¿Cómo hacer frente al reto de la diversificación?

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¿Cómo hacer frente al reto de la diversificación?
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Vins Stonem. Shelter from the Storm

En un entorno de ciclo tardío, la mayor parte de los comentarios tienden a centrarse en el desafío que supone encontrar oportunidades de rentabilidad con características de riesgo y retorno razonables. Sin embargo, la búsqueda de activos defensivos fiables es igual de difícil. Hasta ahora, las estrategias tradicionalmente equilibradas han obtenido buenos resultados, sobre todo aquellas con exposición estructural a deuda de larga duración. A pesar de que las estrategias de cobertura más complejas sean caras y, a veces, pocos fiables, los bonos convencionales de los mercados desarrollados han continuado estando inversamente correlacionados con la renta variable, suavizando así los baches de la carretera. Pero este tiempo puede estar llegando a su fin. Durante largos períodos en el pasado, los bonos se han correlacionado positivamente con la renta variable y el riesgo es que tal relación se reafirme y que los enfoques convencionales de diversificación dejen de ser eficaces.

Aunque la opinión de consenso es que el aumento de los tipos de interés en Estados Unidos va a ser gradual, y que algunos países están en condiciones de seguir la normalización de la política monetaria estadounidense, hay una sensación real de que el ciclo de tipos empieza a cambiar. En caso de que el crecimiento resulte ser más fuerte de lo que se conoce popularmente como «estancamiento secular», es posible que no tarde mucho en impactar en el rendimiento de los bonos. Incluso a la tasa actual de crecimiento moderado de EE.UU., el ritmo de creación de empleo está en línea con un fuerte repunte en la inflación salarial que creemos que podría acabar fácilmente en un futuro no muy lejano.

Además, aunque la opinión de consenso resulte correcta, en los niveles de rendimiento actuales, el beneficio de la exposición a bonos de países desarrollados en periodos de tensión en el mercado podría ser muy modesto en comparación con períodos anteriores. Esto fue precisamente lo que pasó en agosto, cuando las bolsas sufrieron una brusca oleada de ventas y la compensación de las posiciones largas en deuda no fue material.

Entonces, ¿cómo hacer frente al reto de la diversificación? Probablemente es el momento de adoptar un enfoque bastante más a medida dado que una sola estrategia no es adecuada para todo el mundo. Si la tenencia de bonos del gobierno de Estados Unidos no ofrece la protección que solía dar, entonces una duración corta podría ofrecer alguna defensa. Teniendo en cuenta la opinión generalizada sobre cómo van a evolucionar los tipos de interés en Estados Unidos, colocar opciones sobre futuros de tipos de interés parecen estar sorprendentemente bien valorado. También hay mercados de deuda pública, tales como los de Corea, Australia y Canadá, donde la trayectoria probable de los tipos de interés es probable que den más protección que los bonos del Tesoro, sobre todo en el extremo más corto donde las correlaciones a los tipos de interés  a largo plazo en Estados Unidos tiende a ser mucho menor. Algunas divisas también ofrecen un atractivo potencial defensivo.

En nuestra opinión, el yen parece estar bien respaldado por Japón, un país netamente acreedor, y por la mejora de los fundamentos cíclicos que deberían ayudar a que la moneda nipona funcione como una divisa refugio en períodos de tensión en los mercados. Ya en 2007, fue uno de los pocos activos defensivos que proporcionaron fuertes beneficios a la diversificación. Por el contrario, otros activos defensivos registraron valoraciones poco atractivas debido a las condiciones de crédito, que no son muy diferentes a los efectos que tienen las políticas de tipos cero de estos años. Curiosamente, las características defensivas del dólar podrían verse erosionadas.

Las opciones sobre acciones no parecen ni baratas ni caras ahora mismo y se puede esperar que la volatilidad aumente de manera cíclica, sin embargo las valoraciones pueden ser periódicamente más benignas. A pesar de que las estrategias de volatilidad parezcan atractivas, tienden a ser decepcionantes en la práctica debido a los altos costes de las transacciones y la volatilidad que puede repuntar rápidamente. El uso eficaz de las exposiciones defensivas para diversificar las carteras tiene que reflejar el cambio de valoración y los contextos coyunturales exactamente de la misma manera que uno debe acercarse a los activos de crecimiento.

Philip Saunders y Michael Spinks son co-responsables de las estrategias multiactivo de Investec.

Alta rotación o «juego de las sillas» en puestos clave en las Afores en 2015

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Alta rotación o "juego de las sillas" en puestos clave en las Afores en 2015
Foto: Rick . Alta rotación o "juego de las sillas" en puestos clave en las Afores en 2015

En 2015 no solo se vieron fluctuaciones en los mercados financieros, sino también en las posiciones clave de las Afores como son director general, director de inversiones y director de riesgos, entre otros.

Los recursos que administran las Afores en México al cierre de 2015 se ubicaron en 148,3 billones de dólares que representan un 14,3% del PIB y administran 54,3 millones de cuentas propiedad de los trabajadores.

En un mercado de 11 Afores, en 2015 se observó el cambio de dos directores generales que representa una rotación del 18% (2 de 11); para las posiciones de directores de inversión el cambio fue en 5 de ellas (45%) y en el caso de las posiciones de directores de riesgos sumaron 6 (55%). Al listar estas tres posiciones entre las 11 Afores resulta que solo Invercap y Coppel no experimentaron cambios en estos puestos directivos clave.

