Foto: Roland Lubiger. América Latina debe adaptarse al nuevo paradigma de negocios
2017 ha sido un año complejo; por un lado, vemos un panorama global de negocios más disruptivo que nunca, cargado de una altísima competitividad, que pone a prueba la palabra “certidumbre” y que opera bajo nuevas condiciones geopolíticas. Por el otro, vemos cada vez más segmentos de la población, a nivel global y local, rezagados, inconformes con su desarrollo social y su propio crecimiento económico. Las brechas son más amplias entre el mundo globalizado y los rezagados.
Ante la incertidumbre, surge la pregunta ¿cómo actuar ante una realidad tan marcadamente desbalanceada? ¿Cuál es el rol de la comunidad empresarial global y local en torno a estos temas? Sin duda, las empresas ejercen un relevante rol en las sociedades. No son únicamente generadoras de empleos, movilizadoras de las economías; también son promotoras del progreso de sus colaboradores y comunidades en donde operan, que serán el detonador del crecimiento de la región.
Este ha sido un tema de gran relevancia para el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), que durante esta semana en la versión regional en América Latina, cobra el objetivo de llamar la atención sobre el papel que todos los líderes, desde los gobiernos, iniciativa privada hasta las organizaciones sin fines de lucro, tienen en sus círculos de acción ante la discusión sobre el fomento del desarrollo y emprendimiento en la Cuarta Revolución Industrial en la región.
Ante esto, los líderes de todos los sectores deben estar preparados para reaccionar de manera creíble, accionando de una manera proactiva hacia las preocupaciones sociales, de sus propios colaboradores, de sus entornos, sin descuidar la estrategia para alcanzar sus objetivos de negocio, sobrellevando los cambios que se den en sus industrias y adaptándose a nuevos modelos que les permita continuar incursionando en nuevos mercados.
Visión empresarial
Debido a un escenario internacional marcado por la constante incertidumbre, en el que los caminos se irán trazando sobre la marcha, en la región y, también en México, las expectativas de crecimiento estarán regidas por un optimismo cauteloso.
Particularmente en México, de acuerdo con el estudio Perspectivas de la Alta Dirección en México 2017, las organizaciones esperan crecer al menos un dígito ante la situación actual. Más de tres cuartas partes de los encuestados (75%) señalan la innovación como una de sus tres prioridades, cualidad que permitirá sean auténticamente ágiles y puedan sortear con mayor facilidad este entorno, en el que se refleja de manera clara un cambio de paradigma en los negocios.
Aunque, de acuerdo con la misma encuesta, Estados Unidos es el principal foco de interés de las inversiones de los empresarios mexicanos, también muestran una clara intención por adentrarse en nuevas economías de países como Colombia (24%), Perú (14%) y Chile (13%); donde seguramente tendrán enormes oportunidades, que podrán usar en beneficio de sus empresas si cuentan con una capacidad óptima de adaptación. Esa habilidad debe ir encaminada al fortalecimiento del mercado interno, que sigue ofreciendo grandes alternativas de crecimiento.
En términos de negocio, los principales retos son:
Adoptar enfoques innovadores que permitan gestionar las transformaciones
Asimilar con rapidez las nuevas tecnologías
Administrar riesgos
Fortalecer el mercado en su conjunto.
Es momento de considerar el nuevo entorno y este cambio de paradigmas como una oportunidad de diversificación y de mayor competitividad para la economía de la región.
Tiempo de tomar acciones
En términos sociales, el desafío para los empresarios será echar mano de sus conocimientos y destrezas para conducir sus negocios por nuevos caminos, en ocasiones desconocidos.
En un mundo en el que la globalización avanza, dejando a gente atrás, y en el que la disrupción ha cambiado tanto modelos de negocios, como conceptos que alguna vez pensamos inamovibles; los directores empresariales deben buscar formas de impulsar a la región y por ende la rentabilidad de sus negocios. Ahora más que nunca, es necesario que los líderes respondan con acciones reales para mejorar el estado del mundo en el que vivimos.
Pixabay CC0 Public DomainTPS-Dave. Gobiernos, empresas e individuos deben reescribir el libro de seguridad en la era de Internet
La muralla de Adriano en Inglaterra protegía la frontera norte del Imperio Romano en el siglo II. Se extendía de este a oeste en cien kilómetros repletos de castillos, torres de observación y fortalezas para mantener a la población de Roma a salvo de los enemigos. Actualmente las defensas físicas son todavía parte de la seguridad nacional, pero en el siglo XXI hay que luchar contra los invasores digitales. Tanto es así que el auge del Internet de las cosas –dispositivos conectados basadas en sensores y datos en la nube– implica que piratear un dispositivo vulnerable, como un monitor de bebé, una Wi-Barbie o una nevera inteligente, puede facilitar la entrada no deseada una red de infraestructura. Hay que tener en cuenta que los muros resultan inútiles una vez que la defensa ha sido violada. Así que los principios deben evolucionar y los gobiernos, empresas e individuos reescribir el libro de seguridad con nuevas formas para mantenerse a salvo en la era de Internet.
