A medida que se extiende el coronavirus, el miedo a la incertidumbre se ha apoderado de los mercados financieros. Según explican desde Allianz GI, las caídas han sido especialmente pronunciadas en el caso del petróleo y la renta variable, y los inversores han buscado refugio en activos percibidos como seguros, tales como el oro, la liquidez, en particular el dólar, y la deuda pública de mercados desarrollados, sobre todo los bonos estadounidenses del Tesoro.
En este sentido, la gestora se plantea si el movimiento es el correcto. “Hace falta ser cauto, pero los inversores tienen que pensar con calma antes de pulsar el botón del pánico”, recuerdan. Andreas Fruschki, responsable de inversión temática de Allianz Global Investors, reconoce que hay motivos para estar “preocupados” por la marcha de la economía, pero eso no justifica caer en el pánico. “La economía mundial se encontraba ya en una fase tardía del ciclo, con la expectativa de una desaceleración en 2020, pero ahora el impacto del COVID-19 más la caída del precio del petróleo podrían desencadenar una recesión”, apunta en su último informe sobre el entorno de mercado.
En este sentido, no quiere mostrarse alarmista, pero sí reconocer que una recesión podría ser posible. La economía global ya estaba en la fase final del ciclo económico, ya se enfrentaba a márgenes corporativos récord y a niveles récord de deuda: el apalancamiento del sector privado es particularmente alto en China y en los Estados Unidos.
Como respuesta, la gestora espera que sigamos viendo medidas de emergencia por parte de los bancos centrales, que podrían facilitar la liquidez de manera ilimitada a los mercados y a las economías. “A medida que cae el precio del petróleo, las acciones de las compañías energéticas y los emisores de bonos de alto rendimiento (high yield) podrían sufrir, pero esperamos que los más fuertes puedan sobrevivir y prosperar a pesar de las dificultades actuales”, añade Fruschki.
El mensaje para los inversores
Y también como respuesta, pero del inversor, los expertos de la gestora detectan una clara aversión al riesgo que podría mantenerse durante algún tiempo. Según señala Fruschki, “si esto ocurre, habría que centrarse en invertir en compañías de calidad, poco endeudadas, con flujos de caja estables y buena rentabilidad por dividendo”.
Frente a este escenario, el experto de Allianz GI plantea tres implicaciones y recomendaciones muy claras para el inversor:
Los precios bajos del petróleo probablemente cambiarán. A medida que el precio del petróleo cae, no solo la renta variable del sector energético, sino también los emisores de alto rendimiento (high-yield) sufrirán. “El esquisto de estados unidos puede ser la mayor víctima por ahora, pero esperamos que el más fuerte sobreviva y eventualmente prospere con este reinicio. Se espera que la demanda de petróleo de China se acelere, una vez que su economía vuelva a funcionar”, explica Fruschki.
Buscar calidad en medio de la confusión. A corto plazo, consideran que los inversores deberían buscar empresas de calidad con bajo apalancamiento, flujos de efectivo estables y buena rentabilidad por dividendo, puesto que serán las partes más vulnerables del mercado las que sufrirán más.
Los movimientos de risk-on/risk-off continuarán. Fruschki ha observado que el COVID-19 está impulsando a muchos grandes inversores a tomar beneficios, cubrirse masivamente e invertir con un sesgo defensivo en lugar de buscar valor y rentabilidad. “A medida que los ETFs y otras inversiones indexadas se enfrenten a grandes reembolsos, se verán obligados a liquidar algunas participaciones. Estas presiones podrían llevar a la fijación de precios erróneos que disminuyen la confianza de todos los inversores. Pero ya hemos visto grandes giros de risk-off seguidos de grandes movimientos de risk-on, aunque no esperamos que los mercados, en general, se enamoren de los activos de riesgo en el corto plazo”, concluye Fruschki.
Pictet AM gestiona 9.800 millones de dólares en deuda de mercados emergentes -de los que 5.000 millones están emitidos en divisas locales, 4.000 en moneda fuerte y 800 millones en mixto-. Recientemente la entidad suiza ha lanzado un nuevo fondo de deuda de mercados emergentes sostenible, donde la asignación entre moneda fuerte y local varía entre el 30% y el 70%. El proceso incluye una selección de proveedores de datos ESG de emisores soberanos e integración sistemática de gobernanza, contabilidad creativa y controversias.
En el fondo, el peso de la deuda de un país depende de la calificación ESG, no de la capitalización. Es decir, tiene más peso la deuda del país de mayor calidad, a diferencia de los índices tradicionales, donde tiene más peso la deuda del país con más deuda. Según ha explicado Eugene Choi, especialista de deuda emergente de Pictet AM, en un encuentro con la prensa, «este nuevo fondo está más alineado con los intereses de los clientes. De hecho, se observa mejor rentabilidad en deuda sostenible, especialmente en periodos de estrés”.
“A largo plazo, los asuntos ESG influyen en la trayectoria crediticia, hay que mirar más allá del PIB y fijarse en aspectos como el capital humano, clave para el desarrollo económico. Una excesiva destrucción de recursos naturales daña el crecimiento potencial, mientras que la calidad de las instituciones mejora la resistencia. La integraciónde estos factores facilita evitar riesgos e identificar oportunidades”, señala Choi.
Sin embargo, Choi echa en falta unos criterios de análisis ESG comunes, ya que difieren en algunos aspectos con el de los índices. Este es el caso de China, cuando para ellos la puntuación ESG debería ser bastante baja, en el índice no lo es. Por eso, aplican su propio análisis, más estricto. “Este proceso propio tiene un coste, pero creemos que hay que hacerlo correctamente. Más aún cuando es previsible que para 2035 todos los activos de la industria globalmente se gestionen con criterios ESG, frente al 25% actual”, señala.
Positiva en bonos
Según ha señalado Choi, actualmente están bastante alcistas en bonos. “Ya lo estábamos antes de la crisis del coronavirus y de que la rentabilidad a vencimiento de la deuda del tesoro EE.UU. llegase al 3,3%”. A pesar de que se hayan dado algunas situaciones que los expertos de la entidad no esperaban, como por ejemplo que los bancos centrales de mercados emergentes ya han llevado a cabo 13 recortes de tipos de interés, o que el mercado descuenta en EE.UU. dos recortes adicionales este año e incluso uno del BCE, Choi considera que en este entorno es poco probable que los inversores vendan sus bonos.
“Es evidente que va a haber impacto en el crecimiento y afortunadamente la inflación es muy baja globalmente, así que muchos bancos centrales de mercados emergentes pueden seguir bajando tipos de interés, con la tranquilidad de no estar siendo contracíclicos respecto a EE.UU., al tiempo que estimulan sus economías”, apunta.
Incluso, advierte de que puede ocurrir que la deuda local de mercados emergentes suba y las acciones de emergentes bajen: “Hay que tener en cuenta el efecto divisa. Pero no me extrañaría que los flujos de inversión vayan más a bonos que a acciones, que parecen más vulnerables actualmente”.
Deuda local china en los índices
A pesar de un comienzo de año difícil en China por las turbulencias causadas por el coronavirus, desde Pictet consideran que el año de la Rata todavía promete para la deuda en renminbi, que puede resultar «sorprendentemente resistente».
La rentabilidad a vencimiento de bonos del gobierno chino a cinco años es del 2,8%, frente al 1,4% del Tesoro de EE.UU., -0,1% del Gobierno japonés y -0,6% del Bund alemán. Además, la correlación de rentabilidad de bonos chinos en renmimbi es de 0,34 respecto a bonos y acciones estadounidenses y europeos.
