. Rodrigo Buenaventura, nuevo director general de mercados en la CNMV y Patricia Muñoz González-Úbeda, nueva directora general adjunta del Servicio Jurídico
El Consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha nombrado a Rodrigo Buenaventura director general de Mercados en sustitución de Ángel Benito, que ha sido recientemente designado consejero del supervisor.
Rodrigo Buenaventura tiene una amplia carrera relacionada con la regulación de los mercados. Economista de profesión, durante los últimos cinco años y medio ha sido director de la División de Mercados de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) desde donde ha contribuido al desarrollo de la normativa de mercados que ha sido elaborada durante los últimos años. Anteriormente, fue director del Departamento de Mercados Secundarios, así como del Departamento de Asuntos Internacionales de la CNMV.
La Dirección General de Mercados de la CNMV agrupa a los Departamentos de Mercados Mercados Primarios, Mercados Secundarios y el Departamento de Informes Financieros y Corporativos.
Por otro lado, el Consejo de la CNMV nombrado a Patricia Muñoz González-Úbeda como directora general adjunta del Servicio Jurídico y vicesecretaria del Consejo.
Patricia Muñoz es Abogada del Estado y ha ejercicio hasta ahora como directora del Departamento del Servicio Contencioso y del Régimen Sancionador de la CNMV. Anteriormente, entre otros destinos, ejerció de Abogado del Estado en el área económico-financiera de la Audiencia Nacional o como Abogado del Estado-Adjunto en el Ministerio de Interior.
Con estos cambios, la Dirección General del Servicio Jurídico de la CNMV simplifica su estructura ya que todo el personal que dependía de los antiguos Departamentos de Asesoría Jurídica y del Servicio Contencioso pasará a depender directamente de la Dirección General Adjunta.
. Víctor Alvargonzález creará un servicio de asesoramiento híbrido entre robots y humanos, para adaptarse a un mundo dominado por el cambio
Para Víctor Alvargonzález, el mundo ha cambiado mucho desde que a mediados de los años 90 fundara Profim. El experto habla de un punto de inflexión en el sector del asesoramiento financiero, marcado por la revolución digital, la necesidad de reducir costes, la urgencia de optimizar el peso en las carteras entre la gestión pasiva y una gestión activa que ya pocas veces aporta valor y, por supuesto, la llegada de MiFID II. El cambio que llega ahora tiene una trascendencia muy similar al momento en el que montó Profim coincidiendo con la llegada a España de las gestoras internacionales y de la necesidad de seleccionar sus fondos para aportar valor, explica en una entrevista con Funds Society, aunque con características totalmente diferentes a las de entonces.
“En los momentos de cambio o cambias o te cambian y yo quiero participar en ese proceso y ser de los que se “comen” al cambio, y no de aquellos que son engullidos por él”, explica. Como considera que llega una nueva era en el sector en la que el tema de los costes cobrará importancia y el modelo de asesoramiento por el que el cliente pagará deberá justificar perfectamente su valor añadido, Alvargonzález se adaptará al nuevo entorno -siguiendo a su reciente salida de Tressis– con la creación de un nuevo proyecto de asesoramiento. “Quiero construir un modelo eficiente, mejor operativamente que el anterior, en el que los costes estén justificados y en el que la gente pague realmente por lo que vale, utilizando la tecnología y el sentido común, y adaptado a MiFID II”, resume, indicando que podría estar listo en los próximos de seis a ocho meses.
Se tratará de un modelo de asesoramiento independiente, así entendido bajo la óptica de MiFID II, que conjugará tecnología y capital humano para distintas labores. Así, será un proyecto fintech, pero con un toque humano, en el que las personas tendrán un papel fundamental. “El robot no tomará las decisiones financieras ni seleccionará fondos, ni tampoco tendrá el contacto con los clientes… solo hará aquello que hace mejor que las personas”, indica, hablando de labores de back office y de facilitar los procesos como ejemplos.
La tecnología tendrá por tanto un papel clave en el modelo de negocio, “puramente independiente”, pero también habrá analistas, aunque no tantos como en los modelos tradicionales. “Si en mi época elegir fondos que aportaban alfa era tirar a balón parado, hoy es buscar una aguja en un pajar”, dice, por lo que se limitará a buscar esos fondos en activos que por sus características lo demanden (high yield, convertibles, small caps en distintos mercados… lugares en los que la gestión realmente aporte), mientras en otros activos recurrirá a la gestión pasiva. Así pues, el modelo, a diferencia de otros que utilizan únicamente gestión pasiva e indexada, incluirá también gestión activa, pero esta última “solo entrará en las recomendaciones cuando se justifique”.
El negocio también se diferenciará de los roboadvisors tradicionales en que no requerirá abrir cuenta en los bancos con los que trabaje esa entidad, y estará dirigido a cualquier cliente, sin mínimo de patrimonio. “Muchos dicen que los clientes con menos de 300.000 euros serán huérfanos de asesoramiento pero yo trataré de que no sea así”.
