El value de calidad en Europa: cambio de rumbo en el nuevo ciclo de inversión

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Pixabay CC0 Public DomainLeonard Cotte. Leonard Cotte

AdvertisementDurante gran parte de la última década, el entorno económico no ha sido nada propicio para los gestores de renta variable value, muchos de los cuales han abandonado el sector, bien porque han sido despedidos o porque se han hartado de ver el deterioro del value año tras año.

Sin embargo, al subir la inflación, se reduce el comercio global y, por lo tanto, la competencia, de modo que muchos sectores tradicionales podrían ver aumentada su capacidad de fijación de precios. En este contexto, los gestores de acciones value podrían tener por fin la ansiada oportunidad de destacar.

¡Oye, gran derrochador!

Como gestor value, es importante no perder de vista los principios fundamentales de la inversión. Cuando alguien compra una acción, básicamente está comprando el valor real de una empresa y de sus productos y operaciones. Todo precio de compra adicional superior a dicho coste no es más que el reflejo de la confianza que otros han depositado en esa empresa. Hasta hace 18 meses, los tipos de interés sumamente bajos y la política monetaria flexible abarataron el dinero, lo que permitió a los inversores comportarse con frivolidad y comprar las acciones growth de moda que parecían interesantes, sin apenas prestar atención a cuánta «confianza» adicional había.

Como consecuencia de ello, se destinó capital a empresas con ratios precio-beneficio (PER) elevados que los participantes del mercado creían que ofrecerían una mayor recompensa en el futuro. Este tipo de empresas solían generar muy poco flujo de caja y dependían de inversores externos para financiar el negocio. Al igual que al final de la burbuja de las puntocom, muchos inversores han considerado el mercado más como una lotería que como una oportunidad para invertir, una estrategia que les ha reportado excelentes rentabilidades durante una época de dinero fácil, pero que no puede funcionar bien siempre.

En los últimos meses y semanas, tanto el entorno macroeconómico como el ánimo de los inversores han cambiado radicalmente. En los últimos 18 meses, el estilo growth y el value han pugnado por el liderazgo (gráfico 1). Pero ante el aumento de la inflación, la escasez de suministros, las crecientes tensiones en el comercio global y, en última instancia, las probables subidas de tipos de interés, los inversores ahora se piensan mucho más el precio que están dispuestos a pagar por una empresa. A principios de 2022, asistimos a un cambio bastante drástico en las asignaciones de capital: el índice MSCI Europe Value se anotó una subida del 2,6% en enero, comparado con las caídas del 5% del índice MSCI World y del 8,8% del índice MSCI Europe Growth.

Janus Henderson

¿La apuesta por el value ha llegado para quedarse?

El value ha registrado un periodo momentáneo de rentabilidad relativamente buena, pero ¿cuánto puede durar? Los inversores en growth podrían aducir que los factores estructurales que impulsan a las acciones growth siguen estando ahí; las fuerzas deflacionistas podrían recuperarse en cuanto se resuelvan los problemas coyunturales de las cadenas de suministro y las tensiones políticas. Sin embargo, creemos que la inflación va a continuar al menos durante los próximos años.

Las tensiones geopolíticas siguen creciendo y la situación entre Ucrania y Rusia está afectando aún más a la inestabilidad del suministro. Mientras las cadenas de suministro se resienten, vemos cómo las empresas están relocalizando sus negocios al trasladar las operaciones a su país para evitar nuevas interrupciones. Ello supondría la creación de empleo mejor remunerado en fábricas y algunas empresas repercutirán estos costes a los clientes mediante subidas de precios, lo que generará inflación.

En otro ámbito de la inversión, creemos que los factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) también son sumamente inflacionistas. Disponer ‘correctamente’ los factores ESG tiene un alto coste. Esto se puede ver en el propio sector de la inversión, ya que las gestoras de activos están contratando más analistas para investigar las alegaciones en materia de ESG de las empresas, las cuales contratan a su vez más personal para responder a este escrutinio. La presión también se ve reflejada en el precio del petróleo.

Es imposible ignorar este desplazamiento del capital desde las compañías energéticas «sucias» hacia las nuevas tecnologías «limpias». Aunque este giro tiene buenas intenciones, se trata de empresas jóvenes que no suelen ser sustitutas reales de las fuentes de energía de eficacia probada. Una sustitución deficiente implica un aumento de la demanda de crudo, lo que eleva los precios, una consecuencia que ha afectado a muchos últimamente. De nuevo, esta situación puede generar presiones inflacionistas en la economía, que no van a desaparecer rápidamente, en nuestra opinión. En lugar de volver al entorno deflacionista de la última década, creemos que estamos en los albores de un nuevo ciclo, muy diferente del anterior.

La búsqueda de value de calidad en Europa

Frente a las empresas growth de alta calificación se encuentran las acciones deep value, es decir, empresas que parecen extraordinariamente baratas, a veces por buenos motivos. En Europa, los bancos son un sector deep value (generalmente empresas con dificultades financieras). A pesar de esta definición tan poco alentadora, el sector bancario ha sido el favorito del mes para muchos inversores interesados en pasarse al value.

Gran parte de la apuesta por el value que vimos en las primeras semanas de 2022 empezó ahí, puesto que los tipos de interés más altos deberían traducirse en mayores beneficios para el sector bancario. Una vez que los sectores deep value registren compras masivas, creemos que la apuesta por el value se ampliará a otras áreas de este mercado. 

Preferimos centrar nuestra atención en empresas de mayor calidad que creemos que el mercado infravalora, pero que tienen una alta rentabilidad financiera (ROE). Dada la retención de los flujos de caja en los negocios, creemos que este tipo de empresas deberían poder crecer más rápido que el mercado. En este entorno de tipos de interés e inflación más altos, creemos que el value de calidad está bien posicionado de cara al nuevo ciclo.

 

Tribuna de Nick Sheridan, gestor de fondos de renta variable europea de Janus Henderson Investors.

 

Información importante: 

Solo para inversores profesionales y cualificados

Solo para uso fuera de los Estados Unidos o con profesionales estadounidenses prestando servicio a personas que no sean de este país

Queda prohibida la distribución posterior I Comunicación publicitaria

Los puntos de vista que aquí figuran corresponden a la fecha de publicación. Se ofrecen exclusivamente con fines informativos y no deben considerarse ni utilizarse como asesoramiento de inversión, jurídico o fiscal ni como oferta de venta, solicitud de una oferta de compra o recomendación para comprar, vender o mantener ningún valor, estrategia de inversión o sector de mercado. Nada de lo incluido en el presente material debe considerarse una prestación directa o indirecta de servicios de gestión de inversión específicos para los requisitos de ningún cliente. Las opiniones y los ejemplos se ofrecen a efectos ilustrativos de temas más generales, no son indicativos de ninguna intención de operar, pueden variar y podrían no reflejar los puntos de vista de otros miembros de la organización. No se pretende indicar o dar a entender que cualquier ilustración/ejemplo mencionado forma parte o formó parte en algún momento de ninguna cartera. Las previsiones no pueden garantizarse y no es seguro que la información proporcionada sea completa o puntual, ni hay garantía con respecto a los resultados que se obtengan de su uso. A no ser que se indique lo contrario, Janus Henderson Investors es la fuente de los datos y confía razonablemente en la información y los datos facilitados por terceros.La rentabilidad histórica no predice las rentabilidades futuras. La inversión conlleva riesgo, incluida la posible pérdida de capital y la fluctuación del valor.

No todos los productos o servicios están disponibles en todas las jurisdicciones. El presente material o la información contenida en él podrían estar restringidos por ley y no podrán reproducirse ni mencionarse sin autorización expresa por escrito, ni utilizarse en ninguna jurisdicción o en circunstancias en que su uso resulte ilícito. Janus Henderson no es responsable de cualquier distribución ilícita del presente material a terceros, en parte o su totalidad. El contenido de este material no ha sido aprobado ni respaldado por ningún organismo regulador.

Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual las entidades que se indican ofrecen productos y servicios de inversión en las siguientes jurisdicciones: (a) En Europa, Janus Henderson Investors International Limited (n.º de registro 3594615), Janus Henderson Investors UK Limited (n.º de registro 906355), Janus Henderson Fund Management UK Limited (n.º de registro 2678531), Henderson Equity Partners Limited (n.º de registro 2606646), (cada una de ellas registrada en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (n.º de registro B22848, en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier) ofrecen productos y servicios de inversión; (b) En EE. UU., los asesores de inversión registrados ante la SEC filiales de Janus Henderson Group plc; (c) En Canadá, a través de Janus Henderson Investors US LLC, solo para inversores institucionales de determinadas jurisdicciones; (d) En Singapur, Janus Henderson Investors (Singapore) Limited (número de registro de la sociedad: 199700782N). Este anuncio o publicación no ha sido revisado por la Autoridad Monetaria de Singapur; (e) En Hong Kong, Janus Henderson Investors Hong Kong Limited. Este material no ha sido revisado por la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong («SFC»); (f) En Taiwán (República de China), Janus Henderson Investors Taiwan Limited (con funcionamiento independiente), Suite 45 A-1, Taipei 101 Tower, No. 7, Sec. 5, Xin Yi Road, Taipéi (110). Tel.: (02) 8101-1001. Número de licencia SICE autorizada 023, emitida en 2018 por la Comisión de Supervisión Financiera; «(g) En Corea del Sur, Janus Henderson Investors Limited (Singapur), exclusivamente para Inversores profesionales cualificados (según se definen en la Ley de servicios de inversión financiera y mercados de capitales y sus subreglamentos); (h) En Japón, Janus Henderson Investors (Japan) Limited, regulada por la Agencia de Servicios Financieros y registrada como Entidad de servicios financieros que realiza actividades de gestión de inversión, asesoramiento de inversión y actividad de agencia y actividades de instrumentos financieros de tipo II; (i) En Australia y Nueva Zelanda, por Janus Henderson Investors (Australia) Limited ABN 47 124 279 518 y sus entidades relacionadas, incluida Janus Henderson Investors (Australia) Institutional Funds Management Limited (ABN 16 165 119 531, AFSL 444266) y Janus Henderson Investors (Australia) Funds Management Limited (ABN 43 164 177 244, AFSL 444268); (j) En Oriente Medio, Janus Henderson Investors International Limited, regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái como Oficina de representación. No se realizarán transacciones en Oriente Medio y cualquier consulta deberá dirigirse a Janus Henderson. Las llamadas telefónicas podrán ser grabadas para nuestra mutua protección, para mejorar el servicio al cliente y a efectos de mantenimiento de registros reglamentario.

Fuera de EE. UU: Para uso exclusivo de inversores institucionales, profesionales, cualificados y sofisticados, distribuidores cualificados, inversores y clientes comerciales, según se definen en la jurisdicción aplicable. Prohibida su visualización o distribución al público. Comunicación Publicitaria.

Janus Henderson, Janus, Henderson, Intech, Knowledge Shared y Knowledge Labs son marcas comerciales de Janus Henderson Group plc o una de sus filiales. © Janus Henderson Group plc.

