En qué fijarse al final del ciclo

  |   Por  |  0 Comentarios

En qué fijarse al final del ciclo
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Gonzalo Díaz Fornaro. En qué fijarse al final del ciclo

El mundo parece hacerse muchas preguntas estos días: ¿en qué punto del ciclo nos encontramos? ¿Cómo va a afectar a los mercados y a la economía mundial el progresivo abandono de los estímulos cuantitativos? ¿Son más atractivas las valoraciones ahora? ¿Qué consecuencias tendrá la guerra comercial? Aquí van algunas de mis respuestas.

Una pregunta que me plantean mucho estos días es en qué punto nos encontramos en este ciclo económico tan atípico. Tiendo a pensar que nos encontramos en la fase final de la recuperación económica y así lo sugieren datos como el indicador adelantado de Fidelity.

Las valoraciones sólo cuentan la mitad de la historia. Aunque las valoraciones actuales son elevadas desde una óptica absoluta, parecen más razonables desde una óptica relativa gracias a los fuertes incrementos de los beneficios propiciados por las rebajas de impuestos. En cualquier caso, no creo que las valoraciones puedan utilizarse para acertar con los tiempos del mercado.

Unas valoraciones elevadas no presuponen que el mercado vaya a caer mañana, sino que implican que el margen de seguridad es menor, la relación entre el riesgo y la rentabilidad se ha deteriorado y la probabilidad de pérdidas es mayor en el caso de que cualquier otro riesgo se materialice.

Otro elemento que nos indica en qué punto del ciclo nos encontramos es el aplanamiento de la curva de tipos, que ha suscitado mucha atención en fechas recientes. Una curva invertida no es la antesala segura de una recesión: es necesaria, pero por sí sola no basta. Si fuera tan fácil, se podrían distribuir las inversiones empleando un único indicador. En el pasado, a los mercados les ha ido bien en periodos en los que la curva de rendimientos se invertía, aunque cambiaban los sectores de mejor comportamiento.

¿Qué me preocupa?

Como suele ocurrir en esta fase del ciclo, existen varios factores de signo opuesto que influyen en el mercado. Atendiendo primero a las señales en ámbar, mi gran preocupación es que hay un nuevo sheriff en esa ciudad llamada Reserva Federal y de nuestras conversaciones con personas que han trabajado con él se deprende que el presidente Jerome Powell quiere llegar al “tipo neutral” cuando las cosas van bien y que se toma la volatilidad del mercado con mucha más tranquilidad que sus últimos predecesores. Dicho de otro modo, la put existe, pero todavía no está claro el precio de ejercicio.

En segundo lugar, la Fed ya se ha embarcado en el endurecimiento cuantitativo y se espera que se una a ella el Banco Central Europeo a finales de 2019. La liquidez también se ha reducido en China durante los últimos meses. Eso nos deja a Japón como último gran exponente de las inyecciones de liquidez, aunque el banco central nipón ha retocado últimamente el mecanismo de transmisión de su política monetaria.

No todas las señales son bajistas

Aunque abundan los motivos para la cautela en el entorno actual, no me parece que las perspectivas sean totalmente bajistas. La razón principal para el optimismo es que Donald Trump ha sido extremadamente positivo para la confianza empresarial en EE.UU. Los tipos impositivos de EE.UU. son los más bajos desde la década de 1930, la edad media de las infraestructuras es la más alta desde la Segunda Guerra Mundial y, desde el punto de vista de las empresas nacionales, las disputas comerciales hacen que las perspectivas de reinvertir en EE.UU. sean más atractivas.

Todo eso sugiere que no podrían darse mejores condiciones para la inversión empresarial y el arranque del ciclo de gasto y, si eso ocurre, volveremos a estar en una fase media del ciclo, más que final.

Otra consideración positiva es que si bien los gigantes tecnológicos como los FAANG (Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Alphabet, la matriz de Google) y los valores de crecimiento han liderado el mercado durante los últimos meses, todavía no hemos visto las señales habituales de euforia que deberían inquietar a los inversores racionales. Por último, si la Fed fuera a tomarse un respiro en su ciclo de subidas de tipos (o decretara un todavía más improbable recorte), volveríamos a estar en la brecha.

Posibles focos de tensiones

Varios son los posibles focos de tensiones que merecen atención. En primer lugar, cada vez está más claro que la guerra comercial es un problema real. A más largo plazo, los aspectos geopolíticos del comercio solo pueden empeorar. Los aranceles ya están teniendo unos primeros efectos indirectos (basta con fijarse en los precios de las materias primas o hablar con un agricultor de soja de EE.UU.), pero actualmente el mercado está adoptando una visión más positiva sobre los efectos indirectos secundarios, como la reducción del crecimiento económico y la estanflación. De producirse una reevaluación de estos riesgos tan difíciles de pronosticar, las ampliaciones serían de gran calado.

En segundo lugar, he pasado más tiempo recientemente con mis compañeros del área de renta fija y estos señalan que la deuda corporativa ha subido de forma bastante considerable. Cuando el 32º prestatario del mundo no es un país, sino una empresa (aplauso lento para AT&T, que en estos momentos acumula más deuda que Argentina), es hora de prestar atención.

El importe bruto de bonos con calificación BBB es el más alto de la historia y una desaceleración, por pequeña que sea, podría tener un efecto significativo en los mercados de bonos corporativos y los diferenciales.

