Las tasas de interés real se mantendrán en mínimos históricos durante los próximos años

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Pixabay CC0 Public Domain. Las tasas de interés reales se mantendrán en mínimos históricos durante los próximos 4 o 5 años

Los tipos de interés consistentemente bajos crean un entorno operativo lleno de dificultades para los bancos, las gestoras de activos y las compañías de seguros, y suponen un desafío para los bancos centrales, tanto en su política monetaria como en lo que a estabilidad económica se refiere.

De acuerdo con el último informe de Moody’s Investors Service, el envejecimiento de la población o el desarrollo de los mercados emergentes son algunos de los principales factores que contribuyen este entorno que además podría suponer la incapacidad de estimular suficientemente la economía en caso de un shock negativo por parte de los bancos centrales.

“Asumiendo que la actual expansión del crecimiento en los Estados Unidos continua sin obstáculos, esperamos que el rendimiento nominal de los EE.UU. a diez años pase del casi 2% actual a alrededor del 3,5% en un periodo de cuatro a cinco años”, asegura el vicepresidente de Moody, Madhavi Bokil. Del mismo modo, esperan que los tipos de interés nominal en la zona euro aumenten gradualmente a lo largo del tiempo.

Diferentes factores, como el envejecimiento de la población, mayor desigualdad entre la población, un aumento en el ahorro corporativo o el desarrollo de los mercados emergentes seguirán contribuyendo a la caída de los tipos de interés en el futuro. Además, según el informe, el descenso en la tendencia de crecimiento desde mediados de la década de los 2000, los grandes programas de compra de los bancos centrales después de la crisis financiera global y la escasez de activos seguros de alta calidad también están hundiendo los tipos de interés.

“Los bajos tipos de interés presentan un desafío político para los bancos centrales”, aseguran desde Moody’s. Uno de los principales riesgos para la política monetaria es la incapacidad de estimular suficientemente la economía en caso de un shock negativo. Además, el riesgo para las instituciones financieras se presenta en una mayor exposición a activos de riesgo o cambios en la composición al vencimiento de los activos.

Una de las principales consecuencias del prevaleciente entorno de bajos tipos de interés es el potencial por excesiva búsqueda de yield. “Los gestores de activos se enfrentan rendimientos de referencia descendentes, lo que los lleva a buscar en otros tipos de activos para limitar el descenso en ganancias que hacen llegar a sus inversores. Especialmente aquellos que prometen altos rendimientos nominales”, destaca el informe. Por ello, están invirtiendo en activos con mayor vencimiento para obtener primas a plazo y en activos de mayor riesgo para beneficiarse de las primas de riesgo de crédito más altas y otras primas de riesgo que ofrecen estos activos. “Esta búsqueda de productividad podría suponer riesgos a la estabilidad financiera en el futuro si el entorno económico cambiase”, advierten.

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Frente al menor crecimiento económico: rentas derivadas de alquileres de larga duración

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Pixabay CC0 Public Domain. ante la ralentización del crecimiento económico en 2020: rentas derivadas de alquileres de larga duración

De cara a 2020, los flujos de rentas procedentes de alquileres de larga duración ganarán terreno frente a las estrategias de valor añadido y oportunistas, que dependen de las perspectivas económicas y la fortaleza del empleo. Estas son las previsiones de Savills Investment Management para el próximo año, según ha publicado en su informe de perspectivas para 2020.

Las perspectivas de los mercados de alquiler europeo se han debilitado con respecto a los últimos años en la actual fase tardía del ciclo de inversión y, ante el debilitamiento de la demanda mundial y la persistencia de los riesgos geopolíticos, los analistas esperan que el crecimiento económico se mantenga en niveles exiguos durante los próximos 12-18 meses.

No obstante, según las perspectivas de Savills IM los sectores de oficinas, retail y naves logísticas siguen albergando oportunidades, aunque “los inversores deben prestar atención a la asignación de activos, los cambios estructurales y los formatos resilientes, entre otras características”, recogen en su informe.

“En este punto del ciclo, estamos buscando flujos de rentas a largo plazo. Preferimos los distritos de negocios, las zonas aledañas a los distritos de negocios y las ubicaciones céntricas donde los inmuebles estén próximos a buenas infraestructuras de transporte. Los mercados donde exista escasez de superficies de oficinas modernas y optimizadas también pueden brindar algunas oportunidades interesantes. Los activos con múltiples inquilinos y alquileres de corta duración en ubicaciones céntricas ofrecen oportunidades para incrementarlas rentas a través de la gestión activa”, destaca Andreas Trumpp, director de Análisis para Europa en Savills IM.

Por otro lado, el informe también subraya la importancia de los activos comerciales que ponen el foco en la experiencia de compra, como los centros outlet, o los formatos comerciales de conveniencia, como los parques de medianas. Sobretodo aquellos que cuenten con una competencia próxima limitada y un fácil acceso desde los grandes núcleos de población.

“El acceso a las principales redes de transporte y la disponibilidad de trabajadores constituyen ingredientes esenciales en la receta logística”, afirma Trumpp. Por ello, desde Savills IM apuestan por naves de distribución modernas y de grandes dimensiones que se encuentren cerca de las principales redes de transporte, así como inmuebles urbanos más pequeños en grandes ciudades con alta densidad de población o en sus proximidades.

El informe destaca tres temáticas principales de cara a 2020: las oficinas, el retail y las naves logísticas.

Oficinas

“La escasez de superficies modernas de Grado A conlleva que todavía se pueda esperar cierto crecimiento de las rentas a medio plazo, aunque este será más limitado que en años anteriores”, determina el informe. Así, y debido a las expectativas de tipos de interés más bajos durante más tiempo, las rentabilidades inmobiliarias pueden tardar algo más de lo previsto en iniciar su senda alcista, ampliando así el ciclo, advierten.

