Foto cedidaIgnacio Perea, director de inversiones Vall Banc y Alejandro de León, CEO de Microwd.. Vall Banc y Microwd se unen para crear un nuevo fondo de inversión que prevé crear 40.000 empleos
La entidad bancaria especializada en Wealth Management y gestión de patrimonios Vall Banc, en su apuesta por la sostenibilidad y la responsabilidad social, ha impulsado la creación de Vall Banc Fons Women Microfinance FI, un nuevo fondo con perspectiva social y sostenibleen colaboración con Microwd, fintech que conecta mujeres emprendedoras en Latinoamérica que necesitan microcréditos con inversores de alrededor del mundo.
Así pues, la compañía andorrana ha invertido 3 millones de euros en este fondo, que prevé ofrecer 15.000 créditos, ayudando a generar 40.000 empleos en América Latina. El director de Inversiones de Vall Banc, Ignacio Perea, afirma que “con Vall Banc Fons Women Mircrofinance FI hacemos nuestra primera incursión en la inversión de impacto responsable, para invertir transformando. Este nuevo fondo, además de contribuir al desarrollo de la sociedad, aspira a generar una rentabilidad de entre un 6% y un 6,5%”.
Apostar por fondos que tengan en cuenta criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno no solo tiene un impacto social, sino que también aumenta los rendimientos. Un estudio elaborado por la gestora de fondos BlackRock manifiesta que las inversiones más comprometidas son las que acaban teniendo mejores evoluciones a lo largo de los años.
Los microcréditos ofrecidos por Microwd aportan las herramientas necesarias para que las mujeres beneficiarias puedan empoderarse y emprender.“En los últimos cinco años, se han otorgado 7.000 créditos, generando un total de 20.000 puestos de trabajo. Nos dedicamos a buscar motores sociales, personas que inviertan en el futuro porque creen que será mejor que el presente. Estamos encantados de ver que hay entidades como Vall Banc que buscan dejar las cosas mejor de lo que se las encontraron, y al mismo tiempo eligen invertir en créditos rentables de mujeres extraordinarias”, manifiesta Alejandro de León, fundador de Microwd.
Las inversiones socialmente responsables concentran el 3,6% del patrimonio
Con esta unión se busca un crecimiento exponencial de la iniciativa, a la vez que atraer la atención de todos aquellos inversores que ven la sostenibilidad en el futuro de las finanzas. Y es que la inversión social y sostenible está ganando cada vez más peso, abarcando, hoy en día, una gran cuota de mercado en las finanzas.
Siendo así, un reciente estudio de VDOS, empresa dedicada a recopilar datos de la industria de gestión de activos, asegura que los fondos ESG, ambientales, sociales y de gobierno corporativo, concentran el 3,6% del patrimonio en España. De hecho, cada vez más se pone de manifiesto una conciencia intergeneracional que busca satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las del futuro.
La creación del nuevo fondo de Vall Banc también persigue un objetivo interno en la entidad. “Queremos transmitir un mensaje de conciencia a nuestros empleados, predicando con el ejemplo como una entidad que ayuda a erradicar la pobreza y apuesta por la innovación para garantizar unas mejores condiciones de vida a la sociedad”, afirma el director de inversiones de Vall Banc.
Cada crédito concedido genera 2,5 puestos de trabajo
El Vall Banc Fons Women Microfinance FI cumple con 8 de los 17 ODS (objetivos de desarrollo sostenible de la ONU) actuando fundamentalmente en seis países de Latinoamérica:México, Perú, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Uruguay.
La forma en la que se invertirán los 3 millones de euros desembolsados hasta el momento es a través de un algoritmo desarrollado por Microwd en los últimos cinco años y que permite detectar a mujeres motores de la sociedad y de la economía local. “El algoritmo y trabajo en terreno nos ayudan a ofrecer una rentabilidad acorde con el mercado a la vez que un impacto social notable. Cada crédito que se concede hasta la fecha genera 2,5 puestos de trabajo e impacta en que lasmujeres que lo reciben, que invierten en la educación de sus hijos en un 93% de los casos y mejoran la vivienda familiar en un 91%”, destaca el fundador de Microwd.
Foto cedidaDe izquiera a derecha, Raúl Rodríguez, Iván Plaza, Ferrán Conti y Ramón Mas.. aurica
Aurica Capital, gestora de capital privado del segmento de capital expansión(o growth capital), anuncia que tres integrantes de su equipo gestor han adquirido una participación mayoritaria en la firma. Ferran Conti, Ramón Mas e Iván Plaza, que lideran el equipo de gestión desde la creación de Aurica Capital en 2015, pasarán a contar con la mayoría del capital de la gestora. Banco Sabadell conservará el capital restante.
La decisión y firma de este management buyout se remonta a 2020, y se ha materializado hace unos días tras recibir las aprobaciones regulatorias preceptivas por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Tras la operación, Aurica Capital no prevé cambiar ni las composiciones de sus comités ejecutivo y de inversión ni su estrategia de inversión o la estructura de sus fondos.
Para Iván Plaza, socio de Aurica Capital, “esta decisión constituye una evolución natural para nuestra gestora, que, bajo esta nueva estructura, seguirá el exitoso rumbo de los últimos años en un contexto en que el capital privado se verá beneficiado por el viento de cola que traen el elevado volumen de liquidez en el mercado y el complejo contexto que nos deja la pandemia, que hará que muchas más empresas puedan beneficiarse de nuestro acompañamisento, a través de una participación minoritaria, para ayudarlas acrecer tanto orgánicamente como vía adquisiciones y a internacionalizarse”. Plaza ha destacado asimismo que, con el cambio de titularidad, “Aurica se convierte, en esencia, en una nueva gestora independiente en Barcelona».
