UBS Asset Management ha anunciado el lanzamiento de dos ETFUCITS diseñados para ofrecer un acceso sencillo al mercado de renta variable de la India. Según destacan, esta doble oferta pasiva permite a los inversores ajustar su asignación de acuerdo con sus objetivos de inversión y sus preferencias ESG.
Por un lado, el UBS MSCI India SF UCITS ETF ofrece una amplia exposición a compañías indias de gran y mediana capitalización mediante la réplica del índice MSCI India. Con 160 componentes, el índice representa aproximadamente el 85% del universo de renta variable del país. Aunque su valor puede fluctuar en función del índice subyacente, el fondo está basado en swaps, lo que puede resultar beneficioso, ya que los ETFs sintéticos no están actualmente sujetos al impuesto sobre plusvalías en India.
En segundo lugar, el UBS MSCI India Universal UCITS ETF replica el MSCI India Universal Low Carbon Select 5% Issuer Capped Index, que incrementa la exposición a empresas con perfiles ESG sólidos y en mejora, a la vez que excluye de forma sistemática aquellas que no cumplen los criterios establecidos en materia ESG y relacionados con el clima. Emplea réplica física, manteniendo directamente acciones indias, para garantizar transparencia y coherencia entre el perfil ESG del fondo y su índice de referencia. Según indican, este fondo, alineado con el Artículo 8 del SFDR, es la incorporación más reciente a su gama existente de ETF ESG Universal, que incluye ACWI, Australia, Canadá, China, EMU, Japón y Estados Unidos.
¿Por qué India ahora?
La gestora considera que India se ha consolidado como «uno de los mercados más dinámicos del mundo», con previsiones que la sitúan como la tercera mayor economía global en 2027, tras haber alcanzado ya el cuarto puesto con un PIB que supera los 4 billones de dólares. Además destaca que el país cuenta con una población en edad laboral proporcionalmente mayor y mantiene un ritmo de crecimiento anual del 6% al 8%, lo que refuerza su atractivo para los inversores internacionales. Como dato, su mercado bursátil, el quinto más grande del planeta y con una capitalización que también rebasa los 4 billones de dólares, destaca además por su elevada liquidez, con más de 170 compañías cuyo valor de mercado supera los 5.000 millones de dólares.
“Ha habido un aumento notable del interés por la renta variable india últimamente: los activos UCITS en este mercado se han más que duplicado en los últimos dos años y superan actualmente el umbral de los 10.000 millones de USD. Por ello, estamos encantados de poder ofrecer a nuestros clientes una elección entre dos ETF en este segmento: el UBS MSCI India SF sintético, con sus ventajas fiscales; y el UBS MSCI India Universal con enfoque ESG”, afirma Nina Petrini, responsable de Client Coverage Iberia en UBS Asset Management.
Los riesgos crediticios han aumentado, pero se mantienen contenidos, a pesar de la aparición de «cucarachas». Comprender los fundamentales del crédito reviste cada vez más importancia, ya que la compensación por el riesgo crediticio se encuentra en mínimos históricos y observamos crecientes fracturas en segmentos como los préstamos apalancados, el crédito privado, los inmuebles comerciales de oficinas y determinados ámbitos de crédito al consumo. Este deterioro se ve acentuado por los recientes impagos y quiebras surgidos en estos sectores. La refinanciación corporativa a un coste de la deuda mayor pondrá el foco en aquellas empresas con balances débiles y puede provocar un aumento de los impagos, lo que reforzará la naturaleza cíclica de las tensiones crediticias. Los ámbitos con un apalancamiento excesivo suelen ser el origen de todos los problemas y una contracción del crédito suele llevar a una recesión; permanecemos atentos a cualquier indicio de aumento de la presión, tanto desde una perspectiva descendente como ascendente.
La interconexión y la falta de transparencia suponen un desafío para el crédito privado. En nuestra opinión, las características que definen a los mercados privados son su falta de transparencia y la ausencia de precios ajustados al valor de mercado. Estas características dejan a los inversores sin suficientes datos para determinar con certeza dónde residen los riesgos, especialmente, porque el rápido crecimiento de los préstamos crediticios puede dar lugar a condiciones de suscripción laxas. La clase de activos de crédito privado aún no ha experimentado un ciclo crediticio completo, por lo que la evolución de estos balances en un entorno de tipos normalizados sigue siendo incierto. Al analizar el mecanismo de transmisión hacia la economía real, también nos inquieta la interconexión entre los fondos de inversión, el sistema bancario y las empresas de IA, ya que incrementa la posibilidad de que los eventos crediticios individuales se conviertan en un problema sistémico.
