Intensamente 2, la exitosa película de Pixar que rompió récords de taquilla en 2024, nos presenta a una adolescente enfrentando nuevas emociones a sus 13 años, destacando especialmente la ansiedad. Esta temática la podemos ver reflejada hoy en el impacto de la incertidumbre en los mercados y en el comportamiento de los inversionistas.
En 2025, la volatilidad de los mercados globales ha alcanzado niveles extremos, impulsada principalmente por las políticas arancelarias cambiantes del presidente Donald Trump en Estados Unidos. Las tarifas anunciadas y luego postergadas han generado un ambiente de incertidumbre que ha disparado la volatilidad tanto en acciones como en renta fija. Economistas, gestoras y bancos de inversión han visto un incremento significativo de las probabilidades de una recesión global, reflejando el impacto de estas políticas erráticas en los mercados.
El comportamiento de consumidores e inversionistas no ha sido inmune a esta incertidumbre. Muchos estadounidenses, por ejemplo, se apresuraron a comprar el último iPhone ante el temor de alzas en los precios debido a los nuevos aranceles, solo para descubrir días después que las concesiones anunciadas evitarían incrementos significativos. Por su parte, los inversionistas han elevado los volúmenes de transacción bursátil, y empresas como las «Magnificent 7» (Meta, Google, Tesla, NVIDIA, Apple, Microsoft y Amazon), que parecían imparables en años recientes, han registrado pérdidas significativas en este 2025.
En este contexto, planificar el futuro se vuelve un desafío monumental. La certidumbre, tan valorada por inversionistas y el mercado, parece un lujo inalcanzable estos días. Aquellos acostumbrados a mercados con altos retornos e inusual volatilidad los años pasados han experimentado una ansiedad inusual este año.
Aquí es donde Intensamente 2 nos ofrece una lección valiosa. Sin revelar detalles para quienes aún no han visto la película, el mensaje central subraya la importancia del equilibrio emocional para mantener la salud mental. Como adultos, solemos decir que debemos aprender de los niños, pero también podemos aprender de los consejos que damos a nuestros adolescentes: no dejarnos llevar por las emociones, especialmente la ansiedad, al tomar decisiones de inversión importantes.
En el mundo de las inversiones, esto se traduce en planificar cuidadosamente, equilibrar riesgos y oportunidades, y construir portafolios diversificados. Este enfoque no sólo puede ser un antídoto contra la ansiedad, sino también una estrategia sólida para navegar en tiempos de incertidumbre.
Sobre el autor: Hugo Aravena es residente de CFA Society Chile
Las erráticas políticas estadounidenses en materia de aranceles, política fiscal y cambios de incentivos han dejado huella en los primeros resultados de las encuestas industriales estadounidenses. Las oficinas de la Fed de Filadelfia, Nueva York y Richmond coincidieron en reportar fuertes caídas en la actividad empresarial, los planes de negocio, las intenciones de inversión y las intenciones de contratación. Los resultados de la encuesta alcanzaron niveles normalmente asociados con las recesiones.
Dado que la economía y las empresas estadounidenses enfrentan muy pocos desequilibrios internos que justifiquen una interrupción de la contratación y la inversión, la creciente probabilidad de estancamiento económico en Estados Unidos se debe enteramente a la fuerza exógena de una política económica errática y restrictiva con aranceles arbitrarios, disrupciones en el gasto público, cambios de incentivos y una postura fiscal insostenible.
Elevamos la probabilidad de un estancamiento económico prolongado en los próximos meses, que cumple los criterios de una recesión, al 50%. Los aranceles mucho más altos sobre las importaciones estadounidenses aumentan no solo los riesgos de recesión, sino también las expectativas de inflación y la incertidumbre en ese país. Esto diferencia la crisis económica en desarrollo de las recesiones convencionales, que tienden a ser de naturaleza deflacionaria, creando un resultado de estanflación con un crecimiento desalentador y una inflación elevada.
El escenario mencionado limita la capacidad de la Reserva Federal (Fed) para responder a un menor crecimiento mediante recortes rápidos y drásticos de las tasas de interés. Prevemos que la Fed retrase su respuesta a una actividad económica más débil para evitar un mayor aumento de la inflación y las expectativas de inflación. Solo cuando la debilidad de la actividad comience a repercutir en el mercado laboral estadounidense, impulsando el desempleo, la Fed comenzará a recortar las tasas de interés, y lo hará de forma agresiva. Anticipamos que la Fed recorte las tasas en 50 puntos básicos en las reuniones del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de julio y septiembre.
Mientras tanto, Europa cuenta con amplia capacidad para contrarrestar los riesgos para el crecimiento, ya que conlleva una inflación y expectativas de inflación más bajas. Vemos un aumento del gasto público y una flexibilización de la política monetaria en Europa. El Banco Central Europeo (BCE) ya ha recortado sus tasas de interés clave en siete ocasiones, un total de 175 puntos básicos, y en su última reunión señaló que está preparado para abordar el riesgo emergente para el crecimiento con una respuesta monetaria adecuada. Interpretamos la declaración del BCE como una disposición a avanzar hacia una política monetaria expansiva y ajustan su previsión a al menos tres recortes adicionales de tasas de 25 puntos básicos cada uno en las próximas reuniones, lo que reduciría la tasa de interés clave al 1,5 % para septiembre de este año.
Es probable que la ventaja del dólar estadounidense en las tasas de interés se reduzca antes de lo previsto. Si bien la incertidumbre generada por los anuncios arancelarios parece haber alcanzado su máximo, lo que ofrece la posibilidad de noticias positivas sobre nuevas prórrogas o acuerdos comerciales, la caída de las tasas de interés en Estados Unidos, sumada a la incertidumbre persistente y la confianza empañada en el dólar, probablemente mantendrá al dólar más cerca de sus niveles actuales. Por lo tanto, tenemos un pronóstico a tres meses para el EUR/USD de en 1,15, similar a nuestro pronóstico a 12 meses. Esto quiere decir que la debilidad del dólar probablemente permanezca más de lo que el mercado había descontado.
