Tecnología para el bien: apoyando la lucha contra la COVID-19

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Alison Porter, Graeme Clark y Richard Clode, gestores de la estrategia Global Technology de Janus Henderson Investors, comparten cómo las llamadas “big tech” están ayudando a la sociedad y a los gobiernos durante la pandemia y las implicaciones que esto puede tener en la regulación del sector tecnológico.

En la pasada década, el incesante aumento de las grandes empresas de tecnología ha generado una creciente preocupación por la influencia que ejercen y por la necesidad por parte de las autoridades de tener una mayor supervisión regulatoria de los gigantes tecnológicos como Google (Alphabet), Facebook, Amazon y Microsoft. Las noticias falsas, la manipulación de las elecciones y la privacidad de los datos se han convertido ya en parte de nuestro léxico. Las consecuencias de las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, el referéndum sobre el Brexit de Reino Unido, seguido del escándalo de Cambridge Analytics llevaron al CEO y cofundador de Facebook, Mark Zuckerberg, a testificar frente al Congreso de Estados Unidos. Más recientemente, varias investigaciones simultáneas realizadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Comisión de Comercio Justo, así como múltiples iniciativas de diferentes estados del país, señalan que las “big tech” han usurpado el papel clave que Wall Street desarrolló durante la Crisis Global Financiera, ya que la industria se ha situado en el punto de mira de las autoridades regulatorias.

El equipo gestor de la estrategia Global Technology siempre había considerado que el debate regulatorio tenía más matices que los registrados por los medios de comunicación tradicionales, que como colectivo pueden tener un cierto interés en atacar a las grandes empresas de tecnología que han alterado los modelos comerciales tradicionales de publicidad en los medios. Ya se sabe que un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y existe una línea de aprendizaje abrupta para las empresas jóvenes que crecen exponencialmente para atraer a miles de millones de usuarios antes de que el fundador de la empresa cumpla los 30 años. Se cometieron claramente errores que merecen castigos. Este no es un debate sobre las tribulaciones de Mark Zuckerberg que recuerdan a las batallas de Bill Gates con los reguladores a finales de la década de los 90 que culminaron con un fallo judicial por el cual Microsoft debía ser desmantelado (que luego fue revocado).    

Tecnología: una mano tendida para ayudar

Mientras se ansía la llegada de un mundo post-pandémico, merece la pena pensar sobre el papel que juegan las grandes empresas de tecnología en la sociedad y la relacionada evolución del debate regulatorio. A medida que una gran parte la población que ha podido trabajar desde sus hogares durante la pandemia sigue haciéndolo, con sus hijos aprendiendo en remoto y con una mayor dependencia del entretenimiento en línea, así como del comercio electrónico para comprar alimentos y productos esenciales, es probable que, en general, aumente el valor percibido y la apreciación de las empresas que permiten estas actividades. Por ejemplo, los niños están aprendido a través de Google Classroom, mientras que otros trabajan a través de Microsoft Teams y se comunican con familia y amigos a través de Facetime de Apple o Whatsapp de Facebook, a la vez que reciben sus compras esenciales a través de Amazon y se entretienen con Netflix. Con algo de suerte, las llamadas FAANG (Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google) habrán adquirido unas connotaciones más positivas durante esta trágica crisis.

En colaboración con los gobiernos

Si bien los consumidores siempre se han sentido más cómodos con las grandes empresas de tecnología como receptores de su innovación, los gobiernos y los organismos regulatorios son mucho más circunspectos. Sin embargo, dadas las demandas extraordinarias de esta crisis, ahora también las autoridades se están viendo impulsadas a trabajar mucho más estrechamente en colaboración con las grandes empresas de tecnología en una miríada de nuevas formas. Las ventajas de los grandes conjuntos de datos para obtener información sobre la pandemia se han vuelto más evidentes. Google está proporcionando a los gobiernos informes de movilidad comunitaria en 131 países, rastreando a través de datos optativos de ubicación la entrada en parques y tiendas minoristas para determinar la efectividad de las medidas de bloqueo. Facebook, en asociación con la Universidad Carnegie Mellon, ha creado un rastreador de síntomas de virus en Estados Unidos, se trata de una encuesta optativa de datos que es utilizada por los investigadores para predecir puntos críticos y preparar hospitales, así como para proporcionar información sobre la posibilidad de aliviar o finalizar periodos de confinamiento. Por su parte, Amazon, en asociación con las universidades Carnegie Mellon y John Hopkins, ha creado un “lago de datos” o “data lake” de datos públicos centralizados, preservados y pre-procesados públicamente para ayudar a entender y luchar contra el virus. Dado que el rastreo entre contactos será esencial en el mundo posterior al confinamiento, Apple y Google han anunciado un esfuerzo conjunto único para habilitar esta funcionalidad e interoperabilidad entre miles de millones de teléfonos iOS (Apple) y Android (Google) para que los gobiernos puedan rastrear y localizar rápidamente a una persona que haya estado en contacto con alguien diagnosticado con Covid-19 en una segunda ola o en futuras pandemias.  

En una posición financiera sólida para ayudar

Además de proporcionar “big data” (conjuntos de datos enormes), las grandes empresas tecnológicas también han proporcionado otro tipo de apoyo a la lucha contra la pandemia. Amazon se ha comprometido a reinvertir la totalidad de las ganancias esperadas por la empresa durante el segundo trimestre de 2020, estimadas en 4.000 millones de dólares, en obtener más productos para los consumidores y en mantener a sus empleados seguros. Facebook ha prometido unos 100 millones de dólares en ayudas para respaldar a los pequeños negocios con perfiles comerciales gratuitos en su plataforma, así como para centrarse en la veracidad de la información durante la pandemia con otros 100 millones de dólares destinados a respaldar a los medios de comunicación. Esto se suma al centro de información COVID-19 que aparece en aplicaciones como Facebook, FB Messenger, Whatsapp o Instagram, que son visitadas por millones de personas. Las grandes empresas de tecnología tienen los recursos y la capacidad para implementar estas iniciativas y reinvertir. Estas empresas han aprovechado posiblemente los buenos tiempos para construir unos balances más sólidos que otros sectores, y no han tenido que solicitar rescates gubernamentales. Por ello, las “big tech” se encuentran en posición de ayudar a gobiernos y comunidades.   

Más allá de las grandes empresas de tecnología

Sin embargo, proporcionar ayuda no solo ha sido una iniciativa de las grandes empresas de tecnología. Por ejemplo, Nvidia, ha cedido temporalmente de forma gratuita la licencia de Parabricks, una herramienta de análisis genómico que utiliza unidades de procesadores gráficos para acelerar el análisis de genomas por parte de investigadores de Covid-19. Uber ofrece viajes gratuitos a trabajadores clave y víctimas de la violencia de género durante la vigencia de las medidas de confinamiento. Service Now ha estado proporcionando aplicaciones de respuesta de emergencia de forma gratuita para ayudar a abordar la respuesta a la pandemia, tanto a empresas como a gobiernos. Mientras tanto, Salesforce anunció recientemente el lanzamiento de las aplicaciones Work.com para ayudar a empresas y comunidades a gestionar el regreso a los puestos de trabajo tras el periodo de cierre. Por su parte, Amphenol, un fabricante de cables de fibra óptica ha estado utilizando la flexibilidad y el rápido tiempo de comercialización de la impresión 3D para fabricar mascarillas y otros equipos de protección personal (PPE). Las soluciones de Zebra (empresa dedicada a la captura de datos y a la identificación automática) fueron instaladas en las unidades de cuidados críticos temporales de los hospitales de Nightingale del Servicio de Salud Nacional de Reino Unido para identificar y gestionar el flujo de pacientes de Covid-19. Continúan surgiendo nuevos casos de usos de esta tecnología durante esta pandemia y las empresas de tecnología han demostrado ser muy flexibles e innovadoras para llevar sus capacidades tecnológicas a esta crisis global en un tiempo récord.

