Invertir en renta variable sostenible: cinco claves para el éxito

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Invertir en renta variable sostenible: cinco claves para el éxito
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La estrategia europea de renta variable sostenible de NN Investment Partners, el NN (L) European Sustainable Equity, registró una rentabilidad absoluta del 36% y una rentabilidad relativa del 10% respecto a su índice (MSCI Europe Net) en 2019. En un artículo publicado en su página web, el responsable de inversión sostenible y renta variable de impacto de la gestora, Hendrik-Jan Boer, destaca este “logro que demuestra la calidad del enfoque de la inversión” e identifica cinco factores clave que contribuyeron a este éxito, entre ellos, el fuerte énfasis en el trabajo en equipo.

Lanzado en diciembre de 2013, el fondo invierte en una cartera diversificada de acciones europeas y combina los riesgos y oportunidades vinculados a factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) con un análisis financiero exhaustivo de las empresas. De este modo, se tienen en cuenta factores que a menudo quedan fuera del alcance del análisis financiero tradicional, pero que pueden tener un impacto significativo en el rendimiento a largo plazo.

1. Un esfuerzo de equipo

Incluso antes de 2019, la estrategia tenía un historial sólido de resistencia y de numerosos períodos de rendimiento superior, a pesar de las tensiones mundiales como la crisis financiera, el Brexit y la elección de Trump. “Aunque los mercados se pusieron de nuestro lado el año pasado, ya que las acciones en general registraron un buen rendimiento, para mí, las razones están más cerca de casa”, dice Boer.

En gran medida, atribuye el éxito a los esfuerzos combinados del equipo. “Todos tenemos la misma mentalidad, los mismos criterios y objetivos, y eso nos lleva a un alto nivel de convicción en nuestra cartera”. El éxito de la estrategia se basa en el análisis profundo y colaborativo: antes de invertir en cualquier empresa, todo el equipo discute los factores positivos y los posibles escollos a los que se enfrenta. “El objetivo final es crear una cartera con la que todo el equipo se sienta realmente cómodo”, añade Boer.

2. Una perspectiva a largo plazo

En opinión de NN IP, adoptar una perspectiva a largo plazo en las inversiones de renta variable es la mejor manera de generar retornos superiores a la media. Para contribuir a ello, el equipo utiliza HOLT, un sistema exhaustivo de comparación de empresas que se centra en la contabilidad y las métricas de valoración, para construir su universo de inversión elegible. Según Boer, utilizan un modelo de flujo de fondos descontados que supone “un lente poderoso para mirar a largo plazo”.

El equipo evalúa el rendimiento del flujo de caja de la inversión y el crecimiento de los activos, con lo que determina los cambios en el beneficio económico de las empresas. “En última instancia, preferimos un horizonte a largo plazo, digamos de cinco años. Entonces se pueden evaluar grandes cambios sociales como la transición energética o las nuevas tendencias en el consumo y las comunicaciones, e identificar las principales desviaciones entre nuestras expectativas y la percepción del mercado”, aclara Boer.

3. La materialidad importa

Cuando se trata de la sostenibilidad, NN IP considera que los factores materiales son primordiales. Estos pueden diferir significativamente entre sectores. Por ejemplo, para las empresas del área de la salud, los temas importantes tienen que ver más con la privacidad de los datos de los clientes, la fiabilidad, el acceso a una atención sanitaria asequible, o trabajar por el bien de la sociedad.

Por el contrario, para las empresas que se dedican a la producción de nuevas energías o tecnologías, el medioambiente es una preocupación crucial. Firmas como Microsoft utilizan cantidades masivas de energía, pero, según Boer, al trasladar todo a los servidores en la nube, el almacenamiento puede llegar a ser muy eficiente. “Combinándolo con la ambición de abastecer todas sus necesidades energéticas de forma sostenible en unos pocos años, esto representa un enorme paso hacia una menor huella de carbono”.

4. Más allá de calificaciones ASG

Cuando se evalúa la sostenibilidad, también es crucial mirar más allá de las calificaciones de ASG de proveedores externos. “Proporcionan muy poco alfa porque el resto del mercado también tiene acceso a ellas. Además, suelen estar orientadas hacia el pasado y a menudo no existe un vínculo lógico o material entre estas calificaciones y el modelo de negocio de una empresa”, destaca Boer. En cambio, mirar de cerca a una empresa y comprometerse con la dirección puede conducir a nuevas percepciones de las que el mercado en general no es consciente.

Las puntuaciones ASG también tienen un sesgo de capitalización de mercado, ya que las empresas más grandes tienen más recursos para producir informes anuales. Sin embargo, advierte Boer, a menudo son las más pequeñas las que están haciendo grandes avances en materia de sostenibilidad. “SolarEdge, un productor de optimizadores e inversores solares, es un buen ejemplo. Pero debido a que es una empresa pequeña sin capacidad de crear un extenso informe anual de ASG, recibe una calificación más baja de los proveedores externos”.

5. La calidad es clave

En última instancia, NN IP cree que es la calidad a largo plazo de los retornos y el crecimiento empresarial lo que impulsa el rendimiento. “A lo largo de décadas, los inversores más exitosos son aquellos, como nosotros, que se centran en la calidad a largo plazo”, insiste Boer. Esto incluye la calidad económica de las empresas, pero también la calidad vinculada a las preocupaciones u oportunidades materiales de ASG.

