Foto cedida. Cobas nombra a José Manuel Pérez Jofre director Financiero y de Operaciones
El consejo de administración de Cobas Asset Management aprobó el pasado día 26 el nombramiento de José Manuel Pérez Jofre como director Financiero y Operaciones de la gestora, cargo al que se incorpora mañana en sustitución de Miguel del Riego, quien pasa a desempeñar otras funciones dentro del Grupo.
José Manuel Pérez Jofre tiene 54 años, y es un gestor senior con más de 30 años de experiencia en el sector de la gestión de activos, tiempo en el que ha ocupado distintas responsabilidades en varias entidades financieras españolas.
Inició su carrera profesional en la Mutua Madrileña como analista de renta fija y gestor de carteras. En 1996, fue nombrado director de renta fija de esa misma compañía, gestionando carteras de la entidad además de responsabilizarse del lanzamiento de nuevos productos y de las emisiones e implantación de modelos de gestión de riesgos.
Dos años después, fue designado director de Estrategia y Renta Fija, siendo responsable de la gestión de los diferentes fondos de renta fija pública, privada, así como de las diferentes carteras bajo gestión, sumando un total de activos superior a los 2.500 millones de euros. En paralelo, se ocupó de rediseñar e implantar nuevos sistemas de control de riesgos, y los sistemas de asesoramiento de gestión de carteras de clientes.
En 2005, se hizo cargo de la dirección de Inversiones de Mutua Madrileña, liderando todas las áreas, incluyendo la renta variable y el lanzamiento de nuevos productos.
Apenas dos años más tarde, se incorporó como socio fundador al equipo de Valórica, gestora especializada en la gestión de fondos de retorno absoluto. El proyecto estaba compuesto por gran parte del equipo gestor de Fonditel, y enfocado a clientes institucionales con los que mantenía relación activa.
En 2010, fue fichado por el Grupo Santander como director de Inversiones en Santander Asset Management España, con el objetivo de desarrollar la gestora y hacerla crecer. Ahí lideró un equipo de 50 profesionales distribuidos en seis áreas de gestión, análisis y trading, con un volumen de gestión de 70.000 millones de euros.
Desde ese cargo, participó activamente en la integración de las diferentes gestoras del grupo bancario en Europa y Latinoamérica, así como en la creación de la gestora global. En este periodo, tuvo una presencia muy activa en el Comité de Dirección de la gestora, así como en el Comité Comercial, donde estaban representadas las diferentes áreas de negocio y principales clientes internos de la gestora.
Con la reciente reorganización del Grupo Santander (de centralización a geografía), y el cambio de equipo directivo, acaba de formalizar su salida después de ocho años. De ese modo, da por finalizada su etapa de gestión anterior más volcada en la inversión para estar más enfocado en la dirección general, como lo estuvo en los últimos años en el Santander.
Pixabay CC0 Public DomainDidgeman. Deuda corporativa estadounidense: ¿oportunidad o exceso de riesgo?
El año acabó con la renta fija como un activo muy poco atractivo para los inversores dado su rendimiento y desempeño, pero, desde el cambio de discurso de la Fed, parece que ha comenzado a ganar interés. Las gestoras defienden que no todos los activos son iguales en renta fija y que es posible encontrar valor, como por ejemplo en la deuda corporativa.
En opinión de Michalis Ditsas, responsable de especialistas de inversión de SYZ Asset Management, los mercados de deuda corporativa estadounidenses y europeos se transforman constantemente y brindan nuevas oportunidades. “Los mercados mundiales de deuda corporativa comenzaron el año con buen pie, ya que los inversores reaccionaron positivamente a la postura cada vez más acomodaticia de los bancos centrales y a la mejora de las valoraciones en una clase de activos que sigue caracterizándose por unos fundamentales bien orientados”, explica Ditsas.
De hecho, los mercados de deuda corporativa repuntaron desde la ola de ventas de diciembre ante la moderación de los temores a una ralentización del crecimiento mundial y, lo que es más importante, la disminución sustancial de las expectativas de subidas de tipos en Estados Unidos y Europa. Con todo, el estado de salud de los mercados de deuda corporativa sigue preocupando a los inversores, inquietos por los niveles de apalancamiento, el uso de las rentas obtenidas, la cantidad de impagos y las previsiones de rentabilidad de cara a 2019.
Para Guido Barthels, gestor senior de Ethenea, esta clase de activos permite tener una mayor percepción de un mayor nivel de liquidez, al menos en algunos tipos de bonos como por ejemplo los bonos subordinados y los bonos de alto rendimiento. Según explica Barthels, nos encontramos ante un mercado que también tiene sus fragilidades. “En noviembre y diciembre de 2018, el mercado de bonos corporativos ya se había enfriado considerablemente. La liquidez era prácticamente inexistente, especialmente cuando se quería vender. Los diferenciales de rendimiento se ampliaron de manera significativa antes de volver a reducirse considerablemente en enero de 2019. A pesar de los elevados volúmenes de emisión por parte de las empresas, los nuevos bonos, a menudo, están sobre suscritos, lo que da lugar a una reducción significativa de los diferenciales, incluso durante la fase de emisión. En estos momentos, los compradores se comportan como si los dos últimos meses del año pasado no hubieran sucedido”, argumenta.
