BBVA reconoce y apoya la diversidad familiar de su plantilla

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En una organización tan amplia y diversa como BBVA, con una plantilla de más de 110.000 personas en 25 países, es inevitable encontrar diversos modelos de familia que van más allá de la formada por una pareja de adultos de distinto sexo y uno o más descendientes. Con el objetivo de entender mejor cada tipo de familia y sus necesidades específicas, el banco ha elaborado un manual que visibiliza la diversidad existente. “Queremos concienciar de que hay otros modelos de familia aparte del convencional. En BBVA todos tienen su sitio, y es nuestra obligación conocer las necesidades y particularidades de cada uno de ellos”, explica José Antonio Gallego, responsable global de Diversidad en BBVA.

“Existen muchas definiciones de lo que podemos considerar ‘familia’, pero quizás la que tenemos más clara en nuestra cabeza es la de personas que conviven juntas en un mismo hogar. Esto, por propia definición, ha ido variando en la sociedad”, comenta Gallego. Hasta hace no mucho, el concepto ‘familia’ únicamente se refería al modelo tradicional madre, padre y descendientes. Una estructura que se ha evolucionado y ampliado hasta normalizar otros tipos de familia que necesitan ser reconocidos. “Visibilizar cualquier tipo de familia, ya sea tradicional, monoparental, monomarental, homoparental, de padres separados…, nos permite conocer las necesidades específicas que puedan tener”, añade.

El equipo de Diversidad de la entidad, junto a un grupo de trabajo interdisciplinar formado por miembros de distintos tipos de familia, han creado una guía sobre ‘Nuevos Modelos de Familia’, con el fin de transmitir a la organización que existen estos modelos, que también necesitan representación y que no son excepcionales. “El objetivo del manual es visibilizar los distintos tipos de familias; ofrecer pautas para sensibilizar a toda la plantilla y que comprendan, aprecie y respete esa diversidad; y dar a conocer todas las medidas puestas en marcha en BBVA para contribuir a la conciliación y el bienestar familiar”, afirma el experto. Se trata de iniciativas que brindan a todos los empleados un trato igualitario y que ya les están ayudando a compaginar su vida personal con su vida profesional.

En este sentido, el banco asegura a todos sus empleados la conciliación y a tener una carrera profesional acorde a sus méritos, independientemente del tipo de familia al que pertenezca. BBVA ha implantado de forma definitiva un modelo de trabajo híbrido y flexible, creando un entorno de trabajo más transparente que garantiza la igualdad de oportunidades y el desarrollo profesional de todos los empleados basado en resultados y no en presencialismo. Algunas medidas del modelo son la organización trimestral del 40% de trabajo desde casa o la posibilidad de teletrabajar desde dos domicilios diferentes.

La entidad ya fue pionera antes de la pandemia en el cierre de sus sedes a las 19 horas y algunas de las iniciativas incorporadas entonces, ya muy consolidadas, como limitar las reuniones a 45 minutos o dar flexibilidad en los horarios de entrada y salida. El banco cuenta además con medidas para impulsar la corresponsabilidad familiar, incentivando a que los hombres puedan disfrutar de sus familias e incrementado la baja paternal en los países donde era más reducida.

La diversidad, una prioridad en BBVA

Algunas personas son más vulnerables que otras ante determinadas emergencias familiares, como los días sin escuela o las enfermedades de hijos o padres. Otras disponen de menos flexibilidad ante cambios de última hora en las reuniones o a la hora de asistir a jornadas que implican pasar la noche fuera”, detalla José Antonio Gallego. También aclara que este tipo de situaciones “no debe ser interpretado como falta de compromiso sino como una obligación para los responsables de equipo de conocer y facilitar un correcto equilibrio entre la vida personal y la profesional de sus colaboradores”.

El manual recopila una serie de consejos para la gestión de este tipo de situaciones. Por ejemplo, explica que no se debe prejuzgar ni estereotipar el desempeño profesional de una persona en función de su modelo de familia, ni que un responsable deba tomar decisiones por esa persona: “Que una compañera haya formado una familia monoparental no implica, por ejemplo, que no esté en disposición de viajar o que vaya a solicitar una reducción de jornada. Si surge un nuevo proyecto que implica viajar con frecuencia, un responsable de equipo no puede dejarla fuera del mismo ni aunque sea con buena intención”, concluye.

Aseafi Congress presentará los avances tecnológicos aplicados al asesoramiento financiero

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La Asociación de Empresas de Asesoramiento Financiero (Aseafi) celebrará Aseafi Congress el próximo jueves 23 de junio en Bolsa de Madrid, en la plaza de la Lealtad, 1. En esta ocasión, los expertos de Coinmotion, Edmond de Rothschild, Fidelity Internacional, Inveert, Invesco, Openfinance/BME Inntech, Protein Capital, Allfunds, EFPA España, Expert Timing Systems, Intereconomía, IO Builders, MyInvestor, Renta4 Banco y Wealth Solutions analizarán cómo el uso de las nuevas tecnologías puede hacer más eficiente la labor del asesor financiero.

El evento, que se realizará en modalidad presencial, comenzará a las 10:00 y contará con Susana Criado, directora de Intereconomía, como moderadora de la jornada.

Tras la bienvenida de Fernando Ibáñez, presidente de Aseafi, dará comienzo la primera mesa redonda sobre el asesoramiento y la gestión de activos en el marco de la inteligencia artificial, el big data y el wealthtech, moderada por Santiago Satrústegui, presidente de EFPA, que contará con la participación de Fernando Bolivar, CEO de Expert Timing Systems, Borja Durán, CEO de Wealth Solutions, y Nuria Rocamora, CEO de MyInvestor.

A continuación, tendrá lugar el primer panel sobre inversión en big data a cargo de Joaquín Martín Garré, sales manager de Edmond de Rothschild.