Sobre el autor: Esteban Polidura, Especialista Global de Inversiones, Julius Baer
Una nueva propuesta migratoria desde Estados Unidos ha captado la atención del ecosistema global de inversión por residencia: la denominada «Trump Gold Card», que ofrecería residencia permanente a cambio de una inversión de 5 millones de dólares. Aunque no se trata aún de una medida oficial ni legislada, la iniciativa ya ha despertado un intenso debate en círculos especializados.
¿Qué plantea la Trump Gold Card?
Según declaraciones del Secretario de Comercio, Howard Lutnick, la propuesta permitiría a inversionistas extranjeros obtener una Green Card mediante una inversión directa, sin la obligación de crear empleos ni participar activamente en un negocio. Lutnick mencionó que, en tan solo un día, se generaron compromisos de inversión por 5.000 millones de dólares procedentes de 1.000 inversores interesados.
Incluso se habla del desarrollo de una plataforma digital de solicitudes, posiblemente impulsada en colaboración con Elon Musk.
No obstante, la propuesta aún requiere aprobación legislativa y regulatoria antes de convertirse en realidad.
Beneficios propuestos de la Trump Gold Card:
Residencia permanente en Estados Unidos.
Exención de la obligación de crear empleos.
Tributación territorial (pendiente de confirmación).
Posibilidad de solicitar ciudadanía estadounidense tras el periodo requerido.
Comparativa con el programa EB-5: ¿Inversión o compra?
El conocido programa EB-5, vigente desde 1990, exige una inversión de 800.000 dólares (a través de centros regionales) o 1.050.000 de dólares (inversión directa), además de la creación de al menos 10 empleos a tiempo completo.
La diferencia esencial es que la Trump Gold Card se plantea como una «compra directa» de residencia, sin los requisitos empresariales y de empleo que caracterizan al EB-5.
¿Cómo se posiciona esta propuesta en el contexto global?
La «Trump Gold Card» no surge en el vacío. Existen ya programas de residencia y ciudadanía por inversión (RCBI) con umbrales aún más altos en mercados como Austria, Singapur o Hong Kong:
Análisis estratégico: migración e imagen internacional
Desde mi perspectiva como asesora internacional en programas de inversión migratoria, considero que la propuesta no es escandalosa en su contenido, sino en su presentación pública.
Comparada con programas ya existentes en Austria o Singapur —mucho más costosos y estructurados—, la diferencia radica en el estilo. Mientras otras jurisdicciones mantienen discreción y rigor institucional, el enfoque comunicacional de Trump privilegia el espectáculo.
Esta estrategia, aunque efectiva para captar titulares y fondos, corre el riesgo de politizar una herramienta migratoria que, tradicionalmente, ha sido gestionada con prudencia y estrategia geopolítica.
En el mundo de la migración por inversión, la forma en que se comunica un programa también define su legitimidad y percepción internacional.
La «Trump Gold Card», aunque todavía en fase conceptual, representa un cambio de narrativa en el universo de movilidad global para altos patrimonios. Estados Unidos, con su posible entrada formal a este espacio, podría redefinir las reglas del juego, no por el monto de inversión, sino por el impacto simbólico de su política migratoria.
Para los inversionistas globales, este nuevo escenario demandará no solo capital, sino también visión estratégica, asesoría especializada y comprensión profunda del mapa migratorio internacional. Porque en el mundo actual, la movilidad es el nuevo poder.
La autora: Juliana Cloutier es experta en migración por inversión y fundadora de Alta Invest Advisory. Con más de 17 años de experiencia internacional y formación en banca privada en HSBC (Estados Unidos, Singapur, Reino Unido y Canada), asesora a individuos y familias de alto patrimonio en estrategias de movilidad global y planificación patrimonial. Es miembro activo del Investment Migration Council (IMC) y de Invest in the USA (IIUSA).
Seguimos viendo empresas resistentes, generadoras de ingresos, con sólidos fundamentos y potencial de crecimiento a largo plazo. Durante más de una década, la renta variable estadounidense ha dominado los rendimientos, impulsada por un panorama posterior a la crisis financiera definido por unos tipos de interés ultrabajos, la relajación cuantitativa y un dólar estadounidense en alza. Pero en 2025, la pregunta más relevante es: ¿hacia dónde vamos a partir de aquí, y cómo puede la diversificación global mejorar los ingresos y mitigar el riesgo en un mundo volátil?
Replanteamiento de la exposición fuera de EE.UU.
Aunque la rentabilidad superior de EE.UU. está bien documentada, se debió principalmente a los vientos de cola de la política monetaria y al predominio de sectores de crecimiento como la tecnología. Por el contrario, muchos mercados no estadounidenses -especialmente Europa y Japón- se enfrentaron a obstáculos estructurales como los tipos de interés negativos y una mayor exposición al sector financiero. Sin embargo, la narrativa está cambiando. Con la normalización de los tipos, hemos visto cómo el crecimiento de los beneficios fuera de EE.UU. se ponía al día y, en el caso de Japón, incluso superaba al de EE.UU. en términos de USD.
Los precios de las acciones siguen en última instancia los beneficios, y los datos recientes de Goldman Sachs muestran que desde enero de 2022 hasta febrero de 2025, los bancos europeos superaron a los «7 magníficos» estadounidenses, impulsados por unos beneficios sólidos. Esto nos dice que la oportunidad en el extranjero no es simplemente un juego de valoración; se trata de un crecimiento real y tangible de los beneficios. En un mundo en el que los ingresos y el rendimiento importan más que nunca, estas tendencias son cada vez más importantes.