En este caso, los volúmenes de inversión deberían aguantar según el informe, ya que persiste el atractivo diferencial entre las rentabilidades de las oficinas y las de la deuda pública. Los activos de elevada calidad con fuentes de rentas estables pueden constituir “refugios”, mientras que los mercados de oficinas regionales en los que la disponibilidad sea escasa podrían ser atractivos desde una perspectiva de los precios.

Así, desde Savills IM, apuestan por inmuebles de oficinas modernos en áreas bien comunicadas de Bruselas, Luxemburgo, las zonas aledañas a los distritos de negocios en las siete primeras ciudades alemanas, París, Lyon, Madrid o Barcelona, entre otros, y oportunidades core/core-plus en Copenhague, Estocolmo, Viena o Varsovia.

Retail

Los avances tecnológicos, la evolución demográfica y los cambios en el comportamiento de los consumidores están impulsando grandes transformaciones en todo el sector del retail en Europa. Los activos que ofrecen a los consumidores una experiencia de compra mejorada o más comodidad resisten mejor ante la disrupción derivada de los cambios en los hábitos de compra. “Siguen existiendo rentabilidades ajustadas al riesgo atractivas a disposición de los inversores que escojan activos que puedan resistir ante los cambios estructurales y beneficiarse de ellos; en este sentido, la gestión activa es clave”, asegura el informe.

Por ello, desde Savills IM, apuestan por parques de medianas prime en áreas con perspectivas de demanda positivas a largo plazo en los Países Bajos, Francia, Reino Unido o Suecia, entre otros, especialmente si tienen una locomotora de alimentación y abarcan servicios y experiencias. Además, también destacan el valor de los activos prime en grandes calles comerciales de Francia, de las siete primeras ciudades alemanas, Londres, Copenhague o Madrid y Barcelona, por ejemplo. 

Naves logísticas

Gracias al debilitamiento de las perspectivas económicas en Europa y el aumento de los costes de explotación los factores que determinan la demanda de alquiler están moderándose, asegura el informe. Sin embargo, desde Savills IM esperan que el sector logístico se beneficie de las transformaciones estructurales, como la implantación de nuevas tecnologías, la automatización, los cambios en los hábitos de consumo y las iniciativas de desarrollo, como la nueva ruta de la seda entre China y Europa.

“El aumento de las entregas de proyectos pondrá en peligro el crecimiento de los alquileres”, advierten, pero se prevé que el mercado de inversión mantenga el buen tono en 2020 debido a los grandes volúmenes de capital disponibles y las rentabilidades atractivas frente a otros sectores.

Así, el informe destaca, como principales apuestas, los centros de distribución modernos a lo largo de los principales corredores de transporte europeos, los polos logísticos alemanes más grandes, el triángulo logístico sueco, algunos núcleos en Polonia (como Varsovia y Breslavia) y cerca de los principales puertos en Portugal, Madrid y Barcelona. Además, señalan las oportunidades en activos logísticos urbanos y naves pequeñas-medianas en los Países Bajos, Reino Unido, en las grandes conurbaciones alemanas o algunas oportunidades selectivas en Austria, por ejemplo.

Savills IM contempla un escenario donde los los inversores sigan mostrando un gran interés por el mercado de oficinas, por lo que las rentabilidades podrían seguir comprimiéndose a pesar de situarse ya en mínimos históricos. Además, prevén un incremento moderado de las rentas en las principales calles comerciales de grandes ciudades como Barcelona y Madrid y, dentro del mercado logístico, “existe margen para que la compresión de las rentabilidades se acentúe en 2020 debido a la escasez de productos de primera categoría y a la intensa competencia”, subraya el informe.

Matias Lesser se incorpora al Grupo Azimut en Santiago

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Foto cedida. Matias Lesser se incorpora al Grupo Azimut en Santiago

Matias Lesser se une al equipo de Azimut (AZ Andes) en Santiago de Chile como Institutional Sales para la región de Latinoamérica excluyendo Brasil. Su objetivo será potenciar la venta de los fondos del Grupo en Chile, Perú, Colombia y Panamá.

Con anterioridad, Lesser se desempeñó como subgerente institucional en MBI durante 4 años. Entre sus responsabilidades estaban la distribución de fondos de MBI, entre los que se incluían estructuras locales e inversiones fuera de Chile mediante vehiculos feeder.

Lesser es ingeniero comercial por la Universidad los Andes con un minor en finanzas en esta misma universidad.

Azimut Holding es una empresa europea de origen italiano que administra 65.000 millones de dólares a través de más de 70 fondos de inversión y que cuenta con una red de oficinas en 17 países. Su foco en la Latinoamérica es mayoritariamente institucional habiendo recibido ya varias inversiones en este segmento.

La segunda montaña

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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Kalem Emsley . Foto: Kalem Emsley

En su último libro, David Brooks argumenta que, a medida que maduramos, necesitamos ir más allá de ’la primera montaña», la que creemos que debemos escalar, más allá de la autocomplacencia y los objetivos individuales, para alcanzar la cima de la segunda montaña, donde encontramos satisfacción en ayudar a otros o perseguir un bien común. No es difícil extrapolar este argumento del individuo a las compañías (e incluso a los gestores de fondos), donde los desafíos medioambientales y sociales actuales ofrecen a las empresas una gran oportunidad de centrarse en el propósito, así como en los beneficios.

