¿Asistimos al fin del mercado alcista de 35 años para los bonos del gobierno?

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¿Asistimos al fin del mercado alcista de 35 años para los bonos del gobierno?
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Oliver Bruchez. Monetary Policy: Is A Change Coming?

En el contexto de un débil crecimiento mundial y una inflación suave, los bancos centrales han tendido a relajar la política o rebajar las perspectivas de un futuro endurecimiento monetario. Sin embargo, recientemente se han cuestionado con fuerza las medidas de estímulo debido a que la evidencia sugiere que la política monetaria no convencional podría haber llegado a su límite.

Por ejemplo, el Banco de Japón se ha alejado del compromiso de comprar una cantidad fija de bonos del gobierno y, en su lugar, adoptó un objetivo de rentabilidad para su deuda. Esto puede ser más sostenible a largo plazo, pero refleja incapacidad para expandir indefinidamente compras de deuda pública. Del mismo modo, los participantes en el mercado han especulado que el Banco Central Europeo podría reducir sus compras de bonos antes de tiempo y que ya no tiene intención de introducir los tipos de interés en niveles cada vez más negativos.

En consecuencia, muchos inversores creen que la política fiscal debería adoptar un rol más importante a la hora de estimular el crecimiento y están comenzando a pedir un giro en la dirección de los tipos de interés y de la rentabilidad de la deuda.

Nuestra opinión es que, aunque es posible que nos hayamos movido a un entorno de flexibilización monetaria menos agresiva, es demasiado pronto para ver un punto de inflexión. Los bancos centrales van a mantener la cautela sobre el cambio de dirección dado el riesgo de descarrilar la recuperación económica, y de que es difícil ampliar rápidamente la política fiscal. La expansión fiscal también podría verse limitada en algunos países debido a los niveles de endeudamiento y a que requiere un nivel de coordinación difícil para la mayoría de los gobiernos.

Como resultado, los rendimientos de los bonos gubernamentales se están ajustando a un entorno de políticas menos favorable, pero se espera que permanezcan en un rango amplio, con un valor ligeramente por encima de los niveles actuales de rendimiento.

Un aumento estructural de los rendimientos requerirá un aumento de la tendencia de crecimiento, un aumento de la tendencia de inflación o un cambio más claro en la dirección y la combinación de políticas. No es probable que ninguno de estos suceda rápidamente, pero ahora podemos estar al final de un mercado alcista de 35 años para los bonos del gobierno.

John Stopford, responsable de estrategias multiactivos en Investec.

La gestión de patrimonios: ¿hacia el modelo de Uber y Airbnb?

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La gestión de patrimonios: ¿hacia el modelo de Uber y Airbnb?
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Geralt . La gestión de patrimonios: ¿hacia el modelo de Uber y Airbnb?

Las fintech están revolucionando muchos aspectos de la industria de servicios financieros y el sector de gestión de patrimonios (wealth management) no es una excepción. Los nuevos participantes en el sector pueden proporcionar escala y mayor personalización a un coste mucho menor que los modelos tradicionales de gestión de patrimonios, muchos de los cuales son muy dependientes de los recursos humanos y tienen procesos altamente manuales.

¿Cuál será el impacto de esta tendencia? ¿Las fintech lograrán transformar el negocio de la gestión de patrimonios en la medida en que elimine a los titulares tradicionales o simplemente traerá más comoditización a una industria que ya está sufriendo bajos márgenes?

Si es el primer caso y las fintech comienzan a amenazar a los wealth management existentes, próximos a la extinción, la industria tiene dos opciones: o bien continúan con la tendencia, donde poseen la cadena de valor completa, que ha demostrado ser rentable, pero luchan contra el aumento del coste y la complejidad para ejecutar y mantener tal modelo de negocio, o se encaminan hacia una plataforma donde se sentarían en la parte superior de un vasto sistema de suministro a terceros y enfocarían su gasto de capital en su relación con el usuario digital.

Creemos que el modelo de plataforma será el más exitoso. Esta visión está fundamentada en lo que hemos visto con los avances de la tecnología en industrias de consumo como el ocio o transporte con Airbnb y Uber, respectivamente. Una característica clave de esta revolución digital ha sido el crecimiento de modelos de negocio que dependen de la agregación de servicios para construir una experiencia de usuario mayor, en lugar de extraer más valor de los activos propios, ofreciendo una gama cada vez mayor de productos y servicios. En resumen, las empresas que consiguen crear otra capa, es decir, la experiencia de usuario o la relación digital, han conseguido generar mucho valor, por encima del vasto sistema de proveedores (productos y/o servicios de otros).

Mucha gente creía -y algunos todavía lo hacen- que la gestión de patrimonios es impermeable a los nuevos avances tecnológicos debido a la extensión de servicios altamente personalizados y profundas relaciones personales que la mayoría de los proveedores ofrecen a sus clientes de alto valor neto. Pero son las actitudes de estos mismos clientes las que están cambiando. La revolución digital se ha infiltrado en muchos aspectos de su vida cotidiana, ya se trate de compras online o viajes de lujo, y están demandando este nivel de conveniencia, control y experiencia en la gestión de su riqueza.

La combinación de nuevas tecnologías está permitiendo esta revolución digital en los servicios financieros. En concreto, la proliferación de la arquitectura Open Banking está siendo impulsada por el uso creciente de APIs que permiten crear las mejores propuestas, aprovechando los múltiples servicios de terceros. Además, el uso de APIs permite que la experiencia del cliente sea más agradable y fácil de usar creando una mayor rentabilidad, agilidad y flexibilidad frente a las tecnologías anteriores que pretendían alcanzar este nivel de interoperabilidad.

