Pixabay CC0 Public Domain. La incertidumbre, el dólar y las tasas reales: los principales motores que están detrás del rally del oro
El oro ha marcado un nuevo récord esta semana al alcanzar la cota de los 2.000 dólares. Los analistas señalan que es un hecho histórico, pero no una sorpresa, ya que el precio del metal precioso ha estado empujado por las tensiones entre EE.UU. y China y los temores sobre el impacto económico de la pandemia del coronavirus.
Una tendencia alcista que ya explicaban la semana pasada los analistas y que, en opinión de Steven Dunn, Head of Exchange Traded Funds de Aberdeen Standard Investments, seguirá contando con los mismos factores catalizadores. “A medida que los inversores siguen enfrentando la volatilidad y la incertidumbre, el atractivo de los activos refugio seguros como el oro y la plata sólo aumentará», apunta Dunn.
Como consecuencia, explican desde Monex Europe, “el atractivo del oro como reserva de valor se fortalece, ya que los mercados se enfrentan a la perspectiva de una prolongada recuperación global y la degradación de las monedas fiduciarias tras la notable expansión monetaria y fiscal, incluyendo al dólar”.
En este sentido, Jack Janasiewicz, gestor de carteras de Natixis IM, señala que el dólar es otro de los factores que está impulsando el oro. “El dólar ha empezado su contracción ante muchas de las principales divisas en el mundo. Y si bien algo de esto podría ser más en función de la fortaleza del euro, un dólar más débil también actúa como un catalizador para el oro a la vez que los inversores buscan una vez más un activo en el cual retener su poder adquisitivo”.
Ahora bien, ¿cómo le afectará al oro que el dólar se debilite? Según matiza Janasiewicz, cualquiera que sea la razón que se quiera citar para la debilidad reciente del dólar, este es solo otro catalizador para que el oro escale más. “El oro cotiza en dólares y si el dólar cae en valor, el oro se vuelve más barato para la compra”, explica.
Otros tres catalizadores
Dejando a un lado el efecto que tienen el dólar en el oro, Janasiewicz apunta otros tres factores que explican el rally del metal precioso. El primero son las tasas reales: “Como el oro no produce rendimientos, este siempre ha sido un argumento en contra del oro para mantener el activo. Con las tasas nominales de los títulos de renta fija tradicionales tan bajas y los rendimientos reales ahora negativos, y en movimiento más negativo aún, ese argumento ya no es un viento en contra”.
En segundo lugar, y relacionado, la oferta de activos de renta fija de refugio seguro que poseen un rendimiento negativo está aumentando cada día últimamente. En este sentido, a medida que la oferta de activos que ya no tienen un rendimiento positivo sigue aumentando, se ejerce más presión alcista sobre los activos de refugio alternativo como el oro.
Por último, desde la perspectiva de la construcción de la cartera, con los rendimientos nominales de los bonos disminuyendo, la funcionalidad de la renta fija para servir como contrapeso de la cartera y compensación del riesgo de la renta variable sigue disminuyendo.
“A medida que los bonos del Tesoro de EE.UU. se acercan cada día más al límite inferior cero, la capacidad de que los rendimientos aumenten bruscamente en tiempos de volatilidad de la renta variable se hace más difícil; es algo parecido a la convexidad negativa de los títulos hipotecarios, por ejemplo. Hay mucho más espacio para que los rendimientos se recuperen cuando están en el 4%, por ejemplo, frente a cuando están en el 0,5%.Como resultado, la utilidad que la renta fija proporciona en un contexto de construcción de carteras es cada vez menor cada día. Los bonos soberanos no están proporcionando rendimientos reales, a medida que se acercan al límite inferior en términos de su capacidad para compensar el riesgo de la renta variable en tiempos de tensión. En consecuencia, los inversores están recurriendo a otros medios de compensación del riesgo de la renta variable y el oro es una de las opciones”, explica Janasiewicz.
¿Dónde está el techo?
Ya sabemos lo que impulsa el precio del oro, pero ¿hasta cuánto podría avanzar? Janasiewicz lo ve claro: “Hasta que estos cuatro catalizadores no disminuyan, es difícil ver alguna presión significativa en la historia del oro”.
Para entender lo que está ocurriendo hay que tener en cuenta que la base de compradores de oro es un tanto diferente que aquella de los compradores tradicionales de renta fija. “El oro todavía conlleva una base más especulativa de inversionistas, una que lo cotiza como una materia prima y una posición de renta y no necesariamente como una inversión de largo plazo per se. Un ligero sesgo en este aspecto, lo cual le otorgará el potencial para una mayor volatilidad si se compara con un activo competidor como la renta fija soberana que actúa también como refugio. Debido a esto, el oro pareciera mucho más sensible a las posiciones de los inversionistas y al sentimiento que los bonos del Tesoro y activos de refugio por ejemplo, y ciertamente hemos visto un fortalecimiento constante de las posiciones en oro durante los últimos meses”, concluye el gestor de Natixis IM.
Pixabay CC0 Public DomainJean Wimmerlin. Jean Wimmerlin
Los mercados de valores evolucionaron adecuadamente en junio. La renta variable registró resultados positivos, los diferenciales se estrecharon y el dólar se debilitó. Sin embargo, por primera vez en meses, las noticias sobre el virus no fueron en absoluto positivas.
El aumento de las tasas de infección en Estados Unidos (y en todo el mundo) pesó sobre las buenas y homogéneas noticias económicas, ámbito en que los datos superaron las expectativas en general. De nuevo, las rentabilidades de la deuda pública siguen excepcionalmente ancladas, sin apenas variar durante el mes y el trimestre. De hecho, las rentabilidades de la deuda pública estadounidense a 10 años cerraron el trimestre básicamente sin cambios (aunque las rentabilidades han subido un 11% desde comienzos de año)1.
Aunque esta evolución no necesariamente parezca positiva, es todo un logro que las rentabilidades de la deuda pública simplemente no varíen cuando los datos económicos superan incluso las previsiones más alcistas y el high yield y las acciones se anotan rendimientos superiores al 10%. De hecho, anclar las rentabilidades de la deuda pública y la intervención en los mercados de crédito (corporativo e hipotecario) son las líneas de acción de los bancos centrales. Hasta ahora, ha sido una estrategia ganadora. Que terminen o no ganando la guerra exigirá avances en el frente sanitario; una economía no puede ser normal si las personas no pueden trabajar o sentirse seguras al gastar su dinero.
En junio, no se produjeron nuevas iniciativas de política, si bien los programas que ya se habían anunciado supusieron un efecto significativo para el mercado. Se lanzó el anunciado programa de préstamo de valores titulizados a plazo (TALF) de la Reserva Federal, si bien, dada la compresión de los diferenciales de los bonos de titulización de activos con una calificación de AAA en el segundo trimestre, no queda claro si dicho banco central efectivamente prestará cuantías importantes, ¡pues ya ha logrado sus objetivos sin gastar o prestar un centavo! Eso sí que es credibilidad. Incluso aunque los fondos del TALF no acaben invirtiendo cantidades importantes, la existencia del programa fue el factor fundamental del descenso de los diferenciales.
