Gustavo Coll (presidente de CAIU, izquierda) y Pablo Rubio (vicepresidente de CAIU, a la derecha) - Funds Society. ,,
La Cámara de Asesores de Inversión y Gestores de portafolios del Uruguay, CAIU, se ha puesto como meta inmediata sistematizar el trabajo de sus socios en temas como el “reporting” ante el Banco Central o los estándares de calidad profesional. Pero pensando en el futuro, situar al país rioplatense como un hub de asset managers capaz de generar fondos para toda Latinoamérica aparece como una gran ambición para Gustavo Coll Pisani y Pablo Rubio, presidente y vicepresidente de la cámara respectivamente.
En 2020 CAIU cumple sus primeros 5 años de existencia y avanza a una fase de consolidación gracias a haber logrado reunir más de 70 firmas de asesores financieros y Gestores de Portafolio (sobre las cerca de 150 existentes) y haber establecido un canal de comunicación regular con el Banco Central de Uruguay (BCU).
Como explica Gustavo Coll, la prioridad “de los próximos años será terminar la estabilizar la licencia de gestor financiero y la parte de los reportes al Banco Central, esta segunda línea de trabajo es clave porque tenemos que ser capaces de sistematizar profesionalmente el “reporting” para poder funcionar normalmente”.
Pablo Rubio añade: “Nuestras empresas no son grandes y el peso del “compliance” es enorme y estamos trabajando para reunir a los actores de la industria para que todos en CAIU tengamos el mismo sistema y podamos presentar algo sistemático al Banco Central”.
La Cámara está promoviendo también un estándar de alta calidad de capacitación profesional, común a todos los socios. Para ello organiza cursos y se mantiene en contacto con las organizaciones de formación académica presentes en el país.
Uruguay como hub regional, una cuestión de impulso político
Un reciente informe de la consultora PWC con la colaboración de SURA Investment Management, presentado porCAIU, señalaba el potencial de la industria latinoamericana y el lugar estratégico que podría ocupar Uruguay.
Elaborado antes de la pandemia de coronavirus, el informe presenta una serie de proyecciones hasta 2025. Así, se prevé un fuerte crecimiento de los activos bajo administración en Latinoamérica en los próximos 5 años, que alcanza el 10,1% anual, hasta los 14,6 billones de dólares en 2025.
En este contexto, desde PWC considera que Uruguay sería un país idóneo para el establecimiento de un hub para la industria financiera regional, lo que incluiría potenciar el trabajo de los gestores de activos, creando fondos mutuos similares a los europeos, que tienen en el vehículo UCIT (o pasaporte de fondos europeo) un exitoso ejemplo.
“Llevo diciendo desde hace 30 años que Uruguay tiene que ser el Luxemburgo de América Latina. Hay potencial por la estabilidad, las certezas jurídicas, la conectividad, un buen controlador en la figura del Banco Central, el capital humano… Pero es necesario que haya un impulso gubernamental para promover esa tercera pata de industria financiera, que es una industria noble, legal, de altísimo valor agregado y que genera mucho empleo”, señala Coll.
Actualmente, en Uruguay hay dos figuras, la figura del Asesor de Inversión y la figura de Gestor de Portafolios, creada últimamente. Hoy en dia, hay unos 30 Asesores de Inversion socios de la CAIU que han solicitado la nueva licencia de Gestor de Portafolios y están a la espera de la autorización del BCU.
¨Existe una receptividad y un diálogo permanente con en gobierno y en particular con el BCU para impulsar los servicios financieros, un ejemplo de esto fue la presencia de la CAIU, a través del presidente y vicepresidente en la Comisión del Senado de la República para apoyar el Articulo 220 de la Ley de Urgente Consideración LUC, afirma Rubio.
Banco Santander anunció este martes el lanzamiento “SAM-ESG”, el primer Fondo de Inversión de Renta Variable con criterios de sustentabilidad (ESG) en México, que incorporará elementos no financieros en su gestión, con lo que propone un vehículo para una estrategia de inversión socialmente responsable, con un impacto positivo en la sociedad.
Creado por SAM Asset Management, la Gestora de Fondos de Inversión de Banco Santander, este innovador fondo incorpora una visión más integral sobre los activos en los que se invierte, considerando además de elementos financieros, aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Es así como SAM Asset Management se convierte en la primer Gestora de México en tener un Fondo de Inversión que únicamente invertirá en empresas que cumplen con criterios Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo (Environmental, Social, and Governance, o ESG por sus siglas en inglés).
El principal diferenciador de este fondo “SAM-ESG” es que, a través de una robusta metodología desarrollada por Santander Asset Management a nivel global, se realizará un análisis para conocer si las empresas en las que se invertirá están apegándose a criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo en la administración de sus negocios, con lo que se obtiene un Score ESG, que determina el grado de compromiso con las inversiones sustentables del fondo.
