Las rentas pasivas podrían definirse de forma general como las rentas que siguen percibiéndose después de un trabajo inicial y que requieren un esfuerzo diario entre bajo y nulo para mantenerlas. Tener acceso a flujos de rentas pasivas podría darle mayor libertad financiera. Algunos ejemplos son las rentas por alquileres de un inmueble de inversión, los dividendos de un negocio que se posea o incluso los derechos de autor de un libro o una composición musical.
Pero tal vez la fuente de rentas pasivas más común sea la inversión. Bajo estas líneas, de la mano de Fidelity, se exponen algunas de las principales formas que puede adoptar:
Acciones de alta rentabilidad por dividendo. Una acción de alta rentabilidad por dividendo es un título avalado por una trayectoria de pago regular de dividendos a sus accionistas. Suelen ser empresas consolidadas y solventes con equipos directivos competentes y un crecimiento constante de los beneficios. Estos dividendos generalmente se abonan como pagos en efectivo y suelen sufragarse con el beneficio neto de una empresa.
Bonos. Un bono es un préstamo entre un inversor y un prestatario, generalmente una empresa o un gobierno. El inversor o titular del bono recibirá una renta periódica (llamada cupón fijo) del prestatario, que también devolverá el principal (el préstamo) al inversor cuando se cumpla el plazo (vencimiento).
Activos monetarios. Las inversiones monetarias ofrecen una rentabilidad mediante pagos de intereses. Las inversiones monetarias generalmente se consideran unas de las más seguras y generalmente ofrecen una rentabilidad más baja que las acciones y los bonos, dado su menor riesgo.
Inversiones alternativas. Una inversión alternativa es simplemente una que no pertenece a las clases de activos “tradicionales”: acciones, bonos y activos monetarios. Las inversiones alternativas engloban desde los activos reales, como las tierras de cultivo, hasta los fondos de infraestructuras cotizados, pasando por el arrendamiento de aviones y la inversión directa en inmuebles. Las inversiones alternativas suelen presentar motores de rentabilidad que difieren de los mercados de renta variable o renta fija y podrían aportar unos flujos de rentas más constantes.
Acceder a rentas pasivas a través de un fondo gestionado
Para ser un inversor de éxito a largo plazo, es preciso dedicar mucho tiempo y esfuerzo al estudio y al análisis, algo que dista mucho de ser un ejercicio pasivo. Invertir a través de fondos gestionados profesionalmente ofrece lo mejor de los dos mundos: acceder a un conjunto de activos que generan rentas sin tener que trabajar supervisando las inversiones subyacentes, sabiendo que un gestor experimentando está haciendo este trabajo por usted.
Obviamente, hay cierto trabajo previo que hacer para seleccionar aquellos fondos que le parezca que se adaptan mejor a sus necesidades, pero es un trabajo mínimo comparado con la vigilancia diaria que se necesita para gestionar usted mismo unas inversiones similares.