En Europa, se captaron 1,35 billones de euros en la tercera ronda de operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO) del Banco Central Europeo (BCE), que permiten a los bancos tomar dinero en préstamo de dichas operaciones a un interés del -1%.2 Aunque el BCE lleva ofreciendo rondas de financiación mediante TLTRO desde 2012, lo que resulta significativo de la última es no solamente lo bajo que resulta el coste de financiación —¡a los bancos se les paga literalmente un 1% por tomar en préstamo!—, sino también la cuantía que los bancos pueden captar dadas las condiciones asociadas al programa. La elevada cuantía prestada y su bajo coste suponen un impulso para la rentabilidad de los bancos europeos, la economía y los activos financieros que los bancos podrían comprar. De cara al futuro, los bancos centrales han ganado credibilidad, de forma que parece que solo tienen que avisar con tener que hacer más para conseguir que los mercados evolucionen en la dirección deseada. Los mercados, sin duda alguna, creen en el aura de «todo lo que sea necesario» que actualmente rodea a los bancos centrales. Persiste el dominio de sus políticas.
Las iniciativas fiscales también han sido claves para respaldar la incipiente recuperación económica. Los pagos de transferencias han impulsado los ingresos, potenciando el gasto según terminaban los confinamientos. Aunque existen dudas sobre algunos de los programas de Estados Unidos de ayudas vía ingresos que expiran a finales de julio, confiamos en que el Congreso de dicho país renueve o lance nuevos programas para mantener el flujo de ingresos hacia quienes hoy por hoy no tienen trabajo.
En Europa, sigue debatiéndose acerca del Fondo de recuperación, pues no todos los países están de acuerdo con aplicar mayor laxitud, si bien se avanza muy claramente hacia permitir que cada gobierno gaste más si así lo decide y hacia un mayor respaldo fiscal a escala de la UE. Auguramos que la política monetaria seguirá girando considerablemente en torno a los estímulos, contribuyendo a disipar las inquietudes de los inversores sobre las mayores necesidades de financiación de los gobiernos.
Aunque junio y el segundo trimestre generaron rentabilidades estelares, abundan los riesgos. El alarmante auge de las tasas de infección en diversos estados grandes de Estados Unidos y los brotes en países que dejan atrás el confinamiento suponen riesgos para la economía. Las presidenciales en Estados Unidos y las relaciones entre este país y China suponen otro conjunto de problemas independientes de la pandemia. Sin embargo, por otra parte, los avances de las diferentes vacunas en estudio y los posibles tratamientos podrían traducirse en sorpresas económicas y financieras positivas. Hay mucho en lo que pensar. Seguimos confiando en que, a pesar del aumento de las tasas de infección, no vuelvan a imponerse confinamientos a gran escala.
Gráfico 1: Rendimiento de los activos desde el comienzo del año
Gráfico 2: Variaciones mensuales de monedas frente al USD
Gráfico 3: Variaciones mensuales considerables de las rentabilidades a 10 años y los diferenciales
Perspectiva para la renta fija
Nuestra perspectiva para la renta fija sigue siendo entre optimista y moderadamente alcista. Sin embargo, hay algunos obstáculos. Se produjo el rebote económico en forma de V, pero es probable que se aplane. Un repunte no es una tendencia. Es posible que los datos económicos no sean tan sorprendentemente buenos de cara al futuro (podrían serlo, pero no deberíamos contar con ello). Las valoraciones no son tan favorables como el mes pasado. También es posible que veamos avances más limitados en el empleo y la producción con respecto a nuestras expectativas, ahora mejoradas.
Asimismo, incluso con las mejoras en numerosos frentes, diversos sectores importantes permanecen cerrados o funcionan muy por debajo de su potencial (viajes, ocio y entretenimiento). Este extremo ralentizará las ganancias agregadas. Fijándonos en lo positivo, las personas tienen dinero y quieren gastarlo y las compañías desean contratar y aumentar o restaurar su producción. No obstante, percibimos riesgos en la posibilidad de una reapertura torpe de las economías en un contexto de una segunda ola de infecciones peor que la primera, así como en que el recrudecimiento de las tensiones entre Estados Unidos y China (Hong Kong y cuestiones comerciales) y el ruido geopolítico en otras regiones (Rusia/India frente a China) pesen sobre la percepción de riesgo.
Los mercados se anotaron resultados excepcionales en junio y en el segundo trimestre. La razón de dicha evolución fueron en parte la mejora de los datos, el posicionamiento del mercado, las políticas adoptadas y la esperanza acerca de la evolución de la pandemia. ¿Continuará la recuperación? Creemos que puede continuar, pero a un ritmo menor. Lo más importante es que el respaldo de las políticas adoptadas sigue siendo robusto y que se fortalecerá en caso necesario. No hay duda de que los reguladores se encuentran en modo «todo lo que sea necesario». No debemos subestimar las capacidades y la disposición de los bancos centrales para ofrecer apoyo efectivamente ilimitado en los próximos meses.
Así pues, es de esperar que las rentabilidades de la deuda pública sigan siendo bajas y estables, como deben continuar. La volatilidad ha caído de forma sostenida con motivo de la mejora de los datos económicos, los pagos de transferencias fiscales, la mejora en el control del virus (al menos, más allá de Estados Unidos y Brasil) y las medidas de expansión cuantitativa. Cualquier subida de las rentabilidades más a largo plazo posiblemente se produzca por una mejora sustancial de la perspectiva económica y sobre la pandemia. Sin embargo, incluso en ese caso, la inflación estaría muy por debajo del objetivo y la Reserva Federal, por ejemplo, posiblemente adoptaría un marco de políticas basadas en resultados —a saber, no endurecería las condiciones hasta lograrse sus objetivos de política—, todo lo cual apunta que las primas de riesgo y las expectativas para los tipos quedarían oprimidas durante años. El riesgo para esta perspectiva es que se produzca un avance científico que acabe con la pandemia.
Seguimos mostrándonos moderadamente optimistas acerca de la deuda de mercados emergentes. Las actuaciones a gran escala vía política monetaria y fiscal llevadas a cabo en la esfera desarrollada ofrecen un entorno robusto para la deuda de mercados emergentes. Los países emergentes también han prestado a sus economías un apoyo monetario y fiscal sin precedentes, contribuyendo a amortiguar el embate de la pandemia. A diferencia de lo que es habitual en el caso de los mercados emergentes, los inversores no han penalizado a estos países por sus políticas expansivas (por ejemplo, debilitando la moneda o retirando fondos), ni siquiera ante fundamentales macroeconómicos subyacentes débiles.
Parece que existe un amplio consenso en que la respuesta correcta a la situación actual es acomodaticia. Las valoraciones son actualmente menos atractivas en vista del alza del segundo trimestre, si bien las rentabilidades han quedado rezagados con respecto a los mercados desarrollados, en particular, en aquellos sectores cubiertos por las políticas de los mercados desarrollados. El dinamismo por la desescalada es sólido en Asia y Europa oriental. América Latina se enfrenta a más dificultades por la lenta respuesta de política sanitaria al virus. La recuperación, significativamente sólida, de China también es positiva para los mercados emergentes. Lo más probable es que ya se hayan producido las mayores variaciones de los tipos en la esfera emergente, si bien todavía percibimos valor en determinadas deuda externa y divisas.
Los mercados de crédito también continúan evolucionando adecuadamente. Es de esperar que prosiga el respaldo vía política (por ejemplo, con las compras de la Reserva Federal y el BCE), los datos económicos están en auge y la oferta debería disminuir con respecto al ritmo récord del primer semestre del año. La mayoría de las pérdidas económicas deberían ser transitorias y, por tanto, no resultarán sustancialmente negativas para las valoraciones corporativas. De hecho, las compañías continúan implementando estrategias de reducción del riesgo mediante ventas de activos y menores dividendos e inversiones en inmovilizado.
