El aumento de los rendimientos de la renta fija apunta a una subida en el precio de las materias primas

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El aumento de los rendimientos de la renta fija apunta a una subida en el precio de las materias primas
CC-BY-SA-2.0, FlickrFotos: Faungg's photos . El aumento de los rendimientos de la renta fija apunta a una subida en el precio de las materias primas

Ha sido un largo camino, pero los inversores se están haciendo a la idea de que los rendimientos de la renta fija mundial están apuntando al alza. Este hecho ha suscitado ríos de tinta sobre la respuesta de los mercados de renta fija y variable a la revalorización de los bonos. Se ha prestado menor atención al posible impacto del aumento de los rendimientos y los tipos de interés sobre el precio de las materias primas.

No cabe duda de que están aumentando los rendimientos de la deuda pública, especialmente en Estados Unidos. Las subidas de la Reserva Federal desde 2015 han aumentado poco a poco los rendimientos de la deuda pública estadounidense. La administración actual está reforzando esta tendencia en estos momentos. Al ser más nítidos los desmanes de la Casa Blanca en el capítulo de la política fiscal, los inversores mundiales están revisando el riesgo de la deuda estadounidense, con repercusiones sobre la inflación, el dólar y los mercados de renta variable.

En cuanto a las materias primas, el aumento de los rendimientos de los bonos va a encarecer los préstamos para los productores. Como resultado, los proyectos nuevos serán aparentemente menos atractivos y la respuesta de la oferta al encarecimiento posterior de las commodities podría verse gravemente afectada.

Sin embargo, un posible quebradero de cabeza para los productores de materias primas podría suponer una oportunidad para los inversores. El aumento de los rendimientos contribuirá a reforzar las limitaciones en el lado de la oferta, ya de por sí favorables, lo que supone que, en caso de dispararse el precio de las commodities, se podrían superar las previsiones.

Una disciplina poco ortodoxa

Las existencias ya han pasado por una fuerte contracción en todo el mercado de las materias primas, ya que los productores están dando muestras de una disciplina atípica en esta fase del ciclo. Desde nuestro punto de vista, fuera de los mercados de renta fija, existen tres factores fundamentales que favorecen las limitaciones en el lado de la oferta.

China es uno de ellos; el mayor consumidor mundial de recursos naturales, que ha restringido la oferta en muchas commodities: específicamente, el carbón, el acero y el aluminio, por razones medioambientales. La actuación concertada de China ya ha tenido el efecto de ejercer una presión alcista sobre el precio del carbón, el mineral de hierro y los metales básicos, con un impacto positivo en el sector de los materiales.

Al cierre del año 2016, la OPEP y Rusia forjaron una alianza que eliminó 1,8 millones de barriles al día en la producción del petróleo en el mercado. Una vez más, esta situación no tiene precedentes. Si hacemos una retrospectiva, hace 40 años, nunca funcionaron las tentativas de la OPEP para que Rusia cooperase en la reducción del suministro.

Hoy por hoy, tras haberse cumplido el primer año de esta acción, tenemos la prueba de que esta época es distinta. Tanto la OPEP como Rusia iniciaron los cortes en la producción a finales de 2016, y a lo largo de 2017, parece que también van a mantener un equilibrio en el mercado a lo largo del año 2018. En su acción coordinada proyectan una imagen de fuerte unión.

Atentos a la meteorología

Nos entrevistamos con los productores que operan en todo el espectro de los metales básicos, los metales preciosos, las commodities a granel y la energía. En esas conversaciones que mantuvimos, los productores siguen centrados en el saneamiento de sus balances y la creación de valor para el accionista en lugar de aumentar sin más la producción.

Las existencias de las materias primas agrícolas también están acusando una contracción, que se revelará significativa si las condiciones meteorológicas producen daños en las cosechas. En este año, se han dado notables aumentos en el precio de los cereales y las semillas oleaginosas.

Estas han sido las consecuencias de dos fenómenos meteorológicos bien localizados: el primero afectó al trigo en las llanuras del sureste estadounidense; el segundo tuvo efectos sobre la producción argentina de la soja. Otro acontecimiento meteorológico que afectó al hemisferio norte podría impulsar aún más el precio de los productos agrícolas.

Perspectivas positivas

El sector de las materias primas nunca ha seguido semejante disciplina en la limitación de la nueva producción conforme se estabilizan los precios y aumentan en algunos casos. Este rigor se produce en un momento en el que el actual crecimiento económico mundial en los mercados desarrollados y emergentes está apuntalando la demanda de commodities estratégicas. Si acaso, estamos presenciando un repunte de la demanda en los mercados emergentes, puesto que la depreciación del dólar ha apuntalado la vuelta al apalancamiento, el crecimiento y la inversión.

Como establecimos a finales del año pasado, creemos que la dinámica favorable de oferta y demanda resulta especialmente favorable en el caso de los metales básicos. A medio plazo, los metales preciosos deberían también beneficiarse de un repunte de la inflación.

También persisten focos de incertidumbre y volatilidad potencial. Los aranceles anunciados por la administración estadounidense sobre el acero y el aluminio, por sí solos, no tienen un impacto sustancial sobre el precio de las commodities a medio plazo. Ahora bien, la situación cambia si a raíz de esta decisión se producen represalias y una escalada que conduzca hacia una guerra comercial.

Mientras tanto, estamos observando una estabilización y una cierta consolidación de los mercados de materias primas. Nunca hemos observado que China siga una disciplina en el lado de la oferta, y nunca ha funcionado la colaboración entre la OPEP y los productores rusos. Si estos factores favorables se combinan con el giro que se está produciendo en los mercados de renta fija, estamos seguros de que el precio de las materias primas tiene recorrido para aumentar considerablemente durante el año 2018.

David Donora es responsable de materias primas en Columbia Threadneedle.

Perspectivas de inversión en un contexto de inflación alcista

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Perspectivas de inversión en un contexto de inflación alcista
Pixabay CC0 Public DomainSkeeze. Perspectivas de inversión en un contexto de inflación alcista

Después de varios años en los cuales los bancos centrales se han centrado en luchar contra los riesgos de deflación, varias señales apuntan a un escenario de inflación más elevada.