Los consumidores siguen gastando, respaldados por el gasto público y la relajación monetaria. La economía estadounidense, impulsada sobre todo por el consumo, ha demostrado su resiliencia a pesar de las fluctuaciones. Este consumo depende en gran medida del decil de ingresos más alto, que a su vez depende de que la evolución del mercado de renta variable siga impulsando el efecto riqueza. Al mismo tiempo, el dominio fiscal se está convirtiendo en un motivo de preocupación central, no solo en Estados Unidos, sino también a escala mundial, ya que la envergadura de los balances de muchos países y un enfoque autocomplaciente con respecto a la disciplina fiscal plantean interrogantes sobre las expectativas de inflación y la estabilidad financiera. Además, China sigue lastrada por el colapso de su mercado inmobiliario, lo que plantea mayores riesgos geopolíticos, en lo que cabe incluir guerras comerciales, que se suman a la incertidumbre.
Las valoraciones suponen un desafío, pero aún existen oportunidades atractivas e idiosincrásicas. Dadas las exigentes valoraciones de todas las clases de activos de renta fija, estamos aprovechando nuestra sólida plataforma de análisis para encontrar ideas atractivas y ascendentes en todos los sectores, las regiones, el espectro de calidades crediticias y las estructuras de capital. En este entorno de diferenciales, es menos probable que las rentabilidades provengan de una mayor compresión descendente de los diferenciales, por lo que nos centramos en construir carteras que combinen el carry y el potencial de revalorización. En estos momentos, estamos encontrando valor en nichos del crédito estructurado, exposiciones corporativas defensivas, alto rendimiento idiosincrásico y deuda soberana de mercados emergentes.
Posicionamiento en renta fija mundial
Nuestro escenario base sigue siendo compatible con un entorno macroeconómico de bajo crecimiento e inflación contenida que debería favorecer unas rentabilidades relativamente atractivas en la renta fija mundial. Dada la reducida volatilidad y la escasa dispersión en la mayoría de los mercados de diferenciales, creemos que es importante mantener la flexibilidad en nuestro enfoque de inversión activa. Cabe destacar que seguimos centrados en la liquidez de la cartera, con el fin de aprovechar los futuros desajustes en el mercado.
Deuda corporativa
El entorno de diferenciales ajustados en el crédito investment-grade refleja tanto la solidez de los fundamentales como la fortaleza de los indicadorestécnicos, a medida que seguimos presenciando entradas de capital en esta clase de activos. Prevemos que esta tendencia persista, algo que coincidiría con nuestro escenario macroeconómico base, por lo que mantenemos una ligera sobreponderación, aunque con un sesgo defensivo, y hemos añadido coberturas para compensar el riesgo de una ampliación repentina en los diferenciales. En el crédito de alto rendimiento, redujimos tácticamente la exposición a los valores con mayor beta, en previsión de cierta volatilidad en los créditos con menor calificación a medida que se acerca el final del año. El panorama general del mercado público de alto rendimiento sigue siendo favorable, dada la mejora en la calidad del índice, y podría generar rentabilidades en los próximos 12 meses si continúa la relajación monetaria y fiscal. En general, dadas las exigentes valoraciones crediticias en el segmento de alto rendimiento, prevemos que la generación de rendimientos llegue por medio del carry en lugar del estrechamiento de los diferenciales.
Tipos
Aunque parece poco probable que se produzca una recesiónmundial a corto plazo, dada la relajación de las políticas, la duración podría evolucionar favorablemente si el crecimiento económico se ralentiza aún más. Como consecuencia, estamos ligeramente sobreponderados en duración, pero con menos convicción en las posiciones de pronunciación de la pendiente de la curva que antes. Parece que las expectativas de tipos de interés para los bonos soberanos de los mercados desarrollados se han descontado razonablemente.
Creemos que hay más margen para que algunos bonos soberanos de mercados emergentes se relajen en materia de tipos, siempre y cuando el dólar estadounidense no experimente una apreciación notable. Existen oportunidades idiosincrásicas interesantes en materia de tipos en algunos mercados, como Islandia, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia.
Estados Unidos representa uno de nuestros mercados con mayor convicción para sobreponderar la duración, dada nuestra expectativa de que los tipos neutrales reales se acerquen al 1%, aunque preferimos exposiciones a vencimientos de bonos de 10 años e inferiores. Por otro lado, no pensamos que los mercados hayan descontado suficientemente la política de endurecimiento del Banco de Japón, lo que nos lleva a mantener una duración infraponderada en ese país (expresada en los tramos cortos de la curva).
Hemos reducido la exposición en Europa, especialmente en los países periféricos, dado que los diferenciales con Alemania han llegado a niveles históricamente reducidos, aunque Italia sigue siendo unos de los mercados preferidos. Nuestra exposición a Francia ha pasado de ser una ingente posición infraponderada a una posición neutral en cuanto a duración, dada la ampliación de los diferenciales, que refleja en gran medida los retos políticos y fiscales que se avecinan. Mantenemos la sobreponderación en duración al ReinoUnido, ya que consideramos que el Banco de Inglaterra va rezagado en la implementación de la política de relajación monetaria.