Ingresos diversificados, carteras resistentes
La verdadera diversificación no consiste únicamente en poseer diferentes geografías, sino en acceder a diferentes flujos de ingresos. En la construcción de nuestra cartera, nos centramos en empresas con alcance mundial y flujos de caja diversificados. Europa es un ejemplo perfecto: más de la mitad de los ingresos de las empresas europeas proceden de fuera del continente. Los inversores suelen pensar en la renta variable europea como un juego en las economías locales, pero ofrece exposición a la demanda mundial con valoraciones a menudo más atractivas que sus homólogas estadounidenses.
La diversificación nunca ha sido tan importante. Con el aumento de las tensiones geopolíticas, las interrupciones del comercio y los cambios en las expectativas de crecimiento, la exposición concentrada en un solo mercado -especialmente en uno tan bien valorado como el estadounidense- puede aumentar el riesgo. Los mercados no estadounidenses ofrecen acceso a empresas de calidad con presencia mundial y flujos de ingresos no correlacionados con los ciclos nacionales.
La sanidad europea en el punto de mira: Innovación con ingresos
Una de las oportunidades más atractivas que vemos es la sanidad europea. Este sector se sitúa en la intersección de la innovación y la resistencia. La sanidad representa aproximadamente 10 billones de dólares anuales de gasto mundial y el 10% del PIB mundial, sustentado por una demanda no discrecional y tendencias estructurales a largo plazo. Las empresas sanitarias europeas están a la vanguardia de la innovación mundial, desarrollando tratamientos de última generación para enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las afecciones cardiovasculares.
Estas empresas ofrecen sólidos perfiles de dividendos y estabilidad del flujo de caja, y están alineadas con motores de crecimiento seculares como el envejecimiento de la población y la creciente concienciación sanitaria mundial. Por ejemplo, los fármacos GLP-1 -inicialmente para la diabetes- están revolucionando ahora el tratamiento de la obesidad, uno de los problemas de salud más acuciantes a escala mundial.
Posicionamiento para el próximo ciclo
A medida que nos adentramos en un entorno de tipos más normalizado, los argumentos a favor de la diversificación mundial -especialmente en las carteras de renta variable- nunca han sido tan sólidos. La evolución del panorama de rentabilidad, las atractivas valoraciones y las poderosas tendencias estructurales fuera de EE.UU. constituyen un argumento convincente para asignar el capital a escala mundial. Al identificar empresas de alta calidad, generadoras de rentas y con exposición global -especialmente en sectores como la sanidad-, los inversores pueden construir carteras resistentes y posicionadas para el crecimiento a largo plazo.
Tribuna de opinión escrita por Matt Burdett, Head of Equities, Thornburg
¿Y si el catalizador más poderoso para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible no se esconde en la tecnología ni en las fuentes de financiación, sino en nosotros mismos? ¿Y si nuestra mente, nuestra forma de pensar, conectar y sentirnos empoderados para transformar la intención en acción, fuera el puente que falta entre los objetivos ambiciosos y el impacto transformador?
Vivimos en una era de innovación transformadora y movilización de capital, donde herramientas sofisticadas y estrategias de inversión abordan nuestros desafíos globales más urgentes. Sin embargo, el camino hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030 sigue frustrantemente obstaculizado, ya que las soluciones propuestas se ven enredadas en los ciclos políticos de todo el mundo.
Entre los muchos factores que probablemente contribuyen a esta desconexión, uno se pasa por alto dolorosamente: en el corazón de la sostenibilidad residen las personas. Los seres humanos son el corazón palpitante de las soluciones duraderas. Cuando descuidamos la dimensión humana, sacrificamos nuestra mayor influencia para un cambio significativo. Consideremos esta provocativa pregunta: ¿En qué medida una evaluación promedio de factores ESG o de riesgo climático aborda eficazmente el desarrollo interno y la psicología del cambio transformador? Si su evaluación no logra captar estos aspectos de forma significativa, podría estar pasando por alto el catalizador más poderoso para el cambio sistémico a su disposición.
En In|Flow, reconocemos que cerrar la brecha entre las buenas intenciones y los resultados transformadores requiere una introspección tanto como la evaluación de las externalidades materiales. La transformación sostenible no se basa únicamente en la mitigación y las soluciones de riesgos externos, sino en la interacción dinámica de ambos. Esta convicción guía nuestra integración de los Objetivos de Desarrollo Interno (ODI) y la Teoría Integral en nuestro marco de asesoramiento en sostenibilidad e inversión de impacto. Tanto el marco de los ODI como la Teoría Integral afirman que el cambio sostenible requiere cultivar la conciencia interna junto con la acción externa. La Teoría Integral aboga por una amplia gama de enfoques y apoya la transición hacia un enfoque matizado pero holístico. Los ODI son un aliado menos conocido, pero potente, de los ODS de la ONU. Describen las fortalezas internas que necesitamos desarrollar, tanto individual como colectivamente, para abordar eficazmente los desafíos de sostenibilidad de nuestro tiempo.
Las cinco dimensiones del desarrollo interior
El marco de los Objetivos de Desarrollo Interior* se basa en fundamentos científicos y se organiza en torno a cinco dimensiones transformadoras:
Ser (relación consigo mismo): integridad, autenticidad, apertura, autoconciencia y una mentalidad de aprendizaje que cultivan la presencia y el crecimiento personal.
Pensar (habilidades cognitivas): enfatiza la importancia de habilidades cognitivas como el pensamiento crítico, la conciencia de la complejidad y la búsqueda de sentido, lo que facilita una visión a largo plazo y una perspectiva más amplia.
Relacionarse (cuidar a los demás y al mundo): fomentar una profunda empatía, una conexión auténtica y un cuidado compasivo.
Colaborar (habilidades sociales): colaborar eficazmente y comunicarse de forma inclusiva para impulsar un cambio significativo en diversos contextos.
