Pixabay CC0 Public Domain. El coronavirus impulsará el crecimiento de la innovación sanitaria
Para Anthony Ginsberg, co-creador del ETF HAN-GINs Indxx Healthcare Innovation (WELL), una de las principales lecciones que nos deja el coronavirus es que el sector de la innovación sanitaria tendrá un «próspero y gran crecimiento». En su opinión, este potencial tiene su origen en la exposición que han sufrido los sistemas de salud públicos y privados de casi todas las economías del mundo.
En concreto, Ginsberg considera que la crisis ha puesto de manifiesto los beneficios de la racionalización de la regulación y la innovación en áreas como la telemedicina y las tecnologías de salud digital. “Las empresas de tecnología desempeñarán un papel más importante para satisfacer la necesidad de mayor transparencia de datos y de registros electrónicos individuales de salud. Las tendencias que observamos incluyen el desarrollo acelerado de registros de pacientes, a medida que las empresas de atención de la salud construyen registros de datos. Además, el uso de prendas de vestir y otras tecnologías orientadas al consumidor puede aumentar después de la pandemia, integrando los datos de estos dispositivos con los registros médicos individuales», afirma.
Según su análisis hay varios temas clave que apoyarán el crecimiento del sector de la innovación en el cuidado de la salud. El primero de ellos son los propios fabricantes de dispositivos y productos médicos, ya que su demanda durante esta pandemia se ha disparado. La previsión es que, de cara a controlar futuros brotes o nuevas epidemias, siga habiendo una fuerte demanda por parte de los países.
El segundo aspecto clave será el mayor desarrollo y uso de la “telemedicina”, es decir, la atención virtual. “Las empresas que prestan servicios virtuales se están convirtiendo en la norma de atención en este entorno, ya que los proveedores están limitando las visitas en persona a los casos agudos y de emergencia”, apunta Ginsberg. En tercer lugar sitúa a la “salud en el hogar”. Señala que las empresas que prestan servicios de atención domiciliaria van a seguir notando un aumento de volumen de trabajo, ya que la autocuarentena se ha convertido en una medida popular para luchar contra el coronavirus.
“Las tecnologías de salud digital podrían ver acelerada su adopción. Las farmacias digitales podrían ofrecer oportunidades a los inversores, y las principales empresas de comercio electrónico probablemente acelerarán la entrada en el mercado de la atención de la salud», añade Ginsberg.
Para concretar su visión sobre el potencial de este sector, Ginsberg creó la estrategia HAN-GINS Indxx Healthcare Innovation UCITS ETF (WELL). Se trata de un fondo cotizado en la Bolsa de Valores que cotiza en la LSE, XETRA, SIX y Borsa Italiana. Sigue el índice temático Indxx Advanced Life Sciences & Smart Healthcare (Net Total Return), un índice diseñado para medir el rendimiento de las empresas de gran, mediana y pequeña capitalización que cotizan principalmente en una bolsa en los mercados desarrollados y emergentes que participan en el sector de Advanced Life Sciences & Smart Healthcare. El fondo WELL experimentó un crecimiento del 23,98% en los últimos 3 meses, y en los últimos 12 meses ha aumentado su valor en un 18,77%(1). El NAV de WELL alcanzó un máximo histórico de 9,41 dólares el viernes 3 de julio, según Bloomberg.
Pixabay CC0 Public Domain. UBP espera que el crecimiento global se recuperará en 2021, con China, Estados Unidos y Alemania como sus principales impulsores
“Un mundo valiente”. Con estas palabras han definido los expertos de Union Bancaire Privée (UBP) sus perspectivas para 2021. Según explica el banco privado suizo, a principios de año, adoptó un posicionamiento cauto, lo que ha permitido proteger sus fondos de uno de los episodios de corrección bursátil más corto y acusado de la historia. De cara al próximo año también será cauta, pero confía “en un mundo valiente” donde encontrar oportunidades de inversión.
“Con la llegada de 2021, los bonos gubernamentales de bajo riesgo ya no ofrecen la misma protección que en recesiones anteriores, por lo que los inversores necesitarán adoptar un enfoque dinámico en el terreno de la gestión del riesgo a través de la consideración de diferentes factores. Asimismo, y a la vista de que los mercados y las estrategias tradicionales no proporcionan la misma rentabilidad que antes de la pandemia, los inversores tendrán que adaptar sus carteras. Así, junto al auge del movimiento del cambio climático y la creación de un nuevo entorno digital, esperamos que las tendencias seculares continúen su momentum a medida que las economías se recuperen durante el nuevo año”, explica la entidad en su outlook para 2021.
En este sentido, UBP espera que el crecimiento global se recuperará en 2021, con China, Estados Unidos y Alemania como sus principales impulsores. Según su análisis, la recuperación se producirá tras los estímulos fiscales y monetarios, pero variará de forma significativa entre los distintos países. El activismo fiscal será una tónica dominante, aunque el crecimiento dependerá de la contención de la pandemia y de la distribución de una vacuna. Así, explica que los estímulos gubernamentales están dando forma a la economía global posterior al COVID-19 y acelerando las transformaciones que ya estaban teniendo lugar antes de la llegada de la pandemia.
“En 2021, la dirección política de China estará definida por objetivos de desarrollo económico a medio plazo, el fondo europeo de recuperación apoyará a los estados miembros de la Unión Europea y a sus industrias y, en Estados Unidos, las turbulencias electorales darán paso a un periodo en el que se verán de forma más clara sus políticas económicas para el próximo año”, añade sobre las principales regiones.
