Foto cedidaDe izquierda a derecha: Delphine Di Pizio-Tiger, Alexandre Drabowicz y Vincent Manuel.
Nuevos cambios en los equipos de Indosuez Wealth Management. La firma ha anunciado que Delphine Di Pizio-Tiger asumirá la dirección mundial de Gestión de Activos, Alexandre Drabowicz será nombrado director de Inversiones (Chief Investment Officer) y Vincent Manuel pasará a ser el responsable de la dirección general adjunta, encargada del desarrollo de Indosuez Europa.
Según destacan, Delphine Di Pizio-Tiger, desde su nuevo cargo de directora mundial de Gestión de Activos en París, tendrá la responsabilidad de dirigir la estrategia de inversión y la gama de mandatos de gestión discrecional y fondos dedicados y abiertos, así como la selección de fondos externos y desarrollo de la oferta en Mercados Privados. Di Pizio-Tiger, que sustituye en el cargo a Olivier Carcy (recientemente nombrado CEO de Indosuez Europe), dependerá del nuevo director general adjunto encargado del Desarrollo del grupo Indosuez.
Desde París y en la división de Gestión de Activos, Alexandre Drabowicz ha sido nombrado director de Inversiones de Indosuez. “Se encargará de definir la estrategia de inversión, la gestión de renta variable, renta fija y diversificada, así como de la selección de fondos”, explican desde Indosuez Wealth Management. Drabowicz, que sustituirá a Vicent Manuel en el cargo, dependerá de Delphine Di Pizio-Tiger. Finalmente,
Por último, Vincent Manuel asume la dirección adjunta encargada del Desarrollo de Indosuez Europe. Será responsable, desde Luxemburgo, de definir la estrategia de desarrollo de Indosuez Europe y de supervisar todas las actividades comerciales y la experiencia en productos y servicios. Dependerá de Olivier Carcy y será miembro del Comité Ejecutivo de Indosuez Europe.
Ha pasado una década desde que PwC, en 2013, en un estudio de ese año (¿What ‘s driving the future?)[1], identificó cinco megatendencias profundas, de alcance global y a largo plazo, que nos afectarían a todos y que han transformado al mundo a una velocidad más rápida de la prevista. Desde entonces, estas megatendencias han evolucionado y la forma en que se manifiestan hoy es distinta. Por ese motivo la firma volvió a examinar esos hallazgos para comprender cómo han cambiado, qué futuro pueden crear en 2030, cómo pueden desenvolverse y qué desafíos plantearán a la humanidad.
Las cinco “megatendencias” analizadas son:
1- Cambio climático
2- Disrupción tecnológica
3- Cambios demográficos
4- Mundo fracturado
5- Inestabilidad social
Cambio climático
Mientras la humanidad busca reducir las emisiones de carbono, los niveles en la atmósfera están empeorando, las temperaturas y los fenómenos meteorológicos se vuelven extremos y más frecuentes. Las consecuencias que trae a las personas son variadas, pero pueden resumirse en: pérdida de hogares, aumento del costo de la vida y también riesgos sanitarios. Por otro lado, las empresas deberán enfrentar efectos negativos, inseguridad de los recursos y aumento de los costos, interrupción de la cadena de suministro, por lo que deberán esforzarse en crear empleo mediante inversiones en tecnología climática. En tanto, los estados afrontarán riesgos de crisis financieras, amenazas para la seguridad alimentaria mundial y las exportaciones agrícolas, migración masiva y nuevas dependencias económicas.
La mayor parte del mundo reconoce ahora la gravedad de la crisis climática y aumentan su cuota de producción de energía renovable, en paralelo cada vez más organizaciones buscan compromisos de emisión neta cero. Pero la transición hacia una economía neutra en carbono no será fácil, por lo tanto, el mundo está en una carrera contrarreloj.
Disrupción tecnológica
La tecnología transforma nuestra manera de relacionarnos con el mundo y cambia la manera en la que entendemos la humanidad. Por un lado permite una gran creación de valor, pero también trae consecuencias que son y serán cada vez más difíciles de mitigar.
Frente a este panorama, los individuos deberán aumentar sus capacidades de forma significativa a la vez que se esperan interrupciones masivas de trabajo, pérdida de privacidad, aumento de la desinformación y crecientes problemas de salud mental. Por su parte, en las organizaciones habrá diferenciación competitiva, concentración de poder, desajuste entre las competencias necesarias y las disponibles y aumento del riesgo cibernético. Los estados, en cambio, enfrentarán presión para mitigar las consecuencias imprevistas de la tecnología y cambio de las dependencias económicas, entre otras.
“Si bien la tecnología está produciendo un impacto positivo en todos los niveles de la sociedad y desempeñará un papel fundamental en la solución de algunos de los desafíos a los que se enfrenta el mundo, si no se presta la debida atención a estas consecuencias antes de que aparezcan, hay altas probabilidades que las implicancias negativas de la tecnología superen a las positivas”, comenta Martín Barbafina, socio de PwC Argentina a cargo de Marketing y Comunicaciones.
Cambios demográficos
La edad promedio está aumentando en todo el mundo, pero en cada país a un ritmo diferente y ello provoca la ruptura de los sistemas de seguridad social y la falta de fuerza de trabajo en áreas críticas. Algunos países enfrentan altos niveles de desempleo y debilitamiento de las economías debido a la emigración de los ciudadanos y a la presión sobre las redes de contención social.
