Japón: ¿qué hay detrás de sus prometedoras perspectivas para 2024?

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Para muchas gestoras internacionales, Japón fue la gran sorpresa de 2023. En opinión de Joel Le Saux, gestor del fondo Eurizon Fund Sustainable Japan Equity en Eurizon Asset Management, el mercado japonés se caracterizó por una inflación sostenida, tipos comparativamente bajos, el yen alcanzando mínimos de 30 años frente al dólar estadounidense y un impulso activista de la Bolsa de Tokio para mejorar la eficiencia del capital de las empresas. 

“Hace apenas un año, pocos habrían pronosticado con confianza que Japón registraría el resurgimiento que está viviendo ahora. Las perspectivas de crecimiento alentadoras y la incipiente presión inflacionista contrastan fuertemente con el estancamiento económico por el que se ha caracterizado Japón durante gran parte de los últimos 30 años”, añade Aadish Kumar, economista internacional de T. Rowe Price.

Sin duda, la inflación fue una de las claves, ya que se mantuvo moderada en comparación con el resto del mundo, en torno al 3%-4%, excluidos los alimentos frescos y la energía. “Las continuas subidas salariales han aumentado las expectativas de una inflación sostenida y de un posible fin de la relajación monetaria por parte del nuevo gobernador del Banco de Japón, el Sr. Ueda. Aunque el banco central sigue firmemente decidido a mantener los tipos bajos hasta que la inflación se sitúe en torno al 2%, el rendimiento del bono a 10 años ha subido hasta el 0,96%, su máximo reciente en octubre, después de que se modificara el control de la curva de rendimientos en junio y octubre”, explica Le Saux.

Además, el yen siguió depreciándose frente a la mayoría de las principales divisas a lo largo del año, impulsado en gran medida por las diferencias de rendimiento con el dólar estadounidense y el euro, que habían entrado en el ciclo de tipos positivos ya en la primavera de 2022.

“El Banco de Japón (BoJ) cambió su marco de control de la curva de rendimiento al convertir el límite superior de 1% en una tasa de referencia, ampliando efectivamente el rango de la curva de rendimiento. En nuestra opinión, este movimiento del BoJ señala que el fin del control de la curva de rendimiento es cuestión de cuándo y no de si se llevará a cabo. Seguimos esperando una sólida recuperación en la demanda interna de Japón, pero mantenemos cautela en torno a la demanda externa como un lastre para la economía”, añaden los expertos de Loomis Sayles, firma afiliada de Natixis IM.

Por último, Le Saux destaca que el impulso de la Bolsa de Tokio (TSE) para mejorar la eficiencia del capital entre las empresas cotizadas y las empresas que cotizan con bajos PBR parece haber acelerado la revisión por parte de las empresas de sus carteras de negocios y, en el caso de algunas empresas ricas en efectivo, ha dado lugar a un aumento de la rentabilidad para los accionistas. 

Según explica Kelly Chia, Equity Research Analyst Asia de Julius Baer, el mercado bursátil japonés ha sido positivo para los inversores en dólares que no han cubierto sus posiciones en diciembre de 2023, ya que el índice local subió un 4,4% en dólares, pero se mantuvo plano en divisa local). Esta subida superó a la del S&P 500, que subió un 3,8% en el mismo periodo

“El yen se ha fortalecido recientemente, pero las acciones japonesas no reaccionaron tan negativamente como se esperaba. Reconocemos que el mercado japonés tiene una fuerte correlación con los mercados occidentales. Una preferencia por los valores de calidad, junto con empresas centradas en el mercado nacional, debería resultar una buena estrategia para los inversores a largo plazo”, añade 

Perspectivas para 2024

Para el economista de T. Rowe Price, desde el punto de vista económico, Japón ha tardado mucho más que otras grandes economías en recuperarse del cierre por el COVID-19. “El crecimiento económico real es sólido y las perspectivas son alentadoras, con expectativas de consenso de que el crecimiento cobre impulso en 2024, hacia el extremo superior de los últimos diez años. Se espera que el crecimiento del PIB nominal siga una tendencia al alza, debido a un aumento de la inflación, tras décadas de crecimiento plano”, señala Kumar. 

Por el contrario, Kumar prevé que el crecimiento en la mayoría de las demás grandes economías en 2024 se sitúe en torno al extremo inferior del intervalo de la última década. “Una diferencia clave entre Japón y otros mercados importantes es que Japón no se enfrenta a un entorno de endurecimiento de las condiciones financieras, debido a su recuperación tras la pandemia más lenta y a unas presiones inflacionistas más débiles. Mientras que otras grandes economías siguen luchando contra una inflación elevada, que ha llevado los tipos de interés a máximos de varias décadas, la política monetaria japonesa se ha mantenido laxa, con los tipos de interés en suspenso. Además, la política fiscal también es favorable: el Gobierno anunció recientemente estímulos en forma de rebajas y reducciones fiscales para las familias, lo que supone un impulso para los consumidores japoneses”, argumenta. 

Es decir, consideran que su resurgimiento se ha visto alentado por la política económica atípica de Japón, que mantiene un sesgo flexible en un momento en que otros grandes mercados luchan contra la subida de los tipos de interés y el temor a la recesión. “Al mismo tiempo, la debilidad de la moneda está impulsando al alza los mercados de renta variable, mientras las autoridades siguen dando prioridad a la reforma del mercado, con el objetivo de hacer de Japón un destino más competitivo y atractivo para la inversión de capital extranjero. Este contexto apunta a unas perspectivas muy positivas para Japón en 2024, con un posible giro hacia una política más restrictiva como principal riesgo para estas perspectivas”, afirma el experto de T. Rowe Price.