En este escenario, espera un dólar estadounidense bajista que poco a poco se vaya recuperando en 2021. Mientras, apunta que las divisas de los mercados emergentes lucharán por lograr una apreciación y los bancos centrales se mostrarán reticentes a aumentar los tipos de interés a la vista de la baja demanda mundial. “En cualquier caso, el franco suizo y el yen japonés se verán fortalecidos frente al dólar estadounidense”, puntualiza.
Claves en la inversión
Sobre cómo afrontar las oportunidades que surjan, el banco privado suizo tiene dos ideas fundamentales: la inversión responsable y gestión alternativa del riesgo. Sobre ISR apunta que, en 2021, el cambio climático será un pilar central para los actores globales, lo que marcará la próxima transición climática.
“Las empresas que tarden en adaptarse a estos cambios se verán desafiadas, mientras que aquellas que se perfilan como líderes se verán impulsadas y fortalecidas. Así, las inversiones que combinen valor medioambiental o social con la generación de rentabilidad desempeñarán un papel clave en la transición hacia una sociedad sin emisiones de carbono en 2050”, sostiene.
Respecto a la gestión alternativa del riesgo explica que la caída de los mercados globales de renta variable se traduce en que los inversores deberán mirar hacia los activos alternativos, como los fondos de cobertura, los productos estructurados, las opciones y los futuros para diversificar las carteras tradicionales de renta fija y renta variable. Y destaca que la incertidumbre de los mercados financieros ofrece oportunidades de cara a capitalizar durante los periodos de volatilidad.
Por regiones geográficas, UBP reflexiona sobre China y Estados Unidos en 2021. Por un lado, espera que la calidad y la sostenibilidad del crecimiento interno de China produzca un fortalecimiento del yuan, “lo que atraerá a los inversores de bonos soberanos que se mueven en el terreno de las bajas rentabilidades dentro del segmento de renta fija global”, advierte. Con una economía cada vez más fortalecida y centrada en la tecnología como temática clave, parece que China podría ser el primer país en lanzar una divisa del banco central.
No se puede olvidar que hablar de China supone hablar de cómo serán sus relaciones comerciales con Estados Unidos, y cuánta tensión habrá. “El foco tradicional en políticas centradas en Estados Unidos y en impulsar los intereses políticos de este país en todo el mundo ha cambiado: los países se están moviendo hacia un punto de vista más interno”, destaca UBP en sus previsiones.
Visión por activos
Por último, el documento de UBP recoge su visión sobre la renta fija, sobre la que apunta que “ante las expectativas de recuperación de la inflación, los inversores deberán mirar hacia el Este, en concreto hacia los yields de los bonos chinos gubernamentales”. Considera que los niveles de deuda gubernamental y privada se encuentran en máximos históricos, mientras que prevé que las curvas de rentabilidad ajustada a la inflación negativa ayuden en los procesos de desinversión.
“De forma similar, el crédito asiático investment grade ofrece amplias emisiones a los inversores y los bancos centrales europeos proporcionan valores híbridos de alta rentabilidad a pesar de las implicaciones del respaldo del Banco Central Europeo”, añade.
Mientras que en renta variable aconseja a los inversores un enfoque orientado a la calidad y a la gestión del riesgo que se centre en estrategias a largo o medio plazo en sectores volátiles.
“Aunque la tecnología orientada al consumo y los sectores biotecnológicos han sido los líderes de la inversión durante este año, hay otras tecnologías del día a día que se encuentran aún en un estadio temprano. La pandemia ha puesto de relieve la necesidad de servicios alternativos, en particular del sector sanitario”, explica.
Pixabay CC0 Public Domain. Las carteras de Gestión Discrecional de Banca March registran en 2020 un incremento del 38% en patrimonio gestionado
El patrimonio de Banca March en gestión discrecional de carteras (GDC) aumentó en 2020 un 38%, hasta los 1.210 millones de euros. Este resultado ha sido posible gracias a la gran acogida por parte de clientes, cuya cifra se incrementó un 55% en este periodo, hasta llegar a los 3.900 contratos a finales de 2020.
Los servicios de GDC se pusieron en marcha en 2018 con el objetivo de poner a disposición de los clientes una selección de productos de arquitectura abierta que se gestionan de manera activa para obtener retornos en cualquier contexto de mercado. Los buenos resultados obtenidos por las soluciones de GDC a lo largo de este año, uno de los más complicados de la historia de los mercados financieros, han permitido impulsar su crecimiento, ya que todas las carteras modelo se anotaron resultados positivos, desde el 3,3% de la cartera de perfil más defensivo, exclusivamente de renta fija, hasta el 30% de Next Generation.
Cabe subrayar el dinamismo de la estrategia Next Generation, la propuesta de inversión basada en megatendencias globales identificadas por el equipo de la entidad, que elevó sus activos gestionados en más de un 140% hasta diciembre, con más de 220 millones de euros.
Next Generation invierte en las grandes tendencias de futuro que forman parte del cambio económico y social a nivel global: revolución 4.0, sostenibilidad y medio ambiente y demografía y estilo de vida, con un horizonte de inversión a largo plazo.Además, los clientes pueden acceder a esta propuesta de valor a través del fondo de fondos March Next Generation F.I., que permite a los clientes y no clientes acceder a esta estrategia sobre megatendencias con una inversión mínima de una participación. En febrero de este año se lanzó Next Generation en este formato, y ya acumula 140 millones de euros, por lo que la estrategia conjunta (en carteras de GDC y fondo) gestiona ya más de 360 millones de euros.
