De cara a los próximos 12 meses, los family offices apuestan por el riesgo, aumentando sus asignaciones a la renta variable pública y el capital privado en particular, al tiempo que añaden modestamente la exposición a la renta fija para aprovechar las oportunidades de tipos más altos. Esta es la principal conclusión del informe Family Office Investment Insights 2023, elaborado por Goldman Sachs.
“Con la flexibilidad para invertir en todo el espectro de riesgos, las family offices han mantenido un enfoque en gran medida coherente con asignaciones más agresivas en su búsqueda de rendimientos superiores”, ha señalado Meena Flynn, codirectora de Global Private Wealth Management y corresponsable de One Goldman Sachs Family Office Initiative. En su opinión, las asignaciones de riesgo planificadas nos indican que ven grandes oportunidades de captar alfa adicional. “Esta orientación paciente, estratégica y a largo plazo suele ser una ventaja a la hora de gestionar y preservar el patrimonio generacional”, ha explicado.
En este sentido, los family offices siguen manteniendo fuertes asignaciones a activos de riesgo. Según el informe los promedios para 2023 son: un 28% renta variable pública; un 26% capital privado; un 12% efectivo/equivalentes de efectivo (excluidos bonos del Tesoro de EE.UU.); un 10% renta fija; un 9% inmobiliario privado e infraestructuras privadas; un 6% hedge funds; un 3% crédito privado; y un 1% materias primas.
Por su parte, los sectores en los que están más sobreponderados son tecnología de la información y sanidad, con potencial para soportar los ciclos económicos y generar valor a largo plazo. Además, el informe muestra que una parte sustancial de los family offices está poniendo el efectivo a trabajar: el 35% de los encuestados tiene previsto reducir las asignaciones a efectivo y equivalentes de efectivo (excluidos los títulos del Tesoro de EE.UU.). Solo el 10% tiene previsto reducir sus inversiones en renta variable pública y el 13% en capital privado.
En cuanto a las criptomonedas, hay más family offices en comparación con 2021 -un 26%, frente al 16%- , pero sólo el 12% expresó un interés potencial futuro, frente al 45%. Según los autores del informe, la extrema volatilidad del mercado de criptomonedas del año pasado parece haber enfriado sus intereses, ya que el 62% afirma no haber invertido y no estar interesado en las criptomonedas en el futuro, frente al 39%.
En todas las clases de activos incluidas en la encuesta, la mayoría de los family offices invierten a través de gestores especializados y no directamente. Según explican, la principal excepción es el sector inmobiliario privado, en el que las familias con grandes patrimonios pueden sentir una mayor afinidad por esta clase de activos.
Por último, según el informe, la mayoría de los family offices parecen satisfechas con su asignación geográfica, muy centrada en EE.UU. y otros mercados desarrollados: el 26% de los encuestados prevé aumentar sus asignaciones a los mercados estadounidenses, incluido el 41% de los family offices de Asia-Pacífico, mientras que el 27% espera aumentar sus asignaciones a otros mercados desarrollados. Según su valoración, esto puede indicar reticencia a invertir en regiones donde los riesgos percibidos son mayores y superan los rendimientos potenciales ajustados al riesgo disponibles más cerca de casa.
“Los family offices siguen realizando importantes asignaciones a activos alternativos, como el capital riesgo, el crédito privado, las infraestructuras, el sector inmobiliario y los hedge funds. En una encuesta exhaustiva que realizamos en 2021, en promedio, el 45% se asignó a inversiones alternativas. A pesar de los desafíos de 2022, en nuestro período de encuesta más reciente, esa asignación se mantuvo prácticamente sin cambios en el 44%. En términos más generales, teniendo en cuenta la volatilidad y los desafíos del año pasado, los family offices se han mantenido notablemente tranquilos y sus asignaciones estratégicas de activos han cambiado solo modestamente”, concluye Tony Pasquariello, responsable global de cobertura de hedge funds y codirector de la iniciativa One Goldman Sachs Family Office.
Las personas que han estado activas profesionalmente durante varias décadas rara vez piensan en cuánto dinero han ganado en total durante este período. En este estudio, los analistas de Picodi han calculado cuántos años necesitarían las personas que viven en diferentes países y ganan el salario promedio nacional para ganar un millón de euros.
El estudio, realizado en 102 países, determina que si se suman todos los pagos netos recibidos por un empleado promedio, un residente de Suiza ganará su primer millón de euros más rápido que en otros países: necesitaría 15 años y 3 meses. El segundo en el ranking es Singapur, con un resultado de 18 años y 2 meses. Los ciudadanos de Luxemburgo tienen que trabajar 4 meses más: 18 años y 6 meses.
Entre los cinco países que lideraron el ranking también se encuentra EE.UU., con un periodo de 21 años y 3 meses, e Islandia, donde se necesitarían 22 años y 5 meses.
España ocupa el puesto 29 en este ranking. Cobrando el salario promedio español, se puede ganar un millón de euros en 49 años y 4 meses. En este ranking, España está 4 años por delante de Italia, 34 por delante de Portugal, y 53 por delante de Grecia. En cambio, los franceses ganarán un millón de euros 13 años más rápido que los españoles, encontrándose en el puesto 24, con 36 años y 6 meses. Y los alemanes lo harán casi 20 años más rápido, por lo que se sitúan en el puesto 14, con 30 años y 8 meses.
Se necesitan más de 500 años para ganar un millón de euros en Nigeria (concretamente 554 años), Uganda (559 años y 8 meses), Egipto (646 años y 8 meses) y Pakistán (664 años y 6 meses).
Los datos sobre el salario medio neto, es decir, después de la deducción de impuestos y contribuciones obligatorias, provienen de la plataforma Numbeo, donde miles de usuarios de todo el mundo completan encuestas salariales. El estudio utiliza los tipos de cambio promedio de marzo de 2023 según Google Finance.
Ben Lord, gestor de la estrategia Global Corporate Bond de M&G Investments, sugiere que el crédito con grado de inversión presenta una rara oportunidad en la que la opción habitual de menor riesgo y menor rentabilidad podría ser una mejor propuesta que otras inversiones.
El énfasis de M&G en el análisis fundamental de crédito ha ayudado a detectar esta oportunidad, que en opinión de Lord podría proporcionar a los inversores rentabilidades superiores a las esperadas. El gestor considera que las capacidades superiores de sus analistas de crédito diferencian a M&G de otros proveedores del segmento.
