CFA Institute, la asociación global de profesionales de la inversión, ha anunciado que de los 38.377 candidatos presentados al nivel III del programa CFA® en junio de 2019, el 56% ha superado el tercer y último nivel, y pasarán a ser CFA® charterholders, una vez acreditada su experiencia profesional.
Los candidatos al programa CFA en los niveles I y II recibieron sus resultados el pasado 6 de agosto. De los 83.656 candidatos que se presentaron al nivel I, el 41% consiguió superar la prueba. Ese porcentaje fue el 44% de los 74.735 candidatos que se presentaron a la prueba del nivel II.
Según ha indicado Paul Smith, CFA, presidente y consejero delegado de CFA Institute: “Nos encontramos en un momento de grandes oportunidades para iniciar una carrera como profesional de la inversión, en donde existen cada vez más oportunidades para generar un impacto positivo en la sociedad. La compleja dificultad de facilitar retornos, particularmente en el actual contexto global de sostenibilidad, requerirán de un análisis más experto y una firme voluntad de aplicar esas habilidades dentro y más allá de los mercados tradicionales. El Programa CFA desarrolla una comunidad global de profesionales de la inversión inmersos en las mejores prácticas y el más alto compromiso con la ética, listos para guiar y liderar la industria en los próximos años».
La organización considera que el plan de estudios del programa CFA evoluciona de forma constante y en paralelo a la práctica actual de la profesión de inversión, garantizando que los candidatos que completen el programa estén perfectamente preparados con los conocimientos y habilidades más relevantes y actuales. Por ejemplo, el plan de estudios que los candidatos estudiaron este año incluye una visión general de fintech (incluidos dos nuevos estudios de casos de ética), aprendizaje automatizado y profesionalidad de la gestión de inversiones.
Mayor demanda
Desde CFA Institute han querido destacar la mayor participación de mujeres profesionales en esta certificación. Durante los últimos cinco años, el número de mujeres que realizaron pruebas del Programa CFA se ha más que duplicado, y ahora representa el 39% de candidatos. Entre lo candidatos al Nivel I del Programa CFA, que marcan una clara señal de tendencias de futuro, la participación femenina en algunos mercados, sobre todo Australia y el Reino Unido, alcanzaron o superaron la paridad.
«Obtener el CFA charter indica un compromiso con la educación, el desarrollo profesional y la profesión de inversión. La paridad de género que surge en los grupos de candidatos globalmente es una señal positiva para la salud futura de la industria y para los inversores, ya que la investigación confirma que las perspectivas divergentes mejoran los resultados de inversión. A medida que las empresas mejoran la diversidad, vamos a ver como la profesión de inversión del futuro será un reflejo fiel de las personas a quien sirve ”, afirma Stephen M. Horan, CFA, CIPM, director gerente de certificación y de la región de las Américas en CFA Institute.
Además, la organización sostiene que su programa sigue creciendo en todas las regiones del mundo, lo cual “refleja un gran interés en la certificación CFA como elemento diferenciador para aquellas personas que desarrollan carreras a largo plazo en la profesión de inversión”. Dentro de los 10 principales mercados, Australia registra el mayor crecimiento de candidatos, un 23% superior respecto al año anterior.
Pixabay CC0 Public Domain. blur-1853262_960_720_6.jpg
Históricamente ha habido una tendencia general entre los bancos centrales asiáticos y la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), pese a que exista una heterogeneidad entre las reacciones de ambos bancos. Los episodios anteriores sugieren que la magnitud y la duración de los ciclos de flexibilización de los bancos centrales asiáticos son algo diferentes a las de la Reserva Federal.
Filipinas y Taiwán tienden a ser los más agresivos en términos de política de flexibilización, mientras que Tailandia parece ser el menos reactivo. Desde AXA IM consideran que las diferentes reacciones dependen de los movimientos de divisas asociados.
Además del desencadenante de la Reserva Federal, se espera que las crecientes preocupaciones sobre el crecimiento, la disminución de las exportaciones, la baja presión inflacionaria y las monedas nacionales estables desempeñen un papel en la postura moderada de la región. Por otra parte, AXA también estima que en el futuro los bancos centrales asiáticos continúen reduciendo tasas con algunas excepciones: Bank Negara Malaysia y State Bank of Vietnam.