De hecho, la vulnerabilidad se puso de manifiesto una vez más el 26 de octubre de 2016 cuando la aplicación informática maliciosa Mirai, en uno de los más audaces ataques cibernéticos, entró en los sitios de Amazon, la BBC, el gobierno sueco y muchos otros. Esta nueva raza de virus toma el control de dispositivos en el internet de las cosas mal asegurados explorando logins y passwords para crear un ejército de botnet, ordenadores controlados de forma remota, con los que lanzar ataques a gran escala en la red. Un mes más tarde este virus se introdujo en el operador alemán de telecomunicaciones Deutsche Telekom dejando sin internet a un millón de sus usuarios. No es difícil ver por qué virus como Mirai prosperan en un sistema de seguridad basado en contraseñas: dos de cada tres personas no las cambian con frecuencia y contraseña y «123456» son las más comúnmente utilizadas. Nuestros asesores llaman a este fenómeno PICNIC (Problem In Chair Not In Computer) pues la culpa reside en el usuario.
El caso es que ignorar la seguridad cibernética es costoso. Las aplicaciones maliciosas generaron 24 millones de dólares en ingresos a delincuentes cibernéticos en 2015 y produjeron 325 millones de daños indirectos, incluyendo desinfección y restauración de datos, según Price WaterhouseCoopers. Según algunas estimaciones la industria de seguridad global puede ser de 500.000 millones de dólares para 2050. Gartner espera que el coste de abordar los defectos de seguridad en el Internet de las cosas aumenten hasta el 20% de los presupuesto anuales en tecnologías de la información para finales de esta década, desde menos del 1% que suponían en 2015. Muchas empresas de seguridad de tecnologías de la información y desarrollo de sistemas de seguridad tecnológica pueden beneficiarse del aumento del gasto contra el delito cibernético y experimentar un notable crecimiento, generando para los inversores abundantes oportunidades en esta industria de rápida evolución.
Plantar cara
De hecho prevenir ataques no es la solución a largo plazo. Aunque los individuos han de ser más propensos a cambiar las contraseñas y los gobiernos considerar nuevas normas para proteger la red, lo que puede incluir que las empresas sean legalmente responsable de la pérdida de datos, así como criminalizar la escritura de código malicioso, tal vez es momento de reconocer que es imposible evitar que las aplicaciones maliciosas infecten la red, como lo es evitar que los virus infecten a los seres vivos.
La industria, en lugar de construir muros, puede empezar la lucha desde dentro: mediante sistemas inmunes, eficaces, capaces de prevenir, retrasar o interrumpir la actividad malintencionada. Proporcionar anticuerpos digitales es precisamente lo que está haciendo Darktrace, una empresa de seguridad cibernética de Reino Unido. La firma, fundada por altos funcionarios de organismos de inteligencia MI5, GCHQ y NSA, dotan a las máquinas de minería de datos a gran escala y aprendizaje para luchar contra amenazas sin necesidad de intervención humana. Darktrace también facilita a los organismos policiales analizar y predecir el comportamiento anormal y los delitos.
Además en los próximos años, a medida que más personas están en línea la convergencia de amenazas físicas y cibernéticas puede acelerarse. Hoy en día ya casi la mitad de la población mundial utiliza Internet, 3.600 millones y para 2020 pueden ser 5.000 millones. A ello se añade que no es solo la cantidad de gente sino más cosas conectadas. De hecho el número de objetos interconectados puede llegar a 30.000 millones en 2020 desde 13.000 millones hoy día y el mercado del internet de las Cosas duplicarse hasta los 3,7 billones de dólares para finales de esta década. Mientras los gobiernos pugnan de desarrollar un marco jurídico internacional para hacer frente a este crecimiento las empresas ya está dando los pasos.
En EE.UU. las empresas Fortinet y Symantec proporcionan tecnologías sandboxing para probar programas no confiables de terceros sin verificar. Junto con sistemas biométricos ayudarán a reducir las actividades criminales en línea mediante detección de anomalías y advertencia anticipada. Por su parte la sueca ASSA Abloy, especializada en control de acceso, produce llaves bluetoothcon diferentes derechos de desbloqueo basados en el tiempo, con registro del uso real mediante una aplicación instalable en los smartphones de los empleados.
Tribuna de Yves Kramer, gestor de Pictet Security.
Foto: Thelmadatter. Banxico subirá 25 puntos base, al tipo de cambio todavía le falta un peso para llegar a su nivel pre-Trump
El jueves se reúne la Junta de Gobierno del Banco de México y anticipamos un alza de 25 puntos base en la tasa de referencia. A nuestro juicio, la reciente apreciación del tipo de cambio en parte, apoyada por la determinación de la Comisión de Cambios de llevar el nivel del tipo de cambio más en línea con los fundamentales económicos del país y el desencanto del mercado con la capacidad de la administración Trump de avanzar su agenda, permite a la Junta de Gobierno reducir la magnitud de alzas previas de +50 puntos base a +25 puntos base. Por su parte, dados los efectos de segundo orden que hemos identificado en nuestros reportes de inflación y el hecho de que todavía al nivel del tipo de cambio le falta para llegar a los niveles acordes con los fundamentales (asumiendo que dicho nivel corresponde con el que prevalecía previo a la victoria de Trump y su retórica fue lo que separó al nivel del tipo de cambio de aquél consistente con los fundamentales económicos) hacen incongruente que Banxico no suba la tasa de referencia este jueves.
