El mercado pone el foco en la Fed y en los activos de riesgos tras el último dato de inflación en EE.UU.

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El dato de inflación de EE.UU. correspondiente a diciembre ha mostrado la aparición de una tendencia a la baja en la inflación, impulsando la renta fija y la renta variable. Sin embargo, los expertos de las gestoras advertían: la inflación subyacente sigue por encima del objetivo de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed).  Ahora bien, el debate está servido: ¿qué podemos esperar ahora de la Fed?

En opinión de Callie Cox, Investment Analyst eToro, no se puede negar que el hecho de que la inflación se está ralentizando drásticamente demuestra que la economía está recuperando el equilibrio sin perjudicar seriamente al mercado laboral. “La situación actual se ajusta a la definición de aterrizaje suave, y se suma al cúmulo de pruebas de que la Fed debe dejar de subir los tipos y de aplicar una política agresiva. Sin embargo, el mercado podría interpretarlo como un momento para volver a apostar por el riesgo”, señala Cox. 

La analista de eToro se muestra prudente ante este último dato y recuerda que la inflación de los servicios aún no ha tocado techo, “y ese es el tipo de inflación que la Reserva Federal quiere tener bajo control”, matiza. En conjunto, considera que este informe es una buena noticia: “La Fed lo está consiguiendo. Pero los inversores deben tener cuidado. La inflación aún no está totalmente controlada, y es fácil que los mercados se dejen llevar. Puede que no veamos nuevos máximos hasta que la inflación esté totalmente bajo control”.

La mayoría de los economistas y analistas coinciden en que la moderación de la inflación resta algo de presión a la Fed para que endurezca aún más su política monetaria. “Sin embargo, varios miembros del FOMC han expresado su determinación de seguir subiendo el tipo objetivo de los fondos federales a pesar de la ralentización de la inflación y del debilitamiento de los indicadores de actividad económica”, advierte David Kohl, economista jefe de Julius Baer.

En su opinión, el informe de inflación no es lo suficientemente suave como para convencer a la Fed de que deje de subir más los tipos. “Ajustamos nuestra proyección del tipo objetivo de los fondos federales con una subida adicional de tipos de 25 puntos básicos (pb) en la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). Seguimos considerando las subidas adicionales de tipos por parte de la Fed como un error de política que pesará sobre el crecimiento económico en la segunda mitad de este año, aumentando la probabilidad de recortes de tipos”, afirma Kohl. 

Misma proyección hace Tiffany Wilding, economista de PIMCO para Norteamérica, quien también ve claro que la Fed reducirá su ritmo de subidas de tipos a 25 pb en su reunión de principios de febrero, tras haber subido 50 pb en su reunión de diciembre. “Nuestro sesgo ha sido que los datos de inflación y del mercado laboral se moderarán/debilitarán lo suficiente como para empujarles a hacer una pausa antes de su reunión de mayo, y consideramos que el informe de hoy es coherente con esa opinión. No obstante, los funcionarios de la Fed parecen prever subidas hasta mayo para situar el tipo de los fondos federales justo por encima del 5%”, matiza Wilding. 

Mercado e inflación

Esta expectativa de un menor ritmo de subidas también se refleja en el mercado, dejando también sus consecuencias. Según Axel Botte, estratega global de Ostrum AM (Natixis IM), el mercado sigue opinando que la Fed no subirá los tipos tanto como indicaba en las proyecciones del gráfico de puntos (DOTS) de diciembre. “Las menores subidas de tipos previstas crean una dinámica de mercado favorable para los activos de riesgo (renta variable, crédito, incluso duración) en un contexto de caída del dólar”, explica Botte. 

En este sentido, el carácter agresivo de las subidas de tipos ha provocado una importante volatilidad de los diferenciales en el mercado de crédito. Sin embargo, desde Schroders señalan que esta volatilidad disminuirá una vez que la Fed haga una pausa o ralentice las subidas de tipos. 

“Los mercados mundiales de crédito ofrecen ahora un atractivo potencial de rentabilidad total global: ganancia de precio más ingresos. En cuanto a qué mercado es ahora más atractivo, la respuesta es matizada: Europa es notablemente mucho más barata, mientras que cualquier recesión en EE.UU. será probablemente menos profunda. Con unos tipos de interés más altos y los bancos centrales poniendo fin al QE, las empresas tendrán que centrarse en negocios sólidos y balances saneados si quieren prosperar cuando el crecimiento mundial se enfrente a vientos en contra. Esto significa que probablemente habrá abundantes oportunidades para diferenciar entre riesgo y valor en el crédito. Por eso nos centramos en la selección bottom up de valores para añadir valor, focalizándonos en la creación de operaciones de convicción a nivel empresarial y temático, al tiempo que buscamos una diversificación geográfica y sectorial natural”, explica Julien Houdain, responsable de crédito europeo de Schroders.

Ahora bien, en esta búsquedas de oportunidades y de activos de riesgo más atractivos habrá que estar pendiente de la evolución de la inflación, porque de ello dependerán las decisiones de la Fed y del resto de los principales bancos centrales de los mercados desarrollados. En este sentido, Botte advierte de que no puede descartarse que la reapertura de China induzca un pronto repunte de los precios del petróleo, lo cual elevaría la inflación. “La mejora de las perspectivas ya es visible en los precios de los metales industriales. En este caso, las expectativas del mercado volverían a converger hacia los niveles indicados por el FOMC… lo que podría provocar una nueva debilidad en la renta variable”, afirma.