Por un lado, el precio del petróleo se ha disparado casi un 30% durante los últimos doce meses. Por otra parte, la tasa de desempleo en países tal como Estados Unidos, Japón y Alemania está por debajo del 5% y los salarios muestran señales de subida. Además, la OCDE apunta a un crecimiento por encima de su potencial a partir de 2018 en varios países tal como Alemania, Japón, y Estados Unidos, entre otros.

Y, finalmente, la tasa de utilización de las capacidades de producción en la industria está en torno al 80% en Estados Unidos, 80% en España e Italia, 85% en la zona euro, y 90% en Alemania. Tales presiones en el aparato productivo deberían traducirse en el corto/medio plazo por subidas en los precios al consumidor.

En Lyxor creemos en un escenario de inflación más elevada en comparación a los últimos años, que llevará a los bancos centrales de los principales países desarrollados a normalizar su política monetaria de forma más acelerada a lo que anticipan los mercados. Pero sin embargo no creemos en una tasa de inflación que esté fuera del control de las autoridades monetarias. Desarrollos tecnológicos en áreas de salud o de comunicaciones, producción de petróleo no convencional y mayor inversión en capacidades productivas por parte de las empresas son factores que actúan como contrapeso.

Asignar activos en un contexto más volátil

Lo que preocupa a los inversores en este contexto es cómo asignar activos en un período complejo, donde hay mayor riesgo político (guerras comerciales entre Estados Unidos y China por ejemplo), menor apoyo por parte de los bancos centrales, y niveles de valoración elevados en todas las clases de activos tradicionales.

En su conjunto, estos factores deberían traducirse por un régimen de volatilidad estructuralmente más elevado en comparación a lo que los mercados han experimentado durante los años recientes. Creemos que los movimientos de mercado en febrero y marzo son precisamente el inicio de un entorno de mercado más incierto e inestable.

El proceso de asignación de activos se torna más complejo por la correlación positiva entre los retornos de los activos de renta fija y de renta variable, que reduce de forma significativa las posibilidades de diversificación de cartera.

Históricamente, un inversor que adopta una posición más cauta tiende a reducir su exposición a renta variable y aumentar el peso de renta fija. Pero con perspectivas de inflación al alza, los activos de renta fija no proporcionan mucha diversificación.

Activos relacionados con inflación para etapas avanzadas del ciclo económico

Hemos observado históricamente que los activos relacionados con la inflación se comportan bien en etapas avanzadas del ciclo económico. El ciclo de expansión actual en Estados Unidos empezó a mediados de 2009, por lo tanto la economía estadounidense lleva casi nueve años en expansión sin interrupción.

Este es el segundo ciclo de expansión más largo de la historia contemporánea de Estados Unidos, después del ciclo de los años 90 que duró una década. En este contexto, la probabilidad de que una recesión ocurra en Estados Unidos durante los dos próximos años está aumentando de acuerdo a medidas como la de la Reserva Federal de Nueva York. Aunque la economía europea ha repuntado más tarde que la economía de Estados Unidos, su capacidad de crecimiento en un contexto de recesión en el país americano es dudosa.  

Nuestras estimaciones sugieren que materias primas, y sobre todo petróleo (no metales preciosos) se comportan bien en etapas avanzadas del ciclo (12 meses antes de una recesión), tanto en retorno absoluto como en retorno ajustado del riesgo. El análisis toma en cuenta los ciclos económicos en Estados Unidos, tales como medidos por el NBER, desde 1970. A pesar de un historial más corto, las obligaciones indexadas a la inflación y los breakeven de inflación también protegen a las carteras en etapas avanzadas del ciclo.

En cuanto al mercado de renta variable, estimamos la correlación entre anticipaciones de inflación a partir de los breakeven de inflación 10 años, y el retorno de los sectores, en Estados Unidos y zona euro durante los cinco últimos años. Nuestros resultados sugieren que sectores como energía, materiales y financiero son los que tienen mayor correlación con las anticipaciones de inflación. Al contrario, sectores como servicios públicos (utilities), productos de primera necesidad y servicios de telecomunicaciones están menos protegidos contra la inflación en ambas regiones.

La combinación de varios factores, tales como mayor inflación, mayor riesgo político, posibilidad de recesión en el medio plazo en Estados Unidos, un nivel elevado de valoración de activos tradicionales, correlación positiva entre renta fija  y renta variable son factores de riesgo para los mercados. Sin embargo, consideramos que varias clases de activo que han sido hoy popularizadas a través de instrumentos de acceso fácil, permiten proteger carteras contra estos riesgos y entregar retornos en un entorno menos predecible. Nuestras recomendaciones de inversión sobreponderan activos tales como breakeven de inflación en Estados Unidos, materias primas y sectores sensibles a las anticipaciones de inflación tal como financieras y energía.

Tribuna de Philippe Ferreira, director y estratega senior de activos de Lyxor ETF.

Geopolítica y su impacto real en los mercados

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Geopolítica y su impacto real en los mercados
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: CityofStPete. Geopolítica y su impacto real en los mercados

Ahora que los focos vuelven a posarse en la geopolítica, a los inversores les convendría evaluar sus efectos sobre un ciclo económico mundial de por sí bastante maduro y un ciclo de mercado aún más prolongado en la mayoría de índices de renta variable y renta fija. En un sentido, la geopolítica explica el reciente periodo de volatilidad en los mercados pero podría afirmarse que resulta engañoso ya que sugiere, en mi opinión, una escasa comprensión de los factores que han impulsado las rentabilidades durante los últimos años.

Si se acepta que las políticas monetarias ultraexpansivas han sostenido en gran medida los precios de los activos, entonces el mayor miedo no debería ser una desaceleración económica propiciada en parte por el aumento de las tensiones geopolíticas o una guerra comercial entre EE.UU. y China a golpe de represalias. Lo que de verdad debería preocupar es principalmente una economía boyante (y una tasa de inflación de los precios) que sigue excediendo las expectativas descontadas en el mercado de renta fija.

