Enrique Pardo es CEO de 360 Fund Insight.. FundsLibrary y 360 Fund Insight unen fuerzas para proporcionar soluciones digitales innovadoras al inversor
FundsLibrary, proveedor de datos digitales de fondos y soluciones regulatorias, sella una asociación estratégica con 360 Fund Insight, empresa innovadora que tiene por enfoque proporcionar asesoramiento verdaderamente independiente y facilitar que el “best execution” en la selección de fondos sea totalmente transparente y ajustado a la nueva regulación MiFID II, y directrices ESMA, con importantes beneficios para el inversor final.
FundsLibrary es conocida por la calidad y profundidad de los datos que provee de fondos de inversión y documentación legal puesto que trabajan con más de 700 gestoras de fondos proporcionando soluciones digitales y normativas en toda la industria. Su amplia experiencia regulatoria abarca servicios líderes en la industria que van desde el reporte y la distribución de datos para Solvencia II así como datos MiFID II, KIID y PRIIP KID.
“Estamos orgullosos de anunciar la colaboración con 360 Fund Insight, con la que podemos ampliar los servicios que ofrecemos a nuestra base de clientes como una de las plataformas digitales líderes del Reino Unido, y también permitirnos convertirnos en una de las firmas preeminentes en Europa», afirma Arun Sarwal, CEO de FundsLibrary.
“Con sus áreas altamente complementarias de experiencia en inversión y la provisión de un gobierno independiente e imparcial, estamos convencidos de que 360 Fund Insight es un socio estratégico que aporta algo diferente y valioso a nuestros clientes, y otros en la industria de inversiones. Estamos particularmente entusiasmados con su enfoque innovador en el análisis de fondos de inversión y esperamos trabajar juntos para desarrollar nuevas soluciones para los participantes de la industria en toda Europa”.
“La industria de la inversión está experimentando cambios colosales. Los cambios regulatorios más ambiciosos en décadas han ocurrido en un momento en que la tecnología impulsa la transformación a un ritmo más acelerado. Estamos encantados de asociarnos con FundsLibrary, un líder del mercado en tecnología de datos de fondos con un historial comprobado de trabajo con gestoras de fondos de inversión y crear una red de distribución regulatoria global «, dice Enrique Pardo, CEO de 360 Fund Insight.
«Esperamos trabajar codo con codo con FundsLibrary aprovechando las capacidades de ambas empresas para respaldar el crecimiento en los mercados existentes y nuevos, al mismo tiempo que ayudamos a los clientes a incorporar las mejores prácticas, reducir sus costes de intermediación y cumplir con las nuevas exigencias regulatorias”, añade.
Pixabay CC0 Public DomainChristels
. Lyxor ETF defiende que el mercado de renta variable chino sigue siendo atractivo, pese a un entorno menos favorable
No hay duda de que 2018 fue un año difícil para China. En materia de política económica, sus responsables tuvieron que lidiar con los problemas de la deuda y los aranceles que la guerra comercial con Estados Unidos ha ido generando. Esto ha creado un contexto en el que el default corporativo aumentó, la banca sufrió y el crecimiento del crédito se contrajo.
Según explica Chanchal Samadder, responsable de Estrategia de Renta Variable de Lyxor ETF, para aliviar la carga que supone para el sector privado la falta repentina de liquidez, se ha diseñado una política específica de reducción de impuestos en vez de recurrir al desarrollo de grandes planes de infraestructuras, tal y como ya vimos en 2008 y 2015. “El daño causado por las tensiones comerciales se ha materializado en la última parte de 2018 debido a que el comercio cayó y la inversión en vivienda se frenó”, afirma.
Su preocupación es que China caiga en una mayor desaceleración a lo largo del primer semestre de 2019. “No solo son las tensiones comerciales, aunque las perspectivas de un acuerdo temporal o una tregua prolongada parezcan mayores; el verdadero desafío es encontrar una solución duradera y compatible con la ineludible rivalidad que hay, a largo plazo, entre Estados Unidos y China. El crecimiento debería estabilizarse en la segunda mitad del año, porque tendrán efecto las ayudas puestas en marcha”, sostiene el responsable de Estrategia de Renta Variable de Lyxor ETF.
En este sentido, su previsión es que el PBOC baje las tasas de los préstamos interbancarios y reduzca de nuevo los requisitos de reserva de los bancos, lo que debería liberar dinero para nuevos préstamos en el sector privado. “China también se apega a una estrategia de reducción de impuestos a gran escala, implementada por primera vez el año pasado. Para este año, los detalles de este programa se anunciarán en marzo y podrían alcanzar los 1,5 billones de yuanes. El gobierno también ha apuntado que habrá más exenciones fiscales para las pequeñas y medianas empresas”, añade.
