Existen tres factores macroeconómicos que siguen ocupando un lugar destacado en las agendas.
El primero, el reajuste geopolítico. Las tensiones, las elecciones y los cambios políticos que conducen a la descentralización de las cadenas de suministro, el proteccionismo y los cambios de poder están influyendo claramente en el flujo de dinero y en las decisiones de los inversores.
En segundo lugar, los cambios demográficos. Las personas están cambiando su forma de vivir, trabajar y los productos o servicios que consumen, y determinados sectores y empresas se beneficiarán de ello.
El tercer factor es el coste del capital. La subida de los tipos de interés afecta a todas las empresas, pero las más débiles se ven especialmente afectadas. Esto significa que la marea no levantará todos los barcos y que habrá una mayor dispersión entre los ganadores y los perdedores, los que tienen y los que no tienen.
Hay varios temas comunes que se cuestionan los inversores en el marco de este contexto macroeconómico.
Uno de ellos es el retorno de la gestión activa. Los inversores comprenden la importancia de poder seleccionar las acciones, bonos y otros valores que mejor puedan aprovechar los factores macroeconómicos. La preferencia de los inversores por la gestión activa frente a la pasiva está cada vez más extendida. Esto es cierto en el ámbito de los fondos de inversión y también en el creciente interés por nuevos vehículos, como los ETF activos de renta fija y renta variable.
Ahora, a nivel de asignación regional, cuando los inversores piensan en el realineamiento geopolítico, EE. UU. sigue siendo generalmente el centro de atención tanto para la renta variable como para la renta fija. Y también hay un creciente interés y oportunidades de inversión fuera de EE. UU., lo que no habíamos visto en mucho tiempo. Esto es especialmente cierto en lo que respecta a la inversión en los países de Europa Occidental, incluido el Reino Unido, y en los mercados desarrollados de Asia. Los mercados emergentes de Asia aún no despiertan mucho interés, pero creemos que podrían hacerlo en el próximo año, y hemos invertido en ellos como empresa. Dicho esto, los mercados emergentes en general parecen estar volviendo a ser el centro de atención, ya se trate de renta variable o deuda, exposición pública o privada.
Otro tema habitual es el creciente interés por las inversiones que aprovechan la innovación. Así, la biotecnología y la tecnología son especialmente interesantes dadas las macrotendencias demográficas y de coste de capital. Por supuesto, la IA está en la mente de todos, tanto como inversión como para mejorar el funcionamiento de sus propias organizaciones.
Por otra parte, el mayor coste del capital también está vinculado a un mayor interés por la renta fija, en particular las carteras multisectoriales, los activos titulizados y las carteras regionales dirigidas a lugares como Australia, Japón y el Reino Unido en particular.
En cuanto a la prestación de servicios, los inversores están más interesados en la adaptación y la personalización masivas, que se están convirtiendo en verdaderas apuestas. Los inversores quieren sentir que sus socios de gestión de activos comprenden sus necesidades específicas, y esta será una tendencia del sector durante algún tiempo.
Por último, estas necesidades de nivel de servicio reflejan un alejamiento de los productos individuales en favor de las soluciones, especialmente entre los inversores más sofisticados. Esto se extiende a las expectativas de gestión de carteras integradas.
Otras formas de lograr los resultados específicos que buscan los inversores incluyen estrategias equilibradas de renta variable y renta fija, multiestrategia, superposiciones cuánticas y carteras modelo, y ofertas híbridas que combinan valores públicos y privados. Algo que cada vez vemos más. En particular las superposiciones de equilibrio y cuantitativas, parecen ser un objetivo real de los inversores que quieren alejarse de los mercados monetarios o del efectivo para asumir un poco más de riesgo de inversión, pero no quieren llegar hasta el final. Y sigue habiendo un montón de efectivo al margen, algo que hemos oído literalmente en todo el mundo.
En resumen, hay más optimismo del que hemos visto en mucho tiempo respecto a las novedades que se presentan. Y este es un momento emocionante en el que conocer a los inversores, comprender sus necesidades y ser capaces de ofrecer las soluciones adecuadas a sus problemas.
Tribuna de opinión de Ali Dibadj, Consejero Delegado de Janus Henderson.
Para profesionales financieros de EE.UU. que dan servicio a inversores fuera de EE.UU.
Sólo para inversores profesionales y cualificados.
Existen tres factores macroeconómicos que siguen ocupando un lugar destacado en las agendas. El primero, el reajuste geopolítico. Las tensiones, las elecciones y los cambios políticos que conducen a la descentralización de las cadenas de suministro, el proteccionismo y los cambios de poder están influyendo claramente en el flujo de dinero y en las decisiones de los inversores.
En segundo lugar, los cambios demográficos. Las personas están cambiando su forma de vivir, trabajar y los productos o servicios que consumen, y determinados sectores y empresas se beneficiarán de ello.
El tercer factor es el coste del capital. La subida de los tipos de interés afecta a todas las empresas, pero las más débiles se ven especialmente afectadas. Esto significa que la marea no levantará todos los barcos y que habrá una mayor dispersión entre los ganadores y los perdedores, los que tienen y los que no tienen.
Hay varios temas comunes que se cuestionan los inversores en el marco de este contexto macroeconómico.
Uno de ellos es el retorno de la gestión activa. Los inversores comprenden la importancia de poder seleccionar las acciones, bonos y otros valores que mejor puedan aprovechar los factores macroeconómicos. La preferencia de los inversores por la gestión activa frente a la pasiva está cada vez más extendida. Esto es cierto en el ámbito de los fondos de inversión y también en el creciente interés por nuevos vehículos, como los ETF activos de renta fija y renta variable.
Ahora, a nivel de asignación regional, cuando los inversores piensan en el realineamiento geopolítico, EE. UU. sigue siendo generalmente el centro de atención tanto para la renta variable como para la renta fija. Y también hay un creciente interés y oportunidades de inversión fuera de EE. UU., lo que no habíamos visto en mucho tiempo. Esto es especialmente cierto en lo que respecta a la inversión en los países de Europa Occidental, incluido el Reino Unido, y en los mercados desarrollados de Asia. Los mercados emergentes de Asia aún no despiertan mucho interés, pero creemos que podrían hacerlo en el próximo año, y hemos invertido en ellos como empresa. Dicho esto, los mercados emergentes en general parecen estar volviendo a ser el centro de atención, ya se trate de renta variable o deuda, exposición pública o privada.
Otro tema habitual es el creciente interés por las inversiones que aprovechan la innovación. Así, la biotecnología y la tecnología son especialmente interesantes dadas las macrotendencias demográficas y de coste de capital. Por supuesto, la IA está en la mente de todos, tanto como inversión como para mejorar el funcionamiento de sus propias organizaciones.
Por otra parte, el mayor coste del capital también está vinculado a un mayor interés por la renta fija, en particular las carteras multisectoriales, los activos titulizados y las carteras regionales dirigidas a lugares como Australia, Japón y el Reino Unido en particular.
En cuanto a la prestación de servicios, los inversores están más interesados en la adaptación y la personalización masivas, que se están convirtiendo en verdaderas apuestas. Los inversores quieren sentir que sus socios de gestión de activos comprenden sus necesidades específicas, y esta será una tendencia del sector durante algún tiempo.
Por último, estas necesidades de nivel de servicio reflejan un alejamiento de los productos individuales en favor de las soluciones, especialmente entre los inversores más sofisticados. Esto se extiende a las expectativas de gestión de carteras integradas.
