El interés en la inversión sostenible es más alto que nunca, sin embargo, sigue habiendo confusión sobre lo que realmente representa: ¿Una conciencia tranquila a costa de los retornos más pobres? ¿Son los inversores sostenibles en su mayoría Millennials?
UBS destaca 5 puntos clave que todos deberían conocer sobre uno de los sectores de inversión más actuales y emocionantes.
1. La inversión sostenible ha tenido históricamente resultados comparables a las inversiones convencionales
La inversión sostenible consiste en considerar criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) al evaluar las inversiones. Muchos inversores ahora reconocen que estos factores pueden afectar materialmente el desempeño financiero dependiendo del modelo de sector y de negocio, y evaluarlos ayuda a proporcionar una imagen más integral de los riesgos y las oportunidades. Esto debería respaldar un rendimiento comparable a las inversiones convencionales: de hecho, el índice MSCI KLD 400, uno de los índices «sostenibles» más antiguos que proporciona exposición a las empresas estadounidenses, ha generado retornos y volatilidad similares al S & P500 en los últimos 29 años.
(Tenga en cuenta que el rendimiento pasado no garantiza el rendimiento futuro)
2. La inversión sostenible se está convirtiendo en la corriente principal
El interés en la inversión sostenible, tanto de inversionistas individuales como institucionales, ha crecido significativamente en los últimos años gracias al creciente reconocimiento del vínculo entre los problemas de sostenibilidad y el desempeño financiero. Según Google Trends, las búsquedas mundiales del término han aumentado un 75% desde 2014, y la Revisión Global de Inversiones Sostenibles de 2018 estima que los activos de inversión sostenibles totalizaron casi 31 billones de dólares a principios de 2018, un aumento del 34% desde los niveles de 2016. Un informe de octubre de 2017 de McKinsey incluso describe la inversión sostenible como «la nueva normalidad».
3. Los inversores tienen muchas opciones para invertir de manera sostenible en todas las clases de activos
Históricamente, las opciones de inversión sostenible se centraron principalmente en evitar exposiciones no deseadas en acciones públicas. Hoy en día, los inversores tienen una multitud de opciones que se extienden más allá de las estrategias exclusivas e incluyen enfoques de integración ESG, así como una inversión de impacto intencional. El universo de estas inversiones sostenibles, que abarcan bonos, acciones e inversiones alternativas que incluyen capital privado, crédito privado, bienes raíces e infraestructura, respalda la construcción de carteras de activos cruzados bien diversificadas. A principios de 2018, la mayoría (51%) de las soluciones de inversión sostenible se centraron en la renta variable pública, mientras que aproximadamente el 36% se centró en la renta fija.
4. Más datos pueden ayudar a medir la sostenibilidad de las inversiones
La mayor disponibilidad de datos ambientales y sociales de las propias empresas y de terceros permite una mejor evaluación del desempeño en métricas de sostenibilidad. Esto permite a los inversores evaluar qué inversiones cumplen con varias dimensiones ESG, realizar un seguimiento de su progreso a lo largo del tiempo y priorizar cada vez más los problemas que cada individuo se preocupa.
5. Los desafíos de sostenibilidad pueden representar oportunidades de inversión a gran escala
Los desafíos de sostenibilidad que enfrenta el mundo hoy en día pueden ser desalentadores, ya que van desde las amenazas del cambio climático hasta las limitaciones de los recursos naturales y la disponibilidad insuficiente y la asequibilidad de una atención médica de calidad. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas han sido adoptados por los inversores como un marco común para identificar los problemas sociales y ambientales más urgentes. Las estimaciones del capital necesario para abordar estos desafíos sugieren una oportunidad comercial potencial significativa para soluciones que puedan abordar con éxito estos problemas.
La sincronización de la crisis sanitaria y la económica por el COVID-19 exacerbarán las debilidades sociales, fiscales, económicas e institucionales subyacentes en Estados Unidos (AA/Estabilidad).
A pesar de la significativa intervención de la Reserva Federal, incluido su compromiso de comprar cantidades ilimitadas de bonos del Tesoro y títulos respaldados por hipotecas, y el estímulo fiscal de 2 billones de dólares del Congreso, prevemos una profunda recesión de al menos -3,5% de crecimiento en 2020.
Esta previsión base no tiene en cuenta la posibilidad de que se produzca una crisis económica y financiera más profunda. Principalmente, estaría provocada por una grave escasez de liquidez e insolvencia de las empresas, debido a las prolongadas medidas de contención y la falta de acceso oportuno a vías de liquidez públicas o privadas.
El contexto actual vuelve a cuestionar la opinión tradicional de que los bonos del Tesoro de EE. UU. son activos libres de riesgos.