Activos alternativos y sostenibilidad
Las propuestas de inversión en activos alternativos, que el banco incorporó a su oferta de soluciones en 2019 a través de sendas alianzas con K2 Advisors-Franklin Templeton (GDC) y Banque Syz (fondo de fondos), suman ya más de 160 millones de euros bajo gestión, lo que supone un alza del 80% respecto al año anterior.
Finalmente, los últimos lanzamientos del año, relacionados con la inversión sostenible y responsable (ISR) de la mano de J. Safra Sarasin y con la inversión de Impacto con Amundi-CPR, también obtuvieron una acogida excelente, con un patrimonio gestionado que supera los 65 millones de euros entre las dos propuestas.
Desde el área de Productos consideran que en 2020 han sido críticas las decisiones de inversión estratégicas, con apuestas de convicción en sectores como la tecnología o la salud, unidas a decisiones clásicas de la gestión activa, más tácticas, como las adoptadas durante el mes de abril, apostando por sectores favorecidos por la nueva situación económica, y por geografías que reaccionaron más ágilmente al difícil panorama económico provocado por la situación sanitaria.
Además, la apuesta por la gestión alternativa líquida ha sido muy acertada. En un año extraordinariamente volátil se ha puesto de manifiesto que incorporar elementos para el control de riesgo y la gestión de la asimetría de rentabilidades a las propuestas de clientes de Banca March ha dado resultados muy positivos. En un periodo en el que la dispersión de rentabilidades ha sido muy elevada por sectores, geografías e incluso compañías, la agilidad a la hora de invertir de los gestores seleccionados por los socios de Banca March ha demostrado ser muy oportuna. En ambos casos, la propuesta de Banque Syz como la de K2 han obtenido unos resultados acordes con sus objetivos de Euribor+3%.
Juan Antonio Roche, director del Área de Productos de Banca March, destacó: “Resulta difícil de imaginar un test más completo para nuestras tesis de inversión y la confianza de nuestros clientes que lo vivido en un año tan extraordinario como este. Respecto a lo primero, las rentabilidades alcanzadas corroboran el valor de la gestión activa, así como las apuestas más innovadoras a favor de un ciclo económico distinto y la inclusión de tendencias de crecimiento ajenas a él o la apuesta que hicimos por la gestión alternativa hace algo más de un año. En cuanto a lo segundo, no hay mejor prueba que el crecimiento del número de clientes que nos han confiado la gestión de su dinero en momentos de incertidumbre máxima, en los que su atención debía estar centrada en otras cuestiones. El mundo en 2021 seguirá sufriendo episodios de volatilidad, y la rentabilidad dependerá de la habilidad para aprovecharlos, combinándola con esas palancas de rentabilidad a largo plazo que se derivan de una trasformación que no solo no se interrumpe, sino que se acelera, como la llegada de la inversión sostenible, que centrará buena parte de nuestros esfuerzos”.
En la industria financiera llega el momento de hacer tabla rasa para comenzar un año nuevo. Los mensajes no difieren mucho de los de años anteriores, nada de escenarios rupturistas o estridentes.
La desconexión entre la realidad económica y los mercados financieros es cada vez mayor. Los fundamentales parecen perder importancia ante la ausencia de alternativas a la hora de buscar rentabilidad y contar con el apoyo de los bancos centrales. Un apoyo que se ha traducido en un escenario de tipos de interés casi cero distorsionando el precio de los activos financieros
En nuestra opinión, 2021 será un año con volatilidad. Las incertidumbres del escenario siguen siendo elevadas, pese al optimismo reinante en torno a las vacunas. Hoy en día, no es posible determinar cómo impactarán las mismas en el escenario, o si pudieran existir problemas logísticos o la existencia de efectos secundarios no contemplados. Y desde un plano geopolítico, no está claro la dirección que podrá seguir la política norteamericana teniendo en cuenta la estructura final que pueda tener el senado. Como tampoco lo está en Europa, las implicaciones que puedan derivarse del Brexit en el plano económico en el corto plazo. Y eso por no hablar de las tensas relaciones entre China y EE. UU. (aunque la Administración Biden posiblemente sea un término intermedio entre lo visto con Obama y lo visto con Trump).
Por ello, nuestra visión sigue siendo una posición neutral en lo que a la ponderación de la renta variable se refiere en los diferentes perfiles de riego de nuestros clientes. Es cierto que en el mundo de la renta fija las oportunidades son muy escasas. Tan sólo acudiendo a los segmentos de deuda subordinada, bonos high yield o renta fija de países emergentes se puede encontrar algo de rentabilidad. Y en muchos casos esa rentabilidad no siempre compensa el riesgo que se asume. De hecho, dentro de esa terna de productos, actualmente donde más cómodos nos encontraríamos sería en la renta fija emergente.
Pero 2021 será un año largo, y estamos convencidos que ofrecerá oportunidades, y no creemos que haya que comenzar el año con cierta sobre ponderación. Queremos que nuestros clientes tengan margen de maniobra ante las fluctuaciones de mercado. Además, no podemos olvidar que esa neutralidad en renta variable, en parte se ve compensada con la exposición a productos de renta fija que tienen un cierto “proxy” a la renta variable como los bonos híbridos o subordinados, sobre todo si lo comparamos con la renta fija soberana.