Otras formas de lograr los resultados específicos que buscan los inversores incluyen estrategias equilibradas de renta variable y renta fija, multiestrategia, superposiciones cuánticas y carteras modelo, y ofertas híbridas que combinan valores públicos y privados. Algo que cada vez vemos más. En particular las superposiciones de equilibrio y cuantitativas, parecen ser un objetivo real de los inversores que quieren alejarse de los mercados monetarios o del efectivo para asumir un poco más de riesgo de inversión, pero no quieren llegar hasta el final. Y sigue habiendo un montón de efectivo al margen, algo que hemos oído literalmente en todo el mundo.
En resumen, hay más optimismo del que hemos visto en mucho tiempo respecto a las novedades que se presentan. Y este es un momento emocionante en el que conocer a los inversores, comprender sus necesidades y ser capaces de ofrecer las soluciones adecuadas a sus problemas.
Tribuna de opinión de Ali Dibadj, Consejero Delegado de Janus Henderson.
Para profesionales financieros de EE.UU. que dan servicio a inversores fuera de EE.UU.
Sólo para inversores profesionales y cualificados.
Existen tres factores macroeconómicos que siguen ocupando un lugar destacado en las agendas.
El primero, el reajuste geopolítico. Las tensiones, las elecciones y los cambios políticos que conducen a la descentralización de las cadenas de suministro, el proteccionismo y los cambios de poder están influyendo claramente en el flujo de dinero y en las decisiones de los inversores.
En segundo lugar, los cambios demográficos. Las personas están cambiando su forma de vivir, trabajar y los productos o servicios que consumen, y determinados sectores y empresas se beneficiarán de ello.
El tercer factor es el coste del capital. La subida de los tipos de interés afecta a todas las empresas, pero las más débiles se ven especialmente afectadas. Esto significa que la marea no levantará todos los barcos y que habrá una mayor dispersión entre los ganadores y los perdedores, los que tienen y los que no tienen.
Hay varios temas comunes que se cuestionan los inversores en el marco de este contexto macroeconómico.
Uno de ellos es el retorno de la gestión activa. Los inversores comprenden la importancia de poder seleccionar las acciones, bonos y otros valores que mejor puedan aprovechar los factores macroeconómicos. La preferencia de los inversores por la gestión activa frente a la pasiva está cada vez más extendida. Esto es cierto en el ámbito de los fondos de inversión y también en el creciente interés por nuevos vehículos, como los ETF activos de renta fija y renta variable.
Ahora, a nivel de asignación regional, cuando los inversores piensan en el realineamiento geopolítico, EE. UU. sigue siendo generalmente el centro de atención tanto para la renta variable como para la renta fija. Y también hay un creciente interés y oportunidades de inversión fuera de EE. UU., lo que no habíamos visto en mucho tiempo. Esto es especialmente cierto en lo que respecta a la inversión en los países de Europa Occidental, incluido el Reino Unido, y en los mercados desarrollados de Asia. Los mercados emergentes de Asia aún no despiertan mucho interés, pero creemos que podrían hacerlo en el próximo año, y hemos invertido en ellos como empresa. Dicho esto, los mercados emergentes en general parecen estar volviendo a ser el centro de atención, ya se trate de renta variable o deuda, exposición pública o privada.
Otro tema habitual es el creciente interés por las inversiones que aprovechan la innovación. Así, la biotecnología y la tecnología son especialmente interesantes dadas las macrotendencias demográficas y de coste de capital. Por supuesto, la IA está en la mente de todos, tanto como inversión como para mejorar el funcionamiento de sus propias organizaciones.
Por otra parte, el mayor coste del capital también está vinculado a un mayor interés por la renta fija, en particular las carteras multisectoriales, los activos titulizados y las carteras regionales dirigidas a lugares como Australia, Japón y el Reino Unido en particular.
En cuanto a la prestación de servicios, los inversores están más interesados en la adaptación y la personalización masivas, que se están convirtiendo en verdaderas apuestas. Los inversores quieren sentir que sus socios de gestión de activos comprenden sus necesidades específicas, y esta será una tendencia del sector durante algún tiempo.
Por último, estas necesidades de nivel de servicio reflejan un alejamiento de los productos individuales en favor de las soluciones, especialmente entre los inversores más sofisticados. Esto se extiende a las expectativas de gestión de carteras integradas.
Otras formas de lograr los resultados específicos que buscan los inversores incluyen estrategias equilibradas de renta variable y renta fija, multiestrategia, superposiciones cuánticas y carteras modelo, y ofertas híbridas que combinan valores públicos y privados. Algo que cada vez vemos más. En particular las superposiciones de equilibrio y cuantitativas, parecen ser un objetivo real de los inversores que quieren alejarse de los mercados monetarios o del efectivo para asumir un poco más de riesgo de inversión, pero no quieren llegar hasta el final. Y sigue habiendo un montón de efectivo al margen, algo que hemos oído literalmente en todo el mundo.
En resumen, hay más optimismo del que hemos visto en mucho tiempo respecto a las novedades que se presentan. Y este es un momento emocionante en el que conocer a los inversores, comprender sus necesidades y ser capaces de ofrecer las soluciones adecuadas a sus problemas.
Tribuna de opinión de Ali Dibadj, Consejero Delegado de Janus Henderson.
Para profesionales financieros de EE.UU. que dan servicio a inversores fuera de EE.UU.
Sólo para inversores profesionales y cualificados.
Foto cedidaSebastián Velasco, director general de Fidelity International para España, Portugal y Latam
Fidelity ha cumplido 25 años de presencia ininterrumpida en España. De ellos, Sebastián Velasco ha participado de la evolución de la firma en los últimos 16 en calidad de director general para España y Portugal y, más recientemente, también de Latam. Velasco califica el balance de estos 25 años como “muy bueno”, y prefiere poner énfasis en los aspectos cualitativos: “Para mí, el verdadero indicador de éxito es si somos valorados por los clientes con los que trabajamos y hay una relación de confianza, y la respuesta a la pregunta es que sí”. Así, Velasco no duda en calificar a Fidelity International como una de las gestoras de activos que es referente en España.
A pesar de lo complejos que han sido los mercados en los últimos años, Velasco afirma que el crecimiento del volumen de activos de la entidad ha sido “sostenido y muy saludable”, hasta alcanzar los 11.500 millones de dólares que gestiona actualmente la firma para sus clientes en España. Fidelity gestionaba a cierre de 2023 776.200 millones de dólares de forma global.
El experto se muestra optimista con la trayectoria futura de la firma, apelando a una combinación de perspectivas de largo plazo y estabilidad de la base de inversores. Recuerda que, a pesar de las tres correcciones vividas entre 2018 y 2022, los reembolsos no fueron tan fuertes como en otros precedentes históricos, algo que atribuye a la mejora en la educación financiera de los españoles en la última década. Velasco pone en valor el esfuerzo de las propias entidades españolas para formar a sus redes, de modo que sus agentes hayan sido capaces de transmitir a su vez a los inversores finales mensajes clave, como la necesidad de mantenerse invertido a lo largo del tiempo a pesar de los picos de volatilidad en el mercado.
