¿Está condenada la zona del euro?

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¿Está condenada la zona del euro?
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Está condenada la zona del euro?

La oposición en el seno de la zona euro por lo que se percibe como una construcción ineficaz, rígida, burocrática, injusta, e incluso antidemocrática va en aumento. No obstante, son precisamente sus insuficiencias las que son objeto de un rechazo creciente, y no su existencia.

Los movimientos de pánico que acompañan ocasionalmente las veleidades expresadas aquí o allá respecto de la salida de la zona euro no se atienen a lo esencial: la opinión pública ha entendido por doquier que el coste de un retorno a la moneda de origen de cualquier país sería prohibitivo.

Con o sin razón, el euro es a día de hoy irreversible, como recordaba recientemente Mario Draghi. En cambio, el funcionamiento del conjunto de la Unión Europea acusa una necesidad urgente de reformas so pena de sacudidas recurrentes que podrían acabar de una vez por todas con su estructura.

El presidente francés Emmanuel Macron lo ha entendido bien, al igual que la canciller Angela Merkel. Esta podría aprovechar su última legislatura al frente de Alemania para apoyar este movimiento. En el plano económico, una iniciativa de esta última podría consistir, por ejemplo, en reunir a su coalición en torno a un proyecto de reforma fiscal que explotaría algunos de los amplísimos márgenes de maniobra de los que dispone la economía alemana.

Este gesto de liderazgo político sería una respuesta creíble a un riesgo de ralentización económica ya perceptible y posicionaría aún más al país como locomotora del crecimiento europeo, en lugar de seguir asumiendo principalmente el papel de vigilante puntilloso del cumplimiento de las limitaciones de equilibrio de Maastricht. Una vez apaciguadas sus preocupaciones migratorias, el CSU, socio conservador de la CDU, podría sin duda respaldar un programa de reducción de la presión fiscal.

Probablemente uno de los errores más recurrentes de los observadores anglosajones haya sido haber subestimado en cada crisis europea la voluntad política que es capaz de congregarse en torno a la supervivencia de la zona del euro. El verdadero riesgo a corto plazo sigue siendo, en nuestra opinión, aquel ligado al ciclo económico, por el agotamiento de los factores de estabilización monetarios y de unos factores de estabilización presupuestarios muy insuficientes en ausencia de reformas.

Las amenazas proteccionistas son naturalmente motivo de ansiedad para la mayoría de los agentes económicos. No obstante, esta observación aplica también a EE. UU., donde el mundo empresarial comienza a señalar al gobierno estadounidense los riesgos de una política semejante.

Paradójicamente, el hecho de que su impacto directo e inmediato sobre el crecimiento económico estadounidense sea muy débil refuerza el riesgo de mantener una postura política muy rígida en el futuro inmediato. Así, la actualidad para los mercados ha pasado a ser de índole principalmente política en este momento, lo que reduce la visibilidad e incita a la prudencia. Pero las fuerzas estabilizadoras —o, dicho de otro modo, el sentido común— deberían seguir multiplicándose con el fin de llegar a compromisos positivos.

Recordemos que el verdadero riesgo para los mercados es más complejo y, por ende, más difícil de controlar a corto plazo, puesto que reside en la posibilidad de una confluencia de estas políticas económicas desestabilizadoras, un ciclo económico que se ha vuelto vulnerable y unos bancos centrales faltos de artillería.

Didier Saint-Georges es managing director y miembro del Comité de Inversión de Carmignac.

El frustrante desempeño de la BMV en dólares: ¿una oportunidad de compra?

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El frustrante desempeño de la BMV en dólares: ¿una oportunidad de compra?
Foto: BMV. El frustrante desempeño de la BMV en dólares: ¿una oportunidad de compra?

Al 31 de julio, el índice principal de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) acumulaba en el período presidencial corriente 18,8% de rendimiento, con media anual de 3,37%. La frustración aumenta al ver los comparativos: el dólar subió 44% y, la Unidad de Inversión, (UDI) 24,5%. Es decir que la BMV arrastra pérdidas sexenales por partida doble, de 17,5% en dólares, y 4,6% en UDI. Su desempeño evidencia la pérdida significativa del poder de compra en términos de la referencia que se asume como la real, e inclusive no alcanza para resarcir la merma causada por la inflación general.

