Reconstruir mejor: el COVID-19 trae la «S» de los criterios ESG al foco de atención

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Reconstruir mejor: el COVID-19 trae la "S" de ESG al foco de atención
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Todavía nos encontramos en las primeras etapas para comprender el impacto a largo plazo de la pandemia de COVID-19 en la economía real, pero el impacto inmediato en la vida de las personas y la dislocación de los mercados es evidente. Si bien la crisis ha puesto de relieve lo crítica que es ahora la capacidad de recuperación de los balances para las empresas y su viabilidad a largo plazo, también ha acelerado una serie de temas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) que existían antes del brote.

Muchos inversores y ejecutivos sostienen que ha llegado el momento de «reconstruir mejor» y crear un mundo empresarial más sostenible. En este contexto, vemos tres implicaciones a corto plazo para los inversores que creemos que se mantendrán a largo plazo.

Enfoque en la administración: ¿lujo o necesidad?

La crisis ha subrayado e intensificado una serie de cuestiones sociales, como la creciente desigualdad y la fragilidad de los clientes y los empleados, especialmente en segmentos de la economía que han quedado desprotegidos. También ha puesto de relieve la interconexión de las personas, el planeta y los beneficios. Estos motores requerirán que reformulemos la noción de un negocio bien gestionado, al reflejar la presión a la que se enfrentan las empresas para gestionar un mayor número de partes interesadas.

En ese sentido, la crisis arroja luz sobre la creciente relevancia que tienen para las compañías los modelos más amplios -que proporcionan rendimientos equitativos no solo a los accionistas sino también a empleados, clientes y proveedores-, así como la gestión eficaz de las externalidades ambientales. Todas estas consideraciones se ganan en última instancia la licencia social de una empresa.

Esto implica un enfoque en la administración y en el compromiso activo de los inversores. Como inversores, somos administradores responsables del capital de nuestros clientes: cuidamos los activos que nos han confiado con el fin de devolverlos en mejores condiciones que en las que los adquirimos. La información ESG se convierte en una herramienta para distinguir mejor las empresas bien gestionadas de las rezagadas e identificar aquellas que están teniendo un impacto social positivo.

Somos conscientes de que hoy las compañías se enfrentan a importantes presiones de costes en lo que respecta a la asignación de capital para el bienestar del personal, los clientes y los proveedores. Las conversaciones que hemos mantenido con ellas durante este período incierto han girado en torno a la solidez de los balances, los flujos de caja y la liquidez, lo cual nos sirve para evaluar si pueden seguir operando a largo plazo. Hemos recomendado que la dirección revise la idoneidad de los programas de dividendos y recompras, examinando si estas políticas podrían debilitar la viabilidad operativa de la empresa.

El capital humano importa

La pandemia ha puesto el capital humano en el punto de mira: cuestiones como los contratos y los derechos de los empleados han pasado a un primer plano a medida que los inversores y la sociedad civil examinan la forma en que las empresas actúan durante la crisis, incluida la forma en la que tratan a sus trabajadores.

Se ha puesto de manifiesto la fragilidad de los trabajadores independientes dentro de la “gig economy” y de los que tienen contratos de cero horas en sectores muy afectados por la crisis, como el del entretenimiento. Muchos de ellos se han quedado con poca protección, tanto financiera como sanitaria. Después de la crisis del COVID-19, es razonable esperar una presión sobre las empresas para mejorar los derechos laborales y las remuneraciones. Esto representa mayores costes e implica que es poco probable que los niveles de distribución de flujos de caja a los accionistas vuelvan a los niveles anteriores, al menos a corto plazo.

La cultura corporativa también ha llegado a un punto de inflexión y percibimos un cambio de mentalidad. Las reuniones virtuales y los horarios de trabajo flexibles se hacen más aceptables a medida que los líderes empresariales consideran cómo crear un entorno propicio para las necesidades de los empleados. Hemos observado soluciones creativas en algunas compañías, incluyendo el uso de nuevas tecnologías.

La “S” no eclipsará a la “E”

El crecimiento sostenido de la demanda de los clientes de capacidades centradas en el medioambiente, junto con el impulso político y reglamentario en varios países, probablemente garantizará que las cuestiones ambientales no se vean eclipsadas por el enfoque a corto plazo en los factores sociales.

La creciente relevancia de las problemáticas medioambientales relacionadas con el cambio climático, la escasez de recursos naturales y la eficiencia está impulsando, sin duda, un mayor interés por las soluciones ESG. Las presiones regulatorias también están acelerando estos temas. Las conclusiones de un estudio que realizamos a principios de año muestran que los asesores están respondiendo a la mayor demanda de estrategias ESG por parte de los clientes, lo que debería ayudar a profundizar en la innovación de la industria en este espacio.

La pandemia ha reforzado nuestra convicción de que las empresas que consideran las cuestiones medioambientales y sociales y cuentan con buenas normas de gobernanza probablemente serán las más resistentes y mejor preparadas para afrontar los períodos de crisis. El tiempo invertido en la comprensión e integración de estos factores en el proceso de inversión, además de nuestro compromiso empresarial, nos hace estar mejor informados como inversores.

Tribuna de Julie Moret, responsable global de ESG en Franklin Templeton

Respuestas innovadoras y disruptivas a la conquista del futuro

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Respuestas innovadoras y disruptivas a la conquista del futuro
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Si hubiera que definir con una palabra lo que ha supuesto la crisis del coronavirus, «disrupción» podría ser la opción más adecuada. El brote ha afectado a la manera en la que trabajamos, socializamos, compramos, gestionamos nuestra salud, educamos a nuestros hijos, y cuidamos a nuestras familias. Pocos eventos en la historia de la humanidad pueden alegar este potencial disruptivo.

La cuestión es cómo debemos responder a esta disrupción sin precedentes. ¿Ponemos nuestras vidas en stand by y esperamos volver a la normalidad una vez que la disrupción disminuya? ¿O nos adaptamos, innovamos y encontramos nuevas formas de abordar la situación actual? Aquí radica la paradoja: para conquistar la disrupción, debemos ser disruptivos.

En el mundo de los negocios, las empresas disruptivas son aquellas que pueden innovar y crear nuevos mercados desafiando los modelos existentes. Actualmente, estas cualidades son más importantes que nunca, y algunas compañías y sectores están respondiendo a estos desafíos con nuevas formas altamente creativas.

El primer lugar para buscar dicha disrupción es la economía digital, que, durante la crisis, ha sido moldeada por una tendencia en particular: “Working From Home” (el teletrabajo). Durante la pandemia, el Reino Unido ha multiplicado por diez el número de personas que trabajan desde casa, y las compañías capaces de adaptarse y dar forma a nuevos patrones de consumo están ganando la partida.

Zoom es quizá el caso de éxito más conocido. De la noche a la mañana, se convirtió en la plataforma de comunicación por vídeo para millones de usuarios nuevos, incluidos estudiantes, asistentes a conciertos, feligreses, y familias y amigos que buscaban conectarse mientras estaban sujetos a las medidas de distanciamiento.

Las empresas de videollamadas no son las únicas que se benefician de esta tendencia. El mercado de la ciberseguridad ha crecido significativamente en medio de una rápida migración a las redes digitales provocada por el trabajo desde casa. CrowdStrike es una de las empresas que mejor comportamiento ha tenido recientemente. La compañía ha adoptado un enfoque nuevo en ciberseguridad, que aprovecha el efecto de red de los datos de crowdsourcing aplicados a la seguridad moderna a través de tecnologías como la inteligencia artificial, el cloud computing y las bases de datos gráficas.

Junto al “Work from Home”, se encuentra otra tendencia independiente- aunque relacionada-, conocida como “Play At Home”. Durante el confinamiento, la mayor parte del tiempo libre adicional se ha pasado consumiendo contenido digital. Esto se refleja en las cifras recientes que muestran que el consumo de datos en las zonas residenciales urbanas de EE.UU. aumentó un 98% en la semana del 16 de marzo. En este segmento, vemos compañías de videojuegos con funcionalidades de monetización en el juego, así como plataformas de música y televisión por suscripción, que funcionan especialmente bien.