En este contexto, desde Pictet recuerdan la incorporación de los bonos en renmimbilocales(mercado de 13 billones de dólares) al índice de bonos de emergentes de JP Morgan, donde, según indica Choi, llegará a tener un peso de entre el 8% y el 10%. “Es algo que se puede ver como el sello de aprobación de los esfuerzos por liberalizar el mercado de capitales e integrarse más en el sistema financiero internacional, lo que acerca el renmimbi a una moneda de inversión global”, explica. Sin embargo, aunque hace cinco años se hablaba del renminbi como posible moneda de reserva, Choi considera que las posibilidades se han alejado.
Según explica la experta, no creen que la inclusión la deuda local de China vaya a afectar negativamente a la calificación crediticia del índice, aunque sí que habrá reajuste del peso de otros países. Según prevé, para finales de noviembre la deuda de México y de Brasil pueden mantener su peso del 10% pero el de Indonesia, Polonia, Colombia, Rusia y Turquía puede bajar. El índice prevé nuevas inclusiones, como Egipto, Ucrania, Serbia, Nigeria, las cuales «obviamente no tendrán tanto impacto como China», apunta.
“Se trata de mercados frontera y podrán afectar a la naturaleza del índice por su mayor rentabilidad a vencimiento y volatilidad, debido a riesgo divisa. Sin embargo, el efecto de estos mercados frontera en índices de deuda de mercados emergentes en moneda fuerte es artificialmente menor, pues sus inversores tienden a operar con menos frecuencia al ser mercados estrechos, que representan una parte pequeña de la cartera, siendo la preocupación no poder comprarlos en la recuperación. De hecho, muchos clientes mantienen una visión a largo plazo positiva de mercados emergentes”, aclara. Después de este paso, la experta cree que es posible que otros grandes índices incluyan la deuda china.
Hasta ahora, en Pictet habían estado negativos en deuda a China en dólares, donde, según indica Choi, “los diferenciales de rentabilidad a vencimiento son demasiado ajustados respecto a los fundamentales», pero positivos en su deuda local. «De hecho, China tendrá que introducir más estímulos a su economía, lo cual será favorable para sus bonos”, apunta Choi. Asimismo, señala que por su parte están centrados en bonos soberanos, «si tomamos algo de riesgo de crédito es fuera del índice”, aclara.
Pixabay CC0 Public Domain. Crisis del COVID-19: nuevos riesgos y oportunidades para los inversores
Las crisis de las empresas frenan a los inversores. Cuando una compañía entra en crisis su principal problema es que pierde prestigio y genera dudas en el mercado. Las crisis que han sufrido algunas organizaciones alejan las inversiones e influyen en los planes de los grandes fondos. Nadie va a invertir en un avión que se cae (Boeing), en un banco que contrata mafiosos para controlar a la competencia (BBVA) o en una marca de coches que miente a los consumidores sobre las emisiones de sus modelos (Volkswagen).
El dinero puede callar las reclamaciones de los compradores y atenuar el descrédito mediático, pero no cambia la mala impresión en la confianza de los inversores. El tiempo puede jugar a favor de la recuperación de una marca porque, al fin y al cabo, los consumidores tienen poca memoria. Pero todos estos factores nunca conseguirán restablecer la confianza de los grandes capitales. En el historial de las empresas, las crisis se marcan con rojo que significa «peligro».
En el nuevo siglo, los fondos que controlan los grandes capitales han ido incorporando nuevos parámetros para asegurar más y mejor el destino de las inversiones. En los últimos años, observamos que el comportamiento de la economía y de las inversiones se ha visto alterado por circunstancias ajenas a los propios mercados. Las diversas y variadas crisis que sufrieron muchas empresas obliga a los fondos a comprobar con rigor si las grandes corporaciones son tan sólidas como parece, o de lo contrario, como ocurre en el mundo de la construcción tienen “vicios ocultos”, es decir, defectos que no se ven pero que, a la larga, afectan su posición en el sector o su reputación corporativa.
El COVID-19 arrasa con los mercados
En los últimos días todo ha cambiado con el virus COVID-19. La emergencia internacional declarada por la Organización Mundial de la Salud por la pandemia provocada por el coronavirus en la ciudad de Wuhan y proyectada desde allí al resto del mundo ha alterado todos los mercados, todas las bolsas y todos los proyectos. El extraordinario trabajo realizado por los chinos en los últimos 50 años, que han convertido a China en la segunda potencia mundial después de EE.UU., ha mostrado sus fisuras con la crisis del coronavirus y ha provocado que muchas empresas se hayan visto obligadas a buscar otros fabricantes en Asia o Europa. La llamada “fábrica del mundo” está sufriendo su mayor crack en un siglo.
De repente, una parte de esa gran nación se ha paralizado por un enemigo al que no vemos, no oímos, no olemos, no podemos tocar y tampoco sabemos cuál es su sabor. Un virus mide 0,00000002 cm o si lo prefiere 0,000015 mm, según la notación científica. Ese minúsculo agente infeccioso microscópico acelular ha alterado la vida de millones de personas y está provocando grandes pérdidas en el sector de líneas aéreas, el turismo, la educación, la gastronomía, la hostelería, el sector del automóvil y los espectáculos. En los países con focos infecciosos, recomiendan a la gente que no salga de su casa para evitar contagios y las empresas se defienden con «el trabajo a distancia»: los trabajadores no van a trabajar y conectan con la empresa vía internet.
Aprovechar la crisis y sacar beneficios
Mientras la raza humana se blinda o se esconde para evitar contagios, el dinero, que siempre es miedoso, mira atentamente a los laboratorios farmacéuticos porque en uno de ellos se descubrirá la vacuna y su precio se disparará en las bolsas. Sirva como ejemplo el caso del laboratorio Genomica, filial de PharmaMar, S.A. (en Colmenar Viejo, Madrid, España), filial a su vez de Pharmamar USA Inc. Ha mejorado su valor después de haberobtenido el etiquetado de la Comunidad Europea en un producto, acreditándolo con los requisitos esenciales descritos en la Directiva 98/79/CE, sobre productos sanitarios para diagnóstico in vitro. Ese producto no es ni más ni menos que un kit para detectar el coronavirus. Ya está listo y lo están ofreciendo a los hospitales urbi et orbe.
La pandemia se ha convertido en un nuevo e inquietante factor de análisis financiero. La crisis que se encuentra en pleno desarrollo está afectando a las empresas de China, Italia y España. Primero, muchas marcas tuvieron que salir de China a buscar nuevos fabricantes de sus productos debido al parón industrial en muchas ciudades. El pánico se infiltró en algunos consumidores que ahora desconfían de las marcas chinas y no se atreven a abrir los paquetes que llegan de Alibaba.com (el aspirante a competir con Amazon), por temor a que traigan el temerario virus. En España, miles de personas han dejado de comprar en los populares bazares chinos que proliferan en todos los barrios.
Los inversores se han apresurado a buscar en el mapa dónde está Wuham y analizar qué grandes marcas fabrican en China o se nutren de componentes fabricados en la gran nación de Mao. Tarde o temprano, tendrán que cambiar de proveedores y buscar alternativas para no correr riesgos. No deja de ser curioso y paradójico que el virus se haya convertido en el mejor aliado de EE.UU. y Trump en su guerra comercial con China. El deterioro que están sufriendo los productos «made in China» puede provocar una de las mayores crisis en el país asiático.
Sin embargo, como suele ocurrir casi siempre, toda crisis tiene sus perdedores y ganadores. La estrategia industrial, comercial, turística y hasta deportiva de Europa se ha visto alterada por el nuevo virus. La calma de los mercados y por lo tanto, del mundo, se ha trastocado y ha desatado la carrera en los laboratorios farmacéuticos. Las miradas de los fondos se vuelven ahora hacia las grandes marcas fabricantes de antibióticos, la primera que descubra la vacuna tiene asegurada la venta de millones de unidades.