En lo que respecta a los mercados emergentes de tipos de interés locales, en Latinoamérica nos decantamos por países como Uruguay, Perú y Brasil, que ofrecen rendimientos reales elevados y disfrutan de ciclos electorales favorables. También preferimos otras exposiciones, como Sudáfrica, dadas nuestras expectativas de mejora de la credibilidad del banco central y reducción del riesgo fiscal. Esperamos que el Banco de China mantenga su laxa política monetaria, pero con una curva plana y bajos rendimientos, por lo que mantenemos la posición de infraponderación en duración en el gigante asiático.
Conclusión
Para afrontar el dilema de la valoración en la renta fija se precisa seguir de cerca los riesgos crediticios, aprovechar las sólidas capacidades de análisis y estar preparados para sacar partido de los desajustes del mercado. Las exigentes valoraciones actuales y las inciertas perspectivas a escala mundial exigen un enfoque estratégico y selectivo en la construcción de carteras, utilizando la experiencia de analistas de crédito y estrategas de deuda soberana para identificar oportunidades ascendentes. Incluso en este entorno, consideramos que una cartera bien construida presenta el potencial de seguir generando rentabilidades atractivas en el universo de renta fija mundial.
Tribuna de opinión firmada por Pilar Gómez – Bravo. Co-CIO Fixed Income, Fixed Income Portfolio Manager en MFS Investment Management
La inteligencia artificial se ha convertido en la fuerza dominante en los mercados bursátiles. Aunque todavía es pronto para medir el alcance real de sus aplicaciones —y mucho más para anticipar la trayectoria futura de la tecnología— los mercados son máquinas anticipatorias, y ya han votado a favor de su capacidad para impulsar los beneficios. Pero más allá de esta lectura inmediata surge una cuestión más profunda: cómo la IA transformará las grandes variables macroeconómicas, en particular los tipos de interés, el ancla que fija la valoración de todos los activos.
Al cambiar la forma en que las economías invierten, producen y ahorran, la IA puede redefinir el tipo de interés natural, el tipo real R*compatible con pleno empleo e inflación estable. Durante más de una década, este tipo natural ha permanecido deprimido por factores estructurales: envejecimiento demográfico, exceso de ahorro, eficiencia tecnológica y un fuerte apetito global por activos seguros. La IA amenaza con alterar ese equilibrio.
El primer impacto surge del mundo físico. Desplegar IA requiere chips avanzados, centros de datos, refrigeración intensiva y, sobre todo, electricidad. La Agencia Internacional de la Energía estima que el consumo energético de los centros de datos podría casi duplicarse para 2030. La inversión vinculada a la IA podría superar el 2% del PIB mundial. Este “superciclo” de infraestructuras incrementa la demanda de inversión y, con ella, el tipo natural de equilibrio. Es una reedición digital de los grandes procesos de industrialización del pasado, aunque esta vez las materias primas son energía y capacidad de cómputo en lugar de acero y mano de obra.
El segundo canal es la productividad. La IA promete automatizar tareas cognitivas, reducir costes y multiplicar la producción humana. Si esa promesa se materializa, un mayor crecimiento tendencial sostendría un R* más alto. Pero la adopción no es inmediata. Como en todas las tecnologías de propósito general, los primeros años suelen combinar inversión galopante y ganancias de eficiencia modestas. Además, su impacto sobre el empleo es ambiguo: cuando complementa a los trabajadores cualificados, impulsa la renta y el ahorro; cuando sustituye tareas rutinarias, presiona salarios y aumenta la desigualdad. El efecto neto sobre el tipo natural dependerá de cuál de estas fuerzas domine.
La inflación probablemente evolucionará en dos fases. En la fase inicial, el despliegue de infraestructuras choca con cuellos de botella en energía, equipamiento y mano de obra especializada, generando inflación de costes. Más adelante, a medida que la automatización se generalice, prevalecerá la desinflación. Podríamos entrar así en un mundo de tipos reales más altos y precios más estables, similar al equilibrio de los “Goldilocks” de finales de los noventa. Los tipos nominales serían más altos que en la última década, pero seguirían bien anclados por expectativas de inflación contenida.
Más allá de este horizonte aparece una cuestión mayor: ¿qué ocurre si la IA evoluciona hacia una Inteligencia Artificial General (AGI), capaz de aprender y mejorarse a sí misma? En ese escenario, el comportamiento del R* podría fracturarse. Si la AGI provoca hipercrecimiento, mayor demanda energética y profunda acumulación de capital, los tipos reales podrían dispararse. Pero si, por el contrario, convierte el trabajo y el capital digital en bienes infinitamente replicables, los costes marginales caerían y la necesidad de inversión tradicional se reduciría. En ese mundo, los tipos reales seguros podrían hundirse aún más, pese al avance tecnológico.