En este contexto, las empresas deben lidiar con cambios en los patrones de consumo, conflictos en el trabajo y muchas veces con falta de personal calificado. Los estados, por su parte, enfrentan migraciones masivas, polarización social, falla de los sistemas de bienestar y la erosión de la base impositiva.
Para abordar estos desafíos se necesita, entonces, una migración justa. Los países con un promedio de edad baja deberán centrarse en crear economías locales prósperas, para lo cual necesitan la ayuda de las economías sólidas.
Mundo fracturado
A medida que más estados compiten por la influencia global, el mundo se fractura y se vuelve multimodal. El resto de los países se alinea en torno a ellos, mientras que algunas naciones actúan como factores desestabilizadores. Como respuesta, cada vez más los países miran hacia adentro, dando prioridad a su resiliencia nacional y a su futura localización.
La disminución de la seguridad personal debido a los conflictos, la agudización de las preocupaciones locales, pérdida de libertades y el aumento de las violaciones a los derechos humanos serán las consecuencias que los ciudadanos deberán enfrentar. Las empresas, por su parte, tendrán dificultad para hacer negocios en un mundo de normas y reglamentos contradictorios, mientras que al interior de los países aumentarán los conflictos internacionales, la inseguridad y la migración y habrá regiones desestabilizadas por el auge de agentes subnacionales.
Para hacer frente a ello, las naciones deberán trabajar juntas para desarrollar una nueva base de colaboración internacional y para rediseñar o crear nuevos mecanismos multilaterales que correspondan a las necesidades de un mundo en evolución.
Inestabilidad social
La presión masiva resultante de la polarización social y económica, los trastornos demográficos y la erosión de la confianza traen como consecuencia un mayor malestar social. En este contexto, las posibilidades de movilidad ascendente disminuyen, aumentando así el descontento. Las empresas deben conciliar necesidades divergentes dentro de su staff y tienen mayor responsabilidad para atender las necesidades de los empleados, mientras que, en los países, se erosiona la clase media, aumentado así la pobreza mundial y el riesgo real de inestabilidad política como consecuencia del deterioro de las instituciones y el aumento del escepticismo.
Es así como la interacción entre estas megatendencias se hace especialmente difícil de abordar. Cada una de ellas está agudizando los desafíos sociales a los que se enfrenta el mundo y la magnitud de estos desafíos trae consigo la dificultad de que la sociedad pueda combatir los efectos del cambio climático, la disrupción tecnológica, los cambios demográficos, la fracturación mundial y la inestabilidad social.
“En los últimos años, las cuestiones sociales han pasado a ser prioritarias fruto del incremento de la disparidad económica, de la polarización social y política y de la creciente falta de confianza de los ciudadanos en las instituciones. Si nos adelantamos a estos problemas y se toma la delantera sobre cómo hacer negocios de forma positiva, las empresas no sólo ejercitarán su conciencia moral, sino que también obtendrán niveles récord de beneficios”, concluyó Martín Barbafina.
Los líderes corporativos deben comenzar por reimaginar el lugar de su empresa en el mundo, mirando más allá de la cartera actual de negocios y productos para determinar qué valor creará su organización y para quién. Tal reinvención a menudo implica decisiones difíciles sobre lo que no se debe hacer
Foto cedidaJie Lu, Head of Investments China de Robeco
China es un mercado que el mundo está mirando con atención, en la medida que la segunda mayor economía del mundo sigue caminando en el sendero de la recuperación. Entre optimistas y escépticos, la visión de Robeco es “constructiva”, con potenciales oportunidades derivadas de las tensiones geopolíticas del país asiático con Estados Unidos y viento a favor en el sector de consumo.
En entrevista con Funds Society, el Head of Investments China de la firma, Jie Lu, asegura que, si bien todavía falta un poco de tiempo para que las cifras reflejen la recuperación de la economía china, de todos modos, los flujos dan cuenta de un renovado interés en el mercado doméstico.
En ese sentido, el ejecutivo –que viajó a Chile en el marco del seminario Mercados Globales de LarrainVial– destaca que las tensiones con EE.UU. están para quedarse, pero que podrían traer oportunidades para los inversionistas consigo.
“La desglobalización va a ser una tendencia grande en el camino, porque ambos campos están empezando a construir su plan B”, explica el miembro del equipo de Asia Pacífico de Robeco, con China persiguiendo ser más autosuficientes con su propia tecnología y EE.UU. trayendo la producción de algunos productos de vuelta al frente local.
En este contexto, Lu prevé que eso va a generar una “duplicación de la cadena de suministro” que, por lo general, a escala global, “no es muy costo-eficiente”. El efecto secundario será la necesidad de “grandes inversiones”, con “muchos flujos de fondos que van a estar dirigidos a estas áreas en China”. Ahí, señala, se abrirán oportunidades para los capitales.
Además, el ejecutivo destaca el sector de consumo como un destino especialmente atractivo de inversiones en la bolsa china. Este rubro, comenta, “es un sector para mirar con atención, porque acumularon gran parte del exceso en ahorro en los últimos dos o tres años”.
Lu explica que estos recursos se mantuvieron alejados del consumo, dada la incertidumbre en torno al mercado laboral y la economía, en general, durante los últimos años. A medida que la creación de empleo se afirme, agrega, “la confianza va a volver y van a gastar más”, lo que debería reflejarse en las cifras del segundo o tercer trimestre de este año.
Renovado interés
Según relata el jefe de inversiones china de la gestora, los datos de alta frecuencia dan cuenta de señales positivas para la economía china. La tónica de este año en el país, dice, será la recuperación, y “si la economía puede seguir mejorando, va a haber más flujos”, con un mercado chino que se sigue viendo atractivo.