Por su parte, Raúl Rodríguez, Managing Director de BS Capital y consejero ejecutivo de Aurica, y que continuará representando a Banco Sabadell en la gestora, ha afirmado que “desde Banco Sabadell seguiremos implicados en poner nuestro know how al servicio de la originación de operaciones, en virtud de nuestro liderazgo en banca corporativa en el middle market, y en ofrecer a nuestros clientes una oportunidad de inversión alternativa: un segmento que la entidad sigue considerando estratégico”.
El equipo de Aurica gestiona actualmente 200 millones entre su fondo III y algunas coinversiones. Este fondo, en su fase final de inversión, está teniendo un sólido desempeño y apunta a una alta rentabilidad. A través del mismo, la gestora ya ha realizado siete inversiones: la más reciente, su entrada en el capital de la compañía especializada en advocacy, marketing de influencers y branded content SamyRoad, anunciada el pasado mes de marzo. Aurica también participa en el fabricante de componentes para plantas fotovoltaicas STI Norland, el grupo de restauración Larrumba, el fabricante y comercializador de equipos de descanso Flex, la productora y comercializadora hortofrutícola Agrosol Export, la compañía para la externalización de fuerzas de ventas y gestión de puntos de venta Winche y el fabricante y comercializador de masterbatch para la industria del cable Delta Tecnic.
Desde el inicio de su andadura, Aurica Capital se ha especializado en la toma de participaciones minoritarias en empresas del middle market, con facturaciones de entre 20 y 350 millones de euros y a las que destina tíquets de entre 8 y 30 millones.
BNP Paribas Securities Services ha anunciado el nombramiento de Felipe Guirado como nuevo responsable de ventas y de relación con clientes domésticos en España y Portugal. Felipe reportará directamente a Soledad Lecube, responsable de esta línea de negocio en España.
En su nuevo puesto, Felipe Guirado impulsará la estrategia de crecimiento de BNP Paribas Securities Services con inversores institucionales, ayudando a fomentar nuevas ventas y oportunidades de negocio en España y Portugal.
Felipe acumula una experiencia de 30 años en el sector financiero y está especializado en la gestión de activos. Es licenciado en Administración y Gestión de Empresas por la Universidad Complutense de Madrid y cuenta con un MBA por el IE Business School. Entró a formar parte del Grupo BNP Paribas en 2000, primero como Client Relationship Manager y después como Head of Relationship Management and Sales de BNP Paribas Investment Partners en España.
En 2012, se incorporó a Securities Services como Relationship Manager y desde 2019 asume la responsabilidad de Senior Sales. Anteriormente, fue el responsable del equipo de inversión y CIO en Gesconsult SGIIC.
Soledad Lecube, Head of BNP Paribas Securities Services en España, señala: “Su amplia experiencia y conocimientos especializados en el sector financiero serán fundamentales para promover soluciones a clientes estratégicos y buscar oportunidades de crecimiento externo. Su dilatada trayectoria en el área comercial en distintas entidades del Grupo será determinante para alcanzar la excelencia en el desempeño de sus funciones”.
Los inversores en renta fija parecen adictos a la película «Regreso al futuro» y miran tanto al pasado como al futuro en busca de orientación. Mi mensaje se enfoca en diciembre de 2023 donde encontramos un mundo que se ajusta al panorama deseado por los bancos centrales de todo el mundo.
Es posible que el mercado empiece a aceptar y valorar la omnipotencia que ejercen los bancos centrales sobre los tipos, el crédito y los mercados de divisas. Mientras que las economías reales están a punto de reabrirse, los mercados financieros están a punto de ser sujetos a un mayor control y, no sólo por parte de los bancos centrales, sino también de parte de los gobiernos.
Tanto los mercados de deuda pública como los de crédito corporativo se han aferrado a una pauta de consolidación en abril. El destino de los mercados de crédito está en manos de los mercados de tipos. Los diferenciales de crédito disfrutan de unas condiciones ideales. El crecimiento se está recuperando, los programas de compra de activos de los bancos centrales siguen al máximo nivel, mientras que la mayoría de los gobiernos mantienen o aumentan el apoyo y/o las garantías a los sectores más afectados.
La causa subyacente de esta consolidación radica en que la comunidad financiera reconoce que esta pandemia es una crisis sanitaria mundial extremadamente compleja. En un contexto de una media móvil semanal alcista de los contagios a nivel global, el entusiasmo está disminuyendo en los mercados financieros. Lo que empieza a trasladarse a los mercados de tipos de interés es la sensación de «No, todavía no hemos llegado… ¡al contrario!».
A medida que aumenta la ansiedad a corto plazo, parece un buen momento para observar los precios y las valoraciones de aquí a diciembre de 2023. Incluso los más pesimistas deberían esperar para entonces una economía global que ya no se vea afectada por los confinamientos y restricciones relacionados con la Covid-19.
Nuestra primera parada es la política de tipos de interés de fondos federales de la FED de Estados Unidos. El 23 de abril los futuros del Eurodólar a 90 días para diciembre de 2023 cerraron en 98,96. Para finales de 2023, el mercado da por descontadas tres subidas de los tipos de interés de la FED, que se situarán entre el 0,75% y el 1,00%.
El consenso es que la FED empezará a reducir su programa de compra de activos a principios de 2022. Una reducción de 10.000 millones de dólares al mes acabaría con el programa actual en 12 meses. De hecho, en la primavera de 2023, el mercado considera con un 100% de certeza que el tipo de interés de los fondos federales de la FED estará entre el 0,25%-0,50%, iniciando su despegue.
