Wikimedia CommonsFoto: copa2014.gov.br. Con sus insuficiencias, el nuevo sistema de pensiones de Brasil produciría pensiones más altas que el SAR
El proyecto de sistema de pensiones de Brasil que se discute en las cámaras fue moldeado del arquetipo chileno, como en su tiempo el de México. Los críticos prevén que tampoco cumplirá el objetivo crucial de generar pensiones dignas. ¿Cómo es, en sus aspectos medulares y cómo se percibe frente al espejo del SAR?
Un sistema general para todos los trabajadores
Primero, las condiciones propias para cada género o grupo, que se desprenden del régimen general, son distintas. El proyecto diferencia no solo entre hombres y mujeres sino en el tipo de trabajadores (privados urbanos, campesinos, servidores públicos, maestros) para derivar la edad de jubilación, años mínimos de contribución requeridos para la pensión, y rango de salario para determinar las aportaciones. Se trata de un sistema único en el que caben todos.
En contraste, otro de los pendientes de México, entre varios, huelga decirlo, es la multiplicad de sistemas de pensiones, aparte del SAR, tanto nacionales como estatales o de entidades en particular, cada uno con entramado propio, regulación vaga y beneficios dispares respecto de los demás.
Contribución escalonada que llega a duplicar a la de SAR
Segundo, llama la atención la propuesta de contribución (y, de paso, es destacable que el salario mínimo en reales, equivalente a casi cinco mil pesos, es 1,6 veces superior al de México). Los trabajadores brasileños aportarían entre siete veces más que sus pares mexicanos, en el rango bajo, y arriba de diez veces más en el rango alto. Y no es por eso por lo que se han manifiestan inconformidades.
Para quienes perciben el salario mínimo, la tasa propuesta de contribución es de 7,50%, que resulta 6,67 veces superior a la de los afiliados al SAR. Para los que perciban el equivalente a 28 mil pesos mexicanos, sería de 11,68%, lo que superaría por 10,4 veces a la de los nuestros. Es para resaltar también que la contribución total propuesta a partir del salario equivalente de 14.768 pesos, de 9,50%, supera por la mitad a la del SAR, de 6,50%, y prácticamente es del doble (11,68%) para quienes ganan 5.839 reales, que representan 28.744 pesos. Es decir, se vuelve a evidenciar que la tasa de contribución de los trabajadores del SAR es ínfima (1.125%), y que nuestra aportación total (trabajador más gobierno más empleador), del 6.50% citado, es impensable para una pensión decente.
Tercero, se pretende que el monto de la pensión se calcule sobre la base del promedio de todo el historial de contribuciones del empleado. Solo quienes completen 40 años de contribución aspirarían a jubilarse con el salario promedio de su vida laboral.
Críticas al modelo (es decir, al arquetipo chileno y, por extensión, al SAR)
Pese a que la iniciativa ha superado la primera fase de discusión en el congreso, las críticas abundan y apuntan, entre otras, a que se han tomado las bases del modelo chileno sin considerar sus errores y resultados de pensiones bajas ni que en Chile, precisamente por eso, sigue el debate sobre la nueva propuesta para elevar la contribución al 14% como un recurso (criticable también) para tratar de llevar el ingreso de los jubilados al 70% – 80% de su último salario. Entre los críticos, un exsuperintendente del sistema de pensiones de Chile.
Con ese parámetro, se anticipa que las pensiones de la mayoría de los brasileños, cuya vida laboral transite en el nuevo sistema, también serían insuficientes. Más altas, eso sí, en cualquier caso, que las que se prevén produzca el SAR. Las condiciones de retiro de los trabajadores de Brasil serían mejores o, por decirlo de forma apropiada, menos insufribles que las que se esperan para los afiliados al sistema mexicano.
En México no ha vuelto a tenerse un debate sobre el SAR desde que se discutía su implantación en 1997 (con base en las expectativas del modelo importado y sin tomar en cuenta que la contribución del trabajador y la total estaban lejos de los parámetros internacionales). Como si las insuficiencias tantas veces explicadas y referidas no importaran. Y no hay debate porque no se han presentado reformas de calado que tiendan a elevar la expectativa de pensión ya no digamos al 70%. Ni siquiera al 40%. Ni alguna otra, para algún otro de sus grandes pendientes.
El tiempo corre en contra de nuestros afiliados de origen.
Foto: Carolina Bello . Renta variable de mercados emergentes: un análisis regional
Los países de los mercados emergentes han sido objeto de un gran cúmulo de noticias durante el primer semestre de 2019, motivadas tanto por la incesante guerra comercial que el presidente Trump mantiene con China o, más recientemente, el conflicto con México; las tribulaciones de Turquía, que siguen causando una inestabilidad económica en el ámbito interno; o las elecciones democráticas más grandes del mundo que India está celebrando con éxito.
En este contexto de mercado en constante cambio para la renta variable de mercados emergentes, pensamos que sería oportuno esbozar nuestras perspectivas actuales sobre asignación regional, destacando nuestras regiones preferidas, aquellas en las que mantenemos una postura más neutral y las áreas respecto a las cuales somos más cautos.
China
Empezando con China, somos moderadamente optimistas sobre este mercado al creer que la probable adopción de nuevas medidas de estímulo locales debería actuar como contrapeso de la relación cada vez más conflictiva con Estados Unidos. Los problemas de expansión cíclica causados por la guerra comercial y el lento crecimiento externo pueden paliarse mediante una política monetaria, fiscal e industrial adicional, mientras siga siendo favorable el giro estructural centrado en el consumo interior, los coeficientes de deuda estables, la calidad reforzada en el ámbito macro y micro, unido al apoyo del capital que conlleva la internacionalización de los mercados de capitales.
Dicho esto, en vista de los aranceles del 25% aplicados por la administración Trump sobre casi todas las exportaciones de China a EE.UU, hemos reducido nuestra previsión de crecimiento de China para reflejar el deterioro del entorno económico mundial en un contexto de reciente escalada de tensiones en el comercio y la tecnología. Hemos recortado nuestra previsión de crecimiento del PIB para 2019 en 50 pb hasta el 6,0% y para el 2020 en 70 pbs hasta el 5,5%.
Dados los recientes retrocesos del mercado, abogamos por las oportunidades que brindan actualmente las acciones H-Share con valor más atractivo (negociadas en la bolsa de valores de Hong Kong) frente a las acciones tradicionales A-Share que se negocian en China continental. Es interesante observar que los índices MSCI comenzaron su exposición al mercado A-Share en junio de 2019 y, por lo tanto, es posible que veamos una mayor actividad en este segmento, sobre la cual estaremos muy pendientes.
A corto plazo, nuestra atención se centra en los beneficiarios de los estímulos de orientación nacional (seguros, inmobiliarias, marcas blancas, automoción), aunque no podemos descartar una posible apreciación de los valores orientados a la exportación si se alcanza una resolución en la guerra comercial.
El anuncio de reestructuración de Baoshang Bank (un banco comercial urbano radicado en Baotou, en el interior de Mongolia), que implicaba una absorción temporal durante un año debido al riesgo de crédito, nos sirvió de recordatorio del incesante saneamiento bancario que viene aplicándose desde hace varios años.
La depreciación gradual pero constante que están sufriendo los bancos más pequeños de China bajo el yugo regulatorio no es, a nuestro juicio, sintomático de riesgos crecientes en el sistema financiero. Todo lo contrario; creemos que forma parte del proceso de eliminación de riesgo asociado al desapalancamiento y reducción de riesgos a costa del crecimiento.
En nuestra opinión, parece haber muy poco riesgo sistémico gracias a los esfuerzos anticipados y coordinados en materia normativa que llevan realizándose desde hace más de dos años para mantener el sistema saneado. El Banco Popular de China (PBoC) ha tratado de reducir los daños colaterales tranquilizando al mercado mediante la promesa de inyectar una liquidez suficiente en el sistema, afirmando que Baoshang Bank es un caso aislado y que no tiene planes de absorber otro banco. En resumen, el banco central de China trató de calmar a los inversores afirmando que los reguladores no estaban planeando ninguna medida más de ese tipo por el momento.