Sin olvidar esta advertencia, Ditsas se muestra positivo e insiste: “En general, la deuda corporativa se ha beneficiado considerablemente a principios de 2019 de la postura acomodaticia de la Fed y el BCE y de la mejora acelerada de los precios del crudo y de las acciones. El crecimiento económico continúa siendo un obstáculo pero, en ausencia de recesión —que es nuestra hipótesis de base—, no identificamos cuestiones que vayan a penalizar significativamente a los fundamentales. Conservamos una visión positiva sobre la deuda corporativa, sobre todo los bonos de alto rendimiento europeos y los bonos subordinados ante la favorable composición de su mercado y las características de rendimiento. Al observar de cerca los benignos rasgos de esta clase de activos, a los inversores les resultará más fácil atrapar rentabilidades positivas”.
Mercado estadounidense
En este sentido, uno de los mercados que más preocupa a los inversores es el estadounidense, ya que el apalancamiento corporativo en Estados Unidos ha aumentado. Desde los mínimos alcanzados tras la crisis financiera, la deuda corporativa norteamericana ha crecido notablemente tanto en términos absolutos como relativos en relación al PIB, hasta situarse en torno al 45% actual. A esto hay que añadir que ante proporciones de deuda similares se han dado casos de recesiones en el pasado, concretamente entre 2007 y 2009, en 2001, y entre 1990 y 1991.
“Las compañías han usado el capital recaudado para un sinfín de operaciones, desde la refinanciación de la deuda existente con mejores condiciones, a la financiación de fusiones y adquisiciones, pasando por la financiación de los gastos de inversión y de los procesos de recompra de acciones. Como consecuencia, la deuda emitida con una calificación de BBB ha crecido por encima del 300% entre 2008 y 2018, con un índice de crecimiento anual compuesto del 15,4%, lo que supone un ritmo considerablemente más rápido que el de otros grados de calificación”, explican Dan Heron, responsable de contenido de inversión de UBS AM, y Ray Primmer, responsable de soluciones de inversión de UBS AM. Este desequilibrio ha servido para justificar, al menos en parte, las preocupaciones sobre las previsiones del crédito en Estados Unidos si la economía se ralentiza.
En este sentido, lo importante es analizar si la deuda corporativa norteamericana un problema inminente para los inversores. “A pesar de las preocupaciones sobre los covenants y los potenciales asuntos derivados de la liquidez de los préstamos apalancados, la respuesta es no, o al menos no a corto plazo dado el ajuste de precios sufrido en 2018 y el abrumador sentimiento negativo en un contexto económico todavía razonable para Estados Unidos”, afirman estos dos expertos de UBS AM.
En opinión de Mark Munro, gestor de Aberdeen Standard Investments, el problema con Estados Unidos es que el escenario macro es mejor que el de otras zonas, pero las valoraciones lo reflejan. Hablando sobre el crédito, apunta que éste experimentó una gran corrección en el último trimestre del año pasado, pero ya ha recuperado mucho desde el inicio de este ejercicio, lo que hace que las valoraciones sean caras desde un punto de vista histórico, particularmente en el high yield.
“El cash es una clase de activo en Estados Unidos, no lo es en Europa, ni el Reino Unido. En estas zonas sólo dejas dinero en liquidez si estás esperando para invertirlo en otro lado. Sí puedes hacerlo en Estados Unidos se puede invertir al 3% en activos prácticamente libres de riesgo. Cuando el high yield tiene una rentabilidad en torno al 3% o 4% sobre la liquidez, los inversores comienzan a preocuparse. Los mínimos del año pasado fueron del 3,8% sobre el cash y si volvemos a alcanzar estos niveles es difícil ver cuánto más se puede conseguir. Por eso reiteramos que, desde nuestro punto de vista, las valoraciones están bastante caras, por lo que hay que ser cautelosos en este punto”, afirma.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: roegger. La estrategia de inversión en agua de Tareno AG se centra en empresas innovadoras con soluciones de largo plazo
El agua como tema de inversión se basa en desarrollos estructurales a largo plazo, como el crecimiento de la población, el cambio climático, la urbanización y la transformación tecnológica. Teniendo en cuenta esas inevitables megatendencias globales, las compañías posicionadas a lo largo del ciclo de valor del agua han logrado un mayor cambio en el crecimiento del PIB mundial. Por ese motivo, el Tareno Global Water Solutions Fund se centra especialmente en empresas innovadoras que ofrecen soluciones eficientes y orientadas al futuro para una utilización óptima de los recursos hídricos.