Igualmente, el denominado “asset allocation” o asignación por tipo de activos volverá a ser determinante. Terminamos 2020, y muchos se quedan con la sensación de que al final ha sido un buen año en el plano de la renta variable. Pero el comportamiento ha sido muy desigual. El S&P500, índice de referencia de la renta variable norteamericana, registra una revalorización superior el 10% en lo que llevamos de año. Mientras tanto la bolsa europea registra todavía pérdidas. En emergentes, Asia (con China a la cabeza, si es que se le puede llamar emergente) se ha comportado mucho mejor que Latinoamérica. Como también se puede decir que los sectores o valores denominado de crecimiento han registrado mucho mejor comportamiento que los sectores “value”. Y creemos que dentro de la volatilidad del 2021, esas divergencias volverán a existir, y será importante tener las carteras bien posicionadas.
Y en este escenario, la inversión sostenible seguirá cobrando un mayor protagonismo y mostrando una mayor resiliencia que la nos sostenible. Por ello, la creciente importancia de temáticas como educación, transición energética, ciberseguridad, bienestar, economía circular, desarrollo de ciudades sostenibles, etc, en las carteras de nuestros clientes. Sostenibilidad, rentabilidad y riesgo han de ser el trinomio sobre el que giran las carteas patrimoniales.
Con todo lo dicho, lo cierto es que marcamos un punto de partida para una nueva carrera de doce meses. Entonces, cuando volvamos la vista atrás, posiblemente nos encontremos con un camino recorrido que en poco o nada se pueda parecer al que hoy estamos dibujando. Será el momento de “echar por tierra” los pronósticos actuales. Lo inevitable rara vez sucede, es lo inesperado lo que suele ocurrir. Por ello, en cualquier caso, hay que tener una hoja de ruta que nos permita movernos en diferentes escenarios, y siempre teniendo la gestión del riesgo como soporte. Es cierto que los vaivenes del mercado pueden provocar ciertos sustos temporales, pero una cartera bien posicionada obtiene su recompensa en el medio y largo plazo.
Tribuna de Miguel Puertas, director de gestión discrecional en Portcolom AV
Pixabay CC0 Public Domain. BNP Paribas AM refuerza su compromiso con el Acuerdo de Paris
Tras el quinto aniversario de la firma del Acuerdo de París, han sido muchas las gestoras que han renovado su compromiso, iniciativas y propuestas para seguir cumpliendo los objetivos establecidos. BNP Paribas Asset Management ha sido una de las firmas del sector más activas en este sentido. En 2015 ya colaboraba para contener el calentamiento global por debajo de los 2°C y continuar los esfuerzos para limitar el aumento de las temperaturas a 1,5°C.
“Los avances desde la firma del Acuerdo de París han sido sustanciales, pero es esencial que intensifiquemos el impulso global. El Pacto Verde de la UE establece un marco claro para acelerar la transición hacia una economía descarbonizada: las emisiones deberán reducirse a la mitad en 2030 para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. Esto requiere no solo una transición, sino una transformación real, donde el uso de la tecnología será clave. Más que nunca, los inversores y las instituciones financieras tienen un papel fundamental que desempeñar en el apoyo a las empresas y los gobiernos para impulsar las iniciativas que permitan conseguirlo», destaca Frédéric Janbon, director ejecutivo de BNP.
Por su parte, Jane Ambachtsheer, directora global de sostenibilidad de BNP, recuerda que el Acuerdo de París marcó un hito histórico en la lucha contra el cambio climático. «Cinco años después, el espíritu del Acuerdo de París es más fuerte que nunca: vemos una aceleración en las nuevas estrategias comerciales, tecnologías y objetivos gubernamentales tangibles para hacer realidad la «carrera hacia cero emisiones netas». Los inversores están estratégicamente enfocados en dos cosas: reducir las emisiones en las carteras y aumentar el impulso al progreso por parte de las empresas y las autoridades públicas. El anuncio por parte de Carbon Action Tracker de que los recientes objetivos globales de cero emisiones netas ponen al mundo en el camino de los 2,1°C es, en parte, un reflejo de sus esfuerzos», destaca.
La gestora, miembro fundador del Institutional Investors Group on Climate Change (IIGCC) y de la iniciativa Climate Action 100+, alienta activamente a las empresas participadas a alinear sus negocios con el Acuerdo de París. Además, fomenta una mayor responsabilidad y acción sobre cuestiones sustanciales del cambio climático, en línea con la Taxonomía de la UE y el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD). Los inversores de BNP AM han alcanzado hasta ahora acuerdos con 16 empresas europeas, liderando las negociaciones con las empresas Total y Repsol, que se han comprometido a adoptar objetivos climáticos más ambiciosos. También han colaborado con la Iglesia de Inglaterra y el fondo de pensiones AP7 para desarrollar las expectativas de los inversores sobre el lobbying en el clima empresarial y así poder sentar las bases para una serie de propuestas de accionistas y compromisos corporativos en Europa y América del Norte.
Pixabay CC0 Public Domain. Santander AM entrega 200.000 euros a 25 ONG
Con el objetivo de ayudar a financiar distintas iniciativas solidarias, y contribuir a la lucha contra la exclusión social, o fomentar la inserción laboral e inserción para personas con discapacidad, salud e investigación médica, educación financiera, ayuda humanitaria y apoyo a la educación infantil, Santander Asset Management, a través del fondo Santander Sostenible Acciones, ha entregado un importe de 200.000 euros a un total de 25 ONG que conforman el comité ético solidario del fondo. Parte de esta cuantía se destina a un proyecto común acordado en el seno de este comité liderado por Economistas Sin Fronteras y el resto se reparte entre todas las ONG para apoyar proyectos a nivel individual.