Mientras tanto, aumentan sus beneficios los fabricantes de mascarillas, geles desinfectantes, papel higiénico, alcohol medicinal y guantes quirúrgicos que ahora la gente se pone para no tocar nada con las manos. Crecen los servicios externos para hospitales, las empresas de limpieza y desinfección, la venta de equipos y trajes de protección. Aumenta en los hogares el consumo de energía, de servicios telefónicos y de televisión, la compra online de comidas preparadas. Las ventas se alimentos perecederos e imperecederos se han disparado. En España el propietario de una de las principales cadenas de supermercados, Juan Roig, creador de Mercadona, ha tenido que salir a pedir tranquilidad porque le gente había duplicado sus compras de alimentos y no daba tiempo a la reposición en los lineales (estanterías) de las tiendas. Y crecen también los servicios de taxis con chofer (Uber, Cabify) porque le gente no quiere viajar en transportes públicos.
Se han suspendido bodas, bautizos, banquetes, fiestas populares, fiestas religiosas y festejos taurinos. Caen las recaudaciones en cines porque las grandes salas solo pueden vender una parte del aforo sentando al público dejando una butaca libre entre dos espectadores (esto, antes de su cierre tras decretarse el estado de alarma en España). Se han cancelado conciertos y giras de artistas, presentaciones de libros, películas y exposiciones. El alegre ruido de calles comerciales y grandes plazas de Italia y España se ha convertido en inquietante silencio. Desciende la actividad financiera, pierden las aerolíneas, cruceros, cadenas hoteleras y el turismo en general. Los museos han cerrado y también los teatros y grandes musicales. El gran negocio de los cursos en el extranjero y el sector educativo en general han perdido la temporada. Ante la crisis y posibles contagios los alumnos extranjeros cancelan el curso y vuelven a sus países a casa de sus padres.
Cuando la crisis del coronavirus acabe, habrán muerto muchos ancianos (los principales afectados) y también muchas pequeñas y medianas empresas que han tenido que cerrar. Una vez más la naturaleza hace su propia selección y como suele ocurrir, ganan los más fuertes, los más inteligentes y los que pueden aguantar el bajón de las ventas. Y quien ganará dinero seguro es “Mr. Cumbia”, Iván Montemayor, un mexicano residente en EE.UU. que se hace llamar el rey de las cumbias virales. Como dice el refranero “a río revuelto ganancia de pescadores”.
Tribuna de Mario Zóttola, autor del libro “Crisis. Cómo prevenir, actuar y comunicar en situaciones de crisis”, de próxima publicación.
Pixabay CC0 Public Domain. Las bolsas europeas anuncian que permanecerán abiertas para garantizar la seguridad, integridad y transparencia del mercado
La Federación Europea de Bolsas (FESE) ha emitido un comunicado aclarando que las bolsas permanecerán abiertas, pese al excepcional contexto que está generando la crisis del coronavirus. En este sentido, la organización remarca que, ahora más que nunca, es “crucial” que no se cierren. “Los mercados de valores regulados ejercen una función social y económica clave que debe prevalecer en tiempos de incertidumbre”, explican.
Las bolsas europeas consideran es necesario mantenerse abiertas para garantizar la seguridad, la integridad y la transparencia del mercado. “Los miembros de la FESE no somos inmunes a los efectos desencadenados por rápida difusión del COVID-19 y su impacto en el entorno económico. Aunque esta situación no está exenta de desafíos para las bolsas, es crucial que los mercados permanezcan abiertos. Las bolsas desempeñan un papel fundamental en la formación de precios, la transparencia y la liquidez. Impedir que cumplan esa función tendría un enorme impacto no solo en la economía sino también en la sociedad”, señalan en el comunicado que han lanzado hoy.
Según explican desde FESE, no es la primera vez que las funciones de las bolsas como infraestructura financiera se ha puesto a prueba. “Por ejemplo, durante la crisis financiera, cuando otras fuentes de liquidez se secaron, los mercados de divisas siguieron funcionando con éxito. Esta situación no es diferente, las bolsas deben seguir funcionando para mantener la confianza”, apunta.
Y, en este sentido, defiende que cerrar los mercados “no cambiaría la causa subyacente de la volatilidad del mercado”, sino que eliminaría “la transparencia del sentimiento de los inversores y reduciría el acceso de éstos a su dinero”. Por lo tanto considera que un cierre agravaría la actual “ansiedad del mercado” y daría lugar a “una disminución negativa de los resultados para los inversores”.
Por último, el comunicado hace hincapié en que sus funciones continuarán desarrollándose con normalidad:
Técnica y operacionalmente: Los mercados siguen funcionando de manera ordenada y transparente a pesar de las condiciones extremas provocadas por la crisis de COVID-19. Los controles e interruptores habituales funcionan con normalidad y con la flexibilidad necesaria para satisfacer la demanda del mercado. “Se han activado planes de contingencia que garantizarán que todo funcione”, matizan.
Funcionamiento ordenado de los mercados financieros: Desde FESE reconocen que el constante flujo de noticias da lugar a una continua revisión de las valoraciones de los activos cotizados de los inversores y está generando la necesidad de reequilibrar las carteras de forma dinámica. La organización espera que la crisis actual siga generando tanto un flujo de noticias negativas, como por ejemplo sobre la decisión de cierre del mercado, pero también noticias positivas, como por ejemplo los planes de apoyo de los gobiernos. “La fijación del precio de seguir realizándose de forma transparente, accesible y fiable para toda las clases de activos, así los inversores podrán valorar sus carteras y tomar decisiones de inversión de forma informada”, destaca en el comunicado.
Contractualmente: La organización recuerda que un cierre de los mercados “desencadenaría todo tipo de cláusulas contractuales procíclicas en una gama muy amplia de contratos de financiación e incluso de explotación”, generando innumerables incumplimientos.
Consecuencias reglamentarias y para pequeños inversores: Por último, apunta que el cierre de los mercados desencadenaría “la expansión masiva de todo tipo de acuerdos bilaterales fuera del mercado, fuera de los lugares de comercio transparentes y sin las protecciones que prevalecen en los lugares de comercio”. En su opinión, todos los inversores se verían afectados por esa situación, pero advierte: “Los pequeños inversores serían los más perjudicados por el paso a acuerdos tan opacos concluidos entre inversores profesionales, ya que solo podrían ajustar sus posiciones en la reapertura de los lugares de negociación de referencia”.
En opinión de Euronext, uno de los principales gestores de bolsas en Europa, «nuestros mercados permanecerán abiertos, puesto que su funcionamiento eficiente está garantizado y se implementarán los ajustes pertinentes, según y cuando proceda, siempre en estrecho diálogo y coordinación con nuestros clientes y con los reguladores».
En este sentido defiende que «los mercados de valores constituyen los principales centros de captación de la liquidez de los flujos naturales y desempeñan un papel fundamental en la formación de los precios. Nuestro objetivo principal es financiar la economía real, y ello requiere que garanticemos la eficiencia y la transparencia en la formación de los precios».
Foto cedidaBill Hench, gestor del fondo Legg Mason Royce US Small Cap Opportunity.. Bill Hench (Legg Mason): “Históricamente, las compañías estadounidenses de pequeña capitalización se han situado entre las clases de activos de renta variable más sólidas”
Diariamente escuchamos la evolución de las bolsas mundiales y cómo la crisis del coronavirus está afectando a las cotizaciones de las grandes compañías. Pero, ¿qué ocurre con el segmento de las empresas de pequeña capitalización? Bill Hench, gestor del fondo Legg Mason Royce US Small Cap Opportunity, sigue defendiendo que son un buen activo para diversificar las carteras gracias al rápido potencial de recuperación que tienen.
P. Durante los dos últimos años hemos odio hablar más de las small cap europeas, ¿por qué considera que las estadounidenses son interesantes?
