Amundi, la mayor gestora de activos europea, y Sand Grove Capital Management han anunciado el lanzamiento del fondo Amundi Sand Grove Event Driven Fund, que estará disponible en la plataforma de fondos alternativos UCITS de Amundi. El fondo aplica una estrategia de renta variable “event driven” global con sesgo europeo que busca capitalizar ineficiencias en los precios con ocasión de eventos corporativos como adquisiciones, fusiones, ofertas de canje, reestructuraciones y liquidaciones.
El fondo se apoya en los 22 años de experiencia en inversión event-driven de Simon Davies, fundador y director de inversiones de Sand Grove. También en la plataforma líder de cuentas gestionadas (managed accounts) UCITS de Amundi. Aplica un enfoque diferenciado con un sesgo value y contrarian, enfocándose en situaciones menos seguidas y más complejas. El objetivo es generar alfa con una baja correlación con los mercados de renta variable, aplicando al mismo tiempo un proceso de inversión riguroso y fundamental basado en un marco disciplinado de gestión del riesgo.
La estrategia de inversión del fondo es una combinación de dos sub-estrategias:
1) Arbitraje de fusiones, consistente en operaciones desencadenadas por acontecimientos catalizadores duros, como operaciones de fusión y adquisición formalmente anunciadas y contractuales
2) Situaciones especiales de renta variable, con operaciones desencadenadas por eventos corporativos catalizadores, como escisiones, desinversiones, ventas de activos u otras actividades previas y posteriores a fusiones y adquisiciones.
Según Nathanaël Benzaken, director de Amundi Alternatives, «nuestra trayectoria en la cuidadosa selección de estrategias y gestores relevantes del universo de la inversión alternativa durante los últimos 25 años ha consolidado a Amundi como un socio de confianza tanto para clientes como para gestores de inversión a nivel mundial. Estamos encantados de asociarnos con Sand Grove para ampliar nuestra gama UCITS con el nuevo Amundi Sand Grove Event Driven Fund, con la ambición de llevar su experiencia única en formato UCITS a los inversores a nivel global».
Simon Davies, fundador y CIO de Sand Grove, añadió que el enfoque único de la inversión event- driven «ofrecerá un perfil diferenciado de riesgo-rentabilidad en el mercado UCITS. En Amundi hemos encontrado al socio perfecto para este nuevo y emocionante lanzamiento».
«Esta asociación permitirá al equipo de Sand Grove centrarse en lo que mejor sabemos hacer, al tiempo que nos beneficiamos de la experiencia y la reputación de la gestora líder de activos de Europa. Juntos, tenemos una fuerte convicción en las perspectivas de las fusiones y adquisiciones en Europa. Los niveles de actividad van a repuntar rápidamente con la mejora de los datos macroeconómicos y de los mercados de financiación. Con menos especialistas centrados en la región, las elevadas tasas de retorno actuales están aquí para quedarse», afirmó Davies.
Amundi lleva más de 25 años invirtiendo en alternativos y ha sido líder en la inversión en cuentas gestionadas de hedge funds con una plataforma reconocida de alternativos UCITS de 6.000 millones de dólares en activos bajo gestión.
Los expertos y estrategas esperaban una recesión económica derivada de las constantes subidas de los tipos de interés durante todo 2023. Por ahora, las economías han aguantado, pero todo apunta a que habrá una desaceleración en la recta final del año. Eso sí, la intensidad del frenazo económico aún está en el aire, así como la respuesta de los bancos centrales. Una incertidumbre que marca las estrategias de inversión.
Los expertos de Muzinich&Co reconocen que “a medida que transcurre el año, aumentan los paralelismos con la década de 1970”. Entre ellos, la firma destaca que mientras la actividad económica se ralentiza en Estados Unidos y la inflación se mantiene obstinadamente por encima del objetivo, “la estanflación, al igual que en los años setenta, sigue siendo un riesgo de cara al futuro”.
De esta forma, en la gestora puntualizan que aunque los precios de la energía son un factor clave de la inflación general, también considera que hay factores estructurales que pueden mantener la inflación por encima del objetivo de la Reserva Federal y el BCE en los próximos años. Entre ellos, “parece que el gasto público va a aumentar, sobre todo en materia de Defensa y en transición energética verde”. Además, la desglobalización “está reduciendo la eficiencia de las cadenas de suministro; el cambio climático merma la disponibilidad y fiabilidad de los productos agrícolas; la menor circulación de mano de obra debido al deterioro de la cooperación internacional está presionando al alza los costes, y es probable que un periodo sostenido de tensión en las regiones productoras de petróleo mantenga elevados los precios de la energía”, sentencian en la firma.
Por su parte, Eric Winograd, economista jefe de AllianceBernstein, no tiene tan claro que la inflación vaya a ser excesivamente fuerte. Su escenario base apunta a “una desaceleración gradual y controlable de la economía mundial acompañada de una caída igualmente gradual de la inflación, aunque esperamos que no llegue a los niveles anteriores a la pandemia”. Aunque el experto admite que este escenario no difiere mucho del de hace un año, “no podemos dejar de reconocer los riesgos que rodean nuestras expectativas” y que se resumen en unos tipos de interés elevados y un crecimiento que se ralentizará.
“Si bien los choques pasados se han absorbido cómodamente, los futuros pueden no ser tan fáciles de gestionar”, según Winograd, que ve incertidumbres derivadas de un apretado calendario político mundial, la persistencia de las tensiones geopolíticas y una serie de incógnitas desconocidas en el futuro podrían resultar problemáticas. El experto cree que los inversores “deben ser optimistas y pensar que los próximos trimestres serán razonablemente buenos”, pero también “deben estar atentos a los acontecimientos que podrían cambiar el panorama”.