El Gobernador del Banxico de México recientemente afirmó que el tipo de cambio está subvaluado y debería de regresar a los niveles de antes de la victoria de Trump. Por su parte, el Secretario de Hacienda también se refirió recientemente a que el tipo de cambio debería estar más en línea con los fundamentales económicos del país. Finalmente, el Secretario de Relaciones Exteriores dijo que se está considerando dentro de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte un mecanismo de estabilización del peso (sin dar más detalles), lo que sugiere que el mecanismo evitaría depreciaciones (o apreciaciones de la moneda) alejadas de los fundamentales económicos. Posiblemente cada uno de los funcionarios con justificaciones diferentes, pero todos con el mismo objetivo de lograr que el peso mexicano se aprecie hacia el nivel que marcan los fundamentales económicos. Pero esto asumiría que no habrá efecto Trump, lo que ahora parece aventurado.
El nivel acorde con los fundamentales económicos podría estar ligeramente por debajo de los 18 pesos por dólar, lo que significa que todavía hay un efecto Trump y el trabajo de Banxico no ha terminado. Sin pretender que es un cálculo científico, previo a las elecciones de Trump, cuando el mercado anticipaba una victoria de Hillary Clinton, el peso mexicano se encontraba alrededor de 18,5 por dólar. En dicho momento, nosotros argumentábamos que el tipo de cambio se había depreciado por encima de sus pares emergentes, reflejando los riesgos internos del país, en particular los de finanzas públicas y Pemex, además que las calificadoras de crédito nos amenazaban con una baja en la calificación de riesgo. Dicha depreciación demandaba, decíamos en su momento, un nivel para la tasa de referencia más alto y alzas por encima de la Fed que ya se dieron en noviembre, diciembre y febrero (las últimas también se justificaron por el deterioro de la inflación al consumidor). Así, el nivel acorde con los fundamentales debería ser menor a 18,5 por dichas alzas, tomando en cuenta también la del próximo jueves. Por su parte, de las elecciones presidenciales en EUA a la fecha, un índice de monedas emergentes indica que éstas en promedio se han apreciado, lo que a su vez baja el nivel del tipo de cambio nacional acorde con fundamentales, debido a que un determinante importante del nivel del peso mexicano es su posición relativa a las demás monedas emergentes. Tomando en cuenta lo anterior, al día de hoy el tipo de cambio sin efecto Trump podría pensarse entre 17,8-18 pesos por dólar y está sujeto a las fluctuaciones de las monedas emergentes. Así, el peso mexicano sigue operando con un riesgo Trump, de casi un peso, lo que señala que el trabajo de Banco de México no ha terminado.
La derrota legislativa del viernes pasado de la agenda Trump fue positiva para el peso mexicano, ya que debilitó la retórica de Trump contra México, pero todavía es muy temprano para cantar victoria. No podemos todavía descartar la posibilidad de un plan fiscal que baje los impuestos a las empresas en EUA y haga más atractiva la inversión en ese país, aunado a la aplicación de un impuesto fronterizo que sigue cobrando fuerza, y todavía no se conocen los detalles de los principios con los que van a negociar el TLCAN. Dichos sucesos serían negativos para el peso mexicano como argumentamos previamente en “La apreciación sostenida del tipo de cambio contingente al Plan B”, del pasado 2 de marzo, y, sin duda, de aplicarse, provocarían un nuevo nivel de fundamentales económicos para el peso mexicano más depreciado.
El porcentaje de ponderadores de los genéricos del INPC con inflación anual arriba de 4% preocupa al alcanzar 61%. De acuerdo con el último reporte de precios de la primera quincena de marzo, si ordenamos los 283 genéricos de mayor a menor por su inflación individual de los últimos 12 meses, y luego sumamos los ponderadores de aquellos con inflación mayor a 4%, encontramos que dichos ponderadores representan el 61% del total y cada vez hay más genéricos de servicios. Dicho número ha crecido de manera importante en los últimos meses: hace un año era tan sólo el 30,25%, a la segunda quincena de junio el 30,79%, pero para fin del año pasado, antes del incremento a los precios de la gasolina y gas LP, ya había alcanzado 44,30%.
Así, no sólo es el alza de precios de las gasolinas de enero pasado que estaría presionando a la inflación este año, sino que ya se venía observando un traspaso de la inflación al productor al consumidor principalmente por la depreciación acumulada del tipo de cambio y el alza de precios internacionales de las materias primas, incluyendo energéticos.