Actuar (favorecer el cambio): la valentía, la creatividad, el optimismo y la perseverancia son las fuerzas impulsoras que impulsan un cambio significativo.
Reimaginar el capital
Los Objetivos de Desarrollo Interior no son habilidades blandas periféricas, como a menudo se intuye. Constituyen capacidades estratégicas fundamentales que moldean la visión de los líderes, la sinergia entre equipos, el florecimiento de las alianzas y, en última instancia, la capacidad de las organizaciones para impulsar la transformación sostenible a gran escala. Es la base innegociable para lograr resultados reales y medibles.
Abordar el cambio climático y la desigualdad profundamente arraigada requiere más que una evaluación de riesgos ESG o el etiquetado de los instrumentos financieros de destino de los fondos. Requiere un profundo cambio de conciencia, una revolución en la forma en que percibimos, conectamos, creamos y expresamos nuestros valores al mundo. Así como las carteras financieras se benefician de la diversificación, debemos ampliar nuestra noción del capital. Solemos asociar el capital con el dinero o los activos financieros, pero en realidad, el capital impregna nuestras relaciones, inteligencia emocional, conocimiento, redes sociales e incluso nuestro sentido de propósito y significado. Cuando invertimos en el desarrollo de estas cualidades humanas (nuestras capacidades y potencial interno), construimos una de las formas de capital más esenciales y poderosas.
El camino por delante
Este artículo marca el inicio de una exploración más amplia. En próximos artículos, profundizaremos en cómo las perspectivas psicológicas pueden ayudar a superar las brechas críticas en las iniciativas de sostenibilidad. Al fomentar tanto el desarrollo interno como la acción externa, podemos crear soluciones que no solo sean sostenibles, sino también verdaderamente transformadoras y enriquecedoras.
¿Estás listo para liberar todo el potencial a tu disposición? ¿Estás listo para explorar las capacidades internas que pueden amplificar tu impacto en el mundo?
Te invitamos a unirte a nosotros en este replanteamiento transformador. En In|Flow, nos comprometemos a colaborar con visionarios que reconocen que liberar el potencial humano es una de las… Los catalizadores más poderosos para el cambio planetario.
Juntos, podemos acortar la distancia entre tu realidad actual y tu potencial para generar un impacto significativo. Al integrar los enfoques tradicionales de sostenibilidad e inversión de impacto con un desarrollo centrado en las personas, creamos las condiciones para un cambio duradero y significativo.
*https://innerdevelopmentgoals.org/framework/
Autoras: Therese Jahre, directora de Capital Relacional, y Constance de Wavrin, fundadora y directora ejecutiva de In|Flow
Los 12.000 millones de dólares ya desembolsados por el FMI en 2025, más otros 3.000 durante 2025, más otros 6.100 millones prometidos por organismos multilaterales y nuevas rondas de “repos con bancos internacionales”, no son señales de confianza genuina en la economía real argentina, sino el combustible que busca garantizar una salida ordenada de capitales en el momento en que los inversores decidan cerrar posiciones.
El plazo mínimo de 180 días para mantener las nuevas inversiones no es más que una pillería para despistados. La arquitectura financiera está diseñada para que las utilidades en dólares ganadas en 2024 y el primer trimestre de 2025 puedan ser giradas al exterior sin fricciones. Como en otras oportunidades, los dólares que ingresan no lo hacen para financiar desarrollo productivo, sino para asegurar liquidez ante una eventual estampida antes de las elecciones.
Mientras el mercado festeja el “nuevo régimen cambiario” anunciado por el gobierno argentino y los grandes bancos de inversión lo celebran como un paso hacia la “normalización”, detrás del humo técnico y las frases elegantes se esconde una jugada conocida. Una jugada que ya vimos demasiadas veces. En lugar de un cambio estructural, lo que se ha puesto en marcha es una estrategia de carry trade con esteroides: dólares prestados para sostener un tipo de cambio intervenido, tasas altas en pesos para retener capitales especulativos y la ilusión de una apertura que no es tal.
El corazón de la operación está a la vista. El FMI ya desembolsó 12.000 millones de dólares, con otros 3.000 millones comprometidos para junio y noviembre, y los aportes esperados por parte de organismos multilaterales. Como si eso no alcanzara, el BCRA negocia ampliar la línea de repos con bancos internacionales por 2.000 millones de dólares. Todo esto en un contexto en que las reservas netas internacionales negativas estaban en (-10.400 millones de dólares), y donde las reservas brutas apenas alcanzaban el 15% del estándar ARA del FMI. Es decir, sin esta lluvia de dólares prestados, el sistema simplemente no se sostenía más.
La pregunta no es si esta jugada estabiliza el sistema cambiario, sino para quién estabiliza. Porque mientras se promete liberalización, se mantiene el control de capitales; mientras se habla de flotación, se fija una banda rígida entre 1.000 y 1.400 pesos, con deslizamiento del 1% mensual. Se relajan las restricciones… pero sólo para distraer que los flujos financieros que entren hoy tengan garantizada su salida en 180 días. Nadie va a jugar apostando a salir luego de las elecciones, sino antes. Y ahí está la trampa; no se está preparando una economía para crecer, se está preparando el escenario para que se puedan fugar –de forma ordenada y rentable– las ganancias financieras de todo el año 2024 y el primer trimestre de 2025.
Banda cambiaria: un cepo elegante
La instauración de una banda cambiaria entre los 1.000 y 1.400 pesos por dólar, con deslizamiento mensual del 1%, se presenta como un paso hacia la flotación. Sin embargo, no debe confundirse la flexibilidad con liberalización. El cepo sigue vigente, y el BCRA mantiene el control férreo sobre la canalización de divisas y las reglas de juego. Lo que se busca no es eliminar restricciones, sino garantizar un entorno de previsibilidad para quienes especularon y especulan unos meses más en pesos, pero planifican fugar capital y ganancias en dólares.