 

 

El value de calidad en Europa: cambio de rumbo en el nuevo ciclo de inversión

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LeonardCotte Paris
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Durante gran parte de la última década, el entorno económico no ha sido nada propicio para los gestores de renta variable value, muchos de los cuales han abandonado el sector, bien porque han sido despedidos o porque se han hartado de ver el deterioro del value año tras año.

Sin embargo, al subir la inflación, se reduce el comercio global y, por lo tanto, la competencia, de modo que muchos sectores tradicionales podrían ver aumentada su capacidad de fijación de precios. En este contexto, los gestores de acciones value podrían tener por fin la ansiada oportunidad de destacar.

¡Oye, gran derrochador!

Como gestor value, es importante no perder de vista los principios fundamentales de la inversión. Cuando alguien compra una acción, básicamente está comprando el valor real de una empresa y de sus productos y operaciones. Todo precio de compra adicional superior a dicho coste no es más que el reflejo de la confianza que otros han depositado en esa empresa. Hasta hace 18 meses, los tipos de interés sumamente bajos y la política monetaria flexible abarataron el dinero, lo que permitió a los inversores comportarse con frivolidad y comprar las acciones growth de moda que parecían interesantes, sin apenas prestar atención a cuánta «confianza» adicional había.

Como consecuencia de ello, se destinó capital a empresas con ratios precio-beneficio (PER) elevados que los participantes del mercado creían que ofrecerían una mayor recompensa en el futuro. Este tipo de empresas solían generar muy poco flujo de caja y dependían de inversores externos para financiar el negocio. Al igual que al final de la burbuja de las puntocom, muchos inversores han considerado el mercado más como una lotería que como una oportunidad para invertir, una estrategia que les ha reportado excelentes rentabilidades durante una época de dinero fácil, pero que no puede funcionar bien siempre.

En los últimos meses y semanas, tanto el entorno macroeconómico como el ánimo de los inversores han cambiado radicalmente. En los últimos 18 meses, el estilo growth y el value han pugnado por el liderazgo (gráfico 1). Pero ante el aumento de la inflación, la escasez de suministros, las crecientes tensiones en el comercio global y, en última instancia, las probables subidas de tipos de interés, los inversores ahora se piensan mucho más el precio que están dispuestos a pagar por una empresa. A principios de 2022, asistimos a un cambio bastante drástico en las asignaciones de capital: el índice MSCI Europe Value se anotó una subida del 2,6% en enero, comparado con las caídas del 5% del índice MSCI World y del 8,8% del índice MSCI Europe Growth.

Janus Henderson

¿La apuesta por el value ha llegado para quedarse?

El value ha registrado un periodo momentáneo de rentabilidad relativamente buena, pero ¿cuánto puede durar? Los inversores en growth podrían aducir que los factores estructurales que impulsan a las acciones growth siguen estando ahí; las fuerzas deflacionistas podrían recuperarse en cuanto se resuelvan los problemas coyunturales de las cadenas de suministro y las tensiones políticas. Sin embargo, creemos que la inflación va a continuar al menos durante los próximos años.

Las tensiones geopolíticas siguen creciendo y la situación entre Ucrania y Rusia está afectando aún más a la inestabilidad del suministro. Mientras las cadenas de suministro se resienten, vemos cómo las empresas están relocalizando sus negocios al trasladar las operaciones a su país para evitar nuevas interrupciones. Ello supondría la creación de empleo mejor remunerado en fábricas y algunas empresas repercutirán estos costes a los clientes mediante subidas de precios, lo que generará inflación.

En otro ámbito de la inversión, creemos que los factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) también son sumamente inflacionistas. Disponer ‘correctamente’ los factores ESG tiene un alto coste. Esto se puede ver en el propio sector de la inversión, ya que las gestoras de activos están contratando más analistas para investigar las alegaciones en materia de ESG de las empresas, las cuales contratan a su vez más personal para responder a este escrutinio. La presión también se ve reflejada en el precio del petróleo. Es imposible ignorar este desplazamiento del capital desde las compañías energéticas «sucias» hacia las nuevas tecnologías «limpias». Aunque este giro tiene buenas intenciones, se trata de empresas jóvenes que no suelen ser sustitutas reales de las fuentes de energía de eficacia probada. Una sustitución deficiente implica un aumento de la demanda de crudo, lo que eleva los precios, una consecuencia que ha afectado a muchos últimamente. De nuevo, esta situación puede generar presiones inflacionistas en la economía, que no van a desaparecer rápidamente, en nuestra opinión. En lugar de volver al entorno deflacionista de la última década, creemos que estamos en los albores de un nuevo ciclo, muy diferente del anterior.

La búsqueda de value de calidad en Europa

Frente a las empresas growth de alta calificación se encuentran las acciones deep value, es decir, empresas que parecen extraordinariamente baratas, a veces por buenos motivos. En Europa, los bancos son un sector deep value (generalmente empresas con dificultades financieras). A pesar de esta definición tan poco alentadora, el sector bancario ha sido el favorito del mes para muchos inversores interesados en pasarse al value.

Gran parte de la apuesta por el value que vimos en las primeras semanas de 2022 empezó ahí, puesto que los tipos de interés más altos deberían traducirse en mayores beneficios para el sector bancario. Una vez que los sectores deep value registren compras masivas, creemos que la apuesta por el value se ampliará a otras áreas de este mercado. 

Preferimos centrar nuestra atención en empresas de mayor calidad que creemos que el mercado infravalora, pero que tienen una alta rentabilidad financiera (ROE). Dada la retención de los flujos de caja en los negocios, creemos que este tipo de empresas deberían poder crecer más rápido que el mercado. En este entorno de tipos de interés e inflación más altos, creemos que el value de calidad está bien posicionado de cara al nuevo ciclo.

 

Tribuna de Nick Sheridan, gestor de fondos de renta variable europea de Janus Henderson Investors.

 

 

Información importante: 

Solo para inversores profesionales y cualificados

Solo para uso fuera de los Estados Unidos o con profesionales estadounidenses prestando servicio a personas que no sean de este país

Queda prohibida la distribución posterior I Comunicación publicitaria

Los puntos de vista que aquí figuran corresponden a la fecha de publicación. Se ofrecen exclusivamente con fines informativos y no deben considerarse ni utilizarse como asesoramiento de inversión, jurídico o fiscal ni como oferta de venta, solicitud de una oferta de compra o recomendación para comprar, vender o mantener ningún valor, estrategia de inversión o sector de mercado. Nada de lo incluido en el presente material debe considerarse una prestación directa o indirecta de servicios de gestión de inversión específicos para los requisitos de ningún cliente. Las opiniones y los ejemplos se ofrecen a efectos ilustrativos de temas más generales, no son indicativos de ninguna intención de operar, pueden variar y podrían no reflejar los puntos de vista de otros miembros de la organización. No se pretende indicar o dar a entender que cualquier ilustración/ejemplo mencionado forma parte o formó parte en algún momento de ninguna cartera. Las previsiones no pueden garantizarse y no es seguro que la información proporcionada sea completa o puntual, ni hay garantía con respecto a los resultados que se obtengan de su uso. A no ser que se indique lo contrario, Janus Henderson Investors es la fuente de los datos y confía razonablemente en la información y los datos facilitados por terceros.La rentabilidad histórica no predice las rentabilidades futuras. La inversión conlleva riesgo, incluida la posible pérdida de capital y la fluctuación del valor.

No todos los productos o servicios están disponibles en todas las jurisdicciones. El presente material o la información contenida en él podrían estar restringidos por ley y no podrán reproducirse ni mencionarse sin autorización expresa por escrito, ni utilizarse en ninguna jurisdicción o en circunstancias en que su uso resulte ilícito. Janus Henderson no es responsable de cualquier distribución ilícita del presente material a terceros, en parte o su totalidad. El contenido de este material no ha sido aprobado ni respaldado por ningún organismo regulador.

Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual las entidades que se indican ofrecen productos y servicios de inversión en las siguientes jurisdicciones: (a) En Europa, Janus Henderson Investors International Limited (n.º de registro 3594615), Janus Henderson Investors UK Limited (n.º de registro 906355), Janus Henderson Fund Management UK Limited (n.º de registro 2678531), Henderson Equity Partners Limited (n.º de registro 2606646), (cada una de ellas registrada en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (n.º de registro B22848, en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier) ofrecen productos y servicios de inversión; (b) En EE. UU., los asesores de inversión registrados ante la SEC filiales de Janus Henderson Group plc; (c) En Canadá, a través de Janus Henderson Investors US LLC, solo para inversores institucionales de determinadas jurisdicciones; (d) En Singapur, Janus Henderson Investors (Singapore) Limited (número de registro de la sociedad: 199700782N). Este anuncio o publicación no ha sido revisado por la Autoridad Monetaria de Singapur; (e) En Hong Kong, Janus Henderson Investors Hong Kong Limited. Este material no ha sido revisado por la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong («SFC»); (f) En Taiwán (República de China), Janus Henderson Investors Taiwan Limited (con funcionamiento independiente), Suite 45 A-1, Taipei 101 Tower, No. 7, Sec. 5, Xin Yi Road, Taipéi (110). Tel.: (02) 8101-1001. Número de licencia SICE autorizada 023, emitida en 2018 por la Comisión de Supervisión Financiera; «(g) En Corea del Sur, Janus Henderson Investors Limited (Singapur), exclusivamente para Inversores profesionales cualificados (según se definen en la Ley de servicios de inversión financiera y mercados de capitales y sus subreglamentos); (h) En Japón, Janus Henderson Investors (Japan) Limited, regulada por la Agencia de Servicios Financieros y registrada como Entidad de servicios financieros que realiza actividades de gestión de inversión, asesoramiento de inversión y actividad de agencia y actividades de instrumentos financieros de tipo II; (i) En Australia y Nueva Zelanda, por Janus Henderson Investors (Australia) Limited ABN 47 124 279 518 y sus entidades relacionadas, incluida Janus Henderson Investors (Australia) Institutional Funds Management Limited (ABN 16 165 119 531, AFSL 444266) y Janus Henderson Investors (Australia) Funds Management Limited (ABN 43 164 177 244, AFSL 444268); (j) En Oriente Medio, Janus Henderson Investors International Limited, regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái como Oficina de representación. No se realizarán transacciones en Oriente Medio y cualquier consulta deberá dirigirse a Janus Henderson. Las llamadas telefónicas podrán ser grabadas para nuestra mutua protección, para mejorar el servicio al cliente y a efectos de mantenimiento de registros reglamentario.

Fuera de EE. UU: Para uso exclusivo de inversores institucionales, profesionales, cualificados y sofisticados, distribuidores cualificados, inversores y clientes comerciales, según se definen en la jurisdicción aplicable. Prohibida su visualización o distribución al público. Comunicación Publicitaria.

Janus Henderson, Janus, Henderson, Intech, Knowledge Shared y Knowledge Labs son marcas comerciales de Janus Henderson Group plc o una de sus filiales. © Janus Henderson Group plc.

