La CNMV ha aprobado una nueva Circular que establece los estados reservados que deberán presentar las entidades que ofrezcan servicios de criptoactivos. La nueva norma, que publica el Boletín Oficial del Estado (BOE), modifica otras cuatro circulares y afecta a los nuevos proveedores de servicios de criptoactivos (PSC) y las empresas de servicios de inversión (ESIs), entidades de crédito (EC), sociedades gestoras que presten dichos servicios (SGIIC -gestoras de instituciones de inversión colectiva- o SGEIC -gestoras de entidades de inversión de tipo cerrado-).
Se incluyen en la Circular las obligaciones potenciales para permitir a las entidades estar preparadas para atender los requerimientos que en su caso reciban de la CNMV. La nueva norma además equipara en gran medida el reporte de las empresas de asesoramiento financiero nacionales (EAFN) al del resto de las ESIs y mejora la información del conjunto de las entidades.
En los ámbitos contable y de protección de activos de clientes, los PSC deberán remitir sus cuentas anuales auditadas y el informe de protección de activos de los clientes (IPAC) cuando se les requiera. Además, la Circular establece un nuevo estado de prevención del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo (salvo para las EAFN) y modifica el sistema de información sobre el cálculo de aportaciones al Fondo general de garantía de inversiones (FOGAIN).
La nueva norma homogeneiza los estados reservados que las diferentes entidades tienen que enviar a la CNMV, con su contenido y periodicidad. Se modifican también los estados reservados sobre normas de conducta para poder realizar una adecuada supervisión: se define el modelo de estado reservado de los PSC -con los datos clave de su actividad- que la CNMV podrá requerir, se mejora la información y se simplifica puesto que se reduce la periodicidad de los informes, que pasan de trimestrales a semestrales.
Advertencias a los inversores
La normativa sobre advertencias al inversor se refuerza con dos cambios ya que incluye los “depósitos estructurados” entre los productos en los que las entidades deben advertir si existe de una “diferencia significativa respecto a la estimación del valor actual y el precio o importe efectivo” al que el cliente minorista vaya a operar y, además, aclara que esta obligación aplica también a la operativa sobre renta fija con independencia de si el comercializador da contrapartida directa o no a los clientes.
Las circulares que se modifican son las siguientes: Circular 1/2021, de 25 de marzo, Circular 1/2010, de 28 de julio, Circular 5/2009, de 25 de noviembre y Circular 1/2018, de 12 de marzo, de la CNMV. También se deroga la Circular 1/2011, de 21 de enero. La nueva norma entrará en vigor a los 20 días de su publicación en el BOE pero incluye plazos diferentes para las distintas modificaciones.
Creand Wealth Management, entidad especializada en banca privada del grupo Creand, ha anunciado la incorporación de Elena Lis Ortega como consejera no ejecutiva en su Consejo de Administración, que está presidido por Diego Fernández de Henestrosa Argüelles.
Su incorporación se enmarca en la reestructuración del Consejo de Administración de Creand Wealth Management, en el cual se incorporó también el pasado mes de diciembre Juan Antonio Samaranch, CEO y socio fundador de GBS Finance.
Lis Ortega cuenta con más de dos décadas de experiencia en el sector empresarial, sobre todo en los ámbitos de la gestión inmobiliaria, las inversiones patrimoniales, y la producción y comercialización agrícola. Muy vinculada a la Comunidad Valenciana, actualmente está al frente del family office grupo Pizarro Doce como administradora solidaria, es presidenta de Tomates Lis y consejera delegada en Hijos de Federico Lis. Además, forma parte del consejo de administración de diversas sociedades, entre ellas varias socimis y SCR.
En cuanto a su formación, es licenciada en ciencias de la información por la Universidad Politécnica de Valencia, Elena Lis Ortega ha complementado su formación con programas ejecutivos de Wealth Management en instituciones como la University of Chicago Booth School of Business y el IESE Business School. A ello se suma una especialización en promociones inmobiliarias y alta dirección empresarial. Ha sido ponente en encuentros empresariales y foros sobre family office, gestión patrimonial y relevo generacional.
Tras esta reestructuración, el Consejo de Administración de Creand Wealth Management queda formado por Diego Fernández de Henestrosa Argüelles, presidente no ejecutivo; Xavier Cornella Castel, vicepresidente no ejecutivo; Marcos Ojeda García, consejero director general; Isabel Dutilh Carvajal y Javier Lapastora Turpín, consejeros independientes; Esteban Jorge Estévez Zurita, Borja García-Nieto Portabella, Juan Antonio Samaranch y Elena Lis Ortega, consejeros no ejecutivos; Guillermo Guerra Martín, secretario no consejero, y José Canalejas Merín, vicesecretario no consejero.
Sobre este nombramiento, Diego Fernández de Henestrosa Argüelles, presidente de Creand Wealth Management, explica que “la llegada de Elena Lis en el Consejo de Administración nos permite incorporar su dilatada experiencia al frente de varias compañías familiares y sociedades de inversión aportando su visión estratégica. Su entrada refuerza nuestro compromiso con la excelencia para seguir siendo un referente en servicio personalizado y gestión patrimonial global, con una orientación centrada en el cliente”.
Foto cedidaAmelia Torres, Javier Martín e Ignacio Zúñiga, Banco Mediolanum
Banco Mediolanum, entidad española especializada en el asesoramiento financiero a sus clientes a lo largo de todas las etapas de su vida, continúa reforzando el equipo de su división Wealth & Banca Privada con la incorporación de tres nuevos profesionales, dos en la Zona Madrid-Centro y uno en la Zona Levante.
