“La inteligencia artificial está cambiando constantemente, y eso la convierte en un reto y una oportunidad a la vez”. Es una afirmación de Elena Alfaro, Head of Global AI Adoption de BBVA, durante su presentación – titulada Estado del arte de la IA y casos en BBVA– durante el I Funds Society Leaders Summit recientemente celebrado en Madrid. A lo que se refiere Alfaro es a que la “IA está cambiando constantemente, con impacto en distintos sectores; quien tenga la sensación de que va súper rápido no está equivocado, es toda una revolución”. Basta solo un dato: ChatGPT ha sido la tecnología de más rápida adopción hasta la fecha, al haber alcanzado cien millones de usuarios en tan solo dos meses de su lanzamiento. Es más, la experta afirmó que “ChatGPT es el producto más exitoso de la historia”.
De hecho, indicó Alfaro, hoy, OpenAI (compañía propietaria de ChatGPT) está siendo capaz de generar 700 millones de usuarios activos a la semana, siendo unos 20 millones de pago. La representante de BBVA añadió que, si se suman los números de los principales competidores en este ámbito, se podría hablar de más de 1.000 millones de usuarios de IA generativa en todo el mundo. Además, considerando que la IA representa a un ecosistema de tecnologías que han nacido en EE.UU., solo ha necesitado tres años para llegar al 90% de usuarios fuera de EE.UU. (internet tardó 23 años).
Inversión de doble dígito
La representante de BBVA también detalló que la caída de los costes ha sido dramática desde su lanzamiento hace tres años y que esto, añadido al interés por parte de los usuarios, la ha llevado a un crecimiento espectacular en todos los sentidos. Como reflejo de esta tendencia, los puestos de trabajo en el sector IT en EE.UU. relacionados con IA se han disparado un 448%, frente a la contracción del 9% de los puestos de IT no relacionados con IA.
Dicho esto, los hiperescaladores han redoblado sus inversiones en el desarrollo de la IA. Alfaro recuerda que las llamadas big 6 incrementaron un 63% su capex del 2023 a 2024 y que esta cifra ya era elevada entonces, hasta 212.000 millones de dólares.
Alfaro no eludió la cuestión de que no está claro que todas las grandes compañías en esta carrera estén haciendo beneficios. Citó a NVIDIA como la obvia beneficiada, gracias a la venta de GPUs, o a Accenture, por el éxito de su línea de negocio de servicios relacionados con IA. Además, afirmó que se espera que OpenAI presente unos ingresos de 12.000 millones de dólares probablemente para finales de 2025. Dicho esto, la experta explicó que las grandes tecnológicas van a seguir redoblando sus inversiones porque “están haciendo una apuesta a futuro con esta tecnología”.
Cinco tendencias relevantes para la industria financiera
Teniendo en cuenta que algo que hubiera sucedido en abril es “casi como el pleistoceno” para esta tecnología, la experta desgranó cinco tendencias que ya están teniendo impacto sobre la industria financiera y que considera que los usuarios deberían conocer y familiarizarse con ellas.
La primera es la ampliación de las capacidades de razonamiento del modelo de lenguaje que está detrás de cada IA. Alfaro señaló que básicamente estamos ante IAs que responden vs IAs que razonan y, por tanto, el resultado final puede diferir mucho dependiendo de la tarea que se le encargue. Así, indica que las IAs que razonan son capaces de dividir el problema por cadenas de pensamiento, con pasos lógicos, se toman su tiempo para razonar y verifican o apuntan si tienen dudas (cita como ejemplos a GPT5, Gemini 2.5Pro o Claude 3.7-4). En cambio, señala que los bots que no razonan, dan una respuesta más rápida sin verificar ni contrastar información (ej GPT4, Gemini1, Grok2, Deepseek Base). “Esta capacidad de razonar tiene que seguir avanzando, porque si no automatizar tareas complejas será limitado”, reflexionó la representante de BBVA.
