Con el aumento continuo de las temperaturas en todo el mundo como consecuencia del cambio climático y las emisiones globales, la industria del reaseguro se enfrenta a pérdidas crecientes. Aunque el debate público suele centrarse en el incremento de la frecuencia de los desastres naturales, el último análisis de Morningstar muestra que el verdadero problema para el sector es la mayor gravedad de estos eventos, lo que está impulsando realmente sus pérdidas económicas.
Sin embargo, el informe señala que, a pesar del aumento de las pérdidas relacionadas con el clima, el mercado entra en un ciclo blando, con un exceso de capacidad que está provocando una caída de los precios, especialmente en el ámbito del riesgo de catástrofes. Esto crea un entorno complejo y desafiante para el sector.

La visión del experto
Según explica Henry Heathfield, analista de renta variable en Morningstar, aunque se espera que el cambio climático impulse los volúmenes de negocio de los reaseguradores a largo plazo, el exceso de capacidad actual en el mercado de reaseguros está generando condiciones más suaves a medio plazo. “Este exceso de capacidad ha desencadenado un cambio en el ciclo del reaseguro, que ya está en pleno desarrollo, y se refleja en los precios ajustados al riesgo de los reaseguradores individuales y en el índice de tasa sobre línea de Guy Carpenter. Las líneas de propiedad con exceso de pérdida y las de catástrofes naturales son las que experimentan el mayor impacto en los precios. Cabe destacar que la exposición relativamente baja de Scor a las catástrofes climáticas la posiciona favorablemente como una mejor inversión para los accionistas”, afirma Heathfield.
Según su visión, la industria de los seguros y reaseguros es altamente cíclica, en particular el segmento de propiedad y accidentes, que ha disfrutado de un entorno de precios favorable desde 2021. “Normalmente, una baja capacidad conduce a una mayor demanda y alza de precios, lo que impulsa la rentabilidad sobre el capital y atrae inversiones, pero esto finalmente presiona los precios y reduce la rentabilidad”, advierte el experto de Morningstar.
En este sentido, recuerda que el ciclo más reciente se ha visto algo distorsionado por los bonos catastróficos, cuyas liquidaciones pueden tardar hasta dos años, lo que retrasa el inicio del mercado alcista. “Creemos que la fase de endurecimiento del mercado alcanzó su punto máximo el año pasado, pero su impacto total en las ganancias de los reaseguradores puede tardar uno o dos años más en materializarse; después de eso, es probable que los beneficios se estanquen o disminuyan”, concluye Heathfield.