Mercados asiáticos
En los mercados asiáticos ha habido tres ciclos de relajación en los últimos 20 años: 1998-99 durante la crisis financiera asiática, con el incumplimiento de la deuda rusa y tras el colapso de la gestión del capital a largo plazo (LTCM); en 2000-04, como respuesta al estallido de la burbuja ‘puntocom’ y los ataques terroristas del 11 de septiembre; y en 2007-15, tras la crisis financiera mundial. Así, desde AXA IM han medido el ciclo de políticas monetarias en Asia a medida que cambian los tipos de interés medios de los principales bancos centrales, incluidos los de Indonesia, India, Corea, Malasia, Filipinas, Tailandia y Taiwán (con exclusión de China).
En este sentido, durante los ciclos de relajación de la Reserva Federal y los bancos centrales asiáticos, de media, la reducción de tipos en Asia en los tres episodios fue menos de la mitad que la ejecutada por la Reserva Federal [222 puntos básicos (bps) frente a 550 puntos básicos]. Teniendo en cuenta que la institución monetaria estadounidense también se ha involucrado en la flexibilización cuantitativa desde 2009, las diferencias en la escala de medidas laxas han sido históricamente mayores en Estados Unidos.
Una de las razones del comportamiento más conservador de Asia está asociada con los movimientos en las divisas. Y es que las monedas asiáticas se depreciaron frente al dólar durante los ciclos de flexibilización de Estados Unidos. Este rendimiento algo contradictorio probablemente refleja la significativa “aversión al riesgo asociada con cada episodio, que tiende a beneficiar al dólar estadounidense como activo refugio”, concretan desde AXA IM.
En ese entorno, la política monetaria en los mercados emergentes tiende a verse limitada por el temor a una gran depreciación de las divisas, lo que provoca presión en los mercados de deuda y fuga de capitales, que a su vez crea una crisis de liquidez con el posterior colapso de los mercados. La necesidad de mantener la estabilidad financiera a menudo requiere que los bancos centrales asiáticos mantengan una menor sincronía con la Reserva Federal.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Leo Seta. La carrera hacia el abismo de los tipos de interés globales
En la reunión de finales de julio del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), la Fed decidió recortar tipos en 25 puntos básicos por primera vez en más de una década. Una subida ampliamente descontada por el mercado, calificada por los analistas de preventiva por ser considerada un movimiento para preservar el crecimiento económico en Estados Unidos. Días antes de la reunión de la Fed, Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, anunció que mantiene vivas todas las expectativas de una flexibilización monetaria. Por lo que se descuenta que en septiembre pueda haber un recorte de tasas, o aún más probable, una reanudación de las compras de activos.
Los tipos de interés globales viven una carrera hacia el abismo, mientras los principales bancos centrales parecen dispuestos a relajar su política monetaria para estimular el crecimiento. Durante sus últimas reuniones sobre de política monetaria, el equipo de inversión de T. Rowe Price comentó las posibles consecuencias que estos movimientos tendrían para los mercados de renta fija.
Lo que empezó como una pausa en las subidas de tipos de la Reserva Federal se ha tornado en una situación de mayor precaución por parte de casi todos los grandes bancos centrales ante la preocupación por el crecimiento. “Este giro moderado ha marcado el inicio de un nuevo régimen en la renta fija, con la expectativa de que varios bancos centrales relajen su política monetaria en los próximos meses, incluido el Banco Central Europeo (BCE)”, afirmó Quentin Fitzsimmons, gestor de carteras y miembro del equipo de inversión de renta fija mundial en T. Rowe Price.
De hecho, algunos países ya han tomado medidas. Australia, por ejemplo, ha rebajado los tipos, por primera vez desde 2012, en dos reuniones seguidas. “Países como Australia y Chile se han mostrado dispuestas a actuar pronto, lo que ha atraído una ola de inversores internacionales a sus mercados de bonos en divisa local y elevado considerablemente los precios”, afirmó Fitzsimmons. “Dada la magnitud del repunte, podría ser el momento de recoger beneficios en estos mercados”.
Los mercados de renta fija mundial se han revalorizado considerablemente como respuesta a las mayores expectativas de mayor flexibilidad de los bancos centrales. En algunos países, como EE. UU., se esperan ahora varias bajadas de tipos, hasta el punto de que incluso se debate si el mercado ha ido demasiado lejos descontando rebajas. “Aunque gran parte de ese descuento se da en tramos cortos de la curva de tipos de EE. UU., estos siguen ofreciendo valor, especialmente con cobertura de duración y comparados con los bonos con vencimientos a más largo plazo”, apuntó Fitzsimmons.