Compartir datos de forma responsable

En la batalla contra el coronavirus, la desescalada, los grandes conjuntos de datos y las capacidades de seguimiento de la ubicación de las grandes empresas tecnológicas parecen tener menos connotaciones negativas.  Los gobiernos se están dando cuenta de la magnitud y el desafío que supone rastrear y atacar a un enemigo invisible, que probablemente resurja cada año en algún grado, a menudo requiere asociarse con empresas de tecnología. Naturalmente, se deberán establecer las salvaguardas necesarias dada la sensibilidad de muchos de estos datos. En China, empresas como Alibaba y Tencent han permitido la desescalada del confinamiento proporcionando un estándar para los códigos de salud vinculados al rastreo de contactos, el seguimiento de la ubicación y los registros médicos.

La Ley de Protección de Datos Personales (GDPR) en la Unión Europea y la regulación posterior y otras medidas proactivas llevadas a cabo por las “big tech” en Estados Unidos brindan cierto consuelo de que estos esfuerzos se abordarán con las protecciones necesarias en otras regiones. Estos ejemplos demuestran una sensibilidad para usar sólo datos de suscripción y ubicación anónimos, y en muchos casos solo los investigadores tienen acceso a estos datos. Sin embargo, no se debe ser complaciente con este riesgo y la reciente escalada en las tensiones entre Estados Unidos y China relacionadas con el “juego de la culpa” de la Covid-19 será una narrativa que continúe de cara a las elecciones presidenciales en Estados Unidos de este año, lo que traerá complicaciones regulatorias adicionales.  

Abrazando la regulación y los factores ESG

Una rigurosa supervisión por parte de los reguladores de la industria tecnológica no es solo necesaria en la opinión de Janus Henderson Investors, sino que debe ser bienvenida. Como inversores activos, el equipo de la estrategia Global Technology también se compromete de manera proactiva con las empresas de tecnología para resaltar los problemas clave en materia medioambiental, social y de buen gobierno que corren el riesgo de una intervención reguladora severa si no son abordados por la propia industria.

Una parte clave del proceso de inversión de la compañía consiste en identificar los equipos directivos que comparten las preocupaciones y abordan estos problemas de manera responsable, pues creen que pueden fomentar un crecimiento a largo plazo más sostenible y potencialmente ayudar a reducir el riesgo en las inversiones. Durante muchos años, Janus Henderson se ha involucrado activamente en empresas tecnológicas en una amplia gama de temas, como la privacidad de datos y la adicción a los videojuegos. A medida que se deje atrás esta trágica pandemia, el equipo gestor de Janus Henderson cree que el debate evolucionará y que el escrutinio reglamentario continuará, pero se espera que se vuelva más equilibrado a medida que el valor percibido de las “big tech” se desarrolla durante y después de la crisis. Esto se podría añadir al caso de la inversión a largo plazo en las acciones tecnológicas.   

 

Información importante:

Este [documento] está destinado únicamente para ser utilizado por profesionales, definidos como contrapartes elegibles o clientes profesionales, y no está dirigido al público en general. Las llamadas telefónicas pueden ser grabadas para protección mutua, para mejorar el servicio al cliente y para mantener registros con fines regulatorios.

Emitido por Janus Henderson Investors. Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual se proporcionan los productos y servicios de inversión por parte de Janus Capital International Limited (reg. n.º 3594615), Henderson Global Investors Limited (reg. n.º 906355), Henderson Investment Funds Limited (reg. n.º 2678531), AlphaGen Capital Limited (reg. n.º 962757), Henderson Equity Partners Limited (reg. n.º 2606646), (cada uno registrado en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulado por la Financial Conduct Authority) y Henderson Management S.A. (reg n.º B22848 en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo, y regulado por la Commission de Surveillance du Secteur Financier).

Janus Henderson, Janus, Henderson, Perkins, Intech, Alphagen, VelocityShares, Knowledge. Shared y Knowledge Labs son marcas comerciales de Janus Henderson Group plc o de una de sus filiales. © Janus Henderson Group plc.

La industria fintech europea propone una batería de medidas legislativas, políticas y de financiación para impulsar el sector tras el COVID-19

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Pixabay CC0 Public Domain. La industria fintech europea propone una batería de medidas legislativas, políticas y de financiación para impulsar el sector tras el COVID-19

La Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), junto a sus homólogas de doce países europeos (Italia, Portugal, Holanda, Suecia, Irlanda, Finlandia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Luxemburgo y Bulgaria), han enviado una carta a la Comisión Europea donde proponen una serie de medidas en el ámbito regulatorio, legislativo y político para mejorar el acceso de los ciudadanos a los servicios digitales financieros y la financiación de las entidades del ecosistema fintech.

Según han explicado y unidas bajo el paraguas de la Asociación Europea de Finanzas Digitales, llevan varios meses trabajando para alcanzar “diferentes acuerdos y compartir las mejores prácticas para fomentar y promover dinámicas creadas por el ecosistema, así como fortalecer la comunicación entre toda la industria del continente y la Comisión Europea, en particular para alcanzar acuerdos en el ámbito de las buenas prácticas y la regulación”.

El sector europeo pone de manifiesto las restricciones financieras impuestas para hacer frente a la pandemia del COVID-19 y cómo muchas de las soluciones digitales para la prestación de servicios financieros consideran que no se pueden implementar, “al menos con todo su potencial, o no están disponibles en algunos países miembros de la Unión Europea”, señalan en su carta. Desde estas asociaciones, se pide a la Comisión Europea que considere su modificación, con el fin de aumentar la disponibilidad de soluciones financieras digitales y potenciar un mercado digital más seguro y fiable, especialmente en la etapa posterior a la pandemia del coronavirus.

“Las fintech europeas necesitan el apoyo de la Comisión Europea para liderar la recuperación económica post COVID-19 y poner al servicio de toda la sociedad el expertise y el know how, tras muchos años trabajando para desarrollar productos y servicios tecnológicos diferenciales”, explica Rodrigo García de la Cruz, presidente de la Asociación de Fintech e Insurtech en España (AEFI)

Batería de propuestas legislativas y políticas 

El sector propone medidas legislativas como armonizar las normas de identificación digital en todos los estados miembros, primero mediante directrices específicas y más tarde en un acto legislativo; o aumentar el límite de pago sin contacto, apoyándose en soluciones de autentificación biométrica y digital. También proponen crear un mercado único para los servicios financieros digitales, que permita a los nuevos participantes un acceso universal a los sandbox en toda la UE y facilitar la supervisión y el acceso al mercado, a través de coordinación de las normativas para todos los sandbox en los países comunitarios.