Ignacio Zúñiga, licenciado en sociología con especialización en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Estocolmo, se une a Mediolanum Private Banking en la Zona Madrid-Centro con más de 20 años de experiencia bancaria que ha desarrollado principalmente en Bankia y, tras la fusión, en CaixaBank.
Junto a Zúñiga, y procedente de Bankinter como directora de cuentas de banca personal de clientes con altos patrimonios, Amelia Torres se incorpora al equipo de Mediolanum Private Banking en la Zona Madrid-Centro. Licenciada en administración y dirección de empresas por la UNED, Torres cuenta con una extensa experiencia de casi 20 años en el sector financiero en los que ha trabajado para otras entidades como Deutsche Bank, Citi, Banco Popular o la antigua Bankia.
Por otro lado, al equipo de Mediolanum Private Banking de Zona Levante, se suma Javier Martín, proveniente de Banco Santander, donde ha trabajado los últimos 17 años, once de ellos como director de una oficina de Castellón, formado en asesoramiento en servicios financieros (MiFID II) por el IE Business School.
Salvo La Porta, director comercial de Banco Mediolanum, destaca que “el talento que se suma a nuestra división de banca privada de la mano de Ignacio, Amelia y Javier demuestra que nuestro modelo no solo es el adecuado para garantizar el mejor servicio a nuestros clientes, sino que, además, es el camino para atraer a los mejores profesionales que quieran tomar las riendas del desarrollo de su carrera”.
Consolidación y expansión de su división Wealth & Banca Privada
Banco Mediolanum busca posicionarse como una de las entidades financieras de referencia en España para grandes patrimonios y clientes affluent. En esta línea, en este 2025 la entidad ha incorporado también recientemente a otros profesionales procedentes de Ibercaja, Banco Santander, Bankinter, Abanca y Deutsche Bank. Así, en lo que va de año, Banco Mediolanum ha incorporado a un total de ocho profesionales a su división de Wealth & Banca Privada.
Desde 2022, hemos estado alertando a los inversores sobre un cambio de régimen en los mercados. Clases de activos tradicionalmente considerados libres de riesgo, como los mercados de gilts del Reino Unido y los treasuries de EE. UU. (y más recientemente los Bunds alemanes), han experimentado una evolución notable. La volatilidad en estos mercados ha cambiado de marcha, asemejándose a la volatilidad típicamente observada en los mercados emergentes (EM, por sus siglas en inglés).
Las líneas divisorias entre el comportamiento de los mercados emergentes y los desarrollados (DM) son cada vez más borrosas. Desde 2022, los rendimientos de los bonos de mercados desarrollados han sido mediocres, mientras que los bonos de mercados emergentes han seguido su patrón histórico de retornos. Al mismo tiempo, la volatilidad en los mercados desarrollados se ha disparado.
Resiliencia de los mercados emergentes
A pesar de los vientos en contra que suponen la persistente fortaleza del dólar estadounidense y la pérdida total del valor de la deuda local rusa en 2022, la deuda emergente ha demostrado una resiliencia notable. En gran medida, gracias a políticas monetarias ortodoxas: muchos bancos centrales de mercados emergentes subieron las tasas de interés ante los primeros signos de inflación tras el COVID.
En contraste, la mayoría de los bancos centrales de mercados desarrollados consideraron esa inflación como “transitoria”, lo que provocó que los mercados de bonos sufrieran por ciclos de tasas retrasadas y más agresivas. Además, las sorpresas fiscales expansivas han exacerbado la volatilidad en los mercados de bonos de los países desarrollados: los gilts británicos y, más recientemente, los Bunds alemanes, son ejemplos claros. De cara al futuro, la debilidad en las dinámicas fiscales de los países desarrollados, junto con una inflación más persistente, sugiere que este nuevo régimen más volátil continuará: la difuminación de las líneas entre EM y DM probablemente se mantenga.
Dinámicas fiscales divergentes
“Tensiones políticas”, “auge del populismo” y “finanzas públicas insostenibles” son términos tradicionalmente asociados a los mercados emergentes; sin embargo, ahora aparecen en varias de las principales economías “desarrolladas”. Si bien la historia política de cada país es distinta, el denominador común es el deterioro de los fundamentos macroeconómicos. Hay pocas señales de que los desequilibrios fiscales en EE. UU. y otras economías “avanzadas” vayan a revertirse significativamente, lo que da un giro al orden económico tradicional. La incertidumbre actual en torno a los aranceles es también un síntoma de estos desequilibrios.
En contraste, muchas economías emergentes han fortalecido sus fundamentos fiscales durante la última década. Tras el “taper tantrum” de 2013, varios países emergentes reequilibraron sus economías, mejorando su resiliencia. Incluso después de la pandemia de COVID-19, muchos responsables políticos en los EM optaron por la prudencia, retornando a superávits primarios y estabilizando la relación deuda/PIB. Aunque existen excepciones notables, las políticas creíbles y las reformas fiscales son una tendencia inconfundible en los mercados emergentes.
Source: October 24, IMF, Moody’s. Ninety One. EM: JPM EMBI weighted scores 78 EM countries
Calificaciones crediticias reflejan el cambio
Las acciones recientes en materia de calificación crediticia reflejan este cambio en el panorama fiscal: tanto Francia como Estados Unidos han recibido acciones negativas, incluidas rebajas, en los últimos dos años. Por el contrario, las mejoras fundamentales en las economías emergentes han impulsado una tendencia positiva en las calificaciones. En 2024, las mejoras en regiones emergentes superaron ampliamente a las rebajas, y actualmente 39 países EM cuentan con perspectiva positiva, frente a solo 20 con perspectiva negativa.