Photo: Max Pixel / Creative Commons Zero - CC0. 12 Foreign Currency Funds in Mexico Doubled Their AUM
El alza de tasas y dólar, entre septiembre de 2016 y enero de 2017 (bonos a 10 años: 135 puntos base; cetes de 28 días: 103 puntos base; tasa objetivo: 150 puntos base; dólar: 6,30%), provocó reacomodos, minusvalías y salidas de recursos de los fondos de deuda mexicanos. El público hizo retiros precautorios para evitar minusvalías adicionales, ante su perspectiva de agudización de la volatilidad. La tenencia disminuyó en 4,81%, 72.930 millones de pesos (mdp). ¿Se esperarían más salidas?
Salida de Fondos de Moneda Nacional y Aumento en los de Moneda Extranjera
Cinco operadoras concentraron 77,8% de la reducción total: Santander, BBVA Bancomer, Impulsora, Banorte-IXE e Interacciones. En términos porcentuales, las de mayores bajas de activos fueron Monex, Interacciones, Multiva, CI Fondos y Santander. Pese a la adversidad, hubo operadoras con incremento de recursos, principalmente Franklin, Compass, Value y Sura. Se excluyen a Finamex y BNP, cuyos aumentos se explican por su origen reciente.
De 275 fondos, 177 reflejaron mermas y 98 presentaron alzas.
Los fondos de corto, mediano y largo plazos de títulos en moneda nacional redujeron sus activos en 109.460 mdp, 7,22% del valor absoluto del sector a septiembre.
Un total de 29 fondos redujo sus activos en más de 30%. En contraste, 26 fondos los aumentaron en más de 30%.
Ocho fondos disminuyeron su tenencia en más de 60%.
El reacomodo significó aumentos inusuales para una larga lista de fondos, que excluye a los nuevos y a los que cambiaron de régimen. Los activos de 12 fondos de moneda extranjera crecieron más de 100%, mientras que un solo fondo de moneda nacional aumentó en esa proporción.
Fondos de Mediano y Largo Plazos, con la Mayor Merma
Los fondos de mediano y largo plazos, en todas sus modalidades (discrecional, gubernamental, indizado, etcétera), fueron los más afectados. Sus entradas sumaron 18.070 mdp y sus salidas, 60.160 mdp, para una variación neta negativa de 42.090 mdp, 57,7% de la reducción total. Los fondos de corto plazo, por naturaleza menos vulnerables, reflejaron entradas de 46.900 mdp y salidas de 77.800 mdp, para un flujo neto negativo en 30.800 mdp, 42% de la baja total.
En algunos casos se aprecia que los recursos se trasladaron parcialmente a otros fondos de la misma operadora, independientemente de su perfil.
En BBVA, salieron 22.510mdp de BMERGOB y de BMERPZO, mientras que se recibieron 7.730 mdp para BBVADOLL y BMRGOBP.
En Santander, se redujeron 9.380 mdp de STERGOB y ST&ER-7, a la par que se obtuvieron 6.020 mdp para ST&ER-5.
En Banamex, se fueron 9.850 mdp de BNMDIN y BNMPZO e ingresaron 8.050 mdp a BNMCOB+ y BNMREAL.
En Banorte-Ixe, salieron 6.760 mdp de NTEGUB y IXEMPM+, que se compensaron con entradas de 6.850 mdp a IXEUSD, NTERTD y IXEDINT.
El único grupo de fondos con crecimiento neto (36.540 mdp, 120% sobre su valor a septiembre) fue el de instrumentos en moneda extranjera, en todas sus variantes, con predominio de la de corto plazo. El aumento subyace en el temor de que la devaluación del peso mexicano se intensifique y en la preferencia por liquidez para cambiar de mecanismo si las condiciones lo ameritan.
A decir de los mismos operadores, el flujo negativo generalizado revela que el público prefirió refugiarse en productos de sucursales bancarias, billetes y monedas extranjeras en efectivo, metales, bienes raíces, por ejemplo.
Si bien las tasas de los bonos a 10 y más años no evolucionaron en enero de 2017 como en los meses previos, los operadores advierten inquietud y calculan que los inversionistas seguirán expectantes al menos dos meses más. Por eso, algunos auguran salidas adicionales marginales y estiman que, si la volatilidad no se agudizara, los activos se estabilizarían en abril.
Foto: Casa Blanca. Del otro lado del muro: Obamacare y por qué le importa a México
El viernes, la administración de Trump no aprobó una legislación que revocaría a Obamacare. Aunque este evento en sí mismo parecería no importar directamente a México, la realidad es que podría ser un momento increíblemente importante para el año de México. ¿Bueno o malo? Déjenme explicarlo paso a paso.
La reacción inmediata a esta noticia es que el crecimiento en los EE.UU. podría ser más lento de lo que se pensaba. La revocación de Obamacare en sí misma no es el principal motor del crecimiento, pero reducir el gasto público era crucial para tener espacio fiscal para otros proyectos, incluyendo más gastos en infraestructura y, crucialmente, más espacio para reducir impuestos corporativos.
Dada la sorpresa de que esta legislación falló a pesar de haber sido trabajado por el Partido Republicano durante más de siete años, además de que el partido tiene mayoría en el Congreso, la decepción en los mercados estadounidenses de la semana pasada fue evidente.