Lord y su equipo continúan encontrando oportunidades favorables en el mercado de crédito IG, y creen haber identificado una situación en la que la volatilidad ofrece puntos de entrada atractivos.
¿Por qué consideras que el crédito con grado de inversión representa una oportunidad de inversión tan buena, y por qué ahora?
Creemos que ahora es momento de ampliar posiciones en deuda corporativa con grado de inversión, ya que la remuneración actual de estos bonos corresponde como mínimo al doble de la peor tasa de impago histórica registrada por el segmento investment grade.
Nuestra expectativa habitual de impagos en este mercado está muy alejada de este nivel. Tampoco hay que olvidar que la inflación en los últimos dos años ha sido positiva para las empresas: a no ser que una compañía deba elevar su nivel de empréstito al mismo nivel que la inflación o por encima de esta, su solvencia no empeora, sino que mejora.
Pensamos que las empresas gozan de salud y remuneran con creces cualquier expectativa razonable de impagos. Además, la TIR del crédito con grado de inversión es una combinación de la rentabilidad al vencimiento de la deuda soberana subyacente (la tasa libre de riesgo) y los diferenciales de crédito (la prima de riesgo del emisor).
Por ejemplo, si Vodafone emitiera un bono a 10 años hoy, el cupón que debería pagar sería la TIR del bono soberano de igual vencimiento (la tasa libre de riesgo) más la prima de riesgo de Vodafone a 10 años (su diferencial de crédito).
Lo que me gusta ahora mismo del segmento es que su TIR tiene un elemento de cobertura: creo que existe una correlación negativa entre la tasa libre de riesgo y la prima de riesgo. El panorama es benigno, los diferenciales representan una valoración razonable, y el crédito IG ofrece una ventaja de diversificación al combinar la tasa libre de riesgo con la prima de riesgo.
¿Por qué deberían los asesores optar por M&G en este sector, y qué es lo que os hace diferentes?
Como mencionaba antes, lo que diferencia a M&G (sobre todo en este mercado) es que siempre hemos creído en el valor del análisis fundamental de crédito, que en nuestra opinión conduce a resultados positivos para el inversor. En M&G tenemos la suerte de contar con un equipo grande, experimentado y muy sólido de analistas fundamentales de crédito, ubicados eminentemente en Londres (cubriendo el mercado paneuropeo, una gran parte del universo global con grado de inversión), pero cada vez más en Chicago y Singapur.
En los últimos cinco años hemos invertido en ampliar el alcance global de nuestra capacidad de análisis fundamental de crédito. Esto es especialmente importante en este mercado, porque vemos una dispersión de diferenciales muy significativa. Por ejemplo, a uno podrían interesarle los bonos con calificación BBB, un segmento en el que actualmente veo las mejores valoraciones; ya sea concentrándose en un sector determinado o considerando este segmento en su totalidad, uno puede encontrar emisiones que cotizan en 75 puntos básicos (pb) por encima de la TIR de la deuda soberana, y otras con un diferencial superior a los 700 pb.
Para firmas como la nuestra, con equipos grandes de analistas experimentados, esta enorme dispersión de diferenciales en el universo IG presenta oportunidades para añadir valor que no se veían desde hace muchos años. En mi opinión, el equipo de analistas es el principal factor distintivo de M&G, sobre todo en esta fase del ciclo.
¿Qué oportunidades detectáis, y cuál es vuestra previsión para la renta fija de cara al resto de 2023?
Las oportunidades más destacadas han sido bonos corporativos con TIR atractivas. El crédito con grado de inversión tiene potencial de rendir entre un 3,5% en euros y un 7,5% en los mercados en libras y dólares estadounidenses. Esa es la principal oportunidad. A esto debemos añadir el hecho de que las características de cobertura o la ventaja de diversificación entre la tasa libre de riesgo y la prima de riesgo (combinadas en un bono corporativo IG) valen mucho la pena a estos niveles para inversores como nosotros.
Pienso que podríamos ser testigos de rentabilidades del 5% al 9% en los próximos años, a no ser que se produzca una conmoción exógena muy repentina. Está claro que 2023, como ya hemos visto, va a ser un año volátil. Ahora mismo nos hallamos en un régimen monetario muy restrictivo, y el enorme debate sobre la posibilidad de una recesión exacerba la volatilidad. Debemos reconocer que los mercados serán escenario de altibajos, pero esto presenta tanto retos, peligros y riesgos como oportunidades, sobre todo para las gestoras activas. Estamos muy bien situados para sacar partido a las numerosas oportunidades a las que da pie esta volatilidad.
Por lo que respecta a mi previsión del rumbo del mercado en 2023, creo que estamos a punto de ver cómo desaparece el retraso entre la implementación de medidas monetarias y sus efectos en la economía real. Mi expectativa es que los datos económicos se revisarán a la baja y que las cifras de crecimiento caerán, con lo que anticipo una continuación del debate y la preocupación entre los inversores en torno al peligro de una recesión. Quizá parezca extraño que un gestor de crédito tenga confianza en el sector cuando anticipa una recesión, pero creo que el punto de partida de los diferenciales es razonable y el de las TIR de la deuda corporativa realmente atractivo.
Podríamos ser testigos de cierto ensanchamiento de los diferenciales a medida que la economía se ralentiza, pero al mismo tiempo creo que las TIR de la deuda soberana disminuirán y considero muy probable que esas caídas de las tasas libres de riesgo compensen con creces el ensanchamiento de los spreads. El mercado está tan convencido de la inminencia de una recesión que tal perspectiva me parece ampliamente descontada en los precios de estos bonos.
El riesgo para esta previsión es el mensaje de los bancos centrales de que van a mantener los tipos de interés en territorio restrictivo durante más tiempo de lo que nos hemos acostumbrado en los últimos 15 años. En dicho periodo, las autoridades monetarias han recortado el precio del dinero y elevado la expansión cuantitativa (QE) nada más producirse un desarrollo negativo. Ahora, sin embargo, afirman que con la inflación en sus niveles actuales no responderán del mismo modo, sino que mantendrán los tipos de interés elevados y restrictivos para frenarla. El hecho es que no sabemos qué efecto va a tener en la economía el endurecimiento implementado en 2021, 2022 y comienzos de este año, con lo que tenemos que observar y responder de forma acorde.