El experto puntualiza que, pese a que uno de los puntos fuertes de Fidelity es su gran equipo de analistas sobre el terreno, generar información no es suficiente para dar un buen soporte de cliente: “Nos piden que les demos mucha información, pero información además en el formato que ellos utilizan internamente. Si te pones en los zapatos de los clientes, ellos tienen que integrar lo que les manda Fidelity con lo que les mandan otras entidades”, indica.
Velasco destaca asimismo la tendencia cada vez más extendida de una mayor personalización de las estrategias: “Nos piden que tengamos mucha flexibilidad, más allá del formato de fondos tradicional”, bien a través de otras fórmulas como ETF o mandatos segregados. “Buscan tanto una customización en las propias estrategias como en la forma en las que se las hacemos llegar”, aclara Velasco.
Retos para la industria
Esta personalización responde a una segunda tendencia que también lleva varios años en desarrollo, la búsqueda de reducción de los costes. El experto admite que se ha avanzado mucho en los últimos años con acciones como la creación de nuevas clases de fondos, la adopción de mandatos agregados o el auge de los ETF. Aun así, declara que uno de los retos que tiene pendiente la industria financiera es “seguir incorporando tecnología para rebajar el coste de acceso y el coste para poner productos de inversión a disposición de los inversores”.
Esta necesidad de crear economías de escala para acometer reducciones de costes y, al mismo tiempo, ofrecer propuestas más adaptables a las necesidades de los clientes debería llevar necesariamente a una nueva ola de operaciones corporativas en el sector de la gestión de activos en la próxima década: “Hay un proceso de consolidación pendiente que muchos pensamos que tal vez ya se debería haber iniciado”, comenta. Dicho esto, Velasco se muestra claro sobre la propia estrategia de su firma: “Fidelity es una compañía privada que no tiene el hábito de hacer adquisiciones”.
Velasco aclara que estos retos dependen de la propia industria, y lo contrapone a un tercer reto que depende de las autoridades políticas, particularmente en el caso español: “Tenemos que conseguir que haya un mayor incentivo fiscal para que la gente invierta”. El experto apela a la necesidad de medidas orientadas a premiar el ahorro de las familias en el largo plazo, especialmente para preparar la vida después de la jubilación: “La reforma sobre las pensiones es el resultado de una política muy cortoplacista y que deja en nada la importancia de incentivar de forma clara que todos ahorremos a largo plazo. Deberíamos tener la estructura mental y los incentivos externos para prepararnos para esos periodos en los cuales tendremos gastos pero no tendremos ingresos, y no depender exclusivamente de la parte de pensión pública que nos corresponda”, explica Velasco. Éste añade: “Me gusta poder trabajar en una compañía que sacrifica beneficios a corto plazo pensado en el largo plazo, porque creo que este es un negocio que tiene que pasar de generación en generación. Ojalá las decisiones políticas se tomaran con esa perspectiva”, zanja.
Velasco contrapone estos retos con algunos de los avances de la industria que ve más positivos, como la reducción del sesgo local en favor de una estrategia de inversión más internacional o, de manera importante, la mejora de la transparencia para que el inversor tenga a su disposición toda la información que necesita para tomar sus decisiones de inversión, incluyendo costes: “No conozco ningún otro sector que sea tan transparente a la hora de decir a los clientes qué están pagando y para qué”.
China, la gran apuesta actual de Fidelity
Velasco matiza que la manera de actuar en Fidelity siempre se guía por la toma constante de decisiones enfocadas hacia el crecimiento orgánico y con la vista puesta en el muy largo plazo. Por este motivo, la estrategia de la gestora se ha centrado en el desarrollo de nuevas capacidades para ampliar su gama, con el objetivo de dejar de ser percibida exclusivamente como una casa especialista en renta variable, al añadir a su gama productos de renta fija, multiactivos y, más recientemente, capacidades en mercados privados, específicamente en inmobiliario y deuda privada
En esta línea, Fidelity escenificó la entrada en el negocio de la gestión pasiva con el lanzamiento de sus propios ETF en 2017, con una apuesta más centrada en el desarrollo de ETF activos y, más recientemente, en el lanzamiento de ETF sobre el bitcoin, donde ya ocupan una posición dominante en el mercado estadounidense.
El último vector de crecimiento de la firma tiene que ver con su apuesta decidida por la sostenibilidad, con fuertes inversiones en esta área que se han traducido en un equipo compuesto por 40 personas con dedicación exclusiva a la inversión ESG.
También ha sido importante la política de expansión geográfica. Hoy Fidelity está presente en 28 países y cuenta con oficinas en 26, con equipos locales que están sobre el terreno reuniéndose con clientes. “No es solo para divulgar o presentar lo que podemos hacer por los clientes, es sobre todo la forma que tenemos para escuchar qué necesitan nuestros clientes”, explica Velasco.
Como parte de esta vocación de estar sobre el terreno destaca en particular la fuerte apuesta que ha hecho Fidelity por China, el último y más reciente hito para la gestora. Velasco detalla que cuentan con 1.300 personas sobre el terreno repartidas entre sus sedes de Pekín, Shanghái, Hong Kong y Dalian, donde han creado un gran centro operativo que da soporte para el resto de Asia. “Tenemos altas convicciones en China y la creencia de que es necesario estar presentes en el país”, concluye.
En este 2024 se han renovado las expectativas en todos los sentidos. Por ello, en un momento de inestabilidad económica, muchas personas han comenzado el 2024 pensando cómo se podrían obtener ganancias en los próximos meses. No hay dudas de que las inversiones en real estate pueden representar una oportunidad para obtener importantes retornos. Sin embargo, es importante conocer nuestro perfil como inversor para implementar una estrategia adecuada, que nos permita alcanzar nuestras metas.
Por un lado, tenemos las inversiones indirectas, las cuales se realizan a través de canales financieros, como fondos de inversión o REITs. En este tipo de inversiones, si todo sale bien, se pueden obtener rendimientos razonables en torno al 8% anual promedio. De todas formas, esta forma de invertir tiene algunas condiciones que pueden no brindar la mayor seguridad al inversor como, por ejemplo, que no posee el control sobre sus recursos debido a que, luego de colocarlos en el fondo, recibirá a cambio un porcentaje de participación de dicho fondo.
Otra situación un poco incómoda para el inversor es que, habitualmente, los reportes que recibirá sobre la posición de la inversión serán generales, pero es poco probable que en ellos se obtenga información precisa que identifique exactamente los activos que fueron adquiridos y su evolución. Sin embargo, para quienes desean mantener el control sobre sus activos, existe la inversión directa a través de un Asset Manager: estos actores se encargan de brindar asesoramiento, estructuración y la gestión de inversión de los activos, pero, a diferencia de las anteriores, los inversores mantienen el control sobre los mismos.
Así, al contratar un Asset Manager, el inversor cuenta con una gestión profesional eficiente, manteniendo el control y la toma de decisiones.
¿Qué tipo de estrategias existen a la hora de invertir?
Existen diversas estrategias, por lo que a continuación intentaremos detallar brevemente cada una de ellas:
Inversiones CORE: Este tipo de estrategia es implementada por inversores conservadores que buscan minimizar sus riesgos a través de la adquisición inmuebles bien localizados y consolidados, con flujos de caja estable e inquilinos de alta calidad crediticia, con rendimientos por renta de entre el 3 y 5% anual.