A su juicio, la mayoría de los inversores todavía no prestan atención a esto, sino que quieren algo que funcione bien inmediatamente. Pero la alta calidad conduce a una corriente de ganancias subyacentes más fuerte y, a su vez, a un éxito bursátil a largo plazo. “Si tienes una empresa que puede financiar internamente su alto crecimiento y continúa generando excelentes rendimientos de flujos de caja, obtienes un buen efecto compuesto en las ganancias”.

Más de 200 analistas, gestores y banqueros preparan en Escuela FEF su certificación en ESG

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Pixabay CC0 Public Domain. Más de 200 analistas, gestores de activos y banqueros preparan en Escuela FEF su certificación en ESG

Más de 200 analistas, gestores de activos y banqueros españoles apuestan por el centro de formación del IEAF-FEF, Escuela FEF, para preparar la certificación internacional Certified ESG Analyst (CESGA), concedida por la federación europea de sociedades de analistas financieros (EFFAS, por sus siglas en inglés).

Escuela FEF es el único centro en España con un programa para formar y certificar a los profesionales del sector financiero en la integración de aspectos relacionados con cuestiones ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG). Los participantes en los programas de Escuela FEF, tanto en modalidad presencial como en formato online, podrán obtener el Certified ESG Analyst (CESGA) al superar el correspondiente examen de EFFAS. Se trata de una acreditación CESGA pionera en este campo y reconocida internacionalmente en Europa, Estados Unidos y Hong Kong, entre otros.

Más de 600 especialistas del sector financiero en todo el mundo se han acreditado ya con este certificado. Asimismo, Jesús López Zaballos, presidente de la European Federation of Financial Analysts Societies (EFFAS), prevé que a mediados de este año serán ya más de 1.000 los profesionales que cuenten con este prestigioso título a nivel internacional.

En Europa, los países con mayor número de profesionales certificados en ESG a través de EFFAS son Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Finlandia, Portugal y España. Esta certificación está siendo demandada por los principales bancos europeos para formar y acreditar a sus profesionales, especialmente analistas financieros y gestores de activos.

Entrevista con José Salgado: Singular Bank, unión de tecnología y talento para devolver a cada cliente su singularidad

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Aunque el negocio venía fraguándose desde mediados de 2018 –desde que Warburg Pincus y Javier Marín compraran Self Bank a Société Générale-, hemos tenido que esperar hasta principios de este año para asistir al nacimiento oficial del nuevo proyecto de banca privada ideado por el exdirectivo del Banco Santander.

Bajo el nombre de Singular Bank subyacen dos ideas clave: en primer lugar, el foco en el cliente y en su singularidad, para dar forma a una oferta de servicios que se adapte a él, y no a la inversa; y, en segundo término, la comunión perfecta entre lo digital y lo físico, que permite complementar el servicio de Self Bank –que seguirá existiendo en esos términos digitales- con el mejor talento para ofertar servicios de asesoramiento y gestión discrecional de carteras (cuyo lanzamiento ha provocado el nacimiento de la nueva marca Singular).

En una entrevista que publicamos en la revista número 17 de Funds Society España, José Salgado, director general de Clientes de Singular Bank, explica por qué es tan necesaria la conjunción en su servicio de lo digital y lo físico, y nos da las claves del nuevo proyecto. De momento, su modelo de asesoramiento es no independiente. Pero su intención es que el cliente pueda decidir más adelante: “En unos casos se sentirá más cómodo con el cobro de una comisión explícita y en otros se decantará por que el servicio se financie con las retrocesiones de las gestoras”, dice en la entrevista.

Su objetivo, dice, es ser la referencia en el sector, algo que puede tardar en llegar, pero que llegará si hacen las cosas bien y mantienen el foco en el cliente. De hecho, no le preocupa la competencia por el número de competidores, sino por la calidad del servicio que prestan.

Su modelo de negocio, de momento, se basa en el crecimiento orgánico y la contratación de banqueros, pero no descartan el inorgánico si surgen oportunidades.

Puede acceder a la entrevista completa en este pdf.

Medidas y ayudas de ámbito financiero: todos los actores se ponen en marcha

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La situación generada a consecuencia de la pandemia originada por la transmisión del COVID-19 es, sin duda, preocupante a todos los niveles: sanitario, económico, social… y a escala global.

En nuestro contexto europeo y español, y tras la aprobación del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19, tanto la Unión Europea como la Administración del Estado y de las Comunidades Autónomas, Instituciones y Organismos europeos, nacionales y autonómicos, entidades financieras, sociedades de garantía recíproca y otros organismos han iniciado ya el diseño y la implantación de programas y ayudas para contribuir a la liquidez de las empresas. Todos ellos están lanzando diferentes medidas y planes con la intención de minimizar en lo posible el impacto económico de esta crisis. En este contexto, se convierte en prioritario contribuir a la supervivencia a corto plazo del tejido empresarial y prever la situación con la que nos encontraremos «el día después».

En estas líneas pretendemos destacar unas primeras ideas de los programas y ayudas que a lo largo de próximas semanas debieran ir concretándose por todos estos actores. Esta nota tiene un carácter orientativo dado que en próximas semanas las administraciones, entidades financieras e instituciones irán definiendo con mayor detalle sus programas de actuación y nuevos organismos se sumarán a estas ayudas para el sostenimiento del tejido empresarial en el ámbito financiero.