Si nos fijamos en la zona euro, crecen las expectativas sobre lo que puede ofrecer el BCE, dado el historial de continuas sorpresas durante el mandato de Mario Draghi, que llega a su fin el 31 de octubre. “Con la inflación en torno a su nivel más bajo desde la creación del euro, el regalo de despedida de Draghi podría ser una rebaja del tipo de depósito este mes de septiembre. También cabría la posibilidad de que su sucesora amplíe aún más la expansión monetaria”.
En efecto, los mercados están descontando tanto rebajas de los tipos de interés como la posibilidad de una mayor expansión cuantitativa, lo que empuja a la baja los tipos de los mercados periféricos de la zona euro, independientemente de los fundamentales. “El mercado únicamente se está centrando en el aspecto técnico positivo de una mayor expansión cuantitativa”, afirmó Fitzsimmons. “Se está ignorando, por ejemplo, el empeoramiento de la situación fiscal de Italia. Las próximas negociaciones presupuestarias de 2020 podrían recordar a los inversores el deterioro de los fundamentales de Italia, lo que volvería a situar sus bonos en primera línea de fuego”.
En Europa del Este, se espera que los mercados de renta fija se beneficien indirectamente de la flexibilización de las condiciones monetarias del BCE. Países como Serbia y Rumanía destacan entre aquellos cuyos tipos de interés podrían bajar a medio plazo. La búsqueda de rendimientos también podría respaldar a la deuda pública denominada en euros de países como Lituania, Letonia y la República Checa si el BCE flexibiliza su política.
Los mercados de crédito también han repuntado con fuerza y son una de las clases de activos de renta fija que mejor se han comportado en lo que llevamos de 2019. Sin embargo, eso no es todo, ya que la rentabilidad de los bonos corporativos se ha visto impulsada por la búsqueda de rendimientos más que por una mejora de los fundamentales, lo que hace que las valoraciones parezcan elevadas teniendo en cuenta las condiciones económicas actuales. Por ejemplo, la prima media que ofrecen los bonos corporativos de investment grade estadounidenses es similar a los niveles de hace doce meses, a pesar de la disminución del crecimiento y los beneficios. En algunos casos, las calificaciones crediticias de las empresas también han sido revisadas a la baja.
En este contexto, cabría ser pesimistas acerca de las perspectivas de los bonos corporativos. Sin embargo, es posible que el entorno favorable actual continúe durante un tiempo, especialmente en Europa. Fitzsimmons afirmó que “los bonos corporativos europeos podrían encarecerse aún más si el mercado cree que el BCE puede sacarse de la chistera un nuevo programa de compra de bonos”.
Tras pasar los dos o tres últimos años pensando en hasta dónde podían subir los tipos de interés, lo que ahora se preguntan todos los inversores en bonos es hasta dónde pueden llegar a bajar.
Información importante:
Bloomberg Index Services Limited. BLOOMBERG® es una marca registrada y de servicio de Bloomberg Finance L.P. y sus filiales (conjuntamente, «Bloomberg»). BARCLAYS® es una marca registrada y de servicio de Barclays Bank Plc (conjuntamente con sus filiales, «Barclays»), utilizada bajo licencia. Los licenciantes de Bloomberg o Bloomberg, incluido Barclays, son propietarios de todos los derechos de los índices Bloomberg Barclays. Ni Bloomberg ni Barclays aprueban ni respaldan este material, ni garantizan la exactitud ni la exhaustividad de la información aquí contenida, ni realizan ninguna garantía, explícita o implícita, sobre los resultados que se obtengan de la misma y, en la medida máxima que permita la ley, no tendrán ninguna responsabilidad por daños o perjuicios relacionados con la misma.
Este material se proporciona únicamente a efectos informativos generales. Este material no constituye ni pretende ofrecer asesoramiento de ninguna clase, incluido asesoramiento de inversión fiduciaria, y se recomienda a los posibles inversores que obtengan asesoramiento independiente legal, financiero y fiscal antes de tomar cualquier decisión de invertir. El grupo de sociedades de T. Rowe Price, incluidas T. Rowe Price Associates, Inc. y/o sus filiales, reciben ingresos de los productos y servicios de inversión de T. Rowe Price. La rentabilidad pasada no es un indicador fiable de rendimiento futuro. El valor de una inversión y los ingresos que de ella se derivan pueden incrementarse o disminuir. Los inversores podrían recuperar un importe inferior al invertido.