R. En mi opinión, el tamaño y la diversidad del mercado de valores estadounidenses de pequeña capitalización hacen que resulte interesante, a lo que se suma el gran número de compañías atractivas e innovadoras que alberga. No invertimos en títulos europeos de pequeña capitalización, principalmente porque los valores estadounidenses de este segmento nos brindan un gran número de posibles candidatos entre los que elegir.
P. Su visión sobre esta clase de activo se materializa en el fondo Legg Mason Royce US Small Cap Opportunity. ¿Cree que el ciclo económico en EE.UU. aún tiene recorrido y que la demanda interna se mantendrá fuerte? ¿Qué fortalezas tienen las small cap estadounidenses?
R. El ingente tamaño del mercado de valores estadounidenses de pequeña capitalización, con más de 3.000 empresas cotizadas, presenta numerosas oportunidades para que un inversor disciplinado invierta en títulos que en apariencia resultan atractivamente baratos y presentan unas perspectivas favorables en términos de crecimiento y beneficios. Históricamente, las compañías estadounidenses de pequeña capitalización se han situado entre las clases de activos de renta variable más sólidas, y a menudo ha sido la que mejor desempeño ha protagonizado. Estos valores también han registrado una mayor volatilidad, motivo por el cual una estrategia consecuente y disciplinada con una orientación a largo plazo puede brindar resultados satisfactorios. Al utilizar la volatilidad a corto plazo en nuestro beneficio, pensamos poder lograr una rentabilidad superior a la del mercado a largo plazo.
P. El impacto del coronavirus en los mercados, ¿puede afectar de manera positiva a las small caps de EE.UU., mediante un estímulo de la demanda interna, o puede por el contrario perjudicar sus negocios?
R. Más allá de la tragedia humana que conlleva el virus, las repercusiones se han materializado, y lo siguen haciendo, en forma de ventas indiscriminadas. Al igual que en anteriores ocasiones, cabría esperar que los valores de pequeña capitalización acusaran una caída más pronunciada que la de otros segmentos del mercado debido a la menor liquidez. También creemos que la recuperación llegaría primero a las empresas de gran capitalización, pero que posteriormente esta se ampliaría y terminaría por abarcar al mercado de títulos de pequeña capitalización. Por ahora, resulta imposible determinar la demanda o los daños concretos que se derivan de esta situación en curso. Como siempre, tratamos de posicionar nuestra cartera para captar el mayor potencial alcista posible. Para ello, sacamos partido de las ineficiencias y las marcadas caídas del mercado.
P. ¿Qué cree que impulsará el rendimiento de este tamaño de empresas?
R. La aceleración o recuperación de los beneficios suelen ser los principales catalizadores, y son varios los factores que pueden resultar clave para los beneficios. En ocasiones, basta sencillamente con un crecimiento económico general más rápido o con el reconocimiento, por parte del mercado, de que una tecnología, producto o servicio ha adquirido mayor trascendencia. Podríamos mencionar como ejemplo la manera en que un número sumamente elevado de empresas en el segmento de semiconductores se han beneficiado tanto del crecimiento del cloud como de que la práctica totalidad de los electrodomésticos y vehículos estén actualmente dotados de placas de circuito y de otras tecnologías para su funcionamiento. La solidez del mercado inmobiliario estadounidense ha beneficiado a varios sectores, desde las empresas madereras y las constructoras hasta las compañías de desarrollo de software para tramitar hipotecas. Por tanto, entran en juego muchos factores, y nos mantenemos informados para tratar de sacar partido de las oportunidades que se pasan por alto.
P. El segmento de small cap cuenta con más analistas y es algo más común entre los inversores, pero ¿qué hay de las microempresas? ¿En qué medida pueden representar una oportunidad?
En primer lugar, cabe resaltar que numerosas empresas estadounidenses de pequeña capitalización no son objeto de análisis bursátiles. Cierto es que esta situación se da en mayor medida en el caso de los títulos de microcapitalización, pero es algo que también observamos en el segmento de valores de pequeña capitalización. Siempre hemos tenido una marcada exposición a las empresas de microcapitalización en la cartera. Al igual que las compañías de pequeña capitalización en su conjunto, constituye un segmento con un gran número de empresas, por lo que casi siempre podemos identificar oportunidades en este espacio. Las empresas de microcapitalización también han ido considerablemente a la zaga del mercado estadounidense en su conjunto durante los últimos dos años, lo que nos ha brindado muchas compañías que, en nuestra opinión, resultan interesantes.
P. Muchos inversores o selectores de fondos evitan las small cap porque dan sensación de mayor riesgo. ¿Cuáles son los criterios que usa en su fondo para seleccionar las empresas? ¿Cómo se gestiona el riesgo?
Nuestro Fondo recurre a un enfoque deep value oportunista para invertir en empresas con unas ratios reducidas en términos precio/valor contable y precio/ventas que, posteriormente, clasificamos en una de las cuatro temáticas (turnarounds, unrecognized asset values, undervalued growth e interrupted earnings). La labor de nuestro equipo se centra en identificar un catalizador del crecimiento futuro de los beneficios, como un nuevo equipo directivo, un ciclo empresarial más favorable, la innovación de los productos o una mejora de los márgenes. Gestionamos el riesgo mediante una diversificación en sectores, industrias y posiciones. Generalmente, las posiciones individuales se reducen cuando superan más del 1% de los activos netos de la cartera.
P. En el momento actual del ciclo, ¿qué puede aportar un fondo de este tipo a la cartera de un inversor?
R. Creemos que nuestra estrategia resulta adecuada para los inversores que buscan una manera exclusiva de participar en el mercado de valores estadounidenses de pequeña capitalización con el potencial de generar rentabilidades superiores a las del índice a largo plazo.
Pixabay CC0 Public Domain. Impuesto al carbono en la frontera de la UE: ¿una medida sostenible o un catalizador para la fuga de carbono?
Lombard Odier Investment Managers (LOIM) amplía su oferta de fondos sostenibles de renta variable con el lanzamiento de una estrategia de transición climática que invierte en empresas que ya «estén generando rendimientos, con buena posición de mercado y que ofrezcan soluciones para reducir o evitar el uso de carbón o energías fósiles».
Según explica la gestora, a través de una estrategia de enfoque disciplinada y con visión de futuro, los “candidatos a la transición de los sectores difíciles de abatir y los líderes de la adaptación” se incluyen en una cartera de renta variable global de alta convicción de 40 a 50 valores, para captar oportunidades intersectoriales.
“Estamos en medio de una transformación masiva hacia una economía sostenible de cero emisiones. Hay millones de dólares en juego en esta transición climática, que creemos que creará un valor significativo y dará una forma fundamental a los resultados de la cartera en los años venideros”, asegura Hubert Keller, socio director del grupo Lombard Odier y CEO de LOIM.
Por ejemplo, LOIM invertirá, a través de esta estrategia en empresas que ofrezcan proyectos de mejora de la eficiencia energética y de energía renovable. Asimismo, se enfocará en aquellas empresas de la industria con uso intensivo de energías fósiles, pero que estén en transición hacia una actividad de cero emisiones. Además, también contempla empresas que se centren en la construcción de infraestructuras más resistentes o que vigilen los riesgos físicos y financieros relacionados con el clima.
“La estrategia de transición climática de LOIM ha sido diseñada como un elemento básico global para la asignación de activos. Representa uno de los varios pasos importantes que estamos dando en todo el grupo para alinear todas las carteras y captar las oportunidades de inversión que surgen de la transición climática”, añade Keller.
Estará gestionada por Paul Udall y François Meunier, gestores de cartera del equipo de Renta variable global de LOIM. Udall lleva 18 años gestionando estrategias de inversión sostenibles, con especial énfasis en el cambio climático. Meunier, por su parte, es un destacado experto en digitalización e innovación tecnológica con más de 19 años de experiencia en la industria.