Pero el trabajo y el juego no son las únicas cosas que se practican de forma remota. El coronavirus también ha aumentado la necesidad de tele asistencia médica y telemedicina, que se utilizan para ayudar a medir los indicadores de diagnóstico, como la temperatura, la frecuencia cardíaca y la tensión arterial de una persona mientras está aislada.

Esta disrupción en la atención médica ordinaria ha llevado a la innovación en todo el sector. En China, el brote propició que los ciudadanos recurrieran a plataformas como The Good Doctor, Baidu Inc’s Wenyisheng y Alibaba Health Information Technology Ltd. Además, en el área de tratamientos, en la carrera por desarrollar una vacuna se ha visto una disrupción sorprendente: la nueva colaboración entre Pfizer y BioNTech, por ejemplo, reúne a una de las compañías más importantes y consolidadas del sector farmacéutico con una empresa joven que trabaja en la vanguardia de las inmunoterapias basadas en el ARN.

Otra área donde estamos viendo disrupción es en las cadenas de suministro. Los fabricantes de los sectores del automóvil, el aeroespacial, los electrodomésticos y el textil han remodelado sus cadenas para ayudar a contrarrestar la escasez mundial de suministros médicos. Ford ha utilizado piezas generalmente instaladas en vehículos, como ventiladores y baterías, para producir respiradores y ventiladores modificados. Dyson está trabajando junto con la Asociación de Tecnología, un grupo de científicos e ingenieros británicos cuyo propósito es impulsar la innovación, para desarrollar un nuevo sistema de ventilación, llamado CoVent.

Estas son solo algunas de las innovaciones que están impulsando la disrupción en un mundo Covid y post-Covid. Debemos seguir mirando al futuro para comprender cómo la crisis continuará dando forma a nuestras vidas y aprovechar las oportunidades que esta tendencia nos ofrece. CPR Invest Global Disruptive Opportunities supone un punto de entrada único a aquellos inversores que busquen aprovechar esta tendencia a largo plazo con un enfoque diversificado; dando acceso a diversos subtemas agrupados en cuatro grandes dimensiones: economía digital, ciencias de la vida y la salud, industria 4.0 y tierra; para aprovechar diversas fuentes de alfa potencial. Solo siendo disruptivos podemos esperar sobrevivir a esta disrupción sin precedentes.

Tribuna de Wesley Lebeau, gestor de renta variable temática y responsable de la estrategia Global Disruptive Opportunities de CPR AM, Grupo Amundi

 

Dirigido a inversores profesionales. No constituye asesoramiento ni recomendación de inversión; ni constituye oferta de compra ni venta en ningún país donde pudiera ser considerado ilegal. Sin garantía de capital ni de rentabilidad. Rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros. Material promocional a la atención del público general salvo de “US Persons”. Los comentarios reflejan la visión de CPR AM en un momento dado y pueden estar sujetos a cambio. Información a abril 2020. Ver Folleto y DFI. Subfondo de CPR INVEST; registrado en CNMV nº1564. Amundi Iberia SGIIC registrada en CNMV nº 31 www.amundi.es. CPR Asset Management, sociedad gestora de carteras autorizada por la AMF, n° GP 01-056 – 90 bd Pasteur, 75015 París – Francia.

¿Están yendo, y deberían ir, los mercados por delante de la economía? (Parte II)

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Una vez formulada nuestra hipótesis de recuperación económica/sanitaria, podemos compararla con el ritmo real de recuperación económica y, en consecuencia, determinar las expectativas implícitas que incorpora el mercado estadounidense de renta variable. Si utilizamos el índice S&P 500 como indicador del mercado bursátil estadounidense, los inversores parecen adquirir cada vez más confianza en uno de los dos escenarios económicos (recuperación en forma de «V» o en forma de «U») y las principales proyecciones sobre el sector de atención sanitaria conexas.

En Columbia Threadneedle, asignamos la mayor probabilidad a una recuperación estilizada en forma de «U» de la economía estadounidense (gráfico 4), aunque la probabilidad asignada a una recuperación más lenta en forma de «L» también es significativa.

Columbia Threadneedle Investments

No obstante, albergamos menos optimismo con respecto a Europa, donde asignamos la mayor probabilidad a una recuperación en forma de «L» (gráfico 5).

Columbia Threadneedle Investments

Habida cuenta de estas proyecciones probabilísticas relativamente modestas sobre la trayectoria de la recuperación económica en Estados Unidos y Europa, Ed Al Hussainy, director de Análisis Macroeconómico, prevé que solo se registrarán modestos aumentos en los tipos de interés y los rendimientos de los bonos en ambas regiones.

Con independencia de la trayectoria de la recuperación económica y de los mercados financieros tras la COVID-19, no debemos olvidar que, antes del estallido de la pandemia, las economías desarrolladas se hallaban inmersas en una tendencia a largo plazo de crecimiento relativamente reducido provocada por varios años de desfavorables condiciones demográficas, elevados niveles de la deuda, etc. La pandemia podría repercutir en algunas tendencias vinculadas al gasto en consumo, la globalización empresarial, los mayores niveles de endeudamiento y las iniciativas de política pública, si bien parece poco probable que se traduzca en una aceleración de la demanda agregada si partimos de la tendencia de las últimas décadas.

Si combinamos las perspectivas económicas a largo plazo con un punto de partida relativamente elevado para las valoraciones de renta variable, sobre la base del ratio PER corregido por ciclicidad (CAPE), una medida creada por John Campbell y Robert Shiller, entonces las rentabilidades de mercado previstas podrían ser modestas en términos históricos. En el gráfico 6 se observa que el CAPE ascendía a 27,6 a principios de mayo. Partiendo de este valor, las rentabilidades previstas a 10 años del S&P 500 han sido, por lo general, inferiores al 10% y negativas en algunos casos. En el horizonte de los 10 próximos años, prevemos unas rentabilidades medias del 4%-6%, dentro de un rango del -2%-8%.

Columbia Threadneedle Investments

Sin embargo, las valoraciones del mercado en general pueden resultar engañosas. Según Empirical Research, «las grandes empresas de crecimiento, las 75 firmas de gran capitalización con las mejores credenciales de crecimiento en general, cotizan ahora a casi cinco veces el PER histórico del mercado sobre una base equiponderada, una valoración que no se veía desde diciembre de 1999. Durante la pandemia, estas compañías han registrado un comportamiento extraordinario, con rentabilidades de dos dígitos por encima del mercado durante la caída y también durante el repunte». Por lo tanto, las percepciones sobre la valoración y la rentabilidad del mercado podrían estar sesgadas por la admiración que muestran los inversores por las compañías con unas perspectivas de crecimiento visibles en un mundo ávido de crecimiento, en lugar de por un notorio optimismo con respecto a la recuperación de la COVID-19. En consecuencia, en una recuperación en forma de «U», las distorsiones creadas por este sesgo podrían generar mayores oportunidades para la selección de valores fuera de estos pocos valores de gran capitalización.

El gráfico 7 muestra que los inversores presentan opiniones divergentes sobre el futuro de los diferentes sectores. A todas luces, los inversores han formado sus propias opiniones sobre cómo la recuperación económica de la paralización inducida por la pandemia incidirá en la recuperación de los beneficios de los diferentes sectores, que clasifican en los diferentes escenarios con forma de «U», «V» o «L». Cuando se desglosa de este modo, los inversores parecen actuar de forma más racional que algunos observadores que se centran en lo que las medias del mercado están indicando.

Columbia Threadneedle Investments

Los inversores podrían pecar de optimistas cuando determinan qué sectores experimentarán una recuperación más rápida, pero parece que existe tanta oportunidad para reajustar las expectativas dentro del mercado como necesidad de que las medias del mercado caigan de forma sustancial.

Conclusión

El futuro es caprichoso, motivo por el que resulta muy complicado formular previsiones y, en cierto modo, por el que existen los mercados financieros en primer lugar. Deberíamos esperar que los mercados intenten anticipar futuros acontecimientos complejos, y que experimenten una volatilidad adicional conforme esas expectativas cambian en función de los acontecimientos. Un mercado que no intenta descontar el futuro es un mercado irracional.

 

Columna de Colin Moore, director mundial de inversiones en Columbia Threadneedle Investments.