Aunque siempre existe el riesgo de caer en la complacencia cuando se escribe sobre geopolítica, podría ser útil examinar detenidamente las metas o intenciones que se esconden detrás de algunos de los sucesos que han sido más determinantes en las reflexiones de los inversores.

Empecemos con el discurso beligerante desplegado por la administración Trump en relación con los aranceles a las importaciones, dirigido principalmente contra China, pero que también podría afectar a Europa y otros socios comerciales. Resulta difícil no creer que todo obedece a un fin político.

Elecciones legislativas en EE.UU.

En el contexto general de la economía estadounidense, incluso un nuevo florecimiento de los sectores que se consideran más afectados por el dumping exterior apenas incidiría en la evolución global. Sin embargo, con las elecciones legislativas en el horizonte, Trump querrá asegurarse el voto de unas clases trabajadoras que corre el riesgo de perder después de que su iniciativa más “exitosa” hasta la fecha –la reforma fiscal– haya beneficiado a Wall Street mucho más que al ciudadano de a pie.

Como otros han tenido ocasión de comprobar durante los últimos años, poner el foco en los intereses nacionales ha procurado votos, pero dar marcha atrás a 30 años de globalización es mucho más complejo y doloroso en la práctica. Es muy probable que todo esto tenga muchas menos consecuencias para las perspectivas económicas mundiales de lo que algunos temen actualmente.

Y cuando pensamos en los recientes ataques aéreos en Siria también se podría afirmar que la meta se limita, a falta de una palabra mejor, a contener el uso de armas químicas, en lugar de plantear una postura más decidida contra el régimen de al-Assad. Por lo tanto, en estos momentos parece que esta acción es una cuestión muy localizada.

Consecuencias

Se podría elaborar una lista de sucesos geopolíticos que han ocurrido durante los últimos años sin que el crecimiento económico dejara de recuperarse. El hecho de que el sistema financiero mundial se encuentre mucho mejor capitalizado y menos interconectado debería limitar la fuerza con la que estos acontecimientos geopolíticos desencadenan “ondas de choque” económicas, como hicieron en el periodo inmediatamente posterior a la crisis financiera.

Sin embargo, el hecho de adoptar esta postura más favorable sobre la coyuntura geopolítica no debería animar a los inversores a salir al mercado a comprar alegremente. Si estoy en lo cierto y las consecuencias económicas de los titulares recientes serán menos graves de lo que se cree, entonces los bancos centrales tendrán difícil no responder endureciendo las condiciones de liquidez y, por consiguiente, provocando una mayor diferenciación entre los precios de los activos. En este escenario cabe esperar que las aguas estén revueltas, no que suba la marea y, con ella, todos los barcos.

Debido al excedente de liquidez en el sistema, es poco probable que veamos un mercado bajista prolongado, pero la volatilidad que hemos sufrido desde comienzos de 2018 podría quedarse con nosotros. Como hemos visto con los ejemplos recientes de Facebook, WPP y los efectos del elevado volumen de operaciones corporativas en muchos sectores del mercado, las acciones tienen más probabilidades de moverse al calor de acontecimientos específicos que de la coyuntura geopolítica o macroeconómica general.

En la mayoría de los entornos de mercado suele ser así, pero resulta muy fácil olvidarlo cuando hemos vivido un periodo prolongado en el que la norma ha sido lo contrario.

Paras Anand es director de inversiones en renta variable europea de Fidelity.

¿Qué pasó en la anterior guerra comercial iniciada por Estados Unidos?

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¿Qué pasó en la anterior guerra comercial iniciada por Estados Unidos?
Photo: Trump annopuncing new tariffs. Don’t Buy the Hype Just Yet

A juzgar por las reacciones del mercado, las conversaciones sobre guerras comerciales parecen ser tan peligrosas como las guerras comerciales propiamente dicho. Sólo con la introducción de algunos pocos aranceles y la posibilidad de que se impongan muchos más, los mercados globales han experimentado una buena ración de volatilidad en las últimas semanas. Aunque la guerra comercial ha sido una guerra de palabras hasta ahora, ha conseguido refrescar la memoria de los inversores sobre la relevancia histórica que han tenido los aranceles.

El concepto de política proteccionista no es nuevo y GFG Capital cree que el reciente comportamiento del mercado es un buen indicador de que los inversores no han olvidado lo que nos trajo la última guerra comercial iniciada por Estados Unidos.

La Ley Arancelaria Smoot Hawley de 1930 envió a la economía global al desplome, ya que los socios comerciales de Estados Unidos impusieron también aranceles en respuesta a la medida estadounidense, que no solo no hicieron nada para sacar a las economías de la depresión, sino que hicieron casi todo lo posible para agravar los problemas.

Para 1933, las importaciones de EE.UU. disminuyeron un 66%, mientras que las exportaciones disminuyeron un 61%. A escala mundial, el comercio mundial disminuyó en un 66% en 5 años antes de que llegara la Ley de acuerdos comerciales de 1934. Claramente, no es algo que la mayoría de los inversores olvidará con demasiada facilidad. Y parece que no, pero ahora es Washington quien necesita que le refresquen la memoria.

Creemos que el mercado empezó el año sabiendo que el comercio iba a ser un punto clave de la agenda de la administración de Trump. Aunque muchos podrían haber considerado esto como ‘riesgos geopolíticos’, no creemos que los riesgos geopolíticos generalmente tengan un verdadero impacto en el mercado. Si pensamos en situaciones como la Guerra Fría o incluso tan recientes como las tensiones con Corea del Norte, lo que estaba en juego no tenía implicaciones económicas directas. Lo que ha hecho que estas discusiones transfronterizas y tensiones sean diferentes es el impacto directo que estas discusiones y cuestiones tienen sobre el economía global.