Estoy convencido de que la política monetaria todavía funciona, pero con un mayor retraso que antes debido a los cambios en los mercados hipotecarios. No obstante, también dudo que los bancos centrales vayan a ser capaces de mantener tipos restrictivos durante largo tiempo, sobre todo en pleno bajón económico.
La situación será muy incómoda para las autoridades, dada su intención de devolver la inflación a sus niveles objetivo, una labor imposible cuando los salarios están creciendo entre un 4,5% en Estados Unidos y un 6,5% en el Reino Unido, con Europa entre ambas cifras. Será necesario que caigan los salarios, así que o bien sube el paro, o bien las empresas no se atreven a repercutir estos niveles de subidas salariales.Anticipar que los bancos centrales van a mantener una política monetaria restrictiva en pleno bajón equivale a esperar que planten cara a los hogares, que les miren fríamente a los ojos mientras comienzan a perder sus trabajos y se nieguen a suavizar el golpe y a estimular la economía pese a ello. Seguramente deberían haber subido tipos antes y de forma más agresiva en 2021. En mi opinión, la situación les resultará demasiado incómoda y tendrán que comenzar a recortar tipos.
También quiero mencionar el atractivo de los fondos de crédito con grado de inversión globales frente a los concentrados en libras o euros. La economía mundial se está desincronizando, lo cual presenta a las gestoras globales oportunidades entre regiones que se mueven en momentos distintos. Además, siempre existen oportunidades de valor relativo entre regiones en base a los diferenciales de crédito disponibles. Por último, tras la crisis de la inversión basada en pasivos (LDI) en septiembre, creo que a muchos inversores debería preocuparles tener una exposición excesiva a la renta fija del Reino Unido, y que podrían beneficiarse de adoptar mayores posiciones en riesgo de crédito denominado en dólares y euros, reduciendo de este modo una dependencia excesiva del volátil mercado británico.
En la década de los 60, existía una fuerte creencia sobre la forma correcta de evaluar el riesgo/rentabilidad al realizar la selección de títulos en carteras de renta variable (CAPM: Capital Asset Pricing Model de “William Sharpe”). Sin embargo, tres décadas más tarde, un estudio particular y bien conocido (Fama y French) demostró que estaba completamente equivocado. Contrariamente a la creencia original, donde un mayor riesgo implicaba una mayor rentabilidad, este aclamado estudio demostró lo contrario: había una anomalía en el mercado, pues eraposible encontrar empresas con menor riesgo/beta y con una rentabilidad similar o mayor.
Como se ilustra en el gráfico siguiente, hay empresas en el universo de renta variable, que tienden a operar, desplegar y hacer crecer su capital de forma conservadora. Este tipo de empresas tienen por naturaleza fundamentales menos volátiles (precio, beneficios, dividendos, flujos de caja, EBITDA), generando resultados económicos estables a largo plazo y, por lo tanto, ofreciendo mayores rentabilidades ajustadas al riesgo en comparación con otras estrategias del mercado de valores (Global Equity Benchmark: MSCI World Index):
Pero sabiendo que esta anomalía existe, es justo preguntarse: ¿por qué los gestores de cartera y los inversores parecen tener poco interés en las acciones de bajo riesgo? Bueno, hay varias formas de responder a esta pregunta, pero sólo por poner las cosas en perspectiva es sorprendente ver que al buscar en Google “Baja volatilidad”, se proporcionan más de 115 millones de resultados. Sin embargo, cuando se compara con otros estilos/factores como el Value y el Growth, es aún más sorprendente observar relativamente cómo de desconocido es este factor sistemático tan respaldado académicamente.
Ahora, dejando esto de lado y volviendo a la construcción tradicional de carteras, la respuesta básicamente radica en la selección de títulos realizada por los gestores. De hecho, suelen seleccionar acciones dentro de un universo de inversión que se limita a las empresas disponibles en un índice de referencia específico. Además, en aquellos casos en los que deciden invertir fuera del benchmark, es porque detrás hay historias extraordinariamente buenas (Tesla, Amazon, Netflix…),[1] lo que suele implicar un mayor nivel de riesgo con la esperanza de un crecimiento por encima de la media. Desde este punto de vista, las acciones de bajo riesgo se perciben a menudo como poco atractivas y, por lo tanto, tienden a pasarse por alto, lo que a menudo conduce a valoraciones más bajas.
Al igual que el viejo y famoso cuento “La tortuga y la liebre” nos enseñó, la consistencia a largo plazo también importaen el ámbito de las inversiones. Desde una perspectiva a largo plazo, la inversión en renta variable no es sólo una elección binaria entre Value y Growth. Esto está respaldado empíricamente y académicamente, demostrándose como de complicado es acertar el mejor momento para posicionarse por estilos dentro de la renta variable, como Growth o Value. Más allá de estos dos estilos, los inversores tienen más herramientas para mejorar los perfiles de rentabilidad-riesgo de sus carteras. Si bien la investigación de Fama & French abarcó un período histórico que se extiende desde 1928 hasta 2003, los datos recientes indican que esta anomalía todavía persiste en los mercados de renta variable globales a día de hoy. A partir de estos resultados, durante casi 2 décadas, el Multi-Assets Team de Nordea ha estado siguiendo un proceso de inversión (ilustrado en el gráfico previo) que tiene como objetivo identificar este segmento específico del mercado de renta variable mezclando diferentes factores (Bajo riesgo, Alta calidad y Value).
La estrategia de Nordea Global Stable Equity invierte en acciones estables mundiales, las cuales suelen ser menos sensibles económicamente que el mercado en general, ya que las empresas seleccionadas ofrecen productos o servicios en gran medida esenciales para el consumo diario (desde alimentos básicos y cuidado personal hasta la provisión de servicios públicos y muchos bienes y servicios de tecnología). Si bien estas empresas disfrutan de una demanda consistente y resiliente a lo largo de un ciclo económico, es vital identificar empresas capaces de complementar la demanda constante con un fuerte poder de fijación de precios. Esto es particularmente importante en un entorno inflacionario, como el que estamos atravesando actualmente. Además, es crucial dirigirse a empresas con balances sólidos (es decir, calidad en sus fundamentales), lo que puede garantizar que el crecimiento de las ventas se traduzca en un crecimiento de los beneficios (crecimiento rentable). Por último, pero no menos importante, una valoración razonable es algo que hay que vigilar de cerca, especialmente después de la significativa caída que presenciamos en las acciones durante 2022, cuando los tipos de interés se incrementaron. Aquellos segmentos de mercado que tienen valoraciones más altas son los que más sufren con las subidas de los tipos de interés.