Inversiones Core +: En este caso, esta estrategia combina crecimiento y flujo de caja, ya que los inversores están dispuestos a arriesgarse un poco más que en el segmento anterior. Aquí se busca realizar mejoras sobre la propiedad que incrementen la capacidad de la misma a fin de generar mayores flujos de caja. Por ejemplo, se puede adquirir un edificio que cuenta con buena ocupación, aunque, si se lo repara, se podrán incrementar los precios de los alquileres. Por lo tanto, si bien la propiedad genera flujos de caja, partes de estos deberán ser reinvertidos para llevar a cabo las mejores necesarias. Así, si la estrategia funciona, se podrán obtener retornos anuales de entre el 5% y el 7%.
Inversiones Value Add: En este tipo de estrategia el inversor está dispuesto a asumir aún más riesgos que en la Core+ y, de esta forma, los retornos también podrían ser más elevados. Con frecuencia, las propiedades no generarán flujos de caja al momento de la adquisición, aunque poseen un potencial que nos permitirá obtener un retorno más elevado una vez que se materialice el valor añadido sobre la propiedad. Este tipo de activos suelen requerir mantenimientos y gestión de alquileres, por lo que se exigirá destinar recursos para abordarlos. En este caso, se requiere el asesoramiento de un Asset Maneger con experiencia de gestión, lo que podría brindarnos retornos anuales de entre el 8% y 10%.
Inversiones Opportunistic: Esta es la estrategia más arriesgada e implica que no se verán retornos durante los primeros años de la inversión. Nuevamente, se necesitará la gestión de un profesional e implicará la adquisición de propiedades para su reconversión. Así, aunque no se generarán flujos de caja, se podrán obtener importantes retornos, de entre el 10% y 15% anual, una vez que se materialice el valor añadido.
La importancia de los activos distress
Más allá de la estrategia que se implemente, la clave en la inversión en Real Estate es la adquisición de activos en distress, es decir, propiedades muy por debajo del valor de mercado. En otras palabras, las propiedades distress son aquellas que se pueden adquirir con importantes descuentos como consecuencia de que sus propietarios son liquidadores, como por ejemplo los bancos, por lo que deberán desprenderse de ellos a un menor valor. Y quizás el dato más interesante es que estos activos no siempre están dañados o en mal estado, por lo que muchas veces no será necesario realizar importantes inversiones para hacerles reparaciones mayores.
Actualmente, las mejores oportunidades distress se encuentran en España, principalmente en regiones como Barcelona, Málaga, Valencia, Alicante, etcétera. En el caso particular de Madrid, la capital española se ha convertido en el hogar de miles de ciudadanos procedentes de Latinoamérica, por lo que ya es considerada la “Miami de Europa”. Un dato interesante es que el 20% de las adquisiciones de vivienda en España corresponden a extranjeros.
Además, a esto debemos sumarle que los mercados de Europa y EE.UU. concentran el 84% de la inversión global (más de 8 trillones de dólares), mientras que tan solo el 0,40% llega a Latinoamérica. Incluso desde el primer semestre de 2022, los 200 fondos más grandes de Real Estate migraron sus capitales desde EE. UU. hacia el Viejo Continente. En resumen, todo esto demuestra por qué los latinoamericanos hoy eligen España para invertir.
¿En dónde están las oportunidades?
Las oportunidades comenzaron a aparecer tras el estallido de la pandemia del coronavirus en segmentos como retail, logística y oficinas: por ejemplo, en el caso de estas últimas se pueden transformar en activos residenciales o turísticos. En este sentido, actualmente en España las entidades financieras acumulan activos por un valor de más de 100.000 millones de euros. Por ello, se pueden comprar propiedades con descuentos de hasta el 40%.
Por lo tanto, si tenemos en cuenta que las tasas de interés deberían comenzar a bajar a partir de este año, se espera que a partir del 2025 se genere un rebote y la situación se estabilice, lo que nos permitiría obtener grandes retornos cuando nos desprendamos de dichas adquisiciones.
En conclusión, la variable de descuento en la compra de activos en distress es un factor esencial para maximizar las inversiones inmobiliarias porque nos permitirá incrementar los retornos al generar un rendimiento sustancial a corto y mediano plazo cuando se desinviertan los activos.
Tribuna elaborada por Mariano Capellino, CEO de Inmsa Real Estate Investments Management.
Foto cedidaLaure Peyranne, Head of ETFs Iberia, LatAm & US Offshore en Invesco.
Los ETFs de renta fija captaron nuevos activos netos por valor de 1.000 millones de dólares en marzo, elevando el total del año en curso hasta los 12.100 millones de dólares. Mientras tanto, los mercados de renta fija obtuvieron rentabilidades positivas en marzo, tras dos meses de resultados discretos debido a la estabilización de los yields de los bonos de deuda pública, y a la contracción de los diferenciales crediticios.
En opinión de Laure Peyranne, Head of ETFs Iberia, LatAm & US Offshore en Invesco, los mercados de renta fija obtuvieron rentabilidades generalmente positivas en marzo, tras dos meses de resultados deslucidos debido a la estabilización de los yields de los bonos de deuda pública y a la contracción de los diferenciales crediticios. “A pesar de que los datos económicos fueron heterogéneos, las señales de los bancos centrales se consideraron generalmente acomodaticias, lo que indica que todavía es probable que se produzca cierta relajación de la política monetaria más avanzado el año”, afirma Peyranne.
Según destaca la responsable para Iberia, Latam & US Offshore de Invesco, el Banco de la Reserva de Australia abandonó su sesgo restrictivo, los dos últimos halcones del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (que habían votado a favor de seguir subiendo los tipos) votaron a favor de mantener los tipos sin cambios y el Banco Nacional Suizo sorprendió a los mercados recortando los tipos de interés en 25 puntos básicos.
“Ni siquiera el Banco de Japón, que subió los tipos por primera vez en 17 años, se mostró agresivo, con escasos signos de un endurecimiento futuro de la política monetaria. Sin embargo, esa ausencia de orientación sobre el ritmo de las futuras subidas de tipos provocó una depreciación de la moneda, hasta 150 yenes por dólar, lo que podría dar paso a una orientación más agresiva en un futuro próximo. Este tono moderado también favoreció a los mercados de renta variable y el índice S&P 500 marcó nuevos máximos históricos”, comenta.
Perspectivas que favorecen a la renta fija
Los datos muestran que las entradas de capital de los ETFs de renta fija se mantuvieron moderadas en marzo, con nuevos activos netos de 1.000 millones de dólares, que elevaron el total del primer trimestre hasta 12.100 millones de dólares. “Los flujos de cada categoría de renta fija fueron heterogéneos, lo que dificulta la identificación de preferencias por patrones o niveles de riesgo. La gestión de efectivo (900 millones de dólares) se mantuvo como la categoría más fuerte en entradas de capital netas en marzo, seguida de los bonos de deuda pública EUR (800 millones de dólares), high yield (700 millones de dólares), bonos verdes (300 millones de dólares) y de vencimiento fijo (300 millones de dólares). La deuda invest grade en euros (-1.300 millones de dólares) sufrió una fuerte corriente de ventas por segundo mes consecutivo, aunque los bonos de deuda pública mercados emergentes (-700 millones de dólares), apalancados/inversos (-600 millones de dólares, eliminando principalmente la exposición a una pronunciación del tramo de 2-10 años en bonos del Tesoro de EE. UU.) y vinculados a la inflación (-300 millones de dólares) también registraron salidas de capital”, explica.