Auguramos que, a medida que mejoren las economías, el rendimiento de las compañías avanzará sustancialmente, siendo sus pérdidas cortas en el tiempo y restándose relevancia a sus mayores niveles de apalancamiento, pero significativos, no obstante, para diferenciar a las compañías que evolucionen en positivo. Dejando a un lado posibles noticias negativas económicas y relacionadas con la pandemia, es de esperar que los diferenciales de los bonos con grado de inversión y el high yield sigan estrechándose durante el resto del año. Tras la reciente alza, no sería sorprendente cierta consolidación a la espera de mayor información sobre los brotes en Estados Unidos.
Las recientes tendencias de la renta fija titulizada continuaron en junio con un rendimiento sólido y sostenido. Dado el estrechamiento de los diferenciales de los activos con una calificación de AAA, parece que el potencial alcista es limitado. Sin embargo, pensamos que las clases de activos con calificaciones menores, concretamente BBB y BB, todavía tienen margen sustancial para seguir estrechándose. Si bien hemos asistido a cierta recuperación de los diferenciales en los dos últimos meses, los de los activos titulizados con calificaciones menores permanecen en niveles muy superiores a los de febrero y no se han beneficiado de las mejoras experimentadas por los sectores de crédito corporativo. Los datos fundamentales siguen siendo críticos, pero, hasta ahora, el deterioro del rendimiento ha sido muy moderado para la mayoría de los sectores y mucho mejor que las expectativas. Es posible que el rendimiento de los bonos de titulización hipotecaria de agencia siga siendo moderado y continuamos infraponderados en este sector.
Tipos y monedas de mercados desarrollados
Análisis mensual
Junio marcó el final de un trimestre y un primer semestre históricos para las diferentes clases de activos y regiones, con numerosos países de mercados desarrollados avanzando en la senda de la reactivación económica. Por lo general, los datos económicos fueron mejores de lo esperado; en particular, los datos de las encuestas sorprendieron al alza. Aunque en algunas zonas se registraron repuntes de casos de coronavirus, otras regiones de economías desarrolladas siguieron asistiendo a un descenso de las infecciones. Una excepción clave es el alza de las tasas de contagios en algunos estados grandes de Estados Unidos, si bien la buena noticia al respecto es que la tasa de mortalidad es mucho menor que en brotes anteriores (puede que, principalmente, porque se hayan infectado personas más jóvenes).
Perspectiva
Seguimos previendo que la política monetaria continúe siendo acomodaticia y que los activos de riesgo cuenten con un apoyo sólido en los diferentes mercados desarrollados en los próximos meses para favorecer que siga la estabilización de la economía y los mercados financieros globales. Tras llevar a cabo una relajación agresiva de sus políticas en meses anteriores, la mayoría de los bancos centrales siguen ahora de cerca los datos económicos que se van conociendo para determinar si resulta necesario aplicar más medidas. Además, los datos que se van conociendo por lo general han sido mejores de lo esperado, pero dada la marcada debilidad de las presiones inflacionarias y el embate a las economías de una grave perturbación exógena, hay numerosas razones para creer que los bancos centrales se mostrarán dispuestos a relajar aún más sus políticas y lo más probable es que procedan con medidas de política no convencionales.
Tipos y monedas de mercados emergentes
Análisis mensual
La buena marcha de los activos de mercados emergentes se prorrogó comenzado junio, llevando a uno de los trimestres más sólidos de los que se tienen constancia. Alentaron a los inversores la persistente acomodación de las políticas monetaria y fiscal en los mercados emergentes y sus homólogos desarrollados, así como los renovados programas del Fondo Monetario Internacional (FMI) para ayudar a naciones en vías de desarrollo en su respuesta a la COVID-19.3 La deuda soberana de mercados emergentes denominada en dólares lideró el rendimiento una vez más impulsada por el segmento de alta rentabilidad y los países exportadores de energía, al encarecerse esta por las expectativas de mayores consumo y crecimiento. La deuda corporativa denominada en dólares siguió a la soberana, mientras que la deuda en moneda local quedó a la zaga al debilitarse las monedas de mercados emergentes con respecto al dólar.4
Perspectiva
Seguimos confiando con cautela en la deuda de mercados emergentes de cara al corto plazo, pues las noticias positivas derivadas de las desescaladas se ven anuladas en parte por unas valoraciones menos atractivas que hace unos meses y los reveses en la lucha contra la pandemia en determinados países. Todavía pensamos que hay valor en la deuda de mercados emergentes, principalmente en el caso de los activos de high yield denominados en monedas fuertes y divisas. No obstante, percibimos riesgos en la posibilidad de una reapertura torpe de las economías en un contexto de una segunda ola de infecciones peor que la primera, así como en que el recrudecimiento de las tensiones entre Estados Unidos y China (Hong Kong y cuestiones comerciales) y el ruido geopolítico en otras regiones (Rusia/India frente a China) pesen sobre la percepción de riesgo.
Crédito
Análisis mensual
Los diferenciales de crédito con grado de inversión se estrecharon en junio, tanto en Estados Unidos como en Europa. Los factores impulsores clave de esta evolución fueron una mejora inicial a comienzos de mes cuando las economías desarrolladas comenzaron a salir de los confinamientos por la COVID-19 y uno datos de actividad económica mejores de lo esperado. Sin embargo, se produjo un debilitamiento en la segunda mitad del mes, pues el aumento de las tasas de infección en Estados Unidos, junto con las noticias sobre la relación entre dicho país y China, hizo que la percepción se tornara negativa. Las noticias corporativas fueron limitadas en la antesala de la publicación a partir de julio de los resultados del segundo trimestre. Los emisores con una calificación de BBB superaron en rentabilidad a los valores con una calificación mayor. Frente a la deuda pública, el índice Bloomberg Barclays U.S. Investment Grade (IG) generó un excedente de rentabilidad del 1,89%. Los activos europeos con grado de inversión, medidos según el índice Bloomberg Barclays Euro-Aggregate Corporate, rindieron por debajo del mercado estadounidense en junio, cerrando en niveles 21 pb más bajos, en 148 pb.5
Perspectiva
Las compañías han respondido al coronavirus centrándose en captar efectivo, una respuesta racional dada la incertidumbre económica. Esto se ha traducido en una combinación de estrategias, entre las que se encuentran captación de capital, emisión de deuda corporativa, reducción de dividendos y menores inversiones en inmovilizado. La respuesta ha variado entre los diferentes sectores, los más cíclicos, orientados a captar más efectivo. De cara al futuro, está la cuestión de cuál es la estructura de financiación óptima para las compañías ante un posible escenario de bajos crecimiento, inflación y coste de endeudamiento.
Activos titulizados
Análisis mensual
Los mercados de crédito titulizado continuaron recuperándose en junio: los sectores de crédito al consumo, el sector inmobiliario comercial respaldado por oficinas y los ámbitos relacionados con la vivienda vieron reducidos sus diferenciales. Sin embargo, las condiciones económicas siguen siendo débiles, pues más de 30 millones de personas siguen solicitando prestaciones por desempleo, si bien existen signos de mejora, pues diversos segmentos de la economía están reanudando la actividad en diferentes fases por todo el país.