El punto de quiebre se dio en septiembre de 2014, cuando el interbancario a la venta oscilaba aún alrededor de 13 pesos y la bolsa acarreaba plusvalía de 9,5% en dólares. Véase en la gráfica que a partir de ahí se separaron las cuatro líneas inferiores: la de la divisa, que aceleró su ascenso; la del índice, que con ciertos vaivenes alcanzó al tiempo retornos nominales máximos de 22,2%; la de la bolsa en UDI, que dibujó un trazo casi horizontal, decepcionante, sobre la línea de cero, que llegaría incluso hasta -13,8% en mayo del presente, para recuperar algo del terreno perdido en los dos últimos meses; y la línea del mercado en dólares, que cayó a mínimos de -34,8% en enero de 2017, y que parece empezar a salir apenas de ese fondo en forma de canal en que se mueve desde agosto de 2015.

Fuente: Elaborado por el autor con datos de Banxico y Bloomberg

Como se visualiza, el índice S&P 500, en pesos, no tuvo parangón; con todo y las caídas de entre enero-agosto de 2017, y entre enero-abril de este año, su rentabilidad en el período es impresionante. Llegó a ser de 214,9% apenas en junio; resultó de 186.3% al corte, con media anual de 33,4%. La diferencia contra la BMV en pesos sí que ampolla, o regocija, según se vea.

Fuente: Elaborado por el autor con datos de Banxico y Bloomberg

Desempeño decepcionante en México y Brasil, llevadero en Chile

La frustración no es solo un caso local, aunque el nuestro es el más drástico entre sus pares. La relación del alza cambiaria contra el retorno en dólares de la bolsa de Brasil fue también decepcionante; en cambio, fue llevadera en el caso de la de Chile. El dólar subió 79% contra el real (casi lo doble que contra el peso mexicano) aunque el IBOVESPA creció 38% (poco más de lo doble que el IPC); se apreció 33% contra el peso chileno en tanto el IPSA ascendió 31%. En resumen, la subida del tipo o tasa de cambio respecto a la de cada indicador bursátil fue dispar: 134% mayor a la del IPC mexicano, 109% más alta que la del IBOVESPA brasileño, y apenas 5% superior a del IPSA chileno.

Fuente: Elaborado por el autor con datos de Banxico y Bloomberg

¿Oportunidad de compra?

El rezago de la BMV puede verse como una oportunidad de entrada. No obstante, a decir verdad, no hay mayores alicientes generales a la vista que el acuerdo o acuerdos para la continuidad del TLCAN, las expectativas sobre el nuevo gobierno y la recuperación del precio del petróleo. Vuélvase a ver la gráfica y nótese que para cuando el ahora presidente de Estados Unidos comenzó a vociferar contra México, la BMV en dólares ya estaba rezagada 20% contra la UDI, 65% contra el dólar y 115% contra el S&P en pesos.

Claro, más allá del pesimismo, no hay que dejar de lado la máxima de cualquier época: las compras han de hacerse cuando los precios son bajos.

Columna de Arturo Rueda

Perspectivas de Estados Unidos: nuevos factores de cambio dan impulso a la economía

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Perspectivas de Estados Unidos: nuevos factores de cambio dan impulso a la economía
Pixabay CC0 Public DomainUlleo. Perspectivas de Estados Unidos: nuevos factores de cambio dan impulso a la economía

La economía de Estados Unidos, ahora en su noveno año de maratoniana expansión económica, podría haber conseguido más combustible para continuar creciendo en 2018. Gracias a los amplios recortes de impuestos aprobados a finales de 2017 y el incremento del gasto del gobierno aprobado en febrero, la economía de la nación ha renovado su fortaleza en un momento en el que la extensa recuperación desde la crisis financiera global parece estar quedándose sin energía.

Llamémosles políticas que mejoran el rendimiento; se espera que, en conjunto, sumen alrededor de 285.000 millones de dólares en estímulo fiscal para la economía de los Estados Unidos este año.

La reforma fiscal podría estimular el crecimiento económico en 2018 y en 2019 gracias al aumento del consumo y el gasto de las empresas”, afirma el economista de Capital Group, Jared Franz. “A esto hay que sumar, una combinación de un mayor beneficio de las empresas, los incentivos para invertir en equipamiento y el buen contexto global podría extender la actividad económica. Espero ver un crecimiento del PIB este año de alrededor de un 3%”.

Efectivo en la caja de las empresas

La bajada de impuestos y el la reforma laboral de 2017 recortaron los impuestos tanto a los hogares como  a las empresas y éstas han respondido elevando el gasto en sus negocios al mayor ritmo en años. El gasto en capital  –o inversión en fábricas, equipamiento y otros bienes de capital– de  las cotizadas del S&P 500 ha alcanzado el total de 167.000 millones de dólares en el primer trimestre, el ritmo más alto de los últimos siete años.