Además, los mercados de renta fija repuntaron en marzo tras los resultados deslucidos de los dos primeros meses del año, ya que los bonos habían experimentado un rally excesivo de cara al cierre de 2023 en previsión de unos recortes de tipos inminentes. Sin embargo, la experta de Invesco matiza: “Dado que el calendario de los recortes se ha aplazado, los bancos centrales parecen considerar que las expectativas del mercado coinciden en general con sus perspectivas. Los bancos centrales, que a comienzos de año se habían inclinado por un sesgo generalmente más agresivo, parecen haberse vuelto ligeramente más moderados en marzo. Esto indica que estarían ignorando el ruido a corto plazo de los datos económicos para centrarse en las perspectivas a más largo plazo. Es probable que esto beneficie a los mercados de renta fija, particularmente a medida que se vayan acercando los primeros recortes de tipos de los principales bancos centrales”.
En su opinión, una nueva tendencia que también hemos detectado en el mercado es la búsqueda de estrategias globales en renta fija. “Para responder a estas necesidades estamos lanzando nuevas e innovadoras soluciones. El Invesco Global Corporate Bond ESG UCITS ETF es un ETF de bonos corporativos globales que busca aumentar la exposición a emisores con grado de inversión con un sólido perfil ESG, invirtiendo en valores de emisores corporativos de todos los mercados desarrollados, con ponderaciones ajustadas en función de determinadas métricas ESG. Y el nuevo ETF de Invesco trata de replicar el Bloomberg MSCI Global Liquid Corporate ESG Weighted SRI Sustainable Bond Index, que comprende los títulos de deuda imponibles a tipo fijo de emisores corporativos mundiales de países desarrollados”, concluye.
A la movilidad transfronteriza de empresas y capitales en una economía global se viene añadiendo en los últimos años una creciente movilidad internacional de personas, trabajadores y familias que poseen inversiones financieras, empresariales o inmobiliarias en distintos países. Esta realidad demanda del asesor financiero tener conocimientos y competencias sobre cuestiones jurídicas que están presentes en la movilidad internacional del factor trabajo y el capital, y que contribuyen a un asesoramiento financiero integral y de alta calidad que tenga en cuenta diferentes variables como las laborales, regulatorias, migratorias o fiscales.
Esta última variable, la tributaria, es uno de los grandes retos a los que se enfrenta el asesor financiero que presta sus servicios profesionales a clientes privados que tengan un perfil transfronterizo. Conocer las reglas que disciplinan la residencia fiscal de personas y empresas así como los mecanismos de corrección de doble imposición internacional de rentas y patrimonios resulta una herramienta de trabajo muy útil para ayudar a los clientes a comprender cuáles serán las consecuencias fiscales de sus cambios de residencia o de las inversiones transfronterizas que realicen en instrumentos financieros, bienes inmuebles o proyectos empresariales.
Lo anterior se completa con otras materias tributarias que requieren especial atención, tales como los regímenes nacionales de la golden visa para la adquisición de ciudadanía o residencia vinculada a determinadas inversiones corporativas o inmobiliarias, o la tributación de las rentas latentes en el momento de un cambio de residencia fiscal cuando resulten aplicables regímenes de tributación de salida o exit tax.
El conocimiento de la tributación de las rentas obtenidas en el país de destino al que se produzca un traslado de residencia, bien como consecuencia de una expatriación derivada de nuevos proyectos empresariales o bien de forma voluntaria, por ejemplo tras el acceso a la jubilación, es también una materia a dominar. Estas situaciones demandan del asesor financiero conocer las principales características de los regímenes fiscales de “expatriación” o de “impatriación” vigentes en los países de origen y destino de una movilidad internacional, muchos de los cuales responden a la atracción de la residencia de ciudadanos procedentes de otros países o al establecimiento de empresas extranjeras que desarrollen determinadas actividades emprendedoras. Buenos ejemplos de ello serían el régimen español de impatriados, los regímenes italianos de impatriación general y de impuesto àforfait, el nuevo incentivo fiscal portugués para impatriados que realicen investigación científica e innovación, el régimen británico de residentes no domiciliados, el régimen suizo de flat tax para impatriados, la regla del 30% neerlandesa o el régimen de impatriados luxemburgués, entre otros.
La tributación del patrimonio situado y de las rentas generadas en países distintos de aquél en que el inversor tenga su residencia fiscal se identifican también como un elemento clave en la planificación de la rentabilidad financiero-fiscal de inversiones transfronterizas, lo que normalmente obligará al asesor financiero a estar familiarizado, por ejemplo, con el gravamen patrimonial sobre los bienes y derechos que estén situados en países distintos del de residencia fiscal, la tributación de los inmuebles alquilados en otro país, o el gravamen del cobro de una pensión pública o privada en el país de destino.
Y, muy especialmente, la tributación de las rentas procedentes de inversiones financieras transfronterizas (dividendos, intereses y ganancias de capital). Es aquí donde merece la pena destacar los recientes esfuerzos de la Unión Europea en el marco del Plan de Acción de la Unión de Mercados de Capitales, que ha dado como fruto la Propuesta de Directiva del Consejo de 19 de junio de 2023, relativa a una mitigación más rápida y más segura de las retenciones en origen practicadas en exceso (“Directiva FASTER”) que, entre otras medidas, resolvería el problema de cómo recuperar los excesos de tributación soportados en el país de la fuente por el cobro de dividendos e intereses, problema que con frecuencia genera una sobreimposición muy difícil de recuperar por el inversor y que viene distorsionando el funcionamiento del mercado interior de capitales.
Por último, y no menos importante, la movilidad internacional de personas e inversiones también requiere del asesor financiero una sensibilidad especial hacia el conocimiento de los regímenes antiabuso previstos por la legislación tributaria para determinadas inversiones transfronterizas. Las actualizaciones periódicas de las listas de paraísos fiscales y jurisdicciones no cooperativas, los regímenes especiales de transparencia fiscal internacional o las obligaciones de suministro de información vinculadas a determinados mecanismos de planificación fiscal potencialmente agresiva (DAC 6) serían buenos ejemplos de ello.
En definitiva, sin necesidad de convertirse en expertos en tributación internacional, los asesores financieros que tengan un mínimo conocimiento de las variables tributarias que inciden en la planificación financiera y patrimonial transfronteriza estarán en mejores condiciones de prestar un servicio de alto valor añadido para que sus clientes puedan adoptar fundadamente las mejores decisiones sobre su patrimonio y sus inversiones transfronterizas.
Tribuna elaborada por José Manuel Ortiz de Juan, presidente del Comité de Acreditación y Certificación de EFPA España y abogado de Cuatrecasas
Foto cedidaMesa redonda con directivos de Safebrok, y representantes de Anta AM, Etica, Lazard, J. Safra Sarasin, Nordea, Man Group, Groupama AM, Trea AM y Federated Hermes, el jueves pasado en Sevilla.
Safebrok, empresa de servicios financieros que cuenta con sus servicios centrales en Sevilla, aprovechó un año más su ubicación privilegiada en estos días de Feria de Abril para aunar durante una jornada el debate sobre la situación de los mercados financieros con la celebración de una de las fiestas más famosas en España. Con ese objetivo, la plataforma de gestión patrimonial y asesoramiento en seguros celebró el pasado jueves en la capital hispalense una tertulia, en la que, guiados por los directivos de la entidad, los representantes de una decena gestoras de fondos de inversión -tanto nacionales como internacionales- analizaron la actual situación de los mercados.