Perspectiva
Dado que los diferenciales de los activos con una calificación de AAA han cedido un 80%-90% de la ampliación que sufrieron con motivo del COVID-19, creemos que parece improbable que sigan estrechándose sustancialmente dadas las condiciones de crédito actuales. Por su parte, también es improbable que se amplíen de modo considerable dados los menores volúmenes de emisión y los 100.000 millones de dólares del TALF, dispuestos para cualquier ampliación de los diferenciales que pueda producirse. Sin embargo, las clases de activos con calificaciones menores, concretamente BBB y BB, todavía tienen buen margen para seguir estrechándose. Si bien hemos asistido a cierta recuperación de los diferenciales en los dos últimos meses, los de los activos titulizados con calificaciones menores permanecen en niveles muy superiores a los de febrero y no se han beneficiado de las mejoras experimentadas por los sectores de crédito corporativo. Los datos fundamentales siguen siendo críticos y los mercados vigilan de cerca cualquier signo de deterioro sustancial del crédito por el aumento del desempleo; sin embargo, la merma del rendimiento hasta ahora ha sido moderada para la mayoría de los sectores, la situación ha sido mucho mejor de la esperada y la economía lentamente muestra signos de volver a la vida.
Columna de Jim Caron, portfolio manager y miembro senior del equipo de Renta Fija Global de Morgan Stanley Investment Management.
Anotaciones:
1 Fuente: Bloomberg, a 30/06/2020
2 Fuente: Banco Central Europeo, a 30/06/2020
3 Fuente: Bloomberg, a 30/06/2020
4 Fuente: JP Morgan, a 30/06/2020
5 Fuente: Bloomberg Barclays, a 30/06/2020
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Pixabay CC0 Public Domain. Alantra dona más de 400.000 euros para la lucha con el COVID en Europa
Alantra dona 100.000 euros para la adquisición de un microscopio de fluorescencia de alto rendimiento para investigar la adopción del Interferón-alfa (IFN-alfa) en el tratamiento del COVID-19. La investigación está coliderada por Essen Medical University (Alemania) y Wuhan Union Hospital (China), en colaboración con cinco instituciones médicas mundiales. Con esta donación, Alantra ha contribuido con más de 400.000 euros en total para la lucha contra la pandemia.
Los fondos destinados al microscopio permitirán utilizar su tecnología para decodificar la multiplicación del virus a través de las células huésped. Essen Medical University ha estado investigando el funcionamiento de los interferones durante más de 10 años. Los interferones son una proteína humana natural que se puede replicar químicamente y modula la respuesta del sistema inmunológico humano a los virus en las enfermedades infecciosas.
El proyecto, dirigido por el profesor Ulf Dittmer, se lleva a cabo con la colaboración del Wuhan Union Hospital en China, que ha estado utilizando interferones en más de 400 pacientes graves de coronavirus. La financiación de esta iniciativa corre a cargo de la propia Alantra, de los miembros de su consejo de administración y de sus socios ejecutivos y profesionales en colaboración con Asabys Partners, una firma de capital riesgo participada por la firma que invierte en atención sanitaria.
«En esta época de pandemia, creemos que nuestro deber es apoyar las iniciativas lanzadas por las instituciones públicas. Estamos muy orgullosos de colaborar con la Universidad Médica de Essen y con el resto de las instituciones mundiales que trabajan en este proyecto, que encaja en nuestro ADN por su enfoque colaborativo, innovador y transfronterizo. Esperamos que los resultados de la investigación supongan un hito relevante en la lucha contra el COVID- 19», asegura Santiago Eguidazu, presidente de Alantra.
Además, diferentes instituciones internacionales colaboran también en la iniciativa: Institut Pasteur (Francia), Medizinische Universität Pan-European (Austria), RML (Estados Unidos), University of Saskatchewan (Canadá) y la red médica “Host Empower” formada por 13 científicos de 8 países europeos dedicada a la investigación científica y al tratamiento de pacientes.
En este sentido, la transferencia de conocimiento a nivel global es fundamental para tener éxito en la investigación del coronavirus. “Cada localización que compone nuestro consorcio de investigación contribuye con sus competencias y su excelencia al proyecto. Estamos muy agradecidos de poder ampliar nuestro alcance con el apoyo de Alantra», añade el profesor Ulf Dittmer de la Universidad Médica de Essen.
Karl-Heinz Jöckel, profesor y presidente de la fundación, subraya que “gracias a socios tan relevantes como Alantra y la Foundation Medical University de Essen se pueden ejecutar proyectos innovadores en la investigación del COVID-19. La donación de Alantra marca sustancialmente la diferencia en nuestro esfuerzo por proteger la vida”.
Con esta donación, la firma ya ha contribuido con más de 400.000 euros para la lucha contra la pandemia. En abril de 2020 la firma donó 305.000 euros para la adquisición de dos robots de alto rendimiento y kits de prueba para el diagnóstico molecular destinados a un laboratorio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Madrid.
Con estos fondos, el Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols (IIBM – CSIC) se convirtió en uno de los mayores centros no hospitalarios de diagnóstico PCR y ha logrado analizar 8.772 muestras correspondientes a 4.409 residentes y 4.363 empleados procedentes de residencias de la Comunidad de Madrid.
Pixabay CC0 Public Domain. Mirova, reconocida como una de las empresas vanguardia en cuestión de información medioambiental
IronIA Fintech, la plataforma de fondos de Diaphanum, supera los 2 millones de euros de volumen de negocio en su primer mes. Además, acaba de implementar una nueva funcionalidad, Quick Link, que permite a los clientes seleccionar los fondos de su gestora de confianza en un solo clic.
De momento, esta función sólo está disponible para los fondos de M&G Investments, pero, a lo largo de las próximas semanas, se irán sumando otras gestoras nacionales e internacionales, según afirman desde la entidad. Así, las gestoras podrán comercializar e interactuar directamente con el cliente a través de IronIA Fintech. Desde su lanzamiento se han incorporado otros 2.000 fondos a la plataforma que suma ya más de 14.000 disponibles.
“IroniaFintech nació con el objetivo de ser un proyecto vivo que vaya implementando continuamente mejoras en los servicios, siempre poniendo en el centro al cliente para que cuente con todas las herramientas para la construcción de sus carteras y disponga de la máxima libertad para invertir”, asegura José Antonio Esteban, CEO de IronIA Fintech.
La plataforma permite construir una cartera en base a un sistema de calificación de productos que incluye un criterio de análisis de 17 variables, medidas en múltiples periodos distintos. Además, el cliente no ha de crearse una cuenta bancaria, lo que reduce el número de pasos necesarios para cumplimentar la información legal necesaria. El producto, operado directamente con el banco actual del cliente, sigue la normativa internacional PSD2, que permite que el dinero del cliente viaje de su cuenta corriente al fondo de inversión sin la necesidad de ningún otro depositario intermedio, siendo el propio fondo el custodio final. Además, IronIA Fintech traslada todos los incentivos al 100% al cliente, incluidas las retrocesiones, por lo que asegura la completa ausencia de conflicto de intereses en la comercialización del producto.
Además, la plataforma utiliza un modelo de inteligencia artificial para determinar qué fondo es el adecuado en cada momento. Como resultado, se obtiene un ranking que, comparando de forma homogénea fondos de inversión, los ordena y agrupa en cinco grupos denominados puntos IronIA Fintech. De esta forma, el cliente sabe que un fondo con un punto ironIA Fintech es mucho peor que uno con cinco.
Pixabay CC0 Public Domain. Calidad crediticia y valoración: las claves tras el éxito de la primera emisión de bonos de la Unión Europea
La mitad de los directivos contempla el riesgo de que Europa sea menos atractiva para la inversión extranjera directa (FDI, por sus siglas en inglés) debido a la inestabilidad económica como consecuencia del COVID-19. Esta es una de las principales conclusiones del estudio European Attractiveness Survey de EY. Además, el 66% de los encuestados espera una caída de los planes de inversión para este año y el 23% deja abierta la posibilidad de retrasar los nuevos proyectos hasta 2021.
