Foto: ermanitu, Flickr, Creative Commons. Ojo, las expectativas difieren de la realidad
Desde Newton, una de las gestoras especialistas de BNY Mellon, somos conscientes de que poderosas tendencias estructurales obstaculizan el crecimiento económico. Además, la política monetaria extrema en Estados Unidos está creando distorsiones en los mercados que amenazan con desencadenar un nuevo ciclo de auge y caída. Invertir en este contexto requiere de un análisis exhaustivo, por eso, en Newton, organizamos nuestros equipos y decisiones según temas de inversión específicos, para asegurar que gestores y analistas saquen el máximo provecho de las tendencias en constante cambio de los mercados globales.
Las perspectivas de inversión actuales a nivel global son poco alentadoras ya que existen posibles riesgos en el mercado. La primera preocupación tiene que ver con la inflación de activos patrocinada por el estado, que representa la flexibilización cuantitativa (QE). La política monetaria acomodaticia no proporcionará una solución a los considerables retos estructurales presentes en la economía global y al problema de endeudamiento todavía por resolver. Fuera de tiempos de guerra, las economías nunca habían estado tan endeudadas. En Occidente, esta deuda ha financiado principalmente el consumo y los activos ya existentes.
Frente a este trasfondo de mercado potencialmente volátil, los inversores deben mantener expectativas de rentabilidad realistas, por eso es aconsejable plantearse «inversiones refugio» (con características como bajo apalancamiento financiero, flujos de beneficio estables y balances sólidos) capaces de protegerles de la volatilidad de mercado.
Otro de los peligros a los que nos enfrentamos se refiere a que las expectativas se están desviando de la realidad. Nuestra previsión es que la tendencia de crecimiento económico será relativamente más lenta, pero potencialmente más volátil. En un mundo distorsionado por la intervención monetaria y por los efectos dinámicos de la tecnología, es clave intentar comprender qué se invierte y no verse forzado a pagar demasiado.
Además, el panorama global de crédito e inflación es aún preocupante y el mercado podría ser objeto de una fuerte corrección. Sobre este escenario, ciertas características actuales apuntan claramente a la inflación de una nueva burbuja impulsada por el crédito, y dada la magnitud de las medidas estímulo aplicadas recientemente, podría ser de proporciones históricas.
Por otro lado, el enfoque temático de Newton identifica a la «influencia china» como un factor macroeconómico importante, pero las condiciones económicas actuales en el gigante asiático son fuente de preocupación. Desde una perspectiva de inversión, la expansión crediticia china podría entrar en una espiral descontrolada. Algunas de las cifras implicadas son alucinantes, y en algunas áreas de la economía, parece que el control del crédito es virtualmente inexistente.
Por último, a la hora de definir esas expectativas de inversión, hay que tener en cuenta que la plétora de regulaciones sectoriales introducidas desde la crisis financiera ha dejado pasar una oportunidad para implementar reformas efectivas: la idea de que las instituciones son de importancia sistémica (“too big to fail”) ya era poco realista, hemos desaprovechado una oportunidad para cambiar estructuralmente el sistema. No parece que éste sea actualmente mucho más seguro que antes.
Iain Stewart, director de la estrategia Real Return en Newton, parte de BNY Mellon
Foto: Mirador Tigre, Flickr, Creative Commons. La negociación de la recompra de deuda argentina por los bancos internacionales podría concretarse
Nuevamente empiezan a correr rumores de un acuerdo entre los holdouts y grandes bancos de inversión; como toda versión puede ser cierto o bien una operación de prensa de algunos jugadores que están en un mercado donde quieren salir.
Pero veamos la versión optimista y la posibilidad que esta operación de recompra de la sentencia sea viable, porque los bancos de inversion tengan interés de comprar deuda en litigio por casi el 80% de su valor. Por razones económicas y por razones políticas.
Aspecto económico
Todos estos bancos están fuertemente expuestos en la emisión de seguros de default y el monto a desembolsar puede ser significativamente menor al monto potencial a una extensión del default Argentino. Los principales activos de los bancos nacionales son sus bonos, con lo cual pueden justificar mas fácilmente una eventual incorporación a un proceso de salvataje.
Aspectos políticos
Por unos 1.000 millones aproximadamente se quedan con el poder de hacer ingresar a la Argentina a un nuevo default y de por sí presionar al actual gobierno a que le reconozca el fallo tal cual está luego de enero 2015 o bien contribuir a una nueva crisis financiera en Argentina que asegure el recambio político definitivamente y permita negociar en mejores términos con un gobierno más racional y menos propenso a la retórica.
Porque salvar a un Gobierno que se ha demostrado incompetente e irracional financieramente, simplemente por todavía no observar que existe una oposición seria para asegurar gobernabilidad, solo nuestro microclima como país podemos darle cierta chance de éxito a un gobierno con Scioli, Macri o Massa al frente del ejecutivo -es claro que los equipos económicos de los tres no han sabido despegarse del proceso de (des)negociación del Gobierno y demostraron una nula capacidad técnica ante el default y los propios candidatos carecieron de estrategia política para un posicionamiento distinto al del poder ejecutivo-.
Pero en un análisis más profundo sabemos que ninguno asegura gobernabilidad política y enfrente está un Cristinismo puro con un fuerte poder de fuego para seguir haciendo daño desde la oposición.
Por ello a igual que en el año 2011 el poder financiero internacional y financiero va a apostar sobre seguro quién le puede ofrecer alguna chance de gobernabilidad y continuidad (a los tumbos).