 

El value de calidad en Europa: cambio de rumbo en el nuevo ciclo de inversión

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Pixabay CC0 Public DomainLeonard Cotte. Leonard Cotte

Durante gran parte de la última década, el entorno económico no ha sido nada propicio para los gestores de renta variable value, muchos de los cuales han abandonado el sector, bien porque han sido despedidos o porque se han hartado de ver el deterioro del value año tras año.

Sin embargo, al subir la inflación, se reduce el comercio global y, por lo tanto, la competencia, de modo que muchos sectores tradicionales podrían ver aumentada su capacidad de fijación de precios. En este contexto, los gestores de acciones value podrían tener por fin la ansiada oportunidad de destacar.

¡Oye, gran derrochador!

Como gestor value, es importante no perder de vista los principios fundamentales de la inversión. Cuando alguien compra una acción, básicamente está comprando el valor real de una empresa y de sus productos y operaciones. Todo precio de compra adicional superior a dicho coste no es más que el reflejo de la confianza que otros han depositado en esa empresa. Hasta hace 18 meses, los tipos de interés sumamente bajos y la política monetaria flexible abarataron el dinero, lo que permitió a los inversores comportarse con frivolidad y comprar las acciones growth de moda que parecían interesantes, sin apenas prestar atención a cuánta «confianza» adicional había.

Como consecuencia de ello, se destinó capital a empresas con ratios precio-beneficio (PER) elevados que los participantes del mercado creían que ofrecerían una mayor recompensa en el futuro. Este tipo de empresas solían generar muy poco flujo de caja y dependían de inversores externos para financiar el negocio. Al igual que al final de la burbuja de las puntocom, muchos inversores han considerado el mercado más como una lotería que como una oportunidad para invertir, una estrategia que les ha reportado excelentes rentabilidades durante una época de dinero fácil, pero que no puede funcionar bien siempre.

En los últimos meses y semanas, tanto el entorno macroeconómico como el ánimo de los inversores han cambiado radicalmente. En los últimos 18 meses, el estilo growth y el value han pugnado por el liderazgo (gráfico 1). Pero ante el aumento de la inflación, la escasez de suministros, las crecientes tensiones en el comercio global y, en última instancia, las probables subidas de tipos de interés, los inversores ahora se piensan mucho más el precio que están dispuestos a pagar por una empresa. A principios de 2022, asistimos a un cambio bastante drástico en las asignaciones de capital: el índice MSCI Europe Value se anotó una subida del 2,6% en enero, comparado con las caídas del 5% del índice MSCI World y del 8,8% del índice MSCI Europe Growth.

Janus Henderson

¿La apuesta por el value ha llegado para quedarse?

El value ha registrado un periodo momentáneo de rentabilidad relativamente buena, pero ¿cuánto puede durar? Los inversores en growth podrían aducir que los factores estructurales que impulsan a las acciones growth siguen estando ahí; las fuerzas deflacionistas podrían recuperarse en cuanto se resuelvan los problemas coyunturales de las cadenas de suministro y las tensiones políticas. Sin embargo, creemos que la inflación va a continuar al menos durante los próximos años.

Las tensiones geopolíticas siguen creciendo y la situación entre Ucrania y Rusia está afectando aún más a la inestabilidad del suministro. Mientras las cadenas de suministro se resienten, vemos cómo las empresas están relocalizando sus negocios al trasladar las operaciones a su país para evitar nuevas interrupciones. Ello supondría la creación de empleo mejor remunerado en fábricas y algunas empresas repercutirán estos costes a los clientes mediante subidas de precios, lo que generará inflación.

En otro ámbito de la inversión, creemos que los factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) también son sumamente inflacionistas. Disponer ‘correctamente’ los factores ESG tiene un alto coste. Esto se puede ver en el propio sector de la inversión, ya que las gestoras de activos están contratando más analistas para investigar las alegaciones en materia de ESG de las empresas, las cuales contratan a su vez más personal para responder a este escrutinio. La presión también se ve reflejada en el precio del petróleo.

Es imposible ignorar este desplazamiento del capital desde las compañías energéticas «sucias» hacia las nuevas tecnologías «limpias». Aunque este giro tiene buenas intenciones, se trata de empresas jóvenes que no suelen ser sustitutas reales de las fuentes de energía de eficacia probada. Una sustitución deficiente implica un aumento de la demanda de crudo, lo que eleva los precios, una consecuencia que ha afectado a muchos últimamente. De nuevo, esta situación puede generar presiones inflacionistas en la economía, que no van a desaparecer rápidamente, en nuestra opinión. En lugar de volver al entorno deflacionista de la última década, creemos que estamos en los albores de un nuevo ciclo, muy diferente del anterior.

La búsqueda de value de calidad en Europa

Frente a las empresas growth de alta calificación se encuentran las acciones deep value, es decir, empresas que parecen extraordinariamente baratas, a veces por buenos motivos. En Europa, los bancos son un sector deep value (generalmente empresas con dificultades financieras). A pesar de esta definición tan poco alentadora, el sector bancario ha sido el favorito del mes para muchos inversores interesados en pasarse al value. Gran parte de la apuesta por el value que vimos en las primeras semanas de 2022 empezó ahí, puesto que los tipos de interés más altos deberían traducirse en mayores beneficios para el sector bancario. Una vez que los sectores deep value registren compras masivas, creemos que la apuesta por el value se ampliará a otras áreas de este mercado. 

Preferimos centrar nuestra atención en empresas de mayor calidad que creemos que el mercado infravalora, pero que tienen una alta rentabilidad financiera (ROE). Dada la retención de los flujos de caja en los negocios, creemos que este tipo de empresas deberían poder crecer más rápido que el mercado. En este entorno de tipos de interés e inflación más altos, creemos que el value de calidad está bien posicionado de cara al nuevo ciclo.

 

Tribuna de Nick Sheridan, gestor de fondos de renta variable europea de Janus Henderson Investors.

 

 

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No todos los productos o servicios están disponibles en todas las jurisdicciones. El presente material o la información contenida en él podrían estar restringidos por ley y no podrán reproducirse ni mencionarse sin autorización expresa por escrito, ni utilizarse en ninguna jurisdicción o en circunstancias en que su uso resulte ilícito. Janus Henderson no es responsable de cualquier distribución ilícita del presente material a terceros, en parte o su totalidad. El contenido de este material no ha sido aprobado ni respaldado por ningún organismo regulador.

Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual las entidades que se indican ofrecen productos y servicios de inversión en las siguientes jurisdicciones: (a) En Europa, Janus Henderson Investors International Limited (n.º de registro 3594615), Janus Henderson Investors UK Limited (n.º de registro 906355), Janus Henderson Fund Management UK Limited (n.º de registro 2678531), Henderson Equity Partners Limited (n.º de registro 2606646), (cada una de ellas registrada en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (n.º de registro B22848, en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier) ofrecen productos y servicios de inversión; (b) En EE. UU., los asesores de inversión registrados ante la SEC filiales de Janus Henderson Group plc; (c) En Canadá, a través de Janus Henderson Investors US LLC, solo para inversores institucionales de determinadas jurisdicciones; (d) En Singapur, Janus Henderson Investors (Singapore) Limited (número de registro de la sociedad: 199700782N). Este anuncio o publicación no ha sido revisado por la Autoridad Monetaria de Singapur; (e) En Hong Kong, Janus Henderson Investors Hong Kong Limited. Este material no ha sido revisado por la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong («SFC»); (f) En Taiwán (República de China), Janus Henderson Investors Taiwan Limited (con funcionamiento independiente), Suite 45 A-1, Taipei 101 Tower, No. 7, Sec. 5, Xin Yi Road, Taipéi (110). Tel.: (02) 8101-1001. Número de licencia SICE autorizada 023, emitida en 2018 por la Comisión de Supervisión Financiera; «(g) En Corea del Sur, Janus Henderson Investors Limited (Singapur), exclusivamente para Inversores profesionales cualificados (según se definen en la Ley de servicios de inversión financiera y mercados de capitales y sus subreglamentos); (h) En Japón, Janus Henderson Investors (Japan) Limited, regulada por la Agencia de Servicios Financieros y registrada como Entidad de servicios financieros que realiza actividades de gestión de inversión, asesoramiento de inversión y actividad de agencia y actividades de instrumentos financieros de tipo II; (i) En Australia y Nueva Zelanda, por Janus Henderson Investors (Australia) Limited ABN 47 124 279 518 y sus entidades relacionadas, incluida Janus Henderson Investors (Australia) Institutional Funds Management Limited (ABN 16 165 119 531, AFSL 444266) y Janus Henderson Investors (Australia) Funds Management Limited (ABN 43 164 177 244, AFSL 444268); (j) En Oriente Medio, Janus Henderson Investors International Limited, regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái como Oficina de representación. No se realizarán transacciones en Oriente Medio y cualquier consulta deberá dirigirse a Janus Henderson. Las llamadas telefónicas podrán ser grabadas para nuestra mutua protección, para mejorar el servicio al cliente y a efectos de mantenimiento de registros reglamentario.

 

Cuando el bitcoin se topa con la inflación

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. Cuando el bitcoin se topa con la inflación

2022 es un año desafiante, sobre todo para el mercado cripto a medida que el bitcoin se aproxima a su fase de corrección durante el ciclo de halving (se divide a la mitad). El mercado cripto ha comenzado el año teniendo turbulencias de precio en medio de las subidas de tipos de interés de la Reserva Federal (Fed), la elevada inflación y la caída generalizada de los mercados de renta variable. 

A principios de noviembre de 2021, la capitalización de mercado total cripto alcanzó brevemente el récord de los 3 billones de dólares, para luego caer a los 1,87 billones de dólares. Actualmente el bitcoin cotiza a los 41.206 millones de dólares (-11% en lo que va del año -YTD-) y el Ethereum en 2.883 millones de dólares (-23% YTD).

Desde una perspectiva de diseño de tecnología, esto nos da la oportunidad de deconstruir el mito de que el bitcoin es percibido como un instrumento de cobertura inflacionista, y ver cómo el activo se ha comportado durante un entorno reciente de inflación elevada. Posteriormente plantearemos algunas nuevas ideas sobre cómo las stablecoins y el staking (o la participación) podrían ser utilizados como una solución alternativa.

Tecnológicamente hablando, el protocolo bitcoin está codificado para ser deflacionario. Los nuevos bitcoins se extraen utilizando la potencia informática, y las recompensas mineras están predeterminadas. Esto significa que las mismas se reducen a la mitad cada cuatro años y, por lo tanto, de aquí es que sale la nueva oferta de particiones de bitcoin en mitades, haciendo que el programa de emisión de bitcoin sea consistente y predecible. Actualmente, más del 90% de los bitcoins ya están en circulación (₿18.989.550 al 21 de marzo de 2022), y la oferta máxima tiene un tope de 21 millones. La tasa de inflación de bitcoin, calculada como el porcentaje de nuevas monedas emitidas dividido por la oferta corriente, es actualmente del 18% anual y se espera que disminuya después del próximo halving previsto aproximadamente para marzo de 2024.

WisdomTree 1

Tecnológicamente hablando, aunque bitcoin debería ser un buen instrumento de cobertura contra la inflación, cabe preguntarse por qué su precio no se ha comportado recientemente como tal en los mercados.

