Este fin de semana el nuevo gobierno de Argentina dio a conocer una serie de medidas para aumentar la recaudación tributaria que incluyen una subida del impuesto a los bienes personales (o al patrimonio), con especial énfasis en los activos situados en el exterior. Estas medidas son todavía un proyecto que deberá ser votado en el Congreso, en el marco de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva.
Por otro lado, mediante decreto, se modificaron las retenciones a la exportación de bienes agropecuarios, aumentando las alícuotas en un 5,3%, en promedio para productos como el maíz, la soja o la carne.
Bienes personales
El proyecto de la administración Fernández consiste en aumentar la alícuota del impuesto al patrimonio, a lo que se sumaría una franja diferenciada para los que tienen cuentas o propietades en el exterior. Este cambio no solo afecta a los grandes patrimonios, sino que golpeará también a las clases medias, ya que se paga a partir de los 31.000 dólares de patrimonio actualmente.
Están comprendidos bienes como propiedades, vehículos, inversiones y objetos personales y del hogar, situados en el país y en el exterior. Quedan excluidos los títulos y bonos emitidos por el Estado y los depósitos en pesos y moneda extranjera en cajas de ahorro y plazos fijos en el sistema financiero argentino.
Premio para quien traiga de vuelta sus ahorros
Para favorecer las inversiones a nivel local, una de las medidas que podrían aprobarse es la supresión del impuesto a la renta financiera para colocaciones en pesos. También se planearían exoneraciones para aquellos que traigan sus ahorros al país.
Pero los expertos tributaristas coinciden en que estos instrumentos serán poco efectivos, ya que los argentinos con cuentas en el exterior lo que buscan es seguridad jurídica.
Las consultas de argentinos que quieren proteger su patrimonio han vuelto a aumentar y afectan a individuos con bienes a partir de los 50.000 dólares. Los Trust Irrevocables, válidos para altos patrimonios por el alto coste de la tramitación, o las mudanzas internacionales, son dos de las vías más utilizadas para escapar de la subida de impuestos.
Foto cedidaBorja Durán y Jorge Coca, fundadores de Wealth Solutions.. Wealth Solutions e Iceta PWS llegan a un acuerdo de integración
Continúan los movimientos de consolidación entre las empresas de asesoramiento financiero. Las últimas en dar un paso de este tipo han sido Iceta Private Wealth Solutions EAFy Wealth Solutions EAF, que han llegado a un acuerdo de integración bajo la marca de Wealth Solutions para reforzar así su posición en el mercado de servicios de inversión en España.
Se trata de la segunda operación de este tipo por parte de la empresa de asesoramiento financiero, fundada por Borja Durán y Jorge Coca en 2001, que ya adquirió Aureo Wealth Advice, fundada por Rafael Juan y Seva, en 2016.
Borja Durán y Jorge Coca han expresado su satisfacción y plena confianza en esta operación, que “sienta las bases para seguir creciendo y prestando el mejor servicio a todos los clientes”, según han declarado. Además, han destacado la sintonía con Iceta PWS y la experiencia profesional y directiva que aporta su socio fundador Jaime Iceta.
Iceta ocupará el cargo de socio director de Wealth Solutions tras la integración y asegura estar muy satisfecho e ilusionado con el acuerdo. “Se trata se trata de una operación que redundará en un mejor y más completo servicio a los clientes de ambas entidades”, subrayó Iceta, que cuenta con una dilatada trayectoria profesional en el sector financiero que incluye entidades como Citibank, Barclays, Banco Sabadell y UBS. En esta última trabajó durante diez años, fue director general, miembro del Comité de Dirección del banco en España y ocupó el cargo de director de la Oficina de Madrid y director del Negocio Regional.
Wealth Solutions presta servicios a clientes particulares, grupos empresariales y familiares, family offices, fundaciones e instituciones de alto patrimonio desde 2001. Cuenta con oficinas en Madrid, Barcelona y Miami y opera a través de dos marcas Wealth Solutions y Finletic (fintech con licencia de SGIIC). Actualmente tiene un equipo de más de 60 personas y tres licencias regulatorias (dos en España de la CNMV y una en EE.UU. de la SEC).
Olea Gestión de Activos ha reforzado su equipo con la incorporación de Arancha Gómez Álvarez, que se une a la entidad como directora comercial y de Marketing.
Llega desde Tressis, donde ha trabajado los últimos 17 años y medio. En su última etapa, en Tressis Gestión, donde ha sido directora comercial en los últimos cuatro años. Desde julio de 2013 contribuyó a la definición y dirección de la estrategia comercial de Tressis Gestión y sus productos, la gama Adriza (con los fondos Adriza Neutral, Adriza International Opportunities y Adriza Global).
También ha sido directora institucional en Tressis, desde 2002 realizando captación, mantenimiento y crecimiento del cliente institucional en Tressis SV, trabajando con bancos, sociedades y agencias de valores, aseguradoras, gestoras de fondos, EAFs y family offices. También fue, anteriormente, directora de captación de agentes durante más de cinco años, desde 2011 a 2016, contribuyendo al crecimiento y refuerzo de la red de agentes y oficinas por toda la geografía nacional con la apertura de oficinas como Sevilla, Bilbao y Lérida, y reforzando a gestores de patrimonios en Madrid y Barcelona, según indica en su perfil de LinkedIn.
Anteriormente trabajó en el departamento institucional de RBC, durante cerca de cuatro años, y en la dirección comercial de BME, durante casi ocho años.
Arancha Gómez es licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad San Pablo CEU, tiene el curso de Opciones y Futuros del Institute Options&Futures, y los de Selector de Fondos y Especialización en Gestión de Carteras por AFI Escuela de Finanzas Aplicadas, ha cursado el máster Mujer y Liderazgo con Aliter (beca Fundación Rafael del Pino) y tiene el título de EFPA por el IEB. También tiene el EFFAS Certified Diploma en ESG por el Instituto Español de Analistas Financieros y el Programa Avanzado de value investing por el ISBIF, Instituto Superior de Bolsa, Inversión y Finanzas, según su perfil de LinkedIn.