Entonces, ¿cómo deben las empresas de wealth management adoptar estrategias de éxito de “open banking” y convertirse en plataformas de negocio? Muchos de ellos ya ofrecen servicios complementarios prestados por terceros como “execution brokers” y especialistas en análisis de rendimiento como parte de la experiencia del cliente, pero estos servicios suelen estar sujetos a acuerdos complejos que requieren tiempo para actualizarse o reemplazarse. El beneficio de las API es que permiten a terceros acceder a los sistemas y plataformas de cada uno más fácilmente. Los gestores de patrimonio que se adhieran al modelo de API tendrán nuevas oportunidades para seleccionar y revisar periódicamente el valor derivado de los diversos bloques de apoyo en los que construyen su propia propuesta a los clientes.

Esta forma, cada vez más importante de desagregación y re-agrupación, es un diferenciador clave entre simplemente “mejorar” un producto/servicio o “cambiar”; fundamentalmente lo establecido para mejorar con una proposición completamente nueva. Hasta ahora, los cambios en el sector de la gestión de patrimonios han sido testigos de la experiencia del cliente en lugar de una reconfiguración del panorama competitivo, pero este último está en camino. Para tener éxito en este nuevo mundo, no sólo los wealth management necesitan una comprensión profunda de la evolución de las necesidades de los clientes, sino también una comprensión de cómo las nuevas tecnologías pueden satisfacer estas necesidades. En resumen, si no adoptan la tecnología y una estrategia digital efectiva, su propia existencia puede verse amenazada.

Columna de Christopher Truce, de Saxo Bank

Primas 2.0: Diversificación y rentabilidad

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Primas 2.0: Diversificación y rentabilidad
Pixabay CC0 Public Domain. Primas 2.0: Diversificación y rentabilidad

La crisis financiera mundial de 2007-2008 puso de relieve con total claridad que, de media, la mayoría de los fondos suelen tener exposición, en el mejor de los casos, a un número reducido de factores de riesgo y, en el peor de los casos, y especialmente en épocas de aversión al riesgo, a uno solo, el riesgo del mercado de renta variable. En otras palabras, la rentabilidad de los fondos depende mucho de la beta.

Este fenómeno está perfectamente documentado en los estudios de Ang, Goetzmann y Schaeffer, que analizaron la gestión activa de uno de los mayores fondos soberanos del mundo, el Government Pension Fund Global noruego. A pesar de su sofisticada infraestructura de inversión y de su personal altamente cualificado, observaron que la exposición al factor del mercado de renta variable estaba detrás del 70% de la rentabilidad de la cartera y fue la causa principal de la pérdida del 23,3% que el fondo registró en 2008. Como consecuencia, a partir de 2008 comenzaron a proponerse soluciones de paridad de riesgo, que trataban de forzar una diversificación eficaz del factor de renta variable a través de una asignación equitativa ponderada por el riesgo a renta variable y deuda pública. Sin embargo, una asignación con paridad de riesgo, que se corresponde con una asignación del capital del 15% a renta variable y del 85% a renta fija, ha perdido atractivo en el contexto actual, que se caracteriza por los reducidos rendimientos de la renta fija en todo el mundo.

Obviamente, algunos fondos y gestores han logrado superar a sus índices de referencia. Cuando se analizan los componentes de su rentabilidad, se observa que están expuestos a otros factores, además del factor del mercado de renta variable. Estos «factores alternativos» fueron identificados por el premio nobel Eugene Fama y el investigador Kenneth French. Su modelo separaba la rentabilidad de las acciones en tres variables: el riesgo del mercado de renta variable, el factor de valor, y el factor de tamaño (capitalización).

Las soluciones de smart beta tratan de sacar partido de estos factores alternativos para potenciar la rentabilidad neutral al mercado, pero lo hacen mediante carteras integradas por posiciones largas. Sin embargo, esta estrategia también invierte a largo en el mercado subyacente y su evolución está vinculada a la de la renta variable. En cambio, los planteamientos basados en primas consisten en la compra simultánea de los títulos de renta variable más interesantes y la venta de los menos atractivos. Por su naturaleza, un planteamiento de primas tiene un motor de rentabilidad adicional, que no solo captura el componente «largo», sino también un componente «corto» vinculado a los resultados negativos de los títulos menos interesantes. Por consiguiente, un planteamiento de primas logra neutralizar la exposición a beta de la cartera.

El enfoque tradicional de las primas se centra en los factores alternativos estándar dentro de los activos tradicionales. Sin embargo, la definición de primas puede ampliarse para incluir otros factores y activos, incluidos parámetros implícitos como la volatilidad y estrategias de arbitraje. El universo de las primas puede desglosarse en dos clases, cada una con un fundamento estructural subyacente. Por un lado, las primas incluyen estrategias que remuneran a los inversores por su exposición a un factor de riesgo sistemático adicional. Por otro, las primas de estilo retribuyen a los inversores por la capacidad, desde el punto de  vista económico o de regulación, de poner en práctica estrategias que aprovechen los sesgos.

Es probable que los fundamentos de las estrategias de primas persistan en el tiempo. Los inversores racionales siempre exigirán rendimiento para asumir más riesgo sistemático. De igual forma, los sesgos conductuales están tan arraigados en la mayoría de los participantes que siempre resultará difícil que los arbitren en su integridad. Por último, las normativas aplicables a los actores de los mercados financieros avanzan en dirección a una mayor regulación y un cumplimiento más estricto de esta. Esto debería generar también más oportunidades.

Además, las primas existen en todas las clases de activos y los fundamentos de cada una son diferentes, por lo que se materializarán en distintos momentos. Una cartera diversificada de primas puede por tanto generar una fuerte rentabilidad ajustada al riesgo y neutral al mercado con el transcurso del tiempo.

En resumen, aunque el concepto de la inversión en primas resulta muy atractivo sobre el papel, en la práctica existen numerosos escollos y la rentabilidad que se obtenga puede ser muy distinta de las simulaciones históricas. La solidez de cualquier solución basada en primas depende ante todo de las elecciones realizadas por el equipo al que se haya encomendado su aplicación. Tanto para el proveedor como para el resulta esencial adoptar un planteamiento integral y de futuro.

Columna de Luc Dumontier, director del área de Factor Investing en La Française Investment Solutions y de Giselle Comission, directora de Marketing y Comunicación de La Française Investment Solutions.