En la mayoría de los casos los cambios los generó un mejor desarrollo profesional que en algunos casos implicó cambiarse de una Afore a otra; en otros se dio un movimiento dentro del mismo grupo al que pertenece la Afore y se observaron algunos que salieron de las Afores para enfrentar otros retos profesionales. Esta rotación hay quien la denomina como el “juego de las sillas” donde se ubican en otra empresa en igual posición.

Los directores generales que cambiaron fueron los de Afore Inbursa y Azteca empresas que tienen una participación del mercado del 4% y 2% respectivamente en términos de los recursos que administran.

Las tres Afores que tuvieron cambios tanto de su director de inversiones como de su director de riesgos fueron –en orden de importancia—, Profuturo (13% de los activos en administración) , Principal (6%) y Metlife (3%). Ya en lo individual PensionIssste (5%) y Afore Azteca (2%) cambiaron de director de inversiones; mientras que Afore XXI (25%), Banamex (17%) y Sura (15%) cambiaron de director de riesgos.

Los requerimientos normativos en materia de conocimientos y experiencia del sector provoca que el personal calificado sea altamente cotizado no nada más dentro de la industria sino también en otras instituciones financieras. Este año por ejemplo la industria aseguradora en México inicia 2016 con la implementación de Solvencia II que implica la optimización del binomio valor/riesgo a través de mecanismos para la gestión de riesgo, lo que significa identificación, clasificación, medición y control de los mismos pero no desde una perspectiva encaminada a evitar ciertos acontecimientos indeseados, sino, lo que es más importante, identificar el riesgo con una oportunidad para crear valor.

Si bien se observan estos cambios en las posiciones ejecutivas, en los mandos intermedios también se dio un fenómeno similar.  Las Afores que administran la mayor cantidad de recursos reforzaron sus equipos trayendo talento de otras afores y contratando personal de otras instituciones como bancos y casas de bolsa. Hubo un par de casos donde nuevas contrataciones y cubrir vacantes significó casi la mitad del personal de sus áreas de inversiones.

Si bien los cambios son buenos, habrá quien vea esta rotación como un foco rojo en cuanto a la continuidad no solo de los negocios sino de las estrategias en materia de inversiones y riesgos.
 

Columna de opinión de Arturo Hanono

MiFID II: ¿desaparecerán algunos fondos de fondos británicos?

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MiFID II: ¿desaparecerán algunos fondos de fondos británicos?
Foto: Iñakideluis, Flickr, Creative Commons. MiFID II: ¿desaparecerán algunos fondos de fondos británicos?

Como ocurre con todas las regulaciones, los problemas se esconden en los detalles. Pero un análisis inicial de MiFID II muestra que esta normativa podría tener consecuencias no deseadas para las gamas de productos, sobre todo en el Reino Unido.

Todo apunta a que la última encarnación de la directiva financiera de la UE (MiFID II, cuya implementación en las legislaciones nacionales está prevista para el próximo año o el siguiente, en función del aplazamiento oficial de la fecha de entrada en vigor de la regulación) conducirá a una criba de los fondos de fondos británicos. Aunque las implicaciones de la concentración de la directiva en la remuneración de los asesores financieros y en criterios independientes (como en el caso de la RDR británica) han dominado el debate, creo que MiFID II tiene otros aspectos con amplias consecuencias.

Básicamente, todos los estados miembros de la UE deben adherirse a las propuestas de la UE en su forma actual cuando las incorporan en sus respectivas legislaciones nacionales. Esta directiva incluye una clasificación más restrictiva de productos complejos y no complejos, que designa qué puede comprarse o no en régimen de “solo ejecución”. Si a esto se añaden las reglas que prohíben los incentivos, la desaparición de productos se convierte en una consecuencia natural de MiFID II; en este contexto, es probable que los fondos de fondos se cuenten entre las principales víctimas, sustituidos por productos multi-activo de menor coste.

La directiva establece que los productos clasificados como “complejos” no pueden venderse a clientes minoristas sin asesoramiento o una evaluación de “idoneidad”. Pero en virtud de las mismas reglas, ese asesoramiento deberá pagarse si es independiente, algo a lo que algunos consumidores no están dispuestos, tal como demuestra la experiencia británica.

Así, ¿qué tipo de productos se consideran complejos? Según la interpretación actual de la directiva, todos los fondos no cubiertos por el régimen UCITS (así como productos como los UCITS estructurados) serán clasificados como productos complejos. En el Reino Unido, esto incluye a un grupo específico de vehículos conocidos como “fondos minoristas no UCITS” (NURS, por sus siglas inglesas), que incluyen a un gran número de fondos de fondos del país. Muchos proveedores han optado por construir estos fondos multigestora bajo la estructura NURS de la FCA, ya que la normativa ofrecía una flexibilidad algo mayor que UCITS. Específicamente, los fondos NURS pueden tener carteras más concentradas, invertir en fondos de propiedad inmobiliaria directa, y en cierta medida en oro y en fondos no autorizados. Si una empresa no desea vender un fondo en Europa, la estructura NURS ha sido atractiva desde el punto de vista de la flexibilidad en cuanto a gestoras.

Una vez se haya implementado MiFID II, si los proveedores de productos desean mantener una clientela minorista amplia para sus fondos NURS, es probable que tengan que convertirlos a UCITS para evitar los criterios más restrictivos. A la luz de los costes asociados con las conversiones, y a fin de concentrar la atención en fondos de cierto tamaño o atractivo, parece inevitable que muchos fondos de fondos cierren en el marco de esta operación.