El objetivo de este fondo, según la sociedad gestora, es generar un crecimiento a largo plazo mediante un estilo de inversión “consistente, orientado a los resultados”, al tiempo que permite contar con una participación en negocios que prometen ser exitosos con una reducida inversión de capital y que, por ende, ofrecen retornos atractivos seguros.
Desde su lanzamiento en enero de 2008, el Tareno Global Water Solutions Fund invierte en negocios globales del futuro que, directa o indirectamente, ofrecen productos y servicios relacionados con la cadena de valor del agua. “Nuestro fondo de acciones internacionales espera cosechar los beneficios de las dinámicas del mercado, el potencial de crecimiento y las oportunidades de inversión”, apunta Tareno.
En ese sentido, destaca las ventajas que pueden ofrecer a la hora de invertir ámbitos relacionados con el agua, como son la eficiencia energética, el reciclaje de agua, la inspección de calidad, la desalinización, las instalaciones sanitarias, la detección de fugas o el tratamiento de recursos hídricos, entre otros.
Para aprovechar estas oportunidades, la estrategia se sirve de tecnologías innovadoras como el Big Data y la Inteligencia Artificial e integra criterios ESG (ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo). La gestora utiliza un enfoque “bottom-up” y cuenta con un sesgo hacia las firmas de mediana capitalización.
Con cerca de 87 millones de euros en activos bajo gestión (a 29 de marzo de 2019), el fondo tiene entre 40 y 50 valores, con un peso del 1% al 5% por posición. Tras registrar una rentabilidad negativa del 7,6% en 2018, en los tres primeros meses del año ha experimentado un claro repunte y el rendimiento se ubica ahora en el 16,5%. Mientras, la volatilidad anualizada a tres años es del 10,72%.
Foco en EE.UU. y servicios básicos
Por países, el que mayor peso tiene en el fondo es Estados Unidos, con un 63,5%, seguido, de lejos, por el Reino Unido (11%), Italia (7,7%), y Suiza (3,8%), de donde es originaria la gestora. Por divisas, también hay una clara sobreponderación del dólar (63,6%), frente a otras monedas como el euro (12%) o la libra esterlina (11,1%).
Los sectores más sobreponderados en la cartera son el de los servicios básicos (41,7%), el industrial (37,6%) y el de la construcción (17,5%), con un 2,2% dirigido a la agricultura y un exiguo 1% para liquidez.
Por último, de los valores que tiene Tareno en cartera, sus mayores posiciones se encuentran en la multinacional estadounidense de biotecnología Thermo Fisher Scientific (5,2%), el conglomerado Danaher Corporation (5,1%) -que trabaja con productos industriales, sanitarios y de consumo-, y la firma de servicios de agua y electricidad American States Water Co (5%).
Foto cedidaTasio Castaño y Alejandro Sarrate, fundadores de MCH Investment Strategies II.. MCH Investment Strategies se transforma en sociedad gestora de instituciones de inversión colectiva para continuar su expansión
MCH Investment Strategies AV SA, firma especializada en la identificación y selección de gestores especialistas con talento, se ha transformado en sociedad gestora de IICs. Esta transformación permite continuar la expansión del proyecto que iniciaron Tasio del Castaño y Alejandro Sarrate en 2008.
A lo largo de sus 11 años de historia, MCH Investment Strategies ha buscado gestores especialistas en cada clase de activo o estilo de gestión que hayan demostrado su habilidad para generar valor añadido a sus inversores en el largo plazo y poder así ofrecer un servicio de alta calidad a sus inversores. A día de hoy MCH Investment Strategies tiene más de 2.000 millones de euros gestionados o representados, con presencia en España, Italia o Portugal.
Una parte importante de estos activos están repartidos entre ocho gestoras con fondos UCITS que ha seleccionado y representa en exclusividad la firma: Brown Advisory; Eleva Capital; Mirae Asset; East Capital; Ferox Capital, Shenkman Capital, Ruffer LLP y Fulcrum AM. Por otro lado, el área de estrategias ilíquidas inició su andadura hace 2 años con el lanzamiento de MCH Global Buyout Strategies FCR, fondo de capital privado asesorado por Alpinvest. La firma espera continuar creciendo en los próximos años tanto por la vía de fondos UCITS como a través de otras estrategias ilíquidas, aunque siempre asesorado por gestores especialistas de probada experiencia.
Según explica la firma, desde su creación, lo que ha marcado la filosofía de MCH Investment Strategies es la rigurosidad a la hora de elegir a los gestores con los que colabora. Así, siempre ha contado con gestores independientes, especializados en distintos tipos de activos, con procesos de inversión consistentes y track records consolidados. De este modo, los gestores a los que representa están especializados en una estrategia de inversión y tienen un objetivo común: la generación de alpha.