Respeto a las medidas políticas, lanza la idea de mejorar la salud financiera de los consumidores y la inclusión financiera mediante soluciones digitales, especialmente en las zonas rurales. Por ello, se pide formular recomendaciones basadas en la legislación PSD2 y GDPR, para mejorar el acceso de los consumidores al dinero y los servicios financieros.

“A medida que los estados miembros apliquen programas de recuperación para las empresas, especialmente las pymes, se deberían elaborar nuevos modelos de puntuación para la evaluación de la salud financiera de las empresas. La Comisión Europea debería fomentar que los gobiernos incluyan a las plataformas de financiación de Fintech como una fuente alternativa y eficiente para distribuir las ayudas financieras que se vayan aprobando para proveer de información a empresas”, citan entres sus propuestas políticas. 

Medidas financieras

Por último también han remitido en esta carta a la Comisión Europea una serie de medidas financieras, como por ejemplo la creación de programas especiales y convocatorias específicas en el marco de los programas existentes y nuevos de la UE para financiar el desarrollo de tecnologías financieras. Según su criterios, deben ser abiertas especialmente a las nuevas empresas y a las pequeñas empresas innovadoras y su aplicación debería ser menos compleja y su evaluación, más rápida. 

“El evento de EUvsVirus puede convertirse en un continuo hackathon Fintech, donde el éxito las ideas podrían ser incluidas en un sandbox europeo, si es necesario, y apoyadas financieramente de fondos europeos”, señalan. 

Además, solicitan que se aumente el nivel de la financiación del I+D para las nuevas empresas europeas y acelerar la entrega de la financiación, simplificando el proceso de solicitud. Otra alternativa que propone es apoyar, en especial a través del Fondo Europeo de Inversiones, a las nuevas empresas y a las empresas con un fuerte crecimiento, fomentando también una mayor inversión de capital privado en esas empresas.

¿Ha golpeado la pandemia del COVID-19 el estatus del oro como activo refugio?

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Pixabay CC0 Public Domain. La pandemia del COVID-19 golpea el estatus del oro como activo refugio

Durante la actual crisis económica y sanitaria, las inversiones en metales preciosos no están respondiendo como se esperaba. Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado el último estudio de Cerulli Associates. En concreto, el oro es el metal que más sufre una “nueva realidad”, en que su estatus de activo refugio parece estar en cuestión. 

Según recuerdan desde Cerulli Associates, históricamente, los metales preciosos han atraído a los inversores que buscan una forma de diversificar su cartera cuando tienen activos muy correlacionados. Además, estos productos básicos también han servido como depósito de divisas. Sin embargo, según su último estudio, aunque el precio del oro se disparó en 2019 debido a los riesgos geopolíticos, la crisis del coronavirus ha sido menos favorable para las acciones y los precios de los metales preciosos.

La forma de invertir en metales preciosos es bastante diversa. Algunos vehículos de inversión dan a los inversores exposición física al oro, la plata y otros metales preciosos como el cobre, el paladio y el zinc. Otros ofrecen inversiones en acciones relacionadas con el tema mediante la participación, principalmente, de empresas mineras. «Sería comprensible suponer que la pandemia, sus repercusiones en los mercados financieros y las medidas adoptadas por los bancos centrales hagan que los precios de los productos básicos volvieran a subir, pero esta vez hay más que considerar», afirma Fabrizio Zumbo, director adjunto de análisis de gestión de activos europeos de Cerulli Associates

Si miramos al mercado vemos, por ejemplo, que, mientras en marzo la plata registró su precio más bajo en 11 años debido a la menor demanda industrial, en los tres primeros meses del año las empresas mineras mundiales perdieron una importante capitalización de mercado. Desde la firma señalan que los precios de los activos sólo suben cuando hay suficientes inversores con capital líquido para comprarlos. “Una vez resuelta la crisis de liquidez inmediata provocada por la pandemia, las compras deberían reanudarse. Sin embargo, las medidas adoptadas por los bancos centrales para aliviar la crisis de liquidez, y la crisis económica en general, pueden haber neutralizado parte del poder adquisitivo de los dólares, los euros y la libra esterlina”, apunta en sus conclusiones el análisis de Cerulli Associates.

«En un escenario en el que una razonable recuperación económica mundial hace subir la inflación del precio de los activos, el oro podría recuperarse como lo hizo entre 2009 y 2010, después de la crisis financiera mundial. Sin embargo, existe otro posible escenario en el que la recuperación se vea empañada por un crecimiento extremadamente bajo en un entorno deflacionario, lo que significa que los precios de los activos sufrirán, incluido el oro», añade Zumbo.

Según indica el informe, para los inversores a largo plazo en empresas mineras, hay cierta expectativa de un repunte. El colapso del precio del petróleo será un factor clave para reducir los costes de operación, por lo que las perspectivas de los precios del oro y la plata pueden volverse positivas. “Sin embargo, después de reunir más de 600 millones de euros de entradas netas en enero, los fondos de capital de metales preciosos domiciliados en Europa registraron unos 200 millones de euros de reembolsos netos a finales de marzo”, concluye Zumbo

DNB Fund – Technology: megatendencias con potencial

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DNB Fund - Technology: Megatendencias con potencial
Pixabay CC0 Public Domain. DNB Fund - Technology: Megatendencias con potencial

El sector tecnológico tampoco ha salido indemne de la crisis del coronavirus. Hasta hace unos días, el índice tecnológico estadounidense Nasdaq 100 perdía más de un 7,5% desde el máximo histórico de 9.719 puntos que alcanzó a mediados de febrero. Aunque muchas acciones siguen estando sobrevaloradas, se pueden encontrar oportunidades de inversión interesantes. A largo plazo, esperamos que los valores tecnológicos superen el crecimiento de otros sectores a medida que la tecnología vaya rompiendo la barrera en todos los ámbitos y siga impulsando el cambio (tecnológico), aunque la situación actual sea de fuerte corrección del mercado.

Rentabilidad a largo plazo

El DNB Fund – Technology ha obtenido una rentabilidad anual del 12,91% desde su lanzamiento en Luxemburgo en agosto de 2007, con lo que ha superado a su índice de referencia en un 4,34% anual. De acuerdo con un estudio de Morningstar, en 2018, se situó a la cabeza de 48.000 fondos atendiendo a la rentabilidad a diez años. Eso demuestra claramente que el consolidado y experimentado equipo formado en torno al gestor principal del fondo, Anders Tandberg-Johansen, es capaz de afrontar y salir airoso de diferentes entornos de mercado.

El equipo gestiona actualmente un patrimonio de alrededor de 5.500 millones de euros en valores tecnológicos de todo el mundo y está avalado por una exitosa trayectoria de 19 años. Las megatendencias tecnológicas prometen un crecimiento superior a la media incluso en periodos de dificultades económicas. En esta coyuntura, 2020 probablemente sea un año repleto de acontecimientos en el sector.

