¿Controlan las mujeres sus finanzas? El momento de actuar es ahora

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¿Controlan las mujeres sus finanzas? El momento de actuar es ahora
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Perzon Seo. ¿Controlan las mujeres sus finanzas? El momento de actuar es ahora

Si las mujeres están dispuestas a pedir ayuda para construir su educación financiera, entonces pueden hacerse cargo de sus finanzas y tomar ventaja de sus decisiones. Cuando se reúnen mujeres que invierten, asesores y expertos financiero, es una buena oportunidad para hablar sobre como las mujeres pueden tomar las riendas de sus vidas financieras. Y, así lo hicimos. Junto con la revista Redbook Magazine, MFS puso en marcha el primer evento de la serie “Tu tiempo es un activo”. Este primer evento fue nombrado “El momento es ahora”, porque las mujeres no deben esperar para hacerse cargo de sus finanzas. Simplemente hay demasiadas cuestiones en juego, desde perder oportunidades a enfrentarse a crisis financieras. Depende realmente de las mujeres construir su conocimiento financiero y pedir el apoyo de un experto para poder gestionar su dinero de una forma efectiva.

Para que las mujeres comiencen a tomar las riendas de su futuro financiero, nos enfocamos en dos cuestiones en el evento. La primera, ayudar a las mujeres a ver que por el hecho de que potencialmente viven más años y se enfrentan a mayores gastos, necesitan un mayor ahorro para el futuro. La segunda, es ayudar a aprovechar al máximo las opciones que tienen hoy, comprendiendo las consecuencias financieras relacionadas y tomando sus propias mejores decisiones. En el panel de expertos del primer evento participaron Meredith Rollins, editora responsable de RedBook, Maureen Kerrigan, asesora financiera para la firma RBC Wealth Management y Nicole Lapin, periodista financiera, ofrecieron tres puntos clave.

No tener miedo de preguntar

Mientras que todo el mundo quiere sentirse financieramente seguro, según la revista Redbook, muchos de sus lectores tienen miedo a preguntar y obtener la educación necesaria para hacerlo posible. Tanto si se sienten avergonzados por lo que no saben o confusos sobre lo que han oído, las mujeres necesitan replantear ese pensamiento. La falta de conocimiento financiero no está relacionada con la inteligencia, es una función que no hemos tenido oportunidad de aprender. Se presta muy poca atención a la alfabetización financiera en la mayoría de sistemas educativos, y muchas familias simplemente no hablan de cómo gestionar el dinero. Como Nicole señaló, “El dinero es un lenguaje, pero no lo aprendemos en la escuela”.      

El problema es, que sin ese conocimiento y sin realizar preguntas, las mujeres pierden su confianza con respecto a las cuestiones de dinero. Muchas se quedan de lado y permiten que sus parejas se hagan cargo de las finanzas. Meredith lo hizo cuando se casó. Pero una visita a un asesor financiero en la que percibió que no se la tenía en cuenta, la impulsó a añadir un mayor contenido financiero en Redbook para ayudar a otras mujeres a evitar sentirse del mismo modo. Dejando esa experiencia al margen, contratar un asesor financiero, especialmente con uno que reconozca muchos de los desafíos únicos a los que las mujeres se enfrentan a la hora de planear sus vidas financieras, merece la pena.

Para aquellas mujeres que de repente se quedaron sin pareja, independientemente de si fue a través de muerte o divorcio, la falta de conocimiento puede llevar a una crisis financiera. Maureen compartió en el evento que tras la muerte de su padre por un ataque al corazón mientras regresaba de realizar el envío de las últimas tasas de la universidad de su hermano, su madre comentó que no sabía donde se encontraba el libro de cheques y que se preguntó si de ahora en adelante sus necesidades estarían financieramente cubiertas. A veces, una experiencia como esta provoca que las mujeres comiencen su aprendizaje. En el caso de Maureen, comentó que hizo la promesa de no permitir que otra persona se hiciera cargo de sus finanzas. Pero, hay mucho más que las mujeres pueden hacer en la actualidad para gestionar sus vidas financieras de una manera menos reactiva y más proactiva.  

Actúa, no reacciones

Las mujeres necesitan construir su conocimiento financiero y planificar con antelación, en lugar de sólo lidiar con sus finanzas cuando hay un evento vital o una crisis que las fuerza a ello. En otras palabras, no dejes que tu vida financiera transcurra. Haz que ocurra.   

Es imposible evitar todos los imprevistos financieros. Pero si las mujeres comprenden sus elecciones y las consecuencias financieras vinculadas, pueden tomar unas mejores decisiones y obtener más debido a esas decisiones. Todo depende de planificar las finanzas en línea con las metas personales. Por ejemplo, una mujer que planea tener hijos y tomarse un tiempo fuera, debe reconocer el impacto financiero de esa decisión, eliminando posibles incrementos de sueldo y no ahorrando a través del plan de pensiones ligado a la empresa mientras se encuentra fuera del mercado laboral. Es una decisión muy personal, pero las mujeres pueden planificar ahorrando una mayor cantidad mientras están trabajando para compensar por aquellos años que perderán de ahorro. O, las mujeres pueden reconocer que en un punto tendrán hacerse cargo del cuidado de los niños y de los padres, podrían tomar decisiones financieras proactivas para evitar verse descarrilando su seguridad financiera.

