Visión macro: ¿Aterrizaje forzoso a la vista?

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Crédito: Lars Nissen (Pixabay)

«Las condiciones en los mercados financieros están endureciéndose y van a hacer parte del trabajo por nosotros», afirmó el gobernador de la Reserva Federal Christopher Waller, en lo que constituye una señal de que la marea está empezando a cambiar en el discurso de la Fed sobre la trayectoria futura de la política de tipos de interés.

Aunque las actas de una reunión reciente del FOMC siguen hablando de «proseguir» con la política actual, el comité insistió dos veces en que deben hacerlo «cuidadosamente». Nosotros diríamos que deberían haber sido más cuidadosos antes.

Los bancos centrales, que se guían por sus grandes indicadores referidos a la gestión de la inflación y el desempleo, ven cómo sus medidas están dictadas por dos de los índices más retrospectivos que existen, lo que equivale a conducir un coche mirando por el retrovisor. Sin embargo, si nos fijamos en los últimos indicadores adelantados para tener una idea de lo que se avecina, vemos que varios factores apuntan a la recesión.

Así, nuestra tesis macroeconómica incluye: 1) Un aterrizaje forzoso en la economía estadounidense, debido a la contracción monetaria y al endurecimiento de la concesión de créditos; 2) fuerzas recesivas alimentadas por el agotamiento del ahorro de los hogares y el exceso de capacidad en el mercado laboral y 3) fin del ciclo de endurecimiento a medida que el cambio de tendencia del crecimiento y los salarios va dando a los bancos centrales margen para actuar.

La política monetaria actúa con «retardos largos y variables» y, aunque las cifras de PIB y los datos del mercado laboral (p. ej., el desempleo) han sido bastante buenos hasta ahora, están empezando a aparecer grietas, ya que el sector manufacturero sigue de capa caída y los PMI de servicios están empezando a seguir sus pasos.

El gasto de consumo ha sido un factor de apoyo clave durante los últimos trimestres a medida que se ha ido reabsorbiendo el excedente de ahorro en la economía, pero los colchones de ahorro ya están agotados en la gran mayoría de los hogares. En un entorno así, cuesta creer que el dinamismo del consumo pueda seguir contribuyendo a un crecimiento sólido, especialmente con la reactivación de las cuotas de los préstamos estudiantiles en el cuarto trimestre.

Fuente: Bancos de la Reserva Federal, cálculos de Bloomberg, a septiembre de 2023. Nota: Marzo de 2020 = 100.

Aunque el mercado laboral mantiene su aparente fortaleza, hemos comenzado a observar algunos cambios de tendencia. La tasa de desempleo sigue tendiendo al alza y superó con un 3,8% el dato de consenso en septiembre. Del mismo modo, la caída de la tasa de bajas voluntarias y el aumento de las pérdidas de puestos indefinidos indican cierta relajación del mercado laboral, mientras que las tendencias del empleo temporal y las horas extraordinarias sugieren que se avecina un aumento del exceso de capacidad.

Además, parece que muchos actores del mercado han dejado de fijarse en el estado del sistema bancario estadounidense. Como muestra el gráfico más adelante, sigue existiendo una gran brecha entre el coste de los depósitos de los bancos comerciales y las rentabilidades ofrecidas por los instrumentos monetarios simples, lo que tiene como consecuencias muy probables la incertidumbre sobre los depósitos o la menor rentabilidad empresarial. Las tendencias recientes en los activos de los bancos y los préstamos a empresas e industrias, que ahora están contrayéndose, muestran claramente las consecuencias que está teniendo el endurecimiento de la concesión de créditos. Eso debería ser otro obstáculo para el conjunto de la economía y el mercado laboral a partir de ahora.

Fuente: Bloomberg, a 30.09.23.

En un plano más positivo, vemos progresos claros en el camino hacia la desinflación en muchas grandes economías; así, las tendencias de las cadenas de suministro y los mercados de materias primas muestran que los precios van a seguir desinflándose. Estamos muy atentos a las últimas tendencias en los mercados de la energía y, especialmente, los precios del crudo, sobre todo a la vista de la inestabilidad actual en Oriente Próximo. El efecto combinado de un dólar más fuerte y un aumento de los precios de los combustibles en un momento de reducción del excedente de ahorro y cuando se retoman las cuotas de los préstamos estudiantiles nos parece un cóctel perjudicial para el consumidor estadounidense. Merece la pena señalar que un aumento de los precios del petróleo en estos momentos no hará sino desviar gasto de otras áreas de la economía.

En un entorno así, pensamos que los próximos 6-12 meses deberían cargar a los bancos centrales del mundo de razones (o tal vez de necesidad) para ser menos restrictivos. Los bancos centrales de los mercados desarrollados todavía parecen bastante dependientes de los datos, pero en los mercados emergentes ya estamos viendo algunos recortes de tipos. Brasil y Chile ya han iniciado su ciclo de recortes de tipos, al igual que Hungría. Son los mismos bancos centrales que primero subieron los tipos hace dos años y, por tanto, podrían ser un buen indicador adelantado para los mercados desarrollados.

Por último, China es el elefante en la habitación. Aunque los datos de agosto mostraron cierta mejoría, lo cierto es que siguen siendo flojos. No creemos que las medidas de estímulo actuales aprobadas por el gobierno vayan a ser suficientes para resolver los desequilibrios estructurales que alberga el mercado de la vivienda, donde entre el 20 y el 30% del PIB procede de la construcción. El mercado inmobiliario chino es la clase de activos más grande del mundo. Las medidas fragmentarias anunciadas hasta ahora tienen pocas probabilidades de tener un efecto duradero.

Una oportunidad de inversión tentadora

Los actores del mercado tal vez harían bien en recordar que los cambios en la política monetaria pueden tardar en manifestarse. Sin embargo, la historia sugiere que el impacto, cuando se siente, puede ser acusado y rápido.