Esto nos llevaría a un equilibrio dual: un RS* “seguro” bajo, alimentado por el exceso de ahorro, y un RP* “productivo” alto, ligado a activos físicos escasos —suelo, capacidad de cómputo, materiales críticos— que seguirán siendo limitados incluso en un contexto de inteligencia abundante. El arbitraje que normalmente unifica los retornos dejaría de funcionar: los bancos centrales operarían sobre un tipo mientras los mercados responderían a otro.
Esta divergencia ya empieza a percibirse: rentabilidades extraordinarias de las acciones líderes en tecnología frente al resto, y a unos tipos de interés aún moderados. La AGI convertiría esta brecha en algo estructural. Los bancos centrales, que manejan la política monetaria por medio del tipo nominal seguro, verían cómo sus herramientas dejan de influir en los sectores que impulsan el crecimiento real. La política fiscal, por su parte, podría verse obligada a emitir más deuda y a gestionar las consecuencias sociales de la automatización. Incluso la Renta Básica Universal podría dejar de ser un experimento teórico.
Para los inversores, las implicaciones son asimétricas. Un mundo de R* más alto y precios estables favorece a las acciones de las compañías que se beneficien de la transformación y a ciertos activos reales vinculados a cuellos de botella físicos. Los bonos recuperarían su papel defensivo. Pero si la AGI genera abundancia digital y desinflación, los retornos podrían concentrarse exclusivamente en los activos ligados a escaseces materiales. La construcción de carteras tendrá que navegar ambas realidades: la liquidez fijada por un R* seguro bajo y el crecimiento fijado por un R* productivo alto.
Todo esto puede parecer especulativo —y, de hecho, aún no está en el radar de la mayoría de los inversores ni de las discusiones de política monetaria—. Hasta ahora, surfear la ola de la IA ha sido sencillo. Pero conforme la tecnología madure y su adopción se generalice, el panorama será mucho más complejo. La historia puede orientarnos, pero solo hasta cierto punto. Hemos vivido grandes booms de inversión, pero nunca uno con un potencial transformador tan profundo.
Tribuna de opinión firmada por Fernando de Frutos, director de inversiones en Boreal Capital Management.
El Índice Global de Inclusión Financiera 2025 revela que el progreso hacia una mayor inclusión financiera se ha estabilizado tras dos años consecutivos de mejoras. El puntaje mundial se sitúa en 49,4 sobre 100, una leve caída de 0,2 puntos respecto a 2024, aunque muy por encima del 41,7 registrado en 2022, cuando se lanzó el índice elaborado por Principal Financial Group y el Centre for Economics and Business Research.
El estudio, que analiza la evolución de la inclusión financiera en 42 mercados, mide cómo los gobiernos, los sistemas financieros y los empleadores contribuyen al acceso a productos y servicios financieros. En su cuarta edición, el informe muestra una tendencia de “meseta” en los avances globales, influida por un contexto de tensiones geopolíticas, incertidumbre comercial y presiones económicas.
Los gobiernos toman el relevo ante la retirada de los empleadores
El informe advierte de una caída global en el apoyo de los empleadores, cuyo puntaje descendió 0,6 puntos. En total, 35 de los 42 mercados (83%) registraron retrocesos en este indicador, reflejando cómo la inestabilidad económica y los riesgos comerciales han llevado a las empresas a adoptar posturas más conservadoras en beneficios y flexibilidad laboral.
Sin embargo, a medida que los empleadores se retraen, los gobiernos y los sistemas financieros han intensificado su papel. El puntaje de apoyo gubernamental aumentó 0,6 puntos a nivel mundial, con mejoras en todas las principales regiones. En paralelo, los sistemas financieros también mostraron avances, especialmente en América del Norte, Europa y Medio Oriente, donde la digitalización y el desarrollo de las fintech han impulsado la inclusión.
Tecnología y educación, claves para el progreso
La tecnología sigue siendo un motor esencial. Los países que han invertido en pagos instantáneos y marcos de banca abierta lideran los avances. Singapur encabeza por cuarto año consecutivo el ranking global, seguida de Hong Kong, Suiza, Corea del Sur, Suecia, Dinamarca, Estados Unidos, Tailandia, Australia y Reino Unido.
El estudio también subraya el papel de la educación financiera como factor determinante del bienestar económico. Según los modelos del índice, un aumento del 1% en alfabetización financiera se asocia con una reducción del 2,8% en los impagos de préstamos y con una disminución del 6,7% en la ratio deuda/ingresos de los hogares, con efectos positivos en el crecimiento del PIB a largo plazo.
Estabilidad, pero sin complacencia
Aunque el informe concluye que la inclusión financiera global se ha estabilizado y no ha revertido los avances previos, advierte que el progreso futuro “no está garantizado”. Las condiciones de crédito más estrictas, la volatilidad de los mercados y las tensiones políticas podrían seguir limitando la capacidad de los actores privados para apoyar la inclusión.