Martin Wolburg, economista senior en Generali Investments, pone el foco en el ahorro de los particulares a la hora de prever cómo puede evolucionar la economía en los últimos meses de 2023. “Ahora que el exceso de ahorro se ha agotado en su mayor parte, y que las tendencias del crédito al consumo y del empleo se ralentizan, tememos que el coeficiente de ahorro repunte y frene el gasto en el futuro”, asegura el experto que ve como segundo factor a tener en cuenta la política fiscal, “mucho menos predecible” que la evolución del ahorro. En este punto, afirma que a pesar de que la tasa de desempleo se sitúa cerca de mínimos históricos, ha sido sorprendentemente expansiva.
También cita los problemas que acarrearía un cierre de la Administración estadounidense, que “perjudicaría a la economía”. Eso sí, “no mucho, a menos que dure”. En este campo, la mayor preocupación de Wolburg radica que un acuerdo sobre financiación estatal “incluya finalmente una contención del gasto que provoque un cambio en el impulso fiscal”. En este punto, concluye que, la resistencia de Estados Unidos a un endurecimiento de la Fed de 525 puntos básicos es “impresionante”, pero también que la economía estadounidense sigue a punto de ralentizarse, “y no tan suavemente: los indicadores adelantados siguen apuntando hacia un crecimiento cero”.
Para Europa, el experto cree que la zona “flirtea con la recesión, sin bazuca chino” y ve riesgos en la parte energética, en tanto que aunque los precios del gas natural se han normalizado, “aún siguen siendo más de cuatro veces superiores a los de Estados Unidos”. Y, teniendo en cuenta que la producción de los sectores de alto consumo energético se ha desplomado, existe un débil crecimiento de la productividad y falta de innovación, Europa ha llegado a “un prolongado bajo rendimiento económico y no vemos motivos para una mejora repentina”.
Andrew McCaffery, CIO global de Fidelity International, tampoco es muy optimista. “La situación es lo suficientemente incierta como para creer que es mucho más probable que haya recesión que no la haya”, afirma, para concluir que existe una probabilidad del 60% de recesión cíclica, “en la que el desempleo suba hasta una horquilla comprendida entre el 4,4% y el 6,5% en Estados Unidos durante los próximos doce meses”.
Este sería el desenlace de las señales que observa McCaffery, entre ellas la transmisión de la política monetaria restrictiva a la economía real que, con todo, no ha sido tan rápida como los bancos centrales habrían deseado. En última instancia, “creemos que el mecanismo de transmisión se ha retrasado, en lugar de romperse, y la situación podría invertirse rápidamente, sobre todo cuando las empresas comiencen a refinanciar su deuda el próximo año”.
Entretanto, el experto prevé aumentos moderados de los precios durante los próximos seis meses y ponen de relieve la persistencia de las presiones en las cadenas de suministro de sectores como la industria y los servicios de comunicación. “La Reserva Federal no ha resuelto todavía el problema de la inflación”, concluye el experto, que matiza que los bancos centrales han aprendido de sus errores de hace dos años y esta vez no van a subestimar las presiones inflacionistas, “por lo que el mensaje parece claro: los tipos se mantendrán en niveles más elevados durante más tiempo”.
No obstante, considera que es una estrategia arriesgada, especialmente “ahora que se acercan rápidamente los vencimientos de la deuda de las empresas: muchos de nuestros analistas esperan que los gastos por intereses de las empresas que cubren aumenten entre un 15% y un 25%”.
Ignacio Muñoz-Alonso, estratega jefe macroeconómico de Inversis, resalta que la zona euro continúa debilitándose en el segundo trimestre del año, pero esquiva, de momento, la recesión. “Se espera que el PIB se estanque en el tercer trimestre y se mantenga moderado en el cuarto debido al freno del sector servicios y el manufacturero, así como el endurecimiento de las condiciones de crédito”. En cuanto a la inflación, Muñoz-Alonso augura que los precios en Europa siguen una senda de moderación, aunque aún lejos del objetivo del 2% del BCE. “Habría que esperar al tercer trimestre de 2024 para acercarnos a un suelo del 3%. La volatilidad de los precios de la energía y la presión de los salarios seguirán marcando la evolución de la inflación subyacente”, sentencia.
Si persiste la inflación, el estratega considera que los bancos centrales se encontrarán en una “situación difícil durante un tiempo”. Las señales de advertencia de una próxima recesión -especialmente en Europa- están ahí, según Muñoz-Alonso, “pero una inflación obstinadamente alta puede exigir un mayor endurecimiento en los próximos meses y, como mínimo, podría retrasar cualquier relajación de la política monetaria”. Actualmente, el mercado no espera nuevas subidas por parte de la Reserva Federal ni del BCE y está aceptando el mensaje de higher-for-longer, “sin embargo, varios oradores de los Bancos Centrales han subrayado que persisten los riesgos al alza para la inflación, que se han visto amplificados por el conflicto de Oriente Medio y su posible propagación a otros países”.
La renta variable estadounidense bajó en septiembre; el S&P 500 sufrió su mayor caída mensual desde el pasado diciembre y su primer descenso mensual consecutivo en 2023. Históricamente, septiembre ha sido un mes difícil para la renta variable, ya que el S&P 500 ha registrado una caída media del 0,7% en septiembre desde 1945, la peor de todos los meses. Además, el rendimiento ha disminuido en septiembre en cada uno de los últimos cuatro años.
Durante el mes, los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron, ya que los inversores esperan que los tipos de interés elevados de la Reserva Federal puedan durar más de lo previsto inicialmente. El reciente movimiento de los tipos se vio impulsado por unos datos macroeconómicos resistentes, la subida de los precios de la energía y el pinchazo del impulso desinflacionista. Los inversores se encuentran en una situación inusual, en la que pueden obtener mayores rendimientos de la deuda a corto plazo sin necesidad de comprometer sus fondos en inversiones a más largo plazo para lograr mayores ingresos por intereses. Es lo que se conoce como «inversión de la curva de rendimientos».