Además del riguroso proceso de análisis por parte de SAM Asset Management, este fondo ofrecerá una estrategia de inversión activa y con ello la posibilidad de diversificar el portafolio del inversionista con una visión más integral.
“Nos hemos distinguido por ofrecer una gama innovadora de Fondos de Inversión y sin duda el Fondo SAM-ESG, nos proyecta hacia un modelo de inversión sustentable que es cada vez más exigido por inversores que buscan no solo un rendimiento atractivo de largo plazo, sino contribuir a favor del medio ambiente y de la sociedad. Es un Fondo de Inversión único en México y esperamos que genere una nueva tendencia en el mercado mexicano”, afirmó Jesús Mendoza del Río, director general de SAM Asset Management en México, la Gestora de Fondos de Inversión de Banco Santander.
El Fondo de Inversión “SAM-ESG”, estará disponible para personas físicas y morales, sin un mínimo de inversión, a partir del 23 de julio de 2020 en el mercado mexicano. Se tienen altas expectativas sobre su aceptación, dado que a nivel global un 25% de los activos administrados en Fondos de Inversión se manejan bajo criterios ESG.
2020 continues to be a challenging year. The investment outlook remains cloudy, as many economies have started to recover only slowly from the economic paralysis caused by the COVID-19 epidemic. Nevertheless, stock markets have rebounded sharply, driven by massive fiscal and monetary stimulus. Equity valuation levels have reached record highs, offering only limited upside potential for investors. At the same time, traditional fixed income areas remain unattractive, given the persisting low interest rate environment. Therefore, investors continue to explore new, innovative investment opportunities that offer more attractive risk-adjusted returns.
For conservative investors, private debt remains the asset class with the most attractive risk-reward profile. The direct lending area continues to benefit from the lack of funding by traditional banks to small and medium-sized enterprises. Numerous private lending funds have been launched in the aftermath of the Great Financial Crisis to fill the funding vacuum that was caused by stricter banking regulations. The growth of the private debt area has been spectacular. According to the leading alternative information provider Preqin, assets under management have grown consistently each year and, as of June 2019, reached a record of $812bn. The BlackRock Investment Institute estimates annual gross returns of 10.4% for the direct lending asset class in the next seven year, based on data as of 13 April, 2020. Only private equity has a higher expected return (10.8% per year). However, while private debt returns are relatively stable, private equity interquartile returns range from -1.8% to +24.8%, which implies a completely different risk profile.
Private debt includes a wide range of strategies with different risk-return characteristics. Some areas, such asventure debt, subordinated loans and mezzanine are not without risk. Conservative investors should focus on opportunities in the senior-secured lending area where they benefit from the strongest protection. The UK real estate bridge lending market is one of the most attractive niches that perfectly illustrates the attractiveness of private lending. Real estate bridge loans are short-term loans, fully backed by the value of a property. The UK is by far the biggest bridging market in Europe with a well-established legal framework and strong lender protection. According to the Association of Short Term Lenders (ASTL), the UK bridging loan books grew 19.7% to GBP 4.5 billion in 2019, which is more than the combined market size of all other European countries. At the same time, the UK bridging market is less crowded than the US market, offering higher yields and lower default rates. Average monthly interest rates are close to 0.9% per month, or more than 11% annualized, a sharp contrast to the Bank of England’s key bank rate that was reduced to a record low of 0.1% during the COVID-19 epidemic.
What are the reasons real estate developers are willing to pay such high rates? The short answer is the lack of funding by traditional banks. It is not surprising that in a recently conducted survey by Ernst & Young, the key consideration when choosing a bridge lender, is the speed of execution. The most important purpose for bridge loans are refurbishment projects with a relatively short duration. Another reason is an acquisition bridge to complete the necessary down payment within 30 days after purchasing a property at an auction. Developers might also seek bridge funding to start a development before replacing the bridge loan with a cheaper construction loan or mortgage by a bank. Sometimes, a partial construction or a certain level of pre-sales help to get a more favorable long-term bank loan, which more than offsets the temporary high rates for a bridge.
Investors also benefit from the short duration of the bridge loans with clear exit strategies. The average loan duration is only 9 to 12 months. More importantly, bridge loans are fully secured by the value of the property that exceeds the loan size significantly. In the UK, the average loan-to-value (LTV) is around 60%. This means that even if property prices drop 40%, there would be no impairment. Importantly, investors can count on best-in-class valuation companies that ensure a fair, current appraisal of the properties. Interestingly, property prices, especially on the low- and middle-class residential segments outside London, have remained very stable, even after Brexit and during the Covid-19 recession. This is mainly because of the severe housing deficit that has existed for many years, as the supply of new housing has not met the rising demand from population growth.
