Tras el obligado paréntesis protagonizado por el COVID-19, Azvalor Asset Management regresa de nuevo a la Escuela Complutense de Verano con la tercera edición del curso de value investing, bajo el título «Inversión en valor: Un modelo de gestión diferencial y rentable», que tendrá lugar los días 10 y 11 de julio en el Real Centro Universitario María Cristina de El Escorial.
El programa está dirigido a todos aquellos alumnos que tengan interés y curiosidad en el mundo financiero, ya sean estudiantes, profesionales del sector o inversores particulares. Se trata de una iniciativa académica abierta a todos en el marco de la labor de divulgación y educación financiera que viene desarrollando Azvalor desde su fundación en 2015, y que constituye una de las señas de identidad de la gestora.
Entre los ponentes del curso se encuentran expertos de primer nivel como Aristóbulo de Juan (exdirector general de inspección del Banco de España y antiguo asesor financiero del Banco Mundial), Enrique Marazuela (expresidente de CFA Society Spain y actual director para Asuntos Económicos y Relaciones con Empresas de la Universidad Pontificia de Comillas), Ángel Martínez Aldama (economista y presidente de Inverco) y José Ignacio del Castillo (especialista en Escuela Austríaca de Economía y profesor en el máster de Value Investing del OMMA). Además, participarán activamente los socios fundadores y codirectores de inversiones de Azvalor, Álvaro Guzmán de Lázaro y Fernando Bernad.
Cabe destacar que aquellos alumnos que así lo soliciten podrán validar el curso como 12 horas de formación para la recertificación de MIFID II, siempre en aquellos casos que hayan asistido a todas las sesiones del curso y cumplimenten una evaluación final.
Con el fin de promover la cultura financiera entre los más jóvenes, los alumnos menores de 26 años que sean partícipes de Azvalor tendrán un 50% de descuento en el precio de matrícula que financiará Azvalor, única gestora que realiza cursos de verano con la Universidad Complutense.
Se puede encontrar información del programa completo del curso y realizar las inscripciones en la web.
El número 30 y correspondiente a junio de 2023 de la revista de Funds Society España ya está en la calle y los suscriptores españoles lo han estado recibiendo en los últimos días.
En el audio intervienen expertos que han colaborado en la elaboración de los temas de esta revista, como Leonardo Fernández, director del canal intermediario para España y Portugal de Schroders, o Patricia López, directora de Negocio y Ventas de TREA AM, que defienden que depósitos y cuentas son instrumentos complementarios a los fondos, y hablan de sus alternativas más conservadoras, incluyendo los fondos buy&hold y garantizados.
Sobre los ELTIFs, el equivalente a los UCITS europeos en materia de inversiones alternativas e ilíquidas, hablan expertos como Borja Fernández Canseco, Institutional Business Director para España de Schroders, Fabio Osta, Head of EMEA Wealth for BlackRock Private Markets, José Luis González Pastor, Managing Director del equipo de Private Equity de Neuberger Berman y Lorenzo Coletti, Senior Sales Manager de Pictet AM en España y Latinoamérica.
Las gestoras se están moviendo al entrar en el segmento de planes de pensiones beneficiado por la reforma del Ministerio: los planes de empleo y los planes de pensiones para autónomos. Ambas categorías han visto aumentar los límites con exenciones fiscales y, aunque el proceso de crecimiento será lento, ahora son un nuevo nicho de mercado por explorar. Carlos González, director de relación con inversores de Cobas Asset Management, nos cuenta las claves de su último lanzamiento: Cobas Empleo 100, y José González, director de Pensiones y Previsión Colectiva de Santander AM España, explica las soluciones de previsión colectiva que ofrece la entidad a sus clientes.
Andbank España, entidad especializada en banca privada, ha incorporado a Carlos Navarro, que procede de Indosuez, como agente financiero en Bilbao. Navarro cuenta con más de 30 años como profesional en gestión patrimonial.
Carlos Navarro es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad del País Vasco. Estudió un MBA en el Instituto de Empresa y posee la acreditación EFPA.