De cara a 2019, Samadder reconoce que el mercado no está en una situación similar a 2008, pero las acciones chinas se mantienen muy por debajo de lo que marca su promedio a largo plazo. “De hecho, las valoraciones en renta variable han vuelto a los niveles de 2014 y muchas empresas nacionales chinas ya han advertido sobre sus menores ganancias. En los mercados cotizados, las expectativas de ganancias muestran un crecimiento bajo y de dos dígitos, tanto para los valores onshore como offshore, del 13,6% y del 12%, respectivamente, para los índices compuestos MSCI China y Shanghai”, explica.
Sin embargo, en su opinión, esto no se traducirá en un deterioro constante. “Sospechamos que la peor parte ya se ha incluido en las valoraciones y que el estímulo dirigido (reducción de impuestos, regulaciones más laxas para el trading de márgenes) ha puesto un suelo a la baja de las calificaciones”, matiza.
China: demasiado grande para ignorarla
En lo que coinciden la mayoría de los gestores de renta variable es que China es un mercado muy grande como para ignorarlo y su mercado tiene más peso que la propia ponderación que tiene el país en los índices globales. De hecho, en 2018, las entradas de no residentes se recuperaron hasta casi regresar a la tendencia alcista a largo plazo que se venía registrando, gracias a un repunte de la deuda bancaria externa y fuertes entradas de cartera facilitadas por la apertura acelerada de los mercados de capital nacionales.
China atrajo 50.000 millones de dólares en entradas de capital y 103.000 millones de dólares de entradas en bonos, durante los tres primeros trimestres del año pasado, superando las cifras de 2017 y a pesar de un contexto de desaceleración económica y depreciación de su moneda. “La apertura del mercado de capitales por vía rápida fue el ingrediente crucial. Es probable que las entradas de la cartera se mantengan de nuevo sólidas este año, en especial respecto al MSCI que probablemente cuadruplique la tasa de inclusión de las acciones A de China en su índice de referencia de mercados emergentes, el MSCI Emerging Markets Index”, aclara Samadder.
En total, las acciones de China A deberían representar alrededor del 15% del índice. Mientras tanto, FTSE incluirá a China en sus índices de mercados emergentes por primera vez, lo cual considera que debería ayudar también a impulsar las inversiones de la cartera por unos años más.
Otro de los motivos que hacen de China un mercado ineludible es que se ha convertido en el centro de las grandes compañías tecnológicas. Según el informe de tendencias elaborado por Kleiner Perkins en 2018, nueve de las 20 empresas de internet más importantes del mundo (según la valoración del mercado) son chinas.
“En el mercado cotizado, las acciones tecnológicas de China tienen una ponderación en los índices globales que es dos veces más alta que los sectores tecnológicos de Japón y Europa juntos. Las acciones tecnológicas de China incluso se han vuelto más grandes que las de Corea, Taiwán e India combinadas, según los datos de MSCI. Desde nuestro punto de vista, si se quiere capturar las oportunidades que ofrecen, no hay mejor índice que el MSCI China”, sostiene Samadder.
En este sentido, Lyxor ETF materializa su visión sobre las oportunidades que representa China en su ETF Lyxor MSCI China UCITS. “Con un TER de solo el 0,30%, es el ETF de capital chino más barato que puede comprar”, concluye Samadder.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: josealbafotos. El coste de cubrir activos en dólares: por qué los inversores europeos deberían volver a casa
A primera vista, la subida de tipos de Estados Unidos hace que los bonos denominados en dólares parezcan una opción jugosa para los inversores europeos hambrientos de rentabilidad. Sin embargo, para AllianceBernstein, con el aumento del coste de la cobertura del riesgo divisa, la ventaja de rentabilidad de los bonos estadounidenses se cancela y se acerca a cero, e incluso puede llegar a ser negativa a lo largo de este año.
El mayor impulsor de los costes de cobertura es el diferencial de los tipos de interés entre los tipos a corto plazo en dólares respecto a euros. Ahora mismo, los tipos estadounidenses se encuentran en su punto más alto frente a los europeos desde la primavera de 2007. Las previsiones actuales de la gestora muestran que esta brecha solo va a seguir creciendo, incrementándose desde el 2,5% (datos del 9 de enero de 2019) hasta el 3% a finales de 2019.
A su juicio, esto se debe a que el Banco Central Europeo (BCE) será muy lento a la hora de subir los tipos, mientras que la Reserva Federal estadounidense probablemente continúe endureciendo su política a lo largo del año, con hasta dos subidas. Esto significa que los activos europeos continuarán siendo atractivos frente a los estadounidenses desde una perspectiva de cobertura de divisas.