Turquía, Rusia y otras regiones atractivas
Nuestra visión sobre Turquía es positiva al presentar valoraciones atractivas tras la reciente turbulencia del mercado, y también por tener soportes «top-down» (basados en el análisis deductivo) que consideramos sólidos. El riesgo es que los controles de capital blandos puedan transformarse potencialmente en controles duros, lo que nos lleva a decantarnos por empresas con beneficios estables procedentes del extranjero, con capacidad para fijar precios y sin deuda, por ejemplo, la compañía de bienes de consumo básico Coca Cola Icecek.
Rusia es otro mercado fuertemente favorecido: a nuestro juicio, presenta una alta credibilidad y sólidos fundamentales corporativos, además de ofrecer una rentabilidad creciente y buenas ratios de cobertura. Somos optimistas sobre las compañías cíclicas del país que operan en el sector del acero y el petróleo seleccionado. Hungría, Colombia y Grecia también se consideran atractivos en la actualidad, si bien estos mercados menos líquidos pueden ser vulnerables a cambios del sentimiento hacia el riesgo en términos de dólares estadounidenses en esta clase de activos, así como a problemas en las elecciones locales en la UE.
India
El mercado indio ha registrado un brote de euforia poselectoral y las empresas que supuestamente se beneficiarían del segundo mandato del primer ministro Modi ya han experimentado un fuerte tirón alcista. Con todo, son los fundamentales los que están cobrando protagonismo, no las cuestiones políticas o temáticas, en nuestra opinión. Hasta ahora habían dependido enormemente de la salud de la economía estadounidense; sin embargo, con el pico del crecimiento supuestamente superado y las tensiones comerciales in crescendo, nos parece importante no perder de vista en ningún momento los posibles riesgos bajistas.
El holgado resultado de Modi en su reelección ha eliminado un buen grado de incertidumbre en la economía india; la generación de empleo se expandió por 14 meses consecutivos, siendo el avance de mayo el más fuerte que se registra desde febrero. Esto podría reflejar parcialmente el optimismo de los empresarios en torno al resultado de los comicios así como las expectativas de un respaldo al crecimiento a corto plazo. Estaremos muy atentos a los datos del primer trimestre tras su reelección, en busca de estímulos concretos en el mercado y un impulso de reforma.
Actualmente mantenemos una postura neutral con respecto a India debido a los altos precios del mercado, aunque el respaldo de políticas y el fuerte crecimiento interior resultan alentadores. Por otro lado, somos optimistas sobre los bancos que han salido de un largo ciclo de estrés y, a nuestro juicio, tienen visos de convertirse en apuestas defensivas, aun cuando la economía se vea sumida en una desaceleración adicional, dadas sus mejores perspectivas de crecimiento y ratios reforzadas de sus balances. Además, se espera que el Banco de Reserva de India (RBI) recorte los tipos ante las débiles cifras de crecimiento del PIB, la benigna inflación y la liquidez todavía ajustada.
Taiwán y Corea
Con respecto a Taiwán, nuestra perspectiva ha mejorado debido a unas métricas top-down e bottom-up más atractivas. El mercado sigue adoleciendo de datos dispares y la perspectiva del crecimiento de los mercados desarrollados todavía ejerce una influencia negativa en él. Por otro lado, las próximas elecciones presidenciales previstas al final del año, unido al reducido margen para dar un giro a la política monetaria o fiscal, sugieren que Taiwán no se encuentra en condiciones óptimas, lo cual nos lleva a mantener cierto grado de cautela.
Algunas posiciones selectas en tecnología y sensibles a China se beneficiarían sustancialmente en el supuesto de que EE.UU. y China alcanzasen un acuerdo. Por su parte, Corea, que está considerado como pionero del comercio mundial, ha venido sufriendo algunos fuertes baches en relación con la exportación. Sin embargo, en vista de los fuertes retrocesos que han comprimido las valoraciones, creemos que buena parte de esto ya está descontado. Aunque el mercado sigue siendo asequible, la economía continúa pasando apuros debido al parco crecimiento, las opciones de política y los altos niveles de deuda nacional, una situación que nos lleva a permanecer neutrales.
México y Brasil
Nuestra visión cauta sobre México y Brasil también han mejorado en las últimas semanas. Con la resolución que aparentemente se alcanzará en la guerra comercial con México o la suspensión de nuevas asignaciones arancelarias, creemos que los puntos de entrada por valoración y divisa ofrecen un argumento de compra relativo en determinados títulos líquidos de alta calidad que presentan unos flujos de caja disponibles favorables. En Brasil prevemos que podría haber más potencial alcista en el tercer trimestre a medida que se logran modestas reformas estatales.
Arabia Saudí y mercados del Consejo de Coperación del Golfo (GCC)
Después de ser uno de nuestros mercados preferidos durante los últimos dos años, nos hemos vuelto más cautos con respecto a Arabia Saudí. Los mercados que conforman el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC, por sus siglas en inglés) sufrieron una brusca corrección en mayo ante la intensa recogida de beneficios que desató el creciente temor por la escalada de tensiones entre Estados Unidos e Irán y la débil coyuntura mundial. El S&P GCC composite Index retrocedió un 5,43% en ese mes.
Eso sucedió simultáneamente a la primera etapa de inclusión del MSCI Emerging Market Index en el mercado, que registró un volumen de negociación de casi 8.000 millones de dólares en la Bolsa de Tadawul. La ponderación de Arabia Saudí en el MSCI EM Index roza actualmente el 3%, mientras que la ponderación total de Oriente Medio y África del Norte en dicho índice alcanza ya el 3,3%, y estimamos que podría aumentar hasta el 5,4% para junio de 2020.
A pesar del creciente riesgo de cola asociado a un posible shock de oferta de crudo en Oriente Medio, no creemos que tenga una elevada probabilidad de materializarse. Creemos que la retórica entre EE.UU e Irán irá remitiendo en los próximos trimestres y la probabilidad de que estalle una guerra sin cuartel entre ambos países nos parece baja, aunque no mínima.
Pensamos que los mercados GCC concederán más importancia a la sólida recuperación interior que ya se está desplegando sobre el terreno. Los precios del petróleo permanentemente altos, unido a los nuevos programas de bonos soberanos, han dado confianza a los gobiernos regionales para retomar sus programas de gasto. Por lo demás, creemos que la inversión interior más sólida debería reflejarse en un crecimiento de los préstamos bancarios y de los beneficios empresariales este año y el siguiente.
Otras áreas que imponen cautela
Malasia ha supuesto una especie de enigma. A pesar de las recientes caídas, una pérdida de beneficios implica que las valoraciones no son tan baratas como parece (como consecuencia del fuerte ritmo de descenso de los beneficios por acción conforme se deprecian los valores). El mercado se está preparando para afrontar las secuelas del cambio de régimen y del parco crecimiento económico, aunque todavía no existen indicios concluyentes y las valoraciones son algo elevadas al tratarse de un mercado orientado hacia el interior.
Sin embargo, es un mercado difícil a juzgar por los valores que contiene; de ahí que mantengamos la cautela. Indonesia es un mercado de alto crecimiento orientado hacia el interior que posee un nuevo gobierno y, por tanto, más complicado desde el punto de vista bursátil. Esto nos lleva a aplicar un enfoque de selección de acciones más selectivo. Filipinas, Perú, Chile, Catar y Tailandia son mercados que consideramos caros, al no presentar catalizadores positivos a corto plazo en términos relativos.
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Columna de Tim Love, director de inversiones de GAM Investments
Foto: BLM por Jonathan Moor. Baja de tasas de la Fed: oxígeno para el fuego de la siguiente recesión
El 31 de julio la Fed decidió, con votación dividida, reducir su tasa de interés en 0,25% después de 10 años de no realizar ningún recorte. Los motivos expuestos fueron debilidad inflacionaria y guerra comercial afectando el crecimiento. Se recalcó que dicho recorte tiene carácter de “preventivo”, y que no implica un ciclo de recorte de tasas más profundo, sino más bien un ajuste de “mitad de ciclo”.
Hay que recordar que la Fed tiene un doble mandato: controlar la inflación y promover el pleno empleo en la economía. Si bien en EE.UU. la inflación se ha mostrado contenida, e incluso por debajo de la meta del banco central, el crecimiento ha mostrado síntomas de ralentización como resultado de la guerra comercial que ha emprendido Trump contra el resto del mundo. Este fue el mayor detonante de la Fed para realizar el recorte en tasas: dar un impulso extra a una economía que parecía estar estancándose. Pero ¿qué efectos secundarios podría traer esta decisión? ¿Históricamente los recortes a “mitad del ciclo” que consecuencias suelen tener? Uno de los efectos más importantes es un repunte en la inflación a través de un encarecimiento del mercado laboral.