El reto, según el Cebr, pasa por reforzar la cooperación entre gobiernos, instituciones financieras y empresas, profundizar las reformas estructurales y consolidar la educación financiera como política de Estado para mantener el impulso hacia una economía más equitativa y resiliente.
Suplantación de clientes, empleados o ejecutivos, manipulación de procesos de autorización de transferencias o de acceso a sistemas internos… La proliferación de tecnologías de generación de contenido artificial, como los deepfakes de voz, vídeo o imagen, ha provocado un fuerte aumento de los fraudes, que se han multiplicado casi por cincuenta en tan solo dos años.
El informe del Citi Institute,«Deepfakes con IA: Cuando la vista y el oído no son fiables», analiza cómo los deepfakes (voz y vídeo sintéticos) se están extendiendo en los ámbitos de la selección de personal, las operaciones financieras y la suplantación de identidad de ejecutivos. Las conclusiones exigen un cambio hacia la verificación continua y la comunicación de confianza cero.
Los criminales aprovechan herramientas cada vez más accesibles —con menores barreras técnicas y costes más bajos— para clonar voces de clientes en centros de contacto, falsificar vídeos de ejecutivos autorizando operaciones o incluso configurar identidades sintéticas en bancos u otras instituciones financieras.
La firma revela que se han producido varios fraudes financieros puntuales de gran impacto en los que se utilizaron deepfakes para suplantar la identidad de ejecutivos de confianza para autorizar o redirigir pagos. A diferencia de los casos de infiltración sistémica, el objetivo aquí es obtener un beneficio económico inmediato en lugar de un acceso a largo plazo.
Representaciones sintéticas de directivos
En un caso ampliamente difundido en 2024, una multinacional británica fue víctima de un fraude sorprendentemente sofisticado: un empleado de su oficina en Hong Kong recibió lo que parecía ser una videollamada del director financiero y otros altos directivos, quienes le instaban a realizar transferencias de dinero urgentes para una transacción confidencial.
En realidad, las voces e imágenes de los ejecutivos habían sido manipuladas mediante deepfakes y todos los participantes en la llamada, excepto el empleado, eran representaciones sintéticas. El empleado realizó 15 transferencias separadas por un total aproximado de 200 millones de dólares de Hong Kong (unos 25 millones de dólares de EE.UU.) a una cuenta en el extranjero antes de que se descubriera el engaño.
Según los analistas de Citi, estos ataques están provocando contrataciones de personal bajo presión. Así, la empresa tecnológica Money20/20 USA, informó que hasta el 50% de las solicitudes de empleo que recibe son falsas, ya que los ciberdelincuentes intentan infiltrarse en entidades estratégicas. Otras estimaciones proyectan que uno de cada cuatro perfiles de candidatos podría ser fraudulento para 2028.
Los ataques también están patrocinados por estados, por ejemplo, se cree que agentes informáticos norcoreanos se infiltraron en aproximadamente 320 empresas el año pasado mediante identidades sintéticas.
Foto cedidaMiembros de la ACHAI e invitados a su primer evento, en 2025
La promesa de que la unión hace la fuerza le ha estado trayendo resultados alegres a los asesores de inversión de Chile, una industria que ha vivido un auge desarrollo y consolidación en los últimos años. El gremio, agrupada en la Asociación Chilena de Asesores de Inversión (ACHAI), vivió un nuevo hito recientemente: su primer evento público, en el que presentó a los asistentes –un auditorio repleto en la sede del Golf de Icare– una radiografía de la industria.
El seminario, enfocado en asesores y multi-family offices y titulado “Asesoría de inversión en Chile: regulación y tendencias globales”, contó con una variedad de perspectivas de gestoras internacionales y actores locales. Con esto, consolidan su presencia como agrupación dedicada a apoyar a los asesores financieros, apoyando a los asesores en su relación con la regulación –uno de los motivos que inspiró la creación de la ACHAI– e impulsando iniciativas como el Comité de Ética y Buenas Prácticas. “Seguiremos insistiendo en avanzar. Recién vamos partiendo”, destacó Arie Gelfenstein, director ejecutivo de la entidad, en sus palabras de apertura. “Cuando todo el sector se une, avanzamos todos”, recalcó.
En este contexto, el seminario inaugural de la ACHAI trajo a los asistentes una visión general de la industria, tanto de la evolución que ha tenido como de las tendencias internacionales de inversionistas y carteras de inversión.
Una radiografía al sector
Una de las piezas centrales del seminario de la ACHAI estuvo dedicado a sondear el alcance de la industria en Chile, un espacio que ha ido tomando forma a medida que se han ido registrando con la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Es más, según revelaron representantes de la entidad en el evento, a octubre de este año ya estaban registrados 192 asesores en el país y otros 82 están en proceso.