Han pasado 50 años, medio siglo, desde que el economista Milton Friedman argumentara que el único propósito de los negocios era generar beneficio para los accionistas. Tenía en mente un bien mayor: que las compañías exitosas pagaran impuestos que beneficiaran a la sociedad, pero este segundo concepto no adquirió tanta importancia como el primero, particularmente entre la comunidad empresarial. Este pensamiento ha aparecido como una verdad ciertamente inmutable en las últimas cinco décadas. Sin embargo, el anuncio del año pasado por parte de la organización estadounidense Business Roundtable, compuesta por algunas de las compañías líderes del mundo, incluidas muchas multinacionales de primer nivel que poseemos en nuestras carteras, proporcionó una decisiva indicación al respecto de que tal vez era hora de replantear el argumento de Friedman. ¿Pueden depender la sostenibilidad o la durabilidad, para estas compañías y todo el mundo, de una perspectiva más integral? En particular, los firmantes adoptaron diferentes compromisos con sus clientes, empleados, proveedores y comunidades, además de la promesa de generar valor a largo plazo para sus accionistas.

Como inversores a largo plazo en compañías de alta calidad, esto nos parece una buena práctica comercial e incluso de sentido común. Al considerar brevemente las cuatro partes interesadas que mencionó la organización Business Roundtable, existen ejemplos obvios de por qué cada una es importante:

  • Consumidores: cada vez está más claro en el segmento del consumo estable que, para tener éxito, las compañías deben ofrecer productos de «rendimiento» que en realidad brinden beneficios, sobre todo porque los medios sociales ayudan a los consumidores a ser mucho más inteligentes.
  • Empleados: en muchos sectores que dependen de trabajadores altamente cualificados, especialmente de software y servicios de TI, la capacidad de reclutar, motivar y retener al personal es una fuente crucial de ventaja competitiva.
  • Proveedores: las compañías son cada vez más responsables de toda su cadena de suministro, ya sea en torno a la seguridad de los trabajadores o los impactos medioambientales.
  • Comunidades: además de la obviedad de que las comunidades son generalmente consumidores, las compañías ahora tienen que lidiar con un entorno político y regulatorio más estricto; por ejemplo, en materia de comercio, impuestos, antimonopolio, privacidad de datos y medio ambiente.

Para nosotros no existe un intercambio entre «hacer lo correcto» y el éxito a largo plazo. El éxito a largo plazo requiere que las compañías «hagan lo correcto». Desde el principio hemos tenido claro que nuestras carteras están diseñadas para la rentabilidad, no para el impacto, pero cada vez es más cierto que el impacto afectará a la rentabilidad conforme pase el tiempo, ya que las compañías son cada vez más responsables de las externalidades que crean, ya sean emisiones de carbono, residuos plásticos o pérdida de privacidad.

Siendo más positivos, el nuevo «espíritu del tiempo» presenta oportunidades y riesgos, ya que las marcas con fines específicos o aquellas que respetan a los empleados y los reguladores, pueden impulsar las oportunidades financieras. Esto puede ser en forma de aumento de cuota de mercado, poder de fijación de precios o fuerza laboral comprometida respetuosa con el entorno regulatorio. Como argumenta el CEO de Unilever, Alan Jope, «no se trata de un propósito en lugar de beneficios, sino de beneficio a través del propósito»; en otras palabras, es más probable que los clientes compren marcas que compartan claramente los valores con los que se identifican.

Como inversores en compounders, siempre nos hemos centrado en el largo plazo. Las compañías que poseemos tienden a ser menos cíclicas que el índice y tienen posiciones estratégicas sólidas. Así, siempre ha estado implícito que los factores ESG eran una prioridad en la lista de amenazas para mantener rentabilidades elevadas, de ahí nuestro enfoque histórico hacia el gobierno. Durante los últimos años, los factores medioambientales y sociales se han vuelto cada vez más importantes para las compañías en que invertimos dada la crisis climática, la prevalencia de los medios sociales y los entornos políticos menos predecibles. Nuestra respuesta ha sido ser más sistemáticos en torno a las consideraciones ESG. Como resultado, en calidad de equipo de inversión, estamos escalando lo que a veces sentimos que es nuestra segunda montaña, lidiando con situaciones que a menudo presentan dificultad a la hora de cuantificar los riesgos y las oportunidades relacionadas con el ámbito ESG.

En algunos casos, es relativamente sencillo hacer cálculos que aclaren la situación: por ejemplo, contabilizar los probables costes incrementales de unos 30 puntos básicos por año para las compañías de consumo estable que pagan la prima del 40% por plásticos totalmente reciclados (o recortar las tasas de crecimiento para aquellas que no se adaptan). Igualmente, el riesgo de mayores impuestos de sociedades se puede medir comparando el impuesto de sociedades actual con el promedio ponderado de ingresos de las tasas impositivas donde opera la compañía. Incluso es posible modelar el impacto de un impuesto de 100 dólares/tonelada en emisiones de CO2; afortunadamente, esto es manejable para las compañías incluidas en nuestras carteras globales, ya que la intensidad de carbono es un 87%-89% inferior con respecto a la del índice, basado en toneladas de CO2 por millón de dólares en ventas (1).

Otras cuestiones no se reducen tan fácilmente a números, lo que ha resultado en conversaciones fascinantes dentro del equipo. Por ejemplo:

  • ¿cómo pensar en los riesgos de cola: eventos de baja probabilidad con costes potenciales importantes, como una filtración de datos?
  • ¿qué riesgos son lo suficientemente importantes para que cambiemos el coste de capital de una compañía o la tasa de crecimiento terminal en nuestro modelo?
  • ¿qué valor le damos a la diversidad y qué coste tiene su ausencia? En términos más generales, la cultura es crucial, pero ¿es cuantificable?