Las small caps se mantuvieron bajo presión durante todo el mes, continuando su tendencia de rentabilidad inferior a la media del mercado de renta variable más amplio en el año 2023. Seguimos viendo abundantes oportunidades en los valores de pequeña y mediana capitalización, dada la convincente valoración del Russell 2000 Value, que actualmente cotiza a sólo 10-12 veces los beneficios.
La debilidad del mercado continuó en septiembre para el mercado de convertibles, aunque los convertibles siguen superando a la renta variable subyacente en los mercados más débiles. Sin embargo, dado que más del 40% del mercado son ahora alternativas de renta fija, los movimientos de los tipos de interés han pesado sobre las valoraciones. Creemos que este entorno presenta una oportunidad y, en los próximos dos años, prevemos que muchos equivalentes de renta fija se aproximarán a la par, mientras que las nuevas emisiones ofrecerán un perfil de rentabilidad asimétrico más tradicional para los inversores en convertibles.
Las nuevas emisiones de convertibles han repuntado en los dos últimos meses, y hemos visto una mezcla de emisiones que incluía empresas que son nuevas en los convertibles, junto con algunas que vuelven para refinanciar deuda existente. Esta combinación de emisiones es positiva para el mercado de convertibles y, por lo general, se ha producido en condiciones atractivas, con cupones más altos y primas más bajas que muchas de las emisiones existentes. Hemos seguido observando que las empresas recompran convertibles en una operación que aumenta los beneficios y es positiva para el crédito, y esperamos que esta tendencia continúe.
Los resultados de las fusiones y adquisiciones fueron dispares en septiembre, ya que operaciones como las de Activision y Horizon Therapeutics avanzaron hacia su cierre en octubre, mientras que la volatilidad de los tipos de interés y del mercado lastró otras operaciones. En septiembre, la CMA del Reino Unido declaró que la estructura revisada del acuerdo de Microsoft para la adquisición de Activision (ATVI-93,63 $-NASDAQ) por 70.000 millones de dólares, que incluye la venta de los derechos de juego en la nube a Ubisoft, probablemente resuelva sus preocupaciones y podría allanar el camino para la aprobación reglamentaria final restante del acuerdo.
La actividad de fusiones y adquisiciones en el tercer trimestre aumentó un 16% con respecto a los niveles del segundo trimestre, alcanzando los 2.000 millones de dólares en el año, un descenso del 27% en comparación con los niveles de 2022, pero es positivo ver que la actividad tiende a aumentar en los últimos trimestres. Entre las nuevas operaciones de septiembre cabe destacar la adquisición de Hostess Brands por J.M. Smucker por 5.000 millones de dólares, la de Splunk por Cisco por 26.000 millones de dólares, la de WestRock por Smurfit Kappa por 21.000 millones de dólares y la de NextGen Healthcare por Thoma Bravo por 2.000 millones de dólares. Estas operaciones ofrecen nuevas oportunidades para que los arbitrajistas desplieguen el capital obtenido en operaciones cerradas recientemente.
Foto cedidaMark Urquhart, socio de Baillie Gifford.
Al igual que con cualquier inversión, el capital está en riesgo. La rentabilidad histórica no es indicativa de rentabilidades futuras.
La inversión en acciones de crecimiento a largo plazo tiene un objetivo duradero: encontrar empresas que aumenten su rendimiento y su valor a lo largo de muchos años. Baillie Gifford se ha mantenido fiel a ese objetivo durante décadas, pero el perfil de las empresas por las que apuesta ha ido cambiando. Cuando Mark Urquhart se incorporó a Baillie Gifford en 1996 como becario, no existían ni Google, ni el iPod, ni siquiera el Wi-Fi, por no hablar de algunos de los servicios de computación en la nube y aquellos basados en aplicaciones en los que él ha invertido desde entonces. «La llegada de Internet, la conectividad y la idea de que todos llevemos superordenadores en el bolsillo cambiaron por completo el paradigma: todo se podía alterar», reflexiona Urquhart en un reciente episodio de Short Briefings on Long Term Thinking, el podcast de Baillie Gifford. En él, el socio de Baillie Gifford comparte las lecciones fundamentales que ha aprendido a lo largo de los años desde que abandonó el mundo académico por las finanzas.
Primera lección: buscar un crecimiento más rápido
La primera se remonta a sus comienzos en el equipo de Estados Unidos. «Por aquel entonces no teníamos ordenadores de sobremesa», afirma. «Creo que había un terminal con conexión a Internet al final del escritorio y recuerdo que la gente lo miraba con cierto recelo. Para mis compañeros, yo era el colega que podría entender esa tecnología tan novedosa llamada software«.
Al poco tiempo, Urquhart planteó a sus superiores las ventajas de invertir en Microsoft. «La empresa tenía una cuota de mercado del 90 % y no paraba de crecer, ya que todos los ordenadores que se vendían llevaban Windows instalado. Además, sus márgenes de explotación eran enormes y la dirigía un visionario como Bill Gates«.
El equipo de Estados Unidos tenía fama de pensar que las acciones tecnológicas «no eran para ellos», así que Urquhart se sorprendió cuando el socio responsable compró las acciones por recomendación suya. Los buenos rendimientos posteriores ayudaron a consolidar la reputación de Urquhart y le enseñaron una lección: «Que era posible dar con este tipo de empresas que tienen el potencial de crecer muy rápido, con la capacidad de crecer el doble una y otra vez».