Las compañías de tecnología están entre las que más invierten y se convierten así las ganadoras de este aumento del gasto en capital. Google ha alcanzado el primer puesto de la lista del gasto durante el primer trimestre del año con 7.300 millones de dólares, desde 2.500 millones de dólares el mismo periodo del año anterior.  Apple y Microsoft también están en los diez primeros puestos. Estas firmas también se han beneficiado por un aumento del gasto en infraestructuras tecnológicas este año.

Los beneficios empresariales de Estados Unidos crecen

El recorte impositivo está ayudando a que las ganancias de las empresas del S&P 500 alcancen nuevos máximos. En general, en el primer trimestre los beneficios después de impuestos de las compañías del índice subieron un 25,3% frente al mismo periodo del año anterior, según Thompson Reuters. Estas cifras marcan el séptimo trimestre consecutivo de subidas de los beneficios por acción y las mayores ganancias en más de siete años.

Dada la salud de las empresas, la capacidad de subir precios y la fortaleza de la economía, la atención debería posarse sobre la inflación.  Uno de los indicadores más fiables de la inminente inflación es la utilización de los recursos. Cuanta mayor sea la tasa de utilización, menor es la holgura de la economía y mayor el potencial de presiones inflacionistas. La tasa de utilización mezcla medidas de la actividad manufacturera y de empleo, así que esta clase de relación parece intuitiva.

Las subidas de tipos serán graduales, por ahora

Una variedad de datos indica que la inflación podría incrementar y podría influir la velocidad con la que la FED sube los tipos de interés. Parece lógico que cualquier subida en el crecimiento y en la inflación podría hacer que la Reserva Federal acelerase el ritmo de subidas en los próximos dos años. El mercado podría tener que reconsiderar que la trayectoria de las estimaciones de la subida de tipos de interés debería revisarse al alza.

Desde ahora, la Fed está en proceso de subir los tipos de forma gradual hasta el final de 2020. Spence afirma que la política de la autoridad monetaria no será considerada “ajustada” hasta que los tipos superen los mínimos que tocó la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años durante el ciclo de ajuste”.

Hay algunas evidencias de que el ritmo de subidas de tipos de la Fed podría jugar su papel al determinar cuánto tiempo tardará la próxima recesión en tomar forma. Como muestra el gráfico, cuanto menor sea el ritmo de subidas, mayor será el tiempo entre recesiones.

 

La Inflación no tiene por qué afectar a la renta variable

A principios de año, el temor a una mayor inflación alimentó los miedos ante una subida de interés más rápida, situación que contribuyó a la primera corrección de los mercados desde 2016.  Pero la inflación ha sido relativamente baja durante años, así que algo de aceleración debería ser bienvenida. Las recientes lecturas de los precios no se acercan a los niveles que típicamente ha influido sobre la renta variable.

De hecho, desde 1946, la rentabilidad de la renta variable ha alcanzado el doble dígito de media en los años en los que la inflación ha estado entre el 2% y el 3%. El S&P 500 ha tenido unas fuertes ganancias la mayor parte de los años en los que la inflación estaba entre el 3 y el 4%. Desde luego, la inflación es sólo uno de los factores y los retornos futuros pueden variar, pero los inversores deberían sentirse cómodos con el hecho de que, por sí solo, un moderado aumento de la inflación no suele ser normalmente negativo para la renta variable.

Continúa la larga expansión

Desde la segunda Guerra mundial, las expansiones de la economía americana han durado 60 meses de media. Tras 108 meses, no estamos ante una expansión tipo y continuará, especialmente por la estimulación procedente de los recortes de impuestos y el aumento del gasto fiscal.

La economía de Estados Unidos ha estado en expansión durante un tiempo, pero creo que todavía hay camino por recorrer. No parece que estemos ante ningún problema sistémico, o ningún gran desequilibrio, que creemos que sea de importancia en cuanto a tamaño o naturaleza que pueda empujar a la economía de Estados Unidos a una recesión en los próximos 12 o 18 meses.

Tribuna de Richard Carlyle, director de análisis de renta variable de Capital Group.

¿Cuál es el principal riesgo para los mercados ahora mismo?

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¿Cuál es el principal riesgo para los mercados ahora mismo?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Edwin Torres. ¿Cuál es el principal riesgo para los mercados ahora mismo?

Tras interferir durante años en los destinos económicos de los países desarrollados, y más aún en los mercados financieros, los bancos centrales parecen haber llegado prácticamente al final de esta intervención. Es, en particular, el caso del banco central estadounidense, que, en lugar de seguir proporcionando liquidez al sistema, ha empezado ahora a retirarla.