Foto cedidaJuan Antonio Alcaraz, director general de CaixaBank, y María Alsina, directora territorial de CaixaBank en Barcelona. CaixaBank abre “all in one” Barcelona su nuevo espacio de experiencias financieras
CaixaBank abre “all in one” Barcelona, su nueva flagship que nace como espacio de experiencias financieras en una superficie de 3.000 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. Ofrece atención especializada para todos los modelos de negocio financiero, tanto para particulares (con gestores especialistas en Banca Retail, Banca Premier y Banca Privada), como para autónomos y microempresas (Business) y empresas (CaixaBank Empresas).
En total, el nuevo espacio dispone de un equipo de 80 empleados, que darán servicio a una cartera de 22.000 clientes, y una oferta de servicios que incluyen zonas específicas de atención para cada tipo de cliente: una cafetería, un auditorio, más de 30 despachos para reuniones privadas y lo último en tecnología en servicios financieros, como los cajeros con reconocimiento facial o una avanzada combinación de aplicaciones móviles y dispositivos de auto check-in que identifican a los clientes y avisan a los gestores de su llegada. “all in one” Barcelona estará operativa para los clientes a partir del 6 de noviembre en la plaza Francesc Macià. El proyecto se ha presentado de la mano de Juan Antonio Alcaraz, director general de CaixaBank y María Alsina, directora territorial de CaixaBank en Barcelona.
Juan Antonio Alcaraz ha destacado durante la presentación que “CaixaBank ha decidido impulsar de nuevo la innovación en el canal físico de oficinas, después de ser la primera entidad en apostar por la transformación de las sucursales bancarias tradicionales en 2013 con el diseño de las primeras oficinas Store, que en unos años se han convertido en un estándar para todo el sector”.
El nuevo espacio supone una transformación de la experiencia del cliente financiero gracias a la aplicación de la tecnología para innovar en todos los elementos característicos de una oficina bancaria.
La iniciativa “all in one” no sólo se reduce a la visita. A través de CaixaBankNow, el cliente dispone en su móvil de un sistema de avisos y notificaciones que le recuerdan su cita y le invitan a confirmarla o, si lo necesita, cambiarla. Además, CaixaBank ha diseñado un sistema de auto check-in con NFC que ahorrará tiempos de espera a sus clientes.
La tecnología es fundamental en “all in one” y tiene una marcada presencia en todos los ámbitos del espacio. Destaca la zona de autoservicio que cuenta con cajeros de reconocimiento facial, tecnología diseñada por CaixaBank. Se trata de un desarrollo pionero a nivel mundial que ha recibido el premio The Banker a uno de los mejores proyectos tecnológicos del año en el sector financiero.
Además, el espacio se complementa con servicios más allá de lo estrictamente bancario, como la primera cafetería de los hermanos Torres, “Natural”. Los chefs, que suman dos estrellas Michelín en su currículum, se suman al proyecto de “all in one” estrenando una cafetería que estará abierta a todos, clientes y no clientes de CaixaBank.
Asimismo, ”all in one” Barcelona dispondrá de una programación mensual de charlas, ponencias, mesas redondas y eventos acerca de todo tipo de temas de interés, abiertos a la participación de cualquier persona interesada, sea o no cliente de CaixaBank. La iniciativa, denominada CaixaBank Talks, se desarrollará fundamentalmente en el espacio ágora, un auditorio con capacidad para un centenar de espectadores y dotado de las últimas tecnologías audiovisuales, para que los diferentes actos puedan seguirse de forma online a través de streaming.
“Se trata de una oficina que quiere ser mucho más que una oficina, y en la que confluyen todos los negocios. Va dirigida a todo tipo de clientes y no solo ofrece los mejores servicios financieros, sino también gastronomía y contenidos de valor. Estará abierto a toda la ciudad. “all in one” nace al servicio de los clientes de CaixaBank, pero también de los barceloneses”, ha concluido María Alsina.
El espacio “all in one” Barcelona es el segundo de este nuevo modelo de CaixaBank, tras la apertura de “all in one” Valencia el pasado mes de julio, un local de 2.200 metros cuadrados ubicado en la plaza del Ajuntament de la ciudad.
Pixabay CC0 Public Domain. La economía evitará la recesión en 2020, pero las expectativas de gasto se moderan
La economía estadounidense evitará la recesión y crecerá a un ritmo real del 1,7% en 2020. Mientras, los salarios crecerán por encima del 3%, pero las expectativas de gasto se moderan de cara al 2020 ante los efectos tardíos de las tensiones comerciales, la incertidumbre derivada del proceso de impeachment y las elecciones presidenciales.
En España, algunos «argumentos esperanzadores», como el aumento en el nivel de ahorro agregado o el repunte en el consumo de cemento, ahuyentan los temores de una paralización económica. Así lo afirma Andbank en su informe de perspectivas de mercados para 2020.
En Europa, por su parte, la entidad proyecta un crecimiento del 1,4% para el conjunto de la UE y del 1,2% para la Eurozona. Minetras que descarta las posibilidades de nuevas medidas del BCE o cambio en los tipos a lo largo del año que viene.
Visión constructiva de mercado
En este contexto, la valoración general de Andbank para los mercados en 2020 es constructiva, y estima que el S&P podrá registrar nuevos máximos y empujar al resto de plazas bursátiles, encabezadas por los mercados emergentes más industrializados.
En renta fija, los activos de deuda emergente volverán a registrar el mejor comportamiento dentro de la categoría de activos de riesgo. Asia se erige como el paraíso de los inversores-rentistas globales.
A pesar del tono constructivo, la entidad considera que no sería justificable repetir el comportamiento observado en 2019, por lo que se fija unos niveles de salida bien definidos a partir de unos precios centrales justificables.
Andbank identifica tres riesgos para la materialización de su escenario, y, aunque los considera poco probables, reconoce que son de gran impacto: un shock en el mercado de liquidez en dólares; una amplia victoria del ala izquierdista de los demócratas en los Estados Unidos; y una nueva escalada en el conflicto comercial. Con todo, la entidad considera estos tres riesgos como escenarios no centrales. La inestabilidad en el mercado de liquidez en EE.UU. puede tener que ver con el cierre contable y la decisión de muchas entidades de “aparcar” toda su liquidez ante las dudas de cualquier evento de cola a final de año. En cuanto al conflicto comercial, está demostrando ser muy costoso para los gobiernos de China y Estados Unidos en vista de la disminución del equilibrio presupuestario de ambos gobiernos. Por este, y otros factores, «nos inclinamos a pensar en una resolución por fases de este conflicto», explican.