The Great Financial Crisis was the main catalyst for the rise of the private debt market, as private investors and fund managers started to seize the opportunity to replace traditional banks in providing the much-needed funding to small and medium-sized enterprises. The impressive growth of the UK bridging market is an excellent example of this trend. Investors can take advantage of this attractive investment opportunity via the Katch Real Estate Lending Fund that offers high transparency and superior risk-adjusted returns, compared to other asset classes.
Como cada mes, la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), dirigida por Bernardo González, sigue trabajando en actualizar la lista de fondos de entre los que las afores pueden elegir para realizar sus exposiciones a activos extranjeros.
En la actualización de julio, dos gestoras se unieron a la lista con un fondo cada una; PIMCO, conocida principalmente por ser una de las gestoras de renta fija más importantes del mundo, y UTI Asset Management, la séptima firma de gestión de activos más importante en la India.
Otros siete fondos también fueron incluidos, se trata de dos de AllianceBernstein, uno de Amundi, dos de BlackRock, uno de Morgan Stanley Investment Management y uno de Pictet AM.
El nuevo escenario causado por la pandemia provocará grandes cambios en el comportamiento tanto del consumidor como las relaciones comerciales que no deberían ser ignorados por las compañías, dice el presidente ejecutivo de Global M&A J.P. Morgan, Hernan Cristerna.
“Es probable que el impacto a largo plazo de la pandemia sea profundo, lo que provocará grandes cambios en el comportamiento del consumidor, así como las relaciones entre los bloques comerciales y la evaluación del riesgo de crédito por parte de las instituciones financieras. Las empresas que ignoren o subestimen estos cambios sísmicos lo harán bajo su propio riesgo”, aseguró Cristerna en una columna publicada en la web de la empresa que dirige.
El primer impacto se sentirá en los bolsillos de los consumidores que estarán afectados por la incertidumbre laboral bajo una recuperación lenta con la constante amenaza de la reinfección.
Esto generará una reducción del gasto de los hogares que ajustarán sus cuentas exigiendo una mejor relación de calidad-precio.
Para Cristerna este panorama hará “tambalear” algunos sectores mientras “que otros florecerán” y los efectos de reacción de las compañías generará una “nueva ola de consolidación”.
“A través de combinaciones de negocios, las empresas obtendrán los recursos necesarios para acceder a nuevas habilidades y tecnología, acelerar la innovación de manera eficiente, reducir de manera responsable su base de costos, mientras reducen la capacidad en los sectores más afectados”, aseguró el directivo.
El sector financiero, por su parte, está más saneado en comparación con la crisis del 2009.
Sin embargo, la magnitud del crédito solicitado, tanto por empresas como consumidores, dejarán “algo traumatizado” al sector, lo que les permitirá una mejor posición a las compañías que estén bien capitalizadas.
Por otra parte, para Cristerna probablemente “la mayor incógnita sea el grado de intervención del gobierno” y cómo los políticos promoverán combinaciones dentro de las regiones o países para evitar que ingresen compradores extranjeros que promuevan la integración vertical.
En este sentido, se destaca “el resurgimiento del nacionalismo de EE.UU.” que en palabras de Cristerna “ganará si elige promover combinaciones entre sus propias compañías que ya representan muchas de las corporaciones más grandes del mundo”.
“Esto crea un gran desafío para las empresas de clase mundial europeas y japonesas que deben evitar perder escala y ventaja competitiva al enfrentar de frente esa tendencia de 2019 creando sus propias combinaciones transformadoras”, asegura el experto.
Sin embargo, asegura que esto no les será fácil, deberán adoptar el compromiso multilateral en todas las regiones y encontrar el deseo de enfrentarse cara a cara con los estadounidenses.
Cristerna asegura que las empresas deberán afrontar estos problemas porque corren el riesgo “de quedarse atrás”, lo que provocaría efectos negativos para los consumidores en sus propios bloques comerciales que pueden volverse más dependientes de las ofertas de multinacionales controladas a distancia.
“Para prosperar y, en algunos casos, sobrevivir, las corporaciones de todo el mundo deben evolucionar, y rápidamente… Si se considera que las juntas y los estrategas corporativos están dormidos mientras se desencadena esta crisis, los inversores los castigarán por su sueño”, concluyó.
Pixabay CC0 Public Domain. Solo durante el mes de junio la CCR chilena desaprueba 15 fondos internacionales por no cumplir con el requisito mínimo de activos bajo gestión
Durante el mes de junio se ha intensificado el número de fondos extranjeros que la Comisión Calificadora de Riesgo chilena (CCR), el organismo que autoriza las cuotas de fondos mutuos nacionales e internacionales donde pueden ser adquiridos por los fondos de pensiones chilenos, ha desaprobado por no cumplir con el requisito de volumen mínimo de activos.