La ausencia de oposicion seria y racional por ahora no hace posicionarse fuertemente al mundo financiero para que Argentina entre en el abismo.
Artículo de opinión de César Ariel Omse, publicado en su blog
Tras un muy buen comienzo de año, el riesgo de una corrección en el mercado de bonos high yield comenzó a aumentar y, aunque no todos los años se repite el mismo patrón, el mercado ha tendido históricamente a suavizarse a medida que se acerca el verano. La fortaleza mostrada por la deuda high yield en los meses de mayo y junio de 2014, a pesar de los considerables volúmenes de nuevas emisiones, resultó sorprendente en cierto modo, en vista de la debilidad estacional a la que asistimos el pasado año (véase gráfico).
Justo cuando parecía que el mercado podría esquivar cualquier debilidad estacional, se conjugaron una serie de factores que desembocaron en la reciente la oleada de ventas:
Nuevas emisiones. Por segundo año consecutivo, se ha producido un marcado aumento en el número de emisiones de títulos high yield. En parte, se trata de una respuesta diferida a la sólida confianza mostrada por los inversores a principios de año, que animó a las empresas a lanzarse a los mercados, junto con emisiones que habían quedado aplazadas desde la primavera ante las preocupaciones geopolíticas. Esta abultada oferta ha llegado en un momento en el que la liquidez no abunda especialmente en los mercados y, por tanto, a los inversores se les ha atragantado.
Flujos de inversión. Los flujos de inversión en Estados Unidos han cambiado drásticamente: en lo que va de año, los fondos de deuda high yield han pasado de recibir un fuerte volumen de inversión neto a sufrir ventas generalizadas en un lapso de tan sólo tres semanas durante el mes de julio. Para poner este hecho en contexto, en veinte de las veintiuna semanas previas a julio se habían registrado inversiones. EE.UU. ha experimentado reembolsos por un valor aproximado de 11.000 millones de dólares desde que cambió esta tendencia.
Posicionamiento de consenso. La deuda high yield sigue siendo una posición larga de consenso, es decir, una amplia gama de inversores se decanta por los bonos high yield porque es uno de los pocos universos de inversión que siguen ofreciendo rentabilidades reales atractivas. Coincidimos en que hay muchos «turistas» en el alto rendimiento: Inversores tácticos en este tipo de bonos que buscan más rendimientos o una beta adicional. Independientemente de sus motivos, es probable que sus posiciones sean más transitorias y podrían salir de ellas con las correcciones del mercado. Hoy en día, en cierto modo podríamos estar asistiendo a este fenómeno.
Preocupaciones sobre los tipos de interés. El mercado parece haber adelantado inquietudes sobre subidas de tipos, concretamente en Estados Unidos. En nuestra opinión, este debate se ha planteado demasiado pronto, dado que no prevemos una subida en los tipos de interés de este país antes de principios a mediados de 2015.
Factores geopolíticos. La incertidumbre generada por los acontecimientos registrados en Oriente Medio y Ucrania ha minado la confianza y ha hecho que los inversores se muestren reacios a invertir en activos con más riesgo.
Riesgos derivados de acontecimientos inesperados. Acontecimientos relevantes como la debacle de Banco Espírito Santo (BES) han llevado a los bonistas a exigir primas de riesgo más elevadas. Algo que resulta comprensible, dado que los titulares de bonos subordinados del BES (tal y como ocurrió anteriormente con el banco holandés SNS y el austriaco HAA) se enteraron el 4 de agosto de que habían sufrido una gran pérdida real de capital, con diversos escenarios posibles sobre el futuro éxito de los activos de un nuevo «banco malo».
¿Qué podría hacer regresar la confianza?
En primer lugar, hemos de ser realistas y aceptar que agosto, el mes de vacaciones por excelencia, no es la mejor época para la deuda high yield y la liquidez cae. En segundo lugar, tenemos que aceptar que los volúmenes de inversión suelen seguir a las rentabilidades, por lo que es probable que un par de meses de rentabilidades reducidas en los bonos high yield conlleve unos flujos de inversión negativos o reprimidos durante varias semanas más. Dicho esto, durante las rabietas por la retirada del programa de estímulos de la Fed en el verano de 2013, el volumen de inversión en deuda high yield se tornó negativo durante un par de meses para luego retomar con rapidez el terreno positivo durante el resto del año.
Las correcciones no gustan a nadie pero tienen la ventaja de crear valor en el mercado. La rentabilidad en el mercado europeo de deuda high yield en su conjunto ya se ha visto aupada en 60 puntos básicos hasta el 4,3% y diversos bonos se perfilan como interesantes alternativas en términos de valoración.
Desde nuestro punto de vista, esperamos que la calma estival pase. Como gestores de fondos high yield relativamente recientes y, por tanto, pequeños, gozamos de una posición ideal para ver en esta corrección una oportunidad para realizar adquisiciones selectivas en el mercado secundario a precios bastante atractivos.
Análisis de Chris Bullock, cogestor del Henderson Horizon Euro High Yield Bond Fund y del Henderson Horizon Global High Yield Bond Fund
Foto: Photographer Padawan, Flickr, Creative Commons. Valorando correctamente una inversión
Uno de los temas que han estudiado los analistas financieros es la forma en que las personas tienden a evaluar el resultado de sus inversiones. Lo que se ha encontrado es que la gran mayoría mira los retornos de dos o tres años, y en base a esto se dan una idea de lo que puede ser el desempeño futuro de algún activo particular, lo cual también ha sido plenamente demostrado, lleva a decisiones erróneas sobre la composición de un portafolio de inversión.
