El acceso a los servicios financieros básicos -como una cuenta corriente, un crédito, un seguro o un producto de ahorro- es una cuestión global clave para el desarrollo económico y social. La inclusión financiera es una base esencial para formar parte de una comunidad. Sin embargo, según los datos del Banco Mundial, en 2018 se estimó que todavía había unos 1.700 millones de adultos en todo el mundo sin una cuenta bancaria básica. Afortunadamente, la oferta de servicios financieros y bancarios básicos en los países en desarrollo está aumentando, según explica Anne Tolmunen, gestora de la estrategia AXA WF Framlington Social Progress, bien a través de la microfinanciación o del acceso a la banca digital a través de un teléfono móvil.
La exclusión financiera también afecta a los habitantes de los países desarrollados, a menudo aquellas personas que tienen empleos precarios y de bajos ingresos. En la opinión de AXA IM, la inclusión financiera representa una gran necesidad y un catalizador evidente para el progreso social, pero también tiene un potencial atractivo para los inversores que buscan rendimientos a la vez que pretenden incorporar una dimensión de impacto en sus carteras.
La tecnología como facilitadora de la inclusión digital
La inclusión digital significa poner la tecnología al alcance de todos, así como enseñar habilidades digitales, permitiendo a la gente utilizar estas herramientas para mejorar su integración social y económica. La tecnología digital ha sido transformadora, especialmente en las últimas décadas, y las nuevas innovaciones han cambiado significativamente nuestras vidas. En los países en desarrollo, el crecimiento de los servicios digitales está permitiendo que nuevos actores innoven y ofrezcan soluciones de bajo coste, ayudando a ampliar el acceso a las poblaciones desatendidas.
Por ejemplo, PagSeguro Digital es una empresa brasileña que ofrece servicios de pago digital a microempresarios. Lanzado inicialmente como una plataforma de pago en línea, el grupo ha crecido para ofrecer nuevos servicios, como PagBank, un banco digital que opera a través de una aplicación para teléfonos inteligentes, dirigido a personas con poco acceso a los servicios bancarios.
Mejora social y mayor inclusión
El acceso a los servicios bancarios representa el progreso y es una palanca para la mejora social que también permite a los individuos formar parte de una comunidad más sostenible. Mientras tanto, la tecnología facilita y mejora el acceso a los servicios bancarios tanto en los países desarrollados como en los emergentes, fomentando una mayor inclusión. Por eso, en AXA IM perciben un potencial continuo de oportunidades de inversión tanto en los proveedores de servicios financieros como en las empresas tecnológicas que les permiten llegar a los clientes de estos mercados desatendidos.
Información importante:
Las empresas se nombran únicamente a título ilustrativo y no constituyen un asesoramiento de inversión ni una recomendación de AXA IM.