Los fundamentales europeos continúan sólidos
El crecimiento de la Eurozona se moderó en 2018, después de un 2017 fuerte. Pese a que las fricciones comerciales están impactando en los negocios y el comercio mundial está ralentizándose, AllianceBernstein espera que la Eurozona continúe creciendo, aunque no lo hará a un ritmo por encima de la tendencia, como solía hacer.
Mientras, la gestora cree que el BCE gestionará su política de endurecimiento cautelosamente para evitar el descarrilamiento de las economías de la Eurozona. Ahora que han culminado las compras de activos, basándose en el ejemplo de la Fed, el BCE probablemente espere unos años antes de empezar a relajar su balance y no suba los tipos en 2019.
Riesgo político europeo
Primero hubo temor a un “Grexit”, y ahora el Brexit y el riesgo político están poniendo muy nerviosos a los participantes del mercado. Pero han pasado muchas cosas desde la crisis del Grexit de 2011 –todo ello alentador para quienes desean invertir en deuda europea. El BCE tiene ahora varias formas de inyectar liquidez a los mercados en tiempos difíciles, incluyendo la compra de bonos soberanos de países con complicaciones (operaciones monetarias simples), implementando un programa de compra de bonos más amplio (flexibilización cuantitativa) o prestando efectivo de interés bajo (operaciones de refinanciación a largo plazo).
El riesgo de contagio financiero también es mucho más bajo que durante la crisis griega, ya que la mayoría de los bancos europeos han reducido su exposición a las economías más débiles. La morosidad ha caído de forma significativa en el sector bancario europeo y, mientras que los bancos italianos continúan teniendo una elevada exposición a ellos, esta ha descendido considerablemente: desde el 16,8% de diciembre de 2015 hasta el 9,7% de junio de 2018. Por ende, para AB, mientras que la incertidumbre política en Italia continuará siendo una fuente de volatilidad, particularmente para los bancos franceses e italianos, la fuerza subyacente del sistema bancario europeo ha ido en aumento.
Tiempo de regresar a casa… pero, ¿cómo?
Los inversores en renta fija tradicionales pueden encontrarse expuestos a un riesgo de mayor duración del que podría considerarse prudente, considerando que incluso un aumento de tipos modesto podría llevarse por delante la rentabilidad de un año entero.
“Creemos que es importante equilibrar el riesgo crediticio y el del tipo de interés con una mezcla de bonos gubernamentales, high yield y con grado de inversión. Por ahora, mantenemos el riesgo de duración bajo y nos inclinamos de forma selectiva hacia el lado del crédito para beneficiarnos del crecimiento continuado y los bajos tipos en Europa”, asegura AllianceBernstein.
Por ejemplo, en el sector bancario, los fundamentales son fuertes y las valoraciones, atractivas, lo que compensa una volatilidad más alta. El crédito high yield europeo ofrece retornos atractivos en relación a sus equivalentes estadounidenses, y son apoyados por un continuo desapalancamiento y factores técnicos positivos, incluyendo una oferta limitada. Además, las tasas de impagos esperadas también son bajas.
Los spreads del high-yield y los bonos con grado de inversión en Europa son significativamente más amplios de lo que eran a comienzos de 2017, y ya están siendo valorados con una perspectiva bastante cautelosa y una ralentización sustancial del crecimiento europeo. Por lo tanto, la economía europea todavía está creciendo, si bien a un ritmo más lento, al tiempo que el sistema financiero está saneándose y la política monetaria está virando. Es tiempo de oportunidades y cambios. “Para aquellos inversores que hagan sus deberes y seleccionen cuidadosamente los créditos, es el momento de regresar a casa”, sentencia la gestora.
AB European Income
Con todo ello en mente, AllianceBernstein apuesta por su fondo AB European Income, cuya cartera busca generar “income”, con potencial de apreciación de capital, empleando un enfoque diversificado y multisectorial en renta fija europea. La gestora equilibra de forma dinámica bonos high yield con bonos gubernamentales de alta calidad con el objetivo de capturar una rentabilidad competitiva en su cartera sin comprometer la estabilidad del capital.
De esta forma, hasta un 50% de la cartera se invierte en high yield europeo, titulizaciones y deuda emergente para mejorar el “income” y amortiguar los riesgos de los tipos de interés. Además, al menos un 50% invierte en bonos gubernamentales y corporativos de alta calidad crediticia para conseguir estabilidad cuando flaquea el apetito de riesgo.
Con cuatro estrellas Morningstar, el fondo está dirigido a inversores con mayor tolerancia al riesgo que buscan el potencial de ingresos de una inversión en renta fija.
Pixabay CC0 Public DomainTeroVesalainen. ¿Influye positivamente el análisis ESG en la rentabilidad de las carteras?