Con este contexto de fondo, Eurizon AM se muestra constructivo respecto a las empresas nacionales, seguidas de los actores globales idiosincrásicos. “Las empresas nacionales de servicios se beneficiarán de la resiliencia de las actividades comerciales, respaldadas por una inflación sostenida, y estarán a salvo de las fluctuaciones de las divisas. Las empresas nacionales con poder de fijación de precios también se beneficiarán de la estabilización de la inflación de los costes y de la apreciación del yen, que favorece a los fabricantes nacionales. Aunque las cifras principales de las empresas mundiales se ven afectadas por las fluctuaciones del yen, los fundamentos de los titulares mundiales de PI y las empresas relacionadas con los semiconductores parecen sólidos, independientemente de la posible ralentización económica mundial. Por otra parte, los beneficios de los exportadores se han visto inflados por la debilidad del yen, lo que supone un gran obstáculo para el próximo ejercicio fiscal”, argumenta Le Saux.

Por último, desde Fidelity destacan que Japón tendrá una fuerte influencia en los mercados asiáticos este año. “La renta variable japonesa debería seguir destacando a medida que la economía realice la transición hacia un estado de inflación moderada después de décadas de crecimiento estancado y precios a la baja. Los aumentos salariales tendrán un efecto dominó en el consumo y sostendrán nuevas alzas de los precios. Los hogares japoneses están empezando a mostrar un cambio de mentalidad, desde el ahorro hacia el gasto, y eso tendrá efectos amplios y duraderos”, explican. 

Según el documento de perspectivas de la gestora, las reformas del gobierno corporativo de Japón siguen liberando valor bursátil. “Las empresas están centrándose más en los dividendos y las recompras. El perfil de retribución al accionista del mercado japonés podría mejorar más rápido que el de la mayoría de los mercados desarrollados”, añaden. 

También recuerdan como conclusión que, a medida que las autoridades vayan adquiriendo la certeza de que la inflación moderada de Japón ha alcanzado un nivel perdurable, será cuestión de tiempo que el Banco de Japón avance en el desmantelamiento de su política monetaria ultraexpansiva y deje completamente atrás su control de la curva de rendimientos. “Esta normalización de la política monetaria ayudará a atraer inversores hacia su mercado nacional de renta fija”, concluyen desde Fidelity.

Misión: encontrar el punto óptimo para la renta variable global en 2024

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Una buena parte de nuestras predicciones de 2023 se ha cumplido. Hace un año anticipábamos una desaceleración en el crecimiento de los beneficios empresariales, pero estábamos convencidos de que la economía mundial evitaría la recesión, al permitir el descenso de la inflación reducir la contundencia del endurecimiento de las políticas de los bancos centrales. En nuestra opinión, un escenario así no sería terrible para los activos de mayor riesgo, siempre y cuando los inversores se centraran en empresas de calidad caracterizadas por flujos de caja estables y balances conservadores.

Doce meses después, todavía nos encontramos en una economía de ciclo tardío y muchas de nuestras expectativas aún no se han cumplido plenamente. ¿Por qué? Una razón es la resiliencia del consumidor estadounidense, que durante mucho tiempo ha sido un motor de crecimiento para la economía global. Esto resultó fortuito dados los fuertes contratiempos con los que tuvo que lidiar otra importante fuente de crecimiento: el sector inmobiliario de China, cada vez más endeudado.

El auge del consumo – a pesar del agresivo endurecimiento de las políticas públicas – está en línea con nuestra opinión de que la economía estadounidense es menos sensible a los tipos que en años anteriores. El estado saneado de las finanzas de los consumidores es importante porque rara vez se han producido recesiones sin que la contracción del gasto privado fuera una causa central. Pero no estamos fuera de peligro, sobre todo considerando que el mercado de trabajo está debilitándose.

Si bien los inversores pueden celebrar el fin de las subidas de tipos en Estados Unidos (y probablemente poco después en otras regiones), el optimismo debería moderarse con respecto a las esperanzas de un giro dovish en la política monetaria. En nuestra opinión, es probable que los tipos de referencia sigan siendo restrictivos hasta que los datos económicos confirmen que la inflación mantiene su trayectoria descendente. La prolongación de esta fase tardía del ciclo representa un obstáculo tanto para la economía como para la renta variable. Nosotros, sin embargo, no somos tan pesimistas como algunos de nuestros pares. Aunque muchos indicadores, incluida una curva invertida de los bonos del Tesoro estadounidense, apuntan a una desaceleración, creemos que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) tiene una posibilidad razonable de lograr el elusivo aterrizaje suave, aunque no se puede descartar una recesión superficial.

Es probable que Europa y el Reino Unido coqueteen con un crecimiento negativo en los próximos trimestres, y un shock imprevisto podría hacerlos entrar en recesión. Como se mencionó anteriormente, si China no puede echar mano de la inversión inmobiliaria para estimular el crecimiento, es posible que tenga que conformarse con que el producto interno bruto se expanda a una tasa muy por debajo del rango del 6% al 10% al que se había acostumbrado.

Dado que mucho depende de si las autoridades evitan la recesión, los mercados de valores se encuentran en un estado de fragilidad similar al de la economía mundial. La situación se ve agravada por la estrechez extrema que ha caracterizado a los mercados en 2023. Estados Unidos representa actualmente casi la mitad del índice MSCI All-Country World IndexTM y el sector tecnológico acapara más de una cuarta parte del S&P 500®. Si se incluyen Internet y las plataformas de comercio electrónico no clasificadas como tecnológicas, esta proporción aumenta considerablemente.