Al igual que RDR, MiFID II creará estándares de independencia de asesoramiento, lo cual conducirá a expectativas de subcontratación de actividades de inversión por parte de los asesores financieros. No obstante, aunque mucha gente sostuvo que los fondos de fondos serían objeto de una tendencia de subcontratación en el marco de la RDR, eso no fue lo que ocurrió. La implementación de esta normativa ha convertido el coste de los productos en un aspecto importante, y muchos FdF han pasado a considerarse caros. En cambio, las carteras modelo y los fondos con objetivos de riesgo (o multiactivo con perfil de riesgo) cuestan relativamente menos.

Aunque todavía habrá margen para los fondos de fondos de bajo coste y para aquellos con canales de distribución cautivos tras la implementación de MiFID II, anticipo una mayor migración hacia fondos multiactivo, pese a lo amplio que se ha tornado este término.

También preveo que las nuevas presiones de precios debidas a la directiva animarán a firmas de asesoramiento astutas a iniciar o ampliar sus ofertas de asesoramiento robotizado. Estas herramientas automatizadas de árbol de decisión –un área de crecimiento en Europa– podrían ayudar a cubrir cualquier brecha de asesoramiento resultante de los obstáculos creados por estos cambios regulatorios.

Columna de Fergus McCarthy, responsable del segmento Advisory y de Distribución en el Reino Unido de BNY Mellon Investment Management

“Brasil necesita desesperadamente una reforma fiscal”

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“Brasil necesita desesperadamente una reforma fiscal”
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jose Luis Cernadas Iglesias. “Brasil necesita desesperadamente una reforma fiscal”

El pasado año 2015 fue un año difícil para la mayor parte de los inversores de renta variable en América Latina. La deuda soberana de Brasil perdió su grado de inversión, mientras la presidente Dilma Rousseff coqueteaba con índices de aprobación históricamente negativos. El estancamiento político dio lugar a un debilitamiento sustancial de la moneda. En México, el mercado de renta variable permaneció neutral la mayoría del tiempo, mientras que el programa de reformas del país parecía estancarse, el precio del crudo bajó y el peso mexicano se debilitó contra el dólar. Unos menores precios en las materias primas afectaron negativamente al crecimiento de Colombia y Chile. En particular, el cobre sufrió una bajada del 28%, arrastrando consigo a la economía chilena. En Argentina, los inversores en moneda fuerte experimentaron retornos negativos cuando el país devaluó el peso en un 36% el pasado diciembre.     

Los desafíos de 2016

Las perspectivas para 2016 continúan ofreciendo desafíos para la economía. La economía global permanece débil, haciendo que las exportaciones de Latinoamérica pierdan atractivo. Mientras el crecimiento del producto interior bruto está mejorando en algunos países de la región (México y Argentina), se está debilitando en otros (Brasil). La diversidad entre los distintos enfoques en política económica tiene una importancia crítica para los inversores de América Latina.   

En Brasil, el rápido deterioro del telón de fondo macroeconómico se enfrenta a una rápida inflación y una severa recesión, como vientos en contra. La contracción resultante en la demanda interna, con unos menores ingresos para los hogares, y un debilitamiento del tipo de cambio, ha resultado en un mercado laboral más competitivo. Dicho esto, la cuenta de capitales del país también se está ajustando negativamente; el Banco Central de Brasil ha indicado su intención de aumentar los tipos de interés en 2016. La expansión fiscal de 2015 habla de la debilidad de las políticas llevadas a cabo por el gobierno, que sigue siendo el principal desafío de los inversores brasileños y extranjeros. Desde Pioneer Investment esperamos que la moción de censura a Dilma gane impulso durante el año, cambiando el sentimiento interno del país a la vez que avanza el proceso. Brasil necesita desesperadamente una reforma fiscal para evitar una recesión prolongada. Los riesgos que entraña Brasil para un gestor de renta variable son muy pronunciados, los problemas del país no son someros y el consenso del mercado se ha posicionado en una fuerte infraponderación. La mayoría de las acciones reflejan la mayor parte de esa visión negativa del consenso. Los movimientos políticos en Brasil podrían resultar en un corto y marcado rally con cobertura, que pudiera revisar la posición del consenso.

La previsión para México es más alentadora. El consumidor está mostrando signos de recuperación y el Banco Central del país tiene algo de margen para desviarse de la política de Estados Unidos. Esto ayudará a la recuperación del crecimiento doméstico del país. En recientes declaraciones, Banxico dio señales de estar dando igual importancia a los factores externos e internos que propician la inflación. El producto interior bruto mexicano podría sorprender frente a las expectativas débiles. Ayudado por la mejora continua en el sector privado, un tipo de cambio competitivo, y una mejora en la economía de Estados Unidos. Los bajos precios del crudo y una menor producción equilibran esta visión.

En el resto de la región, vemos que hay cabida para rebajas de tipos de interés en Chile, y posibilidad de que los tipos de interés aumenten en Colombia. Argentina ha despertado nuestro interés con un renovado aire después de las elecciones en el segundo semestre de 2015. Desde nuestro punto de vista, un cambio en el enfoque de Argentina podría generar un valor significativo para los inversores de renta variable, pero con un elevado riesgo. Somos constructivos en Perú, donde vemos un consenso, que tal vez esté demasiado enfocado en la sensibilidad al precio de las materias primas. Venezuela sigue siendo imprevisible, con muy pocos datos macroeconómicos, con una expansión del crédito de tres dígitos y un tipo de cambio hiperinflacionario. En nuestra opinión Venezuela no es una opción a la hora de invertir en renta variable. 

Opinión de Giles Bedford, client portfolio manager de renta variable emergente en Pioneer Investments.