Muchos inversores se plantean si realmente el análisis ESG tiene un efecto positivo en la rentabilidad de las carteras. Para Amundi, la respuesta es sencilla: este análisis influye positivamente en su rendimiento. La gestora ha realizado un estudio sobre el impacto de los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG por sus siglas en inglés) en la rentabilidad de las carteras. El objetivo del análisis era determinar el impacto de ser un inversor ESG en el rendimiento de las carteras.
Dada la creciente demanda de inversiones ESG por parte de clientes institucionales en todo el mundo, Amundi ha analizado datos propios de 2010 a 2017 para estudiar el comportamiento de 1.700 compañías en cinco universos de inversión, correspondientes a los índices MSCI: MSCI North America, MSCI EMU, MSCI Europa-ex EMU, MSCI Japan y MSCI World.
Al analizar la rentabilidad y los criterios ESG (los resultados E,S,G a nivel individual y ESG en conjunto) de las compañías, Amundi ha concluido que el impacto de los criterios ESG en la rentabilidad, la volatilidad y drawdown depende de tres factores: el periodo de observación, el universo de inversión y la estrategia de inversión. Según los resultados, entre 2010 y 2017, los criterios ESG tuvieron poco impacto en el riesgo de la cartera (volatilidad y drawdown), mientras que, por el contrario, fue crucial en términos de rentabilidad.
En general, la inversión ESG tendió a penalizar a los inversores ESG activos y pasivos entre 2010 y 2013. En contraste, la inversión ESG fue una fuente de rentabilidad superior entre 2014 y 2017 en Europa y Norteamérica. Por ejemplo, comprando las acciones “best in class” (20% mejor clasificadas) y vendiendo las acciones “worst in class” (20% peor clasificadas) habría generado una rentabilidad anualizada del 3,3% en Norteamérica y del 6,6% en la Eurozona en el periodo 2014-2017; siendo estas cifras -2,70% y -1,20% respectivamente entre 2010 y 2013.
En los tres pilares ESG, el factor medioambiental en Norteamérica y el factor de gobierno corporativo en la Eurozona fueron los que aportaron mayor rentabilidad. A partir de 2015, el aspecto social mejoró significativamente y ahora se valora positivamente por el mercado. En general, el estudio muestra que los criterios ESG no impactan en todas las acciones, pero sí tienden a influir en aquellas que son las mejores y las peores de su categoría (“best in class” y “worst in class”).
Según explica la gestora, el mecanismo causal se basa en la dinámica de la oferta y la demanda, así como en el circulo virtuoso creado por el valor añadido intrínseco de los criterios ESG. El impacto en el rendimiento se debe al aumento de la demanda de los inversores por enfoques ESG, que generan flujos hacia las acciones “best in class”, que a su vez incrementan su precio y rentabilidad. La dinámica observada entre 2014 y 2016, con una tasa de crecimiento medio anual del 12%) debería continuar.
Los resultados anteriores también son válidos cuando se considera la gestión pasiva, que genera exactamente los mismos resultados en términos del impacto de los criterios ESG en la rentabilidad de la cartera. Es posible por tanto un enfoque ESG en un marco de gestión pasiva, siempre que los inversores acepten un tracking error adicional pero controlado, en comparación con los índices ponderados por capitalización de mercado.
En este sentido, la gestora destaca que, en octubre de 2018, anunció su plan de acción a tres años para reforzar su compromiso con la inversión responsable. En 2021, el análisis de ESG se integrará en el conjunto de fondos e iniciativas de Amundi, favoreciendo las inversiones en proyectos con un impacto medio ambiental o social. Al mejorar y desarrollar el análisis ESG, Amundi está convencido de que ayudará a los inversores a comprender mejor los grandes desafíos de la inversión ESG.
Según señala Thierry Roncalli, director de análisis cuantitativo, “este nuevo análisis confirma la dinámica variable en el tiempo del rendimiento de los criterios ESG. Dado que los precios de las acciones reflejan el balance entre la oferta y la demanda, nuestro análisis muestra que los criterios ESG influyen en el comportamiento de los mercados de acciones. Es evidente que los riesgos ESG “extra-financieros” se han convertido en riesgos financieros y que la dinámica actual de valoración de activos favorece a los inversores ESG”.
Por su parte, Vincent Mortier, director adjunto de inversiones, añade que “nuestro estudio confirma que la integración de criterios ESG genera un impacto tangible en el rendimiento de la renta variable en Europa y Norteamérica. Favoreciendo un enfoque ESG “best-in-class”, los inversores pueden beneficiarse de una estrategia de inversión que mejora el rendimiento a largo plazo de las carteras”.
Metodología
Según explica la firma, el análisis se basa en datos cuantitativos de enero de 2010 a diciembre de 2017, utilizando las métricas ESG proporcionadas por el Departamento de Análisis ESG de Amundi. Para cada compañía, los analistas ESG de Amundi evaluaron la puntuación general ESG y las calificaciones para cada una de las categorías medioambiental, social y de gobierno corporativo, usando además un sistema de puntuación basado en los datos suministrados por cuatro proveedores externos. Los analistas ESG de Amundi revisaron y dieron la puntuación final a cada compañía.