Megatendencia nº 1: las redes del futuro

Las redes 5G, por ejemplo, abren la puerta a una nueva era en el mercado de las comunicaciones móviles que no pone límites a la creatividad de las empresas y plataformas participantes. Por primera vez, las empresas también quieren utilizar esta tecnología, lo que da lugar a servicios y sectores completamente nuevos. Las nuevas redes van a convertirse en el sistema nervioso central de las fábricas del futuro.

Megatendencia nº 2: la inteligencia artificial

La inteligencia artificial también tiene muchas papeletas para convertirse en megatendencia. El número de algoritmos inteligentes está creciendo rápidamente debido al crecimiento exponencial de los volúmenes de datos que tienen que procesarse y canalizarse en la dirección adecuada. Los macrodatos o big data son el nuevo petróleo de la economía y todo aquel que los utilice correctamente se situará a la vanguardia.

Megatendencia nº 3: el negocio de la nube

El negocio de la nube también está viviendo un gran auge: cada vez más empresas están empezando a externalizar sus datos para ahorrar costes a largo plazo. De acuerdo con las previsiones de los analistas, los ingresos mundiales por servicios en la nube van a pasar de los 200.000 millones de dólares actuales a 500.000 millones en 2026.

Megatendencia nº 4: los juegos electrónicos

Los juegos electrónicos también se han convertido en un mercado valorado en miles de millones. Los cambios en el comportamiento de los usuarios y las innovaciones tecnológicas están propiciando profundas transformaciones. Los gigantes del comercio electrónico como Amazon llevan algún tiempo dedicando grandes esfuerzos para hacerse un hueco en esta área. Los pronósticos son prometedores: según un estudio de PwC, se prevé que solo el subsector de los eSports duplique su tamaño hasta los 1.600 millones de dólares durante los próximos cuatro años. En cuanto a las consolas de videojuegos, la transición hacia el nuevo ciclo parece prometedora, ya que debería ser más armoniosa que en momentos anteriores.

Perspectivas

La creciente importancia del sector tecnológico ha hecho que la política tenga una influencia cada vez mayor en esta área. Las empresas estadounidenses esperan con impaciencia al ganador de las elecciones presidenciales. Sin embargo, una posible disgregación de grandes grupos tecnológicos como Facebook, Amazon y Alphabet durante el proceso regulador no tendría que ser necesariamente negativa. Waymo, una filial de Google que desarrolla tecnologías para vehículos autónomos, sería más valiosa si se dan pasos en esta dirección.

Las ventajas del fondo, de un vistazo

– Equipo de gestión experimentado con una trayectoria de 19 años

– Estabilidad de la cartera, incluso en fases de dificultades en los mercados

– Rentabilidad neta superior a la del índice de referencia durante 19 años

– Oportunidades de inversión de la mano de la disrupción y las nuevas tendencias

Tribuna de Mikko Ripatti, gestor senior de carteras de clientes en DNB Asset Management

La fundación Renta 4 otorgará becas de estudios para alumnos en situación de vulnerabilidad

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Pixabay CC0 Public Domain. El uso de los canales digitales de Banca March aumentó en Banca Privada un 13% en 2020

La Fundación Renta 4 pone en marcha una serie de becas de estudio dirigidas a alumnos de enseñanzas universitarias. Estas ayudas se destinarán a aquellos jóvenes que se hayan visto afectados directamente por la crisis del COVID-19 y cuya situación económica le impida hacer frente a los gastos asociados con los estudios.

Cada alumno becado recibirá hasta 5.000 euros que se destinará al pago de la matrícula del curso, ya sea en centros públicos o privados, y de forma justificada, a la percepción de una renta e incluso alojamiento necesario para la realización de sus estudios.

Como condiciones, los solicitantes deberán ser españoles o poseer la nacionalidad de un estado miembro de la Unión Europea, así como de Chile, Perú y Colombia, países donde Renta 4 tiene presencia. Además, no deben estar en posesión, en el momento de solicitar la beca, de un título de nivel igual o superior al de los estudios para los que se pide la ayuda.

“La Fundación Renta 4 ve esencial este apoyo para que los beneficiarios puedan tener mayores posibilidades de incorporación al mercado laboral y contribuir a la mejora y el progreso de la sociedad. El talento joven no se debe ver limitado en sus aspiraciones profesionales, ante una situación económica y familiar adversa”, según aseguran los patronos de la fundación.

Por ello, esta iniciativa nace para dar la oportunidad a aquellos jóvenes que puedan encontrase en dificultades económicas, derivadas de los efectos de la reciente crisis sanitaria, e impedir que pierdan la posibilidad de seguir formándose.

“Hay familias que han sufrido el impacto directo de la pandemia con la pérdida de familiares, empleos o empresas propias, que han afectado de forma crítica su sustento y, con ello, a las opciones de que los miembros jóvenes de esas familias puedan iniciar o continuar sus estudios universitarios. Queremos estar al lado de esas familias”, aseguran desde la entidad.

La convocatoria se abrirá el próximo 15 de junio, hasta el 15 de septiembre de 2020. La solicitud se presenta mediante formulario online a través de la página web de la Fundación Renta 4.

Esta iniciativa se suma a otras realizadas por Renta 4 para colaborar en diferentes ámbitos y zonas geográficas, en paliar los efectos de la pandemia. Entre otras, Renta 4 Banco junto con BME, Banca March, BBVA e Iberdrola, realizaron donaciones económicas  para la compra de material de protección (mascarillas, guantes y EPIs) para los diferentes batallones de la Unidad Militar de Emergencia que trabajan en el marco de la Operación Balmis.

Asimismo, Renta 4 trabaja en los países de Latinoamérica donde tiene presencia: Chile, Perú y Colombia, para unirse a ONGs y fundaciones que ayudan directamente a los colectivos más desfavorecidos en esta crisis. Por otro lado, en Perú, la colaboración de la entidad se canaliza a través de la ONG Ayuda en Acción, para distribuir kits de higiene a población vulnerable y/o confinada en zonas con escasos recursos.

Para Colombia, por su parte, Renta 4 trabaja para ayudar a poblaciones de pobreza o extrema pobreza de los barrios más vulnerables de Bogotá. Para ello, la entidad colabora con la fundación Gotas de Amor. En Chile, Renta 4 se centra en ayudar al colectivo de población de mayor riesgo en esta pandemia, la tercera edad, colaborando directamente con la Fundación Las Rosas.

La CNMV advierte de que las sociedades y agencias de valores podrían volver a vivir un proceso de ajuste

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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: gcabo. mad

En 2019 la actividad de las sociedades y agencias de valores se siguió viendo lastrada por la creciente competencia de las entidades de crédito en la prestación de servicios financieros y el desplazamiento de parte de la negociación de las bolsas españolas hacia otras plataformas establecidas fuera del territorio nacional. El número de entidades registró un incremento, pero no así sus resultados, que experimentaron un descenso del 35,2%, hasta los 75,5 millones de euros, explica la CNMV en su último boletín trimestral.