Previsiones 2016: El dulce despertar

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Nordea organiza un desayuno sobre inversión socialmente responsable
Foto: Doug8888, Flickr, Creative Commons. Previsiones 2016: El dulce despertar

Después de tanto trabajo, si no hay cambios de última hora, el año 2015 acabará con el S&P 500 y el Ibex casi planos.

Pensamos que el año 2016, como decía Antonio Machado: “Tras el vivir y el soñar, está lo que más importa: el despertar”. Nadie sabe cómo va a ser ese despertar…

La economía mundial sigue sumergida en un momento de crecimientos moderados (+3% en el PIB mundial) y con tasas de inflación casi nulas. Las valoraciones de las bolsas siguen siendo elevadas, todavía existe mucha intervención de los gobiernos, cada vez hay más deuda y paradójicamente menos liquidez.

En las previsiones para 2016, destacamos que para conseguir un dulce despertar, nuestra principal recomendación se centra en construir carteras sólidas, de calidad y rentables con activos poco correlacionados debido a que desde la crisis financiera de 2009, existe una alta correlación entre todos los activos financieros del mundo.

Ideas interesantes para pensar:

–       En EE.UU., buscar empresas enfocadas en innovaciones tecnológicas.

–       Europa y algunos países periféricos (España) pueden dar alegrías.

–       Buscar gestores de value stocks, especialmente en Europa.

–       Invertir activos descorrelacionados (hedge funds y private equity).

–       Inversiones con impacto social.

–       Invertir en bonos con tasas superiores al 4% y bonos flotantes.

Felices inversiones 2016.

David Levy es director general de DiverInvest EAFI.

¿Miedo a China?

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Cinco factores que juegan a favor de los mercados de bonos asiáticos
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Skyseeker. When You Look at China, Are You Looking at Its Past or Its Future?

Muchos inversores son pesimistas sobre la economía de China, en gran parte debido a que no se dan cuenta de lo mucho que ha cambiado. Las bolsas se desploman y hay incertidumbre, pero vale la pena señalar que una de las razones de que la caída de las bolsas no haya afectado a los consumidores chinos es que aunque el mercado ha caído considerablemente desde sus recientes máximos, la historia no es tan mala como algunos creen.

Hasta el 15 de diciembre 2015, el índice compuesto de Shanghái había caído un 32% desde el máximo marcado el 12 de junio. Pero en cifras absolutas, el índice sube un 9% desde principios de año, y lo hace en más de un 20% desde el año pasado. Así, el índice compuesto de Shanghái está superando al S&P 500 en una base interanual.

Es cierto que la vieja economía china parece débil. Las exportaciones se han reducido en un 3% hasta noviembre, frente al aumento del 6% registrado hace un año. La producción industrial ha subido un 6%, frente al 8% de hace un año. La inversión en activos fijos se ha incrementado un 10%, frente a una tasa de crecimiento del 16% vista durante el mismo período del año pasado. Pero, ¿son esas partes de la economía en la que desea enfocarse o invertir?

Las exportaciones, por ejemplo, no han contribuido al crecimiento del PIB durante los últimos siete años. Estimo que sólo alrededor del 10% de los bienes producidos en las fábricas chinas se exportan. Esto es así porque China consume gran parte de lo que produce.

La industria manufacturera se caracteriza por ser lenta, especialmente las industrias pesadas como la del acero y el cemento, y sobre todo ahora que China ha superado su máximo de infraestructuras y viviendas. Pero la fabricación no se ha derrumbado; de hecho, una encuesta privada revela que los salarios de las fábrica son hasta un 5%-6% más altos este año, lo que refleja un mercado laboral bastante fuerte. Otro dato a tener en cuenta es que el año pasado se vendieron más de 10 millones de nuevas viviendas.

Y lo que es más importante aún, pocos inversores reconocen que casi seguro éste será el tercer año consecutivo en el que el peso de la fabricación y construcción tendrá menor peso en la economía que la parte del consumo y servicios. China ha reequilibrado su economía alejándose de las exportaciones, la industria pesada y la inversión, y se ha convertido en la mayor historia de consumo mundial.

Comprender este importante cambio es clave para evaluar el impacto de China en la economía mundial, y en su cartera.

Al final, todos somos inversores en China

Incluso aunque nunca haya tenido acciones de compañías chinas, es efectivamente un inversor en el país. China representa alrededor de un tercio del crecimiento global, por encima de la suma de las bolsas de Estados Unidos, Europa y Japón. Esto ayuda a explicar por qué las exportaciones estadounidenses a China se han incrementado en más de un 600% desde que el país se uniera a la Organización Mundial de Comercio, mientras que las exportaciones estadounidenses al resto del mundo han aumentado menos del 100%.

Más PIB para el consumo

El cambio de modelo en la economía del gigante asiático está impulsado por los consumidores chinos, cuyo gasto representó el 58% del crecimiento del PIB durante los tres primeros trimestres del año pasado. Ignorando la caída vista a mediados de junio en las bolsas chinas, las ventas minoristas (ajustadas a la inflación) aumentaron hasta el 11% en octubre y noviembre, el ritmo más rápido desde marzo.

El crecimiento de los ingresos sin precedentes es el factor de respaldo más importante del consumo. En los tres primeros trimestres de este año, la renta real disponible per cápita aumentó más del 7%, mientras que en la última década, la renta urbana repuntó un 137% y la rural lo hizo en un 139%. Parte de ese aumento se debió a la política del gobierno: el salario mínimo en Shanghái, por ejemplo, aumentó 187% en los últimos 10 años (en Estados Unidos, la renta per cápita aumentó en un 8% en los últimos 10 años).