Tal concentración en títulos de máximo nivel oculta un estado de ánimo menos optimista que el que implican las ganancias de dos dígitos del S&P 500 en lo que va del año. La cotización de los 7 Magníficos, frecuentemente citados, se ha duplicado en 2023. Mientras tanto, el S&P 500 equiponderado es modestamente positivo. La disparidad se extiende a las valoraciones y las ganancias. Los diez nombres principales del S&P 500 han visto cómo sus múltiplos precio-beneficio (PER), basados en las ganancias de todo el año 2023, se han expandido en un 40%. Los múltiplos de los miembros restantes son más o menos planos. Mientras las expectativas de ganancias para los diez nombres principales se han revisado al alza en un 19% en los demás, nuevamente, son planos. Lo mismo aplica para las previsiones para 2024. A nivel agregado, creemos que los beneficios mundiales de 2024 corren el riesgo de no alcanzar las expectativas actuales.

El ascenso de los 7 Magníficos se ha visto impulsado en parte por la exposición de estas empresas al tema de inversión más candente del año: la inteligencia artificial (IA). Pero otro factor es que exhiben las características de calidad de flujos de efectivo consistentes y un uso juicioso del apalancamiento. En este contexto, una asignación a estas empresas se alinea con nuestra preferencia por mantenernos a la defensiva en lo que probablemente seguirá siendo una economía tibia.

Se puede apreciar el potencial transformador de la IA y al mismo tiempo reconocer que el precio de una acción refleja plenamente su potencial. La naturaleza de la difusión de la tecnología significa que probablemente habrá muchos beneficiarios de la IA fuera de los líderes del mercado de 2023. De manera similar, la calidad no se limita a unas pocas megacapitalizaciones ricas en efectivo. Muchas de las otras 493 empresas del S&P 500 –así como de los índices globales– poseen rasgos defensivos similares.

Consideramos que esta es una de las oportunidades más prometedoras para la renta variable en 2024. Al reconocer que la concentración del mercado –a menudo impulsada por estrategias pasivas ponderadas por capitalización– ha dejado a muchas empresas atractivas con precios incorrectos, los inversores pueden acceder a los mismos temas duraderos y características defensivas que les han resultado útiles en 2023, pero con valoraciones más atractivas. Con nuestra expectativa de que se evitará una recesión profunda, los valores con múltiplos más bajos tienen más probabilidades de repuntar cuando los mercados se repongan del debilitamiento económico en lugar de tirar la toalla en medio de una feroz contracción económica.

Hasta que tengamos una mayor visibilidad sobre la senda de la economía mundial en el futuro inmediato y su impacto en los beneficios empresariales, vemos en las empresas de calidad, a menudo postergadas en las capitalizaciones de mercado de los índices, un equilibrio razonable entre características defensivas y valoración. Aun no pudiendo descartar errores de política monetaria el mayor riesgo, a nuestro juicio, es que los bancos centrales relajen sus posturas antes de la cuenta, desencadenando una segunda ola de inflación. Esto conduciría inevitablemente a otra ronda de políticas restrictivas y, por tanto, a un lastre para el crecimiento.

La naturaleza cíclica de Europa y de los países con una fuerte dependencia de las exportaciones los hace especialmente vulnerables a la ralentización de la economía. Un empeoramiento del contexto geopolítico y el ciclo electoral en Estados Unidos podrían introducir riesgos adicionales. El mundo también está observando cómo China aborda la resaca que ha dejado el excesivo endeudamiento y sus intentos de reactivar el crecimiento.

Por último, los inversores deben comprender cómo incidirá en la renta variable el establecimiento de un nuevo régimen con tipos de interés más altos. Las empresas con modelos de negocio cuestionados ya no pueden confiar en un costo de capital barato para enmascarar su incapacidad para generar efectivo de manera constante. Y las tasas de descuento más altas eliminarán el impulso a los flujos de efectivo futuros que las empresas de crecimiento secular han estado recibiendo.

En este nuevo régimen, un límite a los múltiplos de las empresas en crecimiento podría hacer que el péndulo vuelva a inclinarse hacia las empresas de valor. Esto podría beneficiar a Europa y otras regiones con grandes descuentos, especialmente si un aterrizaje suave permite a los inversores aumentar su exposición a acciones de valor y cíclicas en previsión de una recuperación. Una vez que el ciclo finalmente cambie, el nuevo régimen de tipos significa que los inversores no pueden rotar indiscriminadamente hacia el valor profundo, sino que deben mantener su enfoque en empresas de calidad capaces de superar los umbrales de rentabilidad superior para su capital invertido.

Con todo, los títulos de crecimiento – y de las empresas estadounidenses que dominan esta categoría – no debería ser razones para el desánimo. La economía mundial tendrá un sinfín de usos para la IA, la nube y otros temas seculares duraderos.

 

 

Tribuna de opinión de Matt Peron, director de análisis, Marc Pinto, director de renta variable para las Américas y Lucas Klein, director de renta variable para EMEA y Asia Pacífico, de Janus Henderson Investors. 

Cómo encontrar el punto óptimo para la renta variable global en 2024

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Una buena parte de nuestras predicciones de 2023 se ha cumplido. Hace un año anticipábamos una desaceleración en el crecimiento de los beneficios empresariales, pero estábamos convencidos de que la economía mundial evitaría la recesión, al permitir el descenso de la inflación reducir la contundencia del endurecimiento de las políticas de los bancos centrales. En nuestra opinión, un escenario así no sería terrible para los activos de mayor riesgo, siempre y cuando los inversores se centraran en empresas de calidad caracterizadas por flujos de caja estables y balances conservadores.

Doce meses después, todavía nos encontramos en una economía de ciclo tardío y muchas de nuestras expectativas aún no se han cumplido plenamente. ¿Por qué? Una razón es la resiliencia del consumidor estadounidense, que durante mucho tiempo ha sido un motor de crecimiento para la economía global. Esto resultó fortuito dados los fuertes contratiempos con los que tuvo que lidiar otra importante fuente de crecimiento: el sector inmobiliario de China, cada vez más endeudado.