Para apreciar esto, hay que recordar un indicador importante: el NAIRU (Non-Accelerating Inflation Rate of Unemployment, por sus siglas en inglés). En esencia, nos indica el nivel de desempleo teórico en la economía que no causa inflación extra, es decir, cualquier tasa de desempleo menor al NAIRU empezará a causar presiones inflacionarias a través de presiones en el mercado laboral.
En la (Gráfica 1), se muestra cómo ha funcionado históricamente.
Actualmente la diferencia entre U3 menos NAIRU se encuentra en terrenos negativos, es decir, en riesgo de generar presiones inflacionarias.
Ahora bien, desde hace 12 meses, otro indicador importante ha levantado señales de alarma: los puestos disponibles de trabajo vs. la gente buscando trabajo (Gráfica 2). Actualmente hay más puestos de trabajo disponible que gente desempleada. Este fenómeno tenderá a aumentar las presiones en sueldos, derivando eventualmente en inflación.
De lo anterior se concluye, que hay varios factores que apuntan a que la inflación podría repuntar en los próximos meses. Asimismo, también hay factores que apuntan que una recesión en EE.UU. aún no es inminente (tasa de desempleo en mínimos, diferencial de tasas de 10 y 2 años aún positiva, PMI aún en terrenos de expansión, entre otros). Entonces, dado el doble mandato de la Fed, ¿Qué es lo que buscará combatir: repunte inflacionario o desaceleración económica?
Dado que actualmente la inflación está contenida, hace sentido que la Fed esté preocupada por combatir la ralentización económica. Sin embargo, históricamente, la Fed ha dado prioridad a combatir una inflación descontrolada que a combatir una ralentización económica. Los círculos naranjas en la (Gráfica 3) muestran las veces en las que la Fed ha decidido aumentar tasas para combatir la inflación. Curiosamente, dicho aumento de tasas siempre va acompañado de una recesión, pocos meses después. De ahí el dicho: “el ciclo económico no muere de viejo, lo mata la Fed”.
Entonces, ¿este ciclo será diferente? El mercado está pensando que sí. En la (Gráfica 4) se muestra el consenso de hacia donde cree el mercado se va a mover la tasa de la FED. En los próximos 12 meses el mercado espera que la tasa de la Fed alcance el 1%, es decir, 5 recortes de 0.25% más. Eso solo se podría lograr con una inflación contenida.
Sin embargo, yo creo que esta vez será igual a las anteriores. La mesa está puesta para que la inflación empiece a repuntar, y la baja de tasas de la FED lo único que hará será seguir calentando una economía que ya está trabajando arriba de su pleno empleo, eventualmente causando inflación, y reactivando el ciclo alcista de las tasas de una manera más agresiva. Esto implicará una inyección de oxígeno al fuego de la siguiente recesión. Si bien no creo que esto suceda en el corto plazo, sí lo hará en el mediano (de 12-18 meses), y con un poco de suerte, en medio de las elecciones en EE.UU. ¿Por qué? Hay que recordar que, en tiempos de elección, al presidente que busca reelegirse le suele costar mucho trabajo hacerlo ante una economía debilitándose o en recesión, y de concretarse un cambio de partido en la presidencia de EE.UU., una baja en las tensiones comerciales y geopolíticas serían muy bienvenidas por los mercados globales.
Columna de Franklin Templeton, escrita por Luis Gonzalí, CFA
El electorado argentino se ha pronunciado y el mensaje que ha dado el domingo 11 de agosto es contundente, si no ocurre un milagro para el oficialismo, Alberto Fernández va a ser el próximo presidente de Argentina.
Ni los políticos más optimistas del Frente de Todos (agrupación a la cual pertenece Alberto Fernández) esperaban un resultado con una diferencia de tal magnitud (más de 15%). Las encuestas, cuya credibilidad ha quedado por el piso, tenían proyecciones que iban desde el empate, las más favorables al oficialismo, hasta una victoria por 7 u 8 puntos por parte del peronismo.
La derrota fue aun peor en la Provincia de Buenos Aires, donde Juntos por el Cambio presentaba su candidato con mejor imagen, María Eugenia Vidal. El oficialismo se vio derrotado en todas las provincias con excepción de Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires, pero
aún en estos casos la diferencia fue menor a la esperada.
El efecto de este acontecimiento en los activos argentinos ya es conocido por todos: i) Depreciación de casi 30% para el peso argentino; ii) ADRs con caídas de más del 50%; iii) Bonos
cotizando con paridades cercanas al 50% para casi toda la curva soberana, empinando aún más una curva ya empinada; iv) CDS de 5 años arriba de los 2000 bps.
Es claro que las cotizaciones de bonos argentinos que antes reflejaban una reestructura amigable (estiramiento de plazos principalmente, al estilo Uruguay en 2003), hoy ya reflejan un potencial recorte en el valor nominal de los bonos (más similar a la reestructura Argentina
2005).
El salto del tipo de cambio, con la mayor parte de la deuda denominada en dólares, provoca que una situación de problemas de liquidez se pueda ir transformando en un caso de insolvencia.
La incertidumbre de los inversores en este momento es mayúscula. Se hace un examen minucioso de todo aquello que dice, o deja de decir, Alberto Fernández, buscando pistas de si el próximo gobierno va a ser similar al último del periodo Kirchnerista (2011-2015) o si
veremos una versión más amigable con los mercados.
Su discurso al momento es de una ambivalencia que parece perfectamente estudiada.
Tomemos por ejemplo sus declaraciones con respecto a que piensa hacer con la deuda argentina. Por un lado, declara que bajo ningún contexto Argentina va a ir al default, pero al mismo tiempo critica al gobierno por haber llevado la deuda a niveles insostenibles.
Algo similar ocurre con la Política Monetaria, haciendo mención que hoy el tipo de cambio parecería estar en valores de equilibrio y que el Banco Central no debería usar reservas para sostener el dólar artificialmente, pero al mismo tiempo Sergio Massa (primer candidato a Diputados por la Provincia de Buenos Aires) cuestionando al Banco Central por la devaluación excesiva del dólar.
Parecería que la estrategia de la oposición es de ayudar lo mínimo indispensable para que la situación no se convierta en un caos, pero nada más allá de eso.
También es una incógnita quienes van a ser los principales referentes en materia económica en un futuro gobierno de Alberto Fernández. Se especula que Guillermo Nielsen (Subsecretario de Finanzas durante la gestión de Roberto Lavagna) y Matias Kulfas (ocupó la Gerencia del BCRA cuando Mercedes Marcó del Pont era presidenta), son los principales candidatos, pero nada se sabe a ciencia cierta.
Por otro el Gobierno está atrapado en el dilema entre seguir en modo campaña electoral hasta octubre o aceptar que la probabilidad de mantener el gobierno es casi nula y por lo tanto comenzar una especie de transición.
Es cierto que el gobierno no puede abandonar la carrera electoral ya que en Octubre no solo se elige presidente y gobernadores, sino que también se renueva una parte significativa del poder legislativo, y con una votación similar, el peronismo está muy cercano a conseguir la mayoría absoluta. Pero también es cierto que lo que se necesita en este momento es actuar de la mejor forma posible para frenar este temporal.
La conferencia de prensa de Mauricio Macri del día Lunes 12 tampoco ayudo en los más mínimo para tranquilizar a los mercados. El presidente mencionó que los movimientos de los activos eran producto que el Kirchnerismo no es creíble y que la oposición debe hacer algo para ganar la credibilidad. Si bien esto probablemente sea cierto, manteniendo este discurso el presidente no es consciente que sigue alimentando una suerte de profecía autocumplida donde la más perjudicada va a ser la actual administración.
Se esperaba otro mensaje por parte del presidente argentino, donde comunicara medidas en materia económica o cambios en el gabinete (principalmente los elementos más “políticos” como Marcos Peña, fefe de gabinete), pero nada de ello ocurrió. Prevaleció en el gobierno la idea de luchar hasta el final evadiendo la realidad a toda costa.