Navarro, con más de tres décadas en gestión patrimonial, comenzó su trayectoria profesional en MEFF. Después ocupó el cargo de director de renta variable y renta fija en Axa Seguros, donde ejerció de responsable del servicio de fondos de inversión y fondos de pensiones. Posteriormente formó parte de Deutsche Banca Privada y su última etapa profesional, antes de su llegada a Andbank, ha sido en Indosuez.
La entidad, presente en España desde hace más de diez años, cerró 2022 con un volumen de negocio de 18.805 millones de euros. Cuenta con una de las mayores redes de profesionales especializados en banca privada del mercado español con 24 centros de banca privada, 144 banqueros, 127 agentes financieros y 67 contratos con ESIs.
El modelo de negocio de Andbank España se basa en ofrecer un servicio integral de gestión patrimonial a través de especialistas en diversos ámbitos: gestión de inversiones y mandatos personalizados, planificación patrimonial y fiscal o inversiones alternativas y ESG.
La gestora Diagonal Asset Management continúa con la ampliación de su equipo, en paralelo a su objetivo para este 2023 de aumentar sus activos bajo gestión y reforzar sus divisiones. Este mes ha incorporado en su oficina de Barcelona a Cristina Verdú como directora de Administración y BackOffice.
Esta nueva incorporación es una muestra más del crecimiento de Diagonal AM y de su compromiso en implementar mejoras operativas y de atención a todos los partícipes de la cadena de valor de una gestora de activos: desde los clien- tes minoristas o mayoristas, a las comercializadoras u otras gestoras.
Cristina Verdú tiene una larga trayectoria y experiencia contrastada en el sector del asesoramiento financiero y las gestoras de inversión. Proviene directamente de Trea Asset Management, donde ha desarrollado el cargo de Head Client Services.
Anteriormente estuvo en el equipo Sa Nostra (compañía de seguros de vida Vida participada de Caser), en BMN Gestión de Activos y en Caixa Penedès Gestió SGIIC, SA.
Diagonal Asset Management gestiona las carteras de inversión de sus clientes a medida y apuesta por activos focalizados en la responsabilidad social, medioambiental y de gobernanza corporativa. Cuenta con oficina en Barcelona y un equipo altamente especializado de expertos en el asesoramiento y gestión patrimonial.
Flossbach von Storch refuerza su negocio con el nombramiento de Natasha Latich como nueva responsable de Distribución Internacional. Latich llega procedente de Allianz Global Investors (Allianz GI) y se encargará, entre otras tareas, de impulsar la distribución de fondos en los mercados internacionales.
Además del mercado alemán, los fondos de inversión de la gestora alemana Flossbach von Storch también se distribuyen en Italia, España, Portugal, Austria, Bélgica, Liechtenstein, Luxemburgo y Suiza.
“Natasha Latich conoce muy bien las especificidades de los mercados internacionales y las necesidades de nuestros socios de distribución locales; además, está muy bien conectada con los representantes del sector», afirma Kurt von Storch, fundador y director general de Flossbach von Storch. «Estamos muy satisfechos de poder contar con ella”, sentencia.
Natasha Latich ha trabajado para AllianzGI durante unos 16 años, en la última fase como Managing Director, Head of Global Banks en Múnich. Anteriormente, también ocupó diversos cargos para la empresa en Singapur y Nueva York.
Travis Spence, nuevo responsable del negocio de ETFs de JP Morgan AM para Europa, Oriente Medio y África, lo tiene claro: “Los ETFs activos son una de las áreas de crecimiento más emocionantes del mercado”. Spence ha estado recientemente de visita en Madrid para presentar con mayor detalle los planes de la firma para mantener y engordar su posición dominante en este segmento del mercado.