En Europa, se anunciaron un total de 6.412 proyectos de FDI, un 0,9% más que en 2018. Tras el brote del virus, el 25% se ha retrasado y un 10% han sido cancelados. Por sectores, los de digital y servicios empresariales atrajeron la mayor parte de la inversión, con un 19% y un 12% de los nuevos proyectos, respectivamente, y un 15% y un 9% de los empleos creados, según los datos de la consultora.
Juan López del Alcázar, socio responsable de Transacciones en EY, señala que, a pesar de que el mercado español dio muestras de su gran atractivo como destino de inversión en 2019, el COVID-19 “ha evidenciado la necesidad de seguir reforzando las estrategias de los negocios y de acometer cambios determinantes para ser más resilientes ante estos factores externos y ser capaces de ganar en eficiencia y generar más valor a largo plazo”.
En 2019, el número de proyectos respaldados por inversión extranjera directa en España creció un 55% hasta los 486, según el informe. Así, España se mantiene como el cuarto destino europeo receptor de este tipo de inversión, solo por detrás de Francia (1.197), Reino Unido (1.109) y Alemania (971).
Por comunidades autónomas, Cataluña, Madrid y Andalucía registraron el mayor número de iniciativas respaldadas por con 161, 148 y 52, respectivamente, seguidas por la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Aragón, País Vasco y Galicia.
Según los datos del informe, la inversión extranjera directa procedió principalmente de Estados Unidos y Francia, con 105 y 71 proyectos FDI respectivamente, seguidos de Alemania (67 proyectos), Reino Unido (52) y China (22). Los sectores que más inversión extranjera directa movieron son: los proyectos digitales (con 50% más que 2018), los servicios empresariales (+41%), transporte y logística (+35%) y los servicios financieros (+81,8%). No obstante, España registró incrementos significativos en construcción (+550%); información, comunicación y medios (+440%); y en alimentación (+63%).
“Para que Europa mantenga su atractivo para la inversión se debe actuar con decisión y reaccionar ante las tres megatendencias que influirán en la toma de decisiones: la adopción de la tecnología, la sostenibilidad y la reorganización de la cadena de suministro”, advierte el informe de EY. Asimismo, hecho, el 82% de los encuestados espera que la apuesta por la tecnología se acelere en los próximos tres años como resultado del COVID-19 y el 57% anticipa un enfoque renovado sobre la sostenibilidad y el cambio climático en ese mismo periodo.
Por ello, desde la consultora resaltan que la respuesta de las autoridades europeas para combatir la crisis económica será crucial para mantener la atención de los inversores extranjeros. Para el 80% de los líderes encuestados, las medidas de estímulo adoptadas por los gobiernos influirán en sus decisiones de inversión y favorecerán a los países con iniciativas más fuertes de apoyo.
La industria de gestión de activos española considera que el desarrollo de las finanzas sostenibles y su regulación, junto con el crecimiento de la demanda de la inversión sostenible, pueden acelerar la transición hacia una economía descarbonizada y contribuir a mitigar la emergencia climática.
Así lo defendieron los participantes del Curso de Verano de Spainsif (Foro Español de Inversión Sostenible), organizado por primer vez de forma online y con la colaboración académica con IE University. Los participantes a este encuentro analizado de qué manera las finanzas pueden impulsar la transición energética hacia una economía neutra en carbono, las metodologías de alineación de carteras y los diferentes productos financieros frente al cambio climático, el Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la UE, las implicaciones del Green Deal o el engagement climático y voting en las juntas de accionistas.
“Para cumplir con los objetivos de descarbonización a 2050, el escenario futuro para alcanzar una economía que contribuya a mitigar la emergencia climática es el 2030 y, en el caso de España, en la próxima década se pretende movilizar cerca de 210.000 millones de euros para reducir el impacto del cambio climático”, recuerda Joaquín Garralda, presidente de Spainsif y decano de Ordenación Académica de IE University. Además, Garralda asegura que “la inversión sostenible con criterios ASG afecta a todas las industrias y a todas las economías”.
Además, el curso contó con tres ponencias que analizaron el el desarrollo de las finanzas sostenibles y el impulso a la regulación como, por ejemplo, el Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la UE o el Green Deal, fueron los temas centrales. En referencia al estado actual de la emergencia climática y la transición energética para las finanzas sostenibles, Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas AM para Iberia, advierte de que “la demanda global de combustibles fósiles tocará techo antes de lo que pensamos por el aumento de la población y la demanda energética mundial y la transición energética justa tendrá un gran impacto”.
“Estamos inmersos en una transición del sistema financiero que necesita alinearse con la lucha contra el cambio climático y su proceso de adaptación para no dejar a nadie atrás. Para que esto pase necesitamos mayor divulgación de la inversión sostenible y que llegue a todos”, añade Marisa Aguilar, directora general de Allianz Global Investors. Asimismo, Aguilar asegura que los gestores de activos se van a enfrentar al desafío de integrar los factores ASG en las carteras de inversión.
Jorge Díaz, responsable de Ventas para Cliente Institucional de Amundi, destacó, por su parte, la necesidad de que el sector público y el sector privado trabajen juntos para hacer frente a la emergencia climática. En este sentido, la inversión sostenible y el papel de los bonos verdes son herramientas clave para redirigir los flujos de capitales a la sostenibilidad medioambiental.
El Curso de Verano de Spainsif se completó con cuatro mesas redondas sobre “Portfolio alignment methodologies against climate change”, “Implicaciones del Green Deal”, “Engagement climático y voting” y “Productos Financieros frente a la Emergencia Climática”.
Pixabay CC0 Public Domain. Generación de energía y carteras de inversión sostenibles: las dos claves del compromiso ESG de Aquila Capital
Las estrategias equilibradas de bonos están diseñadas para proporcionar protección en las caídas, participación en las subidas e ingresos eficientes. Pero, con los rendimientos de los bonos gubernamentales en mínimos históricos, ¿todavía pueden cumplir sus objetivos? AllianceBernstein cree que sí.
“Las estrategias equilibradas combinan activos sensibles a los tipos de interés con activos de crédito en una única cartera. Este enfoque puede ayudar a los gestores a controlar la interacción entre el riesgo de los tipos y el riesgo crediticio, y a tomar mejores decisiones cuando cambia el entorno”, asegura la gestora en un artículo.
Así, los rendimientos sólidos de un lado de la cartera pueden ayudar a compensar la debilidad del otro, que fue lo que ocurrió cuando los mercados registraron ventas masivas en marzo. Mientras que los rendimientos de algunos activos generadores de ingresos (como la deuda emergente y los activos titulizados) cayeron más del 20%, el Bloomberg Barclays US Intermediate Treasury Index registró un impulso en los rendimientos mensuales por encima del 5%. En las estrategias equilibradas de bonos, las posiciones del Tesoro ayudaron a mitigar la caída más generalizada.
La correlación negativa es clave
Pero existen temores a que la relación entre los activos de mitigación de riesgos y los de búsqueda de rentabilidad se haya roto con el estrés extremo de la pandemia. Según AllianceBernstein, si la correlación entre los bonos del Tesoro y el high yield se ha vuelto positiva, los beneficios de protección frente a las caídas del enfoque equilibrado podrían verse limitados.