Si la inflación gira a la baja, el crecimiento renquea y el desempleo empeora, entonces nos encontramos en un entorno en el que la política monetaria restrictiva que mantiene la Fed pasará rápidamente a ser insostenible y se producirán recortes de tipos. En nuestra opinión, eso sienta las bases de un panorama de inversión extremadamente prometedor para la renta fija.

Abordamos nuestra visión macroeconómica con un alto grado de convicción, pero obviamente sabemos que nada está garantizado y que existen factores que podrían desviar al mundo de esta trayectoria. El mundo es un lugar impredecible y volátil, como tenemos ocasión de comprobar sobradamente todos los días. Sin embargo, y con independencia de lo que depare el futuro a los mercados de bonos, la gran diversidad que existe en las clases de activos de renta fija nos hace tener la confianza de que una cartera internacional y dinámica debería contar con las herramientas necesarias para afrontar el reto. A nuestro entender, la oportunidad de inversión en renta fija es muy tentadora.

 

 

Tribuna de Ariel Bezalel y Harry Richards, gestores de la estrategia Dynamic Bond de Jupiter AM.

Nuevos comienzos: replantear las asignaciones de las carteras en Asia

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En un momento en el que los inversores están abordando las posiciones de sus carteras internacionales con nuevos ojos a la vista de los importantes cambios macroeconómicos y geopolíticos acontecidos este año, el conjunto de Asia ofrece un valioso potencial de diversificación y crecimiento, incluso teniendo en cuenta las dificultades actuales de China; así, se prevé que la región aporte alrededor del 70% del crecimiento mundial en 2023.

En primer lugar, pensamos que es necesario poner China en perspectiva. A pesar del ajuste de las expectativas del mercado sobre el crecimiento del PIB y las políticas de estímulo en China, los convincentes argumentos de inversión en ese país siguen alimentándose de los siguientes factores: primero, el amplio margen de que disponen las autoridades para ampliar unos estímulos muy concretos, a pesar de que el ritmo y la magnitud de estas medidas de apoyo parece desigual; segundo, unos fundamentales que, desde una óptica selectiva, son más sólidos que los indicadores macroeconómicos generales, sumado a unas valoraciones atractivas; y en tercer lugar, la importante capacidad de innovación y el músculo industrial existente en muchos mercados, por ejemplo, una cuota de entre el 60% y el 90% del mercado mundial de componentes para baterías de vehículos eléctricos.

Aunque la geopolítica no puede obviarse, creemos que la dependencia comercial entre China y EE.UU. seguirá arrastrando a las dos partes a la mesa de negociación e impondrá una retórica de “reducción del riesgo” en lugar de “desvinculación”.

Sin embargo, Asia no es China y el conjunto del continente ofrece diversidad, amplitud y fundamentales macroeconómicos atractivos desde una óptica relativa, como ha quedado demostrado en 2023. Observamos que Taiwán y Corea del Sur, no tanto China, han estado a la vanguardia del empuje tecnológico de Asia. Por otra parte, se han establecido paralelismos entre el PIB actual de la India y el punto en que se encontraba China en 2006. Además, el sureste asiático sigue cosechando los frutos de la reconfiguración de las cadenas de suministro mediante la estrategia “China + 1”, por ejemplo Indonesia (cadena de suministro mundial de coches eléctricos), y también Tailandia, Malasia, Filipinas y Vietnam (fabricación de dispositivos electrónicos).

En un plano más general, si las políticas de estímulo de China reactivan el gasto de sus ciudadanos en el extranjero (en particular, el ocio y el turismo), muchos países de Asia van a beneficiarse, a lo que se sumarían los esfuerzos independientes para impulsar el comercio dentro de la región.

Para nosotros, la clave está en un enfoque basado en los fundamentales y presencia sobre el terreno. A grandes rasgos, los fundamentales de Asia están resistiendo desde una óptica relativa. Los indicadores crediticios de las empresas emisoras siguen siendo, en general, sólidos, y las valoraciones de las acciones están en niveles atractivos frente a los mercados desarrollados. En cuanto a la sostenibilidad, Asia encierra potencial de crecimiento estructural en diversas temáticas, como el acceso a la salud, la transición energética y la inclusión financiera.

En la práctica, apreciamos una importante cantidad de matices y dispersión entre los mercados nacionales y en el conjunto de Asia. Por lo tanto, los factores que determinan el éxito a la hora de invertir en la región son:

  • Un análisis en profundidad de los fundamentales, poniendo claramente el foco en la valoración, de tal modo que se llegue hasta el fondo de las noticias para entender los factores microeconómicos que determinan la evolución de cada valor; y
  • Paciencia, una importante presencia física y relaciones amplias en los mercados locales y con las partes interesadas.

En definitiva, si no se invierte en Asia o se mantiene una infraponderación importante en esta región, se corre el riesgo de perder una diversificación y unas oportunidades muy valiosas y matizadas en un momento en el que la diversificación y el crecimiento están muy cotizados.

 

 

Tribuna de opinión de Catherine Yeung y Vanessa Chan, directoras de inversión para Asia de Fidelity International. 

 

«Las mujeres tenemos una forma distinta de procesar la información e implementarla en el proceso de inversión»

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La industria financiera avanza hacia una mayor diversidad. Arancha Cano, partner y portfolio manager en Wellington Management, repasa los retos que quedan por delante y su modelo de gestión, y analiza la situación macro en la que nos encontramos.

Cuéntanos sobre tu papel destacado en 100 Women in Finance y la importancia de la diversidad de género en la industria financiera. ¿Cómo has visto evolucionar esta cuestión a lo largo de tu carrera?

100 Women in Finance es una institución que se creó para fomentar la colaboración y el progreso de las mujeres en el mundo financiero. La idea surgió en 2001, cuando un grupo de mujeres en puestos de gestión de hedge funds se puso por objetivo reunir a 100 mujeres profesionales de la inversión para fortalecer su relación y mejorar la comunicación dentro del sector de las inversiones alternativas. De hecho, se lanzó como 100 Women in Hedge Funds y era un grupo muy reducido por aquel entonces. Afortunadamente se ha ido ampliando a otros ámbitos del mundo financiero y a distintos países. Es una institución muy enfocada en promover el progreso de las mujeres en el sector y animarnos a optimizar nuestras redes de contactos.