El auge del consumo – a pesar del agresivo endurecimiento de las políticas públicas – está en línea con nuestra opinión de que la economía estadounidense es menos sensible a los tipos que en años anteriores. El estado saneado de las finanzas de los consumidores es importante porque rara vez se han producido recesiones sin que la contracción del gasto privado fuera una causa central. Pero no estamos fuera de peligro, sobre todo considerando que el mercado de trabajo está debilitándose.

Si bien los inversores pueden celebrar el fin de las subidas de tipos en Estados Unidos (y probablemente poco después en otras regiones), el optimismo debería moderarse con respecto a las esperanzas de un giro dovish en la política monetaria. En nuestra opinión, es probable que los tipos de referencia sigan siendo restrictivos hasta que los datos económicos confirmen que la inflación mantiene su trayectoria descendente. La prolongación de esta fase tardía del ciclo representa un obstáculo tanto para la economía como para la renta variable. Nosotros, sin embargo, no somos tan pesimistas como algunos de nuestros pares. Aunque muchos indicadores, incluida una curva invertida de los bonos del Tesoro estadounidense, apuntan a una desaceleración, creemos que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) tiene una posibilidad razonable de lograr el elusivo aterrizaje suave, aunque no se puede descartar una recesión superficial.

Es probable que Europa y el Reino Unido coqueteen con un crecimiento negativo en los próximos trimestres, y un shock imprevisto podría hacerlos entrar en recesión. Como se mencionó anteriormente, si China no puede echar mano de la inversión inmobiliaria para estimular el crecimiento, es posible que tenga que conformarse con que el producto interno bruto se expanda a una tasa muy por debajo del rango del 6% al 10% al que se había acostumbrado.

Dado que mucho depende de si las autoridades evitan la recesión, los mercados de valores se encuentran en un estado de fragilidad similar al de la economía mundial. La situación se ve agravada por la estrechez extrema que ha caracterizado a los mercados en 2023. Estados Unidos representa actualmente casi la mitad del índice MSCI All-Country World IndexTM y el sector tecnológico acapara más de una cuarta parte del S&P 500®. Si se incluyen Internet y las plataformas de comercio electrónico no clasificadas como tecnológicas, esta proporción aumenta considerablemente.

Tal concentración en títulos de máximo nivel oculta un estado de ánimo menos optimista que el que implican las ganancias de dos dígitos del S&P 500 en lo que va del año. La cotización de los 7 Magníficos, frecuentemente citados, se ha duplicado en 2023. Mientras tanto, el S&P 500 equiponderado es modestamente positivo. La disparidad se extiende a las valoraciones y las ganancias. Los diez nombres principales del S&P 500 han visto cómo sus múltiplos precio-beneficio (PER), basados en las ganancias de todo el año 2023, se han expandido en un 40%. Los múltiplos de los miembros restantes son más o menos planos. Mientras las expectativas de ganancias para los diez nombres principales se han revisado al alza en un 19% en los demás, nuevamente, son planos. Lo mismo aplica para las previsiones para 2024. A nivel agregado, creemos que los beneficios mundiales de 2024 corren el riesgo de no alcanzar las expectativas actuales.

El ascenso de los 7 Magníficos se ha visto impulsado en parte por la exposición de estas empresas al tema de inversión más candente del año: la inteligencia artificial (IA). Pero otro factor es que exhiben las características de calidad de flujos de efectivo consistentes y un uso juicioso del apalancamiento. En este contexto, una asignación a estas empresas se alinea con nuestra preferencia por mantenernos a la defensiva en lo que probablemente seguirá siendo una economía tibia.

Se puede apreciar el potencial transformador de la IA y al mismo tiempo reconocer que el precio de una acción refleja plenamente su potencial. La naturaleza de la difusión de la tecnología significa que probablemente habrá muchos beneficiarios de la IA fuera de los líderes del mercado de 2023. De manera similar, la calidad no se limita a unas pocas megacapitalizaciones ricas en efectivo. Muchas de las otras 493 empresas del S&P 500 –así como de los índices globales– poseen rasgos defensivos similares.

Consideramos que esta es una de las oportunidades más prometedoras para la renta variable en 2024. Al reconocer que la concentración del mercado –a menudo impulsada por estrategias pasivas ponderadas por capitalización– ha dejado a muchas empresas atractivas con precios incorrectos, los inversores pueden acceder a los mismos temas duraderos y características defensivas que les han resultado útiles en 2023, pero con valoraciones más atractivas. Con nuestra expectativa de que se evitará una recesión profunda, los valores con múltiplos más bajos tienen más probabilidades de repuntar cuando los mercados se repongan del debilitamiento económico en lugar de tirar la toalla en medio de una feroz contracción económica.

Hasta que tengamos una mayor visibilidad sobre la senda de la economía mundial en el futuro inmediato y su impacto en los beneficios empresariales, vemos en las empresas de calidad, a menudo postergadas en las capitalizaciones de mercado de los índices, un equilibrio razonable entre características defensivas y valoración. Aun no pudiendo descartar errores de política monetaria el mayor riesgo, a nuestro juicio, es que los bancos centrales relajen sus posturas antes de la cuenta, desencadenando una segunda ola de inflación. Esto conduciría inevitablemente a otra ronda de políticas restrictivas y, por tanto, a un lastre para el crecimiento.

La naturaleza cíclica de Europa y de los países con una fuerte dependencia de las exportaciones los hace especialmente vulnerables a la ralentización de la economía. Un empeoramiento del contexto geopolítico y el ciclo electoral en Estados Unidos podrían introducir riesgos adicionales. El mundo también está observando cómo China aborda la resaca que ha dejado el excesivo endeudamiento y sus intentos de reactivar el crecimiento.

Por último, los inversores deben comprender cómo incidirá en la renta variable el establecimiento de un nuevo régimen con tipos de interés más altos. Las empresas con modelos de negocio cuestionados ya no pueden confiar en un costo de capital barato para enmascarar su incapacidad para generar efectivo de manera constante. Y las tasas de descuento más altas eliminarán el impulso a los flujos de efectivo futuros que las empresas de crecimiento secular han estado recibiendo.