Además, aportará un valor añadido nuevo, que consistirá en seleccionar y analizar estrategias de inversión de grandes gurús (ya sean gestores, analistas o estrategas) y asesorar a los clientes para que puedan replicar sus modelos de inversión. Algo que será posible gracias a las posibilidades de análisis de las redes sociales.
El objetivo que se fija es “ser un referente en el proceso de cambio digital que va a tener el sector del asesoramiento financiero en España” y mientras pasan los meses en los que pone en marcha el servicio, compartirá sus ideas de inversión desde su blog (www.victoralvargonzalez.com).
Los cambios que vienen
Para el experto, el cambio que viene en el sector será positivo para los clientes y mejorará precio y servicio… y por tanto la rentabilidad. Para Alvargonzález, los ejes de ese cambio son cuatro. En primer lugar, la revolución digital, que llega al sector financiero, y que no se limita a robotizarlo todo, puesto que los robots, dice, no pueden tomar las decisiones de inversión. “Un robot no habría comprado acciones de Amazon cuando empezó ni entendería a Jobs ni a Trump, ni tampoco emociones como el miedo, la avaricia y las modas, factores que no se pueden obviar cuando se invierte”, explica.
En segundo lugar, la necesidad de rebajar los costes: “Quitando la toma de decisiones y la relación con los clientes, los robots sí pueden rebajar mucho los costes del servicio. Lo que se cobra actualmente es excesivo y una empresa eficiente de asesoramiento ha de adaptarse al nuevo entorno para producir más barato, de forma más eficiente, y repercutirlo sobre clientes. El asesoramiento puede ser mejor y más barato”, dice.
El tercer eje es el equilibrio entre gestión activa y pasiva pues, a diferencia de hace décadas cuando la gestión activa aportaba alfa, ahora no es así: “A los gestores activos se les limita tanto a través del tracking error que se les dificulta batir a los índices, pero -y aquí viene el cambio- creo que no hay que pagar por la gestión donde no la hay y que se debe pagar solo donde los resultados lo justifican o solo en los activos que necesitan realmente de esa gestión”, dice. En su opinión, se puede ahorrar más del 1% en la gestión de una cartera optimizando el peso de la gestión activa y pasiva, dice.
Por último, el cuarto eje del cambio es MiFID II, “importantísimo y para los fans de la independencia, pues va a dejar muy claro quién es independiente de verdad y quién no”. Y en todos esos ejes se basa para construir su nuevo proyecto.
Foto: JackieTL, Flickr, Creative Commons. Los fondos ISR superan a los tradicionales en stock picking y timing de mercado, según un estudio de la Universidad de Deusto
Con el objetivo de analizar si la inversión responsable merece la pena, el catedrático de finanzas de la Universidad de Deusto Fernando Gómez-Bezares ha realizado un estudio comparativo entre fondos ASG o que invierten siguiendo criterios de inversión responsable y fondos convencionales. Al analizar dos aspectos clave de la gestión de los fondos, la selección de las acciones (stock picking) y la sincronización en la entrada y salida de los valores (market timing), la conclusión es clara: en ambos casos, señala, “la gestión de los fondos ASG mejora a los convencionales”.
En su opinión, esto es así porque los gestores conocen mejor el colectivo de acciones en las que pueden invertir ya que el universo de empresas sostenibles es menor al conjunto del mercado. A ello hay que añadir que las empresas sostenibles presentan un mejor comportamiento a largo plazo.
Respecto a la habilidad de la sincronización, los resultados son también más favorables para los fondos ASG, debido, según el profesor, a que al ser fondos más pequeños son más manejables y flexibles a la hora de adoptar decisiones de inversión.
Para el profesor Gómez-Bezares, los gestores “no son conscientes todavía del todo de que los fondos ASG no solo evitan riesgos, sino que generan más valor y son más rentables a largo plazo”, explica, en el marco de un reciente evento con Spainsif celebrado en Madrid. “Se puede afirmar que frente a lo que podría intuirse en base a la teoría financiera, los hechos muestran que los fondos que invierten en empresas sostenibles presentan un mejor comportamiento frente a los convencionales”, añade.
Ahora bien, ¿un fondo sostenible hubiera excluido de su cartera a Volkswagen antes del dieselgate? o lo que es lo mismo: ¿cómo podemos estar seguros de que una compañía es sostenible tanto desde el punto de vista medioambiental como de los derechos humanos o laborales? Según el catedrático, “hay organizaciones que presentan memorias preciosas y que aparecen en importantes índices de sostenibilidad y luego están implicadas en escándalos corporativos”.
Un paso decisivo en aras de la transparencia será la entrada en vigor este año de la Directiva de Información no Financiera aprobada en 2014 por el Parlamento Europeo. La norma obligará a 6.000 compañías de más de 500 empleados a publicar el dinero que destinan a materias vinculadas con el desarrollo sostenible. Esto incluye desde el fomento de las energías renovables hasta la defensa de los derechos humanos, la lucha contra la corrupción o la retribución de sus directivos.