El Gobierno de España, a través del mencionado decreto-ley, aprueba una línea de avales por cuenta del Estado para empresas y autónomos de hasta 100.000 millones de euros, que cubra tanto la renovación de préstamos como nueva financiación por parte de entidades de crédito, establecimientos financieros de crédito, entidades de dinero electrónico y entidades de pagos, para que empresas y autónomos puedan atender sus necesidades derivadas, entre otras, de la gestión de facturas, necesidad de circulante u otras necesidades de liquidez, incluyendo las derivadas de vencimientos de obligaciones financieras o tributarias, para facilitar el mantenimiento del empleo y paliar los efectos económicos de COVID-19.

Como complemento a la medida anterior, se permite ampliar la capacidad de endeudamiento neto del Instituto de Crédito Oficial en la Ley de Presupuestos del Estado en 10.000 millones de euros, para facilitar inmediatamente liquidez adicional a las empresas, especialmente a las pymes y a los autónomos, a través de las líneas de ICO de financiación ya existentes. Y con el fin de reforzar la liquidez de las empresas exportadoras, se refuerza la capacidad de CESCE para el aumento de las líneas de cobertura por importe de 2.000 millones de euros.

El Ministerio de Ciencia e Innovación lanzará, a través del CDTI, una serie de medidas urgentes para movilizar cerca de 500 millones de euros para pymes y midcaps con actividad en I+D+I. Estas medidas podrán ponerse en marcha, de manera inmediata, al ser aplicadas sobre los instrumentos CDTI ya en funcionamiento. El Estado apoyará, mediante la financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para las pymes, la compra y leasing de equipamiento y servicios para la digitalización y soluciones de teletrabajo, movilizando en los próximos dos años más de 200 millones de euros.

En el ámbito europeo, la Comisión Europea propuso el 17 de marzo a los Estados de la Unión Europea adoptar un «marco temporal» que les permitiría, de manera excepcional, canalizar ayudas en forma de ventajas fiscales, avales y préstamos públicos a empresas, y apoyos a la banca para hacer frente a la pandemia. En concreto, este marco permitiría cuatro tipos de ayudas: los gobiernos podrán conceder avales directos o beneficios fiscales por un valor de hasta 500.000 euros para las empresas que tengan problemas de liquidez. También podrán dar avales con tipos de interés inferiores a los de mercado para préstamos nuevos que las empresas, grandes o pymes, hayan solicitado como consecuencia del brote. En tercer lugar, podrán conceder directamente préstamos públicos o privados «subsidiados» a las empresas que lo necesiten. Y, por último, Bruselas propone permitir las ayudas públicas directas a la banca, de la que destaca «el importante papel» que jugarán para lidiar con los efectos económicos del COVID-19.

En cuanto a la entidades financieras, en los últimos dos días, la mayoría de las entidades bancarias españolas se han mostrado dispuestas a facilitar liquidez y financiación a las empresas. Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Bankia y Abanca anunciaron programas de financiación y líneas de liquidez de crédito preconcedidas por un importe de aproximadamente 100.000 millones de euros. Entidades financieras como Kutxabank, Caja Laboral, Bankoa, Bankinter, etc., están trabajando en iniciativas que se sumarán a las aprobadas por el Gobierno con el objetivo de poder facilitar la financiación a empresas y autónomos.

Por otra parte, las sociedades de garantía recíproca tendrán, en el conjunto del Estado, un protagonismo especial para la canalización de toda la financiación que se pretende inyectar.

A este respecto, desde Norgestión queremos resaltar la relevancia que van a tomar las plataformas de tramitación online de ayudas. Con relación a la concesión de avales, las sociedades de garantía recíproca cuentan con la plataforma on-line www.conavalsi.com que posibilita la agilización de estos trámites frente a los métodos más tradicionales. Como hemos mencionado anteriormente, Elkargi, Sonagar y otras SGR como Avalis, Sogarpo y Garántia han dado forma a nuevas iniciativas a las que se sumarán próximamente otras entidades avalistas en el resto de España.

El resto de administraciones, comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos, preparan, cada uno a su nivel, diferentes medidas y ayudas para contribuir a que, entre todos, vayamos poniendo los mimbres para recuperarnos lo ante posible. No queda otra. Ánimo.

Tribuna de José Antonio Barrena, director general de Norgestión

JEST: un ETF “ultra-short” gestionado de forma defensiva para un contexto de aversión al riesgo

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JEST: un ETF “ultra-short” gestionado de forma defensiva para un contexto de aversión al riesgo
Pixabay CC0 Public Domain. JEST: un ETF “ultra-short” gestionado de forma defensiva para un contexto de aversión al riesgo

El mercado muestra su aversión al riesgo mientras los inversores digieren la posible repercusión del coronavirus sobre la economía global, asegura JP Morgan Asset Management. En este contexto, la gestora mantiene una postura defensiva en estrategias como la Ultra Short Duration ETF (JEST – JPM EUR Ultra-Short Income UCITS ETF), centrada en deuda corporativa de corta duración. Gestionado de forma activa, este ETF de renta fija global está diseñado para inversores que buscan generar rentabilidad en sus activos de liquidez estratégicos con una baja volatilidad.

El fondo cuenta con una exposición al crédito de alta calidad y está escalonado desde los títulos del mercado monetario con vencimiento inferior a 12 meses hasta bonos de corto vencimiento. En un mensaje dirigido a sus clientes, JP Morgan AM destaca que, actualmente, JEST ha adoptado un enfoque conservador para la deuda corporativa y un sesgo hacia una más alta calidad (la exposición a BBB era solo del 13,6% a 31 de diciembre de 2019).