Reacción del mercado internacional
Las bolsas en Estados Unidos cayeron casi un 1,5% en la semana, el dólar estadounidense perdió un 0,6%, mientras que los bonos estadounidenses a 5 y 10 años cayeron 7 y 9 puntos básicos, respectivamente, por una expectativa de apretamiento monetario menos agresivo. El riesgo, medido por el índice VIX, aumentó 172 puntos básicos.
Los mercados internacionales también reaccionaron con el cobre perdiendo 2% y los precios del petróleo cayendo en 1,4% en la misma semana. Dada la incertidumbre que podría prevalecer, el precio del oro también aumentó 1,2%.
Reacción del mercado mexicano
A pesar de todas estas reacciones «normales», la semana pasada el peso se apreció 1,7% mientras que el riesgo mexicano, medido por el VIMEX, cayó 41 puntos básicos. La bolsa se recuperó en 1% en la misma semana.
¿Por qué los mercados piensan que a México le va a ir mejor si Trump no puede aprobar legislación? Creo que hay dos razones. La primera es que Trump también prometió en su campaña que se implementarían otras medidas contra México. Los mercados piensan que esto ya no es tan claro. La segunda razón es que una reducción de los impuestos corporativos en los Estados Unidos habría obligado al gobierno mexicano a reaccionar de la misma manera. Dado que las finanzas públicas en México no están en su mejor forma, aunque mejorando, esto vendría como una señal de alivio.
¿Qué sigue para Trump?
Trump estará ansioso por conseguir una victoria rápida para que los mercados no tengan la impresión de que no es un «finalizador». De regreso al salón de planeación, podemos recordar que Trump había prometido tres tipos de medidas en su campaña:
Mejoras fiscales. Estas medidas dependían de la revocación de Obamacare para poder reducir impuestos. Claramente esto no sucederá en el corto plazo y, aunque algo se mueva, sería una nueva propuesta diluida.
Crear más restricciones para los visitantes musulmanes. Una prohibición temporal para los visitantes de algunos países ya está en acción, pero la Suprema Corte probablemente todavía tendrá qué decir en los próximos días. Otras medidas como un ataque frontal a ISIS o la renegociación del acuerdo iraní serían cualquier cosa menos una victoria rápida.
Medidas en las que México será el tema principal. Trump había prometido construir un muro fronterizo y que lo pagará México. También prometió devolver los trabajos de manufactura, imponer tarifas de importación a México y China, y renegociar el TLCAN.
¿Qué sigue para México?
Donald Trump buscará una victoria rápida. Sin embargo, tanto las mejorías fiscales como acciones adicionales en contra de países musulmanes no parecen ejecutables. Por ello, medidas proteccionistas contra México podrían ser su estrategia favorita y hasta única. Naturalmente, podría también ser que Trump necesitará ser más cauteloso y promover un acuerdo comercial en el que tanto México como Estados Unidos ganen, dado que el Congreso ha demostrado que pueda actuar independientemente de Trump. Sin embargo, veo riesgos asimétricos con un buen lado positivo pero un peor lado negativo.
Dado que el peso se ha apreciado considerablemente en el año, y que la bolsa se encuentra en niveles históricamente elevados, parecería una buena oportunidad para comprar seguro y acumular liquidez. Un tweet de Trump podría cambiar la perspectiva de México, mientras que mucho debe ocurrir para que el optimismo en los mercados se materialice en actividad económica.
Columna de Actinver por Enrique Covarrubias Jaramillo
Foto: Ingberrio, Flickr, Creative Commons. La CNMV adopta medidas en relación con la comercialización de CFD y otros productos especulativos entre clientes minoristas
La Comisión Nacional del Mercado de Valores hizo público el pasado 21 de marzo un documento con medidas que buscan proteger y advertir a los clientes minoristas de los riesgos y la complejidad que comporta la contratación de contratos por diferencias («CFD») y otros productos especulativos como los rolling spot foreign exchange («productos forex») y las opciones binarias.
Estas medidas son fruto de actuaciones llevadas a cabo previamente por el regulador español. En octubre de 2014, la CNMV divulgó una advertencia sobre los riesgos y la elevada probabilidad de que los clientes sufran pérdidas cuando invierten en CFD. Y, en julio de 2016, con motivo de un comunicado de ESMA sobre la operativa con CFD, opciones binarias y otros productos especulativos, la CNMV difundió una nueva advertencia sobre los riesgos que comporta la operativa con estos productos.
En este contexto, la CNMV sigue la línea trazada por algunos países de la Unión Europea que ya han desarrollado diversas iniciativas y ha puesto en marcha algunas medidas para reforzar la protección de los inversores minoristas en España cuando inviertan en CFD, productos forex u opciones binarias:
1. En cuanto a las medidas requeridas a los intermediarios que comercializan CFD o productos forex con un apalancamiento superior a diez veces o que comercialicen opciones binarias entre clientes minoristas establecidos en España, y que lo hagan fuera del ámbito del asesoramiento en materia de inversión:
a) Que adviertan expresamente a los clientes que la CNMV considera que la adquisición de estos productos no es adecuada para clientes minoristas.
b) Que los clientes sean informados sobre el coste que asumirían si decidiesen cerrar su posición nada más realizar la contratación y, en el caso de CFD y Productos forex, que sean advertidos de que debido al apalancamiento las pérdidas pueden llegar a ser superiores al importe desembolsado inicialmente.
c) Que recaben del cliente un texto manuscrito o grabación verbal que acredite que es consciente de que el producto que va a adquirir es especialmente complejo y de que la CNMV considera que no es adecuado para inversores minoristas.
d) Que los elementos publicitarios utilizados contengan siempre una advertencia sobre la dificultad para entender estos productos y sobre el hecho de que la CNMV considera que no son adecuados debido a su complejidad y riesgo.