Entre los temas más relevantes tratados en la mesa redonda -que se llevó a cabo en la oficina comercial de la entidad, situada en el corazón de Los Remedios-, destacaron la evolución de la inflación y los posibles movimientos de los bancos centrales, su impacto en los mercados de renta fija y renta variable, los riesgos geopolíticos, la inversión sostenible y las oportunidades que ofrece la gestión alternativa.
Durante el encuentro, moderado por la directora de inversiones y subdirectora general de SafeBrok, Eva Benítez, y retransmitido en streaming para su red de agentes, quedó patente la divergencia de política monetaria que existe a ambos lados del Atlántico, y la mayor incertidumbre con respecto a la ejecución de la esperada bajada de tipos en EE.UU., en un escenario en el que la inflación tiene la última palabra. «En Europa la inflación está más controlada, más cerca del objetivo del 2% y por eso podrían llegar dos, tres e incluso cuatro bajadas de tipos de aquí a final de año (lo que situaría los tipos 100 puntos básicos por debajo del nivel actual) mientras en EE.UU. está costando más ese control y por eso la Fed podría retrasar el inicio de sus decisiones en este sentido, que el mercado preveía para junio», explicaba Patricia López, directora de Desarrollo de Negocio de Anta Asset Management.
En esa misma línea de bancos centrales a dos velocidades -debido a la distinta evolución de la inflación, pero también a que el crecimiento sigue más fuerte en EE.UU.-, Domingo Torres, Head of Spain & Portugal de Lazard, explicaba la necesidad de la Fed de esperar a ver la evolución de los datos, por lo que no prevé un recorte de tipos antes de septiembre, cuando la autoridad ya cuente al menos con ocho datos consecutivos. Y recordaba el potencial desestabilizador de otros factores, como el conflicto en Oriente Medio: «La evolución de las tensiones entre Irán e Israel podría cambiar profundamente el panorama debido a su impacto en el mercado de la energía, y a su contagio a la inflación. De momento, la situación en Europa es más fácil de entender y se espera un recorte de tipos en junio pero el entorno podría volverse más incierto», advertía.
Para Juan Rodríguez-Fraile, Country Manager para Iberia & Latam de Groupama AM, sea como sea el escenario, «estamos en un entorno de tipos más altos durante más tiempo de lo que cree el mercado», con una sola potencial bajada de tipos en Europa e incertidumbre en EE.UU., donde todo dependerá de la evolución del precio del petróleo y su impacto en la inflación.
Mariano Guerenstein, Managing Director Institutional Clients and Wholesales en la gestora J. Safra Sarasin, recordaba también el factor electoral en EE.UU., por lo que «habrá que ver si la Fed se anima a bajar tipos antes de noviembre. En la gestora pensamos que, de hacerlo, no será hasta finales de año». En su opinión, la autoridad necesita respuestas sobre datos de crecimiento, inflación, escenario político y electoral antes de tomar esa decisión. Para Melanie Lange, Associate Director -Business Development Iberia de Federated Hermes, la elevada deuda existente en Estados Unidos hace que la prioridad sea ceñirse al objetivo de delimitar la inflación.
Impacto en los mercados
Todos estos factores monetarios, electorales y geopolíticos tienen potencial para desestabilizar los mercados, pero ¿hasta qué punto?, se preguntaron los expertos. Para Javier de Moragas, Sales Director para España en Nordea, a priori no se producirá una escalada de los conflictos armados que afecte negativamente en los mercados, puesto que la reacción política internacional está intentando mitigarla. «Cuando empezó la guerra Rusia-Ucrania, las primas de riesgo subieron al principio, a corto plazo, pero luego la situación se normalizó», recordaba. «Todo depende: la normalización es lo más aberrrante, tras dos años de guerra en Rusia y seis meses en Gaza, pero ahora con la tensión entre Irán e Israel entra en escena lo que ocurra en el estrecho de Ormuz, clave para el transporte del petróleo y el gas, y, si hay escalada del conflicto, tendremos un problema de abastecimiento», advertía Torres.
Luis Martín, Managing Director para Iberia de Man Group, añadía también la incertidumbre existente con respecto a China, que aún no ha movido ficha en la región. «Hay una lucha de poder entre China y EE.UU., en la que el país asiático, empoderado, podría tomar decisiones con respecto a Taiwán, clave en el mercado de semiconductores, lo que podría tener impacto en Occidente, algo que no está en la ecuación», añadía.
Para Borja Álvarez, miembro del equipo de Ventas de Trea AM, las posibilidades de escalada de los conflictos geopolíticos son reducidas, y el mercado cuenta con catalizadores más importantes como son la inflación en EE.UU., o los datos de crecimiento y empleo en Europa.
Con estos mimbres, los expertos destacaron oportunidades en renta variable en algunos mercados como el japonés, no como sustituto, sino como complemento y diversificador de las carteras, gracias a sus bajas valoraciones, el bajo nivel del yen (pese a las recuperaciones recientes), la salida de la deflación, una mentalidad cambiante en cuanto a la gobernanza y un plan que incentiva la inversión en acciones niponas por parte de los ahorradores locales. Una alineación de planetas, un cambio estructural, que sostiene una tesis de inversión a medio y largo plazo, según Lazard.
Con respecto a la situación de la renta fija, que había adelantado un contexto de bajadas de tipos más tempranas, los expertos señalaron la necesidad de ser selectivos. «El mercado está caro y hay que ser selectivos y buscar gestores que no se indexen», aconsejaba Martín. «Es clave contar con mandatos flexibles para elegir las mejores ideas por geografías y sectores, que ayuden a buscar alfa. Tiene incluso sentido buscar duraciones largas, sobre todo en EE.UU., no es una locura», añadía el experto de Man Group.
Una apuesta por la gestión alternativa y la inversión sostenible
Más allá de los mercados tradicionales, en el debate también se habló de las oportunidades que ofrecen los mercados privados para que los inversores, posicionándose en proyectos tangibles y reales, puedan descorrelacionar sus carteras. Desde Trea AM se enfocaron en señalar el atractivo del venture capital en la actualidad, en un contexto de depreciación de muchas compañías con proyectos potentes. Álvarez destacó el potencial del sector salud y healthcare, mientras López destacó las oportunidades que ve Anta AM en energías renovables y agrobusiness. «El problema es que en España no estamos acostumbrados a los fondos ilíquidos, pero eso está cambiando: tienen que suponer una parte importante de la cartera», indicaba.
Todo, en un contexto en el minorista tiene más fácil acceso por motivos regulatorios, algo que está impulsando las inversiones pero algo sobre los expertos también advierten: «Se puede estar democratizando demasiado y cuidado, porque es clave que los inversores lo entiendan muy bien». Para Nordea, las estrategias ilíquidas permiten acceder a una prima de riesgo y alfa que no existe en los mercados cotizados. Es un arma de la cartera para completarla y diversificarla», comentaba De Moragas.
Más allá de todas estas oportunidades, también se habló de un tema transversal para la industria: las inversiones sostenibles. «Los últimos meses no han sido fáciles, porque los temas de inversión han estado conectados a temáticas más relacionadas con la guerra o con los precios de la energía, algo en lo que estos fondos no invierten, pero la inversión sostenible tiene que verse siempre a largo plazo», defendía Gianluca Zappa, Relationship Manager – Institutional and International Business Development de la gestora italiana especializada en ISR Etica. «A la hora de estudiar la relación rentabilidad-riesgo de una inversión, son claves los riesgos, y los informes dicen que de los 10 principales riesgos, cinco son ambientales (relacionados con temas como la biodiversidad, los recursos o la climatología), dos son sociales y tres son tecnológicos (temas como la inteligencia artificial o la seguridad de los datos). Los riesgos no pueden no ser considerados», añadía. En su opinión, «la inversión sostenible no es solo un tema ético sino de gestión de riesgos».