Argentina no solo no tiene un sistema parlamentario, como la mayor parte de los países europeos, que permitiría una transición rápida en casos como este, sino que la problemática se ve agravada por un sistema de relección donde el presidente es al mismo tiempo candidato.
¿Cuál sería el mensaje ideal por parte de los dos frentes?
Por el lado de la oposición, Alberto Fernández debería emular a su amigo Lula da Silva, y tomar como ejemplo su “Carta al Pueblo Brasileño” del 2002, donde Lula, por aquel momento candidato a presidente, expresó su voluntad de cumplir los contratos firmados por su país, aumentando la tranquilidad del mercado.
El gobierno también debe colaborar, no solo utilizando todas las herramientas que estén a su alcance para contener la situación, sino también teniendo un discurso menos confrontativo e ir generando espacios donde se pueda empezar a conversar con la oposición. Si no es entre Fernández y Macri, por lo menos que sea entre los referentes de cada espacio.
La clase política Argentina tiene que superar su historial de autodestrucción y tratar de estar a la altura de esta encrucijada histórica.
Juan Manuel Lissignoli, CFA, es Portfolio Manager Cono Sur de QUEST ANDBANK/Wealth Managers
Foto: Alanas Pantry, Flickr, Creative Commons. Ventajas que aportan al inversor los fondos perfilados
Los fondos perfilados ya suponen el 22% de la industria de fondos de nuestro país. Las gestoras bancarias y, cada vez más las independientes, pujan por estos fondos que, según un proceso tecnológico de clasificación de los inversores, crean unas carteras acortes para cada perfil de riesgo.
La tecnología facilita la organización de los inversores según sus necesidades económicas, sus expectativas de ganancias y su capacidad para asumir riesgos. Así, con un test de idoneidad se puede conocer el perfil en el que encaja el inversor y los productos ad hoc.
La tecnología hace que cualquier persona con acceso a Internet tenga acceso a la información y, por tanto, no existan barreras a la hora de invertir. Esto, a su vez, aumenta la competencia entre las gestoras, lo que se traduce en un mejor servicio al cliente, mejores comisiones, mayor transparencia y mejor gestión.
Con el perfilado tecnológico del inversor, por un lado, las gestoras se acercan a sus clientes por un canal totalmente diferente (y que ya usan habitualmente) y, por otro, proporcionar un servicio y una experiencia al usuario mejorados. En este sentido, en la tecnología reside una oportunidad, especialmente para las gestoras independientes.
La perfilación automática, siempre que esté bien diseñada, va a ser incluso más adecuada que la que se ha dado tradicionalmente en las grandes redes de distribución. Por supuesto, cuanta más información se disponga del cliente, más exacta será dicha perfilación y más automática; de ahí el interés cada vez más creciente en el análisis de datos de los clientes. En cualquier caso, siempre habrá clientes con unas necesidades más complejas para los que el asesoramiento automático no sea suficiente.
En caso de que el perfil del inversor varíe con el tiempo o por motivos personales, la tecnología facilita en tiempo y costes el volver a realizar su clasificación y, gracias a las ventajas fiscales de traspasar los fondos, el inversor puede cambiar a otro fondo sin tributar por ello.
Además, los fondos perfilados con gestión activa son un ejemplo más de que fintech y labor humana pueden convivir y mejorar la experiencia del inversor pues, tras un proceso técnico de perfilado del inversor, éste entra a invertir en fondos de inversión gestionados específicamente por expertos que seleccionan las oportunidades más adecuadas para cada del perfil de riesgo y según la visión de los mercados en cada momento.
Columna de Patricia Mata, responsable de imdi funds
Pixabay CC0 Public DomainFoto: 12019. Una senda sinuosa en los mercados
Después de los acusados descensos observados en los últimos compases de 2018, los mercados bursátiles vuelven a acercarse a sus cotas máximas históricas. Y eso a pesar del recrudecimiento de las tensiones geopolíticas en el Golfo Pérsico, los riesgos de una salida desordenada del Reino Unido de la UE, los datos económicos más débiles y la revisión a la baja de las previsiones de beneficios de valores de todos los mercados principales por parte de los analistas de empresas profesionales. A esto se suman las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y prácticamente todos los países del mundo. Por otra parte, los rendimientos de la deuda pública se han desplomado, una situación derivada más propiamente del miedo que del optimismo. ¿Daría esto a entender que los mercados están desconectados? Quizá, pero no tiene por qué.
Las curvas de tipos de Estados Unidos, el Reino Unido y Europa se han invertido en el tramo corto, es decir, los inversores han conseguido que las valoraciones del mercado reflejen la certeza de que, en los dos próximos años, los tipos de interés a un día controlados por los principales bancos centrales serán más reducidos que actualmente. De hecho, en Estados Unidos, el mercado de renta fija ya refleja la certidumbre de que durante los diez próximos años los tipos de interés se situarán en cotas más bajas que ahora. Asimismo, los mercados de renta fija británico y europeo reflejan la previsión de que los bancos centrales se verán obligados a mantener los tipos de interés por debajo de la tasa de inflación de forma indefinida, una política que históricamente puede haberse asociado a pronósticos de depresión económica.
Entonces, ¿por qué avanzan los mercados de renta variable a un ritmo que normalmente anuncia una expansión económica mundial? Hay quien opina que los mercados de renta variable revisten un mayor tamaño y contienen información prospectiva sobre miles de empresas individuales: conjugan la sabiduría de las masas. Dicho de forma más clara, esta perspectiva apostaría por que los mercados de renta variable son más inteligentes. Siguiendo esta línea de pensamiento, llegamos a la conclusión de que los mercados de renta fija están totalmente equivocados, de que los datos económicos están a punto de tocar fondo, y de que la resolución de las incertidumbres comerciales a corto plazo desembocará en una potente expansión económica reflacionista durante el segundo semestre del año.
Esta opinión puede convertirse en profética. La conclusión más importante de esta perspectiva estribaría en que uno de los dos mercados, o bien el de renta fija, o bien el de renta variable, sufrirá una terrible caída. Si la «perspectiva a favor del mercado de renta variable» se revelase acertada, solo podríamos ganar dinero vendiendo bonos con la esperanza de que era seguro que iban a retroceder de forma acusada (como ya reflejarían los precios de las acciones). Si la acertada fuese la «perspectiva a favor del mercado de renta fija», solo podríamos ganar dinero vendiendo valores de renta variable antes de que se hundan (como ya reflejarían los precios de los bonos).
Este es el tipo de discrepancia en los precios que tanto gusta a los inversores que invierten en varios tipos de activos, como yo, puesto que les permite posicionar sus carteras para que generen una rentabilidad superior a la media sin tener que crearse una opinión sobre cuál será el desenlace futuro más probable. Sin embargo, no hace falta que creamos que la discordancia cognitiva estipula el precio de los mercados de activos financieros de mayor tamaño y más líquidos del mundo. Existe una coyuntura en la que los mercados de renta variable y renta fija presentan precios coherentes entre sí. Imaginemos una situación en la que los bancos centrales rebajan los tipos lo suficiente para evitar la recesión, pero no son capaces de generar la inflación que les permitiría volver a subir los tipos de interés en el futuro próximo.
En un entorno de estas características, las perspectivas de crecimiento de los beneficios serían desalentadoras, y las acciones capaces de aumentar sus ingresos brutos mediante su exposición a nuevos mercados o su capacidad para ganar cuota de mercado atraerían un múltiplo mucho más elevado que aquellas empresas que dependen del crecimiento económico generalizado para prosperar. Con un telón de fondo así, las grandes empresas con negocios de éxito diversificados y estados financieros sólidos no necesitarán incrementar el rendimiento adicional que tienen que ofrecer para obtener financiación mediante deuda, aunque los prestatarios en dificultades que precisan de un giro alcista en el crecimiento económico para sobrevivir tendrán problemas.
Llamémoslo la «japonificación» mundial. Esta coyuntura no se aleja demasiado de la que descuentan tanto los mercados de bonos como los de acciones.
Aunque la «japonificación» mundial no suene descabellada, de hacerse realidad esta perspectiva, entrañaría riesgos. Esos riesgos se manifestarían de dos formas principalmente. En primer lugar, una recesión de los beneficios probablemente desestabilizaría el segmento de la renta variable. Como ya hemos comentado, el crecimiento económico está perdiendo fuelle, y los analistas de empresas están revisando a la baja sus previsiones de beneficios para 2019.