La siguiente mesa redonda versará sobre el blockchain como elemento transformador de la industria financiera y del asesoramiento y la gestión de activos en particular, y estará moderada por Javier Molina, especialista en activos digitales en El Confidencial, con la participación de Fernando Fernández-Bravo, director de ventas Iberia en Invesco, Miguel Jaureguizar, director de desarrollo digital de Renta4 y Rubén Nieto, director general de Allfunds Blockchain.

Acto seguido, Susana Criado moderará la mesa sobre la digitalización de los servicios financieros en la que participarán Gonzalo de la Peña, fundador y director de desarrollo de negocio en Openfinance y Eduardo Peralta, CEO de Inveert.

Después, Óscar Esteban, director de ventas de Fidelity International, nos trasladará su visión sobre tecnología y conectividad.

Por último, Javier Molina moderará la mesa redonda sobre activos digitales y criptoactivos en la que participarán Ana Elliot, directora comercial de Coinmotion en España, Alberto Gordo, fundador y CIO de Protein Capital y Carlos Matilla, chief business officer en IO Builders.

Los interesados ya pueden registrarse a través del formulario que Aseafi ha habilitado en el siguiente enlace.

Javier Díaz-Giménez: “Con las previsiones actuales, España no entrará en un periodo de estanflación”

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La posible estanflación de España o la previsible subida de los tipos de interés son algunos de los aspectos que se han tratado de la mano del profesor Javier Díaz-Giménez en el desayuno que ha organizado el IESE, la escuela de dirección de empresas de la Universidad de Navarra, y en el que han asistido reconocidos directivos de empresas valencianas.

El experto del IESE en macroeconomía ha destacado que nos encontramos bajo una coyuntura económica muy volátil, que entró en transición tras la salida de los confinamientos estrictos y en cuya recuperación han impactado factores imprevisibles como la invasión de Ucrania o el nuevo confinamiento en Shanghai. Además, Díaz-Gimenez ha analizado la vuelta de la inflación y ha repasado las previsiones de crecimiento para este 2022 y los próximos años.

En este sentido, el economista ha analizado la posible entrada en España de un periodo de estanflación con un crecimiento bajo o sostenido y una inflación al alza. Sin embargo, según sus previsiones, los datos disponibles a día de hoy le hacen pensar que este fenómeno no se dará en nuestro país en 2022. La subida de los tipos de interés en los próximos meses también fue objeto de debate durante el coloquio.

Por último, Díaz-Gimenez quiso animar a los asistentes a no bloquearse, ser previsores y aprender a tomar decisiones analizando los indicadores, pero, también, aceptando el entorno volátil de la economía actual.

Este encuentro se suma a la apuesta estratégica que IESE ha hecho por la Comunidad Valenciana. Vinculada a este territorio desde la década de los 70, actualmente, la escuela ha reforzado su oferta formativa con el lanzamiento de su reconocido Programa de Alta Dirección de Empresas (PADE) que se une al Programa de Desarrollo Directivo (PDD), que han cursado más de 18.000 directivos en toda España y destacados líderes valencianos.

Juan Ramón Caridad (GAM Investments): “El gran temor es pasar de tapering a tightening, de no echar leña al fuego a apagarlo con extintor”

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Tenemos muchos frentes abiertos a los que como inversores debemos prestar atención, en un entorno en el que la dificultad de hacer previsiones ha aumentado y resulta complicado moverse. Por ello, Epika Comunicación ha organizado un evento para analizar los ocho principales retos a los que nos enfrentamos. La guerra en Ucrania, la inflación, la recesión, las materias primas y cadenas de suministro, el tapering, la deuda, la sostenibilidad y el greenwashing, y la volatilidad son los ocho retos sobre los que los expertos de BNY Mellon IM, GAM Investments y Columbia Threadneedle Investments han debatido.

Recesión, inflación y guerra en Ucrania

Recesión es una palabra que asusta e impone y que cada vez estamos escuchando más. Pero ¿hay posibilidades reales de que acabemos viviendo este escenario? Juan Ramón Caridad, director de Iberia y Latam de GAM Investments, le da un 25% de probabilidad a una recesión en EE.UU. y señala que para que se dé tendría que haber más desequilibrios internos. En este sentido, recomienda temer menos a la recesión, olvidarse de si value o growth y apostar por la diversificación.

Ralph Elder, director para Iberia y Latam de BNY Mellon Investments, también distingue la situación entre Estados Unidos y Europa. Para el experto, los norteamericanos están mejor situados para enfrentarse a ella si se da, mientras que en Europa habría más problemas, siendo el BCE un factor clave. Sin embargo, Elder también ha destacado que “para un banco central, una recesión es útil para bajar la inflación”. “No debemos entrar en pánico porque la recesión puede ser benigna y podemos tener dos trimestres malos”, añade Rubén García Páez, director general Iberia y Latam en Columbia Threadneedle Investments.

En cuanto a la inflación, García ha destacado que la capacidad predictiva del rumbo de este indicador es baja. “La preocupación no es si seguirá subiendo, es si permanecerá alta y cómo los bancos centrales la controlarán. Si lo conseguirán es la pregunta del millón”.

Por su parte, Caridad ha insistido en que para las carteras es importante distinguir el tipo y el plazo de la inflación. Para enfrentarse a ella destaca activos como los bonos ligados a la inflación, o sectores que se beneficien del incremento del coste de materias primas, pero insiste en que el problema no es la inflación a corto plazo, es ver si dura.

Respecto a las consecuencias de la guerra en Ucrania, los expertos han coincidido en el impacto que tendrá para la globalización, la cual, según ha explicado García, se racionalizará. “La guerra ha evidenciado algo que ya sabíamos: hay dos bloques”, añade.

Tapering y deuda pública

Muchos de los riesgos comentados giran en torno a las actuaciones de los bancos centrales y es que se encuentran en una situación delicada. Deben controlar la inflación sin comprometer el crecimiento económico, por lo que una retirada agresiva de los estímulos preocupa al mercado.