Sobre esto último, Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional en J. Safra Sarasin Sustainable AM, añade que uno de los riesgos para las perspectivas de inflación es la reapertura de la economía china. “A pesar del impacto positivo que la noticia ha tenido en los activos de riesgo, los futuros sobre el precio del petróleo siguen apuntando a que el crudo se mantendrá en torno a los niveles actuales durante todo el año. Pero una recesión en EE.UU. más leve o un aterrizaje suave y un fuerte repunte del consumo de petróleo en China presionarían al alza el precio del crudo. Esto ralentizaría la caída prevista de la inflación en EE.UU., presionando a la Fed para que mantenga los tipos altos durante más tiempo”, explica Olszyna-Marzys. Con este argumento en la mano, el economista considera que hay “cierta incoherencia” en la reacción del mercado, “pero, por el momento, al mercado le gusta lo que ve”.

Los riesgos no serán lo único a lo que estar atento. Según Carlo Putti, Investment Director in the Public Fixed Income team en M&G, es probable que la inflación siga tendiendo a la baja, aunque la cuestión sigue siendo dónde se asentará. «Es probable que la desglobalización mantenga los precios de los bienes básicos por encima de los niveles anteriores al COVID, mientras que la rigidez del mercado laboral mantendrá la presión sobre los salarios y, en consecuencia, sobre los servicios básicos. Salir del pico de inflación es la parte fácil, volver al objetivo del 2% resultará mucho más difícil«, afirma Putti.

Por último, Enguerrand Artaz, gestor de fondos de la gestora francesa La Financière de l’Echiquier, detecta que existe un desajuste que persiste actualmente entre las previsiones de los mercados financieros y las del banco central. En este sentido, afirma: “Básicamente, las primeras prevén casi dos descensos de los tipos de aquí a finales de año, mientras que las segundas no contemplan ninguno. Esta situación recuerda además evitar un exceso de optimismo por parte de los inversores en relación con la capacidad de intervención del banco central, incluso en caso de ralentización económica acusada. Este escenario está cada vez más presente en las deliberaciones de los miembros del FOMC, aunque el término recesión no aparezca en las actas”.

M&G refuerza sus capacidades en renta variable temática con la incorporación de los gestores Jeffrey Lin y Thomas Lee

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M&G plc, negocio internacional de ahorro e inversión, ha anunciado dos nombramientos para desarrollar las capacidades de análisis e inversión en renta variable de la firma y liderar el lanzamiento de nuevas estrategias para sus clientes. Según han indicado, se incorporan al grupo Jeffrey Lin y Thomas Lee, con 32 y 25 años de experiencia respectivamente en el sector tecnológico y en la inversión en estrategias temáticas en el sector

Ambos llegan a M&G procedentes de TCW Group, donde dirigían estrategias de inversión que incluían la inteligencia artificial, la movilidad de nueva generación y la tecnología del entretenimiento. Tras su incorporación a M&G, Jeffrey Lin será responsable de Renta Variable Temática y estará bajo la batuta de Fabiana Fedeli, directora de Inversiones, renta variable y Multi-activos. Por su parte, Thomas Lee será director adjunto de Renta Variable Temática.

Con este nombramiento, M&G planea ampliar su oferta de estrategias temáticas e incrementar la experiencia en tecnología del equipo de inversiones. Según han indicado, las nuevas estrategias se basarán en un enfoque a largo plazo, el análisis de los fundamentales y la selección de valores, lo que se ajusta al proceso de inversión existente en la división de renta variable de M&G.

“Una de nuestras prioridades es seguir internacionalizando nuestras capacidades de inversión mediante la ampliación de nuestras estrategias y la expansión de nuestra gama de propuestas de inversión temática. Dado el crecimiento en áreas como la IA y el Big Data, hay enormes oportunidades para apoyar las necesidades cambiantes de nuestros clientes y proporcionar soluciones innovadoras para la manera en que invertimos sus activos”, ha señalado Jack Daniels, CIO de M&G plc.

Por su parte, Fabiana Fedeli, CIO para Renta Variable y Multiactivos de M&G, ha añadido: “Vemos un gran valor en la inversión temática, especialmente en áreas relacionadas con la tecnología, que sigue desempeñando un papel fundamental en nuestras vidas a largo plazo. Además, desde una perspectiva a corto plazo, la reciente rotación del mercado en detrimento de los valores tecnológicos ofrece atractivas oportunidades de entrada. Con los nombramientos de Jeffrey y Thomas y el refuerzo de nuestras capacidades en renta variable, nuestro nuevo equipo de renta variable temática tiene el potencial de impulsar el cambio tanto para nuestros clientes como para nuestros propios procesos de inversión”.

El avance de la renta variable estadounidense depende de la ejecución de las empresas

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¿Posible ola de impagos en la deuda high yield estadounidense?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: David Shankbone. ¿Posible ola de impagos en la deuda high yield estadounidense?