Así, en total durante los primeros seis meses del año 2020, 22 fondos internacionales han sido dados de baja por no cumplir con unos activos bajo gestión superiores a 100 millones de dólares, 15 de los cuales se han dado de baja durante el pasado mes. La consecuencia es que las AFPs ya no podrán invertir parte de sus recursos en estos fondos.
Junio ha destacado, no solo por el elevado número de fondos que han sido desaprobados, sino también porque ha sido el primer mes donde vehículos de gestión pasiva domiciliados en Estados Unidos están incluidos entre estos. El cuadro a continuación recoge los fondos que han sido desaprobados por no cumplir el requisito mínimo de activos bajo gestión durante los primeros seis meses del año.
El número de gestores de activos alternativos extranjeros sigue en creciendo
Por otro lado, en su comunicado del mes de junio, la CCR ha informado que seis nuevos gestores de activos alternativos extranjeros han sido aprobados. En concreto durante el mes pasado la CCR autorizó en la categoría de capital privado a: Charterhouse Capital Partners ; GTCR, y Nordic Capital; MV Credit Partners en la categoría de deuda privada y Pantheon en la correspondiente a infraestructura.
El número de gestores que solicitan ser autorizados por la CCR aumenta de forma considerable mes a mes desde el cambio normativo que permitió la inversión en este tipo de activos por parte de los fondos de pensiones chilenos a finales de 2017 y la sucesiva ampliación de sus límites. El pasado mes de diciembre la CCR redujo el monto mínimo exigido en el activo especifico para gestores de activos alternativos extranjeros desde 5.000 millones de dólares a 2.000 millones de dólares.
Así, según datos de la CCR existen a fecha 20 de junio, 117 gestores de activos alternativos extranjeros, así como las operaciones de coinversión, autorizados. Por categoría, la categoría de capital riesgo es la más numerosa representando el 45% de los gestores autorizados, seguida de deuda privada que representa un 35% del total, mientras que los gestores en activos inmobiliarios y de infraestructura representan un 13% y 7% respectivamente.
Listado de gestores de activos alternativos específicos extranjeros aprobados por la CCR a 20 de junio 2020
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Son las acciones tecnológicas los nuevos servicios públicos para los inversores?
Las acciones de tecnología no se consideraban inversiones defensivas en el pasado. Pero, como la crisis del coronavirus refuerza el papel fundamental de la tecnología en nuestras vidas, AllianceBernstein cree que los inversores pueden encontrar fuentes de reducción de riesgos y de potencial de crecimiento en empresas que se han convertido en servicios públicos digitales que articulan redes globales.
Las acciones de tecnología global han tenido una sólida trayectoria en un año difícil: el MSCI World Technology Index avanzó un 10,3% este año hasta el 5 de junio, mientras que el MSCI All Country World Index cayó un 3,9%. “Los escépticos podrían atribuir el rendimiento del sector principalmente a gigantes como Facebook y Netflix, pero creemos que las tendencias y oportunidades de la industria se extienden más allá de las famosas acciones FAANG”, dice la gestora en un artículo publicado en su página web.
El crecimiento supera al mercado
Los ingresos han sido resistentes en todo el sector: las acciones de tecnología global registraron un crecimiento de las ganancias y los ingresos mucho más fuerte que el del mercado general en el primer trimestre antes de la crisis del coronavirus. Y desde que la pandemia golpeó, esa brecha se ha ampliado.
Según AllianceBernstein, se espera que las empresas de tecnología global logren un crecimiento de los ingresos del 2% este año, similar al de sectores defensivos como el del sector salud y los productos de primera necesidad. Las estimaciones plantean que los beneficios de la tecnología avanzarán un 3,9%, mientras que la mayoría de los sectores pueden sufrir descensos de dos dígitos. “Incluso cuando suavicemos parte del dramático golpe de la pandemia, se prevé que las ganancias y el crecimiento de los ingresos del sector tecnológico superen el ritmo del resto del mercado en un 9,5% y un 3,8% respectivamente”.
El atractivo de los servicios públicos
¿Qué ha estado impulsando al sector en un entorno tan difícil? A su juicio, mucho tiene que ver con el nuevo papel de la tecnología como una “utility” sin la cual los consumidores y las empresas no pueden vivir. La banda ancha, la movilidad, las entregas por Internet y la transmisión de vídeo son ahora servicios esenciales. Estas necesidades se han incrementado aún más a medida que la pandemia aumentó la necesidad de comprar, aprender y trabajar a distancia.