Desde hace tiempo en Scope mantenemos la calificación crediticia de Estados Unidos en AA, apoyado en nuestro análisis de que no se pueden desvincular completamente las debilidades fundamentales de su economía de la fortaleza crediticia sin parangón del país como emisor de la moneda de reserva mundial, el dólar estadounidense. Esto permite a EE.UU. gestionar los déficits fiscales y de cuenta corriente con una preocupación limitada por la sostenibilidad de la
Estados Unidos tienen cuatro debilidades crediticias fundamentales:
La disminución del crecimiento potencial actual por debajo del 2% en comparación con el 3% anterior a la crisis financiera mundial
Déficit fiscal persistente, agravado por las anteriores políticas fiscales pro-cíclicas del gobierno – prevemos un aumento del déficit a alrededor del 15% del PIB este año
Pasivos contingentes importantes, en su mayoría relacionados con las obligaciones de programas de salud y costes médicos
Polarización política que impide soluciones bipartidistas para hacer frente a los desafíos mencionados
La crisis del COVID-19 exacerbará estas debilidades estructurales.
Disminución del potencial de crecimiento económico
En primer lugar, el crecimiento potencial del PIB se ha desacelerado considerablemente como consecuencia de la disminución de la productividad total de los factores y de la mano de obra, y se estima ahora en alrededor del 1,8% para 2020-29, aproximadamente la mitad del promedio de 1950-2005, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Por tanto, la crisis del COVID-19 probablemente golpeará con más fuerza a los segmentos más débiles de la sociedad y, por lo tanto, empeorará los resultados sociales más preocupantes de EE.UU., incluida su proporción persistentemente alta de la población que depende de los programas federales de nutrición, atención sanitaria, educación y vivienda. Otros resultados sociales que se están deteriorando son la erosión de la movilidad socioeconómica, los decepcionantes resultados de la educación superior, el estancamiento de los ingresos y el aumento de los niveles de desigualdad de ingresos y riqueza. Es probable que estas cuestiones interrelacionadas limiten la participación en la fuerza de trabajo, la formación de capital humano, el crecimiento de la productividad y la demanda agregada, lo que en última instancia reduce las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos.
Estos factores, junto con el aumento histórico de las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo comunicadas durante las dos últimas semanas, de casi 10 millones de personas, ponen de relieve la magnitud del desafío social y del mercado laboral de Estados Unidos. Además, subrayan nuestra previsión de que la tasa de desempleo supere el 10% este año. Es probable que las constantes pérdidas de ingresos de los hogares y las empresas también reduzcan aún más el potencial de crecimiento del país.
Ampliación del déficit fiscal, empeoramiento de la trayectoria de la deuda
En segundo lugar, la crisis del COVID-19 aumentará aún más los déficits fiscales y la deuda pública de Estados Unidos, una trayectoria que la Administración ya había acelerado debido a las anteriores políticas de gasto fuertemente procíclico y de recorte de impuestos. El paquete de apoyo económico de alrededor del 9% del PIB en respuesta a la crisis del COVID-19 aumentará el déficit a alrededor del 15% del PIB, lo que dará lugar a una relación general entre la deuda y el PIB de casi el 125% a finales de este año.
La combinación de elevados déficits fiscales y un menor crecimiento potencial impide una trayectoria descendente en la relación entre la deuda pública y el PIB, que en cambio esperamos que aumente por encima del 130% en los próximos años. Esto está notablemente por encima de los ratios de deuda esperados de Francia (AA/Estable), en torno al 110%, así como de Reino Unido (AA/Negativo), de algo menos del 100%, para finales de 2020.
Pasivo contingente de los programas de salud y de pensiones
En tercer lugar, los pasivos contingentes son un riesgo material para el balance del gobierno federal. Según el FMI, el valor actual neto de los déficits acumulados por los programas de pensiones y de salud es actualmente de alrededor del 200% del PIB, impulsado en su mayor parte por obligaciones relacionadas con el costo de los programes de salud de alrededor del 170% del PIB. Esta exposición contingente es la más alta entre las economías avanzadas, y significativamente superior a la del Reino Unido (61%) y Francia (42%).
La deuda de los gobiernos estatales y locales en alrededor de 3 billones de dólares a partir del cuarto trimestre de 2019 (14% del PIB) constituye un pasivo contingente adicional, que la crisis del Covid-19 pondrá de relieve.
Esperamos mayores transferencias federales a los estados y municipios para amortiguar el aumento de la demanda de desempleo y otros beneficios, así como para cubrir el fuerte aumento de los costes de atención médica. Si bien los costes de salud y las responsabilidades de los estados representan obligaciones morales no vinculantes legalmente, en última instancia podrían ser asumidas parcialmente por el gobierno federal, lo que pondría aún más presión en el balance estatal.
La polarización política impide soluciones políticas bipartidista
Un establishment político dividido y polarizado parece capaz de acordar sólo un mayor gasto gubernamental en lugar de abordar las debilidades estructurales del país mediante reformas bipartidistas.