También estoy muy atento a los factores de liquidez en los mercados de bonos corporativos. Las condiciones han cambiado espectacularmente durante los últimos años y cualquier movimiento del mercado se verá amplificado por el deterioro de la liquidez y agravado por la negociación algorítmica y los motores de inteligencia artificial. Considero el deterioro de la liquidez como una señal para adoptar una postura más defensiva.

Por último, no pierdo de vista a China en busca de señales que apunten a una desaceleración imprevista o una perturbación en el sistema financiero.

Amit Lodha es gestor del FF Global Focus Fund de Fidelity.

Bonos convertibles: una puerta a la inversión en renta fija y variable

  |   Por  |  0 Comentarios

Bonos convertibles: una puerta a la inversión en renta fija y variable
Pixabay CC0 Public DomainMonsterkoi . Bonos convertibles: una puerta a la inversión en renta fija y variable

Los bonos convertibles son una forma de financiación que permite a los inversores comenzar como prestamistas y, potencialmente, terminar como accionistas gracias a la opción de conversión. Estos activos son cada vez más importantes en la asignación de las carteras de inversores institucionales.

En promedio, durante los últimos 10 años el rendimiento de los bonos convertibles ha superado ligeramente a las acciones internacionales con menos volatilidad gracias a su naturaleza flexible. De hecho, los bonos convertibles generalmente tienen características similares a los bonos en entornos correctivos de renta variable, y propiedades similares a las acciones en el contexto de subida de las bolsas, todo gracias a su convexidad.

Gracias a esta propiedad, cuando el precio de las acciones subyacentes se acerca al precio de conversión, el bono convertible ofrece una exposición equilibrada o «mixta» al riesgo de crédito y de capital. Cuando la acción está por debajo del valor de conversión, el bono convertible se comporta como un bono con un riesgo de tasas de interés y crédito. Sin embargo, la tasa de interés y la sensibilidad crediticia son más bajas que las de un bono tradicional debido a su perfil mixto.

Los retornos y la volatilidad anualizados de las distintas clases de activos observadas en los últimos cinco y diez años parecen respaldar esta teoría de la convexidad. Durante estos dos períodos de observación, los bonos convertibles internacionales mostraron, en promedio, una volatilidad más baja que las acciones internacionales. En términos de rendimiento, los bonos convertibles han captado parte del repunte del mercado de acciones de los últimos cinco años y han superado a los mercados de acciones en los últimos diez. Aunque los bonos convertibles internacionales han experimentado una mayor volatilidad en comparación con los bonos tradicionales, han compensado esta desventaja con mayores rendimientos en los últimos cinco años.

Universo de los bonos convertibles 

El universo de bonos convertibles internacionales está formado en la actualidad por aproximadamente 1.000 activos valorados entre 400.000 millones y 500.000 millones de dólares y emitidos principalmente en los Estados Unidos y Europa. Creemos que la gestión activa es clave para identificar los bonos con sólidos fundamentos y retornos atractivos. El análisis fundamental bottom-up es particularmente esencial para detectar oportunidades de inversión en valores que no están presentes en los índices de referencia.

El interés y la antigüedad de un bono convertible son especialmente importantes para los inversores con restricciones de pasivo (más del 80% de todos los bonos convertibles son deuda senior no garantizada). Más de dos tercios de los bonos convertibles pertenece a la categoría de high yield o sin calificación, donde el potencial de apreciación es más fuerte, siempre que sea selectivo. Además, la opción de conversión a acciones ofrece un potencial de subida mayor que el de un bono tradicional.

Para determinar su relevancia para el inversor, la obligación de conversión debe analizarse en el contexto de un mercado específico. Este análisis requiere competencia y experiencia porque involucra análisis técnicos, fundamentales y tácticos. Si se hacen bien, los beneficios para el inversor pueden ser sustanciales. 

 

Tribuna de Arnaud Brillois, gestor de Lazard Asset Management. 

Donald Trump no es Aquiles

  |   Por  |  0 Comentarios

Donald Trump no es Aquiles
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Julie Corsi . Donald Trump no es Aquiles

Los mercados bursátiles se muestran claramente inquietos ante el cariz que está tomando la situación. En concreto, les preocupa que la cruzada proteccionista de Donald Trump provoque una crisis económica en China o, cuando menos, una drástica ralentización. La bolsa china ya ha perdido un 15% de su valor desde principios de año, tanto como el mercado argentino, que, sin embargo, cuenta con un armazón económico mucho más endeble.

La renta fija y las divisas de los países emergentes (incluida la moneda del gigante asiático) también acusan una gran desconfianza por parte de los inversores internacionales desde hace un mes. ¿Tienen razón los inversores al ver en Donald Trump una suerte de Aquiles moderno, cuya cólera le hace enfrentarse violentamente contra el enemigo y que no parará hasta destruirlo? No es por ofender, pero dudamos que el presidente de EE. UU. tenga el perfil de héroe homérico.

Cierto es que Donald Trump está ahora rodeado de unos asesores (especialmente Peter Navarro en política comercial y John Bolton en seguridad nacional) que son los artífices de la hipótesis sobre la amenaza estratégica, e incluso existencial, que representa China para Estados Unidos. Aunque las actuales hostilidades en el plano comercial solo representan los albores de un ataque de mayor calado contra el plan Made in China 2025, piedra angular sobre la que Xi Jinping ha edificado su visión a medio plazo para China, la confrontación no ha hecho más que comenzar.