El proyecto común comprende talleres de educación financiera dirigidos a mujeres y personas mayores de 60 años con el objetivo de mostrar conceptos que les ayuden en sus gestiones diarias, un curso online sobre inversión socialmente responsable (ISR) de 20 horas de duración en el que se exponen fundamentos, utilidades, diferencias respecto a la inversión convencional y las herramientas para su puesta en marcha, un curso MOOC sobre “Invertir con criterios sociales” y píldoras audiovisuales para sensibilizar sobre la importancia de la ISR. Asimismo, de forma excepcional y debido a la emergencia derivada de la pandemia del COVID-19, este año se han donado 14.000 euros del proyecto común al Banco de Alimentos de Madrid.
Santander Sostenible Acciones es un fondo de inversión de renta variable internacional que invierte en valores de las bolsas europeas y, dentro de su política de inversión, establece criterios ASG, adicionales a los financieros, para la selección de las compañías que forman parte de su cartera de inversiones. De esta manera, el fondo ha establecido unos principios operativos que recogen los criterios fundamentales para poder valorar las compañías analizadas desde estos campos y, para ello, se aplica la metodología de análisis ASG propia de Santander AM.
El pasado mes de abril, Santander AM convirtió su fondo de inversión de ISR Santander Sostenible 1 en solidario, con el objetivo de donar parte de las comisiones a la lucha contra el coronavirus, y en julio entregó, a través del fondo Santander Responsabilidad Solidario, más de 1,6 millones a diferentes proyectos de inserción socio-laboral de aquellos colectivos en riesgo de exclusión social, así como a proyectos de economía social y de cooperación internacional.
Santander AM sigue invirtiendo en sostenibilidad, y gestiona un volumen en torno a 5.700 millones de euros bajo criterios ASG entre planes y fondos de inversión. A finales de 2021, esta cifra alcanzará los 20.000 millones de euros, una vez que se complete la conversión de todos los planes de pensiones en sostenibles. Además, cuenta con un equipo especializado en ISR y una metodología de análisis ASG propia y es firmante de los Principios de Inversión Responsable de la ONU.
La apuesta de Santander AM por este tipo de productos se remonta a 1995, cuando se constituyó el Inveractivo Confianza. Asimismo, lanzó una gama de fondos sostenibles, compuesta por un fondo de bonos verdes (Santander Sostenible Bonos), dos fondos mixtos con distinta exposición a bolsa (Santander Sostenible 1 y 2) y un fondo de renta variable pura (Santander Sostenible Acciones). También lanzó en 2018 un fondo que apuesta por la igualdad de género (Santander Equality Acciones).
A ello se suma la iniciativa global Santander GO, la gama de fondos mandatados a gestoras terceras, que incluye el fondo sostenible Santander GO Global Equities ESG, gestionado por Boston Partners (Robeco). En la actualidad, Santander AM gestiona un total de 13 fondos de ISR: ocho en España, dos en Brasil y uno en Portugal, México y Chile. Además, desde el 2000, tiene presencia en el DJSI World y DJSI Europe, los índices de referencia en el ámbito internacional que miden el comportamiento sostenible de las empresas en las dimensiones económica, medioambiental y social.
Pixabay CC0 Public Domain. La crisis del coronavirus hace más urgente la agenda de inversión sostenible
La respuesta global a la crisis del coronavirus ha reforzado la importancia de la inversión sostenible. El sector privado ha desempeñado un papel clave en los esfuerzos para detener el virus y acomodarse a las cambiantes tendencias de consumo, por lo que los inversores deberían buscar empresas con credenciales medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) sólidas para los drásticos cambios que se están produciendo en todo el mundo.
Los valores sostenibles cayeron mucho menos que el mercado general durante el histórico desplome del primer trimestre. Sin embargo, una agenda de inversión sostenible proporciona mucho más que protección frente a las bajadas. Creemos que las carteras centradas en los factores ESG pueden ofrecer resultados en diversidad de condiciones de mercado y proporcionar ventajas a los inversores durante la crisis de la COVID-19 y la eventual recuperación.
Resiliencia en la oleada de ventas
Las empresas con las prácticas ESG más sólidas en relación con sus homólogas son, por definición, empresas de mayor calidad. Son más rentables, sus beneficios son menos volátiles y, según los análisis de MSCI, mitigan mejor los riesgos empresariales graves, que pueden provocar importantes pérdidas financieras e incluso quiebras. En consecuencia, tienden a proporcionar más protección frente a las caídas en tiempos de tensión en el mercado.
Estos atributos fueron muy demandados durante la oleada de ventas. En el primer trimestre, las empresas con las calificaciones ESG más altas (AAA y AA) del índice MSCI ACWI cayeron un 15,6% de media, unos 650 puntos básicos menos que aquellas con las calificaciones más bajas (B y CCC). El diferencial fue incluso más amplio en el caso de la renta variable estadounidense, donde los líderes en ESG experimentaron un declive del 10,8%, mientras que el mercado perdió un 19,6%.
El capitalismo de los grupos de interés, a prueba
La crisis del coronavirus está redefiniendo el liderazgo en ESG. Al aumentar el impacto social y económico de la pandemia, asistimos a la primera gran prueba de la era del capitalismo de los grupos de interés.