“La industria triplicó su alcance de clientes en dos años”, recalcó director de Supervisión de Administración de Fondos y Asesores de Inversión del ente regulador, Nicolás Álvarez, y sigue expandiéndose, tanto en AUM como en número de clientes.
Un sondeo realizado por la CMF al rubro reveló que los asesores de inversión tienen un alto nivel de acreditación, se inclinan por recomendar la inversión en fondos y que perciben el 55% de sus ingresos –en promedio– de comisiones indirectas.
Por su parte, Beltrán de Ramón, comisionado de la entidad reguladora, delineó el mandato de la entidad respecto a la asesoría financiera, explicó el procedimiento sancionatorio, los alcances de la Norma de Carácter General (NCG) 502 –que aplica a los asesores– y destacó el rol de estos profesionales en el mercado financiero.
Para entregar la mirada y vivencia de los actores del mercado local, la ACHAI reunió un panel de profesionales de distintas casas de inversiones. Este espacio dio cuenta de un segmento de clientes de distintas magnitudes de patrimonio con crecientes demandas y mayor sofisticación.
La experiencia de la industria local
“Lo que se ve es una necesidad en las personas, que requieren más asesoría”, debido a que “las inversiones se han complejizado”, en palabras de Cristián Cardone, gerente de Gestión Patrimonial de LarrainVial. Las carteras de los clientes, explicó, se ven muy distintas que hace una o dos décadas, con una mayor presencia de productos como ETFs e inversiones alternativas. Esto intensifica la demanda por un ojo asesor, junto con mayor transparencia y más educación.
Y esta demanda ha hecho eco en las entidades financieras más grandes también. Según comentó Pablo Urzúa, Country Manager para Chile de SURA Investments, muchas compañías que antes no veían el atractivo de los canales de wealth management ahora están mirando ese espacio, lo que ha ayudado a dinamizar al sector. Eso sí, el profesional señaló que el crecimiento de este canal –mayor que otros– supone desafíos para los GPs.
En esa línea, Pilar Concha, gerente general de la Asociación Chilena de Administradora de Fondos de Inversión (Acafi), enfatizó en que –actualmente– “el 69% de la industria de fondos viene de corredoras de bolsa”.
Las gestoras, agregó Carlos Saieh, socio y CEO de Toesca Asset Management, tienen una creciente percepción de estas firmas como “relaciones estratégicas”, más que meros canales de distribución. “Lo mínimo que tenemos que hacer como proveedor de productos financieros para los asesores es entregar información”, acotó.
Y la diferencia con otros segmentos de clientes, de paso, se ha hecho más evidente. El CEO de BTG Pactual Asset Management, Hernán Martin, indicó que “después del 2019, es difícil meter en producto a un institucional y un cliente de wealth management”. Ambos segmentos, explicó, tienen distintas conductas, horizontes de inversión, tiempos, etc.
Tendencias internacionales
A nivel global, la industria de gestión patrimonial está viviendo un momento de auge. El AUM global cerró 2024 en 135 billones (millones de millones) de dólares en la industria de wealth management, según destacó Cristóbal Monje, Head of Business Development para América Latina de Fidelity Internacional. Y los inversionistas individuales están empujando el crecimiento, aportando el 80% del flujo neto.
En esa línea, el profesional hizo hincapié en que 6 billones de dólares del AUM gestionado por la industria en EE.UU. está en manos de asesores independientes, con alrededor de 300.000 actores, operando principalmente a través de un modelo de comisión por activos gestionados.
Algunos cambios que Monje ha visto en la industria están relacionados con la asesoría integral –tomando una figura similar a un “coach financiero”–, la modalidad híbrida –que combina tecnología y talento humano–, la arquitectura abierta y una mayor diversidad, generacional y de género. A nivel de inversiones, por su parte, algunas tendencias que se han observado es una relativa disminución de las posiciones en EE.UU., el auge de los ETFs activos y los alternativos y el uso de tecnologías como la inteligencia artificial para mejorar la eficiencia.
Morgan Stanley Investment Management ha anunciado el lanzamiento del fondo Morgan Stanley Private Markets ELTIF, gestionado por el equipo Portfolio Solutions Group. Según explica el fondo se centra en inversiones de alta convicción en el middle market en Europa, Estados Unidos y Asia. Desde la gestora indican que la estrategia está pensada para inversores que buscan apreciación del capital a largo plazo, ofreciendo exposición global a capital privado, crédito privado, activos reales y ciertas inversiones públicas seleccionadas.
Además, el vehículo incorpora un enfoque de inversión temático, buscando oportunidades alineadas con tendencias globales transformadoras como la digitalización, la sostenibilidad, la desglobalización y las nuevas formas de vida. Según matizan, el fondo aplica un enfoque de inversión bottom-up, combinando un análisis riguroso del mercado y de fundamentales, con el objetivo de construir una cartera de oportunidades de alta convicción. Aprovechando la plataforma global y la red de acceso de Morgan Stanley, el fondo busca asociarse con gestores externos para acceder a oportunidades de coinversión de alta convicción.
