CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Oliver Schnücker. Reacciones exageradas del mercado: el enfoque ‘Episode’ de M&G para encontrar oportunidades
Amundi anunció esta semana el lanzamiento del primer ETF en Europa que aprovecha el tema de la recompra de acciones europeas, mediante el seguimiento del índice MSCI Europe Equal Weighted Buyback Yield. El lanzamiento supone otro paso en la expansión del rango de estrategias Smart Beta de los ETFs de Amundi.
El ETF está diseñado especialmente para los inversores que buscan capturar rentabilidad en el mercado de renta variable europea a través de un enfoque Smart Beta orientado al retorno. Este vehículo de inversión proporciona exposición a empresas que realizan recompras de acciones, un método de reparto de los ingresos a los accionistas que es probable que crezca en Europa en los próximos años.
Los programas de recompra de acciones permiten a las empresas con grandes cantidades de efectivo recomprar sus propios títulos. Este sistema, ampliamente utilizado en Estados Unidos, debería volverse más popular para las empresas europeas, ya que supone un uso más eficiente del cash en un entorno de bajos tipos de interés y da a las empresas una mayor flexibilidad que los programas de dividendos. Por otra parte, los programas de recompra son interesantes para los inversores porque pueden proporcionar una mayor rentabilidad en un entorno de tipos bajos.
El índice MSCI Europe Equal Weighted Buyback Yield mide la evolución de los valores del MSCI Europe que han realizado recompras en los 12 meses previos. Además, la estrategia de este índice aplica una metodología de misma ponderación, lo que aumenta la diversificación y proporciona una exposición más pura a la temática de la recompra de acciones.
Amundi ETF ha lanzado este nuevo producto en respuesta a la demanda de los clientes, tras el lanzamiento de un ETF de recompra de acciones estadounidenses a principios de este año, lo que motivó el interés por la aparición de una versión europea. El ETF empezará a estar disponible en París y, posteriormente, se extenderá a las principales bolsas europeas.
Valérie Baudson, directora Global de ETF y Indexing de Amundi, explicó: «Este innovador ETF se suma a nuestra amplia gama de Smart Beta y refuerza el posicionamiento de Amundi como una de las principales firmas de ETF en Europa”.
BNP Paribas Investment Partners (BNPP IP) has announced a series of new appointments within its Institutional business line, headed by David Kiddie, in order to enhance investment expertise, research and thought leadership capabilities.
Guy Williams has been appointed Chief Investment Officer for BNPP IP’s Institutional business. Guy will be responsible for promoting collaboration across investment teams, and developing investment strategy and market views. Formerly Chief Investment Officer of BNPP IP’s global fixed income affiliate Fischer, Francis, Trees & Watts (‘FFTW’), Guy successfully developed BNPP IP’s global fixed income platform across a range of strategies, and with three decades of experience he is ideally suited to this new role.
Joining Guy’s team are Senior Investment Strategist Daniel Morris and Senior Economist Richard Barwell. In their newly-created roles, Daniel and Richard will promote collaboration between investment teams and formulate alpha-generating investment views across all asset classes.
Morris’ wide-ranging experience encompasses advising clients and providing investment recommendations, as well as offering a strategic perspective to senior management and portfolio managers. He is a frequent commentator in print and broadcast media.
Barwell’s background is as a monetary economist within investment banking and central banking, covering both the UK and Eurozone economies. His thought-provoking insights combine academic rigour, strong analytical skills and deep knowledge with an innovative approach to macroeconomic issues, and his work has been published widely.
Replacing Guy as Chief Investment Officer and Head of Institutional Fixed Income is Dominick DeAlto, who will be instrumental in further strengthening BNPP IP’s fixed income platform, which currently has over 75 investment professionals and manages 40 investment strategies ranging from traditional to alternative fixed income, as well as driving its investment and commercial success. Dominick, who prior to this appointment was Head of Global Multi-Sector and Sector Rotation, has considerable experience managing a range of strategies, making him well placed for today’s changing fixed income environment, which lends itself to the development of contemporary investment strategies in order to address the requirements of clients.
