Los países tienen que actuar, las empresas tienen que actuar, los inversores tienen que actuar (Parte 2)

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Pixabay CC0 Public DomainMatt Hardy

Robeco lleva mucho tiempo utilizando la exclusión para empresas cuyos productos o prácticas no cumplen con unos estándares aceptables. En 2020 ampliamos nuestra política de exclusión para ser mucho más ambiciosos, al prohibir los combustibles fósiles de todas las carteras en función de unas determinadas exigencias.

Robeco gestiona tres tipos de carteras. Las estrategias “Sustainability Inside” se caracterizan por la integración ASG, y constituyen el grueso de los fondos OICVM de Robeco. Las estrategias “Sustainability Focused” dan un paso más y tienen objetivos ASG concretos, como lograr una huella de carbono que supere las de su índice de referencia. Las estrategias “Impact Investing” (etiquetadas como RobecoSAM) todavía van más allá, y se centran en una temática que pueda tener impacto real sobre el terreno, como por ejemplo a través de los ODS o la descarbonización.

En el pasado, las empresas que estaban excluidas de estas carteras eran aquellas que fabrican armamento controvertido, como bombas de racimo, o involucradas en casos de corrupción u otras prácticas poco éticas, o tabaqueras. En general, el cambio climático no se había considerado como motivo de exclusión; de hecho, los combustibles fósiles se consideraban frecuentemente como necesarios para la economía actual hasta lograr la transición a fuentes de energía más limpias.

Alcance más amplio

Pero, con la nueva política anunciada en septiembre de 2020 han sido excluidas de las carteras con estrategia “Sustainability Inside” aquellas empresas que obtengan el 25% o más de sus ingresos procedentes de carbón térmico o arenas bituminosas, o un 10% de perforaciones en el Ártico. De esa forma se amplía la política de exclusión del carbón térmico, que previamente se aplicaba solo a las estrategias más especializadas de “Sustainability Focused” e “Impact Investing.”

También y por primera vez se excluyeron las inversiones en empresas dedicadas a las arenas bituminosas o la perforación en el Ártico. Eso supuso la incorporación a la lista de exclusión de 242 empresas de combustibles fósiles de los sectores de energía, minería y servicios públicos.

Hemos aplicado unos umbrales más estrictos a las carteras “Sustainability Focused” e “Impact Investing”, para excluir empresas en las que el carbón térmico y las arenas bituminosas supongan solo el 10% de su actividad, o un 5% si es la perforación en el Ártico. Tras esta ampliación, la política de exclusiones abarca ahora la totalidad de estrategias de OICVM registrados de Robeco.

Aunque nuestro enfoque preferido consiste en interactuar con las empresas, consideramos que es muy difícil impulsar un cambio significativo en aquellas cuyas carteras están orientadas al carbón o las arenas bituminosas. Por tanto, preferimos concentrar nuestros esfuerzos en empresas y sectores en las que estemos más seguros de que la interactuación tendrá mayor eficacia.

Predicar con el ejemplo: la ambición de carbono neto cero

En Robeco nos gusta predicar con el ejemplo. En diciembre de 2020 adquirimos el compromiso de lograr para 2050 cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en todos los activos que gestionamos. A continuación, explicamos las razones de tal decisión.

¿Cuál es el compromiso de Robeco?

Alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a menos de 2°C al final del siglo exige que el planeta sea neutral en carbono en 2050. Desde entonces son muchos los países a la UE que se han comprometido a cero emisiones netas de carbono para esa fecha.  Como líderes en inversión sostenible entendimos que nuestra obligación era hacer lo mismo.

¿Qué significa eso en la práctica?

Todos los activos gestionados por Robeco deben ser neutrales en carbono, lo que entraña que todas las empresas cuyas acciones o bonos poseamos en nuestras carteras deben cumplir con este objetivo para 2050. Las empresas con mayor generación de carbono deberán reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero y realizar compensación de carbono para aquella parte de sus emisiones que no puedan eliminarse. A dicho efecto tendrán que introducir cambios importantes en sus modelos económicos, especialmente la transición a largo plazo desde los combustibles fósiles a las renovables.

¿No significa eso en realidad desinvertir las empresas problemáticas?

En modo alguno se trata de “descarbonizar” nuestras carteras eliminando las empresas con elevada generación en carbono; este tipo de desinversión no soluciona el problema de fondo. Tenemos que colaborar con las empresas con mayor dependencia del carbono, por ejemplo, mediante la interacción, para ayudarles a acercar sus modelos de negocio a soluciones bajas en carbono.

¿Cómo va a lograr eso Robeco?

Todos nuestros equipos de inversión utilizarán una hoja de ruta de cero emisiones netas para diseñar cómo podemos descarbonizar gradualmente los miles de millones de euros de nuestras inversiones.  Los objetivos marcados en la hoja de ruta incluyen la reducción de las emisiones de las carteras mediante modelos informáticos que pueden calcular el volumen de emisiones de gases de efecto invernadero que las empresas producen.

¿Actuamos unilateralmente o acompañados?

Tomamos esa decisión por considerar que debíamos hacerlo sí o sí, pero siempre hemos creído en la fuerza de la colaboración, trabajando juntos en pos de un objetivo mayor. Por tanto, lo hemos hecho participando dentro de la iniciativa internacional del Compromiso de los Gestores de Activos con el Cero Neto (Net Zero Asset Managers Commitment), lanzada por el Grupo de Inversores Institucionales sobre Cambio Climático (Institutional Investors Group on Climate Change -IIGCC-), en el que Robeco es miembro y participa activamente.

¿Se han sacado productos nuevos?

En diciembre de 2020 nos convertimos en la primera gestora de activos del mundo en lanzar estrategias climáticas de renta fija centradas en empresas que efectúan una contribución directa a la lucha contra el calentamiento global. También tenemos productos enfocados a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como el ODS 13: acción por el clima. Además, ofrecemos soluciones de inversión en bonos verdes, agua, energía inteligente y economía circular.