Los mercados de renta variable estadounidenses han dado un giro drástico desde el inicio del año. En el primer día de negociación de 2022, el S&P 500® Index alcanzó un máximo histórico. Las Bolsas no tardaron en invertir su rumbo al comenzar a entender los inversores (y la Reserva Federal, o Fed) que la inflación suponía un riesgo más persistente de lo que muchos habían previsto. A pocos días para que arranque 2023, los mercados siguen enfrascados casi por completo en ese riesgo, como hemos visto en las drásticas oscilaciones relacionadas con datos económicos claves y las decisiones de política monetaria de la Fed. Aunque las cifras recientes sugieren una cierta moderación de la inflación, la retahíla de factores persistentes (la guerra Rusia-Ucrania, la escasez de mano de obra, la resistencia del gasto de los consumidores, la desglobalización, las restricciones al comercio transfronterizo y las fluctuaciones de divisas mundiales) han conspirado para mantener la presión alcista sobre los precios. 

Los inversores están muy pendientes de los datos económicos en previsión de una posible pausa de los tipos de interés, lo cual será fundamental para calibrar el futuro potencial de crecimiento y las valoraciones de las empresas. Cualquier señal de que la Fed podría moderar el ritmo del endurecimiento monetario estabilizaría los mercados, y lo mismo ocurriría si se aplacasen las crecientes tensiones geopolíticas. Una mejoría de las relaciones entre Estados Unidos y China, o la resolución de la guerra Rusia-Ucrania, podría eliminar parte de las restricciones al comercio transfronterizo y aliviar las interrupciones y cuellos de botella que aquejan a las cadenas de suministro.

Aunque las interrupciones del suministro más relevantes (en el petróleo, el gas natural, los semiconductores y los productos agrícolas, por ejemplo) han cobrado protagonismo en los medios, creemos que la escasez de oferta de mano de obra es un riesgo que podría estar infravalorado. Cuando la economía superó la fase endémica de la COVID, muchos creían que más personas se reincorporarían al mundo laboral, lo que aliviaría las restricciones de la oferta de trabajadores. Aunque la participación de trabajadores ha ido aumentando lentamente desde el pico de la pandemia, se ha mantenido obstinadamente baja comparado con los niveles prepandémicos, como se observa en el Gráfico 1 adjunto, mientras que la tasa de desempleo sigue situada casi a mínimos históricos. Todo esto se ha traducido en un fuerte aumento de los salarios, lo que añade otra fuerza inflacionaria a la cesta. Un aumento de la participación de trabajadores ayudaría a contener esta inflación salarial, mientras que una mayor productividad laboral, que también ha disminuido en los tres primeros trimestres de 20221, ayudaría a aliviar la necesidad de las empresas de contratar más empleados.

Gráfico 1. Participación de trabajadores y tasas de desempleo

 

 

Dada la presión que ejerce la Fed mediante subidas de tipos, la desaceleración del crecimiento económico también podría empezar a moderar parcialmente el crecimiento de los salarios, aunque por ahora sigue aumentando los costes de las empresas, al tiempo que proporciona a los particulares más efectivo para destinarlo al gasto. De hecho, la pujanza del consumo se ha mantenido constante desde la pandemia, gracias no solo a las subidas salariales, sino también a los estímulos ofrecidos por el gobierno y, hasta hace poco, a la bonanza de los mercados de capitales e inmobiliario. Actualmente el gobierno ha reducido sus estímulos, lo que ha producido un descenso de los ahorros personales. Mientras, los tipos de interés más altos han empezado a incidir tanto en los componentes de vivienda e inversión de los balances de las familias. Estas fuerzas podrían empezar a presionar a la baja la inflación a medida que sus efectos se extienden a la economía durante el próximo año.

Por ahora, creemos que el consumo privado se mostrará resistente. Aunque el gasto en bienes de consumo ha empezado a contraerse en el periodo postpandemia, el gasto en servicios continúa creciendo. Dados los ajustes que han sufrido las valoraciones en el sector de consumo discrecional, que ha sido uno de los más castigados este año, han surgido algunas oportunidades atractivas para los inversores con horizontes de inversión más lejanos.

Dentro del sector de tecnologías de la información, seguimos creyendo que la transformación digital y la migración a la nube están generando rentabilidad tanto a los clientes que aplican estas tecnologías como a sus proveedores; de ahí que sigamos viendo oportunidades en el sector de software y servicios. El hardware tecnológico es un segmento del sector que parece menos atractivo debido al deterioro de las ventas de ordenadores personales (PC) y la maduración de la demanda de smartphones.

Aunque el mercado laboral sigue siendo rígido, al mejorar el empleo en el sector salud, deberíamos ver una recuperación de los volúmenes en tecnología y servicios médicos.

El sector energético ha sido el más destacado por sus buenos resultados este año en el S&P 500. A pesar de la inquietud suscitada por el crecimiento de la demanda y la mayor regulación conforme el mundo avanza hacia fuentes de energía más limpias, hemos observado que la disciplina del capital ha mejorado en el sector, lo que podría realzar su atractivo.