La inversión responsable en España se suscribe fundamentalmente a los inversores institucionales. Y lo mismo pasa en Europa: según explica Jaime Silos, presidente de Spainsif, este colectivo copa el 75% del volumen de inversión responsable gestionada en el Viejo Continente. En el caso de nuestro país, la inversión socialmente responsable ha crecido un 16,3% en los últimos dos años, y existen 153 productos bajo este paraguas, con un patrimonio conjunto de unos 150.000 millones de euros.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Michel Mandiberg. El oro empieza su camino ascendente a la sombra del ‘efecto Tump’
La retórica de Trump no es el único factor de incertidumbre ahora mismo en los mercados, pero sí una de las fuentes más poderosas. En un contexto como el actual, no es de extrañar que el oro esté recuperando su brillo y que muchos vuelvan la mirada al preciado metal para buscar algo de refugio.
Obviamente, que las rentabilidades de los bonos estén por los suelos también están ayudando a dar forma a este impulso. De hecho, la demanda de oro de inversión registró su mejor enero en cinco años, desde 2012, según datos recopilados por BullionVault, especialista de inversión en metales preciosos.
Muchos analistas creen que 2017 podría ser un año muy interesante para el oro. Más allá de la incertidumbre política que se mantendrá en los próximos trimestres, el nerviosismo en los mercados debido a la falta de visibilidad de las políticas de Trump será un factor que respalde la demanda de oro.
Sin embargo, Aranaud du Plessis, gestor senior de renta variable temática, oro y recursos naturales de CPR Asset Management, el centro para la gestión temática del Grupo Amundi, cree que “un aumento más lento de los tipos de las Fed, así como un debilitamiento del dólar no deben excluirse de las previsiones y serían elementos positivos para el oro. Por el contrario, una subida significativa de los tipos de interés reales reduciría la tendencia, aunque la recuperación de las expectativas de inflación modere dicho riesgo”.
Sobreponderar en cartera
NN Investment Partners también es de las gestoras que han decidido recientemente sobreponderar el oro en cartera. “El posicionamiento especulativo a largo plazo en el oro se acerca a mínimos observados anteriormente. Además, las expectativas de subidas de la Fed parecen descontadas y el tema de la reflación puede volverse menos vigoroso. La demanda de refugio seguro para el oro puede revivir bajo la sombra de la retórica proteccionista de Trump, mientras que la demanda física también puede mejorar”, explican los expertos de la firma.
En este entorno, Pioneer Investments recuerda que ampliar las fuentes de diversificación e incorporar estrategias de cobertura eficientes sigue siendo fundamental para intentar proteger los activos de los inversores. Monica Defend, directora de Asignación de Activos Global de la firma cree que en este sentido el oro podría ayudar a suavizar los posibles repuntes de volatilidad, ofreciendo protección frente a la inflación y teniendo en cartera un activo con una menor correlación con clases de activo tradicionales.
Desde ETF Securities,James Butterfill, director del equipo de análisis, ha detectado un fuerte interés de los inversores por el sector de materias primas. Pero es en el oro donde la firma detecta el mayor atractivo. “Es más rentable comprar oro que bonos suizos o alemanes”, recuerda Butterfill a lo que añade que, “si el dólar no se aprecia demasiado, podremos verlo en 1.300 dólares la onza en el mes de junio”.
Hay que tener en cuenta también, dice Butterfill, que los bancos centrales continúan inyectando grandes volúmenes de liquidez y depreciando las divisas de referencia, lo que aumenta el atractivo del oro para los inversores no estadounidenses.
Pixabay CC0 Public DomainStevepb. Edmond de Rothschild AM hablará sobre las oportunidades en el mercado de crédito en Europa
Edmond de Rothschild AM celebrará el próximo 22 de febrero un encuentro a las 14 horas en el Hotel Mandarin Oriental de Barcelona (Paseo de Gracia 38-40), donde hablará sobre las oportunidades en el mercado de crédito europeo y en renta fija para este año.
En el evento, dirigido exclusivamente a inversores y profesionales, intervendrá Raphael Chemla, director de High Yield y deuda financiera de la entidad. En este marco, dará su visión sobre ambos tipos de activos y además expondrá sus principales ideas de inversión en renta fija para 2017.
Al día siguiente, 23 de febrero, este mismo encuentro se repetirá en las oficinas de Edmond de Rothschild AM en Madrid, situadas en Paseo de la Castellana 55, a las 9 horas. De nuevo, Raphael Chemla comentará su visión sobre el mercado de crédito europeo y de renta fija.
Para acudir a este evento, tanto en Barcelona como en Madrid, se ruega enviar un mail de confirmación a la dirección a.milansdb@edr.com o llamar al teléfono 91 789 3220.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: sferrario1968. Llega el momento de la roboconsolidación
Los principales mercados de riqueza van a experimentar la llegada de una oleada de nuevos modelos de negocio y una consolidación industrial similar a la que vivieron los brokers en el mercado de seguros del Reino Unido, a medida que los trabajadores de las firmas de asesoramiento financiero independiente envejecen y las nuevas tecnologías y nuevo capital hacen su aparición, según la firma de investigación de servicios financieros Verdict Financial.