La tabla de contratos de futuros en Eurodólares nos informa de que la FED optaría por un ciclo de normalización de la política prolongado, subiendo los tipos tres veces a lo largo de 2023. En base a estas previsiones se necesitarán otros dos años para alcanzar el 1,75%-2,00%.
El despegue del BCE tendría lugar aproximadamente un año después del de la FED. Sin embargo, la estimación no es definitiva. El BCE ya ha advertido de que no se inspirará en el banco central estadounidense.
El tipo a plazo de diciembre de 2023 para el bono del Tesoro estadounidense a 10 años se sitúa en el 2,25%. Este rendimiento coincide con los ajustes ordenados de los tipos que la FED tiene como objetivo. El tipo estadounidense a 10 años, para diciembre de 2025, se valora en un 2,55%.
En ese momento, unos tipos de interés justo por debajo del 2% deberían haber contenido un desborde de las expectativas de inflación, permitiendo que los tipos reales a 10 años entren en territorio positivo. Un escenario en el que prevalezcan las actuales expectativas de inflación a 10 años –que se sitúan en el 2,35%- se traduciría en un +0,20% en los tipos reales estadounidenses a 10 años. Se espera que el Bund alemán a 10 años cotice en torno al +0,10% en diciembre de 2023.
Estos resultados apartarían a los mercados mundiales de bonos de la narrativa de que «no hay alternativa». A finales de 2025, el mercado estima la valoración de los Bunds a 10 años en un +0,31%. De confirmarse, esta cotización situaría la tasa de referencia germana en el rango entre +0,25% y +0,50%, que marcó las condiciones entre 2015 y 2018.
En los mercados de divisas, las trayectorias de los tipos de interés mencionadas definen los niveles de los tipos de cambio a plazo. El pasado 23 de abril, el EUR/USD se fortaleció hasta 1,2097. La sesión bursátil estadounidense llevó a ambas divisas muy por encima de su media móvil de 100 días, situada en 1,2056. De cara al futuro, hoy se estima que a finales de diciembre de 2023 el cambio EUR/USD sea de 1,2425. Y que para diciembre de 2025 cotice a 1,2865.
Estos niveles prevalecerán si los diferenciales de tipos de interés entre Europa y EE.UU. se ajustan a los niveles actuales de los tipos de interés a plazo. El dólar estadounidense goza de muchas otras ventajas de diversificación en la construcción de carteras. Junto con el franco suizo y el yen, sigue siendo la divisa de refugio elegida en el momento en que estallan los episodios de riesgo.
Tribuna de Peter De Coensel, CIO de renta fija en DPAM
Foto cedidaDe izquierda a derecha, Gonzalo Dívar Conde y Guillermo García Martínez-Arrarás.. intermoney
El Grupo CIMD, principal grupo independiente en intermediación, consultoría, titulización, energía y gestión en mercados financieros y de energía en el sur de Europa, amplió hace dos años su oferta de servicios con la creación de Intermoney Patrimonios para dar cabida a la inversión patrimonial. En constante evolución y crecimiento, el área de gestión completa su equipo comercial con la incorporación de Gonzalo Dívar Conde y Guillermo García Martínez-Arrarás como gestores de patrimonios para el proyecto.
Gonzalo Dívar Conde es graduado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, y está cursando actualmente el Executive MBA en el IESE Business School.
Con anterioridad a esta incorporación trabajó en el Colegio Retamar como responsable de los asuntos económicos y en la creación de su fondo de gestión educativo (endowment).
Guillermo García Martínez-Arrarás es graduado en Derecho y Administración de Empresas por la Universidad Carlos III de Madrid, y ha cursado parte de sus estudios en la Università degli studi di Bologna (Italia) y en la Victoria University of Wellington (Nueva Zelanda). Completó sus estudios cursando el Máster en Cooperación Internacional de la Universidad Complutense de Madrid y el Programa Future Leaders de The Power MBA.
Anteriormente trabajó en Management Solutions en la rama de Banca Minorista.
Pixabay CC0 Public Domain. Mercados emergentes e inversión sostenible: ¿un mismo camino?
La consolidación de la inversión sostenible no es igual en todas las regiones. Entre los países desarrollados, Europa es el líder de este cambio de interpretación de la inversión, que tiene un impacto directo sobre las empresas y las economías. Ahora bien, ¿qué pasa con los mercados emergentes?
Según algunos analistas, las compañías de estas regiones suelen obtener puntuaciones bajas en materias ESG en las métricas tradicionales, lo que plantea un gran reto para los gestores e inversores. Sin embargo, en opinión de Diogo Gomes, senior CRM de UBS AM Iberia, este hecho puede tener otra lectura. “Según nuestra experiencia, estas puntuaciones más bajas a menudo no se deben tanto a las diferencias reales de rentabilidad como al hecho de que los niveles de divulgación de las métricas tradicionales de sostenibilidad son más bajos. Por ejemplo, en la divulgación de las emisiones de dióxido de carbono -la métrica de ESG más frecuentemente reportada entre los constituyentes del MSCI ACWI- el 68% de las empresas de los mercados desarrollados reportan cifras de emisiones de Scope 1 y Scope 2, en comparación con menos del 45% de las empresas de mercados emergentes”, explica Gomes.