Dominick has also made two changes to his team, with Timothy Johnson being appointed Head of Total Return Multi-Sector, which is a combination of the Global Multi-Sector and Global Sovereign teams, and Dan Singleman joining as Senior Portfolio Manager in the Sector Rotation Alpha team.
Timothy joined FFTW in early 2013 and has over two decades of experience, gained within both asset management and central banking. The Total Return Multi-Sector includes global aggregate, global unconstrained and global sovereign portfolios.
Dan has spent most of his career within BNPP IP. For eight years he was a credit analyst and then portfolio manager, before leaving last year to take up a broader asset allocation role and now re-joining BNPP IP to pursue a similar opportunity.
David Kiddie, Head of Institutional business at BNP Paribas Investment Partners, comments:
“I am very pleased to welcome such seasoned professionals. These appointments are designed to further strengthen our investment culture, as well as to enhance our research and investment capability. The strength of our investment culture is one of the key drivers of our future success and these appointments are a further step towards developing an environment in which our business can flourish, helping us to achieve our goal of offering our clients a world class investment proposition.”
La economía global atraviesa una transformación estructural impulsada por situaciones y crisis geopolíticas, cambios en la política comercial y un resurgimiento de los aranceles como herramienta de estrategia. Este entorno, caracterizado por mayor incertidumbre y volatilidad, también está generando oportunidades para los gestores de activos, que deben adaptarse rápidamente a nuevas dinámicas de mercado, señalan desde FlexFunds.
La volatilidad ya no es una anomalía, sino parte del entorno natural de inversión. En este contexto, la agilidad y la eficiencia operativa se convierten en ventajas competitivas clave. Para los asset managers, gestionar el riesgo ya no implica simplemente reaccionar ante la incertidumbre, sino diseñar estrategias adaptativas que permitan mantener el rumbo hacia los objetivos de inversión.
Entre las herramientas más valiosas en este entorno están los productos cotizados en bolsa (ETPs, por sus siglas en inglés), categoría que incluye ETFs (Exchange-Traded Funds) y ETNs (Exchange-Traded Notes). Desde su aparición en 1993, los ETPs han evolucionado hasta convertirse en vehículos versátiles, eficientes y adaptativos, tanto para estrategias pasivas como activas.
¿Por qué los ETPs se han vuelto esenciales para los asset managers?
Aunque los términos ETF y ETP a menudo se usan indistintamente, vale la pena aclarar que todos los ETFs son ETPs, pero no todos los ETPs son ETFs. Este artículo utiliza el término ETP de forma genérica para referirse a productos cotizados en bolsa que replican el comportamiento de un índice, un activo o una estrategia.
Los ETPs son productos de ingeniería financiera diseñados para reempaquetar ciertas clases de activos: acciones, bonos, materias primas, bienes inmuebles, entre otros. Cuando se diseñan de forma sencilla en torno a una «gran canasta» de acciones, bonos o materias primas específicas, se consideran ETFs.
Cuando la “cesta” es pequeña y posee características especiales como el apalancamiento o la exposición a estrategias cortas, etc., se consideran ETPs.
Facilidad operativa y ejecución eficiente
Los ETP operan como acciones, es decir pueden ser negociados mientras la bolsa de valores esté abierta, lo que permite una transacción intradía y una alta liquidez. En escenarios de repentina volatilidad, esta flexibilidad permite a los gestores de portafolio reaccionar a los acontecimientos del mercado en tiempo real, algo que con los fondos convencionales no pueden ofrecer.
Además, sus costos operativos son, en promedio, menos de la mitad que cualquier otra alternativa existente en el mercado, lo cual mejora la eficiencia en de los activos bajo gestión (AUM) y favorece márgenes más sostenibles.