El informe más reciente de la compañía afirma que una de las predicciones más optimistas para el futuro implica a una base de asesores en proceso de envejecer, formada predominantemente por baby boomers en lugares como Australia, Canadá, Reino Unido y Estados Unidos, y postula una nueva estrategia de salida basada en roboadvisors buscando nuevos clientes. Esta predicción se basa en la tendencia de consolidación de brokers de Reino Unido.
Los roboadvisors son servicios de gestión de la riqueza online que proporcionan una gestión automatizada de la cartera basada en algoritmos sin la necesidad de planificadores financieros humanos. Dado que muchos de ellos ofrecen carteras basadas en ETFs (fondos cotizados), sus comisiones son muy bajas. Los roboadvisors fueron, sin duda, la tendencia más marcada entre las fintech de gestión patrimonial en 2016, con docenas de firmas lanzadas en todo el mundo, añade el informe.
Andrew Haslip, director de contenido de la compañía para la región de Asia y el Pacífico, dice que con sus estructuras de honorarios, los roboadvisors independientes solo alcanzan el equilibrio financiero gestionando cifras de activos muy superiores a la media de la industria, y que incluso líderes como Betterment y Wealthfront, sufren para cerrar sin pérdidas en EE.UU., el mayor mercado de la gestión de activos del mundo.
«Los flujos hacia los roboadvisors, aunque positivos, se han ralentizado y los operadores más pequeños o aquellos en mercados más pequeños, como Australia, seguirán muy por debajo del volumen necesario si hacemos caso a las tendencias actuales. Para aquellos roboadvisors que busquen aumentar rápidamente los activos de clientes gestionados, la ola de jubilaciones entre los asesores, junto con el actual bajo coste del capital, supone una oportunidad única en la vida, siempre que paguen por ello», explica Haslip.
Verdict Financial cree que los grandes roboadvisors podrían aprovechar la situación del mercado –en 2017- para conseguir el capital necesario con el que comprar las carteras de clientes de aquellos asesores que se retiran, cuyos clientes affluent mayores generalmente no han tenido en consideración a los roboadvisors.
«Los clientes se beneficiarán de carteras más baratas basadas en ETFs, mientras que los roboadvisors aumentan los activos de clientes. Así que esté atento a la nueva tendencia de la industria: la “roboconsolidación«.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Tobias Sieben. ALFI lanza un grupo de trabajo para estrechar la colaboración entre las firmas de Singapur y las de Luxemburgo
Diez años después de haber establecido su oficina de representación en Hong Kong, la Asociación de la Industria de Fondos de Luxemburgo (ALFI) ha ampliado su presencia en el sudeste asiático con el lanzamiento de un nuevo grupo de trabajo que promoverá una mayor colaboración y estrechará las relaciones entre los gestores de fondos de Luxemburgo y los de Singapur.
El grupo de trabajo, con sede en Singapur, centrará sus esfuerzos en el sudeste asiático, donde la industria de fondos de Luxemburgo ya está bien establecida. Según una encuesta sobre la distribución global de fondos, el 69% de todos los fondos extranjeros vendidos en Singapur están domiciliados en Luxemburgo.
El grupo de trabajo tiene como objetivo mejorar el conocimiento que los profesionales de la industria de fondos de Luxemburgo tienen del mercado de fondos de inversión de Singapur y del sudeste asiático, así como de sus leyes y reglamentos, cultura de inversión local y técnicas de gestión.
«El grupo de trabajo también será clave para proponer y preparar actividades de promoción y misiones comerciales en la región y establecerá una base para compartir conocimientos”, explicó Ching Yng Choi, responsable de la Oficina de Representación de Asia de ALFI en Hong Kong.
El grupo de trabajo de ALFI Singapur está presidido por Valérie Mantot, responsable de MENA y de la división en el sudeste asiático del Grupo Sanne, y por Ching Yng Choi.
Foto: TBIT. Los inversores institucionales se preparan para poner a trabajar su liquidez en 2017
Según una encuesta de BlackRock, los grandes inversores institucionales empezarán a invertir su liquidez en 2017. Uno de cada cuatro (25%) de los inversores encuestados admite tener la intención de disminuir su posición en liquidez durante el año, casi el doble de aquellos que pretenden aumentarla (13%). La encuesta pone de manifiesto una clara tendencia por parte de estos inversores de empezar a invertir dicha liquidez en clases de activos menos líquidos, incluso en activos no tradicionales.
La encuesta, en la que han participado 240 clientes institucionales de todo el mundo, los cuales representan más de 8 billones de dólares en activos, y que es de las primeras en recoger el sentimiento de los inversores institucionales tras la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, analiza cómo estos inversores piensan rebalancear sus carteras desde un punto de vista de asignación de activos en 2017. Como en años anteriores, el informe refleja la tendencia de los inversores a recurrir cada vez más a activos menos líquidos.