“Estamos en una situación donde se cobra por ahorrar y se paga por arriesgar y el cambio es duro. Tapering es no echar más leña al fuego, el gran temor es pasar de tapering a tightening, de no echar leña a apagarlo con extintor cuando empieza a hacer fresco en la economía”, apunta Caridad.

Por su parte, García ha destacado la dificultad extra que tiene Europa frente a EE.UU. “Europa no se ha unificado fiscalmente, tiene realidades muy distintas y una misma política económica para dos realidades no funciona”, advierte.

Para abordar el problema de la deuda, Elder recomienda diversificar y mirar calidad. “A empresas que no tengan tanta deuda no les afectará tanto la subida de precios, o a aquellas que tengan capacidad de trasladarlos”. García recomienda más investment grade y compañías sólidas al tiempo que advierte del high yield y se define como conservador en este ámbito. Respecto a la deuda pública, Caridad recuerda que tenemos un “exceso estratosférico”, pero que mientras estemos quietos estaremos bien.

Volatilidad: fuente de oportunidades

Si algo define a este año es la volatilidad. Sin embargo, lejos de ser algo extremadamente negativo, los expertos han coincidido en que puede traer oportunidades. “Los bueno de la volatilidad es que genera oportunidades de inversión, incertidumbre y permite entrar a mejores precios. El problema son las consecuencias de la volatilidad: nerviosismo, desinversión…”, advierte García.

Para Elder, la volatilidad es un reto, pero admite que es algo normal, aunque viniésemos de experimentar 10 años en las que ha estado tapada por “la droga de los bancos centrales”. “Hay que saber que no todo vale y que ya no tenemos el apoyo de los bancos centrales. Pensamos que la gestión activa volverá y que hay que tener un asesor financiero cerca”, explica invitando a gestionar de forma distinta.

Para Caridad, volatilidad puede ser sinónimo de necesidad: “Se acabó pensar que lo simple es bueno, hay que poner profesionales a tu lado”.

Sostenibilidad, materias primas y cadenas de suministro

Otro de los riesgos comentados fueron las materias primas y las cadenas de suministro, un problema que arrastramos por la pandemia y que la guerra sigue evidenciando. Los expertos coindicen en que seguiremos viendo desafíos en este campo y García considera que es “una oportunidad para que el inversor tenga una visión a medio y largo plazo más equilibrada”.

Respecto a la sostenibilidad, Caridad insistió en que “hay que olvidarse de que la sostenibilidad es una tendencia, es una obligación”. Elder, por su parte, destacó la dificultad que supone no tener marcos comunes y cómo a los inversores cada vez les preocupa más la inversión sostenible. García habló de la ventaja diferencial que tiene Europa en este campo, y tachó a la región de pionera.

Objetivo: una cartera diversificada

Una vez analizados los retos a los que se enfrentan los mercados e inversores, los expertos expusieron sus ideas para capear los conflictos y configurar carteras diversificadas. 

Para García, “en renta fija, nos centramos en ideas que sean flexibles, que puedan combinar oportunidades en investment grade y en high yield. Por otro lado, se trata de buscar buenas compañías, no tanto de si son baratas o de si van a crecer. También vemos oportunidad en compañías que, siendo buenas, teniendo un modelo sostenible, van a seguir creciendo, aunque tengan una valoración un poco más baja. También la tecnología, que en ocasiones también son las pequeñas-medianas tecnológicas que luego compran las grandes compañías. Esa es una inversión de largo plazo”.

Caridad ha propuesto que “la clave está en los fondos que saquen partido de la dispersión de criterios y decisiones entre los bancos centrales. La segunda gran temática que nosotros vemos es materias primas, y que diversifiquen entre energéticas, industriales, metales preciosos y agrícolas es muy necesario. La tercera gran idea es invertir en Asia, asumiendo que no es un tema geográfico, sino entendiendo qué sectores son los que aportan valor añadido”.

En el caso de Elder, “nosotros orientamos la estructura de carteras pensando en conservadores, moderados y más agresivos. En el conservador, más enfocado en renta fija, pensamos que hay oportunidad en bonos de alta rentabilidad, pero de cortas duraciones. En una cartera moderada, iríamos más a los mixtos flexibles; fondos que brindan a través de su gestión dinámica la oportunidad de tener acceso a productos alternativos (que invierten, por ejemplo, en parques eólicos) a través de una estructura líquida. Respecto a la más agresiva, vuelve a tener mucha más importancia dentro de una cartera el efecto del dividendo reinvertido. Cuando sube la inflación, sube también el dividendo”.

Matter y BNP Paribas AM lanzan una solución de datos para alinear los ingresos de las empresas con los ODS de la ONU

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BNP Paribas Asset Management (BNP Paribas AM) y Matter, una compañía danesa de tecnología financiera especializada en información de sostenibilidad, han anunciado el lanzamiento conjunto de SDG Fundamentals, una solución de datos innovadora. 

Según explican, esta nueva herramienta permite a los inversores analizar en qué medida están alineados los ingresos de una empresa con las metas formuladas en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por Naciones Unidas. Ambas firmas defienden que estos ODS se definieron como una hoja de ruta universal para lograr un futuro sostenible e inclusivo de cara a 2030. 

Desde entonces, destacan que el sector de la gestión de activos ha avanzado de forma significativa en el desarrollo de soluciones para ayudar a abordar los retos globales articulados por los ODS, empleando asignación de capital y activismo accionarial como palancas para hacer realidad un futuro sostenible. 

Por ello, en su opinión, priorizar la inversión en los ODS podría brindar a los inversores oportunidades potenciales por valor de unos 12 billones de dólares y generar 380 millones de trabajos al año de aquí a 2030. “No obstante, existe una brecha de financiación entre la inversión actual en empresas alineadas con los ODS y lo que se necesita para cumplir las metas definidas de cara a 2030”, matizan desde BNP Paribas AM.  

