Mientras el gobierno de Caracas anuncia una batería de medidas para frenar la inflación, uno de los actos esenciales del drama venezolano se juega en los tribunales y apunta a que los acreedores internacionales puedan embargar bienes de PDVSA, algo que parece cada vez más posible después de la sentencia de un tribunal de Delawere.
El mismo día de la entrada en vigor del bolívar soberano, la nueva moneda de Venezuela, la petrolera estadounidense Conoco Phillips anunció un acuerdo con PDVSA para recibir 2.000 millones de dólares en un litigio de activos expropiados. Esto muestra que evitar juicios se ha convertido en algo crucial para el gobierno de Nicolás Maduro después de que un tribunal de Delawere decidiera aplicar una nueva jurisprudencia a los embargos de activos venezolanos.
Este mismo mes de agosto, dicha corte federal de EE.UU. autorizó que los acreedores de la República Venezolana pudieran ejecutar activos de la petrolera estatal en el extranjero basándose en la tesis del “alter ego”. Así, la empresa minera canadiense Cristallex International Corporation podría utilizar los haberes de Citgo, la subsidiaria de PDVSA en Estados Unidos, para recuperar las deudas que mantiene con el Estado venezolano. Citgo es una empresa de vital importancia para Venezuela ya que es una importante fuente de dólares para el país.
El profesor José Ignacio Hernández explica en un artículo del portal Prodavinci que la República de Venezuela y PDVSA tienen estatutos legales separados que hasta ahora los hacían independientes en caso de embargo para el cobro de deudas en caso de impago. Pero la Corte de Delawere consideró que PDVSA no es realmente independiente del gobierno de Venezuela a pesar de sus estatutos ya que se trata de un ente instrumental del Estado. Así, la sentencia considera que la petrolera venezolana es un “alter ego” de la República.
“En pocas palabras: la decisión comentada abre las puertas para que acreedores de la República –desde inversionistas afectados por expropiaciones arbitrarias hasta tenedores de bonos– intenten acciones en contra de activos de PDVSA en el extranjero, considerando que la compañía es un “alter ego” de la República”, señala José Ignacio Hernández.
Los analistas consideran que las últimas medidas del gobierno venezolano tienen pocas posibilidades de revertir la situación actual, ya que la devaluación y los nuevos impuestos se aplicarán a una economía exhausta. Solo el apoyo de alguna institución internacional proveedora de dólares o una clara subida del precio de la gasolina pueden frenar la inflación.
En este contexto, el default en cámara lenta de Venezuela puede acelerarse y Citgo puede quedar en manos de los acreedores.