En ese sentido, Lu ve dos grandes señales que los capitales globales están esperando para estar más bullish con China.
Por un lado, la estabilización de los precios en el mercado inmobiliario. “La propiedad es una gran parte de la riqueza de los hogares, así que, si se pueden estabilizar esos precios, no sorprende que sea uno de los focos clave”, explica.
Por el otro lado, la dinámica del mundo privado, que en este momento está experimentando un cambio de liderazgo, con una nueva generación de emprendedores que están probando las aguas del gigantesco mercado asiático. Este segmento, asegura, también necesita cierto tiempo para “convencerse”.
En ese sentido, el ejecutivo asegura que, “si las IPO mantienen esta tendencia fuerte, con más compañías listadas y los dueños privados pueden crear más riqueza, es una buena indicación de que el sector privado está volviendo”.
Con estas dos características, se podría esperar que los inversionistas globales entren con más fuerza a la bolsa china.
Por el otro lado, el principal riesgo que Lu identifica para los activos locales es que el esfuerzo por conseguir un crecimiento económico “poco razonable” genere una burbuja. Esto, comenta, es especialmente complejo para una economía que ya está apalancada, como la china.
El crecimiento de 5% en el PIB que está delineado como rango bajo, agrega, “no es algo malo”, así que advierte de los peligros de forzar el crecimiento como el principal peligro para su economía actualmente.
CC-BY-SA-2.0, FlickrReserva Federal de Estados Unidos (Adam Pagen)
La Reserva Federal de Estados Unidos está “firmemente comprometido a devolver la inflación a su objetivo del 2%” y, en ese contexto, volvió a anunciar una subida de los tipos de interés a pesar de la crisis bancaria. La subida es de 0,25 puntos y lleva los tipos de interés al 5%.
Además, la Fed “anticipa que puede ser apropiado un endurecimiento adicional de la política a fin de lograr una postura de la política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva para que la inflación regrese al 2%”.
Según el comunicado de la Fed de este 22 de marzo, “los indicadores recientes apuntan a un crecimiento moderado del gasto y la producción. La creación de puestos de trabajo se ha recuperado en los últimos meses y se está ejecutando a un ritmo sólido; la tasa de desempleo se ha mantenido baja. La inflación sigue elevada”.
“El sistema bancario estadounidense es sólido y resistente. Es probable que los desarrollos recientes resulten en condiciones crediticias más estrictas para los hogares y las empresas y que pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación. El alcance de estos efectos es incierto. El Comité permanece muy atento a los riesgos de inflación”, añaden.
“El Comité busca lograr el máximo empleo e inflación a una tasa del 2% largo plazo. En apoyo de estos objetivos, el Comité decidió elevar el rango objetivo para la tasa de fondos federales de 4-3/4 a 5%. El Comité seguirá de cerca la información entrante y evaluará las implicaciones para la política monetaria. El Comité anticipa que puede ser apropiado un endurecimiento adicional de la política a fin de lograr una postura de la política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva para que la inflación regrese al 2 % con el tiempo. Al determinar el alcance de los aumentos futuros en el rango objetivo, el Comité tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, los retrasos con los que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación, y la evolución económica y financiera. Además, el Comité continuará reduciendo sus tenencias de valores del Tesoro y deuda de agencias y valores respaldados por hipotecas de agencias, como se describe en sus planes anunciados anteriormente. El Comité está firmemente comprometido a devolver la inflación a su objetivo del 2%”, dice la nota.
“Al evaluar la postura apropiada de la política monetaria, el Comité continuará monitoreando las implicaciones de la información entrante para el panorama económico. El Comité estaría preparado para ajustar la postura de la política monetaria según corresponda si surgen riesgos que podrían impedir el logro de los objetivos del Comité. Las evaluaciones del Comité tendrán en cuenta una amplia gama de información, incluidas las lecturas sobre las condiciones del mercado laboral, las presiones inflacionarias y las expectativas de inflación, y la evolución financiera e internacional. Votaron por la acción de política monetaria Jerome H. Powell, Presidente; John C. Williams, Vicepresidente; Michael S. Barr; Michelle W. Bowman; Lisa D. Cocinar; Austan D. Goolsbee; Patricio Harker; Felipe N. Jefferson; Neel Kashkari; Lorie K. Logan; y Christopher J. Waller”, concluye en comunicado.
Menos de 48 horas después de la compra de Credit Suisse por parte de UBS, el estudio de abogados Pallas Partners anunciaba, en un comunicado fechado el 21 de marzo, que está formando un grupo de litigantes para los afectados por la liquidación de los CoCos de Credit Suisse.
“Pallas Partners está formando un grupo de tenedores de bonos adicionales de nivel 1 («AT1») de Credit Suisse eliminados el fin de semana como parte de la adquisición de Credit Suisse por mandato del gobierno suizo por parte de UBS. El grupo seguirá una estrategia de litigio multifacético para tratar de mitigar las pérdidas sufridas por los tenedores de los AT1 y permitir que se realicen recuperaciones, a través de litigios enfocados contra aquellos que han actuado para privar a los AT1 de sus derechos contractuales y de otro tipo”, anunció la firma británico estadounidense.
Pallas Partners empezaba este mismo miércoles las reuniones para reunir damnificados mediante llamadas y contactos por mail.