Al fragilizar toda la estructura de los mercados, construida sobre diez años de sobrada liquidez, esta reversión de tendencia reviste gran importancia para los inversores. No obstante, esta retirada del respaldo monetario pone también de manifiesto otros dos factores, hasta hace poco contenidos por el peso aplastante de las políticas monetarias excepcionales: el ciclo económico y las políticas de los gobiernos.

En lo referente al ciclo económico, los mercados, por el momento, hacen gala de confianza y celebran una bonanza económica generalizada desde hace dos años, prolongada en EE. UU. por la política presupuestaria expansionista del presidente Trump. Este ciclo comienza a mostrar sus primeros indicios de agotamiento.

En cuanto al aspecto político, la economía liberal y globalizada de los últimos años, que ha alimentado el encarecimiento de los activos financieros sin beneficiar a la par a los salarios de los trabajadores, ha provocado la aparición de una forma de rebelión en EE. UU., Latinoamérica y Europa en oposición al orden económico establecido. Cabe recordar el desafío a medio plazo que esta nueva fase política, por respetable que fuera, planteaba a los inversores el pasado año.

Esta nueva confluencia de los ciclos monetario, económico y político constituye el principal riesgo para los mercados en la actualidad, más allá de su enfoque a corto plazo únicamente sobre el componente político.

Didier Saint-Georges es managing director y miembro del Comité de Inversión de Carmignac.

Así van los flujos de ETFs este verano

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Así van los flujos de ETFs este verano
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Roman Boed. Así van los flujos de ETFs este verano

La desaceleración observada en el mercado europeo de ETFs en marzo se mantuvo hasta el cierre de junio. Así, las entradas sólo ascendieron a 5.000 millones de euros en el segundo trimestre, frente a los más de 21.000 millones de euros en el trimestre anterior.

En el mercado de renta variable han surgido dos movimientos principales. Por un lado, las exposiciones globales y a Estados Unidos han mantenido su impulso del primer trimestre recogiendo respectivamente 5.500 y 4.500 millones de euros en los últimos tres meses. Por otro lado, para Europa, Japón y emergentes se ha invertido la tendencia, cayendo los activos durante este mismo período.

Por eso, Amundi cree que se pueden sacar las mismas conclusiones para las exposiciones sectoriales y factoriales: El sector financiero y los ETFs Smart Beta experimentaron salidas en el segundo trimestre, pero mantienen flujos positivos en 2018 gracias al buen comienzo de año.

Por último, la inversión socialmente responsable sigue siendo un tema prometedor, aunque también ha sido víctima de una ligera desaceleración en cuanto a suscripciones en el último periodo.

Deuda pública

En renta fija, las convicciones de los inversores son mucho menos marcadas y las asignaciones han tendido a equilibrarse recientemente.

En cuanto a la deuda pública, sólo los países emergentes sufrieron salidas de flujos, al contrario que en Europa, Estados Unidos y el resto del mundo.

La situación también se invirtió en el caso de los bonos corporativos que, tras haber perdido más de 2.500 millones de euros a principios de año, registraron flujos ligeramente positivos en los últimos tres meses.

Por último, más de una cuarta parte de las entradas de ETFs en el segundo trimestre se destinaron a materias primas, que se beneficiaron en gran medida de la subida de los precios del petróleo y metales.

Puede ver el vídeo analizando las tendencias en ETFs a junio 2018.

Las repercusiones de las guerras comerciales en los mercados emergentes

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Las repercusiones de las guerras comerciales en los mercados emergentes
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Eduardo Zárate. Las repercusiones de las guerras comerciales en los mercados emergentes

Son varios los segmentos que podrían verse afectados por las guerras comerciales: los bienes importados podrían encarecerse, las divisas de los países exportadores podrían depreciarse y las decisiones de inversión podrían posponerse hasta que la incertidumbre se disipe.

La guerra comercial también podría reducir el consumo en caso de que las firmas no absorban los precios más elevados. Además, podríamos asistir a un endurecimiento de las condiciones financieras si la inversión extranjera directa se reduce o si se incrementa la prima de riesgo sobre la renta fija o variable.

Pero en este punto, es difícil cuantificar el impacto preciso de las tensiones actuales porque las plantas de producción y las cadenas de suministro mundiales no pueden cambiar ni trasladarse a otro país de la noche a la mañana.

Daños Colaterales

En el caso de las materias primas, estas han registrado recientemente una caída por los temores a que las tensiones comerciales lastren el crecimiento chino y, por tanto, se reduzca la demanda de metales.

Sin embargo, las materias primas que China importa suelen utilizarse en proyectos de infraestructuras —que dependen en mayor medida del crecimiento interno—, pero la imposición de aranceles ha afectado principalmente a los productos manufactureros.