Durante la sesión se enfatizó que, si bien nunca es demasiado pronto para comenzar a ahorrar, nunca es demasiado tarde. De hecho, Maureen comentó que cada vez que experimentaba un aumento de sueldo, ahorraba la mitad, pensando en que el día anterior no ganó tanto dinero, por lo que mantener la mitad era ya un extra. Y, definitivamente, realizar un presupuesto, que no debe ser complicado. Por ejemplo, Nicole divide el presupuesto entre gastos esenciales, que deben ser el 70% del presupuesto -alojamiento, transporte y comida-, gastos extraordinarios, entorno al 15% -cafés y entretenimiento, y final del juego, otro 15% -vacaciones y jubilación. Describiendo un buen presupuesto como un plan de gasto sostenible, muy parecido a comer saludable en el largo plazo, en lugar de hacer una dieta de impacto.

Columna de Jenine Garrelick, MFS Senior Managing Director. Esta visión no debería ser considerada como un asesoramiento financiero, ni la recomendación o respaldo de ninguna organización acreditada o de asesoramiento financiero en particular. 

¿Qué tienen en común el bitcoin y la tulipomanía?

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¿Qué tienen en común el bitcoin y la tulipomanía?
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Qué tienen en común el bitcoin y la tulipomanía?

Irremediablemente para los inversores más avezados del mercado esta historia, como tantas otras, les resulta familiar. La criptomoneda por excelencia, el bitcoin, acumuló en 2017 más de un 1.300% de revalorización. Es incluso más sorprendente que una semana antes de cierre de año cotizase con una revalorización superior al 2.000%. Auténtica locura compradora.

Traducido a euros, si alguien hubiera invertido 500 euros en enero, aproximadamente tendría 6.500 en diciembre. Esto se debe a que en diciembre de 2016, la divisa virtual cotizaba a 1.000 dólares, cerrando 2017 en entornos de los 13.000 dólares. Menuda jugada ¿verdad? ¿Por qué no habría invertido yo en bitcoin en enero? Si tengo un depósito al 0,10%… No hay semana que alguien no me pregunte y muchos de ellos, incluso amigos personales, me lo echan en cara: “Me dijiste que no comprase el verano pasado, que tenía mucho riesgo, y mira…” Gajes del oficio, otra más para el bote.

¿Qué hay del riesgo?

Al margen de habladurías, foros, prensa y redes sociales varias, no debemos perder la cabeza por las elevadas rentabilidades y pensar en los riesgos asumidos a éstas. Cualquier inversión por pequeña que sea, en cualquier activo, debe medirse, cuantificarse, evaluarse y ponerse en valor para cada persona y su perfil de riesgo.

No cabe duda que el Big Data, el Blockchain, las nuevas tecnologías y los algoritmos asociados a las finanzas, bases de datos y mercados ayudarán a una digitalización mundial en todos los ámbitos y sectores. El sector financiero no será menos. Pero de ahí a depositar mis ahorros y mi patrimonio familiar en una divisa virtual, referenciada quién sabe dónde, sin colateral físico, custodiada por “una comunidad” y que casualmente son los “market makers” o creadores de mercado de la misma, es como para pensárselo. ¿Ha pensado qué haría si estuviese de vacaciones en África y necesitase pagar con su dinero virtual? ¿Y si no hubiese red móvil? ¿sabe lo que es un ciberataque? Resuelva estas simples preguntas y luego piense si el bitcoin es para usted.

No sólo existe el bitcoin: asistimos a la creación de multitud de criptomonedas o monedas virtuales en el mercado, y las que llegarán, pero a buen seguro el bitcoin se lleva la palma.

Huele a tulipán…    

La subida espectacular en vertical, al igual que sucedió con los bulbos de tulipán en 1636, el afán comprador por personas ajenas a la inversión que en su vida hubieran depositado un euro en acciones por el riesgo y toda la publicidad que está teniendo el bitcoin, hacen pensar que los patrones de la tulipomanía están muy presentes.

Incluso se da un fenómeno social que siguen todas las burbujas y crisis: personas que dejan su trabajo, o comienzan a trabajar en este nuevo sector. Son muchos los que están comenzando a fabricar bitcoins desde sus casas, con ordenadores y complejos programas informáticos. Incluso se venden equipos especializados para la causa. Al igual que sucedió en la tulipomanía donde todos eran mercaderes de tulipán y en las hipotecas subprime donde todos querían ser constructores, con el bitcoin huele a tulipán…

Cuando el botones te habla de comprar oro, es momento de vender oro

Esta famosa cita de Rockefeller la podemos aplicar actualmente. Todo el mundo habla del bitcoin, los foros, las redes sociales, la prensa, el telediario… A fin de cuentas, todos tenemos un amigo que se ha hecho millonario con el bitcoin.

Por ello, no nos dejemos llevar por los porcentajes, las quimeras, los cuentos de la vieja y la posibilidad de pegar el pelotazo. Pensemos antes de nada si invertiríamos en dólar canadiense, por ejemplo ¿verdad que no? Por desconocimiento principalmente o porque la divisa tiene mucho riesgo. Y ahora hágase la siguiente pregunta: ¿invertiría en algo que no conoce, que no está depositado en ningún sitio, que no tiene contrapartida física, que no se puede tocar, que nadie sabe quién maneja, quién custodia y que tampoco tiene claro el canal o medio para llegar a ello? Dígamelo, ¿lo haría? Si es así, tiene poco amor a su patrimonio.

No cabe duda que la subida es impresionante, a mí personalmente me hubiera gustado comprar millones de bitcoin, ahora a toro pasado, claro. Pero reconozco que nada sube eternamente y cuando le dé por girarse y la música deje de sonar, todos aquellos amigos millonarios habrán desaparecido dejándole a usted pidiendo la última copa en el barco en el bitcoin a 18.000 o a 88.000 dólares. El problema no está en comprar, sino en poder vender cuando uno quiere vender. Las plataformas de negociación aún no están preparadas para la rapidez que demanda el mercado.