En este sentido destaca que un estudio de MSCI titulado How Markets Price ESG: Have Changes in ESG Scores Affected Stock Prices? demostró que, entre 2013 y 2017, las empresas con calificaciones mejoradas han superado al índice de manera global en 0,97% anualmente. Y este resultado en mercados emergentes fue mayor, con un 2,88% anual. “Esto también se ve confirmado por nuestra experiencia, en la que las empresas de buena calidad – ESG es un componente de la calidad- tienden a superar a las de mala calidad a medio y largo plazo”, añade.
Para Gomes la clave está en identificar a los líderes en sostenibilidad, ya que obtienen mejores resultados, especialmente en los mercados emergentes. Así lo explica el senior CRM de UBS AM Iberia: “Dados los bajos niveles de divulgación de las métricas tradicionales de sostenibilidad en los mercados emergentes, hay una mayor necesidad de análisis sobre las empresas de los mercados emergentes desde una perspectiva ESG, incluyendo interacciones regulares con la dirección y otros accionistas. Esto ayuda a complementar los datos y las puntuaciones/calificaciones ESG de proveedores externos y, permite emitir un juicio informado sobre los fundamentales y las prácticas de sostenibilidad de una empresa. Además, esto puede dar lugar a oportunidades para implicarse con las empresas y animarlas a mejorar sus prácticas. Esto no sólo puede conducir a mejores puntuaciones y calificaciones ESG para la empresa, sino que también puede tener un impacto positivo en sus resultados financieros a largo plazo”.
El foco sobre la inversión sostenible en los mercados emergentes no sólo está puesto en lo hagan sus empresas, también los gobiernos de estas regiones. Por poner un ejemplo, en enero de 2021, Chile ya había emitido 70% de 6.000 millones de dólares previstos para 2021 en bonos verdes y sociales, después de que en 2020, Egipto se convirtiese en el primer gobierno de Oriente Medio en emitir un bono verde, cinco veces sobre suscrito. Además, el 46% de dólares de bonos ESG en circulación de emergentes en moneda local muestran vencimientos superiores a diez años y 41% en el caso de denominaciones en divisas fuertes. En opinión de Mary-Therese Barton, directora de deuda de mercados emergentes de Pictet AM, estas emisiones reflejan la búsqueda de rentabilidad adicional de los inversores y el apetito por bonos destinados a proyectos ESG, pero considera que “hay que supervisar que los ingresos de estos bonos se utilizan según lo previsto y tener en cuenta que faltan datos ESG coherentes y transparentes en muchos países”.
“La emisión anual de bonos verdes, sociales y de sostenibilidad de gobiernos de mercados emergentes se multiplicó casi por cuatro en cinco años hasta finales de 2020, llegando a 16.200 millones de dólares. Este aumento de emisión de bonos verdes y sostenibles pone de relieve la disposición de los inversores a largo plazo en emergentes y los gobiernos de estos países están teniendo que publicar marcos de sostenibilidad, lo que ayuda a mitigar riesgos políticos. Más aún, estas emisiones pueden tener un impacto equivalente a los bonos Brady tras la crisis de deuda latinoamericana de la década de 1980. Ya en 2018 Standard & Poor’s citó el riesgo de un huracán cuando recortó perspectivas para la deuda soberana de Turquía”, explica Barton.
En su opinión, las consideraciones ESG se reflejan ineficientemente en los precios de los activos en mercados emergentes, pues el mercado está en una etapa temprana de comprensión y aplicación de estos factores. “Faltan datos coherentes y transparentes en muchos países, variando enormemente. Los más ricos son más capaces de tomar decisiones políticas positivas de alto coste, como cerrar minas de carbón en favor de la energía solar. De manera que invertir solo en base a calificaciones ESG penaliza a los países más pobres, aunque estén aplicando políticas para mejorar”, advierte.
Por último, al igual que Gomes considera que, en términos ESG, las gestoras pueden tener un papel relevante acompañando a las empresas en las que invierten, Barton considera que los compradores bonos pueden ejercer esta misma presión sobre los gobiernos: “Es posible influir en los responsables políticos de los países emisores de bonos soberanos para defender iniciativas sostenibles y ayudar a lograr cambios a largo plazo. Para avanzar en este sentido, el Banco Mundial elaboró en 2020 una guía sobre cómo los emisores soberanos pueden mejorar el compromiso ESG con los inversores. Por ejemplo, la forma en que los gobiernos reaccionan a cuestiones como el desarrollo de su capital humano influirá en sus economías y calificaciones crediticias”.
Asia y su cambio de rumbo
Para Kevin Net, gestor de fondos de renta variable internacional en Edmond de Rothschild Asset Management, aunque el cambio climático y las políticas medioambientales se asocian a menudo con el mundo desarrollado, es evidente que los países emergentes también están abordando la cuestión, y las empresas de los mercados emergentes deberían considerarse ya un elemento central del tema.
Net destaca el papel que está jugando China, responsable actualmente de casi un terciario de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y recuerda que el país ha anunciado su objetivo de alcanzar la neutralidad del carbono en 2060, unos 40 años antes de lo que esperaban la mayoría de los expertos. “Aunque este objetivo puede parecer lejano en el futuro, tendrá importantes repercusiones en el presente, en particular en la política china de energías renovables y vehículos eléctricos. China ya es el mayor instalador de energías renovables del mundo, además de ser responsable del 50% de las ventas totales de vehículos eléctricos en 2020 y, creemos que el objetivo de neutralidad en carbono acelerará aún más su abandono de los combustibles fósiles, al tiempo que animará a otros países a seguirlo”, apunta el gestor de Edmond de Rothschild AM.