Como explica Urquhart, en las décadas siguientes, él y sus compañeros se han vuelto más ambiciosos en cuanto al tipo de crecimiento que buscan. «Una buena empresa de crecimiento sería entonces una compounder de entre el 10 % y el 15 %», afirma. «Una empresa que crece al 15 % durante cinco años es atractiva: su valor se duplicará».
«Sin embargo, el valor de una empresa que crece al 35 % durante cinco años se multiplicará casi por cinco. Esta diferencia entre ambas oportunidades es lo que nos interesa y lo que tratamos de explotar de forma sistemática».
Segunda lección: buscar líderes inconformistas
En 1999, Urquhart se trasladó al equipo de Japón, un cambio que no le entusiasmó debido a la idea errónea de que representaba un cambio a «un mercado atrasado que llevaba 10 años siendo bajista».
Él asegura que «había llegado con la impresión de que las empresas japonesas eran estables y aburridas, y que no iban a cambiar». Sin embargo, las reuniones con los líderes de algunas de las empresas más pequeñas del país le hicieron cambiar de opinión. Entre ellos se encontraba Takao Yasuda, fundador de la cadena de tiendas de descuento Don Quijote. «Su idea era que ir de compras debía ser un caos, una locura», afirma Urquhart. «Desde el punto de vista occidental, eso no tenía ningún sentido; nosotros preferíamos ir a Marks and Spencer’s y usar ropa interior reglamentada. Pero, en realidad, el concepto de ir de compras como forma de entretenimiento era brillante, y a los japoneses les encantaba».
Su inclinación por los directores ejecutivos que combinan una visión del mundo poco habitual y la capacidad de ofrecer el rendimiento operativo necesario para alcanzar sus ambiciones influyó posteriormente en sus inversiones en Amazon, Tesla y otras empresas dirigidas por emprendedores.
«Buscamos personas especiales: inconformistas, extravagantes, gente que se arriesgue y haga las cosas de otra forma, que tenga una perspectiva diferente del mundo», afirma Urquhart. «Así que, en mi opinión, existe una gran conexión entre las start-up japonesas y los Elon Musk del mundo«.
Tercera lección: reconocer que incluso los más innovadores pueden verse afectados
A lo largo de los años, Urquhart ha observado un tema recurrente: las cosas pueden cambiar de forma inesperada llevando incluso a las empresas más innovadoras a venirse abajo. El señala cómo Kodak, una de las inversiones históricas de Baillie Gifford, pasó de ser una de las mayores empresas del mundo a declararse en quiebra en 2012. La empresa había popularizado la fotografía y hecho posible el cine. Sin embargo, no fue capaz de capitalizar su propio trabajo como pionera en cámaras digitales, lo que provocó que otros le arrebataran el negocio. «Es el clásico dilema del innovador: a veces, los líderes establecidos no aprovechan una oportunidad ya que tienen unos ingresos muy elevados que proteger«, explica Urquhart.
Añade que a Nintendo le ocurrió algo similar después de que Apple lanzara su App Store en 2008. Este movimiento creó un gran mercado de juegos para descargar que redujo las ventas de los juegos en cartucho más caros de Nintendo. «Conseguimos deshacernos de sus acciones en muy poco tiempo», afirma Urquhart. «Cuando se trata de este tipo de empresas que tienen cierta estabilidad, a veces hay que tener la mente abierta, ya que puede ocurrir algo inesperado que altere por completo su modelo de negocio».
Cuarta lección: ser adaptable y buscar empresas que también lo sean
Según sus cálculos, Urquhart ha atravesado 10 crisis financieras a lo largo de su carrera, desde la desaceleración asiática de 1997 hasta las actuales consecuencias de la guerra de Ucrania y el repunte de la inflación. «A menudo, la renta variable se lleva la peor parte porque es líquida», reflexiona.
Urquhart añade que «como inversor a largo plazo, no hay que dejarse llevar por el pánico y es preciso comprobar si las inversiones siguen cumpliendo sus objetivos operativos. Pero eso no implica ignorar los acontecimientos que cambian las reglas del juego».
El reconoce que «hay momentos en los que lo macroeconómico sí invade lo microeconómico, cuando algunos modelos de negocio se ven gravemente alterados». En los últimos meses, tanto él como otros gestores de inversiones han vendido algunos valores ya que las subidas de los tipos de interés y el aumento del coste de la vida habían reducido sus perspectivas de crecimiento. Pero hay muchos otros en los que sí confía debido a su capacidad para cambiar de tendencia.
«Yo mencionaría una empresa como Netflix, que sufrió una gran caída en el precio de sus acciones, pero que ahora ha resurgido, tiene un balance mucho más sólido en su sector y está haciendo cosas interesantes en lo que a los flujos de ingresos se refiere», comenta haciendo referencia a los nuevos planes de streaming de televisión con publicidad y a las tarifas por uso compartido de cuentas. «Es fundamental que las empresas se adapten».
La observación también se aplica a Baillie Gifford. Esto no quiere decir que la empresa vaya a dejar de invertir en crecimiento a largo plazo. Pero, como explica Urquhart, siempre estamos en busca de nuevas fuentes de crecimiento y desconfiamos de la complacencia.
«El secreto de la inversión —concluye— es defender tus ideas con firmeza, pero de forma prudente».
Aunque las inversiones pasivas han crecido rápidamente en los últimos años, pensamos que optar por la gestión activa a la hora de invertir en renta fija ofrece ventajas cruciales. Esto es especialmente así en el clima actual, pues la incertidumbre en torno al rumbo futuro de los tipos de interés y de la inflación continúa alimentando la volatilidad en toda la clase de activos. Pero, ¿cómo las gestoras activas de renta fija pueden añadir valor?