 Tu estilo de inversión implica un alto grado de interacción con bancos centrales y la alta dirección de compañías financieras a nivel global. ¿Cómo has desarrollado y mantenido estas relaciones a lo largo de tu carrera?

Ser vintage ayuda. Es verdad que llevo muchos años analizando compañías financieras, pues han sido la base de mi estrategia de inversión. Muchas de estas relaciones son de larga duración y se basan en la confianza mutua con los equipos directivos de las compañías. Siempre intento ser muy honesta con lo que pienso de la estrategia y del valor en sí. Busco dar mi opinión sobre las razones por las cuales el valor no tiene una buena rentabilidad, y a veces es un mensaje complicado porque requiere cambios estratégicos. A veces es problema del sector y otras del mercado. Pero siendo honesta, esta es la forma como más se aprende. Con los bancos centrales es un poco similar. Mi función es ayudar a entender la reacción de los mercados ante distintas situaciones complejas. En numerosas ocasiones los cambios regulatorios o decisiones en política monetaria crean lo que llamamos en inglés ‘unintended consequences’. Intento prever o ilustrar esas consecuencias no intencionadas, para evitar riesgos innecesarios. Al final, es un tema de confianza mutua, donde ambas partes intentamos ayudar.

Wellington Management es una firma de inversión de renombre mundial. ¿Cómo ha influido tu experiencia en la gestión de carteras en la evolución de la firma y su posición en la industria?

Wellington es una de las mayores gestoras del mundo, con activos bajo gestión de más de 1,1 billones de dólares (trillones americanos) a 31 de marzo de 2023. Gestionamos mandatos muy distintos para clientes institucionales, como fondos de pensiones, aseguradoras o fondos soberanos. Pero también creamos productos para el segmento wealth y de distribución. Es una empresa maravillosa con un enfoque distintivo a la hora de fomentar la diversidad, no solo de género y raza, sino también de pensamiento. Me incorporé a la compañía para apoyar el crecimiento de las estrategias de absolute return. Tenemos un equipo fantástico donde existe mucha colaboración e intercambio de ideas, lo que hace mucho más fácil anticipar y analizar las consecuencias de los cambios macroeconómicos. Wellington tiene una cultura muy arraigada de compartir ideas y debatir. Eso nos hace especiales.

En tu experiencia en macroeconomía, ¿cómo ves el panorama macroeconómico actual y cuáles son tus perspectivas para el año 2024?

Estamos en un momento muy importante de inflexión del ciclo económico en distintas áreas geográficas. EE. UU. ha demostrado un mayor crecimiento y durabilidad en materia económica de lo que hubiese implicado una subida tan agresiva de tipos. Sin embargo, estamos empezando a ver el impacto de menores niveles de exceso de ahorro y tipos más altos. La FED podría estar cerca del final de la subida de tipos (uno más antes del cierre del año) pero las bajadas dependerán de la inflación controlada y los datos de empleo. El problema es que los rendimientos del resto de la curva han empezado a subir en los últimos meses por el impacto de una mayor ‘term premium’. Esto es el retorno adicional que los inversores necesitan para compensar todos los efectos negativos como financiación de un muy elevado déficit público, menor demanda de bonos a largo plazo por la contracción cuantitativa y otros factores. Cuanto más alto es el rendimiento, mayor es la volatilidad y menores las valoraciones de los activos de riesgo como las acciones, los bonos e incluso el private equity. En Europa, continúa la desaceleración económica. Esto se debe en gran parte al impacto de un menor crecimiento de China, a una menor ayuda de las políticas fiscales post COVID y al efecto producido por la subida más rápida de tipos del BCE. El resto del mundo está dividido entre economías emergentes que se mantienen fuertes (India/México) y economías como China, que empiezan a tocar fondo pero que tienen unos problemas estructurales muy importantes aún por resolver. Japón es quizás el país más interesante porque por primera vez están viendo subidas de salarios e inflación con efectos positivos para la economía. El impacto de un posible cambio de su política monetaria (final de la política monetaria de tipos de interés cero y control de la curva de rendimiento) puede ser muy importante en los mercados globales porque han exportado capital muy barato al resto del mundo.

¿Puedes compartir algún ejemplo de cómo tus opiniones y análisis macroeconómicos han influido en tus decisiones de inversión o en la gestión de tu cartera?

Yo invierto en acciones a nivel global, pero con una visión muy macro. Es decir, analizamos los distintos escenarios macroeconómicos y asignamos probabilidades. En función de los datos económicos que van apareciendo, aumentamos la convicción de un escenario u otro. Esto nos lleva a construir una cartera que se asemeje a los sectores y compañías que se benefician (long side) y se perjudican (short side) de este nuevo escenario económico. Tras haber analizado e invertido en compañías financieras durante tantos años, es fácil leer lo que pasa en la economía por los datos que vemos en estas compañías. Es lo que llamamos en inglés el plumbing (fontanería) de la economía, porque los sectores financieros amplían los efectos de los otros sectores por la transmisión de políticas monetarias. Los instrumentos en los que invertimos son: acciones, índices, ETFs y cestas de activos, que contemplan acciones relacionadas con una idea temática (electrificación, beneficiarios de la inflación).

Has trabajado en diferentes firmas de inversión a lo largo de tu carrera. ¿Cuáles son los principios o valores fundamentales que has llevado contigo y que han contribuido a tu éxito?

