Jupiter AM apuesta por repensar la diversificación de las carteras y augura una nueva era para la gestión activa
| Por Beatriz Zúñiga | 0 Comentarios

Jupiter AM ha reunido en la ciudad de Lisboa (Portugal) a más de 120 participantes en la que ha sido, hasta el momento, una de sus mayores conferencias internacionales, reflejando la diversidad de su comunidad inversora. Con William López, responsable para Europa y América Latina de la firma, como maestro de ceremonias, la gestora ha lanzado dos mensajes claves: la necesidad de repensar la diversificación en las carteras y la gran oportunidad que es el entorno actual para la gestión activa.
La firma considera que ambas claves tienen sentido en un contexto actual de incertidumbre y ante los nuevos paradigmas del mercado. “El tema de esta conferencia, «Rebalanceo inteligente: carteras resilientes, alfa sin fronteras», refleja la necesidad de replantearse la diversificación en un mundo marcado por el riesgo de concentración y los cambios geopolíticos. Con unas asignaciones globales muy sesgadas hacia Estados Unidos, exploraremos cómo la gestión activa y las estrategias alternativas pueden ayudar a construir carteras más resilientes.”, señaló López.
Matthew Beesley, CEO de Jupiter, marcó el punto de partida de esta conferencia al recordar que estamos ante un contexto global sustancialmente diferente al de años anteriores: “Si hay una lección clave que podemos extraer de los primeros meses de la administración Trump, es que, lamentablemente, Estados Unidos ya no es el socio predecible y fiable que solía ser, en términos de defensa y comercio. Y eso representa un problema, porque el mundo actual depende y ha dependido en gran medida de Estados Unidos, diría que durante los últimos 80 años”.
Una dependencia que también se observa en las carteras a nivel global porque, tal y como reconoció Beesley, estamos sobreponderados en EE.UU. “Las carteras tienen normalmente una asignación excesiva a activos estadounidenses. Esto se debe a que EE.UU. ha crecido más rápidamente que la mayoría de las economías. Ha contado con unas políticas monetarias y fiscales altamente expansivas, y ha liderado algunos sectores como, por ejemplo, el tecnológico. La consecuencia ha sido un mercado bursátil estadounidense altamente valorado y con fuerte respaldo. Dicho de otra forma, la mejor estrategia de inversión en los últimos 20 años ha sido mantener una posición larga en EE.UU., y hacerlo de la forma más económica posible. Esa estrategia ha sido, sencillamente, invertir en fondos indexados estadounidenses. Pero ahora podríamos estar entrando en un entorno donde ocurre exactamente lo contrario. Si observamos cómo se ha comportado el mercado en lo que va de 2025, vemos que las acciones estadounidenses han empezado a tener un rendimiento inferior, lo cual va en contra de la tendencia a largo plazo”, argumentó el CEO de la firma.
Según su visión, hemos creado un entorno en el que cualquier cosa puede suceder de un día para otro, generando un clima de creciente volatilidad y reduciendo la fiabilidad global de EE.UU. como referente. “Sin embargo, creo firmemente que el desafío y la oportunidad son dos caras de la misma moneda. Estamos en un entorno que ofrece muchas más oportunidades para nosotros como gestores activos. Las menores correlaciones entre activos crean espacio para obtener rentabilidades idiosincráticas y podría implicar un resurgimiento del alfa, además de significar que la construcción de carteras vuelve a aportar valor, abriendo de nuevo la puerta a que la gestión activa muestre su capacidad de crear valor”, defendió Beesley.
En respuesta a esta oportunidad, el CEO de la firma apuesta por un enfoque de retorno absoluto, tanto para la renta fija como para la renta variable, y por su estrategia de oro y plata. Además, añade que su visión de ser activos también supone tener una “mente activa”, abierta a la innovación. En este sentido, ha señalado su intención de seguir estudiando el universo de los ETFs activos. “Este año, lanzamos nuestro primer ETF activo con una estrategia de bonos soberanos globales. Este es un ámbito en el que estamos muy enfocados. Reconocemos que algunos clientes parecen preferir cada vez más el formato de ETF activo frente al fondo mutuo tradicional. En Jupiter, estamos considerando este enfoque con seriedad”, afirmó Beesley.