Por tanto, la demanda de materias primas podría no caer tanto como algunos esperan, a menos que el crecimiento chino sufra una drástica ralentización debido a la guerra comercial o que las autoridades del gigante asiático respondan con la adopción de unas políticas que generen inestabilidad financiera.

Estas circunstancias deben analizarse país por país. Chile, productor de cobre, por ejemplo, tiene muy poca deuda, una moneda de cambio que fluctúa y no tiene grandes preocupaciones por el déficit por cuenta corriente. Si los precios del cobre colapsan, el banco central tendría que subir las tasas de interés y verse forzado a registrar déficits fiscales en el mediano plazo, pero tienen las herramientas para defenderse.

Otros países, sin embargo, pueden ser mucho más vulnerables. Los países con una mayor deuda denominada en dólares también sufrirían si una escalada en las tensiones comerciales condujera a un dólar estadounidense más fuerte.

La respuesta de China será crucial. Si ellos, por ejemplo, comienzan a utilizar la moneda como una herramienta de negociación, forzando una devaluación, esto agregaría más tensión y tal vez conduciría a un periodo de inestabilidad financiera.

Principales preocupaciones en el universo emergente         

Si bien hemos observado una reducción generalizada de los déficits por cuenta corriente en muchas economías emergentes y podemos afirmar que parte del proceso de reequilibrio se ha completado, los progresos en sus déficits fiscales son todavía incipientes. Un mayor crecimiento podría ayudar, pero, en algunos casos, aún queda mucho por hacer.

Claudia Calich es experta en mercados emergentes de M&G.

Empresas europeas con crecimiento de calidad, con Comgest

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Empresas europeas con crecimiento de calidad, con Comgest
Foto: Minwoo, Flickr, Creative Commons. Empresas europeas con crecimiento de calidad, con Comgest

El mercado está pasando por una etapa en la que está situando el objetivo de rentabilizar una inversión fuera del alcance de muchos inversores. Cada entidad gestora necesita poner lo mejor de sí misma para alcanzar este objetivo, sin incrementar el riesgo asumido.

Focalizando la inversión en un único objetivo de crecimiento de calidad a lo largo del tiempo, adhiriéndose a una estrategia de inversión disciplinada en renta variable, la gestora Comgest se propone crear valor de forma sostenible, con el objetivo de inspirar confianza a los inversores. Sin limitaciones por índice de referencia, sus carteras son concentradas, manteniendo los activos durante un periodo de entre cinco y ocho años.

Bajo estas premisas, Comgest Growth Europe Opportunities es el fondo más rentable de la categoría VDOS Renta Variable Internacional Europa Crecimiento en que se encuadra, con un 14,89% de rentabilidad en su clase I de acumulación en euros, en lo que llevamos de año.

Orientado a inversores con un horizonte de inversión a largo plazo, se propone como objetivo crear una cartera de empresas capaces de generar un crecimiento de beneficios de calidad, superior a la media, que cuenten con valoraciones atractivas y tengan su sede en Europa, siguiendo un enfoque bottom-up fundamental de selección de activos individuales.

La filosofía de inversión de la gestora se basa en su convicción de que a largo plazo los fundamentales prevalecen y el aumento del precio de la acción converge con un incremento de los beneficios por acción (BPAs). Considerando que los mercados generalmente no valoran correctamente los negocios que presentan ventajas competitivas y crecimiento de beneficios por encima de la media, el crecimiento sostenible de los beneficios por acción con un elevado retorno sobre capital invertido, genera retornos sobre la inversión con un nivel de riesgo inferior a la media.

Por otra parte, la integración de los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) posibilita una mejor evaluación de calidad, beneficioso para la cartera, sin diluir las ideas. La experiencia del equipo gestor ha demostrado que pueden crear valor, focalizando el análisis fundamental en empresas que consideran capaces de generar un crecimiento superior de beneficios por acción.

Bajo esta filosofía, subyace su creencia en que el análisis fundamental y la habilidad del equipo gestor para mantener una relación sólida y duradera con empresas y sectores importantes a lo largo del tiempo tiene como consecuencia su conocimiento profundo.

El gestor del fondo es Franz Weis. Se incorporó a Comgest en 2005 como gestor/analista y es actualmente director del equipo de renta variable de Europa. Cuenta con una experiencia de más de 25 años y es también director del Comité de Gestión y miembro del Comité Ejecutivo de Inversión del Grupo.