“Desde los eventos del fin de semana por los cuales el gobierno suizo y los reguladores forzaron una adquisición de Credit Suisse por parte de UBS, cuyo término era reducir a cero los AT1, Pallas ha estado trabajando con los tenedores e inversores de AT1 para explorar opciones para recuperar pérdidas y comprender el juego de valor a través del litigio”, dijeron desde el estudio.
“Pallas y los inversores se centran en las acciones de las autoridades suizas (FINMA, el Consejo Federal y otros) para aprobar una legislación de última hora que supuestamente preveía esta liquidación de AT1 que cambió la jerarquía de reclamos establecida que permite a los accionistas permanecer en la estructura. en detrimento de los AT1.Estamos explorando una estrategia cohesiva multijurisdiccional a ser seguida por un grupo cohesivo de inversionistas internacionales en los AT1, para recuperar pérdidas. Los inversores serán elegibles para unirse al grupo de inversores si tenían AT1 al 17 de marzo de 2023, o tienen AT1 en la actualidad. No hay restricción jurisdiccional”, añadieron.
Según el comunicado del estudio de abogados, “en circunstancias extraordinarias como estas, es imperativo que los inversionistas trabajen juntos para seguir una estrategia de litigio diseñada para litigar contra los demandados correctos en las jurisdicciones correctas. Una comunidad de inversionistas fracturada, que dedica tiempo a litigar en los lugares equivocados contra los demandados equivocados, no servirá a los intereses de los AT1 y no generará recuperaciones para los titulares de AT1”.
“Pallas, por lo tanto, está construyendo una estrategia de litigio que considera tanto los recursos legales locales como los recursos fuera de Suiza dada la naturaleza internacional de los inversores y los lugares en los que se hicieron declaraciones al mercado sobre la posición de liquidez y solvencia de CS. Los detalles de la estrategia de recuperación propuesta se compartirán en la llamada, y Pallas puede brindar un asesoramiento más detallado una vez que el inversor sea miembro del grupo (y sujeto a la confirmación de las participaciones en AT1)”, dice la nota.
Pallas Partners es una firma de Londres y Nueva York que se especializa en litigios de alto riesgo, arbitraje internacional e investigaciones en el extremo superior del mercado, para los clientes más sofisticados del mundo. La firma litiga casos innovadores y complejos, incluidos litigios de valores en el Reino Unido y Europa.
“Pallas y sus abogados tienen experiencia en litigios relacionados con resoluciones bancarias, liquidaciones bancarias, intervenciones gubernamentales y reembolsos y cancelaciones de CoCo. Hemos actuado en impugnaciones de bancos e inversores en Islandia, Irlanda, Reino Unido, Chipre, Grecia, España, Portugal, Austria y Ucrania, y hemos representado a tenedores de bonos CoCo en impugnaciones de cancelaciones y reembolsos anticipados, hasta el Tribunal Supremo del Reino Unido”, dicen desde la firma.
“Pallas actualmente representa a los prestamistas de SPV mozambiqueños en el litigio de «bonos de atún» contra, entre otros, Credit Suisse, ante los tribunales ingleses. También representamos a inversores de Greensill con respecto a reclamaciones contra Credit Suisse. Pallas también tiene una amplia práctica actuando para situaciones especiales y tenedores en dificultades en el diseño e implementación de estrategias de litigio para recuperar valor y crear apalancamiento. La socia gerente de Pallas, Natasha Harrison, lidera este mandato. Natasha es una de las principales litigantes de las disputas de inversores más importantes de la última década. Natasha ocupa el primer lugar en Legal 500 y Chambers & Partners, y se la describe como una «litigante bancaria líder» en esas publicaciones. El equipo más amplio incluye a Duane Loft en Nueva York, Fiona Huntriss, Tracey Dovaston y Neil Pigott en Londres, todos los cuales tienen una gran experiencia en estos temas”.
El grupo argentino Balanz sigue creciendo en Estados Unidos, con la contratación de Eric Hwang y Carlos F. Chávez, ambos profesionales de gran trayectoria que se ocuparán de la gestión patrimonial de la firma, según un comunicado.
Eric Hwang se graduó de la Universidad de California, Berkeley, con una Licenciatura en Artes (Cum Laude) en Economía Política y Ciencias Políticas. Luego obtuvo su Doctorado en Jurisprudencia en la Facultad de Derecho de la Universidad de Minnesota, donde fue Editor Ejecutivo de Minnesota Intellectual Property Review. Luego completó su MBA de la Universidad de Duke.
Hwang se une a Balanz USA como director de Cumplimiento (CCO). Antes, se desempeñó en la industria de servicios financieros durante más de 15 años en varios roles legales y de cumplimiento. Está bien versado en asuntos regulatorios de FINRA y SEC. Eric se desempeñó anteriormente os, corredores de bolsa, fondos de cobertura y fondos de capital privado en funciones de CCO y Counsel en Nueva York y Hong Kong. Más recientemente, se desempeñó en las oficinas de CICC en Nueva York y Hong Kong, en Anatole Investment Management, un fondo de cobertura de Hong Kong, y en Blackrock Hong Kong.
Carlos F. Chávez nació en Guayaquil, Ecuador y se crió en El Bronx, Nueva York. Graduado de James Monroe, asistió a Bernard Baruch College, NYC y completó el plan de estudios de capacitación en ventas de Richardson para luego unirse a la Fuerza Aérea de EE. UU. Tras su baja honorable de la Fuerza Aérea de los EE. UU., Carlos comenzó su carrera financiera en Pershing Inc., en la ciudad de Nueva York. Después de mudarse a Miami, se unió a Charles Schwab y ocupó varios cargos, incluido el de vicepresidente y gerente de sucursal. También pasó un tiempo en UBS, Morgan Stanley y Wells Fargo Advisors en roles de liderazgo de Riesgo y Operaciones. Más recientemente, Carlos F. Chávez fue Gerente de Operaciones en Insigneo Financial Group.