En la inversión, como en todos los aspectos de la vida, debe primar el sentido común. Si algo ofrece una rentabilidad elevada es porque conlleva un riesgo asociado elevado. No intente saber más que el mercado y no invierta en modas. Al igual que no se compraría un teléfono móvil de 1.300 euros porque es una moda, no invierta en un valor esperando un 1.300% de rentabilidad. De verdad, olvídelo.

Desconozco si es una burbuja o no, si seguirá subiendo o incluso si dentro de unos años no existirá dinero físico y mi sueldo lo recibiré en coins. Lo que tengo muy claro es que no es para todos, al menos hoy, con la información y los datos que tenemos. A futuro…ver veremos.

Si lo analizamos, nadie se imaginaba que algún día hablaríamos por un aparato llamado teléfono móvil. Welcome technology.

Borja Rubí es asesor de Inversiones, EFA en Renta 4 Banco, en Oviedo

Las empresas y la economía china se benefician de las reformas en curso

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Las empresas y la economía china se benefician de las reformas en curso
Foto: Archer10, Flickr, Creative Commons. Las empresas y la economía china se benefician de las reformas en curso

Los precios de las materias primas han sido históricamente el catalizador del comportamiento de la renta variable emergente, y es probable que lo sigan siendo en el futuro próximo. En China, sin embargo, hemos visto en los últimos años cómo las acciones se han desvinculado cada vez más de los precios de los productos básicos, lo que refleja el éxito de las reformas.

Las autoridades se han centrado en reducir el exceso de capacidad en industrias intensivas como el acero y el aluminio, y en gran medida, aproximadamente un cuarto de la capacidad de producción de carbón se ha reducido y grandes fundiciones de acero y aluminio han cerrado. Esto no solo ha permitido una mejor utilización de la capacidad y una mejor rentabilidad en estos sectores, sino también un menor impacto ambiental.

De acuerdo con esta tendencia, y dado también el aumento de los precios del petróleo y el gas natural, el índice de precios al productor (PPI) ha aumentado significativamente durante varios meses. Esta aceleración en los precios al productor es significativa para la economía de China, ya que debería alentar precios más altos y, por lo tanto, mayores ganancias. En consecuencia, el aumento de los precios de las materias primas también explica el mejor comportamiento de los mercados emergentes y las acciones chinas en relación con las acciones de los países industrializados.

Otras dos industrias con un alto exceso de capacidad son la construcción naval y producción de energía, incluidas las empresas de generación de energía con una gran proporción de electricidad a base de carbón. Estas deberían ser abordadas por las autoridades como un próximo paso. Dado que el mercado laboral es relativamente saludable, ha habido una resistencia limitada del lado del trabajador para intentar reducir el exceso de capacidad.

La gran visión estratégica con la que China quiere dar forma al futuro también debe tenerse en cuenta. Inspirada en las antiguas rutas comerciales de la Ruta de la Seda, China espera conectar a más de 65 países entre sí a través de su iniciativa «One Belt One Road Initiative» (OBOR), que tendrá como objetivo representar el 40% de la producción económica mundial. El proyecto OBOR abarca dos áreas clave de la política económica de China: promover el comercio y el desarrollo mediante la cooperación en proyectos de infraestructura.

Hoy en día, los efectos del aumento del volumen del comercio chino son evidentes: en los últimos diez años, la proporción de países que exportan a China, especialmente en Europa y África, ha crecido significativamente. Estados Unidos, por otro lado, se está quedando atrás. Esta iniciativa de la Ruta de la Seda podría seguir impulsando el crecimiento del comercio y los beneficios en los próximos años -a medida que el comercio mundial se mueve cada vez más hacia Asia y China- algo que ya está empezando a mostrar signos de crecimiento.

Tribuna de César Muro, responsable de distribución pasiva de Deutsche Asset Management.

Retos para acceder a los mercados emergentes a través de fondos indexados de renta variable

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Retos para acceder a los mercados emergentes a través de fondos indexados de renta variable
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Krysiek. Retos para acceder a los mercados emergentes a través de fondos indexados de renta variable

En primer lugar, necesitamos entender el término “mercados emergentes”. Según la definición de Naciones Unidas de 1971, los mercados emergentes son los países menos desarrollados que cuentan con potencial para cumplir con las características de los países desarrollados en el futuro, habida cuenta de su crecimiento económico, la mejora de sus regímenes social y político y sus esfuerzos para eliminar las barreras de entrada y salida del capital de inversores internacionales. Las economías emergentes más destacadas son los países BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Para que los inversores accedan a las economías emergentes a través de vehículos indexados, es necesario que un proveedor de índices global cree índices de referencia que estén basados en un conjunto de reglas para clasificar adecuadamente un país como desarrollado, emergente o mercado frontera. MSCI ha definido cinco criterios de accesibilidad al mercado.

El primero es la apertura a la propiedad  por parte de inversores extranjeros, es decir, que no se haga distinción entre los inversores locales o internacionales. Segundo, la facilidad de entrada y salida de capitales, que no se produzcan disrupciones o retrasos y que se haga con un coste eficiente. Tercero, la eficiencia del esquema operativo: las compañías deben de estar bien identificadas, los riesgos operativos mitigados y el proceso de negociación, compensación y liquidación debe ser eficiente. Cuarto, un entorno competitivo: los tipos de cambio no deberían ser abusivos, ni imponerse clausulas anticompetitivas. Y por último, la estabilidad del marco institucional, es decir, la trayectoria a largo plazo del sistema económico del país.