Panorama para Estados Unidos
Según las previsiones de Andbank, las empresas del S&P 500 aumentarán sus ventas en un 4,7% en 2020, si bien sus márgenes se verán deteriorados, sobre todo, por un aumento de los costes laborales (2,7%) que no se verá compensado por el crecimiento de la productividad (que estima en un 1,6% para 2020).
En cuanto al mercado de bonos, la posibilidad de una resolución parcial y por fases de la guerra comercial, con la posible reversión de algunas tarifas, ejercería una presión alcista en las rentabilidades del bono del Tesoro USA a diez años, que podría situarse por encima del 2% por primera vez desde el julio pasado. “Si bien, de producirse un acuerdo comercial insuficiente, y si continúa además el deterioro de la economía a nivel mundial, volvería a situarse por debajo del 1,65%”, advierten desde Andbank.
Sin embargo, la mayor amenaza para las perspectivas que contempla Andbank es, sin duda, una victoria amplia de la izquierda en los Estados Unidos. Elisabeth Warren está luchando en las encuestas, pero la presencia combinada de Warren y Sanders, defendiendo prohibiciones en la industria del shale, hace que de alguna manera, el resto de candidatos demócratas también hagan llamamientos a dichas restricciones al shale. Esta victoria supondría un retroceso en la industria hidrocarburífera en los Emiratos Árabes Unidos (EUA) que comprometería la producción de más de 4 millones de barriles/día (de los 11 mbpd que hoy exportan los EUA), lo que se traduciría en un aumento generalizado de los precios del crudo.
La entidad mantiene como escenario central una Reserva Federal que mantendrá las tasas de interés reales en niveles próximos a cero y unas condiciones monetarias expansivas, lo que contribuirá a seguir impulsando a los activos financieros en un entorno de desaceleración pero no de recesión. En cuanto a las inyecciones de liquidez, Andbank considera que “esta tendencia no va a tener continuidad, y que la demanda de liquidez por parte del Tesoro de los EUA (y la consiguiente inyección de la Fed), también disminuirá”.
Perspectivas para España
En 2020, Andbank prevé que el PIB español crezca un 1,8%, a un ritmo similar al de 2019, y que, en paralelo, la inflación aumente un 1,3% y la tasa de desempleo mejore marginalmente hasta el 13,7%. En materia fiscal, la entidad cree que el déficit mejorará del 2,5% actual al 2,2%, pero seguirá por encima de un consenso que lo sitúa en el 2%.
La caída a finales de 2019 de la actividad manufacturera, de los registros de camiones o de los índices de producción industrial, se suma a los bajos niveles de confianza de los hogares, que han retrocedido a niveles de 2016, y a la pérdida de vigor del mercado laboral. Pero desde la entidad aseguran que “existen argumentos esperanzadores que nos alejan de una paralización de la economía: entre otros, el aumento del consumo de cemento, el de las licencias para la construcción, y, sobre todo, de los niveles de ahorro de las familias”.
En renta variable, la cifra de negocio agregada de los valores del Ibex 35 aumentará un 3%, cifra que se verá impulsada por las ventas realizadas al extranjero. Pese a que la subida del salario mínimo superará a la productividad, Andbank prevé unos márgenes estables en torno al 9,1%.
Por último, la entidad considera que la falta de una alternativa de acuerdo de las derechas por falta de escaños alienta la formación de un gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos con el apoyo de los partidos regionalistas. Este sería, sin embargo, “muy débil, como ya lo fueron los dos anteriores con Pedro Sánchez (2018-2019) y Mariano Rajoy (2016-2018) al frente”. Por lo que respecta a la reacción de los inversores a la entrada de Podemos en el gobierno, ésta debería verse amortiguada por su relación de fuerzas respecto al PSOE, que cuenta con 120 escaños en comparación a los 35 del partido liderado por Pablo Iglesias, subraya el informe.
Escenario previsto en Europa
Europa seguirá creciendo en 2020, según Andbank. En concreto, un 1,4% en el caso de la Unión Europea y un 1,2% si consideramos en cambio la Eurozona, en base a un mayor apoyo fiscal y a tensiones comerciales menores que las de 2019.
Sin embargo, las principales amenazas para este escenario podrían ser: un mal desenlace del Brexit, el recrudecimiento de la guerra comercial, o una desaceleración de la parte de servicios de la economía. Ninguno de estos riesgos forma parte del escenario base de la entidad. “La gran duda es cómo se comportará el consumo después de un año en que ha aumentado el ahorro y la creación de empleo ha seguido desacelerándose”, advierten.
En el ámbito de la renta variable, Andbank espera un crecimiento del índice Euro Stoxx del orden del 4% y que los márgenes se mantengan en alrededor de un 7,3% o ligeramente por debajo, en la medida en que el crecimiento de los salarios (+1,5%) no se verá compensado del todo por el aumento de la productividad. El bund alemán seguirá en negativo, afirman en cuanto a la renta fija, aunque alejado de los mínimos vistos este año.
Pixabay CC0 Public Domain. Banca March se une a Banque Syz para reforzar su oferta de gestión alternativa
Banca March lanza, en colaboración con Syz Asset Management, un nuevo fondo de fondos que invertirá en vehículos centrados en activos alternativos con el objetivo de poner a disposición de los partícipes mercados y activos diferenciales en condiciones ventajosas, con el fin de ampliar las posibilidades de diversificación y de creación de valor para sus carteras.
Banca March compartirá con Syz Asset Management la visión de mercado que la gestora tendrá en cuenta a la hora de construir la cartera de BM Alternativos. La visión en renta variable de Banca March determinará el peso que el patrimonio del fondo tenga en estrategias de Equity Hedge (Long/Short Equity con exposición neta a renta variable).