 

Información importante:

Información importante: Exclusivamente para uso de inversores profesionales y/o cualificados (no debe entregarse a clientes particulares ni emplearse con ellos).
Las rentabilidades pasadas no son indicativas de los resultados futuros. Su capital está sujeto a riesgos. El valor de las inversiones y de los ingresos no está garantizado y puede tanto aumentar como disminuir; dicho valor puede verse afectado por las fluctuaciones de los tipos de cambio. Esto significa que un inversor podría no recuperar el importe invertido. Este documento no constituye asesoramiento sobre inversiones de tipo jurídico, fiscal o contable. Se recomienda a los inversores que consulten a sus propios asesores profesionales sobre cuestiones relacionadas con las inversiones o de tipo jurídico, fiscal o contable por lo que respecta a la inversión con Columbia Threadneedle Investments. El análisis incluido en este documento ha sido elaborado por Columbia Threadneedle Investments para sus propias actividades de gestión de inversiones, puede haber servido de base para la toma de decisiones antes de su publicación y su disponibilidad tiene carácter accesorio. Todas las opiniones formuladas en el presente documento son válidas en la fecha de publicación, pueden sufrir cambios sin previo aviso y no deben ser consideradas como asesoramiento de inversión. Este documento incluye declaraciones sobre perspectivas futuras, incluidas previsiones de las condiciones financieras y económicas futuras. Ni Columbia Threadneedle Investments ni sus consejeros, directivos o empleados ofrecen garantía alguna de que dichas declaraciones sobre perspectivas futuras vayan a resultar acertadas. La información obtenida de fuentes externas se estima fidedigna, si bien su precisión o integridad no pueden garantizarse. Publicado por Threadneedle Asset Management Limited. Sociedad registrada en Inglaterra y Gales con el n.º 573204, Cannon Place, 78 Cannon Street, Londres EC4N 6AG, Reino Unido. Autorizada y regulada en el Reino Unido por la Autoridad de Conducta Financiera (FCA). Este material lo distribuye Columbia Threadneedle Investments (ME) Limited, sociedad regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái (DFSA). Para distribuidores: Este documento ha sido concebido para ofrecer a los distribuidores información sobre los productos y servicios del Grupo y no está destinado a su posterior divulgación. Para clientes institucionales: La información contenida en este documento no constituye asesoramiento financiero alguno, y está dirigida exclusivamente a personas con el conocimiento adecuado en materia de inversión, que satisfagan los criterios normativos para ser considerados Clientes Profesionales o Contrapartes de Mercado; ninguna otra persona deberá actuar sobre la base de esta información.

Columbia Threadneedle Investments es el nombre comercial en todo el mundo del grupo de sociedades Columbia y Threadneedle.

 

Las grandes tecnológicas no se comerán la tarta de los bancos en un futuro previsible

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Las grandes tecnológicas no se comerán la tarta de los bancos en un futuro previsible
Pixabay CC0 Public Domain. Las grandes tecnológicas no se comerán la tarta de los bancos en un futuro previsible

«La banca es necesaria, los bancos no». La declaración de Bill Gates anunciando el amanecer de las finanzas por Internet tiene ahora un cuarto de siglo de antigüedad; sin embargo, los bancos siguen siendo muy importantes. Siguen dominando la intermediación financiera en las economías europeas, aunque la descentralización de las tecnologías financieras amenace cada vez más los modelos de negocio tradicionales. Ni las fintechs ni los grandes nombres de la tecnología como Google, Amazon, Facebook o Apple (GAFA) están a punto de tirar por la borda a los bancos establecidos. Ni ahora ni en un futuro previsible.

De hecho, las fintechs más exitosas pueden acabar siendo adquiridas por grandes grupos bancarios que adopten el cambio digital transformador: cooperación en lugar de competir. A diferencia de China o de otras regiones del mundo, el sector europeo de la tecnología financiera es intrínsecamente dinámico, pero sigue estando relativamente fragmentado, con una posición de mercado más marginal.

En cuanto a las grandes tecnológicas, el reciente anuncio de la criptomoneda de Facebook, Libra, reavivó los viejos temores de que los bancos europeos algún día tengan que rendirse ante los GAFA. Sin embargo, hay varias razones por las que estos temores pueden estar fuera de lugar, que se centran en la arraigada posición de mercado del sector bancario, en la imagen de marca cambiante de las grandes tecnológicas (no para mejor) y, sobre todo, en la evolución de la dinámica reguladora y de las políticas públicas en Europa.

La posición de los bancos europeos en el mercado interior es más sólida que la de China y Estados Unidos

Los ejemplos del resto del mundo -China y otros países de Asia oriental, África oriental o América Latina- no son relevantes para Europa. El grado de penetración financiera (sobre todo por parte de los bancos) es muy alto, entre el 94% y el 99% en Europa Occidental (donde se encuentran los grandes grupos bancarios). Es menor, a veces muy inferior, en los mercados emergentes.

Esto hará mucho más difícil la tarea de una plataforma de comercio electrónico o de redes sociales interesada en hacerse con la cuota de mercado de los grandes bancos en servicios financieros europeos. No se trata de empoderar a un segmento significativo de la población no bancarizado (como en los mercados emergentes), que ayudó a empresas como Alibaba, Tencent, M-Pesa o Mercado Libre. Se trata del desafío mucho mayor de obtener una parte significativa de los productos financieros de los bancos.

Los bancos europeos también pueden estar en una mejor posición competitiva que los bancos de EE.UU. en lo que respecta a su defensa contra los grandes tecnológicas. En EE.UU., el papel de intermediación de los bancos ha ido disminuyendo desde principios de los años ochenta, suavizado por el crecimiento de la desregulación y la existencia de mucha más especialización (por ejemplo, bancos de inversión, gestores de activos, etc). Alrededor del 94%, el grado de penetración financiera está en línea con el de Europa Occidental, pero una parte mucho mayor se mantiene alejada de los bancos. Por lo tanto, una gran tecnológica ambiciosa (por ejemplo, Amazon) podría encontrar mejores oportunidades en el mercado estadounidense que en los principales mercados europeos.

En términos generales, el modelo de negocio de las «grandes tecnológicas ganando en servicios financieros» puede tener más éxito en los mercados emergentes, que están experimentando un rápido crecimiento de la clase media. Los países de Europa Oriental encajarían en este modelo, pero los bancos de Europa Occidental llenaron el espacio hace décadas mediante la adquisición de bancos nacionales, la creación de otros nuevos y el crecimiento de los mercados locales de servicios financieros. M-Pesa (sistema de pago por móvil) de Kenia intentó hace unos años construir una franquicia en Rumanía, pero la empresa fracasó.

La imagen pública de las grandes tecnológicas está empeorando

Hace unos años, la imagen de marca de las GAFA era estelar, especialmente entre los millennials. Sin embargo, la creciente preocupación por las normas de privacidad, el uso indebido de los datos personales, las prácticas comerciales o los aspectos sociopolíticos específicos han desviado la atención de esta imagen. Esto se aplica principalmente a Facebook o Amazon, que se definen menos como tecnológicas puras que Apple o Microsoft (con Google a medio camino). En esta situación en evolución, no está claro el éxito que tendría una estrategia de desplazamiento de bancos para cualquiera de estos grandes tecnológicas estadounidenses en Europa, incluso entre los millennials.

El aumento de las vibraciones negativas procedentes de los reguladores y políticos europeos no está ayudando. En cuanto a las grandes plataformas de comercio electrónico chinas, serían aún menos bienvenidas si consideraran la posibilidad de expandirse en los servicios financieros europeos (cosa que actualmente no hacen).

Aumentan los obstáculos normativos y de formulación de políticas para las grandes tecnologías de EE.UU.

Hay varios niveles de estos obstáculos que provienen de los reguladores y responsables políticos europeos. El primero se refiere al creciente malestar general por el aumento de la participación de “los bancos en la sombra” -grandes tecnológicas o no- en el mercado financiero. Se teme la falta de una regulación adecuada, tanto prudencial como de conducta, de estas actividades en un momento en que la arquitectura regulatoria del propio sistema bancario se ha endurecido considerablemente. De hecho, es muy probable que, en caso de que surja una futura crisis financiera en Europa, no se desencadene desde dentro del sistema bancario, como ocurrió la última vez. Existe un claro elemento de prociclicidad en la forma en que los organismos no bancarios conceden créditos, tanto a las pymes como a los particulares.