Carlos F. Chávez se unió a Balanz USA como director y jefe de operaciones, donde trabajará muy de cerca con los asesores financieros y sus equipos. Carlos será el líder de la estrategia de operaciones y supervisará las funciones diarias.
“Reportando al CEO, Richard Ganter, tanto Eric como Carlos tienen antecedentes increíbles y una reputación como líderes en sus respectivas disciplinas y aportan enormes capacidades y recursos a la firma”, dijeron desde la firma.
“En la economía global, el objetivo de Balanz en EE. UU. es superar las expectativas de nuestros clientes. Nos asociamos con asesores y clientes en relaciones de asesoramiento confiables y transparentes a largo plazo que impactan positivamente la vida familiar. Nuestra misión es brindar orientación y asesoramiento sólidos y fundamentales personalizados para cada cliente”, dijo Richard Ganter, quien añadío que “Eric y Carlos serán fundamentales en este camino”.
La menor disponibilidad de ganado en EE. UU. afectará la rentabilidad del segmento de carne de res en 2023 para algunas empresas de proteínas de América Latina con operaciones de envasado de carne en el país, dice Fitch Ratings.
Creemos que las empresas enfrentarán desafíos para aumentar los precios de la carne de res para compensar los volúmenes más bajos, dado el riesgo de empujar a los clientes hacia alternativas de proteínas más baratas y en el contexto de los aumentos de precios de la carne de res de EE. UU.
Nuestras calificaciones tienen suficiente margen para absorber el margen EBITDA del segmento de carne de res de EE. UU. para disminuir de 9% a 20% a 4% en los últimos tres años. Sin embargo, un escenario imprevisto en el que los márgenes de la carne de vacuno de EE. UU. se mantengan por debajo del 4 % podría presionar las calificaciones, en ausencia de factores compensatorios o medidas adoptadas para reforzar los perfiles crediticios. JBS y Marfig Global Food, a través de su subsidiaria National Beef, son emisores calificados por Fitch que enfrentarán dificultades de rentabilidad de las operaciones nacionales de EE. UU.
La menor rentabilidad de la carne de res de EE. UU. erosionará el margen de calificaciones de JBS y Marfig durante 2023. Estimamos que JBS podría ver caer el EBITDA de su división de EE. UU. (que comprende carne de res, cerdo y pollo) en casi un 20 % en 2023, impulsado por una menor rentabilidad de la carne de res de EE. UU. negocio debido a la recesión del ciclo ganadero de EE. UU., basado en un volumen de ventas de 6%-7%.
El Departamento de Agricultura de EE. UU. pronostica una disminución de alrededor del 6,5% interanual en la producción de carne de res de EE. UU. en 2023. National Beef, la subsidiaria de carne de res de EE. UU. de juego puro de Marfig, podría ver su EBITDA caer a la mitad, suponiendo que los ingresos caigan en volúmenes de producción similares. Este nivel de presión podría reducir el EBITDA consolidado de Marfig (excluyendo BRF S.A.) en aproximadamente un 33%.
Los perfiles operativos diversificados por geografía y categoría de proteína deberían compensar parcialmente la presión operativa tanto para JBS como para Marfig. Además, otras compañías latinoamericanas de proteínas calificadas por Fitch con operaciones de carne vacuna, como Minerva o Frigorífico Concepción, tienen poca exposición al mercado estadounidense y deberían continuar beneficiándose de un ganado de bajo costo y una demanda general boyante de exportación de carne vacuna.
El stock de ganado de EE. UU. ha disminuido aproximadamente un 3 % durante los últimos tres años a 91,9 millones de cabezas de ganado en 2022 desde 94,8 millones en 2019. Esta disminución en las cabezas de ganado disponibles está elevando los precios del ganado. Según el USDA, se espera que los precios del novillo aumenten un 10 % en 2023, luego de un aumento interanual del 18 % en 2022.
Esperamos que los productores de carne de res de EE. UU. intenten aumentar los precios de la carne para compensar los volúmenes más bajos y defender la rentabilidad. Sin embargo, el éxito de nuevos aumentos de precios es incierto, dada la elasticidad de la demanda. Los consumidores pueden responder cambiando a fuentes de proteína más baratas, como carne de cerdo o pollo. El precio minorista promedio en EE. UU. de la carne de res selecta aumentó un 16 % en los últimos dos años, alcanzando los $7,57 por libra en enero de 2023.
Por el contrario, la disponibilidad de ganado ha sido más favorable en algunos mercados fuera de los EE. UU. Por ejemplo, Brasil sacrificó 22 millones de cabezas de ganado en 2022, un 9% más que en 2021. El aumento en el sacrificio de ganado refleja una mejor disponibilidad de ganado, una tendencia que debería seguir siendo positivo durante el balance de 2023, si no más. Esperamos que las empacadoras de carne brasileñas logren una rentabilidad constante a pesar de la débil demanda de los consumidores.