La disminución se produjo tanto en las sociedades como en las agencias de valores, observándose una cierta polarización entre las entidades, puesto que la disminución de los beneficios fue compatible con un retroceso, también, del número de entidades en pérdidas. Estas entidades, que en los últimos años han ido reorientando su negocio desde actividades tradicionales como la ejecución y tramitación de órdenes hacia otros servicios de inversión, se enfrentan a un nuevo periodo de crisis con las dificultades que ello conlleva y que fueron patentes en la crisis anterior, explica el supervisor.

A finales de 2019 estaban registradas en la CNMV un total de 95 sociedades y agencias de valores, cuatro más que a finales de 2018, como consecuencia de ocho altas y cuatro bajas. De las primeras, siete correspondieron a agencias de valores independientes y la restante es una sociedad de valores que se constituyó para la gestión de un sistema multilateral de negociación especializado en deuda soberana europea y derivados. Este aumento de entidades podría valorarse como un signo positivo para el sector, tras el importante y largo proceso de ajuste que comenzó con la crisis financiera. Sin embargo, es conveniente señalar que el escenario de crisis que se ha desencadenado en la actualidad podría volver a situarlo en un nuevo proceso de ajuste, advierte la CNMV.

“Las perspectivas para los intermediarios financieros no bancarios son más inciertas que en ediciones anteriores de este informe, al igual que las de otros participantes en los mercados financieros, como consecuencia de la fuerte crisis que se ha desencadenado en las últimas semanas”, dice la CNMV en su boletín. “En los últimos años se ha observado un aumento de la competencia en la prestación de servicios de inversión que ha dado lugar a un cierto cambio en el modelo de negocio de las sociedades y agencias de valores, en el que su principal negocio tradicional, la intermediación en los mercados de valores, tiende a tener cada vez menos peso, mientras que las actividades de comercialización y de gestión y asesoramiento a terceros son cada vez más importantes”, indica. En esta situación, el supervisor cree que podría darse un nuevo escenario de concentración en el sector: “En el contexto actual de crisis, está por ver si esta competencia se incrementa y si es posible que se desencadene un nuevo proceso de reorganización del sector, semejante al que aconteció tras la última crisis financiera y que dio lugar a un descenso notable del número de entidades”.

Beneficios a la baja

Las sociedades de valores experimentaron un descenso de su beneficio agregado antes de impuestos del 37,4%, hasta los 65 millones de euros. A ello contribuyeron todas las partidas salvo la del resultado de inversiones financieras y la de otros productos y cargas de explotación. En particular, fue notable el descenso de los ingresos por margen de intereses (-48,5%). Por su parte, la caída de los ingresos por comisiones netas fue del 5,5%, si bien la evolución de las diferentes partidas fue dispar. Dentro de los ingresos por prestación de servicios a terceros, las comisiones por tramitación y ejecución de órdenes, que continuaron siendo las más importantes, aumentaron un 2,7% con respecto al año anterior. Este ligero aumento se debió a la contribución de una sociedad perteneciente a una entidad de crédito extranjera. Como consecuencia del Brexit, esta sociedad trasladó a España parte de su actividad, que consiste principalmente en la tramitación y ejecución de órdenes de clientes.

En cuanto al resto de comisiones, resulta significativo el descenso de las percibidas por colocación y aseguramiento de valores (-20,2%) y el aumento de las provenientes del asesoramiento en materia de inversión (114,7%). En el caso de estas últimas, el incremento podría estar vinculado al proceso de adaptación del mercado a la regulación MiFID II, interpreta la CNMV. Las comisiones satisfechas, por su parte, aumentaron de forma notable (25%).

Por su parte, los gastos de explotación de las sociedades de valores se mantuvieron prácticamente estables, si bien las dos subpartidas que los componen se comportaron de forma dispar. En este ejercicio el descenso del margen bruto se tradujo en una reducción del resultado de explotación (-34,8%), que pasó de 85,8 millones de euros en 2018 a 56 millones en 2019. El resultado antes de impuestos cayó un 37,4% y se situó en 65 millones de euros debido a la existencia de otras ganancias por valor de 9 millones. Como ha venido sucediendo en los últimos años, un reducido número de sociedades generó la mayor parte de los beneficios de este subsector. En concreto, cuatro sociedades de valores acumularon el 75,7% sobre el total de los resultados de las sociedades con beneficios, lo que indica una mayor concentración que en años precedentes.

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Menos comisiones en las agencias de valores

Las agencias de valores, por su parte, obtienen ingresos mayoritariamente de la prestación de servicios a terceros porque no pueden realizar actividades de inversión por cuenta propia. Una parte de las agencias obtiene el grueso de sus ingresos de la tramitación y ejecución de órdenes, pero la mayoría de ellas ha tendido a especializarse en determinados servicios como la comercialización de IICs o la gestión de carteras. Las entidades independientes predominan en este subsector, 50 agencias de un total de 56 lo son. Pues bien, el resultado agregado antes de impuestos de las agencias de valores descendió un 16,7% en 2019, hasta situarse en 10,4 millones de euros. El deterioro de los resultados se debió a unos menores ingresos, fundamentalmente por comisiones percibidas, y a unos costes que se mantuvieron prácticamente estables.

Dentro de los ingresos por comisiones (brutas), que en conjunto disminuyeron un 3,7%, destacaron por su avance la partida de ingresos por tramitación y ejecución de órdenes (15,9 %) y de las comisiones catalogadas como otras (15,3%). Por el contrario, se registró un importante descenso en los ingresos por asesoramiento en materia de inversión (-44,9%), si bien es cierto que esta partida había experimentado un importante incremento durante 2018 (122,3% con respecto a 2017). El resto de las comisiones no mostraron grandes variaciones: las comisiones de comercialización de IICs descendieron un 1,5 % y las de gestión de carteras lo hicieron un 3,4%.

La rentabilidad antes de impuestos sobre fondos propios (ROE) del sector experimentó un retroceso durante el ejercicio, al pasar del 12,3% al 9,2%, como consecuencia del comportamiento desfavorable de los resultados. Esta contracción se produjo tanto en las sociedades como en las agencias de valores, aunque fue mayor en las primeras, cuyo ROE se redujo más de 3 puntos porcentuales hasta situarse en el 8,9%. En el caso de las agencias de valores, la ratio descendió del 13,5 % al 12,1%. El descenso de los beneficios afectó de forma desigual a las compañías, pues no impidió una disminución en el número de entidades en pérdidas. Así, en 2019, 13 sociedades de valores y 19 agencias de valores obtuvieron resultados negativos antes de impuestos, 5 y 2 entidades menos, respectivamente, que al cierre de 2018. El importe acumulado de las pérdidas aumentó un 3,9% en el caso de las sociedades, hasta los 29,9 millones de euros, y un 3,7% para las agencias de valores, hasta los 11,3 millones.

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El sector en su conjunto continuó exhibiendo unos niveles relativos de solvencia elevados durante 2019: a finales de año el margen de recursos propios era 4,9 veces superior al volumen de recursos exigibles, cuando a finales de 2018 esta cifra era sensiblemente inferior, en concreto, 4,3. En términos absolutos esta holgura es poco relevante por tratarse de importes reducidos. Como es habitual, este margen fue, en general, mayor en las sociedades de valores que en las agencias de valores. Así, mientras que para las primeras el margen de cobertura agregado se situó en torno a 5,2, para las segundas se mantuvo en 1,9.