¿Qué medidas se han adoptado hasta ahora?

Creemos que los combustibles fósiles son “la fruta madura”, en el sentido de que son una cuestión obvia sobre la que posicionarse. Así que en septiembre de 2020 ampliamos nuestra política de exclusión de combustibles fósiles para incluir todos los fondos registrados como OICVM (no solo los especializados), en función de unos determinados umbrales de exigencia. Al mismo tiempo realizamos una amplia actividad de interacción dirigida no solo a las empresas elevada en carbono, sino también a las entidades financieras que las financian.

¿Ha aumentado Robeco los recursos dedicados a dicho fin?

Sí. Queríamos contar con más expertos en la materia. Por eso, en 2020 contratamos a un estratega climático y a un experto en datos sobre el clima para trabajar exclusivamente en este proyecto. Trabajan en nuestro nuevo SI Center of Expertise, igualmente creado en 2020, en parte para intensificar nuestras iniciativas sobre temas de inversión relacionados con el clima. En 2021 contratamos a otro experto en datos climáticos. Y en los próximos meses seguiremos reforzando nuestra capacidad climática con un especialista en el clima y otro especialista en interacción sobre el clima.  En toda la empresa se está realizando una considerable inversión en Inversión Sostenible.

¿Publica Robeco el resultado de todos sus análisis e investigaciones?

Sí. Estamos firmemente convencidos de que la transparencia es importante para ser un inversor sostenible. Por tanto, en nuestra web publicamos todas nuestras políticas de sostenibilidad, incluido nuestro enfoque sobre el clima. También elaboramos actualizaciones periódicas sobre cómo la sostenibilidad aumenta el rendimiento de los fondos, y en informes trimestrales exponemos el resultado de nuestra interacción.

 

 

Tribuna de Carola Van Lamoen, responsable de Inversión Sostenible de Robeco, y Ana Claver, CFA, directora general de Robeco Iberia, Latam y US Offshore, así como presidenta del Comité de Sostenibilidad de CFA Society Spain.

 

 

 

Southeast contrata a Juan Martín llovet, quien se desempeñará como Business Developer en Chile

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Foto cedida

Southeast Wealth Planning & Investment Solutions suma a su equipo a Juan Martín Llovet, quien se desempeñará como nuevo Business Developer en Chile.

“En momentos de incertidumbre política y tributaria, la firma redobla la apuesta y el compromiso en el país sumando un profesional joven y capacitado, con el fin de seguir expandiendo el mercado chileno”, anunció la empresa en un comunicado.

Juan Martín es Contador Público con un Diplomado en Finanzas y se encuentra viviendo en Chile hace más de 9 años. Dado su conocimiento tributario y su experiencia en el mercado interno chileno, se sumará al equipo para trabajar junto con Alex Bermúdez (CEO de la firma) e Ignacio Piñeiro (Head of Investments).

Southeast es una consultora especializada en Wealth Planning a través de PPLI (Private Placement Life Insurance). La firma trabaja con familias de alto patrimonio de Chile, México, Perú y Ecuador junto a los principales Family Offices, Instituciones Financieras y Estudios Jurídicos de la región.

 

 

El fututo entorno de la inversión: menor estabilidad, nuevos modelos de inversión y escasez de activos atractivos

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Escasez de activos con precios atractivos, menor estabilidad y nuevos modelos de inversión que combinen activos públicos y privados mientras se abraza la diversidad regional, son algunas de las claves de mercado que muestra Maria Vassalou, Codirectora de Inversiones y Soluciones Multiactivos en la firma Goldman Sachs AM insights.

Las últimas décadas han sido buenas para la mayoría de los inversores. El sólido crecimiento económico, la relativa estabilidad geopolítica, la inflación y los tipos de interés persistentemente bajos y el apoyo de los bancos centrales de todo el mundo tradujeron en un sólido rendimiento de las carteras con una volatilidad relativamente baja.

Hoy, el mundo se encuentra en un punto de inflexión. La pandemia del COVID-19 aceleró la digitalización en muchos sectores, perturbó las cadenas de suministro y contribuyó a desencadenar cambios demográficos al convertirse el trabajo a distancia en la norma para muchos profesionales. Los tipos de interés están subiendo para combatir la persistente inflación, mientras las economías buscan asegurar las cadenas de suministro y revertir décadas de globalización. La elevada sensibilidad a las cuestiones climáticas está estimulando la inversión en la descarbonización y la sostenibilidad, mientras que la inestabilidad geopolítica ha agitado los mercados energéticos y ha aumentado la incertidumbre general.

Siguiendo las líneas dibujadas por el informe, aunque las interrupciones del suministro deberían remitir a medida que las restricciones y la escasez relacionadas con la COVID-19 se desvanezcan y la guerra de Ucrania acabe por resolverse, es probable que estas presiones de la digitalización, la desglobalización, los cambios demográficos, la descarbonización y la desestabilización geopolítica perduren durante algún tiempo, lo que provocará un aumento de la dispersión en varias dimensiones y cambiará las perspectivas de los inversores.

En este nuevo entorno, el manual de construcción de carteras que ha funcionado tan bien en las últimas décadas puede ser menos eficaz en el futuro, lo que obliga a replantear el enfoque. Desde la firma se cree que la gestión activa y un enfoque dinámico de la construcción de carteras que combine activos públicos y privados pueden contribuir a mejorar la resistencia de la rentabilidad mientras los mercados se enfrentan a estas perturbaciones que probablemente tendrán profundos efectos en la economía mundial.

Tendencias actuales

El reporte señala varios acontecimientos estructurales que pueden provocar cambios profundos en la economía mundial generando incertidumbre y, potencialmente, contribuyendo a un elevado nivel de volatilidad en los mercados.