Pensamos que el análisis fundamental de crédito es un importante motor de rentabilidad relativa, ya que este proceso es la única manera en que un inversor puede comprender en profundidad el modelo de negocio y la situación financiera de una compañía. Con uno de los mayores equipos de analistas de crédito en toda Europa, creemos que M&G está particularmente bien situada para identificar aquellas compañías y sectores con mayores posibilidades de aportar rentabilidad en distintos escenarios económicos, incluido un bajón económico prolongado.
En el marco de su evaluación, nuestros analistas de crédito consideran todos los factores capaces de afectar a la rentabilidad financiera de una compañía, cubriendo áreas como el riesgo de negocio (administración, posición de mercado y estrategia de producto, por ejemplo), riesgo financiero (flujos de caja, endeudamiento y márgenes de beneficio, entre otros aspectos), estructura de deuda y cláusulas de protección del bonista. Además, nuestros analistas evalúan de manera detallada factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG).
Las gestoras activas también suelen beneficiarse de una mayor flexibilidad, que les brinda libertad para ajustar el posicionamiento de sus carteras en base al entorno económico. Su capacidad de alterar la exposición a sectores y compañías individuales, de beneficiarse de una cuidadosa selección de valores de tipo bottom-up y de posicionar carteras para tratar de minimizar el impacto de tipos de interés al alza les aporta herramientas cruciales para sacar partido a oportunidades de inversión, algo que los fondos de gestión pasiva no pueden emular.
Las gestoras activas cuentan con la flexibilidad necesaria para capturar el amplio abanico de oportunidades de valor relativo que suelen existir entre mercados de renta fija. Una de las maneras en que tratamos de hacerlo es comparar distintos bonos de un mismo emisor (por ejemplo los emitidos en distintas divisas o vencimientos) a fin de aprovechar las anomalías de precio que surgen a menudo durante periodos de volatilidad de mercado. En otros casos somos capaces de identificar situaciones en que empresas similares (por ejemplo en un mismo sector y con medidas de crédito parecidas) cotizan en distintas valoraciones, o en las que los diferenciales que ofrecen los bonos corporativos difieren de los disponibles a través del mercado de derivados de crédito (CDS).
Las gestoras activas también están bien situadas para sacar partido a la TIR adicional que suelen ofrecer los emisores en el mercado primario respecto a su deuda existente. Creemos que esta es un área en la que los enfoques activos pueden añadir valor frente a los pasivos.
Los fondos de renta fija con enfoques pasivos han experimentado un crecimiento firme en los últimos años, pero vemos varias razones por las que un enfoque pasivo no siempre es adecuado para invertir en deuda. A continuación, detallamos algunas de las deficiencias de la gestión pasiva de renta fija.
En primer lugar, mientras que un fondo indexado de renta variable suele estar inclinado hacia las empresas más grandes y (en principio) más rentables, un índice de deuda brinda exposición a los gobiernos o compañías más endeudados: «pecadores», en lugar de «ganadores». Por ejemplo, los mayores integrantes de un índice típico de crédito suelen ser los que tienen el mayor saldo vivo de deuda, no precisamente el tipo de emisor al que los inversores desearían estar expuestos.
Otra noción errónea habitual es que los índices de deuda corporativa, por definición, están bien diversificados. En realidad, su diversificación es baja. El ICE BofAML Global High Yield, por ejemplo, tiene una exposición de en torno al 80% a activos denominados en dólares, con lo que su evolución depende en gran medida de la economía estadounidense y está muy expuesto a los precios del petróleo. Por su parte, el índice ICE BofAML European Investment Grade Credit tiene una exposición cercana al 40% al sector financiero. Esto pone de relieve por qué los inversores deben analizar cuidadosamente los activos subyacentes, para asegurarse de que obtienen una exposición suficientemente diversificada y alineada con su apetito de riesgo.
La reciente volatilidad del mercado ha vuelto a poner de relieve los trastornos que pueden surgir entre los precios de los fondos cotizados (ETF) de renta fija y sus valores liquidativos subyacentes. Durante periodos de fuerte retroceso de los mercados, algunos ETF han quedado rezagados frente a sus índices subyacentes debido a que el mercado es incapaz de absorber grandes cantidades de venta de valores. En tales episodios, los precios de los ETF han llegado a caer por debajo de su valor liquidativo. A diferencia de los enfoques activos, además, los fondos pasivos están plenamente invertidos y no pueden tener en cartera efectivo y otros instrumentos líquidos como colchón protector frente a caídas del mercado.
Las gestoras activas son capaces, en mayor o menor medida, de ajustar su posicionamiento de cartera en función del panorama macroeconómico y en base a su análisis de las valoraciones. Por ejemplo, pueden optar por reducir la duración de sus carteras para reducir el riesgo de subidas de los tipos de interés, o bien rotar hacia créditos de mayor calidad cuando les preocupa el entorno económico. Las estrategias pasivas de renta fija no pueden ajustar su exposición de esta manera, presentan una falta de flexibilidad: se limitan a reproducir el riesgo de tipos de interés y de crédito de un índice de renta fija específico.
Como mencionábamos, la volatilidad ha creado una dispersión significativa de los diferenciales en los mercados de deuda corporativa. Este tipo de entornos pueden ofrecer a las gestoras activas abundantes oportunidades para capturar valor, que los vehículos pasivos sencillamente no pueden explotar. De manera similar, las gestoras pasivas no suelen contar con la flexibilidad necesaria para vender una posición, por ejemplo ante un deterioro de su perfil de crédito, o simplemente por motivos de valoración.
Tribuna de opinión de Jim Leaviss, director de renta fija cotizada de M&G Investments.
Este año ha sido testigo de una inusual incertidumbre en los mercados financieros, marcada por la volatilidad de los tipos de interés de los bancos centrales, las preocupaciones sobre una posible recesión y los debates sobre recortes de tasas. En medio de este escenario, los fondos del mercado monetario se han convertido en un tema candente de discusión, señalan desde BNP Paribas AM.