He trabajado en varias instituciones financieras, desde entidades cotizadas como UBS y que responden a los principios de distintos stakeholders (accionistas, reguladores y acreedores) hasta compañías privadas como Moore Capital, BAM y ahora Wellington. Creo que la industria ha ganado claramente en diversidad e inclusión, algo a lo que yo doy mucha importancia. Ha ganado en entender mejor las necesidades de los clientes (adecuar el producto a las demandas de retornos) y en el trato con los empleados. A cambio de esto, la complejidad a la hora manejar estos negocios es muy superior (compliance, sistemas), lo que ha dejado fuera a gran parte de la creatividad que teníamos hace 25 años. Las exigencias de los clientes y reguladores son más complejas y eso favorece a las empresas más grandes (públicas y privadas) que tienen el capital para invertir en sistemas y talento. En el caso particular de Wellington, es importante destacar que la dinámica de intercambio de opiniones y conversaciones que surgen en torno a las posibilidades que nos presenta el mercado para tomar las mejores decisiones de inversión arroja muy buenos resultados.

¿Cómo ves el papel de las mujeres en la gestión de activos y la toma de decisiones financieras? ¿Qué consejos o perspectivas compartirías con mujeres que buscan carreras exitosas en este campo?

Creo que las compañías se han dado cuenta de que la diversidad de pensamiento es tan importante como en raza, religión u orientación sexual. Las mujeres tenemos una forma distinta de procesar la información e implementarla en el proceso. Está demostrado que fondos con diversidad de gestores en general tienden a generar retornos superiores en el largo plazo. Lo que es importante es ayudar a crear una nueva generación de gestoras que puedan continuar la labor de las que estamos ahora en el mercado. En Wellington prestamos mucha atención a enseñar a estas nuevas generaciones y fomentar esta diversidad de opinión, para garantizar que en el futuro haya más mujeres que gestionen activos. Organizaciones como 100 WF tienen como fin fomentar este proceso.

Wellington Management tiene una presencia global. ¿Cómo ha influenciado tu experiencia trabajar en la oficina de Londres en términos de perspectiva y enfoque en comparación con otras regiones?

Londres es probablemente la segunda oficina más grande después de Boston. Tenemos una gran representación de inversores y empleados de todas las partes del mundo. Quizás es una de nuestras mejores oficinas precisamente porque se discuten ideas generadas en Asia, Europa y Estados Unidos. En un poco una Torre de Babel y celebramos todas las culturas.

Finalmente, ¿cuál es tu visión para el futuro de la gestión de carteras y la inversión en el sector financiero, y qué lecciones clave has aprendido a lo largo de tu carrera que puedas compartir con otros profesionales en la industria.

La industria de los fondos de gestión ha evolucionado mucho. Cada vez más, pensamos en los clientes de forma holística y cómo solucionar sus necesidades de retornos, más que vender fondos específicos. Eso significa que hay que tener sistemas más sofisticados para alcanzar la solución óptima. Con un ciclo muy diferente de tipos, inflación y riesgo geopolíticos, dar retornos óptimos compitiendo con cash como activo libre de riesgo es más complicado, más aún teniendo en cuenta una volatilidad elevada que permanecerá con nosotros por mucho más tiempo.

Activos alternativos para diversificar los portafolios de inversión

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Pixabay CC0 Public Domain

En un contexto de alta inflación y volatilidad en los mercados, cada vez más personas buscan soluciones que les permitan diversificar sus portafolios y maximizar la relación riesgo-retorno de sus inversiones. En este sentido, los activos alternativos surgen como una buena oportunidad para incorporar a las carteras.

Los activos alternativos son instrumentos de inversión como deuda privada, capital privado, infraestructura y bienes raíces, con características de plazos y liquidez muy distintos a los activos tradicionales (renta fija (bonos) y renta variable (acciones)), e históricamente han demostrado ser más resilientes en escenarios de incertidumbre. De hecho, la adición de activos alternativos a las carteras de inversión, suele generar mayor eficiencia en las mismas, es decir, aumentan rentabilidad y bajan volatilidad.

Un ejemplo de esto último es que, según el NCREIF Property Index, desde 1978, solo se han identificado cinco años con retornos negativos en el mercado de bienes raíces, los que han coincidido con crisis inmobiliarias.

Por otro lado, si bien históricamente las inversiones alternativas tenían barreras de entrada de difícil acceso para el mundo retail, en los últimos años se han comenzado a crear vehículos que sortean estas dificultades y acercan este tipo de inversiones al mundo Wealth. Se espera que al 2025, los activos alternativos alcancen los USD 17 trillones en activos bajo administración.

Así, a medida que los inversores buscan diversificar sus portafolios y gestionar los riesgos de mejor forma, los activos alternativos ofrecen rendimientos consistentes en un entorno económico como el actual.

Nuestro rol desde SURA Investments seguirá enfocado en estar cerca de los clientes, brindando una asesoría integral y soluciones innovadoras para los tiempos que vivimos.

Tribuna de opinión escrita por Matías Hofman, Senior Associate en SURA Investments.

Pictet Asset Management: los riesgos geopolíticos ensombrecen las perspectivas de la renta variable

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Foto cedidaLuca Paolini, estratega jefe de Pictet AM

Justo cuando los mercados habían empezado a asimilar la guerra entre Ucrania y Rusia con cierta normalidad, los terribles acontecimientos ocurridos recientemente en Oriente Próximo recuerdan a los inversores lo rápido que pueden estallar las crisis geopolíticas. El conflicto de Gaza llega en un momento en que las economías parecen vulnerables.

En nuestra opinión, Estados Unidos se encuentra en la antesala de una desaceleración considerable a medida que las subidas de tasas de la Reserva Federal del año pasado vayan repercutiendo en el consumo. Además, aunque la economía china parece haber tocado fondo, la confianza allí sigue deprimida. Por lo demás, el resurgimiento de Europa está tardando en llegar. Por consiguiente, nos mantenemos neutrales en renta variable. Las valoraciones de las acciones podrían resultar más aceptables tras el reciente retroceso del mercado y los beneficios empresariales parecen resistentes por ahora, pero la atonía del crecimiento económico indica que no existen razones de peso para comprar.

Reforzamos nuestra postura defensiva con nuestra sobreponderación en renta fija.