Rebalanceo ágil, acceso a inversiones alternativas y diversificación
En escenarios volátiles, la capacidad de rebalancear de forma ágil es una ventaja competitiva. No obstante, según un informe de State Street Global Advisors Group Research Center, solo el 29% de los inversores realiza rebalanceos regulares, lo que representa una oportunidad para los gestores.
Los ETPs facilitan la ejecución de coberturas específicas, como exposición a bonos del Tesoro o a oro, activos que han ganado protagonismo. A marzo de 2025, los AUM en ETFs de oro superaron los 345 mil millones de USD, reflejando una fuerte demanda de protección ante inflación y riesgos geopolíticos.
Más allá de los activos tradicionales, los ETPs están abriendo el acceso a inversiones alternativas. Según el informe de State Street Global Advisor ETFs in Focus: Risk Management Attitudes & Behaviors, los asesores se muestran en general favorables a los ETF como vehículo alternativo.
Esto permite a los gestores construir carteras más robustas, sin recurrir a estructuras ilíquidas o complejas.
Transparencia para los inversores
La transparencia es un rasgo distintivo de los ETPs. Sus tenencias suelen divulgarse diariamente y su operativa está integrada en plataformas ampliamente utilizadas por inversores institucionales y asesores financieros, lo que simplifica el onboarding y reduce las fricciones operativas.
Según un informe de State Street, un 62 % de inversores consideran que los ETP ofrecen una forma eficiente, coste-efectiva y accesible de invertir en alternativas como real assets, private markets o estrategias activas. Esto representa una ventaja competitiva frente a estructuras más convencionales o menos liquidas.
Resiliencia y crecimiento sostenido
Desde 2008, los ETP han sostenido un crecimiento interanual compuesto (CAGR) del 20,1 %, alcanzando los 13,8 billones de USD en AUM a finales de 2024. Solo en los dos primeros meses de 2025, los flujos globales en ETFs superaron los 293.000 millones de dólares. Esto denota una adopción acelerada por parte de inversores institucionales y profesionales en busca de soluciones rápidas y diversificadas.
Hay un ETF para casi todo, desde clases de activos tradicionales hasta temas de vanguardia como la inteligencia artificial y la seguridad futura. Los gestores de activos siguen buscando ETF por su transparencia, liquidez y eficiencia en todos los segmentos tradicionales del mercado. Pero también buscan soluciones más especializadas que les ayuden a alcanzar objetivos o resultados financieros específicos para cada inversor.
En definitiva, los ETP no solo complementan, sino que potencian las capacidades de los gestores en contextos de incertidumbre, permitiéndoles ofrecer soluciones alineadas con los objetivos de sus clientes, la tolerancia al riesgo y la eficiencia operativa que demandan los mercados.
FlexFunds es una compañía especializada en el diseño y lanzamiento de vehículos de inversión (ETP) eficientes, flexibles y listos para adaptarse a las necesidades de cada uno de sus clientes. Nuestras soluciones están orientadas a gestores que buscan escalar sus estrategias en los mercados de capital internacionales y ampliar su base de inversores.
Para más información, puede contactar a nuestros especialistas a través de info@flexfunds.com.
En nuestra opinión, las tendencias inflacionarias se mantendrán, a juzgar por las continuas interrupciones en las cadenas de suministro, el incremento de los costes de la energía y los cambios estructurales. Esto debería traer, asimismo, una ralentización del crecimiento. La infraestructura cotizada podría ofrecer a los inversores cobertura contra la inflación y contribuir a mitigar la volatilidad cíclica, así como a posicionar las carteras para sacar partido a las temáticas de crecimiento estructural.
Creemos que los inversores deberían considerar la exposición selectiva a activos globales de infraestructura cotizada, ya que este tipo de activos suele ofrecer cierta protección frente a la inflación. Esto es particularmente cierto para un tipo de activos que denominamos “duraderos” (o enduring assets, en inglés).