Lo que sucede, realmente, es que dos años son un período muy corto y poco significativo de lo que es el desempeño de un activo de inversión particular. Se conoce plenamente que el desempeño de los activos está atado a ciclos, bien sea económico, financiero o incluso ciclos políticos. Como es apenas natural pensar, un período de dos años es muy corto para definir un ciclo, y observar el retorno del activo en períodos así no permite observar qué hace el activo en diferentes momentos, tanto los buenos como los malos. Los especialistas recomiendan mirar períodos mínimos de 10 años, lo cual puede generar una mejor idea de lo que se puede esperar sobre el comportamiento futuro de un activo.
Esta teoría también aplica a otro tipo de instrumentos financieros como fondos de inversión, entre muchas cosas. Un fondo de inversión o una casa de inversión, por muy buena que sea, tiene momentos en los cuales las cosas “no salen como están planeadas” (palabras de futbolista al finalizar el partido perdido), lo cual puede ser un período de un año, dos años, etc. A veces los fondos cambian de administrador, por citar un caso, en el cual hay un período de ajuste que muchas veces conlleva una caída relativa momentánea.
El inversionista que se deja llevar por los resultados de muy corto período de tiempo puede estar perdiendo la perspectiva de algo que en inversiones se considera muy importante: la consistencia, que no es otra cosa que el administrador del fondo haga lo que se comprometió a hacer. Esto es, si el fondo dice que su objetivo es invertir en acciones de baja capitalización en USA, que realmente invierta en ese activo, así en algunos momentos del tiempo ese activo no tenga buenos resultados. Recuerde que el inversionista no compra la rentabilidad pasada, compra es un activo específico para construir un portafolio diversificado.
Así las cosas, la correcta evaluación de las inversiones es otro de los temas fundamentales en el que los analistas hacen énfasis para construir inversiones ganadoras en el largo plazo. Tener presente esto garantiza que se escojan los activos con los que realmente un inversionistas se siente cómodo y puede evaluar cómo funcionan dentro de su portafolio particular.
Opiniones dadas a título personal y que no reflejan necesariamente la posición de Old Mutual Skandia sobre los temas tratados
Photo: "Wall Street & Broadway" by Fletcher6 . Linking Equities to the Economy
En esta segunda entrega de la serie de artículos en los que describo mis principios para invertir a largo plazo, voy a revisar los vínculos existentes entre la economía de EE.UU. y el mercado bursátil.
Foco en el sector privado
Mi próximo principio consiste en centrarse en la parte “invertible” de la economía, es decir, en el sector privado, en lugar de en los datos oficiales de PIB. En mi opinión, es aquí donde un gran número de inversores se están equivocando. Desde el momento en que la economía estadounidense empezó a salir de la recesión, a mediados de 2009, los medios de comunicación no han dejado de hablar del crecimiento por debajo de potencial de la economía, con un 2,25% de media –nada parecido a la rápida expansión de los ciclos económico en forma de “V” que se experimentaron durante las décadas de los ochenta y los noventa.
¿Qué hay tras este deslucido crecimiento? Uno de los principales componentes del PIB es el gasto público, y esa partida lleva cuatro años en contracción –alcanzando su punto álgido con el “secuestro” del presupuesto federal a principios de 2013. El gasto público de los estados y los municipios también ha estado muy constreñido.
Entretanto, el sector privado ha venido creciendo un 3,5% de media durante los últimos cinco años. Este ritmo de crecimiento es normal, comparado con el de otros ciclos previos. Así, si miramos al sector privado este ciclo no ha sido tan atípico como dicen algunos expertos.
Empezamos el año con gran optimismo por parte de los economistas, acerca del crecimiento previsto en el mundo desarrollado, con perspectivas de que EE.UU. finalmente alcanzara su “velocidad de crucero” creciendo por encima de potencial. Uno de los factores que iban a contribuir a este crecimiento era el fin del “secuestro” al presupuesto federal, que espolearía el gasto público.
Sin embargo, el inusualmente frío invierno en EE.UU., unido a otros factores, puso esto en duda. Así, la última revisión del PIB del primer trimestre muestra que la economía norteamericana se contrajo un 2,1% en el primer trimestre del año, casi como si de una mini-recesión se tratara. Pero un pobre crecimiento del PIB no tiene por qué traducirse en una maldición para las acciones: los ingresos, beneficio y márgenes de las empresas del S&P 500 subían, mientras el PIB bajaba.
Resumiendo, las compañías que componen el índice de referencia de la bolsa de EE.UU. han tenido un buen año en este entorno. Con los datos sobre la mesa que evidencian el fuerte rebote de la economía en el segundo trimestre, sospecho que las empresas del S&P 500 se comportarán igual de bien, o incluso mejor. Y eso es lo que debe importarle al inversor en bolsa.
Beneficios internacionales
Un principio adicional que se debe tener en cuenta es que la composición del S&P 500 no es un espejo del PIB. Se ha producido un cambio durante los últimos años y ahora, el índice norteamericano está mucho más orientado a las manufacturas, la tecnología y en general, a la economía internacional.
Las cuentas nacionales (NIPAs) que describen la composición de la producción del país, nos cuentan que EE.UU. ya no “fabrica cosas”. El sector manufacturero representa tan solo un 10%-11% de la economía y el sector tecnológico un mero 5%. En el S&P 500, sin embargo, manufacturas y tecnología suman un 48% y 18% del índice, respectivamente. Estamos ante una gran diferencia.