Los mercados de renta fija han sufrido importantes turbulencias este año y la perspectiva de un repunte de la oferta de deuda pública preocupa cada vez más, habida cuenta de los considerables déficits del sector público, sobre todo en EE.UU. Sin embargo, dado que los bonos llevan muchos años ofreciendo los rendimientos más atractivos, alcanzaron el 5% en los “US Treasuries” a 10 años, mientras que los rendimientos reales se sitúan en máximos de varias décadas, y que es probable que se produzca una desaceleración tanto del crecimiento como de la inflación, seguimos manteniéndonos sobreponderados en renta fija.

Fig. 1. Modelo de asignación mensual de activos
Noviembre de 2023

Fuente: Pictet Asset Management

Nuestros indicadores del ciclo económico muestran que, mientras las economías emergentes se mantienen resistentes, los mercados desarrollados se están ralentizando. Dentro de los mercados desarrollados, la zona euro tiene mejores perspectivas que EE.UU., aunque ambos crecen por debajo de su potencial. A corto plazo, el enquistamiento de la inflación sigue siendo preocupante, sumado al repunte de las presiones sobre los precios oficiales. Además, si el conflicto entre Hamás e Israel se extendiera a regiones circundantes, se produciría una reacción de los precios del petróleo. Pero creemos que, en general, prevalecen las fuerzas deflacionistas, impulsadas por la contención del crecimiento y la relajación de las presiones sobre las cadenas de suministro.

Esperamos que la economía estadounidense se ralentice hasta situarse muy por debajo de su potencial y del actual ritmo de expansión del 1,9% de este año. Esto obedece principalmente a que prevemos una moderación del consumo a medida que los hogares estadounidenses vayan reduciendo el superávit de ahorro que acumularon durante la pandemia de COVID-19. La zona euro también se encuentra en una situación de debilidad, especialmente los países dependientes del sector manufacturero. Pero eso debería mejorar con la lenta recuperación de China.

Japón sigue siendo el único país del mundo desarrollado que destaca de forma positiva: consideramos que es la única gran economía desarrollada que crecerá por encima de su potencial en 2024. El gasto por consumo es fuerte, mientras que las reformas del gobierno corporativo en el sector empresarial están contribuyendo a atraer capital extranjero.

Las condiciones de liquidez siguen siendo dispares en las distintas partes del mundo: en EE.UU. y Europa, endureciéndose, y en Japón, experimentando lo contrario (de momento); China sigue ofreciendo un estímulo moderado.

En los Estados Unidos, la subida de las tasas reales está siendo un lastre para la concesión de préstamos. Otro factor que frena el flujo de crédito es la aceleración del ritmo del endurecimiento cuantitativo por parte de la Fed y el aumento de la emisión de valores del Gobierno estadounidense para sufragar el importante déficit presupuestario del país. Es probable que la emisión neta de bonos estadounidenses alcance los 300.000-500.000 millones de USD trimestrales durante el trimestre actual y los trimestres venideros, frente a los menos de 200.000 millones de USD del trimestre anterior. Los costes del servicio de la deuda incrementarán aún más la presión alcista.

Por otra parte, el hecho de que China esté rozando la deflación podría inducir a las autoridades chinas a adoptar una postura monetaria más agresiva. Mientras tanto, en Japón, se observan indicios de un inminente endurecimiento de la política monetaria, aunque el momento en que se producirá sigue siendo una incógnita.

Fig. 2 – No tan magníficos
Rentabilidad de la renta variable de EE.UU. excl. los 7 títulos más importantes frente a la de la renta fija total de EE.UU.

7 más importantes por capitalización bursátil actual: APPL, MSFT, AMZN, GOOG, NVDA, META, TSLA.
Fuente: Refinitiv, MSCI, IBES, Pictet Asset Management. Datos del período comprendido entre el 31/12/2021 y el 25/10/2023.

Nuestros indicadores de valoración favorecen claramente a la renta fija frente a la renta variable debido, entre otras razones, al reciente aumento de los rendimientos. Los múltiplos precio-beneficio (PER) de la renta variable estadounidense se mantienen por encima de la estimación de nuestro modelo. El ratio precio-beneficio (PER) a 12 meses del mercado es un 12% superior a nuestra previsión de valor razonable secular de 16 veces. Los “7 magníficos”, los títulos tecnológicos que habían estado dominando la rentabilidad del mercado de renta variable, se debilitaron un poco, pero siguen teniendo un abundante PER a 12 meses vista de 28 veces, lo que representa una prima del 80% respecto al resto del mercado.  No obstante, el resto del mercado ha seguido la evolución de los rendimientos de los bonos (véase la fig. 2).

En comparación con la renta fija, la renta variable en EE.UU. está muy cara. Por primera vez desde 2001, el rendimiento por beneficios a 12 meses de las acciones se sitúa por debajo del tipo de los “Fed funds” y la diferencia entre el rendimiento por beneficios y el rendimiento real de los bonos es inferior al 2%. Esto solo ha ocurrido cuatro veces en los últimos cincuenta años.

Nuestros indicadores técnicos muestran una tendencia de la renta variable al debilitamiento, encabezada por el menor ritmo de crecimiento en Japón y el deterioro en la zona euro. Sin embargo, la estacionalidad sigue siendo favorable para el mercado durante el mes que viene. La tendencia de los bonos también se ha deteriorado. La confianza continúa siendo débil, lo que apunta a una situación de sobreventa en la renta variable de China y de la zona euro. En el ámbito de la renta fija, el crédito “high yield” y los bonos emergentes en divisas fuertes también parecen sobrevendidos.

Tribuna de opinión de Luca Paolini, estratega jefe de Pictet Asset Management.

Descubra las perspectivas macroeconómicas y de asignación de activos de Pictet Asset Management (sólo disponible en inglés).

Se avizora una contienda Biden vs Trump para las elecciones de EE.UU. en 2024: ¿beneficio para los inversores?