En general, las empresas estables a nivel mundial ofrecen un elemento de protección contra la inflación, sin ser altamente cíclicas, con menos sensibilidad a los tipos de interés, así como menos vulnerables a los riesgos de recesión/menor crecimiento económico. Por lo tanto, estas características resilientes se traducen en una menor volatilidad, beta y drawdowns. De hecho, al comparar el rendimiento histórico con otras estrategias de renta variable global, existe un patrón claro de mayor nivel de estabilidad y consistencia (rentabilidad ajustada por riesgo).
En resumen, una mayor protección a la baja yel efecto compuesto han demostrado ofrecer una solución única para los inversores a largo plazo.
Tribuna de opinión de Claus Vorm, gestor de la estrategia Global Stable Equity de Nordea.
1 La referencia a las empresas u otras inversiones mencionadas en este documento no debe interpretarse como una recomendación al inversor para comprar o vender lo mismo, sino que se incluye a efectos ilustrativos.
El 2023 comenzó con tres temas importantes: un ciclo de endurecimiento monetario agresivo de la Reserva Federal (Fed), inflación aún por encima del objetivo y publicaciones de datos económicos que muestran resiliencia. Además, se dice que “La Fed sube los tipos hasta que algo falla”, y algo falló cuando Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank (SBNY) se declararon en quiebra y el gobierno suizo tuvo que forzar la absorción de Credit Suisse por parte de UBS. Estos sucesos tendrán consecuencias importantes para el devenir de los mercados y la economía en los próximos meses.
La reciente turbulencia en el sector bancario sorprendió a los mercados, ya que la mayoría de los participantes lo veían como un sector de alta calidad tras haber pasado los últimos 15 años acumulando sólidas posiciones de capital ante la regulación estatal que se estableció después de la crisis financiera mundial. A nuestro juicio, en momentos como estos, la renta fija de alta calidad puede aportar características defensivas imprescindibles para una cartera. Como se muestra en la Figura 1, cuando la renta variable fue objeto de ventas masivas por las tensiones creadas en el sector bancario en marzo, la renta fija core se movió prácticamente en sentido contrario y proporcionó el contrapeso que los inversores esperaban de su asignación de bonos.
Adentrados en 2023, pensamos que la renta fija de alta calidad había vuelto a ofrecer sus características clave de rentas y diversificación tras el gran reajuste de tipos producido en 2022, y creíamos que los inversores volverían a estar bien atendidos por una asignación a bonos core. Aunque no preveíamos grandes quiebras de bancos, estábamos convencidos de que la renta fija era una herramienta de construcción de carteras necesaria, dados los riesgos que podría generar el ciclo de endurecimiento de la Fed para desacelerar la economía y reducir la inflación.
Aunque los inversores pueden valorar las ventajas de diversificación que mostraron los bonos en las últimas semanas, la cuestión apremiante es si las quiebras bancarias recientes son eventos idiosincráticos que se contendrán o los primeros indicios de una crisis bancaria sistémica. Creemos que todavía es demasiado pronto para decirlo con certeza, pero por ahora parecen idiosincráticos, ya que los bancos que quebraron tenían riesgos y dificultades muy distintos a los del sector bancario en su conjunto.
Dicho esto, creemos que los sucesos idiosincráticos podrían volverse más sistémicos, especialmente si los inversores y los depositantes continúan buscando al cordero más débil del rebaño, por así decirlo. Independientemente de si esto se basa en la verdad o en un rumor, la pérdida de fe en una entidad financiera puede causar rápidamente su desaparición si se produce una retirara masiva de fondos del banco.
Además, como los tipos a corto plazo han aumentado, los bancos se enfrentan a una férrea competencia para captar nuevos depósitos del mercado monetario y de fondos de bonos mejor remunerados. Como se muestra en la Figura 2, los bancos estadounidenses han estado experimentando un flujo constante de reembolsos de los depósitos desde que la Fed comenzó a subir los tipos en 2022. Esto terminará por limitar su capacidad para otorgar nuevos préstamos, al tiempo que aumentará los tipos de los préstamos que otorgan a medida que aumentan sus costes de financiación.
La creación de crédito es un motor clave del crecimiento económico. Mientras que los nuevos depósitos llevan a la concesión de nuevos créditos, también sucede lo contrario: los reembolsos de los depósitos producen una menor creación de crédito. Si los bancos continúan experimentando reembolsos de los depósitos, creemos que esto impondrá restricciones adicionales a la economía. Los bancos se verán obligados a mantener la liquidez y endurecer las normas de concesión de préstamos otorgando una menos cantidad de ellos, con menos riesgos y más caros, lo que en última instancia facilitará una desaceleración de la actividad económica.
Como se muestra en la Figura 3, las recientes quiebras bancarias tuvieron un drástico impacto en el endurecimiento de las condiciones financieras desde que comenzaron a relajarse a principios de 2023.
Con independencia de si sufrimos o no una crisis bancaria sistémica, creemos que la Fed se encuentra en una situación aún más difícil, ahora que trata de evitar las quiebras bancarias mientras sigue trabajando para dominar la inflación. Creemos que esto supone un importante lastre para la economía y aumenta las posibilidades de recesión. Además, la Fed está mucho más cerca de hacer una pausa tras subir los tipos un 0,25 % en marzo, al tener en cuenta los efectos en la economía de las condiciones financieras más estrictas y el inminente frenazo de los préstamos de los bancos.
Mientras los inversores examinan cómo deben posicionar sus carteras de cara al futuro, destacamos tres puntos clave que deben tener en cuenta al transitar por el entorno actual:
Estar más cómodo con cierto riesgo de tipos de interés (duración). En vista del estrés existente en el sector bancario y la mayor probabilidad de recesión, unido a la sensación de que la Reserva Federal ha concluido sus subidas de tipos, o está a punto de hacerlo, la probabilidad de que los tipos de interés aumenten sustancialmente a partir de ahora nos parece baja. Además, creemos que añadir duración a los niveles actuales puede proporcionar a las carteras las características defensivas que tanto necesitan.
