevas medidas. Puede que Draghi se vea obligado una vez más a hacer todo lo necesario para proteger el euro”, concluye el portfolio manager de WesternAsset, filial de Legg Mason.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Andrew. New York, New York
“If I can make it there, I can make it anywhere” cantaba Frank Sinatra sobre la ciudad de Nueva York que, entre otras muchas características, constituye el principal mercado en Estados Unidos para emprendedores y oportunidades de negocios. Eso sí, también podría haberse estado refiriendo a la situación actual del mercado de deuda con grado de inversión.
Las nuevas emisiones a nivel global están cerca de sus máximos históricos, con Estados Unidos a la cabeza de la lista. Nueva York es el centro financiero de Estados Unidos y la ciudad en la que se están realizando la mayoría de estas emisiones.
La semana pasada “I melted away these Little town blues” de Zúrich y viajé a Nueva York para tomar el pulso a la acción. Durante las reuniones a las que asistí pude confirmar que existe una fuerte demanda de bonos corporativos globales. No solo estamos hablando de inversores que tradicionalmente invierten en bonos con grado de inversión, sino que también hay nuevos inversores en el mercado que están intentando conseguir su parte del pastel. Incluso aunque el volumen de operaciones de fusiones y adquisiciones se está reduciendo en Estados Unidos, el trabajo pendiente de refinanciación de estas operaciones seguirá siendo significativo y mantendrá la actividad de nuevas emisiones en un nivel elevado. En lo que llevamos de año, la tasa de ejecución para nuevas emisiones en Estados Unidos se sitúa algo por encima del billón de dólares, lo que supone un crecimiento del 6% respecto al año pasado.
Podría pensarse que este elevado nivel de nuevas emisiones en Estados Unidos podría frenar los flujos hacia bonos globales, sobre todo teniendo en cuenta que los costes de cobertura para inversores extranjeros han aumentado en los últimos meses. Sin embargo, este no es el caso, como se refleja en el porcentaje cada vez mayor de bonos corporativos en manos extranjeras. Incluso algunos inversores están invirtiendo sin cubrir la divisa en un intento de maximizar los retornos totales.
A pesar del elevado volumen de nuevas emisiones que estamos viendo a nivel global, hay que reconocer que dichas emisiones han sido muy bien digeridas por el mercado. De hecho, durante el receso de verano, la oferta ha seguido estando sobresuscrita. Por todo ello pensamos que el entorno actual caracterizado por bajos tipos de interés durante un largo período de tiempo junto con una demanda favorable continuará respaldando los bonos corporativos a nivel global.
Columna de opinión de Christian Hantel, gestor de carteras senior en Vontobel AM.
Foto: Diego Di Salvo
. Deuda: ¿maldición o bendición?
Los índices de bolsa están alcanzando niveles récord, los precios del petróleo se están estabilizando, las preocupaciones del verano como Brexit, China e Italia están alejándose y ahora, tras la gran generosidad de los bancos centrales, los gobiernos podrían incluso recurrir a su cornucopia fiscal. ¿No debería esto ser motivo de euforia, particularmente cuando sabemos que es el escepticismo es el que da alas a este rally y no sólo la euforia?
Stefan Kreuzkamp, CIO de Deutsche Asset Management, recomienda una actitud sosegada en este contexto. El crecimiento económico es modesto, especialmente en los mercados desarrollados, y el ambiente político es de incertidumbre. El Brexit no se ha completado todavía y poco a poco se va convirtiendo en un dolor de cabeza tanto para gobiernos como para las empresas.
Italia se prepara para un referéndum y Estados Unidos tendrá sus elecciones en breve. En lo que respecta a los mercados emergentes, son varios los factores que podrían dar por finalizado su idilio veraniego: el precio del petróleo, la fortaleza del dólar o el apetito reducido de China por las importaciones.
Sin embargo, la mayoría de las clases de activos pueden contar por ahora con la generosidad de los bancos centrales. Pero, sobre esto no hay casi señales y la política monetaria laxa podría terminar pronto.