El cambio de modelo necesita tiempo

Como inversores, tenemos que aceptar y entender, sin embargo, que la necesaria reestructuración y el reequilibrio de la economía china, junto con los cambios en la demografía suponen que la economía, continuará creciendo a un ritmo más lento año tras año en el futuro más inmediato. El fuerte consumo puede mitigar el impacto de la desaceleración en la industria manufacturera y la inversión, pero no puede devolver  el crecimiento a tasas del 8%.

Así, mientras que es probable que las tasas de crecimiento de la mayoría de las partes de la economía china continúen desacelerándose gradualmente, hay que tener en cuenta que este año el «lento» ritmo de crecimiento significa un 6,9%, lo que es aproximadamente 300% más de lo que era hace una década.

Mayores oportunidades

En otras palabras, la tasa de crecimiento más baja está generando oportunidades mayores para las empresas que venden bienes y servicios a China, y para los inversores en esas empresas.

Andy Rothman es estratega de inversión y autor del blog Sinology que publica Matthews Asia.

 

El despertar de los mercados

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El despertar de los mercados
. El despertar de los mercados

Los mercados —anestesiados durante seis años de políticas monetarias ultraexpansivas— pudieron finalmente en 2015 seguir ignorando en gran medida las realidades económicas y permanecer centrados en las dinámicas de los flujos de inversión. Para los mercados europeos de renta variable, fue principalmente la depreciación del euro lo que les permitió arrojar algunas de las mejores rentabilidades bursátiles expresadas en euros, a pesar de unos resultados económicos decepcionantes. No obstante, la rentabilidad de los mercados europeos expresada en dólares ni siquiera llegó a superar el pasado año la anémica cota del índice estadounidense S&P 500 (-0,7%). En los mercados de renta fija, sólo los inversores que apostaron principalmente por la deuda pública griega, o incluso la ucraniana —ambas se revalorizaron del 28 % al 38% durante el año, si bien rozando el impago— han podido disfrutar de rentabilidades espectaculares.

No obstante, las fragilidades que identificamos el año pasado en el maravilloso mundo de unos mercados administrados por los bancos centrales mostraron sus primeras fisuras. Así, los inversores no pudieron ignorar en 2015 las consecuencias en los mercados de renta variable y deuda corporativa de años de exceso de inversión en el sector energético estadounidense. Con unos bancos centrales cada vez más limitados en sus políticas de apoyo, 2016 anuncia el despertar de los mercados a las realidades económicas.

Recordatorio sobre la fragilidad de los mercados

Recordemos que la fragilidad que nos preocupa reside fundamentalmente en la creciente falta de flexibilidad —esto es, de capacidad de absorción de posibles envites— de la que adolece la mayor parte de la economía mundial. Esta fragilidad se debe al nivel de endeudamiento de los gobiernos, las empresas y las personas físicas, que los bancos centrales han mantenido desde 2009 con una subvención radical de su coste. Se ha desencadenado un círculo vicioso que hace que la economía sea muy vulnerable a la próxima ralentización cíclica, al igual que a una subida del precio del dinero.

Dinámica de colisión

Así, estas trampas son ahora patentes de forma simultánea, lo que dificulta cada vez más la labor de los bancos centrales: estos se debaten entre el imperativo de mantener los tipos nominales muy bajos y el de preservar su credibilidad, tras años de inyecciones de liquidez que generaron burbujas en activos financieros, mala asignación del capital y crecientes desigualdades en el plano social.

De este modo, un año después a haber puesto fin a su política de relajación cuantitativa, la Fed se enfrenta ahora al inicio de su primer ciclo de ajuste monetario desde 2004 y comienzan a aflorar los primeros indicios de tensiones salariales. Y si los precios de la energía deberían acabar por estabilizarse en 2016, las previ- siones de inflación comenzarían a invertirse, intensificando así las presiones sobre la Fed. Además, tanto en Europa como en Japón, los bancos centrales han empezado a mostrarse reacios a aumentar sus intervenciones.

Pero al mismo tiempo, tras seis años de expansión, los indicadores de actividad manufacturera en Estados Unidos han pasado a terreno negativo e incluso el consumo de servicios comienza a debilitarse. En paralelo, China sigue ralentizándose. El choque entre el ciclo económico y el ciclo de tipos ya es una realidad. La ilusión monetaria toca a su fin.

Europa: ¿región refugio?

El desfase de ciclo económico hizo de Europa en 2015 uno de los escasos lugares del mundo que mostraban una mejora coyuntural. Pero esta mejora, a pesar de una caída del 50% del precio de la energía, una depreciación del euro del 25% y un recorte histórico de los tipos de interés, sólo pudo impulsar el ritmo de crecimiento anual hasta aproximadamente el 1,5%, una cota insuficiente para estabilizar el endeudamiento y reactivar la creación de empleo. Y este resultado se obtiene finalmente en un momento en que la locomotora alemana comienza a perder fuelle (caída de la dinámica de productividad, bajada de la rentabilidad, exposición al ciclo mundial) y se enfrenta a sus primeras dificultades políticas (tensiones en el gobierno de coalición sobre la política migratoria). Así, Europa encara 2016 con una posición económicamente frágil, lo que cuestiona su vulnerabilidad política, ya que la construcción europea ciertamente no puede permitirse la perspectiva de una década perdida, a la japonesa.