En primer lugar, lo que se puede llamar desglobalización: un alejamiento parcial de un mundo en el que los bienes, las personas, el capital y las ideas fluyen libremente a través de las fronteras. Esta tendencia comenzó antes de que se produjera la pandemia, con el aumento de los movimientos populistas de ambos lados del espectro político y el repliegue de los países hacia el interior, adoptando políticas inflacionistas como los aranceles por encima del libre comercio y las restricciones a la inmigración llegando incluso a Estados Unidos y Europa, que han tratado de restringir las inversiones extranjeras, sobre todo las procedentes de China, que se dirigen a la adquisición de empresas tecnológicas consideradas importantes para la seguridad nacional. La traducción empresarial del fenómeno muestra que distintas empresas han comenzado a abastecerse de materiales a nivel local cuando es posible

Por otra parte, la digitalización: el comercio de servicios digitales sigue en aumento, una tendencia que puede contrarrestar cualquier presión inflacionista derivada del proceso de desglobalización. Las exportaciones de ordenadores y servicios de comunicación han aumentado considerablemente desde principios de la década de 1990, y el ancho de banda transfronterizo de Internet se ha multiplicado por 115 desde 2008. Esta tendencia también la suscriben investigadores de Goldman Sachs Global Investment Research, declarando que la globalización puede estar ralentizándose en las áreas tangibles, pero acelerándose en las intangibles. La mejora en cuanto a productividad derivada del teletrabajo puede contribuir a alargar el ciclo económico natural y conducir a un entorno de inflación decreciente. El avance de la telemedicina y otros tipos de atención sanitaria digitalizada, así como el comercio digital y el auge de la tecnología financiera son otros elementos que pueden contribuir a este fin.

En cuanto a la descarbonización, la firma espera que se aceleren los esfuerzos para abandonar los combustibles fósiles y señala que el proceso también puede provocar una mayor inflación, al menos a corto plazo. La producción de energía sostenible aún representa sólo una fracción de la demanda total, y la puesta en marcha de fuentes adicionales requerirá tiempo y cantidades significativas de metales y minerales cada vez más caros. Por supuesto, la necesidad de invertir en infraestructuras energéticas verdes también debería ser buena para el crecimiento económico futuro y puede presentar atractivas oportunidades de inversión.

Tratando la actual desestabilización del orden geopolítico, se señala que el estado actual de cosas: una suerte de bipolaridad con un bloque atlántico y otro vertebrado por Rusia, China e India puede incrementar mucho más fácilmente la inflación. Ya existen ejemplos: la guerra en Ucrania y las amplias sanciones impuestas a Rusia por los países de un bloque han reducido el suministro de energía y otras materias primas, como metales, sales, alimentos y fertilizantes, lo que podría provocar escasez de alimentos en los países en desarrollo. La retirada del suministro de productos básicos del mercado durante períodos prolongados sugiere que algunos de los componentes temporales de la inflación se harán más persistentes.

Traducción al ámbito financiero

Cualquiera de estos puntos de inflexión y la incertidumbre que conllevan podrían conducir a una revalorización estructural del riesgo en todas las clases de activos. Por ahora, las expectativas de beneficios empresariales se mantienen. Pero como la inflación sigue siendo alta y los salarios reales luchan por mantener el ritmo, algunas empresas ya están luchando por trasladar los aumentos de costes a los consumidores, lo que puede dar lugar a un reajuste de la rentabilidad empresarial con implicaciones negativas para los precios de las acciones. La desglobalización de la cadena de suministro multinacional o el traslado empresarial a ciudades de segundo nivel puede ser algo muy interesante a la hora de decidir futuras inversiones.

GSAM cree que los inversores pueden sacar provecho de estas tendencias adoptando una visión estratégica holística que busque oportunidades en todos los mercados, que combine los recursos y los objetivos y que, en su caso, utilice una lente temática en lugar de una clase de activos específica. Teniendo en cuenta algunas de las tendencias a las que se enfrentan los mercados, como el retroceso parcial de la globalización y el cambio hacia la energía verde, pueden aprovecharse mejor a través de alternativas privadas, como el capital privado, las infraestructuras y el sector inmobiliario, tanto residencial como comercial.

Otros, como el crecimiento de la industria de la tecnología financiera, la digitalización de la sanidad y otros sectores y la creciente atención de las empresas y los inversores a la sostenibilidad, sugieren oportunidades para las estrategias de renta variable pública que miran más allá de los índices de referencia para encontrar empresas en sintonía con las principales tendencias de crecimiento secular. La combinación de activos privados y públicos también puede permitir a los inversores aprovechar los diferenciales de valoración, las oportunidades de crecimiento y el acceso.

Algunos consejos finales de la firma son apoyarse en la transformación económica a largo plazo, adoptar la diversificación regional y aplicar la creatividad ante estos nuevos entornos tan cambiantes.

¡Menudo semestre!

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En solo seis meses, los mercados han experimentado algunos de los movimientos más abruptos del periodo de posguerra. Las rentabilidades de la deuda pública a diez años repuntaron un 1,5% a ambos lados del Atlántico, lo que provocó que el precio de estos bonos, presuntamente de bajo riesgo, cayera casi un 12%, mientras los mercados bursátiles mundiales se desplomaban un 13,2% y los precios del petróleo se encarecían un 36%.

¿Cuál es la causa de esta violenta desestabilización? En su carta más reciente, el presidente de Carmignac, Edouard Carmignac destaca que una inflación desbocada requerirá políticas monetarias restrictivas que penalizarán el crecimiento mundial, ya minado por la erosión del poder adquisitivo causada por la subida de los precios. Así, apunta, a diferencia de los ciclos tradicionales en que los bancos centrales se encargaban de rebajar la inflación enfriando una actividad impulsada por el exceso de demanda, ahora tienen que intervenir ante una inflación persistente potenciada por la escasez de oferta.