En este contexto, ambas firmas han desarrollado y presentado SDG Fundamentals, una nueva serie de datos para ayudar a salvar esta brecha. Según indican, proporciona a los inversores un marco para comprender en qué medida los flujos de ingresos de una empresa están alineados con ODS y metas individuales, pero también con varios de ellos. Esta nueva herramienta se basa en una taxonomía de ODS propia (a su vez basada en una lectura estricta de metadatos ODS de UNStats) y emplea una de las bases de datos más granulares de ingresos desglosados disponibles.

Los datos de SDG Fundamentals cubren más de 50.000 emisores y proporcionan una visión sin igual de su alineamiento (o falta del mismo) con los ODS a través de un análisis de sus productos y servicios. Puede ayudar al inversor a enriquecer su enfoque de análisis de sostenibilidad en cuatro ámbitos. El primer y segundo lugar, en la integración, ya que facilita la identificación de motores y obstáculos temáticos de sostenibilidad a tener en cuenta en su toma de decisiones; y en el cumplimiento regulatorio bajo SFDR4 y MiFID II para resoluciones de inversión sostenible. 

En tercer lugar, es un apoyo para el activismo y exclusión, ya que ayuda al inversor a identificar ingresos no alineados con temas sostenibles. Y, por último, sirve para la construcción de cartera y divulgación de información para fondos temáticos y de impacto. Según añaden sus propulsores, SDG Fundamentals estará disponible para el mercado de inversión sostenible en su conjunto a través de Matter.

“Entender la medida en que los ingresos corrientes de las empresas están alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, con ello, su potencial para contribuir al desarrollo sostenible en el mundo real es la próxima frontera del análisis de sostenibilidad. Este tipo de análisis continúa obstaculizado por la falta de datos e informes corporativos granulares y estandarizados, pero la labor metodológica de nuestro Centro de Sostenibilidad con Matter ayuda a romper esta barrera y proporciona a los inversores información práctica sobre el alineamiento de las empresas con las metas que subyacen a los 17 ODS de la ONU. Al mismo tiempo, se enmarca en un esfuerzo general hacia mayores niveles de amplitud, calidad y estándares de datos a través de la colaboración sectorial”, ha destacado Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas AM para España y Portugal

Por su parte, Lise Pretorius, directora de Análisis de Sostenibilidad en Matter, ha añadido: “En Matter ofrecemos un conjunto de perspectivas sobre la sostenibilidad de empresas cotizadas, empleando conocimientos y experiencia propios y aportaciones de terceros (la sociedad civil, el mundo académico, centros de estudio, etc.) para obtener una visión de 360 grados sobre el desempeño no financiero de una compañía. La colaboración con BNP Paribas AM es una extensión de este compromiso para comprender mejor dicho desempeño a través de la colaboración entre distintos grupos de interés. La cooperación con BNP Paribas AM para desarrollar SDG Fundamentals ha sido una oportunidad única para trabajar con una gestora líder que combina profundos conocimientos y experiencia en el mercado con un compromiso genuino con la comprensión a fondo de la sostenibilidad de sus inversiones y su alineamiento con los ODS”.

El fin de la era 60/40

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Durante los últimos meses las conversaciones dentro del mundo de la gestión de activos han girado en torno a los retos a los que nos enfrentamos de cara a la construcción de carteras realmente diversificadas para los próximos años y que, a su vez, mantengan un potencial de rentabilidad razonable.

Las famosas y rentables carteras 60/40 que revolucionaron la gestión de activos en los años 80 y 90 están ahora de nuevo en boca de todos. Son muchas las voces del mercado que abogan incluso por la muerte de dicho enfoque. El modelo convencional de construcción de carteras basado en la correlacion negativa entre acciones y bonos en los momentos malos de mercado y positiva en los momentos buenos, que consistía en una simple estrategia de comprar y mantener de forma pasiva los mercados de renta fija en general, ha quedado denostado. Podemos asegurar que ha llegado a su fin si realmente velamos por el interés de los clientes. Tanto las acciones como los bonos caen a la vez, y en gran medida, por la misma razón.

La tendencia estructural a la que estábamos acostumbrados, de tipos de interés a la baja, ha dado un quiebro que ya se veía venir desde hace, por lo menos, un par de años. Este giro a una nueva tendencia al alza en los tipos de interés a largo plazo, que, entre otras cosas, descuentan la previsión de lo que vayan a hacer los de corto plazo (marcados por el Banco Central Europeo) ha hecho que los mercados de renta fija, en general, lejos de servir de colchón diversifcador de las carteras, haya contribuido aun más a sus caídas. Sólo en el primer cuatrimestre del 2022, con las “pequeñas” subidas en los tipos de interés a largo plazo, los principales índices de renta fija han tenido caídas cercanas al 9%. 

Adicionalmente, el grado de concentración existente en los mercados y en muchos índices, bien sea por el excesivo peso de determinadas compañías, sectores, áreas geográficas o estilos de inversión, hace que una estrategia basada en la extrapolación de lo que ha funcionado tan bien en la última década tenga un nivel de riesgo previsto más alto de lo esperado, y seguramente un nivel de rentabilidad esperada más bajo.

Gestionar con el “retrovisor” seguramente no es la mejor opción para alcanzar los objetivos de inversión en este nuevo entorno. Estamos en un nuevo ciclo al que hay que adaptarse con enfoques más dinámicos y con la búsqueda de activos que realmente aporten diversificación en las carteras y que, además, cumplan con el requisito ‘más difícil todavía’: cumplir con las expectativas de rentabilidad de los inversores. Se hace necesario discriminar estrategias dentro de la renta fija que realmente puedan añadir valor, segmentos dentro de la renta variable capaces de mantener márgenes y sin unos excesos de valoración sostenidos por los anormalmente bajos tipos de interés de la última década, e incluir activos alternativos o privados que tengan correlación positiva con entornos de inflación, y que de verdad, y no sólo por la etiqueta de su nombre, aporten una diversificación real a las carteras y puedan sumar potencial de rentabilidad.