Tenga cuidado con el riesgo de los diferenciales. Debido a los riesgos acrecentados que hemos presenciado recientemente, abogaríamos por una postura más defensiva en las asignaciones a bonos de menor calidad crediticia. También rehuiríamos de sectores más sensibles a la coyuntura, especialmente los más vulnerables a condiciones crediticias más estrictas. Creemos que adoptar un enfoque basado en el análisis es más importante que nunca en el entorno actual, y los inversores deberían saber lo que poseen y los riesgos a los que están expuestas sus carteras.
Sea flexible y activo. A medida que el entorno económico se vuelve más arduo, creemos que también ha aumentado la probabilidad de divergencia entre claros ganadores y perdedores, así como la posibilidad de que ciertos sectores, industrias y emisores individuales generen un rendimiento superior o inferior. A nuestro juicio, un enfoque ágil y flexible podría aprovechar mejor las oportunidades que se presenten durante el resto del año, lo que podría traducirse en rentabilidades más altas ajustadas al riesgo.
Artículo de opinión de Greg Wilensky y Michael Keough, gestores de cartera de Janus Henderson Investors.
América como foco, la prioridad en el segmento de clientes de altos y ultra altos patrimonios y la oferta de servicios, ante todo, global. UBS Financial Services está invirtiendo fuerte en tecnología mientras pone en el centro no sólo al cliente, sino también al asesor financiero, visto como un empresario al que hay que potenciar, asegura en entrevista con Funds Society Joshua Heimann, Head of Sales and Business Development, International Division Wealth Management USA de la entidad suiza.
Testigo de muchos cambios, reconoce, por ejemplo, que el teléfono celular es uno de los grandes inventos de nuestros tiempos, pero también asegura que la cartera de inversiones del futuro está compuesta por la agricultura inteligente, los fondos de impacto y otros productos ESG.
“UBS es uno de los pocos bancos importantes con un alcance verdaderamente global y una fuerte presencia en todos los principales centros financieros. Creemos que nuestras mayores oportunidades de crecimiento se encuentran en las Américas y Asia, y queremos ampliar aún más nuestra posición como gestor de riqueza global líder en estas regiones”, arranca explicando Heimann.
“Como ha señalado el presidente de UBS, nuestra prioridad y propuesta de valor central es atender a los segmentos de clientes de patrimonio neto alto y ultra alto”, añade.
UBS internacional no necesita grandes presentaciones y, además, con la compra de Credit Suisse se ha convertido en una de las instituciones más observadas del mundo. Con las cifras oficiales de diciembre de 2022, UBS tiene 2,8 billones de dólares en activos invertidos. El banco suizo, que tiene la reputación de administrar la riqueza de al menos la mitad de los billonarios del mundo, está presente en 50 países, cuenta con 9.215 asesores financieros a nivel mundial, 6.245 de los cuales están en las Américas (siempre según cifras de diciembre de 2022). Según cálculos aproximados, la compra de Credit Suisse llevaría los activos bajo administración del banco a los 5 billones de dólares. Un coloso.
Ante semejante vastedad, Heimann se atiene a algunos conceptos clave: el cliente de UBS busca, ante todo, aprovechar las oportunidades globales que le puede ofrecer una gran firma y así mitigar el riesgo para proteger lo que más le importa: su familia, su empresa y su legado. Brasil y México son los países con más potencial para UBS. Además, mejorar las capacidades digitales del banco y la gama de productos, como la banca y las inversiones alternativas, forman parte de la estrategia de crecimiento de la entidad.
“Como administrador de patrimonio global, tenemos el tamaño, la escala y la experiencia para ayudar verdaderamente a nuestros clientes a planificar lo que más importa: su familia, sus negocios y su legado. Cada uno de nuestros asesores tiene asociaciones y equipos en UBS a nivel mundial para brindar personalización, especialización y colaboración a las complejas necesidades de patrimonio de nuestros clientes”, explica Heimann.
“Nuestro modelo multi-vertical como administrador de activos de clase mundial, banco de inversión global y asesor de inversiones holístico, nos brinda una ventaja estratégica sobre la competencia para clientes institucionales y privados de altos patrimonios”, añade.
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MoraWealth, agencia de valores y filial del grupo bancario andorrano MoraBanc, ha nombrado a Carlos García-Bernalt González-Ripa nuevo director de su nueva oficina en Madrid.
García-Bernalt es abogado de formación con un máster en asesoría jurídica de empresas por el Instituto de Empresa, y una amplia experiencia en gestión patrimonial. Se incorpora como director de MoraWealth Madrid proveniente de Singular Bank. Anteriormente había sido director de banca privada de la oficina de Quintet Luxemburgo en España. Su trayectoria profesional incluye también firmas como Fortis Bank, Beta Capital, Banco Urquijo o PWC.
MoraWealth ha anunciado esta misma semana la apertura de su primera oficina en Madrid, la segunda en España después de Barcelona, un movimiento que consolida el compromiso adquirido por la entidad y por el grupo andorrano con este país. Los siguientes pasos de la entidad pasan por seguir creciendo mediante la apertura de nuevas delegaciones en plazas estratégicas. Además, la llegada a Madrid supone también trasladar el acuerdo que la firma mantiene con Goldman Sachs Asset Management (GSAM) desde 2018, y que permite un servicio de asesoramiento con uno de los bancos mundiales referentes en gestión de activos, que ya funciona con éxito en Andorra.
La nueva sede de MoraWealth estará ubicada en la icónica Torre Serrano, en el corazón del distrito de negocios de Madrid, en el barrio Salamanca, y su puesta en marcha se llevará a cabo progresivamente a lo largo del año 2023. La previsión es que después de un proceso de formación de equipos la oficina esté a pleno rendimiento el próximo mes de septiembre.
En los últimos años se han producido importantes cambios en el sector laboral alrededor del mundo. De forma que existe un déficit de talento tras los últimos escenarios como la pandemia de coronavirus, la guerra en Ucrania, el fenómeno de ‘La Gran Dimisión’, el aumento de la inflación y la posible recesión. Un estudio de Bain & Company indica que las mujeres siguen representando menos del 40% de la mano de obra mundial, y que su participación está disminuyendo en muchos países -como India y Nigeria- que tienen un crecimiento más rápido y un mayor número de mujeres sin estudios universitarios.