En sus últimas cartas, Edouard Carmigmac expresó su preocupación por las tensiones provocadas por el COVID-19, tanto las de naturaleza temporal en los procesos de fabricación como aquellas más duraderas en el mercado laboral, a lo que hay que sumar el sobrecoste de la factura energética, que obedece tanto a una inversión insuficiente en combustibles fósiles de los últimos años como al desarrollo de las energías renovables.

El presidente de Carmignac también  afirmó que la invasión de Ucrania avivó estas tensiones por su doble impacto en la energía y los alimentos. Hace tres meses, específicamente comentó que, ante la fragilidad de la economía rusa, resultaba poco probable que Vladímir Putin se implicará en un conflicto a largo plazo, a menos que quisiese arriesgarse al colapso económico y político. Subestimó su extremismo fomentado por la ambición de restablecer las fronteras históricas de Rusia.

¿Cuáles son las expectativas de Edouard Carmignac para los próximos meses? Según Edouard Carmignac, hay temor de que Putin cumpla su amenaza de reducir aún más el suministro de gas a Europa, empujando así al continente a una inevitable recesión. Esta vulnerabilidad se traduciría en una depreciación de los activos europeos, incluido, por supuesto, el euro. De hecho, Alemania ya se ha visto afectada, al registrar su primer déficit comercial en 30 años, según el fundador de Carmignac

Por el contrario, las perspectivas de China le parecen más halagüeñas. Apenas perjudicada por la inflación, su actividad se beneficia de unas florecientes medidas de apoyo económico. Edouard Carmignac indicó que Estados Unidos, un país menos amenazado por shocks energéticos y alimentarios, tendrá que lidiar con la política monetaria de la Fed, cuyo carácter restrictivo debería, sin embargo, relajarse con la desaceleración prevista de la actividad. Esta evolución, según él, debería favorecer a los valores con buena visibilidad que se han visto muy afectados en los mercados desde hace un año, pero cuyo sólido crecimiento debería volver a tenerse en cuenta.

 

La experiencia de Robeco y el Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la UE

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Pixabay CC0 Public DomainSergei A

Desde que en 1999 salió a la luz la idea de la modernidad líquida de Z. Bauman, la realidad no ha parado de cambiar. Es por ello que, en este mundo de incertidumbre, donde nada pareciera mantenerse, es cuando se aprecian más las cosas que perduran, que suelen ser las mejores.

No resulta sorprendente, para quienes venimos de una educación centrada en el esfuerzo, comprobar cómo es en los momentos complicados cuando el inversor, y el mercado confían en el buen hacer y la experiencia.

La pandemia ha puesto de relieve el buen comportamiento de la inversión sostenible y ha encontrado a Robeco y toda nuestra cartera de fondos trabajando a pleno rendimiento; porque la sostenibilidad tiene un cien por cien de buenas prácticas, saber hacer, y la experiencia de los pioneros.

Y en Robeco, como pioneros de la inversión sostenible desde mediados de la década de 1990, la sostenibilidad la abordamos desde el profundo conocimiento, experiencia y confianza que nos da llevar más 20 años trabajando con ella.

Habitualmente, el capital huye del riesgo y de la falta de transparencia, lo que convierte en algo clave lograr la confianza de los inversores. Para esto, es para lo que la UE puso en marcha, dentro de su Plan de Finanzas Sostenibles, una taxonomía común que clasifica las actividades sostenibles, y otra directiva que fomenta la transparencia a través del reglamento de divulgación (SFDR en sus siglas inglesas).

Este Reglamento de divulgación de finanzas sostenibles (SFDR) clasifica por primera vez los fondos de inversión de acuerdo con sus credenciales de sostenibilidad, tratando de hacer más comparable y comprensible el perfil de sostenibilidad de los fondos para el inversor.

El Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la UE representa una de las normativas más impactantes que ha afectado a la industria de la gestión de inversiones desde que MiFID II reforzara la presentación de informes y la transparencia en 2018, suponiendo una fuerte reestructuración que trata de mostrar, en lo que nos atañe, cómo de sostenibles son los fondos de inversión.

Y esto es una buena señal para el conjunto de estrategias de Robeco que han adoptado la sostenibilidad durante décadas, porque a pesar de la naturaleza extensa de la regulación, gran parte de esto entra dentro de la práctica bien conocida por Robeco, como pionero de la inversión sostenible desde mediados de la década de 1990.

Esto no significa que no haya habido trabajo involucrado, ya que las medidas de riesgo y los límites y divulgaciones ambientales y sociales deben estar alineados con la estructura de la regulación. Por eso Robeco se ha estado preparando para estas nuevas clasificaciones y lo que esto significará para la documentación, durante más de un año, con un equipo dedicado a asegurar que tanto Robeco como sus clientes puedan cumplir plenamente con todas las partes del plan.

Hace tiempo que Robeco clasificó su rango de inversión en base a una clasificación interna propia, publicando en 2019 los tres tipos de fondos involucrados: Sustainability Inside, Sustainability Focused e Inversión de Impacto. Esta clasificación se creó para facilitar a los clientes su acercamiento a la sostenibilidad, esto es, su grado de compromiso o estilo de inversión, agrupando de esta manera los productos en dichas categorías.

La categoría Sustainability Inside contiene la mayoría de las estrategias de Robeco, al incluir la integración total ambiental, social y de buen gobierno (ASG) con un análisis propio, con la política de exclusión definida, y empleando las herramientas del voto y la interacción con la empresa. Ya de manera más específica, la categoría que engloba las estrategias centradas en la sostenibilidad (Sustainability Focused) tienen una política sostenible más explícita, buscando como objetivo un perfil ASG y una huella medioambiental mejores que las de su referencia en el mercado. Ambas categorías quedarían incluidas dentro de la definición del Artículo 8 del SFDR.