Durante el proceso de inversión, se seleccionan acciones siguiendo un enfoque de análisis fundamental bottom-up. La primera fase del proceso parte de un amplio universo de inversión, para identificar las compañías que cumplen con criterios específicos en cuanto a modelo de negocio, criterios financieros, crecimiento orgánico, barreras de entrada, sostenibilidad, y equipo directivo. En cuanto a modelo de negocio, se buscan compañías transparentes, con ingresos recurrentes, facultad de fijación de precios y concentración de clientes/proveedores. Financieramente, deben mostrar su habilidad para generar un fuerte aumento de beneficios, tanto en términos de BPA como de dividendos, con un retorno sobre capital invertido de más del 15% y fuerte generación de flujos de caja. El retorno sobre capital empleado debe ser superior al coste del capital, su balance ha de estar saneado, con un bajo apalancamiento, y su margen de beneficios medio debe estar por encima de la media de sus competidores.

Se consideran también factores de crecimiento orgánico, como expansión geográfica, expansión de productos, crecimiento de mercado e innovación. Marca o franquicia, patentes, conocimiento (know-how) duradero, lealtad de la clientela y escala son algunos de los factores considerados en cuanto a barreras de entrada, mientras que, por sostenibilidad, las personas y la cultura, en entorno ambiental, la utilidad social y el riesgo político o regulatorio, son analizados en esta primera fase. Por último, la visión del sector por parte del equipo directivo y su integridad, así como la comunicación que ejercitan y su gobernanza corporativa son también considerados.

Este filtrado de compañías se realiza de forma continuada, a través de la valoración de los analistas y gestores de cartera, del contacto con las compañías y también a partir de otras fuentes, como análisis externos o el uso ocasional de herramientas de filtrado.

La siguiente etapa del proceso inversor se centra en la lista de aproximadamente 220 candidatos, que han pasado el primer filtro, para realizar un análisis fundamental de cada compañía, sus competidores, su mercado y los criterios de sostenibilidad ASG, evaluándose el potencial de crecimiento a partir de análisis cualitativo y propietario de estimaciones de beneficios por acción para los próximos cinco años. Se mantienen reuniones con el equipo directivo de las compañías, sus competidores, sus suministradores y clientes y con expertos del sector. Finalmente, toda la información se somete a debate en las reuniones semanales del equipo de análisis.

Durante la tercera etapa, de valoración, el equipo construye modelos conservadores de descuento de dividendos y de beneficios a cinco años para todas las compañías, basándose en estimaciones propias de beneficios y dividendos a cinco años, tasas de descuento y controles cruzados de valoraciones. Parámetros que son regularmente discutidos y revisados por el analista/gestor responsable de la cobertura de cada compañía.

Basándose en las discusiones del equipo, el gestor principal de la cartera selecciona empresas a partir de la lista de aproximadamente 220 candidatos, para crear una cartera concentrada, asignando ponderaciones en base al atractivo relativo de cada compañía. Una cartera típica de la cartera de Growth Europe Opportunities incluye aproximadamente 40 acciones de compañías cotizadas.

Las mayores posiciones en su cartera corresponden a Wirecard AG (7,2%), Lonza Group AG (5,4%), ASML Holding NV (5,2%), Fresenius SE & Co. KGaA (4,6%) y GN Store Nord A/S (4,4%), correspondiendo las mayores asignaciones por sector a salud (31,3%), tecnologías de información (24,9%), industriales (14,3%), consumo discrecional (9,9%) y materiales (8,20%). Alemania (19,3%), Dinamarca (15,8%), Reino Unido (14,7%), Francia (14,2%) y Suiza (11,8%) representan los mayores pesos por país.

La historia de rentabilidades del fondo lo sitúa entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2017 y 2018. A tres años registra un dato de volatilidad del 11,42% y del 10,64% en el último año, con una Sharpe de 1,95 y un tracking error, respecto al índice de su categoría, del 8,36%. La suscripción de la clase I de Comgest Growth Europe Opportunities, dirigida a inversores institucionales, requiere una aportación mínima de 750.000 euros, aplicando una comisión fija del 1% y de depósito de hasta el 0,0105%. El fondo tiene también disponible la clase de acumulación en euros, con una aportación mínima de 50 euros y comisiones fija y de depósito del 1,50 y 0,01%, y la clase R de acumulación, con aportación mínima de 10 euros y comisiones fija y de depósito del 2 y 0,01%.

En opinión del equipo gestor, Europa continúa avanzando con firmeza en el terreno económico. El Producto Interior Bruto (PIB) se ha ralentizado, pero todo apunta un crecimiento económico del 2% en la Unión Europea para 2018, con un modesto avance de la inflación. Por otra parte, la incertidumbre en el terreno político ha generado un leve retroceso del 0,5% en el índice MSCI Europe, en euros, al mismo tiempo que el euro se debilitaba. Un entorno en el que el fondo se comportó mejor que el mercado.