“Para las empresas y otras entidades, la tecnología es más indispensable que nunca”, asegura. Sin una infraestructura digital robusta, las empresas no pueden operar de forma eficiente desde casa y los estudiantes no tienen acceso a las clases online. El gobierno y las organizaciones de atención de la salud dependen de plataformas tecnológicas para comunicar masivamente información actualizada. Los empleados y los clientes esperan una ciberseguridad hermética. Los sistemas de facturación y pago deben funcionar sin problemas en un mundo de operaciones comerciales remotas.
La fiabilidad impulsa el crecimiento sostenible
Hoy en día, la gente espera que la tecnología ofrezca la misma fiabilidad que un proveedor de agua o un generador de energía. “Las expectativas de estabilidad operacional apuntalan los flujos de ingresos recurrentes que ayudan a sostener los retornos en las difíciles condiciones del mercado. Estas son las mismas dinámicas que las acciones de las empresas de servicios públicos han proporcionado a los inversores en las buenas y en las malas”, destaca la gestora.
Al mismo tiempo, dado que muchos usos de la tecnología son nuevos, los inversores también pueden beneficiarse de las tendencias de crecimiento sostenible. Sin embargo, no todas las empresas de tecnología son iguales, por lo que, para captar el potencial de rendimiento a largo plazo en el sector, los inversores deben buscar empresas que permitan la revolución tecnológica o que potencien la transformación digital. En su opinión, hay tres áreas clave: las infraestructuras en la nube (donde se encuentran empresas como Twilio, proveedora de software para plataformas en la nube), las tecnologías de automatización (impulsada por empresas como Keyence o IPG Photonics) y los sistemas de pago (donde destacan Paypal o Adyen).
Estabilidad y crecimiento
Según AllianceBernstein, los líderes tecnológicos como estos no son necesariamente baratos. Las acciones de tecnología global se negocian con una relación precio/beneficio de 21,9x, una prima del 26% frente al MSCI ACWI. “Sin embargo, creemos que vale la pena pagar más por compañías selectas que ofrecen tecnologías innovadoras para fomentar el crecimiento sostenible, especialmente en el entorno actual de bajo crecimiento y en medio de una gran incertidumbre sobre el camino hacia la recuperación”, señala.
A su juicio, invertir en tecnología requiere conocimientos especializados. A medida que la innovación tecnológica reduce las barreras de entrada y el ritmo de la disrupción se acelera, los inversores necesitan una comprensión profunda de las tendencias de transformación para seleccionar a los ganadores. “Los inversores que se suben al carro de la tecnología debido a su reciente desempeño podrían no tener la experiencia necesaria para distinguir a los pioneros con modelos de negocios duraderos de las empresas que se mueven en una euforia a corto plazo”, advierte.
Descubrir las acciones de tecnología para un mundo post-coronavirus requiere un enfoque estratégico en la dinámica empresarial en evolución que está alimentando la demanda de los servicios del mañana. Con el enfoque adecuado, la gestora cree que los inversores pueden encontrar empresas tecnológicas que se asemejan a los servicios públicos defensivos -que apoyan el rendimiento en los mercados a la baja, pero que también están arraigadas en la innovación para impulsar el crecimiento de cara a tiempos mejores.
Pixabay CC0 Public Domain. La pandemia coloca el criterio social en el centro de la inversión sostenible y pone en valor la protección que ofrecen los fondos ESG
El buen comportamiento de la inversión responsable y con criterios ESG durante la pandemia ha noqueado el debate que cuestiona su capacidad para lidiar con momentos de mercado más volátiles y para atraer la atención real de los inversores. Sus ventajas, su evolución y su potencial son algunos de los aspectos que han salido a relucir durante la conferencia “ESG en tiempos de coronavirus: ¿sigue vigente?”, correspondiente al tercer foro dentro del ciclo de encuentros digitales organizado por Funds Society y el diario ABC, y en el que han participado Schroders y ODDO BHF Asset Management, junto a Tressis como ponente invitado.
Ambas gestoras, con una trayectoria de casi 20 años en este campo, coincidieron en que la inversión sostenible ha pasado de ser un nicho o una moda a transformar la industria de la inversión y la gestión de activos, que está integrando los criterios ESG en sus procesos de análisis, productos y cultura empresarial. En opinión de Jorge González, director de análisis de Tressis y encargado de moderar este encuentro, la pandemia ha acelerado la revolución de la inversión sostenible.
“La inversión sostenible tiene un enfoque a largo plazo, pero también nos puede ayudar en la toma de decisiones en el corto plazo. En estos momentos de caída del mercado, provocados por un elemento no financiero, nos vemos obligados a analizar las cosas de forma diferente. Creo que eso ha puesto en valor la necesidad de analizar otros factores, como los socialmente responsables”, apunta González.