Esto no es inexistente, pero es menos amenazante en el caso de los bancos regulados, con sus reservas de capital y sus políticas de provisión para pérdidas en préstamos. La segunda capa de inquietud regulatoria es la amenaza de reposicionar los servicios financieros no sólo fuera de los bancos regulados, sino también dentro de los grandes proveedores de infraestructuras de tecnología financiera como la nube blockchain. El riesgo de suceso extremo para la estabilidad financiera podría aumentar.

El tercer nivel de consideración es el de las plataformas tecnológicas, en gran medida no reguladas, construidas y desarrolladas en los EE.UU., que desvían el negocio de las instituciones financieras reguladas europeas. Existe un claro elemento de buena voluntad entre los responsables políticos de la UE para fomentar el crecimiento con éxito de las fintechs (finanzas), regtechs (regulación), insurtechs (seguros) locales, etc. En lugar de expulsarlas del mercado por falta de regulación (por ejemplo, por mala conducta), están tratando de integrarlas en el marco reglamentario existente. No es probable que tal buena voluntad se extienda fácilmente a las grandes tecnológicas estadounidenses debido a consideraciones políticas, fiscales, competitivas y culturales.

Esto sería así para el proyecto Libra de Facebook, a pesar de que la Asociación Libra se está instalando en Ginebra. La perspectiva en los mercados minoristas y mayoristas de una criptomoneda del sector privado, regulada de manera poco precisa y respaldada por depósitos bancarios y valores gubernamentales (lo que permite influir en la política monetaria), no es probable que se convierta en un problema para las autoridades políticas.

El escenario, potencialmente favorecido por los responsables políticos y reguladores europeos, de que un banco con recursos adquiera una fintech local, no sería aplicable en el caso de las grandes tecnológicas de fuera de Europa. Por otra parte, también es dudoso que una gran tecnológica estadounidense esté tan ansiosa por llevar a cabo actividades de servicios financieros en Europa que impliquen que esté regulada y supervisada como institución financiera.

Tribuna de Sam Theodore, analista de Scope Insights

¿Están yendo, y deberían ir, los mercados por delante de la economía? (Parte I)

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Jarrett Fifield sailing boat Unsplash
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jarrett Fifield . Foto: Jarrett Fifield

El índice S&P 500 ha repuntado más de un 35% desde el mínimo marcado en marzo. En vista de los actuales datos económicos que reflejan los estragos de la paralización económica provocada por la pandemia de coronavirus, algunos analistas consideran que este repunte desafía toda lógica. Así pues, muchos observadores se están preguntando si los mercados van, y deberían ir, por delante de la economía. Puede que esté desvelando el final, pero la respuesta a ambas preguntas es: ¡sí! La siguiente pregunta debería ser: ¿qué escenario económico están anticipando o descontando los mercados en los futuros flujos de efectivo?

Se acepta generalmente que los inversores descuentan, o tienen en cuenta, toda la información disponible, incluidos los acontecimientos presentes o potenciales. Esto significa que los precios de los títulos (de renta fija y variable) incorporan un significativo volumen de expectativas sobre los beneficios empresariales, los impagos, la inflación y las políticas monetarias y fiscales. Una consecuencia del nivel ultrabajo de los tipos de interés y los rendimientos de los bonos es que las expectativas a largo plazo influyen en los actuales precios de los valores en una proporción potencialmente más elevada de lo que lo harían tradicionalmente en un entorno de mayores tipos de interés.

Aunque resulta aritméticamente correcto que los actuales precios de los valores incorporen ampliamente las expectativas sobre el futuro, también reflejan las opiniones sobre la actual solidez de la liquidez y los balances corporativos, o la estabilidad del sistema financiero en general. Admirar un edificio sin comprender la fortaleza de sus cimientos no tiene sentido.

Las valoraciones de las compañías que cotizan en las bolsas del mundo suelen ser múltiplos de los beneficios anuales previstos de esas firmas. El gráfico 1 muestra el rango de los ratios precio/beneficios (PER) que los inversores han estado dispuestos a abonar en varios mercados a lo largo de varios años. Puesto que el ratio PER nunca es igual a 1, los inversores parecen dispuestos a considerar varios años en el futuro.

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Cuando un importante acontecimiento ocurre de forma imprevista, los inversores suelen actuar con rapidez e intentan incorporar la nueva información en los precios de los valores. La hipótesis de la eficiencia del mercado supone que los inversores en su conjunto (el mercado) constituyen un «mecanismo de descuento» muy eficiente. Si la eficiencia se define como la rápida consideración de toda la información nueva, pública y exacta, entonces comparto la opinión de que los mercados son eficientes.

A título de ejemplo, cuando una compañía anuncia públicamente sus previsiones de beneficios, el posible rango de interpretaciones por parte de los inversores es relativamente reducido, de ahí que el ajuste de valoración de los títulos en cuestión sea rápido y preciso. No obstante, en una situación más compleja, como una pandemia a escala mundial o una crisis financiera que afecte a todo el planeta, los inversores actúan con celeridad, pero existe un amplio rango de interpretaciones, tanto a corto plazo como a largo plazo. Las redes sociales han contribuido al enorme aumento de la velocidad y la cantidad de opiniones y teorías que circulan (aunque no sean necesariamente fehacientes). Por consiguiente, no parece tan claro que la reacción inicial del mercado refleje de manera precisa las posibles consecuencias.

La velocidad de la reacción es evidente. El rápido repunte de la volatilidad, que coincide con la aparición de importantes acontecimientos imprevistos, se puede observar claramente en los siguientes gráficos (gráfico 2). Desde un punto de vista técnico, la volatilidad es una medida estadística de la dispersión de las rentabilidades de un título o un índice de mercado a lo largo del tiempo. En términos prácticos, se trata de un barómetro de la incertidumbre de los inversores sobre las repercusiones inmediatas y a más largo plazo.

Columbia Threadneedle Investments

Como mi compañero Toby Nangle, Director Mundial de Asignación de Activos, comenta: «En la crisis actual, ¿en qué medida el descenso de los mercados de renta variable o la subida de los rendimientos de los bonos corporativos guardaba relación con un aumento fundado de las expectativas de los inversores sobre el futuro (empeoramiento de las condiciones económicas, deterioro de los parámetros crediticios e incremento de las tasas de impago), y en qué medida se vinculaba con la actual restricción de liquidez en los mercados financieros que los bancos centrales han tratado de contrarrestar? Los dos supuestos están interrelacionados y la dirección de la causalidad no puede establecerse fácilmente. No obstante, si las primas de riesgo se sitúan en cotas elevadas porque descuentan un futuro colapso de la actividad económica que provocará declaraciones de bancarrota masivas, los precios de los títulos podrían ser caros. En cambio, si las primas de riesgo reflejan sencillamente la «avería» del sistema financiero, entonces podrían existir oportunidades para los inversores a medio plazo. En efecto, los bancos centrales no pueden impedir el riesgo de impago, pero sí pueden arreglar un sistema financiero averiado, ya que esto forma parte de sus mandatos y tienen ilimitada munición a su disposición».

Obsérvese la velocidad del aumento de la volatilidad y de su posterior descenso en el anterior gráfico izquierdo. La rápida respuesta inicial parece reflejar el nivel de sorpresa y la percepción inicial de la magnitud del asunto conforme emerge. La caída más lenta de la volatilidad parece reflejar el tiempo que tarda en alcanzarse un consenso acerca del posible desenlace.

Los índices del mercado de renta variable no reflejan plenamente el rango de actividades en la economía global, pero, con el tiempo, esperamos que los mercados evolucionen por lo general en la misma dirección que los datos económicos. Al fin y al cabo, las compañías (y sus ingresos) no existen en un vacío. Cuando las economías mundiales crecen, se venden más bienes y servicios, lo que impulsa los ingresos corporativos y genera las condiciones necesarias para la apreciación de las acciones y los bonos corporativos. En cambio, si la economía presenta una tendencia bajista, cabe la posibilidad de que el mercado bursátil siga el mismo camino.

No obstante, con arreglo al concepto de descuento, los mercados financieros pueden repuntar cuando existe una expectativa de crecimiento económico en el futuro, incluso si la situación vigente es nefasta. Los inversores experimentaron este fenómeno cuando el mercado bursátil se desplomó como consecuencia de la crisis financiera mundial en 2008, aunque comenzó a recuperarse en 2009 antes que la economía.