Esos analistas todavía no han recortado sus pronósticos de beneficios para 2020, y la flaqueza económica prolongada podría debilitar la rentabilidad de los mercados de ahora en adelante. En segundo lugar, en ausencia de crecimiento de los beneficios, las cotizaciones de la renta variable han tendido al alza porque los múltiplos de los beneficios se han expandido, y parece que lo han hecho, principalmente porque los rendimientos de la renta fija han retrocedido a causa del entorno económico más débil. Queda por ver si los múltiplos podrán mantenerse en niveles históricamente elevados en caso de que no se materialicen las cuatro subidas de tipos que ya reflejan las valoraciones de los bonos del Tesoro estadounidense.
Los mercados de commodities han replicado el repunte en el riesgo durante el primer semestre del año, lo que resulta alentador, puesto que también suelen replicar el crecimiento. No obstante, en vista de la debilidad de los indicadores macroeconómicos adelantados, hemos decidido cambiar nuestra postura de preferencia a neutral, en consonancia con nuestras previsiones de un crecimiento endeble, pero positivo.
La sinuosa senda que hay que seguir para mantener el ritmo con los mercados sólidos se puede sortear con éxito. Creemos que existen acciones de empresas excelentes que ofrecen valor, pese a los riesgos comentados, y mantenemos en ellas una ponderación neutral. Sin embargo, puesto que somos conscientes de que el riesgo de equivocarnos es mayor de lo habitual, hemos reducido el riesgo global de la cartera asumido en las carteras de asignación de activos de rentabilidad total y buscaremos oportunidades para incrementarlo cuando las clases de activos ofrezcan una prima de riesgo más sustancial.
Columna de opinión de Maya Bhandari, gestora del fondo Threadneedle (Lux) Global Multi Asset Income en Columbia Threadneedle Investors.
Pixabay CC0 Public Domain. Guerra comercial: ¿quiénes son los ganadores y los perdedores?
China es el país que más ha sufrido hasta la fecha aunque EE.UU. también se enfrenta al dolor en el futuro. Vietnam, Corea del Sur y Taiwán han visto aumentar las exportaciones de EE.UU., pero con poco beneficio neto, debido a la disminución de las exportaciones a China. El oro ha sido el mayor ganador de la guerra comercial. Las acciones de los mercados emergentes han sufrido grandes pérdidas y las monedas refugio han registrado grandes ganancias. Una plena guerra comercial o de divisas y un retroceso de la globalización no beneficiarán a nadie. Las acciones de EE.UU. han debilitado el régimen comercial mundial de un modo multilateral. En este contexto, estamos a favor de una inclinación defensiva de las carteras.
¿Qué ha ocurrido hasta ahora?
Desde marzo de 2018, cuando el presidente Donald Trump impuso aranceles del 25% a las importaciones de acero, las tensiones y aranceles entre Estados Unidos y China han aumentado, y el comercio más débil ha contribuido a una desaceleración del crecimiento mundial. Los mercados se vieron cada vez más afectados a finales de 2018. El tuit del presidente Trump del 1 de agosto proponía aranceles adicionales sobre los 300.000 millones de dólares estadounidenses restantes de las importaciones chinas en mercados amplios. La respuesta de China de dejar que el yuan se debilitara por debajo de siete a causa del dólar propagó el pánico, con el presidente Trump tildando al país de «manipulador de la moneda». Ahora ciframos el riesgo de una ruptura de las negociaciones comerciales en un 40%, en comparación con el 25% anterior.
Ganadores y perdedores: la perspectiva macro
Nuestro modelo muestra indicadores de crecimiento clave que se desaceleran desde 2018, con la economía de EE.UU. aguantando relativamente bien, Europa sufriendo y China deteriorándose considerablemente. El empleo en EE.UU. y Europa se ha debilitado. En general, la inflación sigue siendo moderada, pero los bancos centrales de todo el mundo han tomado medidas para amortiguar el impacto de la desaceleración del comercio.
El crecimiento chino se ha desacelerado desde el 6,8% en el primer trimestre de 2018 hasta el 6,2% en el segundo trimestre de 2019, y el golpe se ha suavizado con medidas fiscales, monetarias y crediticias. Se ha acelerado el desplazamiento no sólo de las empresas manufactureras de nivel inferior, sino también de las empresas de tecnología y bienes de consumo de China a sus vecinos, entre ellos Tailandia y Malasia. Prevemos que el crecimiento chino se reducirá al 6,0% en 2020. Aun así, las autoridades pueden intensificar las medidas de estabilización del crecimiento y la reducción de los tipos de interés en Estados Unidos será de gran ayuda. Además, los líderes de China pueden tener una visión a largo plazo, a diferencia del presidente Trump, que se enfrenta a la reelección en 2020.
En EE.UU., el impacto ha sido más moderado, pero una desaceleración de la economía china debería conducir finalmente a una mayor inflación en los EE.UU. y a una disminución de los beneficios y del crecimiento de las empresas. Los nuevos aranceles propuestos se aplicarán a los bienes de consumo para los que China tiene menos competidores, lo que dificulta el cambio para los compradores estadounidenses. Los aranceles están perjudicando cada vez más a los sectores industrial, agrícola, energético y de transporte de EE.UU., lo que afecta gravemente a la base de votantes de Trump. Los líderes agrícolas quieren un trato. Las compañías de camiones y de energía han registrado caídas de dos dígitos sólo en agosto. Vemos que el crecimiento de los EE.UU. en 2020 se reducirá del 2,3% este año al 1,8% el próximo.
En Europa, las economías orientadas a la exportación (Italia y Alemania) se han visto muy afectadas por una demanda más débil. En Asia, economías como la India, Indonesia y Filipinas han resistido relativamente bien. Vietnam, Corea y Taiwán se han beneficiado de la sustitución de exportaciones a los EE.UU. y, en algunos casos, de la reorientación gradual de la inversión a medida que las cadenas de suministro mundiales cambian. Pero incluso en este caso, el aumento de las exportaciones de EE.UU. se ha visto compensado en gran medida por la disminución de las exportaciones de materiales de partida a China, lo que ha dejado una pequeña ganancia neta. Las tres economías se desaceleraron en el primer trimestre de 2019.
Enfoque de clase de activos: oro, acciones, renta fija y divisas
El mayor ‘ganador’ de la guerra comercial hasta ahora ha sido el oro, que ha ganado un 14% desde marzo de 2018.
En renta variable, los mercados emergentes han sufrido los mayores golpes, con el índice MSCI EM cayendo un 16% desde marzo de 2018, liderado por China. Los sectores de la energía y los materiales han sufrido mucho. Sin embargo, en Estados Unidos, los principales índices se mantienen cerca de máximos históricos. Europa también ha demostrado ser comparativamente resistente, con la ayuda, en ambos casos, de bancos centrales que la apoyan. Estamos a favor de mantener las carteras bien equilibradas entre valores cíclicos y defensivos, y hemos renovado nuestras coberturas de cartera (opciones de venta de los principales índices bursátiles) hasta noviembre de 2019.
En cuanto a la renta fija, la huida hacia la seguridad ha recortado drásticamente los rendimientos de los mercados desarrollados desde 2018, y las curvas de rendimiento se han aplanado. El rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años alcanzó su nivel más bajo desde hace varios años el 1 de agosto, tras el primer recorte de los tipos de interés de la Reserva Federal (FED) desde 2008. La curva de rendimiento soberana alemana ha caído totalmente en terreno negativo, y el stock de deuda pública de rendimiento negativo a nivel mundial se sitúa ahora en 15,6 billones de dólares. Los diferenciales de crédito de los mercados emergentes se han ampliado en el último mes, aunque los bonos corporativos de los mercados emergentes en moneda fuerte -en los que mantenemos cierta sobreponderación- se han mantenido más resistentes.
En cuanto a las monedas, los «refugios seguros» tradicionales (dólar americano, franco suizo y yen japonés) han ganado terreno, mientras que las monedas con un beta más alto, las líquidas y las expuestas al comercio se han visto afectadas. Desde marzo de 2018, el yuan (CNY) se ha depreciado un 10% frente al dólar, pero sólo un poco más de un 1% frente al euro, lo que supone un cierto rechazo a las afirmaciones de manipulación de divisas. Aunque todavía vemos que el obstáculo para una devaluación importante del CNY es tan alto, hemos revisado a la baja nuestras previsiones de USDCNY a 7,05 para el cuarto trimestre y 7,00 para el primer trimestre de 2020. En las carteras, mantenemos un sesgo a la baja en el dólar, y nos hemos vuelto cautelosos con las divisas EM FX.