Visión y propuesta en renta fija
A la hora de hablar de activos concretos, Matt Morgan, Head of Fixed Income, reconoció que, en los últimos años, la renta fija no ha diversificado las carteras como esperaba el inversor, por lo que se han cuestionado sus posiciones y su enfoque. “En un mundo incierto, tenemos que volver a usar la renta fija como diversificador, y para ello la gestión activa es clave”, indicó Morgan, quien también reconoció que las estrategias alternativas son un área muy interesante para seguir abordando y desarrollando.
Para Ariel Bezalel, Investment Manager, Fixed Income, los activos de riesgo viven un momento de equilibrio: “Un crecimiento menor, pero positivo, las expectativas de más recortes de tipos, el soporte de las políticas fiscales, la contención en los precios de la energía y los buenos fundamentales del crédito están entre los factores que explican el momento de equilibrio que viven los activos de riesgo”. No obstante, las valoraciones de los activos de riesgo, como el crédito y la renta variable, siguen siendo elevadas, lo que exige un enfoque prudente.
Entre las posiciones que consideran una oportunidad, Bezalel explicó que los bonos del Estado aún pueden ofrecer una buena oportunidad. Sin embargo, hoy en día parece aún más importante seleccionar los países adecuados y el segmento adecuado de la curva. Los mercados desarrollados, como el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, ofrecen hoy en día una oportunidad atractiva en el tramo medio y, en ocasiones, incluso en el tramo largo de la curva. Las tasas de interés estadounidenses parecen más matizadas a partir de aquí. El extremo corto y el tramo medio de la curva pueden ofrecer una buena cobertura si el entorno macroeconómico en Estados Unidos se deteriora o la inflación sorprende a la baja, mientras que el extremo largo parece estar en riesgo dada la trayectoria fiscal actual y la pendiente limitada. «Los bonos en moneda local de los mercados emergentes también ofrecen oportunidades interesantes, especialmente Brasil, México y la India», señaló.
Sobre el crédito, señaló que no es un activo barato, pero tampoco identificó ningún catalizador importante a corto plazo para que se amplíen significativamente los diferenciales. “En conjunto, seguimos obteniendo rentabilidad y centrados en la búsqueda de nichos de valor. Para mí, la pregunta es, ¿dónde están los negocios más frágiles, más arriesgados? Y la respuesta podría ser que han migrado al crédito privado. Durante la última década, el mercado del crédito privado ha relajado considerablemente sus criterios: las condiciones de financiación son menos exigentes y las normas de información son más laxas. Por lo tanto, las empresas más débiles están recurriendo al crédito privado para financiarse. Este podría ser uno de los factores que ha propiciado una mejora de la calidad crediticia en los mercados de alto rendimiento de Europa y Estados Unidos», explicó.
Dentro de la deuda corporativa, el experto reconoce que se muestran cautelosos con los segmentos más cíclicos, como la industria europea, pero que algunos sectores defensivos aún pueden ofrecer un buen valor. “Entre los mercados desarrollados, también nos gustan los CoCos, los vencimientos cortos y algunos nombres concretos del sector energético. En el caso de los mercados emergentes, nos centramos en la selección de créditos, buscando empresas con un apalancamiento moderado y un buen gobierno corporativo. Preferimos un sesgo defensivo y países como la República Checa, la India y Brasil”, indicó Bezalel.
Renta variable: flexibilidad y gestión del riesgo
Para Kiran Nandra-Koehrer, Head of Equities de Jupiter, los activos estadounidenses ya no se consideran el refugio seguro y fácil que han sido históricamente, lo que significa que el peso del rendimiento de las carteras de los clientes recaerá en el alfa y no en el beta pasivo. “Tenemos la firme convicción de que lo que más va a impulsar los retornos no será ya la beta pasiva, sino el alfa, lo cual representa un cambio importante para muchos. Una mayor volatilidad y una mayor incertidumbre pueden no parecer el escenario más positivo para la rentabilidad, pero la divergencia de políticas y la desglobalización se están traduciendo tanto en la importancia de la diversificación de las carteras como en la capacidad de ser ágil y generar alfa independientemente del contexto.”, defendió durante su intervención.