Creemos que esto representa una debilidad fundamental en la capacidad institucional del país para hacer frente a sus desafíos económicos y fiscales a medio plazo, ya que la polarización da lugar a un proceso legislativo menos deliberativo, a la política de riesgo y a la incertidumbre política, que esperamos que va a persistir también después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 3 de noviembre.
A partir del 21 de mayo, el Aeropuerto Internacional de Carrasco ofrecerá funciones de autocine, conciertos y espectáculos desde su parking o desde la terminal. Con el tráfico aéreo casi interrumpido por la epidemia de coronavirus, el aeropuerto se recicla en lugar de ocio con distancia de seguridad.
La principal propuesta será el autocine y para ello se instalará una pantalla de 20 metros de largo y 16 de alto, la capacidad será de unos 90 vehículos. Habrá varias propuestas gastronómicas que se ofrecerán a los clientes dentro de sus coches y el acceso al parking será automatizado.
Por ahora se estima que el autocine funcionará durante dos meses y ofrecerá 80 funciones para unos 20.000 espectadores.
El aeropuerto colabora con la empresa Life Cinemas y la productora Magnolio, que propondrán también otros espectáculos.
Pixabay CC0 Public Domain. La CMF chilena informa sobre cambios a la norma de acreditación de conocimientos
La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) ha informado que ha publicado una modificación a la Norma de Carácter General N° 412, para incorporar a los corredores de bolsa de productos como sujetos obligados a acreditarse. Adicionalmente, considerando el impacto de la contingencia sanitaria por el COVID-19, se flexibilizan ciertas exigencias de la NCG N°412 a efectos posponer o modificar su forma de cumplimiento.
Con respecto a la incorporación de los corredores de productos al mismo procedo de acreditación, la CMF soporta este requerimiento sobre la base de que “las funciones que se desempeñan para un corredor de productos no difieren de aquellas que se realizan en un intermediario de valores, salvo en el conocimiento específico que se requiere para operar y comercializar productos de la Ley N° 19.220″.
Para su puesta en marcha, la normativa concede un plazo de 24 meses con el fin de dar tiempo al CAMV (Comité de acreditación de conocimientos en el mercado de valores) “para elaborar el banco de preguntas y respuestas, adecuar su reglamentación interna si fuere necesario y estar en condiciones de tomar los exámenes a quienes desempeñarán funciones para corredores de productos. A su vez, se permite a estos últimos, contar con el tiempo que requieren para prepararse para rendir el examen y contar con su certificación”, detalla el documento.
Extensión del periodo de re-acreditación por COVID-19
Por otra parte, la modificación se hace cargo de la situación que enfrentan las personas cuyos certificados de acreditación caducan (o caducaron) a partir del mes de marzo 2020 y la imposibilidad de obtener la re-acreditación en el corto plazo por la contigencia sanitaria. “En este sentido la propuesta permite, que, en casos de fuerza mayor, se presuma que la persona cuenta con los conocimientos exigidos por ley, y pueda obtener su re-acreditación en un periodo de 12 meses posteriores al vencimiento de su certificado”.
A su vez, para dar mayores flexibilidades al proceso de acreditación, se permite al CAMV una mayor libertad con respecto a los criterios para la certificación de conocimientos de la función director o administrador de una entidad así como las condiciones que deben cumplir las personas o instituciones que se empleen para el proceso de acreditación simplificado.
Pixabay CC0 Public Domain. Bonos convertibles, más atractivos que nunca
El primer trimestre de 2020 pasará a la historia financiera por ser uno de los más convulsos. La situación excepcional que estamos viviendo ha marcado la evolución de los mercados. Uno de los vehículos que han destacado por su buen desempeño son los bonos convertibles, los cuales merecen, ahora más que nunca, un reconocimiento especial.
Durante el primer trimestre del año, los bonos convertibles capturaron el 43% de las pérdidas de la renta variable, ofreciendo un rendimiento híbrido entre acciones y crédito. Los bonos convertibles globales cedían un 8,6%, los de investment grade global un 3%, los de high yield global un 14,1% y los de renta variable global del MSCI World un 19,8%.
En este contexto, desde Mirabaud consideramos que los convertibles pueden ofrecer a los inversores una exposición defensiva en renta variable a tener en cuenta. Las cifras avalan esta afirmación: entre el 31 de diciembre de 2008 y el 31 de marzo de 2020, la renta variable obtuvo un rendimiento anualizado del 9,9%, los convertibles del 8,2% y los bonos corporativos/gubernamentales del 3,6%. En términos de volatilidad anualizada, la renta variable registró un 14,8%, los convertibles un 7,5% y el crédito/bonos gubernamentales un 5%. Todo ello nos permite sentenciar que los convertibles combinan lo mejor de ambos mundos.