Principales perjudicados

Desde GFG Capital creemos que quienes corren riesgo son algunos de los principales beneficiados de la historia de crecimiento global. Por lo tanto, no solo creemos que estas posibles víctimas de los aranceles planteados por Estados Unidos harán todo lo posible para evitar que se repita 1930 e intentarán mover su influencia para detener la medida.

El objetivo más notable ha sido China. Lo que ha llegado de Pekín en contestación a la administración de Trump ha sido una respuesta calculada y medida. El presidente Xi tiene la potencia de fuego necesaria para infligir tanto dolor como sea necesario a Estados Unidos.

El primer arancel de China tuvo una naturaleza mucho más quirúrgica de lo esperado. Se dirigió a industrias específicas con implicaciones directas para la base nacional de votantes de Trump. La decisión de China de crear su propio acuerdo TPP fue una muestra de poder que también le brindará beneficios a largo plazo. Por lo tanto, no nos sorprendería ver que Estados Unidos y China intenten negociar, pero estamos realmente aliviados. Creemos que China está pensando a largo plazo, y cualquier cosa que ponga en peligro eso no les interesa.

Comprender la telaraña del debate comercial tampoco es una tarea fácil. La cadena de suministro global es una red profundamente enredada en la que no todas las empresas informan de sus inputs o sus ingresos geográficos. Del 48% de las empresas del S&P que revelan esta información, el 43% de las ventas se generaron en el extranjero en 2016.

La energía, la tecnología y los materiales son los tres sectores más expuestos a nivel mundial dentro del índice. Si uno piensa que van a desenredar este desastre para encontrar a los pocos ganadores claros, buena suerte.

Esta es la razón por la que la oleada de ventas en las acciones tecnológicas se está exagerando. Si no fuera por este miedo a los aranceles globales como telón de fondo, entonces la rotación del sector estaría avanzando un poco más rápido. Esta volatilidad es lo que los inversores deberían esperar, pero los mercados alcistas saludables se desarrollan junto con una rotación de sectores. Sin ella, los mercados se estancan y la salud se pone en tela de juicio.

Eduardo Gruener, es co-fundador del family office GFG Capital.

La ventaja activa del análisis frente a la información

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La ventaja activa del análisis frente a la información
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Skitterphoto. La ventaja activa del análisis frente a la información

Conforme la gestión del dinero se vuelve cada vez más complicada, el énfasis debe permanecer en lo que funciona mejor a lo largo del tiempo, la convicción. Realizar una investigación fundamental robusta, examinando cuidadosamente las ideas y teniendo la paciencia de permitir que las buenas ideas se conviertan en buenas inversiones. Como se ha visto en los recientes titulares, sin embargo, algunos gestores activos están mejor posicionados que otros para ello.   

A los gestores activos se les paga para tener convicción, para diferenciarse de su índice de referencia y perseguir retornos distinguiendo una buena inversión de una mala inversión. Esto no es tan simple como disponer de una ventaja en materia de información, algo que la tecnología ha destrozado al proporcionar a los inversores acceso instantáneo a la misma información. En lugar de ello, la convicción tiene que proceder del análisis de la ventaja – una ventaja decisiva que ayuda a los inversores a revelar oportunidades en el mercado y protegerse contra los riesgos que todavía no son obvios para el resto del mercado.

Un verdadero análisis de la ventaja requiere una perspectiva global a largo plazo, junto con una cultura que une todo por completo. Muchos gestores activos pueden desarrollar buenas ideas a través de un robusto análisis. Pero las ideas no son tan buenas como la habilidad de asegurarse de que son sólidas y la paciencia para que se desarrollen. Aún así, muchos gestores de inversiones siguen basando su sistema de compensación en medidas de rendimiento a corto plazo. Por otro lado, disponer de una cultura que precisa de un pensamiento colaborativo con información compartida compensa a los miembros del equipo basados en los resultados a largo plazo, que pueden convertir el análisis de una ventaja en un mejor resultado de inversión.     

Los gestores medios, o bien no pueden construir un verdadero análisis de la ventaja, o no tienen la disciplina para permitir el tiempo que necesitan sus buenas ideas para desarrollarse. Pero los gestores activos experimentados y con pericia si la tienen. Y con su habilidad de gestión activa pueden proporcionar a los inversores su mejor defensa, dadas las condiciones que vemos en el horizonte.  

En los próximos 10 años, los retornos serán más difíciles de obtener. También esperamos que la volatilidad en los mercados aumente, tanto en su conjunto como en los términos de dispersión en los precios de las acciones. Además, creemos que ciertos mercados tienen unas mayores valoraciones y están preparados para una corrección. Este es típicamente el caso cuando más brillan los gestores activos.  

De hecho, un entorno de bajos rendimientos impone una prima a la habilidad de generar alfa. La mayoría de los inversores no serán capaces de alcanzar sus objetivos a través de los rendimientos logrados por el índice de referencia. Tras nueve años en el actual mercado alcista, con una corrección inevitable en algún punto, creemos que se puede incurrir en mucho riesgo intentando conseguir ese alfa.

En la caída de los mercados, una gestión activa puede ser un aliado. Durante los periodos de volatilidad en los mercados, los gestores activos han tenido históricamente un desempeño superior dada su habilidad para encontrar buenos puntos de entrada para las inversiones y su gestión del riesgo en mercados bajistas. Como evidencia, desde 1990 hasta 2017, el cuartil principal de los gestores activos globales ha generado un 7,2% en exceso de rendimiento en relación con el índice MSCI World en entornos de mercados bajistas.  

Donde quiera que las próximas condiciones del mercado nos lleven, una cuestión es segura: la asignación de capital no será más fácil. Y, si los inversores y los gestores siguen buscando en sus cajas de herramientas tratando de encontrar un modo mejor para ganar la batalla por los retornos, siempre se encontrarán a la defensiva. Una buena toma de decisiones se basa en un proceso que continua su trabajo a lo largo del tiempo, no un giro hacia lo que puede estar funcionando en el momento. La convicción puede ser elusiva para algunos, pero para aquellos gestores activos con habilidad, cultura y paciencia para desarrollarla, la oportunidad para superar el rendimiento del mercado está ahí para tomarla.   