El presidente chino no renunciará a su objetivo de impulsar a su país a lo más alto de la cadena de valor en la industria en general, y del sector tecnológico en particular. No obstante, sería un poco contradictorio admitir que Trump, fiel al estilo oportunista propio de un hombre de negocios del mundo inmobiliario, aplicará su programa político y económico de forma pragmática y, al mismo tiempo, creer que vaya a comportarse como un ideólogo doctrinario.

Su futuro político pasa, en primer lugar, por la votación del próximo 6 de noviembre, en la que el Partido Republicano intentará conservar una mayoría en el Congreso que hoy está a punto de perder. Donald Trump ha entendido a la perfección que la batalla de la balanza comercial es un tema político que le conviene, al igual que el de la inmigración a Matteo Salvini en Italia.

Víctimas colaterales

Sin embargo, también es consciente de que las grandes causas colectivas terminan donde empiezan los intereses individuales: cuando un número lo suficientemente importante de empresas estadounidenses haga pública su situación de víctimas colaterales de su campaña proteccionista, Trump sabrá que habrá llegado el momento de desplegar sus dotes de negociación con sus socios comerciales de cara a salir de la votación lo más airoso posible.

Además, sería bastante fácil para China ofrecer un acuerdo que Donald Trump pudiese presentar como una clara victoria y mantener al mismo tiempo sus objetivos a largo plazo. No obstante, no es seguro que esto vaya a suceder de forma inminente, dado que las elecciones se celebrarán dentro de cuatro meses. Por tanto, podemos esperar que el nerviosismo de los mercados se mantenga durante las próximas semanas, hasta que un nuevo apretón de manos, sin duda de lo más viril, selle por fin un acuerdo (o varios).

Para los inversores, el verdadero riesgo de estos aspavientos proteccionistas es más dañino de lo que pueda parecer. A corto plazo, los movimientos de pánico son, sin duda, excesivos, y se deben exclusivamente a un repunte de la volatilidad en los mercados, causado por posturas y exageraciones típicas de unas negociaciones realizadas de cara al público, sobre todo a manos de un titiritero con afán de protagonismo.

Sin embargo, el efecto de esta incertidumbre en la confianza de los consumidores, y en la de las empresas en sus cadenas de suministro globales, anuncia una amenaza mucho más grave a algunos meses vista: la de ser el catalizador de la reversión de un ciclo económico que ya da muestras de agotamiento y debilidad, en un momento en que los bancos centrales estarán cortos de munición y el margen de maniobra presupuestaria seguirá siendo muy limitado, tanto en EE. UU. como en Europa.

Didier Saint-Georges es managing director y miembro del Comité de Inversión de Carmignac.

Visión positiva en bolsa en un entorno en el que la geopolítica es la amenaza más inmediata

  |   Por  |  0 Comentarios

Visión positiva en bolsa en un entorno en el que la geopolítica es la amenaza más inmediata
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Seyed Mostafa Zamani. Visión positiva en bolsa en un entorno en el que la geopolítica es la amenaza más inmediata

Aunque el crecimiento sincronizado de la demanda global fue una característica esencial que definió 2017, el impulso de crecimiento a corto plazo ha sido más discordante, donde la fortaleza de Estados Unidos ha contrastado marcadamente con la debilidad de otras economías importantes. En general, la tasa de aceleración del crecimiento económico mundial se ha moderado, pero la tasa de crecimiento residual sigue siendo fuerte y superior a la tendencia.

No creemos que la fortaleza económica de EE.UU. vaya a flaquear significativamente a corto plazo. Si bien el actual ciclo de crecimiento estadounidense se puede considerar largo según los estándares históricos, es probable que la reciente reforma tributaria estimule una reaceleración en el crecimiento de la demanda en lo que queda de año. El aumento del gasto de capital también nos da confianza en el crecimiento de la productividad a largo plazo y en la sostenibilidad de este ciclo.

Por otro lado, las tasas de crecimiento de la demanda china continúan moderándose a medida que las políticas destinadas a reequilibrar la economía y reducir la deuda se disparan. Los datos macroeconómicos a corto plazo de la Eurozona y Japón han sido desalentadores, pero no atribuimos una alta probabilidad a una mayor recesión sostenida en cualquiera de las economías, dada la flojedad de la política monetaria.

Mientras tanto, las tasas de crecimiento en los mercados emergentes varían significativamente, pero consideramos que las economías y las empresas de la región gozan de buena salud financiera para enfrentar las amenazas simultaneas de un dólar más fuerte y mayores tasas de financiación en dólares.

Objetivos de inflación

En el frente de la inflación, nuestra opinión es que los precios al consumidor registrarán un aumento en EE.UU. a medida que se cierre la brecha de producción y aumenten los salarios, y aún más lentamente en otras economías importantes. En este contexto, es probable que la política monetaria fuera de Estados Unidos siga siendo más flexible durante más tiempo.

No creemos que la Reserva Federal se vaya a desviar de su camino gradual de normalización a menos que se enfrente a una aceleración sostenida en los datos de inflación u otra evidencia de que la economía estadounidense se está sobrecalentando.