“El reciente rally de la renta variable se ha visto más que empañado por el entorno de tipos bajos de los últimos años, y muchos inversores institucionales aún se ven lastrados por unos niveles de financiación escasos. En el último año, los inversores se han enfrentado a una rentabilidad inferior de la renta variable a nivel global y a unos rendimientos negativos de la renta fija. A esta presión para lograr beneficios se suma la reactivación económica, que se espera que arraigue este año, y bien podría ser el impulso final que necesitaban los inversores institucionales para replantearse sus asignaciones a activos líquidos y su visión sobre el riesgo. La ola de interés por parte de los inversores en activos menos líquidos se está convirtiendo en un tsunami: se ha producido un notable repunte en las previsiones de asignación a medida que buscan formas alternativas de generar rendimientos y rentas periódicas”, comentó Peter Nielsen, responsable del negocio de clientes institucionales de Europa continental en BlackRock.
Los activos líquidos reciben una menor atención
Se prevé que los activos reales sean los mayores beneficiarios de los flujos de inversión de los inversores institucionales en 2017, y el 61% de los encuestados espera aumentar su exposición a esta clase de activos. Únicamente el 3% de los inversores tiene previsto disminuir su asignación. En términos netos, teniendo en cuenta los incrementos menos las reducciones, el 58% de los inversores institucionales a escala mundial aumentará sus asignaciones a activos reales. Este porcentaje contrasta con el 49% (en términos netos) registrado en 2016.
Los inversores de todas las regiones planean aumentar su exposición a activos reales en 2017. Los incrementos más notorios se esperan en Europa continental (69% en términos netos) y en el Reino Unido (63% en términos netos), donde aproximadamente dos tercios de los inversores esperan aumentar sus asignaciones. A estas regiones les sigue de cerca Asia-Pacífico, con un 63% en términos netos. Más de la mitad de los inversores institucionales en Estados Unidos y Canadá (+53% en términos netos) y más de un tercio en Latinoamérica (36% en términos netos) esperan aumentar su exposición a esta clase de activos.
El sector inmobiliario también protagonizará un marcado interés: el 47% de los inversores en todo el mundo pretende aumentar su asignación a esta clase de activos, y sólo el 9% tiene pensado disminuir sus posiciones (+38% en términos netos). Los aumentos más notables se esperan en la región Asia-Pacífico (+61% en términos netos), seguida por Europa continental (+56% en términos netos). Algo menos de la mitad (+42% en términos netos) de los inversores de Europa, Oriente Medio y África (región EMEA) aumentarán su exposición al sector inmobiliario, seguidos de cerca por Latinoamérica (+39% en términos netos) y Estados Unidos y Canadá (+29% en términos netos).
El contexto también parece positivo para la inversión en capital riesgo, donde casi la mitad de los inversores globalmente (48%) planea aumentar su exposición y sólo el 13% pretende reducir sus asignaciones (35% en términos netos). Esta tendencia es evidente en todas las regiones. Más de la mitad de los inversores en la región Asia-Pacífico espera aumentar sus asignaciones en capital riesgo (+52% en términos netos), y en segunda y tercera posición se encuentran Latinoamérica (+47% en términos netos) y Europa continental (+44% en términos netos). Alrededor de un tercio de los inversores en las regiones de EMEA y Estados Unidos/ Canadá planea aumentar sus posiciones en el segmento de capital riesgo (+33% y 32% en términos netos, respectivamente).
Edwin Conway, responsable global del negocio de clientes institucionales de BlackRock, añadió: “Los inversores institucionales son conscientes de que deben hacer algo diferente para lograr los resultados de inversión que desean. Con la volatilidad que reina en el mercado y las menores perspectivas de rentabilidad de las clases de activos tradicionales a corto plazo, los inversores se ven obligados a buscar rendimientos en otros segmentos. Buscan cada vez más ingresos de fuentes alternativas y recurren a estrategias menos líquidas para impulsar estas rentabilidades. Muchas clases alternativas de activos, como el alquiler de inmuebles a largo plazo, los activos de infraestructuras y las energías renovables, son capaces de brindar protección frente a la inflación, además de asegurar flujos de rentas periódicas, de cara a cubrir las necesidades de liquidez de los inversores”.
Aumento de la exposición a la deuda corporativa
Dentro de la renta fija, existe una clara tendencia hacia estrategias de alta rentabilidad. Crédito privado es la clase de activo favorita en este universo en todas las regiones y para todo tipo de inversor: se trata de una clase de activo en la que los inversores institucionales esperan aumentar sus posiciones (61%), y sólo el 4% de ellos pretende disminuir ligeramente su asignación (58% en términos netos).
En general, las estrategias de crédito se beneficiarán de la reasignación de activos desde los segmentos core y core plus (-10% en términos netos). Se espera que el segmento de préstamos bancarios americanos registre un aumento de las asignaciones por parte de los inversores (26% en términos netos), seguido del segmento de high yield (23%en términos netos), titulizaciones (22% en términos netos) y deuda emergente (19% en términos netos).
En cuanto a las asignaciones a renta fija en general, se dan importantes variaciones por región. Si bien los inversores institucionales en Asia-Pacífico y Estados Unidos/Canadá esperan que su exposición a esta clase de activos se mantenga intacta, los inversores europeos tienen previsto disminuirla, principalmente los inversores de Europa continental, donde el 43% (en términos netos) espera reducir sus asignaciones a la renta fija.