Un enfoque activo y flexible para 2017: la propuesta de Amundi

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Un enfoque activo y flexible para 2017: la propuesta de Amundi
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Asja Boros. Un enfoque activo y flexible para 2017: la propuesta de Amundi

Los bajos tipos de interés actuales hacen que las personas que intentan ahorrar dinero para su futuro se encuentren ante una difícil elección. O bien mantienen el dinero en cuenta corriente obteniendo un rendimiento insignificante, pudiendo incluso sufrir una disminución del valor real de su patrimonio como consecuencia de la inflación; o bien buscan un mayor rendimiento invirtiendo en los mercados y aceptando los riesgos asociados, incluyendo la posibilidad de que el valor de sus activos fluctúe y pueda caer notablemente.

Amundi ofrece una tercera opción a medio camino: una solución de inversión que busca rendimientos más elevados ofreciendo a la vez cierto grado de tranquilidad, ya que su capital está parcialmente protegido frente a la volatilidad del mercado. Como su propio nombre indica, Amundi Funds Protect 90 ofrece una garantía de que su inversión se mantendrá por encima de un determinado nivel.

La protección parcial del fondo asegura el capital de forma que éste nunca caerá por debajo del 90% del valor liquidativo más elevado que haya registrado el fondo desde su creación, al margen del resultado obtenido en los mercados financieros. Si el valor liquidativo aumenta, aumentaría también la garantía parcial del capital, proporcionando seguridad a los inversores frente a los riesgos de la incertidumbre económica y financiera.

Adaptarse a un entorno en continuo cambio

Esta estrategia diversificada de Amundi invierte en toda clase de activos, regiones globales y tipos de inversión. Además de contribuir a mejorar la rentabilidad mediante la exposición a un amplio universo de oportunidades de inversión, combinar activos no correlacionados permite reducir la volatilidad ofreciendo una trayectoria más estable para su inversión.

El fondo se gestiona de forma activa, contando el equipo de inversión con la flexibilidad necesaria para adaptarse a un entorno en continuo cambio, tanto  en la asignación táctica de activos, como en las decisiones sobre selección de valores. Una composición dinámica de la cartera que se basa en un análisis fundamental del mercado y en inversiones realizadas con convicción.

Cuando las condiciones de mercado son favorables, Amundi pone mayor énfasis en los activos de riesgo, como acciones y bonos corporativos, para intentar capturar su potencial de rendimiento. En mercados bajistas, los gestores reducen el nivel de riesgo de la cartera y el fondo opta por activos que presenten un menor nivel de riesgo. En caso de fuerte caída de los mercados, el fondo puede invertir el 100% de sus activos en instrumentos del mercado monetario. En este caso, no se beneficiaría del rendimiento potencial de los activos dinámicos.

Diseñado para inversores prudentes

Una consecuencia de este enfoque prudente es la capacidad limitada del fondo de participar de forma plena de las subidas del mercado cuando éste progresa. Amundi no ha diseñado el fondo para ofrecer unos elevados rendimientos, sino para animar a participar en el mundo de la inversión con un producto que reduce los riesgos ofreciendo una protección parcial del capital. Aunque Amundi recomienda un período mínimo de inversión de al menos tres años, la liquidez diaria del fondo significa que los inversores pueden recuperar su dinero siempre que lo necesiten.

Además de estar dirigido a aquellas personas que invierten por primera vez, Amundi Funds Protect 90 es una solución de inversión adecuada para inversores con más experiencia que se encuentren decepcionados por los resultados de las estrategias multi-activo y que quieran utilizar el fondo como una inversión de transición a la espera de que las condiciones del mercado mejoren.

Con un exitoso “track record” desde el año 2008 de estrategias similares para sus redes asociadas de Europa y Asia, el fondo cuenta con el respaldo y la experiencia de Amundi en inversiones multi-activo y soluciones estructuradas. Siendo cada vez más el entorno de bajos tipos de interés el tema de conversación entre asesores financieros y sus clientes privados, Amundi Funds Protect 90 viene a ofrecer un enfoque innovador para hacer frente a este reto persistente.

Isabelle de Malherbe, directora de Especialistas de Producto de Soluciones Estructuradas de Amundi.

Escenario de terror para 2017: Trump declara a China un manipulador de divisas

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Escenario de terror para 2017: Trump declara a China un manipulador de divisas
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Nayuki . Escenario de terror para 2017: Trump declara a China un manipulador de divisas

Durante la campaña presidencial, el quinto punto del «Plan de 7 puntos para reconstruir la economía estadounidense» de Donald Trump fue «instruir al secretario del Tesoro para que califique a China como un manipulador de divisas«. Creo que las probabilidades de que Trump dé este paso poco después de asumir el cargo son muy altas. Puede lograrlo fácilmente, sin involucrar al Congreso.

Sin embargo, lo que pocas personas parecen reconocer es que el proceso de designación de un país como ‘manipulador de divisas’ se rige por la ley de Estados Unidos, con los criterios y las consecuencias explicadas claramente en esa ley.

China cumplió con dos de los tres criterios en el informe del Tesoro de abril de 2016 (un gran superávit comercial bilateral con Estados Unidos y un superávit por cuenta corriente superior al 3% del PIB), pero en cuando llegó el informe de 2016, China pasó a cumplir sólo con uno de los tres porque su superávit por cuenta corriente se situó por debajo del 3% del PIB. El Tesoro recalcó que, desde octubre, Japón, Corea del Sur y Alemania cumplían dos de los tres criterios.

El organismo decía en su informe que «la intervención de China en los mercados de divisas ha tratado de evitar una depreciación rápida del renminbi que tendría consecuencias negativas para las economías china y también para la economía global». En otras palabras, China estaba manipulando su moneda en 2016 con unos objetivos en consonancia con los intereses estadounidenses.