El material no constituye una distribución, oferta, invitación, recomendación general o personal o incitación para vender o comprar títulos en cualquier jurisdicción o para llevar a cabo cualquier actividad de inversión particular. El material no ha sido revisado por ningún organismo regulador en ninguna jurisdicción.
La información y las opiniones aquí presentadas han sido obtenidas o derivadas de fuentes que se consideran fiables y actuales; ahora bien, no podemos garantizar la exactitud ni la exhaustividad de las fuentes. No hay garantía de que ninguna previsión se cumpla. Las opiniones incluidas en el presente corresponden a la fecha de redacción y pueden variar sin previo aviso; dichas opiniones pueden diferir de las de otras sociedades y/o socios del grupo T. Rowe Price. El material no podrá ser copiado ni redistribuido, total o parcialmente, bajo ninguna circunstancia, sin la autorización de T. Rowe Price.
No está previsto el uso del material por parte de personas en jurisdicciones en las que esté prohibida o restringida la distribución del material, y en algunos países el material se proporciona previa solicitud específica.
No está destinado para su distribución a inversores minoristas en ninguna jurisdicción.
. Santander España aumenta un 45% el número de accesos a sus canales digitales en un año
Santander España está acelerando su transformación digital y, después de tres años de crecimiento sostenido en clientes digitales y en accesos a través de banca móvil (app) y banca online (webs logadas), este año superará una cifra histórica: 1.000 millones de accesos de clientes a través de los canales digitales. Es decir, cada mes se producen 83,3 millones de visitas virtuales a las oficinas de Santander España por medio de las apps y los servicios de banca online que la entidad pone a disposición de los clientes.
La apuesta del banco por invertir en la renovación e innovación constante de sus canales digitales está dando sus frutos, prueba de ello es el primer puesto conseguido en los rankings de funcionalidad de Aqmetrix, tanto en la app como en la banca online para particulares, y el segundo puesto alcanzado en el segmento de empresas.
Además, Santander España lidera actualmente el crecimiento en clientes digitales en el sector financiero, alcanzando los 4,8 millones de clientes digitales en 2018 y un porcentaje de digitalización igual o superior al de sus principales competidores, según el último estudio de FRS Inmark. Estas cifras representan un crecimiento de 1,5 millones de clientes digitales en dos años y medio, y un aumento de casi 20 puntos en el porcentaje de digitalización.
La evolución en los segmentos de clientes con mayor número de productos y servicios contratados también ha sido muy favorable, situándose el porcentaje de digitalización por encima del 90%. Además se han duplicado las ventas a través de canales digitales.
Perfil de los clientes digitales
La adopción de canales digitales ha crecido de forma positiva tanto en entornos rurales como urbanos en el mismo periodo. Y el crecimiento se ha producido en todos los tramos de edad, duplicándose el porcentaje de digitalización en los clientes mayores de 65 años. En este segmento el banco ha desarrollado diferentes iniciativas de formación, que continuarán en los próximos meses, con el objetivo de acercar las nuevas tecnologías a este tramo de la población:
Asimismo, la digitalización de los clientes ha aumentado, en todos los niveles de renta en más de 20 puntos porcentuales en los últimos tres años:
Estos resultados suponen un apoyo a la transformación que la entidad financiera ha llevado a cabo en los últimos meses dentro de su denominada ‘digilosofía’, la filosofía digital de Santander, que permite al cliente elegir dónde, cuándo y cómo relacionarse con el banco, además de realizar todo tipo de operaciones con las ventajas de un servicio 24×7 (24 horas, 7 días a la semana): desde transferencias internacionales a conseguir financiación online, pasando por el pago de recibos e impuestos o el aplazamiento de compras y movimientos.
Otros servicios disponibles en los canales digitales son: One Pay, para realizar transferencias internacionales entre particulares de forma rápida, gracias al uso de tecnología basada en blockchain; Santander Shopping, un servicio de ofertas y descuentos personalizados que permite a las empresas aprovechar la app del banco para vender sus productos; SO:FIA, la plataforma de inversión que agrupa fondos, planes y valores; y Bizum, una aplicación para móvil que permite hacer pagos y cobros entre particulares, sin necesidad de conocer el número de cuenta bancaria del receptor del pago.