También el comportamiento del mercado
El mercado también ha tomado nota. Un indicador útil es el diferencial de los swaps de activos soberanos: una métrica que, entre otras cosas, muestra cuán riesgoso considera el mercado a un bono soberano al comparar su rendimiento con el del mercado de swaps. En los últimos años, este diferencial se ha vuelto más negativo en los principales mercados desarrollados, reflejando preocupaciones sobre la sostenibilidad de sus finanzas públicas.
Otro indicador de la preocupación de los inversores es la curva de rendimientos. Una inclinación a la baja -cuando los rendimientos a largo plazo suben más que los rendimientos a corto plazo- indica que se necesita más prima para compensar la emisión de deuda, la inflación y la inestabilidad fiscal. Este fenómeno poco envidiable, normalmente reservado a los bonos de los mercados emergentes, aparece ahora con más regularidad en los bonos del mercado monetario, como se ha visto en los mercados del Tesoro estadounidense, de los gilts británicos y de los bunds alemanes en los últimos años.
Implicancias para los asignadores de activos
La distinción entre los mercados de bonos desarrollados y emergentes se ha vuelto cada vez más difusa. El reto para los asignadores de activos es lo que podríamos llamar el “dilema del denominador”. Al evaluar las inversiones, se deben considerar tanto los retornos (numerador) como los riesgos (denominador). Con los bonos DM en un nuevo régimen de volatilidad, el componente de riesgo ha cambiado, lo que implica que se requieren mayores retornos para replicar la experiencia pasada.
Hoy en día, los bonos de países desarrollados ya no pueden considerarse “libres de riesgo”, y con dinámicas fiscales más débiles, es probable que este régimen de mayor volatilidad persista. En contraste, muchos mercados emergentes empiezan a parecer más “desarrollados” que “emergentes” (y viceversa).
Naturalmente, en un universo de inversión que abarca más de 70 países, siempre habrá excepciones; la selectividad y un enfoque activo y robusto siguen siendo fundamentales para asegurar que los inversores reciban una compensación adecuada al riesgo que asumen. Sin embargo, la clase de activo de deuda emergente merece una evaluación más cercana – y más equilibrada. Si bien los bonos DM aún ofrecen mucho valor como asignación defensiva central, la deuda EM también merece un lugar en la mesa de inversión global.
En el mundo actual de volatilidad creciente, no es la deuda emergente la que ha cambiado; son los mercados desarrollados.
Tribuna de Peter Kent, codirector del área de renta fija de mercados emergentes de Ninety One
En el marco de su plan de expansión internacional, Azora ha transformado Azora Exan en Azora Private Solutions, una plataforma global diseñada para ofrecer a inversores privados y family offices acceso flexible a las mejores oportunidades de inversión en activos prime, joint ventures y fondos Value Add en América y Europa.
Esta nueva iniciativa refuerza el compromiso de la firma con la gestión personalizada de carteras de inversión, y permitirá a Azora duplicar sus activos bajo gestión hasta alcanzar los 4.000 millones de euros en los próximos cinco años.
Bajo el liderazgo de Juan José Zaragoza e Ignacio Gil-Casares Gasset, Azora Private Solutions ampliará su equipo con el objetivo de fortalecer su presencia en Europa, Latinoamérica y el Medio Oriente. A raíz de este anuncio, Javier Rodríguez-Heredia, socio director de Azora, ha destacado que incrementar su base de clientes privados es una apuesta estratégica para la compañía. «Con este lanzamiento, ponemos toda la capacidad de Azora al servicio de nuestros inversores privados, complementando nuestra sólida base de capital institucional», ha indicado.
Por su parte, Juan José Zaragoza, Managing Partner, ha comentado: «Estamos muy entusiasmados con este nuevo reto que amplia nuestro campo de inversión que anteriormente era el mercado americano habiendo invertido algo más de $4bn y con $2bn de activos bajo gestión y con el objetivo de duplicarlo en 5 años. Ofreceremos acceso a inversiones HNWI y UHNWI en formato de club deal, fondos value add o inversión directa en América y Europa con una gestión y administración profesional».
A pesar de este contexto volátil, las inversiones alternativas han experimentado un crecimiento continuo. Los activos alternativos bajo gestión aumentaron de 13,3 billones de dólares a finales de 2021 a 17,6 billones a mediados de 2024 y se espera que alcancen los 29,2 billones en 2029. La industria no solo es más grande que antes, sino que también es cada vez más diversificada y sofisticada, difuminando y fusionando los límites entre los segmentos financieros tradicionales.
Según revela EY en su informe “The EY Global Alternative Fund Survey”, basado en una muestra de 400 gestores de fondos alternativos e inversores institucionales, estamos ante un panorama de crecimiento sólido en términos de patrimonio, respaldado por altos niveles de satisfacción de los inversores y ambiciosos planes de expansión por parte de los gestores de fondos alternativos en Norteamérica, Europa y Asia-Pacífico.
“Las previsiones de expansión también son positivas. Los gestores de fondos alternativos y los inversores que confían su capital a ellos esperan que los próximos años traigan un crecimiento continuo y mayores asignaciones de activos. Se considera que la infraestructura, el private equity y los fondos de secundarios son algunas de las clases de activos con mayor potencial para el futuro”, apunta el documento.
Según reconoce la consultora, uno de los hallazgos más sorprendentes de la encuesta es el papel crucial que los inversores individuales y sus fondos de capital privado están desempeñando como nueva frontera de crecimiento en la industria.