Y por último, la categoría que engloba las estrategias de Inversión impacto, con un crecimiento muy importante en estos momentos por la concienciación del inversor ante la necesidad clara de generar un impacto positivo y medible; contribuye en asuntos más concretos de la inversión sostenible, como pueden ser los Objetivos de Desarrollo Sostenible, nuestros nuevos fondos de renta fija alineados con la referencia del Acuerdo de París, y lo fondos etiquetados como ROBECOSAM, como los temáticos RobecoSAM Smart Energy, RobecoSAM Smart Materials, RobecoSAM Smart Mobility, RobecoSAM Sustainable Water etc. Toda inversión de impacto quedaría clasificada según el Artículo 9 del SFDR.

Robeco ha venido integrado los criterios ASG en su proceso habitual de inversión desde 2010, además de introducir herramientas que han demostrado su eficacia en los últimos años, como la titularidad activa y una exclusión meditada que trata de evitar el greenwashing o ecoblanqueo. Nuestro profundo conocimiento, experiencia y confianza, es nuestra mejor garantía.

 

 

Tribuna de Ana Claver, CFA, es directora general de Robeco Iberia, Latam y US Offshore. Presidenta del Comité de Sostenibilidad de CFA Society Spain.

Los activos brasileños tienen viento a favor, pero la volatilidad aumentaría en los próximos meses

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Pixabay CC0 Public DomainPor Funds Society

A diferencia de México, Colombia y Chile, donde la inflación sigue escalando, la economía brasileña está mostrando una moderación en la subida de precios, convirtiéndose en un oasis en pleno contexto de alza inflacionaria. Sin embargo, aunque hay espacio para el optimismo en Brasil, en el banco de inversiones Julius Baer advierten que la dinámica podría estar volátil en los próximos meses, considerando una serie de factores externos e internos, incluyendo las elecciones.

Mientras que las cifras de precios al consumidor de julio muestran que, mientras otras economías regionales no logran contener la subida de precios, Brasil experimentó una deflación mensual, de 0,68%.

“El fuerte descenso de la inflación, que se debe a los últimos recortes fiscales, sitúa a Brasil en una situación favorable en comparación con sus pares regionales, ya que el banco central ha llevado su tipo de interés oficial al 13,75% tras la subida de tipos de la semana pasada en 50 puntos básicos y considera que su ciclo de endurecimiento ha llegado a su fin”, escribió en un comentario Nenad Dinic, estratega de renta variable emergente de la firma.

Haber llegado a su peak inflacionario le juega a favor a los activos brasileños, mejorando el panorama para ese mercado, sumado a las revisiones alcistas del crecimiento en el país y la mejora del mercado laboral.

Sin embargo, Julius Baer ve nubes oscuras en el horizonte. “Creemos que la incertidumbre política, a medida que nos acercamos a las elecciones de octubre, va a impactar la confianza de los inversionistas”, indicó Dinic.

Si bien los inversionistas están digiriendo desde hace meses una potencial presidencia del exmandatario Luiz Inácio “Lula” Da Silva, las últimas encuestas muestran que la ventaja que tiene frente al actual presidente, Jair Bolsonaro, se está acortando.

Con todo, la estratega asegura que hay una serie de factores, globales y locales, que impulsarían la volatilidad hacia delante. “El riesgo de un crecimiento global desacelerado, presiones inflacionarias, precios de materias primas más bajos y las elecciones presidenciales en octubre lastran el pronóstico de corto plazo”, agrega.

Pese a que los niveles de valorización de las bolsas latinoamericanas están en niveles que describen como “atractivos”, la visión de Julius Baer con la clase de activos –y con la bolsa brasileña, en particular– es neutral, citando el riesgo político local, las preocupaciones de una recesión global, y la reciente caída en los precios de las materias.

 

 

«Cash is King»… un rey con el que hoy nadie sabe qué hacer pero que determinará muchas tendencias

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A nadie le cabe duda de lo positivo del efectivo en una cartera de inversión, especialmente cuando de aprovechar oportunidades se trata. Sin embargo, esta relación «de amor» puede convertirse en una «de odio», particularmente cuando empieza a ser tan abundante que se convierte no en un activo para usar de forma táctica, sino un encarte y a veces en una representación de un sentimiento negativo que impacta sobre la correcta localización de recursos dentro de los mercados financieros.

Hoy en día, la economía de EE.UU. está llena de efectivo por donde se la mire: las cuentas bancarias tienen un exceso (ver gráfica, donde el M1 es esa variable), y los managers tienen aún altas proporciones de efectivo sin utilizar, por citar solo algunas métricas.

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Antes de la pandemia había en las cuentas bancarias unos 4 billones de dólares («trillones» en la nomenclatura inglesa). Sin embargo, hoy en día esos recursos superan los más de 21 billones de dólares. Es decir, en menos de dos años se quintuplicó, generando problemas a su paso: claramente la economía no necesita niveles tan altos de efectivo, y hoy nadie sabe qué hacer con él, porque cualquier decisión conlleva efectos que se deben analizar y que pueden ser potencialmente muy peligrosos.

A pesar del incremento de la tasa de la Fed, las cuentas bancarias siguen retornando básicamente el cero a sus tenedores (ver gráfica). Estos niveles no son nuevos, vienen desde hace años, pero hoy el costo de oportunidad de esos recursos es más alto (en el absoluto) para el conjunto de la economía que años atrás (hasta antes de la pandemia, el efectivo en absoluto no solo era menor, sino que tenía usos como recompras, fusiones y adquisiciones, capex, etc., que proporcionalmente usaban mucho más efectivo que hoy en día). Usar el efectivo sería lo correcto, pero nadie quiere que salga de manera intempestiva, pues eso crearía un desequilibrio aún mayor en alguna parte: más inflación, seguramente, no solo en los precios al consumidor final, sino en precios como el de activos financieros o incluso en algunos sectores inmobiliarios, ya de por sí en niveles muy altos.