Una de las claves del atractivo de este vehículo de inversión es la convexidad. Al no centrarse en acciones, permite agregar rendimiento sin incrementar el riesgo. De esta manera, ayuda a equilibrar los potenciales retrocesos del mercado, así como el riesgo de no aprovechar los movimientos alcistas. Es una estrategia, más que una inversión táctica. Dado el actual panorama económico, estamos convencidos de que los convertibles nunca han sido tan relevantes como ahora.
La estrategia de nuestro fondo Mirabaud Convertibles Global Bonds (MCGB) sigue los criterios de diversificación y gestión activa. Focalizado 100% en bonos convertibles, la cartera se compone de 50 posiciones con criterios ASG. Actualmente, nuestro universo de inversión se asienta en dos sectores clave: el de tecnologías de la información y el de servicios de comunicación, principalmente en empresas con sede en Estados Unidos.
Nuestro objetivo es batir el índice de referencia, Refinitiv Global Focus CB Hedged USD, y los fondos de la categoría minimizando el riesgo. El enfoque de alta convicción aprovechando un análisis fundamental extenso nos permite encontrar valor y minimizar el riesgo de default. Los interesantes niveles de rendimiento sostenidos en el tiempo le han valido al fondo las 5 estrellas del rating Morningstar y el reconocimiento como inversión sostenible Label ISR.
Hay dos circunstancias que marcan el buen momento de los bonos convertibles: las valoraciones han alcanzado mínimos históricos con un descuento promedio del 6,3% y el carry es positivo con una TIR del 2,3% alcanzada a finales de marzo. Como resultado, el mercado primario se torna más prometedor. En 2019 registramos 71.000 millones de dólares en emisiones globales y 18.300 millones de dólares en el primer trimestre de 2020. Por lo tanto, esperamos unos 41.400 millones de reembolsos en los próximos doce meses. Teniendo en cuenta que hay muchos dividendos en riesgo, los convertibles pueden ofrecer una fuente de ingresos más segura y al mismo tiempo proporcionar exposición a la renta variable.
En estos momentos de incertidumbre, cuando nos cuestionamos qué nos deparará el futuro, según nuestra experiencia y conocimiento creemos que la recuperación tendrá forma de U o W. Por eso, el crédito “investment grade” podría ofrecer una rentabilidad ajustada al riesgo mejor que la renta variable. Seguimos posicionados con cautela en términos de sensibilidad a renta variable y asignación al crédito. La delta media varía entre el 30% y el 60% (actualmente en el 33%) y hemos aumentado la calidad del crédito de la cartera con una exposición a investment grade de alrededor del 54%, la más alta históricamente. La calificación promedio del fondo es BBB- y actualmente tenemos una duración de 2,5 años.
En definitiva, las condiciones actuales del mercado impulsan el atractivo de este tipo de vehículo híbrido que se beneficia de lo mejor de la renta fija y la renta variable. Aprovechemos esta puerta de entrada.
Tribuna de Nicolas Crémieux, gestor principal del Mirabaud Convertibles Global Bonds (MCGB)
Raphael Thuin, courtesy photo. Tikehau Capital nombra a Raphael Thuin responsable de su división Capital Markets Strategies
Tikehau Capital, gestora de activos e inversiones alternativas, ha nombrado a Raphael Thuin para el cargo de responsable de su división Capital Markets Strategies. Desde este puesto, Thuin supervisará las estrategias en bonos, renta variable e inversiones flexibles de Tikehau Capital. Su incorporación será efectivas desde hoy, 11 de mayo de 2020.
Según explica la gestora, esta selección de fondos proporciona acceso a una gestión basada en la apuesta por el largo plazo de bonos investment grade, bonos corporativos high-yield, bonos financieros y acciones de cualquier capitalización con capacidad de inversión en Asia, Europa y Norteamérica. Los activos bajo gestión de la actividad de Capital Markets Strategies de Tikehau Capital ascienden a 3.800 millones de euros a fecha de 31 de diciembre de 2019.
A raíz de esta nombramiento, Thomas Friedberger, CEO de Tikehau Investment Management y co-director inversiones, ha declarado: “Estamos encantado de recibir a Raphael Thuin en nuestro equipo. Su experiencia y su profundo conocimiento sobre renta variable y mercados de renta fija complementa perfectamente nuestra perspectiva fundamental de gestión a largo plazo. Esperamos que contribuya de manera significativa al desarrollo de nuestra división de Capital Markets Strategies”.
Raphael Thuin es graduado por el HEC School of Management comenzó su carrera en 2005 como gestor para Topaz Fund en Nueva York. En 2008 se incorporó al grupo Société Générale en la división de capital markets, también en Nueva York. Desde 2014 ha sido responsable de la gestión de renta fija en TOBAM, firma de gestión de activos, en París.