De forma similar, los economistas acusan a EE.UU. de tener una economía “cerrada”, puesto que solo el 11% del PIB se intercambia con otras naciones. En cambio, cerca del 40% de los beneficios de las empresas del S&P 500 provienen de fuera. Así, tenemos que prestar atención a lo que está pasando fuera de EE.UU. De hecho, el buen comportamiento de la bolsa americana en lo que va de año a pesar de los malos datos de PIB del primer trimestre debe atribuirse, en gran medida, a la naturaleza global del S&P 500.
Si estudiamos los cuatro principales mercados a los que exporta EE.UU. –sus vecinos norteamericanos, Canadá y México, junto a la Eurzona y China – vemos que todos tuvieron un comportamiento bastante aceptable en el primer trimestre. Europa ha mostrado señales de estar en camino de escapar de la recesión, de forma lenta, pero convincente, e incluso China parece estar estabilizándose. Por el momento, la economía global se sustenta, algo que me parece positivo para la renta variable de EE.UU.
Por James Swanson, CF. Director de Estrategia de MFS
Foto: Quim Pagans, Flickr, Creative Commons. La saga holdouts y el interminable problema argentino
Tanto en ambientes académicos como profesionales pocos dudan de que la interpretación del Juez Griesa del pari passu, cláusula casi “de forma” o una especie de ornamentación introducida en los contratos de reestructuración de deuda soberana en general y de los bonos argentinos canjeados en 2005 y 2010 en particular, ha sido muy exagerada, sacada de la galera, por no decir “no ajustada a derecho”. Recomendable es leer a Anna Gelpern, reconocida especialista en estos temas, de la American University. Esta interpretación es la que finalmente dispara el fallo a favor de NML Capital, donde además Griesa agrega “…lo que estamos haciendo acá no es literalmente hacer cumplir la pari passu, como se haría en una situación comercial normal, sino proveer un remedio para la violación de esta cláusula que hizo la Argentina”. Como toda cláusula arcaica, perduró en la jerga rutinaria sin tener un entendimiento claro. La interpretación más aceptada por consenso es la de ser un seguro contra la subordinación involuntaria. Esto es, un intento por evitar que un deudor que emite nueva deuda otorgue un trato diferencial a los nuevos acreedores en detrimento de los viejos. Difícilmente podría ser interpretada como la obligación de pagar a acreedores que no aceptaron el canje de la misma forma que a los performing, prorrateando el pago en proporción a las tenencias.
Al no existir un régimen explícito y definido de quiebras de soberanos como sí existe en el derecho comercial privado, claramente este tipo de fallos puede sentar precedentes y atentar contra futuras reestructuraciones de deuda sometidas a la jurisdicción de New York. Por este motivo los países emisores de deuda buscaron blindarse a través de la introducción de Cláusulas de Acción Colectivas (CAC), evitando dejar librado el éxito de potenciales reestructuraciones a la buena voluntad de un grupo reducido de acreedores. Así, con un 75% de consentimiento, todos deben aceptar.
Ahora bien, mal que le pese al país, el juicio se perdió y por lo tanto ahora corresponde arreglar en términos de la sentencia o por el contrario permanecer en una especie de limbo en el sistema financiero internacional. Argentina, por razones técnicas o políticas, manifiesta que no puede acatar el fallo dado que estaría violando las cláusulas R.U.F.O. (Rights Upon Future Offers) introducidas en los canjes 2005/10, que obliga a igualar al resto de los acreedores ante cualquier oferta voluntaria de mejora a futuro sobre un acreedor en particular. Como si esto no fuera poco, el congreso sancionó una estructura de tres leyes que regulan la reestructuración de deuda, casi quemando las naves para opciones de salida. La 26.017 (sancionada en 2005, conocida como “ley cerrojo”, que prohibía al Estado cualquier tipo de negociación con los holdouts) y la 26.547 (2009) y 26.886 (2013), que en los hechos flexibilizaron el cerrojo porque extienden la prohibición hasta que se declare terminado el periodo de reestructuración. Griesa manifiesta que, bajo la sentencia, no existe probabilidad que dicha cláusula se gatille. Y así estamos, en un claro contexto de teoría de los juegos bajo información imperfecta.
Si RUFO es una causa y no una excusa, muchos nos preguntamos por qué no ir por un waiver de la misma a través de un depósito en garantía por ejemplo, modificar la Ley 26.886 en el Congreso Nacional y ofrecer un pago en bonos. Otra alternativa podría ser proponer un cambio en los términos no financieros de los contratos del canje, para lo cual se necesita el consentimiento del 85% de los tenedores más el 66,6% de cada serie, si se quiere eliminar de todas las series. No es una tarea fácil, sin embargo, en principio podría tratarse de un trámite administrativo que sería iniciado por el Banco Pagador designado (BONY), si los acreedores se lo solicitaran.
Simplificando, a riesgo de ser naif, todas las especulaciones se consolidan en una: si el juez reinstalara el stay (medida de no innovar) hasta el 01-01-2015, Argentina no tendría más excusas para evitar el pago, puesto que en esa fecha vencen las cláusulas RUFO. Todo pedido de reinstalación de stay debe ir acompañado de señales acordes con la acción. Pero Argentina no ha obrado en esa dirección. ¿Por qué? No tengo la respuesta. Es difícil pensar que alguien tendrá confianza en los argumentos esgrimidos si se dan señales contradictorias al respecto. Por un lado pedimos stay y por otro agitamos desde la tribuna. Esto ciertamente ha hecho Argentina. En definitiva todo se reduce a un problema de signalling. Es por este motivo que la deducción simple y lineal que se hace es que no existe voluntad de pago de la sentencia a favor de los demandantes. Es por este motivo también que no existe confianza por parte del juez y/o de los demandantes para una reimposición del stay.