Es dentro de este contexto donde hemos estado trabajando en el desarrollo de un cuadro de mando de factores ESG patentado para nuestras compañías que se centre no solo en cuestiones y controversias específicas e importantes de un valor bursátil determinado, sino también en asociar indicadores a cuestiones «universales» apremiantes, como las emisiones de carbono que amenazan el medio ambiente, la seguridad, los datos, la regulación y la diversidad, ya sean riesgos u oportunidades. Cuando estos sean lo suficientemente significativos, habrá un ajuste explícito a nuestros datos modelados, nuestra metodología de valoración o las dimensiones de las posiciones incluidas en nuestras carteras.

Como siempre, seguimos siendo pragmáticos, artistas y científicos, reconociendo que los problemas rara vez son obvios. Como inversores con un enfoque bottom-up basado en fundamentales, buscamos una mayor comprensión de nuestras inversiones en un mundo cada vez más complejo. Nos esforzamos por llegar a una evaluación razonablemente objetiva del efecto neto de las actividades positivas y negativas de nuestras compañías sobre su potencial de rentabilidad. Admitimos abiertamente que aún no tenemos todas las respuestas, ¡y casi con toda certeza nunca las tendremos! Lo que podemos ofrecer es una perspectiva genuinamente a largo plazo, un compromiso para afrontar estos problemas dentro del equipo en lugar de subcontratar externamente, un historial de compromiso exhaustivo con las compañías en las que invertimos y una experiencia profunda en términos de sector y compañías para aislar y analizar las cuestiones clave. Esperamos expectantes poder escalar junto a usted la segunda montaña.

Columna de Bruno Paulson, Managing Director, y Laura Bottega, Managing Director y principal especialista de carteras en Morgan Stanley Investment Management

 

Anotaciones:

  1. Fuente: MSCI, Morgan Stanley Investment Management, a 31 de diciembre de 2019.

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Michael Bloomberg habría invertido al menos 687 millones de dólares en la candidatura que abandona

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Cpopyright: Flickr. Michael Bloomberg habría invertido al menos 687 millones de dólares en la candidatura que abandona

Michael Bloomberg ha comunicado que abandona su candidatura a candidato presidencial demócrata tras los decepcionantes resultados obtenidos en las votaciones primarias del  supermartes y después de haberse gastado más de 500 millones de dólares en la campaña.

Bloomberg ha manifestado, además, su apoyo explícito a la candidatura de Joe Biden. Así, en un comunicado el ex alcalde de Nueva York declaró que: “Siempre he creído que para derrotar a Donald Trump se empieza por unirse al candidato con mayores posibilidades para ello. Tras el voto de ayer, está claro que el candidato es mi amigo y gran americano, Joe Biden”.

“Hace tres meses, entré en la carrera a presidente para derrotar a Donald Trump. Hoy, abandono la carrera por la misma razón: Derrotar a Donald Trump- porque para mí está claro que quedarse haría que alcanzar esa meta fuera más difícil”, declaró Bloomberg.

En las elecciones primarias a candidato demócrata denominadas supermartes, Biden ganó en nueve de los catorce Estados mientras que Bloomberg solo en American Samoa y obtuvo 43 delegados.

La candidatura  de Michael Bloomberg se anunció tarde, a finales de noviembre, pero rápidamente fue subiendo en las encuestas como una alternativa a tener en cuenta, entre otras cosas, por su capacidad para gastarse sumas de dinero nunca vistas.

Así, según la agencia Bloomberg, el ex alcalde de Nueva York habría invertido al menos 687 millones en total en su campaña, 550 millones de los cuales han ido destinados a publicidad. Gracias a ello, y según las encuestas, casi el 60% de los americanos han visto uno de sus anuncios, televisivos o digitales. Además, para llevar a cabo su campaña Bloomberg creó una operación con más de 2.400 empleados, 200 oficinas en 43 estados y territorios.

Sobre el futuro del multimillonario de 78 años, se prevé que vuelva a retomar la gestión diaria de su compañía tal y como hizo en 2013 tras finalizar sus mandatos como alcalde de Nueva York.

¿Cómo afectará el coronavirus a la economía y los mercados? Gestoras y asesores optan por mantener posiciones y empiezan a ver oportunidades

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Pixabay CC0 Public Domain. coronavirus españa

Las caídas han sido protagonistas en los mercados en las últimas semanas. La crisis sanitaria del coronavirus y los cortes de producción sufridos en China han hecho saltar las alertas ante una posible recesión. Los datos ya apuntan hacia una posible desaceleración de la economía asiática y mundial, y los mercados lo reflejan. El Ibex ha sufrido caídas superiores al 10% y las consecuencias podrían seguir notándose en las bolsas mundiales, y también la española, a pesar de las medidas de contención de los bancos centrales, pues ayer la Fed bajó los tipos de interés. La volatilidad seguirá reinando, dicen los expertos, pero las entidades recomiendan mantener posiciones y en algunos casos empiezan a ver oportunidades.

Según Carlos Mendoza, portavoz de gestión de Altair Finance AM, nos encontramos frente a un virus cuyas consecuencias serán “bastante limitadas en lo referente a la salud, pero no así en lo económico”. Desde Altair apuntan a un escenario protagonizado por altas volatilidades en las bolsas en los dos próximos meses, así como un entorno que rozará lo recesivo en lo económico y estará a expensas de las medidas de estímulo de los gobiernos y bancos centrales. 

No obstante, “la volatilidad puede y debe ser nuestra amiga”, apunta Mendoza. En este entorno, por ejemplo, la gestora ha aumentado la exposición en mínimos de sus fondos, acompañando al mercado durante las caídas pero “buscando aprovechar el rebote de las bolsas”. 