El verano pasado, 181 CEOs estadounidenses firmaron una declaración conjunta en la que se comprometían a que sus empresas incluirían consideraciones para todos los grupos de interés, no solo los accionistas. En una declaración emitida por la Business Roundtable, los líderes empresariales ratificaron su compromiso con el apoyo a la salud medioambiental y social de las comunidades en las que llevan a cabo su actividad y la adopción de prácticas sostenibles. Medidas que en el pasado podrían haber sido desdeñadas como meramente filantrópicas o de relaciones públicas, se están contemplando de forma totalmente diferente.
Aunque es posible que estas medidas no favorezcan directamente a las ganancias a corto plazo, los inversores entienden cada vez más que las empresas que siguen los criterios ESG verán reforzado su posicionamiento competitivo al rebajar el riesgo regulatorio, fortalecer la fidelización de los clientes y reforzar el compromiso de los trabajadores.
Llamada a la sostenibilidad global
Los desafíos creados por la crisis del coronavirus son una llamada a la sostenibilidad global. Del mismo modo en que los gobiernos no pueden vencer al virus sin el sector privado, los mayores desafíos medioambientales y sociales del mundo no pueden resolverlos por sí solas las políticas públicas. Los gobiernos pueden crear marcos legales favorables, pero, en última instancia, precisan de la capacidad innovadora y financiera del sector privado para impulsar un cambio significativo. Además, las empresas con las mejores soluciones pueden aprovechar oportunidades de crecimiento a largo plazo.
Sin embargo, no siempre es fácil para los inversores identificar qué empresas pueden beneficiarse de estas tendencias sostenibles. En nuestra opinión, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) suponen una buena guía, pues señalan el camino hacia cambios estructurales a largo plazo que impulsarán el crecimiento.
Identificar temas de crecimiento a largo plazo
Los temas de inversión derivados de los ODS ofrecían una amplia gama de oportunidades de inversión incluso antes de que el mundo se viera sacudido por el coronavirus. Ahora, la crisis está cambiando comportamientos y creando oportunidades, así como acelerando algunas tendencias que ya estaban presentes.
Las TIC ya eran vitales para la agenda de los ODS como un medio para compartir conocimiento y conectar comunidades. En el mundo actual de distanciamiento social, las tecnologías de la comunicación digital que respaldan la “virtualización de todo” están cobrando una fuerza enorme. Las empresas que ofrecen el hardware y el software que nos permiten trabajar, comprar, aprender, hacer ejercicio y recibir asistencia sanitaria de forma digital asistirán claramente a un fuerte aumento de la demanda a corto plazo.
Las compañías de tecnología financiera y de pagos contribuyen al crecimiento de las pymes, otro objetivo clave de los ODS. Aunque estas empresas suponen una parte importante del empleo y el crecimiento económico, a menudo las entidades financieras tradicionales no las atienden en la medida necesaria. Las soluciones fintech amplían el alcance de las firmas más pequeñas, aumentan su rentabilidad y les proporcionan un mejor acceso al capital.
Seguir con valores sostenibles
Desde nuestro punto de vista, las empresas sostenibles tienen poder de permanencia en el largo plazo. Han demostrado con claridad su resiliencia en épocas de debilitamiento de los mercados. Y aunque es cierto que una recuperación podría favorecer, al menos temporalmente, a los títulos que se comportaron peor en la oleada de ventas, creemos que las perspectivas a largo plazo para los valores sostenibles son muy prometedoras. Desde nuestro punto de vista, la crisis está brindando nuevos catalizadores para aquellas empresas que pueden proporcionar soluciones innovadoras a nuestros mayores desafíos medioambientales y sociales.
Tribuna de Dan Roarty, jefe de inversión en renta variable temática y sostenible de AllianceBernstein
El AB Sustainable Global Thematic Portfolio tiene como objetivo lograr la revalorización del capital a largo plazo invirtiendo en una cartera diversificada de empresas expuestas positivamente a temas de inversión orientados a cuestiones medioambientales o sociales basados en los ODS. La estrategia aspira a obtener un rendimiento superior al MSCI AC World Index invirtiendo exclusivamente en empresas bien gestionadas según estos criterios. Para ello, integra factores ESG en todas las decisiones de inversión y detecta así inversiones atractivas con perspectivas de crecimiento y valoraciones interesantes.
Pixabay CC0 Public Domain. Las infraestructuras, una oportunidad única para diversificar una cartera
Las infraestructuras, al igual que el inmobiliario, ofrecen oportunidades únicas de diversificación de la cartera, flujos de efectivo regulares y crecientes, apreciación de capital y protección contra la inflación.
En la última década, estas inversiones han proporcionado en términos totales rendimientos más altos que las acciones y los bonos. El fuerte apalancamiento operativo de la mayoría de los modelos de negocio de las empresas de infraestructuras, combinado con las elevadas barreras de entrada, produce rendimientos sostenibles a largo plazo en forma de atractivos ingresos por dividendos y por la apreciación del capital.
Hay dos factores principales que impulsan esta clase de activos: el apetito de los consumidores por los activos de infraestructuras y la demanda de los inversores.
Demanda de los consumidores. Los gobiernos no son capaces de atraer la inversión necesaria para satisfacer la demanda en infraestructuras. El flujo de capital privado es fundamental para el desarrollo de infraestructuras, que son una palanca para el crecimiento económico. Tienen una tasa de rentabilidad socioeconómica del 20% (un dólar de inversión en infraestructura puede aumentar el PIB en 20 centavos), según McKinsey.