¿Adónde vamos desde aquí?
Mientras que los aranceles pueden conducir a «ganadores» individuales y a una guerra comercial completa, el proteccionismo y una inversión de décadas de globalización perjudicarían a las economías en general, golpeando a los mercados emergentes con especial dureza. Así, los riesgos de recesión mundial están aumentando. Más de la mitad de los países del índice de gerentes de compras (PMI) se encuentran ahora en territorio de contracción.
Los bancos centrales de los mercados desarrollados tienen poco margen para actuar en una recesión, a menos que recurran a medidas más poco convencionales. Los tipos bajos provocan el temor de que se produzca una nueva burbuja inmobiliaria en algunos mercados (por ejemplo, Dinamarca) y contribuyen al aumento de la deuda mundial, que se sitúa en un nivel récord del 320% del PIB. Con la política monetaria agotada, es posible que algunos países no tengan más remedio que utilizar ajustes monetarios.
Mientras tanto, las acciones de Estados Unidos han puesto en peligro el régimen comercial multilateral basado en normas. La propensión del presidente Trump a utilizar los aranceles y las sanciones como instrumentos de política está envalentonando a otros actores. Asimismo, las amenazas de nuevos aranceles estadounidenses se ciernen sobre México y el sector del automóvil en Europa y Japón. Otra guerra comercial se está gestando en Asia entre Japón y Corea del Sur. Y gracias al veto de Estados Unidos a los nuevos jueces de apelación, el mecanismo de resolución de disputas de la Organización Mundial del Comercio se ha debilitado significativamente.
Si bien ni una guerra total de comercio ni una guerra de divisas es nuestro escenario central, destacamos la necesidad de precaución. Es probable que el apoyo de los gobiernos y de los bancos centrales tenga un impacto positivo pero limitado en el crecimiento. En nuestra opinión, el comercio sigue siendo la amenaza más importante para la economía mundial. Con esto en mente, estamos a favor de una inclinación defensiva en las carteras, manteniendo posiciones en oro y yen, y buscando fuentes alternativas de retorno y diversificación de la deuda de EM en divisas fuertes, el sector del real estate suizo y europeo y hedge funds.
Tribuna de Stéphane Monier, responsable de inversiones de Lombard Odier
Pixabay CC0 Public Domain. Se equivoca si cree que las mejores empresas están en Estados Unidos
Si bien es cierto que la renta variable estadounidense ha superado a la mayoría de los mercados regionales durante la última década, la rentabilidad basada en índices, que es en la que se fijan la mayor parte de los inversores, no cuenta toda la historia. Si analizamos las compañías de forma independiente, la situación es muy diferente a lo que podríamos pensar.
Desde 2009, muchas de las 50 compañías con las mejores rentabilidades anuales se situaban fuera de Estados Unidos. Durante gran parte de los diez años posteriores, entre el 80% y el 90% de ellas estaban domiciliadas en otros países. En ciertos sectores, Estados Unidos no es la región dominante. Muchas de las principales compañías del sector del lujo, como LVMH y Kering, se encuentran en Europa. Pensemos también en Louis Vuitton, Fendi y Gucci. Japón alberga a numerosas firmas robóticas de vanguardia, como Murata y Fanuc.
Entre las grandes farmacéuticas encontramos varias compañías innovadoras en Europa, como Astrazeneca, Novartis y Novo Nordisk. Además, las compañías no estadounidenses que reparten dividendos suelen ofrecer una rentabilidad superior. Todas estas razones justifican una asignación importante en renta variable global, aun cuando pensemos que los mercados estadounidenses van a mantenerse en cabeza.
Además, desde un punto de vista económica, Europa sigue firme a pesar de las dificultades. Recientemente, el Banco Central Europeo disipó los temores relativos a un endurecimiento prematuro de la política monetaria al afirmar que mantendría los tipos de interés durante 2019. Hemos asistido también a otras señales alentadoras para la economía europea. Los índices PMI del sector manufacturero se han estabilizado, incluso en Alemania e Italia, y los sectores de la construcción y los servicios han registrado una sólida actividad.
De hecho, la economía europea se ha mostrado sorprendentemente firme: la tasa de desempleo ha caído en la mayoría de las economías, salvo en Italia, y el aumento salarial y la disminución de la inflación han impulsado los ingresos reales. Los gobiernos han suavizado la política fiscal, recortando impuestos y aumentando el gasto público. Todo ello ha favorecido el consumo. La inversión empresarial también ha continuado creciendo. El resultado es que el crecimiento del PIB real de la eurozona se ha fortalecido durante el primer trimestre de 2019.
Uno de los principales problemas de la región es la incertidumbre política, y la posibilidad de que Europa se convierta en el nuevo objetivo de Estados Unidos en su guerra comercial. Aun así, las valoraciones del mercado de europeo ofrecen cierto respaldo. El ratio PER ajustado en función del ciclo del índice MSCI US se sitúa en 27, frente al 15 del índice MSCI Europe. Dicho descuento de valoración resulta evidente en los distintos sectores, tanto si los comparamos con el mercado estadounidense, como si lo hacemos con sus medias a largo plazo, lo que ofrece numerosas oportunidades a los inversores fundamentales de enfoque bottom-up.
Tribuna de Martyn Hole, Investment Director de Capital Group.
CC-BY-SA-2.0, Flickr. Redefiniendo las ventajas competitivas en la era digital
En los últimos 50 años, las compañías líderes del sector de consumo estable han prosperado en un mundo analógico, algo evidente por sus cuotas de mercado dominantes, el crecimiento cada vez mayor de sus ventas y el elevado retorno sobre el capital operativo que obtienen de forma sostenible. Sin embargo, la era digital plantea dos obstáculos fundamentales a esta prosperidad: el comercio electrónico y las nuevas plataformas comerciales, incluidas las redes sociales y las herramientas de búsqueda.
Acertamos al sugerir que el sector del consumo estable ha tardado en adaptarse: las tasas de crecimiento se han ralentizado, desde el entorno del 5% al 1%-2% y se ha llegado a hablar del “fin de grandes marcas”. Sin embargo, percibimos evidencias de que las compañías líderes de consumo estable están empezando a dominar la era digital. Una combinación de escala y habilidades está permitiendo prosperar a esas marcas líderes y el crecimiento de las ventas está repuntando de nuevo.
Comencemos con el comercio electrónico en China, donde cierta compañía nacional de venta a través de Internet se encuentra a la cabeza de los avances tecnológicos y la innovación, pues ofrece un ecosistema en línea que bien podría calificarse como la mejor plataforma de desarrollo de marca digital del mundo. A diferencia de lo que sucede en otras partes del mundo, las marcas tienen sus propias tiendas virtuales, donde ofrecen servicios como programas de fidelidad y retransmisiones en directo. Dichas tiendas virtuales las segmenta el proveedor de la plataforma, por ejemplo, “The Luxury Pavilion”, que otorga a las marcas de belleza de prestigio su propia sección, evitando que las marcas se saturen con ofertas para el mercado de masas o se coloquen junto a productos de limpieza para el hogar. El proveedor de la plataforma comparte datos sobre hábitos de consumo con las compañías de las grandes marcas, lo cual contribuye a acelerar la innovación de producto. La plataforma amplía drásticamente el alcance de una marca más allá de las ciudades de primer y segundo nivel, hasta localidades de nivel cuarto y quinto, incorporando de este modo 600 millones de consumidores potenciales (1).
Las compañías más importantes de consumo básico de China, incluidas las originarias de Europa y Estados Unidos, ya ven los frutos de su inversión digital, evidentes por la fuerte aceleración de las ventas de China. Por ejemplo, una gran compañía francesa de belleza que mantenemos en la cartera se anotó un crecimiento interanual del 26% en Asia-Pacífico en 2018, frente al alza del 11% que registró en 2017 y el avance, inferior al 5%, de 2015 y 2016 (1).