Basado en las novedades del Plan de Acción de Financiación Sostenible de la UE a través de los nuevos puntos de referencia sobre taxonomía y clima de la UE, esta nueva estrategia se inspira en las últimas recomendaciones de la ciencia, la industria y la política, según afirman desde LOIM. Asimismo, los Principios de Oxford Martin para la Inversión con Consciencia Climática y las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera Relacionada con el Clima (TCFD) se incorporarán en el núcleo del enfoque de gestión de la estrategia, así como en las actividades generales de gestión de LOIM.
Además, LOIM proporcionará a los inversores un informe de sostenibilidad para mostrar el impacto climático que la inversión en estas empresas aporta a la sociedad y al planeta e informará sobre el progreso de la administración en toda la cartera.
Pixabay CC0 Public Domain. La crisis del coronavirus seguirá afectando a los bancos antes de convertirse en una oportunidad de crédito
“La duración y profundidad de la recesión económica en desarrollo determinará si esto se convierte en un factor negativo para las calificaciones bancarias”. Así lo asegura Marco Troiano, subdirector del equipo de instituciones financieras de Scope Ratings, en el último informe de la entidad acerca del impacto del coronavirus en el sector bancario europeo.
Por un lado, el equipo de análisis del sector financiero de Scope Ratings advierte que, a medida que el virus se extiende, el riesgo de que los gobiernos europeos respondan con medidas draconianas que socaven el crecimiento económico, al menos a corto plazo, aumenta considerablemente.
Las medidas de bloqueo extensivo implantadas en China podrían ser repetidas en otros países, aunque, según el informe, deberán ser ajustadas para su efectividad. “Una vez aplicada, la normalización será gradual y el riesgo para los bancos será que la actividad económica se recupere lentamente, lo que afectará la calidad de los activos”, subraya Troiano, autor del informe.
Además, la incertidumbre se ve agravada por las incógnitas en las respuestas políticas de la salud pública, las autoridades fiscales y monetarias, así como el propio sistema financiero. La profundidad y duración de la actual recesión económica vendrá determinada, según Troiano, por la efectividad de la regulación a medida que el virus se expanda.
Si bien la gama de escenarios económicos posibles es aún muy extensa, el crecimiento global se verá sin duda afectado por el virus. Según el informe, en Europa, especialmente Italia, se podrían registrar recesiones durante la primera mitad del año. “Afortunadamente, la crisis del coronavirus se encuentra un sector financiero que se ha renovado con éxito tras la crisis financiera”, asegura Troiano. No obstante, la crisis seguirá afectando a los bancos antes de convertirse en una oportunidad de crédito.
Además, el informe advierte de que evitar que las crisis de liquidez en áreas que hayan sido bloqueadas se conviertan en problemas de solvencia generalizados será clave. “Esperamos que el sistema financiero mantenga abiertos los flujos de liquidez, especialmente si los gobiernos se mueven para extender las garantías”, añade el autor.
Los balances sólidos con niveles bajos de morosidad, altos coeficientes de capital y perfiles de financiación equilibrados deberían ofrecer cierta protección a los acreedores bancarios, especialmente a los que se encuentran en las partes más altas de la estructura de capital, añaden.
Por otro lado, Troiano destaca el papel del Banco Central Europeo (BCE) y asegura que este seguirá “jugando un papel clave» para mantener los niveles de servicio de la deuda bajo control. En países muy endeudados, como es el caso de Italia, será una pieza crucial en el rompecabezas político. “El espacio para errores políticos, falta de coordinación o respuestas tardías es grande y representa un riesgo clave a la baja para nuestro caso base relativamente benigno”, advierte el autor.
Por último, el probable aumento de las pérdidas por préstamos deprimiría aún más la rentabilidad del sector, que ya es baja e insuficiente para lograr una creación sostenida de valor para los accionistas a lo largo del ciclo. “El elevado nivel de incertidumbre podría nublar las perspectivas de dividendos y recompras, que se han convertido en un pivote en la historia de la equidad bancaria en los últimos meses”, concluye Troiano.
El coronavirus está monopolizando las noticias y provocando el pánico en los mercados. AllianceBernstein considera que las opciones para los responsables de las políticas son claras. “Pero, ¿las implementarán?”, se pregunta en un análisis publicado recientemente.
En poco más de una semana, el coronavirus ha pasado de ser un asunto principalmente asiático a transformarse en un peligro claro y presente para la economía mundial. La enfermedad se está cobrando un creciente número de víctimas humanas; y su propagación “ha provocado giros récord en los mercados bursátiles mundiales, ha llevado los rendimientos de los bonos a nuevos mínimos y ha impulsado a la Fed a su primer recorte de emergencia de los tipos desde la crisis financiera mundial”, señala la gestora.
Evaluando la amenaza
El coronavirus sigue rodeado por la incertidumbre, por lo que “debemos tener más precaución de lo normal al tratar de medir su impacto en la economía mundial”. Según AllianceBernstein, no solo tenemos una visibilidad limitada de la trayectoria del virus en sí, sino que la lista de ejemplos históricos para usar como manual de referencia es corta.
“Lo que sí sabemos es que la economía mundial sigue siendo frágil, ensombrecida como está por el aumento del populismo y el incremento de la tensión geopolítica entre China y Occidente”, señala. Asimismo, la eficacia de la política monetaria está llegando a su límite en muchas partes del mundo, y la combinación de estos factores hace que la economía mundial sea muy vulnerable a turbulencias como el coronavirus.
Implicaciones económicas
Hasta hace aproximadamente una semana, los principales canales a través de los cuales se esperaba que el coronavirus afectara a la economía mundial eran el golpe directo al crecimiento de China y la interrupción de la cadena de suministro en otros lugares. “El primero ha sido impresionante, con los índices de gestores de compras de febrero cayendo aún más precipitadamente que durante la crisis”, asegura la gestora.
Asimismo, destaca que, como se esperaba que las autoridades chinas respondieran con una política agresiva de estímulos, se preveía que el daño general para la economía mundial sería manejable, y que solo se necesitaría una modesta reducción de las expectativas de crecimiento. “Ahora, con el virus avanzando fuera de China, esta visión algo optimista está siendo desplazada rápidamente”.
Para AllianceBernstein, el riesgo clave es que las medidas de los gobiernos para contener el virus en las grandes economías desarrolladas catapulten al mundo a una profunda recesión. Todavía es demasiado pronto para sacar conclusiones, pero, en su opinión, ya hay señales preocupantes. En Europa, por ejemplo, se está empezando a centrar la atención en retrasar la propagación del virus en vez de en intentar prevenirlo o contenerlo. De hecho, parece solo una cuestión de tiempo que los gobiernos comiencen a imponer restricciones severas a la actividad económica.
“Tal es el rango de posibles consecuencias del coronavirus, que es imposible limitar la predicción del impacto a un solo punto”, asegura. Recientemente, la gestora redujo su previsión de crecimiento global del 2,4% al 2,1%, cifra que tiene en cuenta la mayoría de los riesgos asociados con los dos primeros canales de transmisión del coronavirus (crecimiento de China y cadenas de suministro).
Sin embargo, advierte de que es probable que resulte demasiado optimista si los brotes generalizados en Europa y Estados Unidos van acompañados de medidas draconianas para derrotar el virus. En ese escenario, es probable que el crecimiento mundial se hunda, al menos temporalmente, “y podría ser peor si esto expone las fragilidades subyacentes asociadas a la acumulación de deuda”.
¿Qué se puede hacer?
Son estas preocupaciones las que provocaron los recortes de emergencia de la Fed y otros bancos centrales. Pero, aunque los recortes de tipos suelan ser una buena noticia para los inversores, AllianceBernstein considera que hay que ser realistas sobre lo que los bancos centrales pueden y no pueden lograr en la situación actual.