Como hemos mencionado, los inversores suelen tener una capacidad de previsión imperfecta cuando el rango de resultados futuros está rodeado de incertidumbre. El gráfico 3 desvela nuestras proyecciones sobre la gran probabilidad de que la economía estadounidense se recupere de la recesión económica provocada por la COVID-19. Un elemento esencial del gráfico consiste en nuestras proyecciones, elaboradas por nuestro equipo de investigación en atención sanitaria, sobre los avances sanitarios que permitirán la normalización de la actividad económica en general. La línea roja ilustra cómo creemos que el mercado bursátil evolucionará en anticipación de esas transformaciones económicas y sanitarias. La cuestión fundamental estriba en que el mercado se mueve con antelación a los progresos económicos y sanitarios, y no en paralelo.

Los mercados financieros están pronosticando, como debería ser, el tamaño y la tasa de crecimiento de las economías mundiales en 2021 y 2022, en lugar de hacer hincapié en los funestos informes económicos actuales con carácter retrospectivo. Con el fin de desarrollar y poner a prueba nuestra hipótesis de recuperación, además de nuestras proyecciones económicas generales, Columbia Threadneedle Investments centrará su análisis macroeconómico en las perspectivas sobre otros factores específicos, entre los que se incluyen la inflación y las preferencias de los consumidores. Si bien la demanda agregada podría recuperarse, resulta vital comprender si se producirán cambios permanentes en los patrones de consumo. Asimismo, unas previsiones relevantes también deben incluir un profundo conocimiento de la actual capacidad financiera corporativa, así como del futuro crecimiento de los ingresos y los beneficios, y la solidez de las autoridades locales.

 

Columna de Colin Moore, director mundial de inversiones en Columbia Threadneedle Investments.

 

 

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Las rentabilidades pasadas no son indicativas de los resultados futuros. Su capital está sujeto a riesgos. El valor de las inversiones y de los ingresos no está garantizado y puede tanto aumentar como disminuir; dicho valor puede verse afectado por las fluctuaciones de los tipos de cambio. Esto significa que un inversor podría no recuperar el importe invertido. Este documento no constituye asesoramiento sobre inversiones de tipo jurídico, fiscal o contable. Se recomienda a los inversores que consulten a sus propios asesores profesionales sobre cuestiones relacionadas con las inversiones o de tipo jurídico, fiscal o contable por lo que respecta a la inversión con Columbia Threadneedle Investments. El análisis incluido en este documento ha sido elaborado por Columbia Threadneedle Investments para sus propias actividades de gestión de inversiones, puede haber servido de base para la toma de decisiones antes de su publicación y su disponibilidad tiene carácter accesorio. Todas las opiniones formuladas en el presente documento son válidas en la fecha de publicación, pueden sufrir cambios sin previo aviso y no deben ser consideradas como asesoramiento de inversión. Este documento incluye declaraciones sobre perspectivas futuras, incluidas previsiones de las condiciones financieras y económicas futuras. Ni Columbia Threadneedle Investments ni sus consejeros, directivos o empleados ofrecen garantía alguna de que dichas declaraciones sobre perspectivas futuras vayan a resultar acertadas. La información obtenida de fuentes externas se estima fidedigna, si bien su precisión o integridad no pueden garantizarse. Publicado por Threadneedle Asset Management Limited. Sociedad registrada en Inglaterra y Gales con el n.º 573204, Cannon Place, 78 Cannon Street, Londres EC4N 6AG, Reino Unido. Autorizada y regulada en el Reino Unido por la Autoridad de Conducta Financiera (FCA). Este material lo distribuye Columbia Threadneedle Investments (ME) Limited, sociedad regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái (DFSA). Para distribuidores: Este documento ha sido concebido para ofrecer a los distribuidores información sobre los productos y servicios del Grupo y no está destinado a su posterior divulgación. Para clientes institucionales: La información contenida en este documento no constituye asesoramiento financiero alguno, y está dirigida exclusivamente a personas con el conocimiento adecuado en materia de inversión, que satisfagan los criterios normativos para ser considerados Clientes Profesionales o Contrapartes de Mercado; ninguna otra persona deberá actuar sobre la base de esta información.

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Financial Resilience

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Pixabay CC0 Public Domain. ,,

Dependiendo del rincón de nuestra aldea global donde estemos viviendo, podremos estar aún en pleno ciclo de pandemia o quizás ya en un anticipo de postpandemia. Dadas las muy especiales circunstancias por la que transitamos, con semanas de encierro y cuarentena, aún es un tanto precipitado lograr una evaluación ajustada de consecuencias económicas y financieras, tanto en la macro, como en la micro, en cada uno de los países afectados. Hay estimaciones y proyecciones de caída de actividad, de caída de empleo, de caída de PIB, hay por ello una enorme expansión monetaria por parte de los Bancos Centrales, procurando establecer un piso y una recuperación económica, ¿será en U, será en W, será en V?

Bienvenidos a la era de la incertidumbre. Es muy natural que tengamos una enorme necesidad de encontrar certezas, tanto en nuestra vida personal, como en nuestra vida profesional, también en nuestros afectos y obviamente en nuestras finanzas personales. Este período que nos tocó vivir en cuarentena nos puso de frente al espejo de nuestra muy especial arquitectura individual de finanzas personales, seguramente pudimos haber llegado con excedentes ahorrados, con deudas controladas, con merma de ingresos, con caída de ingresos, sin ningún tipo de ahorros…. Bajo la circunstancia que sea para cada uno, todos hemos sentido la necesidad de poner foco en nuestro particular modo de gestionar nuestras finanzas personales, con el impacto familiar que representa de acuerdo a cada situación en particular.

Según estudios en psicología, para muchas personas es más sencillo hablar de sexo, que, de su muy íntima relación con el dinero, no es sencillo expresar nuestro modelo decisorio emocional y reactivo respecto a consumos y gastos, tampoco es sencillo poner palabras a cierto desapego respecto a tomar decisiones hoy para anticiparnos a nuestra etapa de retiro, incluso a las razones culturales y sesgos para postergar decisiones de protección, como un seguro de vida, sea con o sin ahorro.

Sin embargo, haber estado en cuarentena nos expuso y nos dispuso a entender nuestra realidad personal en lo financiero. Hubo que hacer cuentas, hubo que buscar alternativas, hubo que repensar y resignificar…. Y preguntarnos, ¿cómo llegamos?, ¿cómo seguimos?

Si hay un valor que aprendimos sin la menor duda en la crisis por COVID-19, es el de la capacidad de resiliencia, que según una definición muy simple podríamos decir, refiere a la capacidad de las personas para adaptarse con actitud positiva, frente a situaciones adversas. No se trata sólo de “aguantar” la adversidad, sino de gestionarla con aprendizajes generativos que permiten construir nuevos caminos.

Entendemos entonces que, iniciamos una etapa con clara necesidad de desarrollar nuestra capacidad de financial resilience, que nos requiere revisar nuestros muy especiales, individuales e íntimos paradigmas respecto a consumos, gastos, endeudamientos, créditos, ingresos y ahorros. Un ejemplo: si tenemos un auto, sabemos claramente, el costo de adquirirlo, el costo de mantenerlo, parking, seguro, combustible, impuestos, multas de tránsito, peajes. ¿Cuánto lo usamos? Si no es herramienta de trabajo, podemos analizar si lo vendemos y construimos un capital. Cambiamos creciente generación de costos y gastos por ahorro. Toda vez que necesitemos un auto (fines de semana, vacaciones) lo alquilamos. Es sólo un ejemplo, un ejercicio “think out of the box”.

Vivir en pandemia, nos puso a todos en el mismo lugar, quizás fácil de entender, por razones sanitarias, pero difícil de transitar. Si bien es cierto que vivimos tiempos de cambios acelerados y exponenciales, es necesario advertir que también hay transiciones, hasta que los cambios se consoliden.

Vivimos todos un acelerado proceso de adaptación a un muy creciente ecosistema digital, a través de instituciones centenarias como los bancos, las más modernas e innovadoras como fintech, las insurtech. Resulta muy importante la inclusión financiera, como condición necesaria, pero no suficiente para una mejor gestión de finanzas personales, sin antes acompañarla con un proceso masivo de alfabetización financiera.