La buena noticia es que existen oportunidades en todos esos campos, bien sea en estrategias de crédito corporativo, bonos catástrofe, sectores y compañías con márgenes sostenibles y beneficiados de entornos de inflación, crédito oportunístico en el sector inmobiliario, infraestructuras, oro, capital riesgo, etc. Aquellos modelos de construcción de carteras que sean capaces de explotarlas, saldrán beneficiados de este nuevo escenario. 

Tribuna de Diego Corral Basterra, socio de Diaphanum

Ganar credibilidad, doblegar la inflación y evitar una recesión: los retos de la Fed en su normalización monetaria

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En respuesta al último dato de inflación de EE.UU. de mayo, que sorprendió el pasado viernes al alcanzar el 8,6%, un nuevo récord en más de 40 años, los inversores han elevado su previsión y ahora esperan que la Reserva Federal (Fed) suba los tipos de forma más agresiva, empezando por su reunión de hoy y mañana. Según recogen desde Blomberg, los operadores ven un 50% de probabilidades de que la Fed suba los tipos en tres cuartos de punto porcentual en julio. 

Sin duda, los expertos de las gestoras coinciden en que es un movimiento complicado para la Fed, ya que se enfrenta al dilema de doblegar la inflación sin deprimir el crecimiento económico. «El último informe de inflación reaviva la preocupación por la estanflación y ejerce una presión adicional sobre la Reserva Federal para que actúe con decisión para frenar la inflación. La Fed ya se ha comprometido a subidas del 0,5% en sus reuniones de junio y julio, pero es posible que tenga que hacer más en las siguientes reuniones antes de ver señales claras y convincentes de que la inflación se está enfriando. Sobre todo, la credibilidad de la Reserva Federal está en juego. Es probable que la Fed recurra a una retórica hawkish y a una mayor anticipación del endurecimiento, como señal de que está decidida a luchar contra la inflación, lo que debería evitar que se materialicen los efectos de segunda ronda y que se consolide la elevada inflación”, indica Silvia Dall’Angelo, economista senior de Federated Hermes.

En opinión de Allison Boxer, economista para EE.UU. de PIMCO, el problema está en que hay un gran desfase entre los cambios en el entorno macroeconómico y las medidas de inflación de los alquileres. Y considera que incluso si la economía se ralentiza significativamente y los precios de la vivienda caen y/o el desempleo aumenta, eso tardará en aparecer en el IPC. 

“En cuanto a la inflación general, el aumento de los precios de los alimentos y de la energía plantea dudas sobre la capacidad de la Fed para centrarse en las medidas básicas y la capacidad del consumidor estadounidense para hacer frente a una gran crisis de ingresos negativa. Esperamos que se muestre en modo hawkish esta semana, lo que plantea aún más dudas sobre si las perspectivas de crecimiento de EE.UU., ya de por sí estancadas, son alcanzables”, indica Boxer. 

Qué esperar

En este sentido, se espera que la Fed anuncie una subida de 50 puntos básicos, aunque los mercados especulan con que la subida pueda ser de 75 puntos básicos. En este sentido, los expertos se inclinan más por la primera opción. “Los datos de inflación de mayo confirman nuestra opinión de que la Fed subirá su tipo de interés objetivo de los fondos en 50 puntos básicos el próximo miércoles y también en 50 puntos básicos en julio, donde nos habíamos adelantado un poco a las expectativas del consenso del mercado. Como reacción, el dólar volvió a subir a 1,05 euros/dólar, reflejando un estado de ánimo de aversión al riesgo en los mercados tras la sorpresa de la inflación”, indica David Alexander Meier, economista de Julius Baer.

El escenario base de Boxer es que la Fed ofrece 50 puntos básicos esta semana, pero advierte de que tratará de establecer una opción de 75 puntos básicos en julio. «Ahora bien, si el mercado valora un mayor riesgo de 75 puntos básicos en los próximos días, creemos que esto dará a la Fed la oportunidad de ser más agresiva el miércoles. Esperamos que el presidente Powell utilice la conferencia de prensa para señalar que las subidas más grandes están de nuevo sobre la mesa y que no se van a detener en septiembre. De cara al futuro, el aumento de la inflación está dando lugar a una carga frontal aún más agresiva de la política de la Reserva Federal, lo que crea un grave riesgo de endurecimiento excesivo y, en última instancia, un mayor riesgo a la baja para nuestras perspectivas de crecimiento, que ya se encuentran en una situación de estancamiento”, matiza.

Según la previsión de Bank of America, el presidente Powell probablemente reflejará un sentimiento de «lo que sea necesario» para bajar la inflación y mantendrá todas las opciones sobre la mesa, incluida esa subida de 75 puntos básicos en julio o septiembre. «La Reserva Federal puede sentirse presionada para redoblar su compromiso de contener la inflación debido al aparente desanclaje de las expectativas de inflación a largo plazo. Será muy difícil que el presidente Powell descarte una senda de subidas más agresivas de la Fed, dadas las recientes sorpresas al alza de la inflación y las expectativas de inflación.