En consecuencia, la CNMV advierte que estas entidades deberán adaptar sus procedimientos y sistemas a la mayor brevedad y en todo caso antes de un mes desde la fecha de recepción del mismo.
2. Asimismo, la CNMV se dirigirá a los supervisores de valores de otros países para que exijan la realización de las mismas advertencias y actuaciones a los intermediarios registrados en su territorio que comercializan este tipo de productos entre clientes españoles en régimen de libre prestación de servicios.
Columna de Ana García Rodríguez, socia responsable del Departamento bancario y financiero en la oficina de Madrid de Baker McKenzie.
Foto: PeterRosbjerg, Flickr, Creative Commons. La inversión pasiva gana terreno en las carteras
Durante los últimos años hemos presenciado un cambio dramático en la forma en que los inversores y ahorradores asignan su dinero en las carteras. El principal cambio radica en el paso de la inversión activa hacia la pasiva. Con una mayor eficiencia en términos de coste, la inversión pasiva proporciona la posibilidad de replicar un mercado más amplio mediante el seguimiento de índices como el S&P500 o el MSCI World.
Por ejemplo, un estudio de Morningstar ha señalado que el ratio de gastos medio de los fondos gestionados activamente en Estados Unidos se sitúa alrededor del 0,80% frente al 0,20% de los vehículos pasivos[1]. Además, la limitada rotación de las carteras, especialmente en los índices de mercados estándar ponderados por capitalización, también contribuye a que los costes de la inversión pasiva se mantengan en niveles limitados.
Más importante aún, la inversión pasiva está avanzando cada vez más hacia soluciones innovadoras basadas en índices. Los ejemplos más destacados incluyen Smart Beta, renta fija con el riesgo de tipos de interés cubierto, índices de materias primas diversificados o inversión socialmente responsable. Esta evolución implica que la construcción de carteras con una mayor diversificación, con un alcance global y con bajos costes es hoy en día más fácil que nunca. Más recientemente, los productos pasivos están siendo cada vez más utilizados como estrategias líquidas y con una estructura de costes efectiva dentro de las carteras de gestión activa, donde las características de los ETFs como productos cotizados aportan beneficios claves por su flexibilidad y diversificación.
Según las hipótesis de los mercados eficientes, los precios de mercado en equilibrio reflejan toda la información disponible y, por tanto, la inversión pasiva se convierte en un componente viable de la asignación de activos. Aunque este concepto teórico no se cumple de forma íntegra en la práctica, lo cierto es que la eficiencia del mercado ha mejorado durante las últimas décadas debido tanto a la información disponible y a los avances en los modelos de precios de los activos como a la tecnología y digitalización.
Además, numerosos estudios demuestran que la proporción de gestores activos que baten de forma consistente a sus índices de referencia está lejos de ser impactante. Por ejemplo, el estudio SPIVA dirigido por S&P a mediados de 2016 apunta a que la mayoría de los fondos activos en Europa han registrado un rendimiento inferior al de los índices de referencia relevantes en horizontes temporales largos sobre una base neta de comisiones[2].
Asimismo, la evidencia académica sugiere que es difícil identificar a los gestores que lo harán mejor de forma consistente en el futuro. Como resultado de todo esto, los inversores están incrementando cada vez más sus asignaciones hacia fondos pasivos, incluyendo los ETFs, que en Europa han alcanzado un tasa de crecimiento anual acumulado del 20% durante los últimos 10 años[3].
Pixabay CC0 Public Domain. El descenso de las rentabilidades en el mercado inmobiliario parece estar cerca de terminarse
Durante varios meses, los economistas han estado esperando un aumento de las rentabilidades a largo plazo y sus previsiones se han basado en esta premisa. Los tipos libre de riesgo europeos se dispararon con la elección de Donald Trump, haciéndose eco de la tendencia en EE.UU. Sin embargo, a pesar de ello, se mantuvieron bajos y deberían estabilizarse ligeramente por encima del 0,5% en el caso del bund y del 1% para el OAT francés a finales de año, aunque el riesgo de que Marine Le Pen sea elegida ha puesto recientemente más presión sobre el bono galo.
Durante décadas, los precios del inmobiliario comercial aumentaron impulsados en gran parte por los incrementos de los alquileres en un contexto de inflación estable. Desde la crisis financiera de 2008, la inflación ha sido débil o incluso inexistente. Pero ha remontado en los últimos meses a medida que han repuntado los precios del petróleo, aunque la inflación subyacente, que refleja el estado de las economías, se mantiene baja.