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Las EAFs consolidan su perfil online: sus CEOs ocupan 8 de las 10 primeras posiciones en identidad digital

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Pixabay CC0 Public Domain. BBVA, Mapfre y Santander lideran la inversión digital en el sector financiero

BBVA es la entidad financiera con mayor posicionamiento digital en 2020 en España, según los datos del VI Informe de Inversión Digital en el sector de Feelcapital, roboadvisor español, con motivo del Día Mundial de Internet celebrado el pasado 17 de mayo.

Además, la entidad sube dos puestos con respecto a 2019 y lidera por segunda vez la clasificación, tras ocupar la primera posición en 2015. Mapfre ocupa la segunda plaza tras ocupar el número uno del ranking en los últimos cuatro años.

Desde Feelcapital aseguran que “el firme desarrollo de la transformación digital emprendida hace algunos años por el banco español, unido a la estrategia de contenidos en sus canales sociales, le han aupado al primer puesto de la clasificación en un periodo en el que los grandes bancos y las empresas de asesoramiento financiero han mejorado sus registros gracias a una decidida apuesta por la digitalización”.

En el último año, el informe destaca un fuerte impulso digital entre los CEO de todas las entidades y un incremento del 50% en los contenidos de valor difundidos por internet, con especial atención a la consolidación de las EAFs en sus ratios de inversión digital.

Como consecuencia, las entidades financieras en conjunto han duplicado su número de seguidores hasta llegar a los 12.378.201 a finales de abril. Solo en Facebook, BBVA suma 5,5 millones de seguidores, y el conjunto de sus redes sociales alcanza un 40% del total.

A su vez, Banco Santander avanza más de ocho posiciones en un año hasta colocarse como la tercera entidad en el ranking de organizaciones financieras con mejor posicionamiento en inversión digital a nivel nacional. Otras entidades como Deutsche Bank, Bankinter, Caixabank, Andbank o el Banco Sabadell se mantienen entre las diez primeras gracias al alcance de seguidores de sus cuentas, seguidas de cerca por EAFs como AFI, Agora, y Feelcapital.

Asimismo, junto al Santander, los principales avances los han protagonizado Haltia Capital, Bankia y Kutxabank Gestión.

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Perfiles de los CEOs

Asimismo, y por primera vez desde que se realiza este informe, más de la mitad de los CEOs del sector cuentan con perfiles digitales, que tienen más de 140.000 seguidores (casi 50.000 más que en 2019), lo que extiende el ámbito de influencia de los ejecutivos en el posicionamiento digital de sus organizaciones.

Antonio Huertas CEO de Mapfre, lidera esta clasificación, seguido de Emilio Ontiveros, de AFI; Carlos Doblado, de Agora; y Antonio Banda, de Feelcapital. Estos directivos se mantienen, junto a José Miguel Maté (Tressis), como los cinco que más apuestan por el desarrollo de su perfil digital. En este ámbito, las EAFs ocupan ocho de las diez primeras posiciones, superando a todos los directivos bancarios (con AFI, Agora, Feelcapital, Danel Capital, Araceli de Frutos Casado, Avantage Capital, C2 Asesores Patrimoniales y Aspain 11 en el top 10).

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Por tercer año consecutivo, diez EAFs ocupan el top 25, aunque destacan que “la industria sigue en la misma tendencia en cuanto a su concentración digital”, con 30 entidades desplegándola de forma robusta (seis menos que en 2019 y 16 menos en el 2018). No obstante, hasta seis CEOs de otras EAFs irrumpen por primer vez entre los 25 directivos más destacados en el informe: Tomás Diago, de Danel Capital (6º); Raúl Aznar González, de Aznar Inversiones (14º); Carles Figueres, de Fortior Capital (18º) y Pablo Rodríguez Herra, de iAdvise (20º).

Redes sociales y contenidos online

Por otro lado, LinkedIn continúa siendo el principal medio de expresión social del sector, con 114 de las 157 empresas analizadas presentes en esta red profesional, seguido de Twitter, con 89, y Facebook, con 64.

Además, las entidades que despliegan su identidad de forma robusta en todos los canales aumentan un 36% (de 36 a 57) y de 30 a 60 las que cuentan y actualizan mensualmente sus blogs corporativos. Bankinter, Caixabank, Andbank, BBVA, Banco Sabadell y Feelcapital lideran la difusión de contenidos online siendo las únicas del mercado en superar los 2.000 puntos en este ámbito.

Por otro lado, los datos del informe señalan una mayor producción editorial en temas centrados en estrategias de inversión, servicio a clientes, continuidad de negocio, digitalización, robo advisor y responsabilidad social.

Antonio Banda, CEO de Feelcapital, insiste en la “aceleración de la transformación digital de las entidades financieras”. Banda recuerda que, “en cada informe mejora sus datos, pero la llegada del coronavirus también ha acelerado las necesidades digitales de los clientes que ya exigen más servicios por Internet”. Como consecuencia, el CEO advierte de que las diferencias entre aquellas entidades que han hecho los deberes digitales y las que todavía están en ese proceso aumentarán, pudiendo ser ya demasiado tarde para algunas.

El informe analiza las cuentas sociales, la estrategia de comunicación corporativa y el volumen de contenidos de 157 bancos, gestoras y EAFs en sus canales de comunicación digital (redes sociales y blogs), así como el grado de implicación de sus CEOs en la difusión de contenidos en sus perfiles personales.

Invertir en minas de oro con Edmond de Rothschild

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Pixabay CC0 Public Domain. Fuerte convicción en la selección de compañías mineras de oro, con Amundi

Tras las recientes turbulencias causadas en el mercado por el COVID-19 y la consecuente desaceleración económica, los inversores tratan de encontrar nuevas fuentes de retornos. Teniendo en cuenta que el mercado no va a recuperar los máximos anteriores al comienzo de la crisis del coronavirus en un futuro cercano y con la economía soportando presiones deflacionarias, es más que probable que en los próximos 18 meses tenga lugar un nuevo movimiento a la baja incluso de mayor profundidad.

La brusca salida de un mercado alcista de más de una década de duración ha hecho que los inversores comiencen nuevamente a considerar la inversión en oro como una defensa contra la recesión. Pero, además, invertir en oro puede ser también un medio para navegar la tormenta inflacionaria que puede formarse a largo plazo, como consecuencia de las decisiones tomadas por los bancos centrales.

Invertir en oro directamente es complejo, ya que, tras la adquisición, se recibirían lingotes físicos que sería necesario almacenar en lugar seguro. Un almacenaje que resulta costoso. Sin embargo, no es necesario invertir en el metal precioso por excelencia directamente para obtener una exposición a él. Una alternativa es invertir en compañías mineras cuya actividad principal sea la exploración, extracción, procesado y comercialización de oro y otros metales preciosos. 

Para obtener una cartera adecuadamente diversificada, uno de los mejores vehículos es un fondo de inversión de la categoría sectorial VDOS de Materias Primas, que invierta en este tipo de compañías mineras. De este grupo de fondos, de una selección con la mayor calificación de cinco estrellas de VDOS, Edmond de Rothschild Goldsphere es el más rentable en lo que va de año, con un 22,68% de revalorización en su clase I.