De hecho, según datos proporcionados por JP Morgan AM, ya es la gestora que ha atraído más flujos de entrada hacia ETFs activos en el espacio UCITS en lo que va de año, con un incremento del 46% en las suscripciones netas; en EE.UU. ocupa el segundo puesto, por detrás de DFA, con un 28% de los flujos netos en 2023. En total, el patrimonio de la gestora en ETFs tanto activos como pasivos (la firma tiene una gama más convencional que denomina “beta builders”) asciende a 120.000 millones de dólares.
La industria de ETFs en números
Spence ofrece un rápido repaso de la situación actual de la industria global de ETFs y aporta argumentos para justificar el tremendo potencial de crecimiento que ve su compañía en el segmento de los ETFs activos. Cabe recordar que, JP Morgan AM concibe el ETF como una carcasa, una tecnología o una herramienta con la que permitir a los clientes el acceso a algunas de sus estrategias más brillantes en formato ETF, es decir: con transparencia y comisiones más bajas. “No existen límites en lo activos que queramos ser con los ETFs”, afirma Spence.
El experto explica que actualmente se calcula que hay hasta 250 billones de dólares en activos susceptibles de ser invertidos a nivel global. De esta suma, 39 billones están gestionados a través de fondos de inversión, mientras que solo hay 11 billones en ETFs, de los cuales, a su vez, el patrimonio en formato UCITS se encuentra en 1,4 billones.
El dato interesante para Spence es que el patrimonio invertido en ETFs ha crecido a un ritmo del 24% anual en los últimos 20 años, es decir, que se ha duplicado cada cinco años de forma consistente desde 2003. “Cada vez más inversores buscan estos productos porque les resulta más fácil acceder, son productos transparentes y todavía ofrecen margen para el descubrimiento de precios”, indica. El experto calcula, por tanto, que el patrimonio podría alcanzar los 20 billones de dólares en 2027, e identifica tres motores detrás de este crecimiento meteórico: la adopción continuada de ETFs por cada vez más inversores, el desarrollo de los ETFs activos y, en particular, el desarrollo de nuevos ETFs de renta fija.
En cuanto al ritmo de adopción, Spence afirma que “existe el mito de que el crecimiento de la demanda es más rápido en EE.UU.; en realidad es en Europa donde se están registrando tasas más rápidas. Es cierto que se parte de una base más baja, pero vemos una tasa de crecimiento orgánico elevada”. En concreto, la firma indica que el acumulado de flujos hacia ETFs en Europa ha ascendido 72% entre 2018 y 2022, frente al crecimiento del 63% registrado en EE.UU. en el mismo periodo.
Dicho esto, y a pesar de las magnitudes que muestra el experto, lo cierto es que la porción del patrimonio gestionado a través de ETFs activos con formato UCITS representa tan solo el 2% del total. Spence se muestra optimista, no obstante, dado que señala que los flujos crecieron un 3% en 2022 y en lo que va del 2023 ya están en el 6%.
Un largo camino hacia la cima
JP Morgan AM tiene el firme propósito de convertirse en la gestora de referencia en el segmento de los ETFs activos. La firma, pionera en el desarrollo de esta clase de instrumentos, ha hablado de esta ambición a través de diversos portavoces, como su CEO George Gatch, que afirmó el pasado mes de marzo en un foro de prensa organizado por la firma en Londres: “Hemos llegado tarde a la fiesta de los ETFs pasivos, pero hemos llegado pronto a los ETFs activos”. Travis Spence añade: “La construcción de capacidades para seguir desarrollando estos productos se ha convertido en una de nuestras mayores prioridades, porque queremos ser el proveedor líder de ETF activos”.
La gama actual de ETFs activos de la firma está compuesta por 18 productos, de los cuales 16 son artículo 8 o artículo 9. De ellos, hay cuatro productos en el top 10 de ETFs activos, incluyendo los dos ETFs de gestión activa más grandes del mercado, el JPMorgan Ultra-Short Income ETF (JPST) y el JPMorgan Equity Premium Income ETF (JEPI).