Tribuna de Michael W. Roberge, director ejecutivo de MFS Investment Management

Inversión growth en empresas de EE.UU., con Morgan Stanley

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Inversión growth en empresas de EE.UU., con Morgan Stanley
. Inversión growth en empresas de EE.UU., con Morgan Stanley

Si bien son varios los estudios académicos que apoyan la superioridad del estilo de inversión value respecto al growth, una comparación de los índices MSCI USA Value y MSCI USA Growth demuestra que ha sido el estilo growth, de crecimiento, el que ha obtenido rendimientos superiores en la mayor parte de los últimos diez años.

También en lo que llevamos de año, el índice de fondos de la categoría VDOS de Renta Variable Internacional USA Crecimiento retrocede un 0,75%, respecto al 4,89% que cede Renta Variable Internacional USA Valor. Siguiendo el estilo de inversión de crecimiento, el fondo más rentable desde el pasado 1 de enero es MSIF US Growth, obteniendo un 10,96% de rentabilidad en su clase AH en euros.

El fondo selecciona para su cartera empresas de alta calidad, tanto consolidadas como de reciente creación, con ventajas competitivas sostenibles, sólida rentabilidad del flujo de caja y un perfil favorable de retorno sobre capital invertido favorable. El equipo gestor se focaliza en el crecimiento a largo plazo, no en acontecimientos a corto plazo, basando su proceso de selección en un riguroso análisis fundamental.

El fondo tiene un estilo de inversión centrado en la búsqueda de compañías growth, principalmente dentro de la geografía norteamericana. El equipo gestor cree que una correcta selección de compañías es principalmente una función de realizar inversiones a largo plazo en compañías con ventajas competitivas sostenibles y capaces de reinvertir su capital a altas tasas de retorno.

Entiende asimismo que las inversiones que aportan valor pueden obtenerse más consistentemente mediante un análisis fundamental bottom-up y siendo críticos, que mediante predicciones macroeconómicas. Además, la generación de ideas y la investigación sobre cambios disruptivos logran añadir valor al proceso de inversión. Dado que el mercado es generalmente eficiente, los inversores deben fomentar el desarrollo intelectual y ser flexibles a la hora de invertir para obtener buenos resultados. La política de inversión del fondo no ha cambiado a lo largo del tiempo.

El equipo Growth de Morgan Stanley Investment Management cuenta con 22 profesionales, incluyendo 14 gestores y dos analistas de cambios disruptivos. Dennis Lynch es el responsable de la estrategia Growth, la cual cuenta con más de 35.700 millones de dólares (aproximadamente 28.8824 millones de euros) bajo gestión.

Dennis Lynch se incorporó a Morgan Stanley Investment Management en 1998 y cuenta con más de 24 años de experiencia en inversiones. Previamente, trabajó en el sell-side de JP Morgan Securities. Dennis se licenció en Ciencias Políticas por el Hamilton College y es MBA en finanzas, con honores, por la Columbia University. Cabe destacar la fuerte cultura del equipo, que ha logrado permanecer intacto desde lanzamiento, sin que ningún miembro lo haya abandonado.

La selección de las compañías a incluir en cartera se realiza a través de un proceso de análisis fundamental bottom-up. El universo de inversión se compone de compañías pertenecientes al índice Russell 1000 Growth; no obstante, el índice no es una referencia a la hora de generar ideas o posicionar la cartera.

Históricamente, el fondo se ha beneficiado de las ineficiencias del mercado invirtiendo en compañías que están infravaloradas por alguno de las siguientes razones: falta de cobertura por parte de los analistas -por formar parte del universo de pequeña capitalización-, compañías valoradas incorrectamente -debido a que se han utilizado métricas tradicionales para analizar negocios nuevos- o percepción a corto plazo de las empresas por parte del mercado.

Las compañías que pasan el filtro de inversión son aquellas cuya mezcla de ventajas competitivas sostenibles, visibilidad del negocio y crecimiento de retorno sobre capital invertido (ROIC), del flujo de caja y del ratio riesgo/beneficio, las convierte en empresas con gran potencial de crecimiento.

La cartera del fondo está concentrada en las ideas en las que el equipo tiene mayor convicción, formada típicamente por unos 30-45 valores. Las diez mayores posiciones corresponden a Amazon.com Inc (9,73%,), Starbucks Corp (5,91%), Alphabet Inc (5,67%), Twitter Inc (5,62%), Veeva Systems Inc-Class A (5,58%), Salesforce.com (5,23%), Activision Blizzard Inc (4,86%), Illumina Inc (4,80%), Union Pacific Corp (4,70%) y Berskshire Hathaway (4,48%). En total estas diez primeras posiciones representan el 56,58% del fondo. Por sector, tecnología (39,31%), consumo discrecional (20,01%), salud (19,43%), industrial (11,77%) y financiero (4,48%) representan las mayores ponderaciones en su cartera.

La rentabilidad histórica del fondo lo posiciona entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2017 y 2018. A tres años, su dato de volatilidad es del 15,24%, reduciéndose al 10,91% en el último año. En este último periodo, su Sharpe es de 3,72 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 9,05%. La suscripción de la clase AH en euros de MSIF US GROWTH no requiere una aportación mínima para su suscripción, aplicando una comisión fija del 1,4%.

El equipo gestor busca compañías de alta calidad con un perfil de crecimiento atractivo. Encuentran estas compañías mediante análisis fundamental, centrándose en el crecimiento secular y evitando que les influyan los movimientos de mercado a corto plazo. Su objetivo es  formar una cartera de compañías de alta calidad con perfil de crecimiento, que ellos estimen que tendrán buen comportamiento, independientemente del entorno de mercado. El equipo cree que mantener la visión pegada al mercado puede llegar a ser un lastre, situando su horizonte temporal entre los 3 y 5 años.

Por su excelente evolución por rentabilidad, especialmente en el último periodo de tres años, el fondo obtiene la calificación cinco estrellas de VDOS.