Renta variable: una visión positiva

En general, mantenemos una visión positiva de las bolsas globales y no consideramos que el aumento de los rendimientos de los bonos nominales sea de facto negativo para las acciones, dado el sólido respaldo del crecimiento de las ganancias, la actividad de fusiones y adquisiciones y las recompras de acciones.

La renta variable global permanece atractivamente valorada tanto frente a la deuda pública como frente a la deuda corporativa.

Renta fija: negativos en duración

En renta fija, nuestra visión sobre la duración global sigue siendo negativa. En particular, los bonos suizos y alemanes siguen pareciendo muy sobrevalorados y, en nuestra opinión, tienen un perfil de riesgo cada vez más asimétrico.

Dentro del crédito, las tasas de actuales de default en deuda high yield son todavía muy bajas según los estándares históricos.

No esperamos ninguna recuperación material en los incumplimientos de la deuda corporativa estadounidense a corto plazo, pero no vemos el ratio riesgo-recompensa como atractivo. En otros lugares, vemos una fuerte demanda para el atractivo rendimiento real de la deuda en moneda fuerte de los mercados emergentes.

Identificamos una inflación más alta de lo esperado en Estados Unidos, la geopolítica y un aterrizaje forzoso de China como los tres principales riesgos para los activos de riesgo globales. De estos, la geopolítica en general y el creciente proteccionismo en particular son quizás la amenaza más inmediata.

Erin Browne es responsable de Asset Allocation e Investment Solutions de UBS AM.

Detener las reformas es algo muy sencillo, en el caso del sector eléctrico el tema es alarmante

  |   Por  |  0 Comentarios

Detener las reformas es algo muy sencillo, en el caso del sector eléctrico el tema es alarmante
Foto: Linnaea Mallette CC0. Detener las reformas es algo muy sencillo, en el caso del sector eléctrico el tema es alarmante

Para llevar a cabo las reformas estructurales en campos tan importantes para el país, como son el energético, la educación y las telecomunicaciones fue necesario negociar con diversas corrientes políticas para realizar las modificaciones legales necesarias, varias hasta nivel de la Constitución.

El objetivo de las reformas es fomentar la competencia en los sectores energéticos y de telecomunicaciones, romper con el monopolio del estado en el primero y con los privados que se formaron en el segundo. Se busca la competencia para incrementar la eficiencia, atraer capitales para mayor desarrollo de tecnología y con ello lograr la reducción de costos. En el caso de la educación el objetivo es aumentar su calidad y adecuarla a las transformaciones que están sucediendo en el mundo, para no quedarse rezagado. 

Algunos de los beneficios se llegaron a materializar en el corto plazo. Tal es el caso de la telefonía, tanto fija como celular, donde la competencia y las nuevas reglas provocaron que los usuarios tengan menos costos.  En el sector energético los beneficios para el consumidor no se han consumado, un sector donde apenas se está incorporando capital privado y la competencia aún no se concretiza. Hasta ahora lo único que se ha logrado es atraer inversiones.  En el caso de la educación, por la forma en que se decidió instrumentarla, tomará varios años poder mejorar la planta magisterial a través de incorporar maestros en función de sus conocimientos en lugar de sus relaciones sindicales.

Desafortunadamente, detener las reformas es algo muy sencillo, se puede llevar a cabo sin ningún cambio de leyes, simplemente con que el ejecutivo deje de llevar a cabo las acciones que le corresponden y las vaya posponiendo con diversas razones es suficiente.  Por ejemplo, el tener pequeños errores en las licitaciones o en la descripción de los proyectos permite posponer los procesos y, en el extremo, nunca llevarlos a cabo. 

En el caso del sector eléctrico el tema es alarmante porque los cambios tecnológicos se están orientando a transformar dicha industria y se requiere de grandes inversiones.  Regresar a la hegemonía del estado en la industria eléctrica es preocupante debido a que se requiere fomentar las energías renovables, ya que tienden a ser el sustituto del petróleo en diversas actividades. En lugar de invertir en refinerías para producir gasolina, cuyo periodo de maduración es largo y para cuando sean rentables las condiciones del mercado se hayan transformado, deberíamos de canalizar recursos para la generación, en cualquiera de sus formas, y distribución de energía eléctrica y fomentar la participación del sector privado en dichas actividades. 

El gobierno no va a tener los suficientes recursos para llevar a cabo todos los gastos sociales que pretende y a la vez invertir en el sector eléctrico.  Un ejemplo de la transformación tecnológica son los coches eléctricos, dentro de 30 años la gran mayoría del transporte serán de ese tipo y es necesario prepararse para ello.

Ya existen problemas de falta de energía eléctrica en algunas partes del país, situación que se recrudecerá conforme la actividad económica aumente su dinamismo, como lo pretende el futuro gobierno.  Ya hemos vivido períodos donde el crecimiento económico viene acompañado de falta de energía eléctrica y la necesidad de racionarla, vía apagones, tanto a nivel industrial como habitacional.