Pixabay CC0 Public Domainmultifacetedgirl. La transformación del sector minorista abre nuevas oportunidades de inversión en el lujo, la digitalización y mercados emergentes
En los últimos años, el sector minorista ha protagonizado un drástico cambio estructural derivado del auge del comercio electrónico y de la adopción de nuevas formas de compra por parte de los consumidores. En opinión de los gestores de GAM Investments sigue siendo un sector que ofrece oportunidades, pese a la gran revolución que vive.
Un factor determinante que ha contribuido a este complicado panorama es que el sector minorista ha protagonizado un drástico cambio estructural derivado del auge del comercio electrónico y la adopción de nuevas formas de compra por parte de los consumidores. No obstante, Niall Gallagher, director de inversiones, renta variable europea de GAM Investments, apunta que el contexto actual “ha penalizado de forma injusta a compañías con miras a futuro que han invertido grandes cantidades en TI y en logística para ser capaces de dar salida a su inventario de forma fluida y satisfacer a los consumidores independientemente del canal que elijan para comprar: tanto online como offline”.
Solo en el Reino Unido, Toys R Us, Maplin, HMV y PoundWorld son algunos de los negocios que han quebrado en los últimos dos años, y otros actores consolidados, como M&S y New Look, admitieron haber experimentado dificultades en sus ventas durante el último periodo navideño.
La gestora pone el acento en que la atención personalizada y directa es algo que sigue poniendo en valor el consumidor, en especial en los productos de lujo. “Las firmas de lujo han tratado de responder a esta tendencia duplicando sus esfuerzos en innovación para captar el interés en sus tiendas físicas, especialmente recurriendo a las tiendas pop-up. Chanel y Tiffany no solo han abierto estas novedosas y efímeras tiendas físicas con una selección muy cuidada de productos como herramienta de marketing, sino también con el fin de impulsar la rentabilidad aprovechando el creciente interés de los consumidores de artículos de lujo por la novedad y la personalización. Las colaboraciones entre firmas de lujo consolidadas y marcas emergentes han generado un interés considerable por parte de los clientes”, sostiene Swetha Ramachandran, gestora de inversiones, renta variable del sector de la firma. En su opinión, este tipo de compañía ha logrado una estrategia que funciona: deleitar al cliente por hacerse con un producto exclusivo y limitado a canales concretos.
Para Adrian Gosden, director de inversiones, renta variable del Reino Unido de GAM, ganar flexibilidad en el arrendamiento de los locales comerciales ha sido una estrategia que los comerciantes tradicionales han seguido para verse menos expuestos al crecimiento de las compras online. “Esto también conlleva que su flujo de efectivo no se ve mermado por las revisiones al alza de las rentas, que han supuesto el principal lastre para otros minoristas. Este flujo de efectivo sustenta una política de dividendos progresiva, y la firma anunció hace poco la distribución de un dividendo extraordinario”, explica Gosden tomando como ejemplo la compañía Shoe Zone.
Por último, Tim Love, director de inversiones, renta variable de emergentes de la gestora, advierte de que el sector es está adentrando en una nueva era gracias al uso del móvil como canal de compras. “Nos estamos adentrando otra etapa para el comercio minorista, cimentada en la digitalización de toda la cadena de valor. Los smartphones, las redes sociales, los pagos con móviles y el comercio electrónico han pasado rápidamente a ser un elemento omnipresente en la mayoría de zonas urbana”, apunta. Por ende, la gestora apunta que otro mercado que ofrece oportunidades de inversión es el tecnológico, sobre todo el orientado a a la digitalización de los procesos, los pagos y el soporte a los comercios minoristas.
Respecto a las oportunidades, Love señala los mercados de India y China, donde la clase media sigue ganando peso y poder adquisitivo. “En nuestra opinión, el sector minorista indio se encuentra en un punto de inflexión en el que el comercio minorista organizado y el consumo están mostrando una mayor trayectoria de crecimiento. Este sector de la India muestra una marcada fragmentación: el 97% de sus negocios están gestionados por minoristas no organizados, como las tiendas tradicionales gestionadas por familias o los pequeños establecimientos de barrio, lo que implica que su potencial de crecimiento es, a nuestro ojos, enorme”, concluye.