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Es probable que los estadounidenses tengan que volver a decidir entre Joe Biden y Donald Trump el año que viene si es que ganan las internas de sus partidos. En caso de que eso suceda, nuevamente las agendas serán muy distintas entonces la discusión estará en las posibilidades de que conseguir mayorías en el Congreso lo que podría generar un beneficio a los inversores.

El actual presidente, Joe Biden, aspira a un segundo mandato y, sin apenas oposición, se perfila como vencedor de la papeleta demócrata, dice un informe de George Brown, economista de Schroders.

Por otro lado, Brown agrega que Donald Trump, se enfrenta a una gran competencia en las primarias republicanas. Pero ha establecido una ventaja de casi 45 puntos sobre su más cercano perseguidor, el gobernador de Florida Ron DeSantis. Así que, aunque nada está garantizado en política, un segundo combate entre Biden y Trump parece casi seguro.

“Independientemente de quién triunfe finalmente, la victoria no significará gran cosa si no logran hacerse con el control del poder legislativo. Los 435 escaños de la Cámara de Representantes se someten a reelección y 34 de los 100 escaños del Senado estarán en disputa. En la actualidad, cada partido controla una cámara por escaso margen. Esto ha dificultado los esfuerzos legislativos de Biden desde principios de año, entre otras cosas porque una minoría de legisladores republicanos ultraconservadores ha podido obstruir el liderazgo de su propio partido”, asegura el experto de la gestora.

Pero suponiendo que Biden o Trump consigan llevarse el Congreso junto con la presidencia, ¿cuáles podrían ser las implicaciones para los mercados?

Biden tiene muchas razones para ser optimista sobre sus posibilidades de reelección, asegura Brown.

“Además de la ventaja que supone su cargo, está supervisando una economía fuerte, un mercado laboral tenso y una inflación en franca desaceleración. Y el reciente conflicto en Israel también podría proporcionarle cierto apoyo, ya que el aumento de las tensiones geopolíticas ha provocado históricamente un efecto de ‘concentración en torno a la bandera’”, explica el experto.

Sin embargo, a pesar de estos factores favorables, el mandatario sigue teniendo bajos índices de aprobación. Su popularidad no sólo está cerca del nivel más bajo de su presidencia hasta ahora, sino que también está por debajo de la de muchos de sus predecesores en esta fase de su primer mandato.

En parte, su impopularidad se debe a que la inmigración ha ido subiendo puestos en la lista de preocupaciones de los votantes. Los cruces de la frontera entre Estados Unidos y México alcanzaron nuevos máximos en septiembre debido al gran aumento de inmigrantes indocumentados procedentes de Venezuela. Además, los votantes tienen reservas sobre la edad de Biden, ya que al final de un posible segundo mandato, tendría 86 años.

Aunque Trump es solo tres años más joven, una encuesta mostró que solo el 1% de los votantes lo consideraba anticuado o anciano, frente al 26% de Biden.

Si es reelegido, Biden podría intentar resucitar su agenda legislativa inicial. Sus propuestas iniciales de Build Back Better en 2021 incluían 3,5 billones (trillions en inglés) de dólares de gasto en programas medioambientales y sociales, más del 10% del PIB. Tras ser recortada a 2,2 billones de dólares por la Cámara de Representantes, se enfrentó a la oposición del senador demócrata centrista Joe Manchin, que corre el riesgo de perder su escaño en las elecciones del próximo año.

Es posible que Biden intente promulgar algunas de las medidas que finalmente se descartaron, pero esto podría alimentar las crecientes preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal, haciendo subir aún más los rendimientos del Tesoro.

“Los inversores también deberían tener cuidado con la posibilidad de que Biden intente subir los tipos máximos de los impuestos de sociedades, sobre la renta y sobre las plusvalías, así como endurecer la regulación en áreas como la banca y la sanidad. Esto podría provocar cierta presión vendedora en algunos sectores de renta variable”, resume Brown.

Por otro lado, Trump puede ser el favorito de las casas de apuestas para ganar las elecciones, pero primero debe asegurarse la nominación republicana. Aunque en las encuestas está muy por delante de sus otros candidatos, ya hay muchos casos en los que se han visto remontadas.

Además, las batallas legales de Trump le mantendrán alejado de la campaña durante las primarias.

Sin embargo, en caso de que Trump tenga éxito en su intento de volver a ocupar la Casa Blanca, es difícil determinar qué intentaría conseguir, dada su reputación de fanfarrón. Según PolitiFact, ha incumplido algo más de la mitad de sus promesas electorales y sólo ha cumplido una cuarta parte. Y de las casi 1.000 declaraciones que se han comprobado, alrededor del 75% resultaron ser, al menos en su mayor parte, falsas, agrega el informe.

En lo que respecta a una segunda presidencia de Trump, la única certeza es la incertidumbre. Por un lado, podría ser condenado por un delito y encarcelado. Esto podría conducir a una larga crisis constitucional e incluso a una insurrección. Además, su política exterior podría aislar aún más a Estados Unidos, sobre todo si opta por reducir las sanciones impuestas a Rusia. En consecuencia, los inversores deberían prepararse para la volatilidad, que podría provocar una huida hacia la seguridad, con un repunte de la deuda pública y del oro, resume Brown.

Una contienda reñida debería beneficiar a los inversores

Es difícil predecir cómo se comportarían las clases de activos bajo una segunda presidencia de Biden o Trump, ya que sólo podemos especular sobre cuáles serían sus políticas.

Pero se puede comparar cómo se comportaron los mercados durante sus respectivos primeros mandatos. Sobre la base de una cartera 60/30/10, Trump había obtenido una rentabilidad total del 35% a estas alturas de su mandato, en línea con otros presidentes primerizos desde principios de la década de 1970. Pero Biden, en comparación, sólo ha obtenido un 8,5% en esta fase de su presidencia. Y esto sería aún más bajo si no fuera por los «Siete Magníficos» de las empresas tecnológicas de alto crecimiento.