Columna de Francisco Padilla Catalán

International Wealth Protection aclara y valida los beneficios tributarios del seguro de vida en Perú

  |   Por  |  0 Comentarios

International Wealth Protection aclara y valida los beneficios tributarios del seguro de vida en Perú
. International Wealth Protection Clarifies and Validates the Tax Benefits of Private Placement Life Insurance in Peru

La utilización de un seguro de vida de colocación privada o PPLI ( Private Placement Life Insruance) se comenzó a plantear en el Perú como una solución de planificación patrimonial como resultado de la normativa de Sociedades Extranjeras Controladas (CFC Ruling) que se promulgo el 31 de diciembre de  2013.

Desde entonces la mayoría de los estudios de abogados peruanos solventes están de acuerdo que el PPLI posee características únicas y debe ser considerado como una estrategia de planificación financiera para las familias de alto patrimonio en Perú.  Los mismos han solicitado la asesoría de International Wealth Protection como especialistas en el área de seguros de vida. Después de asistir a muchas reuniones de planificación tributaria con clientes peruanos y su asesor fiscal, donde el seguro de vida de colocación privada fue un punto importante de discusión, en la mayoría de los casos se concluyó con una sensación de ambigüedad sobre el tema ya que dejaba abierta una pregunta que ha provocado muchas páginas de descargo de responsabilidad en cada asesoría de los abogados más reconocidos.  “¿La autoridad fiscal peruana, la SUNAT (Superintendencia Nacional de Administración tributaria) respalda la ley según lo establecido por la Superintendencia de Banca y Seguros del Perú (SBS)»?

Conociendo los beneficios incomparables del seguro de vida de colocación privada, que lo convierten en una solución viable y sostenible que ha demostrado ser efectiva en jurisdicciones altamente reguladas y gravadas como lo son Estados Unidos y Europa, en Internacional Wealth Protection decidimos poner los intereses del cliente primero y tomar los pasos apropiados para validar su reconocimiento legal directamente de la SUNAT. Estábamos consientes que lo que no fuera una respuesta totalmente favorable anularía la oferta tal como la conocíamos, debatimos la estrategia con opositores, pero al final decidimos proceder velando por los intereses del cliente peruano y la integridad de la industria aseguradora a largo plazo. La consulta a la SUNAT se enfocaría en el tratamiento fiscal de seguros de vida emitidos por aseguradoras extranjeras en lo que se relaciona a la indemnización pagadero a los beneficiarios residentes en el Perú y rescates realizados por el asegurado durante su vida.

El 2 de julio del 2018, un año después de que International Wealth Protection hiciera la consulta original con el apoyo de EY-Perú y la Cámara de Comercio de Lima, la SUNAT finalmente dio respuesta a cada consulta realizada, citando leyes específicas con una conclusión favorable.

La SUNAT confirmó que independientemente del origen de la compañía aseguradora, el beneficio por fallecimiento recibido por personas naturales residentes en el Perú no forma parte de la aplicación del Impuesto sobre la Renta peruano.   En respuesta a la consulta sobre rescates parciales de un contrato de seguro de vida emitido por una aseguradora extranjera, la SUNAT confirmó nuestra interpretación de la ley, que el impuesto sobre la Renta peruano sería aplicable a las ganancias de capital realizadas en el marco de dicho rescate.   Consecuentemente, al no realizar ningún rescate parcial sobre la póliza de seguro, las ganancias y rendimientos acumulados bajo la póliza estarían totalmente bajo el régimen de diferimiento fiscal.

Mientras muchos proveedores de seguros de vida de colocación privada destapan las botellas de champán y utilizan la respuesta a nuestra consulta (a la que se opusieron firmemente), International Wealth Protection continúa siendo cautelosa cuando colabora con sus asesores de confianza.

Asesoramos y recomendamos lo siguiente a quienes consideren la implementación para los residentes más adinerados de Perú. Asegúrese de involucrar a un experto que tenga la capacidad de:

  • Respetar los dos elementos principales que permiten que el producto pase la prueba de «sustancia sobre forma», delegar el control de los activos e incorporar un componente de riesgo significante y con duración permanente
  • Practicar la objetividad representando a varios proveedores y proponiendo entre 2 y 3 alternativas de productos para el cliente
  • Transmitir la comprensión total de la solución, incluyendo las implicaciones transfronterizas
  • Implementar productos a la medida de acuerdo con las características únicas de un cliente adinerado
  • Comprender que este es un producto de nicho diseñado para los ultra-acaudalados y no es una oferta minorista
  • Proporcionar flexibilidad de diseño, fijación de precios institucional y revocabilidad inmediata sin cargos de rescate

La incapacidad de proporcionar estos factores críticos es inconsistente con los estándares de la industria y puede inyectar vulnerabilidad en la transacción.

Reconociendo que «hacer lo correcto siempre es lo correcto», me complace el resultado de nuestro esfuerzo y me contenta enormemente compartir este gran logro con aquellos que pueden beneficiarse de él.

Para su información, la respuesta ahora se publica en el sitio web de SUNAT.

Mary Oliva es presidenta de International Wealth Protection

 

¿Por qué la selección de crédito es tan importante en el sector energético?

  |   Por  |  0 Comentarios

¿Por qué la selección de crédito es tan importante en el sector energético?
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Stocksnap . ¿Por qué la selección de crédito es tan importante en el sector energético?