Según reconoce la consultora, uno de los hallazgos más sorprendentes de la encuesta es el papel crucial que los inversores individuales y sus fondos de capital privado están desempeñando como nueva frontera de crecimiento en la industria. Además, consideran relevante que la demanda de mayor accesibilidad es fuerte, pero la democratización del sector también plantea desafíos. Para EY, la necesidad de educación, cumplimiento normativo y eficiencia obligará a muchos gestores de fondos alternativos a realizar cambios significativos y de gran alcance en sus modelos de negocio.
A pesar de este contexto volátil, las inversiones alternativas han experimentado un crecimiento continuo. Los activos alternativos bajo gestión aumentaron de 13,3 billones de dólares a finales de 2021 a 17,6 billones a mediados de 2024 y se espera que alcancen los 29,2 billones en 2029. La industria no solo es más grande que antes, sino que también es cada vez más diversificada y sofisticada, difuminando y fusionando los límites entre los segmentos financieros tradicionales.
Según revela EY en su informe “The EY Global Alternative Fund Survey”, basado en una muestra de 400 gestores de fondos alternativos e inversores institucionales, estamos ante un panorama de crecimiento sólido en términos de patrimonio, respaldado por altos niveles de satisfacción de los inversores y ambiciosos planes de expansión por parte de los gestores de fondos alternativos en Norteamérica, Europa y Asia-Pacífico.
“Las previsiones de expansión también son positivas. Los gestores de fondos alternativos y los inversores que confían su capital a ellos esperan que los próximos años traigan un crecimiento continuo y mayores asignaciones de activos. Se considera que la infraestructura, el private equity y los fondos secundarios son algunas de las clases de activos con mayor potencial para el futuro”, apunta el documento.
Según reconoce la consultora, uno de los hallazgos más sorprendentes de la encuesta es el papel crucial que los inversores individuales y sus fondos de capital privado están desempeñando como nueva frontera de crecimiento en la industria. Además, consideran relevante que la demanda de mayor accesibilidad es fuerte, pero la democratización del sector también plantea desafíos. Para EY, la necesidad de educación, cumplimiento normativo y eficiencia obligará a muchos gestores de fondos alternativos a realizar cambios significativos y de gran alcance en sus modelos de negocio.
Los motores de crecimiento de la industria
A la hora de hablar de palancas de crecimiento, el informe apunta que la diversificación emerge como otro motor clave del crecimiento. “Muchos gestores de fondos alternativos buscan ampliar su gama de opciones de inversión y aprovechar mercados en auge, como el crédito privado, o nuevas tecnologías, como la tokenización. Para que la diversificación impulse el crecimiento y no solo la complejidad, serán fundamentales la creatividad, la interacción con los inversores y una estrategia clara”, explican el informe.
En este sentido, consideran que no es sorprendente que la inteligencia artificial (IA) sea un tema dominante en la optimización de modelos operativos y el aumento de la productividad. Según reconocen desde EY, las expectativas son altas y la inversión en IA está creciendo rápidamente, pero aún quedan muchas preguntas sin respuesta sobre su implementación. En algunos casos, los gestores de fondos alternativos y los inversores tienen expectativas sorprendentemente diferentes. “Para que la IA tenga éxito en este sector, serán clave los datos, el talento humano y el apoyo a los inversores”, matiza el informe.
La conclusión de EY: tres tendencias recurrente
A medida que los gestores de fondos alternativos y los inversores planifican su crecimiento rentable, el análisis de EY revela tres temas recurrentes: la necesidad de una estrategia clara; la importancia de la innovación; y la implementación de modelos operativos escalables, que optimicen la distribución, la tecnología, el talento, la transparencia y la confianza.
“La relevancia de estos factores se ve reforzada por la incertidumbre actual del mercado, que está generando un entorno competitivo cada vez más dinámico, caracterizado por crecientes desafíos estratégicos y operativos. De cara al futuro, vemos un posible desdibujamiento de los límites tradicionales, una mayor presión sobre las tarifas y la aparición de dinámicas asimétricas de mercado similares a las que han existido durante mucho tiempo en la gestión de activos tradicional”, argumentan.
Para sobrevivir y prosperar en este entorno dinámico, el documento de EY da un consejo muy claro a la par que complejo: las firmas deben abrazar la transformación sin perder las características que las hacen únicas, ni las capacidades que han impulsado su éxito hasta ahora.
Con la última ronda de medidas arancelarias estadounidenses anunciadas a principios de abril, hemos revisado a la baja nuestras perspectivas económicas para Estados Unidos. Esperamos un crecimiento más lento y una mayor inflación para 2025. Si esto se cumple, creemos que la Reserva Federal recortará los tipos de interés oficiales en 75 puntos básicos en 2025, posiblemente más.
Las idas y venidas en torno a medidas arancelarias concretas siguen siendo muy fluidas, como atestiguan los recientes titulares. Pero si se mantienen los aranceles universales del 10% anunciados el 2 de abril (el tipo más alto de China es una excepción notable), creemos que esas políticas, combinadas con recortes del gasto interno y de los empleos públicos, reducirían el crecimiento del PIB estadounidense en 2025 al 0,5%-1,0%, con una probabilidad de recesión mucho mayor que antes del anuncio. Y si los aranceles más draconianos anunciados inicialmente y retrasados posteriormente entran en vigor en su totalidad o en parte, el impacto económico será aún mayor.
El impacto de los aranceles repercute en los niveles de precios de EE.UU.