Pixabay CC0 Public Domain. Los dividendos mundiales disminuirán al menos un 15% en 2020 por el efecto de la pandemia en los beneficios corporativos
Los mercados frontera de renta fija han crecido considerablemente tanto en importancia como en liquidez en los últimos diez años. En opinión de Union Bancaire Privée (UBP), a la hora de abordar cómo invertir en ellos, habitualmente, se hace dentro de la inversión en emergentes, pero los mercados frontera “merecen ser considerados por separado”.
Según el último informe que ha publicado la entidad, la deuda de mercados frontera “ofrece una oportunidad de inversión atractiva, ya que los rendimientos históricos superan tanto los rendimientos de los bonos soberanos de los mercados emergentes, como a los de los segmentos de alta rentabilidad de los mercados desarrollados”.
De hecho, ahora mismo, algunos analistas consideran que invertir en bonos soberanos de mercados frontera significa prestar dinero a los gobiernos que más lo necesitan, aumentar el crecimiento del PIB en los países más pobres del mundo y contribuir a un cambio positivo.
En opinión de UBP, la deuda de los mercados frontera es un mercado amplio e ilíquido en ocasiones, y por ello es mejor que sea gestionado por gestores especializados. Hace unos quince años, los mercados frontera, según la definición del índice NexGEM de JP Morgan, incluían menos de diez países con una capitalización bursátil conjunta de 15.000 millones de dólares. “Desde entonces, los mercados han experimentado un crecimiento impresionante: hace diez años, el índice contaba con sólo dieciséis países y una capitalización de mercado de 37.000 millones de dólares; hace cinco años, las cifras eran de 34 y 88.000 millones de dólares; y a finales de 2019, el índice contaba con 35 países y una capitalización de mercado de 129.000 millones de dólares”, sostiene el documento de UBP.
En circunstancias de mercado normales, UBP señala que los bonos de muchos de estos países se negocian diariamente en cantidades significativas, y obtener liquidez no suele ser un problema para una estrategia bien diversificada hasta que se alcanza una capacidad razonablemente grande. En el contexto actual, “el sell-off por el coronavirus ofrece a los inversores la posibilidad de entrar en la clase de activos, con rentabilidades similares a los niveles históricamente altos registrados durante la crisis financiera mundial”, señalan.
Según su experiencia, los mercados frontera ofrecen una atractiva oportunidad de inversión por varias razones. Para ellos, lo fundamental es que sus rendimientos “han superado a la mayoría de las otras clases de activos de renta fija, incluso cuando se incluye la reciente venta”, argumentan. En su opinión, “la prima de riesgo impuesta a los rendimientos de los bonos soberanos de mercados emergentes compensa en exceso el riesgo asociado a los incumplimientos”.
En segundo lugar, destacan que desde 2002 los mercados de bonos frontera han superado a la deuda investment grade estadounidense en un 1,66% (cifra anualizada), lo cual convierte a este tipo de activos en una forma de diversificar las carteras. “Muchos de los factores que han contribuido al buen desempeño de la deuda fronteriza siguen vigentes y, de hecho, algunos son aún más fuertes hoy en día que antes”, insisten desde UBP.
Por último, el análisis de UBP sobre estos mercados sostiene que invertir en sus bonos soberanos también es una forma de “contribuir a un cambio positivo”, ayudando a los gobiernos que más lo necesitan. “El acceso al capital extranjero permite a los gobiernos de estos países emprender importantes proyectos de infraestructura, lo que a su vez aumenta el crecimiento del PIB y eleva los ingresos medios. Sin embargo, se puede llegar a un punto en el que el aumento de la carga de la deuda se convierta en un impedimento para el crecimiento”, concluyen.
El comportamiento del mercado mundial de fusiones y adquisiciones (M&A) ha estado en constante declive desde el pico que registró en 2015. Como resultado, las empresas no han podido agregar valor durante diez trimestres consecutivos, según expresan los últimos datos del análisis trimestral de rendimiento de acuerdos M&A elaborado por Willis Towers Watson en asociación con Cass Business School.
Según la evolución del precio de las acciones de compañías valoradas en más de 100 millones de dólares, los compradores han tenido un rendimiento de 2,1 pp por debajo del Índice Global en los primeros tres meses de 2020, y de – 4.9% en comparación con el año pasado. “En cualquier caso, esto contrasta con la curva de rendimiento a más largo plazo, que muestra que los acuerdos de fusiones y adquisiciones han superado al mercado en 2,3% desde el lanzamiento del análisis trimestral de Willis Towers Watson en 2008”, subraya el informe.
Asimismo, y a pesar del Brexit, los compradores europeos lideran en positivo el ranking global M&A durante el primer trimestre de 2020, superando a su índice regional en 9%. Les siguen los compradores de Estados Unidos y Asia Pacífico, aunque ambos por debajo de sus índices regionales con una bajada de 4,2% y 5,8%, respectivamente.