Evidencia empírica

La tasa de inflación en EE.UU. es de alrededor del 7,9%, 5,8% en la zona Euro, 6,0% en la India y 5,5% en el Reino Unido. Los riesgos geopolíticos han presionado aún más al alza a los precios de las materias primas, sugiriendo la posibilidad de que la inflación sea aún más elevada en 2022. Las diferentes clases de activo se han comportado de manera diversa con respecto al renacimiento de la inflación, tal como se destaca en el gráfico 2. Un punto interesante, es que el precio del bitcoin no ha seguido la evolución de otros instrumentos de cobertura inflacionista como el oro o las materias primas, así como tampoco ha mantenido una alta correlación con activos de riesgo como las acciones tecnológicas.

Esto contradice la idea ampliamente instaurada de que bitcoin es una “cobertura contra la inflación”, es decir, un lugar donde colocar su dinero cuando las monedas de referencia pierden valor en el mundo real. Entonces: ¿cuáles podrían ser las explicaciones de ello?

WisdomTree 2

Una clase de activo naciente con un historial corto

El bitcoin fue creado en 2009 y su adopción generalizada no comenzó hasta 2019. Durante este período, las economías globales desarrolladas no tuvieron demasiada inflación como para probar cómo reaccionarían a semejantes condiciones. 2021 fue la primera vez que Bitcoin fue puesto a prueba en un entorno inflacionista elevado. Los activos de cobertura inflacionista tradicionales como el oro, las materias primas y los activos reales han atravesado todos varios ciclos de inflación, lo cual les ha dado tiempo para atraer a inversores y establecerse como instrumentos de cobertura contra la inflación. Esto es importante porque a los inversores les lleva tiempo convencerse del valor de preservación de un activo.

El bitcoin, como un mercado naciente, se diferencia de otros activos tradicionales como el oro/materias primas, sobre todo en áreas como:

  • La participación minorista versus la institucional: el mercado de bitcoin es aún dominado por los inversores minoristas.
  • Los instrumentos derivados: menores soluciones de cobertura en bitcoin; los volúmenes de trading de los derivados son mucho menores que los activos tradicionales.
  • Directriz regulatoria: el marco regulatorio de los criptoactivos está evolucionando.
  • Disponibilidad de producto: los inversores disponen de menores productos. financieros de acceso regulados (por ejemplo: fondos/fondos cotizados -ETFs-)
  • Infraestructura de mercado: como la liquidación, el prime brokerage, la calidad de los proveedores de datos, etc.

Estos factores significan que el mercado de bitcoin está fundamentalmente en una fase de desarrollo diferente a la de los activos tradicionales. Está naciente y en esta fase, el activo ha solamente comenzado a ser adoptado por las grandes instituciones.

Hay razones por las cuales bitcoin y otros criptoactivos están demostrando un “crecimiento en valor”, características líquidas de venture capital (VC) en esta fase actual. A medida que el mercado continúa madurando, las características de “almacenamiento de valor” de bitcoin pueden ser más aparentes y es aquí cuando Bitcoin podría convertirse en un instrumento más tradicional de cobertura inflacionista.

La inflación elevada no es el único factor que impacta a los mercados globales en 2021/22

2021 es un período muy corto para establecer si el bitcoin funciona como una cobertura contra la inflación. Los mercados globales no han visto un entorno inflacionista elevado como el actual desde 1982. Más allá de la inflación, hay factores geopolíticos y de carácter macro, así como la recuperación económica post COVID-19 que impulsan la rentabilidad de los activos. De hecho, esto puede ser el motivo por el cual el oro, como un instrumento tradicional de cobertura contra la inflación no reaccionó a la inflación elevada sino hasta 2022.

Existen otros desafíos únicos para los criptoactivos en 2021/2022, a saber: los cambios de regulación, es decir, la prohibición general de las criptodivisas en China y las influencias de las redes sociales, como, por ejemplo, los tweets de Elon Musk. Estos factores también han afectado el precio del bitcoin y los criptoactivos por igual, lo que contribuye a la volatilidad de los precios.

A través de estas dos lentes, los inversores ahora pueden entender por qué Bitcoin no ha actuado como instrumento de cobertura contra la inflación bajo las condiciones recientes de mercado. El historial de precios del bitcoin todavía marca una volatilidad continua a 30 días del 75.35% anualizado.

Otra idea

Para los inversores dubitativos respecto a la naturaleza volátil de los criptoactivos, otra idea es considerar la utilización de stablecoins para obtener un rendimiento por el staking realizado como cobertura inflacionista. La idea es que este tipo de criptodivsas como Tether (USDT) y USD Coin (USDC) son creadas para anclarse al dólar estadounidense, por lo que su valor se estabiliza alrededor de U$S 1. El staking permite a los inversores depositar sus criptomonedas para ciertas actividades, a modo de otorgar mayor liquidez y formar un pool de préstamos. A cambio, el inversor es recompensado, actualmente en un 8,3% anual en el USDT y un 7,2% anual en el USDC, lo cual es mucho más alto que las estrategias de divisas tradicionales en las condiciones actuales del mercado.

Sin embargo, son varios los factores de riesgo que se consideran cuando sus criptoactivos se otorgan en préstamo: el riesgo de mercado, ya que el valor de la moneda se desvía de un dólar, y el riesgo colateral -la calidad y liquidez de los activos de reserva, es decir, los papeles comerciales, los períodos de lock-up, los riesgos de contraparte, pérdida/robo, etc-.

Fuera de las stablecoins, otros criptoactivos como solana, cardano, avalanche también son opciones populares en el staking, y existen soluciones estructuradas reconocidas como un producto cotizado (ETP) sobre staking de Solana que actúa como una solución integral, en la cual los inversores pueden tercerizar el proceso de trading, custodia y staking del criptoactivo al emisor de ETPs mientras se benefician de los rendimientos potenciados de la participación. Las recompensas por participación en estos activos de Prueba de Participación son normalmente mucho más altas en comparación con las stablecoins, ya que las monedas invertidas en la participación tienen el papel funcional de validar las transacciones en las cadenas de bloques, generando una utilidad en la red.

Conclusión

Los inversores invierten habitualmente en oro, bienes inmuebles, materias primas y otros activos reales para protegerse contra la inflación futura. 2021 creó un conjunto de condiciones de mercado complejas, que brindaron la oportunidad de introducir el bitcoin y otros criptoactivos como una posible idea de inversión. Esta clase de activo naciente presenta un potencial de crecimiento líquido similar al del VC para que los inversores accedan a la tecnología disruptiva de las cadenas de bloque. A medida que se desarrollen más casos de uso y la adopción institucional avance a gran velocidad, los criptoactivos como el bitcoin crecerán para estabilizarse, y podrían actuar como una solución efectiva de “almacenamiento de valor” en el futuro.

 

Tribuna elaborada por Alice Liu, asociada senior de WisdomTree.

Sextant Bond Picking, cinco años de trayectoria consistente en renta fija

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Oficinas de Amiral Gestion
Oficinas de Amiral Gestion. Sextant Bond Picking, cinco años de trayectoria consistente en renta fija

Amiral Gestion es una boutique de gestión francesa, reconocida por su independencia, su filosofía de gestión activa y de convicción, su modelo de subcarteras y por ser una gestora de referencia en el universo de inversión en compañías de pequeña y mediana capitalización bursátil a nivel global. Pero además de nuestra experiencia en renta variable, también estamos especializados en renta fija y gestión diversificada. Nuestras estrategias se desarrollan a través de los 8 fondos Sextant, de los cuales Sextant Bond Picking, fondo de renta fija global flexible, celebra su quinto aniversario.

Durante estos cinco años, el fondo ha experimentado una gran variedad de coyunturas del mercado de renta fija, con algunos eventos clave que han marcado este periodo, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China a finales de 2018, la crisis sanitaria durante la primavera de 2020 y, más recientemente, la guerra en Ucrania.

Jacques Sudre, gestor-coordinador del fondo, destaca que la estrategia ha amortiguado bien las correcciones y ha generado una rentabilidad acorde con las expectativas iniciales, incluso superiores dadas las condiciones del mercado. Sextant Bond Picking ha logrado una rentabilidad acumulada del 14,4% (2,7% anualizada) durante este periodo, obteniendo rendimientos positivos cada año, superando así la media de la categoría de renta fija internacional de alto rendimiento en un 6,4% de forma acumulada, manteniendo al mismo tiempo una volatilidad muy controlada del 4,9% (vs 6,4% para la categoría).

¿Qué ha ocurrido durante estos años?

El fondo cuenta ahora con 240 millones de euros en activos gestionados. El objetivo del lanzamiento del fondo en marzo de 2017 era ofrecer a los inversores acceso a la filosofía de inversión de la renta fija de Amiral Gestion, históricamente desarrollada dentro del fondo Sextant Grand Large.

Aunque a primera vista el contexto de mercado en aquella época no presentaba una oportunidad obvia, con unos diferenciales de crédito comprimidos y con tipos libres de riesgo negativos, el enfoque de Sextant Bond Picking podía, en estas condiciones, demostrar ventajas significativas. La idea era ofrecer una estrategia que permitiera un alto grado de flexibilidad, tanto en lo que respecta al horizonte de inversión como al nivel de asignación sobre el conjunto de segmentos de renta fija en todo el mundo. Esta amplitud de movimiento en la gestión permite poder seleccionar los perfiles que son realmente impulsores de valor.

Siguiendo esta lógica, el potencial de la cartera debe poder manifestarse a la vez que aporta protección a los inversores. Para ello, Amiral Gestion ha puesto en marcha las herramientas necesarias: una selección de emisiones fundamental y activa (similar al proceso que aplicamos en renta variable), un riesgo de tipos controlado y una flexibilidad en la asignación (gestionando activamente la liquidez).

Gracias a una cartera con duraciones bajas y menos invertida que la media en 2018, Sextant Bond Picking logró una rentabilidad ligeramente positiva cuando los mercados de crédito en general estaban en negativo. A la inversa, cuando las valoraciones en los mercados de crédito se dispararon en 2019, al no ser capaces de justificar tales niveles de valoración, el fondo redujo su inversión y mantuvo una rigurosa selección de bonos con vencimientos más cortos que la media de los índices.

Esta elección de gestión más conservadora, generó un menor rendimiento ese año sobre esos mismos índices de crédito. Sin embargo, le proporcionó al fondo los medios para redistribuir la liquidez de la cartera durante la crisis de liquidez de 2020 y para obtener un rendimiento acorde con nuestras expectativas durante todo el periodo, sin dejar de mantener un nivel de riesgo limitado. También demuestra que el control de riesgo se logró de forma más eficaz gracias a la selección activa y al posicionamiento de la cartera, más que a través de un enfoque basado principalmente en las calificaciones crediticias.

¿Cuál es la situación actual tras cinco años de trayectoria?