Para Leonardo López, director para Iberia y Latam de ODDO BHF AM, el principal impacto que ha tenido el COVID-19 sobre la inversión sostenible ha sido una rotación dentro de los criterios ESG. “Antes de la pandemia, el foco estaba puesto en la E, en el medio ambiente. Pero creo que la crisis ha hecho que el factor S, que afecta a la parte social, tome más peso porque esta crisis ha golpeado a las personas, a los trabajadores, a los mayores. Después de esta crisis, estamos viendo cómo la relación entre los tres factores, E, S y G, ha cambiado. Las compañías van a necesitar apostar por el criterio social, sobre todo de cara a sus empleados, dentro de un entorno responsable y desde el enfoque de la gobernanza. Las firmas que pongan estos tres criterios en relación tendrán más valor añadido para el inversor”, apunta.
A esta conclusión, López suma una más, que ya ha sido respaldada por algunas investigaciones: “Las compañías con criterios ESG lo están haciendo mejor durante esta crisis y evitan ciertos riesgos. Hemos visto que las empresas con mejor nota en la S (sostenibilidad) y la G (gobernanza) tuvieron más resiliencia y mejor recuperación”.
Aunque este tipo de inversión protege al inversor, el director para Iberia y Latam de ODDO BHF AMreconoce que existe un riesgo. “El principal que veo está relacionado con el horizonte de inversión. Invertir a tres o seis meses con estos criterios puede provocar que no participemos de las subidas de ciertos sectores en los que, por estos principios, las carteras van a tener una menor exposición”, matiza.
Por su parte, Inés del Molino, directora de cuentas de Schroders para España y Portugal, considera que la crisis COVID-19 ha puesto en valor que las inversiones sean sostenibles y ha recordado que “satisfacer las necesidades de hoy no puede ser a costa de que las generaciones futuras no puedan satisfacer las suyas”. “Nosotros lo entendemos como una responsabilidad con el futuro. La inversión no puede hacerse a toda costa. Nosotros como gestora y como sociedad tenemos la obligación de aplicar unos criterios de sostenibilidad y buenas prácticas, con empleados, clientes, accionistas, proveedores, deudores… De forma que el impacto de la sostenibilidad va más allá de los activos de la cartera, porque se trata de un cambio en la actitud de cada uno de nosotros como miembros de una sociedad”, argumenta.
Según su experiencia, durante esta crisis, se han puesto de manifiesto algunas tendencias que los fondos ya habían identificado y por las que estaban apostando. Del Molino pone dos ejemplos claros: “La crisis ha puesto de manifiesto que seguirá aumentando el gasto sanitario, tanto en el ámbito público como en el privado, así como innovando en terapias y servicios. También ha mostrado cómo la reducción de las emisiones de CO2 es posible y, en nuestra opinión, se va a intentar que ese descenso perdure, ya que el objetivo de la UE es que en 2050 haya cero emisiones”.
Impulsando la demanda, construyendo la oferta
Desde un punto de vista de gestión patrimonial y selección de fondos, González señala que los inversores institucionales, tanto en Europa como en España, y la creciente regulación han abierto camino a la inversión sostenible. La pregunta clave es: ¿qué seguirá impulsando ahora esa demanda? “En España, hemos visto que los planes de empleo tienen en cuenta criterios sostenibles, lo que ha impulsado la demanda. En segundo lugar, la presión regulatoria también generará más demanda, sobre todo en el momento en el que se introducen preguntas en el test de idoneidad sobre el interés del inversor en invertir de forma sostenible”, destaca González.
En opinión de López, parte de la clave está en las nuevas generaciones. “La regulación sin duda es necesaria y es un catalizador, pero también lo serán los millennials. Esa nueva generación va a ser determinante en la aceleración de la inversión sostenible”, señala y explica que para estos nuevos inversores, la sostenibilidad y conocer el impacto de la inversión en el entorno forma parte de su forma de invertir.
Frente a esta creciente demanda, Del Molino explica que el mercado ofrece un amplío abanico de soluciones de inversión que va desde gamas de fondos de impacto hasta estrategias activas y pasivas centradas en un único aspecto de la ESG, pasando por fondos temáticos basados en estos criterios. “El origen de todo estuvo en la exclusión como forma de atajar la inversión responsable. Excluir o evitar ciertos sectores, como por ejemplo el alcohol o el juego. Pero, en nuestra opinión, eso se quedaba muy corto porque no ayuda a cambiar nada, es dejar al margen al sector pero nada cambia. Por eso consideramos que participar activamente en las juntas de las compañías es una forma para aportar y lograr ese impacto. Que cada céntimo que invertimos esté relacionado con algo concreto, ese es el objetivo que tenemos. Cada vez nos dirigimos hacia un impacto que sea medible y obvio para el inversor”, explica.