Impacto macroeconómico: desaceleración, déficit y riesgo social
El “éxito” del esquema depende de la llegada continua de dólares prestados, de una apreciación cambiaria controlada y de una tasa de interés lo suficientemente alta como para sostener el “carry trade”. Pero esta combinación es recesiva, desacelera el crecimiento, reduce la recaudación y amplía el déficit financiero. Para compensarlo, la única vía será un mayor ajuste sobre el gasto público primario.
Esto plantea un dilema peligroso: cuanto más profundo sea el recorte del gasto público, mayor será el riesgo de conflictividad social. El gobierno, en lugar de construir una estrategia de estabilización sostenible, está simplemente “pateando la pelota hacia adelante” para llegar en pie a las elecciones. La experiencia argentina nos recuerda que esta dinámica es frágil. En 2001, el experimento de la convertibilidad terminó colapsando poco después de la derrota electoral del oficialismo en octubre, con las legislativas de medio termino.
No estamos frente a un cambio de sistema, sino frente a una sofisticación del viejo modelo de valorización financiera, sostenido por deuda externa y represión cambiaria. El entusiasmo del mercado no puede confundirse con sustentabilidad macroeconómica. Mientras tanto, la sociedad argentina sigue siendo llamada a pagar el costo de un modelo que privilegia la ganancia financiera de corto plazo por sobre la estabilidad estructural de largo plazo.
Este no es un “régimen de flotación administrada”, es una puesta en escena para contener el tipo de cambio hasta que los grandes jugadores decidan salir. Y cuando eso ocurra, los dólares ya estarán listos. No son reservas genuinas: son préstamos que transforman al Estado en garante de una fiesta financiera. El verdadero objetivo es claro: asegurar la repatriación de dividendos, cancelar deuda intraempresa y liberar la salida de capitales que, más temprano que tarde, buscarán la puerta.
Argentina no está haciendo un cambio de régimen. Está haciendo tiempo. Está comprando oxígeno para llegar a las elecciones. Pero como en 2001, cuando De la Rúa y Machinea intentaron sostener la convertibilidad con el “Blindaje”, la lógica política es más fuerte que la económica. Ya conocemos este final. Primero, se va la confianza; después, los dólares; y, finalmente, el ministro.
El costo social es el elefante en la sala. Para que esta ingeniería funcione, hay que seguir ajustando el gasto primario en un año de elecciones. ¿Cuánto más se puede recortar sin que estalle el conflicto? ¿Qué ocurre cuando el ajuste toca los huesos de la sociedad real? ¿Y qué pasará cuando los que hoy celebran estas medidas empiecen a liquidar posiciones?
El régimen no cambió. Cambiaron las palabras, los cuadros de Excel y el traje con el que se viste la próxima fuga de capitales.
Columna de opinión de Pablo Tigani, director de Fundación Esperanza. Profesor de Posgrado en UBA y universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política.
En su libro Outlive, Dr. Peter Attia define la Medicina 1.0 como la era anterior al método científico, en la que las prácticas médicas eran sólo marginalmente más avanzadas que las conjeturas primitivas. Piense: sangrías y amuletos en la Edad Media como cura para la peste bubónica. Buena suerte.
La medicina 2.0 es lo que surgió en el siglo XVII con el desarrollo del método científico, la teoría de los gérmenes y los ensayos controlados aleatorios. La Medicina 2.0 es lo que experimentamos hoy cuando vamos al médico de cabecera y, para la mayoría de los que estamos leyendo esto, la Medicina 2.0 es lo que ha definido nuestra experiencia de la atención sanitaria desde que nacimos.
Pero a pesar de los avances significativos de la Medicina 1.0 a la 2.0, Attia sostiene que el sistema actual ha alcanzado sus límites. Reflexionando sobre sus primeros años como médico, señala: “El problema es que tratábamos a ambos tipos de pacientes, víctimas de traumatismos y enfermos crónicos, con el mismo guion básico: nuestro trabajo consistía en evitar que el paciente muriera, pasara lo que pasara”.
En su libro, Attia se centra en un problema concreto. Por un lado, vivimos mucho más tiempo que antes (medicina preventiva) mientras que, por otro, estamos cada vez más plagados de enfermedades neuro degenerativas crónicas como el Alzheimer y cardiovasculares como los accidentes cerebrovasculares. Mensaje clave: sobrevivimos más que nunca, pero nuestra calidad de vida en la tercera edad sigue igual o incluso ha empeorado. Este gráfico ilustra perfectamente el mensaje.
Esperanza de vida vs esperanza de vida saludable en Medicina 2.0 vs Medicina 3.0
Fuente: Outlive, Dr. Peter Attia
Es importante comprender las limitaciones de la Medicina 2.0 y, por tanto, del sistema de salud institucionalizado actual. La verdad es que existe un gran desfase entre lo que los médicos de cabecera han aprendido durante su formación (que en algunos casos podría haber sido hace décadas) y la vanguardia de la medicina hoy en día. Por ejemplo, a la mayoría de los médicos nunca se les ha enseñado formalmente el papel del sueño, el ejercicio y la nutrición en la prevención de problemas de salud. Esto es realmente desafortunado ya que estudios recientes han demostrado que estos se encuentran entre los principales determinantes absolutos de nuestro estado general de salud y la longevidad.