En este contexto, MCH Investment Strategies apuesta por seguir manteniendo como hasta ahora los partnerships a largo plazo con gestores de probada experiencia en el activo. Tasio del Castaño, socio fundador de MCH Investment Strategies, asegura que “la mayoría de las gestoras con las que trabajamos las seleccionamos en 2008 y 2009 y a día de hoy seguimos manteniendo una relación profesional con ellas. Este aspecto, que nos caracteriza, lo seguiremos manteniendo con el objetivo de seguir ofreciendo a inversores institucionales unos elevados estándares de calidad y unos servicios de valor añadido que nos diferencian del resto de players del sector. Nuestra misión es ayudar a nuestros gestores internacionales a aumentar y preservar su base de clientes, actuando como especialistas de producto independientes en España, Portugal e Italia”.
Para Alejandro Sarrate, socio fundador de MCH Investment Strategies, “la transformación en gestora representa la evolución natural de la firma dado el tamaño conseguido, así como las buenas perspectivas en nuevas estrategias de inversión. No se trata de una nueva división, es una continuación de lo que hemos estado haciendo durante la última década. Solo con fondos UCITS no es fácil conseguir una rentabilidad-riesgo óptima actualmente y en muchas ocasiones el gestor en el que más confiamos no tiene una estructura adecuada para nuestros inversores. Por ello, y para seguir siendo fieles a nuestra filosofía de colaborar con los especialistas más consistentes en cada activo, hemos decidido transformarnos en gestora”.
Pixabay CC0 Public DomainMabelAmber. Aumentan las asignaciones a ETFs en las carteras de los inversores institucionales en Europa
Las asignaciones a fondos cotizados (ETFs) por parte de inversores institucionales aumentaron un 50% en 2018, alcanzando la cota del 15% de los activos totales entre los 127 inversores con este perfil que participaron en la edición de 2018 del estudio sobre la industria de ETFs en Europa elaborado por Greenwich Associates (2018 European Exchange-Traded Funds Study). Este incremento respondió en gran medida a tres tendencias principales.
La primera de ellas fue la popularidad de los ETFs aumenta en contextos de volatilidad. En 2018, los inversores institucionales europeos reposicionaron sus carteras de cara a un contexto de inversión convulso caracterizado por posibles subidas de tipos a manos del BCE y por una serie de riesgos geopolíticos. La implementación de estos ajustes incrementó la demanda de ETFs. Los inversores institucionales afirman que la velocidad de negociación, la diversificación en una única operación y la liquidez de los fondos cotizados los convierten en herramientas versátiles para la estructuración de carteras.
La revolución de las estrategias indexadas
Los inversores institucionales europeos que buscan beta con un coste reducido siguieron reasignando sus activos desde las estrategias de gestión activa a las indexadas el año pasado. Esta transición impulsó los flujos de entrada en ETFs, que fueron el vehículo escogido por el 84% de los participantes en el estudio para las exposiciones indexadas. Resulta probable que esta tendencia continúe en 2019, dado que las asignaciones de los inversores institucionales a estrategias indexadas siguen muy por debajo de los niveles considerados óptimos.
Los criterios ESG, clave
Los inversores institucionales europeos están integrando los criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (en inglés, ESG) en su proceso de inversión, y muchos de estos inversores están recurriendo a los ETFs como su vehículo de preferencia para las exposiciones basadas en estos criterios. El 44% de los participantes en el estudio y la mitad de los gestores de inversiones utilizan los ETFs como principal medio para abordar la inversión ESG.
Casi la mitad de los inversores del estudio esperan asignar más del 50% de sus activos totales de conformidad con los criterios ESG en los próximos cinco años. «Nuestros datos sugieren que el notable incremento de la inversión en ETFs por parte de los inversores institucionales el año pasado no se produjo a pesar de las condiciones turbulentas, sino gracias a ellas», comenta Andrew McCollum, managing director de Greenwich Associates y autor de In Turbulent Times, European Institutions Turn to ETFs.
Los inversores institucionales están recurriendo a los ETFs no sólo como herramienta táctica sino también para exposiciones estratégicas para el núcleo de la cartera. En el segmento de renta fija, las asignaciones a fondos cotizados se duplicaron hasta representar el 20% de los activos totales entre los inversores institucionales que invierten en estos productos, al igual que las asignaciones a ETFs de renta variable, que aumentaron hasta alcanzar aproximadamente el 28% de los activos, desde el 14% que representaban en 2017.
Por otro lado, las estrategias smart beta se mantienen como un importante catalizador del crecimiento y la demanda de los fondos cotizados. Dos tercios de los participantes en el estudio y casi tres cuartos de las gestoras patrimoniales discrecionales invierten en ETFs basados en factores o de smart beta. Más de un tercio espera aumentar sus asignaciones en los próximos 12 meses y casi la mitad de los participantes que tienen intención de aumentar sus asignaciones a ETFs de smart beta espera aumentar estos niveles en un 10% o más.