El cambio más reciente y significativo ha sido la decisión de MSCI de incluir las acciones chinas clase A en el índice de mercados emergentes, cambio que se hará efectivo en junio de este año. Su decisión se basa en el hecho de que China ha demostrado una mejora en términos de accesibilidad al mercado como resultado de la expansión del programa Stock Connect que ofrece a los inversores internacionales un esquema de acceso más flexible en comparación con los actuales regímenes Qualified Foreign Institutional Investors (QFIIs) y el Renminbi Qualified Institutional Investors (RQFIIs).

Para negociar acciones en divisas locales, el fondo custodio tiene que abrir las respectivas cuentas de custodia locales. El proceso de apertura de la cuenta no solo es menos eficiente en los mercados emergentes que en los desarrollados, sino que también lleva más tiempo completar la documentación requerida. Por ejemplo, la apertura de una cuenta para acceder al mercado de renta variable de Bombay puede llevar hasta seis meses, mientras que en la bolsa suiza se tarda normalmente unas 48 horas.

Tener la posibilidad de acceder directamente al mercado local de un país sin restricciones es fundamental para un fondo indexado de renta variable si el país en cuestión es parte del índice financiero subyacente (el mercado debe poder replicarse utilizando futuros, ADRs, P-notas o instrumentos financieros equivalentes). En la mayoría de los casos, el mercado local donde cotiza la acción no sólo ofrece los mayores niveles de liquidez, sino que también asegura una réplica eficiente del índice, que se mide por el tracking error del fondo respecto a su índice de referencia. El tracking error  ex post anualizado de UBS ETF respecto al MSCI World ha sido de 6 puntos básicos frente a los 26 pb respecto al MSCI EM durante los últimos tres años (2014-2016).

Ofrecer soluciones de inversión competitivas a través de fondos que replican índices pasa necesariamente por hacer una réplica de la mejor calidad posible. Esto a su vez requiere acceso directo al mercado para negociar los valores incluidos en el índice en divisa local sin restricciones,  en un elevado volumen y con un bajo coste. Esta es una realidad garantizada en el caso de los países desarrollados, menos garantizada para los emergentes y apenas está garantizada en los mercados frontera.

Tribuna de Pedro Coelho, director de UBS ETF para España y Portugal

¿Por qué la renta variable española debería destacar en 2018?

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¿Por qué la renta variable española debería destacar en 2018?
. ¿Por qué la renta variable española debería destacar en 2018?

Con el comienzo del año, el escrutinio de la renta variable, una de las clases de activos más cotidiana, es un ejercicio de primer orden para cualquier analista, gestor, intermediario financiero o inversor. El análisis del ciclo, los beneficios esperados, las rentabilidades por dividendo o la interpretación de múltiplos, todo ello en términos absolutos y relativos, son algunos de los instrumentos que utilizamos para tratar de descifrar el valor intrínseco de una compañía o mercado.

Pues bien, sin ánimo de caer en lo que un día de 1991 French y Poterba bautizaron como “home bias” (al cerciorarse de que los inversores americanos contaban en sus carteras de acciones con un 94% de compañías estadounidenses pese a que en aquel momento Estados Unidos representaba el 48% del mercado mundial de renta variable), si analizamos el Ibex por unos minutos, podemos decir que 2018 puede ser el año para mirar “de puertas hacia adentro”.

  • El Ibex estrena temporada tras un mal comportamiento en relativo y pese a lo esperado por el mercado, lo que da lugar a valoraciones atractivas (PER forward 12 meses en relativo al Eurostoxx50 por debajo de la media de los últimos 25 años).
  • Con unos ROE a la par de los de las compañías europeas, el bajo rendimiento de la bolsa española con respecto al del Eurostoxx no responde a fundamentales o, lo que es lo mismo, España ofrece el mismo nivel de ROE que la bolsa europea (de aproximadamente un 8%) a precio/valor en libros muy inferior.
  • La correlación entre los beneficios esperados a 12 meses y el comportamiento del Ibex está prácticamente en mínimos desde verano (momento en que la incertidumbre política se ponía más en precio); esto puede dar lugar a un esperado rerating, posiblemente materializable con la publicación de los resultados empresariales del cuarto trimestre.
  • Pese a la buena tendencia de las empresas y su desapalancamiento generalizado, el beneficio por acción del Ibex sigue muy por debajo de niveles precrisis, lo que demuestra el enorme recorrido existente en valoración de las compañías españolas.
  • No se espera que el efecto negativo para las compañías españolas de la traslación de divisas en 2017, año de fortaleza indudable del Euro, se repita con tanta fuerza en 2018.
  • Rentabilidad por dividendo esperada para el año actual, tan sólo superada por el Footsie100 (medida sobre los principales índices europeos, el S&P500 y el Nikkei225).

Aunque el efecto negativo que la incertidumbre política de 2017 tuvo en el mercado español es innegable, y pese a que dichas inquietudes no se han disipado, la situación actual de recuperación de la economía española es notable y coge tracción. Esto ha de actuar como amortiguador en caso de renovados recelos que pudieran transformarse en caídas de mercado:

1)     Las previsiones de crecimiento para los próximos años son las mayores de la Eurozona; además, el crecimiento es ahora más sano y equilibrado, con un sector de construcción que cede peso en la balanza comercial a favor del turismo y con una demanda doméstica que crece con fuerza.

2)     La competitividad de la economía española se muestra en el crecimiento armonizado de las exportaciones netas desde el año 2010; esto ha sido posible gracias a la contención de los costes laborales unitarios y a la normalización de la disponibilidad y el coste del crédito a tasas similares a las alemanas y francesas (Fitch señalaba en octubre que el crédito a empresas dejaba de caer por primera vez en seis años).