El contexto no es más sencillo hoy que cuando se lanzó el fondo. Los elevados niveles de inflación observados después de la crisis del COVID-19 se ven ahora agravados y perpetuados por la situación internacional, especialmente por los precios de las materias primas. El aumento de los tipos de interés y la reducción de los balances de los bancos centrales, más acusados por el nivel de los precios, presentan ahora el riesgo de frenar el crecimiento económico. Los valores de los activos financieros se ven afectados en gran medida por esta evolución, al igual que las condiciones de financiación de las compañías, que son la base misma de los mercados de crédito.

La renta fija de alto rendimiento vuelve así a rentabilidades cercanas a la media histórica, y la liquidez del fondo así como las emisiones que llegan a vencimiento, se reutilizan eficazmente en estas condiciones más atractivas.

La flexibilidad de Sextant Bond Picking para invertir en los distintos segmentos del mercado de renta fija le ha llevado a invertir una parte de la cartera en bonos ligados a la inflación. Junto con una cartera con duraciones cortas y con mejores márgenes que los índices, esta posición, entre otras, ofrece al fondo una protección para resistir a la volatilidad actual y mantener un importante potencial de rentabilidad.

«Nos parece que el enfoque reactivo y oportunista de Sextant Bond Picking sigue demostrando su validez en un entorno en el que lo que está en juego es muy distinto a los períodos anteriores del fondo”destacan desde Amiral Gestion.

Tribuna de Borja Aguiar, director de Ventas para Ibera en Amiral Gestion.

Invertir en tiempos de conflicto

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Slavyansk
CC-BY-SA-2.0, FlickrSlavyansk. Slavyansk

La economía mundial y los mercados han afrontado bastantes desafíos en los últimos años. Por citar a Hamlet, “cuando llega la desgracia, nunca viene sola, sino a batallones” (1).  No ha acabado la pandemia cuando ya tenemos una fuerte inestabilidad geopolítica proveniente de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Los recientes acontecimientos de Ucrania han planteado muchos interrogantes acerca de las repercusiones de un conflicto geopolítico para el crecimiento, la inflación y los mercados en todo el planeta.

La pregunta clave en el contexto macroeconómico estriba en si la crisis actual generará un impacto suficiente en el crecimiento mundial como para frenar la alta inflación a medio plazo.

Repercusiones macroeconómicas

La pregunta clave en el contexto macroeconómico estriba en si la crisis actual provocará un impacto suficiente en el crecimiento mundial como para frenar la elevada inflación a medio plazo. No cabe duda de que la guerra en Ucrania está incrementando las presiones inflacionistas a través de los mercados de energía y materias primas, así como desacelerando el crecimiento, lo que reaviva los temores a que se produzca una estanflación en todo el mundo. En términos históricos, las guerras tienden a ir acompañadas de una mayor inflación y un incremento en los rendimientos de los bonos.

Estas perturbaciones exógenas en la oferta no deberían hacer reaccionar a los bancos centrales, aunque al inicio de la crisis la elevada y persistente inflación ya resultaba molesta. Sin lugar a dudas, la inflación general tenderá al alza. Ahora bien, el posible impacto en el crecimiento no resulta tan evidente. La magnitud del impacto en el crecimiento mundial aún está por ver. Dependerá de la gravedad y la duración de la guerra, las sanciones (que van a más) y el anuncio de cualquier nuevo gasto fiscal.

El crecimiento mundial exhibía unas bases muy sólidas antes de la guerra en Ucrania. Ahora el riesgo principal es el fuerte encarecimiento de las materias primas, que en el peor de los casos podría desencadenar una recesión en todo el planeta. En general, en este momento, pensamos que la guerra y las sanciones incidirán más en la inflación que en el crecimiento. En consecuencia, creemos que los bancos centrales actuarán con más prudencia, aunque sin alterar sus planes de subidas de tipos. Sigue habiendo fuertes riesgos excepcionales que podrían materializarse, como un impacto en el crecimiento que lleve a los bancos centrales a invertir el rumbo.

Sin embargo, las diferencias entre regiones serán evidentes, ya que los países se verán afectados de manera distinta por los mercados de la energía (importadores frente a exportadores) y el canal comercial, así como por los diversos instrumentos de política fiscal y monetaria de los que disponen los gobiernos y bancos centrales.

Europa

Europa es, a todas luces, la región que presenta más exposición a la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Puede que Alemania entre en recesión técnica, al registrar dos trimestres de crecimiento negativo (cuarto trimestre de 2021 y primer trimestre de 2022). No obstante, la zona euro arrancó el año con una expectativa de crecimiento para 2022 relativamente alta (con previsiones del consenso del crecimiento del PIB ligeramente por encima del 4%), al seguir cerrándose a buen ritmo la brecha de producción en la economía después de la reapertura acontecida tras la COVID-19. Es difícil saber si todo este crecimiento previsto se perderá o no. Probablemente dependerá de si las sanciones van a más (p. ej., embargos al petróleo y gas), dada la dependencia de la energía rusa que tiene la zona euro (especialmente de gas en los casos de Alemania e Italia).

La consiguiente reducción de la renta disponible real desembocará, a buen seguro, en una destrucción de la demanda. La estanflación —cuando se dan al mismo tiempo un aumento de la inflación y un estancamiento del crecimiento económico— constituye una preocupación real para la zona euro. Cobrará vital importancia analizar los indicadores de confianza empresarial y del consumidor de marzo para valorar la magnitud de las perturbaciones en la demanda. La estanflación, por lo general, resulta poco propicia para los activos nominales a largo plazo y no suele propiciar rentabilidades reales positivas ni en la renta fija ni en la variable, sobre todo cuando se parte de niveles de valoraciones elevados.

En este contexto, de los principales bancos centrales, el Banco Central Europeo (BCE) tiene ante sí la situación más complicada. Podría aplazar las decisiones de subir los tipos de momento e insistir en una flexibilidad total para afrontar la incertidumbre que nos espera, con gran hincapié en la dependencia de los datos. El plan de poner fin primero a los programas de compras y después subir los tipos se va a mantener, de modo que el programa de compras de emergencia en caso de pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) terminará según lo previsto y el programa de compras de activos (APP, por sus siglas en inglés) acabará también probablemente en compases posteriores de este año. Podrían introducirse nuevas herramientas de política monetaria para afrontar cualquier posible fragmentación en la zona euro (p. ej., costes de financiación en los países periféricos mayores que en los países del núcleo central) o un endurecimiento injustificado de las condiciones financieras.

No hay que perder de vista las nuevas previsiones de los miembros del BCE, que deberían ofrecer una indicación inicial de las repercusiones de la situación geopolítica para el crecimiento y la inflación. El BCE no perderá de vista la evolución del euro. El tipo de cambio euro/dólar estadounidense se encamina con rapidez a niveles que no se registraban desde el punto álgido de la pandemia en la primavera de 2020.

La estanflación — cuando se dan al mismo tiempo un aumento de la inflación y un estancamiento del crecimiento económico — constituye una preocupación real para la zona euro

Estados Unidos

A diferencia de lo que sucede en la zona euro, el crecimiento estadounidense está relativamente bien aislado. Aunque los mayores precios del petróleo y el endurecimiento de las condiciones financieros probablemente provoquen una desaceleración de la actividad económica real, puede decirse que EE. UU. partía de una situación de sobrecalentamiento de la demanda y una brecha de producción positiva, razón por la que muchos consideran que la Reserva Federal estadounidense va con retraso para drenar la liquidez del sistema y endurecer las condiciones de financiación para afrontar una inflación obstinadamente alta. Recordemos que la Fed mantiene la expansión cuantitativa.

EE. UU. redujo su dependencia energética gracias a la revolución del petróleo de esquisto, si bien sigue importando ciertos tipos de petróleo más adecuados para sus refinerías. Además, ahora también exporta petróleo. Las familias están dejando atrás la pandemia en condiciones mucho mejores, con menos deuda y mayores ahorros y patrimonio, gracias a las generosas ayudas fiscales que han tenido en los últimos años. Por tanto, creemos que la Fed seguirá eliminando la flexibilidad del sistema, siempre y cuando la recesión no se convierta en un grave problema. Con los tipos tan bajos, un balance de la Fed tan abultado y la alta inflación, no vemos otra opción que no sea la de que la Fed continúe por esa senda. La inflación de los productos sigue siendo elevada, aunque resulta probable que se reduzca de forma notable en el segundo semestre de 2022, debido a los efectos de base y a que los consumidores comprarán menos productos y más servicios. 

Aunque están mejorando, los cuellos de botella de la cadena de suministro siguen siendo importantes y podrían perdurar en el tiempo, pues tras la pandemia llegan los efectos del conflicto  entre Rusia y Ucrania, debido a la importancia de la región en el suministro de piezas y materiales clave a distintos sectores, además de materias primas agrícolas. Asimismo, la inflación de los servicios (un componente mucho mayor de los índices de inflación en general) continúa aumentando incluso antes de que el efecto de la pandemia haya remitido. Los componentes más persistentes del alquiler y el equivalente al alquiler de los propietarios, así como los salarios de los servicios y los beneficios, probablemente seguirán tendiendo al alza.

En nuestra opinión, la solidez de la economía estadounidense y las perspectivas de mayor inflación requieren que la Fed actúe de forma urgente. Cuantas menos medidas tome la Fed ahora, probablemente más tendrá que tomar a medida que avance el año. Como aspecto positivo, las expectativas de inflación a largo plazo parecen bien consolidadas, lo que sugiere que no hay por qué pisar el freno ahora mismo y dar lugar probablemente a una recesión. Por ello, la Fed puede mantener su relato de enfoque de endurecimiento gradual.

Aunque están mejorando, los cuellos de botella de la cadena de suministro siguen siendo importantes y podría perdurar en el tiempo, pues tras la pandemia llegan los efectos del conflicto entre Rusia y Ucrania, debido a la importancia de la región en el suministro de piezas y materiales clave a distintos sectores, además de materias primas agrícolas. 

China

El conflicto actual de Ucrania ha vuelto a poner en el foco las intenciones de China con respecto a Taiwán. Aunque podría producirse una intervención, creemos que se trata de un riesgo a medio plazo, no inmediato. Entretanto, China sigue relajando su política para apoyar su flojo crecimiento y es probable que el país dé un mayor impulso a las medidas de relajación de la política monetaria y fiscal (de los gobiernos locales), ante la inestabilidad mundial que acontece en estos momentos. El objetivo de China anunciado recientemente de un crecimiento del 5,5% para este año es mayor de lo esperado (el FMI prevé un dato inferior al 5%) y requerirá una relajación más proactiva.

El crecimiento se ha visto gravemente penalizado por las turbulencias exógenas derivadas de la COVID-19 (y la política de “cero casos” autoimpuesta), así como por las drásticas medidas adoptadas contra el sector inmobiliario en el país. La situación de Ucrania, al igual que para otros países, supone un nuevo riesgo para la seguridad energética y alimentaria que no puede resolverse mediante la intervención del banco central. Puede que el Gobierno tenga que implementar medidas para hacer frente a las restricciones en la oferta. La estabilidad económica resulta fundamental para el presidente Xi Jinping, ya que China va a celebrar el XX Congreso Nacional del Partido Comunista este año, del que se espera que Xi emerja como líder de China para un tercer mandato, un hecho sin precedentes.