Greenwich Associates prevé un crecimiento continuado de la inversión en ETFs por parte de los inversores institucionales en 2019: casi el 40% de los inversores que actualmente invierten en ETFs y participaron en el estudio planea aumentar su asignación a estos productos en los próximos 12 meses.
«En un año en el que la volatilidad ha regresado a los mercados, los inversores recurrieron a los fondos cotizados para captar alfa, gestionar el riesgo, invertir de forma sostenible y acceder a liquidez en unas condiciones financieras más restrictiva. En el futuro, el dinamismo de la adopción de los ETFs que hemos visto en los últimos años se verá impulsado por una revolución en la forma en que se estructuran las carteras en Europa. La sensibilidad de los inversores a los costes, los cambios normativos, la modernización del ecosistema de la renta fija y el mayor acceso a herramientas de datos y análisis está sentando las bases del crecimiento futuro», afirma Brett Pybus, responsable del equipo de estrategia de inversión y producto de iShares para la región EMEA en BlackRock, que patrocina el estudio.
«Los datos que arroja el estudio elaborado por Greenwhich Associates son relevadores: los inversores institucionales aumentaron su exposición a los ETFs un 50% en 2018. Esto refuerza la tendencia de un interés creciente por parte de los inversores por la adopción de ETFs, especialmente es contextos de volatilidad y turbulencias en los mercados. La simplicidad operativa, sencillez y liquidez, fueron algunas de las características que los inversores apreciaron y que definieron el aumento de su exposición al producto. Los inversores españoles no han sido ajenos a esta tendencia y vemos cómo la industria de ETFs y gestión indexada continúa creciendo a buen ritmo», señala por su parte Aitor Jauregui, responsable de BlackRock Iberia.
«Además, ha resultado también muy interesante ver cómo los estándares de ESG están cada vez más presentes en la mentalidad de los inversores y casi la mitad de los encuestados espera que un 50% de sus activos esté gestionado según criterios ESG en los próximos cinco años. Actualmente cerca de la mitad de los encuestados recurren al ETF como vehículo para acceder a inversiones socialmente responsables y la tendencia sin lugar a dudas es positiva para los próximos años», concluye Jauregui.
Pixabay CC0 Public DomainNickyPe. Merian Global Investors pasa a gestionar la estrategia de renta fija total return que administraba Bill Gross en Janus Henderson
Merian Global Investors será a partir de ahora la encargada de gestionar el fondo total return de bonos en dólares que hasta el momento estaba administrado por Janus Henderson y cuyo gestor era Bill Gross, quien se jubiló en febrero de este año. A 31 de marzo de 2019, el fondo cuenta con 195,5 millones de dólares bajo gestión.
Según ha explicado la gestora, ha decidido cambiar el nombre del fondo, que a partir de ahora pasa a llamarse Merian Total Return USD Bond Fund. Los nuevos gestores, Mark Nash y Nick Wall, mantendrán intacto el objetivo del fondo (maximizar el rendimiento total preservando el capital y realizar una gestión prudente de la inversión), pero sí han decidido incluir algunos cambios.
En primer lugar, se ha ampliado el mandato de inversión y ahora, como mínimo, el 80% de los activos estarán expuestos a la renta fija, denominada en dólares. Además, se cambiará el índice de referencia por el que se guía para poder ampliar la cobertura geográfica, pasando de usar el Barclays Capital US Aggregate Bond Index a fijarse en el Bloomberg Barclays Global Aggregate Index (USD Hedged). Por último, también amplía la gama de valores en los que puede invertir e incluye un mayor número de bonos corporativos por debajo del grado de inversión, así como bonos convertibles y estructuras de inversión colectiva.
Desde la gestora explica que, con estos cambios, lograrán ofrecer un mejor resultado y hacer que el fondo sea más flexible, “lo que beneficiará a los inversores al ofrecerles nuevas oportunidades de inversión en el universo de renta fija y en una moneda global”, añaden desde la firma.
“Con el reciente cambio en la dirección de la política de los bancos centrales de los mercados desarrollados, que ha tenido un profundo impacto en los mercados de renta fija, creemos que ahora es un momento de expandir el universo de inversiones y dotar de flexibilidad a este fondo. Al utilizar las capacidades de los especialistas sectoriales de nuestro equipo y nuestro estricto marco de gestión de riesgos, esperamos identificar las mejores oportunidades alfa para los clientes», ha señalado Mark Nash, jefe de renta fija de Merian Global Investors.
Por su parte, Warren Tonkinson, director gerente, distribución en Merian Global Investors, ha añadido que “confiamos en que, tras estos cambios, los inversores se beneficiarán de nuestro enfoque basado en equipo experimentado, así como de su universo de inversión. Nos gustaría agradecer a Janus Henderson por haber gestionado el fondo durante todo este tiempo».