Las mujeres pueden ser una parte clave de la solución a la escasez de talento. Comprender las diferencias -y las similitudes- entre mujeres y hombres en el trabajo es fundamental para abordar la paridad de género y ganar la guerra por el talento. A pesar de los diferentes puntos de partida y contextos culturales, todos los
países tienen la oportunidad de incorporar más mujeres a la fuerza de trabajo, de forma que se satisfagan las carencias de personal y se promueva el empoderamiento de la mujer.
Clara Albuquerque, socia de Bain & Company en Servicios Financieros, Digital y Agile Innovation, afirma que “hombres y mujeres tienen motivaciones homogéneas a la hora de trabajar, en factores como la orientación financiera y el compañerismo. También cuentan con posturas similares en cuanto a la inclusión, ya que menos del 30% se siente incluido en el lugar de trabajo”.
Con motivaciones similares, pero resultados tan diversos, el informe desvela los tres desequilibrios más significativos que suelen estar en el centro de la brecha entre
mujeres y hombres en el trabajo:
1.- La elección de la profesión está ligada a las expectativas adquiridas durante la infancia: aunque se han producido avances, sigue habiendo un sesgo de género en la elección de profesiones. Las mujeres sólo ocupan el 25% de los puestos de trabajo en el sector de la informática en EE.UU. y el 13% en el de la ingeniería. Este prejuicio está integrado desde una edad temprana. De hecho, los estudios han demostrado que, a los siete años, las niñas eligen carreras más relacionadas con el cuidado, como la enseñanza y la atención sanitaria, y los niños eligen carreras más estereotipadamente masculinas, como la ingeniería. Aunque la brecha educativa se está cerrando en todo el mundo, todavía hay otras áreas de oportunidad. Las mujeres que obtienen una licenciatura en informática han pasado del 33% en 1980 al 21% en 2018. La situación es similar en todo el mundo.
2.- La flexibilidad es un dilema: tanto hombres como mujeres señalan que la flexibilidad es un instrumento de interés común cuando empiezan a trabajar, pero en algunos países, conforme a la edad, la flexibilidad crece en importancia para las mujeres y disminuye para los hombres. En EE.UU., la proporción de mujeres que trabajan a tiempo parcial es dos veces mayor que la de los hombres. De estas, el número de mujeres que trabajan voluntariamente a tiempo parcial por necesidades familiares es casi 9 veces mayor. La proporción de mujeres que trabajan a tiempo parcial es aún mayor en muchos países europeos. En Países Bajos, tres cuartas partes de las mujeres trabajan a tiempo parcial, sobre todo para conciliar el cuidado de los hijos y el trabajo.
3.- Continúan los prejuicios en los lugares de trabajo: muchos comportamientos y estructuras en el lugar de trabajo están basados en prejuicios, tanto conscientes como inconscientes. Esto lleva a un trato diferenciado para las mujeres. Por ejemplo, las mujeres no suelen recibir patrocinios, se les exige que asuman la mayor parte del trabajo administrativo y existe un doble rasero cultural centrado en la escala de promoción tradicional.
Las empresas más destacadas abordarán de forma proactiva la desigualdad de género que frena a las mujeres, y los altos cargos liderarán los movimientos para atraer y retener a los mejores talentos. Este aspecto es fundamental en un momento de continua disrupción y escasez de talento.
Bain & Company ha identificado cinco principios que buscan no solo empoderar a las
mujeres y reducir el desequilibrio de género, sino también mejorar la fuerza de trabajo en general:
1.- Desconfiar de los promedios: ningún grupo demográfico es igual y es fundamental que las empresas reconozcan que existen muchos factores que configuran la experiencia vital de cada trabajador.
2.- Combatir activamente los estereotipos de género: las empresas pueden luchar activamente contra los prejuicios promoviendo la diversidad de roles, garantizando la equidad de acceso a los patrocinios, fomentando el compañerismo e
incorporando medidas concretas para reducir los prejuicios.
3.- Inculcar prácticas inclusivas: menos del 30% del personal se siente integrado en el trabajo, por lo que aún existe mucho margen de mejora. Clara Albuquerque, comenta que crear y fomentar una cultura integradora, en la que todos sientan que pertenecen a ella y puedan desarrollarse, «es fundamental para que las organizaciones sean más fuertes y ágiles», y en el entorno actual de continuo cambio, «es más importantes que nunca”. Además, los empleados, tanto hombres como mujeres, que se sienten excluidos son más propensos a renunciar. Así que las prácticas inclusivas son fundamentales para atraer y retener a los mejores talentos y los directivos tienen la responsabilidad de adoptarlas.
4.- Promover la flexibilidad laboral: la pandemia ha puesto en entredicho el modelo tradicional de trabajo presencial, demostrando que los empleados pueden ser productivos en casa y esta última opción suele ser la favorita por los trabajadores. Más del 60% de los trabajadores estadounidenses no quieren volver a la oficina a tiempo completo. Las empresas tienen la oportunidad de rediseñar las normas de la oficina, las expectativas y asegurar el progreso continuo de los empleados independientemente del modelo de trabajo. El tratamiento equitativo de los empleados, independientemente de su elección de trabajo, es fundamental para el éxito.
5.- Aprovechar las nuevas reservas de talento a través de programas de recapacitación y reinserción: las mujeres renunciaron a sus puestos de trabajo durante la pandemia, pero ahora son ellas las que podrían resolver la escasez de talento. Aproximadamente el 90% de las mujeres quiere volver a trabajar, pero sólo el 40% lo ha conseguido. Casi tres cuartas partes de las mujeres que intentan volver a trabajar tras una baja voluntaria tienen problemas para encontrar un empleo. Las empresas tienen una oportunidad y pueden aprovechar este mercado laboral a través de programas dirigidos a capacitar a las personas para que tengan una inserción en el mercado laboral de éxito.
Mejorar la situación de las mujeres y los hombres en el mercado laboral es un camino que requiere varios años, y no una solución rápida. Sin embargo, si se empiezan a aplicar algunas de estas estrategias, las empresas de mañana podrán combatir la actual escasez de talento y redefinir el entorno laboral actual, aumentando las oportunidades y el sentimiento de inclusión de todos los trabajadores.