Según su valoración, este objetivo marcado por China beneficiará a ciertas industrias, como por ejemplo las energías renovables y toda la actividad relacionada con la fabricación de vehículos eléctricos. “Otro argumento que se puede esgrimir es que las energías renovables y la tecnología de los vehículos eléctricos podrían ser el siguiente capítulo de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, especialmente con Joe Biden adoptando una postura más favorable al medio ambiente que la de su predecesor. China ha tomado un liderazgo temprano. Casi dos tercios de los paneles solares se fabrican en China. El país ya ha empezado a construir una cadena de suministro nacional completa de vehículos eléctricos, lo que podría permitirle exportar en un futuro”, añade al respecto.
Sin embargo, China no es el único país de Asia-Pacífico que ha tomado este camino. Por ejemplo, Corea del Sur se ha convertido en uno de los principales fabricantes de baterías para vehículos eléctricos, con LG Chem, Samsung SDI y SK Innovation controlando el 38,8% de la cuota de mercado en 2020, mientras que las empresas chinas eran las segundas con una cuota de mercado del 30,5%. Otro ejemplo es India, que se ha fijado un objetivo agresivo en materia de energías renovables: tener instalados 175GW de energía renovable para 2022 (100GW de solar, 60GW de eólica, 10GW de biomasa y 5GW de pequeñas centrales hidroeléctricas) y que, en 2030, el 60% de su electricidad se produzca a partir de energías limpias.
Pixabay CC0 Public Domain. Jupiter lanza un fondo global de renta variable con su socio estadounidense NZS Capital
Jupiter lanza el fondo Jupiter NZS Global Equity Growth Unconstrained Sicav, con una cartera global de empresas que tienen la capacidad de adaptarse y prosperar en un mundo dominado por los cambios. La estrategia está gestionada por Brad Slingerlend y Brinton Johns, fundadores de NZS Capital, el socio estratégico de Jupiter en EE.UU., e invierte en empresas que potencian al máximo el valor de Non-Zero-Sum o NZS (suma distinta a cero)*, basado en la filosofía win-win, que busca el beneficio de todas las partes interesadas, incluidos los clientes, los empleados, la sociedad y el medio ambiente.
Desde Jupiter destacan el “sólido historial de generación de rentabilidad para los inversores, gracias a la especialización adquirida durante sus 70 años de experiencia combinada en inversiones”. Basada en la ciencia de los Sistemas Adaptativos Complejos, la filosofía de inversión de NZS, busca empresas innovadoras y con capacidad de adaptación que lograrán seguir el ritmo creciente del cambio a medida que la economía global pasa de lo analógico a lo digital. En la teoría de juegos, un resultado “suma distinta a cero” (NZS) positivo significa que cada participante está mejor, es decir, que la ganancia de una parte no es la pérdida de la otra. Se trata de una filosofía en la que “todos ganan”, contrapuesta a la de ganancia asimétrica.
La gestora considera que, aunque el sector tecnológico está impulsando la innovación en la actualidad, la ola del cambio llegará en los próximos años a todos los sectores de la economía, entre ellos el industrial, el de consumo, el financiero, el energético y el sanitario, y su peso en la estrategia evolucionará con el tiempo para reflejar esta dinámica cambiante. Por ello, el equipo de NZS cree que la era de la información permite un grado de transparencia sin precedentes y que las empresas que siguen utilizando los métodos tradicionales como las barreras de entrada, grandes ventajas competitivas y acaparamiento de información para sacar valor de los clientes están perdiendo terreno frente a las empresas adaptables que maximizan los resultados del win-win.
La esencia de la filosofía de “inversión en la complejidad” de NZS consiste en crear una cartera que equilibre dos grupos de empresas que el equipo denomina de“resiliencia” y de “opcionalidad”. En este contexto, las empresas del grupo “Resiliencia” son las que han mostrado mayor capacidad de adaptarse y evolucionar ante los cambios del entorno, sobreviviendo así a los sucesos extremos e, incluso, beneficiándose de ellos; mientras que las empresas del grupo “Opcionalidad” son adaptables, aunque se encuentran en fases iniciales del ciclo de vida de la compañía y, por lo tanto, existe un abanico más amplio de posibles resultados.
El fondo tendrá entre 50 y 70 acciones. Por lo general, la parte de “resiliencia” estará formada por entre 10 y 20 empresas, cada una con un tamaño de posición mínimo del 2,5%, y el componente de “opcionalidad” tendrá entre 30 y 50 nombres, cada uno de los cuales representará un máximo del 1,5% del total de la cartera. Las participaciones del fondo normalmente tendrán capitalizaciones bursátiles por encima de los 5.000 millones de dólares.
“A medida que la economía global pasa de la era industrial analógica a la era digital de la información, son necesarias una serie de características muy diferentes para tener éxito. Creemos que los dos factores más importantes a medida que el mundo hace este cambio de lo analógico a lo digital son la adaptabilidad ante un futuro incierto y la capacidad de una empresa de crear más valor del que se lleva, que es lo que llamamos suma distinta a cero (Non-Zero Sum o NZS). Invertir en un mundo caracterizado por la transformación y el flujo libre de información requiere un nuevo enfoque, y hemos estado perfeccionando cuidadosamente nuestro marco de inversión en la complejidad durante la última década para tener éxito en este terreno inexplorado para las inversiones. Estamos encantados de compartir esta estrategia con los clientes de Jupiter a través de este nuevo fondo”, explica Brad Slingerlend, gestor del fondo y fundador de NZS Capital.