Además, se ha inclinado por una sobreponderación a la duración de en torno a 0,7–0,9 años, ya que anticipa políticas acomodaticias a nivel global. “A medida que evoluciona la repercusión del coronavirus, esperamos un aumento de la actividad de los bancos centrales, incluyendo más recortes de tipos en todo el mundo”, afirma.

Rentabilidad diversificada

Según JP Morgan AM, los vencimientos escalonados proporcionan un perfil de liquidez general alto para el fondo y ayudan a minimizar la volatilidad, especialmente en momentos en que los diferenciales de deuda se amplían. Con ello en mente, busca generar rentabilidades de fuentes diversificadas incluyendo sus capacidades de selección de títulos dentro de la deuda corporativa y titulizada, además de posiciones entre divisas que están plenamente cubiertas en euros (máximo 30% del fondo).

En concreto, continúa diversificando su exposición a base de tener alrededor del 7% en títulos garantizados por hipotecas (ABS), entre ellas Prime Auto ABS y Obligaciones de Préstamos Garantizados (CLOs). “Los últimos análisis han puesto de manifiesto la baja correlación entre ABS y los diferenciales corporativos, lo que ha mejorado la ventaja de diversificación que supone tener este tipo de títulos dentro del fondo”, señala.

Asimismo, la gestora está tratando de añadir valor activamente a base de buscar posiciones de divisas cruzadas “de forma oportunista”. Por ejemplo, comprar bonos soberanos japoneses y cubrirlos en euros “puede ofrecer rentabilidades base mientras se tiene exposición soberana de alta calidad”, revela.

Lanzado en junio de 2018, el JEST es parte de la estrategia de JP Morgan AM Managed Reserves, con una sólida trayectoria de rentabilidad que se remonta a 2006 en euros y a 2004 en dólares, todo gestionado por el mismo equipo. Posicionado entre los fondos del mercado monetario tradicionales y las estrategias de bonos de corta duración, el objetivo central de este ETF es proporcionar una alternativa al mercado monetario tradicional, al tiempo que trata de mantener una volatilidad reducida.

Los mercados buscan señales positivas para encauzar las subidas y asentarse

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Pixabay CC0 Public Domain. Los mercados buscan asentarse y señales positivas para encauzar sus subidas

El mundo mira con atención la evolución de los casos de contagio de coronavirus y los picos de infección porque, en gran medida, su evolución marcará el ritmo de las economías de los países más afectados por esta pandemia. Al calor de estas cifras, los analistas, gestores e inversores intenta identificar si las bolsas ya han caído a sus mínimos y si los primeros rebotes que observamos serán sólidos. 

En opinión de Esty Dwek, Head of Global Market Strategies en Natixis IM Solutions (Natixis IM) y Dave Lafferty, Chief Market Strategist de Natixis IM, hay indicios de que lo peor ya ha pasado. “Después de 42 recortes de tipos de interés por parte de los distintos bancos centrales desde comienzos de febrero, los mercados están descontando ahora una recesión, pero no una prolongada. Cómo de drásticas y cuánta duración tendrán que tener las medidas de confinamiento es lo que finalmente determinará cómo de malo será el escenario económico. De momento, los riesgos a la baja permanecen. Esperamos que las recientes medidas ayuden a evitar el peor escenario, pero se necesita un mayor apoyo fiscal para tranquilizar a los mercados, aunque creemos que los riesgos sistémicos permanecen bajos y mantenemos un escenario de lenta recuperación en U”, señala Dwek. 

Por su parte Lafferty completa la valoración que hacen desde Natixis IM añadiendo que, en renta variable, “el índice VIX ha bajado de los niveles de hemorragia vistos recientemente, lo que da ciertos indicios de que, aunque queda cierto dolor por sufrir por los mercados, lo peor en la caída de la renta variable podría haber pasado ya. Acertar con el timing de mercado es imposible, pero estamos viendo algunas valoraciones que parecen interesantes. En todo caso, todo esto es sujeto a revisión. Si la pandemia no está bajo control para mayo o junio, entonces nuestras previsiones podrían ser demasiado optimistas”

Según el último informe de BlackRock, un considerable estímulo fiscal para reducir el impacto económico del coronavirus está en camino, y está siendo subestimado por los mercados. En su documento apunta que, en última instancia, “los mercados se asentarán si se cumplen tres condiciones”: 

  1. Visibilidad en la escala definitiva del brote de coronavirus y evidencia de que la tasa de infección ha alcanzado su punto máximo de contagio a largo plazo
  2. Un despliegue de paquetes de políticas creíbles y coordinadas
  3. Confianza en que los mercados financieros están funcionando correctamente. 

“Una vez que entendamos mejor la escala y el impacto del brote, la respuesta política se preparará para una eventual, y fuerte, recuperación. Por eso nos mantenemos neutrales en cuanto a los activos de riesgo y creemos que los inversionistas deben adoptar una perspectiva a largo plazo. Fomentamos la resiliencia de las carteras mediante una asignación por índices a bonos del Estado, acciones de alta calidad, efectivo e inversiones sustentables. Para los inversionistas a largo plazo, vemos creación de valor en los activos de riesgo”, señalan desde BlackRock. 

En opinión de Amundi el mercado está buscando “un verdadero catalizador”. Según indica su último análisis de mercado los inversores han pasado de subestimar la gravedad de la crisis (mercados boyantes) a una escalada global completa (con EE.UU. uniéndose a las medidas de emergencia) que ha llevado a una disrupción y sobre-reacción en los mercados. “Todavía estamos en esta fase de sobrerreacción y es probable que continúe durante algún tiempo, ya que el flujo de noticias es intenso. Es importante mirar a China e Italia como indicadores adelantados de lo que los países pueden esperar. Los datos macroeconómicos, como es lógico, serán muy débiles, como hemos visto en las cifras de ventas al por menor y producción industrial de China en enero y febrero”. 