Puedes acceder al informe completo a través de este link.
La inversión temática aborda cuestiones estructurales que pueden crear valor a largo plazo. Esto es porque logra entender tanto los retos sociales de hoy, como las grandes tendencias que configurarán las economías durante varias décadas para dar una finalidad a las inversiones. Este enfoque ha demostrado su capacidad para ofrecer oportunidades en diferentes fases de un ciclo económico, de tal forma, que atrae cada vez a más clientes.
Edmond de Rothschild aborda estos temas de la mano de Marie Jacot-Cardoen, global head de distribución, y Jacques-Aurélien Marcireau, co-director de renta variable en Edmond de Rothschild AM. El grupo cuenta ahora con una gama de estrategias temáticas innovadoras y diversificadas, impulsadas por firmes convicciones con la estabilidad que ofrece una empresa familiar y basadas en criterios sostenibles. En los últimos años han añadido estrategias de big data y capital humano.
Edmond de Rothschild Asset Management se esfuerza por aprovechar las tendencias a largo plazo que están reconfigurando el mundo, con el fin de crear valor para los inversores. Su enfoque es transversal y está centrado en cómo el tema de inversión repercute en toda la economía.
La integración de criterios ESG es la norma en todos sus procedimientos de inversión, ya que ayuda a identificar oportunidades y gestionar riesgos. Se aplica una disciplina estricta a los modelos empresariales y las valoraciones de las acciones.
En medio de la elevada volatilidad actual de los mercados, la inversión temática es el camino a seguir en los próximos años. En lugar de invertir en tendencias, su gama de inversión temática, con más de 2.300 millones de euros en activos bajo gestión, está diseñada para ofrecer a los inversores fondos core básicos.
Estrategias
Ya se trate del big data, el sector sanitario, el capital humano o la transición energética, su gama de renta variable temática destaca por un elemento importante: el enfoque transversal y diversificado de cada tema.
Sus carteras no se limitan a valores growth, sino que diversifican los estilos de gestión, en consonancia con el ADN de su gestión, enfocada en el largo plazo y con el objetivo de generar rentabilidad dentro de un marco de riesgo controlado. El año 2022 sirvió de verdadera prueba para la gestión de renta variable temática, de forma que el contexto de mercado confirmó la pertinencia de su filosofía de gestión. Sus carteras temáticas terminaron el año satisfactoriamente en relación a la rentabilidad/riesgo.
Su estrategia sanitaria se lanzó en abril de 1985 y es la más antigua de esta gama. Invierten en todo el ecosistema del sector, en consonancia con la política de compromiso del grupo. El sector sanitario es un vasto universo con cuatro grandes actividades: las empresas biofarmacéuticas, las biotecnologías, los equipos médicos y los servicios. Su objetivo es aprovechar el crecimiento estructural y la visibilidad del sector invirtiendo en todas estas áreas, desde los grandes grupos que sustentan la asistencia sanitaria hasta las empresas más pequeñas y altamente innovadoras. La cartera está compuesta por unas cuarenta posiciones. Mantienen un equilibrio entre las distintas empresas y las distintas capitalizaciones bursátiles.
El mercado estadounidense es sin duda el que ofrece mayor profundidad y diversidad, por lo que naturalmente es su mayor exposición. Realizan inversiones directas en mercados emergentes, pero también a través de aquellas grandes empresas europeas y estadounidenses que tienen una fuerte presencia en la zona.
Por otro lado, su estrategia de big data tiene un enfoque único. Su metodología transversal aprovecha el potencial de creación de valor de los datos en todos los sectores económicos. Esto significa que la estrategia puede estar expuesta hasta en un 49% a empresas no tecnológicas. Construyen carteras en torno a tres tipos de valores y con un enfoque muy selectivo en cuanto a la calidad del modelo de negocio de una empresa y su valoración: ‘Infraestructuras’, que se refiere a las empresas que recopilan y luego proporcionan los datos generados por los actores de Big Data; ‘Analítica’, que abarca las empresas de software que ayudan a analizar estos datos; y usuarios de datos, es decir, empresas no tecnológicas que ya han integrado la estrategia digital más adecuada para lograr una ventaja competitiva. La estrategia trata de mantener un perfil equilibrado en cuanto a sectores, estilos y capitalización bursátil.
El abanico se amplió en noviembre de 2020 con el lanzamiento de una estrategia de capital humano, una de sus convicciones de siempre. La estrategia estaba respaldada por los sólidos resultados de un estudio realizado por su departamento de investigación económica y una serie de trabajos de investigación académica. La investigación concluyó que las empresas que invierten en capital humano generan mejores beneficios a largo plazo. Creemos que prestar atención a los recursos humanos es una ventaja, ya que la mayoría de los empleos de 2030 aún no se han inventado. La estrategia aúna investigación académica, experiencia en selección de valores e inversión responsable. Para reflejar sus firmes convicciones, la cartera está muy concentrada, con algo más de 40 posiciones en empresas que promueven las buenas prácticas en materia de capital humano y cumplen los criterios ESG. Su enfoque decididamente transversal se basa en dos pilares. La mitad de las empresas seleccionadas cuentan con políticas de recursos humanos sobresalientes, mientras que la otra mitad se dedica a la educación, la transmisión de conocimientos y la protección de los empleados.
Una sólida dimensión sostenible
Su estrategia de capital humano, etiquetada ISR desde su lanzamiento, se centra en el pilar social. Llevan a cabo un análisis interno de la política social de cada empresa, un ámbito que todavía apenas cubren las agencias de calificación externas. El acceso a una gran cantidad de datos es absolutamente esencial para un análisis preciso de la cultura de una empresa. Por eso tienen que recopilar información de muchas fuentes distintas: de la propia empresa, pero también de sus grupos de interés, utilizando encuestas a los empleados en la plataforma Glassdoor y calificaciones externas de Great Place to Work.