Spence afirma que ahora mismo la firma está apostando mucho por la innovación de producto, hasta el punto de que planean lanzar entre 20 y 25 productos a nivel global durante el próximo año. La estrategia se centra en identificar cuáles son las estrategias de la extensa familia de fondos de inversión de la casa y ponerles la vitola de ETF para hacérselo llegar a nuevos tipos de inversores, dado que han constatado, como explica Spence, que “los clientes que demandan ETFs activos son diferentes a los clientes que quieren fondos”, algo aplicable tanto en EE.UU. como en territorio europeo.
El responsable de desarrollo de negocio afirma que la industria de ETFs está experimentando una evolución en el concepto de uso de este tipo de vehículos: “Los inversores ya se sienten más cómodos con el uso de fondos cotizados y esto nos permite ir más allá y proponerles ETF activos”, defiende. De hecho, la visión del experto es que la industria realizará la transición desde el modelo “building blocks” que impera actualmente (utilizar ETFs con distintas exposiciones para construir carteras más o menos personalizadas) a un modelo en el que imperará la combinación de ETFs activos, ETFs temáticos y ETFs con criterios ESG.
Hay vida en el segmento de bonos convertibles (cocos o AT1) después de la quiebra de Credit Suisse. Este mercado ha estado bajo escrutinio de los inversores tras la quiebra de la entidad suiza. Pero a mediados de junio, BBVA realizó una colocación con éxito de este tipo de deuda con un tamaño de 1.000 millones de euros; un tipo de interés del 8,375%, y una ventana de amortización anticipada en diciembre de 2028.
Eoin Walsh, gestor de TwentyFour AM (Vontobel), reconoce que algunas emisiones menores ya reabrieron el mercado unos días antes, pero la operación del banco español “podría ser un acontecimiento positivo muy importante para el mercado de AT1, y convertirse en el catalizador que los inversores han estado esperando para ayudar a que los diferenciales se estrechen durante los meses de verano”.
El experto reconoce que no le sorprendería “ver que el precio inicial (IPT) se endurece a partir de aquí, lo que servirá para resaltar lo atractivas que creemos que son las rentabilidades secundarias en los AT1, no sólo para los competidores españoles de BBVA, sino también para los otros grandes campeones nacionales de toda Europa”.
Además, explica que dado que la mayoría de los bonos del índice AT1 siguen cotizando a perpetuidad, “la posibilidad de emitir nuevos títulos de deuda volverá a poner de relieve el riesgo de apostar contra la amortización de bonos, especialmente cuando cotizan con descuentos significativos sobre su par”. De hecho, dados los precios a los que cotizan los AT1, “los yields to call pueden ser hasta 200-300 puntos básicos más altos que los yields to perpetuity, que son los rendimientos utilizados en el índice ICE Boa AT1, por ejemplo”, asegura Walsh. Si la mayoría de esos AT1 se ejecutan en su primera amortización, “el rendimiento real obtenido debería ser significativamente superior al que indican los datos del índice”, afirma.
En este contexto, Federated Hermes ha esbozado siete razones clave por las que es esencial restaurar la confianza y el compromiso de los inversores en esta clase de activos. Filippo Alloatti, director de Finanzas (Crédito) de la firma, destaca que “los AT1 deberían cotizar dentro del coste genérico del 10% de los fondos propios de los bancos europeos y británicos que cotizan en bolsa”. En términos más generales, la clase de activos desempeña un papel importante por las siguientes razones clave:
1.- Tamaño: El mercado de AT1 es importante para el capital de los bancos, con más de 245.000 millones de dólares en circulación. Por lo tanto, un mercado de AT1 que funcione desempeña un papel significativo en la fijación de precios de otros pasivos bancarios mucho mayores, como los bonos preferentes.
2.- Consecuencias imprevistas: Sin los AT1, los bancos tendrían que mantener más capital ordinario (CET1), lo que restringiría su capacidad de préstamo. Esto, a su vez, reduciría la rentabilidad sobre fondos propios (ROE) prevista.