En un reciente pódcast de la serie Talking Heads, Thibault Malin, Investment Specialist, analiza las perspectivas de esta clase de activos y destaca que, incluso aunque los tipos de interés vuelvan a bajar en algún punto de 2024, los gestores tienen la capacidad de adaptar sus estrategias de inversión para ofrecer rendimientos en momentos de inestabilidad en otras clases de activos.
Los fondos del mercado monetario son productos financieros a corto plazo que tradicionalmente han estado altamente correlacionados con las fluctuaciones de los tipos de interés. “Sin embargo, sus duraciones de tipos y crédito se gestionan activamente, lo que significa que, sea cual sea el entorno económico y de tipos, los gestores de carteras tienen formas de añadir valor frente a sus índices de referencia”, explica Malin.
“Este es un punto fuerte de los fondos del mercado monetario. Si nos fijamos en periodos como los de 2014 a 2016, cuando el Banco Central Europeo tuvo que recortar sus tipos por debajo de cero, los fondos del mercado monetario fueron capaces de responder a ello mediante una gestión activa de sus duraciones de tipos y de crédito”, añade.
Con el aumento de los tipos de interés, estos fondos han respondido de manera efectiva. La preocupación es sin embargo qué sucederá si los tipos de interés comienzan a bajar. Según Malin, no se esperan recortes en los próximos meses, sino como pronto en 2024, en cuyo caso desde BNP Paribas AM están preparados para realizar los ajustes necesarios de las estrategias de inversión.
El impacto de la regulación
Otro aspecto importante a considerar es la normativa que afecta a los fondos del mercado monetario. La regulación actual se implementó en 2019, con una revisión programada para 2022 que se retrasó hasta este año por los conflictos geopolíticos a los que tuvo que hacer frente Europa. En su informe de 2023, la Comisión Europea considera sin embargo que pese a todos los desafíos, la liquidez de estos fondos es suficiente para cumplir con sus requisitos.
“Con el difícil entorno que hemos tenido en los últimos cuatro años -la prueba de resistencia en la vida real que fue la COVID, la crisis de liquidez de marzo de 2020, el cambio de paradigma de los tipos de interés oficiales en el euro, la libra esterlina y el dólar, y la tensión crediticia de 2023 tras la crisis de los bancos regionales estadounidenses-, los reguladores tenían muchos indicadores que analizar”, señala Malin.
Aunque es posible que se añadan más indicadores cuando finalice la actual presidencia de la Comisión, a finales de 2024, “por ahora, parece que los reguladores y los gestores de activos están de acuerdo en que los fondos del mercado monetario son extremadamente resistentes”·.
¿Los recortes de tipos traerán reembolsos?
Una cuestión relevante es si los inversores retirarán sus inversiones en fondos del mercado monetario cuando los bancos centrales comiencen a reducir las tasas de interés. Malin señala al respecto que, si bien ha habido suscripciones al entrar en el nuevo entorno de tipos positivos a finales de 2022, de enero a agosto de este año ha habido entradas de unos 70.000 millones de euros, lo que “no es una cifra tan elevada si se tiene en cuenta que se trata de un mercado de más de 1,6 billones de euros“.
“Muchos tipos de clientes, como compañías de seguros y gestores de activos, han suscrito fondos del mercado monetario por distintas razones. Los han encontrado atractivos en una situación en la que tenemos una curva de rendimientos invertida, lo que hace que sea potencialmente mejor invertir a corto plazo”, explica, pero estos inversores “han empezado a rescatar fondos del mercado monetario en las últimas semanas para volver a invertir en activos a medio o largo plazo a medida que nos acercamos al final de este ciclo de subidas”.
A pesar de esto, Malin subraya que incluso si vuelven a bajar los tipos de interés, es poco probable que se vuelva al entorno de principios de 2022, lo que significa que estos fondos siguen siendo “atractivos en términos de rentabilidad potencial, incluso en comparación con otros productos a medio o largo plazo, y para todo tipo de clientes, independientemente de los cambios en las tasas de interés”.
En resumen, los fondos del mercado monetario se enfrentan a desafíos en un entorno económico incierto y en constante cambio. Sin embargo, su capacidad de adaptación, su resiliencia ante la regulación y su atractivo en términos de rentabilidad los mantienen como una opción viable para los inversores en un panorama financiero en constante evolución.
Fondos VNAV a corto plazo
Entre las estrategias de la gestora de este tipo de activos se cuentan tres fondos en euros a corto plazo. El BNP Paribas Insticash EUR 1D, que busca lograr un rendimiento en línea con los tipos vigentes en el mercado monetario al mismo tiempo que apunta a preservar el capital consistente con dichos tipos y a mantener un alto grado de liquidez. Se trata de un fondo VNAV con un patrimonio de 17.200 millones de euros, un rating AAAm y su horizonte de inversión es de 1 día. El fondo opera y liquida mismo día.
A su vez, el BNP Paribas Insticash EUR 3M busca lograr el mejor rendimiento posible en línea con los tipos vigentes en el mercado monetario durante un período de 3 meses. También es un producto a corto plazo Standard VNAV, con un rating medio de A- a largo plazo y horizonte de inversión de 3 meses. Al igual que el anterior, opera y liquida el mismo día, y cuenta con un patrimonio de 4.800 millones de euros.
Finalmente, el BNP Paribas EURO Money Market está diseñado para obtener un rendimiento altamente correlacionado con el tipo €STR, invirtiendo en instrumentos monetarios a corto plazo. El fondo Standard VNAV cuenta con un patrimonio de 1.400 millones de euros, un rating medio de A- a largo plazo y su horizonte de inversión es de 3 meses. A diferencia de los dos anteriores, liquida en tres días (D+3).