El equipo de renta fija de Merian Global Investors tiene una experiencia significativa en la gestión de fondos de renta fija diversificados. Según destaca la gestora, utiliza un enfoque top-down y además su equipo trabaja con un escenario macro, en la que introduce las ideas de los especialistas sectoriales que tiene. Los gestores del fondo adoptan una estricta técnica para “presupuestar” los riesgos, garantizando así que el riesgo se distribuya entre las posiciones en línea con su convicción para alcanzar los objetivos de un fondo de la manera más eficiente.
Foto cedidaHugo Squire, cogestor del fondo Muzinich European Credit Alpha Fund.. Hugo Squire (Muzinich): “El rally que hemos visto de yields no se mantendrá a largo plazo, por eso las estrategias long-short serán determinantes”
Hugo Squire, cogestor del fondo Muzinich European Credit Alpha Fund, considera que el análisis fundamental es un catalizador a largo plazo para identificar el atractivo de los activos, y si merece la pena su relación riesgo/rentabilidad. Justamente, y en su opinión, estamos en un momento de mercado donde la gestión activa y saber manejar las estrategias long-short se han convertido en algo determinante.
“El rally que hemos visto de yields no se mantendrá a largo plazo, por lo que las estrategias long-short serán determinantes. Nuestro fondo, por ejemplo, ha logrado que nos quedemos con el potencial de la subida en los yields, a la par que nos permite protegernos de los cambios en el mercado”, apunta Squire, cuyo fondo ha obtenido una rentabilidad bruta de un 1,53% mientras que el índice de HY Europeo ha caído un -1,25% (desde su lanzamiento).
En este sentido, el fondo está compuesto por un libro core con posiciones largas, uno de coberturas de la cartera que busca proteger la inversión en caso de eventos de corrección del mercado; y un libro de arbitraje que busca obtener retornos positivos no correlacionados en todos los contextos del mercado. “La parte central de la cartera se construye con un enfoque bottom-up de selección de activos de créditos, vía CDS o bonos. Principalmente high yield, pero con flexibilidad para comprar algo de investment grade. Igualmente, el fondo es Europeo, pero hay cierto margen para incluir exposición a Estados Unidos y Mercados emergentes. La segunda parte nos proporciona protección y la última es la más oportunista. Lo importante es que tenemos una visión dinámica de la asignación de activos y eso nos permite adaptarnos con mayor rapidez”, explica para ejemplificar el valor que le dan a la flexibilidad en la situación actual del mercado de renta fija.
La gestora sostiene que, moviéndose de forma dinámica por estas tres áreas de la cartera, es capaz de capturar el potencial del yield sin perder la protección. Los sectores que Squire considera más atractivos, y que han tenido más peso en la cartera, son el bancario, telecomunicaciones, servicios financieros y real estate. Según afirma, “en Europa, nos gusta el real estate y respecto a los bancos, creemos que el Banco Central Europeo está sosteniendo al mercado, pero también que son entidades más sólidas y capitalizadas. Por último, respecto al high yield, y dado que estamos al final del ciclo de crédito, es mejor optar por empresas de muy alta calidad, por lo que el análisis fundamental y el stock picking serán básicos”.
En este sentido, el gestor considera que los fundamentales del mercado de crédito, en general, se han ido debilitando, en parte a ese soporte del BCE; por ello pone el foco en la calidad del crédito. Uno de los riesgos que considera que ha aumentado es la posibilidad de que haya más default de créditos corporativos BBB en caso de que se produzca una recesión. Aún así, hay que destacar que estamos en uno de los niveles más bajos de créditos fallidos desde la gran crisis financiera.
Por último, apunta cuáles serán los principales riesgos del mercado Europeo a largo plazo. “Desde luego que los eventos políticos son importantes para el Viejo Continente, como las elecciones europeas, las elecciones en España o el Brexit, pero hay que mirar más allá. Creo que muy importante la evolución del comercio global, el crecimiento de China y el consumo”, concluye.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Craig Berry. El entorno cambiante en la renta variable growth de mediana y gran capitalización
Históricamente, una asignación en renta variable growth de gran capitalización, representada por el índice Russell 1000 Growth Index, según apunta Nicholas J. Paul, gestor de carteras institucionales de MFS Investment Management, ha representado una oportunidad razonable para ganar exposición a las acciones de de este segmento.
En este análisis, las empresas de mediana y gran capitalización se definen como empresas con una capitalización bursátil entre los 2.000 y los 25.000 millones de dólares, como se ilustra en el gráfico 2. La ventaja de las ineficiencias dentro de la clase de activo es que pueden ayudar a diversificar una cartera, al menos desde el punto de vista de la capitalización de mercado. Sin embargo, debido principalmente al fuerte desempeño de un puñado de acciones tecnológicas (y su consiguiente incremento en su capitalización bursátil) dentro del índice Russell 1000 Growth, hoy en día, el inversor en acciones de gran capitalización es menos capaz de ganar exposición a las empresas de mediana capitalización a través de una asignación tradicional de gran capitalización (como se muestra en el gráfico 1).