Mientras todos aprendemos y nos adaptamos al creciente entorno digital podemos repasar conceptos aprendidos en otro tiempo y momento. Repensarnos a nosotros mismos gestionando nuestras finanzas personales nos requiere y de modo indispensable, asumir:

-El valor del ahorro individual, para la construcción de un capital, para la protección familiar/individual y para lograr una etapa de retiro con calidad de vida.

-El significado del sentido de liquidez, de seguridad/solvencia y rentabilidad de las inversiones.

-Entender el impacto de cuestiones impositivas.

-Nuestro rol activo y complementario al sistema jubilatorio estatal vigente. Ya no se trata sólo de acumular derechos a percibir.

-Respecto a inversiones y seguros de vida, conviviremos con sistemas híbridos de asesoramiento entre lo digital y personal.

-Los crecientes costos de coberturas de sistema de salud privados, directamente proporcional a nuestra también creciente edad.

-El valor de las cifras y datos concretos y no sólo de las opiniones propias y ajenas, sin las primeras.

A esta altura creo que todos entendemos que los algoritmos, como una de las expresiones de nuestro entorno digital, llegaron para quedarse, al mismo tiempo podemos afirmar que los algoritmos no tienen emociones, que es nuestra característica distintiva. En el libro “Economía emocional” de Matteo Motterlini, publicado en 2006, el autor expresa: “aceptar los errores para cometer menos errores significa, por tanto, reconocer honestamente las propias limitaciones sin asumir que se tienen capacidades cognitivas que los seres de este mundo no poseen. Significa estudiar los casos en que nuestra emotividad cotidiana parece haber tenido las de ganar, aprender a identificar sus trampas y poner a punto elecciones económicas y sociales que la tengan responsablemente en cuenta”.

Sea que estemos en pandemia, en postpandemia, necesitamos ya desarrollar nuestra capacidad de financial resilience ya que:

“Si quieres conocer el pasado, entonces mira tu presente, que es el resultado. Si quieres conocer el futuro, entonces mira tu presente, que es la causa” Buda.

 

Ernesto Scardigno

Life Insurance-Retirement Coach

Asesor   matriculado SSN Seguros de personas

Magíster en Políticas Públicas.

Miembro ICF

Miembro Cámara Internacional de Conferencistas

Tecnología y techlash: ¿qué significa para los inversores?

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Tecnología y techlash: ¿qué significa para los inversores?
Foto cedida. Tecnología y techlash: ¿qué significa para los inversores?

¿Héroes o villanos, socios estimados o fuerzas invasivas? Ahora que el papel que juegan los gigantes tecnológicos en nuestra sociedad se halla en pleno cambio, es prudente no perder de vista a estas empresas desde una perspectiva de inversión.

En los últimos años, los aspectos legales, económicos y medioambientales asociados con las grandes compañías tecnológicas han suscitado una hostilidad potente y generalizada. Este sentimiento ha sido tan intenso que incluso ha inspirado una nueva palabra en lengua inglesa: el término “techlash” apareció en The Economist en 2013 y fue nominado en 2018 como palabra del año por Oxford Dictionaries.

Últimamente, no obstante, la necesidad global de trabajar y reunirse virtualmente ha reavivado la apreciación de la tecnología, y las grandes empresas se están comprometiendo a mejores valores y políticas. ¿Qué podría significar esto para los inversores?

Grandes complementos para nuestras vidas

Imaginemos cómo sería nuestra vida sin la tecnología. Su papel en nuestra rutina cotidiana es impresionante y va mucho más allá de los buscadores de internet y las redes sociales. Las plataformas digitales nos permiten comprar y gestionar nuestro dinero de forma más barata y rápida, sin sacrificar un buen servicio. La emisión en continuo ha cambiado la forma en que consumimos entretenimiento, y ahora parece ser un motor de innovación a medida que nuevas empresas, grandes y pequeñas, entran en el mercado.

Trabajar y aprender también dependen en gran medida de las herramientas más novedosas e inteligentes. Las videoconferencias y los cursos en línea están transformando nuestra noción de comunidad, sobre todo ahora debido al brote de coronavirus. Somos plenamente conscientes de las ventajas, pero ¿cuál es su coste real?

El lado negativo de las cookies

La adopción creciente de la tecnología nos obliga a revelar más y más datos personales. Esto tiene consecuencias claramente visibles en internet, cuando los sitios web y los buscadores “adivinan” nuestros pensamientos y necesidades: una funcionalidad útil, pero intrusiva e incluso siniestra en ciertos casos.

La información es la moneda en la que se basa la prosperidad de muchos sectores, con lo que algunas de sus repercusiones van más allá de nuestra experiencia directa. La posesión de una cantidad ingente de datos puede permitir su abuso, la interferencia en procesos políticos y la propagación maliciosa de noticias falsas.

¿Un programa maligno para el mundo?

En lo que respecta a la contribución de los gigantes tecnológicos a la sociedad, una fuente de crítica es el hecho de que, debido a ciertas lagunas jurídicas, no pagan los impuestos que deberían en los países en los que operan. Otra es su impacto negativo en el cambio climático: además de su frecuente falta de políticas ecológicas activas, estas empresas almacenan una cantidad enorme de información en centros de datos masivos, lo cual contribuye en gran medida al calentamiento global. También se teme que el dominio de algunas tecnológicas superestrella en sus respectivos mercados pueda obstaculizar la competencia.

Investigaciones gubernamentales

El Congreso, el Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos están investigando la presunta conducta anticompetitiva de Amazon y Google. Las autoridades italianas están cuestionando los algoritmos de Amazon por el hecho de favorecer a los vendedores afiliados con el servicio de logística de la empresa. Y, en la UE, después de que Google pagara una multa de 2.400 millones de euros por abusar de su posición de dominio en el mercado, la comisaria de Competencia anunció su intención de adoptar medidas más duras.

No obstante, la intervención de las autoridades podría ser limitada. Trump suele defender los intereses de algunos de estos gigantes tecnológicos que tienen miles de millones invertidos en todo el mundo, más de la mitad en deuda pública. ¿Cuán lejos van a ir los gobiernos a la hora de implementar medidas capaces de poner en peligro el valor de estas reservas y de afectar negativamente a sus economías?

¿Resistirse o reiniciar?

Por último, vale la pena abordar la respuesta del sector tecnológico frente a la hostilidad suscitada por estos gigantes. Si comparamos el valor de las multas y de los acuerdos extrajudiciales de pagos de las grandes tecnológicas con la enormidad de sus balances, resulta difícil verlas como medidas disuasorias potentes ante prácticas poco éticas. No obstante, estas empresas parecen estar despertando ante la necesidad de ser mejores “ciudadanas”.

En BNP Paribas Asset Management, contemplamos la inversión desde todos los ángulos. Sabemos que los colosos tecnológicos no están exentos de defectos. Algunos se muestran dispuestos a adoptar prácticas de negocio más éticas, mientras que otros permanecen rezagados.

Sin embargo, la creciente concentración en el teletrabajo en el marco de la pandemia de coronavirus podría respaldar a las empresas tecnológicas, tanto consagradas como recién llegadas al mercado. Es importante que los inversores evalúen a cada una de ellas individualmente y que decidan dónde pueden encontrarse rentabilidades sostenibles en el largo plazo.

Tribuna de Ramón Esteruelas, especialista sénior de inversiones en renta variable global y temática de BNP Paribas AM

La mención de valores específicos en el presente artículo se realiza únicamente con fines ilustrativos. Así, no constituye incitación alguna a la compra de dichos valores, ni ningún tipo de recomendación o asesoramiento de inversión.

Para leer este contenido y otros relacionados con la campaña de BNP Paribas Asset Management, pulsa aquí.

Dónde poner el foco al invertir en renta fija

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Pixabay CC0 Public Domain. Dónde poner el foco al invertir en renta fija

¿Dónde invertir ahora en renta fija? Es la pregunta que nos siguen haciendo muchos clientes en estas semanas, tras la fuerte compresión experimentada por las tires de los bonos gubernamentales. Para contestarla, es necesario recordar las dos razones fundamentales por las que los inversores han utilizado la renta fija: para obtener rendimientos y como fuente de diversificación en carteras.