Las rentabilidades de los bonos soberanos se han estrechado significativamente desde la crisis de 2010, causando un efecto colateral que ha hecho descender los rendimientos de todas las clases de activos. Las rentabilidades del mercado inmobiliario habían tocado mínimos previamente, especialmente en Francia y Alemania. Estos son los dos grandes mercados de Europa Continental y en los últimos meses, después de la votación del Brexit, han atraído capital adicional procedente de Reino Unido. La nueva situación ha provocado un incremento fuerte y rápido de las valoraciones del mercado.
Así, el descenso de las rentabilidades en el mercado inmobiliario parece estar cerca de terminarse, especialmente a medida que los rendimientos de los bonos soberanos a largo plazo comiencen a incrementarse. Los dos catalizadores tradicionales decrecimiento de los activos del mercado inmobiliario están en un buen momento.
En nuestra opinión, el escenario más probable es el siguiente. En primer lugar, el repunte de la inflación, debido al incremento de los precios de la energía, aumentará los ingresos derivados de los alquileres. Además, mejorará el crecimiento económico en algunas zonas, principalmente en países con fundamentales sólidos. Aunque esta actividad dependerá de los resultados de las elecciones en Francia y Alemania.
Asimismo, el progresivo aumento de las rentabilidades de los bonos soberanos a largo plazo, desencadenará un incremento de los retornos en el mercado inmobiliario. Esta recuperación tendrá un decalaje, por ejemplo hasta 2018. De hecho, es probable que los rendimientos del mercado inmobiliario continúen reduciéndose en 2017, ya que todavía hay mucha liquidez en el mercado, pero el ritmo de descenso será más lento que en los últimos años. En este momento, estamos descartando un alza significativa de las rentabilidades debido a la política monetaria expansiva del BCE.
Con este contexto, nuestra política de inversión es muy activa y estamos reposicionando nuestras carteras para adaptarnos a los rápidos cambios del mercado, aunque las rentabilidades se mantienen bajas.
Preferimos productos más líquidos (oficinas y espacios retail de alta calidad) en áreas con potencial de mejora. Además, nos centramos en grandes propiedades con múltiples inquilinos (para asegurar los beneficios a través de la diversificación) y que estén adaptados a los nuevos requerimientos de las compañías. Y también identificamos regiones que cuentan con un gobierno más activo y que pueden tener una evolución más ambiciosa.
También continuamos diversificando los sectores, tratando de anticiparnos a las principales tendencias del mercado para capturar los ingresos procedentes de ciclos largos que están menos expuestos a los cambios del entorno macroeconómico y para asegurar un flujo de caja a largo plazo que reduzca el riesgo.
Por último, apostamos por mercados desarrollados que cuenten con potencial alcista. En Reino Unido, pese a la incertidumbre del Brexit, el mercado debería volver a ser atractivo. En Alemania, las condiciones económicas alcistas deberían continuar impulsando las rentas y las bajas rentabilidades. En Francia, por su parte, también esperamos que repunten las rentas a medio plazo gracias al sólido crecimiento. Por último, también tomamos posiciones en distritos centrales de otros países europeos, como en los Países Bajos.
Columna de Cécile Blanchard, directora de Análisis del Mercado Inmobiliario de La Française.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Haalkab. ¿Cómo evitar diversificaciones innecesarias?
La mejor defensa es un buen ataque y por eso desde Investec creemos que es importante reconocer la eficacia de un enfoque bottom-up para la selección de valores y comprender cómo funcionan las tenencias individuales en diferentes condiciones de mercado. Después de años de tipos de interés bajos tras la crisis financiera, muchos activos pueden parecer caros cuando se usan métricas tradicionales de valoración.
Creemos que es mejor evitar la construcción de carteras basadas en ideas simplistas o ideas ‘value’ top-downy, en cambio, adoptar un enfoque cauteloso y analítico en las inversiones, manteniendo un enfoque en los valores de alta calidad que forman parte de la cartera de manera conservadora. Haciendo esto, creemos, las caídas pueden ser menos severas. Pero el proceso requiere que los inversores se tomen el tiempo necesario para comprender a fondo la verdadera naturaleza de sus exposiciones, construyendo su cartera desde una visión «bottom-up».
Construir una cartera flexible bottom-up
En el gráfico 5 podemos ver las máximas devaluaciones experimentadas por diferentes estrategias que adoptan un enfoque más o menos conservador en la selección de valores en algunas de las principales clases de activos ‘growth’. Los resultados pueden ser sorprendentes para algunos, sin embargo, validan nuestra creencia de que mediante la comprensión de los comportamientos de cada clase de activos, seremos capaces de construir una cartera elástica que pueda lograr el resultado deseado.
Dentro de la renta variable, creemos que la percepción de que una alta rentabilidad de los dividendos de una compañía transmite protección a sus inversores es errónea. Simplemente porque una empresa esté pagando una alta proporción de sus ganancias no significa que deba haber confianza en la sostenibilidad de su modelo de negocio o que su gestión se centran en la maximización de los intereses de los accionistas. En cambio, puede significar que la empresa está en peligro o que los inversores han hecho caer el precio de la acción en previsión de un recorte en el dividendo.