La tasa arancelaria efectiva ha aumentado más de 10 puntos porcentuales con respecto al año pasado, lo que prevemos presionará al alza los precios para los consumidores y las empresas estadounidenses. La ralentización del crecimiento y el descenso de los precios de las materias primas pueden atenuar en parte el impacto sobre la inflación, pero aun así hemos elevado nuestra previsión para este año al 3,8% para el índice de precios al consumo subyacente. Esta cifra es aproximadamente un 1,0% superior a la que habría alcanzado la inflación subyacente sin los nuevos aranceles.
Estos precios más altos equivalen a un coste aproximado de 2.000 dólares para la familia media estadounidense. Los aumentos de precios tras la pandemia del COVID-19 fueron incluso mayores, pero la ayuda del Gobierno federal ayudó a los hogares estadounidenses a capear ese periodo anterior. Estas ayudas parecen poco probables en esta ocasión.
La ralentización prevista no supone un cambio de dirección con respecto a nuestras previsiones anteriores. El gasto de los hogares ya se ha ralentizado este año (Mostrar) y la caída de las medidas de confianza de los consumidores sugiere que habrá más, incluso antes de los anuncios de aranceles de la semana pasada. Por supuesto, la confianza puede ser volátil, y otros factores pueden influir en el gasto. Pero creemos que los aranceles inminentes, sumados a los datos económicos existentes, sesgan claramente los riesgos a la baja de cara al futuro.
Un punto de partida fuerte significa probablemente desaceleración económica, no colapso
En este momento, esperamos una desaceleración, pero es importante recordar que el punto de partida de la economía estadounidense es fuerte. El mercado laboral es sólido y estable, lo que proporciona a los hogares una fuente estable de ingresos. Los hogares no tienen el colchón de ahorro que tenían después de la pandemia, pero los ingresos laborales han superado a la inflación este ciclo; si esto se mantiene, la economía estadounidense no se hundirá.
El informe de nóminas de marzo también ilustra la resistencia del mercado laboral. El aumento de 228.000 puestos de trabajo mantiene la tasa media de contratación a largo plazo en torno a los 150.000 empleos mensuales. Dado que los flujos migratorios se agotaron el año pasado y se mantienen moderados este año, es más que suficiente para absorber las nuevas incorporaciones a la población activa y mantener la tasa de desempleo en torno al 4%. Es una cifra superior a la del recalentamiento posterior a la pandemia, pero sigue siendo históricamente muy baja.
Los esfuerzos de la administración para reducir el empleo público parecen estar dando sus frutos; el empleo federal ha caído durante tres meses consecutivos. Más allá de esto, los patrones básicos del mercado laboral se mantienen, siendo la sanidad el sector más fuerte. La combinación de una contratación sólida y un crecimiento salarial decente mantiene la tasa de crecimiento del sueldo de los hogares en terreno positivo una vez tenida en cuenta la inflación.
Es probable que se produzcan varios recortes de tipos en 2025… si la inflación se comporta
Por ahora, esperamos que la Fed espere a que los datos guíen sus decisiones. Si la economía se ralentiza, como esperamos, la Fed se inclinará por recortar los tipos aunque los niveles de precios sean altos. La opinión es que la inflación real nos dice lo que la economía estaba haciendo, pero no lo que hará. La Reserva Federal ya ha bajado los tipos con una inflación elevada, y esperamos que vuelva a hacerlo a menos que -un «a menos que»- las expectativas de inflación se desanclen.
Un aumento de las expectativas de inflación -no de la tasa de inflación real- fue la característica definitoria del shock inflacionista de los años setenta, que hizo que el shock inicial persistiera. La Reserva Federal ha aprendido de esa experiencia, y los recientes comentarios del presidente Jay Powell dejan claro que las expectativas de inflación son la variable clave a vigilar en estos momentos. La gran mayoría de los indicadores, incluidos los basados en el mercado, siguen apuntando a que las expectativas de inflación se mantienen ancladas. La encuesta de la Universidad de Michigan es la notable excepción.
Si las expectativas se mantienen bien ancladas, la Fed podrá recortar los tipos y apoyar la economía. Esperamos recortes de tipos de 75 puntos básicos durante el resto de 2025, a partir del verano. Vemos más riesgo de que los recortes de tipos superen ese nivel que de que se queden cortos. El tipo de interés oficial al final de este ciclo se situará probablemente por debajo del 3%, un nivel destinado a estimular el crecimiento económico.
Los mercados seguirán lidiando con la evolución de las implicaciones de la guerra comercial. Aunque por ahora parece improbable que los aranceles más severos entren en vigor fuera de China, seguimos pensando que se avecinan más cambios en la política arancelaria. Incluso si no lo hacen, el daño ya está hecho. Es probable que las empresas y los hogares reduzcan su actividad ante la falta de previsibilidad, la falta de proceso y la falta de transparencia en la formulación de la política económica, y esa reducción ralentizará el crecimiento. Aún no hemos visto el impacto en los datos económicos. Esto significa que esta historia está lejos de haber terminado.
Tribuna de opinión escrita por Eric Winograd es Vicepresidente primero y Director de Investigación Económica de Mercados Desarrollados en AB.
Foto cedidaJaime Lázaro, director de Asset Management & Global Wealth de BBVA, y Fernando Ruíz, director de Banca Privada de BBVA en España.