El universo emergente, el fantasma de los inversores

China y, tras ella, la economía mundial en su conjunto, siguen pagando hoy el precio del ingente programa de apoyo económico de 2008, que evitó al país una caída catastrófica de la actividad a costa de una expansión excesiva del crédito y de la acumulación de una capacidad que actualmente sigue siendo sobradamente excedentaria. El reajuste de la economía hacia el sector servicios ya hizo caer los precios de las materias primas y su onda expansiva se ha dejado notar en todo el universo emergente con distintas intensidades.

Pero esto también merma la rentabilidad de numerosas industrias a escala mundial por su notable contribución a las capacidades excedentarias globales. Como en el caso de Estados Unidos, aunque en mucha mayor medida, China también se enfrenta al riesgo de complicaciones a la hora de proteger al conjunto del sector terciario de los efectos de la ralentización industrial en 2016. La intención de las autoridades chinas de estabilizar esta ralentización mediante políticas monetarias y fiscales acomodaticias estará sujeta al obstáculo de las incesantes salidas de capitales desde el pasado mes de agosto y de unos balances bancarios repletos de activos no rentables.

Con vistas a resolver esta complicada ecuación, no descartamos que China deba renunciar este año a su manifiesta ambición de conseguir una moneda estable. Una devaluación considerable del yuan aliviaría su propia carga económica, pero aceleraría la exportación de su problema de exceso de capacidad industrial al resto del mundo, tanto en países emergentes como desarrollados.

2016 o el año del despertar de los mercados

Dado que los bancos centrales han agotado prácticamente su capacidad de intervención y el sector bancario sigue inhibido por un contexto reglamentario tremendamente restrictivo, los inversores se encuentran en primera línea a la hora de hacer frente a la intensificación de los riesgos de mercado. Al mismo tiempo, la liquidez de todas las clases de activos se ha visto agotada por el propio efecto de las repetidas intervenciones de los bancos centrales, que hacen que los picos de volatilidad sean cada vez más erráticos. Por tanto, cuando la carestía de los activos «sin riesgo» arrebata a estos últimos la condición de refugios fiables, la gestión del riesgo exige recurrir a estrategias de cobertura específicas y muy activas. Éstas permitirán a su vez aprovechar las oportunidades cuando la capitulación de los mercados genere puntos de entrada excepcionales a los que deberemos aplicar una visión a medio plazo. Las advertencias acerca de estas rendiciones ya son perceptibles en el sector petrolero y en determinados activos emergentes, incluidos los de renta fija.

Con la perspectiva de estos riesgos —aunque también de oportunidades— en el horizonte, en un momento en que será fundamental la capacidad de desprendernos de los hábitos de gestión que han resultado convenientes en los últimos seis años, todos los equipos de Carmignac y yo mismo les deseamos un 2016 activo y próspero.

Didier Saint-Georges es miembro del comité de inversiones y managing director de Carmignac.

Es el momento de explotar selectivamente las oportunidades high yield

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Es el momento de explotar selectivamente las oportunidades high yield
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Anthony Quintano. Es el momento de explotar selectivamente las oportunidades high yield

El mercado de high yield ha estado en la prensa últimamente por razones equivocadas. A principios de diciembre, Third Avenue, un fondo distressed especialista en high yield suspendió los reembolsos, haciendo que los inversores se preguntaran qué nivel de liquidez tenían sus posiciones de deuda corporativa high yield si necesitaban venderlos. Los diferenciales de crédito high yield en Estados Unidos, que desde junio de 2014 ha sido vendidos de forma bastante constantemente, registraron otro golpe al conocerse la noticia. Como consecuencia, el principal índice estadounidense de high yield (el BofA Merrill Lynch US high yield Master II Total Return Index) finalizó 2015 con caídas del 4,6%.

Third Avenue ha sido quizás un caso especial, pero los diferenciales de crédito parecen haber dejado atrás sus mejores niveles en este ciclo y es probable que veamos otra oleada de ventas en los próximos años antes que una recuperación del terreno perdido durante los últimos 18 meses. Este ha sido el patrón normal en los recientes ciclos económicos, con las primas de riesgo del high yield repuntando antes del inicio de una recesión. Esto ocurre cuando las empresas se vuelven más reacias a tener bonos y por lo general aprovechan el estado de sus balances para complacer a los accionistas conforme el ciclo económico va madurando. A finales de los años 80, los diferenciales de los bonos high yield alcanzaron sus mejores niveles dos años antes de la recesión de 1991. A finales de los años 90, los diferenciales comenzaron a ampliarse durante un periodo total de tres años y medio justo antes de que comenzara la recesión de 2001. En los períodos previos a la crisis de crédito, el high yield registró una subida menor y sólo se empezó a debilitar siete meses antes de la recesión y un total de 15 meses antes del colapso de Lehman Brothers.

El canario en la mina de carbón

En cierta medida, el high yield tiende a ser algo así como un canario en la mina de carbón, advirtiendo cuando el ciclo económico está empezando a madurar, aunque ahora mismo todavía queda tiempo por delante.

La propia oleada de ventas, también puede crear oportunidades en estos activos para captar emisiones corporativas atractivas a bajo precio, sobre todo si la ampliación de los diferenciales ha sido indiscriminada. La reciente debilidad en el sector high yield de Estados Unidos se ha visto exagerada por los problemas en el sector energético. Excluyendo esto, las rentabilidades han aumentado a niveles que comienzan a parecer interesantes. El índice que no incluye las empresas de energía tiene una rentabilidad casi 6 puntos porcentuales más que los bonos del Tesoro y más del 7,5% en términos absolutos. Esto coloca este mercado claramente en el lado barato del valor razonable, especialmente en ausencia de una recesión, que todavía no parece inminente en Estados Unidos.