En la opinión de MFS, el dominio de las acciones con más influencia entre las empresas de gran capitalización puede ser mejor apreciado cuando se examina desde la perspectiva de los cubos de mercado de la capitalización, como se ilustra en el gráfico 2, donde la exposición a las acciones de mediana capitalización en el índice Russell 1000 Growth ha disminuido desde un 39% de ese índice en 2010 a un 19%, según los datos a 28 de febrero de 2019. También merece la pena señalar donde ha sido reasignado este cambio en el porcentaje: lo que MFS ha observado es un incremento significativo en las acciones con una capitalización superior a los 300.000 millones de dólares en el índice.
Mientras que desde una perspectiva de capitalización bursátil ha habido una falta de diversificación experimentada por el índice, también es importante señalar que este giro unidimensional en la exposición a la capitalización bursátil ha añadido una capa adicional de concentración de riesgo donde, como se ilustra en el grafico anterior, más del 30% del índice Russell 1000 Growth se centra en empresas con una valoración de mercado superior a los 300.000 millones de dólares. El gráfico 3 lo muestra en perspectiva. En 2010, Facebook ni siquiera era una empresa pública, su salida a bolsa fue en mayo de 2012, pero es en la actualidad la sexta empresa más grande del índice, sólo por detrás de Microsoft, Alphabet, Apple, Amazon y Berkshire Hathaway.
Conclusión
Mientras la capitalización bursátil de las principales empresas growth se ha acelerado de forma dramática desde mediados de 2016, superando a las de mediana capitalización, el progreso de esta tendencia en el futuro es incierto. Sin embargo, lo que sí se sabe es que una asignación a las empresas de gran capitalización hoy en día proporciona una menor exposición a las empresas con una capitalización algo menor, y como tal, una asignación dedicada a empresas growth de mediana capitalización puede ser un componente clave de una asignación integral de activos de ahora en adelante.
Pixabay CC0 Public DomainWokandapix
. Una industria no tan modélica
El mundo de la moda vivió dos acontecimientos importantes en la primera mitad del año. Mientras los aficionados a la moda de todo el mundo le daban el último adiós al legendario director creativo de Chanel, Karl Lagerfeld, el comité de auditoría medioambiental del gobierno británico (EAC, por sus siglas en inglés) presentaba el documento final de su informe sobre la sostenibilidad de la industria de la moda.
Aunque las firmas de alta costura como Chanel y las tiendas online de ‘moda rápida’ como Boohoo y Missguided se sitúan en extremos opuestos del mundo de la moda, todas pertenecen a un sector que demanda un nuevo modelo económico, en opinión del EAC. Como asegura en el documento Fixing fashion: clothing consumption and sustainability (Cómo arreglar el mundo de la moda: consumo de ropa y sostenibilidad): “Hacer lo que siempre se ha hecho ya no sirve. La forma en que se fabrica, se usa y se desecha la ropa resulta insostenible”.
La investigación del EAC identifica cinco aspectos de la industria de la moda que resultan perjudiciales para el medioambiente:
Trabajo forzoso y otras prácticas laborales ilícitas
Fibras sintéticas que liberan partículas de plástico
Uso excesivo de agua durante la fabricación de las prendas
Consumo y demanda crecientes de moda rápida
Residuos textiles a gran escala
El comité también sugiere cinco posibles soluciones o formas en las que el gobierno puede contribuir a mejorar la situación:
Garantizar los derechos de los trabajadores en Reino Unido y en otros países
Combatir la contaminación que provocan las fibras sintéticas
Reducir el consumo excesivo de agua
Reducir los residuos generados por la industria
Reducir el ritmo de consumo de las prendas de ropa
La recomendación que ha captado la atención de los medios de comunicación ha sido la de aplicar una tasa de un penique a cada prenda que se fabrique. El comité calcula que con esta medida se recaudarían 35 millones de libras que podrían invertirse en mejorar el reciclaje textil en el Reino Unido. Otras recomendaciones destacadas incluyen:
Reformar el sistema fiscal para premiar a las firmas de moda que diseñen productos con un menor impacto medioambiental y penalizar a las que no lo hagan
Que el impuesto al plástico se aplique también a los productos textiles para fomentar el mercado de fibras recicladas en Reino Unido
Prohibir que las prendas no vendidas que puedan reciclarse se quemen o se desechen en vertederos
Poner en marcha un programa de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) que premie a los que adopten medidas para reducir la generación de residuos
Promover una mayor colaboración entre la industria y el gobierno para acabar con los abusos laborales en las cadenas de suministro
La propuesta del gobierno británico de cobrarle a los fabricantes de ropa un penique por prenda contribuiría a mejorar la recogida y la clasificación de ropa y resolvería al menos uno de los problemas que señala el informe del EAC, ya que ahora mismo la mayoría de los residuos textiles acaban en los vertederos.