En su análisis, dividió los datos de correlación entre el rendimiento de las letras del Tesoro estadounidense a 10 años y los diferenciales del high yield en días en los que se estrecharon (un entorno risk-on) y días en los que los se ampliaron (un entorno risk-off) en períodos de seis meses.
En los entornos de disposición al riesgo, las correlaciones aumentaron. Cuando el high yield funcionó bien, también lo hizo el Tesoro. “Esto tiene sentido porque la Fed y otros bancos centrales se han comprometido a mantener los tipos bajos y han articulado numerosos programas para impulsar la confianza de los inversores y la liquidez”, señala.
Sin embargo, cuando los diferenciales del high yield se ampliaron y los activos de riesgo disminuyeron, las correlaciones permanecieron negativas. En otras palabras, los bonos gubernamentales siguieron compensando a los activos de riesgo cuando más se necesitaba la protección, permitiendo que las estrategias equilibradas mitigaran la caída.
Los bajos rendimientos no perjudican
A pesar de la tranquilidad sobre las correlaciones negativas, algunos inversores temen que los bajos rendimientos de hoy en día limiten la protección frente a las caídas en el futuro. “Les preocupa que, con los bancos centrales anclando los tipos a mínimos históricos, los bonos soberanos tengan menos margen para repuntar durante los períodos de riesgo y que los rendimientos se reduzcan proporcionalmente, un temor especialmente prevalente en EE.UU.”, asegura AllianceBernstein.
Sin embargo, la experiencia fuera de EE.UU. muestra que los bajos rendimientos no se traducen necesariamente en bajas rentabilidades. Japón tiene un largo historial de rendimientos extremadamente bajos: durante 11 de los últimos 12 años, el rendimiento del bono japonés a 10 años fue menor al 1%. Mientras, los retornos anuales durante el mismo período promediaron más del doble, raramente coincidiendo con los niveles de rendimiento inicial.
“Esta dinámica ha permitido que los enfoques equilibrados ofrezcan una protección a la baja durante períodos de gran estrés de mercado y de rendimientos bajos o negativos”, destaca la gestora.
Ingresos eficientes
A pesar de las ventajas de mantener los bonos gubernamentales como amortiguador, algunos inversores centrados en los ingresos pueden verse tentados a renunciar a la exposición al riesgo de los tipos de interés en el entorno actual de bajo rendimiento. En este caso, considera que la alternativa más “razonable a primera vista” a una estrategia de bonos equilibrada es una cartera de crédito con grado de inversión.
Puede construirse una cartera de deuda corporativa con grado de inversión de EE.UU. que tenga aproximadamente la misma calidad que una cartera equilibrada construida de manera sencilla, compuesta por un 50% de bonos del Tesoro y un 50% de high yield estadounidense.
Pero ahí terminan las similitudes: “Cuando comparamos el rendimiento medio de la cartera corporativa (2,2% a principios de junio) con el de la equilibrada simple (3,4%), vemos que esta última proporciona ingresos significativamente más altos, y lo serían aún más si diversificáramos en sectores de mayor rendimiento”, asegura AllianceBernstein.
Más allá de un enfoque estático
Asimismo, hace hincapié en que la gestión activa puede aumentar los ingresos aún más, así como mejorar potencialmente la protección frente a las caídas y/o la participación en las subidas. “Los gestores pueden y deben ir más allá de las asignaciones fijas construidas de forma simple, diversificando su exposición crediticia en sectores de mayor rendimiento, capitalizando las relaciones a lo largo de la curva de rendimientos e inclinando la estructura hacia los tipos o hacia el crédito, dependiendo del entorno del mercado”, afirma.
Por último, recomienda evitar concentrarse en un solo emisor o en un solo bono, dado el incierto entorno actual. “Y sea selectivo; los fundamentos importan”, añade.
Con todo, lejos de romperse, las estrategias equilibradas de bonos pueden cumplir sus objetivos en entornos volátiles y de bajo rendimiento. “De hecho, para los inversores centrados en los ingresos que buscan transitar por los desafiantes mercados de hoy en día, estas estrategias seguirán desempeñando un papel importante en la asignación de activos”, sentencia la gestora.
Foto cedidaChristophe Braun, director de inversiones de Capital Group.. Christophe Braun: “En cierto modo, parecerse a Japón puede no ser tan malo”
El hecho de que gran parte del mundo desarrollado se encamine hacia una situación parecida a la de Japón -un mundo de bajo crecimiento, tipos bajos y deflación- es un debate que se ha planteado con cierta regularidad desde que los tipos de interés comenzaron su implacable ruta descendente, hace una década más o menos. Si los mercados desarrollados se mueven hacia esa situación conocida como «japonización», ¿qué deberán esperar los inversores? A esta y otras preguntas nos ha contestado Christophe Braun, director de inversiones de Capital Group.
P: Se espera que Europa siga en este entorno de bajos rendimiento durante años. ¿Qué podemos aprender de Japón, que ya vive en un contexto similar desde hace mucho más tiempo?
R: Los inversores deberían esperar unos tipos bajos durante un prolongado espacio de tiempo y un rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años de entre el 0% y el 1% durante varios años. Las perspectivas de inflación serían más inciertas y estarían cada vez más relacionadas con el tamaño del gasto y la intervención de los gobiernos. Si, a diferencia de lo que ocurre en Japón, el gasto y la monetización de un gobierno son excesivos (es decir, superan la capacidad productiva de un país), podría dar lugar a un alto nivel de crecimiento nominal y a una rápida inflación a largo plazo. Esto podría causar problemas internos, así como problemas externos para los países sin estatus de moneda de reserva o sin la capacidad de compensar los movimientos de divisas. Nuestro economista cree que el Reino Unido, Australia y Canadá son quizás los que más riesgo corren entre los mercados desarrollados. En cierto modo, parecerse a Japón puede no ser tan malo. El país podría adoptar políticas más orientadas al mercado en muchas áreas y trabajar en pro de una mayor flexibilidad de los mercados laborales. Pero Japón tiene muchos elementos positivos. Es un país rico, su tasa de desempleo está entre las más bajas del mundo y disfruta de una desigualdad de ingresos relativamente baja. También hay mucho que admirar en sus compañías. Cuando se compara con sus homólogos occidentales, la percepción es que hablamos de un tejido empresarial resistente y benevolente.
P: ¿Qué efecto tienen los tipos tan bajos?
R: Los tipos cero permiten que el sector público aumente su balance para absorber el choque de la demanda y las pérdidas asociadas a esta circunstancia. En el peor de los casos, la política fiscal y monetaria podría unificarse, y los mercados de bonos soberanos podrían desaparecer, como defiende la Teoría Monetaria Moderna. Se puede decir que Japón va por este camino, ya que su banco central posee más del 40% de los bonos del gobierno japonés. El comportamiento del sector privado puede cambiar de forma permanente con una relajación monetaria prolongada. Por ejemplo, los períodos prolongados de bajos tipos de interés pueden permitir a las empresas que se encuentran al borde de la quiebra sobrevivir con una financiación barata del mercado. Mientras tanto, la rentabilidad de los bancos se debilitaría, lo que daría lugar a una menor creación de crédito (especialmente para las pymes) y a una menor productividad. Con tipos de interés cero o negativos los hogares se verían incentivados a ahorrar más. Y todo esto contribuiría a una mentalidad deflacionaria.
P:¿Cuáles son sus expectativas para la bolsa japonesa?