El mercado bajista de los futuros sobre carbono culminó en 2017. Entre julio de 2017 y julio de 2019, los precios de estos contratos han acumulado una subida del 375%. Además, durante los últimos dos años, el carbono ha sido la materia prima de mejor rentabilidad. Ha sido superior a la de los incrementos del paladio, el crudo y el oro, los cuales últimamente han acaparado todos los titulares.
Como un futuro sobre materia prima menos conocido, el carbono ha estado por fuera del radar de la mayoría de los inversores. A medida que aumenten las temperaturas globales, es probable que la Unión Europea, firmante del Acuerdo de París, redoble los esfuerzos para evitar el incremento de las emisiones de los gases del efecto invernadero.
Los precios del carbono se han recuperado de un suelo bajo. Desde que se lanzó el Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea (EU ETS) en 2005, ha sido difícil determinar la cantidad justa de licencias para la práctica de las actividades contaminantes. Un desplome en los precios del carbono de más de 30 euros por tonelada en 2008, a menos de cinco euros por tonelada en 2013, puso en marcha un mercado bajista que ha durado cerca de ocho años.
Si bien la Gran Crisis Financiera pudo haber iniciado el colapso, lo cierto es que la economía europea ya venía acumulando años de recuperación y los precios del carbono, años de languidez debido a un exceso de oferta de los derechos de emisión. Esto explica por qué la UE ha redoblado los esfuerzos para ajustar la disponibilidad de los permisos. En este sentido, el bloque ha estado reduciendo el suministro de licencias de emisión en un 1,74% anual desde que comenzó la fase 3 del programa en 2013. A medida que el ETS de la UE entre en la fase 4 del programa en 2021, los derechos de emisión se reducirán en un 2,2% hasta 2030.
A medida que ha avanzado la recuperación económica, la actividad contaminante ha ido en aumento. Tal como destacan los datos de BP, las emisiones de carbono aumentaron en la región entre 2013 y 2017. Es así que el progreso en la reducción de gases nocivos en la atmósfera, ha sido, en dicho período, decepcionante. Para garantizar la continua disminución de las emisiones, es vital que las reducciones sean más agresivas en la fase 4 de los permisos.
Tras la firma de la UE del Acuerdo de París –en donde se establece un compromiso a limitar los aumentos de las temperaturas globales a no más de 2 grados centígrados-, la UE está bajo presión para hacer más. En este sentido, la Comisión Europea (CE) es similar al Banco Central Europeo, ya que en lugar de gestionar la oferta monetaria para alcanzar un nivel de inflación determinado, es responsable de ajustar las emisiones de carbono bajo el ETS de la UE, para alcanzar el nivel apropiado de carbono y otras emisiones de modo tal de acotar los incrementos de temperatura. Sin embargo, vemos una clara diferencia entre ambas entidades: mientras que la CE no aflojará su política a corto plazo, ya que es probable que se fije un objetivo más agresivo aún, el BCE, en cambio, prosigue con su objetivo inflacionario fijado desde un principio. En un futuro predecible, contemplamos que se endurezcan las políticas en el EU ETS.
Con la CE bajo un nuevo liderazgo, el mercado está convencido de que la institución administrativa mantendrá estas políticas para continuar con su programa de ajuste de emisiones. Sin embargo, existen riesgos que no pueden ser ignorados, como por ejemplo:
El Brexit: el ETS de la UE depende actualmente de la participación del Reino Unido. ¿Qué sucede si el Reino Unido abandona el sistema de manera desordenada? ¿Se inundará el mercado de las licencias de las instituciones del Reino Unido?
El creciente populismo – al estilo de los Chalecos Amarillos-: ¿rechazará la base de la gestión climática es pos de obtener una energía menos costosa? ¿Continuarán los gobiernos descuidando a aquellos que se sienten excluidos de los últimos diez años de revalorización de los activos de mercado en general? De ser así: ¿seguirán siendo los objetivos climáticos el chivo expiatorio para el deterioro de los niveles de vida de los menos calificados y económicamente marginados?
Claramente hay factores que mitigan los riesgos precedentes, como por ejemplo:
El plan de contingencia del Brexit ya ha comenzado a trabajarse. El gobierno del Reino Unido afirma que está firmemente comprometido con sus acuerdos internacionales sobre el cambio climático y por lo tanto, es poco probable que salga de una manera que socave el sistema ETS de la UE.