Para mejorar las rentabilidades y ofrecer flexibilidad, será de gestión activa y semilíquido, operando bajo el marco ELTIF 2.0. «Este marco permite suscripciones mensuales y puede ofrecer reembolsos trimestrales. Además de sus clases de activos principales, y en cumplimiento con las regulaciones del ELTIF 2.0, el Fondo puede invertir en renta fija pública y otros instrumentos que apoyen la construcción de cartera y la gestión de la liquidez», apuntan.
A raíz de este lanzamiento, Federico Vettore, responsable de Mercados Privados para Wealth en Europa de MSIM, ha señalado: «Seguimos observando una fuerte demanda de los inversores por acceder a las rentabilidades ajustadas por riesgo mejoradas que los mercados privados pueden ofrecer. Con este lanzamiento, ampliamos las opciones para los inversores al ofrecer una combinación única de activos de mercados privados a través de un enfoque de inversión temático, diseñado para capturar las megatendencias que pueden impulsar la rentabilidad a largo plazo».
Por su parte, Steve Turner, responsable de Selección de Inversiones del equipo Portfolio Solutions Group, añadió: “El lanzamiento del Morgan Stanley Private Markets ELTIF refleja nuestro compromiso de brindar a los inversores acceso a oportunidades de mercados privados de alta calidad. Al aprovechar nuestra red global de oportunidades y aplicar un riguroso proceso de inversión, buscamos ofrecer rentabilidades atractivas a largo plazo manteniendo una sólida gestión del riesgo. La estructura ELTIF nos permite ofrecer una mayor flexibilidad, haciendo que los mercados privados sean más accesibles para una gama más amplia de inversores».
Los activos en fondos de capital privado alcanzaron un récord histórico de 9,917 billones de dólares, según el último informe de Ocorian, firma de servicios de activos para mercados privados y administración corporativa y fiduciaria. Entre 2010 y 2025, los activos crecieron más del 570 %, y se espera un aumento adicional del 75,5 % para 2030.
El informe de Ocorian indica que el crecimiento de 2025 ha sido impulsado especialmente por los mercados asiáticos, que alcanzaron un récord de 2,1 billones de dólares, aumentando un 15,8 % en los primeros ocho meses del año. Aunque Asia representa solo una quinta parte del total de activos, contribuyó al 30 % del crecimiento de 2025. Por su parte, América del Norte sigue dominando los fondos de capital privado con un 57 % del total de activos globales. Los activos subyacentes en esta región alcanzaron un récord de 5,64 billones de dólares a principios de septiembre, mientras que los fondos domiciliados allí representan 5,06 billones, es decir, el 51 % del total gestionado mundialmente. Europa gestiona un 15 % de los fondos globales, mientras que Asia representa el 31 %.
Ocorian proyecta que el mercado global de capital privado alcanzará 17,41 billones de dólares para 2030, consolidándose como un componente clave en la cartera de inversión global. «A medida que el capital privado madura hasta convertirse en un mercado de 17 billones de dólares para 2030, la ventaja para los gestores está volviendo a la disciplina operativa y a la creación de valor. Los LPs están recompensando a quienes combinan desempeño operativo probado con gobernanza y eficiencia interna capaz de soportar el escrutinio institucional», afirma Yegor Lanovenko, Co-Director Global de Servicios de Fondos en Ocorian.
Una encuesta de Ocorian a profesionales de capital privado en EE.UU., que gestionan 335.250 millones de dólares, revela que se espera un aumento de capital proveniente de fondos de pensiones y family offices, mientras que inversores de alto patrimonio (HNW) y ultra alto patrimonio (UHNW) incrementarán su participación solo un 9,4 % en los próximos dos años. A pesar del crecimiento, el temor a la regulación es alto: el 85 % prevé más regulaciones, el 88 % anticipa mayores restricciones y sanciones, y el 80 % estima más tiempo dedicado a cumplimiento normativo. Como respuesta, muchos gestores recurren a proveedores externos: actualmente el 47 % subcontrata más funciones, y el 81 % planea aumentar su dependencia de terceros en los próximos dos años, especialmente en servicios a inversores, administración de fondos y reportes.
Este crecimiento récord refleja la consolidación del capital privado como un pilar clave del mercado financiero global, con Asia como motor de expansión y América del Norte manteniendo el liderazgo en volumen de activos. La tendencia sugiere que la disciplina operativa, la eficiencia interna y la capacidad de adaptación a regulaciones serán factores decisivos para los gestores que busquen atraer inversión institucional.
Las resoluciones del Banco Central de Brasil (Bacen) sobre los proveedores de servicios de activos virtuales (PSAV) —empresas que ofrecen servicios de intercambio, custodia y otros servicios relacionados con activos digitales relacionados con criptomonedas— representan un importante avance regulatorio que fortalecerá las prácticas del mercado, aunque también impondrá mayores costos legales que podrían consolidar el sector, según Fitch Ratings.