Además, con 170 acuerdos cerrados en los primeros tres meses de 2020, los volúmenes de operaciones M&A han disminuido significativamente en comparación con el trimestre anterior y son los más bajos desde principios de 2014. El estudio analiza los acuerdos que se cerraron en el trimestre y, por lo tanto, contempla el impacto del COVID-19 en los países asiáticos, por lo que hemos de tener en cuenta que, en los próximos trimestres, mostrará los efectos de la pandemia en otras geografías.
“Los acuerdos analizados en este último informe son esencialmente pre-pandemia. Los resultados revelan una tendencia a la baja continua, tanto en el desempeño como en el volumen de fusiones y adquisiciones, el miedo y la volatilidad impulsada por COVID-19 desde entonces han lanzado a los mercados financieros a una caída acelerada e interrumpido significativamente el flujo normal del área M&A”, subraya Gabe Langerak, jefe regional de Fusiones y Adquisiciones para Europa Occidental, Willis Towers Watson.
Asimismo, Langerak destaca que Europa había disfrutado de dos trimestres positivos consecutivos y parecía estar saliendo de una espiral negativa. Principalmente por las mayores certidumbres sobre las resoluciones Brexit y otros factores que parecían alentar al mercado. “Desafortunadamente, un tercer buen trimestre es altamente improbable, debido a la ya anunciada recesión de las economías más desarrolladas, a los pocos acuerdos que se han iniciado en marzo y a los que, casi con toda seguridad, seguirán siendo muy pocos durante este mes de abril”, asegura.
Además, el experto señala que la magnitud total, el alcance y la duración del impacto del virus estarán determinados en gran medida por el éxito de la respuesta mundial al brote, que todavía está evolucionando. Lo que sí está claro, según Langerak, es que las lecciones aprendidas de crisis anteriores, como la financiera de 2007-2008, pueden proporcionar a los líderes empresariales una perspectiva sobre la recuperación y el crecimiento futuros. “Debemos aprender del pasado y usar este tiempo como un catalizador para afrontar formas de trabajo nuevas y creativas que, probablemente, impactarán también en futuros acuerdos M&A” argumenta Langerak.
La crisis financiera, 12 años después: cinco lecciones para los inversores
El avance del brote ha dejado en el limbo muchos acuerdos de M&A, pero el análisis de Willis Towers Watson sugiere que la actividad de fusiones y adquisiciones no se detendrá por completo. El informe apunta a que esto se debe al precio reducido de las acciones y el deseo de reestructuración de muchas organizaciones crearán nuevas oportunidades. No obstante, apuntan a que será necesario encontrar formas innovadoras para captar la participación en el mercado.
Haciendo un análisis macro, y aunque el entorno económico actual es diferente en muchos aspectos al que se generó hace doce años, el informe ha detectado cinco lecciones de la crisis de 2008 que siguen siendo relevantes para los inversores de cara a enfrentarse a la presente situación u otras, también complejas, que pudieran surgir en el futuro:
Centrarse en las personas. Las crisis anteriores han demostrado que las organizaciones que logran mantener a sus equipos tranquilos y centrados evitan la precipitación a la hora de lanzarse a oportunidades “demasiado buenas” para ser verdad, pero tienen capacidad para aprovechar a buen ritmo aquellas que sí resultarán prósperas. “Esto, que ya se observó hace doce años, gana aún más vigencia hoy, ya que el COVID-19 tiene un componente diferenciador clave: afecta a la salud y la vida de las personas, algo que va mucho más allá de lo puramente financiero”, destaca el informe.
Tomar ventaja en la adversidad. En la recesión actual llega al mercado una ola de activos estresados y más baratos. Para convertir la adversidad en oportunidad, desde Willis Towers Watson subrayan que es necesario realizar un análisis de asignación de activos rápido pero reflexivo. “Ejecutar bien las inversiones estratégicas, tomando planificación de los buenos y los malos tiempos, exige al comprador mantener la cabeza fría, ser disciplinado en la estimación de costes y financieramente prudente”, advierte el informe. Solo así, añaden, se podrán detectar aquellas oportunidades que ofrecen realmente retornos confiables en períodos de recuperación razonables.
El corto plazo es esencial, pero con la vista en el horizonte a largo plazo. Durante la recesión de 2007-2009, las empresas priorizaron las acciones a corto plazo sobre las iniciativas a largo plazo, tendiendo a actuar de manera reactiva en lugar de proactiva. Según el informe, todas las empresas deben atender las preocupaciones a corto plazo para garantizar la viabilidad, pero serán aquellas que puedan mantener el rumbo y centrarse en inversiones estratégicas a largo plazo las que sienten realmente una base sólida para el éxito una vez que la crisis termine.
Las transacciones M&A llevarán más tiempo y serán menos predecibles. En 2008, la falta de crédito disponible, la caída de los mercados bursátiles y la crisis financiera mundial socavaron la capacidad de las empresas para realizar adquisiciones, lo que puso fin al crecimiento que había vivido este mercado durante los cinco años previos.