La segunda tendencia se denomina multimodalidad, y se refiera a que antes la IA generativa solo estaba presente en formato texto, mientras que ahora se ha creado un entorno que incorpora imágenes, vídeo, voz, música o una combinación de varias cosas a la vez, con capacidad de generar outputs.
La tercera tendencia tiene que ver con la evolución de asistentes a agentes, es decir, que pasaremos de bots que dan respuesta a peticiones de humanos a que las personas podrán ponerles objetivos a la IA y que esta los ejecute. El pronóstico de Alfaro es que, eventualmente, cada humano podrá contar con un AI Chief of Staff (por decirlo coloquialmente, como una especie de gerente de IA) que a su vez pueda coordinar a un grupo de IAs en el desarrollo de una tarea de cierta complejidad.
La cuarta tendencia tiene que ver con la integración de datos y herramientas. Alfaro se refiere a que actualmente ChatGPT no suele estar por ahora conectado con las fuentes de datos que emplean internamente las compañías (SalesForce, Google Drive, Outlook, etc), pero “está habiendo mucho avance en la conectividad para integrar orígenes de datos o apps de las propias empresas” y resalta la importancia de que se consiga esta integración a la hora de automatizar tareas. “En esta integración jugarán un papel fundamental las áreas de seguridad y compliance”, añadió.
La última tendencia es el crecimiento de herramientas que no precisan que los usuarios tengan conocimientos sobre codificación. “A partir de ahora vamos a poder hacer cosas más complejas”, afirmó Alfaro, poniendo como ejemplo una nueva herramienta llamada Google Flows, que ayuda a encadenar procesos.
Casos de uso de IA en BBVA
Finalmente, la Head of Global AI Adoption de BBVA explicó que el banco está desarrollando un portfolio con diversos proyectos, con líneas de trabajo que abarcan áreas de trabajo como riesgos, operaciones o desarrollo de software. Así, puso como primer ejemplo la app bancaria móvil Futura, que se adapta a cada usuario en función de su actividad y sus finanzas, por ejemplo identificando las operaciones que más realizan en cada momento para proponer atajos, y que también incluye a Blue, un chatbot similar a ChatGPT que responde preguntas de los usuarios desde dudas sobre productos hasta detalles específicos sobre las propias finanzas.
Además, BBVA está embarcado en otro proyecto muy ambicioso, siguiendo una filosofía de adopción de la IA entre empleados: “Esto es un proyecto de personas, no es un proyecto de despliegue de tecnología. La tecnología es muy importante, pero somos las personas las que la tenemos que adoptar”, enfatizó. Lanzado en mayo del año pasado, básicamente se empezaron a poner capacidades IA a disposición de un número creciente de empleados de la entidad para ayudarles a mejorar su productividad, así como para desarrollar sus propios asistentes y fomentar su creatividad, con un resultado que Alfaro califica como “extraordinario”: cuenta con cerca del 90% de recurrencia entre usuarios y ha dado como resultado la creación de más de 5000 aplicaciones funcionales por personas que no saben código, habiéndose identificado mil casos de usos de valor que ya se están implementando. Para ello se están apalancando en soluciones de OpenAI y de Google.
Conclusión: mejor dentro que fuera
En definitiva, la conclusión de la experta es que, ante esta revolución, “es mejor estar dentro que fuera; quedarse fuera no tiene mucho sentido”.
Alfaro terminó su ponencia con una nota positiva, al considerar que los humanos no se quedarán fuera de la ecuación, sino que su rol evolucionará de ser quienes ejecutan tareas a quienes las orquestan, aunque con matices: “Siempre deberíamos analizar las tareas desde el punto de vista de qué tiene sentido que haga la IA y qué tiene sentido que haga un humano”. De hecho, aportó un estudio que señala que capacidades como organización, priorización o formación precisan de mucha intervención humana. En su opinión, el resultado más probable es que se dividan las tareas, provocando una evolución de los roles actuales y la creación de nuevos roles. “En esa evolución es clave la formación continua de todos los empleados”, concluyó.