En este nuevo régimen, un límite a los múltiplos de las empresas en crecimiento podría hacer que el péndulo vuelva a inclinarse hacia las empresas de valor. Esto podría beneficiar a Europa y otras regiones con grandes descuentos, especialmente si un aterrizaje suave permite a los inversores aumentar su exposición a acciones de valor y cíclicas en previsión de una recuperación. Una vez que el ciclo finalmente cambie, el nuevo régimen de tipos significa que los inversores no pueden rotar indiscriminadamente hacia el valor profundo, sino que deben mantener su enfoque en empresas de calidad capaces de superar los umbrales de rentabilidad superior para su capital invertido.

Con todo, los títulos de crecimiento – y de las empresas estadounidenses que dominan esta categoría – no debería ser razones para el desánimo. La economía mundial tendrá un sinfín de usos para la IA, la nube y otros temas seculares duraderos.

 

 

Tribuna de opinión de Matt Peron, director de análisis, Marc Pinto, director de renta variable para las Américas y Lucas Klein, director de renta variable para EMEA y Asia Pacífico, de Janus Henderson Investors. 

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Una buena parte de nuestras predicciones de 2023 se ha cumplido. Hace un año anticipábamos una desaceleración en el crecimiento de los beneficios empresariales, pero estábamos convencidos de que la economía mundial evitaría la recesión, al permitir el descenso de la inflación reducir la contundencia del endurecimiento de las políticas de los bancos centrales. En nuestra opinión, un escenario así no sería terrible para los activos de mayor riesgo, siempre y cuando los inversores se centraran en empresas de calidad caracterizadas por flujos de caja estables y balances conservadores.

Doce meses después, todavía nos encontramos en una economía de ciclo tardío y muchas de nuestras expectativas aún no se han cumplido plenamente. ¿Por qué? Una razón es la resiliencia del consumidor estadounidense, que durante mucho tiempo ha sido un motor de crecimiento para la economía global. Esto resultó fortuito dados los fuertes contratiempos con los que tuvo que lidiar otra importante fuente de crecimiento: el sector inmobiliario de China, cada vez más endeudado.

El auge del consumo – a pesar del agresivo endurecimiento de las políticas públicas – está en línea con nuestra opinión de que la economía estadounidense es menos sensible a los tipos que en años anteriores. El estado saneado de las finanzas de los consumidores es importante porque rara vez se han producido recesiones sin que la contracción del gasto privado fuera una causa central. Pero no estamos fuera de peligro, sobre todo considerando que el mercado de trabajo está debilitándose.

Si bien los inversores pueden celebrar el fin de las subidas de tipos en Estados Unidos (y probablemente poco después en otras regiones), el optimismo debería moderarse con respecto a las esperanzas de un giro dovish en la política monetaria. En nuestra opinión, es probable que los tipos de referencia sigan siendo restrictivos hasta que los datos económicos confirmen que la inflación mantiene su trayectoria descendente. La prolongación de esta fase tardía del ciclo representa un obstáculo tanto para la economía como para la renta variable. Nosotros, sin embargo, no somos tan pesimistas como algunos de nuestros pares. Aunque muchos indicadores, incluida una curva invertida de los bonos del Tesoro estadounidense, apuntan a una desaceleración, creemos que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) tiene una posibilidad razonable de lograr el elusivo aterrizaje suave, aunque no se puede descartar una recesión superficial.

Es probable que Europa y el Reino Unido coqueteen con un crecimiento negativo en los próximos trimestres, y un shock imprevisto podría hacerlos entrar en recesión. Como se mencionó anteriormente, si China no puede echar mano de la inversión inmobiliaria para estimular el crecimiento, es posible que tenga que conformarse con que el producto interno bruto se expanda a una tasa muy por debajo del rango del 6% al 10% al que se había acostumbrado.

Dado que mucho depende de si las autoridades evitan la recesión, los mercados de valores se encuentran en un estado de fragilidad similar al de la economía mundial. La situación se ve agravada por la estrechez extrema que ha caracterizado a los mercados en 2023. Estados Unidos representa actualmente casi la mitad del índice MSCI All-Country World IndexTM y el sector tecnológico acapara más de una cuarta parte del S&P 500®. Si se incluyen Internet y las plataformas de comercio electrónico no clasificadas como tecnológicas, esta proporción aumenta considerablemente.

Tal concentración en títulos de máximo nivel oculta un estado de ánimo menos optimista que el que implican las ganancias de dos dígitos del S&P 500 en lo que va del año. La cotización de los 7 Magníficos, frecuentemente citados, se ha duplicado en 2023. Mientras tanto, el S&P 500 equiponderado es modestamente positivo. La disparidad se extiende a las valoraciones y las ganancias. Los diez nombres principales del S&P 500 han visto cómo sus múltiplos precio-beneficio (PER), basados en las ganancias de todo el año 2023, se han expandido en un 40%. Los múltiplos de los miembros restantes son más o menos planos. Mientras las expectativas de ganancias para los diez nombres principales se han revisado al alza en un 19% en los demás, nuevamente, son planos. Lo mismo aplica para las previsiones para 2024. A nivel agregado, creemos que los beneficios mundiales de 2024 corren el riesgo de no alcanzar las expectativas actuales.

El ascenso de los 7 Magníficos se ha visto impulsado en parte por la exposición de estas empresas al tema de inversión más candente del año: la inteligencia artificial (IA). Pero otro factor es que exhiben las características de calidad de flujos de efectivo consistentes y un uso juicioso del apalancamiento. En este contexto, una asignación a estas empresas se alinea con nuestra preferencia por mantenernos a la defensiva en lo que probablemente seguirá siendo una economía tibia.

