Por qué la gestión activa, la diversificación global y los dividendos son más importantes hoy en día, cuando los mercados se estrechan
| Por Héctor Chamizo | 0 Comentarios

El liderazgo de la renta variable global se ha concentrado cada vez más en un pequeño grupo de compañías tecnológicas y relacionadas con la IA de mega capitalización. En este entorno, combinar gestión activa, una amplia diversificación internacional y disciplina de dividendos puede ayudar a los inversores a construir carteras más resilientes.
Cuando unas pocas empresas impulsan el mercado, la resiliencia se vuelve aún más importante
En los mercados globales, un grupo reducido de grandes compañías tecnológicas, en su mayoría domiciliadas en EE. UU. y vinculadas al tema de la IA, ha impulsado una parte significativa de los rendimientos. Estas empresas han generado un crecimiento sólido, pero su dominio del mercado también ha despertado preocupaciones sobre el riesgo de valoración, el posicionamiento abarrotado y la sostenibilidad de un liderazgo tan concentrado. Para los inversores que buscan estabilidad a largo plazo, una pregunta clave es si las carteras se han vuelto excesivamente dependientes de una única narrativa.
En este entorno, tres elementos adquieren una importancia mayor: la gestión activa, la diversificación global y la contribución de la renta al rendimiento total. En conjunto, ayudan a ampliar las fuentes de retorno y pueden reducir la dependencia de un pequeño número de impulsores del mercado.
Gestión activa: vital cuando los índices se concentran
Las estrategias pasivas están diseñadas para seguir la capitalización bursátil — lo que significa que asignan de forma natural más peso a las empresas que ya han subido más. Cuando el liderazgo se estrecha, esto puede aumentar la exposición precisamente a las áreas donde las valoraciones parecen tensas.
La gestión activa ofrece un camino diferente. Mediante investigación fundamental y “bottom-up”, los gestores activos pueden identificar empresas infravaloradas en distintas regiones y sectores, ajustar el tamaño de las posiciones cuando cambia el valor relativo entre valores individuales y asignar capital hacia otras fuentes de beneficios diferenciadas y duraderas.
Es importante destacar que, mientras que los flujos pasivos están desconectados de los fundamentales de cada compañía, los gestores activos pueden evaluar las empresas según su solidez financiera, la resiliencia de sus flujos de caja y la disciplina en el uso del capital — cualidades que importan especialmente a medio y largo plazo, cuando los titulares y las modas del mercado pierden fuerza.
Diversificación global: oportunidades más allá de la narrativa de la IA
Muchas regiones del mundo ofrecen estructuras de mercado más equilibradas, valoraciones más atractivas y una combinación más amplia de sectores que los que están impulsando el rally estadounidense ligado a la IA. Europa, Asia-Pacífico y partes de los mercados emergentes presentan oportunidades menos asociadas a un único motor temático y más vinculadas a la ejecución operativa en torno a dinámicas locales, reformas estructurales o trayectorias de beneficios en mejora.
Al ampliar la exposición a renta variable en los mercados globales, los inversores pueden mejorar la diversificación, reducir el riesgo de concentración y acceder a un conjunto más amplio de posibles motores de retorno. Este abanico más amplio de oportunidades es especialmente valioso cuando un solo tema está dominando los índices globales.
Dividendos: una fuerza estabilizadora en condiciones especulativas
Las empresas que pagan dividendos siguen ofreciendo un ancla práctica para quienes buscan resiliencia. A lo largo de las décadas y a través de distintos ciclos de mercado, los dividendos han tendido a aportar alrededor de la mitad del rendimiento total de los mercados de renta variable. Las compañías que mantienen dividendos sostenibles suelen mostrar disciplina financiera y cuentan con balances sólidos — características que favorecen la protección a la baja y ayudan a amortiguar las carteras durante dislocaciones del mercado o cuando el miedo de los inversores se intensifica.
En muchos mercados internacionales, las rentabilidades por dividendo siguen siendo atractivas — son, de media, 200 puntos básicos más altas fuera de EE. UU. — ofreciendo una renta que compite con los rendimientos de la renta fija y que se complementa con unas buenas perspectivas de apreciación del capital. Con tantísimo dinero pasivo concentrado en el tema tecnológico, un gestor global activo puede construir una cartera centrada en la exposición a empresas de alta calidad y diferenciadas, cuyo desempeño esté impulsado por fundamentales más que por el mero impulso del mercado.
Un camino más resiliente hacia adelante
Combinando gestión activa, diversificación global y disciplina de dividendos, los inversores pueden reducir la sobreconcentración, reequilibrar el riesgo y perseguir resultados a largo plazo más duraderos. En Thornburg, nuestro enfoque independiente de índices y basado en investigación está diseñado para ayudar a los inversores a navegar mercados que recientemente han estado más moldeados por narrativas que por fundamentales.
Para quienes están preocupados por un liderazgo tan estrecho y la persistencia del rally de la IA, este puede ser el momento adecuado para ampliar el conjunto de oportunidades — y devolver la calidad y la selectividad al centro de la ecuación.
Para más información, visite Thornburg.com.
Tribuna de opinión escrita por Josh Rubin, gestor de carteras de clientes, Thornburg Investment Management.
