Ante esto, las gestoras recomiendan, ante todo, mantener la calma y el posicionamiento. Además, desde Tressis recuerdan que “todavía hay poca visibilidad en cuanto a los efectos reales sobre el crecimiento económico”, por lo que resulta recomendable no ceder ante el pánico. Asimismo, para aquellos que “estén invertidos, lo mejor es mantener el posicionamiento, y mientras que para los que esperan en liquidez, es un momento para ir construyendo cartera”, subraya Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis. 

“Nuestro escenario base sigue siendo que el virus terminará cediendo y que el impacto sobre la economía, aunque evidente en la primera parte del año, desaparecerá después”, añade Joaquín Casasús, socio y director general de Abante. Desde la entidad, y en este contexto de importantes caídas, “entendemos que empiezan a producirse oportunidades interesantes y, a este respecto, estamos empezando a tomar más riesgo en los fondos”, dice.

Por su parte, Diaphanum ha emitido un comunicado en el que recomienda aumentar la exposición a activos de riesgo en las carteras, vía bolsa de EE.UU. y bolsa europea. Así, aunque es complicado cuantificar el efecto que pueda llegar a tener la extensión del coronavirus – ya no está concentrado en China y se está expandiendo rápidamente en muchos países, lo que provocará efectos económicos importante en el corto plazo, por el cierre de factorías que está provocando alteraciones en las cadenas de producción, con un efecto directo en las ventas, el consumo, la compra de automóviles y la actividad económica en general, en mayor medida en los países más afectados (China, Irán, Corea del Sur y Norte de Italia)-, y aunque reconoce que el sector turístico, la hostelería y las empresas de transporte de viajeros, especialmente importantes para la economía española, se verán afectados de forma significativa,  no todo es negativo.

“Los bancos centrales están reaccionando con un aumento de los estímulos económicos, como ha ocurrido con el Banco Popular de China y la Fed, que ha bajado 50 puntoso básicos. los tipos para apuntalar la economía y apoyar la evolución de los mercados financieros. Igualmente se está debatiendo la posibilidad de aumentar el gasto público para reactivar la economía, en pleno año electoral en EE.UU. “, explican en la entidad.

Diaphanum considera que esta situación afectará negativamente al crecimiento mundial y a los resultados de las empresas, con una bajada de actividad muy rápida, pero que tendrá una reacción igualmente rápida (movimiento en V), y que se está reflejando en los mercados, con una fuerte caída de precios de los activos de riesgo y es muy probable que también se descuente rápidamente la subida, por lo que recomienda actuar con celeridad.  En este escenario, los mercados se han abaratado con las caídas y los multiplicadores bursátiles son menos exigentes, aunque hay que contar con una revisión a la baja de los resultados, dicen.

Los más afectados

En lo que respecta a la economía española, esta situación afecta negativamente al turismo y a todos los sectores vinculados a este, como las aerolíneas o la restauración, según Perea. La semana pasada, por ejemplo, ya vimos los efectos que el virus está teniendo en estas empresas: la aerolínea IAG sufrió otro correctivo del 8,78% y ha decidido no publicar previsiones de beneficio ante la debilidad de la demanda generada por la expansión del coronavirus. Por ahora, este impacto se ve reflejado en la actividad, pero Perea advierte de que, de extenderse en el tiempo, probablemente termine afectando al empleo. 

Por otro lado, no sólo se registran impacto negativos. Las importantes bajadas del precio del petróleo (23% de caída alcanzando los 50 dólares barril) “podrían mitigar algo el impacto sobre la economía en un país como España, que es importador neto de energía”, añade Perea. 

No obstante, desde Altair aconsejan diferenciar el comportamiento del Ibex 35 con la economía en general ya que sectores como el turismo que representan casi el 15% del PIB de nuestro país, apenas tiene representación en el selectivo.

Por último, según la gestora, Europa puede sufrir más que Estados Unidos, debido a la composición sectorial de su economía, mucho más industrial que la americana.

Las medidas monetarias

Con todo, los mercados cuentan ahora con el apoyo de los bancos centrales, empezando por la Fed, que previsiblemente será secundada por el BCE. “Esperamos medidas adicionales en la próxima reunión que complementen esta bajada de tipos y también algún movimiento del resto de bancos centrales, si bien tienen una munición significativamente menor que la Reserva Federal”, dicen en A&G.

Sobre la Fed, “sin duda se trata de una medida valiente y contundente y que obligará a los Gobiernos a adoptar medidas fiscales y de gasto público que apoyen el crecimiento económico y devuelvan la confianza a los ciudadanos y a los inversores”, explica Juan Ramón Casanovas, Head of Private Portfolio Management, en Bank Degroof Petercam Spain.

Con todo, los expertos tampoco olvidan la señal alarmante que pueden dar al mercado: “Desde el año 2008 la Fed no había actuado fuera de sus reuniones habituales. Una decisión como esta únicamente se lleva a cabo si el organismo oficial cree que es necesario actuar con premura. La economía norteamericana sigue fuerte, pero el coronavirus supone riesgos. Durante los últimos días hemos visto una expansión más amplia del virus y que este ha empezado a expandirse por Estados Unidos. Antes de que suponga una amenaza para los precios y para el crecimiento, la Reserva Federal prefiere actuar. Los inversores creen que, si se toman medidas extraordinarias y sobre todo fuera del circuito habitual, puede ser que los estamentos públicos anticipen un deterioro mayor. En cualquier caso, son solo elucubraciones”, añade Casanovas.