Han creado un modelo para analizar y evaluar la política social de una empresa. El modelo abarca más de 20 indicadores clave de rendimiento, desde la rotación de empleados y el número de horas ofrecidas para formación continua hasta la igualdad de género y la política salarial. La utilización de datos cuantitativos y cualitativos les permite conocer a fondo la cultura de una empresa y su dinámica en el lugar de trabajo. Asimismo, están orgullosos de su gran experiencia en el ámbito social, un diferenciador clave. Les ayuda a mantener un diálogo permanente con las empresas para evaluar su estrategia social. Este diálogo forma parte de su política de compromiso.
Su estrategia sanitaria, que obtuvo la etiqueta ISR en 2020, combina criterios de exclusión, impacto y best-in-universe. Se fijan en empresas con generosos presupuestos de I+D y que desarrollan tratamientos para enfermedades no tratadas anteriormente. También se centran en empresas que favorecen un mejor acceso a la medicina, especialmente en los países emergentes. Además, seleccionan empresas de servicios y tecnología que contribuyen a mejorar el acceso a la asistencia y la cobertura sanitaria.
Por ello, se han unido a la Fundación para el Acceso a la Medicina, que agrupa a gestores de activos e inversores institucionales con un total de 18 billones de euros en activos bajo gestión. Uno de los principales objetivos de la fundación es animar a los grandes grupos farmacéuticos a contribuir a mejorar el acceso a los medicamentos en los países en desarrollo.
Su estrategia de big data, clasificado artículo 8 dentro de la normativa SFDR, aplica la política de exclusión de Edmond de Rothschild AM. El proceso de inversión de la estrategia también utiliza activamente criterios ESG para invertir en empresas con sólidas credenciales ESG que adoptan un enfoque responsable en el uso de datos.
Desde su lanzamiento, la estrategia también se ha centrado en el buen gobierno corporativo, un pilar esencial en la selección de valores, ya que garantiza que eligen empresas en las que los intereses de la dirección y de los accionistas mayoritarios/minoritarios están alineados.
La biodiversidad es, cada vez más, un componente de la regulación de las finanzas sostenibles. En los próximos meses, los inversores integrarán cada vez más esta cuestión crítica en su toma de decisiones. Es muy probable además que se solicite a las empresas y a los inversores una mayor transparencia sobre los riesgos para la biodiversidad en ambas direcciones: el riesgo de pérdida de biodiversidad en empresas e inversiones y para la biodiversidad de estas empresas e inversiones.
Tal y como recoge el estudio de Candriam ‘Biodiversidad: la nueva frontera de la inversión‘ nuestras sociedades y modos de vida modernos dependen totalmente de la naturaleza. Por ejemplo, más del 75 %8 de los principales cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización animal, lo que significa que la agricultura y los sistemas alimentarios dependen intrínsecamente de la biodiversidad.
Los profesionales de Candriam y autores del informe –Elouan Heurard, ESG Analyst Biodiversity; Alix Chosson, Lead ESG Analyst –Environmental Research & Investments; y Marie Niemczyk, Head of ESG Client Portfolio Management– hacen hincapié en que la ciencia demuestra que erosionar la biodiversidad crea riesgos materiales que afectarán a nuestras sociedades, estructuras económicas y al valor de las inversiones.
El Foro Económico Mundial aseguraba en 2020 que la generación de valor económico de 44 billones de dólares (más de la mitad del PIB total mundial) depende moderada o altamente de la naturaleza y sus servicios y, por tanto, está expuesta a la pérdida de naturaleza.
La escala y la velocidad a la que se pierde biodiversidad son alarmantes. La edición de 2022 del Global Living Planet Index, que mide la tasa media de cambio de las poblaciones animales, muestra que la población de fauna salvaje ha descendido un 69% entre 1970 y 2018. Aunque el descenso del 20% en Norteamérica y Europa parece menos acusado en comparación con la media, en términos absolutos, la situación es crítica. De hecho, en EE. UU., el área de distribución de las abejas ha disminuido un 80 % en pocas décadas. En Alemania, la masa de insectos en los bosques protegidos ha disminuido un 75 % en 30 años.
La Plataforma Intergubernamental científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) ha identificado cinco factores principales de la pérdida de biodiversidad; cambio del uso de la tierra; explotación directa; cambio climático; contaminación; y especies exóticas invasoras.
Otros estudios, con protocolos diferentes, llegaron a resultados similares. La realidad es sencilla de visualizar: cualquiera que haya realizado viajes largos por carretera durante este periodo habrá notado un parabrisas cada vez más limpio en su coche. Y lo que es peor, esta tendencia a largo plazo se está acelerando, pudiendo llegar a convertirse en la sexta extinción masiva del planeta, según las conclusiones de algunos científicos.
Ha quedado muy claro que la biodiversidad es y seguirá siendo una cuestión de inversión cada vez más importante. Pero el desafío será integrar las consideraciones sobre biodiversidad en las inversiones. Esto es algo que sigue siendo un ejercicio muy complejo. Y aunque las normas internacionales, la normativa regional y los desafíos actuales en materia de datos van a la zaga, es crucial plantear el debate sobre cómo integrar la biodiversidad como un factor de inversión serio, incorporar lo aprendido sobre la inclusión de consideraciones climáticas en las inversiones y, al mismo tiempo, abarcar las complejidades únicas de la evaluación de la biodiversidad.
Es cierto que las expectativas previas a la COP15 de la Biodiversidad de diciembre de 2022 eran altas, pero aunque se están logrando algunos avances, sigue habiendo importantes oportunidades de mejora mediante una aplicación concertada de las nuevas regulaciones.
Para ello se debe realizar un proceso analítico: los inversores deben ir mucho más allá del análisis ESG tradicional para centrarse en el desarrollo de indicadores específicos de biodiversidad y metodologías que integren datos a nivel de activos. También se necesita dar mayor protagonismo a los datos. Los inversores deben plantearse nuevos tipos de datos y nuevos indicadores. Esto permitirá acelerar la integración de la biodiversidad en la inversión, pues exigirá enormes esfuerzos de compromiso tanto para una divulgación suficiente como para la gestión de la biodiversidad. Desde Candriam, alertan que el éxito del compromiso requiere datos de alta calidad y metodologías pertinentes.
Además, al exigir a los gestores de activos que establezcan metodologías específicas y esfuerzos de compromiso que tengan plenamente en cuenta e integren la complejidad de la biodiversidad, los propietarios de activos pueden ser una poderosa punta de lanza en esta frontera de la inversión.