Del mismo modo, en lugar de mirar los atractivos inmediatos de un alto rendimiento, un enfoque más defensivo tiene como objetivo comprender el beneficio relativo de una empresa, la estabilidad de los ingresos y la carga de la deuda. Se trata de negocios que se comparan favorablemente por estas razones, ya sean considerados desde una perspectiva de deuda o de renta variable, nos permiten juzgar la sostenibilidad de los ingresos que ofrecen y comparar adecuadamente sus valoraciones relativas.
Por último, dentro de la deuda de los mercados emergentes, una comprensión completa de los riesgos planteados por la deuda del país también requiere una comprensión intrincada de sus mercados de divisas. En muchos casos, la volatilidad del tipo de cambio de una economía emergente superará con creces la de su mercado de bonos y, por lo tanto, expone a los inversores a riesgos que van más allá de la capacidad de un país para pagar sus deudas. Por lo tanto, es importante considerar estas inversiones sobre una base cubierta de divisas al comparar sus valoraciones relativas y analizar su moneda por separado.
Evitar diversificaciones innecesarias
Mediante la aplicación de un enfoque bottom-upen toda la cartera, los inversores obtienen una ventaja adicional: evitan la distorsión de la diversificación. Esta situación se da cuando las inversiones se realizan con la esperanza de diversificar, pero en realidad tienen el efecto de no hacer mucho, si acaso, reducir el riesgo general y simplemente aumentar los costes de negociación y erosionar el conocimiento y la convicción del gestor de cartera en sus inversiones.
Conclusión
Al aplicar consistentemente un enfoque bottom-up orientado hacia la selección de valores, creemos que estamos en una mejor posición para construir carteras con integridad estructural, lo que nos hace estar mejor preparados para manejar episodios de debilidad del mercado. Esto requiere un enfoque intenso en el análisis bottom-upy la consideración de posiciones sobre una base holística. Al reducir el impacto de las cargas en la cartera, los inversores pueden mejorar la probabilidad de alcanzar sus objetivos a largo plazo.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: annca. La inversión y el ahorro externo
La inversión de un país necesariamente tiene que estar financiada, y eso implica que la inversión siempre tiene que ser igual al ahorro. Si se desea que la inversión aumente tiene que incrementarse el ahorro, si el ahorro disminuye la inversión tiene que reducirse.
Hay tres tipos de ahorro. El ahorro privado, el ahorro público y el ahorro externo.
El ahorro privado es la diferencia entre el ingreso disponible de las personas (ingreso después de impuestos,) y lo que consumen. Si el ingreso disponible es mayor que el consumo existe ahorro privado, en caso contrario habría un desahorro privado o ahorro privado negativo, tienen que pedir prestado. El ahorro público es la diferencia entre los ingresos del gobierno y sus gastos. Cuando los impuestos que cobra el gobierno son mayores que su gasto existe un ahorro público, que también se le llama superávit público, cuando los gastos del gobierno exceden a los impuestos que cobra se le denomina déficit público y significa un desahorro público o ahorro público negativo, lo que implica que tiene que pedir prestado.
Cuando las importaciones de bienes y servicios de un país son mayores que sus exportaciones se tiene un déficit en cuenta corriente que significa un ahorro externo, porque llegan al país mayor cantidad de bienes y servicios que los que salen del país, en otras palabras, hay una transferencia neta de bienes y servicios del resto del mundo al país; ese excedente son recursos que el resto del mundo le presta al país. Si se presenta un superávit en la cuenta corriente significa que se están enviando al resto del mundo más bienes y servicios que los que se reciben y por lo tanto hay un desahorro externo o ahorro externo negativo, se le presta al resto del mundo.
En el caso de los Estados Unidos, en los últimos años el ahorro externo (déficit en cuenta corriente) ha estado financiando al déficit del gobierno (desahorro público o ahorro público negativo) y, junto con el ahorro privado, a la inversión. Sin embargo, el Presidente Trump quiere disminuir el déficit en cuenta corriente de los Estados Unidos y de manera simultánea reducir los impuestos y aumentar los gastos del gobierno. Si el déficit en cuenta corriente disminuye el ahorro externo va a ser más pequeño y si a la vez el déficit público aumenta (por cobrar menos impuestos) el desahorro público (ahorro público negativo) va a ser más grande, lo que implica que va a haber menos ahorro disponible para poder financiar la inversión. Eso tiene dos posibles consecuencias, o las personas tienen que aumentar su ahorro para prestarle al gobierno y compensar los recursos que ya no se van a recibir del exterior o la inversión tiene que disminuir. Dado que en los últimos años el ahorro privado no ha aumentado, lo más seguro es que la inversión disminuya y por lo tanto se tenga un impacto negativo en la economía.
En síntesis, reducir el ahorro externo, o sea el déficit en cuenta corriente, tiene un impacto negativo sobre la inversión, a menos que de manera simultánea se incremente el ahorro nacional, es decir, el de los privados y/o el del gobierno.