El FMI no tiene voz en el proceso de toma de decisiones del Tesoro de Estados Unidos, pero en su revisión anual más reciente de la economía china, también determinó que Pekín no ha estado manipulando su moneda con fines nefastos. «El renminbi sigue cotizando en línea con los fundamentos», informó el FMI, y «China ha avanzado en el último año hacia un sistema de tipos de cambio más flexible y determinado por el mercado».

Esto no quiere decir que una vez que se convierta en presidente, Donald Trump no pueda seguir adelante con su promesa de campaña.

Consecuencias legales

Las consecuencias concretas de que China sea etiquetada como manipulador de moneda son, bueno, ninguna.

En virtud de la ley, el primer paso que debe darse después de descubrir que un país ha manipulado su moneda es que el Secretario del Tesoro «solicite un mayor compromiso bilateral» con ese país, «exprese la preocupación de los Estados Unidos» e intente persuadirlos de que dejen de manipular su moneda.

Lo siguiente es que si después un año el compromiso bilateral no produce resultados, se pueden imponer sanciones específicas contra el país ofensor. La primera pena es prohibir que la Corporación de Inversión Privada en el Extranjero, la institución financiera de desarrollo del gobierno de Estados Unidos apoye la inversión en China.

No estoy seguro de lo que el Congreso tenía en mente cuando escribieron esta parte de la ley, ya que esta sanción parece perjudicar a las compañías estadounidenses en lugar de herir a China. De hecho, en 1989, en respuesta al incidente de la Plaza de Tiananmen, el Congreso prohibió los programas OPIC en China, por lo que el primer castigo para la manipulación de moneda es la prohibición de un programa que ya ha estado prohibido durante más de 25 años.

Las otras consecuencias que se detallan en la ley son aún más débiles, como pedir al FMI que realice una «vigilancia adicional y rigurosa» de la economía china y de su gestión del tipo de cambio.

Las autoridades chinas han leído la ley y son conscientes de que ser calificados como manipuladores de divisa no tendría ningún impacto concreto en ellos. Creo que Pekín responderá encogiéndose de hombros.

Algunos comentaristas han pronosticado una contundente respuesta del jefe del Partido Comunista, Xi Jinping, porque estaría avergonzado. En mi opinión, sin embargo, simplemente señalará a sus ciudadano que la decisión de Trump es de política interna de Estados Unidos, y resaltaría que el FMI acababa de bendecir la divisa china y la gestión del tipo de cambio, convirtiendo al renminbi en la quinta divisa global pare ser incluida en su canasta de Derechos Especiales de Giro (DEG).

Conclusión

No preveo ninguna represalia china de calado, así que esta es una promesa de campaña fácil de cumplir por Trump, pero sin ningún impacto real. Si las historias de que Pekín responderá con una guerra comercial hacen caer las acciones chinas durante un breve período de tiempo, eso puede ser una oportunidad de compra.

 

Las 5 Afores a seguir en 2017

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Las 5 Afores a seguir en 2017
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Qimono . Las 5 Afores a seguir en 2017

En este año que inicia el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) cumplirá 20 años en su etapa de cuentas individuales. Entre lo mucho que ofreceremos a nuestros lectores iniciamos con una lista de las 5 Afores que deben seguirse en 2017. Algunas por sus rendimientos, otras por factores coyunturales pero muy relevantes, y otras incluso por si llegan a desaparecer.

1) XXI Banorte: No solamente su tamaño es motivo suficiente para seguirla; de hecho, no la contemplaríamos en ésta lista en la que consideramos diversos factores, de no ser por un elemento particular: cambia de director general. No es que antes no valiera la pena seguirla; repetimos, por su tamaño es motivo suficiente para hacerlo, pero precisamente por ser la más grande del sistema sabemos que está en la lista de las obligadas.

Pero, además la institución cambia de director general en febrero próximo, se ha terminado la era de Tonatiuh Rodríguez al frente de Afore XXI Banorte y llega al relevo Juan Manuel Valle. Lo que suceda será motivo de diferentes análisis, en primera instancia el nuevo director general de la institución tiene el beneficio de la duda. Por este motivo, más allá de su tamaño, Afore XXI Banorte estará bajo vigilancia especial.

2) Banamex: El grupo al que pertenece la empresa lleva a cabo un importante proceso de transformación. De hecho, oficialmente el banco, que por más de un siglo se llamó Banamex, ha modificado su nombre a CitiBanamex, para darle mayor identidad en México al dueño de la institución. Oficialmente la Afore sigue llamándose Banamex, en el sitio de la empresa no hay cambios y Consar la mantiene igual. Desde hace algunos años hay rumores que apuntan a su venta, con el fin de que el grupo financiero se consolide en el cada vez más peleado negocio bancario mexicano, solo son rumores pero no pueden desdeñarse.

Este intermediario del sistema de pensiones administra 9,69 millones de cuentas de trabajadores mexicanos y maneja activos por poco más de 668.584 millones de pesos, es de hecho la segunda institución más grande del sistema medida por estos indicadores. Sin abonar a la especulación, Afore Banamex siempre será noticia en el sistema. Pase lo que pase estamos frente a uno de los gigantes.

3) Coppel: Una de las instituciones de mayor crecimiento en los últimos años, si no es que la de mayor avance rubro por rubro. Cuenta con casi 7,9 millones de cuentas en su administración y 212.500 millones de pesos en activos. Lo anterior, pese a que por varios años ha estado considerada como una de las Afores que se ubican arriba de la tabla de comisiones, lo que incluso ya le provocó el año pasado un exhorto de la Consar para que bajara dicho indicador en forma adicional a la tasa autorizada. Sin embargo es notoria su eficiencia comercial sustentada en la sinergia generada por las tiendas del grupo al que pertenece. 

En este 2017 será importante observar su crecimiento, tanto en administrados como en activos. Por supuesto, conforme avance el año habrá más interés en saber lo que sucederá con el exhorto de la Consar, que no atendió. Dicho sea de paso, la institución sí bajó su tasa de comisión, pero el agente regulador le pidió reducciones, adicionales que ya hizo.