Pero los inversores que esperan que una segunda presidencia de Trump aumente la rentabilidad podrían verse decepcionados, dice el experto de Schroders.

“Nuestro análisis muestra que, por lo general, los presidentes que regresan han registrado rentabilidades nominales más bajas en las principales clases de activos, con la excepción de los rendimientos del Tesoro a 10 años”, explicó.

Sin embargo, no todo son malas noticias: la inflación ha sido históricamente más moderada durante los segundos mandatos presidenciales, incluso si se excluyen las elevadas tasas experimentadas durante los gobiernos de Jimmy Carter y Ronald Reagan a finales de los setenta y principios de los ochenta. Además, el PIB ha sido normalmente más alto y el desempleo más bajo en comparación con los primeros mandatos presidenciales.

En cuanto a la situación en el Congreso, de los 34 escaños del Senado que están en juego, los tres que actualmente están en el aire pertenecen a la bancada demócrata. Por tanto, una victoria de Biden podría emparejarle fácilmente con un Senado hostil. Del mismo modo, Trump podría conseguir la presidencia pero perder la estrecha mayoría de 221-212 de los republicanos en la Cámara de Representantes si perdiera el voto popular por tercera vez. Cualquiera de los dos escenarios supondría un bloqueo legislativo para el presidente, lo que echaría por tierra su capacidad para aplicar las políticas partidistas que prometió durante su campaña.

Sin embargo, el estancamiento en el Capitolio debería servir de apoyo a los mercados. Los gobiernos divididos se ven obligados a llegar a compromisos, lo que sirve para moderar las inclinaciones más extremas de cada partido, proporcionando un telón de fondo político más estable para los inversores. De esta manera, aunque todavía pueden ocurrir muchas cosas antes de las elecciones del año que viene, el hecho de que la contienda parezca reñida debería ser una buena noticia para los inversores, concluye el experto.

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“Secar las Leliqs”, el desafío central de Javier Milei para poder controlar la economía argentina

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Pablo González (Flickr), billete argentino de 500 pesos

Con la elección de Javier Milei como presidente de la Argentina, se cierra el capítulo de la campaña electoral que consumió casi todo el 2023, para volver la atención al tan necesario plan de estabilización económica. Los desequilibrios macroeconómicos en Argentina no solo han sido evidentes en los últimos años, sino que se agrandaron en una magnitud considerablemente durante los últimos meses.

El plan integral depende de la consolidación coordinada en tres frentes: el fiscal, el monetario y el cambiario. A nuestro modo de ver, la rápida implementación de cambios radicales resulta imprescindible, aunque el respeto por la secuencia en la resolución de estos problemas también lo es.

La madre de todas las batallas es, sin duda, el frente fiscal. Con una necesidad imperiosa, Argentina debe ir hacia un nivel de, al menos, equilibrio en 2024 y superávit primario en 2025. La ausencia de crédito debería ser el elemento disciplinador de ese objetivo. El principal desafío se vincula en cómo se llega a ese destino final: con recorte del gasto, con mayor presión impositiva o con una combinación de lo anterior. A priori, según lo expresado por el candidato electo, el camino a seguir será la primera opción, algo que es bien recibido por inversores y agentes de la economía.

Pero además el horizonte luce bastante sombrío en el frente monetario. Acá las Leliqs es la “bomba de tiempo” que amenaza la frágil estabilidad actual.

Las Leliqs es la deuda que tiene el Banco Central de la República Argentina (BCRA) con los bancos comerciales. Es el mecanismo por el cual la autoridad monetaria retira la liquidez excedente, evitando presiones inflacionarias adicionales en una economía que ya navega por encima del 140% de inflación anual. La contracara de las Leliqs son los depósitos de los individuos y empresas, que muchas de ellas los utilizan como capital de trabajo.

¿Cuál es el problema de esta deuda?

En primer lugar, el stock actual de la misma. A un tipo de cambio de 900 pesos argentinos por dólar estadounidense, según la cotización del dólar libre en el mercado de capitales al 21 de noviembre, esta deuda llega a los 15.500 millones de dólares (más otros casi 10.000 millones de dólares de pases). Considerando la delicada situación macroeconómica, es un monto más que considerable.

En segundo lugar, si bien esta deuda no se encuentra indexada a ninguna variable particular, como inflación o tipo de cambio oficial, hoy está capitalizando a una tasa efectiva anual de 254,8%, lo que agranda exponencialmente el pasivo futuro en términos nominales.

Finalmente, si esta cantidad de pesos futuros llegará a salir a mercado por falta de renovación se constituiría en una oferta excedente de moneda doméstica imposible de atender con la débil demanda existente verificada en la actualidad. De mínima, esto generaría una aceleración inflacionaria adicional que podría derivar en un camino hiperinflacionario.

¿Cuál es la solución?

No podemos analizar este stock de deuda de manera aislada, ni tampoco la solución debería ir por esa vía. El plan de estabilización deberá cubrir todas las aristas y ángulos mencionados, con una integralidad de los aspectos fiscales, monetarios y regulatorios. Si el plan es exitoso, la demanda de pesos podría recuperarse paulatinamente de la mano de una mayor credibilidad. Allí, el temor sobre el stock de las Leliqs comenzaría a mermar.

Si se busca un camino resolutorio de shock, el peligro es que la mala praxis aumente los riesgos y costos que fueron planteados, alterando aún más la probabilidad de éxito de un plan de estabilización integral.

Las cartas están arriba de la mesa. Es cuestión de jugar las correctas en un escenario de altísima incertidumbre.

 

Columna de Diego Martinez Burzaco, jefe de Estrategia y Country Manager de Inviu Argentina

BTG Pactual impulsa su estrategia de facturas para canalizar la demanda por deuda privada de corto plazo

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José Miguel Correa, Head de Alternativos de BTG Pactual Chile (cedida)
Foto cedidaJosé Miguel Correa, Head de Alternativos de BTG Pactual Chile

El auge de la deuda privada ha tenido a muchas grandes casas de inversión impulsando sus estrategias, pero el resquemor mantiene a los inversionistas buscando cierta liquidez. En ese contexto, la fórmula por la que está apostando BTG Pactual en Chile son las facturas, que están impulsando a través de su fondo Liquidez Alternativa.