3.- Apoyo normativo: Los reguladores ya han respaldado esta clase de activos en periodos difíciles (por ejemplo, la caída del precio del petróleo en enero de 2015, durante el covid en marzo de 2020 o en primer trimestre de 2023 tras el evento de Credit Suisse). Si los reguladores quieren que esta clase de activos resurja tras el desplome, entonces necesita más seguridad y atributos similares a los de la renta fija.
4.- Tipos: Los bancos centrales están cerca de llegar al tope en las subidas de tipos, o no muy lejos. Esto debería respaldar unos precios al contado deprimidos.
5.- Oferta: La oferta ha sido inexistente desde la desaparición de Credit Suisse. Los bancos están registrando un exceso de ratios CET1 y la mayoría de las peticiones del 2023 han sido prefinanciadas.
6.- Fundamentos: Sólidos resultados en el primer trimestre; beneficios de la normalización de los tipos (mayor NII), capital elevado, financiación estable y perspectivas estables de la calidad de los activos. Con divulgaciones notablemente mejoradas (depósitos, CRE, etc.).
7.- Precios: Sólo alrededor del 10% del mercado cotiza a primera compra. Teniendo en cuenta la historia, esto es demasiado duro, ya que el mercado acabará diferenciando entre emisores.
Foto cedidaBertrand Rocher, co responsable de renta fija en Mirova
Bertrand Rocher es gestor de carteras y analista sénior de crédito en Mirova, una filial de Natixis Investment Managers que se dedica a la inversión sostenible.
Se unió al equipo de inversiones de renta fija de Mirova en 2018, después de pasar ocho años en Ostrum Asset Management liderando un equipo de analistas a cargo de los sectores cíclicos y de alto rendimiento. Además de trabajar en Mirova, es profesor de valoración de acciones en SciencesPo.
¿Cómo empezaste tu carrera en inversión sostenible? Fui analista de crédito especializado en el sector automovilístico durante unos 20 años y tenía que pasar cada vez más tiempo analizando las consecuencias del endurecimiento de las regulaciones en materia de emisiones para los fabricantes de vehículos ligeros.
Básicamente, cuando estaba empezando mi carrera, en el caso de algunos fabricantes de coches, cuanto más CO2 [dióxido de carbono] y NOx [óxido de nitrógeno] emitían sus productos, más amplios eran sus márgenes. Hasta cierto punto, cuanto más perjudicaban estos actores económicos la salud de las personas, mayor era su capacidad para obtener beneficios.
Esto empezó a cambiar, sin embargo, a mediados de la década de los 2000 y descubrí, casi de manera natural, cómo el hecho de que los inversores adoptaran prácticas ESG podía ayudar a solucionar este problema. Luego, en una de las empresas para las que trabajé, me dieron la oportunidad de poner en marcha un proceso para crear e implementar una metodología que sirviese para integrar los factores ESG en las calificaciones crediticias, una tarea que pude llevar a buen puerto con la ayuda de Agathe Foussard, que actualmente es mi cogestora de carteras en el fondo Mirova Euro Short Term Sustainable Bond.
Cuando se me presentó la oportunidad de unirme a Mirova, la aproveché sin dudar. Por ejemplo, durante los primeros cuatro o cinco meses, tuve total libertad para implementar mis ideas acerca de cómo se puede combinar una trayectoria ESG y una trayectoria económica positivas con cualquier valor en particular. Y ahora se me ha encomendado la misión de implementar los factores ESG en la gestión de carteras de los fondos de renta fija de Mirova, junto con Agathe y el resto de gestores de carteras del equipo, Nelson Ribeirinho, Charles Portier y Marc Briand.
¿Por qué despertaron tu interés las emisiones de los automóviles en concreto En 2007, redacté un informe en el que afirmaba que la necesidad de diseñar y fabricar vehículos con un consumo de combustible más eficiente favorecería las fusiones y adquisiciones en el sector, desde fabricantes de vehículos ligeros hasta fabricantes de piezas para coches.