Su objetivo a largo plazo (más de cinco años) es lograr una rentabilidad superior a la de su índice de referencia, el FTSE Gold Mines Price Index (dividendos netos reinvertidos), mediante la selección discrecional de valores que operan principalmente en el sector aurífero y vinculados a la exploración, extracción, transformación y comercialización de oro. 

El gestor principal del fondo es Christophe Foliot, CFA. Christophe se unió al equipo de gestión de Edmond de Rothschild Asset Management en 2003 como gestor de renta variable americana y en 2008 se convirtió en responsable de los equipos de renta variable global y americana y gestor principal del Edmond de Rothschild Goldsphere. Comenzó su carrera en 1994 en Knight-Ridder Nueva York y en 1999 se incorporó a BNP Paribas Asset Management como analista de renta variable americana. Christophe obtuvo su MBA en Finanzas por el Baruch College, de la City University of New York.

El universo invertible comprende alrededor de 150 acciones en todo el mundo con una alta concentración de Barrick & Newmont Mining, cuyo mercado supone aproximadamente el 35% o 40% del índice. Las acciones canadienses tienden a mantener una posición dominante en los índices y fondos debido a su mayor estabilidad geopolítica y sus estándares de gobernanza. El fondo ha mantenido su sesgo hacia nombres de gran capitalización y de alta calidad que tienden a resistir mejor en las recesiones del mercado, mientras que las empresas más pequeñas pueden sufrir más. El fondo también se ha alejado de las mineras con alta exposición a África.

El equipo gestor trata de identificar compañías con balances sólidos y una sólida cartera de proyectos de explotación con ventajas competitivas en costes. Esto se consigue mediante un análisis profundo del entorno geopolítico, para controlar riesgos, y mediante un análisis fundamental, tanto cualitativo como cuantitativo, de cada compañía. Se analizan con detenimiento factores como el crecimiento orgánico, el flujo de caja que genera, las necesidades de refinanciación, el capex, la calidad y el compromiso del consejo de administración, así como su experiencia e historial. A partir de aquí, se construye una cartera bastante concentrada y de pura convicción, compuesta por un número de entre 30 y 50 compañías.

Las cinco mayores posiciones en la cartera del fondo corresponden a Newmont Corporation (9,95%), Barrick Gold Corp (9,61%), Agnico-Eagle Mines Ltd (7,19%), Franco-Nevada Corp (5,61%) y Anglogold Ashanti Ltd (5,37%). Por país, Canadá (60,14%), Estados Unidos (12,96%), Australia (9,78%), Sudáfrica (9,56%) y Rusia (3,53%) representan los mayores pesos en la cartera del fondo.

Con un patrimonio bajo gestión de 35 millones de euros, la evolución del fondo por rentabilidad lo sitúa entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2019 y 2020, batiendo al índice de su categoría en 2016 y 2018. A tres años su volatilidad es del 22,76% y del 29,96% a un año, periodo en el que registra una ratio Sharpe de 0,53 y un tracking error, respecto al índice de su categoría, del 18,98%. La inversión mínima requerida para suscribir la clase I (institucional) de este fondo es de 500.000 euros, aplicando a sus clientes una comisión fija de hasta un 1%, además de una comisión variable del 15% por resultados positivos del fondo respecto a su índice de referencia. 

El fondo dispone también de una clase A cuya suscripción mínima es de una participación, siendo su último precio de valor liquidativo de 82,35 euros. Esta clase aplica a sus suscriptores una comisión fija del 2% y también una comisión variable del 15% por resultados positivos del fondo respecto a su índice de referencia.

El posicionamiento del equipo gestor sigue siendo fundamental, manteniendo compañías con perfil de riesgo defensivo y atractivo. Han ido reduciendo gradualmente la exposición a nombres de menor tamaño, con menos visibilidad en términos de aumento de producción.

En este contexto, creen que favorecer a las compañías establecidas y de calidad es la opción más sensata. En términos de posicionamiento cíclico de la industria, estiman que el último ciclo del oro comenzó con el primer recorte de tipos de la Reserva Federal (Fed). Creen que el oro cuenta con un grandísimo potencial al alza adicional, basándose en tres factores principales: no hay inflación en el corto plazo, los tipos de interés van a mantenerse bajos por un tiempo y aún no hay una solución definida para el COVID-19. Esto hace que el horizonte sea muy alentador para esta clase de activo. 

Actualmente, los balances de las compañías están mucho más saneados que en el ciclo anterior. En 2015, las empresas tenían muchísima deuda, pero ese no es el caso en la actualidad. Además, las valoraciones continúan siendo atractivas respecto a picos anteriores.

Su evolución por rentabilidad en los últimos tres años, respecto al resto de fondos de su categoría, y la volatilidad incurrida en el mismo periodo, hacen a Edmond de Rothschild Goldsphere merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.

Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS

Global, flexible, de alta convicción y sin restricciones: los cuatro ingredientes de la estrategia de bonos más exitosa de Allianz GI

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Foto cedidaMike Riddell, responsable del equipo Conviction Fixed Income de Allianz GI.. Global, flexible, de alta convicción y sin restricciones: los cuatro ingredientes de la estrategia de bonos más exitosa de Allianz GI

Global, flexible, de alta convicción y totalmente unconstrained son las cuatro características del fondo Allianz Strategic Bond, gestionado por el equipo de Mike Riddell, y que acumula una rentabilidad del 19% desde inicio de año. Según la gestora, este fondo es una muestra de cómo la gestión activa tiene aún mucho que hacer en un contexto donde la renta fija ha cambiado su comportamiento y es todo un reto para los gestores. 

Muchas cosas han cambiado en el universo de la renta fija y en el comportamiento de sus activos. Según los analistas, en este cambio tiene mucho que ver la presencia de los programas de compra de los bancos centrales, así como la abundancia de liquidez y el horizonte de bajos tipos de interés al que nos enfrentados. Ahora, a todo esto hay que sumarle una mayor volatilidad, a raíz de la pandemia del COVID-19 y la crisis económica que ha generado, y a la continua sospecha del efecto que tendrá el exceso de deuda pública emitida por los gobiernos. En mitad de este escenario, ¿cómo navegar?

De nuevo, los cuatro pilares que defiende Riddell en el fondo Allianz Strategic Bond son, para la gestora, la mejor respuesta que pueden encontrar los inversores de renta fija. “El fondo tiene un mandato global: batir de forma consistente al mercado global de bonos. Para ello, hemos seleccionado como referencia uno de los índices más amplios y diversificados, el Bloomberg Barclays Global Aggregate. El equipo gestor busca explotar las mejores oportunidades de inversión en cuatro áreas principales: duración/curva, crédito, inflación y divisas. El objetivo es intentar generar alfa sin restricciones y de la forma más eficiente, lo que implica tomar con total flexibilidad  posiciones fuera del universo convencional de renta fija cuando se estima necesario. Y siempre con foco especial en el uso de los instrumentos más líquidos disponibles”, explican desde la gestora. 