Partimos de una situación en la que el rendimiento de los activos libres de riesgo, como los bonos gubernamentales, es muy escaso. Para obtener de los bonos el mismo nivel de rentas que se recibía hace 10 años, hoy en día hay que asumir mucho más riesgo. Este riesgo puede incluir bonos de high yield o deuda distressed (con una elevada probabilidad de no recuperar íntegramente el principal aportado), o activos ilíquidos (con una elevada probabilidad de no poder recuperar el dinero cuando se necesita).

Si lo que se desea es obtener una rentabilidad concreta de nuestra inversión en renta fija, nos veremos forzados a concentrar más riesgo en activos cada vez más caros (debido a la compresión de tires y diferenciales). Hacia el final del ciclo económico, los activos con un rendimiento atractivo son en general muy caros. Esto se debe a que todos los inversores han perseguido el mismo objetivo, el llamado “fenómeno de la búsqueda de rentas” ocurrido en la última década. Como ejemplo, los diferenciales de la renta fija corporativa, que suelen estar muy ajustados al final del ciclo económico. Se incrementa así el riesgo de que el valor de la inversión disminuya a medida que dichos diferenciales se amplían, algo que suele ocurrir también en las últimas etapas del final del ciclo.

Diversificación

Así pues, la renta fija no es ahora una cuestión de rendimiento, sino de diversificación, y de su rol en la obtención de ganancias de capital en un escenario de aversión al riesgo, “suavizando” el retorno total de una cartera mixta. Los fundamentales de la construcción de carteras dictan que, para optimizar la rentabilidad ajustada por el riesgo, la cartera debe consistir en activos diversificados y no correlacionados.

Se piensa, de una manera simplista, que debido a que en los últimos diez años tanto los bonos como la renta variable han subido, ambos deben estar altamente correlacionados. No es cierto. Los bonos gubernamentales han mostrado predominantemente correlaciones negativas con las acciones, con algunos periodos de correlación de alrededor de cero.

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En la medida en que los bonos seguros (refugio) tengan una correlación negativa con los activos de riesgo, mediante la compra de dichos bonos estamos liberando presupuesto de riesgo para asumir en el resto de la cartera. Esta es la razón por la que no se debe renunciar a los bonos y tener el 100% en renta variable.

¿Y por qué no invertir en bonos de mayor rendimiento? Porque simplemente no ofrecen este beneficio de diversificación. Es precisamente este componente adicional de riesgo (prestar a emisores que pueden hacer impago) lo que provoca, por ejemplo, que los bonos corporativos tengan una alta correlación positiva con la renta variable.

Los bonos refugio (¡no los que están altamente correlacionados con la renta variable!) deberían ser una pieza clave en las carteras mientras sigan siendo diversificadores. Con las tires los bonos gubernamentales en niveles tan bajos, ¿tienen que conformarse los inversores con rendimientos bajos para poder diversificar sus carteras?

Una alternativa puede ser el fondo Allianz Strategic Bond. Hemos escuchado a muchos clientes decir: «Nos gusta la idea de fondos de renta fija flexible, pero en la práctica muchos de ellos están invirtiendo en activos de mayor riesgo, dentro del segmento de los bonos corporativos o las titulizaciones». Esto significa que muchos fondos de renta fija global flexible no están proporcionando el beneficio de la diversificación para los inversores.

Cuando lanzamos Allianz Strategic Bond, queríamos que fuera diferente a los fondos de renta fija flexible que había en el mercado. Queríamos que proporcionara el beneficio de la diversificación y, por ello, el fondo tiene un objetivo de correlación específico. Aspiramos a alcanzar una correlación nula con la renta variable global, fijándonos un límite máximo de 0,4 en un ciclo continuado de 3 años.

Con esta estrategia, no pretendemos generar rentabilidad centrándonos en los activos que ofrecen un mayor rendimiento (y que tienen también un mayor riesgo y una mayor correlación con la renta variable). La flexibilidad de no tener que alcanzar un objetivo de rendimiento predefinido nos permite optimizar el retorno total de la cartera, siendo capaces de ofrecer buenos resultados en mercados más volátiles, con el propósito de servir como ancla dentro de una cartera.

Tribuna de Mike Riddell, gestor del fondo Allianz Strategic Bond y autor del blog BondIssues.com.

ETFs temáticos: estar un paso por delante en un mundo siempre cambiante

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Pixabay CC0 Public Domain. De una posible rotación a los mercados emergentes: estas son las claves de la renta variable para 2021

El primer desafío que enfrenta cualquier inversor al construir una cartera es cómo darles sentido a miles de compañías, industrias y mercados en un mundo siempre cambiante. Hay varias maneras diferentes de hacerlo, cada una con sus propios beneficios.

El enfoque tradicional «top down» agrupa a las empresas por una amplia área de operación – finanzas o tecnología de la Información, por ejemplo – y analiza cómo los factores macroeconómicos como el crecimiento del PIB y la inflación pueden impulsar su rendimiento como grupo.

El enfoque «bottom-up» se centra en los fundamentales de una empresa, como la relación precio/beneficio, el rendimiento del capital, la cuota de mercado y el crecimiento de las ventas, identificando las empresas prometedoras de un sector sin examinar demasiado las condiciones del mercado y los indicadores económicos.

Y hoy en día existe una conciencia cada vez mayor de un tercer enfoque: uno que los inversores minoristas e institucionales orientados al futuro están utilizando cada vez más para basar su estrategia de inversión. Este enfoque da un paso más hacia atrás, observando primero las «megatendencias» globales que están remodelando el mundo ante nuestros ojos, y luego analizando cómo afectarán a las empresas a lo largo del tiempo. Esto se denomina inversión temática, y es una forma simple pero poderosa de construir carteras a largo plazo que podrían prosperar en un mundo de rápidos cambios.

¿Qué es la inversión temática?

La inversión temática es una especie de enfoque “top down” que se centra menos en los indicadores económicos tradicionales como la inflación y el crecimiento del PIB y da más énfasis a las tendencias estructurales a largo plazo en el mundo, que podrían impulsar el rendimiento de manera que los inversores tradicionales aún no pueden darse cuenta.

Éstas podrían ser geopolíticas, como el aumento del poder y la riqueza en las economías emergentes, o tecnológicas, como el impacto transformador de la tecnología disruptiva y la digitalización, o sociales, como la forma en que la aceleración de la urbanización expandirá las ciudades del mundo muchas veces en las próximas décadas. El cambio climático y la escasez de recursos es otra de esas «megatendencias» que se extenderá en cascada a través de las empresas globales en los próximos decenios, un cambio que un enfoque tradicional de inversión a corto plazo tal vez no pueda incorporar.

La visión global y a largo plazo de las inversiones temáticas no se ve limitada por las categorías geográficas o sectoriales de los enfoques de inversión tradicionales. Su objetivo es identificar las empresas, dondequiera que se encuentren en el mundo, que puedan estar en condiciones de beneficiarse de los temas emergentes que se desarrollarán a lo largo de años o incluso décadas, y no sólo en el próximo trimestre financiero.

Este enfoque de inversión con visión de futuro analiza la forma en que los cambios tectónicos aportarán a algunas empresas un gran éxito y a otras una lucha existencial. Las empresas líderes del mañana pueden ser desconocidas hoy en día, operando en áreas que llegarán a revolucionar algún aspecto de la vida cotidiana, ya sea la inteligencia artificial, la tecnología  carbono neutral, los vehículos totalmente autónomos o los hogares inteligentes.

A la inversa, los ganadores de hoy -las empresas más grandes del mundo, preferidas sistemáticamente por los fondos ponderados por capitalización de mercado- pueden tener dificultades en un nuevo entorno de energía verde, transformación digital y tecnología disruptiva dirigido por los millennials.

Cómo capturar temas en las carteras de inversión

La inversión temática no es un concepto nuevo. Algunos inversores activos han practicado este enfoque durante décadas, utilizando un control de calidad basado en el ser humano y una selección dinámica de acciones. Esto ha ido acompañado a menudo de mayores costes de gestión y de una falta de transparencia. La novedad de la inversión temática en los últimos años es la democratización y la reducción de los costes de la estrategia: la introducción de tecnologías avanzadas y de vehículos de inversión pasiva de bajo coste en un espacio que antes estaba reservado a la gestión activa.