Esto fue una revelación para mí, ya que me hizo ver que estábamos entrando en una nueva época en la que las formas tradicionales de hacer negocios sin preocuparse por el medio ambiente ya no tenían cabida. Estaba claro que las consecuencias para el medio ambiente no se acabarían a menos que empezáramos a ir hacia una economía con bajas emisiones de carbono. Esto es vital para proteger nuestra prosperidad. Es decir, un aumento de las temperaturas no beneficiaría nada a las empresas.
¿Qué hace que Mirova sea diferente de otros inversores sostenibles? Como inversor pequeño en el sector de la renta fija que se ha especializado en la inversión ESG desde sus comienzos, nos hemos ganado el respeto en el ámbito de los bonos verdes, sociales y sostenibles. En este sentido, cada vez que un emisor viene al mercado en busca de inversores verdes o inversores especializados en ESG, siempre somos uno de los primeros a los que llama.
Y gracias a nuestra reputación y visibilidad en el mercado, nos ha resultado más fácil establecer contactos y mantener discusiones abiertas con los emisores. Muchos de ellos acuden a nosotros antes de tener listo su programa de bonos verdes. Muchas veces, solo quieren hablar de los aspectos que nosotros, como gestores de inversiones sostenibles, buscamos en una emisión de bonos verdes. Quieren que les demos ideas acerca de cómo mejorar su programa de bonos verdes y la gobernanza del mismo.
Establecemos un contacto con el emisor antes de que nuestro equipo de renta fija invierta en él. Y este contacto se hace a través de un miembro de nuestro equipo de ESG, además de nuestro equipo de renta fija, para tener siempre una combinación equilibrada de perspectivas financieras y de sostenibilidad. Esto es así durante todo el tiempo que dura la inversión.
Este enfoque se traduce en un engagement claro y una relación muy abierta con el emisor. Cuando este y otros emisores quieren presentar sus proyectos de sostenibilidad, buscan a Mirova por nuestro conocimiento especializado en inversiones en esta área.
Combatir la contaminación por metano es importante para la sociedad, ya que tiene aproximadamente 80 veces más poder de calentamiento que el dióxido de carbono y, a pesar de no ser tan duradero, determina el ritmo del calentamiento global a corto plazo. Cada vez se reconoce más que las fugas de metano del sector del petróleo y gas se han subestimado y constituyen un riesgo climático mucho mayor de lo previsto. Es importante que las empresas sepan que los inversores quieren que hagan más al respecto.
Desde el punto de vista de la inversión, existe un claro incentivo financiero para animar a las empresas del petróleo y gas a reducir las fugas de metano, especialmente cuando los precios del gas son altos. Para que el sector del petróleo y gas siga promoviendo el gas como combustible de transición y alternativo al carbón con la mitad de emisiones, es necesario abordar las emisiones de metano que conlleva. La valoración de las empresas del petróleo y gas se ve cada vez más afectada y determinada por factores más amplios, como la tarificación del carbono, la evolución hacia la energía y el transporte sostenibles, y la presión de los inversores para que cumplan objetivos sostenibles. Los inversores activos pueden implicarse con las empresas para alentarlas a compartir las mejores prácticas, a ofrecer una imagen más clara y completa de sus emisiones y a fijar objetivos de reducción más sólidos que incluyan todos sus activos. Estos esfuerzos pueden ayudar a las empresas del sector del petróleo y gas a mejorar sus credenciales de sostenibilidad y, en definitiva, a que los inversores puedan tomar decisiones de inversión con conocimiento de causa.
A lo largo de los últimos doce meses, el equipo de análisis e implicación ASG de Janus Henderson, en colaboración con ciertos equipos de inversión, se ha implicado con varias de las principales empresas europeas del petróleo y gas con respecto a las emisiones de metano, con el fin de determinar si estaban haciendo lo suficiente para abordar el problema. Los objetivos eran entender el nivel de visibilidad que tienen las empresas sobre esta cuestión y las medidas que han adoptado, valorar los obstáculos para lograr la combustión cero y, en definitiva, eliminar todas las emisiones de metano de sus actividades.