¿Es el fallo una exageración de la interpretación Pari Passu? La mayoría de la evidencia indica que sí. Sin embargo la Corte Suprema de los EE.UU se negó a tomar el caso y la sentencia quedó firme. Argentina aceptó someterse a la jurisdicción de New York, puesto que supuestamente brinda la mayor seguridad jurídica y el mejor costo/beneficio en términos del éxito de la operación de reestructuración, pero ahora no está dispuesta a acatar lo que la justicia neoyorquina dice. Estos son los hechos, más allá de las especulaciones, los buitres y las dudosas capacidades del juez. La paradoja persiste.
¿Cuál es la situación de Argentina ahora?
Standard & Poor´s, Fitch Ratings y Dagong han hecho un downgrade de la deuda soberana argentina bajo legislación extranjera desde CCC- a SD (Default selectivo). El E.M.T.A (Emerging Market Trading Association) recomendó tradear flat el bono Discount por el cual se vincula el evento de incumplimiento, régimen que también alcanza a otros bonos como el Par o el Global 2017 bajo legislación neoyorquina. Esto significa que en el valor de los títulos deberá incluirse el cupón vencido (como es el caso del Discount) más los intereses acumulados hasta la fecha de transacción.
El comité de decisión del I.S.D.A (International Swaps and Derivatives Association), a través de la unanimidad de sus quince miembros, declaró que el incumplimiento del pago del cupón del bono Discount es un hecho objetivo. Esto originó la activación de los Credit Default Swaps (CDS), que solo es un problema entre privados. De todas formas este punto no parece estar desligado de otro término que por estos días será clave para el futuro de Argentina; aceleración. Efectivamente los acreedores estarán en condiciones legales de acelerar la deuda de manera de exigir el pago cash o en un corto plazo. Los bonos Discount cotizan al 85% de paridad, por lo cual el incentivo a acelerar sería mucho menor que los tenedores de bonos Par que cotizan al 50%. Para que estos últimos puedan acelerar, se debe gatillar el evento de cross default. Deberán reunir entonces un 25% de la serie específica, suponiendo claro está que Argentina pagaría, y que no pudo “curar” dicha aceleración en el período posterior. El incentivo técnico es claro, sin embargo no existe ninguna seguridad de cómo podría actuar Argentina en esas condiciones. En todo caso, si el resultado fuera negativo para estos tenedores, todavía tendrían la esperanza de una “apreciación” de los títulos ante un nuevo canje local por parte del país.
Ahora bien, quien contrató cobertura con CDS tiene el derecho a percibir un pago según esta fórmula: Nocional x (1- tasa de recupero). Esta tasa de recupero o recovery rate es determinada en base a una subasta (auction) donde solo los títulos performing con ley extranjera, que a la fecha de la subasta hubieran producido el evento de incumplimiento, pueden entrar. Pero ¿qué sucedería si un evento de cross default gatillara antes, como bien señala el economista y Phd argentino Germán Fermo? ¿Serían entonces los bonos PAR elegibles para determinar el recovery rate? Si éste fuera el caso, ¿no habría incentivos para tirar abajo su cotización, disminuyendo la tasa de recupero y aumentando el payoff por los CDS contratados?
La idea de exponer las posibilidades anteriores tiene como objetivo mostrar que no se deben subestimar las consecuencias de un evento de default, por más selectivo que sea. Y todavía no tomamos en cuenta las consecuencias socio-económicas que una demora en solucionar este tema podrían acarrear. Por lo pronto agravaría las malas condiciones económicas pre-existentes. Aumento del gasto público y mayor emisión monetaria para financiarlo, aumento de la tasa de inflación y con ello pérdida del salario real. La consecuencia es recesión en alza y nuevas expectativas de devaluación. El círculo vicioso sería difícil de romper, puesto que sin posibilidad de volver a los mercados internacionales de deuda, la restricción externa se agravaría. El gobierno nacional asegura que este es un evento transitorio de corto plazo. De momento, se ve un nuevo gradualismo devaluatorio en la cotización del dólar oficial.
Columna de opinión de Fernando Camusso, director de la firma argentina Rafaela Capital
Wikimedia CommonsLeonard Nimoy and William Shatner as Mr. Spock and Captain Kirk in Star Trek, 1968. Frontier Markets - To Boldly Go!
La esencia misma de la palabra ‘frontera’ evoca la idea de estar al filo: la frontera salvaje, la última frontera, la nueva frontera, el límite de la civilización. De hecho, para estar ahí como inversor se necesita, como diría el capitán Kirk de Star Trek: “to boldly go”, es decir, ir con osadía o atrevimiento.
No es sorprendente que los mercados frontera hayan captado la atención de muchos invasores durante los últimos años, dadas sus perspectivas de mayores retornos en comparación con mercados emergentes más tradicionales y desde luego, con los mercados desarrollados, al tiempo que mantenían su baja correlación con los mercados más maduros y con otros activos de riesgo.