“Somos cautelosamente optimistas debido a que la situación no es del todo mala. De hecho, la mayoría de las economías están progresando en un clima tibio. Resulta que esa es la mejor estrategia de acción en muchas clases de activos. Esperamos que los mercados continúen siendo un poco aburridos, porque así nos presentarán el desafío de obtener rendimientos sólidos”, comenta Stefan Kreuzkamp.
A continuación, las nueve posiciones del CIO View de Deustche AM:
Focus: Las peticiones de mayores paquetes de estímulo están aumentando en intensidad. Mientras tanto, el debate continúa sobre si más deuda aceleraría el crecimiento o podría descarrilar el desarrollo económico global en el largo plazo.
Macro:Tras la victoria del Brexit se acerca una desaceleración en la inversión en el Reino Unido. Junto a otras incertidumbres políticas, esto podría debilitar el crecimiento de la Eurozona. La economía de Estados Unidos continúa encaminada hacia un crecimiento modesto.
Materias primas: Con los fundamentales del mercado del petróleo y los niveles de inventario actuales se espera una ligera subida del precio. El oro se beneficiará de la incertidumbre política y los bajos niveles de interés.
Renta fija: Desde principios de año ha crecido la apreciación de Deutsche AM por los bonos de mercados emergentes en los segmentos soberano y corporativo. También les siguen gustando los bonos corporativos de grado de inversión de Estados Unidos y Europa.
Divisas: Los bancos centrales todavía son creativos en lo que respecta a controlar la curva de yield nominal. Las divisas están condicionadas, sin embargo, por los diferenciales de tasa reales.
Acciones: Es tentador utilizar como argumento el ambiente de bajos rendimientos para defender un aumento de los múltiples de valuación. Pero esto sería un error. Los bajos rendimientos son tanto una bendición como una maldición para las acciones.
Infraestructura: La infraestructura está de moda, gracias en parte a la estabilidad de las ganancias y los altos dividendos. El principal riesgo para esta clase de activos sería un aumento inesperado de las tasas de interés ajustadas a la inflación.
Alternativas líquidas: Este ha sido el año para olvidar las estrategias largo/corto en valores. No parece que vayan a cambiar las cosas pronto. Continuan viendo mejores oportunidades en otras áreas.
Multiactivos: Son tiempos difíciles para generar retornos. Desde una base ajustada al riesgo, desde Deutsche AM siguen prefiriendo activos que generan ingresos, como por ejemplo bonos y acciones con rendimientos apreciables.
Foto: Esfer, Flickr, Creative Commons. Estudio de Inversis: la experiencia del gestor y la rentabilidad no van siempre de la mano
Contar con una elevada experiencia en la gestión activa de fondos de inversión no garantiza unos mejores rendimientos. Esta es la principal conclusión del estudio ‘The performance of long-serving fund managers’, promovido por Banco Inversis y supervisado por el IAB (International Advisory Board), junto a la Facultad de Finanzas de las Cass Business School de Londres, que analiza la correlación entre los años de experiencia de un gestor al frente de un fondo y la rentabilidad del mismo.
El informe estudia una muestra de 360 gestores norteamericanos con una experiencia de al menos 10 años en la gestión de un mismo fondo entre 2005 y 2014.
Un 60% de los gestores analizados consiguieron batir su índice de referencia en todo el periodo analizado. Sin embargo, sus resultados no son consistentes, ya que, en seis de los diez años estudiados la rentabilidad media está por debajo del benchmark.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Gage Skidmore. La victoria de Trump provocaría a corto plazo un alza en las bolsas estadounidenses
La bolsa estadounidense se ha anotado abultadas ganancias en 2016 y sorprende que el S&P 500 haya registrado varios máximos consecutivos después de sufrir únicamente una breve corrección tras el referéndum británico sobre la UE. Sin embargo, durante el pasado mes el mercado parece haberse moderado en una coyuntura de atonía económica y pobre crecimiento de los beneficios. A la vista de ello, los inversores probablemente estén muy atentos a los riesgos bajistas para la bolsa estadounidense y se centren más en las posibles consecuencias de las próximas elecciones estadounidenses.