“El recorte de tipos de 50 puntos básicos de la Fed ha sorprendido al mercado, no por su movimiento, pero si por el momento. Se esperaba ese recorte para la reunión del 18 de marzo y el hecho de haberla acelerado sólo genera dudas sobre la situación y alimenta el pánico y confirma, o bien que el impacto económico del virus puede ser mayor de lo inicialmente esperado, o que la Fed está más pendiente de la evolución de las bolsas. Históricamente, siempre que la Fed ha hecho una bajada de 50 puntos básicos. la economía estadounidense ha entrado en recesión en los próximos trimestres”, advierte en el mismo sentido Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada.

El experto recuerda que la reacción del mercado ante el recorte de tipos de la Fed ha sido muy negativa: “La reacción del mercado, con las bolsas subiendo en un principio para después caer fuertemente, pone en duda la efectividad de la PUT de la Fed y la fe ciega que el mercado venía teniendo en los bancos centrales”, añade.

 

La segunda montaña

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En su último libro, David Brooks argumenta que, a medida que maduramos, necesitamos ir más allá de ’la primera montaña», la que creemos que debemos escalar, más allá de la autocomplacencia y los objetivos individuales, para alcanzar la cima de la segunda montaña, donde encontramos satisfacción en ayudar a otros o perseguir un bien común. No es difícil extrapolar este argumento del individuo a las compañías (e incluso a los gestores de fondos), donde los desafíos medioambientales y sociales actuales ofrecen a las empresas una gran oportunidad de centrarse en el propósito, así como en los beneficios.

Han pasado 50 años, medio siglo, desde que el economista Milton Friedman argumentara que el único propósito de los negocios era generar beneficio para los accionistas. Tenía en mente un bien mayor: que las compañías exitosas pagaran impuestos que beneficiaran a la sociedad, pero este segundo concepto no adquirió tanta importancia como el primero, particularmente entre la comunidad empresarial. Este pensamiento ha aparecido como una verdad ciertamente inmutable en las últimas cinco décadas. Sin embargo, el anuncio del año pasado por parte de la organización estadounidense Business Roundtable, compuesta por algunas de las compañías líderes del mundo, incluidas muchas multinacionales de primer nivel que poseemos en nuestras carteras, proporcionó una decisiva indicación al respecto de que tal vez era hora de replantear el argumento de Friedman. ¿Pueden depender la sostenibilidad o la durabilidad, para estas compañías y todo el mundo, de una perspectiva más integral? En particular, los firmantes adoptaron diferentes compromisos con sus clientes, empleados, proveedores y comunidades, además de la promesa de generar valor a largo plazo para sus accionistas.

Como inversores a largo plazo en compañías de alta calidad, esto nos parece una buena práctica comercial e incluso de sentido común. Al considerar brevemente las cuatro partes interesadas que mencionó la organización Business Roundtable, existen ejemplos obvios de por qué cada una es importante:

  • Consumidores: cada vez está más claro en el segmento del consumo estable que, para tener éxito, las compañías deben ofrecer productos de «rendimiento» que en realidad brinden beneficios, sobre todo porque los medios sociales ayudan a los consumidores a ser mucho más inteligentes.
  • Empleados: en muchos sectores que dependen de trabajadores altamente cualificados, especialmente de software y servicios de TI, la capacidad de reclutar, motivar y retener al personal es una fuente crucial de ventaja competitiva.
  • Proveedores: las compañías son cada vez más responsables de toda su cadena de suministro, ya sea en torno a la seguridad de los trabajadores o los impactos medioambientales.
  • Comunidades: además de la obviedad de que las comunidades son generalmente consumidores, las compañías ahora tienen que lidiar con un entorno político y regulatorio más estricto; por ejemplo, en materia de comercio, impuestos, antimonopolio, privacidad de datos y medio ambiente.

Para nosotros no existe un intercambio entre «hacer lo correcto» y el éxito a largo plazo. El éxito a largo plazo requiere que las compañías «hagan lo correcto». Desde el principio hemos tenido claro que nuestras carteras están diseñadas para la rentabilidad, no para el impacto, pero cada vez es más cierto que el impacto afectará a la rentabilidad conforme pase el tiempo, ya que las compañías son cada vez más responsables de las externalidades que crean, ya sean emisiones de carbono, residuos plásticos o pérdida de privacidad.

Siendo más positivos, el nuevo «espíritu del tiempo» presenta oportunidades y riesgos, ya que las marcas con fines específicos o aquellas que respetan a los empleados y los reguladores, pueden impulsar las oportunidades financieras. Esto puede ser en forma de aumento de cuota de mercado, poder de fijación de precios o fuerza laboral comprometida respetuosa con el entorno regulatorio. Como argumenta el CEO de Unilever, Alan Jope, «no se trata de un propósito en lugar de beneficios, sino de beneficio a través del propósito»; en otras palabras, es más probable que los clientes compren marcas que compartan claramente los valores con los que se identifican.

Como inversores en compounders, siempre nos hemos centrado en el largo plazo. Las compañías que poseemos tienden a ser menos cíclicas que el índice y tienen posiciones estratégicas sólidas. Así, siempre ha estado implícito que los factores ESG eran una prioridad en la lista de amenazas para mantener rentabilidades elevadas, de ahí nuestro enfoque histórico hacia el gobierno. Durante los últimos años, los factores medioambientales y sociales se han vuelto cada vez más importantes para las compañías en que invertimos dada la crisis climática, la prevalencia de los medios sociales y los entornos políticos menos predecibles. Nuestra respuesta ha sido ser más sistemáticos en torno a las consideraciones ESG. Como resultado, en calidad de equipo de inversión, estamos escalando lo que a veces sentimos que es nuestra segunda montaña, lidiando con situaciones que a menudo presentan dificultad a la hora de cuantificar los riesgos y las oportunidades relacionadas con el ámbito ESG.