4) SURA: Por mucho tiempo la institución se mantuvo como líder en rendimiento dentro del mercado mexicano del SAR, era prácticamente el mandamás absoluto y el año pasado perdió una parte de la dominancia. Será relevante saber si en este 2017 es capaz de recuperarse, o cuando menos mantenerse en los primeros lugares, a riesgo de que empiece a perder cuota de mercado.

Sin embargo, la Afore pertenece a un grupo internacional muy consolidado, es de esperarse un embate proveniente del exterior en caso de que vean amenazadas sus cifras de crecimiento. SURA es otra de las Afores que debemos seguir de cerca.

5)  MetLife: ¿Qué pasará con MetLife en 2017? Es una gran pregunta, sin respuesta por el momento. Se trata de la Afore más pequeña del sistema, en realidad muy pequeña. Para dimensionar: mientras Afore XXI Banorte tiene 17,4 millones de cuentas en administración, MetLife tiene apenas 732.000 cuentas. Es decir, MetLife es casi 24 veces más pequeña que la mayor institución del sistema. No sabemos si el grupo al que pertenece le sea rentable una Afore tan pequeña, con una participación de mercado realmente modesta.

Para decirlo con todas sus letras, MetLife es la Afore candidata a desaparecer próximamente, salvo que nos salga con una sorpresa y saque la chequera para comprar alguna otra Afore, consolidándose en el mercado, lo que en este momento vemos poco probable. También por su tamaño, MetLife es la quinta Afore que debemos seguir para este 2017, será importante saber si sus directivos la mantendrán o decidirán hacer algo con ella. Su caso empieza a parecerse al de Afirme.

Todo lo anterior no quiere decir que las otras 6 Afores no sean dignas del análisis y seguimiento pormenorizado, todas estarán en la mira de Sieforeretiro.

Cinco factores para no perder de vista en 2017

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Cinco factores para no perder de vista en 2017
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Clint Budd . Where’s The Growth?

Mirando hacia 2017, nuestra tesis de inversión se basa en la creencia de que los inversores están subestimando las perspectivas de un crecimiento y una inflación más fuerte de la economía de Estados Unidos en relación con el resto del mundo durante el próximo año.

¿Dónde está el crecimiento?

El crecimiento mundial ha sido más débil de lo que muchos bancos centrales y participantes del mercado esperaban después de la crisis financiera mundial de 2008. El ciclo de desapalancamiento en el mundo desarrollado y la transición de la economía china hacia un ritmo de menor crecimiento han actuado como los principales obstáculos para la economía mundial. En respuesta, los bancos centrales han adoptado medidas extraordinarias de política monetaria para prestar apoyo, lo que a su vez ha influido fuertemente en la dirección de los precios de los activos.

Pesimismo en los precios

Creemos que los problemas estructurales de la economía mundial seguirán con nosotros durante algunos años, dando como resultado una continuación al entorno de bajo crecimiento. Sin embargo, esto ya ha sido ampliamente aceptado por los inversores.

Después de ser testigos de un un alivio de las condiciones financieras durante el último año y con las rentabilidades de los bonos del gobierno y los tipos de interés hipotecario disminuyendo significativamente, vemos tendencias positivas emergentes en el crecimiento del crédito de Estados Unidos y el mercado de la vivienda en particular. En nuestra opinión, esto implica mayores rendimientos de los bonos estadounidenses a más largo plazo y un dólar estadounidense más fuerte de cara al futuro. Como resultado, creemos que muchas de las áreas que han tenido dificultades hasta 2016 ofrecerán algunas de las oportunidades más atractivas.

Divergencia de sectores

La gran disminución de los rendimientos de los bonos de deuda a largo plazo de este año dio lugar a una división significativa dentro de los mercados de renta variable. Esto ha sido particularmente frecuente en el mercado estadounidense donde, aunque el S&P 500 ha avanzado poco en general, ha habido un alto nivel de dispersión en el desempeño entre los sectores que ganaron gracias a las rentabilidades de los bonos más bajas y los que perdieron.

¿Rebotarán los bancos estadounidenses?

Un ejemplo sería la evolución de los bancos de Estados Unidos en relación con las empresas de servicios públicos, que han registrado un desempeño significativamente bajo. Aunque un dólar estadounidense más fuerte y unos rendimientos de bonos más altos pueden actuar como una ventaja para la renta variable estadounidense de forma general, creemos que hay margen para una rotación dentro del mercado de acciones y, por consiguiente, hemos vendido  compañías de servicios públicos estadounidenses y comprado bancos estadounidenses.

¿Dólar fuerte?

También hemos vendido bonos del gobierno y hemos reiniciado posiciones largas en el dólar frente a las monedas de países donde esperamos que la política monetaria se mantenga relajada o incluso se pongan en marcha otros programas de relajación, como el won coreano, el dólar taiwanés, el dólar neozelandés y el yen japonés. Con la excepción de este último, estas posiciones en divisas están diseñadas para actuar como posiciones defensivas en un momento en que los bonos del gobierno encuentren dificultades en registrar buenos rendimientos.

Posicionamiento para 2017: La flexibilidad es la clave

Aunque creemos que hay una serie de oportunidades convincentes en 2017, reconocemos que las valoraciones en la mayoría de las clases de activos no son tan atractivas como lo han sido en los últimos años, ya que seguimos en un entorno de crecimiento estructuralmente bajo con economías más susceptibles a shocks. Como resultado, el nivel general de riesgo de nuestras estrategias probablemente será menor de lo que sería si las primas de riesgo fueran más altas, y seguiremos usando nuestra flexibilidad para identificar las oportunidades conforme aparezcan  buscando proteger el capital si surgen riesgos.

Iain Cunningham es portfolio manager del equipo de multiactivos de Investec Asset Management.

2017: Cuidado con lo que desea

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2017: Cuidado con lo que desea
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Seyed Mostafa Zamani. 2017: Cuidado con lo que desea

Como ya señalamos el mes pasado, el ciclo económico mundial, que tocó suelo en el primer trimestre de 2016, se reforzó progresivamente según avanzaba el año para finalmente recibir un importante estímulo en noviembre con la inesperada victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Por tanto, el inicio de 2017 se presenta con estos auspicios y justifica, por el momento, una rentabilidad todavía positiva de los mercados de renta variable, impulsados por sus segmentos cíclicos.