3)     La positiva dinámica en la creación de empleo, donde el recorrido aún es enorme, muestra el todavía considerable potencial de crecimiento de la demanda interna.

4)     Cataluña, que representa algo más del 20% del PIB español, se deja 4 décimas trimestrales desde el inicio de la incertidumbre política; esto supone un detraimiento del PIB nacional del 20% de dicho 1,6% de pérdida anualizada. Pese a lo no desdeñable de la cifra, el impacto negativo de la tensión a nivel nacional parece acotado.

Si a todo ello le sumamos el viento de cola procedente de la mayor confianza en la recuperación de la Eurozona, que ya estamos viendo materializada en las rentabilidades de los bonos y del euro, las todavía manifiestas políticas macroeconómicas de apoyo al crecimiento y la expansión acompasada de las principales economías mundiales (no olvidemos que el 36% de los ingresos del Ibex provienen de países emergentes), el mercado patrio reúne muchos de los requisitos para rendir adecuadamente en 2018.

Tribuna de Pilar Arroyo, gestora de fondos y SICAVS Multiactivo en Banco Alcalá, Crèdit Andorrà Financial Group Research

Renta fija emergente: es necesario hacer un rebalanceo a nivel global

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Renta fija emergente: es necesario hacer un rebalanceo a nivel global
Foto: Bachman01, Flickr, Creative Commons. Renta fija emergente: es necesario hacer un rebalanceo a nivel global

Uno de los primeros aspectos que tenemos que destacar es que los fundamentales de los bonos de mercados emergentes son positivos. A día de hoy, los mercados emergentes representan más del 50% del crecimiento global, del comercio mundial y de las reservas de los bancos centrales a nivel global. Sin embargo, todavía suponen un porcentaje pequeño en términos de capitalización de activos.

Según las perspectivas del FMI, el crecimiento económico en las economías emergentes  ascenderá al 4,9%, pero no se trata solo de que el crecimiento se está acelerando, sino también del hecho de que los países emergentes dependen cada vez menos de las economías desarrolladas. Como resultado, todo apunta a que la diferencia entre el crecimiento de ambas regiones se ampliará en los próximos años.

A medida que los mercados emergentes van suponiendo una parte cada vez mayor de la economía global, se hace necesario poner en práctica un rebalanceo global, lo que debería traducirse en flujos de dinero sostenidos y continuos.  La guinda del pastel viene de la mando de PwC, que ha estimado que para 2030 seis de las diez mayores economías mundiales serán países que a día de hoy están catalogados como emergentes. Todos estos son los motivos por los cuales los inversores no pueden permitirse mantenerse al margen de la deuda emergente.

La subida de tipos de interés es una preocupación constante para los inversores, pero en nuestra opinión se trata de una preocupación excesiva. Si los tipos suben respaldados por una situación de crecimiento económico, esto también será positivo para los mercados emergentes. Para 2018 nuestra opinión es que las subidas de tipos a nivel global serán moderadas, ya que el crecimiento es limitado y los bancos centrales de todo el mundo buscan evitar una subida abrupta de tipos.

Cobertura para los inversores

Sin embargo, si los tipos de interés subiesen más rápido de lo que se espera, esto impactaría de forma negativa en los bonos emergentes,  de la misma forma que también sería negativo para los activos de renta fija en general. Si se diese dicho escenario, el mayor cupón de los bonos emergentes ofrecería a los inversores algo de cobertura y probablemente los bonos corporativos son los que menos sufrirían dado que suelen tener duraciones inferiores.

En 2017 los bonos emergentes recibieron flujos de más de 100.000 millones de dólares (incluyendo cerca de 70.000 millones en fondos en divisa extranjera). No hay que olvidar que estos números no están contabilizando algunas partidas importantes de flujos globales como, por ejemplo, los inversores locales en China o Taiwán.

No vemos ningún motivo por el cual estos flujos podrían reducirse de forma significativa. Una menor presencia en las carteras así como un entorno económico benigno deberían suponer un sólido viento a favor para la navegación este año. Como siempre con los mercados emergentes, no podemos descartar que durante el año veamos algunas tormentas que crearán olas suficientemente grandes como para alterar el mercado. Sin embargo, porque el barco se esté moviendo un poco, no significa que tengas que saltar por la borda y probar suerte nadando con tiburones

Los inversores en mercados emergentes pueden ser algo nerviosos y cuando el riesgo entra en escena, los flujos tienden  a hacer un giro en U más cerrado que un taxi en Londres. Estos momentos de risk-off suelen ser breves y a medida que los precios se ajustan a la nueva realidad, hay una cierta tendencia a sobre-reaccionar. De hecho, según nuestros propios análisis, no se ha dado el caso de dos años consecutivos con retornos negativos tanto en los índices emergentes soberanos como corporativos.

Además, cuando se ha producido un año negativo, los retornos positivos del año siguiente han compensado ampliamente las pérdidas. Además, en una clase de activo ineficiente como la deuda emergente este es precisamente el momento en el que aparecen las oportunidades.

Tribuna de Luc D´hooge, director de  bonos en emergentes en Vontobel Asset Management.

El impacto del primer año de Trump en la economía norteamericana

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El impacto del primer año de Trump en la economía norteamericana
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: DonkeyHotey . El impacto del primer año de Trump en la economía norteamericana

Se ha cumplido el primer aniversario del mandato del presidente Donald Trump. Cuando inició su periodo se generaron diversas expectativas sobre la política económica que iba a seguir y el impacto que tendría sobre la economía de los Estados Unidos de Norteamérica.