En algunos casos, es relativamente sencillo hacer cálculos que aclaren la situación: por ejemplo, contabilizar los probables costes incrementales de unos 30 puntos básicos por año para las compañías de consumo estable que pagan la prima del 40% por plásticos totalmente reciclados (o recortar las tasas de crecimiento para aquellas que no se adaptan). Igualmente, el riesgo de mayores impuestos de sociedades se puede medir comparando el impuesto de sociedades actual con el promedio ponderado de ingresos de las tasas impositivas donde opera la compañía. Incluso es posible modelar el impacto de un impuesto de 100 dólares/tonelada en emisiones de CO2; afortunadamente, esto es manejable para las compañías incluidas en nuestras carteras globales, ya que la intensidad de carbono es un 87%-89% inferior con respecto a la del índice, basado en toneladas de CO2 por millón de dólares ventas (1).

Otras cuestiones no se reducen tan fácilmente a números, lo que ha resultado en conversaciones fascinantes dentro del equipo. Por ejemplo:

  • ¿Cómo pensar en los riesgos de cola: eventos de baja probabilidad con costes potenciales importantes, como una filtración de datos?
  • ¿Qué riesgos son lo suficientemente importantes para que cambiemos el coste de capital de una compañía o la tasa de crecimiento terminal en nuestro modelo?
  • ¿Qué valor le damos a la diversidad y qué coste tiene su ausencia? En términos más generales, la cultura es crucial, pero ¿es cuantificable?

Es dentro de este contexto donde hemos estado trabajando en el desarrollo de un cuadro de mando de factores ESG patentado para nuestras compañías que se centre no solo en cuestiones y controversias específicas e importantes de un valor bursátil determinado, sino también en asociar indicadores a cuestiones «universales» apremiantes, como las emisiones de carbono que amenazan el medio ambiente, la seguridad, los datos, la regulación y la diversidad, ya sean riesgos u oportunidades. Cuando estos sean lo suficientemente significativos, habrá un ajuste explícito a nuestros datos modelados, nuestra metodología de valoración o las dimensiones de las posiciones incluidas en nuestras carteras.

Como siempre, seguimos siendo pragmáticos, artistas y científicos, reconociendo que los problemas rara vez son obvios. Como inversores con un enfoque bottom-up basado en fundamentales, buscamos una mayor comprensión de nuestras inversiones en un mundo cada vez más complejo. Nos esforzamos por llegar a una evaluación razonablemente objetiva del efecto neto de las actividades positivas y negativas de nuestras compañías sobre su potencial de rentabilidad. Admitimos abiertamente que aún no tenemos todas las respuestas, ¡y casi con toda certeza nunca las tendremos! Lo que podemos ofrecer es una perspectiva genuinamente a largo plazo, un compromiso para afrontar estos problemas dentro del equipo en lugar de subcontratar externamente, un historial de compromiso exhaustivo con las compañías en las que invertimos y una experiencia profunda en términos de sector y compañías para aislar y analizar las cuestiones clave. Esperamos expectantes poder escalar junto a usted la segunda montaña.

 

Columna de Bruno Paulson, Managing Director, y Laura Bottega, Managing Director y principal especialista de carteras en Morgan Stanley Investment Management

 

Anotaciones:

  1. Fuente: MSCI, Morgan Stanley Investment Management, a 31 de diciembre de 2019.

 

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Luz verde de la CNMV al registro de la sucursal de Eurizon en España

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A finales de 2018 la gestora italiana Eurizon anunció que comenzaba a operar en España, con la apertura de su primera sucursal en nuestro país, bajo la dirección de Bruno Patain, responsable para España y Portugal de la firma. El pasado viernes la CNMV dio luz verde a la apertura de la sucursal en España, reforzando la estrategia de desarrollo internacional de la gestora.

Eurizon operará como sociedad gestora del Espacio Económico Europeo con sucursal. «La reciente formalización de la sucursal española representa nuestro mayor compromiso con el mercado español y nuestra intención de continuar ofreciendo a los inversores institucionales españoles productos adecuados a sus necesidades, desde la cercanía y la agilidad de tener una presencia local», comenta Patain, Country Head de Eurizon para España y Portugal.

«Durante estos meses, hemos tenido una acogida excepcional por parte de los inversores. Eurizon y sus fondos son cada vez más reconocidos en el mercado español. Debemos continuar trabajando en esta línea y que los clientes continúen valorando la calidad de nuestros productos y la amplia gama de fondos de la que disponemos», añade.

En la gestora cuentan con una amplia variedad de fondos, desde productos más dinámicos, a los más conservadores: «Son soluciones de inversión que se adaptan a la coyuntura actual, de bajos tipos de interés y bajas rentabilidades, y que permiten ofrecer a los inversores rendimientos con poca volatilidad. Asimismo, también contamos con fondos para entornos de mercado favorable y para inversores que tienen un perfil de riesgo más elevado», añade Patain.

Expansión internacional

La apertura de una oficina en Madrid se suma a las pasadas aperturas en París, Fránkfurt y Zurich.

El negocio de Eurizon en España, al igual que el de Francia, Alemania y Suiza, está coordinado por Gabriele Miodini, responsable de ventas y gestión de clientes de Eurizon Capital SA.

La CMF chilena pone en consulta una norma que permitirá a los inversionistas institucionales ingresar de manera directa a los sistemas de compensación y liquidación

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Pixabay CC0 Public Domain. La CMF chilena pone en consulta una norma que permitirá a los inversionistas institucionales ingresar de manera directa a los sistemas de compensación y liquidación

La comisión para el mercado financiero (CMF) ha informado que, desde el dos de marzo hasta el 27 de marzo, ha puesto en consulta pública una propuesta normativa sobre participantes de sistemas de compensación y liquidación de instrumentos financieros, regulados por la Ley N° 20.345.