En vez de temer una nueva decepción respecto del crecimiento o de centrarnos en los múltiples riesgos políticos en Europa, tantas veces evocados, quizás deberíamos plantearnos la importante cuestión de las ramificaciones de esta aceleración del ciclo. En efecto, esta mejora económica viene acompañada de dos elementos de gran envergadura ya mencionados: el repunte de la inflación, también cíclico, y la apreciación del dólar.

De tanto desear que se confirme la mejora de las perspectivas económicas, los mercados podrían olvidarse de tener en cuenta su efecto sobre la debilidad de los mercados de renta fija y, al mismo tiempo, de las valoraciones en los mercados bursátiles. Esto sería muy arriesgado.

El «efecto Trump» impulsa el ciclo económico

Como hemos comentado en anteriores ocasiones, uno de los errores más frecuentes de los inversores que intentan prever las fluctuaciones del mercado es el de confundir tendencias estructurales y movimientos cíclicos. La vertiginosa acumulación de la deuda a nivel mundial, así como la escasez de inversión tanto pública como privada en los últimos ocho años, condenan el potencial de crecimiento mundial y la inflación a largo plazo a mantenerse en niveles anémicos. Sin embargo, esta tendencia estructural no impide en absoluto los movimientos cíclicos intermedios. Más bien, todo lo contrario: la reducción del margen de maniobra de los gobiernos y los bancos centrales limita su capacidad de atenuar y dirigir con fluidez las fluctuaciones cíclicas, que, de esta forma, pueden volverse más violentas. No obstante, es probable que nos encontremos ante la formación de un movimiento de estas características.

Hay que entender la elección de Donald Trump como un acelerador del ciclo. De hecho, es ya evidente que la economía estadounidense está a punto de encontrar un nuevo impulso. El índice de confianza de los consumidores se sitúa en el nivel más elevado desde 2007, muy por encima de lo que la mayoría de los economistas preveían. Del mismo modo, las empresas han reaccionado al resultado de las elecciones de forma favorable: según las primeras estadísticas publicadas tras la cita electoral, el crecimiento de los pedidos de bienes duraderos se sitúa de nuevo en terreno positivo por primera vez desde 2015 (+1,8% en noviembre).

Además, esta mejora tiene un carácter bastante global: enJapón, la producción industrial continúa su repunte cíclico y alcanzó un nivel del 2,9 % en noviembre, el ritmo más elevado de los últimos 30 meses. En Europa, la producción industrial sigue progresando lentamente, pero el índice alemán de confianza empresarial (IFO) está subiendo y se sitúa hoy en su nivel de comienzos de 2014. Por tanto, la mejora cíclica es tangible y se ha materializado incluso antes de que las medidas de impulso presupuestario prometidas por Donald Trump entren en escena. Así, bien podría mantenerse la rotación sectorial iniciada en el primer trimestre de 2016 en los mercados de renta variable.

Reaparición cíclica de la inflación

La primera consecuencia de este cambio de tendencia en la economía mundial desde hace prácticamente un año es una recuperación progresiva del ritmo de inflación. La ralentización económica anterior se había desarrollado en paralelo a la apreciación del dolar desde mediados de 2014 hasta 2015, acompañada por una drástica caída de los precios de las materias primas y del hundimiento del precio del petróleo. Todos estos factores reforzaron temporalmente las tendencias deflacionistas estructurales. A partir de ese momento, el fenómeno cíclico se revertió: la interrupción de la apreciación del dólar permitió una considerable recuperación del precio del crudo y la consiguiente disipación de las dudas económicas en 2016. Esta mejora cíclica viene acompañada, por tanto, de un retorno de los indicios inflacionistas a partir de niveles muy reducidos.

En nuestra opinión, el ritmo de inflación nominal en Estados Unidos podría superar con facilidad el 2,5% en el primer semestre de 2017, antes incluso de tener en cuenta los posibles aumentos salariales.

En China, el ritmo anual de la subida de los precios a la producción ha pasado de -6% a +3% en los doce últimos meses. En la zona euro, pasó de un -4% en abril de 2016 al 0% a final de año. Si bien todavía no se puede hablar de inflación, el efecto de base también es considerable en Europa, y este cambio de tendencia es lo que importa a los mercados y debería fomentar, con efecto retardado, la misma orientación en los precios al consumo. En Japón, el ritmo de inflación se mantiene muy débil, aunque después de reducirse de manera continuada desde mediados de 2014 y pasar a terreno negativo en 2015, subió por primera vez en el último trimestre de 2016.

Los mercados de renta fija, en primera línea

El mantenimiento de políticas ultraexpansivas por parte de los principales bancos centrales ha retrasado hasta hoy el ajuste de los mercados de renta fija a este retorno de las tensiones sobre los precios. Los tipos de la deuda pública alemana, cercanos al 0,30 %, se sitúan a duras penas en los niveles de comienzos de 2015. Incluso los tipos de la deuda pública estadounidense se mantienen, tras su reciente repunte, por debajo de los niveles de mediados de 2014. Por tanto, esta mejora del ciclo económico, asociada a una reaparición de la inflación, podría poner a prueba en los próximos meses la confianza de los mercados en la determinación de los bancos centrales de mantener los tipos de interés en niveles cercanos a sus mínimos.

Debemos estar preparados de cara a un mayor riesgo de mercado en 2017.

La fortaleza del dólar, otra consecuencia del programa de Trump

Como pusimos de manifiesto el pasado diciembre, «la aceleración de los flujos de capitales hacia Eestados Unidos podría ser un catalizador muy potente para el dólar». Comparar esta situación con la apreciación del dólar registrada tras la elección de Ronald Reagan en 1980 sería excesivo. El contexto era muy diferente. Sin embargo, puede resultar útil observar lo que sucedió más recientemente, tras la entrada en vigor de la ley estadounidense Homeland Investment Act, aprobada en 2004 durante el mandato de George W. Bush.