Los inversores, tal vez más que en anteriores comicios, aprecian riesgos claros en el resultado de la carrera presidencial de 2016. Mientras que Hillary Clinton es fundamentalmente la candidata de la continuidad, aunque con una línea más dura en temas comerciales, sanitarios y financieros, a Donald Trump se le considera, en líneas generales, un peligro para los mercados. A muchos, su discurso sobre el perjuicio que ha sufrido EE.UU. por la globalización les hace temer una oleada de proteccionismo y actitudes contrarias al libre mercado en todo el mundo.
Estas políticas plantean serios riesgos a los mercados y crean un considerable grado de incertidumbre, por lo que la creencia general es que una victoria de Trump desencadenaría ventas masivas en las bolsas, tanto en EE.UU. como en el resto del mundo.
Sin embargo, una victoria de Trump podría tener el efecto perverso de provocar un periodo de buen comportamiento de la renta variable estadounidense, al menos a corto plazo. En concreto, el aumento del gasto público y los recortes de impuestos —políticas simplistas, pero de éxito inmediato entre el público— podrían dar impulso a la economía interna y reactivar el crecimiento de los beneficios en la bolsa estadounidense, incluso si el efecto económico a más largo plazo es pernicioso.
En muchos aspectos, este hecho pone de relieve las dificultades que tienen los responsables de asignación de activos a la hora de tomar decisiones tácticas sobre lo que me gusta denominar “cisnes rojos”. A diferencia de sus homólogos de color negro, que son acontecimientos imprevisibles que afectan negativamente a los mercados, un cisne rojo es un acontecimiento que no puede pasarse por alto, pero que al que casi nadie presta atención porque el deseo inmediato de conseguir rentabilidades vence a las consideraciones a largo plazo.
En mi opinión, hay muchas razones para pensar que una victoria de Trump podría ser uno de estos cisnes rojos, es decir, un suceso beneficioso al principio para los activos estadounidenses, a pesar de que podría ser perjudicial a largo plazo.
Impulso en forma de gasto público
A pesar de lo reñido de la carrera presidencial, una victoria de Trump probablemente sorprendería a los inversores, dado que las encuestas llevan tiempo apuntando a una victoria de Clinton. Por lo tanto, es sensato suponer que cuando la campana suene para dar inicio a la sesión en Wall Street, la consecuencia inmediata de una victoria de Trump será un movimiento de huida del riesgo en todos los mercados.
Sin embargo, durante las semanas y meses posteriores ese movimiento probablemente se neutralice, ya que las propuestas de Trump serían muy estimulantes para la economía.
Además, Trump parece más proclive a financiar el gasto adicional con más deuda pública, a diferencia de Clinton, que ha prometido financiar la inversión en infraestructuras con una reforma de la fiscalidad de las empresas. Trump también se ha comprometido a simplificar los códigos tributarios, reducir el impuesto de sociedades al 15% y rebajar los impuestos a las personas físicas. Eso significa que una presidencia de Trump probablemente sería mucho más expansiva desde el punto de vista del gasto público que una de Clinton y, por consiguiente, los mercados subirían al calor de los cambios en la orientación y el tono de las políticas del gobierno.
Repatriación de grandes cantidades de tesorería
Las repatriaciones de tesorería también podrían aumentar a causa de la creciente hostilidad de la UE hacia los regímenes fiscales de muchas empresas estadounidenses. Si a esto se sumara a una reforma fiscal favorable en Estados Unidos con Trump como presidente, entonces podríamos ver a otras grandes empresas tecnológicas (como Google o Facebook) repatriar tesorería hacia EE.UU.
Reserva Federal: ¿Se mantendría la inacción?
A la vista de las dificultades que han tenido muchos para pronosticar la política monetaria estadounidense durante los últimos dieciocho meses, tal vez no sea sensato vaticinar cuál podría ser la reacción de la Reserva Federal a una victoria electoral de Trump. Sin embargo, si se produjera una huida inmediata del riesgo tras una victoria de Trump, la Fed podría optar por no subir los tipos en diciembre. La Fed ha mostrado extrema cautela a lo largo de 2016 y podría permitirse no subir los tipos después de que los datos estadounidenses hayan decepcionado este año. Considerando que la Fed solo ha subido los tipos de interés anteriormente cuando los mercados lo habían descontado, también hay que prestar atención a cómo comunicarían una eventual subida en el caso de victoria de Trump.