Dada la asimetría del riesgo inherente a la inversión en renta fija, una evaluación correcta del riesgo es crítica. Al igual que los inversores en bonos, en MFS Investment Management estamos constantemente ponderando la compensación entre el riesgo y la recompensa de los instrumentos de deuda y creemos que una menor volatilidad tiene prioridad sobre la rentabilidad.  

De forma ocasional, el rebaño del mercado nos recuerda a los inversores de una manera transcendental por qué un enfoque cauteloso debería estar garantizado. Uno de esos episodios ilustra la forma en la que pensamos sobre la gestión de los riesgos a la baja.  

Desde 2010 hasta finales de 2014, los precios de la energía y de los instrumentos de deuda relacionados estaban relativamente tranquilos conforme el precio del petróleo cotizaba en un rango entre los 75 y los 110 dólares por barril. A principios del tercer trimestre de 2014, sin embargo, en medio de un exceso de demanda global y unas preocupaciones crecientes sobre el crecimiento económico en China, los precios comenzaron a caer y no tocaron fondo hasta principios de 2016, cuando llegaron a tocar los 26 dólares por barril. El colapso del precio causó estragos en los flujos de efectivo de las compañías de energía y en su capacidad para pagar sus pendientes obligaciones de deuda. Algunas empresas incluso se declararon en quiebra. Para los supervivientes, los diferenciales se ampliaron significativamente y los inversores en bonos tuvieron que soportar diferentes penalidades dependiendo de la selección del crédito que hubieran realizado y de su nivel de exposición.    

Pero no todos los subsectores de la industria energética se vieron impactados en la misma medida. Las empresas de exploración y producción son empresas que toman el precio -el precio de su producto está determinado por el mercado- y consecuentemente sus flujos de caja son altamente sensibles a los precios del crudo. Como consecuencia, tienden a tener un crédito de alto riesgo en comparación con un universo similar de bonos corporativos. Durante el mismo periodo, la deuda emitida por empresas refinadoras tuvieron un comportamiento significativamente mejor dada su menor correlación a los precios del crudo. Las empresas refinadoras dan servicio a diferentes etapas del proceso de producción y tienen un perfil de negocio muy diferente, con una volatilidad de flujos de caja mucho menor.  

Creemos que las empresas de refinería ofrecieron un riesgo significativamente menor y nos proporcionaron confianza suficiente como para sobre-ponderarlas cuando los diferenciales de todo el sector energético se ampliaron en 2015. Resultó que el aumento del subsiguiente precio del petróleo apoyó al sector de exploración y producción y le permitió recuperarse junto con al sector de refino. Pero el resultado podría haber sido muy diferente si los precios del crudo no se hubieran recuperado. Mientras no tenemos necesariamente una convicción sobre la dirección futura de los precios de la energía, una caída de los precios podría desplegarse en cualquier momento y como resultado de los eventos geopolíticos, dislocaciones económicas o incremento en la oferta de crudo y similares. En nuestra forma de ver, esto hace que una selección de crédito juiciosa y un cuidadoso análisis del riesgo en el sector energético sean críticos, dado el mandato de las carteras de renta fija.  

Columna de Robert M. Almeida, gestor institucional de renta variable, y Robert D. Persons, gestor de renta fija, ambos en MFS Investment Management. 

 

 

Turquía: el riesgo de contagio a bancos europeos y otros emergentes es limitado

  |   Por  |  0 Comentarios

Turquía: el riesgo de contagio a bancos europeos y otros emergentes es limitado
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Mikel Iturbe Urretxa. Turquía: el riesgo de contagio a bancos europeos y otros emergentes es limitado

El presidente Erdogan no ha hecho sino tomar malas decisiones. Su banco central, “independiente” solo de nombre, no va a elevar las tasas para contener la depreciación de la lira y tampoco solicitará un rescate del FMI.

Es seguro que sus declaraciones “Estados Unidos podrá tener dólares, pero nosotros tenemos a Dios” no van a inspirar ninguna confianza en las divisas globales, a menos que ese dios al que se refiere sea Christine Lagarde.

Sin un muro de contención, estimo que la lira continuará su caída (probablemente no al mismo ritmo), lo que parece ser también el consenso ya que los futuros ilustran que la divisa podría tener otra baja del 20%.

El riesgo de contagio hacia los mercados emergentes es de sentir, no en cuanto a los fundamentales. Turquía tiene un intercambio comercial y lazos económicos limitados con otros emergentes. Sin embargo, la reacción de los mercados puede revertirse como lo hemos visto con otras economías emergentes frágiles como Argentina y Hungría, cuyas divisas sufrieron drásticas perdidas imitando a la lira.

Bancos europeos

No vemos riesgo sistémico en los bancos europeos (España y Francia tienen la mayor exposición), pero esta es una amenaza que el sistema bancario de Europa no necesita en un momento en que el crecimiento ha marcado una pausa.

Algunos analistas sugieren que la crisis turca puede posponer la restricción en la política monetaria de la Fed y/o el BCE. Yo tengo mis dudas.

A menos que la crisis se extienda a hacia el sistema bancario global, Jay Powell no se moverá y Mario Draghi tiene múltiples problemas aparte (¿un crecimiento estancado?) por los cuales preocuparse antes de implementar restricciones en su política a mediados de 2019.