Con nuestra implicación, llegamos a la conclusión de que, aunque las empresas habían hecho avances importantes en la detección de fugas de metano y en la gestión de las operaciones con mayores emisiones en los últimos cinco años, nos decepcionó comprobar que los activos no operados rara vez figuraban en los informes. Esto es importante, ya que las emisiones de metano de las empresas conjuntas deben medirse con exactitud para poder ser gestionadas. Desde entonces, hemos alentado a las empresas a ampliar el alcance de los informes sobre metano, para que los inversores tengan una perspectiva totalmente clara de la exposición a los activos contaminantes y, lo que es más importante, para que se incluyan en los objetivos de emisiones. En nuestras conversaciones más recientes con las empresas, nos complace saber que se avanza por esa vía. Seguiremos supervisando la información sobre el metano y los avances en la reducción de emisiones.
A continuación, detallamos las principales conclusiones de nuestra implicación:
Los datos están mejorando, pero las emisiones de metano siguen sin comunicarse lo suficiente. La industria está dando pasos positivos en determinados ámbitos. Algunos ejemplos son:
Los programas de detección y reparación de fugas son ya habituales.
Las empresas utilizan cada vez más los datos disponibles por satélite*.
Se están tomando medidas para abordar operaciones que requieren procesos más sencillos (p. ej., sustituir los purgadores de gas, redirigir el gas o diseñar fugas en instalaciones antiguas).
Sin embargo, existe una disparidad cada vez mayor entre estas medidas positivas y la mayor cobertura mediática sobre la constante (y en algunos lugares creciente) contaminación por metano procedente del sector del petróleo y gas.
Uno de los problemas principales es que la mayoría de las empresas no incluyen los activos no operados (empresas conjuntas y/o participaciones en capital) en su recopilación de datos, publicación de informes u objetivos. Esto significa que la mayoría de los objetivos de reducción de la intensidad de metano de las empresas y los compromisos de eliminar la quema en antorcha solo cubren los activos operados, por lo que los inversores no tienen una perspectiva totalmente clara de la verdadera exposición de una empresa a los puntos calientes de metano o superemisores.
La colaboración del sector es necesaria para abordar los aspectos problemáticos
Por tanto, el debate sobre el metano debe salir del ámbito de la reducción de las emisiones de metano de las operaciones de las empresas cotizadas en bolsa y ampliarse a un debate más amplio sobre las alianzas, las políticas públicas y la colaboración del sector (en particular, trabajar con empresas privadas y estatales en las que no existe visibilidad). Según el Global Gas Flaring Tracker de 2022, hay varios países que son superemisores, a saber, Rusia, EE. UU., Irak, Irán, Argelia, Nigeria, Venezuela, y algunos nuevos: México, Libia y China. Estos países suponían el 75% de toda la quema de gas y el 50% de la producción mundial de petróleo en 2021. A pesar de algunos compromisos con la iniciativa del Banco Mundial «Eliminación de la Quema Regular de Gas para 2030», solo EE. UU. ha lograr mejorar la intensidad de la quema de su producción de petróleo.
Se requiere una colaboración más estrecha entre los sectores público y privado para hacer frente a estos puntos calientes de metano, y los inversores deberían promover el intercambio de conocimientos para mejorar estas operaciones, en lugar de ceder los activos a los gobiernos o a propietarios de capital riesgo, lo que reduce potencialmente la visibilidad y la rendición de cuentas.
Es positivo que la normativa se centre más en las emisiones de metano. En el marco de los objetivos de la Ley de reducción de la inflación de 2022 (IRA, por sus siglas en inglés) para impulsar las energías limpias, la Administración Biden también ha puesto el foco en las emisiones de metano del sector del petróleo y gas, ofreciendo 1.500 millones de dólares en incentivos para el control y la mitigación del metano, además de sanciones para las altas emisiones de metano.4 Los esfuerzos gubernamentales y las alianzas industriales son fundamentales para avanzar. En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26 celebrada en 2021, 100 países se comprometieron a reducir las emisiones de metano un 30% hasta el año 2030, y se ha desarrollado el marco de información O&G Methane Partnership 2.0 como norma de referencia para informar sobre el metano.