R: Dado que la pandemia de la COVID-19 parece haber alcanzado su punto crítico en Japón, se espera que la actividad económica se recupere gradualmente y muchos inversores se han adelantado a esta recuperación. Además, las fuertes inyecciones de liquidez y las medidas de estímulo fiscal también han contribuido a aliviar las preocupaciones económicas y a estimular el sentimiento de los inversores. La combinación de estos diferentes factores ha impulsado al mercado japonés a recuperarse antes que los resultados de las compañías. Sin embargo, los beneficios podrían tocar fondo en los próximos meses junto con la reanudación de la actividad económica. En el entorno actual, podrían persistir las condiciones que conducen a la deflación, ya que la demanda interna se ve especialmente afectada por la crisis del coronavirus. Pero la demanda interna tiene menos impacto en la bolsa japonesa que la demanda global.
P: ¿Cuáles serán sus principales catalizadores?
Algunas cosas no han cambiado a pesar de las condiciones del mercado. Hablamos de situaciones como la guerra tecnológica entre EE.UU. y China por el 5G, y la competencia dentro del espacio de los semiconductores para satisfacer las demandas de un mundo siempre conectado. Estas son las áreas en las que las compañías japonesas podrían jugar un papel importante como suministradores de tecnología clave. Estas compañías constituyen una porción considerable del mercado de valores japonés y son cruciales para la economía global, ya que sus productos y servicios contribuyen a la transformación digital que vemos en el mundo. La gran transición de lo analógico a lo digital es un proceso que ya lleva mucho tiempo en camino, pero ahora la tecnología se está acelerando. Además del cambio que podemos ver en la robótica, los sensores y el impacto de la nube, los trabajadores japoneses son excepcionalmente hábiles en la fabricación de precisión como resultado de su tradición artesanal y la atención al detalle. Su capacidad para centrarse en un área durante años o incluso décadas es algo que es difícil de encontrar en otras fuerzas de trabajo. Esto los posiciona muy bien para ayudar a crear la infraestructura necesaria para avanzar hacia un mundo más digital. Mirando desde esta perspectiva, uno debería ser capaz de ver el lado bueno del mercado de valores japonés.
P: Japón es un mercado para selectores de valores, pero si nos fijamos en los fondos gestionados de forma activa, parecen tener muchas dificultades para superar el índice de referencia, si los comparamos, por ejemplo, con los fondos de renta variable europeos. ¿Cuáles son las razones?
R: No se debe hacer una comparación entre la bolsa japonesa y la de otros países o regiones sin tener en cuenta el peso de cada industria en los respectivos índices. Por ejemplo, un índice de acciones europeo está compuesto principalmente por grandes compañías farmacéuticas entre sus principales holdings. Por otra parte, los inversores que busquen un índice de acciones japonés encontrarán que entre sus grandes compañías hay una gran presencia de la «vieja economía», incluidos bancos y fabricantes de automóviles. En este nuevo mundo, hay cotizadas que podrán beneficiarse y prosperar, así como otras que han sido perjudicadas o lo serán una vez que la pandemia haya terminado. Dado que un índice es una colección de esos diferentes elementos, uno estará expuesto tanto a lo bueno como a lo malo al invertir en el índice a través de estrategias pasivas. La diferenciación entre los posibles ganadores y perdedores requiere un análisis fundamental en profundidad.
P: Cuando hablamos del mercado japonés, a menudo se menciona como crucial la diferencia entre las compañías orientadas a la importación y aquellas más ligadas a la exportación. ¿Es importante esta diferencia para usted a la hora de realizar la selección de compañías que entran en cartera?
R: La economía japonesa orientada a la exportación está dominada por prolíficos fabricantes de automóviles y empresas de tecnología innovadora. Muchas compañías japonesas dependen ahora de oportunidades fuera de la región para obtener una parte sustancial de sus ingresos y se ven cada vez más desafiadas por competidores no japoneses tanto dentro como fuera del país. Los analistas de Capital Group a menudo cubren múltiples regiones geográficas, por lo que un analista del sector sanitario con sede en Estados Unidos también estaría buscando compañías de la industria en Europa o Japón y viceversa. Esto hace que sea más fácil encontrar comparaciones entre cotizadas internacionales.
Tom Ross, miembro del equipo de Crédito Corporativo Global de Janus Henderson Investors. Tom Ross, miembro del equipo de Crédito Corporativo Global de Janus Henderson Investors
Tom Ross, gestor de carteras de crédito corporativo en Janus Henderson Investors, explica a continuación por qué considera improbable que los diferenciales de los bonos high yield vuelvan a alcanzar los máximos de marzo.
¿Qué ha provocado el reciente repunte de los bonos high yield?
En primer lugar, creo que el optimismo acerca de la recuperación de la economía en todo el mundo ha sido mucho mayor de lo que el mercado esperaba inicialmente, lo que coincide más o menos con nuestra perspectiva reciente. Parece que el virus está más controlado. Hay ciertos riesgos relacionados sobre los que hablaremos enseguida, pero se debe más a que las economías de todo el mundo se están abriendo en mayor medida de lo que pensábamos inicialmente. Y creemos que una de las razones es el enorme estímulo fiscal, que ha hecho que, aunque hayamos visto un aumento del desempleo, los planes de baja laboral temporal han permitido que el consumo esté muchísimo mejor que durante una crisis normal.
¿Cuáles son los principales riesgos para el mercado?
Lógicamente, se habla mucho del riesgo de una segunda ola y desde luego reconocemos que ese riesgo sigue presente, pero yo diría que una segunda ola del virus no tiene por qué provocar el mismo grado de confinamiento y de impacto económico que vimos en la primera fase. En primer lugar, la mayoría de los países están mejor preparados esta vez. Pero, además, como empieza a demostrarse, la distancia social también está logrando controlar el virus igual que un confinamiento total. Por tanto, creemos que es improbable que volvamos a un periodo de confinamiento total, lo que implica que es poco probable que volvamos a ver los amplios diferenciales de crédito de marzo en un futuro próximo.
¿Hasta qué punto ha sido eficaz la política de los bancos centrales?
Han sido muy importantes. Los bancos centrales han ofrecido una enorme cantidad de estímulo: la Reserva Federal estadounidense ha proporcionado casi dos veces y media más de estímulo que durante la crisis financiera global. Es muy importante y han «engrasado» cada una de las piezas del mercado para asegurarse de que no hay problemas de liquidez. Ha ayudado bastante a la reapertura del mercado. Ese es el factor clave.
El mercado puede repararse por mismo con el respaldo de la Reserva Federal y otros bancos centrales, que ha permitido la reapertura del mercado de nuevas emisiones. Y eso es lo que ha permitido a las empresas conseguir la financiación que necesitan para cerrar la brecha del fuerte impacto económico. Por tanto, las medidas han sido muy importantes. Y también añadiría, otro motivo del sólido repunte reciente, que Europa parece de verdad mucho más unida ahora. Y, con el anuncio del plan de recuperación para Europa y la ampliación del Programa de compras por la emergencia de la pandemia (PEEP), ha sido realmente clave para asegurar que Europa se consolida unida y se reducen las diferencias entre norte y sur.
¿Parecen atractivas las nuevas emisiones?
Lamentablemente, no tan atractivas como a principios del nuevo ciclo de emisiones. Es lo que pasa normalmente. Pero sigue habiendo algunas oportunidades selectivas. Ahora bien, algunas de las concesiones de las nuevas emisiones se han reducido mucho y, en algunos casos, hemos visto incluso emisiones con niveles más reducidos que en el mercado secundario, lo que en realidad nos indica que el mercado secundario es excesivamente amplio y pone de manifiesto la búsqueda de rendimiento. Pero, en general, de forma selectiva, sigue habiendo oportunidades excelentes para aumentar el riesgo a través del mercado de nuevas emisiones, especialmente en el high yield europeo, donde la oferta no ha sido enorme y sigue habiendo oportunidades muy buenas.