 

Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS Stochastics y quefondos.com

El éxito en renta fija pasa por la diversificación y la gestión de valor

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El éxito en renta fija pasa por la diversificación y la gestión de valor
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Paul Bica. El éxito en renta fija pasa por la diversificación y la gestión de valor

La renta fija tiene futuro. Sí, lo tiene. Pese a que haya quien siga empeñado en defender lo contrario año tras año. El mercado de bonos alcista a 30 años, un ciclo que es anormalmente largo, el final del QE… todos se citan como factores que hacen del activo de renta fija algo acabado. Nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que el mercado de renta fija está algo estresado en este momento, no lo es menos que sigue habiendo oportunidades realmente interesantes. Pero hay que saber dónde y cómo localizarlas.

En este sentido, una de las estrategias de renta fija que está dando resultados especialmente buenos es la seguida en Mirabaud Global Strategic Bond Fund, basada en la selección especializada, detectando las mejores oportunidades del mercado de renta fija allá donde se encuentren, e incluyendo todas las áreas: investment grade, high yield, deuda de mercados emergentes, y bonos gubernamentales.

Lo hacemos, además, de forma totalmente flexible ya que definimos la duración y los posicionamientos tanto geográficos como de tipo de activo en función del ciclo económico y de la macro. Gracias a esta flexibilidad y a la alta diversificación de sus más de 190 posiciones, el fondo arroja muy baja volatilidad, importante track record acumulado y un ratio de sharpe del 1,30, con interesantes rentabilidades y cumpliendo el objetivo de preservación del capital que siempre nos marcamos en Mirabaud.

Los últimos análisis elaborados en el equipo de renta fija de Mirabaud arrojan interesantes lecturas que han guiado nuestro posicionamiento en los distintos activos con los que trabajamos en nuestros fondos de este mercado. Por ejemplo, de cara a los bonos gubernamentales, y pese a haber sido algo negativos sobre esta clase de activos en los últimos años – así como conscientes de que continuarán bajo presión en un entorno de tasas en alza-, hemos aumentado nuestra exposición a ellos en estrategias no restringidas, colocando los fondos para una mayor inflación y construyendo gradualmente una posición en los TIIP y bonos del Tesoro estadounidenses de muy corto plazo.

Opciones interesantes

Si nos centramos en el área de investment grade creemos que, en líneas generales, aumentará la presión sobre ella conforme los bonos gubernamentales se muevan más. Otro área de impacto en renta fija es el mercado high yield. Problemático y muy idiosincrásico, sí, pero no exento de opciones interesantes, tanto en el mercado primario como en el secundario, si sabemos aprovechar el actual momento de alta volatilidad. La clave: gestión activa y análisis, caso por caso, previo a cada decisión de inversión.

Finalmente, si analizamos los mercados emergentes, apreciamos que hay elementos que no están correlacionados con el dólar, cuya dirección sí será de gran influencia para otros mercados. Centrándonos en el rendimiento en lo que va de año, ésta es la única clase de activos de renta fija que ha tenido un desempeño razonablemente bueno. Como resultado, continuamos agregando emergentes de moneda local en aquellos de nuestros los fondos que lo permiten. Una duración más corta es el punto ideal para nosotros, ya que hay atractivos retornos en oferta sin asumir demasiado riesgo en duración.

Este año 2018 va a ser de transición, y aunque no vemos peligro de recesión durante su transcurso, sí creemos que hay que estar preparados para el cambio de ciclo al que, sin duda, nos estamos aproximando. Nuestra apuesta: diversificación, gestión activa y de valor, con un horizonte en el largo plazo y que garantice la preservación del capital.

Andrew Lake es responsable de Renta Fija en Mirabaud Asset Management.

Esa extraña guerra comercial

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Esa extraña guerra comercial
Foto: U.S. Department of Agriculture. Esa extraña guerra comercial

La escalada de apuestas en la partida de póquer comercial que Donald Trump inició en fechas recientes con China inquieta a los mercados. Se trata de una de las ventajas del carácter imprevisible del presidente estadounidense: hace plausibles las amenazas más desmesuradas.

Resulta difícil distinguir fácilmente el farol de la realidad en una partida en la que Donald Trump ‘va con todo’. Sin embargo, un aumento drástico de la imposición de barreras arancelarias entre China y Estados Unidos implicaría poner en tela de juicio de forma directa veinte años de progresión del libre comercio.

Este hecho ya es más que suficiente para poner nerviosos a los inversores, acostumbrados a hallar en la globalización de la economía las fuentes de un comercio internacional sostenido, unos consumidores activos y unos márgenes industriales sólidos, favorables para los mercados de renta variable.

Situación propicia para Trump

El contexto actual de negociaciones hace creíble la hipótesis de que Donald Trump cree tener una muy buena mano. Para empezar, queda claro que el argumento según el cual China necesita más a Estados Unidos que este último a China no es totalmente falso. Y precisamente porque dicho argumento perderá bastante fuerza dentro de algunos años, a medida que China salga progresivamente de su modelo histórico de mercantilismo, es necesario negociar ahora.

Además, la capacidad de China para tomar represalias es considerable, pero su margen de maniobra es, en realidad, relativamente limitado. Por ejemplo, los agricultores estadounidenses sufrirían un marcado descenso de las exportaciones de granos de soja, pero como éstos representan actualmente más de un tercio del suministro chino, la posibilidad de que Brasil o Argentina tengan capacidad para suplir semejantes cantidades es, en realidad, más bien limitada. Lo mismo sucede con los aviones: la posibilidad de recurrir de forma rápida y eficaz a Airbus para prescindir de los aviones proporcionados por Boeing es poco realista.

Por último, el pulso con China es uno de los escasos temas sobre los que la opinión pública estadounidense ha cerrado filas en gran medida en torno a Trump. Desde su entrada en la OMC en 2001, China ha reducido de forma gradual la amplitud de su marco proteccionista, pero resulta bastante evidente que se encuentra lejos del objetivo. Donald Trump fue elegido principalmente por los trabajadores estadounidenses que se sienten víctimas de la globalización, para los que China constituye el buque insignia de la misma.