Se puede apreciar el potencial transformador de la IA y al mismo tiempo reconocer que el precio de una acción refleja plenamente su potencial. La naturaleza de la difusión de la tecnología significa que probablemente habrá muchos beneficiarios de la IA fuera de los líderes del mercado de 2023. De manera similar, la calidad no se limita a unas pocas megacapitalizaciones ricas en efectivo. Muchas de las otras 493 empresas del S&P 500 –así como de los índices globales– poseen rasgos defensivos similares.

Consideramos que esta es una de las oportunidades más prometedoras para la renta variable en 2024. Al reconocer que la concentración del mercado –a menudo impulsada por estrategias pasivas ponderadas por capitalización– ha dejado a muchas empresas atractivas con precios incorrectos, los inversores pueden acceder a los mismos temas duraderos y características defensivas que les han resultado útiles en 2023, pero con valoraciones más atractivas. Con nuestra expectativa de que se evitará una recesión profunda, los valores con múltiplos más bajos tienen más probabilidades de repuntar cuando los mercados se repongan del debilitamiento económico en lugar de tirar la toalla en medio de una feroz contracción económica.

Hasta que tengamos una mayor visibilidad sobre la senda de la economía mundial en el futuro inmediato y su impacto en los beneficios empresariales, vemos en las empresas de calidad, a menudo postergadas en las capitalizaciones de mercado de los índices, un equilibrio razonable entre características defensivas y valoración. Aun no pudiendo descartar errores de política monetaria el mayor riesgo, a nuestro juicio, es que los bancos centrales relajen sus posturas antes de la cuenta, desencadenando una segunda ola de inflación. Esto conduciría inevitablemente a otra ronda de políticas restrictivas y, por tanto, a un lastre para el crecimiento.

La naturaleza cíclica de Europa y de los países con una fuerte dependencia de las exportaciones los hace especialmente vulnerables a la ralentización de la economía. Un empeoramiento del contexto geopolítico y el ciclo electoral en Estados Unidos podrían introducir riesgos adicionales. El mundo también está observando cómo China aborda la resaca que ha dejado el excesivo endeudamiento y sus intentos de reactivar el crecimiento.

Por último, los inversores deben comprender cómo incidirá en la renta variable el establecimiento de un nuevo régimen con tipos de interés más altos. Las empresas con modelos de negocio cuestionados ya no pueden confiar en un costo de capital barato para enmascarar su incapacidad para generar efectivo de manera constante. Y las tasas de descuento más altas eliminarán el impulso a los flujos de efectivo futuros que las empresas de crecimiento secular han estado recibiendo.

En este nuevo régimen, un límite a los múltiplos de las empresas en crecimiento podría hacer que el péndulo vuelva a inclinarse hacia las empresas de valor. Esto podría beneficiar a Europa y otras regiones con grandes descuentos, especialmente si un aterrizaje suave permite a los inversores aumentar su exposición a acciones de valor y cíclicas en previsión de una recuperación. Una vez que el ciclo finalmente cambie, el nuevo régimen de tipos significa que los inversores no pueden rotar indiscriminadamente hacia el valor profundo, sino que deben mantener su enfoque en empresas de calidad capaces de superar los umbrales de rentabilidad superior para su capital invertido.

Con todo, los títulos de crecimiento – y de las empresas estadounidenses que dominan esta categoría – no debería ser razones para el desánimo. La economía mundial tendrá un sinfín de usos para la IA, la nube y otros temas seculares duraderos.

 

 

Tribuna de opinión de Matt Peron, director de análisis, Marc Pinto, director de renta variable para las Américas y Lucas Klein, director de renta variable para EMEA y Asia Pacífico, de Janus Henderson Investors. 

Nordea Asset Management: nuevo desayuno nórdico el 23 de enero

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Nordea Asset Management organiza su próximo desayuno nórdico el día 23 de enero. En él repasarán los aspectos macroeconómicos más importantes y presentarán distintas ideas de inversión para este año.

Se llevará a cabo en el Ohla Eixample Barcelona, C/ Còrsega 289 a las 09:00 horas.

Pueden registrarse aquí.

Para más información, pueden contactar con Nordea AM a través de este correo electrónico: clientservice.iberialatam@nordea.com

Inversión de impacto, la hermana pequeña de la ESG que quiere hacerse mayor

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La inversión de impacto crece de manera exponencial, con activos bajo gestión a nivel mundial que ya superan el billón de dólares. Este híbrido entre filantropía e inversión tradicional busca un impacto social medible en las inversiones y capta la atención de formatos de todo tipo, desde family offices a inversores institucionales. Pero, sobre todo, ha encontrado un aliado especial en las nuevas generaciones que buscan cambiar la sociedad. Ya hay mucho interés canalizado hacia sectores como el medio ambiente, pero aún existe un mundo por explorar en el desarrollo de las finanzas, la educación o el ecosistema marino.

La inversión de impacto empieza a hacerse un hueco en las carteras de los inversores. Este híbrido entre la inversión tradicional y la filantropía ya representaba 1,16 billones de dólares en activos bajo gestión según las cifras publicadas por Global Impact Investing Network (GIIN) en octubre de 2022, después de un crecimiento exponencial en los últimos años. En España, empieza a despegar: en 2021, la inversión de impacto alcanzó los 2.400 millones de euros en activos bajo gestión según los datos publicados por SpainNAB, el Consejo Asesor para la Inversión de Impacto en España. Esta cifra supone un crecimiento del 12% con respecto a 2020.

En realidad hay varios motivos que justifican la inclusión de la inversión de impacto en las carteras, algo que ha provocado este despegue en los activos bajo gestión. John Goldstein, director global de Soluciones de Sostenibilidad e Impacto para Asset & Wealth Management en Goldman Sachs, apunta tres razones. La primera sería el cambio de preferencias en los inversores, al que se sumarían una visión de futuro de la economía, relacionada con las finanzas sostenibles -lo que impulsa el interés de contar con una exposición de la cartera adaptada y diferenciada en este ámbito- y los objetivos sociales y medioambientales declarados por un “subconjunto de clientes, tales como family offices, fundaciones y algunas ONG”.