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Como tener tanto dinero a cero no es una gran idea, los inversionistas buscan vehículos que quizá gestionen de manera más rentable los recursos, ofreciendo seguridad, y recurren a los money markets, lo cual no soluciona totalmente algunos inconvenientes. Las ventanillas de repos inversos de la Fed, utilizadas desde 2013 para «cuadrar» los cierres trimestrales, se han convertido en el refugio de muchos managers de este tipo de fondos, que encuentran como única alternativa prestarle noche tras noche recursos a la Fed a cambio de un interés mayor que el bancario (ver gráfico).

Hoy en día duermen por noche en las arcas de la Reserva Federal más de 2 billones de dólares, en una tendencia que ha sido sostenida durante el último año -a diferencia de otros muchos indicadores, este no empezó con la pandemia, sino que se hizo evidente una vez la emisión monetaria masiva empezó a generar estragos en varios mercados-.

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La pregunta clave de todo esto es ¿qué hacer con tanto efectivo? Y temo que nadie lo sabe. Anteriormente, Funds Society ha dado cuenta de que la localización de efectivo en la cartera de muchos managers es la mayor desde el 11-S, preocupados por las altas valorizaciones de algunos activos. Sin embargo, y por más que los activos sigan con métricas muy altas, no hay otra opción que seguirlos comprando, aunque por supuesto todos queremos aprovechar las oportunidades que se presenten.

Durante julio tuvimos un repunte en las últimas semanas de flujos de inversión hacia acciones, contrarrestando lo observado en los meses de mayo y junio, cuando los flujos tendieron a ser negativos. Consumo discrecional, de lejos el sector más impactado desde finales de 2021 con la desaceleración de inversiones, fue el sector que durante julio recibió la mayoría de los flujos, lo que muestra que «lo golpeado» es atractivo… aunque no es la única consideración aquí: al hacer zoom a los flujos del año, se encuentra que las acciones globales han recibido flujos positivos de inversión por más de 170.000 millones de dólares, aunque esta cifra dista mucho de los 1,6 billones de dólares del año anterior. Los bonos son una historia muy diferente, con un negativo de inversión de cerca de 200 billones de dólares en lo corrido de 2022 al 3 de agosto, si bien han empezado a recibir flujos positivos en las últimas semanas, especialmente los bonos gubernamentales y los corporativos de grado de inversión, que son uno de mis activos preferidos hoy.

Analizar el tema de lo que está sucediendo en los flujos de los mercados accionarios es bien interesante y da una perspectiva de los interrogantes de muchos inversionistas en la actualidad: cuando se observa con atención las posiciones abiertas en futuros sobre los mercados estadounidenses, son los fondos apalancados los que muestran posiciones negativas (los demás están con posiciones positivas en futuros). Esto me lleva a pensar que, ante el encarecimiento del apalancamiento, y tratando de mantener la rentabilidad de esta estrategia, estos fondos apalancados han seguido a los inversionistas que han movido el mercado este año, especialmente los CTA, que estuvieron muy cortos hasta el mes de julio, cuando compraron y dieron vuelta al mercado accionario. Y todos entendemos que en un mercado que da la vuelta, los que apuestan por los cortos deben cerrar posiciones rápidamente, potencializando el retorno positivo del mercado (compre a lo que sea, para tratar de perder lo menos posible).

A hoy creo que el efectivo contenido no aguantará mucho tiempo de esa manera. Saldrá a buscar mejores destinos (acciones, procesos de M&A que también están retenidos, private equity, entre otros) y determinará mucho de lo que suceda hacia final de año. Mi perspectiva es positiva para la mayoría de mercados, empezando por el de bonos, y seguirán en ese orden de ideas las acciones, las cuales considero que entrarán en el último trimestre del año y en 2023 con un modo altamente positivo; especialmente porque los aún hoy cortos deberán cerrar posiciones y potenciarán el mercado.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad de su autor, y no representan necesariamente la perspectiva de Skandia sobre los temas tratados.

La desaceleración, la inflación y la subida de tipos crean tendencias divergentes en las calificaciones soberanas

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La economía mundial se está desacelerando y, como otras muchas entidades, Scope Ratings ha tenido que revisar sus perspectivas. La entidad espera que el crecimiento se ralentice hasta alrededor del 3,1% este año, frente al 4,5% de sus proyecciones de diciembre de 2021. Para 2023 pronostican un crecimiento mundial del 3,6%, aunque advierten de que siguen existiendo riesgos a la baja para estas previsiones.

«Prevemos un crecimiento global más débil para 2022. Aunque existe una probabilidad significativa de recesión técnica en 2022-23 en algunos países, es probable que tales recesiones sean en su mayoría poco profundas y que las tasas de crecimiento anual sigan siendo moderadamente positivas», afirma Giacomo Barisone, responsable de calificaciones del sector público y soberano de Scope Ratings.

«El crecimiento anual para 2023 mostrará una mayor ralentización o normalización en muchas economías, aunque China es una excepción importante en este sentido, ya que los altos precios restringen el poder adquisitivo mientras los repuntes post-Covid se desvanecen», añade.

El impacto de la inflación en los ratings

Uno de los legados de la crisis del Covid-19 ha sido un excesivo endeudamiento público. En este sentido, desde la entidad consideran que una inflación elevada puede ser positiva a corto plazo para los ratings soberanos al reducir los coeficientes de endeudamiento.

Sin embargo, la inflación desbarata el crecimiento económico real y, con el tiempo, limita cada vez más el margen de maniobra de los bancos centrales en caso de que los mandatos de estabilidad de precios se vean comprometidos. «Por ello, si la inflación persistente limita las funciones de prestamista de último recurso de un banco central para intervenir en caso de problemas del mercado, las actuales condiciones se inclinan a ser negativas desde el punto de vista crediticio», apunta Dennis Shen, analista de Scope Ratings.

El escenario de estanflación tiene efectos positivos y negativos divergentes para las calificaciones soberanas y desde la escalada de la guerra entre Rusia y Ucrania son más los países que han sufrido revisiones a la baja de sus ratings que al alza.