“Podemos estar muy convencidos de su capacidad para evitar que las turbulencias económicas se transformen en una crisis de liquidez (en caso de que surja ese riesgo), dadas las lecciones aprendidas durante la gran crisis financiera”. También destaca que los bancos centrales pueden tratar de evitar que una perturbación de la oferta, como el coronavirus, se convierta en una perturbación de la demanda adoptando medidas para fomentar la confianza, aliviar las condiciones financieras y evitar que la debilidad del mercado se extienda a la economía real.
“Pero podemos confiar mucho menos en su capacidad para abordar o compensar la disrupción económica en sí”, afirma la gestora. Esto ya sería cierto en el mejor de los casos, pero más si se tiene en cuenta que la política monetaria ha alcanzado los límites de su eficacia en muchas partes del mundo desarrollado (como Europa y Japón). Además, señala que se trata de un instrumento “poco contundente” que no contribuirá a resolver los problemas de liquidez de las empresas y los hogares en las zonas afectadas de la economía.
Ahí es donde entra la política fiscal. Es vital que las restricciones a la actividad económica que empiecen a imponer los gobiernos “vayan acompañadas de medidas para minimizar el impacto en hogares y empresas”. A juicio de AllianceBernstein, la buena noticia es que cada vez hay más señales de que las autoridades responsables entienden esto. “De lo contrario, el estímulo monetario puede resultar inútil, insuficiente por sí solo para evitar una recesión más profunda en caso de que la crisis del coronavirus siga intensificándose”, sentencia.
Para frenar la pandemia del coronavirus, #yomequedoencasa: ése es el lema que están aplicando también gran parte de los empleados de las entidades financieras y la industria de gestión de activos y asesoramiento financiero en España. Las recomendaciones de confinamiento primero de la Comunidad de Madrid, y posteriormente las limitaciones de movimiento que impone el estado de alarma a nivel nacional, están haciendo que muchas entidades se adapten y busquen nuevos enfoques para su operativa y actividad diaria.
Desde Funds Society, venimos ofreciendo nuestros servicios informativos con todo nuestro equipo en España en casa, ejerciendo las posibilidades que ofrece el teletrabajo desde el pasado martes. También los gestores, asesores y entidades que prestan servicio a la industria, como despachos de abogados o proveedores de datos, se adaptan a la nueva situación y están fomentando el teletrabajo, aunque en algunos casos, y ante la necesidad de seguir dando servicio presencial al cliente que lo solicita, algunas entidades mantienen cierta presencia física. No olvidemos que el decreto del estado de alarma permite seguir operando a las entidades financieras y las sucursales bancarias siguen atendiendo a los ahorradores españoles.
Con todo, las entidades están impulsando las posibilidades que ofrece la tecnología y fomentan el trabajo a distancia. Es el caso de la entidad de banca privada A&G, que, según explica en un comunicado, lleva desde principios de mes preparando un plan de acción para responder a los posibles escenarios que plantea el coronavirus, ya declarado pandemia. Según ha informado Jorge Lovaco, director general de Estrategia Corporativa de A&G, el pasado viernes estaban en el escenario dos, donde el 75% de su plantilla estaba teletrabajando, pero desde el lunes ya el 100% lo hace, según confirman a Funds Society.
Por su parte, la firma de asesoramiento NORZ Patrimonia EAF también ha anunciado que adopta el teletrabajo, tratando de evitar que afecte a su operativa y servicios habituales, dentro de su plan de continuidad del negocio ante la crisis vírica, pero que permita “proteger la salud de empleados, clientes y proveedores”. Por eso piden a sus clientes evitar desplazamientos a la oficina, y demandan el uso de canales alternativos para ponerse en contacto con los asesores.
Entre las entidades que prestan servicios al sector está el despacho legal finReg 360, que en un comunicado a clientes y amigos ha explicado que continúa prestando sus servicios con normalidad a través del teletrabajo, con la coordinación y disponibilidad de todo el equipo y “mucho espíritu de colaboración”. “Todo el equipo de finReg estamos teletrabajando desde la semana pasada, para compaginar el cumplimiento de las medidas recomendadas por las autoridades sanitarias a fin de limitar la propagación del COVID-19, y salvaguardar la salud de nuestros profesionales, y también para continuar prestando el mejor servicio a nuestros clientes”, explican. Añaden que siguen colaborando con sus clientes en sus proyectos y prestando los servicios acordados, en remoto; que continúan con la interlocución ordinaria con supervisores y organismos reguladores y con su servicio de alertas regulatorias.
También firmas de análisis de datos, como VDOS, han optado por teletrabajar completamente. “Ante la emergencia sanitaria por la que estamos atravesando por el COVID-19, desde VDOS ponemos por delante de todo la salud tanto de nuestros empleados como de la sociedad en general. Por ello, desde la pasada semana hemos desplegado nuestro plan de contingencia por el que el 100% de nuestra plantilla se encuentra trabajando en remoto. Nuestro compromiso de garantizar la continuidad del negocio con el mejor servicio posible a nuestros clientes sigue invariable y esperamos que este hecho no afecte en la calidad y eficiencia del servicio, así como en la atención normalmente recibida”, explican.
En Inverco, también se adopta el teletrabajo: desde la asociación, explican que están trabajando «prácticamente todo el equipo de forma telemática y a pleno rendimiento», gracias al potencial de la tecnología, afirma su presidente, Ángel-Martínez Aldama, en declaraciones a Funds Society. Los contactos con el equipo son a través de programas de vídeo/audio y mensajes conjuntos para todos y por áreas de la Asociación, explica, y con los asociados y supervisores son vía telefónica (con centralitas desviadas).
Respecto a la situación de alarma, desde Inverco reconocen que «sin duda está incidiendo en las valoraciones de los mercados (ya desde hace unas semanas)», pero matizan que, «a fecha de hoy afortunadamente los reembolsos son manejables con la liquidez de los fondos, si bien algún segmento de los mercados de renta fija tiene altos spreads”.
Decisiones mixtas en las gestoras
Entre las gestoras, la mayoría también intenta maximizar el trabajo a distancia, si bien algunas mantienen en las oficinas a una parte del personal, normalmente el que se dedica a lidiar con los inversores.
Por ejemplo, en Azvalor el teletrabajo es total y explican que, ante la actual situación, cancelan la relación presencial: “Nos vemos obligados a suspender temporalmetne nuestra actividad de relación presencial con nuestros coinversoresen la sede de la gestora.Lamentamos las molestias que ello les pueda causar, pero entendemos que es un deber cívico de todos aunar esfuerzos para que esta crisis pueda ser superada cuanto antes y volver así a la normalidad”. Así, la gestora explica que ha adoptado todas las medidas necesarias para garantizar el trabajo en remoto “con plenas garantías para que las operaciones en la cartera de los fondos y con nuestros coinversores se desarrollen sin ningún tipo de incidencias”.
Desde la gestora de Bankia también explican que han optado por el teletrabajo total, después de detectarse un caso con coronavirus en su departamento de riesgos: aproximadamente unas 80 personas están trabajando desde el viernes pasado con normalidad desde sus domicilios, explican. Algo que no afecta a su operativa: “Los planes de contingencia con los que contamos en Bankia para afrontar situaciones de indisponibilidad de personas están desarrollándose satisfactoriamente y con el resultado esperado. La actividad de la gestora continúa su curso con normalidad. La continuidad de negocio está completamente asegurada. Inversiones, riesgos, gestión de participes, cálculo del valor liquidativo (vlp)….todo está en marcha y funcionando correctamente gracias a que todos los profesionales de la gestora que están teletrabajando cuentan en sus domicilios con los equipos y herramientas necesarias. Además, todos ellos están dando lo mejor de sí”, añaden en la entidad. Por su parte, de la relación con los clientes se ocupa la red.