Los múltiplos de las acciones parecen situarse en un rango razonable ahora y durante el próximo año probablemente nos enfrentemos a un mercado menos temático. En lugar de que grupos amplios de valores lleven la delantera movidos por tendencias o factores generales, creemos que el rendimiento relativo dependerá más de la dinámica que presente cada empresa. En este mercado, la innovación en productos y servicios, la asignación eficaz de capital y la capacidad de la Dirección para contener los costes y ganar productividad a partir de los recursos (tanto físicos como laborables), unido a la habilidad de aprovechar la capacidad de un modo eficiente, serán decisivos para determinar el crecimiento de las empresas. Aunque las oscilaciones diarias del mercado y la volatilidad persistirán casi con total seguridad, la apreciación del capital de aquí en adelante vendrá determinada probablemente por la capacidad de las empresas para aumentar sus beneficios en sintonía con estos factores.

 

Tribuna de Jeremiah Buckley, gestor de cartera en Janus Henderson Investors. 

 

Cuando la sencillez y la flexibilidad se unen: aprenda más sobre la estrategia Balanced de Janus Henderson Investors.

El avance de la renta variable estadounidense dependerá de la ejecución de las empresas

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¿Posible ola de impagos en la deuda high yield estadounidense?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: David Shankbone. ¿Posible ola de impagos en la deuda high yield estadounidense?

Los mercados de renta variable estadounidenses han dado un giro drástico desde el inicio del año. En el primer día de negociación de 2022, el S&P 500® Index alcanzó un máximo histórico. Las Bolsas no tardaron en invertir su rumbo al comenzar a entender los inversores (y la Reserva Federal, o Fed) que la inflación suponía un riesgo más persistente de lo que muchos habían previsto. A pocos días para que arranque 2023, los mercados siguen enfrascados casi por completo en ese riesgo, como hemos visto en las drásticas oscilaciones relacionadas con datos económicos claves y las decisiones de política monetaria de la Fed. Aunque las cifras recientes sugieren una cierta moderación de la inflación, la retahíla de factores persistentes (la guerra Rusia-Ucrania, la escasez de mano de obra, la resistencia del gasto de los consumidores, la desglobalización, las restricciones al comercio transfronterizo y las fluctuaciones de divisas mundiales) han conspirado para mantener la presión alcista sobre los precios. 

Los inversores están muy pendientes de los datos económicos en previsión de una posible pausa de los tipos de interés, lo cual será fundamental para calibrar el futuro potencial de crecimiento y las valoraciones de las empresas. Cualquier señal de que la Fed podría moderar el ritmo del endurecimiento monetario estabilizaría los mercados, y lo mismo ocurriría si se aplacasen las crecientes tensiones geopolíticas. Una mejoría de las relaciones entre Estados Unidos y China, o la resolución de la guerra Rusia-Ucrania, podría eliminar parte de las restricciones al comercio transfronterizo y aliviar las interrupciones y cuellos de botella que aquejan a las cadenas de suministro.

Aunque las interrupciones del suministro más relevantes (en el petróleo, el gas natural, los semiconductores y los productos agrícolas, por ejemplo) han cobrado protagonismo en los medios, creemos que la escasez de oferta de mano de obra es un riesgo que podría estar infravalorado. Cuando la economía superó la fase endémica de la COVID, muchos creían que más personas se reincorporarían al mundo laboral, lo que aliviaría las restricciones de la oferta de trabajadores. Aunque la participación de trabajadores ha ido aumentando lentamente desde el pico de la pandemia, se ha mantenido obstinadamente baja comparado con los niveles prepandémicos, como se observa en el Gráfico 1 adjunto, mientras que la tasa de desempleo sigue situada casi a mínimos históricos. Todo esto se ha traducido en un fuerte aumento de los salarios, lo que añade otra fuerza inflacionaria a la cesta. Un aumento de la participación de trabajadores ayudaría a contener esta inflación salarial, mientras que una mayor productividad laboral, que también ha disminuido en los tres primeros trimestres de 20221, ayudaría a aliviar la necesidad de las empresas de contratar más empleados.

Gráfico 1. Participación de trabajadores y tasas de desempleo

 

 

Dada la presión que ejerce la Fed mediante subidas de tipos, la desaceleración del crecimiento económico también podría empezar a moderar parcialmente el crecimiento de los salarios, aunque por ahora sigue aumentando los costes de las empresas, al tiempo que proporciona a los particulares más efectivo para destinarlo al gasto. De hecho, la pujanza del consumo se ha mantenido constante desde la pandemia, gracias no solo a las subidas salariales, sino también a los estímulos ofrecidos por el gobierno y, hasta hace poco, a la bonanza de los mercados de capitales e inmobiliario. Actualmente el gobierno ha reducido sus estímulos, lo que ha producido un descenso de los ahorros personales. Mientras, los tipos de interés más altos han empezado a incidir tanto en los componentes de vivienda e inversión de los balances de las familias. Estas fuerzas podrían empezar a presionar a la baja la inflación a medida que sus efectos se extienden a la economía durante el próximo año.

Por ahora, creemos que el consumo privado se mostrará resistente. Aunque el gasto en bienes de consumo ha empezado a contraerse en el periodo postpandemia, el gasto en servicios continúa creciendo. Dados los ajustes que han sufrido las valoraciones en el sector de consumo discrecional, que ha sido uno de los más castigados este año, han surgido algunas oportunidades atractivas para los inversores con horizontes de inversión más lejanos.