Hasta el momento los resultados le son muy favorables. Se estima que el PIB va a crecer 2%, nivel superior al del año anterior, la tasa de desempleo es la más baja desde la crisis de 2009, la inflación se ubicó en 2.11%, nivel ligeramente por encima del año anterior lo que indica que continúa el dinamismo de la actividad económica. La Federal Reserve aumentó su tasa de referencia, lo cual también refleja que ve mayor dinamismo en la economía. Por su parte, el principal indicador de la bolsa de valores registró un aumento de 25% durante 2017.

Es un hecho que a la economía norteamericana le fue muy bien en el primer año de gobierno de Trump. La pregunta que se vuelve relevante es si dichos resultados se debieron a sus decisiones de política económica o provienen de una inercia que ya traía la economía desde 2016. Todo indica que el bienestar se debe más bien a la combinación de dos factores, la inercia que traía la economía, quizá la principal causa, y a las expectativas que generaron sus planteamientos económicos. A pesar de que no se llegaron a materializar la gran mayoría de los planteamientos hechos por Trump, muchos agentes económicos creyeron en ellos y actuaron en consecuencia.

En otras palabras, las decisiones de Trump no afectaron negativamente en el corto plazo al ciudadano promedio de su país. Sin embargo, algunos de sus efectos si serán nocivos para Estados Unidos en el mediano plazo. Medidas como, salirse del Acuerdo de París, del Acuerdo Transpacífico, cuestionar el apoyo a la OTAN, criticar el comercio internacional y otras más, van a provocar que con el tiempo la hegemonía internacional de Estados Unidos disminuya y difícilmente pueda volver a recuperarse.

Ahora resulta que China es el abanderado de cuidar el medio ambiente, el promotor del libre comercio, ofrece créditos a los países con quienes Estados Unidos desea reducir sus relaciones económicas. Un claro ejemplo es América Latina, donde la inversión China ha estado creciendo en varios sectores. El Presidente de China ha visitado a los principales países de la Comunidad Europea para fortalecer las relaciones económicas y no se limita únicamente a las comerciales. Con el tamaño que tiene la economía China, la velocidad a la que crece y las relaciones económico financieras que está estableciendo, junto con la posición de Estados Unidos de centrar su preocupación en su propia economía y desentenderse de las situaciones internacionales, provocará que la influencia de Estados Unidos en las decisiones económicas internacionales disminuya y la de China se fortalezca. Particularmente, en la medida que China continúe aumentando sus relaciones comerciales y ofreciendo créditos o adquiriendo bonos de países con necesidad de financiamiento, como lo ha estado haciendo desde hace algunos años. Este cambio en el poder económico internacional va tomar tiempo, pero en la medida que Trump continúe como hasta ahora, se acelerará y llegará a ser irreversible.

Columna de Francisco Padilla Catalán

Guía de calidad sobre el gobierno corporativo

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Guía de calidad sobre el gobierno corporativo
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Seyed Mostafa Zamani. Guía de calidad sobre el gobierno corporativo

Creemos que un buen gobierno corporativo resulta crucial, ya que es preciso garantizar que los equipos directivos de las compañías actúen en interés de los accionistas. Esto es necesario para afrontar el problema clásico del principal-agente, cuando los accionistas no administran la compañía en la que invierten y quedan expuestos a la posible diferencia de prioridades de la dirección.

El dilema típico es la naturaleza temporal: administrar la compañía a ultra largo plazo independientemente de la rentabilidad o el rendimiento (un problema clásico en Japón), puede ser tan perjudicial como dirigirla para obtener beneficios a corto plazo, a menudo para ganar un mayor sueldo (un problema clásico angloestadounidense). Sin duda, los inversores deben estar en guardia.

Es vital dirigir las compañías en pos de la rentabilidad a largo plazo en lugar de a corto plazo. En concreto, es necesario invertir lo suficiente para mantener sus franquicias, innovar y, cuando corresponda, respaldar esas innovaciones a través de publicidad y marketing. Estas inversiones se financian tanto a través de la cuenta de resultados como de gasto en capex.

También es crucial que cualquier flujo de caja libre remanente se invierta a altas tasas de rentabilidad o, en ausencia de tales oportunidades, que se devuelva a los accionistas, preferiblemente a través de dividendos. Se deben cerrar las unidades de negocio que no tienen perspectivas de ofrecer una rentabilidad aceptable a largo plazo, y el capital se debe dirigir hacia áreas que generen mayor rentabilidad, o devolverse a los accionistas.

Si bien existen operaciones corporativas interesantes, generalmente somos cautelosos respecto a las grandes adquisiciones, ya que tienden a ser una transferencia de valor desde los accionistas que compran a los afortunados que han sido comprados.

“Compouders” de alta calidad

Puede parecer contrario al sentido común, pero en nuestra opinión, el gobierno corporativo es aún más importante en los “compouders” de alta calidad. El motivo radica simplemente en el hecho de que el equipo directivo dispone de un mayor margen de libertad.

Las compañías del sector de consumo básico cuentan con generosos presupuestos para publicidad, que pueden ser recortados en épocas de vacas flacas con el objetivo de inflar los beneficios a corto plazo a costa de destruir valor a largo plazo, cuando en realidad las compañías que reinvierten a altas tasas de rentabilidad deberían generar grandes cantidades de flujo de caja libre, con todas las tentaciones de asignarlo de forma indebida que esto conlleva.