Explotar selectivamente las oportunidades high yield

En el último año y medio, hemos optado por ser muy defensivos dentro del mercado high yield, manteniendo una exposición limitada, evitando los emisores de menor calificación, y centrándonos en las emisiones europeas, donde el ciclo de crédito está menos avanzado y el programa de expansión cuantitativa del Banco Central Europeo (BCE) proporciona un respaldo adicional. Sin embargo, ahora estamos selectivamente empezando a explotar el nerviosismo en el segmento high yield de Estados Unidos. La volatilidad del mercado ha creado oportunidades para entrar en buenos nombres. Por ejemplo, recientemente hemos añadido la exposición a Frontier en nuestro Diversified Income Fund, una compañía con rating BB, con una prima de rendimiento de alrededor de 10 puntos porcentuales sobre los bonos del Tesoro.

Esto no quiere decirque pensamos que es hora de entrar con ambos pies, sino más bien creemos que es el momento de añadir nombres al portfolio que han sido injustamente penalizados por unas condiciones de negociación difíciles.

El mayor de esos riesgo es el de que se produzcan salidas de capital de los fondos high yield, algo que el mercado tendría problemas para absorber sin una fuerte caída de los precios.

John Stopford es co-responsable de multiactivos de Investec y portfolio manager del  Investec Diversified Income Fund.

La debilidad del renminbi echa gasolina al incendio de los mercados emergentes

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La debilidad del renminbi echa gasolina al incendio de los mercados emergentes
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Begoña. Weakening Renminbi Puts More Oil on the EM Fire

El año 2015 terminó con una caída en los precios de las materias primas, que debilitó el crecimiento de los mercados emergentes y aumentó las preocupaciones sobre las salidas de capital en estos países. El avance de la crisis política en Brasil, Sudáfrica y Turquía provocaron nerviosismo adicional a los mercados en las últimas semanas del año. La combinación de expectativas de endurecimiento de la política monetaria estadounidense por un lado, y las preocupaciones acerca del desapalancamiento en los emergentes, los riesgos financieros y el avance de las crisis políticas en los países con problemas debería mantener al alza la presión sobre el mundo emergente también en el 2016. La cuestión más importante sigue siendo la situación de decrecimiento de China, el mayor apalancamiento, las políticas económicas menos eficaces y la aceleración de la salida de capitales.

La fuente más reciente de la aversión al riesgo de los mercados emergentes ha sido la depreciación del renminbi chino. Desde la mini-devaluación llevada a cabo el pasado mes de agosto, las autoridades de Pekín han estado gestionando la tasa de cambio del renminbi con respecto a una canasta de divisas pertenecientes a sus principales socios comerciales. Después de que el tipo de cambio efectivo nominal se haya apreciado un 30% desde 2011 (cuando la mayoría de las divisas de los mercados emergentes comenzó a depreciarse), durante la mitad de 2015, lo hemos visto estabilizarse. A partir de los agudos movimientos frente al dólar vistos recientemente –algo que los chinos siempre habían tratado de evitar– ahora podemos deducir que Pekín se ha comprometido firmemente a evitar la apreciación frente a la cesta de sus principales socios comerciales.

Esta decisión tiene mucho sentido dada la debilidad del sector de las exportaciones de China y la importancia de este sector para el empleo del país. Incluso más debido a las salidas de capital que, en gran medida, han sido consecuencia de la percepción de que el renminbi sigue estando sobrevalorado.

El problema para los mercados financieros, sin embargo, es que el rápido debilitamiento del renminbi significa que un de las anclas más importantes para las divisas de los mercados emergentes ha desaparecido. Es probable que ahora que el renminbi puede debilitarse frente al dólar mantenga el ritmo de las otras monedas de los países emergentes y del euro. Esto último es particularmente relevante dado los esfuerzos del BCE para debilitar al euro. Hay que recordar que Europa es el mayor socio comercial de China.

Otra razón por la que los últimos grandes movimientos del yuan han creado nuevos disturbios en los mercados financieros sugiere que los problemas económicos en China podrían ser demasiado grandes para el enfoque gradual de la política monetaria.

M. J. Bakkum es estratega senior de mercados emergentes en NN Investment Partners.

 

Riesgos y oportunidades del TPP para México

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Riesgos y oportunidades del TPP para México
Foto: Curiousmatic. Riesgos y oportunidades del TPP para México

Cuando hablamos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés) debemos tener presente que no entrará en vigor de inmediato, sino que deberá transcurrir un periodo, el cual se estima sea de al menos un año y fracción, para que los 12 países que recién acordaron su alcance pasen por sus respectivos procesos legislativos internos para su aprobación en cada uno de ellos y que, además, se reúna la cantidad minina de países firmantes [1] para que el TPP cobre fuerza legal. Durante este periodo de aprobación, deben analizarse tanto los riesgos como las oportunidades para los sectores productivos, tanto nacionales como extranjeros, con presencia en nuestro país y principalmente a los consumidores mexicanos cuando México entre a formar parte de este acuerdo comercial.