BM Alternativos dará acceso a los inversores a una serie de vehículos exclusivos, con estrategias de inversión que pretenden obtener rentabilidades más allá de los activos tradicionales y a través de los distintos ciclos de mercado. Con un objetivo de rentabilidad de Euribor más 3%, sus gestores tienen previsto invertir el patrimonio en fondos UCITS con estrategias de tipo equity hedge, event driven, global macro o relative value.
Nuevos productos innovadores
El acuerdo llega en un momento de retos para el asesoramiento patrimonial, en el que los bajos tipos de interés reducen las oportunidades de los activos tradicionales. En los últimos 18 meses, Banca March ha ampliado su oferta de soluciones a través de nuevos productos con los que ofrece a los clientes nuevas alternativas a la liquidez y a la limitada rentabilidad que ofrece hoy la renta fija.
“Este año ha sido clave en la inclusión de nuevos productos y servicios con los que completar la oferta de la entidad y dar respuesta a las nuevas necesidades de nuestros clientes. En un entorno de bajos tipos de interés y desaceleración económica, se hace cada vez más difícil encontrar rentabilidades atractivas, por lo que la diversificación de carteras y la gestión alternativa son fundamentales. La incorporación de nuevas opciones, gestionadas y analizadas por el excelente equipo de profesionales con el que contamos, permitirán al cliente acceder a vías de inversión diferentes sin renunciar a la prudencia y enfoque a largo plazo que caracterizan a Banca March”, asegura Juan Antonio Roche, director de producto de Banca March.
Gestión alternativa frente a los activos tradicionales
Banca March ha incorporado a su universo de inversión una serie de hedge funds bajo el marco UCITS —el pasaporte europeo de fondos de inversión— con los que cubre el espacio de rentabilidad-riesgo situado entre los bonos y la bolsa, que se ha visto parcialmente vaciado como consecuencia del movimiento de los tipos de interés en todos sus plazos y de los diferenciales de crédito.
La alianza con Banque Syz se une al acuerdo de asesoramiento anunciado el pasado septiembre entre Banca March y K2 Advisors, boutique estadounidense especializada en gestión alternativa perteneciente a Franklin Templeton, que también pone al alcance de los clientes de banca patrimonial y banca privada de Banca March una amplia selección de fondos que hasta ahora eran accesibles solo a inversores institucionales. Se trata de fondos UCITS y hedge funds a los que los clientes de Banca March pueden acceder en condiciones ventajosas y que permitirán ampliar las posibilidades de diversificación y de creación de valor para sus carteras. En virtud del acuerdo, Banca March accede al asesoramiento especializado de K2 Advisors en materia de construcción de carteras con fondos de gestión alternativa y hace uso de sus herramientas de monitorización y control de riesgo, siempre bajo las directrices de Banca March, que mantendrá sus criterios de rentabilidad, volatilidad o riesgo.
700 millones en proyectos de coinversión en economía real
En los dos últimos años Banca March ha reforzado sus propuestas de coinversión con ocho nuevos proyectos de economía real por un importe total de 700 millones de euros. Se trata de inversiones que tratan de aprovechar la prima de iliquidez existente en la economía no cotizada, y que se han concretado en los sectores de logística, inmobiliario, hoteles y seguridad, abarcando así una amplia diversidad de activos y geografías.
Durante la primera parte de 2019, Banca March ha expandido la inversión en capital riesgo, la clase de activo que mayor peso concentra en la historia de la coinversión, concretamente en el ámbito internacional, con la participación en Carlyle Europe Partners V, quinto fondo europeo de Carlyle. Esta inversión supone la primera iniciativa de coinversión en el capital de compañías no cotizadas fuera de España y Portugal, y tendrá continuación a lo largo de los próximos años con estrategias y geografías adicionales. Se ha incrementado asimismo la apuesta por la participación en el capital de compañías no cotizadas mediante un proyecto compartido por Corporación Financiera Alba por el que se invirtió en el capital de Verisure, líder europeo en el segmento de alarmas monitorizadas en el ámbito doméstico y de pequeño negocio.También se han reforzado las estrategias nicho de financiación alternativa —no cotizada— concretamente a través del tercer vehículo de inversión de Oquendo, destinado a financiar proyectos de crecimiento de compañías españolas mediante deuda mezzanine.En el ámbito logístico, se han invertido junto a Pavasal proyectos de promoción de una decena de naves logísticas de dimensiones relevantes para acomodar las nuevas necesidades de los operadores logísticos actuales. Estas promociones, centradas en Madrid, Barcelona y Valencia, suponen mejoras adicionales en las vías de acceso a las ubicaciones y entorno de los activos desarrollados, así como la generación de empleos de carácter permanente.
En otro tipo de inversiones inmobiliarias, Banca March participa, junto a Azora, en la Socimi Adriano Care, que tiene por objetivo adquirir residencias geriátricas para su alquiler a operadores de prestigio en los principales núcleos urbanos de España.Por último, Banca March ha acometido la segunda participación en el sector de compañías tecnológicas europeas, invirtiendo en el quinto fondo de Atomico, grupo inversor relevante en el ecosistema europeo, concretamente en Series A y posteriores.
Pixabay CC0 Public Domain. BBVA lanza su primer plan de pensiones sostenible
BBVA ha lanzado su primer plan de pensiones individual gestionado con criterios de inversión socialmente responsable (ISR), BBVA Plan Sostenible Moderado ISR. Según la entidad, se trata de una alternativa para canalizar el ahorro de cara a la jubilación, intrínsecamente ligado al largo plazo, horizonte donde “se maximizan los beneficios de la inversión sostenible”. Estará gestionado por el equipo de Asignación de Activos de BBVA Asset Management.
El nuevo plan de pensiones sostenible de BBVA se une a la gama de fondos de inversión ISR con los que ya contaba la entidad en España, conformada por un fondo multiactivo conservador (BBVA Futuro Sostenible ISR) y un fondo de renta variable internacional (BBVA Bolsa Desarrollo Sostenible). Además, el plan incorpora filtros rigurosos en todas las clases de activos para solo invertir en los de mayor calidad y menor probabilidad de eventos negativos en el corto y largo plazo.