Durante un tiempo, los mercados frontera se consideraron una historia con una única dimensión: crecimiento espoleado por la abundancia de recursos naturales. Y es cierto que la demanda sostenida de materias primas por parte de mercados en desarrollo como China e India han ayudado a estas economías frontera ricas en recursos.
Pero además, la mejora de medidas macroeconómicas, una mayor estabilidad política, la toma de decisiones más informadas y la creación de instituciones independientes (políticamente) bien manejadas, han ayudado al desarrollo de naciones que no son ricas en recursos naturales. Tanzania, por ejemplo, acometió reformas estructurales generalizadas en los años 90 mejorando su economía interna y promoviendo la llegada de capital extranjero.
En muchos casos, se ha conseguido obtener crecimiento sin recalentamiento. En general vemos inflaciones contenidas, tipos de cambio estables y niveles de deuda pública y externa en receso.
Actualmente el crecimiento también se apoya en una población joven y en crecimiento, provocando que la fuerza laboral de los mercados frontera crezca más deprisa que la población que depende de ella. Así, se liberan recursos que se destinan a invertir en desarrollo económico. Este fenómeno, conocido como “dividendo demográfico”, puede contribuir a mejorar la renta per cápita, el consumo interno y a un crecimiento sostenible. En combinación con las mejoras en infraestructuras básicas como carreteras, ferrocarriles, plantas de generación eléctrica y aeropuertos, se consigue una normalización de la función productiva y la asignación eficaz de la fuerza laboral, el transporte de bienes y en general, la actividad empresarial.
Como oportunidad de inversión, los mercados frontera suelen asociarse con la renta variable, gracias al lanzamiento de varios índices frontera de renta variable desde 2007. En renta fija, el universo de los mercados frontera también cuenta con una pequeña base de inversores que se ha visto ampliada tras el lanzamiento del índice de bonos en moneda fuerte JP Morgan NEXGEM en diciembre de 2011. A medida que avance el tiempo, creemos que el universo de renta fija de los mercados frontera ganará atractivo a medida que mejora la liquidez y se reducen las primas de riesgo, de forma similar a lo que se ha visto en los principales mercados emergentes durante las últimas décadas.
Consideramos esencial que los inversores se acerquen a los mercados frontera con un enfoque pragmático. Por cada tres o cuatro ejemplos de mercados frontera que muestran una mejora económica y política, nos encontramos con uno que apenas avanza, o incluso empeora. Aunque en nuestra opinión, éstos son cada vez más minoritarios. Sin embargo, como existen es esencial que la inversión se haga tras un cuidadoso análisis de los riesgos.
El caso de invertir en mercados frontera va más allá de la búsqueda de mayores retornos y menor correlación con otros activos de riesgo. Profundizando, se observa cómo los mercados frontera se apoyan en mejoras de instituciones y políticas públicas, una población en edad laboral boyante y la inversión en infraestructuras clave. No cabe duda de que las economías frontera necesitarán tiempo para alcanzar a países más desarrollados pero creemos que el inversor paciente se beneficiará a medio y largo plazo.
Columna de opinión de Kevin Daly, gestor de inversiones senior de Deuda de Mercados Emergentes de Aberdeen Asset Management
La apuesta del sector financiero por el marketing de contenidos en los dos últimos años es cada vez más potente. Foto: Victor Camillo, Flickr, Creative Commons.. Marketing de contenidos: una sólida inversión a futuro
La apuesta del sector financiero por el marketing de contenidos en los dos últimos años es cada vez más potente. La creación de contenidos valiosos para nuestros clientes potenciales y actuales es uno de los factores clave a nivel de las entidades bancarias. Podemos decir que existe claramente una regla de oro que rige a todos los mercados y es el “Branded Content”.
El marketing de contenidos, dependiendo del sector al que nos dirigimos, cuenta con una serie de características específicas que creemos convenientes destacar con el fin de resaltar su importancia a la hora de establecer estrategias de marketing para nuestros clientes dentro del sector financiero. Si queremos conseguirlo, deberemos cambiar los medios empleados hasta el momento y sobre todo establecer un modus operandi diferente. Debemos centrarnos en qué necesita y solicita nuestro público y proporcionárselo a través de canales y plataformas diferentes para sorprenderlo y conseguir mantenerlo en el tiempo, con el objetivo de fidelizarlo.
Contenido sin fronteras
La mayoría de las webs bancarias se han quedado obsoletas dado que no actualizan sus contenidos y no cuentan con herramientas digitales actualizadas. Todas suelen contar con un área privada donde ofrecen contenidos acerca de la entidad pero que no aportan demasiado valor añadido. Es aquí donde se deben romper las fronteras y establecer un buena colaboración con periódicos económicos como “The Economist” o “Wall Street Journal”, para convertir estos sitios web en fuentes que nutren de contenido económico tanto nacional como internacional a nuestros usuarios.
El enfoque de estos sites debe estar basado en un negocio internacional, donde sus contenidos serán ofrecidos vía formatos audiovisuales (imágenes, vídeos, infografías, etc) y no tan textuales. Y recordemos que nuestros clientes buscan interactuar a la vez que se informan.
Blogging y video marketing
Toda estrategia web centrada en contenidos de valor debería contar con el apoyo de una plataforma de blog que ofrezca contenidos especializados a nuestro público a través de artículos y colaboraciones de personas especializadas en el medio, empresarios, economistas, etc. En este caso, basar nuestra estrategia de contenidos en temáticas e inquietudes muy concretas de nuestros clientes (negocios, ahorro, economía doméstica, la bolsa, etc) nos ayuda a satisfacer sus necesidades y empezar a consolidar una comunidad de expertos alrededor de las entidades bancarias.