Por su parte, Andrew Formica, consejero delegado de Jupiter, ha señalado: “Brad y Brinton son gestores de fondos con gran talento y cuentan con un proceso construido cuidadosamente con potencial de ofrecer rendimientos a largo plazo. Su planteamiento coincide inequívocamente con la cultura inversora de Jupiter y con nuestro enfoque en la gestión de alta convicción, activa y orientada a resultados. Venimos observando un verdadero interés entre los clientes y un fuerte crecimiento inicial de la estrategia desde que confirmamos la asociación con NZS, y el lanzamiento de este fondo ofrecerá a nuestros inversores una oportunidad más de acceder a esta estrategia tan novedosa como emocionante, lo cual es una prioridad estratégica para Jupiter”.
A estas declaraciones, Félix de Gregorio, responsable de Jupiter para Iberia, ha añadido: “Este nuevo fondo se caracteriza por proporcionar un beneficio integral a todas las partes interesadas, desde los clientes y los empleados hasta la sociedad y el medio ambiente. Ser capaces de lograr un impacto real que beneficie a todas las partes es, precisamente, a lo que aspiramos en Jupiter. Además, otra de las grandes características del fondo es que va más allá del concepto ESG tradicional, alineándose, de esta manera, con nuestro compromiso permanente con la inversión sostenible. Ya hemos observado un interés real de los clientes y un fuerte crecimiento inicial de la estrategia desde que confirmamos la asociación con NZS, y el lanzamiento de este fondo hará que los activos totales de la compañía superen los 1.000 millones de dólares, al tiempo que ofrecerá una nueva oportunidad a nuestros clientes de acceder a esta emocionante nueva estrategia, una prioridad estratégica clave para Jupiter”.
Pixabay CC0 Public Domain. Ended European Living, la nueva estrategia de DWS para invertir en real estate europeo
DWS ha anunciado el lanzamiento de Open-Ended European Living, su última estrategia open-ended de real estate dirigida a inversores institucionales y centrada en activos de real estate core residencial y living de los mercados más consolidados de Europa.
Según explica la gestora, la asignación inicial está dirigida a los mercados de vivienda de las áreas metropolitanas más grandes, principalmente en Alemania, países nórdicos, Países Bajos, Irlanda y Francia, y con un enfoque secundario en mercados emergentes como el Reino Unido, España e Italia, con la integración de los criterios ESG en todo el proceso de inversión, de acuerdo con el compromiso de DWS con el objetivo climático del Acuerdo de París.
Clemens Schaefer, Head of Real Estate para la región APAC y EMEA para DWS, destaca que DWS es un inversor líder en el mercado residencial con un profundo conocimiento gracias a sus más de 15 años de experiencia en el sector. “Contamos con una cartera residencial sólida en Europa, con más de 6.000 millones de euros, para los inversores core que buscan diversificación, el mercado residencial ha demostrado ser un sector defensivo en momentos de tensión de los mercados”.
Por su parte, Jessica Hardman, Head of European Portfolio Management para DWS, señala que, “a medida que las inversiones residenciales sigan ganando importancia, nuestro enfoque estratégico se centrará en activos residenciales asequibles en ubicaciones urbanas en las principales áreas metropolitanas de Europa y con sólidos fundamentales de inversión a largo plazo. Como inversor líder en el sector de la vivienda, en DWS disponemos de una cartera con sólidas oportunidades de inversión”.
En la actualidad, la cartera de DWS abarca todo el espectro, incluyendo residencias de estudiantes, segmento build to rent, salud y hoteles ubicados en micro localizaciones estratégicamente en toda Europa, gestionadas por una red local de profesionales de la inversión y la gestión de activos.
Pixabay CC0 Public Domain. Energía limpia: dirigir el zumbido de la política climática
Recientemente, no hubo escasez de noticias sobre política climática. Sin embargo, a pesar de las promesas vertiginosas de estímulo a las energías limpias, los inversores deberían recordar que el capital no es el factor limitante del crecimiento en estos días. Todavía sentimos cierto optimismo excesivo sobre las perspectivas fundamentales y el descuido de los riesgos competitivos. Dados los recientes reveses en el desempeño y dado el entusiasmo predominante de los inversores, las perspectivas para el tema parecen más equilibradas pero también más inciertas. Elevamos nuestra vista a neutral.
El presidente de los Estados Unidos, Biden, dominó el escenario de la última cumbre climática con su plan de estímulo de infraestructura anunciado anteriormente, mientras Japón anunció objetivos más agresivos, que ahora están alineados con las ambiciones de otros países del mundo occidental.
Una pequeña sorpresa fue el hecho de que el gobierno de EE.UU. evitó anunciar un impuesto al carbono, una herramienta probada y eficiente de la política climática. En medio de todo este ruido político, incluidas las promesas de financiación vertiginosas, los inversores deberían recordar que el capital no es el factor limitante en el negocio de la energía limpia en estos días. Por tanto, el estímulo verde tiene sus límites. Los inversores están demasiado dispuestos a financiar cualquier tipo de proyecto verde, como lo han demostrado los acontecimientos de los últimos meses en los mercados de capitales, especialmente el desempeño del tema de las energías limpias.
En cambio, los factores limitantes están en otra parte, incluidos los largos procesos de autorización, la cantidad de tiempo y la presión de margen que necesita para sacar del mercado a las centrales eléctricas de combustibles fósiles, un proceso con muchas fricciones económicas y sociales, a menudo amortiguadas y ralentizadas por políticas. El desafío clave para el negocio de las energías limpias sigue siendo la presión sobre los márgenes, ya que los flujos sustanciales de capital, en parte de los bolsillos profundos del negocio del petróleo, aumentan los precios de los proyectos de desarrollo. Además, la duración de los acuerdos de compra de energía firmados se acorta, aumentando la exposición a la volatilidad del precio de la energía y erosionando la estabilidad inherente del negocio. Las valoraciones han bajado pero siguen siendo elevadas.