¿Por qué la divergencia entre el mercado estadounidense y el resto del mundo debería comenzar a reducirse?

  |   Por  |  0 Comentarios

¿Por qué la divergencia entre el mercado estadounidense y el resto del mundo debería comenzar a reducirse?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Antti T. Nissinen. ¿Por qué la divergencia entre el mercado estadounidense y el resto del mundo debería comenzar a reducirse?

La Copa del Mundo de fútbol terminó pero nos dejó el modo “risk-on” en los mercados, con la mayoría de los activos de riesgo terminando el mes de julio  con un comportamiento positivo. Para ser justos de los activos que seguimos, solo las materias primas tuvieron un desempeño negativo durante el mes, con el WTI perdiendo más del 7% en julio y el oro sumando otra caída del 2,3% a sus pérdidas anuales que acumulan un retroceso del 6,7% a la fecha.

Aunque las tensiones comerciales permanecieron en el ojo del huracán, la fortaleza de los resultados empresariales fue suficiente para dar un impulso a la renta variable en los mercados desarrollados. Si bien, tras ya seis meses desde la corrección de febrero, las bolsas continúan luchando por salir del rango actual y volver a niveles máximos, dejándonos un 2018 con rentabilidades ligeramente positivas, en el índice MSCI World, subiendo solo un 1% a cierre de julio.

En los mercados de renta fija, julio marcó un sorprendente regreso de los bonos de grado de inversión y de los mercados emergentes, después de cinco meses consecutivos de volatilidad. Los fundamentales para los mercados de crédito han mejorado durante el mes; con una buena temporada de resultados empresariales, una menor oferta en emisiones de corporativos y las mayores TIRES en los bonos del Tesoro de EE.UU., razones que marcaron un buen inicio del tercer trimestre para los mercados de renta fija.

Sobre todo para la renta fija emergente que después de un trimestre difícil para esta clase de activos –impactada por la fortaleza en dólar y las idiosincráticas locales en Turquía y Argentina–, las valoraciones que en relativo parecen más atractivas, han logrado que los inversores vuelvan a mirar los mercados de deuda emergente con buenos ojos dándole un impulso durante el mes de julio.

En los mercados de renta variable, EE.UU. ha liderado los rendimientos durante el año, con un mejor comportamiento durante el 2018 para el S&P 500 y el Nasdaq, que acumulan un 5% y un 11% en lo que va del año. Mientras que en el otro lado de la moneda, MSCI EM pierde más de un 6% en lo que va de año, el Topix se deja un 3,6% y el Eurostoxx 50 cede un 0,6%.

Podemos identificar dos razones detrás de este outperformance de la renta variable americana:

  1. La actividad corporativa: Con el impacto positivo que la reforma fiscal y la repatriación de capital por parte de las empresas americanas a los Estados Unidos, proporcionaron a las cuentas de las empresas, que se está reflejando en la última temporada de resultados en el que más del 80% de las empresas superaron las expectativas en el trimestre y las los beneficios por acción (EPS) para el año siguen muy por encima del 20%.
  2. La fortaleza relativa de la economía de Estados Unidos: Reflejada en las revisiones al alza constantes del crecimiento de EE.UU. frente al resto del crecimiento del resto de los mercados desarrollados. Con el PIB en el segundo trimestre aumentando a un ritmo anualizado de 4,1% y las ventas minoristas creciendo al ritmo más alto desde 2012 (6,6% interanual).

Esto ha sucedido en un entorno en el que el mundo está intentando descubrir cómo escapar del impacto de la guerra comercial del presidente Trump. Creemos que la divergencia entre el mercado americano y el resto del mundo debería comenzar a reducirse, siempre asumiendo que los riesgos de las guerras comerciales comienzan a disminuir. Hemos visto recientemente señales nos hacen estar más positivos, con la tregua entre EE.UU. y Europa, algunas especulaciones de que China y Estados Unidos podrían intentar reiniciar las conversaciones y con un acuerdo NAFTA que parece, pronto podría alcanzarse.

Oportunidades

Los activos emergentes han sido una de las clases de activos más afectadas durante el año ya que los continuos efectos de la guerra comercial tuvieron un mayor impacto en los mercados emergentes y particularmente en China, donde recientemente el gobierno ha cambiado a aligerar su postura política con el fin de mitigar estos efectos y dejar margen de maniobra en el caso de tener que contrarrestar una fuerte desaceleración de la economía.

Sin bien es difícil encontrar el timming a los mercados, tras la estabilización vista en los activos de los mercados emergentes durante el mes de julio y considerando que la clase de activos ha estado infraponderada en la mayoría de las carteras debido a su mal desempeño durante el primer semestre, con las valoraciones actuales y el contexto macroeconómico creemosofrecen potencial para una “re-sincronización” moderada frente a los activos americanos… Siempre y cuando que la «twitter-retorica» se mitigue y China cambie su estrategia para sentarse a negociar con los Estados Unidos.

Eduardo Anton es portfolio manager de Andbank Advisory en Miami.

¿Tomará Turquía su propia medicina?

  |   Por  |  0 Comentarios

Tres señales de que los mercados emergentes se están acercando a su punto de inflexión
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Enrique Freire . ¿Tomará Turquía su propia medicina?

El mercado turco continúa su espiral bajista mientras la lira sufre una crisis completa. La reacción de la divisa ha sido comparable a la experiencia de Argentina del segundo trimestre de este año, cuya consecuencia fue un rescate del FMI por valor de 50.000 millones de dólares y un enorme alza de los tipos de interés. La pregunta que se hacen muchos inversores es por qué está ocurriendo ahora este último colapso.