Disminuye el interés por hedge funds
A nivel global, los fondos de pensiones están disminuyendo su asignación a hedge funds (-22% en términos netos), especialmente en el Reino Unido y en Estados Unidos, y se están moviendo hacia bonos con duraciones largas con la intención de reducir el riesgo en las carteras. Las aseguradoras también siguen esta tendencia —el 12% a escala mundial declara su intención de disminuir las asignaciones a hedge funds — y muestran una preferencia creciente hacia los activos reales y el sector inmobiliario. Latinoamérica resulta ser la única excepción regional, donde se esperan flujos positivos hacia capital riesgo (+47%), activos reales (+36%), sector inmobiliario (+39%) y hedge funds (+31%).
A escala mundial, uno de cada cuatro inversores (28%) pretende aumentar su exposición a estrategias activas de renta variable respecto a estrategias pasivas, y más de la mitad de ellos (55%) prevé mantener su combinación actual de estrategias activas y pasivas. El 17% mostró su intención de aumentar su asignación a estrategias pasivas.
En materia de exposición a renta variable en general, los cambios varían notablemente por región y tipo de cliente. En Estados Unidos/Canadá los inversores institucionales, en general, pretenden reducir su posición en renta variable (-34% en términos netos), liderados por los planes de pensiones de empleo. En cambio, más de un tercio de los inversores institucionales en Latinoamérica espera aumentar sus asignaciones a renta variable (+36% en términos netos). Alrededor de dos quintas partes de los inversores en la región Asia-Pacífico (+21% en términos netos) y Europa continental (+18% en términos netos) prevén aumentar sus posiciones en esta clase de activos. En la región EMEA, una proporción mínima (2% en términos netos) de los inversores incrementará su asignación a renta variable.
Foto: yvesTennevin, Flickr, Creative Commons. Indexa Capital incorpora un fondo de acciones de Japón a sus carteras de más de 100.000 euros
El comité asesor de Indexa ha tomado la decisión de incluir un nuevo fondo de inversión en las carteras modelo de Indexa. Este comité, formado por Manuel Conthe, Luis Martín Cabiedes, Pedro Luis Uriarte, Luis M. Viceira y Unai Ansejo, aporta décadas de experiencia en la gestión de carteras y se reúne mensualmente para supervisar y validar el modelo de gestión, la selección de las clases de activo, la asignación óptima de cada clase de activos, la selección de los fondos indexados y la política de rebalanceos de cartera.
En el último comité, celebrado el pasado mes de enero, se tomó la decisión de incluir el fondo Vanguard Japan Stock Index Eur Inv en las carteras modelo de Indexa. Este fondo sigue el índice MCSI Japan en euros que está diseñado para replicar el comportamiento de los segmentos de alta y media capitalización del mercado de acciones japonés. Con 319 acciones, el índice cubre aproximadamente un 85% de la capitalización de este mercado. Las principales posiciones del fondo son Toyota, Mitsubishi UFJ y Softbank Group.
Según Unai Ansejo, fundador y CEO de Indexa Capital, “la decisión de incluir esta clase de activo en las carteras se ha tomado con el objetivo de diversificar aún más la exposición a renta variable. Japón lleva sufriendo varias décadas de crecimiento e inflación bajas y el banco central japonés ha adoptado una política monetaria muy expansiva que se espera estimule el crecimiento e inflación en el medio plazo, y por tanto el mercado bursátil. Por otro lado, Japón es una economía muy importante a nivel global, pesando aproximadamente un 10% en la capitalización global y cuenta con compañías exportadoras de referencia haciendo que sea una clase de activo a considerar en carteras diversificadas».
Carteras de más de 100.000 euros con mayor diversificación y menos volatilidad
Este fondo aparece en las carteras donde la exposición a renta variable es suficientemente relevante. De esta manera, las carteras del perfil 4 al 10 tendrán una asignación que varía entre el 4% y el 7%. Para financiar esa nueva compra se traspasará principalmente el fondo de renta variable emergente que hasta ahora estaba sobre-representado en las carteras más agresivas. Ansejo explica que con este cambio baja ligeramente la rentabilidad esperada de las carteras más agresivas, pero aumenta su diversificación global y baja su volatilidad.
Este cambio se va a aplicar en las carteras que tengan más de 100.000 euros de patrimonio. En carteras de importe inferior invertir un 4% a 7% en el fondo indexado de acciones japonesas no tendría un impacto significativo.
Carteras inferiores a 10.000 euros: diversificadas en 10.000 posiciones
Otra novedad es que para los nuevos clientes que comiencen a invertir con Indexa con una cartera inferior a 10.000 euros, la cartera se compondrá de dos fondos de inversión, en lugar de cuatro a seis fondos que había hasta ahora. Un fondo de acciones con diversificación global, y otro de bonos con diversificación global. Estas carteras estarán igualmente diversificadas en casi 10.000 posiciones distintas: más de 1.600 acciones distintas y más de 8.000 bonos distintos.
El primero es el fondo Vanguard Global Stock Index Eur Inv, que sigue el índice MSCI World en euros, que replica el comportamiento de las acciones de grandes y medianas empresas en 23 países desarrollados. Este índice invierte en 1.652 empresas cubriendo de esta manera aproximadamente el 85% de la capitalización de mercado del mundo.