Puede escuchar el pódcast original en inglés en este enlace.
Mauricio Dorfzaun Rotchschild se ha unido a la oficina internacional de New York de UBS.
El banquero llega procedente de J.P. Morgan Private Bank donde trabajó durante más de 12 años tanto en New York como Miami.
Anteriormente, entre 2006 y 2011, trabajó en UBS Investment Bank (Foreign Exchange Sales & Trading) y Private Bank cubriendo la región andina.
Tiene un MBA por la Universidad de Duke (Fuqua School of Business) y una licenciatura en Economía y Finanzas por la Universidad de Bentley, dice su perfil de LinkedIn.
Trabajará en la oficina de Avenida de las Américas 1285, publicó en LinkedIn Michael Sarlanis, Managing Director de la oficina internacional de New York.
LinkedInPriscilla Camargo, socia y especialista en asesoría de inversiones privada de AW Capital Investimentos
La firma brasileña AW Capital Investimentos, que forma parte de la red de firmas de asesores de inversiones de BTG Pactual, incorporó a Priscilla Camargo Figueiredo, con más de dos décadas de experiencia en la industria.
La ejecutiva anunció recientemente a su red profesional de LinkedIn que se incorpora a la firma de asesoría de inversiones como socia y especialista en inversiones privadas.
Antes del cambio, Camargo pasó cerca de dos años y medio en Messem Investimentos, otra firma de asesores de inversiones, que opera a través de XP. Ahí, trabajó como asesora de inversiones. Esto tras un breve paso de un mes por XP Inc como banquera, según consigna su perfil profesional.
Anteriormente, la ejecutiva tuvo un extenso paseo por grandes firmas financieras presentes en Brasil. Se desempeñó como gerente de relacionamiento en Banco Safra y también en HSBC. Además, fue gerente general de grupo en Banco Santander y gerente de prospección en Unibanco, donde ingresó a fines del año 2000.
Con todo, Camargo lleva 23 años trabajando en el área de gestión de carteras para personas del segmento de alto patrimonio.
La industria de fondos brasileña registró entradas por valor de 38.000 millones de reales* en el tercer trimestre de 2023, pero continúa presentando salidas netas en el año (-1,13% con relación a los activos bajo gestión), manteniendo salidas en la mayoría de los meses desde mayo de 2022, según el informe del tercer trimestre del año publicado por Fitch Ratings.
Los mayores rescates se produjeron en fondos multimercado (57.000 millones de reales y -3,51%) y en acciones (39.00 millones de reales y -7,55%), debido al aumento de la aversión al riesgo relacionado con las incertidumbres económicas y políticas.
Sin embargo, los fondos de renta fija también registraron salidas (37.000 millones de reales y -1,32%), con mayor demanda para depósitos a plazo e inversiones libres de impuestos, como cartas de crédito.
Por el lado de las entradas, los fondos de capital privado (40.000 millones de reales y +6,61%) fueron los más destacados en el período, alcanzando una participación de mercado del 8,80% en septiembre de 2023 (8,19% en 2022) ante las buenas oportunidades en los mercados de capitales brasileños.
A pesar de la reducción desde agosto, los altos tipos de interés siguen generando buenas ganancias en comparación con los riesgos asumidos. La mayoría de las subclases de renta fija presentaron rentabilidades superiores al 9%, con destaque para el crédito, mientras que los multimercados quedaron por debajo, especialmente los macros, perjudicados por las posiciones en tipos de interés.
Los fondos de renta variable se mantuvieron positivos, a pesar de la volatilidad y las pérdidas del tercer trimestre, con rentabilidades cercanas al 6%, excepto los fondos de rentabilidad total, con una media del 10,42%.
*Actualmente, a 18 de octubre de 2023, el real brasileño cotiza a 0,20 dólares
Se espera que la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) tenga un impacto transformador en las empresas, según las opiniones de los ejecutivos estadounidenses encuestados por KPMG quienes la consideran como la principal tecnología emergente en el
próximo año y medio.
Casi la totalidad de los encuestados (97%) afirmó que sus organizaciones se verán muy afectadas o extremadamente afectadas en los próximos 12 a 18 meses. El estudio fue realizado abarcó a 200 líderes ejecutivos de empresas de los EE. UU. Entre otros resultados a destacar, el 80 % cree que la IAG revolucionará su industria y un 93 % piensa que aportará valor a
sus empresas.
Esta encuesta confirma lo que escucho de los directores ejecutivos: las organizaciones que ya están experimentando con la IAG son aún más optimistas acerca de cómo cambiará, de manera monumental, la forma en que se administran las empresas", afirmó Atif Zaim, Director General Nacional de Advisory, KPMG LLP. "La capacidad de analizar rápidamente los datos de toda su organización les dará a los ejecutivos la capacidad de moverse realmente con la agilidad que es crítica en el volátil entorno empresarial actual”, agregó.
Los que ya disponen de herramientas y soluciones de IAG (35 %) muestran un mayor optimismo en torno al impacto de esta tecnología. Son más propensos a decir que:
. Habrá un impacto extremo en su organización en los próximos 12 a 18 meses.
. La IAG provocará un cambio disruptivo en su industria.
. Están totalmente de acuerdo en que aportará un valor significativo a su negocio.
. Creen estar más preparados para gestionar los posibles desarrollos y requisitos
regulatorios a medida que ocurren y tienen más probabilidades que otros de tener un
programa de gobierno de IAG maduro.
“La IAG permitirá la transformación del negocio mucho más allá de la función de TI”, dijo Steve Chase, Líder de Consultoría en EE.UU., KPMG LLP.