Fomentar el diálogo
Con esta iniciativa, en la que también estuvo presente Julio Gómez-Blasco, presidente del Observatorio para la Diplomacia, SafeBrok busca fomentar el diálogo constructivo y la colaboración entre los actores clave de la industria. La celebración del evento pone de manifiesto la importancia del intercambio de conocimientos y la búsqueda de soluciones efectivas para las demandas cambiantes del mercado. Por parte de la plataforma de gestión patrimonial también estuvieron presentes en el encuentro Daniel Suero, fundador de la entidad, Álvaro de Castro, CEO de Safebrok, y Borja Prados, CEO de SafeBrok en Europa, madrileño de nacimiento pero afincado en Sevilla.
La celebración de esta mesa redonda durante la emblemática Feria de Abril es una prueba más de la contribución de SafeBrok al desarrollo del sector en la región. Un año más, la compañía demostró su agradecimiento a los participantes (gestoras, proveedores y medios de comunicación) con un almuerzo en la caseta del Real Círculo de Labradores, para que conocieran de primera mano el sabor de una feria que cada año atrae a miles de personas impresionadas por el ambiente que se vive en la capital hispalense.
SafeBrok es una empresa de intermediación financiera enfocada a la protección y planificación del patrimonio del cliente, con más de 30 centros de negocio en todo el territorio nacional y una red comercial conformada por más de 200 gestores y aseguradores.
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La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a países clave ha generado un entorno de incertidumbre global que afecta tanto a los mercados financieros como a las estrategias de inversión. Consultada por Funds Society, Anita Patel, investment director de Capital Group, compartió su análisis sobre las implicaciones de estas políticas, cómo la firma está ajustando su enfoque de inversión y las oportunidades que surgen en este contexto de volatilidad económica.
Según Patel, el anuncio de Donald Trump del pasado 2 de abril marca sólo el inicio de un proceso largo y complejo. “Este proceso podría implicar aranceles más altos de lo esperado inicialmente, con aplicaciones diferenciadas a lo largo del tiempo y un impacto más significativo en países menos dispuestos a negociar, como China y Europa”, explicó. Así, la directora de inversiones señaló que el panorama actual es muy diferente al de las políticas comerciales previas, y la incertidumbre es mayor.
A pesar de la preocupación por la inflación, Patel realizó una comparación con las políticas del primer gobierno de Trump, y subrayó que el impacto sobre los precios ha sido moderado hasta el momento. “En retrospectiva, el impacto sobre la inflación fue limitado en el agregado. Por ejemplo, durante 2018 y 2019, la tasa de inflación en EE.UU. fluctuó entre el 1,5% y el 2,85%, a pesar de las tensiones comerciales”, afirmó. Sin embargo, indicó que no es posible ignorar los efectos indirectos de la pandemia y las tensiones geopolíticas, que han alterado aún más el entorno económico.
Uno de los conceptos clave que Patel destacó es el desacoplamiento de las economías globales, un proceso que podría acelerarse con la imposición de aranceles más persistentes. “Si el desacoplamiento se materializa, tendrá un impacto considerable en sectores que dependen de cadenas de suministro globales complejas, como la manufactura, los productos electrónicos y la industria farmacéutica”, aseguró. En este escenario, consideró que países como China podrían aplicar medidas a modo de represalia, como la prohibición de exportaciones de minerales críticos o la reducción de compras de productos agrícolas y aeronaves, afectando directamente a las empresas estadounidenses.
“Este tipo de medidas podría profundizar aún más la desaceleración del comercio global, creando un entorno más aislado en el que los países busquen fuentes alternativas de insumos para reducir su dependencia de los flujos comerciales internacionales”, explicó. En este contexto, las empresas que dependen en gran medida de los intercambios con China, como Apple y Tesla, podrían ver alteradas sus operaciones.
«Cómo influirán los aranceles y los recortes en el gasto federal sobre el crecimiento es aún más incierto, dada la naturaleza cambiante de las políticas de Trump», sostuvo Patel, y analizó: «Siempre hemos creído que centrarse en los motores fundamentales de la economía, como los ingresos y los beneficios, es la mejor forma de prever la actividad. Sin embargo, también debemos reconocer que la cantidad de acontecimientos geopolíticos que se han producido en los últimos dos meses pueden estar creando suficiente incertidumbre como para que la actividad económica se esté alejando de esos motores de una manera que no habíamos visto antes. Puede que haya llegado el momento de ‘apagar los modelos’ y juzgar el impacto de estos acontecimientos sin precedentes a medida que se desarrollan».
«Los modelos estándar para analizar la economía mundial se basan en 40 años de datos que abarcan un periodo en el que la dirección de la marcha fue uniformemente hacia una mayor integración transfronteriza, no hacia una menor. Si a esto añadimos el elevado nivel de incertidumbre, nos encontramos con un entorno en el que los resultados de los modelos deben considerarse con cautela», completó.
Oportunidades a largo plazo: los sectores prometedores
A pesar de la volatilidad, Patel destacó que hay sectores que podrían beneficiarse de las políticas actuales. En particular, señaló que las políticas del denominado «América Primero«, que buscan revitalizar la manufactura en EE.UU., podrían ser una fuente de oportunidades. “Las políticas del gobierno estadounidense buscan recuperar la base manufacturera de la nación, lo que podría generar un impulso para sectores como la construcción de centros de datos, la fabricación de maquinaria y productos farmacéuticos”, aseguró. En esta línea, mencionó que empresas como Caterpillar y Carrier Global son ejemplos de beneficiarios potenciales.
Además, planteó que la innovación tecnológica es otra área con un gran potencial de crecimiento. “La inteligencia artificial y la robótica, en particular, están empezando a transformar tanto el sector comercial como el residencial. La desregulación en ciertas áreas podría acelerar la adopción de tecnologías emergentes y abrir nuevas oportunidades de inversión”, señaló.
Para Capital Group, destacó, el enfoque activo y la investigación detallada de cada empresa siguen siendo fundamentales para navegar en este entorno tan incierto. “Aunque los aranceles son solo una parte de la ecuación, la diversificación y la selección activa de acciones son esenciales para mitigar los riesgos derivados de la volatilidad del mercado”, sostuvo Patel. En su opinión, una cartera bien diversificada permite a los inversionistas enfrentar las fluctuaciones del mercado sin comprometer el potencial de crecimiento a largo plazo.
También hizo hincapié en la importancia de mantener una visión a largo plazo, incluso cuando los mercados son volátiles. “No podemos predecir con precisión los movimientos a corto plazo, pero las caídas históricas del S&P 500 de 15% o más han sido seguidas por fuertes recuperaciones. En el primer año posterior a cada una de estas caídas, el índice S&P 500 ha tenido un rendimiento promedio del 52%”, señaló. Esta perspectiva, analizó, resalta la importancia de la paciencia y la disciplina en la inversión.