BBVA Plan Sostenible Moderado ISR está destinado a ahorradores con fecha de jubilación lejana y perfil de riesgo moderado, ya que invierte entre un 30% y un 50% en activos bursátiles para aprovechar el potencial de la renta variable en el largo plazo.
A la hora de elegir los activos en cartera, el gestor aplicará criterios de inversión socialmente responsable en busca de compañías con buenas perspectivas ISR. La medición de estos criterios se realiza a través de MSCI ESG Research, una compañía independiente de calificación de empresas comprendidas en el universo inversor del índice MSCI World.
“Invertir con criterios ISR es rentable y genera beneficios a largo plazo con un nivel de riesgo más controlado. La inversión sostenible ha sido muy importante en los últimos cinco años y lo va a ser más en los próximos años por la futura demanda, la creciente aceptación en la comunidad inversora, la regulación y las necesidades de los clientes, cada vez están más enfocadas en la sostenibilidad. La inversión sostenible no es una moda: nos parece una manera sensata y racional de invertir”, añade Alberto Estévez, responsable de Inversión Socialmente Responsable en BBVA AM.
Pixabay CC0 Public DomainSharon McCutcheon. Sharon McCutcheon
Tan cierto hoy como cuando el eslogan fue acuñado por el estratega de la campaña presidencial de Bill Clinton de 1992, la salud de la economía estadounidense tendrá un papel esencial a la hora de dilucidar quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.
Como en cualquier juego de cartas, la suerte también interviene y Trump está demostrando tener más que la mayoría. Clinton consiguió su famosa victoria contra George W. Bush con su promesa de dinamizar una economía renqueante. Aunque el rival demócrata al que se enfrentará Trump podrá sin duda utilizar una desaceleración de la economía estadounidense en 2020, las expectativas en el mercado de una recesión en toda regla el próximo año podrían acabar mostrándose equivocadas. La economía estadounidense tiene más probabilidades de seguir avanzando lentamente, una visión compartida por los economistas del FMI, que pronostican un crecimiento del 2,1 % en 2020, frente al 2,4 % previsto para este año (1).
Sin embargo, existe la sensación —plenamente fundada— de que las perspectivas de crecimiento de EE.UU. siguen siendo frágiles a tenor de la desaceleración económica mundial que estamos experimentando (provocada en parte por las políticas proteccionistas de Trump, ejemplificadas en la guerra comercial con China, entre otras) y que probablemente se prolongue hasta 2020 y más allá. De hecho, con independencia de cómo se desarrollen las elecciones del año próximo, la actitud beligerante de Trump hacia China desde que asumió la presidencia ha alimentado una rivalidad competitiva entre los dos países que definirá el panorama económico y político mundial durante el futuro próximo.
En cuanto a las perspectivas actuales en torno al crecimiento mundial, resulta preocupante que a los bancos centrales de la mayoría de los países occidentales les queda poca munición para contrarrestar una desaceleración acusada. Los tipos de interés se mantienen en mínimos históricos y si bien el Banco Central Europeo (BCE) indicó que reactivaría su programa de compra de bonos, en otras regiones hay poco interés en seguir su ejemplo. El presidente saliente del BCE Mario Draghi ha hecho un llamamiento a los gobiernos de la zona euro para que aumenten su gasto público en apoyo de sus economías. Ciertamente es la vía que plantea menos resistencia y probablemente sea atractiva para los políticos que buscan la reelección, como hemos visto en el Reino Unido con los grandes compromisos de gasto que ha asumido no solo el Partido Laborista, sino también un Partido Conservador que en el pasado abogó por la austeridad. Un aspecto importante es que incluso el FMI parece estar alentando estos días un aumento del gasto público en los países en los que “la actividad se ha debilitado o podría desacelerarse con fuerza” y donde “el margen para relajar la política monetaria es reducido”(2).
Una deuda para la posteridad
Salir del bache a golpe de gasto no es nada nuevo, pero la idea surge en un momento en el que la deuda media de las grandes economías del mundo supera el 70% de su PIB, lo que supone su nivel más alto de los últimos 150 años, si se exceptúa el pico que coincidió con la Segunda Guerra Mundial (3). Atender esta deuda no es un problema cuando los tipos de interés son bajos, pero puede convertirse rápidamente en un dolor de cabeza si los tipos empiezan a subir y el crecimiento se disipa. En la última edición de su informe de estabilidad financiera, el FMI calcula que una desaceleración económica tan solo la mitad de grave que la que vivimos durante la crisis financiera de 2007-2008 podría colocar en riesgo de impago hasta el 40% de la deuda corporativa en circulación en las grandes economías del mundo: unos mareantes 19 billones de dólares (4). La sostenibilidad de semejantes niveles de deuda en un momento en el que la economía mundial está frenándose sigue siendo una cuestión de primer orden para 2020 y años posteriores.
Podría parecer que el panorama es desolador si no fuera por el hecho de que la mayoría de las economías occidentales ha aguantado bastante bien ante un mundo cada vez más inestable e incierto. Si nos fijamos en el Reino Unido, por ejemplo, la economía ha dado muestras de resistencia a pesar de ese culebrón nacional llamado Brexit. Los agoreros podrían argumentar que el país todavía tiene que salir de la Unión Europea, por lo que es demasiado pronto para calibrar el impacto real. Es un argumento válido, pero creo que es poco probable que asistamos al escenario catastrófico que muchos pronosticaron inmediatamente después del referéndum británico. En cuanto a EE.UU., el desempleo está próximo a su nivel más bajo de los últimos 50 años y sigue observándose un aceptable crecimiento del empleo, si bien este se ha moderado recientemente. Aunque han surgido dudas en torno a la inseguridad laboral, sobre todo en la denominada gig economy o economía a demanda y ante el mayor porcentaje de trabajadores estadounidenses que no participan en la economía, el cuadro general sigue siendo alentador. Entretanto, la inflación, que fue el azote de los sistemas económicos en las décadas de 1970 y 1980, se ha domeñado hasta el punto de que nos encontramos buscando formas de insuflar inflación en nuestras economías, a menos, obviamente, que seas Argentina.