Dentro del sector de tecnologías de la información, seguimos creyendo que la transformación digital y la migración a la nube están generando rentabilidad tanto a los clientes que aplican estas tecnologías como a sus proveedores; de ahí que sigamos viendo oportunidades en el sector de software y servicios. El hardware tecnológico es un segmento del sector que parece menos atractivo debido al deterioro de las ventas de ordenadores personales (PC) y la maduración de la demanda de smartphones.

Aunque el mercado laboral sigue siendo rígido, al mejorar el empleo en el sector salud, deberíamos ver una recuperación de los volúmenes en tecnología y servicios médicos.

El sector energético ha sido el más destacado por sus buenos resultados este año en el S&P 500. A pesar de la inquietud suscitada por el crecimiento de la demanda y la mayor regulación conforme el mundo avanza hacia fuentes de energía más limpias, hemos observado que la disciplina del capital ha mejorado en el sector, lo que podría realzar su atractivo.

Los múltiplos de las acciones parecen situarse en un rango razonable ahora y durante el próximo año probablemente nos enfrentemos a un mercado menos temático. En lugar de que grupos amplios de valores lleven la delantera movidos por tendencias o factores generales, creemos que el rendimiento relativo dependerá más de la dinámica que presente cada empresa. En este mercado, la innovación en productos y servicios, la asignación eficaz de capital y la capacidad de la Dirección para contener los costes y ganar productividad a partir de los recursos (tanto físicos como laborables), unido a la habilidad de aprovechar la capacidad de un modo eficiente, serán decisivos para determinar el crecimiento de las empresas. Aunque las oscilaciones diarias del mercado y la volatilidad persistirán casi con total seguridad, la apreciación del capital de aquí en adelante vendrá determinada probablemente por la capacidad de las empresas para aumentar sus beneficios en sintonía con estos factores.

 

Tribuna de Jeremiah Buckley, gestor de cartera en Janus Henderson Investors. 

 

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El avance de la renta variable estadounidense depende del desempeño de las empresas

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Los mercados de renta variable estadounidenses han dado un giro drástico desde el inicio del año. En el primer día de negociación de 2022, el S&P 500® Index alcanzó un máximo histórico. Las Bolsas no tardaron en invertir su rumbo al comenzar a entender los inversores (y la Reserva Federal, o Fed) que la inflación suponía un riesgo más persistente de lo que muchos habían previsto. A pocos días para que arranque 2023, los mercados siguen enfrascados casi por completo en ese riesgo, como hemos visto en las drásticas oscilaciones relacionadas con datos económicos claves y las decisiones de política monetaria de la Fed. Aunque las cifras recientes sugieren una cierta moderación de la inflación, la retahíla de factores persistentes (la guerra Rusia-Ucrania, la escasez de mano de obra, la resistencia del gasto de los consumidores, la desglobalización, las restricciones al comercio transfronterizo y las fluctuaciones de divisas mundiales) han conspirado para mantener la presión alcista sobre los precios. 

Los inversores están muy pendientes de los datos económicos en previsión de una posible pausa de los tipos de interés, lo cual será fundamental para calibrar el futuro potencial de crecimiento y las valoraciones de las empresas. Cualquier señal de que la Fed podría moderar el ritmo del endurecimiento monetario estabilizaría los mercados, y lo mismo ocurriría si se aplacasen las crecientes tensiones geopolíticas. Una mejoría de las relaciones entre Estados Unidos y China, o la resolución de la guerra Rusia-Ucrania, podría eliminar parte de las restricciones al comercio transfronterizo y aliviar las interrupciones y cuellos de botella que aquejan a las cadenas de suministro.

Aunque las interrupciones del suministro más relevantes (en el petróleo, el gas natural, los semiconductores y los productos agrícolas, por ejemplo) han cobrado protagonismo en los medios, creemos que la escasez de oferta de mano de obra es un riesgo que podría estar infravalorado. Cuando la economía superó la fase endémica de la COVID, muchos creían que más personas se reincorporarían al mundo laboral, lo que aliviaría las restricciones de la oferta de trabajadores. Aunque la participación de trabajadores ha ido aumentando lentamente desde el pico de la pandemia, se ha mantenido obstinadamente baja comparado con los niveles prepandémicos, como se observa en el Gráfico 1 adjunto, mientras que la tasa de desempleo sigue situada casi a mínimos históricos. Todo esto se ha traducido en un fuerte aumento de los salarios, lo que añade otra fuerza inflacionaria a la cesta. Un aumento de la participación de trabajadores ayudaría a contener esta inflación salarial, mientras que una mayor productividad laboral, que también ha disminuido en los tres primeros trimestres de 20221, ayudaría a aliviar la necesidad de las empresas de contratar más empleados.