Lyxor se ha asociado con el gigante de la indexación y datos MSCI para crear un nuevo conjunto de índices que cubren algunas de las mayores tendencias de inversión temática de nuestro mundo. Estos combinan la supervisión humana activa, la implementación pasiva y las últimas tecnologías de ciencia de datos para construir carteras que deberían prosperar en el futuro, por una fracción del precio de la mayoría de los fondos activos estándar.

Los cinco nuevos ETFs temáticos cubren lo que creemos que son los temas de inversión emergentes más importantes de nuestra época: el crecimiento de la economía digital y la tecnología disruptiva, el cambio urbano con la movilidad del futuro y las ciudades inteligentes, y los hábitos de compra de millennials.

La economía digital se refiere a la actividad económica resultante de las conexiones digitales entre empresas, dispositivos y personas. Incluye áreas establecidas como el comercio electrónico, los pagos online y la publicidad digital, así como campos en rápido desarrollo como la ciberseguridad, la tecnología financiera (fintech) y la economía de intercambio.

Respecto a la movilidad futura, las revoluciones en el transporte han transformado el mundo en los últimos 300 años. La red de canales, la creación de los ferrocarriles, los barcos de vapor, la introducción de motores de combustión interna de gasolina y diésel en los coches, y la invención del vuelo fueron los mayores avances. La movilidad futura captura las siguientes etapas del transporte humano, que volverán a poner en marcha nuestras vidas.

Las ciudades ya albergan a la mitad de los habitantes de la Tierra, y se espera que otros 2.500 millones de personas se unan a ellas hasta 2050. El 90% de este aumento será en África y Asia. Las ciudades inteligentes abordan desafíos como la urbanización y el cambio climático con nuevas tecnologías como la automatización, el Internet de las Cosas y las redes inteligentes.

La nueva tecnología disruptiva ofrecerá soluciones más simples, más accesibles y a menudo más rentables para muchos de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad. Esto es a veces llamado «la cuarta revolución industrial», una revolución que transformará la forma en que vivimos y trabajamos. Las empresas que adoptan la tecnología disruptiva tienen el poder de reinventarse a sí mismas y crear nuevos mercados.

Por último, los millennials o la Generación Y, como también se les conoce, están destinados a tener un enorme impacto en la economía mundial. Sus decisiones de gasto y ahorro significarán la desaparición de algunos modelos de negocio establecidos desde hace tiempo y el surgimiento de otros nuevos. Los millennials incluyen a los 2.400 millones de personas nacidas en los años 80 y 90. Constituyen casi un tercio de la población mundial y ya están tomando el relevo de los «baby boomers» y de la Generación X que impulsaron la economía en las últimas décadas.

Cada uno de nuestros ETFs temáticos combina el conocimiento humano, la ciencia de datos de vanguardia y las técnicas de inteligencia artificial de una manera única para identificar las empresas que más importan, y asegurar que su cartera se mantiene un paso por delante. Como proveedor pionero de ETF con una historia de innovación, hemos ido más allá para construir algunos fondos verdaderamente de vanguardia para una nueva mentalidad.

Tribuna de Pedro Coelho, responsable de ventas de productos de Lyxor ETF para España, Portugal y Latinoamérica

Riesgo en Inversiones Privadas (parte 5): “asigna, escoge bien y diversifica”

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Teamwork by Nick Youngson CC BY-SA 3.0 Alpha Stock Images. Foto:

Trabaja en equipo para lograr tus mejores resultados. Siempre que asesoro a clientes les digo que como equipo podemos lograr más juntos. El rol de cliente es ser disciplinado, consistente, colocar anualmente, especialmente cuando los mercados están bajando y el mundo da miedo (piensa: oportunidad de comprar barato). Los mejores clientes no se desvían de sus presupuestos y compromisos. El rol del experto (asesor) es ayudar a descubrir las mejores estrategias con el potencial de lograr los objetivos de inversión con el menor riesgo posible. Juntos, este tipo de trabajo en equipo tiende a producir mejores resultados que asignar a fondos al azar. 

A principios de 2012, siguiendo mi rol en un equipo, atendí una reunión exploratoria con un reconocido gestor de un mega fondo para entender cómo generan/crean valor. El socio senior, sentado opuesto a nosotros, explicó que la manera principal que sus equipos generaban valor en sus mega fondos era por medio de ahorros en las compras de papelería de empresas dentro del portafolio (piensa: comprar lápices y plumas más barato). Pensé que estaba bromeando y me reí en alto, pero la persona hablaba en serio y tuve que mantener la compostura. Este episodio es uno, de varios, que me alertó de algo terriblemente mal en el espacio de mega fondos. Estos gestores estaban quedándose sin formas de generar valor en sus empresas de portafolio aparte de usar ingeniería financiera, y estaban volviéndose creativos en la manera de responder mis preguntas. 

Desde 2012, los mega fondos han seguido pagando mucho por empresas que han adquirido muy probable por medio de procesos de subastas competitivas (los datos no mienten). Aun en 2019, otro récord fue logrado por recaudación de capital. De nuevo los grandes inversores institucionales destinan la mayoría de su capital (billones) a estos gestores.

Como hemos comentado en artículos anteriores, cuando uno va más allá de la superficie, uno se de cuenta de lo peor de las inversiones privadas. Donde el riesgo es explicado casualmente y no es considerado a profundidad. La alineación de interés es ignorada. Los fondos con nombres reconocidos son seleccionados ya que ofrecen una sensación (falsa) de seguridad. Hay más de 8.000 gestores de fondos en nuestro universo, todavía hay decenas y quizás unos cien que no han perdido el enfoque de generar valor y merecen nuestra consideración para invertir con ellos. Cambiar su enfoque para recaudar más capital no les ha tentado. 

Una vez que usted junto con su experto encuentre estos gestores y analicen las estrategias a su satisfacción, necesita decidir cómo asignar su capital apropiadamente a esta clase de activo. Dependiendo de su nivel de tolerancia de iliquidez y la habilidad de poner a un lado una porción de su portafolio por un periodo de hasta una década, debería considerar asignar 10-40% de su portafolio/patrimonio a esta clase de activo que puede dar buena recompensa (si es abordado apropiadamente). Este rango de asignación va en línea con el de universidades y family offices de respeto con empleados de experiencia dedicados a inversiones privadas y otros inversores institucionales de renombre. Usted debería hacer un presupuesto de compromisos de capital a lo largo de un periodo de años, entendiendo que cada compromiso tomará entre 2 a 5 años de implementarse por completo antes de empezar a recibir distribuciones de capital, y la asignación comience a disminuir de nuevo. En dicho momento, el inversor deberá recordar que debe continuar alocando capital a la clase de activo para poder mantener su asignación objetivo (%).

Por lo tanto para lograr su asignación objetivo (%), comprometer de frente la mayoría del presupuesto hace sentido (un 40% de la asignación objetivo debería de ser comprometido en el primer año) en vez de comprometer de forma lineal (20% anual) y constante por 5 años. Al comprometer de frente, uno tiene la posibilidad de lograr su asignación objetivo (%) dentro de 4 a 5 años, en vez de hacerlo de forma lineal donde uno nunca lo logra.

Por supuesto, nunca hay que olvidarse de diversificar apropiadamente y de no sobre diversificar compromisos anuales. Mantener disciplina estricta de comprometer capital cada año a la clase de activo. Esto es especialmente importante cuando los mercados se tornan volátiles o se entra en recesiones. Frecuentemente los mejores años de cosecha son aquellos de recesión cuando los gestores logran obtener mejores precios al hacer inversiones. En cualquier año, un inversor disciplinado debería de comprometer capital a entre 3 a 5 estrategias complementarias. 

Hay una mejor manera de invertir en esta clase de activo. Como un inversor aspirante o con experiencia, asociarse con un experto experimentado que le ayude a hacer las preguntas correctas y tomar mejores decisiones es fundamental. Igualmente es importante mantener la disciplina de asignación y diversificación de estrategias. Seguir estos consejos le ayudará a lograr resultados por encima del promedio en esta atractiva, y potencialmente confusa, clase de activo. Trabaja en equipo con un experto capaz y verán los resultados.

Columna de Alex Gregory