Entre las buenas noticias, surgen obviamente áreas de inquietud. La actividad manufacturera mundial aminora desde hace varios meses, a pesar de que el ritmo de descenso se ha suavizado ligeramente, mientras que las exportaciones mundiales registraron su segunda caída más rápida desde 2012, con Alemania a la cabeza (5). En lo que respecta a China, la segunda mayor economía mundial, el crecimiento del PIB se ha hundido hasta mínimos de casi 30 años, lo que ha suscitado dudas sobre su capacidad para contribuir a reactivar el crecimiento mundial, como hizo después de la crisis financiera mundial de 2007-2008.
Sacar el máximo partido al ciclo electoral
En realidad, todos estos datos económicos sugieren que la economía mundial se encuentra cerca de su cima: son posibles tanto una continuación del crecimiento moderado como una grave contracción. Y enfrentarse a esa encrucijada es particularmente complicado en un año electoral en EE.UU. Los inversores pueden encontrar cierto alivio en la evolución histórica de la bolsa en el periodo anterior a unas elecciones presidenciales estadounidenses. De acuerdo con un estudio de los ciclos electorales entre 1952 y 2000, un inversor con una cartera que replicara el índice S&P 500 durante los 27 meses anteriores a unas elecciones estadounidenses (desde el 1 de octubre del segundo año de un mandato presidencial hasta el 31 de diciembre del año electoral) habría registrado importantes ganancias; así, el valor de su cartera se habría incrementado entre un 16% y un 70%, dependiendo del año electoral. Como contrapunto útil, el mismo estudio concluyó que los mercados bajistas, definidos como un descenso del 15% o más en el valor del S&P 500, históricamente suelen darse en el primer y segundo año de los mandatos presidenciales [6]. Este último punto es aún más pertinente, si cabe, a tenor de la duración del mercado alcista actual.
En un año de elecciones en EE.UU., es inevitable que la figura polarizadora de Donald Trump domine la actualidad informativa y continúe ejerciendo una influencia perturbadora en los mercados mundiales. La política siempre ha tenido la capacidad de distraer y desviar la atención de los fundamentales, y la rivalidad continua entre EE.UU. y China seguirá influyendo en los mercados durante muchos años. Así las cosas, no se debe subestimar la importancia de fundamentar las decisiones de inversión en estudios y análisis sólidos.
Columna de Edward Bonham Carter, vicepresidente de la gestora Jupiter Asset Management.
Anotaciones:
(1) FMI, World Economic Outlook, octubre de 2019
(2) FMI, World Economic Outlook, octubre de 2019
(3) FT/Deutsche Bank Research, septiembre de 2019
(4) FMI, Informe sobre la estabilidad financiera mundial, octubre de 2019
(5) IHS Markit, Global PMI report, octubre de 2019
(6) Presidential Elections and Stock Market Cycles, Marshall Nickles Edd, 2004, Graziadio Business Review
Pixabay CC0 Public DomainSkitterphoto. Skitterphoto
Durante muchos años, la actuación de los bancos centrales ha tenido una posición de influencia dominante en el mercado, llevándonos a niveles de rendimiento y valoraciones que habrían parecido inimaginables hace unas décadas. Según indica Andy Chorlton, CFA, responsable de inversión en renta fija estadounidense Multi-sector en Schroders, los bancos centrales han llevado el precio del riesgo y el precio de la liquidez a niveles cada vez mucho más caros.
Podría decirse que, en la actualidad, los bancos centrales siguen teniendo la misma influencia que en la última década. El Banco Central Europeo se ha embarcado en otro programa de compra de bonos por un total de 2,6 billones de euros y las operaciones de la Reserva Federal en el extremo frontal de la curva de rendimiento son tan solo otro nuevo programa de expansión cuantitativa.
Las razones oficiales, en la opinión de Schroders, parecen ser técnicas y sirven para desbloquear los bloqueos alcanzados en el sistema, pero la ventaja adicional es que una curva de rendimientos más pronunciada disminuye el riesgo de incurrir en una profecía autocumplida, ¡desencadenada por la conversación incesante sobre curvas de rendimiento invertidas!
Sin embargo, con el inventario de la deuda en terreno de rendimiento negativo, actualmente en torno a los 15 billones de dólares y en Schroders creen que existe un fuerte argumento para sugerir que la influencia de los bancos centrales en los mercados desarrollados puede haber alcanzado su punto máximo.
El bastón ahora se pasa a los políticos, que serán clave para romper un clico de crecimiento global mediocre. Desde el punto de vista de Schroders, la transición desde una narrativa dominada por los bancos centrales a otra en la que domine la política inherentemente conlleva sus riesgos, algo que puede no estar reflejándose en su totalidad en los precios del mercado (ver gráfico 1).
La avalancha de “dinero gratis” ha tenido varios efectos en los mercados financieros y los propietarios de activos financieros, mientras que el impacto en la economía real es menos claro. Los rendimientos se han derrumbado en los mercados de renta fija, revalorizando el riesgo, empujando a muchos inversores a áreas de riesgo previamente desconocidas. Por ejemplo, los emisores de deuda high yield corporativa y Grecia han emitido nuevos bonos con tasas de interés negativas.
Esto se está moviendo realmente a los reinos de lo absurdo. Es cuestionable si la tolerancia al riesgo de los inversores ha cambiado o la búsqueda de rendimiento no conoce límites ni riesgos. Un ejemplo de las expectativas de rendimiento de los inversores puede verse reflejado en la Encuesta Global a Inversores de Schroders de 2019. Las expectativas de rendimiento en los próximos cinco años en la región Américas fueron de 12,4%, un 11,5% para Asia y un 9% en Europa.
Es complicado asimilar un rendimiento de un 9% en un entorno en el que los rendimientos de los bonos del gobierno alemán a 30 años no ofrecen una rentabilidad mucho mayor a 0 y en el que el índice de la deuda de grado de inversión ofrece un rendimiento tan solo unos puntos básicos mayor. Esta dinámica es la fuerza impulsora que se encuentra detrás de la tasación errónea del riesgo en los mercados financieros.