Por otro lado, los dirigentes chinos no están ciegos ante esta presión creciente y, en este contexto, en la cumbre de Davos del pasado enero, el viceprimer ministro Liu He hizo referencia a la aceleración de la apertura de la política comercial del país. En cuanto a la propiedad industrial, se anunció que una próxima etapa en la apertura económica de China pronto incluiría la autorización para las empresas extranjeras de ser accionistas mayoritarios enjoint-ventures chinas.

Por tanto, resulta lógico pensar que Trump considera que su mano es lo suficientemente buena ahora como para intentar forzar el ritmo y ganar así la partida, aunque sea después de realizar apuestas arriesgadas.

No obstante, las apariencias pueden resultar engañosas.

Esta posible victoria a corto plazo, además de requerir la planificación de una ruta de salida respetable para China, presenta, no obstante, el riesgo de una derrota mucho más decisiva a largo plazo, dado que si China capitula, también será porque para el país es más importante concentrarse en sus proyectos ‘Made in China 2025’ e ‘IA 2030’, que aspiran a lograr la superioridad tecnológica del país, y para ello se requiere un contexto mundial sosegado.

La inversión de China en I+D ya supera actualmente a la de EE. UU. El gigante asiático tiene el objetivo concreto de arrebatarle el trono del liderazgo económico a Estados Unidos ganando la batalla de la innovación. Para ello, vale la pena realizar ciertos esfuerzos en aras del reequilibrio comercial inmediato.

Por tanto, los mercados podrían estar erróneamente sobrestimando las consecuencias de un aumento del proteccionismo a corto plazo, y su equivocación sería aún más grave en caso de subestimar la perspectiva de que China alcance la supremacía tecnología a medio plazo, incluso respecto de Europa.

Didier Saint-Georges es miembro del comité de Inversiones y Managing Director de Carmignac.

Direct lending: una nueva alternativa para los inversores privados

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Direct lending: una nueva alternativa para los inversores privados
Pixabay CC0 Public DomainCourtesy photo. Direct Lending: A New Alternative For Private Investors

Los activos tradicionales han mostrado rendimientos sólidos con volatilidades extraordinariamente bajas durante los últimos años. Sin embargo, el panorama futuro no es tan alentador. Las recientes turbulencias en los mercados son un indicio de que el escenario de alta rentabilidad/baja volatilidad está llegando a su fin. Los fundamentales continúan sólidos, acompañados de resultados empresariales positivos.

Las acciones podrían continuar subiendo en los próximos dos años, pero van a encontrarse un camino escabroso. Los inversores en renta fija pueden tener un sentimiento incluso peor. Las rentabilidades están aumentando desde niveles muy bajos y están presionando a la baja los precios de los bonos de larga duración. Los diferenciales de crédito están muy ajustados y deberían comenzar a ampliarse en la última fase de expansión económica, impulsados por unas tasas de interés más altas, un incremento de las ratios de insolvencia y un aumento del apalancamiento.

La falta de valor en los activos de renta fija y el aumento de la volatilidad en la renta variable han renovado el interés por las inversiones alternativas, que se han convertido en un componente clave de una cartera bien diversificada. En el pasado, esta clase de activos estaba reservada a inversores sofisticados, pero en la actualidad se ha desarrollado a través de productos mucho más accesibles para el gran público.

Sin embargo, los clientes de banca privada siguen con una exposición relativamente baja en estos activos. A pesar del aumento en la transparencia y regulación, los hedge funds continúan sufriendo problemas de imagen a causa de algunas malas prácticas en el pasado. El private equity ofrece el perfil rentabilidad/riesgo más atractivo, pero la falta de liquidez puede suponer un obstáculo para inversores privados sobre los que pesa cierta incertidumbre en relación a su perfil de riesgo y de horizonte temporal. Esta es la principal diferencia entre inversores privados y los inversores institucionales tales como los endowment o los fondos soberanos, los cuales destinan a los alternativos una parte muy importante en su asignación de activos. El ejemplo más llamativo es el Endowment de Yale, que asigna un 50% de sus activos en alternativos ilíquidos y alrededor de un 80% en todo tipo de alternativos, incluyendo los más líquidos. También podemos observar este extremo en los fondos de pensiones, que han pasado de tener una exposición en promedio de alrededor del 5% en 1995 al 25% actual.

Sin embargo, han surgido nuevos segmentos en el espacio de los alternativos que podrían ayudar a superar los obstáculos –sentimentales– que impedían a los clientes privados invertir en este tipo de activos. Por ejemplo, recientemente los inversores han comenzado a financiar deuda de empresas, un área tradicionalmente dominada por los bancos. El proceso de desintermediación es parte de una tendencia global más amplia conocida como shadow banking o shadow loans, por la cual los actores no bancarios buscan otorgar crédito a las empresas. El crecimiento de los fondos privados de deuda ha sido espectacular, con retornos ajustados por riesgo muy atractivos para los inversores, y ha sido motivado por tres factores: en primer lugar, las reformas regulatorias financieras posteriores a la crisis han llevado a los bancos a reducir sus actividades crediticias, particularmente a las pequeñas y medianas empresas; en segundo lugar, la demanda de crédito empresarial no ha disminuido en la misma medida, lo que ha llevado a una demanda no satisfecha; en tercer lugar, la demanda de los inversores institucionales sigue siendo sólida en una deuda que rinde más que la deuda pública.

Históricamente, el mercado de deuda privada constaba fundamentalmente de fondos especializados que proporcionaban deuda mezzanine, ubicada entre el capital y la deuda garantizada/senior en la estructura de capital, o la deuda distressed, proveniente de compañías cercanas a la quiebra. Tras la crisis financiera surgió un tercer tipo de fondo: los fondos de direct lending, que extienden el crédito directamente a las empresas o adquieren deuda emitida por bancos con el propósito expreso de venderla a los inversores.