Un problema más amplio
Las posibles soluciones que plantea el EAC reflejan que el impacto de la ropa en la sostenibilidad no se limita a la falta de una cultura de reciclaje o a la contaminación por fibras sintéticas. Según McKinsey, una vez que los consumidores se llevan las prendas recién compradas a casa, lavar y secar un kilo de ropa a lo largo de su ciclo de vida, usando los métodos típicos, genera 11 kg de gases de efecto invernadero
McKinsey estima que el cultivo de algodón, que representa aproximadamente el 30% del consumo total de fibra textil, requiere importantes cantidades de agua, pesticidas y fertilizantes y que la mayoría de los países donde se fabrica ropa dependen de combustibles fósiles para generar energía, por lo que un kilo de tela puede generar unos 23 kg de gases de efecto invernadero, en promedio.
Aunque es cierto que parte desde un nivel muy bajo, hay una firma textil nórdica que destaca por sus avances en sostenibilidad. En 2017, el 96% de la electricidad que empleó esta empresa en el desarrollo de sus operaciones se generó a partir fuentes renovables, mientras que el 59% del algodón procedía de cultivos sostenibles y se ha propuesto alcanzar el 100% el año que viene.
Además, ha puesto en marcha un programa de reciclaje por el que anima a los clientes a donar la ropa que ya no utilicen, de cualquier marca, a cambio de un cheque regalo. Según datos de la propia empresa, en 2017 recogieron más de 17.771 toneladas de textiles –lo que equivale a 89 millones de camisetas– gracias a esta iniciativa.
Esperamos ver un cambio de percepción y de comportamiento con respecto a la sostenibilidad de la industria de la moda similar a la concienciación colectiva con el problema de la contaminación por plásticos vivida en los últimos años.
La importancia de la escala
Pese a que los programas de reciclaje como el que hemos mencionado empiezan a ser habituales, la cuestión es que, con frecuencia, no existe una demanda real para la reutilización de esta ropa, por lo que la mayoría de las empresas no encuentran incentivos para poner en marcha este tipo de programas y alcanzar economías de escala.
Aunque para las empresas el coste inicial de mejorar la sostenibilidad puede ser elevado, también es necesario porque, a largo plazo, las fuerzas del mercado o la regulación acabarán doblegando a la industria textil.
Los clientes votarán con el bolsillo o se aplicarán nuevas normas por lo que, a la larga, aquellas empresas que ya hayan hecho la inversión necesaria probablemente serán las que más se beneficien. Es posible que los negocios del estilo de Boohoo o Amazon (que el informe del EAC señala entre los peores en términos de sostenibilidad) tarden más en reaccionar porque están muy centrados en fabricar y distribuir productos de la forma más barata posible y cualquier aumento de precio a corto plazo supondría un freno importante para su modelo.
Por último, los consumidores también deben asumir parte de la responsabilidad. Podemos criticar a las empresas todo lo que queramos pero, si a los consumidores no les importa que una prenda dure una semana, están apoyando esta actitud de ‘usar y tirar’.
Tribuna de Nick Clay, gestor del BNY Mellon Global Equity Income Fund.
Jesús Arístegui. Imagen cedida.. BNP Paribas WM nombra a Jesús Arístegui subdirector general y director del área Norte
BNP Paribas Wealth Management (WM) ha anunciado el nombramiento de Jesús Arístegui como subdirector general y director de banca privada del área Norte.
«BNP Paribas Wealth Management apuesta por el mercado español y, en concreto, por el País Vasco, donde contamos con un equipo de excelentes profesionales que gestionan cerca de 1.000 millones de euros. Estoy seguro de que la amplia experiencia de Jesús en banca privada y su excelente trayectoria nos permitirán continuar consolidando nuestra posición de liderazgo en el País Vasco», ha señalado Luis Hernández, consejero delegado de BNP Paribas WM España.
La entidad, reconocida como Mejor Banco Privado en Europa por Wealth Briefing Europe Awards 2018, afirma satisfacer las necesidades de sus clientes de banca privada en el País Vasco a través de una amplia gama de soluciones financieras y patrimoniales y de unos profesionales que combinan capacidad y experiencia global con conocimiento y adaptación local, con el objetivo de maximizar la rentabilidad de forma continuada en el tiempo y a través de generaciones sucesivas.
Arístegui cuenta con una experiencia en el sector financiero de más de 30 años. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Deusto y MBA por Instituto de Empresa, inició su carrera profesional en Invest Lan A.V. y Lagun Aro. En el año 2000 se incorporó a BNP Paribas Wealth Management, donde ocupaba hasta la fecha el puesto de director de banca privada de la oficina de Bilbao y subdirector del Área Norte.