Tablet y mobile Apps
Cada vez son más las entidades bancarias que se centran en desarrollar aplicaciones interactivas y personalizadas, enfocadas al cliente final, con el fin de proveer contenido de interés y que al mismo tiempo puede combinar información textual, audiovisual e infográfica. La tendencia y el consumo de estos dispositivos ha aumentado en los últimos años, y las entidades bancarias se están adaptando a sus públicos a través de herramientas de contenido que les ayudan a difundir a través de un canal diferente los contenidos que les interesa que su público consuma.
SEM y SEO
Los bancos deberían subirse al tren que les asegurará su posicionamiento digital. A día de hoy casi un 80% de los usuarios buscan su entidad bancaria a través de motores de búsqueda. Por ello, los bancos deben buscar la manera más eficaz y destinar parte de su inversión tanto al posicionamiento gratuito (SEO) como al que es de pago (SEM).
Se deberá establecer una estrategia SEM clara y con palabras clave con el fin de conseguir que la inversión destinada dé sus frutos y así asegurarse un buen resultado a corto plazo, sin perder dinero. Es necesario analizar bien el mercado y sector en el que nos movemos además de los intereses, necesidades y solicitudes que los usuarios realizan a día de hoy en torno al sector bancario. En el caso del SEO, es más sencillo pero el resultado es a largo plazo.
Servicio al cliente
Es importante resaltar que hoy en día pocas entidades bancarias ofrecen productos y contenidos de valor a sus clientes más allá del área privada con contenido exclusivo y del uso transaccional de la web. Con el fin de mejorar la calidad de nuestras plataformas digitales y los contenidos que ofrecemos, debemos echar mano de recursos digitales que aportan valor y excelencia al servicio del cliente. Por ejemplo, el uso de “chats interactivos” a tiempo real es una de las herramientas más potentes para resolver dudas o problemas al instante además de aportar valor, los cuales ayudan a mejorar nuestra percepción de marca entre nuestros clientes y dotarlos de información que a través de otro canal no es posible conseguir.
Como aportación personal, me gustaría resaltar que el desarrollo tecnológico ofrece infinitas posibilidades y formas de contacto con nuestros clientes. Un contacto cada vez más interactivo e instantáneo, donde se busca “humanizar” a las entidades bancarias con el fin de evitar esa imagen fría que transmiten dado el carácter institucional que aportan todas sus plataformas. Se debe apostar por canales y soportes más sociales, donde la interacción y la opinión de nuestros clientes también cuente. Estas plataformas deberán estar dotadas de contenido de valor e información relevante, con el fin de convertir a nuestra entidad bancaria en un referente en el mundo económico y financiero.
Adriana Castro, International Senior Digital Account Executive and Social Media Specialist, y autora del Blog “Moving Around Ads”
Con un crecimiento económico de los países emergentes en la actualidad de tan solo un 4%, ligeramente por encima de la mitad de la media de crecimiento entre los años 2003 y 2008, las reformas están adquiriendo cada vez más importancia. Al igual que en los últimos tres años, el crecimiento del comercio mundial seguirá siendo bajo, entre el 0% y el 5% aproximadamente. Los países emergentes exportadores no pueden contar con más de eso.
Las perspectivas de crecimiento en EE.UU. y Europa son demasiado limitadas y la desaceleración estructural del crecimiento en China es demasiado evidente. Los flujos de capital no proporcionarán tampoco el impulso deseado, en primer lugar porque EE.UU. ha comenzado a normalizar su política monetaria, y en segundo lugar debido a que un número creciente de países emergentes han tenido tan alto crecimiento del crédito en los últimos años, así que queda poco espacio para un mayor crecimiento impulsado por el crédito.
Por lo tanto, tendrá que haber reformas. Durante los últimos diez años, la intervención del gobierno ha aumentado considerablemente en muchas economías emergentes, a través de los bancos estatales, todo tipo de subsidios y regulaciones e impuestos poco claros y contraproducentes. Se ha vuelto más difícil para las empresas privadas obtener beneficios, lo que se refleja claramente en el bajo crecimiento de la inversión de los últimos años. Mejorar el clima de inversión debe conducir en última instancia a una mayor inversión y a un mayor crecimiento económico. Esto requerirá la reducción de la participación del gobierno, así como reformas fiscales para crear espacio en el presupuesto para la inversión en infraestructura. Serán necesarias también reformas del mercado laboral para mejorar la posición competitiva después de años de elevado crecimiento de los salarios.
El año pasado parecía como si el fuerte ajuste del mercado y la caída de los tipos de cambio pudieran dar lugar a modificaciones en las políticas. La presión había subido tanto que las reformas parecían inevitables. Desde entonces, la presión ha disminuido en respuesta a la recuperación de los flujos de capital. Pocos países están implementando reformas para mejorar el potencial de crecimiento interno. México es la excepción y la India es el país donde las perspectivas de reformas están creando mayores expectativas.
Desde las elecciones en las que el reformador Narendra Modi ganó por gran mayoría, las expectativas han sido altas. El mercado ha mirado muy por delante en términos de todas las posibilidades. Teniendo en cuenta la ambición y trayectoria de Modi, así como el enorme margen de mejora en la dañada economía india, el futuro parece brillante. Probablemente habrá muchos cambios en los próximos años: el crecimiento de la inversión se beneficiará, la infraestructura mejorará considerablemente y el crecimiento económico podría aumentar en varios puntos porcentuales. En el corto plazo, sin embargo, las expectativas parecen un poco altas en vista de lo que es realmente posible.