Los líderes en gestión alternativa han ampliado sus ofertas de productos para incluir fondos privados de deuda, a los que se unen nuevas firmas especializadas. La fuerte demanda de los inversores institucionales ha permitido a estos fondos ampliar su tamaño rápidamente. Desde 2009, han surgido más de 500 fondos de deuda privada, haciendo que esta industria haya triplicado sus activos en los últimos diez años y alcanzaran el año pasado un récord de 638.000 millones de dólares. De ellos, un 25% tienen su origen en fondos de direct lending.

Los fondos de préstamos directos son muy adecuados para inversores privados. Existe una amplia gama de estrategias, como bridge loans inmobiliarios, alquiler de equipos, financiación comercial, préstamos de consumo, etc. En general, ofrecen altos rendimientos de un solo dígito con fuertes garantías, baja volatilidad y escasa correlación con las clases de activos tradicionales. Existen fondos especializados que ofrecen liquidez mensual o trimestral. Sin embargo, estos también son más complejos y sofisticados, por lo que un análisis adecuado y un buen asesoramiento se presentan como esenciales para tomar las decisiones correctas y no asumir riesgos innecesarios.

Tribuna de Pascal Rohner, CFA®. Director de Inversiones de Banco Crèdit Andorrà (Panamá). Crèdit Andorrà Financial Group Research.

 

Deuda estadounidense de plazo ultra corto como fuente potencial de income y de estabilidad

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¿Podrán los mercados de renta fija digerir la enorme oferta de treasuries que va a emitirse este año?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Donald Lee Pardue. Deuda estadounidense de plazo ultra corto como fuente potencial de income y de estabilidad

Tras un período de calma relativa, los mercados de EE.UU. han experimentado un incremento de volatilidad en 2018, tanto en renta variable como en tipos de interés. Concretamente, en el mercado de bonos, la rentabilidad de los bonos del Tesoro a 2 y 10 años que se utilizan como referencia, han subido 47 y 40 puntos básicos respectivamente en lo que va de año. Eso ha producido retornos negativos en la mayoría de los segmentos del mercado de bonos este año.

Las clases de activos con exposición limitada a la duración, han tenido el mejor comportamiento. Por ejemplo, los préstamos bancarios a tipo variable (medidos por el índice Credit Suisse Leveraged Loan) han subido un 1,8% desde principios de año. Dentro de la renta fija grado de inversión, un segmento que ha aportado estabilidad relativa han sido los FRNs.

Los FRNs son bonos emitidos por compañías investment grade con cupones variables, normalmente basados en un diferencial sobre una referencia de tipos a corto plazo, como es el LIBOR a 3 meses. A diferencia de los bonos de renta fija tradicionales, donde el cupón es constante a lo largo de la vida del bono, los cupones de los FRNs se actualizan, generalmente en períodos de tres meses, y se ajustan al alza o a la baja con los movimientos en el LIBOR.

Como resultado de esta estructura, los bonos a tipo variable tienen menor duración y menor sensibilidad a los tipos de interés que los bonos a tipo fijo con duraciones más largas. Esto también conlleva menor volatilidad que la de activos con mayor duración, y una mayor estabilidad de precios en períodos de subidas de tipos. Estos FRNs no deben confundirse con los préstamos bancarios, que también tienen cupones a tipo variable ligados al LIBOR, pero son principalmente una clase de activo por debajo del grado de inversión.

Histórico de rentabilidad

En lugar de mirar sólo a este comienzo de año, tomar un período algo más amplio nos permite ilustrar los beneficios de los FRNs. El gráfico resume el comportamiento mensual del índice Bloomberg Barclays Investment Grade Floating Rate Note (índice FRN) desde julio de 2016, que coincide con el punto mínimo reciente en el bono del Tesoro a 10 años (cuando los mercados sufrieron con el sorprendente voto del Brexit), la rentabilidad de los bonos del Tesoro a 2 y 10 años se ha incrementado aproximadamente en 180 y 150 puntos básicos respectivamente.

A pesar de esta subida de tipos, el índice FRN ha generado rentabilidad positiva todos los meses. El índice U.S. Treasury Bill (T-Bill Index), que también tiene muy poca exposición a duración, también ha estado en positivo cada mes. Pero dada la mayor renta derivada de los cupones, los FRNs han generado retornos totales superiores. De hecho, a 12 de abril de este año, en el último año el índice FRN ha generado el doble de rentabilidad total que el índice T-Bill: 2,18% frente al 1,09%.

Mientras que los FRNs han generado rentabilidad positiva ante tipos al alza, el movimiento de tipos ha creado el potencial de generar rentas más altas de ahora en adelante. Recientemente hemos resaltado algunas de las dinámicas que generan tipos más altos en el LIBOR y otros instrumentos a muy corto plazo.

Como la Fed ha indicado claramente su intención de continuar su pauta de subidas de tipos, la rentabilidad de otros instrumentos a corto plazo, incluyendo letras del Tesoro, pagarés, LIBOR, y otros instrumentos referenciados al LIBOR, han estado subiendo. Por ejemplo, como se ve en el gráfico 2, el cupón medio en el índice FRN ahora está al 2,60%, comparado con menos de un 1% a comienzos del 2016.

Las recientes subidas de tipos a corto plazo han creado oportunidades más atractivas para conseguir rentas en instrumentos a muy corto plazo. Dado que los FRNs son a tipo variable, éstos podrían ver su rentabilidad aumentar si los tipos de interés continúan subiendo.

Las carteras diversificadas de bonos a plazos ultra-cortos que pueden combinar FRNs grado de inversión con pagarés y otros valores a corto plazo pueden ofrecer a los inversores una fuente de rentabilidad adicional por encima del efectivo o las letras del Tesoro, con un alto grado de liquidez y riesgos de crédito y de tipos de interés limitados. La experiencia reciente muestra que dichas estrategias pueden ser una fuente de estabilidad para la cartera en momentos de volatilidad en los tipos de interés y mercados bursátiles.

Stephen Hillebrecht es especialista de producto de Renta Fija de Lord Abbett.