¿Es favorable el contexto técnico?
En general, el contexto técnico sigue siendo muy sólido. Hemos visto que los inversores han aumentado el riesgo, pero más hacia posiciones neutrales y reduciendo infraponderaciones, en lugar de sobreponderar mucho el riesgo en el mercado. Y, como llevamos diciendo desde hace mucho tiempo, estamos convencidos de que los inversores finales tenían poca inversión en high yield, por lo que vemos inversores que tratan de invertir en el mercado y sus flujos también están generando una demanda adicional del sector. Por tanto, desde esa perspectiva, la dinámica del mercado sigue siendo bastante positiva.
Glosario:
Rendimiento: ingresos que paga un bono como porcentaje de su precio. Un bono que pague 3 euros al año con un precio de 100 euros tendría un rendimiento del 3%. Bonos high yield: bonos emitidos por empresas con calificación inferior a la categoría de inversión (sub-investment grade) otorgada por las agencias de crédito, ya que existe mayor riesgo de que la empresa emisora no pueda cumplir sus obligaciones con los titulares de los bonos. Los bonos suelen tener un rendimiento elevado para atraer a los inversores. Diferenciales de crédito: diferencia de rendimiento entre un bono corporativo y un título de deuda pública del mismo vencimiento. Ampliación de los diferenciales: cuando aumenta (se amplía) la diferencia (el diferencial) entre el rendimiento de un bono corporativo y la de un título de deuda pública equivalente, normalmente durante periodos de incertidumbre económica y aversión al riesgo cuando los inversores exigen un rendimiento relativamente mayor a los bonos corporativos. Reducción de los diferenciales: cuando la diferencia disminuye, normalmente debido al optimismo relacionado con la economía y las perspectivas de una empresa. Estímulo fiscal: gasto público y/o menor fiscalidad para ayudar a impulsar la economía. Planes de baja laboral temporal: planes para conservar el empleo por los que el gobierno paga parte o la totalidad del salario de los trabajadores mientras estos no pueden trabajar debido a las restricciones provocadas por el coronavirus. Estímulo de la Reserva Federal estadounidense: el banco central de EE. UU. aumentó su balance en más de 2,9 billones de dólares en los primeros meses del coronavirus (del 9 de marzo al 1 de junio de 2020) para respaldar la economía estadounidense, comparado con un aumento de 1,3 billones de dólares durante la fase de pánico (del 15 de septiembre al 15 de diciembre de 2008) de la crisis financiera global. Fuente: Refinitiv Datastream, activos totales de la Reserva Federal estadounidense. Plan de compras por la emergencia de la pandemia: plan de política monetaria de emergencia creado por el Banco Central Europeo para contrarrestar algunos de los riesgos financieros que plantea el coronavirus para el sistema económico. Permite al BCE comprar activos a través del PEEP (hasta 1,350 billones de euros) para respaldar la economía. Plan de recuperación para Europa: fondo propuesto por la Comisión Europea, por un importe potencial de hasta 750.000 millones de euros, en subvenciones y préstamos para respaldar la economía de la UE. Prima de nuevas emisiones: las nuevas emisiones de bonos suelen ofrecer un rendimiento superior al de bonos similares en el mercado secundario (bonos ya emitidos) para animar a los inversores a comprarlas. Factores técnicos del mercado: situación de la oferta y la demanda de bonos, que contribuye al precio de mercado de estos. Sobreponderaciones e infraponderaciones: inversor en el mercado con una sobreponderación en bonos high yield aumentaría su ponderación por encima de la del índice de referencia habitual para la clase de activos en su cartera; y al revés para la infraponderación. Inversores finales son inversores particulares o minoristas, lo contrario de emisores institucionales.
Información importante:
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Emitido por Janus Henderson Investors. Janus Henderson Investors es la denominación con la que ofrecen productos y servicios de inversión Janus Capital International Limited (número de registro: 3594615), Henderson Global Investors Limited (número de registro: 906355), Henderson Investment Funds Limited (número de registro: 2678531), AlphaGen Capital Limited (número de registro: 962757), Henderson Equity Partners Limited (número de registro: 2606646) (registradas en Inglaterra y Gales, con domicilio social en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y reguladas por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (número de registro: B22848, con domicilio social en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier).
Pixabay CC0 Public Domain. AllianzGI recibe la máxima calificación por parte de los Principios de Inversión Responsable
La falta de normas comunes e internacionales para los factores medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) continúa complicando la calificación de las compañías en un negocio que, en los últimos años, ha crecido rápidamente hasta convertirse en un mercado multimillonario. Por ello, el Grupo Scope ha desarrollado un nuevo sistema de evaluación ESG independiente que incluye las cadenas de suministro mundiales y asigna valores monetarios específicos a los factores ESG.
“La inversión en ESG se ha convertido en un mercado multimillonario. Sin embargo, evaluar la sostenibilidad de cualquier empresa enfrenta tres desafíos principales”, explica Diane Menville, directora de ESG en Scope y ex-especialista en riesgo de mercado del Banco Mundial. En primer lugar, las puntuaciones existentes se basan en lo que las empresas dicen sobre sus propias actividades. Además, los informes de sostenibilidad de las empresas tienden a excluir los efectos de las actividades de los proveedores de la empresa en materia ESG y, por último, es difícil, sino imposible, «realizar una comparación de los diferentes impactos entre sí y una comparación de los impactos de diferentes empresas y sectores sin contar con indicadores estandarizados”, aseguran desde la agencia de calificación.
“Las puntuaciones de sostenibilidad se basan en la auto divulgación no estandarizada por compañías. Por otro lado, una parte clave del impacto ambiental y social proviene de las cadenas de suministro, pero los informes de sostenibilidad corporativa no pueden integrar toda esta información. Tercero, los diferentes indicadores y la ponderación desigual dificultan la comparación de resultados”, añade Menville.
El nuevo modelo de Scope busca sortear el problema del greenwashing con el uso de múltiples fuentes de datos independientes, en lugar de confiar en las evaluaciones ESG de las propias empresas. Asimismo, se aplicará un enfoque descendente, basado en datos, para evaluar las externalidades ambientales, sociales y de gobernanza para todas las actividades de la cadena de suministro de una empresa. Por último, la nueva estrategia calculará también el coste financiero de cada impacto ESG para crear una puntuación que represente la gravedad de estos en cualquier empresa o sector, de manera que puedan ser fácilmente comparados.
“Brindar a los inversores y emisores un análisis transparente basado en datos y calificar los impactos ESG completos de las empresas, incluidas sus cadenas de suministro, nunca ha sido tan importante como lo es hoy. Es vital para ganarse la confianza de los inversores y apoyar la transición a una financiación sostenible a largo plazo «, asegura Florian Schoeller, fundador y director ejecutivo de Scope Group.
Scope ofrece a los inversores su análisis ESG a través de la plataforma digital ScopeOne, que comprende más de 1.600 empresas en el índice MSCI del mercado de valores mundial. La metodología ESG de Scope es aplicable a todo el universo de empresas, desde pequeñas y medianas empresas, hasta grandes multinacionales cotizadas.
“Scope, como la principal agencia de calificación europea, tiene un papel crucial que jugar para facilitar la inversión sostenible a largo plazo, alzando la voz europea sobre las finanzas sostenibles», concluye Schoeller.