Stuart Gulliver, ex CEO de HSBC Holdings y José Antonio Meade, entonces titular de la SHCP, foto SRE. HSBC Holdings ficha a José Antonio Meade
José Antonio Meade, exsecretario de Hacienda y excandidato del PRI en las elecciones presidenciales de México del año pasado, se unirá al consejo de administración de HSBC Holdings a partir del 1 de marzo de 2019 como director no ejecutivo independiente.
Según indicó el banco en un comunicado, también formará parte del comité de gobernanza corporativa y de nombramientos. Mark Tucker, presidente de HSBC, comentó al respecto que «estoy absolutamente encantado de dar la bienvenida a José Antonio a la junta. Él trae consigo una gran cantidad de experiencia adquirida en una serie de áreas políticas clave y su experiencia y conocimiento de América Latina serán de gran importancia para HSBC dada la importancia que otorgamos a la región. Vale la pena destacar la importancia que México tiene para HSBC como uno de nuestros mercados de escala».
La elección del doctor en economía por la Universidad de Yale se llevará a cabo en la junta del 12 de abril de 2019, y podría durar tres años, con reelección anual. En su nuevo cargo, Meade recibirá 110.000 libras anuales.
Foto cedida. AAM incorpora a Govert Wessels como gestor de carteras de renta fija alternativa
Aegon Asset Management (AAM) ha incorporado a Govert Wessels a su equipo de renta fija alternativa, como gestor de carteras de titulaciones de activos (ABS), hipotecas y créditos al consumo.Wessels se une a AAM desde la oficina de Londres de Credit Suisse, donde cubría la región EMEA como analista de banca de inversión en valores del sector TMT (tecnología, medios de comunicación y telecomunicaciones). Previamente, obtuvo un Máster en Economía Financiera en la Erasmus School of Economics de Róterdam (Países Bajos).
Como parte del equipo de crédito alternativo que lidera Frank Meijer, Wessels contribuirá a reforzar las actividades del equipo en el segmento de préstamos directos, lo que incluye hipotecas.
El equipo de crédito alternativo gestiona aproximadamente 25.000 millones de euros en estrategias alternativas que abarcan préstamos directos a pymes, colocaciones privadas corporativas, hipotecas residenciales en Holanda y ABS europeos.
Meijer valora positivamente la incorporación de Wessels: «Govert cuenta con un excelente historial académico y experiencia en Credit Suisse. Inicialmente, se centrará en ayudarnos a reforzar nuestras actividades en préstamos directos, sobre todo en el segmento hipotecario. Le doy la bienvenida al equipo y le deseo lo mejor en el desarrollo de su carrera financiera».
Aegon Asset Management es una gestora de inversiones de enfoque activo y alcance mundial. Gestiona aproximadamente 315.600 millones de euros. Posicionados en Reino Unido, Europa continental, Norteamérica y Asia, los equipos especializados de Aegon Asset Management ofrecen soluciones de inversión de gran calidad en diversas clases de activos. Como parte de Aegon Group, su trayectoria se remonta hasta 1844.
Pixabay CC0 Public DomainPixabay 12019. Allianz GI lanza un fondo de renta variable europeo para invertir en la transición hacia la economía baja en carbono
Allianz Global Investors ha lanzado el fondo Allianz Climate Transition, una solución de inversión domiciliada en Luxemburgo y que invierte en acciones de empresas europeas que están bien preparadas para la transición hacia una economía baja en carbono. Más específicamente, además de generar un atractivo rendimiento financiero, la estrategia busca lograr un impacto ambiental y social.
El fondo se centrará en inversores minoristas e institucionales y ampliará su oferta de inversión sostenible. Sobre el lanzamiento, Isabel Reuss, directora global de análisis ISR en Allianz Global Investors, ha comentado que “no hay tiempo que perder. El cambio climático es uno de los desafíos más importantes de este siglo. Como inversores activos queríamos ofrecer un producto de renta variable que no solo permita a los inversores abordar los riesgos climáticos, sino también beneficiarse de las oportunidades de inversión que supone la transición energética, ayudando a contribuir a una ‘transición justa’ que también tenga en cuenta sus dimensiones sociales”.
El equipo gestor de la cartera se basa en un proceso de inversión probado e impulsado por el análisis que combina el impacto financiero, el de los factores ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo), y el climático para crear una cartera concentrada que mitiga el riesgo de emisiones de carbono y que ayuda a financiar la transición energética mediante la identificación de los que mejor se han comportado, los mejores esfuerzos y las mejores soluciones con respecto al clima.