En su opinión, comprender la exposición al riesgo seguirá siendo un factor crítico para que los gestores de carteras generen alfa de forma consistente. Además, Nandra-Koehrer destacó que la correlación media entre pares de acciones de distintos países ha alcanzado su nivel más bajo desde la década de 1990, lo que, en su opinión, significa que “existe un conjunto de oportunidades en todas las clases de activos, regiones y sectores que no habíamos visto en muchos años, lo que crea un entorno realmente sólido para las estrategias activas, ya sean sistemáticas o fundamentales”.
Para la gestora, la renta variable europea merece una mención aparte porque, tal y como explicó Niall Gallagher, Investment Manager, European Equities en Jupiter, hay tres factores determinantes: los inversores se están moviendo de EE.UU. a otras regiones -debido a esa sobreponderación de las carteras-; los gobiernos europeos se han destapado en términos de política fiscal y gasto; y las acciones europeas tienen una valoración más atractiva. Para Gallagher, este caldo de cultivo da la oportunidad a los gestores activos de identificar aquellas compañías que realmente tienen valor.
“Apostamos por una estrategia concentrada y flexible que nos permita identificar y seleccionar empresas que emplean bien sus recursos de capital y que tengan capacidad para crearlos. Eso no significa inclinarse por un determinado estilo, supone invertir en empresas donde el retorno de capital empleado es más alto que el costo de capital y con evidencias de que generan capital de forma inteligente”, destacó ante el auditorio.
Para Amadeo Alentorn, Investment Manager, Systematic Equities de Jupiter, la clave en renta variable -también es aplicable a renta fija- es el enfoque de inversión sistemática que ha desarrollado y aplica la gestora. “Este enfoque nos permite sacar alfa, o sea, oportunidades con largo y corto, dentro del mercado sin tener exposición a la dirección de mercado. Aplicado a la renta variable, supone ponerse largo y corto en diferentes acciones, neutralizando la dirección de mercado, algo que tiene mucho sentido en un año como este, donde será muy difícil que veamos un rally como en estos últimos años. En este tipo de entorno, obviamente una parte de la cartera estará en renta variable, porque a largo plazo eso podría dar mucha rentabilidad, mientras que la parte de alternativos funciona como el amortiguador en un coche, donde tienes una parte que no depende de la dirección de mercado”, explicó.
Según su experiencia, esto les permite ofrecer una inversión dinámica en renta variable, “donde la decisión de comprar más growth o value, o large o small cap, está en nuestras manos y con un flujo de información que puede llegar al análisis diario de más de 40 millones de datos”.
Apuesta por el oro y la plata
Por último, Ned Naylor-Leyland, Investment Manager, Gold & Silver de Jupiter, volvió de nuevo a poner el foco en el papel que el oro y la plata están llamados a desempeñar en las carteras de los inversores, como diversificador y como activo refugio. Coincidiendo con sus compañeros, Naylor-Leyland reconoció que la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto un gran reto para algunas clases de activos. “Venimos de un contexto en el que los bancos centrales decidieron aumentar sus reservas en oro. Además, en el último año, vimos importantes compras de plata, lo cual ha llevado a casi agotamiento de las reservas. En este año, hemos visto al oro batir récords en varias ocasiones, impulsados principalmente por un dólar débil y la preocupación por la marcha de la economía estadounidense”, resumió como punto de partida.
En su opinión, el momento es oportuno para posicionarse en el oro, ya que “el dólar ha entrado en una fase bajista respecto al oro, y esa dinámica beneficia claramente a los metales preciosos”, según explicó. Su previsión es que la incertidumbre que ha marcado el inicio del año hará que los inversores, en particular los institucionales, vayan incorporando mayor exposición a metales preciosos. En el caso de la plata, destacó -tras recordar lo menguadas que están las reservas- que vivirá un momento de mayor demanda debido a su papel en la transición energética.