En consecuencia, el gigante asiático sigue siendo la única gran economía que inyecta estímulos monetarios y liquidez, mientras que los otros bancos centrales principales retiran sus políticas laxas. Esperamos un cierto aumento del gasto en infraestructuras, aunque resulta probable que China mantenga un ritmo comedido, dada su continua preocupación por la estabilidad financiera y los niveles totales de deuda en la economía. En resumidas cuentas, el incremento de casos de COVID-19 continúa siendo la principal inquietud al evaluar la trayectoria macroeconómica de China.

Dinámica del mercado

Por lo que respecta a otras economías mundiales, la dinámica de crecimiento e inflación variará dependiendo de si estos países son importadores o exportadores de petróleo y el margen de maniobra del que disponen tanto en el plano fiscal como monetario. Algunos bancos centrales ( como los de Noruega, Nueva Zelanda, Corea del Sur y el Reino Unido) van por delante en la subida de los tipos, mientras que otros aún no han emprendido dicha subida (por ejemplo, Australia y Suecia). Revestirá cierta importancia vigilar la evolución del dólar estadounidense al tener en cuenta los bancos centrales de los mercados emergentes. Estos últimos aumentaron los tipos de forma proactiva el año pasado, pero si el dólar se revaloriza más, puede que tengan que tomar más medidas, especialmente ante el repunte de la inflación de los alimentos y la energía. Los rezagados tendrán que ponerse rápidamente las pilas. En este sentido, esperamos unos altos niveles de volatilidad generalizada mientras persista la guerra en Ucrania.

Mercados de renta fija

Prevemos unos altos niveles de volatilidad generalizada mientras persista la guerra en Ucrania. La volatilidad de los tipos, medida por el índice MOVE, se ha disparado hasta niveles casi tan altos  como los registrados en marzo de 2020, en los peores momentos de la pandemia. En términos comparativos, pese a ser elevada, la volatilidad de la renta variable, medida por el VIX, sigue siendo débil. Aunque los mercados bursátiles de los países desarrollados han caído de forma generalizada, a nadie le sorprende que los europeos hayan llevado la peor parte del impacto y estén rozando el territorio bajista. El mercado alemán no observaba una volatilidad de esta magnitud desde marzo y abril de 2020. La volatilidad implícita del crédito también se revela altísima, ya que los inversores buscan coberturas líquidas a través de los índices CDX e iTRaxx.

Crédito

En el incierto panorama actual, empiezan a aparecer importantes desajustes en los mercados de crédito. 

Mercados emergentes Los bonos soberanos y corporativos de los mercados emergentes denominados en moneda fuerte siguen amortiguando el impacto de las sanciones. Hay bastantes oportunidades de selección de valores, con diferencias entre los ganadores y perdederos provocadas principalmente por la dependencia de las importaciones de energía y alimentos. Las continuas salidas de capital de la clase de activos podrían provocar un mayor contagio y los mercados siguen siendo prudentes ante la posibilidad de que las sanciones vayan a más.

Mercado de bonos corporativos de alto rendimiento El alto rendimiento estadounidense se ha comportado mejor que los bonos corporativos homólogos de otros mercados, Algo que no sorprende, dada la solidez de la economía de EE. UU., que el sector está compuesto mayoritariamente por emisores nacionales y que muchas compañías energéticas se están viendo favorecidas por el impulso que supone el encarecimiento del petróleo. Las empresas de alto rendimiento han disfrutado de una excelente solidez financiera, gran liquidez y unos balances sólidos, ya que en los últimos años se han beneficiado de la gran relajación fiscal y monetaria, que ha dejado las tasas de impago por los suelos.

En efecto, la ampliación de los diferenciales que hemos visto en el alto rendimiento estadounidense en lo que va de año no se ha debido en su mayoría al conflicto entre Rusia y Ucrania, sino a la inquietud por que la Fed actúe con demasiada contundencia y cometa errores en su política monetaria. Si la economía estadounidense sortea bien la crisis, el temor a las medidas de la Fed volverá y podríamos volver a ser testigos de presiones en los segmentos de mayor calidad del mercado de alto rendimiento estadounidense, lo que les haría quedar rezagados con respecto a los segmentos de menor duración y menor calidad. Sin embargo, en el caso de que la preocupación por el crecimiento es lo suficientemente grave para que la Fed se replantee su actitud de endurecimiento, el miedo a la recesión será el principal factor de ampliación de los diferenciales del alto rendimiento. En ese caso, creemos que las emisiones con calificación BB probablemente despuntarían en la clase de activos.

Mercados de bonos corporativos europeos Los bonos de estos mercados han sido los más perjudicados, pues las empresas se han visto mucho más afectadas por la inminente caída de la demanda y los mayores costes de los insumos. La capacidad de las empresas para repercutir los incrementos de costes subiendo los precios, como han podido hacer hasta ahora, plantea dudas, dada la rebaja de la renta real. Los emisores de alto rendimiento europeos están más expuestos a las subidas de costes y, en muchos casos, directamente a las regiones más afectadas por el conflicto militar. Además, el mercado de crédito con calificación investment grade europeo tiene una mayor ponderación de valores financieros, pues los mercados están claramente enfocados en las exposiciones directas o indirectas de los bancos europeos a Rusia y las entidades sancionadas. (Los bancos austriacos parecen los más vulnerables.)

Los diferenciales se han ampliado de forma significativa, aunque en parte como respuesta a la mayor subida de los diferenciales de los swaps en euros, ya que el crédito europeo basa sus precios en la curva de swaps. Hemos visto constantes salidas de capital del crédito en Europa, pero también una relativa calma en los mercados de bonos corporativos, pues el BCE continúa comprando activamente bonos corporativos, y los inversores empezaron el año con niveles de efectivo más saludables al prever una gran actividad en el mercado de nuevas emisiones. La escasez de nueva oferta de bonos desde que estalló el conflicto es un aspecto favorable para el mercado. 

Mercado de bonos corporativos con calificación investment grade de EE. UU. Al contrario que en el mercado corporativo europeo, en el mercado estadounidense la oferta ha continuado, y se han observado excelentes primas de nuevas emisiones que han sido relativamente bien recibidas, aunque han ejercido presión sobre los diferenciales generales y una rentabilidad ajustada al riesgo inferior a la de los bonos de alto rendimiento. El aumento de salidas de capital de los fondos minoristas supone un riesgo, pues podría dar lugar a ventas forzosas y presiones en los mercados de efectivo. La mayor dispersión entre sectores y emisores ofrece oportunidades en la selección de valores activa. Otorgamos prioridad a las valoraciones atractivas en sectores que deberían beneficiarse de una recuperación cíclica de los servicios con la reapertura económica y en aquellos que tienen menos resultados posibles en materia de flujos de caja, a pesar de la incertidumbre económica vigente.

Mercado de crédito titulizado/estructurado Dada la corrección de los diferenciales de los mortgage passthroughs y el endurecimiento cuantitativo ya descontado (2), una mayor ampliación de los diferenciales supondría para nosotros una oportunidad para reforzar nuestra posición actual. En especial si tenemos en cuenta la gran calidad del sector y la fortaleza estructural del mercado de la vivienda estadounidense. Habida cuenta de la acusada corrección de los diferenciales corporativos, ahora encontramos segmentos de los mercados de crédito estructurado menos atractivas y recurriremos al mercado de nuevas emisiones en busca de transparencia de precios, ya que estas nuevas operaciones se cotizan con concesiones. Solemos preferir la estructura de corta duración y tipo flotante del mercado de (obligaciones garantizadas por préstamos [CLO] en el mercado bienes inmobiliarios comerciales (CRE)), si bien las valoraciones relativas y la menor liquidez nos llevan a ser aún más selectivos. En general, optaríamos por asignar capital de forma gradual a empresas de alta calidad con calificación investment grade que asignarlo a crédito estructurado. En resumen, el consumo sigue gozando en buena forma, por lo que los fundamentos preocupan menos, pero empezamos a ver crecientes indicios de tensión en los grupos de menor renta que justifican estar muy atentos ahora que la Fed comienza su ciclo de subidas.

Si miramos más allá de la inestabilidad actual, creemos que el tramo corto de las curvas de tipos continuará tendiendo al alza, a medida que la necesidad de seguir subiendo los tipos se haga más evidente.

Tipos

Si miramos más allá de la inestabilidad actual, creemos que el tramo corto de las curvas de tipos continuará aumentando, a medida que la necesidad de seguir subiendo los tipos se haga más evidente. Las recientes caídas de los tipos se han debido a la aversión al riesgo a causa de las incertidumbres relacionadas con la guerra de Ucrania. También han sido consecuencia de factores técnicos del mercado asociados a los topes de pérdidas alcanzados debido tanto a la volatilidad y a los límites del valor en riesgo (VaR) como a la necesidad de deshacer importantes posiciones cortas. A corto plazo, creemos que las curvas de tipos mantendrán su sesgo de aplanamiento y que el tramo de la curva a 10 años reflejará el ánimo de aversión/tolerancia al riesgo del mercado. Aunque seguimos pensando que las noticias probablemente empeorarán durante un tiempo, la variedad de resultados macroeconómicos posibles acabará por reducirse y algunas curvas volverán a pronunciarse.

Las curvas de tipos y los mercados de tipos mundiales se mueven actualmente de manera sincronizada, lo que genera oportunidades interesantes a medida que los movimientos coinciden menos con los fundamentales macroeconómicos de los distintos mercados. Esto representa una oportunidad para los inversores activos en renta fija mundial, pues los desajustes de los países y las curvas ofrecen una mejor relación riesgo/remuneración a largo plazo que la duración por sí sola. Será interesante ver si los bancos centrales mantienen la senda de subidas sincronizadas, dado que ello incidirá en la evolución del dólar estadounidense. Si las sendas divergen, el dólar podría fortalecerse, lo que endurecería las condiciones financieras en EE. UU. y reduciría la necesidad de medidas contundentes por parte de la Fed.

Aunque los mercados de tipos locales de los países emergentes se han comportado bien en estas circunstancias, la preocupación de que el dólar estadounidense se dispare nos lleva a ser algo prudentes con respecto a lo que, por lo demás, supone un conjunto de oportunidades atractivas, ya que estos mercados suelen mostrar unos tipos reales más altos y unas curvas muy planas.

Mercados de divisas

Los exportadores de materias primas se han comportado razonablemente bien, gracias a los términos comerciales y el encarecimiento de las materias primas, así como por la rotación en detrimento de Rusia. En este contexto, las divisas latinoamericanas han tenido un buen recorrido, a pesar de la apreciación del dólar estadounidense. La volatilidad de las divisas también ha aumentado significativamente, y cabe prestar especial atención al tipo de cambio euro/dólar estadounidense, en el que hemos presenciado enormes volúmenes de opciones, ya que los inversores lo han utilizado como cobertura líquida contra el riesgo. Las divisas asiáticas han hecho gala de una gran estabilidad, sobre todo el yuan chino (CNH), que se ha comportado prácticamente como una divisa de huida hacia la calidad. Si hay movimientos mayores y la crisis se prolonga, creemos que todas las divisas de los mercados emergentes se verán perjudicadas.