Las consideraciones de la gestora indican que lo que será vital es que la actividad se reanude después de las medidas de contención. “Una vez más, China es nuestro indicador adelantado. Italia será crucial en la evaluación del impacto y la duración de la crisis en Europa, seguida por EE.UU. Todavía estamos en una etapa demasiado temprana para ver grandes mejoras; las próximas dos semanas serán críticas para ver los efectos de las medidas de contención y para estimar la duración potencial de la contracción económica. Cualquier sorpresa positiva o negativa en este sentido moverá el sentimiento del mercado. Además, la reanudación de la actividad en China permitirá evaluar el riesgo de un segundo brote”, añade en su informe Amundi.

Señales positivas

Desde Robeco también ven algunas señales positivas en mitad de esta crisis de mercado y sanitaria. “Entender lo que nos ha llevado hasta aquí requiere que echemos la vista atrás y analicemos la tendencia a largo plazo de las últimas décadas: la tendencia secular. A lo largo de los últimos 20-30 años han venido desarrollándose distintos focos importantes de desequilibrio en la economía mundial. En mi opinión personal, su causa reside en la gran voluntad de los bancos centrales de evitar o suavizar las recesiones. Ya en la era Greenspan veíamos que, en cuanto la economía deceleraba, la Fed comenzaba a rebajar tipos. Al hacerlo, creamos un superciclo de deuda”, apunta Victor Verberk, director de inversiones y codirector del equipo de Crédito Gestor de la Estrategia Global Credit. 

En su opinión es el momento de fijarse esas señales positivas, como por ejemplo las decisiones que están tomando los gobiernos e instituciones monetarias mundiales. Y señala que, ante la evidente recesión que estamos iniciando, hay buenas noticias: “A diferencia de lo que sucedió en 2008, esta vez los políticos están comprendiendo mucho más rápido que nos encontramos ante una situación precaria. Sobre todo porque las grandes empresas y las pymes, al igual que sus propios votantes, están sufriendo. En 2008, eran los bancos y Wall Street, que ya habían ganado mucho dinero, los que necesitaban ser rescatados, y eso no era plato de gusto. Ahora mismo, se observa una reacción mucho más rápida y parece que se van a adoptar medidas presupuestarias de estímulo. El movimiento se demuestra andando, por supuesto, pero al menos hay alguna noticia positiva”, explica. 

Otro aspecto positivo que Verberk observa es la velocidad de la oleada de ventas. En este sentido apunta que “la venta masiva que ha tenido lugar tanto en el mercado de renta variable como en el de crédito no tiene precedentes. La velocidad de esta venta masiva, o el ritmo de ampliación de los diferenciales, han sido mucho mayores que en 2008. En los mercados de renta variable, por ejemplo, hemos caído en un mes lo mismo que en casi un año durante la crisis de 2008. De modo que la velocidad de la oleada de ventas es muy alta, y eso en sí es algo bueno”.

El coronavirus golpeará con fuerza las calificaciones crediticias de China, Japón, Italia y Turquía

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Pixabay CC0 Public Domain. El coronavirus golpeará con fuerza las calificaciones crediticias de China, Japón, Italia y Turquía

La contención estricta, la acción económica exhaustiva y la gran inyección de liquidez son cruciales, de acuerdo con Giacomo Barisone y Alvise Lennkh, del equipo de Finanzas Públicas de Scope Ratings, para mitigar la crisis de COVID-19. Según sus valoraciones, los gobiernos europeos están promulgando dos tipos de políticas: por un lado, medidas de contención para responder a la crisis de salud pública y, por otro, políticas que contengan el impacto económico.

Desde Scope Ratings, sostienen que si bien es cierto que las medidas de contención estrictas son negativas para el crecimiento a corto plazo, si estas logran ralentizar el contagio -como ya lo han hecho en China o Taiwán-, serían adecuadas para “aplanar gradualmente la curva” de infección. “Es decir, estas medidas de contingencia asegurarían una tasa de transmisión más lenta y, por lo tanto, reducen la presión sobre la capacidad hospitalaria y los fallecimientos”, aseguran desde la firma.

No obstante, y aunque estas medidas reduzcan la transmisión del coronavirus en los próximos meses en el hemisferio norte, el equipo de Scope consideran «fundamental» que los gobiernos se centren en aliviar el impacto de la crisis en las empresas y los hogares.

Liquidez para autónomos y pymes

“Lo que se necesita es que los gobiernos y la Comisión Europea tomen medidas, sobre todo las que garanticen la liquidez y den apoyo a los colectivos con mayor riesgo de sufrir las consecuencias de la pandemia, como los autónomos o las pequeñas empresas”, afirman desde Scope.

Puesto que es poco probable que los bancos concedan préstamos a compañías que ahora son más vulnerables por la pérdida de ingresos, una sólida contención y medidas de apoyo económico y de liquidez podrían “propiciar una recuperación muy gradual, que se espera que comience a mitad de 2020”, subrayan Barisone y Lennkh. Sin embargo, no descartan que los riesgos de contagio del virus y/o una nueva ola en otoño o invierno puedan tener impacto en este mismo periodo.