Paloma Giménez de Córdoba Melgarejo, Investment Vicepresident en Arcano Private Equity & Impact Investing, señala en este sentido que, además de una mayor concienciación “sobre la importancia de abordar los desafíos globales y la necesidad de tomar medidas concretas para lograr un futuro sostenible” , también ha contribuido al despegue de la inversión de impacto el desarrollo de metodologías de medición más sofisticadas -como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODSs), IRIS+ o el Impact Management Project (IMP)-. Asimismo, cita como acicalar un entorno regulatorio favorable, con iniciativas como el Reglamento de Divulgación en Materia de Finanzas Sostenibles (SFDR) de la Unión Europea.

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Criteria WM contrata a Leandro Caresio con el cargo de Private Client Managing Director en Chile

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(Cedida) Leandro Caresio, Private Client Managing Director de Criteria Wealth Management Chile
Foto cedidaLeandro Caresio, Private Client Managing Director de Criteria Wealth Management Chile

Leandro Caresio Pérez, proveniente de la banca empresarial, es la nueva incorporación en la planilla de Criteria Wealth Management Chile. El ejecutivo se integró a la firma de gestión patrimonial, proveniente de Itaú Chile.

Caresio ingresó con el rol de Private Client Managing Director, según informó la compañía a través de un comunicado. Desde esa posición, su objetivo será seguir aumentando la cartera de clientes del segmento de wealth management y desarrollar nuevas oportunidades de negocios en el segmento de empresas.

El ejecutivo reportará a Héctor Navarro, Managing Partner de Criteria Chile, y su incorporación se enmarca en el plan de crecimiento y expansión del Grupo Criteria, que lleva tres años operando su oficina en el país andino.

Caresio tiene más de 35 años de experiencia en la industria financiera local, con una formación relevante en banca empresarial. Antes de llegar a la firma, se desempeñó como gerente del segmento Empresas en Itaú Chile.

Anteriormente, según consigna su perfil profesional de LinkedIn, trabajó como gerente de Productos Corporativos en Bank of America (BofA) –posteriormente adquirido por Itaú Chile–, gerente de Empresas de Bank Boston Chile –que se fusionó con BofA–, gerente comercial de Leasing Sud Americano y subgerente de Grandes Empresas y Corporaciones de Banco Sudamericano.

“La incorporación de Leandro aporta a Criteria un profesional de prestigiosa trayectoria y experiencia, en línea con nuestra visión de sumar talento para continuar consolidando el negocio”, indicó Navarro en la nota de prensa.

El multi family office tiene una presencial regional en América Latina y cuenta con un equipo de más de 100 personas. La firma ofrece acceso a plataformas internacionales como Bank of New York, Pershing, XP, StoneX, Morgan Stanley, UBS, Deustche Bank e Itau, entre otras.

El sector inmobiliario industrial de México se consolida como una opción para los inversores extranjeros

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Wikimedia CommonsNaves industriales en construcción

Algunas de las principales oportunidades para un crecimiento sólido de la industria inmobiliaria en México están en el nearshoring, el turismo y la infraestructura. Se estima que alrededor de 500 empresas se han establecido en el país, impulsando la demanda de espacios industriales a raíz del nearshoring, anuncia un informe de AMEFIBRA, la organización que agrupa a los fideicomisos inmobiliarios de México.

«El mercado inmobiliario continúa siendo una opción sólida y confiable, capaz de resistir las crisis económicas globales pese a los riesgos inherentes a cualquier inversión. En los últimos meses, el boom del nearshoring ha beneficiado a la industria mexicana con la llegada de nuevas empresas, pero también ha hecho más evidentes los desafíos que tiene el país para recibir a los inversionistas, principalmente de infraestructura logística. Uno de los puntos a favor es la estabilidad macroeconómica de nuestro país y los costos arancelarios», añadió la nota.

La Secretaría de Economía informó que la Inversión Extranjera Directa (IED) al cierre del tercer trimestre de 2023 se ubicó en 32.926 millones de dólares, registrando un incremento de 30% frente a los 25.272 millones de dólares alcanzados en el mismo periodo del año pasado. La dependencia destacó que el incremento es resultado de la confianza de los inversionistas extranjeros por el buen ambiente de negocios y la estabilidad económica del país.
“Tenemos una buena mano de obra, pero además la estabilidad macroeconómica, tasas de interés y tipo de cambio estable permiten a los inversionistas evaluar la relocalización de sus áreas de producción a México, lo que da como resultado que haya una demanda de parques industriales y que se tenga que trabajar en el mejoramiento de la red carretera y de telecomunicaciones. Todo esto a fin de brindar grandes beneficios a las empresas extranjeras para que decidan ubicarse en nuestro país», dijeron desde AMEFIBRA.
Durante 2022, la oferta incrementó y cerró el año en 3,98 millones de metros cuadrados, aumentando por más de 290.000 metros cuadrados desde el inicio del año. Aun así, la oferta sigue estando comprimida debido a la fuerte demanda de espacios industriales y a varias condiciones que han creado obstáculos al desarrollo de nuevos proyectos especulativos. Entre estas condiciones se encuentran la escasez de energía, el incremento de precios de tierra y el encarecimiento general de los insumos de construcción y las tasas de interés.
Actualmente las FIBRAs tienen más de 2000 propiedades con más de 35 millones de metros de GLA. Además, se han creado más de 500.000 empleos, 50.000 de forma directa y 450.000 indirectamente.