Gráfico 1. Participación de trabajadores y tasas de desempleo

 

 

Dada la presión que ejerce la Fed mediante subidas de tipos, la desaceleración del crecimiento económico también podría empezar a moderar parcialmente el crecimiento de los salarios, aunque por ahora sigue aumentando los costes de las empresas, al tiempo que proporciona a los particulares más efectivo para destinarlo al gasto. De hecho, la pujanza del consumo se ha mantenido constante desde la pandemia, gracias no solo a las subidas salariales, sino también a los estímulos ofrecidos por el gobierno y, hasta hace poco, a la bonanza de los mercados de capitales e inmobiliario. Actualmente el gobierno ha reducido sus estímulos, lo que ha producido un descenso de los ahorros personales. Mientras, los tipos de interés más altos han empezado a incidir tanto en los componentes de vivienda e inversión de los balances de las familias. Estas fuerzas podrían empezar a presionar a la baja la inflación a medida que sus efectos se extienden a la economía durante el próximo año.

Por ahora, creemos que el consumo privado se mostrará resistente. Aunque el gasto en bienes de consumo ha empezado a contraerse en el periodo postpandemia, el gasto en servicios continúa creciendo. Dados los ajustes que han sufrido las valoraciones en el sector de consumo discrecional, que ha sido uno de los más castigados este año, han surgido algunas oportunidades atractivas para los inversores con horizontes de inversión más lejanos.

Dentro del sector de tecnologías de la información, seguimos creyendo que la transformación digital y la migración a la nube están generando rentabilidad tanto a los clientes que aplican estas tecnologías como a sus proveedores; de ahí que sigamos viendo oportunidades en el sector de software y servicios. El hardware tecnológico es un segmento del sector que parece menos atractivo debido al deterioro de las ventas de ordenadores personales (PC) y la maduración de la demanda de smartphones.

Aunque el mercado laboral sigue siendo rígido, al mejorar el empleo en el sector salud, deberíamos ver una recuperación de los volúmenes en tecnología y servicios médicos.

El sector energético ha sido el más destacado por sus buenos resultados este año en el S&P 500. A pesar de la inquietud suscitada por el crecimiento de la demanda y la mayor regulación conforme el mundo avanza hacia fuentes de energía más limpias, hemos observado que la disciplina del capital ha mejorado en el sector, lo que podría realzar su atractivo.

Los múltiplos de las acciones parecen situarse en un rango razonable ahora y durante el próximo año probablemente nos enfrentemos a un mercado menos temático. En lugar de que grupos amplios de valores lleven la delantera movidos por tendencias o factores generales, creemos que el rendimiento relativo dependerá más de la dinámica que presente cada empresa. En este mercado, la innovación en productos y servicios, la asignación eficaz de capital y la capacidad de la Dirección para contener los costes y ganar productividad a partir de los recursos (tanto físicos como laborables), unido a la habilidad de aprovechar la capacidad de un modo eficiente, serán decisivos para determinar el crecimiento de las empresas. Aunque las oscilaciones diarias del mercado y la volatilidad persistirán casi con total seguridad, la apreciación del capital de aquí en adelante vendrá determinada probablemente por la capacidad de las empresas para aumentar sus beneficios en sintonía con estos factores.

 

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iCapital® reforzará su equipo tecnológico con 100 nuevas contrataciones

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En contraste con las tendencias actuales en el espacio fintech, iCapital® sigue ampliando su equipo para satisfacer el creciente apetito de los inversores de alto patrimonio neto y sus asesores para inversiones alternativas como el capital privado, hedge funds e inversiones estructuradas.

Según ha anunciado, la plataforma fintech tiene previsto ampliar su equipo de desarrollo global con más de 100 nuevas contrataciones. “Estamos encantados de poder incorporar a nuestro equipo un número tan elevado de personas con talento. El equipo se dedica a proporcionar tecnología de vanguardia, y estas nuevas contrataciones nos ayudarán a seguir superando los límites de lo que es posible en la industria de la gestión de patrimonios para ayudar a los inversores a alcanzar sus objetivos”, ha señalado Lawrence Calcano, presidente y consejero delegado de iCapital®.

Actualmente, la compañía cuenta con más de 400 tecnólogos que contribuyen a su equipo global de 1.050 personas. Según han indicado, los puestos vacantes que quiere cubrir incluyen ingenieros de software, gestores de productos y desarrolladores de infraestructuras, que trabajarán desde las oficinas de Nueva York, Greenwich (Connecticut) y Lisboa.

El mercado celebra el dato de inflación mientras espera flexibilidad de la Fed

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Pixabay CC0 Public Domain. BlackRock lanza el primer fondo alternativo líquido de renta variable ESG en Europa

El dato de inflación de EE.UU. de diciembre ha cumplido con las expectativas, lo que ha dado impulso a los precios de la renta variable y la renta fija, aseguran varios análisis de distintas gestoras a los que accedió Funds Society.

Con un aumento del 0,3% intermensual, la inflación subyacente sigue por encima del objetivo de la Fed, pero la dinámica ha mejorado claramente en los últimos meses y los analistas esperan que este último informe sirva para que la autoridad monetaria reduzca su ritmo de edurecimiento a una subida de tipos de 25 puntos básicos el próximo 1 de febrero.

“El informe de hoy sobre el IPC de diciembre en EE UU confirmó la aparición de una tendencia a la baja en la inflación, respaldando en gran medida la trayectoria de referencia de la Reserva Federal para la política monetaria en los próximos meses y apoyando los argumentos a favor de una subida de 25 puntos básicos en la próxima reunión de la Reserva Federal de finales de enero/principios de febrero”, comentó Silvia Dall’Angelo, economista senior en Federated Hermes Limited.