El mercado todavía parece demasiado optimista sobre las perspectivas fundamentales y descuida los riesgos competitivos. Dicho esto, el entusiasmo de los inversores sigue siendo fuerte. Dado el reciente revés en el desempeño, creemos que la perspectiva parece más equilibrada pero también más incierta.
Tribuna de Norbert Rücker, director de economía e investigación de Next Generation en Julius Baer.
Los inversores que esperan que la demanda contenida impulse una recuperación económica duradera tras el coronavirus en Europa podrían acabar decepcionados. Aunque durante el confinamiento ha habido una acumulación de demanda, es probable que su fuerza se vea reducida por la retirada del estímulo de los gobiernos, la creciente disparidad de la riqueza y los cambios en los patrones de consumo. En consecuencia, la recuperación europea tras el coronavirus será probablemente compleja y podría resultar en una gran dispersión de las rentabilidades entre distintos activos.
Es fácil entender por qué muchos inversores esperan una recuperación cíclica. Aunque las consecuencias del coronavirus provocaron un aumento del desempleo en toda Europa, los planes de estímulo fiscal mantuvieron las empresas a flote, aseguraron los puestos de trabajo y cubrieron la falta de financiación mediante préstamos, subvenciones y ERTE.
…la recesión provocada por la pandemia provocó el mayor aumento del ahorro de los hogares desde la II Guerra Mundial.
– Niklas Jeschke, analista de Soluciones Multiactivo
De hecho, la recesión provocada por la pandemia dio lugar al mayor aumento del ahorro de los hogares desde la II Guerra Mundial. Esto se debió principalmente al desplome del gasto de los hogares, ya que los confinamientos impidieron a la gente consumir según la cesta de la compra y el volumen de gasto habitual. Dado que el consumo de los hogares supone unas dos terceras partes del producto interior bruto de las economías avanzadas, un uso, incluso parcial, de ese ahorro una vez que se levanten las restricciones del confinamiento debería, en teoría, provocar un repunte inmediato y permanente del crecimiento.
Sin embargo, esta vez probablemente será diferente. A continuación, ofrecemos tres motivos.
Riesgo de retirada prematura de las políticas
El rally de la renta variable del año pasado se debió en parte a los generosos planes de ayudas de los gobiernos por el coronavirus, pero también en cierto modo a la expectativa de que, en cuanto puedan, los consumidores volverán a los patrones de gasto anteriores a la pandemia o, incluso mejor, compensarán el consumo que dejaron de hacer debido a los confinamientos. Es una hipótesis razonable para muchos servicios. Las consultas de médicos y dentistas privados, por ejemplo, probablemente registrarán un fuerte aumento de la demanda, al poder realizar finalmente los tratamientos que se aplazaron. Sin embargo, en otros ámbitos, la demanda contenida tendrá un impacto mucho menor. Por ejemplo, quien no haya podido cortarse el pelo durante el confinamiento difícilmente va a hacerse dos cortes de pelo seguidos para compensarlo.
Estos dos ejemplos muestran que la demanda contenida se manifiesta de forma diferente en distintos ámbitos. Los mayores sectores económicos, la alimentación y el alojamiento (incluidos los viajes), probablemente estarán más o menos en medio, dependiendo del comportamiento de los consumidores. El «consumo social» inherente a estos sectores implica que un gran aumento de la demanda reflejaría también la falta de interacción social durante el confinamiento. En Australia, las reservas de restaurantes se multiplicaron por dos con respecto a los niveles anteriores a la pandemia, una vez se puso fin a los confinamientos durante el verano en el hemisferio sur. Esto hace pensar que los consumidores compensaron el consumo que dejaron de hacer durante el confinamiento con más consumo del normal al levantarse el mismo. Sin embargo, esto puede interpretarse de otra manera: si los consumidores esperan otro confinamiento por una nueva ola del virus, podrían aumentar su consumo para aprovechar la libertad de comer fuera o irse de vacaciones mientras pueden.
En cualquier caso, el resultado sería una fuerte recuperación inicial. Sin embargo, si resulta que la gente simplemente adelantó al verano su consumo del invierno, es poco probable que se mantenga el rápido ritmo de recuperación de los servicios. El riesgo en este caso es que las autoridades vean una fuerte recuperación inicial en el verano, den por supuesto que se mantendrá y reduzcan el respaldo de las políticas monetarias y fiscales, incluyendo la retirada de los ERTE y esquemas similares. Durante la retirada del respaldo, sería inevitable un cierto grado de destrucción creativa, lo que supondría la quiebra de algunas empresas y el despido permanente de trabajadores en ERTE. Sin embargo, una retirada prematura de las políticas de respaldo haría que este ajuste fuese más doloroso desde el punto de vista económico y la recuperación mucho más larga.
Los inversores en renta fija podrían beneficiarse de este posible cambio en las políticas. Cuando se levanten los confinamientos, en un primer momento esperamos ventas masivas de bonos, ante la fuerte recuperación impulsada por el consumo. Sin embargo, a medio plazo, vemos riesgos de errores políticos, al interpretarse incorrectamente la continuidad de la fuerte recuperación de la demanda de consumo. Esto podría ser un lastre para el crecimiento, lo que conllevaría una disminución de los rendimientos de los bonos. Los inversores pueden tratar de proteger sus carteras contra los posibles errores políticos incrementando gradualmente sus asignaciones defensivas a renta fija, pues los rendimientos deberían subir inicialmente cuando se eliminen poco a poco las restricciones relacionadas con el coronavirus.
