La atención sanitaria logra su equilibrio
| Por Cecilia Prieto | 0 Comentarios

En lo que llevamos de 2022, el carácter defensivo de la atención sanitaria ha sido la nota predominante del sector, al generar el S&P 500® Health Care Sector una rentabilidad del -5,7 % en el año, frente al -14,3 % del índice S&P 500®.
Al preverse que los tipos de interés seguirán subiendo, unido a la posible desaceleración del crecimiento económico, la capacidad de fijación de precios y el carácter no cíclico de áreas como la farmacéutica y la atención médica gestionada podrían continuar destacando. Sin embargo, al mismo tiempo, el motor de la innovación en sanidad resuena de fondo y muestra indicios de atraer la atención de los inversores.
Por delante de las expectativas
En atención sanitaria, las acciones de mejor comportamiento del año se hallan en categorías como la atención médica gestionada, biofarmacéuticas de gran capitalización y distribuidores y gestores de prestaciones farmacéuticas.
Estas industrias suelen ser capaces de repercutir las subidas de precios al consumidor y se benefician de una demanda estable.
En atención médica gestionada, por ejemplo, los precios de las pólizas de seguro se revisan anualmente, lo que permite a las empresas aumentar las primas en respuesta a los costes más altos. Además, los beneficios invertidos en valores de corta duración se reinvierten a medida que se renuevan las pólizas, lo que permite sacar provecho de las subidas de tipos.
Por su parte, la demanda constante de medicamentos respalda la pujanza de los flujos de caja libres y los balances contables de las farmacéuticas.
El sector también tiene muchos resortes que pueden emplearse para reducir los gastos y elevar los precios de los fármacos. El aumento de precios de los medicamentos también favorece a los distribuidores y a los gestores de prestaciones farmacéuticas (que conforman la cadena de suministro de la distribución de medicamentos en Estados Unidos).
Los márgenes de beneficio de estas compañías correlacionan estrechamente con las tendencias de precios y volúmenes de las farmacéuticas. Estas empresas, en su conjunto, generalmente han logrado un sólido crecimiento de las ganancias este año y son la razón de que la atención sanitaria anunciara que había logrado el segundo mayor diferencial positivo entre las ganancias reales y las estimadas en el segundo trimestre, según FactSet.
Figura 1: La atención sanitaria tiene un juego defensivo en 2022
Fuente: Bloomberg, datos del 3 de enero al 9 de septiembre de 2022. Índices reajustados a 100 a 3 de enero de 2022.
Escollos de larga duración
Por otro lado, las empresas de larga duración que operan en atención sanitaria (aquellas con flujos de efectivo que tienden a materializarse en un futuro más lejano) se han quedado rezagadas al repuntar los tipos de interés. El aumento de los costes y las interrupciones debidas al covid-19 también han dado problemas a algunas áreas del sector.
Por ejemplo, los proveedores de servicios sanitarios, como los hospitales, aún no han visto que las cifras de pacientes regresen a los niveles previos al covid, debido a la escasez de enfermeros y personal sanitario.
De igual modo, las empresas de dispositivos médicos han sufrido un descenso de los volúmenes y han visto sus márgenes de beneficios bajo presión, debido a su reducida capacidad de fijación de precios y las interrupciones del suministro.
Una de las áreas más rezagadas ha sido la biotecnología, dada la contracción atípicamente honda y prolongada que han sufrido las acciones de pequeña y mediana capitalización del subsector. Desde febrero de 2021 hasta el mínimo alcanzado a principios de mayo de 2022, el índice S&P Biotechnology Select Industry, un índice de referencia empleado para el subsector cayó un 64 %, quedándose a la zaga del S&P 500 en un 66 % y del S&P 500 Health Care Sector en un 75 %, lo que supone la mayor brecha relativa desde la creación del Biotechnology Select Industry Index a principios de 2006. De hecho, en algún momento, más de 200 compañías cotizaban por debajo del valor de la tesorería que tienen en sus balances.
También vimos que muchas más empresas cotizaban a un valor «pipeline» que consideramos cero o negativo.
Figura 2: Valor empresarial total* de la biotecnología en fase de desarrollo, 8 de febrero de 2021 a 30 de junio de 2022
El valor empresarial agregado de la biotecnología ha disminuido nada menos que un 70 % desde 2021
Fuente: Capital IQ, a 30 de junio de 2022.
*El valor empresarial es la suma de la capitalización bursátil de una empresa, sus acciones preferentes y deuda, menos el efectivo y los activos líquidos equivalentes. Pretende ser una medida del valor de mercado de una empresa (lo que costaría comprarla).