El marco normativo, vigente desde febrero de 2026, alinea a Brasil con los estándares globales y reduce los riesgos operativos, aunque las empresas más pequeñas se enfrentan a desafíos derivados de los nuevos requisitos de capital y gobernanza.
Las resoluciones 519, 520 y 521, publicadas el 10 de noviembre de 2025, establecen requisitos integrales de licenciamiento, prudenciales y limitaciones basadas en la actividad para los PSAV y las instituciones autorizadas. La normativa formaliza la segregación de la custodia de los criptoactivos de los clientes, introduce estándares mínimos de gobernanza corporativa que exigen al menos tres directores para las funciones clave y prohíbe las actividades combinadas de intermediación y custodia para limitar los conflictos de interés.
Los bancos, las casas de bolsa y los corredores de divisas pueden ofrecer servicios de activos digitales y criptomonedas previa notificación y certificación. Las salvaguardias operativas requeridas reconocen los conceptos de la tecnología de registro distribuido (DLT), incluyendo monederos calientes, fríos y calientes, contratos inteligentes, monedas estables y prueba de reservas.
Fitch espera que el marco respalde la integridad del mercado y reduzca los riesgos operativos y legales, al tiempo que impone costos de cumplimiento y certificación relacionados con la tecnología y la ciberseguridad que podrían limitar a las empresas más pequeñas y con escaso capital. Los analistas de la calificadora esperan que la regulación fortalezca las prácticas de mercado, la resiliencia operativa y la transparencia. Las nuevas certificaciones y los requisitos mínimos de gobierno corporativo aumentarán los costos, pero tendrán un impacto positivo al incrementar la robustez y reducir el potencial de pérdidas operativas y riesgos legales.
Las nuevas normas respaldan la posición de Brasil como centro regional de finanzas digitales
La alineación del marco con la aplicación de las normas contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo (ALD/CFT) y los estándares globales de tokenización respalda la posición de Brasil como centro regional de finanzas digitales, manteniendo la estabilidad del sistema financiero. Las restricciones al crédito y a la captación de depósitos —que limitan el endeudamiento de los proveedores de servicios de activos virtuales (VASP) al doble del capital regulatorio— buscan contener el riesgo fuera del alcance deseado por la Comisión Nacional de Seguridad de la Información (CNSI) para las instituciones financieras tradicionales.
El periodo de transición de 270 días para las instituciones existentes exige el cumplimiento de las disposiciones relativas a la gobernanza, los productos y las operaciones. Fitch prevé que los grandes bancos y los intermediarios consolidados que puedan ofrecer servicios de custodia e intermediación de activos digitales se beneficien de normas más claras, ventajas reputacionales y economías de escala en los controles, lo que podría permitirles ganar cuota de mercado a los proveedores de servicios de activos virtuales más pequeños. Los VASP más pequeños y extranjeros se enfrentan a retos, ya que la transición se traducirá en mayores costes derivados de la certificación técnica especializada y las inversiones en gobernanza corporativa, lo que podría impulsar la consolidación del mercado.
La transparencia en torno a la raza y etnia de los consejeros se ha desplomado en la última temporada de reporting en Estados Unidos. Según un informe de The Conference Board, la proporción de empresas que publican esta información cayó un40% en el Russell 3000 y un 32% en el S&P 500 entre 2024 y 2025. La principal causa es la sentencia que anuló la norma de Nasdaq sobre divulgación de diversidad, junto con una retirada más amplia de las políticas DEI ante presiones legales y políticas.
En género, aunque la representación femenina total sigue en máximos, el impulso se frena: los nombramientos de consejeras bajan del 42% al 33% en el Russell 3000 y del 43% al 36% en el S&P 500 desde 2022.
El informe también muestra un cambio en la estructura de edad. La presencia de consejeros con entre 66 y 70 años aumenta en ambos índices, señal de que las compañías priorizan continuidad y experiencia en un entorno volátil. En paralelo, las políticas de jubilación obligatoria pierden fuerza.
En cuanto a capacidades, los consejos están reforzando perfiles tecnológicos y de riesgo: la experiencia en tecnología, ciberseguridad y capital humano registra subidas de doble dígito desde 2021, mientras que áreas tradicionales como estrategia y derecho retroceden ligeramente.
La rotación también se enfría. En el Russell 3000, la proporción de nuevos consejeros cae del 13,3% al 8,6% entre 2022 y 2025, y el S&P 500 muestra una dinámica estable, con apenas variación. No obstante, las políticas de overboarding continúan en expansión, alcanzando el 85% en el S&P 500.
El estudio fue elaborado junto con ESGAUGE, Russell Reynolds Associates, KPMG y el Center for Corporate Governance de la Universidad de Delaware.