Otro de los cambios que ha percibido la directora de cuentas de Schroders para España y Portugal es que las carteras son más completas. “En este periodo de tiempo hemos visto más ahorro hacia productos ESG y, como tendencia, que las carteras van teniendo más las tres letras de la ESG y que muchos inversores han buscado refugio en estas tendencias. Creemos que de aquí a la próxima década, la sostenibilidad va a ser el ADN porque vamos a empezar a trabajar basándonos en la sostenibilidad”, añade Del Molino.
Ambas gestoras concretan su visión y enfoque de la inversión sostenible en sus productos. Por ejemplo, Schroders ha logrado este año que todas sus estrategias integren los criterios ESG. “Si tuviera que elegir una para las próximas década, seleccionaría nuestro fondo de cambio climático. Se trata de una estrategia que lanzamos en 2007 con la idea de aprovechar las oportunidades que brinda este cambio que estamos viviendo y que aborda de forma amplia, desde una cartera de renta variable global, todos los sectores que toman parte en la lucha contra cambio climático”, apunta.
Por su parte, desde ODDO BHF AM López reconoce que se queda con su fondo estrella: Oddo Avenir Europe. Según explica, es un fondo que incluye los criterios ESG e invierte en las “empresas del mañana”, y por lo tanto es una estrategia para tener en cartera a largo plazo.
Los retos de la ESG
El encuentro de esta creciente demanda con una oferta cada vez más específica y variada plantea numerosos retos, pero principalmente uno: evitar el greenwashing. Según explica González, “con el gran aumento de la demanda, algunas gestoras que tradicionalmente no estaban incorporando estos criterios, se han visto obligadas a lanzar productos ESG. Cuando lo analizas bien, descubres que no tienen equipos dedicados a ello, lo que genera cierto ruido en el sector. Lo mismo ocurre con la emisión de bonos, que te dicen que es verde y luego la actividad no tiene nada que ver”.
Según la experiencia de López, la clave es hacer las cosas despacio, pero bien. “Nosotros intentamos ser muy prudente y queremos evitar el greenwashing en la construcción de carteras. El 25% de los activos que gestionamos siguen criterios ESG, porque nos gusta ir despacio y ver que realmente hay impacto. Creemos que la existencia de unos estándares europeos puede ayudar mucho a que exista esa integración real y se evite el greenwashing”, apunta.
Del Molino identifica el acceso a la información veraz como una herramienta fundamental a la hora de evitar el greenwashing. “Según nuestros estudios, un 36% de los inversores está convencido de que querría invertir, pero solo lo hace un 14% y el motivo es porque les falta información. Aquí el papel del asesoramiento es fundamental para conocer y acceder a la información”, advierte.
El segundo reto que observa González, y en el que coinciden los participantes a este debate es la expansión de la inversión sostenible a más tipos de activos y estilos de inversión, como por ejemplo la renta fija (también en la gestión pasiva, están los ETFs con criterios ESG, donde se está viendo un crecimiento relevante).
López va un paso más allá y destaca que la inversión está ganando peso también en fondos ilíquidos, ya que en los fondos más líquidos es complicado ver el impacto final de la inversión. “Donde vemos más posibilidad de ver ese impacto es en el private equity, espacio en el que lanzamos el mes pasado un fondo innovador que se centra en buscar oportunidad en la energía sostenible. Creemos que los productos ilíquidos pueden ser atractivos porque se ve el impacto”, explica.
Puede encontrar aquí el test de EFPA España cuya superación será válida por una hora de recertificación de los títulos EIA, EIP, EFA y EFP.
El vídeo del debate está disponible en este enlace.
Pixabay CC0 Public Domain. Robeco se fija como objetivo alcanzar cero emisiones netas con sus inversiones en 2050
Amundi ha anunciado la ampliación de su gama de inversión responsable con el lanzamiento de tres nuevos ETFs que replican los futuros Índices de Referencia Alineados con el Acuerdo de París de la UE (PAB, por sus siglas en inglés ), diseñados para tratar de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París limitando el calentamiento global por debajo de los 2ºC sobre los niveles preindustriales.
Según explica la gestora, desde su creación en 2010, la inversión responsable ha sido uno de los pilares fundacionales de la compañía. En 2018, con su ambicioso plan a tres años, Amundi reafirmó su compromiso de alinear sus responsabilidades fiduciarias y sociales y cumplir con las expectativas de sus clientes. Además, como defensor a largo plazo de la inversión sostenible, y pionero de la inversión indexada low carbon desde 2014, la gestora reconoce el papel fundamental de la industria de inversión en el desarrollo de los objetivos del Acuerdo de París de 2015.
Es en este contexto, Amundi ha anunciado que amplía su gama de ETFs relacionados con el cambio climático, con tres fondos alineados con el Acuerdo de París (futura etiqueta PAB de la UE) ofreciendo a los inversores indexados más opciones de inversión positiva en el clima. En concreto se trata de los fondos: Amundi Euro iSTOXX Climate Paris Aligned PAB UCITS ETF; Amundi MSCI Europe Climate Paris Aligned PAB UCITS ETF, y Amundi MSCI World Climate Paris Aligned PAB UCITS ETF.