Brotes verdes
En nuestra opinión, estas valoraciones no tienen sentido, y estamos viendo los primeros indicios de recuperación. Para empezar, la actividad de fusiones y adquisiciones (F+A) ha comenzado a repuntar tras anunciarse en los últimos meses algunas operaciones valoradas en varios miles de millones de dólares.
Entre ellas destacan las adquisiciones recientemente anunciadas por Pfizer de Biohaven Pharmaceuticals (por casi 12.000 millones de USD, lo que supone una prima próxima al 80 %) y de Global Blood Therapeutics (por más de 5.000 millones de USD, lo que equivale a una prima superior al 100 %).
Dada la expiración de patentes a la que se enfrentan muchas compañías farmacéuticas, que afectarán a medicamentos superventas durante la próxima década, vemos probable que se produzcan más operaciones.
Figura 3: La actividad de fusiones y adquisiciones repunta en biotecnología
Fuente: Bloomberg, a 13 de septiembre de 2022.
Las referencias hechas a valores individuales no constituyen una recomendación para comprar, vender o mantener cualquier valor, estrategia de inversión o sector del mercado, y no deben asumirse como rentables. Janus Henderson Investors, su asesor afiliado o sus empleados pueden tener una posición en los valores mencionados.
Los inversores también están empezando a valorar de nuevo los datos positivos de los ensayos clínicos. En agosto, Alnylam informó de resultados brutos positivos de su estudio de fase 3 relativo a un tratamiento de ARNi en investigación para la amiloidosis mediada por transtiretina, una enfermedad hereditaria que puede conducir a una insuficiencia orgánica; y en septiembre Akero Therapeutics logró excelentes datos de su estudio en fase 2 para el tratamiento de la NASH, un tipo grave de enfermedad de hígado graso que afecta a más de 10 millones de pacientes en EE. UU. En ambos casos, las acciones de estas compañías se apreciaron con fuerza tras publicarse los datos. Esperamos más presentaciones de datos en los próximos meses, en referencia, por ejemplo, a la enfermedad de Alzheimer, el cáncer y la obesidad.
Mientras tanto, hemos visto la reciente aprobación de la primera terapia génica para la hemofilia en Europa y, en los próximos meses, esperamos que se tramite legalmente la primera terapia génica para la enfermedad muscular de Duchenne, una afección genética a menudo mortal que afecta a decenas de miles de niños.
Creemos que estos casos representan mercados finales potencialmente grandes que podrían impulsar un crecimiento sostenido de los ingresos del sector en los próximos años.
Un lastre menos
El S&P Biotechnology Select Industry Index ya ha subido más del 30% desde principios de mayo. Todavía queda por ver si la biotecnología podrá mantener esa dinámica alcista. El aumento de los tipos de interés, la elevada inflación y otros factores macroeconómicos podrían seguir induciendo volatilidad.Aun así, están surgiendo más brotes verdes.
En agosto, se promulgó en EE. UU. la Ley de Reducción de la inflación (Inflation Reduction Act) de 2022. La legislación, que introduce cambios en los precios de los medicamentos, elimina lo que ha sido una fuente de incertidumbre para el sector de la atención sanitaria durante más de seis años.
En nuestra opinión, la ley es mejor de lo que se temía, ya que contiene ventajas como la reducción de los gastos ordinarios para las personas mayores y el hecho de que solo se permita iniciar la negociación del precio de los medicamentos tras venderse en el mercado durante un largo periodo. Creemos que el único inconveniente importante es la diferencia de tratamiento entre los medicamentos orales y los biológicos (fármacos inyectables).
Aunque la negociación del precio de los medicamentos biológicos no comenzaría hasta entre 13 y 15 años después de su lanzamiento comercial, el período de gracia para las píldoras de moléculas pequeñas es de solo nueve años. Creemos que este periodo más corto podría desincentivar la inversión en áreas imprescindibles, como las terapias orales contra el cáncer. Confiamos en que este fallo legislativo pueda repararse antes de que produzca efectos adversos.
No obstante, en general creemos que la reforma es manejable, ya que solo tendrá un modesto impacto en el sector durante la próxima década (la Oficina Presupuestaria del Congreso estima que afectará a aproximadamente un 2 % de los ingresos totales de las biofarmacéuticas). Fundamentalmente elimina algo que había sido un importante lastre para el sector, lo que esperamos que sea señal de que se avecinan más cosas buenas para la atención sanitaria.
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