Demanda de los inversores. Las infraestructuras son uno de los pocos activos alternativos reales de calidad para incorporar en las carteras de los inversores institucionales. Con la crisis, la pronunciada caída de los precios de los activos líquidos ha creado lagunas de financiación para muchos planes de pensiones, y las perturbaciones exógenas de las dislocaciones del mercado en todo el mundo han tenido un impacto negativo en los presupuestos de riesgo, por lo que los inversores buscan ahora formas de aumentar la eficiencia de sus carteras.
¿Por qué compañías de infraestructuras no cotizadas?
Las inversiones directas ofrecen a los inversores la posibilidad de elegir proyectos individuales en lugar de una determinada cartera de una empresa que cotiza en bolsa. Asimismo, las inversiones directas proporcionan a los inversores los beneficios de participar en la toma de decisiones de gestión.
Además, podemos considerar otras tres buenas razones para preferir la inversión directa en infraestructuras: mayor rendimiento, menor volatilidad y descorrelación con los mercados financieros.
¿Por qué Bestinver Infraestructure FCR?
Bestinver es una de la principal gestora de activos independiente en España, fundada en 1987 y 100% propiedad de Acciona, que cotiza en el IBEX35. Actualmente, Bestinver cuenta con más de 6.800 millones de euros en activos bajo gestión, y los inversores internacionales representan más de un tercio del total de los activos.
El área de infraestructuras está liderada por Francisco del Pozo como director de fondos de infraestructuras y gestor de Bestinver Infra FCR desde septiembre de 2020. Cuenta con más de 20 años de experiencia en el desarrollo, diseño, construcción, operación y financiación de infraestructuras.
Las características diferenciales del fondo son:
Su objetivo es muy específico: periodo de inversión corto, rendimiento anual muy atractivo, plazo reducido y una tasa interna de retorno (TIR) final elevada de un solo dígito. El fondo tiene un objetivo de 300 millones de euros, con un first close previsto en enero de 2021 y un second close provisional para junio de 2021. El rendimiento anual está calculado entre un 4% y un 5%.
Una base de activos de mucha calidad desde el inicio: el fondo invertirá prioritariamente en activos maduros para proporcionar visibilidad sobre los flujos de caja y los rendimientos desde el primer día. El fondo ya ha comprometido alrededor del 40% de su cartera: una participación del 5% en Acciona Energía Internacional (AEI) y tres concesiones en España (Autopista CM-42, Hospital de Ibiza y Hospital de Alcobendas).
Sólido know-how de la empresa matriz, con más de 100 años de experiencia en el desarrollo, diseño, construcción y explotación de activos de infraestructuras. Bestinver aprovechará la posición de Acciona como agente clave en el sector de las infraestructuras a nivel mundial para capturar un valor que no está al alcance de otros competidores, asegurándose de que no haya conflictos de intereses para sus inversores.
La cartera está diversificada tanto en áreas de negocio como geográficamente. Por sectores, el fondo participa en los ámbitos de la energía renovable, social, transporte, telecomunicaciones y agua. En cuanto a la distribución regional, la cartera se diversificará entre Europa, América del Norte, Colombia, Chile y Perú. Además, solo la participación en AEI le permite estar presente en 11 países.
Equipo experto en el sector de las infraestructuras: su enfoque busca crear valor a través de la gestión activa y la implementación de mejoras operativas. Además, el fondo aplica criterios ESG en sus inversiones, del mismo modo que el resto de los productos de Bestinver, continuando así el compromiso de Acciona con la sostenibilidad.
Conclusión
Las infraestructuras proporcionan beneficios tanto sociales como económicos y han sido un importante activo real en los últimos años para los inversores institucionales.
Hay grandes necesidades de inversión en infraestructuras a nivel mundial y el sector público no tiene suficiente capacidad para satisfacerlas. Esta necesidad de participación del capital privado hace que las infraestructuras tengan ventajas económicas únicas: flujos de caja estables y previsibles gracias a los contratos o normativas que las sustentan, una elevada protección frente a la inflación y las subidas de los tipos de interés y tienen la capacidad de generar rendimientos de caja recurrentes.
Todo esto hace que la inversión en infraestructuras ofrezca rendimientos ajustados al riesgo realmente atractivos, presentando una baja volatilidad y correlación con otros activos, lo que proporciona un efecto positivo en términos de diversificación de cartera.
Tribuna de Nicholas Burdett, CFA, CAIA, responsable de productos y análisis en Capital Strategies Partners
Pixabay CC0 Public Domain. Banca March se suma a la iniciativa Damos La Cara, que busca reconocer la labor y el esfuerzo de las empresas familiares durante la pandemia
Banca March se ha sumado a la iniciativa ciudadana Damos La Cara, que busca poner en valor el compromiso y la importancia de las empresas familiares a la hora de revertir la actual situación y reactivar la economía en España. Este movimiento, que agrupa a más de 1.400 compañías españolas, nació al inicio de la pandemia, impulsado por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) con el respaldo de 18 asociaciones territoriales de empresa familiar, con el objetivo de dar a conocer la manera en que las empresas familiares contribuyen a la mejora de la vida tanto de sus empleados como de las sociedades donde tienen presencia.
Para obtener esa visibilidad, Damos La Cara ha creado una web en la que se muestran las distintas iniciativas que las empresas familiares han puesto en marcha para ayudar a paliar las consecuencias que la pandemia está teniendo en la vida de las personas, fieles a sus valores de esfuerzo, cercanía y compromiso.