Esta medida contemplaba un incentivo fiscal para repatriar las inversiones en el extranjero, lo que supuso una entrada de capitales en el país de 300.000 millones de dólares en 2005. Su principal efecto fue una apreciación del dólar del 15% ese año (a pesar de que una parte importante de las sumas repatriadas ya estaba denominada en dólares). Tras su reciente repunte, el dólar bien podría interrumpir esta tendencia. Sin embargo, el progresivo endurecimiento de la política monetaria de la Fed y la reducción del déficit de la balanza por cuenta corriente en Estados Unidos podrían volver a impulsar al alza el dólar, especialmente frente a la libra y el yen, que se encuentran en niveles muy débiles.

La paradoja de las buenas noticias

Por supuesto, es posible que la radicalidad del programa de reactivación económica propuesto por Donald Trump sea ampliamente rechazada en el Congreso. Tampoco podemos descartar que sus promesas proteccionistas penalicen el comercio mundial. En cuanto a Europa, el aumento del riesgo político está en boca de todos, y con razón.

No obstante, paradójicamente, si nos centramos en estos riesgos podemos pasar por alto algo fundamental para los mercados: la mejora económica es mundial y va más allá del efecto Trump. Esto justifica el comportamiento de los mercados de renta variable desde hace tres meses. Sin embargo, se trata de un movimiento exclusivamente cíclico y, con unos tipos de interés mantenidos de forma artificial en niveles mínimos por parte de los bancos centrales, éste podría generar sus propios antídotos en el transcurso del año.

En efecto, una elevada tensión en los mercados de renta fija, sobre todo si está asociada a una apreciación del dólar, supondría un endurecimiento significativo de las condiciones financieras para la economía estadounidense, en el mismo momento en el que la mejora económica comenzaría a mostrar los primeros indicios de agotamiento. Por ello, tras haberse beneficiado en un primer momento de la actual mejora cíclica, los mercados de renta variable se enfrentarán al complicado ajuste de otras clases de activos a esta nueva situación.

El poder de los bancos centrales languidece, la supremacía de los ciclos económicos vuelve a los mercados y, con ella, la gestión activa de las carteras. Con esta perspectiva, les deseamos un 2017 próspero y dinámico.

Didier Saint-Georges es miembro del comité de inversiones y managing director de Carmignac.

La gasolina y el tipo de cambio

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La gasolina y el tipo de cambio
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Eduardo Otubo. La gasolina y el tipo de cambio

No ha habido una buena explicación por parte del gobierno respecto a las causas del incremento del precio de la gasolina.  Las autoridades dijeron que se debía a un aumento en el precio internacional de la gasolina, sin embargo, esto no es verdad.

Si consideramos el precio de la gasolina en Estados Unidos, donde claramente lo determina la oferta y la demanda, es evidente que el aumento fue mínimo.  El precio promedio nacional de la gasolina en Estados Unidos disminuyó en 28,2% en 2015 y se redujo en 11,6% durante 2016.  Inclusive en California, que es uno de los estados donde se vende más cara la gasolina disminuyó un 16,1% en 2015 y un 13,6% en 2016.  Durante todos los meses de enero a octubre de 2016 los precios fueron menores a los del mismo mes del año anterior, solamente en el último bimestre la gasolina aumentó de precio, el promedio nacional en 4,9% y en California 0,5%. Incluso en diciembre de 2016 los precios fueron inferiores a los de febrero de 2015.

El comportamiento de los precios de la gasolina descontado los impuestos es ligeramente diferente.  En Estados Unidos a nivel nacional el impuesto promedio es de 48,85 centavos por galón y en California es de 65,98 centavos por galón (el segundo más alto del país, superado solamente por Pennsylvania donde es de 70 centavos por galón), lo que representa alrededor del 21% del precio que paga el consumidor. En México la carga impositiva es mayor, el IEPS y el IVA representan el 43% del precio en el caso de la Magna y 36,1% en el caso de la Premium.

Si se le descuentan los impuestos al precio de la gasolina, el precio del promedio nacional en Estados Unidos se redujo 33% en 2015 y 14,5% en 2016, en tanto que en California se redujeron 19,4% en 2015 y 17,1% en 2016 y nuevamente solo en el último bimestre de 2016 se registró un aumento en el precio de la gasolina respecto al mismo periodo del año anterior. 

Por lo tanto, no se puede justificar el aumento del precio de la gasolina por un alza en el mercado internacional, porque en dicho mercado el incremento ha sido muy pequeño.  La causa de que se pague más por la gasolina que importamos es el movimiento del tipo de cambio.  En enero de 2016, descontando los impuestos en ambos casos, el precio de la gasolina Magna era similar al de la de California, 9,20 pesos el litro, pero en diciembre el precio de la Magna era de 9,28, en tanto que la de California era de 11,77 pesos, la diferencia se debió al movimiento del tipo de cambio. En el caso de la Premium en enero estaba 1 peso por arriba de la de California y en diciembre estaba 1,10 pesos por debajo. Entre enero y diciembre de 2016 el tipo de cambio se depreció en 13,5% y la depreciación entre diciembre 2015 y 2016 fue de 20%. El aumento promedio del precio de la Magna a nivel nacional fue de 14,3% y el de la Premium de 20,1%, niveles muy similares a la tasa de depreciación.

Al no plantear claramente las causas del aumento del precio de la gasolina, la credibilidad del gobierno disminuye.  De no haberse incrementado el precio de la gasolina el subsidio a la misma se tendría que haber aumentado y es un subsidio regresivo porque beneficia más a quien más tiene.  Pensar en bajarle los impuestos a la gasolina es lo mismo que aumentar el subsidio, no es una solución viable. 