Aquí es donde entra en juego la Medicina 3.0. En esencia, la Medicina 3.0 es la siguiente fase de la evolución de la asistencia sanitaria: esta vez se hace hincapié en la medicina preventiva, personalizada y participativa. Como explica Attia, “la diferencia clave entre la Medicina 2.0 y la 3.0 tiene que ver con cómo y cuándo aplicamos nuestras tácticas. Normalmente, la medicina 2.0 interviene sólo cuando algo va mal de forma aguda, como una infección o un hueso roto, con soluciones a corto plazo para el problema inmediato. En la medicina 3.0, nuestras tácticas deben estar imbricadas en nuestra vida cotidiana. Las comemos, respiramos y dormimos, literalmente”. La medicina 3.0 se logra mediante una combinación de atención sanitaria preventiva (detección e intervención tempranas), así como medicina de precisión y toma de decisiones basada en datos (salud digital, IA y biomarcadores). “En resumen, la medicina 3.0 pone mucho más énfasis en la prevención que en el tratamiento… y considera al paciente como un individuo único”.
Del 2.0 al 3.0
Pasar de la 2.0 a la 3.0 significa, por definición, que cada persona tomará el control de su propia salud. A primera vista, esto puede asustar un poco. Otra forma de verlo es la democratización (o descentralización) de la asistencia sanitaria, que quizá suene un poco más atractiva. Este proceso de mayor responsabilidad por parte de las personas para sus propios resultados sanitarios sólo es posible ahora gracias a una confluencia de factores que, juntos, han hecho que la Medicina 3.0 sea por fin viable.
El primer pilar es la educación: libros como Outlive, del Dr. Peter Attia, adoptan un enfoque basado en los primeros principios de la salud y bienestar y empaquetan la ciencia de vanguardia en bocados digeribles que pueden ser consumidos (y puestos en práctica) por cualquier persona de la calle.
Del mismo modo, la proliferación de “influyentes de la salud y el bienestar” como Dr. Andrew Huberman (profesor asociado de neurobiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford) logra el mismo objetivo, pero a través del audio. Dr. Huberman produce un podcast semanal sobre un tema determinado relacionado con la salud, desde la higiene dental hasta cómo aprovechar la dopamina para superar la procrastinación. Muy recomendable.
Un segundo componente importante es la aparición de dispositivos sanitarios y pruebas de diagnóstico caseras. Uno de ellos es el anillo Oura, que recoge continuamente datos de más de 20 parámetros biométricos. Está diseñado para que parezca y se lleve como un anillo normal, pero lo mide todo: patrones de sueño, salud cardiovascular, temperatura corporal e indicadores de estrés. Mediante la recopilación de los datos del usuario, la aplicación Oura proporciona información y recomendaciones personalizadas para el usuario. Está claro que hay mercado para esto: Oura acaba de recaudar 200 millones de dólares con una valoración de 5.200 millones.
Pero la realidad es que para muchos de nosotros la medicina 2.0 seguirá dominando nuestras vidas durante algún tiempo. Y es importante señalar que la medicina 3.0 no es una condena total de la medicina institucionalizada. Por mi parte desde luego sé que, si me rompo la muñeca o tengo palpitaciones, lo primero a lo que acudiría sería a mi médico de cabecera, no a Spotify ni a mi estantería…
Tribuna de Faris Hamadeh, asesor en impacto en Portocolom AV.
En las últimas semanas, Estados Unidos ha vivido una gran lección, sobre quién tiene el verdadero poder en el sistema económico global. No es la Casa Blanca. No es Wall Street. Es el mercado de bonos.
Todos están atentos a la ofensiva comercial de Trump contra China y el mundo, con aranceles que buscaban reindustrializar el país y reducir la dependencia estratégica de Beijing. El argumento parece muy válido, ya que Estados Unidos ha perdido terreno en varios sectores clave.
Sin embargo, el error no está en el fondo, sino en la forma. Los aranceles se implementaron con desorden, sin coordinación con el resto de la política fiscal o monetaria. El mercado accionario reaccionó primero, con una caída significativa. Pero el verdadero problema vino desde los bonos del Tesoro.
En apenas tres días, la tasa del Treasury a 10 años subió desde un 4.20% a 4.50%. Esto no es una simple corrección, es un mensaje de los tenedores de bonos, aquellos inversionistas institucionales que exigen mayor rentabilidad cuando detectan políticas fiscales o monetarias más expuestas.
¿Por qué fue tan grave? Porque los bonos del Tesoro son el ancla del sistema financiero global. Bancos, fondos, aseguradoras y gobiernos construyen sobre ellos sus balances y decisiones. Cuando los bonos caen de precio (y suben los rendimientos), todo el sistema empieza a crujir: se encarecen las hipotecas, se frenan las inversiones, los márgenes de las empresas se deterioran y los flujos de capital se tensionan. Y esto ocurre justo cuando el Tesoro enfrenta un calendario de vencimientos intensivo, y cuando sus dos mayores tenedores extranjeros —China y Japón— han comenzado a reducir sus posiciones. El mercado lo sabe. Y reacciona.
Por eso hoy se habla de recesión: el déficit fiscal de EE.UU. se proyecta en 1,9 trillones de dólares para el año fiscal 2025, con una tendencia al alza en los años siguientes. Un déficit creciente implica que el gobierno debe emitir más deuda para financiar sus gastos, lo que podría aumentar las tasas de interés y, en consecuencia, los costos de financiamiento. Esto crea un círculo vicioso: tasas más altas ➝ mayor costo de servicio de deuda ➝ más déficit ➝ más exigencia de tasa por parte de los inversores.
Este episodio nos deja una lección: el verdadero poder no está en Washington ni en Nueva York. No puedes desafiar al mercado de bonos sin consecuencias.
Y en un mundo de déficits fiscales superiores a los 1,9 trillones de dólares, con inflación y una economía financiera apalancada, ese poder seguirá creciendo.
Trump pensó que controlaba la narrativa, pero la narrativa la dicta quien controla el costo del capital. Y ese, hoy, no está en la Casa Blanca.