Desde su creación, Banca March es de propiedad 100% familiar. Se ha incorporado al elenco de las compañías que integran el movimiento Damos La Cara con el fin de impulsar esta iniciativa y ayudar a poner de relieve la importancia capital de la empresa familiar, motor incuestionable de la economía tanto a escala regional, como nacional y europea.
El consejero delegado de Banca March, José Luis Acea, manifestó: “Para nosotros es un orgullo formar parte de esta loable iniciativa. Muchos de nuestros logros como sociedad, nuestra calidad de vida, dependen en gran medida del esfuerzo y sacrificio de los empresarios, que crean puestos de trabajo y generan riqueza para todos. Son las empresas y, específicamente, las empresas familiares uno de los pilares más robustos de la estabilidad y fortaleza de las economías desarrolladas. Las cifras son concluyentes: 1,1 millones de empresas son familiares en España, el 89% del total, y actualmente crean el 67% del empleo privado, con un total de 6,5 millones de puestos de trabajo, siendo responsables del 57,1% del PIB del sector privado. En la Unión Europea, hay 14 millones de empresas familiares, las cuales generan más de 60 millones de empleos en el sector privado. No es posible plantearse una salida a esta crisis sin contar con la empresa familiar”.
Durante 2020 en España se han producido debuts bursátiles por valor de 221 millones de dólares frente a los 317 millones de dólares de 2019, lo que supone un 30% menos en términos de valor según el informe IPO Report 2020, elaborado por el despacho de abogados Baker McKenzie. No obstante, es destacable como nota positiva, en un año marcado por la pandemia, el renovado interés por cotizar en el mercado continuo, donde el debut de Soltec finalizó una sequía de dos años.
Los datos españoles referentes a salidas a bolsa están en línea con los de EMEA, donde la actividad de salidas a bolsa doméstica también disminuye un 7% en volumen, principalmente debido al impacto del COVID-19 en la actividad económica de la región.
En relación a estos datos, Carlos Martín, director de equipo del departamento Mercantil y Mercado de Capitales en Baker McKenzie, señala que «pese al descenso en volumen dada la complicada situación económica desencadenada por la pandemia, las perspectivas para 2021, siguiendo la evolución de las salidas a bolsa a nivel global, son positivas y es reseñable también, que volvamos a ver debuts en el continuo tras varios años de escasez.
Por otro lado, destaca la positiva evolución de BME Growth (nueva denominación del mercado alternativo bursátil), que además de acoger la gran mayoría de listings de socimis es cada vez más una alternativa utilizada por empresas medianas en fase de expansión como primera toma de contacto con los mercados de capitales».
Datos históricos a nivel global
Después de una desaceleración mundial en el primer y segundo trimestre debido a la pandemia, la actividad se retomó con fuerza en el tercer trimestre, lo que provocó que el volumen de nuevas cotizaciones se duplicara en comparación con el segundo trimestre de 2020. Con los mejores datos en una década, a nivel global en 2020 se recaudaron 331.000 millones de dólares en 1591 salidas a bolsa, un 42% más que en 2019.
De este, el 76% del capital recaudado provino de salidas a bolsa domésticas, que aumentaron tanto en EE.UU. como en China. Por el lado de los EE.UU. las nuevas cotizaciones domésticas captaron un 118% más de capital en 2020 que en 2019 mientras que, desde el prisma del número de operaciones, aumentó en un 93% alcanzando 345 nuevos listados. Por otro lado, en China, las nuevas empresas listadas en bolsa recaudaron un 77% más de capital en 2020 que en 2019, mientras que en cantidad de operaciones aumentó un 81% llegando a 365 listados, frente a los 202 debuts bursátiles de 2019.
Tendencias a seguir en 2021: SPACS y estándares ESG
Sin duda, la fórmula de las SPAC (las empresas de adquisición con un propósito especial) ha sido la gran protagonista en 2020, pese a que históricamente los SPAC han sido recibidos con cierto escepticismo tanto por el mercado como por los inversores. La mejora de los requisitos regulatorios y una serie de debuts exitosos recientes hacen prever que la intensa actividad bursátil de los SPAC este año consolide el modelo en el futuro próximo. Es por ello previsible que, a medida que la vacunación empiece a surtir efecto y la actividad económica comience a normalizarse, veamos que las empresas rediseñan sus estados financieros hacia un entorno económico de recuperación, desencadenando el apetito en las empresas para salir a bolsa.
Por otro lado, otra tendencia en 2021 será la creciente importancia de las consideraciones ESG en las empresas que quieran salir a cotizar. Como afirma Carlos Martín, «no importa en qué parte del mundo se encuentre o en qué industria opere, los estándares ESG se han convertido en uno de los temas más relevantes para las empresas, sus stakeholders y los inversores. Mercados como el NASDAQ ya exigen a las compañías que quieran cotizar en dicha bolsa una serie de requisitos de diversidad y sostenibilidad imprescindibles para ello y a nivel local la CNMV ha incorporado en la última revisión de su Código de Buen Gobierno diversas recomendaciones en materia de sostenibilidad».
Sectores clave
Por sectores, en las salidas a bolsa a nivel global, el sector financiero creció un 37% en comparación con 2019, recaudando 108.000 millones de dólares en 2020, en 360 operaciones. El sector financiero también encabeza las nuevas cotizaciones nacionales y transfronterizas como el sector más activo según la cantidad de capital recaudado. Los SPAC están incluidos en estos datos, lo que es una de las razones clave para la primacía del sector como el más activo de 2020.