Analizar la gestión y el gobierno corporativo ha sido un elemento central del proceso de inversión del equipo International Equity de Morgan Stanley desde su fundación en 1986. El trabajo en esta área no se subcontrata a empresas como ISS o Glass Lewis, sino que lo lleva a cabo el propio equipo de inversión, respaldado por el equipo de Gobierno corporativo de MSIM.

Aunque tenemos preferencias claras, que abordamos a continuación, las decisiones sobre votaciones analizando cada caso particular y no utilizando una fórmula general. En un mundo profundamente imperfecto, no queremos que nuestra búsqueda de la perfección se interponga en lo razonable, particularmente cuando lo razonable mejora cada año. No obstante, nos sentimos muy cómodos votando en contra de las recomendaciones del consejo de administración, e incluso en contra de sus miembros, cuando creemos que es necesario.

Roles y remuneración

En cuanto a la estructura, preferimos que los roles del CEO y del presidente del consejo estén separados, y lo ideal sería tener un consejero independiente sénior al que acudir cuando no estemos satisfechos con ellos. En términos más generales, no nos gustan las “píldoras venenosas”, los derechos de voto doble para algunos accionistas, ni las clases de acciones diferenciadas. No creemos que las compañías, y en particular su equipo directivo, requieran protección por parte de sus dueños.

La remuneración de los ejecutivos es un tema central, ya que la mayoría tiende a hacer lo que se les paga por hacer, lo que significa que los incentivos deberían recompensar el comportamiento que beneficia a los accionistas. Esto hace que seamos cautelosos y que no nos fiemos demasiado de los beneficios por acción, ya que se pueden manipular con maniobras a corto plazo, en concreto, mediante aumentos del apalancamiento o adquisiciones de baja rentabilidad.

En especial, nos resistimos al uso de “beneficios ajustados” o, como preferimos llamarlos, “beneficios antes de que suceda algo negativo”. Lo negativo pueden ser pérdidas, los costes por impactos medioambientales o sociales, o incluso el pago con acciones de la compañía. Por el contrario, acogemos positivamente la (aunque no muy común) inclusión de objetivos basados en la rentabilidad sobre el capital.

Uno de nuestros objetivos es evitar pagar demasiado por una rentabilidad ordinaria o deficiente. Por esa razón, buscamos metas más amplias en lugar de objetivos fáciles o acciones solo por el tiempo como inversores. Otra señal de alerta es el cambio sobre la marcha de los objetivos, por ejemplo, al descontar los efectos de la divisa cuando esta fluctúa lastrando los resultados, que a menudo ha reportado beneficios cuando se movía en sentido contrario.

También desaprobamos los objetivos que se cumplen mediante adquisiciones. Apoyamos que los directivos posean un mínimo de acciones, y vamos más allá, alentando a las compañías  a mantener los objetivos aún después de que se jubilen los ejecutivos, para evitar la tentación de engordar el negocio de forma insostenible cuando estos dejan la empresa.

En última instancia, aunque las estructuras son importantes, lo que más importa es la cultura de la organización y el comportamiento de su equipo directivo, por lo que es fundamental reunirse con ellos regularmente. Gran parte de la “industria de gobierno corporativo” se concentra en calificar lo que se mide fácilmente, y termina siendo únicamente un ejercicio de marcar casillas, descuidando el elemento humano. El peligro es que el proceso termine como la historia del borracho que ha perdido las llaves en el parque y las busca bajo la farola, porque ahí es donde está la luz. Nuestro proceso, más complejo, laborioso y necesariamente subjetivo procura buscar donde realmente están las llaves.

Opinión de William Lock, Bruno Paulson y Dirk Hoffmann-Becking, del equipo de International Equity de Morgan Stanley Investment Management.

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¿Cómo afecta la reforma fiscal de Trump al impuesto de sucesiones de los no residentes?

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¿Cómo afecta la reforma fiscal de Trump al impuesto de sucesiones de los no residentes?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Alonis. ¿Cómo afecta la reforma fiscal de Trump al impuesto de sucesiones de los no residentes?

Antes de la aprobación de la nueva reforma tributaria de la Administración Trump, muchos habían especulado sobre dos posibles impactos clave para los clientes no residentes de la banca privada y de los broker: la eliminación de la disparidad en la exención del impuesto de sucesiones entre personas no estadounidenses y estadounidenses, y la eliminación del impuesto de sucesiones en sí, que podría haber suprimido una de las razones más antiguas para utilizar estructuras offshore.

El 22 de diciembre de 2017, se promulgó la «Ley de reducción de impuestos y empleos». En ella se modifica el impuesto de sucesiones para personas estadounidenses únicamente. Las secciones número 2010 y 2001, que se aplican a propiedades de ciudadanos o de residentes, no modificaron los impuestos que atañen a las propiedades de los no residentes que no son ciudadanos de Estados Unidos.

Bajo la Sección 2010, el monto de la exclusión básica para las propiedades de los fallecidos residentes o ciudadanos que fallezcan después del 31 de diciembre de 2017 y antes del 1 de enero de 2026 se incrementa de US$5.000.000 a US$10.000.000. Pero, las secciones con número 2101-2108, las que fijan las condiciones para los no residentes o no ciudadanos, no registraron ningún tipo de enmienda.

En consecuencia, el impuesto que se aplica a la transferencia de patrimonio imponible de difuntos no residentes que no sean ciudadanos de EE. UU. está sujeto a una exclusión básica mínima de solo US$60.000.

Dado que la fiscalidad sobre los activos en Estados Unidos cuando se traspasan tras la defunción sigue vigente, los clientes de wealth management deben tener cuidado al planificar cómo se mantienen esos activos, incluida la consideración apropiada de las estructuras de inversión personal offshore.