Otro punto crucial es la diversificación. “El enfoque diversificado permite a los inversionistas reducir el riesgo y captar las oportunidades que surjan, incluso en un entorno de incertidumbre económica”, explicó Patel. A medida que los mercados se adaptan a la nueva realidad política y económica, la firma sigue priorizando la investigación fundamental y la selección de empresas con sólidas perspectivas de crecimiento.
Para concluir, la directora de inversiones aseguró que, aunque las políticas proteccionistas y el desacoplamiento global presentan desafíos, también abren oportunidades en sectores clave que podrían ofrecer rendimientos sostenibles a largo plazo. “El enfoque activo y la investigación minuciosa son los pilares de nuestra estrategia, y seguimos confiando en que la diversificación y el enfoque a largo plazo son esenciales para los inversionistas en este entorno volátil”, aseguró Patel.
Después de tres sorpresas consecutivas en el IPC y la publicación de datos que apuntan a una fortaleza inesperada en el mercado laboral y en el consumo de las familias, Jerome Powell dio esta semana la razón al mercado y confirmó -en su conferencia en el Centro Wilson de Nueva York junto al gobernador del banco central de Canadá, Tiff Macklem- que el inicio del ciclo de recorte de tipos queda pospuesto y no comenzará en junio.
El presidente de la Fed reconoció la resiliencia en el crecimiento (que dejaba de manifiesto el Libro Beige, con 10 de los 12 distritos experimentando un crecimiento económico moderado) y también que los datos de inflación interanual han retrasado el avance hacia el objetivo de precios del banco central estadounidense. Como resultado, es probable que tarde más tiempo del previsto en lograr la confianza necesaria para empezar con las rebajas en fed funds.
Todo ello estaba más o menos en precio tras el repunte en la rentabilidad de la deuda pública, confirmando que la luna de miel de la Fed, que comenzó el último trimestre de 2023, ha tocado a su fin, y volvemos al entorno de tipos más altos durante más tiempo. Los futuros apuntan a una probabilidad de 50-50 de un primer recorte de tipos en la reunión del 31 de julio y a un total de rebajas de solo 0,41% para el conjunto del año, que podrían quedarse en nada.
La bolsa se ha venido mostrando menos sensible a un ciclo de relajación en política monetaria de Estados Unidos más lejano y discreto en magnitud, y está prestando más atención a la recuperación en el crecimiento de beneficios por acción, que explica 2/3 partes de la mejora en precios acumulada en lo que llevamos de 2024. La expansión de múltiplos, que actuó de acelerador en el inicio del rally, también ha perdido relevancia como factor explicativo del movimiento alcista.
El evidente aumento en riesgos geopolíticos que deja de manifiesto la petición de Joe Biden de subir al 25% los aranceles sobre las importaciones chinas de acero y aluminio, que podría hacer que se reavivaran las tensiones económicas/comerciales entre Washington y Pekín antes del hipotético regreso de Trump a la Casa Blanca; el ataque de Israel sobre objetivos iraníes en Isfahán del viernes, y una prima de riesgo que se acerca a 2%, justifican este cambio de papeles. La intensificación en las tensiones Israel-Irán está permitiendo a la deuda pública recuperar algo de terreno. No obstante, la subida en rentabilidades que ha venido acompañando las sorpresas en datos de inflación comienza a hacer daño a la valoración de los activos de riesgo.
Las autoridades iraníes parecen estar restando importancia al ataque, pero el petróleo (y activos considerados refugio como el franco suizo o el yen japonés) se están viendo beneficiados, alejando aún más la probabilidad del inicio de una campaña de relajación en política monetaria antes del verano. Como vemos en la gráfica, la correlación entre la TIR del TBond y la cotización del barril de crudo ha sido casi perfecta los últimos tres meses.
Aunque la intensidad energética global ha disminuido sustancialmente desde los 70, la expansión del conflicto Israel-Hamás podría afectar hasta a 1/3 de la producción mundial de petróleo. Un encarecimiento puntual de la energía no preocuparía a la Fed, pero si el conflicto no tiene una resolución rápida, el objetivo de inflación de 2% quedará aún más lejos. Adicionalmente, la reimposición de sanciones sobre Venezuela o los límites de producción de la OPEP+ pueden amplificar el efecto del conflicto sobre el precio del petróleo.
Aunque de momento no se aprecian evidencias de claudicación por el lado de los alcistas y la corrección podría extenderse algo más, el S&P comienza a acercarse a niveles interesantes desde un punto de vista táctico.
El reajuste al alza en el rendimiento de los bonos y a la baja en expectativas de recortes de tipos empiezan a resultar algo excesivos si atendemos a las señales provenientes del mercado de trabajo y a los mensajes que directores generales y directores financieros están trasladando a sus accionistas.
El incremento en la oferta de trabajadores, apoyado en gran medida sobre una explosión en la inmigración (algo que explicábamos hace poco), unido a una disminución en el apetito por contratar, está devolviendo el equilibrio al mercado laboral. Como consecuencia, la tasa de crecimiento de los salarios irá también perdiendo fuerza y, en última instancia, afectará al consumo de servicios, quitando presión al índice de precios subyacente ex vivienda (supercore) que tantos quebraderos de cabeza está dando últimamente al banco central estadounidense.
Las renuncias voluntarias y las vacantes pendientes de ser cubiertas, además de la encuesta entre PYMEs a la que recientemente hemos hecho mención, apuntan en esta dirección. Con aumentos de sueldo menos pujantes, el precio del alquiler continuará moderándose (como anticipa la actualización esta semana del indicador de nuevos contratos de alquiler de la Fed de Cleveland) y la remisión en el coste de la vivienda ayudará a retomar la tendencia desinflacionista.
Adicionalmente, el crecimiento en crédito se ha suspendido en EE. UU. y es negativo en Europa, coincidiendo con una contracción en la masa monetaria que aún continúa vigente (M2 y M1 en EE. UU. y Europa, respectivamente). A pesar de que el precio de la deuda pública se mantendrá volátil, este cuadro limita el potencial alcista en TIR a corto plazo. A medio plazo aumenta el riesgo de recesión (como ilustra, abajo, la proximidad de la regla de Sahm al umbral asociado con procesos de contracción en actividad económica). La tasa de desempleo tiene reversión a la media y una vez que marca un punto de inflexión ajusta con mucha rapidez.
En esta misma línea, es destacable que Powell comunicara -en el transcurso de la conferencia que comentamos más arriba- que la Fed mantendría los tipos de interés en respuesta a la desaceleración de la desinflación, en lugar de subirlos más. Parece complicado que se produzcan subidas, pero las opciones sobre SOFR apuntan a una probabilidad del 20% este año. En ausencia de una escalada en Oriente Medio, este escenario es difícil de justificar.
Y, si bien es cierto que el ámbito geopolítico continúa complicándose, la presión que pueda ejercer la administración estadounidense sobre el gobierno israelí retrasa a 2025 el riesgo de guerra en Oriente Medio. Ante los bajísimos índices de popularidad que muestra el candidato demócrata, Biden pretende evitar un encarecimiento en el crudo que afectaría al bolsillo de las familias antes de las elecciones de noviembre. El Jerusalem Post incluye en su edición del viernes un artículo que sugiere que Estados Unidos acepta el plan de Netanyahu de atacar Rafah a cambio de que Israel limite sus agresiones en Irán.
Se acumulan los indicios de borrasca en el horizonte de cara a 2025, pero se acerca una oportunidad para los inversores más ágiles.