Desde el 24 de febrero de 2022, Scope Ratings ha revisado a la baja las calificaciones de tres países: Rusia (retirado), Ucrania (CCC/Negativo) y Turquía (B-/Negativo). Han cambiado tres perspectivas de calificación a negativas: Japón (A), China (A+) y la República Checa (AA) y han revisado al alza únicamente las calificaciones/perspectivas de tres países: Croacia (BBB+/Estable), Portugal (BBB+/Positivo) y Chipre (BBB-/Positivo). Rusia ha entrado en suspensión de pagos, mientras que Ucrania contempla la reestructuración de su deuda.

Queda descartada una crisis financiera mundial

Algunos de los obstáculos al crecimiento mundial son los elevados precios de la energía y las materias primas, el debilitamiento de la confianza económica y la desaceleración de los socios comerciales. Además, la inflación sigue siendo elevada incluso con una política monetaria más restrictiva. «Aún cuando la inflación llegue a su punto máximo y comience a moderarse en los próximos trimestres, es probable que se produzca una inestabilidad y una corrección significativa del mercado, aunque no prevemos una crisis financiera mundial», tranquiliza Shen.

Para Barisone, «la desaceleración económica y la disminución gradual de la elevada inflación harán que el endurecimiento monetario de los bancos centrales se desacelere, se detenga o incluso se invierta en algunos casos de aquí a 2023. Se cree que la depreciación de las divisas forzará un ajuste por parte de los bancos centrales más dovish, como el BCE, o se arriesgan a importar más inflación».

En este contexto, también han recortado las previsiones de crecimiento del PIB para este año, hasta el 2,8% para la eurozona, el 3,5% para Reino Unido, el 1,7% para Estados Unidos, el 3,6% para China y el 1,8% para Japón.

Para 2023, prevén una continua moderación de las tasas de crecimiento anual para la eurozona hasta el 1,8%, para Reino Unido al 1,0%, para Japón al 1,7%; para EE.UU. al 2%. Mientras que China se recuperará hasta el 5,1%. Se espera que la economía rusa se contraiga más del 10% este año, mientras que el crecimiento de Turquía se vio marcado por la recuperación impulsada por el crédito.

Tres riesgos que vigilar 

Uno de los principales riesgos para las perspectivas económicas de Scope es un mayor endurecimiento de las condiciones financieras mundiales en forma de un aumento de los rendimientos de los bonos a largo plazo, una nueva corrección de los mercados mundiales de renta variable y/o una apreciación del dólar estadounidense. Esto podría ser el resultado de que la actual inflación, muy elevada, siguiera sorprendiendo al alza y/o de que los bancos centrales endurezcan su política monetaria más rápidamente de lo que se ha señalado.

«Un endurecimiento más rápido de la política reduce el riesgo de que la inflación se arraigue más, pero también aumenta el riesgo de que los errores de política exacerben la inestabilidad financiera», recuerda Shen.
 

¿Qué tendencias dominarán la renta variable mundial a largo plazo?

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La pandemia del COVID-19 y la invasión de Ucrania por parte de Rusia han provocado una mayor volatilidad en los mercados financieros, poniendo a prueba las previsiones que las firmas de inversión y entidades financieras elaboran de forma periódico, sobre todo en aquellos en los que intentan identificar megatendencias. 

Uno de esos documentos de tendencias es el que elabora, cada cinco años, Credit Suisse bajo el título de Credit Suisse’s Supertrends. En su última edición, la entidad financiera reconoce que la reciente volatilidad del mercado no ha afectado significativamente a las convicciones generales que la firma proyecta a largo plazo, aunque puntualiza que algunos ciertos eventos han ejercido de catalizadores para favorecer el desarrollo de algunas tendencias sobre otras. 

Según explica Michael Strobaek, director global de inversiones de Credit Suisse, «hemos identificado estas supertendencias, que trasciendan los ciclos económicos, con el fin de ofrecer a los inversores oportunidades de inversión en renta variable a lo largo de varios años. Aunque los catalizadores a corto plazo tienden a favorecer algunas sobre otras, queremos que los inversores miren más allá del sentimiento a corto plazo y de la volatilidad de los mercados financieros. Estas ofrecen una oportunidad para ayudar a los inversores a alcanzar sus objetivos financieros, sociales y medioambientales. Como cada vez más inversores se mueven en esta dirección, creemos que han llegado para quedarse». 

En este sentido, la primera de las supertendencias que señalan desde Credit Suisse tiene que ver con el descenso de la ansiedad provocada por la pandemia. «Aunque el COVID-19 sigue siendo una preocupación para muchas personas, ahora se sitúa por debajo de la preocupación por la pobreza, la desigualdad social y el desempleo. Las empresas, así como los inversores, tienen un importante papel que desempeñar en la búsqueda de soluciones. El reciente repunte de la inflación ha supuesto un mayor reto para la asequibilidad, especialmente de la vivienda y los alimentos, lo que abre el camino a las empresas que pueden abordar este desafío«, explican.

Gráfico 1 Credit Suisse

En segundo lugar, Credit Suisse considera muy relevante la importancia creciente del sector infraestructuras, y la sitúa como la segunda de sus supertendencias. Según la entidad, 2022 parece ser el inicio de un boom de infraestructuras de varios años de duración, ya que el gasto público en nuevos programas de infraestructuras se pone en marcha en Estados Unidos y Europa. En sentido, argumenta: «La mayor parte del gasto se destinará al transporte, la transición energética y las infraestructuras de comunicaciones. La inflación tiende a ser positiva para el sector de las infraestructuras porque las empresas de transporte y de servicios públicos regulados tienen escalas de precios incluidas en sus contratos».