Columna de Francisco Padilla Catalán

 

Cuatro presunciones desafortunadas sobre los bonos convertibles

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Cuatro presunciones desafortunadas sobre los bonos convertibles
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jukka Zitting . Cuatro presunciones desafortunadas sobre los bonos convertibles

Los bonos convertibles ofrecen grandes oportunidades de diversificación de cartera, pese a lo cual algunos inversores institucionales albergan dudas sobre su incorporación. Las ventajas de los convertibles, que aúnan la exposición a una revalorización de las acciones con la protección que aportan los bonos frente a una depreciación, son demasiado grandes como para ignorarlas. En consecuencia, considero importante abordar ciertas inquietudes de los inversores, considerando cuatro posibles presunciones respecto a los bonos convertibles.

Presunción 1: El mercado de convertibles es relativamente pequeño (300.000 millones de dólares) y está, por lo tanto, expuesto a los riesgos de concentración y de falta de liquidez en periodos de inestabilidad.

Si todos los grandes inversores quisieran estar presentes en el mercado de bonos convertibles la liquidez representaría efectivamente un problema. Por suerte, la mayoría no están interesados en él, lo que permite aprovechar numerosas oportunidades. Y aunque la liquidez pueda no ser la de antes de 2008, los convertibles siempre cuentan con un activo subyacente representativo de capital que sostiene los precios. A pesar de la intensa migración de emisores al mercado de deuda tradicional en estos últimos años debido a la prolongada caída de los tipos de interés, la emisión en el mercado de convertibles se ha mantenido estable, en torno a los cien mil millones de dólares estadounidenses al año.

Presunción 2: Los convertibles ofrecen un rendimiento menor que los activos de renta fija tradicionales (los bonos high yield, por ejemplo, parecen una clase de activo más atractiva) y sus rentabilidades son inferiores a las de una inversión directa en acciones.

Si bien el cupón que pagan los bonos convertibles no es tan alto como el de otros tipos de valores de deuda, su vínculo subyacente con acciones (valores representativos de una participación en capital) les permite ofrecer rentabilidades similares a éstas con una volatilidad mucho menor. Esta ventaja puede compensar con creces el menor rendimiento por cupón. Los bonos convertibles también han exhibido un buen comportamiento en entornos de bajo rendimiento, como es el caso de Japón.

Los convertibles ofrecen a los inversores convexidad, lo que significa participar en unos dos tercios del potencial alcista de la acción; algo que puede saber a poco a quienes aspiran al 100%. No se olvide, sin embargo, que los valores convertibles también ofrecen la protección de los bonos ante una depreciación, al tiempo que se benefician de una gran parte de la mayor rentabilidad de las acciones. La inversión táctica que aumenta o reduce la exposición al riesgo en función de la evolución del mercado entraña de suyo no poco riesgo. En el caso de los convertibles, su propia estructura equilibrada  brinda el vehículo para obtener automáticamente el mismo efecto. Históricamente, los bonos convertibles han ofrecido rentabilidades similares a las de la renta variable, pero con aproximadamente la mitad de volatilidad.

Presunción 3: Si ya se cuenta con una buena combinación de activos en forma de acciones y bonos, ¿para qué complicarse la vida incorporando convertibles a la cartera?

Nadie sabe en qué sentido se moverán mañana los mercados. Nada causa más quebraderos de cabeza a los inversores que decidir la asignación de activos. Los bonos convertibles pueden considerarse una solución que permite aproximar una cartera de inversión a la combinación óptima de bonos y acciones. Los convertibles mejoran la diversificación de las inversiones ya realizadas en deuda. Reflejan una correlación inversa con los bonos soberanos y muy escasa con la deuda empresarial con categoría de inversión.

En la actualidad exhiben una correlación del 90% con las acciones y del 60% con los valores high yield. Nos hallamos en territorio inexplorado y existe incertidumbre sobre la senda que seguirán los tipos de interés. Siendo así, es importante destacar que los bonos convertibles se han comportado bien en el pasado durante períodos de tipos al alza. Estos tiempos inciertos y sin precedentes exigen un cambio de mentalidad hacia la inversión y la voluntad de adoptar nuevas estrategias complementarias.

Presunción 4: No somos expertos en esta clase de activo; los convertibles son un nicho de mercado sobre el que apenas se dispone de orientación y análisis.

Los bonos convertibles bien podrían ser la clase de activo con menos gestores pero, con eso y con todo, son numerosos los gestores especializados entre los que cabe elegir. Cambiar de uno a otro es mucho más fácil que contratar o despedir a todo un equipo interno. Es, también, la mejor manera de aprovechar el potencial de rentabilidad que ofrecen estos activos. El elevado porcentaje de convertibles sin calificar hace especialmente importante contar con un análisis integral de estos valores.

A continuación se resume nuestro riguroso proceso de inversión en cuatro pasos.

  1. Comenzamos analizando el universo de bonos convertibles para determinar la convexidad. Los convertibles equilibrados ofrecen un potencial al alza ilimitado debido a la convergencia de acciones y convertibles en mercados alcistas. En cambio, el suelo proporcionado por el bono limita su caída, salvo que se incrementen el riesgo de crédito o de incumplimiento. 

  2. A continuación realizamos una clasificación en función de la solvencia crediticia. Nuestro objetivo es que las empresas estén en condiciones de devolver el principal del bono al vencimiento. Este es el fundamento de la preservación del capital, en caso de que las cosas se torciesen. 

  3. El tercer paso es identificar los factores que impulsarían la revalorización de la acción subyacente. Al objeto de identificar los factores de éxito estructurales a largo plazo recurrimos a temas. Algunos temas con visos de afianzarse (podrían acelerarse o ralentizarse levemente, pero no deberían estancarse) son «gasto sanitario», «computación en la nube», «crecimiento del gasto por Internet» y «envejecimiento demográfico global». 

  4. Por último, la construcción de la cartera y la gestión del riesgo desempeñan una función importante de cara a garantizar un proceso inversor disciplinado y equilibrado. 


Tarek Saber es director de Bonos Convertibles y gestor principal de carteras de Bonos convertibles de NN Investment Partners.