La experta estima que el tipo de interés máximo se “situará justo al norte del 5%, probablemente en el primer semestre de este año”.

Si bien para Dall’Angelo, la Fed probablemente se mantendrá en los niveles máximos durante algún tiempo, al menos a lo largo de 2023 otros expertos son más drásticos con las políticas que debe afrontar el banco central.

“La Fed se va quedando sin argumentos para seguir subiendo con agresividad y los inversores se van convenciendo de que la próxima subida no será de 50—como todos creían en Navidad—si no de 25 puntos básicos”, dice un informe de ING Bank.

La probabilidad que los mercados asignan a que ésto (la subida moderada, de sólo 25 puntos básicos en febrero) ocurra, ha subido tras el dato de hoy del 75 al 95%. La mayoría de analistas lo toma como un paso firme hacia el “pivot”, el punto de inflexión en la política monetaria por parte de la Reserva Federal, amplía el texto.

Por otro lado, el banco holandés asegura que los servicios subyacentes—alojamiento, transporte y gastos médicos—son la única partida que ha subido. Esto es importante porque son los rubros que más preocupan a la Fed.

Según Samy Chaar, Economista Jefe de Lombard Odier, hay tres razones por las que la inflación estadounidense se está desacelerando.

En primer lugar, la demanda se ralentiza. La subida de los tipos de interés está pasando factura a la economía, en concreto debilitando la demanda de vivienda. Esto provoca una contracción de la inversión residencial.

Por otro lado, las cadenas de suministro están mejorando. La reapertura de China, la agilización de las entregas de los proveedores (el índice de entregas de proveedores ha subido a su nivel más alto desde enero de 2020) y un mayor crecimiento de los inventarios apuntan a una mejora de las condiciones de la oferta.

Y por tercero y último “lo que es más importante”, según el experto, los costes de la energía están bajando: “este es el motor clave”, aclaró.

Por esta razón también espera que la Reserva Federal deje de subir los tipos de interés en el primer trimestre de 2023.  Según Chaar, el hecho de que los mercados prevean recortes inmediatos de los tipos por parte de la Fed tan pronto como en junio/julio, justo después de su última subida en marzo/abril, parece contradecir el hecho de que el FOMC siga queriendo unas condiciones financieras restrictivas para evitar cualquier sobrecalentamiento del mercado laboral.

HMC Capital toma las riendas de la gestora de alternativos Gama Investimentos

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HMC Capital (CD)
Foto cedida. HMC Capital

HMC Capital está afirmando su posición en el mercado brasileño, consolidando su estructura y tomando las riendas de Gama Investimentos, una gestora especializada en activos alternativos.

Según informaron a través de un comunicado, HMC expandió sus operaciones a través de la toma de control de Gama e integrándose completamente con HMC Itajubá (HMC ITJ). Este es el nombre con el que operaban en Brasil bajo un joint venture iniciado en 2012.

Así, la unidad pasará a ser conocida como HMC Brasil, como una estructura consolidada, y Gama seguirá operando como una marca.

El grupo, indicaron en su nota de prensa, ha fortalecido su presencia local y sentado las bases para administrar todos sus negocios bajo una plataforma global, explorando sinergias y ofreciendo soluciones en el mercado brasileño a sus clientes.

“Luego de trabajar más de 10 años como un joint venture en Brasil, nuestras operaciones ahora están completamente integradas. Estamos avanzando hacia la construcción de una plataforma única para servir a nuestros clientes con excelencia y conectándolos con asset managers locales y globales”, indicó Felipe Held, co-fundador y CEO de HMC Capital, en la nota de prensa.

La gestora de alternativos

Gama Investimentos ha sido administrado por HMC ITJ durante 2022 y continuará con sus operaciones en feeder funds, aseguran desde la compañía, sirviendo a inversionistas brasileños.

Gama aspira a ser la principal plataforma independiente de feeder funds e inversiones offshore en el gigante latinoamericano. Bernardo Queima, CEO de Gama, ve este momento con gran optimismo. “Estamos muy comprometidos con entregar las mejores oportunidades de inversión a nuestros clientes y estamos conscientes del potencial de crecimiento de Latinoamérica en el ecosistema”, dijo.

Bci Asset Management firma un acuerdo de distribución con American Century Investment

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Ana Ramírez, gerente de Distribución Institucional (izq), y Adolfo Moreno, gerente de Institucional y Activos Alternativos de Bci Asset Management (der)
Foto cedidaAna Ramírez, gerente de Distribución Institucional (izq), y Adolfo Moreno, gerente de Institucional y Activos Alternativos de Bci Asset Management (der)

Ampliando su red internacional, la chilena Bci Asset Management anunció la firma de un acuerdo de distribución con American Century Investments, una administradora de fondos estadounidense con más de 190.000 millones de dólares en AUM.

Según informaron a través de un comunicado, el acuerdo contempla la distribución de fondos mutuos y ETF de la firma norteamericana para clientes institucionales y la representación exclusiva de toda la gama de productos bajo la marca Avantis Investors para América Latina.

Esto incluye los fondos de renta variable estadounidense Avantis US Equity ETF y Avantis US Small Cap Value, destacaron.