También lo hacen en Santander AM, donde toda la plantilla trabaja desde casa desde el pasado miércoles: “Siguiendo las recomendaciones del grupo a todos los centros corporativos en Madrid, la plantilla de SAM está teletrabajando, al haberse desplegado los planes de continuidad de negocio existentes. Estos planes, diseñados para afrontar situaciones excepcionales de este tipo, están ampliamente probados y chequeados. Cada uno de los equipos, desde Inversiones hasta Riesgos y equipos de Soporte están, por lo tanto, desarrollando su actividad de la manera habitual y sin ningún contratiempo. Lo único que ha cambiado es que las reuniones, tanto internas como clientes, se realizan a través de herramientas digitales en vez de presenciales”, explican desde la gestora.
“Probablemente, un fenómeno que hace unas décadas podría haber sido muy disruptivo, especialmente en el mundo de la gestión con el cierre de plazas, entidades y transacciones, hoy es más gestionable gracias a la tecnología. En Mapfre AM, por ejemplo, prácticamente todo el equipo trabaja en remoto desde la semana pasada. Todos los planes de contingencia que estaban diseñados y probados se han puesto en marcha como opción por defecto”, explica José Luis Jiménez, director general de inversiones de Mapfre.
En Welzia, el porcentaje de teletrabajadores es actualmente del 80%, pero a lo largo de la semana pasarán a casi el 100% de la plantilla, con desplazamientos puntales de control de sistemas y como medida de seguridad ante situaciones que requieran actuación local, explican en la entidad a Funds Society. «Teníamos desde hace tiempo un sistema de teletrabajo probado desde hace tres años, que nos ha servido de punto de inicio para el plan de contingencia», comentan. «Nuestro sistema de telefonía, permite estar, a los diferentes miembros del equipo, en cualquier lugar, funcionando sin problemas como cuando estábamos en nuestras oficinas. Al mismo tiempo cumplimos con todas las obligaciones de registro de llamadas y demás obligaciones legales. Los clientes y proveedores siguen llamado a los mismos números de centralita y no perciben ningún cambio con respecto a una situación previa. A los ojos externos, todo es tal y como era antes de implementar este plan de contingencia», añaden desde la firma. Las interacciones entre los miembros del equipo se realizan mediante el uso de servidores de conferencias online, estableciendo reuniones audiovisuales para mantener y garantizar el trabajo en equipo.
También en Mutuactivos han establecido un plan para trabajar en remoto:«Se ha restringido el acceso físico a nuestras oficinas desde el pasado jueves, tanto para empleados como para clientes y proveedores. La totalidad de la plantilla está trabajando desde sus lugares de residencia. Hemos habilitado todos los medios materiales y tecnológicos para continuar atendiéndoles en remoto», aseguraba su presidente, Juan Aznar, en una comunicación reciente. «El equipo de gestión de inversiones está conectado en tiempo real con los mercados; el área de operaciones y valoración continúa calculando el valor liquidativo de todos los vehículos. Los equipos comerciales y de asesoramiento patrimonial están plenamente accesibles por teléfono o a través de internet, y a su disposición para cualquier gestión, así como para informarles de la situación de sus posiciones en Mutuactivos. La operativa sobre cualquiera de nuestros vehículos (suscripciones, reembolsos, traspasos, etc.) continúa abierta», indicaba.
«Desde comienzos de semana, la mayor parte de nuestro equipo trabaja desde casa, y todos los servicios y operaciones de la firma funcionan con normalidad. Desde que nos convertimos en gestora, todos nuestros procedimientos estaban diseñados en la nube para poder operar desde cualquier lugar en caso de necesitarlo. Debido a las actuales y lamentables circunstancias, hemos podido comprobar que todas las operaciones funcionan perfectamente», explican en Buy&Hold.
Entre lo presencial y lo digital
Con todo, algunas firmas mantienen el servicio presencial a los clientes: es el caso de Bestinver, donde la mayoría del equipo trabaja desde sus hogares, gracias al trabajo contrarreloj de los equipos de tecnología, si bien dejan a parte del equipo de relación con inversores para atender de manera presencial a aquellos que lo necesiten. La gestora les invita a hacerlo por otras maneras, pero hacen uso del permiso que dan las autoridades a las entidades financieras para mantenerse abiertas. “Siguiendo las indicaciones de las autoridades con el fin de garantizar la salud de nuestros empleados y el buen servicio a nuestros inversores, casi la totalidad de nuestros empleados están trabajando ya desde su casa, pero todas nuestras oficinas permanecen abiertas por si algún inversor precisara operar de manera presencial”, explican en la gestora. Y, caso de cierre futuro de las oficinas, calculan que el departamento de relación con los inversores permanecerá 100% operativo vía telefónica o a través del e-mail.
De este modo, explican, la operativa de gestión de carteras se realiza con total normalidad: “La gestión de las carteras se realiza con total normalidad”, dicen, y prueba de ello son las operaciones de compra realizadas y comunicadas día tras día. “Contar con todos los recursos con los que cuenta Bestinver te permite afrontar estas situaciones con los medios necesarios. Nuestros gestores y analistas pueden dedicar el 100% de su atención a analizar compañías y a la situación de los mercados”, explican. Así, añaden que han asegurado el correcto funcionamiento del área de inversiones, gracias a la tecnología, para que la gestión de las carteras pueda seguir operando sin inconvenientes y con la mayor normalidad posible.
Grupos financieros, entre el teletrabajo y la oficina
Y es que en general los grupos financieros están optando por un modelo mixto y permitiendo que algunas áreas trabajen a distancia mientras otras mantengan la presencia física, o, dentro de cada departamento, optan por una mezcla de ambas soluciones. En BBVA, tras la detección de un caso de coronavirus la semana pasada, han procedido al cierre del área donde trabajaba el empleado, así como algunos espacios comunes como medida preventiva. El resto de instalaciones de la Ciudad BBVA en Madrid, de momento, operan con normalidad, según un comunicado del banco.
Así, la entidad ha activado los planes de contingencia para asegurar el servicio a sus clientes y salvaguardar la salud de sus empleados. Por un lado, está fomentando el trabajo en remoto entre sus empleados de los servicios centrales del Grupo BBVA en España. Asimismo, para aquellos empleados que, por la naturaleza de su actividad, no puedan teletrabajar, el banco facilita la flexibilización de los horarios, entre otras medidas. Además, la entidad ya había habilitado, el pasado 5 de marzo, como medida preventiva, la sala de contingencia de tesorería, para garantizar la continuidad del negocio del área de Corporate & Investment Banking (CIB). La red minorista de oficinas está operando con normalidad, dotadas eso sí con geles hidroalcohólicos, para facilitar la higiene de manos. En este contexto, BBVA ha aplazado la celebración del ‘Investor Day’ que estaba previsto para el 24 de marzo.
En Brighgate, que cuentan con gestora y EAF, también optan por un modelo mixto: “Dada la actual situación de crisis generada por la propagación del virus COVID-19, Brightgate Capital, SGIIC y BrightGate Advisory, EAF hemos activado los protocolos internos necesarios para garantizar el correcto funcionamiento de las actividades que realizamos, la salud de nuestros empleados y la calidad del servicio a nuestros clientes. Todo el equipo está totalmente operativo de una forma física, en unos casos, y remota en otros, siguiendo en tiempo real la situación de los mercados y la economía, con el objetivo de que las actividades de gestión, distribución y asesoramiento de nuestros vehículos y clientes funcione con normalidad”, explican en un comunicado.