El segundo es el Vanguard Global Bond Idx Inv, que sigue el índice Barclays Global Aggregate Float Adjusted Bond Index. Este índice ponderado está diseñado para reflejar el universo total de los principales mercados globales de bonos de empresas, de gobiernos o titulizaciones de alta calidad crediticia con vencimientos superiores a un año. Actualmente, el fondo invierte en 8.039 bonos de todo el mundo y el fondo cubre el riesgo de las diferentes divisas hacia el euro.
Las carteras de menos de 10.000 euros combinarán ambos fondos en una proporción que varía según el perfil inversor del cliente, desde 14% de acciones en el perfil 1 hasta 79% de acciones en el perfil 10.
Las carteras de más de 10.000 euros, y menos de 100.000 euros, así como las carteras pequeñas de clientes actuales, seguirán con la misma composición que desde diciembre de 2015.
Unai Ansejo explica que “para poder seguir ofreciendo las comisiones más bajas a nuestros clientes, tenemos que asegurarnos que soportamos también los costes más bajos, de tal forma que debemos vincular el número de fondos al tamaño de la cartera para poder hacer una gestión rentable y sostenible para todos».
CC-BY-SA-2.0, FlickrGuy Morrell, Head of Real Estate Investment at HSBC Global Asset Management. Courtesy Photo . Morrell: "There is an Increased Probability of a More Procyclical Fiscal Policy in The Developed Economies"
Guy Morrell, responsable de Inversión Inmobiliaria en HSBC Global Asset Management, defiende en esta entrevista con Funds Society que las acciones inmobiliarias tienen el potencial de generar aceptables retornos ajustados al riesgo, aunque más bajos que en el pasado: así, el crecimiento de los dividendos es un gran factor de apoyo para batir a la deuda pública. Y además ofrecen un beneficio potencial para la diversificación de las carteras. Sus mercados favoritos actualmente son EE.UU. y Australia.
¿Qué resulta ahora más atractivo: invertir en real estate a través de acciones ligadas al activo o de forma directa?
Nuestra estrategia es invertir en inmobiliario a través de acciones inmobiliarias cotizadas en lugar de directamente en edificios por varias razones. En primer lugar, requerimos un alto nivel de liquidez para nuestra estrategia que no está disponible al invertir en edificios, ya que comprar y vender requiere tiempo. Por el contrario, las acciones del sector inmobiliario ofrecen un nivel de liquidez mucho más elevado. En segundo lugar, construir una cartera de propiedades a nivel mundial requiere una gran cantidad de capital. Oficinas, retail o las propiedades industriales de buena calidad se caracterizan por tamaños grandes. Es difícil diversificar eficientemente el riesgo específico de la construcción. Por el contrario, la inversión en acciones inmobiliarias da exposición a empresas que poseen grandes carteras, lo cual ayuda a superar algunos de los desafíos de construcción de cartera asociados a la inversión directa. Por último, invertir en edificios físicos requiere contar con experiencia especializada y local en los mercados clave de todo el mundo. Al invertir en acciones inmobiliarias, estamos invirtiendo en equipos de gestión especializados.
Por lo tanto, para nuestras necesidades particulares, la inversión a través de acciones inmobiliarias ofrece ventajas significativas en comparación con la inversión directa. Esto no quiere decir que la inversión en edificios sea inapropiada para algunas estrategias. Los grandes inversores que pueden asignar grandes sumas de dinero a adquirir propiedades a nivel global y que no necesitan liquidez pueden encontrarse con que la inversión en edificios es una forma adecuada de acceder a esta clase de activos. La clave es asegurar que la forma de acceder a esta clase de activos sea coherente con los objetivos y los requisitos de inversión de los clientes.
¿Cómo se puede gestionar y controlar el riesgo de volatilidad ligado a las renta variable en un fondo como el HSBC Global Real Estate Equity?
Las acciones inmobiliarias son más volátiles que las propiedades directas, aunque esto se debe en parte a la poca frecuencia con la que se realizan las valoraciones de propiedades, que tienden a basarse en evidencias históricas. Dicho esto, hay ciertas características de nuestra estrategia que vale la pena destacar. En primer lugar, tenemos preferencia por las acciones que generan un alto nivel de ingresos recurrentes. Por lo tanto, evitamos las empresas que generan la mayor parte de su rendimiento a través de la pura actividad de desarrollo, que tiende a ser muy cíclica. Además, tenemos una preferencia por las empresas que tienen bajos niveles de deuda, ya que el apalancamiento excesivo puede exagerar los ciclos de mercado. Finalmente, buscamos sesgar la cartera hacia mercados que consideramos que ofrecen rendimientos potenciales aceptables a largo plazo. Si bien no podemos evitar la volatilidad asociada a las acciones inmobiliarias en general, nuestra estrategia busca beneficiarse de las características del desempeño a largo plazo de la propiedad que produce los ingresos, pero en forma líquida.
¿Cuáles considera los principales atractivos que afronta ahora la renta variable ligada al real estate?