Para un inversor oportunista que desee beneficiarse de las posibles reformas en los países emergentes, puede haber más que ganar en Brasil en los próximos meses. Las posibilidades de que la oposición gane las elecciones de octubre han aumentado claramente. Si la presidenta Dilma pierde las elecciones, la política económica cambiará dramáticamente. Las reformas fiscales y una reducción importante en la intervención del gobierno en la economía producirán un alza en el mercado, pero aún sigue estando en “veremos”.
Maarten-Jan Bakkum es estratega de Renta Variable de Mercados Emergentes en ING Investment Management.
Foto: Lugar a dudas, Flickr, Creative Commons. Educación: Un motor importante de sostenibilidad
La publicación de los test PISA, realizados por la OCDE, demuestra la importancia de la educación, vital para el futuro de los países. Estos test permiten una comparación de las habilidades y competencias de los estudiantes de entre 15 y 16 años en 64 economías distintas. El sudeste asiático, en particular China y Singapur, destaca claramente y ocupa la posición más alta en las tres competencias requeridas: matemáticas, ciencias y habilidades de lectura. Los países europeos, por su parte, se encuentran en su mayoría en la mitad del ranking. El análisis de estos resultados es relevante desde el punto de vista de la sostenibilidad, ya que se hace un balance del sistema educativo de un país y su capacidad para asegurar que su mano de obra futura de trabajo esté equilibrada.
Por otra parte, el sistema educativo en Europa continúa dependiendo principalmente de la financiación pública, teniendo en cuenta un ajuste presupuestario significativo. Además, varios países desarrollados podrían enfrentarse cada vez más a una falta de ingenieros, y retener a los profesionales cualificados será un reto cada vez mayor para las empresas y su competitividad.
La edición de PISA 2012 se concentró principalmente en test de matemáticas, que son predicciones de una trayectoria educativa a largo plazo y para el futuro nivel de vida de los estudiantes. En varios países europeos, los resultados son superiores a la media, e incluso han mejorado con respecto al 2003. No obstante, las divergencias entre diferentes regiones dentro de un país, entre los colegios, y la situación socioeconómica de los estudiantes son una cuestión clave, especialmente en Alemania, Bélgica, Francia, Italia y España.
Otras evoluciones son bastante preocupantes, en particular el rendimiento estable, aunque todavía inferior a la media de la OCDE, de España a pesar de un aumento presupuestario del 35% en los últimos 10 años. Este es también el caso de Francia, cuyo deterioro en estos últimos 10 años ha consistido esencialmente en una caída en el rendimiento global, como por ejemplo el hecho de que cada vez más estudiantes se enfrentan a dificultades. La correlación entre el entorno socioeconómico y el rendimiento sigue siendo muy fuerte y está creciendo aún más.
La degradación general del sistema educativo europeo, junto con una cierta reticencia hacia las nuevas tecnologías (tales como e-learning, los estudios “hechos a medida”, así como el aprendizaje digital, etc.) que tienen un impacto en los modelos tradicionales de aprendizaje es un verdadero desafío de nuestro tiempo. Por un lado, el sistema educativo está basado esencialmente en financiación pública en un contexto de restricción presupuestaria. Por otro lado, la falta de trabajadores altamente cualificados se traduce en una lucha para encontrar ingenieros u otros profesionales, que no dudan en desplazarse al extranjero a buscar otros trabajos más convincentes. Italia en particular, se enfrenta a una importante fuga de cerebros debido al malestar económico, que no es particularmente útil en la retención de los jóvenes con educación superior del país.
Las empresas también deben tener en cuenta la evolución de sus sistemas nacionales de educación con el fin de ser sostenibles. Necesitan atraer a los mejores trabajadores y retenerlos en los sectores altamente especializados o los que prosperan en la innovación. El ambiente de trabajo en general necesita ser evaluado para determinar si se fomenta la estabilidad, y sobre todo si se es capaz de retener los talentos de la compañía para mantener su sostenibilidad futura.
Estos desafíos están en el núcleo de nuestro modelo de sostenibilidad por países. De hecho, casi el 12% de la puntuación de sostenibilidad de un país está relacionada con el análisis de sus puntajes de PISA. No obstante, su impacto estimado en el ranking de los 34 países miembros de la OCDE sigue siendo limitado para nuestra estrategia sostenible de bonos de los países miembros. Los resultados de PISA se han traducido en una salida de Corea del Sur del universo elegible, mientras que ese país hace poco entró en este universo.
Cabe destacar que Finlandia ha visto su puntuación deteriorada. El país a menudo se ha mostrado como un ejemplo con respecto a su sistema educativo, sus resultados han estado muy por encima del promedio de la OCDE, mientras que su gasto en educación en función del PIB era menor. Aunque su rendimiento sigue siendo superior a la media, la tendencia es claramente a la baja en todos los indicadores de PISA. Este es un mensaje importante para este tipo de países, que están a menudo en la parte superior de la clasificación. Ya sea por coincidencia o no, la economía finlandesa también está mostrando signos de debilidad y fatiga.
El análisis de la sostenibilidad de los países hace que sea posible identificar claramente los riesgos de inversión y oportunidades gracias a un enfoque integral y fundamental que es independiente de los índices de mercado.
Ophélie Mortier es coordinadora de estrategias ISR en Petercam