Más allá de China, existe una plataforma de comercio electrónico estadounidense de gran popularidad que domina el ámbito minorista digital, si bien, en claro contraste con su homólogo chino, no comparte datos de consumo, se centra en el precio más que en el desarrollo de marca y emplea su propia marca como competencia directa. Dicha conducta favorece la visión de consenso de que el fin de la compañía es destruir marcas, cuando, en realidad, la mayoría de sus marcas propias han fracasado frente a las compañías líderes de consumo básico, que han aprendido a competir en la plataforma con eficacia.
Estas compañías se aseguran de copar los primeros resultados en las búsquedas de palabras clave —lo cual resulta crucial, pues el 55% de todas las búsquedas de productos en Estados Unidos se realizan directamente en esta plataforma (2) – y centran sus esfuerzos en obtener altas calificaciones de sus clientes y reseñas favorables de sus productos. A estas compañías también les beneficia que haya más de un operador de comercio electrónico en Estados Unidos, pues las firmas tradicionales de venta al por menor han realizado importantes inversiones en sus propias ofertas a través de Internet.
En 2018, la compañía de venta al por menor tradicional número uno vio incrementadas sus ventas a través de Internet un 40%, mientras que la marca blanca más importante se anotó un aumento del 36% en las ventas (3). La ampliación de la oportunidad digital ha permitido a las compañías líderes de consumo básico potenciar sus ventas a través de Internet en todo el mundo y en Estados Unidos aproximadamente un 40% en el mismo periodo,4 muy por delante de la plataforma de comercio electrónico líder de Estados Unidos y muy por encima de la tasa de crecimiento del sector.
En la actualidad, el comercio electrónico genera entre el 5% y el 10% de las ventas de las compañías líderes de consumo estable, frente al 1% – 2% de hace cinco años (4). Para las compañías de consumo estable es importante que el comercio electrónico ofrezca márgenes de explotación similares a los márgenes de las tiendas físicas y que las compañías de venta a través de Internet obtengan más beneficios vendiendo grandes marcas en lugar de marcas modestas.
En lo relativo al marketing digital, las plataformas publicitarias más importantes de Silicon Valley —con apariencia de motores de búsqueda y sitios de medios sociales— han hecho las veces, en la práctica, de impuesto para las compañías de consumo estable. En los últimos cinco años, los ejecutivos del sector de consumo estable han reasignado entre el 30% y el 50% de sus presupuestos para marketing4, de soportes tradicionales al marketing digital, ante la promesa de mejores retornos sobre la inversión, pero se han encontrado con una ralentización de las tasas de crecimiento de las ventas.
Las compañías de consumo estable parecen ahora reconocer que deben formar y transformar a sus departamentos de marketing, pues a lo que se enfrentan no es algo tan simple como destinar fondos al marketing digital. En el pasado, una compañía encargaba a una agencia de publicidad, con una antelación de hasta un año, la concepción de contenido creativo para campañas publicitarias globales, así como su ejecución táctica, como la definición del mejor momento del día para mostrar su nuevo anuncio. En la actualidad, los equipos de marketing de las compañías de consumo estable cuentan con equipos de escucha social que eligen las tendencias más punteras entre los llamados “influencers”.
Cuentan con equipos creativos internos para elaborar un flujo constante de contenidos para sus perfiles en redes sociales. Los equipos de especialistas obtienen datos y siguen en tiempo real la evolución del gasto digital. Por ejemplo, ¿tiene más éxito dirigir una campaña de desodorantes a hombres de entre 20 y 30 años que hacen deporte o dirigirla a hombres de entre 20 y 30 años que fuman? Al mejorar las compañías de consumo estable líderes sus conocimientos metodológicos —desde el dominio de los aspectos más básicos (limpieza de datos, compra de las palabras clave adecuadas, aceleración de los plazos de carga de sus sitios web) hasta la elaboración de contenidos digitales de calidad (dos segundos mejor que seis segundos para un anuncio)—, creemos que disminuirá el “impuesto” actual que supone la plataforma de marketing digital.
Como inversores, ¿cómo calibramos quién está haciendo un buen trabajo? También nosotros hemos tenido que volver a formarnos. En los últimos años, diversas compañías de consumo estable han reducido sus costes de publicidad y promoción como porcentaje de sus ventas, bajo la premisa de que el gasto digital brindaba un mayor retorno sobre la inversión. Sin embargo, no existe la barra libre: si desea que el marketing digital funcione, debe dotarse de nuevas herramientas y volver a formarse.
Esto implica contratar a cientos —o incluso miles— de expertos en el área digital. El coste de esta inversión radica en la partida de costes de venta, generales y administrativos de la cuenta de pérdidas y ganancias, más que en la partida de publicidad y promoción. Una vez una organización se ha dotado de nuevas herramientas y contratado a expertos digitales, estos empiezan a pedir más dinero que gastar en contenido digital, por lo que la partida de publicidad y promoción vuelve a subir. Si su estrategia resulta ser acertada, el crecimiento de las ventas vuelve a acelerarse y reduce los costes de venta, generales y administrativos como porcentaje de las ventas.
Una de las compañías de nuestra cartera, líder global en marcas de belleza, se encuentra a la cabeza de esta evolución digital y consideramos que supone una guía útil para cuantificar dónde se encuentran otras compañías de consumo básico. La consultora Gartner L2 clasifica 1.872 marcas según sus competencias en el ámbito digital. En 2018, 57 de estas marcas se ganaron la consideración de “genio” o mejores de su categoría. La posición de belleza en cuestión fue la que incluía el mayor número de marcas “genio” —siete— y se anotó un crecimiento de las ventas del 7%, su mayor cifra en más de 10 años y próxima a 1,5 veces el crecimiento del conjunto del mercado de belleza (5).
Consideramos que las compañías de consumo estable que dominen la era digital pueden reforzar sus ventajas competitivas, seguir potenciando el crecimiento de sus ventas y registrar un alto retorno sobre el capital operativo de forma sostenible de cara a los próximos años. Las grandes marcas del mundo digital pueden prosperar si combinan escala y habilidades. Como inversores, al valorar los atributos de una compañía, además de que se halle bien invertida y descentralizada y muestre espíritu emprendedor, buscamos competencias digitales.
Opinión de William Lock, Bruno Paulson y Dirk Hoffmann-Becking, del equipo de renta variable internacional de Morgan Stanley Investment Management.
(1) Informes anuales de las sociedades de cartera.
(2) L2 Consulting, 2019.
(3) Informe anual de 2018 de las sociedades de cartera.
(4) Informes anuales de las sociedades de cartera.
(5) Informe anual de 2018 de las sociedades de cartera.
IMPORTANT INFORMATION
The views and opinions are those of the author of the date of publication and are subject to change at any time due to market or economic conditions and may not necessarily come to pass. The information presented represents how the investment team generally applies its investment processes under normal market conditions. This general communication, which is not impartial, is for informational and educational purposes only, not a recommendation. Information does not address financial objectives, situation or specific needs of individual investors. Investing involves risks, including the possible loss of principal.
. Redefiniendo las ventajas competitivas en la era digital
En los últimos 50 años, las compañías líderes del sector de consumo estable han prosperado en un mundo analógico, algo evidente por sus cuotas de mercado dominantes, el crecimiento cada vez mayor de sus ventas y el elevado retorno sobre el capital operativo que obtienen de forma sostenible. Sin embargo, la era digital plantea dos obstáculos fundamentales a esta prosperidad: el comercio electrónico y las nuevas plataformas comerciales, incluidas las redes sociales y las herramientas de búsqueda.
Acertamos al sugerir que el sector del consumo estable ha tardado en adaptarse: las tasas de crecimiento se han ralentizado, desde el entorno del 5% al 1%-2% y se ha llegado a hablar del “fin de grandes marcas”. Sin embargo, percibimos evidencias de que las compañías líderes de consumo estable están empezando a dominar la era digital. Una combinación de escala y habilidades está permitiendo prosperar a esas marcas líderes y el crecimiento de las ventas está repuntando de nuevo.