Los economistas y los científicos sociales a menudo hablan de consecuencias no deseadas; parece que el refuerzo de los mercados financieras es la consecuencia prevista, o al menos, el claro impacto de la expansión cuantitativa, la sorpresa sería si realmente hace algo que estimule el crecimiento económico real. En resumen, esto ha resultado en unas expectativas de rendimiento mayores, mientras que el crecimiento económico real se ha desacelerado (ver gráfico 2).
Si el programa de expansión cuantitativa no cumple con su objetivo y disminuye el impacto en otras áreas en las que continúa afectando, algo debe ocupar su lugar. Pensar que los políticos podrían ser también la respuesta, es un pensamiento que se siente extraño, y probablemente sea la primera y la última vez que Andy Chorlton se expresa en estos términos,
Durante su última comparecencia como presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi hizo eco de alguno de sus comentarios previos sobre los límites de la política monetaria y de la necesidad de que los gobiernos desempeñen su papel con medidas de gasto fiscal. Al reconocer que “las bajas tasas de interés no están proporcionando el mismo nivel de estímulo que en el pasado”, Draghi entregó el bastón a los políticos. Parece que el nombramiento de Christine Lagarde, abogada en lugar de economista, como nueva presidenta del BCE pudiera ser una indicación más del giro y una señal clara de que el próximo intento de solución será político. La influencia de los políticos es obviamente significativa, pero es necesario centrarse en dos áreas en las que pueden tener un impacto instantáneo y significativo: en primer lugar, una expansión fiscal, en segundo, en cuestiones geopolíticas.
Hace una año, el equipo de economistas de Schroders identificaron las fuerzas económicas y disruptivas que ellos pensaban que iban a dar forma a la siguiente década de inversiones, las “verdades ineludibles”. Las cuestiones geopolíticas fueron señaladas como un factor disruptivo.
Como término, es bastante amplio, pero por lo general suele hacer referencia a las amenazas políticas, económicas o militares que pueden afectar el estatus quo. En el gráfico 3 se muestran los 14 principales eventos geopolíticos desde 1985. Lo que destaca es que los 12 primeros episodios de mayor riesgo político fueron de naturaleza terrorista o militar, pero la naturaleza de los dos más recientes ha sido económica.
Corriendo el riesgo de simplificar demasiado complejos problemas en torno al comercio o la autodeterminación política (Brexit o Cataluña), económicamente podrían verse como heridas autoinfligidas. La atmósfera de incertidumbre en Europa y el Reino Unido, causada por el tema prolongado, pero sin resolver del Brexit, reduce compresiblemente la confianza económica y afecta a la inversión futura. De forma similar, el flujo de noticias volátiles en Estados Unidos sobre la disputa comercial con China y el proceso del impeachment tienen un efecto similar. Estos no son eventos aislados.
La independencia de Escocia volverá a la política agenda tras el Brexit, y hay un numerosos países europeos cuyo paisaje político está cambiando drásticamente -en España han afrontado su cuarta elección en 4 años y Reino Unido sus terceras elecciones desde 2014. Cuestiones como esta son a menudo utilizadas para activar al electorado y ejecutarlas o no por el elegido, pero es la incertidumbre la que impacta sobre la confianza de las empresas y de los consumidores por igual.
El conflicto entre Estados Unidos y China es complejo e incluye elementos de seguridad nacional y propiedad intelectual. Se deriva de las renegociaciones del TCLAN al USMCA y sin duda será seguido por un enfoque en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Europa. Al igual que con los cambios descritos en Europa, el detalle de la negociación pocas veces es el problema, fuera de en industrias específicas. La cuestión real es el sentimiento de incertidumbre constante; las corporaciones quieren cierta estabilidad a corto y mediano plazo para comprometerse con cualquier inversión comercial significativa, uno de los motores del crecimiento futuro. Estos problemas no son tan específicos de Europa o América del Norte. Las mismas presiones del populismo y la antiglobalización se sienten en todo el mundo. Sin embargo, con la capacidad de la política monetaria limitada a mantener la trayectoria actual cuando ocurren eventos geopolíticos, su efecto ahora es aún más dudoso. Los políticos como mínimo, deben trabajar duro para dar una base estable a partir de la cual las economías puedan construir. La estabilidad no es suficiente.
La política también debe proporcionar un catalizador para un cambio positivo, que es donde entra en juego la política fiscal. El presidente Trump tomó la iniciativa al principio de su mandato para proporcionar un impulso en la economía, pero hasta ahora parece haber proporcionado un impulso temporal en un lugar de algo más sostenible. Los comentaristas argumentarán que debería haber mantenido su pólvora a resguardo para el momento en el que fuera realmente necesario, o de forma alternativa, que era la idea correcta, pero insuficiente dado el contexto de bajo crecimiento en Europa, China y el resto del mundo.
Una segunda ronda de expansión fiscal puede ser más difícil de cumplir políticamente al menos antes de 2020, y el enfoque sobre el déficit de algunos políticos, incluso dentro del partido republicano puede impedirlo. Sin embargo, en ambos lados del pasillo político tienden a ponerse de acuerdo sobre la infraestructura, que bien puede ser la forma más aceptable de impulsar más el gasto gubernamental. Entonces, ¿cómo afecta esto a los inversores en los bonos? La única forma en que las valoraciones actuales en renta fija tienen sentido, especialmente en el crédito corporativo dado su pobre contexto fundamental es debido a las acciones de los bancos centrales: tasas bajas y programas de expansión cuantitativa. Es muy cuestionable si estas valoraciones pueden sostenerse sin que los políticos se hagan responsables de su papel en el entorno económico. Los obstáculos para que puedan actual y que sigan siendo elegidos son importantes. Por lo menos, llevarán un tiempo para ser superadas.
Perspectivas:
Después de haber añadido algo de riesgo creditico a principios de este año tras la fuerte venta de 2018, en Schroders ahora han cerrado el círculo con el valor en los sectores crediticio y municipal, que una vez más se están acercando a los niveles más caros desde la era posterior a la crisis. En un entorno de crecimiento más lento, mayor apalancamiento y ganancias anémicas, en Schroders sugieren abordar la asignación de activos con un mayor grado de precaución.