Se trata de activos físicos de larga duración, como las redes eléctricas, los proveedores de infraestructura de datos y los activos de infraestructura de transporte, que generan flujos de caja estables y gozan de cierto grado de protección contractual o normativa. Además, las compañías que los poseen suelen beneficiarse de sólidas posiciones competitivas y de una baja sensibilidad a los ciclos económicos y las fluctuaciones de los precios de las materias primas.
Protección frente a los tipos de interés y la inflación
Algunas de las empresas de infraestructuras cotizadas cuentan con protección explícita frente a la inflación. Este es el caso de muchas empresas europeas del sector de los servicios públicos regulados, que pueden mantener su rentabilidad en un diferencial por encima de la inflación regional. En otras ocasiones, el vínculo entre la inflación y las tarifas aplicadas por una compañía es implícito: a medida que suben los costes, la empresa puede mantener un nivel de rentabilidad predeterminado encareciendo su oferta y repercutiendo a los clientes el incremento de los gastos operativos derivado de la inflación.
Son muchas las compañías de infraestructura que gozan de mecanismos de protección frente a la inflación. La mayoría de las autopistas de peaje pueden aumentar sus precios para acompasarlos en cierto grado a la inflación. Las compañías logísticas de almacenamiento y transporte de petróleo y gas suelen registrar una buena correlación con la inflación por su exposición a la energía y a otros sectores relacionados. Es decir, aunque estos activos duraderos no sean tan efectivos como las materias primas para proteger las carteras de las sorpresas que puede deparar la inflación, sí que pueden ofrecer una rentabilidad más estable y, posiblemente, una rentabilidad real superior a medio y largo plazo.
En cuanto a la subida de los tipos de interés, seguramente constituiría un obstáculo si se produjera de forma brusca e inesperada. Sin embargo, como ocurre con la inflación, los costes asociados (es decir, los gastos financieros) recaerían en los clientes en última instancia y, con el tiempo y el incremento de los tipos nominales, las compañías de servicios públicos regulados obtendrían diferenciales superiores a los tipos de interés. De este modo, la cobertura frente a los tipos de interés está asegurada.
Potencial de crecimiento estructural
Como ocurre con las materias primas, este tipo de activos ha obtenido altas rentabilidades relativas en los últimos doce meses, en comparación con el resto de los títulos de renta variable de activos de infraestructura, pero muchos inversores se preguntan si el mercado ya ha descontado el crecimiento. De cara al futuro, creemos que la evolución de este segmento del mercado dependerá de dos temáticas seculares a largo plazo.
La primera es la transición energética global y el apoyo gubernamental (en mayor medida en EE. UU., la UE y China) para la descarbonización. A medida que el mundo base su economía en la electricidad, la demanda de energía eléctrica aumentará. Como podemos ver en la figura 1, si los Gobiernos reducen las emisiones de carbono de acuerdo con sus compromisos sobre cero emisiones netas, el consumo global de electricidad en 2040 será un 70% superior al de 2020.
Los países tendrán que invertir en sus redes eléctricas, ampliar sus capacidades en energías renovables y modernizar y descarbonizar sus infraestructuras de transporte.
Actualmente, la guerra en Ucrania sigue activa y, por tanto, Europa acelera la adopción de medidas para reducir su dependencia estructural de los suministros energéticos rusos mediante el aumento de la inversión en energía renovable y en soluciones de eficiencia energética. Las redes deben modernizarse para poder gestionar el aumento del uso de energías renovables y mejorar las conexiones internacionales. Por tanto, será necesario invertir en infraestructuras de gas natural y en hidrógeno verde. Con todas estas presiones a la vista, la tendencia secular de la descarbonización y la apremiante necesidad en esta década de invertir en energía limpia, prevemos que la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono se acelerará y que su carácter inflacionario se mantendrá durante un tiempo.
La segunda temática secular es la inversión en infraestructura de datos. La creciente demanda de datos y el apoyo gubernamental para la modernización y la ampliación de la capacidad deberían fomentar el desarrollo de torres de telecomunicaciones, redes de banda ancha y sistemas de telecomunicaciones móviles.