Desde 2016, la gestora de activos sueca Finserve ha ofrecido su gama de fondos de direct lending dirigidos en exclusiva a la región nórdica para inversores minoristas en su país de origen. Finserve ahora apunta al inversor europeo y lanza una estructura SICAV-RAIF en Luxemburgo de su fondo Nordic Factoring, un fondo que aprovecha el mercado nórdico para factoring loans.
El gestor del fondo, Andreas Konstantino, defiende que es una oportunidad única para obtener acceso a la región nórdica para factoring loans a pequeñas y medianas empresas: «Este es un mercado bien regulado y establecido que históricamente ha estado en manos de instituciones financieras”, comenta.
Nordic Factoring Fund fue lanzado en junio de 2019 atrayendo alrededor de 1.500 millones de coronas suecas de inversores locales. Dado su rendimiento constante y sólido ajustado al riesgo, ha habido una gran demanda por parte de inversores institucionales, no solo de Suecia, para acceder al vehículo, que ahora serán atendidos a través de la nueva estructura RAIF.
“Hemos visto mucho interés por parte de inversores extranjeros que están acostumbrados a invertir en direct lending como tipo de activo. Están buscando diversificar geográficamente las exposiciones desde Europa continental hasta los países nórdicos y, a través de NFF RAIF, ofrecemos un producto exclusivo para ellos”, afirma Niclas Gutenbrink, responsable de Ventas Institucionales de Finserve en España y Portugal.
Compra de facturas con descuento
El factoring es un medio para que las empresas fortalezcan su liquidez en el corto plazo mediante la venta de sus cuentas pendientes por cobrar (facturas) a un tercero. Por ejemplo, una empresa con fuertes efectos estacionales en las ganancias puede suavizar los flujos de ingresos mediante la venta de sus facturas para liberar efectivo.
El precio por recibir el dinero ahora es el interés pagado al comprador (la empresa de factoring), lo que se traduce en la venta de la factura con descuento. La empresa de factoring es entonces responsable de cobrar los pagos en su totalidad, por lo general asumiendo el riesgo de crédito en la transacción.
NFF sigue el mismo modelo de negocio utilizado por las empresas de factoring tradicionales, pero en lugar de actuar como una contraparte directa del vendedor de las facturas, el fondo utiliza empresas de factoring como intermediario para generar rendimientos.
Konstantino asegura que están comprando facturas a través de empresas de factoring que han establecido relaciones y procesos administrativos para cobrar los pagos de los clientes facturados: «Los rendimientos que genera el fondo son los ingresos netos de nuestro acuerdo con la empresa de factoring. Las facturas compradas sirven posteriormente como garantía a nombre del fondo, y utilizamos un seguro de crédito para proteger al fondo de estar expuesto a pérdidas crediticias importantes en caso de que el cliente facturado no cumpla con sus obligaciones de pago”.
Los rendimientos generados en el fondo se pueden explicar en un modelo de cinco pasos. Primero, el inversor compra el fondo. El fondo tiene acuerdos con una serie de operadoras o empresas de factoring que se financian con el capital invertido en el fondo. Por tanto, las empresas de factoring compran facturas de empresas aprobadas por el fondo a través de factoring. A su vez, esas facturas están pignoradas a nombre del fondo y sirven como garantía. Y de esta manera las empresas de factoring se aseguran de que las facturas sean pagadas por las empresas a las que se emiten las facturas, y el fondo recibe intereses sobre el capital invertido.
Para controlar los riesgos crediticios subyacentes en la cartera, el fondo tiene exposición a una gran cantidad de facturas individuales más pequeñas con una duración corta. El equipo de gestión de activos, dirigido por Konstantino, evalúa continuamente la calidad crediticia de sus contrapartes, algo que se ha vuelto cada vez más importante a la luz de las duras condiciones económicas.
Garantizan haber sido deliberadamente cautelosos al invertir capital en el entorno de mercado actual: «Lo somos, pero ahora estamos aumentando la exposición porque creemos que las condiciones han mejorado gradualmente. El marco de tipos de interés más altos también significa que podemos negociar tipos más altos con nuestras contrapartes, lo que significa mejores oportunidades para el fondo», añade Konstantino. Y concluye: «En general, estoy seguro de que podemos seguir cumpliendo nuestro objetivo de rendimiento anual del 6%-8% después de las comisiones, manteniendo un perfil de riesgo bajo».
En su encuesta a gestores de fondos globales de febrero, BofA registraba una cierta mejora en el pesimismo. Era pronto para hablar de optimismo, pero sí se observaba una mejora en el sentimiento. Las turbulencias del mercado y del sector bancario de las últimas semanas han echado por tierra esa tenue luz al final del túnel y, según muestra su edición de marzo, el sentimiento de los gestores se sitúa en los niveles de pesimismo más bajos de los últimos 20 años.
La encuesta mensual, que ha sido realizada tras las quiebras del Silicon Valley Bank y del Signature Bank, pero antes de la adquisición de Credit Suisse el domingo, muestra que la percepción de los niveles de riesgo ha empeorado drásticamente. En concreto, según indica Reuters, el Indicador de Riesgo del Mercado Financiero de BofA, que mide los niveles de preocupación de los inversores, subió a 7,7, con lo que se sitúa justo por debajo de los máximos del año pasado durante la guerra de Ucrania y por encima de los máximos de la crisis financiera mundial y del brote del COVID-19.
“El sentimiento y posicionamiento que muestran los gestores en la encuesta de este mes es coherente con el mostrado en anteriores grandes mínimos del mercado. Sin embargo, los flujos, la asignación de activos de los clientes privados y el indicador BofA Bull & Bear se mantienen muy por encima de los niveles observados en los grandes mínimos anteriores. El índice de sentimiento es la única medida clave en territorio de capitulación hasta el momento”, matiza la entidad en sus conclusiones.