Enormes desigualdades de riqueza
Como hemos comentado antes, el ahorro de los hogares se disparó durante la crisis en términos generales. Sin embargo, esta acumulación de riqueza no se ha dado por igual en todos los hogares. Los datos de las encuestas del Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra indican que los hogares con ingresos altos aumentaron sus ahorros mucho más que aquellos con ingresos más bajos. Durante toda la crisis, los hogares con menos ingresos tuvieron más probabilidades de perder su empleo o verse afectados por un ERTE, menos probabilidades de teletrabajar y menos probabilidades de poseer activos financieros importantes que se beneficiaran del repunte del mercado posterior a la liquidación.
El relativo aumento del ahorro entre los hogares de ingresos altos durante la pandemia incrementó las desigualdades de riqueza que ya existían. Dado que los hogares con miembros en edad de trabajar se sienten más cómodos gastando de sus ingresos recurrentes que de su riqueza acumulada, es menos probable que los hogares con altos ingresos gasten sus ahorros. Así, la gran dispersión de la riqueza amenaza con lastrar la recuperación.
Por último, los bienes inmobiliarios y los activos financieros se encarecieron en la práctica durante 2020, pues es ahí donde probablemente se destinaron la mayor parte de los ahorros. Comparado con la época anterior al coronavirus, los hogares que actualmente ahorran para la jubilación tendrán que asumir unos menores rendimientos de sus inversiones y ahorrar más para sus pensiones si desean mantener el mismo nivel de vida, de seguir igual todas las variables. Esto es así especialmente para los hogares con menores ingresos, que están en una fase más temprana de su ciclo vital y tienen la mayor predisposición marginal para consumir. Los hogares con mayores ingresos, que están en una fase más avanzada de su ciclo vital y tienen una baja predisposición al consumo, probablemente seguirán beneficiándose de la subida de los precios de los activos.
En general, esta evolución implica que el crecimiento del consumo agregado podría ser más débil de lo previsto a medio plazo. Por tanto, esperamos que la tendencia de la tasa de crecimiento del consumo a largo plazo se sitúe por debajo de los niveles anteriores a la pandemia. Esto se traduciría en un tipo de interés natural más bajo, R*, y en unos menores rendimientos de los bonos. Junto con nuestros comentarios anteriores sobre la posibilidad de errores políticos, la probabilidad de que estas perspectivas se hagan realidad supone otro obstáculo para los rendimientos de la renta fija a medio y largo plazo.
…creemos que los inversores deberían mantener los componentes defensivos de la renta fija en sus carteras.
– Tomasz Wieladek, economista internacional
Por tanto, creemos que los inversores deberían mantener en sus carteras los componentes defensivos de la renta fija. Aunque la sobreponderación de los activos de riesgo puede resultar ventajosa conforme el consumo se recupere, los inversores también deberían incluir algunos activos conservadores que puedan reducir el riesgo en caso de que pasemos a un entorno de menor crecimiento del consumo.
Cambio en los patrones de consumo
Los cambios seculares en las preferencias de los consumidores probablemente supondrán una fuente de destrucción creativa adicional en varios sectores económicos. Ya estamos viendo los primeros indicios de cambio de tendencia en el mercado inmobiliario: los alquileres de pisos céntricos en las grandes áreas metropolitanas se han visto más afectados por la crisis que las viviendas de zonas rurales. El teletrabajo posible gracias a la tecnología ha permitido a los inquilinos reconsiderar sus preferencias de vivienda y se espera que los consumidores sigan dando mayor importancia a su entorno vital. Los negocios que dependen del desplazamiento a pie de los clientes tendrán muchas dificultades para competir con los nuevos hábitos de consumo adquiridos.
De igual modo, los canales de distribución online y móvil se han afianzado aún más en los patrones de consumo. Sectores como el comercio minorista y el entretenimiento han registrado un aumento en su adopción desde niveles ya altos. Pero lo más interesante es que la distribución a distancia se ha afianzado en sectores poco representados anteriormente, como la educación y la medicina. Las compañías tecnológicas que se benefician de estas tendencias o las hacen posibles han sido las más favorecidas por esta nueva realidad. Una vez se han manifestado estos cambios de comportamiento de los consumidores, cuesta imaginar que se vuelva a los patrones anteriores al coronavirus.
Los inversores también deben estar muy atentos a la capacidad de los productores para hacer frente a cambios permanentes en las preferencias de los consumidores. Por ejemplo, el aumento de la demanda de productos electrónicos debido al coronavirus provocó una escasez de oferta de semiconductores a principios de 2021, lo que dio lugar a importantes problemas de producción que afectaron a muchos sectores, desde el automóvil hasta el entretenimiento en casa.
Así pues, los inversores deben ser ágiles al identificar dónde se recuperará con fuerza la demanda de los consumidores, dónde hay cadenas de suministro que pueden asumir unos niveles de demanda persistentemente altos y si el consumo volverá a los patrones anteriores a la crisis o seguirá nuevas normas. Creemos que una amplia rotación hacia las acciones de pequeña capitalización, value y de los mercados emergentes pasaría por alto la dispersión que subyace bajo la cuestión de la «demanda contenida».
Los confinamientos han obligado a los consumidores a adoptar nuevas tecnologías y hábitos que han cambiado de forma permanente los patrones de consumo. Por ello, apostamos por una gestión activa en estos segmentos de mercado. En nuestra opinión, la gestión activa está en mejores condiciones de beneficiarse de la revalorización no linear que probablemente se producirá cuando entremos en un entorno más estable tras el coronavirus.
Tribuna de Yoram Lustig, Head of Multi-Asset Solutions en T. Rowe Price
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