Los clientes latinoamericanos tienen en torno a la mitad de su patrimonio fuera de su país de origen y España está en su punto de mira: se ha convertido en un destino con un atractivo importante, no solo en términos de inversiones -financieras e inmobiliarias- sino también por factores como el idioma, la calidad de vida o la seguridad. Eso ha llevado a BBVA a crear una unidad especializada de Banca Privada Internacional en el país, con el objetivo de atender a clientes globales que desean invertir en España. Esta nueva unidad se suma a las plataformas ya existentes en Suiza y Estados Unidos, reforzando el modelo internacional de BBVA y consolidando a España como un hub estratégico en su propuesta global de servicios de alto valor añadido.
La entidad, que ya cuenta con 583 clientes internacionales en dicha unidad en España, con 440 millones de euros de volumen y un crecimiento de 43 clientes en lo que va de 2025, venía trabajando durante los últimos tres años con clientes latinoamericanos desde su banca privada local; ahora, el negocio alcanzado ha sido el aliciente para darle esta nueva estructura internacional, con protocolos ligeramente diferentes. Aunque no se marcan objetivos concretos de crecimiento, se muestran ambiciosos con lo que se puede lograr en la banca privada internacional, y creen que esto es solo «la punta del iceberg», explicaba el director de Banca Privada de BBVA en España, Fernando Ruíz, en un encuentro con periodistas.
Porque la creación de una banca privada especializada que solo atienda a clientes internacionales permite adaptarse mejor a esos clientes (que tienen sus particularidades, como por ejemplo, en el caso de los latinoamericanos, el apetito por los inmuebles o las inversiones en dólares), ampliar la oferta internacional del grupo a un tercer mercado y convertirse en un referente en España en banca privada internacional, aprovechando las posiciones y sinergias del grupo en Latinoamérica. «Tener un equipo especializado nos permitirá entender mejor al cliente, analizar cómo invierte y adaptarnos», aseguraba, con un modelo de relación presencial (a través de la oficina destinada a ello en Madrid y viajes a los países de origen) y capacidades de comunicación y operativa digitales.
A esta oficina, situada en Goya, 31, que supone un primer paso, podrían unirse más centros próximamente, en áreas potenciales como la franja mediterránea, ciudades como Barcelona o el área Noroeste (Galicia especialmente), aprovechando las 218 ubicaciones en las que está presente la banca privada local de BBVA en España. «En EE.UU. empezamos con centros en Miami y luego nos expandimos a Houston (Texas) y California. En España podríamos seguir el modelo, siempre que veamos que para los clientes internacionales es conveniente», afirmó Jaime Lázaro,director de Asset Management & Global Wealth.
Colombia, México y Perú
La nueva unidad nace con el objetivo de ofrecer un servicio exclusivo y adaptado a las necesidades particulares de los clientes internacionales, especialmente aquellos procedentes de países como México, Colombia y Perú, que buscan diversificar su patrimonio fuera de sus lugares de origen. La oficina de Goya cuenta con un equipo de cinco profesionales dedicados a esos clientes, formado por Javier Domínguez Freijo, como director, y cuatro banqueros: Alejandro Valverde Carranza (para clientes de México), Silvia Díaz Henao (Colombia), Gonzalo Martín Soria (Perú) y María López Moral (otras geografías). Todos ellos -banqueros altamente especializados y con dedicación exclusiva, capaces de comprender las particularidades patrimoniales, fiscales y legales de cada país- trabajaban ya en la banca privada de BBVA. El equipo crecerá también con el negocio, con preferencia por el talento interno aunque en la entidad no descartan fichajes externos.
«Los clientes latinoamericanos tienen el 50% de su patrimonio fuera de su país de origen. En algunos casos, quieren diversificar y les ayudamos a venirse a España; en otros casos, los clientes ya están aquí y les damos servicio con el apoyo de las franquicias de LatAm. Al final suelen ser clientes con inversiones en algún país latinoamericano, que nos preguntaban por la oferta de BBVA en banca privada internacional y ahora, como tercera vía además de EE.UU. y Suiza, podemos ofrecerles España», añadió Ruíz. «Con esta nueva unidad, nuestro objetivo es elevar y diferenciar la banca privada internacional en España, replicando el modelo de excelencia que ya ofrecemos desde nuestras oficinas en Suiza y Estados Unidos. Hemos creado un equipo exclusivo, altamente especializado, capaz de atender las necesidades específicas de los clientes internacionales, en muchos casos diferentes a los de la banca privada nacional. Queremos ofrecer un servicio único en el mercado español, tanto a quienes residen en el país como a aquellos que tienen intereses aquí desde otras geografías”, añadió.
Los clientes pueden acceder a la oferta de banca privada internacional desde 500.000 euros, en las mismas condiciones que la banca privada local, y con los mismos baremos de servicio en los que entran en juego BBVA Patrimonios y la unidad para ultra ricos. Actualmente el volumen medio de los clientes internacionales se sitúa en torno a 800.000 euros. De estos clientes, la mitad son de Colombia, un 30% de México y un 20% peruanos, aproximadamente. Desde la firma explican que el fin de la Golden Visa en España no será un factor condicionante para la llegada o retirada de inversiones, del mismo modo que tampoco ha sido una palanca de atracción significativa en los últimos años.
Paraguas de la plataforma internacional
La propuesta de valor de esta unidad especializada se apoya en la plataforma internacional de BBVA, Global Wealth, que conecta a todas las bancas locales del Grupo y permite una atención global y homogénea en cualquier geografía. De este modo, la atención personalizada que proporciona el equipo de la nueva oficina de Madrid se complementa con una estrecha coordinación con los equipos locales del banco de los países de procedencia de los clientes, garantizando una gestión integral del patrimonio a nivel internacional, explican en la firma.