“Estos hallazgos subrayan que las organizaciones pioneras que implementaron rápidamente la IAG ya están obteniendo un valor
comercial significativo y anticipan oportunidades adicionales en las funciones de front, middle y back office”, añadió el experto.
Incertidumbre y regulación
Los encuestados dicen que la incertidumbre sobre las regulaciones es la principal barrera para implementar la IAG pero que esto no significa una desaceleración en la adopción de esta tecnología para la mayoría de las empresas. Aunque aproximadamente la mitad de las empresas se sienten muy preparadas para lidiar con los requisitos regulatorios de la IAG, el 77 % de los consultados sostuvo que el panorama regulatorio es incierto y que está en constante cambio afectando significativamente sus decisiones de inversión en IAG.
Sin embargo, aproximadamente un tercio (35 %) dijo que no suspenderá la adopción de esta tecnología, y el 41 % realizará una
breve interrupción de entre 3 y 6 meses para monitorear la evolución del panorama regulatorio. Los líderes empresariales también anticipan que la mayoría de las regulaciones se referirán a la privacidad de los datos (51 %), la seguridad (46 %) y la transparencia (44 %), mientras que se prevé menos control en torno a los derechos de autor (25 %) y el sesgo (24 %).
“La adopción de IAG está avanzando rápidamente y las organizaciones están descubriendo cómo cumplir con la normativa. Los ejecutivos deben proceder con prudencia a medida que se construye e implementa la regulación en torno a la IAG”, dijo Emily Frolick, Trusted Imperative Leader, KPMG LLP.
La inversión aumentará significativamente
Una gran mayoría (83 %) anticipa un aumento en la inversión en IAG de más del 50 % en los próximos seis meses a un año, y el 45 % dice que al menos se duplicará. Muchos utilizarán esta mayor inversión para priorizar la infraestructura y ampliar el negocio a través de esta tecnología. La oportunidad de mejorar los modelos de negocios existentes y la demanda del liderazgo son los dos
motores que dirigen el aumento previsto del gasto.
Si bien las inversiones se realizarán en áreas funcionales en todos los ámbitos, el marketing y las ventas son las áreas de interés más comunes para los encuestados. Tres de cada cuatro encuestados dijeron que es probable que inviertan más en esta función.
Según Kevin Bogle, Deal Advisory & Strategy Leader de KPMG para TMT, “estos hallazgos demuestran un claro compromiso entre las empresas para capitalizar las oportunidades que presenta la IAG. Al priorizar la inversión en infraestructura y centrarse en aprovechar la IAG para marketing y ventas, las organizaciones se están posicionando para mejorar sus modelos de
negocios, cumplir con las expectativas de los clientes y mantenerse a la vanguardia en el panorama competitivo actual”.
Ventaja para la fuerza laboral
El 81 % de las respuestas afirmó que la IAG tendrá un impacto positivo en su fuerza laboral y en la productividad, y aquellos que ya la implementaron manifestaron un impacto extremadamente positivo.
Prácticamente todos los líderes empresariales (97 %) están de acuerdo en que la IAG contribuirá a que los empleados de sus organizaciones sean más reflexivos y creativos al liberarlos de los procesos manuales. Además, casi ocho de cada diez líderes consideran que los aumentos de productividad obtenidos gracias a la IAG serán positivo en la reducción del estrés de los
empleados.
Por lo tanto, no sorprende que se espere que esta tecnología contribuya a llevar a cabo iniciativas laborales tales como mayor desarrollo profesional, reducción de horas extra y mejoras en el crecimiento personal.
A medida que el público se familiariza con la IAG, las inquietudes respecto de su impacto negativo en la fuerza laboral han disminuido desde la encuesta realizada por KPMG en marzo. Específicamente con relación a la seguridad laboral (de 47% en marzo 2023 al 20 % de ahora) así como con el desarrollo profesional (de 41% en marzo 2023 al 26 %).
La mayoría de los ejecutivos (53 %) sigue creyendo que la IAG tendrá un impacto positivo en la ampliación del número de empleados. Mencionaron son prioritarias las contrataciones de especialistas en IAG; y también esperan una mayor demanda de científicos de datos, desarrolladores y nuevos roles de alta dirección centrados en la IAG. Además, aproximadamente la
mitad de las organizaciones están mejorando las habilidades de su nómina actual en un esfuerzo por adaptarse a la IAG.
“La IAG puede desbloquear lo humano. Puede ayudar a las organizaciones a analizar los procesos, buscar cómo hacer el trabajo de manera más eficiente, ayudar a la transición en la forma en que trabajan los recursos humanos y volver a capacitar a las personas”, dijo Felicia Lyon, Directora, Human Capital Advisory, KPMG LLP
Administración de riesgos
La amplia mayoría (77 %) afirmó que confía en su capacidad para mitigar los riesgos asociados con la IAG, mientras que los que ya la han implantado confían aún más (80 %). Sin embargo, para generar y mantener la confianza de las partes interesadas, la priorización de la administración eficaz de riesgos ha aumentado en todos los ámbitos desde la encuesta de marzo. Por ejemplo, la
protección de datos personales y las inquietudes en torno a la privacidad se encuentran primeros en la lista de prioridades con un 63 %, seguido por la ciberseguridad con un 62 % y la responsabilidad en relación con el ingreso de datos y la recuperación de contenido generado por la IAG con un 61%.
“La adopción de la IAG por parte de las organizaciones se encuentra en múltiples etapas, al igual que la comprensión e implementación de procesos efectivos de administración de riesgos”, sostuvo Frolick. “A medida que avanza el uso de la IAG, las organizaciones necesitan crear protocolos de administración de riesgos que puedan fomentar el crecimiento, generar seguridad y garantizar la confianza de las partes interesadas”, concluyó.