Tras 15 meses de un mercado bursátil bajista, los gestores no consideran que se haya producido un punto de inflexión concluyente en las expectativas de crecimiento económico. El 51% espera una economía más débil dentro de 12 meses, frente al 35% del mes pasado y la cifra más alta desde noviembre de 2012. Además, la probabilidad de recesión vuelve a aumentar por primera vez desde noviembre del 2022, pasando del 24% de febrero de 2023 al 42% de este mes, el mayor aumento intermensual desde julio del 2022. “A medida que aumenta la preocupación por la recesión, también aumenta la probabilidad de recesión. En consecuencia, un mayor porcentaje de gestores (un 55%) desea que los directores financieros mejoren sus balances”, matizan. Por último, las expectativas de estanflación se han mantenido por encima del 80% durante 10 meses consecutivos, es decir, “los gestores nunca han tenido una convicción tan fuerte sobre las perspectivas económicas”.
Su visión sobre la situación económica se cruza con lo ocurrido la semana pasada. Según destacan desde Reuters, a pesar de que su cuestionario se cerró antes de los problemas del fin de semana en Credit Suisse, casi un tercio de ellos dijo que «un evento sistémico de crédito» era ahora el mayor riesgo para los mercados. Esta cifra es superior al 8% de la encuesta de febrero y desbanca a la inflación del primer puesto por primera vez en nueve meses. Con las turbulencias del Silicon Valley Bank aún frescas en la memoria, el sector bancario en la sombra de Estados Unidos fue citado como la fuente más probable de peligro.
Los encuestados están cada vez más convencidos de que la curva de rendimientos del Tesoro estadounidense se inclinará en los próximos 12 meses: el 52% neto espera un pronunciamiento de la curva de rendimientos, frente al 46% del mes pasado, y la cifra más alta desde junio de 2021. En cambio, el optimismo sobre la inflación se mantiene estable: el 84% sigue pensando que la inflación general será más baja dentro de un año. Por lo tanto, también crece el optimismo sobre los recortes de la Fed: el 57% espera una bajada de los tipos a corto plazo, lo que supone un aumento de 10 puntos porcentuales intermensuales y la cifra más alta desde marzo de 2020, y un 65% afirma que la Fed no aumentará su objetivo de inflación del 2% en los próximos dos años.
Situación de las carteras
La forma en que su visión y sentimiento se refleja en sus carteras es clara: la asignación de efectivo se ha mantenido por encima de la media histórica (4,7%) ininterrumpidamente desde diciembre de 2021. “Durante 15 meses, los niveles de efectivo han sido superiores al 5%. El único periodo que registró una mayor asignación de efectivo durante más tiempo fue el mercado bajista de 32 meses de 2000-2002”, apuntan desde BofA.
La encuesta también muestra que los gestores se sitúan en el punto más bajista para el sector inmobiliario desde octubre de 2020, reconociendo estar muy preocupados por el segmento comercial y de oficinas. Además, destaca que la rotación de la renta variable estadounidense hacia Europa se aceleró este mes. Según explica la entidad, los gestores se han mostrado más constructivos respecto a la renta variable de la zona del euro frente a la de EE.UU. desde diciembre del 2022. Por último, durante la semana pasada, los riesgos de contagio entre los bancos regionales estadounidenses expulsaron a los inversores del sector a un ritmo mucho mayor desde la invasión rusa de Ucrania. En concreto, los inversores recortaron sus posiciones largas y pasaron a estar infraponderados en bancos, así como en el sector tecnológico.
“En el último mes, los gestores han abandonado los bancos, los valores estadounidenses, los de consumo y los REITs, y se han decantado por la zona euro, los productos básicos y los bonos. Este gráfico muestra la posición de los inversores en relación con la posición media de los últimos 10 años, observándose que están largos en bonos, productos básicos, efectivo y materias primas e infraponderados en EE.UU., renta variable, tecnología y REITs”, concluye BofA en su encuesta.
Silvergate, SVB, Signature Bank, Credit Suisse, First Republic, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), el Banco Nacional Suizo (SNB) y el Banco Central Europeo (BCE) han sido los grandes protagonistas de estos días. Por ahora, el principal foco se ha puesto en el riesgo de contagio a otros bancos y en la salud del sector bancario estadounidense y europeo. Sin embargo, según los expertos si rascamos un poco, podemos identificar otras reflexiones y consecuencias que están pasando algo más desapercibidas.
Por ejemplo, Alexis Bienvenu, gestor de fondos de la gestora francesa La Financière de l’Echiquier, destaca que los movimientos que han registrado recientemente los mercados de renta fija han sido de una magnitud histórica. “El bono a dos años de EE.UU. pasó del 5 % el pasado 8 de marzo al 3,9 % una semana más tarde. Estos movimientos solo son comparables a los que se produjeron durante la crisis sistémica de 2008. Los motivos son evidentes: tras la estela de la reciente quiebra de tres bancos regionales estadounidenses, los inversores dudan de la salud de otros bancos en dificultades. Se han abalanzado sobre los activos denominados sin riesgo y han huido de los activos bancarios, incluidos los más sólidos, máxime teniendo en cuenta que estos activos habían subido de forma considerable, incluso excesiva, durante estos últimos meses. La violencia de estos movimientos, sin duda, ha dejado huella”, afirma Bienvenu.