En gran medida dependerá de cuánto dure el impacto geopolítico. Cuanto más se prolongue, mayor será el impacto en el crecimiento, la inflación y el posicionamiento.

Gestión de carteras

De cara al futuro, sabemos que los mercados tienden a sobrepasar las primas de riesgo, aunque la situación macroeconómica preexistente cobra cierta relevancia. En gran medida dependerá de cuánto dure el impacto geopolítico. Cuanto más se prolongue, mayor será el impacto en el crecimiento, la inflación y el posicionamiento. Por tanto, sigue siendo importante no solo supervisar los mercados ante indicios de tensión, en particular en términos de financiación bancaria, sino también prestar atención a los parámetros de volatilidad y los volúmenes de opciones sobre coberturas líquidas. Además, los inversores no deben perder de vista la escasez de garantías de alta calidad y los indicios de nuevos problemas físicos en los mercados de materias primas, y mantenerse al corriente de los próximos indicadores de sentimiento/confianza y las previsiones de las empresas sobre el probable impacto en los flujos de caja y los beneficios.

Los riesgos geopolíticos resultan difíciles de calibrar y nunca se descuentan plenamente. En esta situación, la principal prueba de tensión consiste en examinar lo que ocurre cuando las sanciones van a más. Para ello hay que buscar los eslabones débiles y tratar de calcular qué grado de exposición al riesgo de contrapartes podría provocar un evento sistémico. Por lo demás, el riesgo sigue circunscribiéndose al ámbito regional, además de revestir un carácter en gran medida idiosincrático.

Las turbulencias energéticas son notables. Al supervisar los mercados de futuros del petróleo y otras materias primas, los inversores pueden detectar señales de posibles tensiones en el  mercado y signos de complicaciones geopolíticas que se tornen en algo más sistémico que regional.

Conclusión

Los inversores deberían seguir contando con subidas de tipos en el futuro, hasta que haya un indicio claro de que el crecimiento mundial caerá lo suficiente como para que la inflación deje de ser un problema. A falta de esta claridad, los bancos centrales seguirán subiendo los tipos, sobre todo aquellos que van a la zaga, como la Fed.

El mayor desafío es lo que descuentan los mercados de crédito, dado que el crédito se perfila como una clase de activos ilíquida del ámbito extrabursátil. Los niveles que aparecen en una pantalla no son necesariamente precisos. Hasta que no se vean las transacciones que se realizan, no está muy claro cuál es el nivel del índice. La liquidez cobra crucial relevancia en el contexto actual del mercado y nos lleva a optar por la prudencia. Es más probable que aumentemos la inversión en los mercados de crédito a través de las nuevas emisiones previstas, porque ofrecen transparencia de precios y primas por nueva emisión.

Dadas las tensiones geopolíticas y la guerra, la volatilidad del mercado era esperable. Pese a la convulsión, los desajustes que se producen durante estos periodos generan oportunidades para los inversores activos en renta fija, especialmente para aquellos que tienen un horizonte de inversión más largo. 

 

Tribuna de opinión de Pilar Gómez-Bravo, directora de renta fija Europa y gestora de carteras de renta fija en MFS Investment Management.

 

Notas

(1) William Shakespeare, Hamlet, 4.º acto, escena V.

(2) Un mortgage passthrough es un valor creado cuando uno o más titulares hipotecarios forman una cesta de hipotecas y venden certificados de acciones o participaciones de dicha agrupación. El flujo de caja en la cesta de garantías se “repercute” en el titular del valor en forma de pagos mensuales del capital, intereses, y pagos adelantados.

 

Información importante:

Las opiniones expresadas pertenecen al autor o autores y pueden variar en cualquier momento. Dichas opiniones se ofrecen exclusivamente a título informativo y no deberán considerarse una recomendación para comprar ningún título ni una incitación o asesoramiento de inversión. Las previsiones no están garantizadas.

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Dónde fijar la mirada cuando llega el momento de pagar la cuenta

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Existen unas cuantas leyes económicas inmutables, aunque, en mi opinión, existe al menos una: nada es gratis. Todo tiene un precio, aun cuando el coste no parezca claro en el momento de la compra. 

Ese fue el caso en los primeros días de la pandemia hace dos años, cuando los responsables políticos de los mercados desarrollados utilizaron todas y cada una de las herramientas disponibles y, a menudo, crearon nuevas herramientas para contrarrestar las consecuencias económicas negativas del cierre provisional de la economía mundial en nombre de la salud pública. Y ahora ha llegado el momento de pagar esa cuenta, que los responsables políticos miran atónitos. Ahora bien, ¿deberían sorprenderse de que la inflación se haya disparado hasta máximos de cuatro décadas? 

Sin duda, no se les puede culpar de todos los efectos inflacionarios. El caos de las cadenas de suministro, los mayores costes laborales (1.000 años de historia demuestran que la participación en el mercado de trabajo se desploma después de cada pandemia) y la invasión rusa de Ucrania constituyen factores que escapan al control de los banqueros centrales, los legisladores y los dirigentes nacionales. 

Sin embargo, a mi parecer, gran parte de la inflación que estamos experimentando es el precio que debemos pagar —después de un periodo de 11 años posterior a la crisis financiera mundial caracterizado por unos desequilibrios crecientes— por lograr desvanecer en cuestión de semanas una de las peores recesiones de la historia inundando el sistema con unos niveles de estímulos fiscales y monetarios previamente inconcebibles. Es como si los responsables políticos no solo hubieran pagado una ronda en el bar, sino que hubiesen ofrecido toda una noche de barra libre. 

Y ahora hay que pagar la cuenta y todo el mundo —desde los hogares hasta las compañías, pasando por los políticos y los banqueros centrales— intenta buscar el modo de sobrellevar la inflación resultante. 

No obstante, antes de ponerse histéricos, cabe recordar que, históricamente, el remedio para unos elevados precios de las materias primas ha sido unos elevados precios de las materias primas, ya que una parte de la demanda se destruirá sin lugar a dudas, por ejemplo, mediante la menor utilización del coche o la bajada del termostato para ahorrar combustible. Como consecuencia de la inflación, los hogares y los negocios también moderarán sus gastos discrecionales, lo que debería traducirse en un crecimiento más lento (o decreciente), justo lo contrario de lo que ocurrió en 2020 y 2021, cuando el crecimiento económico tendía al alza y la inflación, a la baja. En todo el mundo desarrollado, ese periodo de 18 meses impulsado por los estímulos generó un crecimiento económico de dos dígitos, así como una expansión de los ingresos del 25%, junto con un descenso de los costes, lo que derivó en una duplicación del crecimiento de los beneficios. Esto ayuda a explicar por qué las rentabilidades de la renta variable se situaban en el primer 1%. Pero, ¿era gratis? No. 

El precio que estamos pagando se manifiesta a través de una normalización (en el mejor de los casos) o una disminución del crecimiento y un incremento de los precios. Mucho antes de que comenzara el año 2022, el crecimiento de los ingresos mostraba una trayectoria descendente y los costes iban en aumento; en nuestra opinión, esa tendencia se intensificará en los próximos trimestres.

Los inversores deben preguntarse a sí mismos, en este entorno de tipos de interés al alza, menores rentabilidades y mayor incertidumbre en torno a los flujos de efectivo y los márgenes de beneficios, qué valoración están dispuestos a pagar cuando se les ofrezca (y pronto se les ofrecerá) una rentabilidad del efectivo de alrededor del 1% al 2%. 

No hay que tener un título universitario en Finanzas para saber hacia dónde nos dirigimos. Los activos de menores márgenes y menor calidad seguramente se depreciarán y ofrecerán un «valor de escasez» para las compañías de elevada calidad con capacidad para proteger los márgenes. A mi parecer, se trata de un entorno que debería favorecer la gestión activa a largo plazo.  

Una mirada desde una perspectiva diferente

En los 500 últimos años, las fiebres en los mercados financieros han venido como las mareas: cuando sube la marea, se lleva a todos los que apuestan en contra. Luego, no obstante, cuando la marea baja, se lleva a todos los que apuestan en la misma dirección. El último periodo de la década de 1990 y la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos a mediados de la década de 2000 son ejemplos representativos de este patrón. 

Más recientemente, cualquiera con un posicionamiento infraponderado en valores cíclicos de baja calidad (los principales beneficiarios de los estímulos descritos más arriba) y los activos basados en conceptos (concept assets) con un PER elevado, como las empresas de biotecnología o de informática en la nube, registró una rentabilidad considerablemente inferior a la de las estrategias pasivas. Pero, en mi opinión, la marea alta está llegando a su fin y los inversores que apuesten en que seguirá subiendo se verán castigados, mientras que las compañías de calidad que generan márgenes por encima de la media a largo plazo afianzarán  su posición de liderazgo en el mercado. 

Cuando existe una elevada incertidumbre, como en la actualidad, los inversores deberían concentrarse en mantener activos que ofrecen una mayor visibilidad de los flujos de caja y cuyos productos tienen una importancia crítica y dar la espalda a aquellos activos cuyos beneficios dependen de factores que escapan al control de las empresas o basados en conceptos no demostrados.

 

Tribuna de Robert M. Almeida, gestor de carteras y estratega de inversión mundial en MFS Investment Management.

 

El ratio precio/beneficios (PER) es el precio de una acción dividido por los beneficios por acción.

Las opiniones expresadas pertenecen al autor o autores y pueden variar en cualquier momento. Dichas opiniones se ofrecen exclusivamente a título informativo y no deberán considerarse una recomendación para comprar ningún título ni una incitación o asesoramiento de inversión. Las previsiones no están garantizadas.

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Dormir bien: el componente más ignorado de un estilo de vida saludable

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Pixabay CC0 Public Domain. Dormir bien: el componente más ignorado de un estilo de vida saludable

La mayoría de las personas es consciente de las bondades de una vida activa y una dieta saludable. Hay que tener en cuenta que hace cien años realizábamos más trabajo físico en el curso de la vida diaria y nuestra alimentación era menos rica y más equilibrada. 

Ahora, muchos vivimos en ciudades o barrios periféricos y pasamos más tiempo sentados y en el coche. No realizamos suficiente actividad física ni dedicamos tiempo a preparar comidas con alimentos frescos. Incluso tomamos atajos para comer. El caso es que, además de comer bien y estar activos, el estilo de vida tiene impacto directo en que estemos más sanos.

De hecho, según la agencia Centers for Disease Control and Prevention, hasta 40% de los fallecimientos anuales en EE.UU. por las cinco principales causas son prevenibles. Por ejemplo, la obesidad sigue al tabaquismo como causa más prevenible de muertes. En el caso del cáncer, nuestro diseño genético personal desempeña un papel, pero, con bastante frecuencia, también nuestra conducta.

De manera que, como inversión, es importante considerar la sanidad de forma holística.   En cuanto a higiene, la pandemia nos recordó lo básico: lavarse las manos y mantener limpias las superficies en casa y la oficina. Pero hay mucho margen de mejora en países emergentes.  