Banco Central Europeo: más flexibilidad y margen de maniobra para la compra de activos

“El BCE ha presentado un buen paquete de medidas de emergencia para contrarrestar la conmoción, que incluye liquidez a un precio atractivo para el sistema bancario y la compra adicional de activos para aliviar el nerviosismo del mercado”, subraya el equipo de Scope. Además, combinado con el paquete previamente anunciado, el Programa de Compras de Emergencia en Caso de Pandemia (PEPP) de 750.000 millones de euros de nuevas compras de valores de los sectores público y privado que se extiende, como mínimo, hasta finales de 2020, implica la compra acumulativa de nuevos activos por casi 1 billón de euros.

Asimismo, al realizar compras de valores con una mayor flexibilidad en cuanto al tiempo y a las distintas clases de activos y jurisdicciones, el BCE permite un mayor margen de maniobra. Es el caso, por ejemplo, de la exención que permite la compra de valores griegos. Además, destacan que la Supervisión Bancaria del BCE haya anunciado que proporcionará capital temporal y alivio operativo a los bancos de la zona del euro, lo que debería “mitigar las consecuencias procíclicas e imprevistas”.

“Esta decisión del BCE también permite considerar la posibilidad de modificar los límites de los emisores del sector público y de facto activar las transacciones monetarias directas sin condicionalidad, facilitado por la distribución anticipada de las compras para determinados países”, subrayan desde Scope.

Estas medidas ponen de relieve, según Barisone y Lennkh, el compromiso de las autoridades por evitar que el impacto del COVID-19 agrave la crisis financiera existente, que podría, si no se controla, empeorar la situación económica global causada por la pandemia.

Los esfuerzos no son suficientes para evitar un menor crecimiento

Pese a los esfuerzos de los organismos por apoyar las economías de la Zona Euro, desde Scope Ratings prevén una fuerte revisión a la baja del crecimiento en el primer semestre de 2020.

“Antes del estallido de la crisis de COVID-19, esperábamos un crecimiento moderado de la zona euro de poco más del 1% para 2020. Ahora, dependiendo de la duración de los cierres, el impacto económico será severo”, advierten los expertos. De media, en línea con las recientes actualizaciones del BCE, asumen una disminución de 1.5 a 2.0 pp, por ahora, en el crecimiento por cada mes que un país esté en bloqueo. Esto implicaría un crecimiento negativo para la Eurozona en 2020.

No obstante, todavía es pronto para saber si las respuestas de contención, tanto fiscales como monetarias, han sido suficientes. Desde Scope Ratings aconsejan frenar el contagio hasta que se disponga de una vacuna. “Cuanto antes funcionen las medidas de contención, antes podrán relajarse las medidas, haciendo que las empresas y los hogares vuelvan a la normalidad. En este contexto, las respuestas políticas a nivel nacional y europeas se están acelerando y van en la dirección correcta”, asegura el equipo de Finanzas Públicas.

El rating de los países apalancados se pone a prueba

Además, todos los focos están puestos en si los países incumplirán la norma del 3% del déficit de la Comisión Europea. Para evitar más presión fiscal, el organismo ha contemplado, en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, desviaciones sobre esta norma en circunstancias excepcionales. Por ello, la Comisión Europea “será indulgente”, al menos durante 2020.

“Incluso si las cifras de déficit de los países para 2020 superan el 3%, como puede ser el caso de Italia (BBB+/Estable), Francia (AA/Estable) o España (A- /Estable) por ejemplo, los estados miembros seguirían cumpliendo las normas presupuestarias, ya que es probable que éstas se adapten o se suspendan para 2020”, añaden los expertos.

Ahora bien, advierten que habrá que evaluar si las medidas fiscales temporales y urgentes, promulgadas por los gobiernos para contrarrestar la emergencia de salud pública, tendrán implicaciones que persistan también a medio plazo.

“Dadas las circunstancias, la perspectiva de que en 2020 se produzcan déficits fiscales puntuales más cercanos o superiores al 3% del PIB no es, en sí misma, una razón para rebajar la calificación crediticia de un país. La magnitud y la posible duración del shock simultáneo a la baja demanda y oferta, a causa de la crisis, justifican un importante esfuerzo fiscal para mitigar el impacto económico”, añaden desde Scope.

La pandemia es un factor externo que, en última instancia, afectará a la mayoría de los países del mundo, aunque en distintos grados, según la eficacia de las medidas de contención, la capacidad hospitalaria, las respuestas políticas y las estructuras económicas, junto a la flexibilidad fiscal.

“Como se ha señalado anteriormente, COVID-19 está aumentando los riesgos, especialmente para los países que ya experimentan un bajo crecimiento y/o los que tienen endeudamientos elevados, vulnerabilidades externas o fragilidades del sistema financiero. Entre los países cuyas calificaciones soberanas podrían verse más afectadas se encuentran China (A+/Negativo), Japón (A+/Estable), Italia (BBB+/Estable) y Turquía (BB-/Negativo)”, subrayan Barisone y Lennkh.

¿Hablan los hedge funds el idioma de la ESG?

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Pixabay CC0 Public Domain. El 73% de los inversores confía más en las recomendaciones de un asesor que en las de un roboadvisor

La Asociación de Gestión de Inversiones Alternativas (AIMA) y KPMG han publicado los resultados de una encuesta realizada a gestores y a inversores institucionales sobre cómo ha evolucionado la demanda de hedge funds que cumplan con los criterios ESG. Según su estudio, el 84% de los gestores afirmó que existe un mayor interés por los fondos y estrategias orientadas a la ESG, en el universo de los hedge funds.