Sobre el enfoque, Christine Clet-Messadi, gestora de la cartera, ha explicado que “adoptamos un enfoque diferenciado que va más allá de la exclusión, ya que nuestro objetivo es fomentar el cambio y facilitar la transición. Buscamos compañías que ya han logrado reducir significativamente su huella de carbono, que se han comprometido de manera creíble con programas ambiciosos de reducción de carbono que muestran desarrollos positivos y / o empresas que ofrecen soluciones para ayudar a otros a reducir significativamente las emisiones de carbono”.
Por su parte, Steve Berexa, responsable global de inversiones de renta variable de Allianz Global Investors, ha señalado que “embarcarse en la transición climática se ha convertido en una necesidad para muchas industrias. Allianz Global Investors ha comenzado a analizar riesgos y oportunidades para sectores y acciones específicas hace muchos años. El lanzamiento del fondo Allianz Climate Transition amplía nuestra oferta internacional y ayuda a nuestros profesionales de inversión en la plataforma de inversión global a obtener información adicional sobre una dimensión de riesgo crucial a través de la lente específica que requiere esta estrategia. Dado que estamos en el proceso de integrar factores ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG) en todas las estrategias y clases de activos en nuestra toma de decisiones de inversión, es imperativo evaluar y discutir cómo los riesgos y oportunidades climáticos pueden afectar a todo tipo de empresas para generar valor para nuestros clientes».
El nuevo fondo Allianz Climate Transition nace de una estrategia domiciliada en Francia que cuenta con más de tres años de trayectoria en un gran mandato institucional y como un vehículo francés. El producto domiciliado en Francia se fusionó con el nuevo fondo registrado en Luxemburgo el 19 de febrero de 2019. Las diferentes clases de acciones del nuevo fondo se registrarán para distribución pública en varios mercados europeos.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Acudirán una vez más al rescate los bancos centrales en 2019?
Hace aproximadamente diez años, la mayoría de los gobiernos occidentales asumió la deuda de sus bancos nacionales en un intento por salvarlos de las nefastas consecuencias de la Gran Recesión. Con esta pesada carga sobre los hombros, los gobiernos dejaron en manos de sus bancos centrales la tarea de encarrilar de nuevo la economía.
Estos últimos hicieron lo que mejor saben hacer: inyectar liquidez en el sistema financiero en aras de, al menos, evitar el colapso absoluto del mismo y la entrada en barrena de la economía. Sin embargo, los bancos centrales también esperaban algo más: que la nueva liquidez que inundaba los mercados impulsara los precios de los activos financieros —desde la deuda pública a la renta variable, pasando por los bonos corporativos y los activos inmobiliarios— de cara a generar un efecto “riqueza”. Se trata de un concepto con el que los economistas están muy familiarizados y que se cimienta sobre la teoría de que la revalorización de los activos de las personas impulsa la confianza de los consumidores y su predisposición a comprar, reavivando así la demanda en la economía.
No obstante, este efecto riqueza ha arrojado resultados dispares durante los últimos años. Su influencia en Europa resultó nimia, debido a un subempleo generalizado y a la reducida proporción de ahorros que los europeos destinan a la inversión en renta variable. En Estados Unidos, donde las personas invierten mucho más en activos financieros, el aumento de los precios de las acciones contribuyó considerablemente a una recuperación del consumo.
Con todo, en ambos casos, el efecto riqueza dio lugar a una brecha —que no tardó en ampliarse hasta convertirse en un profundo abismo— entre los afortunados titulares de activos financieros y los trabajadores asalariados que carecían de ellos, que vieron como sus rentas se estancaban como resultado de un crecimiento económico anémico y de unas restrictivas políticas presupuestarias.
La heterogeneidad de los resultados no solo generó un creciente descontento entre los estratos sociales más perjudicados por las políticas monetarias adoptadas en respuesta a la Gran Recesión, sino que también desacreditó a los gobiernos sucesivos, que se mostraron incapaces de aportar soluciones presupuestarias a los problemas en cuestión debido a la falta de margen de maniobra suficiente para implementar sus políticas.
Hoy, diez años después, las principales consecuencias políticas de esta disonancia resultan evidentes. En las principales democracias occidentales, hemos asistido al surgimiento de plataformas alternativas de corte radical y populista que han cosechado importantes éxitos electorales, en función del nivel de frustración económica que han experimentado los segmentos de la población que menores rentas perciben. Si bien esta tendencia se puede atribuir principalmente a factores concretos sociológicos e incluso claramente políticos, resulta casi inevitable pensar que la elección de Donald Trump, el referéndum que se saldó con el voto a favor del Brexit y la llegada al poder de Matteo Salvini en Italia se deben, en gran parte, a los efectos colaterales de la decisión de hacer frente a la Gran Recesión con una combinación de inflación del precio de los activos financieros y austeridad presupuestaria. Asimismo, cabe recordar que incluso Emmanuel Macron se alzó con la victoria en Francia con la promesa de romper con la «política económica tradicional» (por mucho que fuera un candidato reformista).