Respecto a alimentación saludable, podemos considerar empresas de alimentación e ingredientes, que sustituyen los elevados contenidos de azúcar y sal o alargan la vida del producto mediante soluciones naturales de manera que el contenido nutritivo permanezca más tiempo.  

Por su parte, el diagnóstico temprano abre una dimensión totalmente diferente de oportunidades. Actualmente, con un diagnóstico prediabetes un enfermo puede introducir cambios en su estilo de vida para evitar esta enfermedad, haciendo que sea reversible. Lo mismo puede decirse de la hipertensión. Incluso hay marcadores de ADN que indican si hay un riesgo elevado de cáncer de mama, permitiendo medidas proactivas.

Ahora bien, la prevención no elimina la necesidad de asistencia sanitaria. En muchos casos harán falta generaciones para que se produzca un impacto real. Pensemos en la obesidad, en el aumento entre generaciones más jóvenes de todo el mundo. Además, hay enfermedades enteramente genéticas o cuyas causas subyacentes no se comprenden del todo como, por ejemplo, el alzhéimer. Pero la prevención puede ser el salvavidas de los sistemas de salud, que la pandemia reveló ya desbordados de pacientes con enfermedades crónicas. Por su parte, las compañías de seguros ya están ofreciendo incentivos a sus asegurados para que adopten estilos de vida sanos y activos.  

Además, al autocuidado se añaden los accesorios inteligentes, que podemos llevar para medir y fomentar la actividad, gimnasios y equipos de entrenamiento y colchones inteligentes que contribuyen a hábitos más sanos y a mejorar la calidad del sueño.

De hecho, el componente más ignorado de un estilo de vida saludable es dormir bien, en cantidad y calidad, pues tiene una enorme repercusión en el estado de salud. La falta de sueño puede repercutir en la obesidad, crear trastornos del estado de ánimo y reducir la esperanza de vida. Según algunos estudios, dormir menos de cinco horas al día aumenta el riesgo de mortalidad alrededor de un 15%. Afortunadamente, a medida que aumenta la sensibilización al respecto, se produce la innovación. Ya hay colchones tecnológicamente avanzados y otros productos de consumo que permiten controlar la calidad del sueño y que promueven mejores hábitos al respecto.

 

Tribuna de Grégoire Biollaz, gestor de Pictet Health en Pictet.

América Latina y la nueva economía

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Latinoamérica viene arrastrando un gran déficit de inversión extranjera respecto otras áreas del mundo con relación a su peso económico o demográfico. La situación política de muchos de los países de la región, junto con cierta debilidad de los mercados locales tanto regulatoria como de volatilidad cambiaria, pueden explicar los motivos. Y con ello la poca profundidad de sus mercados de capitales.

Pero eso está cambiando, claramente a su favor, con un interés y energía que no se han visto en su historia económica reciente.

La pandemia ha reforzado cambios en las pautas de comportamiento de gran parte de la población con acceso a tecnología, y ha puesto en valor cómo las nuevas compañías de la nueva economía solucionan problemas estructurales con un gran impacto positivo en las sociedades donde sirven, representando un sector clave para salir de la crisis. Y eso explica que muchos de los inversores de Capital de Riesgo hayan conseguido retornos espectaculares centrándose en la transformación digital, los nuevos hábitos de consumo, o las nuevas formas de trabajo.

En Latinoamérica, su población joven, bien preparada, ha visto que participar de la revolución digital de alto impacto en sus países es, además, una gran oportunidad para sus carreras profesionales sin tener que emigrar. Es así como más de 30 empresas han llegado al nivel de unicornios (superado la valoración de mil millones de dólares) en los últimos 4 años, demostrando a la vez el talento existente en la región y las muchas necesidades de soluciones empresariales acordes con los nuevos comportamientos económicos.

Así lo han visto grandes fondos internacionales como Softbank y Sequoia, que están dedicando mayor atención, recursos y capital a inversiones en América Latina de lo que nunca habían hecho hasta ahora. Solo en 2021 las empresas tecnológicas de la región captaron unos 15.000 millones de dólares en inversiones de Capital de Riesgo, la mayoría de ellas destinadas a compañías en fases de desarrollo tempranas. Esa explosión de inversiones en 2021, que continua con fuerza en 2022, casi multiplicó por 4 lo registrado en 2020.

Varias razones explican este ‘boom’ en nuevas empresas de tecnología en Latinoamérica: 650 millones de habitantes, con un idioma común para gran parte de estos, creciendo rápidamente en consumo de tecnología, y un déficit de exposición en gran parte de los gestores de carteras internacionales, son algunas de ellas. El talento y espíritu empresarial que siempre había existido en la región parece por fin haber dado con el espacio donde crecer.

Un tema no menor en este cambio de paradigma tiene que ver también con la creciente exigencia de inversores a que las mismas cumplan, adicionalmente al retorno financiero, con un perfil de Impacto Positivo y de contribución al entorno. Y eso es de mucho mayor implementación en las nuevas compañías que en la economía tradicional. Ejemplos como Kilimo(ahorrando agua), Talently (formando profesionales) o Betterfly (incentivando comportamientos saludables) son espectaculares propuestas que combinan ambos perfiles. E implementan indicadores que permiten medir, de forma transparente, el compromiso con el buen gobierno de sus empresas en la gestión activa de su contribución social y ambiental.

América Latina parece haber encontrado el espacio con el que demostrar que puede engancharse al tren del nuevo mundo económico sin complejos.

 

Oriol Rius, Alaya Capital – Venture Partner

 

 

Recesión, desequilibrios y oportunidades: grandes oportunidades

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Todo indica que vamos para una recesión en Estados Unidos, lo cual es un escenario altamente complejo, donde vamos a convivir con una caída de la economía a la vez que tendremos una inflación persistente. No será la primera vez en la historia que esto ocurra, sin embargo sí será la primera vez que suceda con ‘toneladas’ de dinero dando vueltas por ahí, lo que convierte esta estanflación en un elemento de análisis que debe tomarse con bastante cuidado (y algo de emoción, sin duda).

Entre los indicadores que nos indican la recesión, están las caídas de indicadores básicos como el consumo de los hogares, aunque también hay otros que llenan menos titulares pero que son muy dicientes de lo que viene sucediendo en la economía, como las caídas del Capex de algunas industrias y de los flujos de caja libres de las empresas (el denominado FCFF). Eso sin contar las afectaciones que los incrementos de tasas de interés van a tener (y están teniendo) sobre variables como el costo de los créditos hipotecarios, que si bien no es el más alto en la historia (estamos en tasas alrededor de 5% para hipotecas a 30 años; debajo del 7% – 8% que tenían en la crisis de 2008), sí ha mostrado un patrón de alza respecto al nivel de un año atrás que nunca se había dado. Esto, sin duda, tendrá un impacto en compra de vivienda.

Existirán otros impactos que aún no hemos visto, y que en la medida que se vayan dando, irán moviendo el mercado financiero, entre ellos destaco que en próximos meses empezaremos a saber realmente cuántas compañías zombie existen y necesariamente empezaremos a ver mayores tasas de default corporativo de empresas que se sostenían única y exclusivamente porque la tasa de financiación que encontraban era muy baja. En diciembre del año anterior, argumenté en un especial para Funds Society que existía un cóctel peligroso que incluía apalancamiento, y que ahora vamos a empezar a ver con el tiempo, cómo impacta el aumento de la tasa de interés los mercados sobre apalancados (especialmente, sectores específicos que recibieron mucho apalancamiento en años anteriores).  

Ahora bien, lo interesante es entender qué está desencadenando tan rápido estos cambios en los mercados, y hay detalles que no son tan evidentes, pero que en la trastienda son demasiado poderosos y explicativos. Por ejemplo, el gobierno federal sigue endeudándose, pero ya no tiene el comprador a gran escala, que era la Fed…esto lleva a que en el «mercado abierto» la oferta de Tesoros supere a la demanda, con la consecuente caída de los precios (que se refleja en un aumento de la tasa de los bonos)…y como la Fed quiere bajar su balance, también ha empezado a vender.

El «detalle» es que la Fed acumuló durante meses bonos de corto plazo (meses atrás les hable de esto) para mantener las tasas de interés bajas. Entonces al vender, ha llevado a un incremento de las tasas de los tesoros de corto plazo, lo cual se ha traducido en la curva invertida.

Esto sin embargo, no quiere decir que no existan oportunidades; porque las hay por montones y que lucen realmente interesantes. Aquí listo algunas:

1. Recuerden que las acciones anticipan el ciclo, no lo siguen. Por definición el PIB es un indicador altamente rezagado, y los mercados se mueven con mucha anticipación al mismo. De esta manera, ya al día de hoy los agentes financieros han visto varias cosas, y el dinero está fluyendo para allá: consumo básico, salud y materiales, son los sectores accionarios que más cantidad de flujos como proporción de sus activos totales, han recibido.

Esto no es de extrañar, pues son sectores cuyas empresas navegan mejor los períodos de caídas económicas y que, además, tienen la capacidad de transmitir de mejor manera los mayores costos al consumidor final. Así, en acciones, además de estos tres sectores, energía sigue siendo muy atractivo.

Por lo demás, también cabe recordar que el retorno de las acciones desde hace años depende de factores como las recompras, y que al ritmo que va este año, de lejos se superará el 2021 que en la historia ha sido el año con mayor cantidad de recompras autorizadas (cerca de 1,2 trillones de dólares), por lo que, en la medida que las mismas se den (generalmente en el segundo trimestre), el impulso a la bolsa norteamericana puede ser importante. 

2. Los bonos más castigados son los Tesoros, pero hay oportunidades muy interesantes en bonos corporativos, especialmente los de grado de inversión: sus fundamentos son diferentes, responden a otras motivaciones y en general las empresas muestran solidez a pesar de la economía en desaceleración. Hay que elegir un buen administrador, que evalúe con detalle cada inversión, porque repito, empezaremos a ver quienes eran empresas zombies, y ahí el trabajo del manager de inversiones es fundamental.  

3. Los bienes básicos siguen siendo muy atractivos, hay déficit de muchos de ellos (más allá de las tensiones geopolíticas recientes), y como la oferta no se amplía de la noche a la mañana, la tendencia de precios altos seguirá por algún tiempo. Recordemos que los bienes básicos tienen sus características particulares, generalmente el roll over de futuros, y es ahí donde se generan las oportunidades. 

4. Los alternativos, como infraestructura, también son muy interesantes. Y sector inmobiliario diferente a residencial, también. Van a seguir en la agenda de los inversionistas por algún tiempo, y bien vale la pena aprovechar el momento que están teniendo.

Para finalizar, vamos a tener volatilidad sin duda, pues cada ciclo trae sus complejidades y una recesión económica con inflación nunca será sencilla. Sin embargo, hay elementos para navegarla que pueden ser interesantes y que bien aprovechados permiten algo más de tranquilidad en los portafolios de los inversionistas.

 

Manuel Felipe García Ospina es vicepresidente Wealth Management de Skandia Colombia. Las opiniones expresadas son responsabilidad del autor, y no representan necesariamente la posición de Skandia sobre los temas tratados.