No obstante, el informe advierte que la situación actual marca otros factores de complejidad a la hora de cerrar acuerdos M&A. “Los negociadores trabajan desde casa, las reuniones presenciales se reducen o anulan por completo, y los tomadores de decisiones han de relacionarse en foros virtuales”, aseguran. Además, a esto se suma el hecho de que la financiación de la deuda es más difícil de asegurar y los inevitables retrasos en la aprobación regulatoria necesaria, con gobiernos y reguladores centrados en hacer frente al impacto de COVID- 19 como prioridad.
Ante esto, el informe recomienda recurrir a las tecnologías existentes, reuniones por videoconferencia, análisis virtual de datos, etc. para facilitar el proceso de Due Diligence. Además, durante el periodo en que se mantenga la crisis sanitaria pueden surgir nuevas implicaciones que afecten a las operaciones M&A por lo que desde Willis Towers Watson recomiendan a los interesados mostrar una mayor agilidad y creatividad si quieren aprovechar las oportunidades.
Por último se apunta que los planes de implementación y objetivos de sinergia han de ser revisados. “Los acuerdos cerrados durante la crisis COVID-19 exigen una reevaluación de los planes de sinergias de las compañías implicadas en la operación que, además, habrá de hacerse a la luz de las condiciones actuales del mercado y, especialmente de cara a la compañía de mayor tamaño”, asegura el informe.
Por ello, será necesario hacer un análisis exhaustivo de los riesgos reputacionales que puede llevar la reestructuración de la fuerza laboral en un momento en el que parte del mercado (empleados, consumidores, analistas…) puede entender el movimiento como oportunista, y surgir acusaciones de “aprovecharse” de la debilidad creada por la crisis sanitaria global.
“Es el momento de mirar más allá de los eventos a corto plazo y considerar el valor a largo plazo de las empresas. Buscar ese valor, realizar el correcto proceso de reevaluación de riesgos y aprovechar oportunidades selectivas son factores clave. Pero también lo es tomarse el tiempo necesario para revisar las sinergias entre las dos compañías implicadas en el proceso M&A. Si se controlan estos aspectos, los compradores pueden encontrar oportunidades genuinas de negociación en la actual situación”, asegura Langerak.
Pixabay CC0 Public Domain. BB Pureos Bioventures amplía su equipo con la incorporación de Anja Harmeier como socia
Pureos Bioventures, fondo venture capital de Bellevue Asset Management, ha ampliado su equipo con la incorporación de Anja Harmeier, que ha sido nombrada socia. Harmeier cuenta con más de 15 años de experiencia en análisis, investigación y desarrollo de fármacos, por lo que aportará su conocimiento a las inversiones.
«Estamos muy contentos de recibir a Anja en Pureos Bioventures. Con su sólida formación científica y su experiencia en el desarrollo de tratamientos novedosos para enfermedades graves, Anja se une a nuestro fondo de riesgo, que se dedica a invertir en terapias novedosas e innovadoras», ha destacado Klaus Breiner, socio y gestor de Pureos Bioventures.
Como socia de Pureos Bioventures, Harmeier Será responsable de identificar, invertir y liderar nuevas oportunidades de inversión y supervisar la parte más operativa y de estrategia de la cartera de Pureos Bioventures. En este sentido, desde Pureos Bioventures destacan que el fondo de venture capital ha logrado atraer un “importante volumen de inversión nueva” principalmente de inversores suizos, pero también de “renombrados inversores industriales y estratégicos internacionales” de Estados Unidos y Asia. Actualmente, el fondo invierte en el desarrollo de medicamentos centrándose en la innovación biológica y en las plataformas de próxima generación. Según indican desde la firma, las inversiones iniciales se hicieron en Alentis Therapeutics, NovaGo Therapeutics, AM Pharma y Eyevensys.
La clave de la incorporación de Harmeier es su dilatada experiencia en la industria de desarrollo de fármacos. De hecho, antes de incorporarse a Pureos Bioventures, fundó su propia empresa de biotecnología en el ámbito de las enfermedades neurodegenerativas. Con anterioridad, ha ocupado diversos cargos de responsabilidad en las mayores firmas de investigación preclínica, como por ejemplo en Roche. Durante los últimos cuatro años, fue directora de inversiones en el fondo Roche Venture de abastecimiento.
«Anja también aporta conocimientos adicionales como empresaria de biotecnología. Creemos que esta experiencia es importante para apoyar y hacer crecer de la mejor manera posible nuestras jóvenes empresas de biotecnología en nuestra cartera», destaca Dominik Escher, socio gerente de Pureos Bioventures.
Sin brújula en marzo, las tres grandes bolsas de América Latina probarán ahora aguantar el ritmo a Wall Street. ¿La más perjudicada? En los días críticos, Brasil (IBOVESPA) perdía 45%, Chile (IPSA) 38% y México (IPC) 24%. Como referencia, el Dow Jones (DJI) caía 35%. Números cerrados. En dólares, la baja era más severa: Brasil, 57%; Chile, 47%; México, 43%.