Los objetivos de reducción podrían no ser suficientemente sólidos
Dada la falta de datos precisos disponibles al público, resuelta difícil establecer comparaciones entre las grandes empresas del petróleo y gas por lo que respecta a la exposición al metano, la gestión del problema y el futuro riesgo para la reputación.
La mayoría de las empresas del petróleo y gas se han fijado objetivos de reducción de la intensidad de metano (emisiones como porcentaje del gas natural que sale al mercado) del 0,2%, acordes con la Iniciativa Climática de Petróleo y Gas, y se han sumado a la iniciativa Eliminación de la Quema Regular de Gas («ZRF»). Sin embargo, el compromiso ZRF no incluye la quema en antorcha de los activos no operados.
Esto lleva a cuestionarse si los objetivos de ZRF y de reducción de metano son suficientemente ambiciosos. Una vez que las empresas dispongan de mayor visibilidad y de un mayor número de operaciones sometidas a continua supervisión, los inversores deberían presionar para que se fijen objetivos más estrictos de reducción absoluta de metano y, en concreto, objetivos de reducción de las empresas conjuntas no operadas, con una mayor transparencia sobre cómo se están alcanzando.
Es importante que los inversores ejerzan presión sobre las empresas para que auditen de manera externa sus emisiones de metano con el fin de reducir el riesgo de ofrecer información inexacta y detectar mejor los aspectos problemáticos que puedan abordarse en consecuencia. Conforme mejore la tecnología, los datos sobre emisiones serán más fiables, aunque las empresas deben aplicar una combinación de enfoques de medición ascendentes (p. ej., escáneres infrarrojos de mano) y enfoques descendentes (como mediciones aéreas con aviones o drones) para medir con mayor exactitud las emisiones fugitivas.
Los inversores deben pedir claridad sobre los datos que las empresas del petróleo y gas están captando y supervisando, para confirmar si incluyen todos los activos operados y no operados, las plataformas terrestres y marinas, y toda la logística de transferencia, incluido el transporte marítimo.
Tribuna de Olivia Gull, analista de Gobernanza e Inversión responsable, y Ben Lofthouse, responsable de Rentas de Renta variable global en Janus Henderson Investors.
A raíz del colapso del Silicon Vally Bank (SVB) y el contagio que generó dentro del sector bancario estadounidense primero y europeo después, Capital Group realizó un análisis de cuatro escenarios distintos, considerando cómo se comportaría la renta variable global y la política monetaria de la Fed en cada caso.
El primero de estos escenarios se llama “Flexibilización cuantitativa al rescate”, y en él, a pesar de los mejores esfuerzos, la fuga de depósitos continúa y el contagio se propaga. Como consecuencia, la Reserva Federal de Estados Unidos relaja su política monetaria.
En este escenario, las acciones cotizan en rango.
A la segunda opción que plantea Capital Group la denomina “Rally de alivio global”. En este caso, el riesgo de contagio es contenido. Sin embargo, con mucha cautela, la Fed reduce las tasas de política monetaria.
En este escenario las acciones experimentan un repunte.
Los otros dos escenarios son más negativos, ya que tienen en cuenta un contagio financiero.
Uno de éstos se llama “Crisis bancaria 2.0”, y considera un aumento de la fuga de depósitos mientras la Fed mantiene las tasas ajustadas para combatir la inflación.
Como consecuencia, las acciones están bajo presión.
El último escenario que considera Capital Group es el de un “Endurecimiento monetario”. En esta opción, la Fed mantiene su lucha contra la inflación mientras detiene efectivamente el contagio más amplio.
Por ende, las acciones se mantienen en rango.
Todos estos escenarios reflejan el análisis del equipo de Capital Group al 15 de marzo de 2023. Después de aquella fecha, los bancos siguieron atravesando problemas; por ejemplo, el First Republic Bank fue adquirido hace poco más de un mes por JPMorgan Chase tras sufrir problemas de liquidez.