El enfoque del fondo en compañías de calidad, con dinámicas de crecimiento, ha impulsado su fortaleza por rentabilidad relativa desde comienzos de año. Los activos en cartera se comportaron positivamente, al mismo tiempo que el ritmo de crecimiento económico europeo perdía fuerza. De hecho, la inestabilidad política en Italia y la preocupación sobre tipos de interés al alza, tuvieron un impacto negativo en el comportamiento de bancos y aseguradoras, a los que el fondo no tiene exposición. De mayor importancia es que las compañías incluidas en el fondo presentaron excelentes resultados.

Por su positiva evolución por rentabilidad, respecto a la volatilidad incurrida, en los tres últimos años, Comgest Growth Europe Opportunities se ha hecho merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.

Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS @VDOSStochastics

 

Una visión factorial de los FAANGs

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Una visión factorial de los FAANGs
Courtesy photo. A Factor View on FAANGs

La temporada de publicación de resultados puede ser volátil. A los traders u operadores de bolsa les encanta, ya que la ven como una oportunidad para posicionarse y obtener ganancias, pero cuando las compañías reportan inesperadamente una discrepancia negativa entre las expectativas y la realidad, esto puede afectar a muchos inversionistas. Tal como le sucedió a un mercado desprevenido el miércoles antepasado, cuando Facebook informó inesperadamente de una pérdida de ganancias y redujo sus perspectivas. Las acciones se desplomaron casi un 19% en el día y arrastraron desproporcionadamente a los administradores de fondos de crecimiento con exposición a los FAANGs  (Facebook (FB), Apple (AAPL), Amazon (AMZN), Netflix (NFLX) y Google (GOOGL)).
 

Facebook es una acción de crecimiento muy prominente, y ampliamente compartida entre los gestores activos. Muchos inversores recurren a la categoría de crecimiento de la caja de estilo para ayudar a aprovechar las tendencias del mercado, participar en el sentimiento positivo de los inversores y buscar compañías financieramente más fuertes … por las que vale la pena pagar más. Usar una lente factorial puede ayudar a determinar qué acciones merecen una prima más alta.

Las estrategias de momentum, o impulso, siguen las tendencias de los precios, una medida del sentimiento de los inversionistas. Muchas de las acciones en diversas industrias han obtenido rendimientos excepcionales durante los últimos 6 a 12 meses, el marco de tiempo generalmente empleado por las estrategias de impulso como el iShares Edge MSCI USA Momentum ETF (MTUM). Los inversionistas aparentemente han sido más escépticos respecto de las perspectivas prospectivas de Facebook después del escándalo de privacidad, y aunque la acción obtuvo ganancias positivas en la primera mitad del año, quedó rezagada por muchos de los nombres realmente destacados que dominaron los rendimientos del mercado en 2018. Como resultado, MTUM ya no tiene exposición a la acción.

Para los inversionistas que buscan una exposición basada en la solidez financiera o la calidad, las estrategias de factores pueden detectar métricas populares como el ROE, la consistencia de las ganancias y el apalancamiento. Una vez más, a pesar de que tiene bajos montos de deuda, Facebook no alcanza la marca en relación con sus pares en términos de consistencia de ganancias y ROE, y como resultado, el ETF de Calidad de iShares Edge MSCI USA (QUAL) no tiene participación en FB.

La inversión de factores otorga una visión de largo plazo en la inversión.

Las tendencias de los precios de impulso se desarrollan durante meses, no días o semanas, y la fortaleza del balance de una empresa se demuestra a lo largo de los años, no en un informe de ganancias. Sin embargo, la temporada de publicación de resultados ofrece una oportunidad para que los inversores hagan un balance. Proporciona nuevos datos sobre la coherencia o incoherencia de la capacidad de una empresa de generar ganancias para sus accionistas, así como otra mirada al sentimiento de los inversores por una acción, y los prospectos de futuro de una empresa. Una lente factorial puede ayudar a cortar el ruido para encontrar aquellas acciones que merecen su confianza.

Para obtener una lista completa de las participaciones del ETF iShares Edge MSCI USA Momentum Factor, haga clic aquí.

Para obtener una lista completa de las participaciones del ETF iShares Edge MSCI USA Quality Factor, haga clic aquí.

Build on insight de BlackRock, escrita por Martin Small, quien lidera iShares en los Estados Unidos.
 

¿Qué supone la renta fija para un gestor activo?

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¿Qué supone la renta fija para un gestor activo?
Foto: Wendell, Flickr, Creative Commons. ¿Qué supone la renta fija para un gestor activo?