Autor: Francisco Muñoz, director, Family Office Solutions en Fynsa
La semana pasada, Google anunció la compra de la empresa Wiz por 32.000 millones de dólares, su mayor adquisición hasta la fecha. Wiz, que ofrece soluciones de seguridad en la nube, fue fundada en 2020 y para finales de 2022 ya estaba valorada en 6.000 millones de dólares. Para 2023, la compañía había alcanzado 100 millones de dólares en ingresos recurrentes anuales (ARR) y para el cierre de 2024 se reportó que llegaría a unos impresionantes 500 millones de dólares en ingresos, demostrando una capacidad única para aumentar ventas a un ritmo notable.
Wiz recibió respaldo del capital riesgo (VC) desde sus inicios. Su primera ronda institucional fue por 20 millones de dólares. Esos primeros inversores, que incluyeron al famoso Sequoia Capital, podrían obtener un retorno bruto de honorarios que pudiese fácilmente exceder las 100 veces el capital invertido (100X).
El VC es la única categoría dentro del mundo de activos privados que no está recaudando activamente capital de la industria de gestión patrimonial, aunque ciertamente está explorando opciones sobre cómo hacerlo. También es el espacio más arriesgado y probablemente el menos comprendido en inversiones privadas, aunque hoy en día hay una avalancha interminable de podcasts y artículos para aprender al respecto.
Acceder y seleccionar fondos de VC también es bastante complicado. El camino más fácil para los inversores retail es participar en empresas que fueron respaldadas por dicha industria, una vez éstas coticen en bolsa después de una oferta pública inicial (IPO). Los fondos de VC generalmente mantienen su posición en la compañía recién listada hasta que encuentran el momento adecuado para vender y maximizar retornos, conservando sus puestos en la junta directiva y, por lo tanto, su influencia.
Sin embargo, no todas las empresas respaldadas por VC se tornan públicas. Muchas ventas ocurren a través de adquisiciones estratégicas, como en el caso de Wiz. Los fundadores respaldados por fondos de VC recaudan dinero a través de rondas de levantamiento de capital, comenzando con la ronda semilla hasta las rondas finales caracterizadas como de crecimiento.
Para la ronda semilla, una tecnología o servicio en particular puede ser aún un proyecto en papel, y los fondos serían utilizados por los fundadores para poner en marcha la empresa. Una vez que se alcanza la etapa de crecimiento, la compañía generalmente ha demostrado ventas sustanciales y una lista de clientes activos. El capital se emplearía en proyectos de expansión a través de marketing, contratación de profesionales de ventas o programadores de alto rendimiento, entre otras iniciativas.
Desde la etapa semilla hasta la de crecimiento y una posible oferta pública en bolsa, una empresa promedio respaldada por VC habría recaudado capital unas 6 a 8 veces a lo largo de un ciclo de 10 años o más, aunque el número de rondas y cantidad de capital requerido varían en cada caso.
La industria de VC se ha caracterizado por su capacidad de generar resultados financieros exponenciales contra inversiones relativamente pequeñas. Un buen ejemplo es Amazon, a la cual solo le tomó dos rondas de financiación de inversores externos (la segunda por fondos de VC) por un total de 9 millones de dólares para llegar a ser autosustentable financieramente.
Ahora, Amazon y Wiz son ejemplos de casos atípicos, inclusive dentro del universo de empresas respaldadas por VC: resultaron en retornos extraordinarios para los inversores institucionales. Aunque los múltiplos de dos o más dígitos son escasos, la esperanza de lograrlos representa un elemento fundamental de la industria: la ley de potencia.
Escucharás que el capital de riesgo es una industria fundamentada en la ley de potencia, lo cual, en práctica, significa que solo un número muy limitado de las inversiones realizadas por un fondo de VC impulsa sus retornos. Imaginemos, por ejemplo, un fondo semilla que realizó una serie de inversiones y el 10% del capital retornó 100X. Sin importar qué le suceda al resto del portafolio, dicho fondo habría alcanzado al menos un retorno bruto de 10x (10% por 100).
Como ya he mencionado, retornos muy altos -digamos de 50 veces o más- son muy raros (menos del 1% de todas las inversiones semilla realizadas), mientras que la pérdida de capital debido al fracaso de empresas respaldadas en su etapa semilla puede superar al 50%. Sin resultados exponenciales en algunas inversiones, los fondos semilla probablemente ofrecerían resultados deficientes a sus inversores.
Pero no toda la industria de VC depende de un modelo donde una fracción muy pequeña del capital invertido determina los resultados finales. Los fondos que se enfocan en respaldar empresas en su etapa de crecimiento son más accesibles, ya que estos tienden a ser mucho más grandes que los enfocados en etapas más tempranas y típicamente invierten en empresas con un historial comprobado, reduciendo la probabilidad de pérdida de capital.
Sin embargo y como es de esperarse, los precios que se pagan en inversiones individuales pueden ser sustancialmente más altos que en la etapa semilla y, por lo tanto, las expectativas de retorno tienden a ser más bajas. Por ejemplo, Wiz fue valorada en cerca de 70 millones de dólares cuando recibió su fondeo de semilla en 2020, pero recaudó una ronda de crecimiento a finales de 2021 con la mencionada valoración de 6.000 millones de dólares. Comparado con su valor de salida destinado de 32.000 millones de dólares, eso representa un múltiplo de crecimiento mayor a 5 veces alcanzado en solo 3-4 años, lo cual sigue siendo impresionante.
El mensaje: los fondos enfocados en crecimiento (growth) aún puede producir retornos muy atractivos, dependiendo de un modelo en el que se espera que los períodos de inversión sean algo más cortos y las pérdidas de capital menores en comparación con la inversión semilla. La tabla a continuación compara algunas características entre estas dos categorías.