La normativa apunta a autorizar a los denominados inversionistas institucionales, conforme a Ley N° 18.045 y la NCG N° 410 de 2016, a ingresar directamente sus operaciones, en calidad de participantes, en dichos sistemas.

Se consideran inversionistas institucionales las siguientes entidades: Bancos, sociedades financieras, compañías de seguros, entidades nacionales de reaseguro, administradoras de fondos autorizados por ley, bancos e instituciones financieras extranjeras, compañías de seguros y reaseguradoras extranjeras, fondos o vehículos de inversión colectiva extranjeros que sean fiscalizados, fondos privados de la ley 20.712 (aportantes con participación relevante), administradores de cartera que administren volúmenes relevantes, entidades gubernamentales o estatales y los fondos soberanos autorizados para invertir en instrumentos financieros, organismos multilaterales, supranacionales o entidades creadas por varios estados cuyos recursos tengan por destino promover el desarrollo de los mercados de capitales.

Actualmente, pueden ser participantes de los sistemas de compensación y liquidación de instrumentos financieros los agentes de valores, corredores de bolsa de valores, corredores de bolsa de productos, bancos y bolsas de valores. De este modo, cualquier otra entidad que necesite compensar o liquidar órdenes en los sistemas debe hacerlo por medio de alguna de estas entidades autorizadas.

Para acceder al detalle de la propuesta normativa, los interesados pueden ingresar en la sección normativa en consulta del sitio web Institucional.

 

Imantia trabaja en una nueva estrategia mixta de ETFs y que conjugará la tecnología, lo temático y lo verde

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Pixabay CC0 Public Domain. Imantia trabaja en un nuevo fondo que combinará renta variable y fija para ampliar su gama Imantia Futuro

Reinventarse es un reto que se escribe con letras mayúsculas. En este caso, tan grandes como las que usa Imantia en la imagen corporativa que estrenó en octubre de 2019. La gestora sigue trabajando por visibilizar el cambio que ha dado a su enfoque de negocio y por ampliar su oferta de productos.

Durante un encuentro con medios, Mario Díaz Serrano, director de negocio de Imantia, ha adelantado que la gestora está trabajando en la creación de un nuevo fondo dentro de su gama Imantia Futuro. Aunque todavía está “haciéndose en el  horno” y no tiene fecha de lanzamiento, Díaz sí ha adelantado algunas de sus características. “El fondo combinará la renta fija y la renta variable, y será 100% de ETFs. Será una estrategia que conjugue la tecnología, el enfoque temático y lo verde. Todavía estamos trabajando en el modelo matemático con el que se construye el fondo, pero de lo que estamos seguros es que queremos seguir creando soluciones de inversión”, ha señalado. 

Este nuevo fondo se unirá a la gama Imantia Futuro que por ahora está formado por Imantia Futuro Healthy e Imantia Futuro, ambos fondos temáticos de renta variable. “Si nos hubiéramos visto hace un mes, podríamos haber dicho, y con razón, que ambos fondos lo estaban haciendo fabulosamente bien, pero el efecto del coronavirus en el mercado también se ha dejado sentir en su desempeño. Como es lógico ambos han caído, pero lo han hecho menos que la media del mercado, lo cual confirma que hemos desarrollado dos productos que logran un objetivo esencial en nuestro proyecto de negocio: proteger al inversor”, ha defendido Díaz. 

En su opinión, la clave de estos dos fondos es, por un lado, su sólida construcción basada en un modelo matemático y, por otro, su visión temática, que permite invertir en “historias de crecimiento”. Díaz ha señalado que “las generaciones cambian, pero su demanda por una rentabilidad atractiva no. Por eso nos hemos centrado en la creación de dos fondos que sean diferentes, transparentes, fácil de entender, que ofrezcan protección al inversor además de rendimientos, y que no amplifiquen los latigazos del mercado”. 

Una nueva etapa

Sobre este nuevo enfoque, que aún no ha cumplido un año, Gonzalo Rodríguez, CEO de Imantia, ha recordado: “Nuestro objetivo no es vender producto, sino que busquen nuestros productos. Queremos que la gente compre lo que realmente quiera y comprenda, sin por ello renunciar a una rentabilidad atractiva”. En palabras del consejero delegado de la firma, el reto está en la alfabetización de los inversores y “dejar de ver la inversión como algo solo para expertos”.  

Según ha explicado Díaz, cuando lanzaron su propuesta se dieron cuenta que tenían que responder a una serie de nuevos paradigmas. “Vimos que estamos ante un nuevo entorno caracterizado por bajos tipos de interés, donde la RSC y los criterios ASG son dos tendencias imparables en la sociedad y donde también hay un nuevo entorno tecnológico, liderado por el big data y lo cuantitativo. Incorporamos estos cambios de tendencias a nuestros productos, partiendo de la base de una inversión a largo plazo”, ha resumido.  

En este sentido, la gestora sigue poniendo el acento en la educación financiera y en que el proceso de contratación de sus fondos sea un viaje por ese proceso de comprensión. “En nuestro cambio nos orientamos a inversores jóvenes y a lo puramente digital, lo que nos permite ser más diversos y dar mayor accesibilidad. La forma de demostrar nuestras ganas de realmente generar un cambio es que la contratación del producto es totalmente online y que la inversión mínima es de 500 euros, pudiendo hacerse las aportaciones futuras hasta con una tarjeta de crédito”, ha destacado Cristina Zabaleta, responsable de comunicación de Imantia.