“La Banca Privada es una de las fortalezas del Grupo BBVA, y por ello nuestra unidad global de banca privada, Global Wealth, tiene como objetivo prioritario aportar una experiencia única y homogénea a los clientes con intereses en distintas geografías convirtiéndonos en su mejor aliado financiero, a través de un modelo de relación y asesoramiento transparente, completo y consistente en todos nuestros procesos y soluciones patrimoniales”, ha señalado Lázaro.
El responsable de estas unidades recordó la fortaleza de su servicio, entre lo local y lo global, y la prioridad estratégica que supone el desarrollo de la banca privada para el grupo, presente ya en nueve mercados, en Europa (España, Suiza y Turquía) y las Américas (Uruguay, Argentina, Perú, Colombia, México y EE.UU.), con 200.000 millones de euros en activos. «Queremos que los clientes tengan la percepción de que trabajan con un solo banco, aunque tengan cuentas en más de un país», indicó, asegurando que los circuitos de comunicación del banco permitirán un asesoramiento y reporting holístico y global.
BBVA pone a disposición de estos clientes no solo banqueros especializados, sino también equipos expertos en planificación patrimonial y análisis estratégico. Destaca el área de Global Wealth Planning, con presencia en España, México y Suiza, que permite ordenar el patrimonio de forma eficiente y personalizada. Asimismo, se colabora con firmas internacionales de prestigio, así como con despachos locales en cada país, para ofrecer una cobertura completa en aspectos legales y fiscales.
Una oferta de valor adaptada
En concreto, la oferta de valor para los clientes de banca privada internacional, coordinada entre los expertos de la unidad internacional con los locales de las distintas geografías, está centrada en la planificación patrimonial, así como en servicios por los que muestran apetito, como el inmobiliario (BBVA tiene acuerdos con Intrum y CBRE) o el alternativo (en el que el banco ha lanzado propuestas recientemente), la facilitación de financiación, la ayuda con la llegada a España y la residencia (el banco tiene acuerdos con distintas entidades de primer nivel), las ayuda a las empresas y familias para trasladar su riqueza de generación en generación y la oferta de los mismos productos que están al alcance del cliente de la banca privada local.
En resumen, en cuanto a soluciones de inversión, los clientes internacionales de BBVA acceden a carteras de gestión discrecional o asesoramiento adaptadas a su perfil de riesgo y divisa, fondos de inversión propios o de terceros (a través de Quality Funds), oportunidades en mercados privados, financiación personalizada, servicios inmobiliarios con brókers especializados, soluciones para pagos internacionales y tarjetas premium con beneficios globales, así como asesoramiento en inversiones empresariales. Gracias a la red internacional del Grupo BBVA y a las capacidades globales de sus distintas áreas como BBVA Research, BBVA Asset Management, Quality Funds o Corporate & Investment Banking (CIB), la entidad puede ofrecer un enfoque integral, flexible y dinámico en la gestión patrimonial, adaptándose a las circunstancias y objetivos de cada cliente.
«Se trata de darles lo mismo que en España, pero con adaptaciones a sus peculiaridades, por ejemplo adaptando sus inversiones en dólares. Recordamos también que en todos los países BBVA facilita la oferta de productos con arquitectura abierta a través BBVA Quality Funds. No queremos que la preferencia del cliente esté condicionada por la oferta de producto, que está disponible en los tres centros de banca privada internacional», añadía Lázaro. La oferta comprende también servicios más allá de los tradicionales financieros, como temas formativos, deportivos o culturales.
Crecimiento en la banca privada local en España
En este contexto, la banca privada de BBVA en España continúa su crecimiento con fuerza. La entidad gestiona cerca de 140.000 millones de euros en activos bajo gestión, y cuenta con 158.000 clientes y 722 banqueros. El objetivo es alcanzar los 200.000 clientes en tres años y gestionar 150.000 carteras de inversión en los próximos dos ejercicios, consolidando así su modelo de asesoramiento personalizado basado en la combinación del conocimiento del banquero y el apoyo de la tecnología.
La iniciativa del euro digital ha despertado un intenso debate sobre su impacto en el mundo financiero, especialmente en el ámbito de las inversiones, la infraestructura de pagos y la autonomía económica de Europa. En un contexto global donde compañías gigantes están dominando las redes de pago, el euro digital emerge como una nueva forma de dinero para redefinir las bases de un sistema financiero más soberano y eficiente. Pese a su potencial, el euro digital enfrenta varios retos que deben abordarse si se quiere garantizar una adopción generalizada y efectiva.
De hecho, son muchos los usuarios que aún no comprenden del todo las implicaciones de este cambio que está por llegar. Mientras que los euros digitales representan efectivo en formato digital, muchos no percibirán la diferencia entre tener euros en su cuenta bancaria o en una billetera digital descentralizada. La descentralización financiera, que es el corazón de esta nueva propuesta, sigue siendo un concepto poco conocido por la mayoría de los usuarios. Por eso es tan importante educar a los ciudadanos para que comprendan los beneficios de tener dinero directamente en su poder, sin depender de intermediarios. Esto aumentaría la confianza en el euro digital y fomentaría su adopción a gran escala.
Uno de los puntos más atractivos del euro digital es la posibilidad de realizar pagos offline. Aunque ya existen soluciones como las tarjetas que permiten pagos offline, el euro digital podría ofrecer esta capacidad de forma más accesible y eficiente, sin necesidad de las infraestructuras bancarias. Este aspecto podría ser especialmente valioso en zonas donde la conectividad es limitada o en situaciones donde las redes tradicionales fallan. En este sentido, el euro digital no solo se presenta como una innovación en el sector de pagos, sino como una herramienta inclusiva que podría mejorar la accesibilidad financiera de millones de personas.