Los desafíos macro de Turquía son numerosos y bien conocidos: una economía recalentada, una considerable necesidad de financiación externa, un déficit estructural por cuenta corriente desproporcionado, una inflación persistente de dos dígitos, bajas reservas netas de divisas y una gran deuda del sector privado.

Como resultado de esto, la confianza de los inversores en el régimen del presidente Erdogan disminuyó durante el año pasado, pero los cambios clave en el gabinete realizados después de las elecciones del 24 de junio han sido particularmente perjudiciales para el sentimiento inversor. Las autoridades económicas del país parecen haber perdido el control de su moneda y la retórica en los últimos días ha mostrado una falta de responsabilidad en la gestión de la crisis.

Las expectativas de inflación general a corto plazo se están moviendo rápidamente hacia el 20%, lo que pone de manifiesto cuán inadecuado es el tipo de interés del Banco Central del 17,75%. Los inversores extranjeros han estado sacando dinero del país, justo lo contrario a lo que necesita Turquía, dada la inestabilidad de su balanza de pagos.

Si bien los desafíos fundamentales de Turquía son numerosos, existen muchas soluciones sencillas y de manual que, si se implementan, pueden detener la espiral bajista de los precios de los activos y la confianza de los inversores.

Posibles medidas

Una subida agresiva de los tipos de interés por parte del Banco Central sería un buen comienzo, algo en el orden de los 1.000 puntos básicos que aplicó Argentina en mayo sería lo apropiado. Posibilitaría que se frenase la economía, probablemente hacia una recesión, pero esto ayudaría a reducir la incesante demanda de importaciones y de ese modo aliviaría parte del problema del déficit por cuenta corriente.

Colocar tecnócratas pragmáticos en posiciones clave del gobierno sería otro importante paso adelante que probablemente llevaría a unos costes de financiación a largo plazo más bajos. Las reformas estructurales también ayudarían mucho, incluyendo medidas para alentar la expansión del sector manufacturero y exportador, diversificando el modelo de crecimiento del país lejos del consumo y la construcción.

Las incómodas relaciones diplomáticas de Turquía con Occidente, y con Estados Unidos en particular, también deben abordarse pues siguen siendo una gran preocupación para los inversores extranjeros. También sería bienvenida cierta austeridad fiscal, especialmente dada la gran carga de la deuda externa del sector privado.

Otras medidas útiles incluirían una reforma tributaria para ampliar la base de ingresos, impulsar la tasa de ahorro del país, un compromiso con una auténtica independencia del Banco Central y una mayor flexibilidad del mercado laboral. En los últimos años, los inversores también se han preocupado por la «fuga de cerebros» de Turquía después de la represión del gobierno sobre el sistema educativo, el poder judicial y los medios de comunicación, lo cual ha dañado la tasa de crecimiento potencial a largo plazo de Turquía. Una reversión de muchos de estos controles sería aplaudida por los inversores extranjeros.

¿Controles de capital?

Se ha hablado mucho en los últimos días sobre la posible instauración de controles de capital en Turquía para ayudar a frenar la agresiva depreciación de la lira. Sin embargo, estos controles de forma aislada no son una solución adecuada dada la gran apertura de la economía turca y sus grandes requerimientos de financiación externa.

Si llegamos a ver controles de capital en Turquía, tendrían que hacerse en combinación con otras medidas para que sean efectivos. También se ha debatido recientemente la posibilidad de que Turquía reciba apoyo financiero externo del FMI o de socios bilaterales adinerados. De nuevo, esto sería bienvenido pero no del todo necesario si Turquía se toma su propia medicina, reacciona a la realidad del mercado y responde a sus desequilibrios de manera adecuada.

Turquía tiene muchas cualidades que pueden ser redentoras, incluida una economía vibrante centrada en los negocios, una fuerte demografía, una población bien educada y un sistema bancario bien capitalizado, por nombrar solo algunas. La solución a su última crisis es obvia para muchos actores del mercado, pero la clave es si existe la voluntad política interna del gobierno para adoptarla.

Mientras Turquía lucha con sus propios desafíos internos, el contexto exógeno para todos los mercados emergentes sigue siendo problemático. El retiro de liquidez por parte de los bancos centrales del G3 es el problema más pertinente para todos los mercados de renta fija en la actualidad, y hay pocas probabilidades de que este viento en contra varíe su rumbo en el corto plazo.

Las tensiones comerciales actuales entre EE.UU. y China son un obstáculo adicional para los mercados emergentes dada la sensibilidad de éstos al comercio mundial, mientras que el dólar sigue infravalorado en función del crecimiento y las diferencias en los tipos de interés entre EE.UU. y el resto del mundo.

Los emergentes también están experimentando un período de enfriamiento del crecimiento y mayores presiones inflacionistas, todo lo cual mantiene a los inversores en alerta. Otros temas idiosincrásicos, ya sean las elecciones en Brasil, el potencial de más sanciones contra Rusia o el actual desapalancamiento de la deuda de China, agregan complejidades adicionales para los mercados emergentes en este momento.

Paul Greer es gestor de fondos en Fidelity International.