El experto de La Financière de l’Echiquier también advierte que las tensiones actuales, pese a estar localizadas, tendrán consecuencias para el resto de la economía. “A los bancos medianos estadounidenses se les podría imponer una regulación más estricta, precisamente con el fin de que el riesgo de solvencia se reduzca en caso de turbulencias, a costa de una reducción de su oferta de crédito. Al crecer menos y no conceder tantos créditos, los bancos serían menos propensos a financiar las empresas más aventuradas, que son las que en algunos casos propician el éxito de una economía, o a apoyar a las empresas más endeudadas, que a veces son esenciales para el resto de la economía. Aquí, el sector inmobiliario comercial estadounidense, por ejemplo, se perfila como uno de los grandes perjudicados. Los hogares también podrían sufrir estas restricciones en un momento en el que acusan la escalada de los tipos de interés de los préstamos”, argumenta.
Según su visión, esta restricción del crédito, impuesta desde dentro o desde fuera, equivaldría a una nueva vuelta de tuerca monetaria y podría disuadir a los bancos centrales de subir los tipos tanto como se prevé. “Lo que parece seguro es que la dificultad para obtener financiación no hará sino acentuarse de diferentes formas durante los próximos meses, mediante alzas de los tipos o por la mayor prudencia de los bancos, y que las repercusiones serán apreciables”, añade.
Otro matiz fuera de los aspectos más técnicos que destacan los expertos a raíz de la actual tormenta en el sector bancario tiene que ver con la gobernanza. Según la visión de Elisa Belgacem, estratega senior de crédito en Generali Investments, “tanto la quiebra de SVB Bank como la absorción forzosa de Credit Suisse por UBS son el resultado de una mala gobernanza”. En su opinión, todo surge en un contexto de normalización extremadamente rápida de la política monetaria que creó miles de millones de pérdidas no realizadas en el sistema financiero que los puso bajo presión. “Esto se tradujo en una pérdida de confianza de los clientes que les llevó a retirar rápidamente sus fondos de los bancos percibidos como débiles. Aunque los bancos están mejor capitalizados que en 2008, especialmente en Europa, es probable que continúe la fuga de depósitos de los bancos más pequeños a los grandes y más seguros”, señala Belgacem.
En este sentido, el family office Bigsur Partners va un paso más allá y señala que apunta que el momento actual representa el comienzo de un cambio importante dentro del sector financiero: los grandes bancos comprarán bancos más pequeños y los bancos más pequeños se fusionarán entre sí, en particular en el mercado estadounidense. «En un mundo digitalizado, las relaciones bancarias a nivel minorista han cambiado. En Estados Unidos operan actualmente más de 4.000 bancos, muchos de los cuales simplemente carecen de la escala necesaria para competir con los más grandes o para diversificar adecuadamente sus carteras de préstamos. Un mayor coste del capital significará márgenes aún más bajos para los bancos más pequeños. La única solución será una mayor consolidación. Aunque la concentración pueda ser perjudicial para la competencia, quizá sea un coste digno de pagar para garantizar que cada banco pueda gestionar y controlar adecuadamente los riesgos de su balance. Aunque confiamos en las perspectivas de bancos de alta calidad como JP Morgan y Goldman Sachs (aunque estos bancos no están exentos de sus propias desventuras), confiamos menos en el sector bancario regional, que todavía no está fuera de peligro. Dejando a un lado el rendimiento operativo y la gestión de riesgos, el negocio bancario es, en última instancia, un negocio que depende de la confianza entre las contrapartes. El actual periodo de incertidumbre ha sacudido la banca regional hasta sus cimientos. De hecho, la naturaleza de las quiebras bancarias es a menudo autocumplida, precisamente debido a este elemento psicológico de la relación bancaria. Habrá ganadores y habrá perdedores, determinados en última instancia por la escala relativa, la reputación, la disciplina de suscripción y la confianza», argumentan.
Por último, desde Preqin advierten que la crisis bancaria también llega a los mercados privados, en concreto lo que ha significado la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB). Según recuerda Shaun Beaney, editor de Preqin First Close, las empresas tecnológicas y de capital riesgo se movilizaron rápidamente para presionar a fin de que se aseguraran los depósitos en SVB, pero, en su opinión, el sector del capital riesgo aún no se haya librado de las críticas.
“Mis colegas RJ Joshua, vicepresidente, y Cameron Joyce, jefe adjunto de Research Insights, sugieren que las empresas de capital riesgo y las empresas tecnológicas podrían encontrar ahora menos crédito disponible, y en condiciones menos favorables. Esto podría crear una escasez de liquidez en el sector del capital riesgo en un momento en que los LP ya tienen más restricciones de liquidez, así como menos entusiasmo por las peticiones de capital. Ello ejercería una presión adicional sobre las valoraciones del capital riesgo y crearía un mayor riesgo a la baja”, apunta Beaney.
Desde Preqin apuntan que algunos gestores de fondos y empresas podrían recurrir a los fondos de deuda privada como proveedores de capital, y podríamos asistir a la aparición de nuevos proveedores de deuda de riesgo. “Esto, a su vez, podría crear nuevas oportunidades para los inversores de capital privado.Nuestra encuesta para el Preqin Investor Outlook: Alternative Assets, del primer trimestre de 2023, reveló que el 74% de los LP consideraban que los activos de capital riesgo estaban sobrevalorados, y el 35% predijo una corrección inminente. ¿Acelerarán las secuelas del SVB esa revalorización?”, se preguntan.