A esto se suma que, como indica Christian Scherrmann, US Economist en DWS, lo más interesante de la reunión será conocer la actualización de las proyecciones económicas de la institución monetaria porque será lo que marque el ritmo de subida de tipos de interés. Según Scherrmann, en general, “la actualización del Resumen de Proyecciones Económicas indicará muy probablemente unos tipos algo más altos en 2022 y 2023, junto con una inflación algo mayor y un crecimiento algo menor. Una vez más, estamos especialmente interesados en ver cómo los miembros divergen en sus expectativas para 2023 y 2024. ¿Podrían uno o más miembros del FOMC estar ya apuntando a una desaceleración? De ser así, sería un primer indicio de la seriedad con la que la Fed se tomará los temores del mercado a una recesión durante sus próximas reuniones. En definitiva, no esperamos grandes sorpresas en la próxima reunión, pero seguimos atentos, especialmente a cualquier signo de cambio más allá del verano. Al fin y al cabo, esperamos que la Fed reevalúe la orientación de la política monetaria, y la inflación, en agosto, y vemos la reunión de septiembre como un posible punto de inflexión”

“Para recuperar el control sobre las expectativas de inflación, la Fed ha aceptado poner en riesgo la parte de su mandato que concierne al crecimiento. Endurecer las condiciones monetarias no hace sino ralentizar la economía. Este riesgo no se le escapa al mercado, que desde hace unas semanas descuenta una cierta probabilidad de recesión en 2023. No obstante, esta probabilidad todavía es moderada. Además, podría recuperar de aquí a 2023 el suficiente margen de maniobra para suavizar de nuevo su política monetaria y sostener la economía en lugar de enfriarla. En tal caso, habría logrado un golpe maestro: contener con fuerza una inflación récord sin dar paso a una recesión de la economía”, añade Olivier de Berranger, director de inversiones y director de gestión de activos de La Financière de l’Echiquier.

Los otros aterrizajes

Si la Fed no logra el ritmo adecuado, el principal riesgo es que acabe llevando a la economía norteamericana a una recesión. Según recuerda Joan Bonet, director de Estrategia de Mercados de Banca March, la tasa de acierto de Fed respecto a un “aterrizaje suave” no ha sido muy exitosa en el pasado.

“En los 12 ciclos de subidas de tipos de interés emprendidos desde 1954, tan solo consiguieron un aterrizaje suave en tres ocasiones: 1965, 1984 y 1994. En el resto de procesos, más allá de sus buenas intenciones, el impacto sobre el crecimiento económico terminó causando una recesión. De todas formas, es importante destacar que las recesiones que se produjeron en los 9 casos fueron muy heterogéneas: por ejemplo, nada tiene que ver la de 1970 -que resultó en una caída del PIB de hasta el 1% durante cuatro trimestres- que, durante un año y medio, supUso una contracción acumulada del PIB del 4%”, explica Bonet.

graf banca march

Sobre si esto volverá a ocurrir o no, Bonet se muestra prudente y recuerda que, a corto plazo, todavía quedan por ver buenas noticias en el lado de la economía. “Esperamos un exceso de ahorro generado en la crisis (2 billones de dólares en depósitos bancarios norteamericanos desde el comienzo de la pandemia), junto a unos tipos de interés reales negativos -que, al menos, se mantendrán durante un año más-, atenuarán la desaceleración y favorecerán la rotación de la actividad industrial hacia la de los servicios. Los costes de financiación continuarán siendo bajos y permanecen por debajo del coste de capital. Además, el robusto punto de partida del mercado laboral, con vacantes en máximos históricos, todavía otorga margen holgado y nos hace destacar una recesión en los próximos 12 meses”, matiza Bonet.

La pandemia, la guerra y el cambio climático refuerzan el interés por las cuestiones ESG

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La pandemia del COVID-19 contribuyó a acelerar la agenda ESG, pero es posible que la trágica invasión de Ucrania precipite aún más su evolución. Por otro lado, la creciente sensibilización sobre las consecuencias y la importancia del cambio climático provoca que las cuestiones medioambientales continúen dominando el interés de los inversores ESG. 

Según reconoce ​​Jessica Ground, directora global de ESG en Capital Group, “la sostenibilidad y las cuestiones ESG continúan cobrando impulso, gracias a la demanda de los inversores y el deseo de generar un impacto”. Así lo muestran las conclusiones del estudio global anual de Capital Group sobre los factores ESG*. 

Frente a las cifras registradas el año anterior, esta vez hay una mayor proporción de inversores internacionales que describen su postura en materia de cuestiones ESG como un enfoque de convicción, aceptación o conformidad. En concreto, el grupo de inversores que ya invierte en cuestiones ESG ascendió a casi el 90%, frente al 84% del 2021, mientras que el grupo que aún no lo hace ha caído al 11% desde el 16% del año pasado. 

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“La convicción en las cuestiones ESG se ve reforzada por el hecho de que solo el 13% de los inversores globales piensa que se trata de una tendencia pasajera que acabará pasando de moda. Es decir, la mayoría de los inversores consideran que las cuestiones ESG constituyen una parte permanente y fundamental del entorno de inversión”, afirma Ground.

Entre las tendencias que recoge el informe destaca el dominio de las cuestiones medioambientales, pero “hay un mayor reconocimiento a las cuestiones sociales”, apunta Ground. Según los datos, las presiones estructurales y sociales derivadas del cambio climático han sido cruciales para convertir a las cuestiones medioambientales (la E de la sigla ESG) en la principal preocupación de los inversores en materia de sostenibilidad. Tal y como demuestra el estudio, estas cuestiones continuaron dominando las decisiones de inversión; el interés de los inversores por los factores medioambientales aumentó con respecto al que mostraban el año pasado (47% frente a 44%).

“A pesar de este mayor interés por las cuestiones medioambientales en 2022, hay indicios que apuntan a que esta situación podría cambiar en el futuro, ya que los inversores reconocen un cierto desequilibrio. El 41% de los inversores encuestados considera que este enfoque medioambiental está pasando por alto las cuestiones sociales”, subraya Ground.

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Según Capital Group, el análisis cualitativo que lleva a cabo en el marco del estudio explica el porqué de esta opinión: “Es posible que el impacto de la pandemia del COVID-19 haya aumentado la sensibilización de la sociedad acerca de la importancia que tienen la seguridad en el lugar de trabajo o el acceso a la sanidad y la educación”.