En efecto, más que de los riesgos que pudiere conllevar para los sectores productivos y comercializadores la entrada en vigor del nuevo tratado, deben conocerse las ventajas que conlleva para los consumidores, quienes podrán acceder a bienes de más países, y para la plataforma exportadora que reside en México, así como la necesidad de adaptación a nuevas circunstancias, con la correspondiente evaluación de riesgos económicos a que deben adaptarse las empresas. Como lo demostró la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés), los temores de los empresarios y las reticencias de algunos funcionarios u organismos sociales, aunados a un nacionalismo anticuado, fueron superados por la realidad que nos trajo más ventajas que problemas, confirmando que el sector privado mexicano es capaz de abrirse a nuevos retos, a competir de tú a tú con empresas de otros países, fortaleciendo sus ventajas comparativas.

Uno de los riesgos, además de la oportunidad perdida que significaría que el TPP no fuese aprobado por el número suficiente de países para que entre en vigor, es que los empresarios mexicanos no lo estudien y no se preparen para su entrada en vigor. En efecto, en el caso del NAFTA, tuvimos la desafortunada experiencia de que varios sectores, como el textil, no se prepararon ni visualizaron riesgos u oportunidades y se vieron afectados por la competencia de la que antes estaban protegidos. Por ello, es indispensable que el TPP sea interiorizado por el sector privado mexicano para que puedan potencializar todas sus ventajas y disminuir los riesgos que implica la mayor competencia.

En este sentido, de la lectura del texto del TPP se puede señalar que los temores respecto a las supuestas limitaciones a derechos humanos en el uso de internet, el infundado temor a abrir sectores a la inversión extrajera, a la restricción a acceder a medicamentos genéricos, supuestos obstáculos a derechos de los consumidores o de acceso al “conocimiento y la cultura” son infundados y sólo muestran que cuando se pretende analizar un texto legal sin conocerlo o basados en prejuicios carentes de un razonamiento, no se fomenta un diálogo constructivo que realmente beneficie a los habitantes de un país o de una zona comercial.

Cuando se habla de oportunidades o riesgos de un tratado como el TPP hay que tomar en cuenta que éste es mucho más que una serie de normas jurídicas relacionadas con el comercio de bienes y servicios entres distintas naciones, siendo en realidad es un impulsor para que en el país se adopten regulaciones más modernas y acordes a principios internacionales, brindando estas regulaciones certidumbre a empresas mexicanas y extranjeras para  competir con reglas claras y en igualdad en el mercado de distintos países. Además, este marco jurídico es una forma más transparente de interactuar con el gobierno mexicano, quien a su vez se ve constreñido a ejercer sus funciones con un menor grado de discrecionalidad en su actuación. Hay que tomar en cuenta que siendo un acuerdo multinacional, en caso de que un gobierno, como pudiera ser el mexicano, no disminuya el grado de discrecionalidad que perjudica a los particulares, ese gobierno se enfrenta a la posibilidad de que sus actos sean revisados en paneles multinacionales y que se le imponga sanciones, además del riesgo latente de que las inversiones, tanto extranjeras como nacionales, se trasladen a otros países miembros del tratado.

Aún y cuando se podría decir que en la mayoría de los casos la legislación mexicana que regula el comercio de  bienes, servicios, inversiones extranjeras en diversos sectores, el sector financiero y ahora el sector energético, ya han sido modernizadas durante los últimos 20 años a consecuencia de la entrada en vigor del NAFTA, es sabido que aún existen practicas burocráticas, regulaciones de menor rango y requisitos técnicos que dificultan el actuar de las empresas al tiempo que reflejan su influencia negativa en los bajos lugares que le otorgan a México las calificadoras de competitividad, listas en las que nuestro país siempre aparece en lugares muy por debajo de lo que debería tener, dado el tamaño de nuestra economía.

Ante la apertura comercial que significaría la entrada en vigor del TPP, consideramos que quienes sí deben preocuparse e iniciar medidas para enmendar sus conductas y en beneficio de los consumidores mexicanos son algunos sectores productivos mexicanos que históricamente han sido sobreprotegidos. Industrias como la acerera en México, que ha venido abusando de una sobre regulación a las importaciones de acero, o cadenas de tiendas de autoservicio y/o departamentales, las cuales basan muchas de sus ventajas comerciales en requisitos excesivos a importaciones que solo pueden cumplir las cadena de logística de esas mismas grandes empresas dejando fuera a importadores medianos o pequeños con el subsecuente perjuicio al consumidor final, deben estar conscientes  de que esas ventajas desleales tenderán a desaparecer en la medida que las normas escritas y no escritas que regulan las inversiones y el comercio en México se adapten a los requerimientos del transparencia y mayor competencia del TPP.

Es por ello que, además de las oportunidades económicas de acceder a nuevos mercados, durante el periodo en que se discute el TTP ante el Senado mexicano, los particulares deben abordar la oportunidad que tiene el sector empresarial de cabildear ante las distintas ramas del gobierno mexicano con el propósito de que los reglamentos mexicanos, las normas oficiales mexicanas, los criterios de aplicación, entre otros, se adapten a las regulaciones del TTP y que estas realmente reflejen las nuevas oportunidades que este tratado significa, evitando la creación o el mantenimiento de regulaciones que perjudiquen la libre entrada y salida de productos y servicios desde y hacia nuestro país.

Dicho de otra manera, la muy posible entrada en vigor del TTP y su periodo de análisis y aprobación brindan al sector empresarial la posibilidad de pronunciarse, de manera decidida, en la ampliación de las reformas que han brindado oportunidades a este sector productivo, así como en la limitación de la discrecionalidad del estado para que este nuevo tratado tenga un impacto mayor en beneficio de los habitantes del país.

Columna de Luis Rubio, socio en las Prácticas de Asuntos Gubernamentales, Fusiones y Adquisiciones y Telecomunicaciones de Jones Day México