El debilitamiento del efecto Trump
Aunque se puede explicar cómo una victoria de Trump podría ser beneficiosa para los activos de riesgo estadounidenses a corto plazo, resulta difícil imaginarse cómo podría mantenerse este efecto positivo a más largo plazo, a la vista del nacionalismo de miras estrechas que destila la agenda económica de Trump. Las posturas contrarias a los intercambios comerciales en EE.UU. sentarían muy mal fuera y la subida de los aranceles estadounidenses probablemente tendría respuesta internacionalmente. Eso dañaría a las empresas estadounidenses con grandes negocios en el extranjero, especialmente aquellas con centros de fabricación en China y otras regiones.
Además, una presidencia de Trump socavaría la posición internacional de EE.UU. Los acuerdos comerciales existentes, como el Acuerdo Transpacífico y el NAFTA estarían amenazados, ya que Trump ha prometido abandonarlos o renegociarlos. El discurso beligerante de Trump en relación con las exportaciones chinas a EE.UU. también podría desencadenar una guerra comercial que llevaría a los chinos a estar menos dispuestos a comprar deuda pública estadounidense. En pocas palabras, una presidencia de Trump quebrantaría ese orden mundial que tanto beneficia a la economía estadounidense.
Conclusión
Las razones del perjuicio a largo plazo que sufrirían los mercados si Trump fuera presidente son claras. Sin embargo, no se aprecia igual de bien la posibilidad de que el mercado reaccione al alza a corto plazo tras una posible movimiento reflejo de la huida del riesgo. Un Trump presidente probablemente aplicaría más medidas de estímulo que el presidente actual o incluso su oponente en la lucha por la Casa Blanca.
Cuando los mercados vuelvan a centrarse de nuevo en este hecho y en el cambio general de la política de gasto público, entonces podríamos ver fuertes ganancias en los activos de riesgo estadounidenses. Pero debido a las consecuencias a largo plazo de una victoria de Trump, la política monetaria estadounidense también podría seguir siendo expansiva durante más tiempo, lo que daría apoyo al sentimiento del mercado. Por lo tanto, a la hora de abordar la elección de Trump, los inversores deberían estar atentos a los cisnes rojos, así como a los riesgos a más largo plazo.
James Bateman es el director de inversiones del área de Inversión multiactivos de Fidelity.
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Luis Alejandro Bernal Romero http://aztlek.com
. Deutsche Asset Management Expands Currency-Hedged International Fixed Income ETFs Suite
Deutsche Asset Management ha anunciado esta misma mañana el lanzamiento de dos fondos cotizados (ETFs) de renta fija. Se trata del ETF Deutsche X-trackers Barclays International Treasury Bond Hedged y el Deutsche X-trackers Barclays International Corporate Bond Hedged. Estos productos proporcionarán a los inversores acceso a una amplia variedad de exposiciones internacionales en renta fija sin los elevados mínimos individuales de inversión frecuentemente exigidos por los bonos y con la liquidez ofrecida por un producto negociado en bolsa, dice la compañía en su comunicado.
«En tiempos de movimientos pronunciados del mercado, los inversores buscan fuentes estables de ingresos. A través de los nuevos fondos de bonos internacionales con cobertura a divisas Deutsche X-trackers ofrecemos a los inversores una oportunidad de potencialmente reducir la volatilidad y los riesgos, mientras fortalecen los rendimientos», dice Fiona Bassett, directora de gestión de Activos Pasivos para las Américas. «En nuestra opinión, el aspecto de la cobertura a divisas de estos dos fondos dota a los inversores de una oportunidad para preservar las fuentes de ingresos fiables, un flujo de caja estable y consistente normalmente asociado a las inversiones de renta fija, disminuyendo el riesgo generado por la exposición a divisas.»