Asimismo es probable que surja un “levantamiento verde”. En las recientes elecciones de la UE, los Verdes han obtenido la mayoría de votos en Berlín, Dublín y Bruselas. Algunos analistas políticos, predicen que los Verdes se convertirán en los “impulsores de las leyes” en el proceso de decisión. Es probable que esto mantenga a las políticas ambientales en la agenda.
Si bien los precios de los futuros sobre carbono siempre han estado sujetos a decisiones políticas -y esperamos que continúe siendo así como en el pasado-, creemos que la inercia política en este punto, es muy favorable para dichos precios, ya que la Unión Europea ha puesto su mirada en la obtención de mejores resultados ambientales.
De izquierda a derecha, Rodrigo García de la Cruz, presidente de AEFI; Asier Uribeechebarría, vocal de Weal. La captación de clientes, el gran desafío de las wealthtech en España
La captación de clientes es uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan en España las compañías wealthtech, aquellas empresas tecnológicas orientadas a la inversión y a la gestión de patrimonios. Esa es una de las conclusiones de la jornada celebrada por la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), de la mano de sus asociados de la vertical de wealthtech, con la colaboración de CNMV, donde se discutió sobre la regulación y supervisión de este ecosistema y se analizaron los retos, oportunidades y nuevos modelos de negocio para las empresas y cuáles son las claves para crear un entorno favorable que fomente la innovación.
Los expertos que participaron en la jornada señalaron que el entorno wealthtech se encuentra ante una oportunidad única para revolucionar la transformación digital dentro del ámbito de la banca tradicional, aunque existen varios retos y barreras a las que se enfrentan.
Rodrigo García de la Cruz, presidente de AEFI, explicó que, a día de hoy, en España “existen sobre un centenar de empresas wealthtech, un 12% más que hace un año, con un tamaño considerable y margen de crecimiento, que proporcionan servicios como gestores automatizados (roboadvisors), distribución de fondos y ETFs o la gestión de ahorros para la jubilación, entre otros”.
Además, García de la Cruz explicó que “la banca privada tiene como reto la digitalización y las wealthtech pueden ayudar en términos de agilidad, innovación y mejora de la experiencia de usuario”.
Francisco del Olmo, subdirector responsable de Fintech y ciberseguridad del departamento de estrategia e innovación, dirección general de política estratégica y asuntos internacionales de la CNMV, comentó que “a través del portal de innovación de la CNMV (un espacio donde se promueven las iniciativas en el ámbito Fintech en España), se han recibido, desde su creación en 2016, más de 270 consultas o proyectos Fintech, de las que alrededor de medio centenar están relacionadas con el wealthtech”.
Para Del Olmo, quien explicó que la CNMV confía en que el Sandbox esté aprobado a finales de este año, una de las mayores preocupaciones del regulador es “que al inversor se le proporcione la información adecuada”, aunque aclaró que “bajo el principio de neutralidad tecnológica, a la gestión automatizada le es de aplicación la actual legislación de asesoramiento y gestión discrecional”.
Foto cedidaJack Inglis, presidente de la Asociación de Gestión de Inversiones Alternativas (AIMA, por sus siglas en inglés).. jack inglis
En opinión de Jack Inglis, presidente de la Asociación de Gestión de Inversiones Alternativas (AIMA, por sus siglas en inglés), los hedge funds no han perdido atractivo. Reconoce que la crisis de 2008 fue un duro golpe para este vehículo de inversión, pero desde entonces la industria ha madurado y se ha acercado exitosamente al cliente institucional y minorista “demostrando que puede cumplir con sus necesidades de inversión”, sostiene Inglis. En una entrevista concedida a Funds Society, Inglis explica cómo la industria de hedge funds está recuperando su crecimiento.
¿Han perdido atractivo los hedge funds en esta última década?
Desde 2008 hasta ahora, la industria se ha vuelto cada vez más institucional en su configuración. Antes de 2008, los inversores que principalmente usaban los hedge funds eran aquellos con un alto patrimonio. Ahora, los inversores institucionales como los planes de pensiones son el principal tipo de inversor, ya que valoran la capacidad de los hedge funds para producir retornos sólidos y ajustados al riesgo, mientras se preserva el capital. Además, ciertas estrategias disponibles para los hedge funds se prestan a la reducción de la volatilidad, y algunos institucionales los usan precisamente por ello. Es cierto que la percepción que tienen los inversores de los hedge funds ha cambiado, pero este cambio ha sido positivo.