A medida que 2018 toca a su fin, los inversores tienen sobrados motivos para preocuparse, habida cuenta de que las políticas monetarias con las que tan buenos resultados han obtenido se encuentran en fase de normalización en todo el mundo. Para colmo, el crecimiento económico sigue dando muestras de inestabilidad y la hoja de ruta de las políticas económicas resulta incierta. Un análisis general de la coyuntura nos permite afirmar que nos hallamos inmersos en una triple colisión entre los ciclos monetario, macroeconómico y político.
El generoso programa de gasto público de Trump podría haber alimentado la ilusión de que la política presupuestaria puede solucionar nuestros problemas. Además, a pesar de financiarse mediante deuda (el déficit presupuestario del país se encuentra en vías de representar un 6 % del PIB este año), su política presupuestaria solo ha logrado, en parte, generar su propio antídoto, esto es, provocar un aumento de los tipos de interés. No obstante, incluso a pesar del estatus privilegiado que ostenta EE. UU. en los mercados financieros, solo es cuestión de tiempo que esos mismos efectos colaterales se materialicen también en su propio territorio. La excesiva carga de la deuda a nivel mundial nos condena a seguir creciendo ad eternum —un objetivo inalcanzable—, dado que esta intensificará las ralentizaciones económicas y amenaza con convertir cualquier recesión en un colapso devastador.
Llegados a este punto, cabe destacar que la economía estadounidense ya ha empezado a ralentizarse, y cuesta imaginar de qué forma podrían Italia y Francia liberarse de los grilletes que representan sus niveles de endeudamiento. Por tanto, el primer riesgo al que se enfrentan los inversores en 2019 es la continuación de la deflación de los precios de los activos financieros. Sin embargo, esa deflación también podría tener efectos cruentos en la economía real al provocar la reversión del efecto riqueza: unos precios de activos inferiores lastrarían aún más la confianza de los consumidores en un momento en que los responsables políticos carecen del margen de maniobra necesario para adoptar programas de estímulo adecuados. ¿Acudirán una vez más al rescate los bancos centrales?
Tribuna de Didier Saint-Georges, miembro del Comité de Inversión de Carmignac.
. IE Law School prepara un executive program, online y en inglés, en Fintech bajo la dirección académica de Ana García de Baker Mckenzie
IE Law School lanzará un nuevo programa executive bajo la coordinación y dirección académica de Ana García, socia responsable del departamento de Servicios Financieros y Regulación Bancaria del despacho Backer Mckenzie. El ‘Programa Fintech’ tendrá una vocación global y permitirá no sólo que los participantes se beneficien de una muy amplia gama de profesionales que serán cuidadosamente seleccionados como expertos en cada una de las diferentes sesiones del curso sino que fomentará un networking global y altamente diverso entre todos los participantes del mismo.
Muchos de estos profesionales tienen un gran recorrido en el sector, como Martín Huete, cofundador de Finizens y vicepresidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech, o Gabriella Orille, directora de innovación global de Andbank o Paolo Sironi, experto global en Fintech y autor de numerosa bibliografía como la materia.
De la mano de estos expertos, los asistentes contarán con un asesoramiento preciso y su apoyo y tutoría para aprender a diseñar y crear un plan de negocio innovador para implementar cualquier estrategia, nuevo producto o una empresa emergente y poner en práctica todos los conocimientos adquiridos.
El programa del curso incluye una introducción al sector fintech, así como una serie de retos existentes en este innovador ámbito. También se incide en el apartado financiero, brindando al participante conocimientos relacionados con la aplicación de la teconología a diferentes servicios financieros.
Las técnicas de marketing asociadas al sector fintech y al área teconológica también estarán presente en el curso organizado por IE Law School.
El curso se desarrollará online y en inglés desde el 28 de marzo hasta el 14 de julio (durante los jueves y viernes al mediodía, de 14 a 17 horas), y tiene un coste de 5.800 euros.
La directora académica opina que se trata de un programa pionero y único en su especie que va a lograr crear un ecosistema global de alumnos IE que tengan interés en no sólo aprender los retos y oportunidades que ofrece el sector fintech sino también cimentar relaciones de interés tanto entre ellos como con los profesores.
Se estructura en los siguientes módulos de conocimiento: introducción al fintech y retos del sector; servicios financieros y aplicaciones de la tecnología al sector de servicios financieros y regulación; marketing de servicios financieros e inversiones en el sector fintech; y legaltech y escenario tecnológico.