En opinión de Ground, las estrictas medidas de confinamiento que se impusieron en todo el mundo obligaron a las compañías, especialmente a aquellas que operaban en los sectores de la atención sanitaria y el comercio minorista, a garantizar la seguridad y el bienestar de sus empleados. Muchas de ellas proporcionaron equipos de protección a sus trabajadores o ampliaron las bajas por enfermedad al personal temporal y a los empleados externos. Otras, con el fin de extender su ayuda a toda la comunidad, ofrecieron sus bienes y servicios de forma gratuita, como el acceso a internet y a videoconferencias o el aprendizaje a distancia a escuelas y universidades. 

Los inversores son ahora más conscientes de que los problemas sociales pueden tener consecuencias importantes y de gran alcance para las compañías y las comunidades a las que pertenecen, por lo que el impacto de la pandemia podría llevarles a considerar una gama más amplia de cuestiones ESG”, indica.

La relevancia del gobierno corporativo

Según la experta de Capital Group, la invasión de Ucrania por parte de Rusia puso también en el punto de mira ciertas cuestiones ESG. De hecho, la respuesta internacional a la agresión rusa no fue solo política: el sector empresarial también se apresuró a expresar su postura y muchas compañías realizaron declaraciones sobre su exposición a Rusia. En este sentido, los encuestados expresaron su preocupación por las cuestiones relativas al gobierno corporativo.  

“En Capital Group, seguimos con atención la actuación de las empresas. Si bien gran parte de la atención mediática se ha centrado en las compañías que han anunciado medidas, nosotros hemos prestado especial atención a aquellas empresas que no han realizado declaraciones públicas al respecto, algo que nos ha ayudado a entender mejor cuáles pueden ser las repercusiones y cómo pueden afectar a la actividad de las compañías”, afirma.

Tras escuchar las impresiones de los encuestados, desde la gestora destacan que los mercados de inversión siempre han sentido el impacto de los grandes acontecimientos que se han producido en el mundo. “Es importante tratar de entender cuáles son sus efectos de primer, segundo y tercer orden y cómo pueden afectar a las decisiones de inversión. Y la consideración de estas consecuencias desde una perspectiva ESG puede ofrecer una visión más amplia y ayudar a los inversores a contextualizar estos acontecimientos”, añaden.  

El reto de datos ESG

Por último, la encuesta ha puesto de manifiesto algunos de los retos que aún quedan por superar. Por un lado, aún sigue pendiente el acceso a datos ESG coherentes y fiables sigue siendo uno de los mayores problemas. En este sentido explican: “Una de las cuestiones que salió a la luz en el estudio del año pasado, y que se ha visto reforzada por los resultados de esta nueva edición, se refiere a las dificultades que tienen los inversores para acceder e interpretar los datos ESG. Entre las cuestiones concretas a las que se refirieron los encuestados destacan el acceso a los datos ESG, la coherencia entre los distintos proveedores de datos ESG y la transparencia de los datos procedentes de los índices de referencia”.

 En su opinión, estas dificultades relativas a la solidez de los datos y la falta de coherencia entre las calificaciones están limitando la capacidad de los inversores para incorporar las consideraciones ESG a sus procesos de inversión.  

Además, la encuesta muestra que el principal problema que alegaron los inversores para realizar inversiones ESG está en la falta de coherencia entre los diferentes proveedores de calificaciones ESG (25%).  Le siguen de cerca las dificultades para acceder a los datos y la información ESG.

“La falta de precisión y de coherencia de las calificaciones ESG es el resultado de múltiples factores. Uno de ellos es que estas calificaciones se basan en datos de carácter retrospectivo que no sirven para evaluar de forma adecuada el valor futuro de aquellas compañías que están en proceso de transición hacia un enfoque más sostenible. Estas empresas podrían contribuir a impulsar el cambio que se necesita y convertirse en los líderes ESG del mañana. La naturaleza subjetiva de los sistemas de calificación también favorece que existan opiniones diversas sobre la importancia relativa y el impacto material de los diferentes factores ESG en diferentes sectores y países”, explica Ground. 

La falta de homogeneidad de la normativa también se considera un obstáculo importante. En este sentido, la gestora señala que los inversores esperan que los reguladores proporcionen normas y definiciones comunes. “Cuando se les pregunta qué deberían priorizar los marcos normativos en materia de cuestiones ESG en sus respectivos países, la respuesta más citada es la necesidad de armonización de normas, taxonomías e indicadores globales (45%). Es decir, los inversores desean ir simplificando lo que hoy en día es una red cada vez más compleja y desarticulada de normativas internacionales emitidas por entidades distintas”, matizan.

En opinión de Ground, las cuestiones ESG podrían ampliar su alcance si se solventaran todos estos problemas relacionados con los datos. “Los resultados de nuestro estudio global demuestran que la sostenibilidad y las cuestiones ESG continúan cobrando impulso.  A pesar de las dificultades que existen en torno a los datos, parece que la sensibilización de los inversores acerca de los factores ESG, no solo está aumentando, sino que además se está ampliando para abarcar una gama más variada de cuestiones sociales y de gobierno corporativo”, concluye. 

 

*El estudio, que recoge las opiniones de más de 1.100 profesionales de la inversión institucional y mayorista de Europa, Norteamérica y Asia Pacífico, muestra que las tendencias ESG continúan ganando terreno.

Allianz GI sella su acuerdo de asociación estratégica con Voya Financial

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Allianz Global Investors (Allianz GI) ha anunciado la firma del acuerdo definitivo con Voya Financial, Inc. relativo a la asociación estratégica que ya anunció el pasado mes de mayo y que nació en el marco de la reorganización de su negocio en EE.UU. tras la sanción impuesta por la SEC a su subsidiaria estadounidense.