¿Cómo ha cambiado esta industria?
La industria de hedge funds ha duplicado su tamaño desde 2008. Tras la crisis, hubo una corrección inmediata que hizo que el tamaño de la industria se redujera un 25%, pero después estos vehículos demostraron una gran capacidad para superar su superar su rentabilidad tras los máximos que marcó antes de la crisis. Junto con el crecimiento experimentado, han ido surgiendo diferentes estrategias y los inversores institucionales han ayudado a impulsar su desarrollo, avalado por la capacidad que han tenido los hedge funds de satisfacer sus necesidades de inversión.
Acerca de la estructura de tarifas 2&20, ¿por qué no es tan habitual ahora en la industria? ¿Cómo se han ido cambiado estas estructuras de tarifas?
En primer lugar, las tarifas se han vuelto mucho más personalizadas, se han adaptado tanto al cliente individual como al tipo de servicio que se ofrece. La industria se ha alejado de lo que llamaríamos soluciones dirigidas para gestores, y las tarifas quieren reflejar una dinámica en la que el cliente está involucrado con la asignación de sus inversiones en hedge funds. Algunos inversores, por ejemplo, están tratando de reducir la volatilidad, mientras que otros buscan la entrega de rendimientos no correlacionados. Los inversores tienen cada vez más experiencia, por lo que los hedge funds han tenido que pensar en cómo hacerse más eficientes y más atractivos. Muestra de su aportación es que las estrategias smart beta surgieron del mundo de los hedge funds. Por otro lado, las estructuras de tarifas se han vuelto mucho más variadas, por lo que, volviendo a tu pregunta, ahora podemos encontrar tarifas de gestión de un 1% en lugar del 2%.
¿Cómo está ganando competitividad la industria hedge funds?
Como cualquier sector, los hedge funds han tenido que ganar competitividad. La industria ha disfrutado de un mercado alcista durante diez años, y los inversores están buscando soluciones que cumplan con su apetito de riesgo/retorno. En este sentido, los hedge funds pueden ser más escalables y cumplir con las expectativas de los inversores de una manera más rentable. Y la escalabilidad de estos productos también se va a reflejar en su tarifa.
En cierta medida y tras la crisis de 2008, los hedge funds perdieron popularidad. ¿Por qué cree que ha ocurrido y cómo puede recuperar su atractivo?
La industria ha duplicado su tamaño en los últimos once años, así que considero que no se puede decir que hayan perdido ni popularidad ni atractivo. Dejando esto claro, estamos asistiendo a un proceso de evolución para que sigan siendo un vehículo de inversión que cumpla con las expectativas de los inversores. Un ejemplo de esta evolución han sido los hedge funds basados en inversiones alternativas, como el capital privado, que se exponen a activos ilíquidos. En términos generales, se ha producido una personalización de las soluciones de inversión y hemos detectado una mayor compenetración entre los gestores y los inversores.
La industria está en un punto maduro. ¿Cuáles son los principales desafíos a los que ahora se enfrenta?
Al igual que con cualquier otra industria que está madurando, los principales desafíos son: cómo seguir encontrando formas de cumplir con las expectativas del cliente; ofrecer productos que pueden ser ligeramente diferentes; lograr un precio competitivo; aprovechar la tecnología para generar productos; buscar soluciones escalables que puedan ofrecer mejores resultados que los fondos negociados en bolsa; entregar una exposición que no esté correlacionada; poner en valor lo atractivo de un desempeño continuo; y mostrar a los inversores cómo pueden gestionar mejor la volatilidad del mercado con este tipo de inversiones.
En su opinión, ¿cuál es el papel que pueden jugar los hedge funds en la cartera de un inversor?
La clave es utilizar la versatilidad de los hedge funds para ver ajustar las expectativas de los inversores, ya que este vehículo pueden compensar el riesgo o complementar una cartera. Tres de los aspectos que pueden aportar los hedge funds son: reducir la volatilidad, proporcionar a los inversores experiencia en el mercado y ser una herramienta para preservar el capital. El hecho de que los hedge funds puedan estar más descorrelacionados con el mercado que otros activos, como en el caso de la renta variable, puede traducirse en una protección a medida para evitar que caiga el valor de la cartera.