Características ejemplares de los fondos semilla y de crecimiento para fondos lanzados entre 2012 a 2022
Fuente: producido con la aplicación de Inteligencia Artificial Grok. Fuente de datos: Carta Q2 2024 (tamaños de fondos), PitchBook Q3 2024 (tamaños de fondos hasta $2 mil millones, rondas para 2012-2022), Cambridge Associates (2024) (definiciones de etapas para 2012-2022).
¿Puedo invertir en capital riesgo?
Este artículo cubre una descripción de algunas características de la industria de VC. Es importante tener en cuenta que los estilos de los fondos de VC pueden variar y ser más flexibles en términos de estrategia de inversión. Los fondos multi-etapa, por ejemplo, pueden invertir en todas las rondas de levantamiento, desde semilla a crecimiento. Algunos de los fondos más famosos, de hecho, caen bajo esta categoría.
Los fondos de VC generalmente están limitados a compradores cualificados a través de sociedades con llamadas de capital. Lograr retornos en el cuartil superior dentro de este espacio requiere comprometer a los gestores más reconocidos de la industria. Para empezar, el acceso a la financiación de start-ups no es la misma para todos los gestores.
Es ampliamente reconocido que los fundadores tienden a favorecer a los fondos de mayor reputación y a sus socios, quienes a menudo son invitados de primero a invertir en los proyectos con mayor potencial. Sin embargo, acceder a estas sociedades es un ejercicio que consume tiempo. Típicamente, es el ámbito de inversores institucionales y equipos que se enfocan en la selección de gestores y en cultivar relaciones con los socios generales (GPs). En algunos casos, ser invitado a un fondo de VC con capacidad limitada puede tomar años de insistencia con el gestor.
Dada esta condición, una estrategia de asignación adecuada para inversores retail cualificados es comprometer capital a un fondo de fondos (FoFs) que mantenga acceso demostrado a algunos de los nombres más destacados. Curiosamente, hoy en día ciertos FoFs pueden incluso aceptar compromisos de capital tan bajos como 100.000dólares y brindar un nivel de diversificación adecuada. Algunos, además, pueden incorporar coinversiones en su enfoque para tener exposición directa a empresas como Wiz.
Pixabay CC0 Public Domain. 2021: una año de fuerte crecimiento de las ventas netas y de los activos para el sector de los fondos
México ha experimentado avances significativos en la cultura financiera y hábitos de inversión en la última década. Este crecimiento ha sido impulsado por una combinación de factores, entre ellos la digitalización del acceso a los mercados, un mayor entendimiento de la inversión como medio para la creación de patrimonio, y una sociedad más conectada con el mercado de capitales.
El crecimiento se ha dado en múltiples facetas. A diciembre de 2024, el país suma más de 15.5 millones de cuentas de inversión registradas de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) . No solo eso, los activos en fondos de inversión sumaron un crecimiento del 27.53% de forma anual, llegando a 4.335 billones de pesos en gestión al cierre de enero de este año (aproximadamente 216.750 millones de dólares).
Dando un paso más hacia adelante en el análisis, otro dato importante es que la misma Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB), señala que también se ha observado un crecimiento de 78,62% en cuanto a clientes que invierten en estos fondos.
Este dinamismo marca un hito importante en el desarrollo financiero del país. La facilidad para abrir cuentas de inversión, el creciente conocimiento sobre el funcionamiento del mercado de valores y la reducción de costos para acceder a distintos instrumentos han permitido que cada vez más mexicanos se involucren en el mundo de las inversiones.
A pesar de estos avances, aún queda un camino importante por recorrer para lograr una madurez financiera proporcional al tamaño y características de la economía mexicana.
Uno de los principales desafíos es incrementar los montos invertidos en las cuentas existentes. No basta con abrir una cuenta y firmar un contrato: muchas de estas cuentas permanecen inactivas o con un nivel de operación muy bajo. Para fortalecer el mercado, es fundamental fomentar una mayor participación y continuidad en las inversiones.
Otro punto clave es la preferencia de los mexicanos por la renta fija. Aunque esta opción brinda estabilidad, su potencial de crecimiento a largo plazo es limitado en comparación con la renta variable. La historia demuestra que, pese a la volatilidad, los mercados bursátiles tienden a generar mayores rendimientos en el largo plazo.
Esta aversión al riesgo ha sido una constante en el perfil del inversionista mexicano. Por ello, un esfuerzo esencial de la industria debe ser educar y sensibilizar a los nuevos inversionistas sobre la naturaleza de los diferentes activos y estrategias de inversión. Una mayor diversificación puede ayudar a optimizar los rendimientos sin asumir riesgos innecesarios.
En pocas palabras, una vez que se ha “democratizado” el acceso, se requieren realizar esfuerzos por educar a un segmento importante de actuales y nuevos inversionistas, con el objetivo de que saquen el máximo potencial de las distintas alternativas disponibles en el mercado bursátil.
Esto cobra aún más importancia en un contexto como el actual, en el que la alta volatilidad que ha provocado el contexto social y político de América del Norte ha causado movimientos bruscos en el sistema bursátil. Una prueba importante de la madurez y perspectiva a futuro de muchos inversionistas va a ser cómo reaccionan ante las inminentes subidas y bajadas que muy probablemente veremos en los próximos meses.
El año 2025 representa una prueba crucial para la cultura financiera del país. El crecimiento en el número de inversionistas es un paso positivo, pero aún falta consolidar una mentalidad de inversión más robusta, diversificada y a largo plazo.
Es responsabilidad de todos los actores del sector —autoridades, asesores financieros e instituciones— trabajar en conjunto para fortalecer la educación financiera y fomentar una participación más activa en el mercado de capitales. La clave será desarrollar estrategias que permitan aprovechar las oportunidades del sistema financiero global.
México ha dado grandes pasos, pero aún queda la pregunta clave: ¿estamos listos para el siguiente nivel en cultura de inversión?
Moisés Saad, VP Director Advisory and Investment Solutions en GBM