Además, a partir de hoy, Deutsche X-trackers también reduce los gastos de gestión en otros dos fondos de su oferta de renta fija. La nueva tarifa del ETF Deutsche X-trackers High Yield Corporate Bond con cobertura a tipo de interés es de 35 puntos básicos, o 0.35%,y la nueva tarifa del ETF Deutsche X-trackers Emerging Markets Bond – con cobertura a tipos de interés es de 45 puntos básicos, o 0.45%.
«Si suben los tipos de interés en Estados Unidos, la renta fija internacional puede ayudar a los inversores a diversificar separándose de una concentración de exposición a tipos estadounidenses. Nuestra nueva suite ofrece a los inversores acceso a una variedad de bonos sobre la base de cobertura a divisas en el espacio internacional que cubre los segmentos del Tesoro y bonos corporativos con grado de inversión del mercado de renta fija», añade Bassett. «Nos hemos comprometido a ofrecer soluciones adecuadas, innovadoras y de costes efectivos a nuestros clientes para satisfacer sus necesidades de inversión internacionales”.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Kyle Pearce. Exposición selectiva a los mercados: la herramienta para sobrevivir a las elecciones en Estados Unidos y el referéndum italiano
La economía mundial continúa su expansión a un ritmo lento, con pocos signos de que vaya a producirse una recesión inminente. Los datos económicos han sido mixtos, pero sigue siendo consistentes con una expansión gradual.
La política monetaria sigue dando apoyo y se espera que las subidas de tipos de interés en Estados Unidos sean graduales. En el caso de que fuera necesaria una flexibilización adicional en Japón y la zona euro, es probable que los bancos centrales recorten los tipos de interés a corto plazo adentrándose aún más en territorio negativo.
Sin embargo se han producido algunos cambios en el énfasis con el que el Banco de Japón quiere evitar un aplanamiento de la curva de rentabilidad y en Europa han revivido los problemas en el sector bancario de la mano de Deutsche Bank. Junto con el resto del sector, la entidad está luchando para adaptarse a un entorno de bajos rendimientos, además de abordar cuestiones de sucesión y cambio regulatorio.
“Nos gustaría, sin embargo, caracterizar el contexto como favorable a los activos orientados a growth como son las acciones. Los activos de crecimiento se han visto respaldados por la estabilidad de los precios de las materias primas, los tipos de cambio y las noticias más positivas fuera de China. Esto debería ayudar a que los beneficios empresariales se recuperen y a reducir el estrés en las zonas que estuvieron bajo mucha presión el año pasado, como los mercados emergentes”, explica el equipo del Global Multi-Asset Income Fund de Investec.
Para la firma, las valoraciones son en su mayoría razonables, aunque un número pequeño de áreas se ven muy baratas, mientras que los mercados de crédito parecen ahora bastante caros.
“Las fuerzas que impulsan la deuda pública –cada vez más baja– han disminuido. Las expectativas de una política monetaria cada vez más relajada, el crecimiento global más débil y la inflación ha comenzado a cambiar a una perspectiva más mixta, lo que da algo de esperanza a una política fiscal más expansiva. Dudamos de que el mercado se encuentre en el punto de inflexión definitivo y en su lugar esperamos que las rentabilidades sean volátiles”, explica Investec.
El equipo de Investec asegura que hay un montón de fuentes de volatilidad potencial en el horizonte como las elecciones de Estados Unidos y el referéndum constitucional italiano, que los inversores también tendrán que tener en cuenta en su posicionamiento de la cartera.
“En última instancia, creemos que este entorno puede abordarse mediante una exposición selectiva entre todos los mercados, haciendo hincapié en los valores que ofrece la generación de flujo de caja sostenible a valoraciones razonables, en lugar de la exposición amplia a toda clase de activos”, afirman.
“A corto plazo, hemos reducido la duración del fondo con el fin de moderar su sensibilidad a los tipos de interés. El mercado ha comenzado a realizar una valoración más positiva de la salud de la economía mundial, lo que puede poner temporalmente presión al alza sobre la rentabilidad de la deuda pública, además de la política monetaria, aparentemente más fuerte”, concluye el equipo del Global Multi-Asset Income Fund de Investec.