En la actualidad, por el contrario, en Schroders creen que, ciertos sectores como los títulos securitizados y más específicamente los títulos respaldados por hipotecas, parecen ofrecer más valor. Con los diferenciales cotizando en el extremo más barato de las valoraciones a más largo plazo y un consumidor optimista que sustenta los fundamentales, este es un sector al que a Schroders le complace asignar capital.
El mercado crediticio continúa estancado en un tira y afloja entre valoraciones costosas y el deterioro de la demanda extranjera fundamental frente a la aparentemente implacable. Sin embargo, como se sabe, la demanda es un amigo inconstante, y en Schroders están felices de usar períodos continuos de fuerza para prepararse para un clima más tormentoso.
Pixabay CC0 Public Domain. La estrategia de AllianceBernstein
Los inversores en bonos europeos se enfrentan a un dilema: los rendimientos se encuentran aparentemente anclados a niveles bajos, pero es probable una mayor volatilidad de precios. En este entorno, AllianceBernstein está buscando “catalizadores” para hallar oportunidades en un mercado complicado.
En un artículo reciente, la gestora advierte de que la política monetaria y las fuerzas macroeconómicas han creado condiciones complicadas para los inversores en los mercados europeos de renta fija. “Los rendimientos de los bonos gubernamentales de la Eurozona han caído considerablemente y, con el BCE extendiendo su programa de flexibilización cuantitativa (QE) y empujando los tipos aún más a territorio negativo, es difícil que exista un detonante para un movimiento sostenido al alza”.
Mientras, el crecimiento económico está perdiendo impulso, por lo que la entidad ha reducido sus previsiones globales y cree que el crecimiento podría desacelerarse aún más. “Las tensiones comerciales y la desglobalización probablemente sigan pesando sobre el sentimiento”, apunta. En esta situación “cada vez más compleja”, los mercados se han vuelto muy sensibles al flujo de noticias sobre macroeconomía y política, por lo que espera “movimientos bruscos” entre las fases optimistas «risk on» y pesimistas «risk off».
La larga duración parece menos atractiva
“Los insistentes llamamientos del BCE al estímulo fiscal indican que tiene un alcance limitado para nuevos recortes de tasas y que no se puede confiar en un QE adicional para impulsar el crecimiento”, señala AllianceBernstein. Esto no significa que la era de los rendimientos ultra bajos haya terminado: la probabilidad de aumentos coordinados del gasto público en la Eurozona es baja y, en consecuencia, el riesgo de que los rendimientos de los bonos gubernamentales adopten un sesgo positivo permanente, leve.
“Creemos que ahora se puede ganar más con un enfoque ágil, que identifique los catalizadores para el cambio entre regímenes ‘risk-on’ y ‘risk-off’ y, en consecuencia, gestione dinámicamente las posiciones de la cartera”, asegura.
Centrarse en crédito de mayor calidad
Ciertas partes del mercado parecen hoy especialmente vulnerables, advierte la gestora. “Por ejemplo, una combinación de crecimiento bajo con posibles shocks comerciales y políticos es potencialmente muy adversa para los bonos high yield CCC. Por el contrario, a pesar de los rendimientos visualmente bajos, los bonos de mayor calidad crediticia parecen relativamente atractivos en los niveles actuales en un contexto en el que se espera menor crecimiento”.
Los bonos globales investment grade (IG) ofrecen tanto retornos relativamente estables como un rendimiento positivo; y, aunque los spreads son modestos en relación con estándares históricos, aún ofrecen ingresos positivos frente a los rendimientos negativos de la mayoría de los bonos gubernamentales de la zona euro. Según AllianceBernstein, esto es atractivo para inversores reacios al riesgo y hambrientos de un poco de rendimiento.
A su juicio, los inversores deben ser precavidos con la sobreexposición a las partes con menor calificación del mercado de high yield y optar por una exposición crediticia más equilibrada que brinde protección contra las retiradas. “Al mismo tiempo, la disparidad en las valoraciones presentará buenas oportunidades: los inversores ágiles deben estar pendientes de los catalizadores para los cambios en el estado de ánimo del mercado”.
Catalizadores potenciales
Al analizar los catalizadores más probables, la gestora apunta que cierta cantidad del riesgo de Brexit ya ha sido valorada por los mercados del Reino Unido. Un «Brexit duro» probablemente resultaría en nuevas caídas de precios y algunas buenas oportunidades de compra, particularmente en bonos emitidos por bancos británicos. “Tras un largo periodo de eliminación de riesgos de sus negocios y reconstrucción de sus balances, son relativamente resistentes a los shocks y, si los diferenciales de sus bonos se ampliaran tras un Brexit duro, representarían un valor atractivo”, destaca.
“Un aumento significativo en los rendimientos de los bonos gubernamentales, impulsado por las expectativas de una política fiscal impactante, sería una fuerte señal de compra”, afirma AllianceBernstein. En su opinión, esto se debe a que la probabilidad de estímulos fiscales efectivos y de que la economía de la zona euro se recupere rápidamente es baja. Los diferenciales de IG más amplios también se verían muy atractivos.
A medida que nos acerquemos a final de año, la entidad cree que aumentan las posibilidades de una fase “risk off”. El Brexit, las tensiones comerciales EE.UU.-China y Oriente Medio podrían ser catalizadores, justo cuando la liquidez está disminuyendo antes de las vacaciones y los bancos centrales ya han usado la mayor parte de su munición.
“Esa combinación poco atractiva de factores podría crear un valor significativo para los inversores ágiles y bien preparados, con un enfoque de inversión dinámico que ofrezca rendimientos positivos al tiempo que proteja contra grandes retiradas”, sentencia.
AB European Income
Con todo, la gestora recomienda su estrategia AB European Income, que busca generar un elevado retorno absoluto, maximizando los ingresos y logrando la apreciación del capital. Para ello, emplea un enfoque multisectorial hacia la renta fija europea, mediante una cartera diversificada de bonos corporativos y gubernamentales de la región (también investment grade), con flexibilidad para invertir en emisores no europeos. La estrategia equilibra de manera dinámica activos de renta fija de mayor rendimiento en euros con bonos gubernamentales de menor riesgo “para generar rentabilidad a partir de distintas fuentes”.