En este sentido, la estrategia se gestiona con el objetivo de proporcionar una correlación 0 con la renta variable a medio plazo, convirtiéndose en un valioso instrumento para conseguir protección en mercados bajistas y contribuir a mejorar las métricas de retorno ajustado por riesgo de una cartera global. “Es un concepto aparentemente simple: comportarse como debería un fondo de renta fija. Pero no es algo que resulte fácil de encontrar en la actualidad, puesto que muchas estrategias han incrementado notablemente su correlación con la renta variable”, añaden desde la gestora. 

Como resultado de esta visión, el fondo Allianz Strategic Bond ha sido capaz de mantener un notable retorno positivo durante el sell-off inicial de esta crisis, en concreto un 7,8% desde enero al 23 de marzo, y aprovechar la recuperación posterior. Respecto a la correlación, desde lanzamiento en 2016, la estrategia ha registrado una correlación de 0,01.

“Nueva” realidad y posiciones

Según explica el equipo de Conviction Fixed Income, que gestiona bajo el liderazgo de Riddell esta estrategia, el COVID-19 ha venido a reafirmar ciertas tendencias en el mercado de renta fija, como por ejemplo que los bonos del gobierno se estaban cotizando con malas noticias incluso antes de la crisis. Así como otras tendencias que los gestores ya veían observando: que los spreads de crédito y la volatilidad de las acciones son básicamente lo mismo, el fuerte deterioro que ha sufrido la liquidez en las últimas semanas y la recuperación de las expectativas de una mayor inflación. Todo ello ya estaba configurando una nueva realidad en el mercado de renta fija.

Como es lógico, este equipo de Allianz GI ha ido adaptando la cartera y sus posiciones. «El fondo tiene actualmente un 50% en bonos corporativos de larga duración en euros y en dólares estadounidenses, pero hemos reducido algunas de las posiciones en bonos del gobierno que teníamos anteriormente, como en Estados Unidos, Alemania, Suecia, Noruega, Reino Unido, Italia y México», explica Riddell.

Para afrontar los momentos de mayor turbulencia, Riddell ha aprovechado el momento de alta liquidez que tiene la cartera, en parte gracias a que vendió el 20% de las posiciones cortas que tenía en high yield europeo y estadounidense. “Después de que los bonos corporativos se vendieran de forma violenta, cerramos nuestras posiciones cortas a mediados de marzo, y luego nos las arreglamos para aprovechar el lujo de tener una cartera casi 100% superlíquida para aspirar a un gran número de nuevas emisiones de bonos corporativos investment grade exageradamente baratos», afirma el gestor. 

Efama pide más flexibilidad para los clientes profesionales y carga contra la prohibición total de retrocesiones

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Pixabay CC0 Public Domain. Erste AM clasifica toda su gama de fondos de impacto dentro del artículo 9 del SFDR

La asociación europea de la gestión de activos, Efama, ha lanzado varios mensajes dirigidos a la Comisión Europea sobre MiFID II y MIFIR, en un momento en el que se está revisando la normativa. En términos generales, la asociación considera que el marco regulatorio que se ha aprobado funciona correctamente, pero ve necesario revisar algunos aspectos relacionados, por ejemplo, con la protección del inversor. En este punto, destaca seis ideas.

Según explica en un comunicado, ve “necesidad” en revisar los textos de Nivel 1 respecto a “los inversores semiprofesionales” y “a las exclusiones voluntarias de los inversores profesionales para ciertos requisitos.

Así, la primera de esas ideas relacionadas con el inversor es contar con mayor flexibilidad. La organización considera que “se debe proporcionar más flexibilidad a los inversores profesionales y a las contrapartes elegibles”. Defiende que a este tipo de inversores se les debería permitir que no cumplieran con muchos requisitos de divulgación de costes y protección a los inversores.

En segundo lugar, si bien están de acuerdo con el concepto de «clientes semiprofesionales», no cree necesaria la creación de una nueva categoría. “La creación de una cuarta categoría de clientes requeriría un gran número de cambios en todo el marco de la normativa MiFID II y supondría unos costes muy elevados para la industria financiera”, explica. A cambio propone solventar el tema a través de dos mecanismos: la calibración de las condiciones previas para permitir que este tipo de clientes institucionales puedan optar a la adhesión en determinadas condiciones y el establecimiento de un régimen más flexible para los inversores profesionales.

Su tercera propuesta es suprimir la «alerta de depreciación del 10%», ya que, en su opinión, fomenta el comportamiento a corto plazo. “No aporta nada para este tipo de clientes y aumenta los costes operacionales para cumplir con este requisito”, argumenta.

En cuarto lugar también propone que los fondos alternativos dirigidos a inversores retail automáticamente se consideren instrumentos financieros no complejos, pudiéndose vender bajo el marco “execution-only”. 

En contra de prohibir totalmente los incentivos

En quinto lugar, Efama se muestra en contra de una prohibición total de los incentivos, respondiendo así al regulador de los mercados europeos, ESMA, que recientemente remitió a la Comisión Europea un informe en el que se mostraba partidaria de valorar los potenciales efectos de una prohibición total de percibir incentivos, una vez analizado los modelos implantados en los Países Bajos y Reino Unido. “Este análisis se debería realizar no solo sobre productos MiFID sino sobre todo tipo de inversiones destinadas a clientes minoristas”, subrayaban desde la ESMA.

Para Efama, “si bien el acceso al asesoramiento independiente en materia de inversiones es importante, hay que tener en cuenta que el asesoramiento no independiente es la forma de distribución predominante en toda Europa. La prohibición de los incentivos tendría consecuencias sustanciales y de gran alcance en términos de acceso al asesoramiento financiero para todos los ciudadanos europeos”, advierte.

Por último, defiende que el análisis esponsorizado por el emisor debería calificarse como un “beneficio no monetario menor y aceptable” y, por lo tanto, mantenerse fuera del régimen de incentivos.

Actualización anual de los documentos de preguntas y respuestas

Efama también advierte de que las continuas actualizaciones del documento de Preguntas y Respuestas (P&Q) de ESMA son “una carga para la industria financiera en general”. En este sentido señala que cada nueva actualización y aclaración pueda dar lugar a cambios en los sistemas ya implementados para los agentes del sector, además de ser “intensivos en tiempo y recursos”.

La propuesta de Efama es que estas actualizaciones se realicen de forma temática y una vez al año, o al menos con tiempo suficiente para que la industria pueda implementar estos cambios. 

Mercado e infraestructuras

Efama considera que otra esfera de mejora es la que afecta a la calidad de los datos y su coste. Ante las carencias de MiFID II, sugiere que la Comisión Europea establezca una proceso de grabación (CT) para todos los instrumentos financieros, lo cual aportaría transparencia al mercado.

También pide que se eliminen “por completo” tanto la obligación de negociación de acciones (STO) como las obligaciones de negociación de derivados (DTO). “Si no es posible, por lo menos la STO debería imponerse estrictamente a los valores de la Unión Europea y la DTO debería basarse estrictamente en la aplicación de la obligación de compensación, tal como se define en el EMIR Refit”, argumenta.

Por último, la organización reclama que las divisas queden excluidas de la lista de instrumentos financieros. Según argumenta, este ámbito debe ser abordado por la Directiva sobre Servicios de Pago y la Directiva contra el Blanqueo de Capitales existentes.