Entre sus conclusiones, logradas tras analizar una muestra de 135 inversores institucionales, gestores de hedge funds y gestores de larga duración con un total de 6.250 millones de dólares en activos bajo gestión distribuidos en 13 países, también destaca que existe una creciente demanda de este tipo de inversiones, que se busca que la inversión esté alineada con unos valores corporativos y que es más sencillo ofrecer inversiones vinculadas con el factor de sostenibilidad. 

En líneas generales, la encuesta muestra que los inversores ven la inversión ESG como un forma de cumplir sus expectativas de rentabilidad, así como de aportar a la sociedad. Por ello, la encuesta muestra que los inversores esperan que, cada vez más, los gestores activos les ofrezcan rendimientos atractivos, pero teniendo en cuenta los criterios EGS. “La tradicional ecuación riesgo-rendimiento se está reescribiendo para incluir los factores ESG. En la industria de los hedge funds, la ESG ha pasado de ser un bien que se puede tener a un bien que se debe tener», señala Anthony Cowell, jefe de gestión de activos de KPMG en las Islas Caimán y coautor del informe.

Según los datos que muestra el informe, el 45% de los inversores institucionales basan ahora sus inversiones en hedge funds en criterios ESG bajo la consideración de que es una oportunidad para generar alfa, al tiempo que ofrecen una cartera más defensiva al mirar aspectos que el mercado podría acabar valorando como riesgos potenciales. 

Respecto al punto de vista de los gestores de hedge funds, la encuesta señala que “han respondido adecuadamente al avanzado ciclo de adopción de los criterios ESG” en su oferta. El 15% de los gestores de hedge funds consideran que la aplicación de estos criterios están en un fase de madurez, por lo que están presentes en las políticas de inversión, análisis y datos que manejan. Otro 44% considera que la industria está más en una fase de “adopción”, mientras que solo un 10% señala que aún estamos en una primera etapa de “concienciación” y que realmente no se aplican del todo. 

Según Andrew Weir, jefe global de gestión de activos de KPMG, KPMG International, y socio de KPMG China, “la sostenibilidad está destinada a remodelar el ecosistema de los mercados de capital y los comportamientos de sus participantes. Requiere cambios respecto a la mentalidad con la que tradicionalmente se ha invertido. Poco a poco se convertirá en un estándar clave de la inversión”.

Por último, la encuesta señala que el 29% de los gestores de hedge funds y el 11% de los inversores institucionales están consideran “positivos” los resultados de su inversión, pese a que en el actual entorno no se tenga un visión clara de qué son y cómo se miden los criterios ESG.  «El desarrollo y creación de la infraestructura necesaria de datos, conocimiento y tecnología está resultando un desafío. El progreso puede no ser suficiente, pero sigue siendo exponencial. Los inversores y sus gestores están teniendo que subir una empinada curva de aprendizaje a través de aprender haciendo”, señala Amin Rajan, CEO de CREATE-Research y coautor del informe.

La Financière de l’Échiquier refuerza su compromiso contra el cambio climático

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Pixabay CC0 Public Domain. La Financière de l’Échiquier refuerza su compromiso contra el cambio climático

La Financière de l’Échiquier (LFDE) se suma a la iniciativa Climate Action 100+, la primera alianza de inversores mundiales que promueve compromisos de colaboración con los mayores emisores de gas de efecto invernadero del mundo. En línea con los objetivos del Acuerdo de París, este proyecto busca alentar a las empresas a reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero, mejorar su gestión climática e incrementar la transparencia de su información climática.

Esta iniciativa recoge a 410 inversores (41.000 millones de dólares en activos gestionados) comprometidos con un diálogo directo con 160 empresas que realizan el 80% de las emisiones mundiales. “El cambio climático es una fuente de riesgos para las empresas, especialmente para las que más emisiones realizan. Fomentar su compromiso a favor del clima es una de nuestras principales responsabilidades como inversores”, asegura afirmó Sonia Fasolo, gestora de ISR. Climate Action+ es una iniciativa lanzada con el respaldo de los Principios para la Inversión Responsable (UN PRI), a los que LFDE se adhirió en 2008.

Cambio climático, un desafío para Lagarde

“El cambio climático es uno de los aspectos relevantes en la inversión responsable que es, ante todo, cuestión de sentido común”, recuerdan desde LFDE. Los factores ESG ofrecen oportunidades a las empresas, pero también suponen riesgos, por ello, “todo buen gestor” debe tenerlas en cuenta. Esto permite tener una visión de las empresas desde todas las perspectivas.

LFDE cuenta con una política de exclusiones estricta donde quedan fuera de sus fondos las armas controvertidas, la producción de carbón térmico y el tabaco. Además, sus fondos ISR, como el Echiquier Positive Impact Europe y Echiquier Major SRI Growth Europe, cuentan con una política de exclusión más restrictiva y descartan, por ejemplo, a los productos de energías fósiles. Asimismo, se evitan empresas con malas calificaciones ESG ya que “presentan riesgos extrafinancieros considerables”.

“La gestión de activos va a desempeñar un papel fundamental al orientar los capitales hacia las empresas que están dando forma al mundo del futuro. Al prever los riesgos de transición y los riesgos físicos relacionados con el cambio climático a los que pueden estar expuestas, las empresas se aseguran su perdurabilidad y sus resultados futuros», asegura Olivier de Berranger, director de Gestión de Activos de La Financière de l’Échiquier.