Durante la segunda mitad de este año, los inversionistas chilenos han estado volviendo a mirar opciones alternativas locales, en busca de retornos más atractivos, y están más dispuestos a sacrificar algo de liquidez. Esa es la cruza de variables que ha llevado a la firma de matriz brasileña a impulsar esta estrategia, según dice José Miguel Correa, Head de Alternativos de BTG Pactual Chile, en entrevista con Funds Society.

“Para esta parte del ciclo y para el próximo año al menos, creemos que la gente va a estar mirando cosas de duración más corta donde pueda tener algo de liquidez y pueda rentar más que los depósitos a plazo, con productos y estructuras simples”, explica el ejecutivo.

Además de ese mix de duración y liquidez, el vehículo tiene un retorno que se ve atractivo para Correa. “El retorno que te ofrecen las facturas es súper competitivo frente a casi todos los otros tipos de deuda privada que vemos”, comenta.

El fondo

Liquidez Alternativa es una estrategia que invierte en facturas transadas en el mercado OTC, con la posibilidad de rescatar recursos en pocos días. Es el fondo que protagoniza la campaña de marketing que BTG Pactual inició en octubre de este año.

El resultado han sido flujos de entrada sostenidos, llevándolo al borde de los 10.000 millones de pesos chilenos (11,5 millones de dólares) bajo administración, “y con expectativas de crecer bastante más que eso”, comenta Correa.

El profesional destaca que el vehículo es competitivo frente a un instrumento que ha estado quitándole protagonismo a varios fondos de deuda durante el reino de las tasas altas: el depósito a plazo.

Actualmente, estima, el retorno adicional sobre los depósitos es de 400 puntos base anuales. Para el próximo año, espera que ronde los 500 puntos base. “Es de por sí un spread súper interesante para cualquier tipo de deuda privada”, indica.

Mirando hacia delante, el ejecutivo no ve problemas para la estrategia una vez que la situación con la inflación se controle y los bancos centrales del mundo empiecen a relajar la política monetaria. “El retorno de este tipo de fondos va a ir bajando, eso es inevitable, pero el diferencial frente a los depósitos a plazo se va a ir agrandando en el tiempo”, explica.

En el extranjero

Respecto a las inversiones en deuda privada internacional, Correa asegura que se concentra en los mercados desarrollados, primordialmente en Estados Unidos.

La demanda viene en un momento que el ejecutivo de BTG Pactual describe como “perfecto” para invertir en crédito en el extranjero. “Hoy día es un buen minuto para invertir, porque las tasas de retorno a las que uno accede son muy altas y, dado que hay poca liquidez para financiar compañías, los negocios a los que se puede acceder son muy buenos”, indica, agregando que esto es algo “que no se había visto hace muchos años”.

Sobre el gusto por la liquidez, el Head de Alternativos asegura que también está presente en las inversiones internacionales. Mientras que los clientes institucionales están más dispuestos a tolerar la iliquidez, el mundo de los privados –independiente de su nivel de patrimonio– están privilegiando instrumentos más líquidos.

En este contexto, una categoría que ha estado protagonizando los mercados privados globales en los últimos dos años son las estructuras semilíquidas, que operan de forma similar a un fondo mutuo. Según Correa, “todos los grandes gestores están sacando ese tipo de productos”.

A esto se suma que los gestores han estado sacando más de este tipo de estrategias en busca de captar el mercado de wealth management, dado que este segmento de clientes está impulsando el crecimiento de AUM en la industria, señala el ejecutivo.

En respuesta a este auge de semilíquidos, la firma de capitales brasileños ha lanzado dos feeder funds ligados a grandes fondos internacionales de este tipo. El primero, lanzado en enero de 2022 y ligado al capital privado, es el vehículo BTG Pactual Hamilton Lane GPA, mientras que el segundo, lanzado en enero de este año y enfocado en crédito privado, se llama BTG Pactual Private Debt Evergreen.

Las mejores imágenes del primer Investment Summit de Funds Society en Chile

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I Funds Society Investment Summit en Chile, hotel Las Majadas 2023 (cedida)
Foto cedidaI Funds Society Investment Summit en Chile

Al alero de un imponente palacio al estilo francés rodeado de árboles centenarios, actores de la industria de gestión patrimonial se reunieron para celebrar el primer Funds Society Investment Summit en Chile. Los profesionales asistieron a presentaciones de MFS, Thornburg y T. Rowe Price, donde compartieron sus estrategias preferidas en renta fija internacional.

El evento se llevó a cabo el 9 de noviembre en el palacio del hotel Las Majadas, ubicado en la comuna precordillerana de Pirque, en las afueras de Santiago

Allí, rodeados de un parque centenario con miles de árboles, los profesionales –repartidos en tres secciones– conversaron con los portfolio managers a cargo de los fondos y dialogaron sobre el devenir de los mercados, las tasas de interés y la inflación, entre otros.

La velada finalizó por un recorrido por la bodega de la viña Haras de Pirque, una degustación de vino y una cena.

Cómo rentabilizar la llegada de la IA: jornada de Nextep y Pictet

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Foto cedida

Primero fue Silicon Valley y luego llegó Internet. A continuación vino el iPhone y ahora llega la inteligencia artificial, la cuarta fase de la revolución digital.

Todas las fases anteriores fueron muy rentables para quienes supieron situarse en el sitio justo, en el momento adecuado. En cada fase hubo ganadores muy claros y en esta ocasión no será diferente.

Y no afectará sólo al sector tecnológico. Los inversores todavía están a tiempo de tomar posiciones.

La jornada de Nextep y Pictet reflexionará sobre estos temas el día 29 de noviembre a las 19:00 horas, ya se puede reservar plaza en su web.