Si tiene alguna pregunta sobre este u otros asuntos de banca privada transfronteriza, comuníquese con Sergio Alvarez-Mena (305-71-9759) o Kathy Keneally (212-326-3402).

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¿Es el momento de reducir el riesgo de la cartera y arriesgarse a perder posibles rentabilidades?

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¿Es el momento de reducir el riesgo de la cartera y arriesgarse a perder posibles rentabilidades?
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Es el momento de reducir el riesgo de la cartera y arriesgarse a perder posibles rentabilidades?

En una fantástica viñeta de The Far Side, se ve una orquesta y a un hombre de pie detrás de ella que sostiene un enorme platillo, listo para hacerlo sonar. Al hombre le sale un bocadillo que dice “Esta vez no voy a pifiarla”. El pie de la viñeta dice “Roger la pifia”.

Esta viñeta nos representa a todos nosotros intentando determinar cuándo tocará techo el mercado. Obviamente, este esfuerzo puede saldarse de tres formas: demasiado pronto, demasiado tarde o en el momento exacto. Algunos de nosotros podríamos tener suerte y acertar, pero a efectos de la planificación financiera, es mejor suponer que nos adelantaremos o nos retrasaremos. Un error en cualquiera de los dos sentidos resulta caro.

Nuestra estimación del PER de equilibrio del S&P 500 se sitúa en 16, por lo que habría resultado fácil tomar nota del PER de 21 del año pasado por estas fechas y considerar que el mercado estaba caro. Si hubiéramos reducido el riesgo entonces, nos habríamos perdido las ganancias del 22% de 2017. Cuando se desate la caída de las bolsas, me sorprendería que esta fuera superior al 20%, porcentaje que solo se ha alcanzado dos veces: en 2000-2002 y en 2007-2009. Como siempre, la inversión es un binomio formado por el riesgo y la recompensa.

Me da la impresión de que los inversores pueden escoger una de estas dos opciones: aceptar el riesgo de caída de los mercados y mantener las inversiones en activos de riesgo, o reducir precozmente el riesgo y aceptar que se pueden perder ganancias potenciales.

Es esencial tener clara esa decisión, ya que las acciones a realizar son bastante diferentes en cada caso. Al no tomar esta decisión explícita, me temo que muchos están suponiendo implícitamente que podrán salir en el momento justo. Ciertamente, es una suposición valiente.

Permítanme explicarles las dos opciones:

1.- Mantener las inversiones

Si los inversores toleran bien el riesgo y, por lo tanto, están a gusto manteniendo sus inversiones, deberían tomar esa decisión siendo conscientes explícitamente de que en algún momento se estrellarán. La configuración de la cartera desempeña un papel importante a este respecto.

Por ejemplo, suponiendo un escenario negativo con una caída de las cotizaciones del 20%, mantener aproximadamente un tercio de los activos en renta variable significaría que la cartera se enfrentaría a unas pérdidas del 6%, lo que podría ser perfectamente tolerable para algunos inversores.

Además, en los dos episodios en los que las bolsas registraron caídas superiores al 20%, el mercado de bonos ganó un 30% y un 17%, respectivamente (según el S&P 7-10 Year Treasury Index).

Por lo tanto, con independencia de la valoración de la renta fija, aumentar la duración de los bonos de una cartera puede ser un mecanismo de protección frente a una caída de las bolsas. Para dar algunas cifras, si una cartera invierte un 70% en un índice de bonos a diez años y un 30% en bolsa, entonces un descenso bursátil del 20% y un descenso de un 1% del rendimiento de los bonos todavía se traducirían en una rentabilidad global positiva.

Aunque muchos activos están caros, sigue habiendo áreas atractivas. La bolsa europea es una de las que capta mi atención, pero la clase de activos que me atrae sobremanera son los bonos indexados a la inflación de los mercados emergentes. La situación que me provoca pesadillas es una caída de las bolsas provocada por un aumento de los rendimientos de los bonos. Ese improbable escenario ocurriría presumiblemente si la inflación hace acto de presencia con fuerza y, en ese caso, los bonos indexados emergentes se comportarían bien y sus rendimientos reales son atractivamente altos.

2.- Reducir precozmente el riesgo

Un inversor que no tolera el riesgo podría haber reducido ya el riesgo, con el argumento de que la fortaleza relativa ha impulsado las rentabilidades, los fundamentales son solo moderadamente buenos y el mercado ha experimentado una excelente racha. Este inversor podría pensar que la caída bursátil podría ser superior al 20%.

Más allá del coste de oportunidad, el problema de la reducción del riesgo es que los activos de menor riesgo son los más caros de todos y garantizan una merma de poder adquisitivo. Por lo tanto, lo importante es ser conscientes de que el inversor experimentará rentabilidades reales negativas durante todo el tiempo que ha reducido el riesgo. A los que prefieren mantener las inversiones no les gustaría eso y he ahí la diferencia que los separa en gran medida del grupo que reduce precozmente el riesgo.

Así pues, si usted va a reducir el riesgo, no caiga en el exceso y asegúrese de que lo hace de manera uniforme para mantener una cartera equilibrada, lo que implica diversificar en diferentes clases de activos y regiones. A un partidario de reducir el riesgo le gustará saber que la exposición al mercado de deuda asiática suele ser baja en las carteras de renta fija mundial.

Buena suerte en 2018. Si formula un propósito de año nuevo, decida rápidamente si reducir el riesgo o no. ¿Prefiere hacer sonar los platillos demasiado pronto o demasiado tarde?

David Buckle es responsable de análisis cuantitativo de Fidelity.