En tercer lugar sitúa el sector tecnológico, sobre el que estima que «experimente una revalorización de sus valores». A partir de noviembre de 2021, estas compañías han pasado de revalorizarse a sufrir un importante ajuste en su precio, lo que refleja que las elevadas tasas de crecimiento dadas durante la pandemia no son sostenibles en el futuro. Sin embargo, afirman que la revolución digital aún tiene mucho recorrido, con nuevos catalizadores como el metaverso, que impulsan esta tendencia. «Las inversiones en marketing digital, producción y venta y distribución en el metaverso deberían aumentar, a medida que la población de este mundo virtual se expande», matizan desde Credit Suisse.

Su cuarta supertendencias es la llamada «silver economy», es decir, aquella que hace referencia a la actividad económica que generan las personas mayores y que está asociada a un tipo concreto de bienes de consumo y servicios. El motivo de su relevancia es que se estima que la población mundial de personas mayores se duplicará hasta alcanzar más de dos mil millones en 2050. Según explican, este cambio creará una demanda, pero también planteará retos que exigen soluciones innovadoras, en la asistencia sanitaria, los seguros y los mercados de consumo e inmobiliarios. «Las áreas terapéuticas de especial importancia son las enfermedades cardiovasculares, la oncología y la neurología. Fuera del sector sanitario, la economía de plata también está expuesta a las empresas financieras, que deberían beneficiarse del entorno de subida de los tipos de interés, junto con determinados nombres de consumo», afirman. 

Gráfico 2 Credit Suisse

La siguiente supertendencia que identifica Credit Suisse es la generación de los Millennials. «Las generaciones más jóvenes está dispuestan a integrar los entornos digitales simulados en las actividades cotidianas. En este sentido, la sostenibilidad también desempeña un papel fundamental para las generaciones más jóvenes en sus hábitos de consumo diarios, ya que están muy preocupados por el medio ambiente y motivados para impulsar el cambio adoptando estilos de vida más sostenibles, especialmente en los mercados emergentes, donde vive la mayoría de esta cohorte», apuntan desde la entidad financiera. 

Por último, la megatendencia que cierra este listado es, justamente, el cambio climático; un fenómeno que ya se refleja en el reciente aumento de los precios de la energía y que debería servir de catalizador para reducir la dependencia mundial de los combustibles fósiles para la producción de electricidad y el transporte. «El sistema alimentario mundial, responsable de más del 20% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), también está en proceso de reducir su huella de carbono y ofrece oportunidades a largo plazo para una amplia gama de industrias», concluye el documento. 

Ante estas conclusiones, Nannette Hechler-Fayd’herbe, directora de Economía Global e Investigación de Credit Suisse, añade: «Todos los temas de las supertendencias están mapeados con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Con el fin de captar este vínculo de manera efectiva, seguimos el progreso del marco general de los ODS de la ONU y supervisamos de cerca la alineación de nuestros temas de inversión con los ODS. Es alentador ver que nuestras supertendencias contribuyen positivamente a los objetivos de desarrollo más amplios, a la vez que ofrecen rendimientos a los inversores».

eToro amplía sus carteras temáticas con una nueva estrategia de private equity

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La red social de inversión eToro ha anunciado el lanzamiento de private equity, la última incorporación a su conjunto de carteras inteligentes temáticas que brinda a los inversores minoristas acceso a oportunidades dentro de los mercados privados.

Desde eToro se subraya que la reciente volatilidad del mercado ha alentado a los inversores institucionales y a los altos patrimonios a diversificar sus carteras aumentando su exposición a inversiones alternativas, entre las que se incluyen el private equity. “En 2021, el sector del private equity superó el billón de dólares en cuanto al valor de las operaciones cerradas, frente a los 577.000 millones de dólares de 2020 y batiendo a cualquier otra clase de activos”, explica Dani Brinker, responsable de carteras de inversión de eToro.

Sin embargo, según indica, «la inversión de private equity no es de fácil acceso para los inversores minoristas, ya que requiere grandes sumas de capital para participar. Nuestro objetivo es abrir los mercados globales para que todos puedan operar e invertir de una manera simple y transparente. Con esta cartera, queremos aprovechar la ola de cotizaciones de empresas de private equity y ofrecer a nuestros usuarios una nueva solución para diversificar su cartera y obtener exposición a los ingresos generados en los mercados privados”.

A través de la cartera inteligente Private-Equity, los usuarios de eToro podrán tener exposición a 14 empresas cotizadas de inversión y gestión de activos que gestionan activos alternativos, entre las que se incluyen Blackstone, The Carlyle Group, KKR y Apollo Global (la lista completa de empresas puede consultarse aquí). Desde la plataforma señalan que, con una estrategia de inversión a largo plazo, estas compañías cuentan con un ROI sólido y generan sus ingresos a través de una combinación de comisiones de gestión para la asignación de activos y comisiones de rentabilidad sobre los beneficios adquiridos.

“El mercado del private equity ha estado creciendo a un ritmo acelerado gracias a la gran demanda de inversiones alternativas. Esto se refleja en los precios de las acciones de muchas empresas dentro de la industria, como Blackstone y KKR, que han registrado revalorizaciones del 170% y 150%, respectivamente, durante los últimos cinco años”, indica Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro.

Según Laidler, el private equity ha ayudado a muchas firmas conocidas como Airbnb, Hilton y Lululemon a llegar a donde están en la actualidad al inyectar capital y brindar su experiencia para lograr que esos negocios se expandan. «Las firmas de private equity han sido capaces de adaptarse a las cambiantes condiciones económicas y del mercado de los últimos años, convirtiéndose en enormes y diversificados negocios globales de gestión de activos. Con un volumen de ‘pólvora seca’ lista para invertir de unos 3,6 billones de dólares, podemos esperar que la industria aproveche la reciente caída en las valoraciones de las empresas”, añade

Las carteras inteligentes de eToro ofrecen a los inversores una exposición totalmente asignada a diversas tendencias de mercados. Reúnen varios activos bajo una metodología definida y emplean un enfoque de inversión pasiva, son soluciones de inversión a largo plazo que ofrecen una exposición diversificada sin comisiones de gestión. La inversión inicial es a partir de 500 dólares.