La gestora explica que estos ETFs están diseñados para satisfacer las necesidades de los inversores que buscan responder a la emergencia climática. Esta familia de fondos incorpora una reducción del 50% de la intensidad de carbono junto con otras exclusiones de actividad adicionales. Según añade, los ETFs tendrán unos gastos corrientes desde 0,18% y están listados en EURONEXT París, y registrados en varios países europeos.
“Es completamente complementaria con los existentes ETFs de cambio climático de Amundi, que se esperan cumplan los criterios de los Índices de Referencia de Transición Climática de la UE (CTB por sus siglas en inglés) y diseñados para aquellos inversores que deseen una transición hacia una economía baja en carbono manteniendo al mismo tiempo una amplia exposición al mercado”, apunta la gestora en su comunicado. La gama de inversión responsable de Amundi ETF ha sido desarrollada con el objetivo de hacer que la inversión sostenible sea accesible para los inversores, independientemente de sus requisitos en términos de integración ESG y tracking error aceptado frente a los índices de referencia matriz.
“La creación de etiquetas de índices de referencia por parte de la Unión Europea respalda nuestra creencia de que la gestión indexada desempeña un papel fundamental en la aceleración de la adopción de la inversión responsable y el cumplimiento de los objetivos climáticos; colocando poder en manos de los inversores indexados. Creemos que ofrecer a los inversores herramientas simples y listas para ser usadas les ayudarán a implementar su estrategia ESG y climática, según sus objetivos y limitaciones. Ampliar nuestras herramientas con ETFs a costes competitivos y positivos para el clima ofrece a los inversores oportunidades adicionales para traducir sus objetivos y creencias en una estrategia de inversión «, señala Fannie Wurtz, directora de Amundi ETF, Indexing and Smart Beta.
Por su parte, Juan San Pío, director comercial de Amundi ETF, Indexing & Smart Beta para Iberia y Latinoamérica, apunta que “con la ampliación de nuestra gama, ponemos a disposición de los inversores nuevos instrumentos que les ayuden a construir y diversificar sus estrategias ESG con un impacto positivo en clima; la inversión indexada también debe jugar un papel clave en la transición hacia una economía baja en carbono”.
Foto cedidaJordi Mercader, CEO inbestMe. Jordi Mercader, CEO inbestMe
Siguiendo con su estrategia de democratizar la inversión, inbestMe aplicará a sus carteras de fondos indexados de los clientes que lo deseen criterios de inversión socialmente responsable (ISR), a partir de 1.000 euros.
Con esta medida, desde la entidad pretenden dar respuesta a un perfil de inversor cada vez más inclinado hacia un modelo socioeconómico más sostenible, además de permitir el traspaso de fondos con diferimiento fiscal. La entidad ya fue pionera en Europa en 2018 al ofrecer carteras temáticas ISR mediante ETFs, a partir de 15.000 euros.
inbestMe ha demostrado que invertir con valores sociales no significa renunciar a rendimientos futuros, al contrario, la rentabilidad de este tipo de carteras ha resultado mejor durante los últimos años. Incluso durante la crisis derivada del COVID-19, este modelo de inversión ha demostrado ser algo más resiliente, con una rentabilidad en el último año hasta junio de 1,9% para un perfil medio (6), cuatro puntos porcentuales por encima de las carteras sin sesgo ISR. A largo plazo, la rentabilidad anualizada asciende a 3,9% desde el comienzo del backtest en enero de 2015, con un riesgo más bajo (medido por la volatilidad).
Las nuevas carteras de fondos ISR están formadas por clases de activos descorrelacionados combinando hasta 10 fondos para obtener una máxima diversificación, seleccionados entre la oferta de fondos ISR de algunas de las gestoras más reconocidas como Vanguard, iShares y Amundi, con un promedio de exposición a criterios socialmente responsables muy elevada, del 63%.
“Tanto desde un punto de vista personal como de empresa, impulsar y hacer accesible la inversión socialmente responsable es una de nuestras prioridades. Nuestro compromiso es seguir trabajando para que estas carteras sean lo más sostenibles posible a medida que se vaya ampliando la oferta de fondos indexados ISR”, explica el CEO de la compañía, Jordi Mercader.
“Porque creemos que en el futuro la inversión será sostenible o no será. Este lanzamiento forma parte de nuestra misión como empresa y es nuestra modesta aportación para contribuir a una sociedad mejor y más sostenible. Hoy en día ya es posible una inversión ética sin renunciar a la rentabilidad a partir de 1.000 Euros”, concluye.