Más allá de sus implicaciones económicas, el euro digital tiene una dimensión geopolítica significativa. Europa ha dependido históricamente de redes de pago estadounidenses. Esto ha limitado su autonomía financiera. El euro digital podría ser un paso hacia una mayor soberanía económica, al ofrecer una alternativa local a soluciones dominadas por actores externos. Este proyecto podría fortalecer la cohesión de la zona euro y unificar el ecosistema de pagos en Europa, reduciría la fragmentación actual y ofrecería una solución propia que refuerce la posición geopolítica del continente.
Cuestión de soberanía
Uno de los aspectos más debatidos del euro digital es el límite de almacenamiento, que se plantea en 3.000 euros. Este está diseñado para garantizar que el euro digital no desestabilice el sistema bancario tradicional, permitiendo su uso generalizado sin generar riesgos. Un límite demasiado bajo, sin embargo, podría limitar su atractivo. Desde una perspectiva de educación financiera, este límite invita a reflexionar sobre la diversificación de los activos. Los usuarios podrían optar por mantener una parte de su dinero en euro digital, otra en cuentas bancarias tradicionales y, por supuesto, parte en inversiones, para equilibrar la seguridad y la rentabilidad.
El euro digital se distribuiría a través de bancos y entidades de pago, sin coste para los usuarios, lo que facilitaría su adopción. Sin embargo, los comercios que acepten pagos con euro digital podrían tener que asumir comisiones, lo que plantea una posible barrera para su aceptación. No obstante, si estas comisiones son más bajas que las de los pagos con tarjeta, los comercios podrían ver una ventaja competitiva en la adopción del euro digital. Además, al tratarse de una forma de dinero digital directa y no de una transacción bancaria tradicional, el euro digital podría reducir los intermediarios, lo que a su vez aceleraría la disponibilidad de fondos y mejoraría la eficiencia del sistema de pagos.
Aunque el euro digital presenta un gran potencial para transformar el ecosistema financiero europeo, su éxito dependerá de varios factores, como la educación financiera de los usuarios, la gestión de los límites de almacenamiento y la implementación de un modelo de distribución que sea atractivo tanto para los usuarios como para los comercios. Sin duda, el euro digital podría convertirse en una herramienta innovadora que, si se implementa correctamente, no solo mejoraría la infraestructura de pagos en Europa, sino que también contribuiría a la autonomía financiera del continente.
En este escenario de creciente digitalización de la economía global, la adopción de nuevas tecnologías como el euro digital podría ofrecer a Europa una ventaja competitiva, siempre y cuando se aborden las preocupaciones y se encuentre un equilibrio adecuado entre innovación y seguridad. El futuro del euro digital es incierto, pero su potencial para redefinir el panorama de las inversiones y los pagos en Europa está fuera de toda duda.
Tribuna de Jordi Nebot, CEO y fundador de PaynoPain.
Los planes de pensiones de empleo españoles han multiplicado por tres la inversión en mercados privados (private equity, infraestructuras, real estate y deuda privada) en los últimos cinco años. Son conclusiones del Barómetro Mercer Investments 2024, que analiza las inversiones de los grandes tenedores de activos en todo el mundo y, en concreto en España, se centra en estos inversores institucionales, con datos desde finales de 2019 a finales de 2024.
Las cifras hablan por sí solas: el porcentaje de inversión en activos ilíquidos en sus carteras ha pasado de un 2,7% a un 8,3%. Dentro de la inversión en mercados privados, la mitad está concentrada en private equity: el private equity supone un 48% de las carteras, mientras el private equity sostenible ocupa un 2%. Las infraestructuras son el activo que le sigue, con un 23%. La inversión de los planes de pensiones de empleo en inmuebles es de un 17% mientras el peso de la deuda privada en las carteras de estos inversores asciende al 10%.
En conjunto (considerando activos ilíquidos y líquidos alternativos), la inversión en activos alternativos por parte de estos inversores ha pasado del 8% al 14,7%, casi el doble en solo cinco años. Con todo, es una cifra ligeramente menor al 17% de finales de 2022 y al 16,5% de finales de 2023.
Aunque los activos reales mantienen su peso en un 1,5%, el de los hedge funds ha descendido ligeramente, pasando del 3,1% al 2,7%. Además del crecimiento de los activos no cotizados en las carteras, también aumenta la asignación a materias primas (del 0,1% al 0,6%) en los últimos cinco años. Los fondos de retorno absoluto aumentan asimismo su protagonismo, pasando del 0,7% de finales de 2019 al 1,5% actual.
En los mercados tradicionales…
Según los datos de Mercer, las asignaciones a renta fija de los fondos de pensiones de empleo han bajado del 63,8% al 57,3% en cinco años, si bien algunas asignaciones han subido, como la renta fija euro y, ligeramente, la renta fija no euro. Lo han hecho a costa de las posiciones en activos monetarios, que han pasado del 18,7% a finales de 2019 al 4% actual.
Por su parte las asignaciones a renta variable se mantienen estables en niveles próximos al 28%, con ligeros descensos en la exposición a renta variable euro y ascensos en renta variable no euro (ver tabla).
Fuente: Mercer
Mercer realiza este estudio entre los «large asset owners» o grandes inversores de más de 16 países de todo el mundo. Los grandes tenedores, según su estudio, son aquellos con activos superiores a 5 billones de dólares e incluye fondos de pensiones, aseguradoras, not for profit (endowments, fundaciones, charities), wealth managers y fondos soberanos. En España los fondos tratados corresponden a fondos de pensiones.