Comencemos con el comercio electrónico en China, donde cierta compañía nacional de venta a través de Internet se encuentra a la cabeza de los avances tecnológicos y la innovación, pues ofrece un ecosistema en línea que bien podría calificarse como la mejor plataforma de desarrollo de marca digital del mundo. A diferencia de lo que sucede en otras partes del mundo, las marcas tienen sus propias tiendas virtuales, donde ofrecen servicios como programas de fidelidad y retransmisiones en directo. Dichas tiendas virtuales las segmenta el proveedor de la plataforma, por ejemplo, “The Luxury Pavilion”, que otorga a las marcas de belleza de prestigio su propia sección, evitando que las marcas se saturen con ofertas para el mercado de masas o se coloquen junto a productos de limpieza para el hogar. El proveedor de la plataforma comparte datos sobre hábitos de consumo con las compañías de las grandes marcas, lo cual contribuye a acelerar la innovación de producto. La plataforma amplía drásticamente el alcance de una marca más allá de las ciudades de primer y segundo nivel, hasta localidades de nivel cuarto y quinto, incorporando de este modo 600 millones de consumidores potenciales (1).
Las compañías más importantes de consumo básico de China, incluidas las originarias de Europa y Estados Unidos, ya ven los frutos de su inversión digital, evidentes por la fuerte aceleración de las ventas de China. Por ejemplo, una gran compañía francesa de belleza que mantenemos en la cartera se anotó un crecimiento interanual del 26% en Asia-Pacífico en 2018, frente al alza del 11% que registró en 2017 y el avance, inferior al 5%, de 2015 y 2016 (1).
Más allá de China, existe una plataforma de comercio electrónico estadounidense de gran popularidad que domina el ámbito minorista digital, si bien, en claro contraste con su homólogo chino, no comparte datos de consumo, se centra en el precio más que en el desarrollo de marca y emplea su propia marca como competencia directa. Dicha conducta favorece la visión de consenso de que el fin de la compañía es destruir marcas, cuando, en realidad, la mayoría de sus marcas propias han fracasado frente a las compañías líderes de consumo básico, que han aprendido a competir en la plataforma con eficacia.
Estas compañías se aseguran de copar los primeros resultados en las búsquedas de palabras clave —lo cual resulta crucial, pues el 55% de todas las búsquedas de productos en Estados Unidos se realizan directamente en esta plataforma (2) – y centran sus esfuerzos en obtener altas calificaciones de sus clientes y reseñas favorables de sus productos. A estas compañías también les beneficia que haya más de un operador de comercio electrónico en Estados Unidos, pues las firmas tradicionales de venta al por menor han realizado importantes inversiones en sus propias ofertas a través de Internet.
En 2018, la compañía de venta al por menor tradicional número uno vio incrementadas sus ventas a través de Internet un 40%, mientras que la marca blanca más importante se anotó un aumento del 36% en las ventas (3). La ampliación de la oportunidad digital ha permitido a las compañías líderes de consumo básico potenciar sus ventas a través de Internet en todo el mundo y en Estados Unidos aproximadamente un 40% en el mismo periodo,4 muy por delante de la plataforma de comercio electrónico líder de Estados Unidos y muy por encima de la tasa de crecimiento del sector.
En la actualidad, el comercio electrónico genera entre el 5% y el 10% de las ventas de las compañías líderes de consumo estable, frente al 1% – 2% de hace cinco años (4). Para las compañías de consumo estable es importante que el comercio electrónico ofrezca márgenes de explotación similares a los márgenes de las tiendas físicas y que las compañías de venta a través de Internet obtengan más beneficios vendiendo grandes marcas en lugar de marcas modestas.
En lo relativo al marketing digital, las plataformas publicitarias más importantes de Silicon Valley —con apariencia de motores de búsqueda y sitios de medios sociales— han hecho las veces, en la práctica, de impuesto para las compañías de consumo estable. En los últimos cinco años, los ejecutivos del sector de consumo estable han reasignado entre el 30% y el 50% de sus presupuestos para marketing4, de soportes tradicionales al marketing digital, ante la promesa de mejores retornos sobre la inversión, pero se han encontrado con una ralentización de las tasas de crecimiento de las ventas.
Las compañías de consumo estable parecen ahora reconocer que deben formar y transformar a sus departamentos de marketing, pues a lo que se enfrentan no es algo tan simple como destinar fondos al marketing digital. En el pasado, una compañía encargaba a una agencia de publicidad, con una antelación de hasta un año, la concepción de contenido creativo para campañas publicitarias globales, así como su ejecución táctica, como la definición del mejor momento del día para mostrar su nuevo anuncio. En la actualidad, los equipos de marketing de las compañías de consumo estable cuentan con equipos de escucha social que eligen las tendencias más punteras entre los llamados “influencers”.
Cuentan con equipos creativos internos para elaborar un flujo constante de contenidos para sus perfiles en redes sociales. Los equipos de especialistas obtienen datos y siguen en tiempo real la evolución del gasto digital. Por ejemplo, ¿tiene más éxito dirigir una campaña de desodorantes a hombres de entre 20 y 30 años que hacen deporte o dirigirla a hombres de entre 20 y 30 años que fuman? Al mejorar las compañías de consumo estable líderes sus conocimientos metodológicos —desde el dominio de los aspectos más básicos (limpieza de datos, compra de las palabras clave adecuadas, aceleración de los plazos de carga de sus sitios web) hasta la elaboración de contenidos digitales de calidad (dos segundos mejor que seis segundos para un anuncio)—, creemos que disminuirá el “impuesto” actual que supone la plataforma de marketing digital.
Como inversores, ¿cómo calibramos quién está haciendo un buen trabajo? También nosotros hemos tenido que volver a formarnos. En los últimos años, diversas compañías de consumo estable han reducido sus costes de publicidad y promoción como porcentaje de sus ventas, bajo la premisa de que el gasto digital brindaba un mayor retorno sobre la inversión. Sin embargo, no existe la barra libre: si desea que el marketing digital funcione, debe dotarse de nuevas herramientas y volver a formarse.
Esto implica contratar a cientos —o incluso miles— de expertos en el área digital. El coste de esta inversión radica en la partida de costes de venta, generales y administrativos de la cuenta de pérdidas y ganancias, más que en la partida de publicidad y promoción. Una vez una organización se ha dotado de nuevas herramientas y contratado a expertos digitales, estos empiezan a pedir más dinero que gastar en contenido digital, por lo que la partida de publicidad y promoción vuelve a subir. Si su estrategia resulta ser acertada, el crecimiento de las ventas vuelve a acelerarse y reduce los costes de venta, generales y administrativos como porcentaje de las ventas.
Una de las compañías de nuestra cartera, líder global en marcas de belleza, se encuentra a la cabeza de esta evolución digital y consideramos que supone una guía útil para cuantificar dónde se encuentran otras compañías de consumo básico. La consultora Gartner L2 clasifica 1.872 marcas según sus competencias en el ámbito digital. En 2018, 57 de estas marcas se ganaron la consideración de “genio” o mejores de su categoría. La posición de belleza en cuestión fue la que incluía el mayor número de marcas “genio” —siete— y se anotó un crecimiento de las ventas del 7%, su mayor cifra en más de 10 años y próxima a 1,5 veces el crecimiento del conjunto del mercado de belleza (5).
Consideramos que las compañías de consumo estable que dominen la era digital pueden reforzar sus ventajas competitivas, seguir potenciando el crecimiento de sus ventas y registrar un alto retorno sobre el capital operativo de forma sostenible de cara a los próximos años. Las grandes marcas del mundo digital pueden prosperar si combinan escala y habilidades. Como inversores, al valorar los atributos de una compañía, además de que se halle bien invertida y descentralizada y muestre espíritu emprendedor, buscamos competencias digitales.
Opinión de William Lock, Bruno Paulson y Dirk Hoffmann-Becking, del equipo de renta variable internacional de Morgan Stanley Investment Management.
(1) Informes anuales de las sociedades de cartera.
(2) L2 Consulting, 2019.
(3) Informe anual de 2018 de las sociedades de cartera.
(4) Informes anuales de las sociedades de cartera.
(5) Informe anual de 2018 de las sociedades de cartera.
IMPORTANT INFORMATION
The views and opinions are those of the author of the date of publication and are subject to change at any time due to market or economic conditions and may not necessarily come to pass. The information presented represents how the investment team generally applies its investment processes under normal market conditions. This general communication, which is not impartial, is for informational and educational purposes only, not a recommendation. Information does not address financial objectives, situation or specific needs of individual investors. Investing involves risks, including the possible loss of principal.