Recuento enero-abril:
El dólar subió más contra el real (41%) que contra el peso mexicano (26%) y el chileno (11%)
Los mercados más dañados han sido los brasileños
Chile fue el menos perjudicado en el cambiario y tasas.
El alza del dólar en las bolsas
Los índices, incluyendo al Dow, corrían emparejados hasta inicios de marzo. Los de Brasil y Chile se precipitaron, desligados del mexicano que, a su vez, aguantaba mejor que DJI y descendía en diagonal con tres largos frenos. El IPC anduvo luego errático, rompió al alza al final, y terminó con -16%, junto al Dow y al IPSA. Chile rebotó 22%, aceleró para igualar al Dow en -15%. IBOVESPA resurgió trabajoso y lento; su rezago fue notorio: -31%.
En dólares, IBOVESPA e IPSA se movieron unidos hasta fines de febrero; los separó la agudización bajista de Brasil. Chile se acopló a México del 9 al 30 de marzo; se desligó por los tipos de cambio. El peso chileno propició que IPSA suavizará su pérdida cuatrimestral, aventajando 10% a IPC y 25% a IBOVESPA. El recorrido de IPC en dólares era idéntico al de DJI antes que nuestro peso profundizará su baja, y fue simétrico al de IBOVESPA de mediados de enero a la tercera semana de abril, uno arriba del otro. IBOVESPA resentía la depreciación del real.
En pocas palabras: Brasil aparte,la diferencia entre los índices fue efecto cambiario puro.
¿En qué país la tasa a 10 años se descompuso más?
Los “BTN” brasileños y los “M” mexicanos igualaron trayectoria y porcentaje de enero a febrero. Por sus picos los reconoceréis: los Bônus do Tesouro resultaron más dañados. Su tirón final de 150 puntos reflejó la recaída del real, mientras los “M” oscilaban en canal bajista, a un tris de su menor porcentaje del año.
En proporción, el salto de las tasas en Brasil superó al alza cambiaria.
En México, la subida temporal del rendimiento del “M” equivalió a la del dólar.
Le fue mejor a los “BTP” chilenos (línea roja en escala secundaria). Bajaban al inicio de los días críticos, cuando los “BTN” y “M” se disparaban. Luego del susto (alza a 3,75%), y pese a que en proporción subieron más que el tipo de cambio, reaccionaron como de país maduro, marcando pisos históricos.
En Chile, el rendimiento al inversionista, en relación con la inflación, se tornó negativo.
Medidas de emergencia: un banco central prodigioso, otro reacio
En adelante será decisiva la política monetaria. Banco Central do Brasil, que no es independiente y podría seguir directrices del ejecutivo, no escatimó medidas ni montos. Emuló a la Fed. En su página web desglosa sus medidas excepcionales para intentar paliar los efectos del COVID-19. Son tantas que cuesta resumir: recorte a 3,75% de la tasa Selic (se venía otra reducción más contundente). Al sumar inyecciones de liquidez, líneas de crédito a bancos para financiar nóminas de empresas pequeñas y medianas, préstamos, recompra de operaciones en moneda extranjera, y otras, los estímulos directos e indirectos superaban 600 mil mdd, 31% del PIB (dato nominal de FMI al cierre de 2019).
Tampoco el de Chile. En su página detalla cuatro series de decisiones extraordinarias. La crucial: bajó la tasa a un histórico 0,50% (hace un año era de 3,00%). Entre inyecciones de liquidez, coberturas cambiarias (reportos, ventas de dólares, swaps, forwards, recompras de papel, etc.), compras de bonos bancarios y líneas especiales o adicionales a los bancos para dar préstamos y refinanciamiento a hogares y empresas, su apoyo ascendía a 58 mil millones de dólares, 20,4% del PIB nominal.
El reacio ha sido Banxico. Con la importancia de minimizar la tasa para impulsar la economía, la redujo a 6,0%, un porcentaje acorde a la pretensión contraria: enfriarla. Y eso que la inflación local fue negativa en marzo (-0,05%). Juntando el apoyo del BID para empresas medianas, pequeñas y particulares, con el programa de coberturas, los estímulos ascienden a alrededor de 60 mil mdd. ¿Más que Chile? Mucho menos: 4,7% del PIB nominal.
¿Bajar la referencia debilita la moneda? Se valida en Brasil; se invalida en Chile. No hay verdades absolutas. Por eso IPC y M bonos, “alentados” con tímidas medidas monetarias, sufrieron menos que los brasileños, lubricados con sendos montos inusuales. La bolsa y la economía mexicana requieren más.
Las afectaciones por la caída del crudo (Brasil y México) o del cobre (Chile) que perdió menos, dan para más análisis, junto o adicional al de las cuestiones fiscales.