Las acciones inmobiliarias tienen el potencial de generar aceptables retornos ajustados al riesgo. Proporcionan un rendimiento de dividendos que históricamente ha sido más alto que el de otras acciones. Y existe la perspectiva de un crecimiento en los dividendos, ya que los ingresos de alquiler generados por las acciones inmobiliarias responden a las economías en las que se basan. También existe un beneficio potencial para la diversificación porque las acciones inmobiliarias no están perfectamente correlacionadas con otra clases de activos a largo plazo. A corto plazo (por ejemplo, durante algunos meses), existe una correlación razonablemente alta entre las acciones de compañías inmobiliarias y otro tipo de acciones. Sin embargo, a medida que se amplía el período durante el cual se tienen las acciones, la correlación entre las acciones inmobiliarias y otro tipo de acciones tiende a disminuir. Del mismo modo, en períodos de plazo muy corto, tiende a haber una débil correlación entre las acciones inmobiliarias y la propiedad física subyacente. Pero a medida que se amplía el período durante el cual se tienen las acciones, se fortalece la correlación entre las acciones inmobiliarias y el mercado de bienes físicos subyacente.
¿Y cuáles son los principales riesgos este año?
Los riesgos potenciales toman diversas formas, incluida la incertidumbre acerca de las perspectivas de la economía mundial, la eficacia de la política económica y los acontecimientos políticos, incluido el aumento del populismo. De vez en cuando, éstos podrían conducir a períodos de volatilidad episódica. Sin embargo, seguimos siendo razonablemente positivos con nuestras perspectivas. Por lo que respecta a las principales economías, la actividad cíclica global ha aumentado desde mediados de 2016. Aunque es probable que el crecimiento siga siendo mediocre con respecto a los niveles históricos, hay un crecimiento razonablemente resistente en los EE.UU., una aceleración de la dinámica en la zona euro y una mejora en la actividad en partes de Asia. También parece que estamos entrando en un período en el cual las políticas fiscales y monetarias globales están más coordinadas. Es probable que las tasas de interés permanezcan relativamente bajas (en comparación con los niveles medios de los últimos 30-40 años), incluso permitiendo algunos aumentos en ciertas economías.
¿Pueden afectar al activo las subidas de tipos en EE.UU.?
El impacto de los aumentos de las tasas de interés sobre los precios de los activos depende de las razones que subyazcan y de la magnitud de los aumentos. Si ocurren debido a un crecimiento económico más fuerte y son graduales, entonces creemos que este sería un ambiente razonablemente positivo para las socimis. Es probable que los inversores ya hayan tenido en cuenta un modesto aumento de las tasas de interés, y se podría esperar que una mejora del entorno económico condujera a un aumento de los alquileres y de los ingresos de explotación netos de las socimis. Sin embargo, si las tasas de interés suben inesperadamente, o si los aumentos son en respuesta a la alta inflación pero un crecimiento débil (un escenario de estanflación), entonces los precios de las socimis podrían verse afectados negativamente. En conjunto, creemos que el escenario primero es el más probable -cuando los aumentos graduales de interés se producen debido a la mejora de los fundamentos económicos- en lugar de la estanflación.
¿Y el riesgo político: elecciones en Europa, Trump en EE.UU…?
Los riesgos políticos podrían conducir a períodos de volatilidad de los precios de los activos. Si bien el aumento del populismo puede seguir siendo una preocupación durante algún tiempo, también aumenta la probabilidad de una política fiscal más procíclica en las economías desarrolladas. Esto podría conducir a políticas reflacionistas más constructivas, en contraste con la postura más deflacionista de los últimos años. Dicho entorno podría, a largo plazo, beneficiar a las socimis mediante un aumento de sus ingresos netos de explotación. Y desde una perspectiva global, en lugar de una que mantenga un enfoque nacional o regional, esto significa que nuestra estrategia tiene un elemento de diversificación geográfica.
Ustedes invierten de forma global: ¿en qué regiones ve más oportunidades ahora para su fondo?
Creemos que ciertos mercados en los Estados Unidos ofrecen retornos ajustados al riesgo que son razonablemente atractivos debido a una perspectiva económica positiva combinada con una dinámica de oferta favorable. Dentro de la región de Asia Pacífico, Australia es nuestro mercado preferido.
Dentro del real estate, ¿en qué sectores ve mayor atractivo?
Si bien nuestros sectores preferidos varían según la geografía, tenemos una preferencia general por el sector retail y de logística sobre el mercado de oficinas. En los Estados Unidos, donde hay un nivel más alto de especialización sectorial que en otros mercados, también vemos que hay valor en los sectores de autoalmacenaje y residencial.
¿Qué retornos se pueden esperar de estas inversiones en acciones relacionadas con el real estate?
Esperamos menores retornos absolutos de las acciones del sector inmobiliario en comparación con los promedios históricos a largo plazo. Sin embargo, sobre la base de nuestras estimaciones sobre el futuro crecimiento de los dividendos, creemos que las acciones inmobiliarias a nivel mundial tienen un precio razonable para ofrecer retornos aceptables a largo plazo en relación con los de los bonos gubernamentales core.