En este entorno, cabe destacar el reto que Christine Lagarde ha aceptado al suceder a Mario Draghi. La nueva presidenta del BCE ha puesto en valor la lucha contra el cambio climático y ha sentado las bases de su mandato en dos ejes: llevará a cabo una revisión estratégica de la política del BCE. “Una forma de decir que es necesario hacer inventario de las decisiones de la institución desde la crisis de 2008, así como de su impacto en la economía, tanto si ha sido positivo como si ha causado efectos adversos”, añaden desde LFDE.

“Cabe imaginar, por ejemplo, que se reformulará el objetivo de la inflación, que el mandato del BCE integrará el desafío del cambio climático, puesto que dicha institución no puede dejar de actuar sobre la inflación, mediante los costes agrícolas y los de la energía, sobre todo, de la vivienda. Sería original, porque, por una parte, se intentaría limitar la subida de las temperaturas y, entre ellas, la del clima social, mientras se favorece la de los precios. Esperemos que, con el tiempo, esta nueva máxima no se incluya en el repertorio de los banqueros centrales, y que la institución consiga compaginar política monetaria y desafío climático, alcanzando un 2% de inflación, mientras contribuye a que el calentamiento global se limite a dos grados Celsius”, subraya De Berranger.

La regulación y los tipos de interés ultrabajos complican la vida de las aseguradoras

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Pixabay CC0 Public Domain. La regulación y los tipos de interés ultrabajos complican la vida de las aseguradoras

Las empresas de seguros de todo el mundo buscan alternativas para ocupar el vacío que ha dejado la baja rentabilidad de la deuda en la última década, como consecuencia de unos tipos de interés increíblemente bajos, según una encuesta realizada por Natixis Investment Managers.

Una década después del inicio de la crisis financiera, los inversores siguen teniendo importantes dificultades debido al entorno de baja rentabilidad, lo que provoca un aumento de las obligaciones y un desequilibrio prolongado en el tiempo, apunta la encuesta. En consecuencia, las empresas de seguros están dispuestas a correr más riesgos de liquidez en busca de un mayor rendimiento. Por ejemplo, tres cuartas partes de los encuestados, un 75%, declara que es esencial contar con clases de activos alternativas y más de la mitad, un 53%, afirma que, cada vez, utilizan más alternativas como sustitución a los ingresos fijos.

“En la última década, las empresas de seguros han sufrido la reducción de sus márgenes en un entorno de baja rentabilidad. Las características de la deuda privada, el capital privado y otros tipos de inversiones alternativas ofrecen una posible solución a la insignificante rentabilidad del mercado de la deuda, al que las empresas de seguros siempre han recurrido para encontrar una rentabilidad estable equiparable a la de sus obligaciones. Cada vez más, las aseguradoras están dispuestas a asumir el riesgo de liquidez en busca de mayores rendimientos para equilibrar la generación alfa con el coste de capital, al tiempo que protegen los activos de las pérdidas”, ha subrayado Sophie del Campo, directora general para Iberia, Latinoamérica y US Offshore en Natixis IM.

Existencia de barreras normativas

La encuesta pone de manifiesto que, a pesar del aumento del atractivo de las alternativas entre las empresas de seguros, casi la totalidad de los equipos de inversión, un 89% de estas empresas, aseguran que las normativas les impiden invertir en estas clases de activos, ya que los requisitos normativos del capital, por ejemplo, conllevan la orientación natural de la cartera hacía unos ingresos fijos de baja rentabilidad.

Esto implica un considerable aumento, en comparación con la misma encuesta de 2015, antes de la entrada en vigor de Solvencia II. En la encuesta de 2015, apenas la mitad de las empresas de seguros confirmó que los requisitos normativos y de capital fueran intentos frustrados de invertir en clases de activos nuevos y alternativos. A fin de cumplir estas normativas, los inversores de las empresas de seguros afirman que los principales desafíos a los que se enfrenta su organización son:

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Aun así, un 93% de las empresas de seguros asegura estar bien preparada para el cambiante entorno normativo, una importante mejora con respecto a la encuesta de 2015, cuando dos tercios de las empresas de seguros de Europa y Estados Unidos admitieron no estar preparadas para los cambios normativos.

Los CIOs buscan la experiencia externa para moverse en un entorno complejo

La encuesta revela además los motivos por los que los directivos de las empresas de seguros no utilizan más alternativas en su cartera:

  • Complejidad (51%)
  • Restricciones de inversión de su organización (42%)
  • Tasas (42%)
  • Limitaciones normativas (41%)
  • Problemas de liquidez (37%)

Mientras las empresas de seguros se enfrentan a la complejidad normativa y de aplicación relacionada con la búsqueda de un mayor rendimiento y el uso de alternativas, los equipos de inversión aprovechan la experiencia externa para poder acceder a capacidades innovadoras y especializadas, apunta Natixis IM. Siete de cada diez encuestados externaliza parte de su cartera, y el 10% de las empresas de seguros delega la totalidad de su cartera a una empresa externa.

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“Los inversores se enfrentan a nuevos desafíos debido a la firme postura del entorno normativo en el sector y es lógico que la mayoría decida contar con especialistas externos que les ayuden a moverse en el complejo mercado actual. Es posible que a los CIO les cueste incorporar recursos a sus equipos de inversión, ya de por sí mermados, y es especialmente necesario contar con el asesoramiento y la ejecución de especialistas de alta calidad”, destaca Sophie del Campo.