Los interesados pueden inscribirse desde la página web de la entidad organizadora.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: jnn1776. Cuestionando el consenso: el miedo del mercado a una recesión en Estados Unidos podría ser excesivo
La largamente esperada desaceleración estadounidense está dando la cara finalmente en los datos y los mercados están convencidos de que el ciclo de subidas de la Fed ha concluido. A la vista de la negatividad y el pesimismo que se respira, resulta sencillo dejarse llevar y sumarse al bando de la recesión y los recortes de tipos. Sin embargo, según apunta Anna Stupnytska, responsable del área de macroeconomía global y estrategia de inversión de Fidelity International, los salarios reales han aumentado recientemente, así que los mercados podrían haberse excedido en relación a las perspectivas de crecimiento a corto plazo y la función de reacción de la Fed.
Desaceleración estadounidense
La desaceleración de Estados Unidos que todos los participantes del mercado estaban esperando se observa claramente, a juzgar por el descenso de las encuestas empresariales y de consumo, junto con el deterioro continuado de los sectores sensibles a los tipos de interés, como la vivienda y los productos de consumo duraderos, y cierto enfriamiento del mercado laboral. El llamativo endurecimiento de las condiciones financieras en Estados Unidos sugiere que ha arraigado la tendencia de ralentización del crecimiento en 2019. Desde su mínimo a comienzos de año, el índice de condiciones financieras de Estados Unidos subió 225 puntos básicos hasta su máximo justo antes de finales de diciembre.
El segundo tramo de este endurecimiento desde octubre fue especialmente acusado y sumó 140 puntos básicos hasta el máximo. Indudablemente, este movimiento no es ni de lejos tan extraordinario como el que se produjo en la segunda mitad de 2008 pero, de mantenerse, es suficiente para erigirse como un importante obstáculo para el crecimiento estadounidense. Resulta razonable suponer que el endurecimiento visto hasta ahora debería reducir en más de un punto porcentual el crecimiento estadounidense en 2019.
Ahora que están agotándose los estímulos presupuestarios, Fidelity International considera que el ritmo de crecimiento será similar o ligeramente superior a la tendencia, pero inferior al 2% en 2019. Aunque esta desaceleración con respecto a 2018 es significativa, no es un entorno de recesión: es un retorno a la tasa media de crecimiento de las últimas décadas.
¿Puede resistir el consumidor estadounidense?
No cuesta ser pesimista sobre literalmente todos los componentes del PIB y, por eso, Stupnytska cree que la inversión productiva y las exportaciones netas pueden generar alzas contenidas de forma sostenible, pero las perspectivas del consumo privado son menos claras. Existen obstáculos obvios para los consumidores, como las subidas de los tipos de interés y la reducción de la riqueza neta después de las acusadas caídas de las bolsas, pero lo que le parece intrigante es la reciente aceleración de los salarios reales, por la vía tanto del mayor crecimiento del salario nominal como del descenso de la inflación. Si el crecimiento del salario real se mantiene en territorio positivo por el momento, sería favorable para el consumo durante el año, tal vez de forma similar a 2015, cuando el consumo aguantó a pesar de la desaceleración general de la economía.
La Fed no ha acabado todavía
Desde hace tiempo, Stupnytska pensaba que la Fed no iba a subir tanto los tipos y esperaba tan solo una subida más en 2019. Aunque mantiene esta opinión, ahora se encuentra al otro lado del consenso y los precios de mercado. Lo que cree que no se comprende bien es que esta desaceleración hasta el crecimiento tendencial, o un nivel ligeramente superior, es un escenario muy deseable para la Fed, que está tratando de evitar el recalentamiento. Dado que el mercado laboral siguió fortaleciéndose, el énfasis de la Fed estará en la tasa de desempleo y el crecimiento de los salarios. Siempre y cuando el desempleo caiga y los salarios suban, el sesgo de subida de los tipos se mantendrá.
Como se sabe, la Fed nunca ha conseguido orquestar un aterrizaje suave mediante subidas de tipos y la sensación de Stupnytska es que lo saben, pero hasta que vean señales de estabilización de las tasas de desempleo es poco probable que lleguen a la conclusión de que su trabajo en este ciclo ha terminado. Las estimaciones sugieren que el ritmo de equilibrio para el crecimiento del empleo mensual oscila entre 90.000 y 100.000 puestos de trabajo. En noviembre, la media de tres meses se sitúa en 170.000. Queda, pues, mucho camino.
Resumiendo: en ausencia de grandes convulsiones, Stupnytska cree que no habrá necesidad de recortes de tipos “de emergencia” durante el año, y posiblemente tampoco en 2020. Su hipótesis de trabajo es una subida más en marzo o junio, con riesgo de una nueva subida más adelante, y posiblemente más subidas (en esto piensa que consistirá la función reactiva de la Fed durante los próximos meses, pero no es necesariamente cómo piensa que se debería actuar).