Las previsiones de rendimiento de la mayor parte de los índices de bonos son bajas y podrían incluso entrar rápidamente en territorio negativo si los tipos suben. En otras palabras, la rentabilidad pasada sugiere que en el futuro las rentabilidades serán mucho más bajas. En este entorno la gestión activa es a día de hoy, si cabe, aún más necesaria.

Los mercados de renta fija son algo más que los tradicionales gestores de la misma. Su universo tiene diversos jugadores con papeles muy diferentes. Los bancos comerciales favorecen bonos que tengan un impacto positivo en sus ratios de liquidez, mientras que las aseguradoras prefieren una aproximación buy & hold que se centra en la rentabilidad a vencimiento basándose en el precio de compra. Mientras tanto, como hemos visto estos últimos años, los bancos centrales cada vez son más activos en los mercados de bonos, actúan en línea con los objetivos de inflación y de crecimiento, así como con los objetivos de estabilidad, y no lo hacen por razones de rentabilidad. Todos esos inversores tienen peso en el mercado.

Las restricciones regulatorias a las que muchos inversores están sujetos podrían tener una gran influencia en el valor relativo de los instrumentos de bonos.  Las ponderaciones que imponen las reglas de capital de Basilea I son menores para las empresas emisoras; una regla que podría explicar en gran parte los diferenciales más ajustados de los que disfrutan los bancos. Muchos actores sólo pueden tener una exposición limitada a los bonos con una calificación inferior a determinado nivel. Esto crea una anormal mayor prima de riesgo de impago para las entidades con un nivel de calificación más baja y grandes cambios de precio cuando una rebaja de calificación dispara las ventas forzadas. Los cálculos SCR de Solvencia 2 castigan a los tenedores de bonos corporativos a largo plazo en comparación con los bonos de corto plazo independientemente de cual sea su calificación. 

Estos factores crean oportunidades que un gestor de fondos pasivo no puede capturar. Pero, además, replicar un fondo de renta fija tiene otras desventajas. 

El peso de un emisor depende en general de su stock de deuda, que podría ser una buena aproximación a su liquidez, pero es difícilmente un criterio óptimo para un acreedor cuando se compara con un análisis de crédito de alta calidad. Además, la estructura de un índice de bonos varía mucho más que uno de renta variable debido a las nuevas emisiones, la reducción del tiempo para el vencimiento, cambios en las calificaciones que pueden representar fuertes reequilibrios y costes de transacciones, todo lo cual implica complejos y costosos procedimientos si el fondo de gestión pasiva tiene que replicar el índice.

Tribuna de Philippe Uzan, Chief Investment Officer de Edmond de Rothschild Asset Management

Gestores de benchmark: ¿se puede replicar el éxito del pasado en renta fija?

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Gestores de benchmark: ¿se puede replicar el éxito del pasado en renta fija?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jeremy Thompson. Gestores de benchmark: ¿se puede replicar el éxito del pasado en renta fija?

Ya no es suficiente gestionar una cartera únicamente a través del prisma de duración modificada. Esta herramienta para ajustar la versión beta de las carteras de bonos fue altamente efectiva en la década de 2000. Un gestor podría destacar fácilmente sin desviarse de su benchmark si conseguía dar con el timing a la hora de realizar ajustes.

Cuando los rendimientos oscilaban entre el 4% y 5%, un aumento en la duración modificada no exacerbaba excesivamente la volatilidad de una cartera porque entraban cantidades significativas de cupones. Pero hoy en día, la fuerte caída en los rendimientos junto con las tasas de interés ultrabajas ha llevado a un aumento «automático» en la duración modificada de un bono con un vencimiento dado.

Esto se puede ver claramente en los principales índices de bonos (por ejemplo, el JPMorgan EMU Bond Index): su duración ha aumentado al mismo tiempo que los rendimientos han estado cayendo, provocando un movimiento similar para los gestores de benchmark, cuyas carteras ahora son extremadamente sensibles, incluso a muy pequeñas variaciones en el rendimiento. Este método de gestión también funcionó bien, mientras que los rendimientos tuvieron una trayectoria descendente.

Pero todo apunta a que hemos dejado atrás este período: las medidas de expansión cuantitativa están llegando a su fin y la tendencia hacia una población que envejece se reflejará, según un estudio reciente publicado por el Banco de Pagos Internacionales, por un aumento sostenible de los tipos de interés en las economías avanzadas.

También en este caso, estamos viendo un cambio de tendencia en comparación con el período deflacionario después de la entrada de China y los países de Europa del Este a la Organización Mundial del Comercio, cuando la afluencia de mano de obra nueva y barata favoreció la deslocalización.

Jean-Philippe Donge es responsable de renta fija de BLI.