Los desarrolladores en México están implementando la construcción de edificios sustentables. Por lo que  se tendrán que implementar nuevas tecnologías, logrando a largo plazo ahorros de por lo menos 40% en energía, 20% en agua y 20% en energía embebida en materiales para antes del año 2050.

Pablo Gallego es el nuevo gerente general de Singular Asset Management

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(LinkedIn) Pablo Gallego, gerente general de Singular Asset Management
LinkedInPablo Gallego, gerente general de Singular Asset Management

Singular Asset Management cambió recientemente de mando. El ejecutivo Pablo Gallego fue promovido al cargo de gerente general de la gestora chilena especializada en ETF y alternativos.

La compañía informó al mercado, a través de un hecho esencial a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), sobre el cambio, que deja al ejecutivo que estaba a cargo del área de feeder funds al mando de la operación general de la compañía.

Este nombramiento viene acompañado de la renuncia de su anterior CEO, María José Garrido, citando motivos personales.

La administradora de fondos también anunció el nombramiento de Gallego a su red profesional de LinkedIn. “Estamos convencidos que con su visión, experiencia y liderazgo va a llevar a posicionar muy bien a todo nuestro equipo!!”, señaló la firma en su publicación.

Antes de su promoción, el ejecutivo se desempeñó como portfolio manager de Feeder Funds de Singular AM, cargo que ocupó desde junio de 2023, según consigna su perfil en la red social profesional.

En ese cargo, lideró el área de administración de este tipo de fondos. Eso incluía velar por el “correcto funcionamiento de los fondos” de la gestora, incluyendo su contabilización y la relación con aportantes, managers internacionales y reguladores.

Anteriormente, Gallego se desempeñó como asociado senior de Fund Management de Credicorp Capital Chile, jefe control de Inversiones Nacionales de AFP Habitat y subgerente de Distribución Institucional de Econsult.

El profesional cuenta, además, con un máster en finanzas de la Universidad de Chile y un diplomado en inversiones en activos alternativos de la Universidad de los Andes.

Además de gestionar seis ETF –de distintas clases de activos– y distribuir los vehículos de dos reconocidas gestoras internacionales, Brookfield Asset Management y Oaktree Capital Management, Singular AM también cuenta con tres fondos alternativos propios. Se trata de las estrategias Leaseback I y II y Residential MBS I, que invierte mutuos hipotecarios endosables.

Schroders y CFA Society Uruguay firman un acuerdo de patrocinio

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CC-BY-SA-2.0, FlickrMontevideo, Uruguay

La gestora de fondos Schroders y CFA Society Uruguay han anunciado un acuerdo de patrocinio que fortalecerá la colaboración entre ambas instituciones y fomentará el desarrollo profesional en el ámbito financiero, según indicaron en un comunicado.

«Esta asociación estratégica refleja el compromiso compartido de Schroders y CFA Society Uruguay con la excelencia en la gestión de inversiones y la promoción de los más altos estándares éticos y profesionales en la industria financiera. El acuerdo de patrocinio busca impulsar el intercambio de conocimientos y el desarrollo de habilidades entre los profesionales de la inversión en Uruguay», añade la nota.

Ambas entidades colaborará estrechamente cpara organizar eventos educativos que aborden temas cruciales en la industria financiera: «Estas iniciativas proporcionarán a los miembros de CFA Society Uruguay acceso a conocimientos de vanguardia y oportunidades de desarrollo profesional. Schroders respaldará activamente los eventos organizados por CFA Society Uruguay, fortaleciendo la participación de profesionales del sector y contribuyendo al enriquecimiento de la comunidad financiera local», señalaron.

Ambas partes expresaron su entusiasmo por el potencial transformador de esta colaboración y el impacto positivo que tendrá en la comunidad financiera uruguaya.

Mariano Fiorito, CFA, Country Head de Schroders en Argentina y Uruguay, explicó: “Nos complace anunciar nuestra alianza estratégica con CFA Society Uruguay, una colaboración que fortalece nuestro compromiso con el mercado financiero uruguayo. A través de esta alianza, buscamos promover la ética en los mercados financieros y ofrecer soluciones de inversión de calidad, asesoramiento experto y acceso a nuestro conocimiento global».

«Estamos comprometidos en brindar a los inversores de este mercado las mejores oportunidades y soluciones de inversión, respaldadas por nuestra experiencia y trayectoria global. Esta alianza nos permitirá acercar todo nuestro experiencia a este mercado y seguir construyendo relaciones sólidas basadas en la confianza y el compromiso con nuestros clientes en Uruguay», añadió Fiorito.

Fabian Ibarburu, presidente de CFA Society Uruguay, afirmó que «la colaboración con Schroders es un paso significativo para nosotros. Este acuerdo nos permitirá ofrecer mayores recursos educativos y oportunidades de desarrollo a nuestros miembros. Estamos emocionados de trabajar juntos para fortalecer la comunidad financiera en Uruguay”.

Schroders es una empresa global de gestión de inversiones con 726.100 millones de libras esterlinas (846.100 millones de euros o 923.100 millones de dólares) de activos bajo gestión, al 30 de junio de 2023. La firma tiene una capitalización bursátil de unos 7.000 millones de libras esterlinas y más de 6.100 empleados repartidos en 38 sedes. Fundada en 1804, la familia fundadora sigue siendo uno de los principales accionistas, con aproximadamente el 44% de las acciones de la compañía.

Por su parte, CFA Society Uruguay es una asociación profesional sin fines de lucro establecida en 2018 que forma parte de la red global de CFA Institute. Su misión principal es promover la excelencia y la integridad en la industria financiera local mediante la educación, la ética profesional y el establecimiento de estándares elevados para los profesionales de inversiones. Los miembros de la CFA Society Uruguay se comprometen a seguir los principios éticos y las mejores prácticas en sus actividades, contribuyendo así al desarrollo y fortalecimiento del sector financiero en Uruguay