Decisiones en la CNMV
Por un modelo mixto, pero garantizando la continuidad de sus servicios y el desempeño de sus funciones, también optó el supervisor de los mercados, la CNMV, la semana pasada, cuando anunciaron que mitad de la plantilla de la sede central y de la Delegación de Barcelona pasaba a trabajar desde sus domicilios. “Uno de los criterios para determinar los miembros de la plantilla en régimen de teletrabajo ha sido duplicar los equipos de las actividades consideradas especialmente relevantes para el funcionamiento de la CNMV. La vicepresidenta y otros miembros del Comité Ejecutivo también desarrollarán sus labores en régimen de teletrabajo”. También ha aumentado la flexibilidad horaria para el resto del personal y contempla la posibilidad de extender el régimen de teletrabajo atendiendo a las necesidades organizativas y funcionales de las distintas unidades. Asimismo, explica, se han reforzado las medidas de higiene y recomendado comportamientos orientados a reducir los riesgos de acuerdo con los consejos hechos públicos por las autoridades sanitarias.
Además, publicaba recientemente un comunicado en el que flexibiliza la celebración de las juntas generales de las cotizadas, tratando de que el derecho de los accionistas a participar en la junta sea congruente con la adopción de las medidas para prevenir el contagio y la expansión del coronavirus. Antes de decretar el estado de alarma, la CNMV ya recomendaba fomentar la representación, los mecanismos de asistencia remota y voto a distancia de los accionistas, incluyendo sistemas de telepresencia o conexión telemática en tiempo real o cualquier otro medio previsto en los estatutos o en el reglamento de la junta general de accionistas, de modo que sea aceptable celebrar junta general íntegramente telemática. Y reconoció el máximo margen de flexibilidad a los consejos de administración de las sociedades cotizadas para afrontar la celebración de las juntas en esta coyuntura.
Foto cedidaRami Aboukhair, consejero delegado de Santander España, con algunas de las participantes en esta primera edición del programa. Santander lanza un programa de reinserción laboral para mujeres que abandonaron su carrera por motivos familiares
Santander lanza el programa Reencuentra, una iniciativa para ayudar a aquellas mujeres que abandonaron su carrera por motivos familiares a reincorporarse al mercado laboral en empresas de su entorno.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, la tasa de empleo en las mujeres se reduce a medida que aumenta el número de hijos. Comparado con mujeres sin hijos, aquellas con tres o más vástagos presentan una tasa de desempleo hasta 26 puntos porcentuales mayor. Sin embargo, en el caso de los hombres sucede lo contrario: la tasa de desempleo disminuye a medida que aumenta el número de hijos.
Por ello, el banco ha desarrollado un programa a dos niveles: una etapa de experiencia profesional temporal en Santander, que les permita estar dentro del mercado laboral de nuevo, y a través de una serie de acciones que generen valor para estas mujeres e incrementen su empleabilidad.
“Todo el mundo merece una oportunidad al menos una vez en la vida y, en muchas ocasiones, una segunda. Es lo que necesitan millones de mujeres en nuestro país que, por varios motivos, se ven obligadas a interrumpir su carrera profesional”, asegura Rami Aboukhair, consejero delegado de Santander España. Por ello, explica que este programa nace para concienciar a la sociedad de la realidad de estas mujeres que “esperan una oportunidad”.
En esta primera edición participarán 100 mujeres, seleccionadas entre todas las candidatas que se presenten (3.000 hasta ahora, aunque el proceso sigue abierto). Esta semana comienzan el programa quince, de entre 38 y 46 años, y en verano, se elegirá al resto. “Te haces madre, tienes un niño y ves que toda tu vida va cambiando y no te puedes reenganchar en nada porque lo peor de todo es lo aislada que te quedas”, subraya Clara Longares, una de las participantes en esta primera edición del programa Reencuentra.
Se trata de mujeres que llevan entre cinco y diez años sin trabajar fuera del hogar. Para que estas mujeres puedan reincorporarse al mercado laboral en empresas de su entorno; el programa también se dirige a las pequeñas y medianas empresas como posibles empleadores. En España, las pymes representan el 99% del tejido empresarial y general el 66% del empleo. El plazo para apuntarse, tanto para las mujeres como para las empresas, continúa abierto y se puede realizar la inscripción a través de la página web www.santanderreencuentra.es.
“Yo me hago siempre la misma pregunta: ¿qué podemos hacer por ellas? Nosotros les damos formación, entrenamiento, mentoring y prácticas para que puedan reconectar con el mercado laboral. Tenemos muchas razones para trabajar por ellas, para darles esa segunda oportunidad. Pero los esfuerzos individuales tienen menos impacto que los colectivos. Por ello, invito a otras compañías a que se sumen a este movimiento Santander Reencuentra”, explica Aboukhair.
Entre las protagonistas de esta primera edición está Isabel López, a quien asegura la maternidad le ha hecho una persona más organizada y eficaz: “Ahora me veo con muchas más capacidades que cuando tenía 30 años. Sin embargo, todavía te encuentras muchas ofertas donde se buscan menores de 40. Con la experiencia que tenemos a esta edad, tanto personal como profesional, tenemos mucho que aportar a las empresas.” Para Isabel este programa le permitirá “poder estar actualizada cuando me tenga que enfrentar a una entrevista laboral”, asegura.
“A veces he pensado que será que no consigo trabajo porque no valgo, porque realmente tengo poco que aportar. Te hacen sentir que tú ya no vales. Yo a las mujeres que están en una situación parecida les diría que no se rindan, que hay mucha vida, que la vida cambia en un segundo, que no te pille triste, que no te pille enfadado”, añade Begoña Valderrama, otra de las participantes.
Entre las acciones del programa se incluye un acompañamiento en coaching, con entrenadores certificados para contribuir al empoderamiento, la recuperación de la confianza, la adaptación al nuevo entorno y la gestión de la conciliación entre la vida familiar y la laboral. Los coaches serán gestores de Recursos Humanos de Santander que colaborarán en formato de voluntariado y que serán supervisados por la Escuela Europea de Coaching.
Además, se proporcionará a las participantes un paquete de formación en herramientas ofimáticas y un MBA online: The Power MBA. A través de diferentes módulos se impartirán conocimientos de estrategia, LEAN startup y emprendimiento, desarrollo personal, estrategia y marketing digital, finanzas y contabilidad, y el liderazgo en las organizaciones.
“Lo importante es sentirte valorada y volver a estar en activo. Todavía hay mucho por hacer. Hay que seguir creyendo en una misma, esa es una de las mayores batallas que tenemos las mujeres, seguir creyendo que podemos aportar mucho más de lo que se piensa, que estamos ahí con todo”, añade Longares.
Otra de las acciones está dirigida al mentoring para reforzar así la red de contactos profesionales de las candidatas y contribuir a su recolocación en el mercado laboral de su entorno. “Siendo este uno de los principales vehículos para encontrar empleo, su red de contactos puede estar deteriorada después de unos años alejadas del circuito laboral”, subrayan desde la entidad. Los mentores serán directores de oficinas Smart de Banco Santander, las más modernas y grandes de la entidad, y que contarán con el apoyo del equipo de Talento de Recursos Humanos.
Para colaborar con la reincorporación de estas mujeres al mercado laboral, el banco contará también con una agencia de recolocación, que les proporcionará formación y entrenamiento para la búsqueda de empleo: cómo preparar un currículo, cómo realizar una entrevista, cómo enfocar la búsqueda, etc.
“Hubo un momento en el que quise volcarme más con mi familia, formar el hogar, hacer un ‘pequeño’ parón. Lo que yo no sabía es que se iba a alargar tanto. Cuando no trabajas todo se reduce al mundo de tus hijos, echaba de menos desarrollar otra faceta de mi vida. Somos muchas las mujeres que estamos en esta situación, aunque no se le de visibilidad a este colectivo, tenemos todavía mucha guerra que dar”, concluye Carmen Llorente.
Reencuentra forma parte de Generación 81, el programa de Santander que impulsa la visibilidad de modelos de referencia femeninos, la educación, el empleo y el emprendimiento en igualdad. Con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la dificultad de estas mujeres para reincorporarse al mercado laboral, esta iniciativa busca ofrecerles “esa primera oportunidad que les permita esa reconexión con el mundo laboral”.