American Century gestiona en torno a 187.000 millones de dólares, en estrategias de renta variable y renta fija global. Por su parte, Avantis administra 13.000 millones de dólares de manera independiente, con un foco en ETF de gestión activa.

Este acuerdo, destaca Ana Ramírez, gerente de Distribución Institucional de Bci Asset Management, les permitirá “complementar nuestra oferta actual para clientes en Latinoamérica y Estados Unidos, con el objetivo de seguir ampliando y diversificando el negocio de inversiones en el mercado internacional”.

Además, la alianza se enmarca en un momento en que la gestora chilena apunta a seguir fortaleciendo su presencia regional para el segmento institucional. “Ya contamos con parte de nuestro equipo basado en Chile y Colombia y próximamente ampliaremos nuestra presencia a Miami, lo que nos permitirá atender directamente a todo el segmento US Offshore”, adelantó el gerente de Institucional y Activos Alternativos de la gestora chilena, Adolfo Moreno.

Bci Asset Management es el brazo de administración de fondos del banco Bci y cuento con 7.634 millones de pesos chilenos (cerca de 9,4 millones de dólares) en AUM. Su fuerte son los fondos mutuos, pero también administra fondos de inversión, incluyendo activos alternativos.

Diez años no son nada

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Pixabay CC0 Public Domain

Parafraseando a esa canción de Gardel, 10 años no son nada, y es que el 13 de enero estoy de aniversario, ya que se cumplen 10 años de recibir la autorización por parte de CNMV como empresa de asesoramiento financiero (en adelante EAF.)

Mis comienzos en el mundo financiero fueron allá por el siglo pasado, en 1996. Comencé en el mundo de la gestión en Fonditel, pasando posteriormente por Invercaixa, Arcalia Patrimonios, y Gespastor. En estas entidades estuve gestionando fondos de pensiones, de inversión, y sicavs.

Cuando una puerta se cierra se abre una ventana, y las circunstancias me llevaron a lanzarme a esta apasionante aventura en el mundo del asesoramiento. Desde mi EAF se realiza asesoramiento a clientes particulares, empresas y se asesora el fondo Alhaja Inversiones de Rent4 Gestora desde hace ocho años.

Así, me adentré en un mundo peculiar en el que para mi sorpresa ni en el propio sector financiero se tenía entonces claro lo que es una EAF, así que ¿cómo pretender que conozca esta figura el común de la sociedad?

Recuerdo que en los bancos comerciales existía el departamento de “Relaciones con Agentes y EAFIs” sin diferenciar entre ambas figuras. Y es que la mayoría de las EAFs habían sido antes agente bancario y la línea tan sutil que diferencia uno y otro se difuminaba.

Cuando comencé había 150 EAFs en España, actualmente somos 140. Es cierto que ha habido fusiones y EAFs que se han convertido en gestoras, pero no ha habido un desarrollo del sector, como sí que sucede en los países de nuestro entorno. “Spain is diferent” y no deja de ser un país bancarizado. Si desglosamos por género, nos sobran dedos de una mano para contar las EAFs en las que una mujer estamos al frente.

No obstante, quiero ver el vaso medio lleno y creo que existe un gran nicho de mercado de ahorradores/inversores que les preocupa su futuro en materia de inversión, que están desatendidos o que no han encontrado respuesta en la banca tradicional y es allí donde las EAFs podemos ayudar y concentrar nuestra labor. La confianza es realmente el producto que vendemos. Y, ¿qué es la confianza? Según José María Gasalla, “Confianza es el sentimiento que se genera cuando se dice la verdad y se cumplen las promesas”.

La carrera de las EAF nunca para y es que como apuntó el gran atleta checo Emil Zatopek, si quieres correr corre un kilómetro, si quieres experimentar algo totalmente diferente corre un maratón. Así las EAFs estamos sumidas en un maratón de asesoramiento que incluye carrera de obstáculos.

El mundo del asesoramiento ha vivido jurídicamente la implantación de MiFID I y MiFID II con nuevos cumplimientos normativos para las EAFs. Actualmente vamos a tener que hacer frente a una nueva exigencia para estas empresas con la reforma de la Ley del Mercado de Valores, que pasa su trámite al Senado y puede que sea lamentablemente la puntilla para el mundo de las EAFs.

A su vez las EAFs juegan un papel fundamental en la educación financiera dada la relación personalizada que se tiene, al menos yo, con el cliente. Me gusta recordar la frase de la economista Joan Robinson que recalca que todos debemos saber de economía, aunque sólo sea para no ser engañados por los economistas y sobre por quienes no lo son. Hay que formarse para saber de qué te están hablando y aceptar las recomendaciones que se hacen, ya que al final la última palabra es del cliente. El control de las emociones también es importante y en un entorno de incertidumbre como el actual el asesor debe imprimir esa paciencia al cliente ya que, como dijo Gandhi, “Quien pierde la paciencia, pierde la batalla”.

Estos 10 años han dado alegrías y sufrimientos, ha sido un camino largo, aún inacabado, con retos dentro del sector y personales, un camino que espero siga por lo menos otros 10 años más para completar la canción de Gardel, Volver, 20 años no es nada.

Tribuna de Araceli de Frutos, fundadora de la EAF homónima