Según ha confirmado, como parte del acuerdo de asociación, Allianz GI transferirá a Voya Investment Management (Voya IM) determinados equipos de inversión y activos que comprenden la mayor parte de su negocio en Estados Unidos. Como contrapartida a la transferencia de activos, Allianz Group recibirá una participación en Voya IM del 24% de la gestora estadounidense ampliada.

La incorporación de los equipos de income & growth, renta variable fundamental y colocación privada de Allianz GI en EE.UU. complementará las actuales capacidades y plataformas de inversión de Voya IM. “Una vez completada la transferencia, los vehículos estadounidenses y los clientes de los equipos de inversión transferidos seguirán siendo gestionados y asesorados por dichos equipos”, afirman desde la gestora.

Allianz destaca que una característica integral de la asociación es el establecimiento de una asociación de distribución estratégica a largo plazo por la que Allianz GI distribuirá las estrategias de inversión de Voya IM fuera de los Estados Unidos y Canadá, proporcionando a su base de clientes global una gama más amplia de estrategias de inversión complementarias.

“Este anuncio es un hito significativo en el desarrollo de una importante asociación estratégica para Allianz GI, que nos permitirá aumentar la gama de estrategias de inversión gestionadas en EE.UU. a disposición de los clientes del resto del mundo. Voya IM complementa nuestras propias fortalezas, huella y cultura, y esperamos hacer realidad el potencial de la asociación para los clientes de ambas firmas”, ha afirmado Tobias C. Pross, consejero delegado de Allianz GI, sobre el acuerdo. 

Por último, desde la gestora señalan que la ejecución y finalización de las transferencias de los equipos de inversión de Allianz GI a Voya IM está prevista para el 25 de julio de 2022 a más tardar.

El mercado de capital privado del sector salud llegó a los 151.000 millones de dólares en 2021

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La pandemia que hemos vivido los últimos dos años ha puesto de manifiesto la relevancia del sector salud y también ha atraído la atención de los inversores. Según el último informe de Bain & Company sobre el mercado de capital privado de salud, el número de acuerdos aumentó en un 36%, hasta los 515 frente a los 380 del año anterior, donde su valor total revelado se duplicó con creces, pasando de 66.000 millones de dólares a 151.000 millones de dólares.

En cuanto al valor medio, este se disparó en un 134%, principalmente por las 5 adquisiciones que hubo superior a los 5.000 millones de dólares. Además, la rentabilidad del sector sanitario se ha mantenido fuerte y las valoraciones han alcanzado máximos históricos. Sobre sectores específicos, los proveedores sanitarios y la biofarmacia fueron los que más crecieron en 2021.

Gráfico 1

Según indican las conclusiones, esta alza se dio gracias a que en 2021 los inversores volvieron a encontrar focos de valor y a ganar confianza en los activos centrados en la detección y el tratamiento de las variantes del COVID-19. Ese aumento del optimismo en el mercado se tradujo en una mayor disposición a realizar grandes operaciones en el sector de la salud, después de una pausa en 2020, cuando los 10 principales contratos representaron sólo el 43% del valor total revelado, y sólo una transacción superó los 5.000 millones de dólares. Pero el escenario fue distinto en 2021, dado que como los inversores contaban con bastante capital, el tamaño medio de las operaciones en todo el mundo aumentó a 695 millones de dólares, impulsado por contratos de más de 1.000 millones de dólares, muy por encima de la media de 296 millones de dólares del año anterior.

Por último, varias tendencias estructurales siguieron beneficiando a las empresas sanitarias: el envejecimiento de la población, el aumento de la incidencia de las enfermedades crónicas; el incremento de los niveles de renta y del acceso a la salud en los mercados emergentes; y las innovaciones digitales en los tratamientos y procesos operativos se combinaron para impulsar la demanda subyacente de toda una serie de bienes y servicios sanitarios.

Comportamiento de private equity en mercados desarrollados

Desde una perspectiva regional, Europa batió todos los récords en 2021, con un incremento del 49% en el recuento de acuerdos y un aumento del 86% en el valor divulgado pasando desde los 14.000 millones de dólares a 26.000 millones de dólares del año anterior. Cuatro acuerdos de más de 2.000 millones de dólares representaron el 61 % del valor divulgado. Lo mismo ha ocurrido en Asia-Pacífico, que mantuvo un buen ritmo durante estos dos años, pero con un aumento significativo en el volumen de operaciones y en el valor de ellas.

Sin embargo, en Norteamérica fue un escenario distinto debido a la incertidumbre sobre el ingreso de pacientes y los márgenes de beneficios redujo el apetito de los inversores por el riesgo durante varios trimestres en 2020. No obstante, en 2021 se evidenció un aumento en el tamaño medio de las operaciones, duplicándose hasta los 1.500 millones de dólares.

Private equity global

El ritmo del sector de la salud fue similar al del capital privado mundial en general, que también se recuperó en 2021. Las operaciones en todos los sectores aumentaron hasta 2.277 en 2021, frente a las 1.586 del año anterior, mientras que el valor de los contratos revelado se duplicó con creces, hasta 1.011 billones de dólares, frente a los 469.000 millones de dólares de 2020.

Gráfico 2

Como resultado, el volumen de operaciones de la industria médica como parte del volumen total de operaciones de la industria se redujo ligeramente al 23% en 2021 desde el 24% del año anterior. Sin embargo, la proporción del valor declarado del sector sanitario aumentó hasta el 15% del valor total, frente al 14%, ya que se cerraron muchas operaciones en este ámbito.

La pausa en 2020 fue una reacción natural de los inversores del sector salud ante una crisis que se produce una vez por generación. Volver al campo en 2021 también tenía sentido, dada la resistencia de la industria y el ritmo de innovación en casi todos los sectores. En medio de la agitación de la continua pandemia, los inversionistas mantuvieron la calma y confirmaron su confianza en el vigor del sector a largo plazo.